El Encuentro Con La Sombra 2
El Encuentro Con La Sombra 2
El Encuentro Con La Sombra 2
El primer paso del encuentro con la sombra se origina en una necesidad de cambio que surge de una
crisis personal. En esas circunstancias la persona experimenta vivencias de estancamiento, depresión,
falta de sentido de la existencia y en las que se siente frecuentemente angustiado, aislado o
incomprendido. Es el momento de enfrentarse consigo mismo, de preguntarse que papel juegan sus
actuaciones con respecto a sus valores, su forma de ser, y cómo está afrontando las dificultades que está
viviendo. Esta proceso es difícil de realizarlo en soledad, ya que se necesita la comprensión con el otro,
un amigo, un profesional de la psicología, un grupo de apoyo pueden ser de utilidad a crear el espacio
psicológico adecuado para comenzar el proceso de transformación e integración de la sombra.Para
erradicar el odio, la guerra y la destrucción debemos comenzar por asumir nuestros propios odios y
resentimientos, esto implica despejar el camino hacia la autenticidad. Hacia lo que realmente soy que en
última instancia, es una búsqueda espiritual, una búsqueda de la trascendencia del ser humano.
Podríamos decir que todo lo que admiramos o rechazamos en otros existe en nuestro interior. La sombra
que todavía no ha sido integrada en la conciencia origina una multitud de proyecciones en las que
acusamos a los demás de defectos, cualidades e impulsos que anidan en nuestro interior y que no nos
gusta reconocer, tales como el egoísmo, la negligencia, la ambición desmedida... cuando la persona no
puede asumir esas características en sí misma, las atribuye a los demás, esto es que las proyecta en los
otros. Así podemos ver reflejados nuestros propios defectos o limitaciones, en las actitudes negativas
que adoptamos hacia los que nos rodean. Cuando los prejuicios y la crítica exacerbada nos impiden
relacionarnos con los vecinos, con las personas de otras ideologías o religiones, con las otras razas, con
los extranjeros, con otros partidos políticos, está funcionando la sombra como una parte no integrada de
la conciencia.
Aceptar y hacer honor a nuestra propia sombra es una importante misión, porque gracias a ello se
desarrolla la consciencia y se alcanza la plenitud y la totalidad de nuestro ser.
En primer lugar hay que dejar de negar su existencia y aceptarla. El encuentro con la sombra implica una
confrontación con uno mismo en el más amplio sentido de la palabra. Es un encuentro con lo
inconsciente, con aquella parte de la personalidad de la cual no siempre aceptamos o nos damos cuenta,
es el proceso que nos permite llegar a ser personas completas y únicas, es el de abrazar
simultáneamente la luz y la oscuridad que hay en nosotros mismos y favorecer el desarticular nuestra
falsa personalidad y llegar a aceptar nuestra verdadera naturaleza.
Para integrar nuestra Sombra tenemos que afrontarla e integrar sus contenidos en una imagen más
global y completa de nosotros mismos, y que al llevarlos a cabo puede brindarnos los siguientes
beneficios:
Encauzar adecuadamente las emociones negativas que surgen inesperadamente en nuestra vida
cotidiana.
Y utilizar la imaginación creativa , por medio de los sueños, pintura, escritura y rituales, para hacernos
cargo de nuestro yo reprimido.
Para poder empezar a aceptar e integrar nuestra sombra, es necesario primero descubrir los aspectos
bajo los que se oculta y esto lo podemos hacer al responder diversas preguntas tales como:
Los temas que evitas, la incomodidad o una reacción excesiva a ciertas situaciones revelan tu miedo a
exponer un aspecto vergonzoso de ti mismo, y evidencian que se acaba de tocar una parte sensible de tu
sombra.
El que podamos integrar nuestra sombra es una cuestión de amor y aceptación. ¿En qué medida
aceptamos nuestros aspectos más desagradables y perversos? ¿Cuánta caridad y compasión mostramos
ante nuestra propia debilidad y enfermedad? ¿Cuál es nuestra participación en la construcción de una
sociedad basada en el amor en la que tenga cabida todo el mundo?
Amarse a uno mismo no es una tarea sencilla porque eso significa amar todo lo que hay en nosotros,
hasta la misma sombra que nos hace sentir inferiores y socialmente inaceptables. Es por ello que la
atención que prestamos a nuestras facetas más abyectas forma parte del proceso de curación.
EL ENCUENTRO CON LA SOMBRA El primer paso del encuentro con la sombra se origina en una
necesidad de cambio que surge de una crisis personal. En esas circunstancias la persona experimenta
vivencias de estancamiento, depresión, falta de sentido de la existencia y en las que se siente
frecuentemente angustiado, aislado o incomprendido. Es el momento de enfrentarse consigo mismo, de
preguntarse que papel juegan sus actuaciones con respecto a sus valores, su forma de ser, y cómo está
afrontando las dificultades que está viviendo. Esta proceso es difícil de realizarlo en soledad, ya que se
necesita la comprensión con el otro, un amigo, un profesional de la psicología, un grupo de apoyo
pueden ser de utilidad a crear el espacio psicológico adecuado para comenzar el proceso de
transformación e integración de la sombra.Para erradicar el odio, la guerra y la destrucción debemos
comenzar por asumir nuestros propios odios y resentimientos, esto implica despejar el camino hacia la
autenticidad. Hacia lo que realmente soy que en última instancia, es una búsqueda espiritual, una
búsqueda de la trascendencia del ser humano. Podríamos decir que todo lo que admiramos o
rechazamos en otros existe en nuestro interior. La sombra que todavía no ha sido integrada en la
conciencia origina una multitud de proyecciones en las que acusamos a los demás de defectos,
cualidades e impulsos que anidan en nuestro interior y que no nos gusta reconocer, tales como el
egoísmo, la negligencia, la ambición desmedida... cuando la persona no puede asumir esas
características en sí misma, las atribuye a los demás, esto es que las proyecta en los otros. Así podemos
ver reflejados nuestros propios defectos o limitaciones, en las actitudes negativas que adoptamos hacia
los que nos rodean. Cuando los prejuicios y la crítica exacerbada nos impiden relacionarnos con los
vecinos, con las personas de otras ideologías o religiones, con las otras razas, con los extranjeros, con
otros partidos políticos, está funcionando la sombra como una parte no integrada de la conciencia.
Aceptar y hacer honor a nuestra propia sombra es una importante misión, porque gracias a ello se
desarrolla la consciencia y se alcanza la plenitud y la totalidad de nuestro ser. ¿Cómo podemos integrar
la sombra? En primer lugar hay que dejar de negar su existencia y aceptarla. El encuentro con la sombra
implica una confrontación con uno mismo en el más amplio sentido de la palabra. Es un encuentro con lo
inconsciente, con aquella parte de la personalidad de la cual no siempre aceptamos o nos damos cuenta,
es el proceso que nos permite llegar a ser personas completas y únicas, es el de abrazar
simultáneamente la luz y la oscuridad que hay en nosotros mismos y favorecer el desarticular nuestra
falsa personalidad y llegar a aceptar nuestra verdadera naturaleza. Para integrar nuestra Sombra
tenemos que afrontarla e integrar sus contenidos en una imagen más global y completa de nosotros
mismos, y que al llevarlos a cabo puede brindarnos los siguientes beneficios: Aumentar nuestro
autoconocimiento y aceptarnos de una manera más completa. Encauzar adecuadamente las emociones
negativas que surgen inesperadamente en nuestra vida cotidiana. Liberarnos de la culpa y la vergüenza
asociadas a nuestros sentimientos y acciones negativas. Reconocer las proyecciones que definen nuestra
opinión de los demás. Sanar nuestras relaciones mediante la observación sincera de nosotros mísmos y
la comunicación directa. Y utilizar la imaginación creativa , por medio de los sueños, pintura, escritura y
rituales, para hacernos cargo de nuestro yo reprimido. Para poder empezar a aceptar e integrar nuestra
sombra, es necesario primero descubrir los aspectos bajo los que se oculta y esto lo podemos hacer al
responder diversas preguntas tales como: ¿Cuáles son tus rasgos que prefieres mantener en secreto?
¿Qué temas de discusión tiendes a evitar en tus conversaciones? ¿En qué situaciones te pones nervioso,
sensible y a la defensiva? ¿En qué situaciones te sientes inferior o te falta confianza en ti mismo? ¿En
qué situaciones sientes vergüenza? ¿Qué clase de críticas te irritan? Los temas que evitas, la
incomodidad o una reacción excesiva a ciertas situaciones revelan tu miedo a exponer un aspecto
vergonzoso de ti mismo, y evidencian que se acaba de tocar una parte sensible de tu sombra. El que
podamos integrar nuestra sombra es una cuestión de amor y aceptación. ¿En qué medida aceptamos
nuestros aspectos más desagradables y perversos? ¿Cuánta caridad y compasión mostramos ante
nuestra propia debilidad y enfermedad? ¿Cuál es nuestra participación en la construcción de una
sociedad basada en el amor en la que tenga cabida todo el mundo? Amarse a uno mismo no es una
tarea sencilla porque eso significa amar todo lo que hay en nosotros, hasta la misma sombra que nos
hace sentir inferiores y socialmente inaceptables. Es por ello que la atención que prestamos a nuestras
facetas más abyectas forma parte del proceso de curación.