Sanando Familias
Sanando Familias
Sanando Familias
1. LO PRIMERO TIENE QUE VER CON TU IDENTIDAD: Quién eres y para que fuiste
formado(a).
1.1. Es claro y clave entender que Dios es tu Padre, que debes tener una relación
intima con Él; redimidos por el sacrificio de Jesús, mediante el cual se reciben
todas las bendiciones y que Él es tu Señor en todo (el dueño de tu corazón). En
un mundo dominado por el pecado, la única manera de mantenerse saludable es
estando en constante contacto con el médico del alma: el Señor Jesús. Él mismo
se presentó así cuando dijo: “No son los sanos los que necesitan médico, sino los
enfermos” (Mat. 9:12). Las familias que están enfermas pueden y deben
aproximarse a Cristo para recibir sanidad (Lucas 4:18).
1.2. No sólo fuiste formado o formad(a) para adora a Dios, sino que, no naciste
para estar sólo(a). Somos formados para la vida en familia: “Luego Dios el Señor
dijo: No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda
adecuada” (Gén. 2:18).
El hombre no fue creado para que viviese en soledad; debía ser una persona
sociable. Sin compañía, las bellas escenas y las encantadoras ocupaciones del Edén no
hubiesen podido proporcionarle perfecta felicidad.
Aun la comunión con los ángeles no hubiese podido satisfacer su deseo de simpatía y
compañía. No existía nadie de la misma naturaleza a quien amar y de quien ser amado”
… MIREMOS TODOS LO QUE DIJO ADAN EN 21 AL 23.
Ejemplo de mi historia en Taganga.
1. Controlar la ira y el enojo: El enojo no está mal en sí mismo; sino que la forma en
que manejamos nuestro enojo, es lo que puede ser perjudicial.
Hablen sobre la manera en que cada uno suele responder cuando se siente
herido, y cómo muestran su enojo
2. Reconocer y aceptar nuestras diferencias
Algunas de nuestras diferencias tienen que ver con nuestra personalidad.
Algunos somos:
- Cautelosos / Impulsivos
- Organizados / Relajados- ir con la corriente
- De tomar las riendas / de apoyar
- Extrovertidos / Introvertidos
- De ahorrar / de gastar
Una personalidad no es ni mejor ni peor que la otra, simplemente es diferente. No
debemos esperar que nuestro novio/a cambie para ser como nosotros.
Al reconocer y aceptar nuestras diferencias, podemos aprender a valorar las
fortalezas de cada uno y apoyarnos mutuamente en nuestras debilidades. De esa
manera, podremos trabajar efectivamente como equipo.
Buscar una solución juntos requiere un cambio de mentalidad; tenemos que
darnos cuenta de que estamos del mismo lado, no en lados opuestos.
Luego hay que conversar y buscar una solución que funcione para ambos.
CINCO PASOS PARA ENCONTRAR UNA SOLUCIÓN
1. Identificar y centrarse en el tema que causa conflicto Identifiquen el tema que está
causando conflicto entre ustedes.
Pongan el tema sobre la mesa y trabajen juntos en él
2. Hablar en primera persona; Eviten afirmaciones que empiecen con:
“Tu siempre...” “Tu nunca...”
Describan sus sentimientos, por ejemplo: “Me siento molesto porque...”
3. Escuchar al otro;
Traten de comprender y valorar la perspectiva del otro. Túrnense para hablar.
4. Pensar en posibles soluciones
Hablen acerca de las diferentes posibilidades. Les podría resultar útil escribir una lista.
5. Elegir la mejor solución por ahora y revisarla después.
Si no funciona, busquen otra solución. Si no logran encontrar una solución juntos, pidan
ayuda.
EJERCICIO… Conversar:
1. ¿Qué patrones de resolución o no resolución de conflictos observaste en el
matrimonio de tus padres (o cuidadores principales)?
2. ¿Qué cosas desencadenan el conflicto en su relación?
3. ¿Qué hace que el conflicto se intensifique, y qué ayuda a cada uno de ustedes a
apretar el “botón de pausa”?
4. De los cinco pasos para resolver el conflicto, ¿cuál es el más importante para cada uno
de ustedes?
EJERCICIO
Completa los puntos 1 y 2 con todo lo que se te viene a la mente.
1. Me siento herido por lo que hiciste/no hiciste/dijiste/no dijiste cuando:
2. Creo que podrías estar lastimado por lo que hice/ no hice/dije/no dije cuándo:
Muéstrense sus respuestas y reflexionen sobre lo que cada uno escribió. Luego, modifica
el punto 2 si es necesario. Ahora, o más adelante, completa los puntos 3 y 4:
Tomen turnos para decirle a su pareja que fue lo que escribieron en los puntos 3 y 4.
Si es necesario, tomen tiempo durante la siguiente semana para resolver estos puntos.
Si se sienten atorados como pareja, busquen ayuda.