LA ENSEÑANZA: EL LLAMAMIENTO MÁS IMPORTANTE - Manual

LA ENSEANZA: EL LLAMAMIENTO MS IMPORTANTE
Gua de consulta para la enseanza del Evangelio
LA ENSEANZA: EL LLAMAMIENTO MS IMPORTANTE

Gua de consulta para la enseanza del Evangelio
Publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das Salt Lake City, Utah, E.U.A.
Comentarios y sugerencias
Se apreciar todo comentario y sugerencia acerca de esta gua. Tenga a bien enviarlos a: Curriculum Planning 50 East North Temple Street, Floor 24 Salt Lake City, UT 84150-3200 USA Correo-E: [email protected] Tenga a bien indicar su nombre, direccin, barrio y estaca. Asegrese de mencionar el ttulo del libro. Ofrezca entonces sus comentarios y sugerencias en cuanto a los valores del libro y las secciones que a su juicio podran mejorarse. 2000 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados Aprobacin del ingls: 8/98 Aprobacin de la traduccin: 8/98 Traduccin de Teaching, No Greater Call Spanish
Cubierta, pgina 3: Pgina 1: Pgina 5: Pgina 23: Pgina 30: Pgina 33: Pgina 35: Pgina 37:
Jess en la sinagoga de Nazaret, por Greg K. Olsen. por Greg K. Olsen. El Sermn del Monte, por Carl Bloch. Usado con permiso del Museo Histrico Nacional de Frederiksborg, en Hillerd. Me amas ms que stos?, por David Lindsley. por David Lindsley. Huerto pionero, por Valoy Eaton. por Valoy Eaton. Jess y la mujer samaritana, por Carl Bloch. Usado con permiso del Museo Histrico Nacional de Frederiksborg, en Hillerd. Cristo relata historias en Galilea, por Del Parson. por Del Parson. Una mujer toca el borde del manto del Salvador, por Judith Mehr. por Judith Mehr. El Buen Pastor, por Del Parson. por Del Parson.
CMO UTILIZAR ESTA GUA DE CONSULTA

Quin debe utilizar esta gua de consulta?
Esta gua de consulta es para todos aquellos que ensean el Evangelio, incluso: Los padres. Los maestros de clase. Los lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares. Los maestros orientadores y las maestras visitantes.
Parte E
La enseanza en ambientes de liderazgo
Esta parte de la gua ayuda a los lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares a entender la importante responsabilidad que tienen de ensear.
Parte F
Mtodos de enseanza
Esta parte de la gua describe una variedad de mtodos que los maestros pueden emplear para enriquecer la presentacin de sus lecciones.
Qu contiene esta gua de consulta?

La enseanza: El llamamiento ms importante contiene pautas y sugerencias concernientes a la enseanza, tal como se indica en la siguiente resea:
Parte G
El curso Enseanza del Evangelio
Esta parte de la gua contiene doce lecciones que preparan a las personas para ensear el Evangelio. Las lecciones se han diseado para ensearse como parte de una clase organizada. Tambin pueden estudiarse individualmente o como familia.
Parte A
Su llamamiento para ensear
Esta parte de la gua explica la importancia que tiene la enseanza del Evangelio en el plan de Dios. Tambin contiene ayudas sobre cmo pueden prepararse las personas para ensear el Evangelio.
Parte B
Principios bsicos de la enseanza del Evangelio
Esta parte de la gua ayuda a establecer un cimiento para toda enseanza del Evangelio.
Cmo debe utilizarse esta gua de consulta?

La enseanza: El llamamiento ms importante se ha diseado como una gua de consulta y no como un libro tpico que se lea de tapa a tapa. Debe utilizarse como: una gua de estudio personal; una fuente de recursos para reuniones de mejoramiento de maestros; el manual para el curso Enseanza del Evangelio; una gua de consulta para los lderes que supervisan a los maestros de sus respectivas organizaciones. Para obtener el mayor beneficio de esta gua, los maestros debern: Repasar los temas enumerados en el ndice. Estudiar los artculos que se refieren a sus intereses particulares o las necesidades del momento.
Parte C
La enseanza de diferentes grupos en base a sus edades
Esta parte de la gua ofrece informacin y sugerencias sobre cmo ensear el Evangelio a los nios, a los jvenes y a los adultos.
Parte D
La enseanza en el hogar
Esta parte de la gua ofrece ayuda a los padres para que enseen el Evangelio a sus hijos. Tambin contiene sugerencias para los maestros orientadores y las maestras visitantes.
III
Por ejemplo, los padres quiz deseen hacer un uso mejor de las oportunidades de enseanza para ayudar a sus hijos a progresar espiritualmente. La Parte D, La enseanza en el hogar, incluye un artculo titulado: Momentos oportunos para ensear en la vida familiar, el cual analiza cmo reconocer los momentos propicios para la enseanza y cmo ensear principios que los nios ya estn preparados para aprender. Los maestros quiz deseen incluir una mayor variedad de mtodos didcticos en sus lecciones. Los artculos que se encuentran en la Parte B bajo el ttulo Emplee mtodos eficaces ofrecen provechosas ideas sobre cmo seleccionar y utilizar diferentes mtodos para ensear. A medida que los maestros utilicen La enseanza: El llamamiento ms importante de esta manera, esta gua se ir convirtiendo en un importante recurso en su continuo esfuerzo por mejorar su capacidad para ensear.
Cuentos del Libro de Mormn (35666 002) Canciones para los nios (34831 002) Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares (35209 002) Catlogo de Materiales de la Iglesia (publicado anualmente con un nuevo nmero de artculo cada ao) Manual de sugerencias para la noche de hogar (31106 002) Las bellas artes del Evangelio (34730 002) Principios del Evangelio (31110 002) La seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia (35903 002) Himnos (vase el catlogo de Materiales de la Iglesia para obtener una lista completa de los nmeros de artculo) Cmo mejorar la enseanza del Evangelio - Una gua para el lder (35667 002) La seccin Msica del Manual de Instrucciones de la Iglesia (35714 002) El folleto Das de logros (35317 002) Videocasete Capacitacin para los lderes de la Primaria (5X008 002) Coleccin de videocasete de la Primaria (53179 002) Relatos de las Escrituras (31120 002)
Publicaciones reemplazadas
Este libro reemplaza las siguientes publicaciones: Todas las versiones previas de La enseanza: El llamamiento ms importante El manual Cmo ensear a los nios El manual Tiempo para compartir de la Primaria
Lista de materiales citados

A continuacin se mencionan los materiales producidos por la Iglesia que se citan en esta publicacin. Los nmeros de cada artculo se mencionan slo en esta lista y no en el texto de esta publicacin. La seccin Actividades del Manual de Instrucciones de la Iglesia (35710 002)
Gua para la enseanza (34595 002) Recortes para ayudas visuales (coleccin completa: 08456; grupos individuales: 33239, 3324233250)
IV
Ensee la doctrina 10 El poder de la palabra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 11 El conservar pura la doctrina . . . . . . . . . . . . . . 57 12 El ensear en base a las Escrituras . . . . . . . . . . 59 Fomente el aprendizaje diligente 13 El ayudar a las personas a aceptar la responsabilidad que tienen de aprender el Evangelio . . . . . 66 14 Cmo dirigir los anlisis en clase . . . . . . . . . . . 68 15 Dispngase a escuchar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 16 La enseanza por medio de las preguntas . . . . 73 17 Cmo ayudar a los alumnos para que presten atencin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 18 Cmo determinar si los alumnos estn aprendiendo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 19 Cmo ayudar a los dems a poner en prctica lo que estn aprendiendo . . . . . . . . . . 80 Prepare un ambiente propicio para aprender 20 Cmo preparar el saln de clases . . . . . . . . . . . 83 21 Ensee a otros a que contribuyan a un ambiente propicio para aprender . . . . . . . . . . . 85 22 Cmo puede un maestro contribuir a un ambiente propicio para aprender . . . . . . . . . . . 87 23 La reverencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90 24 Cmo ayudar a quienes provocan interrupciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 Emplee mtodos eficaces 25 Cmo ensear con variedad . . . . . . . . . . . . . . 99 26 Cmo escoger mtodos apropiados . . . . . . . . 101 27 Cmo escoger mtodos eficaces . . . . . . . . . . . 102 28 Cmo empezar la leccin. . . . . . . . . . . . . . . . 104 29 Cmo concluir la leccin . . . . . . . . . . . . . . . . 106 Prepare todo lo necesario 30 El dedicar el tiempo necesario para prepararse. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109 31 Cmo preparar las lecciones . . . . . . . . . . . . . 111 32 Cmo crear lecciones utilizando discursos de conferencias generales y otras fuentes de recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113 33 Cmo adaptar sus lecciones a las necesidades de sus alumnos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115 34 Cmo evaluar la presentacin de sus lecciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116 35 Materiales de la Iglesia para ensear el Evangelio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
TABLA DE MATERIAS
Cmo utilizar esta gua de consulta . . . . . . . . . . . III Parte A: Su llamamiento para ensear
La importancia de la enseanza del Evangelio en el plan de Dios 1 El llamamiento ms importante . . . . . . . . . . . . 3 2 La nutricin del alma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 3 La divina asignacin del maestro. . . . . . . . . . . . 8 Preprese espiritualmente 4 Procure obtener el don de la caridad . . . . . . . . 12 5 Procure el Espritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 6 Procure obtener la palabra . . . . . . . . . . . . . . . . 14 7 Desarrolle un plan personal para estudiar el Evangelio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 8 Viva de conformidad con lo que ensea . . . . . 18 9 Llamado, apartado y magnificado . . . . . . . . . . 20 Perfeccione sus talentos 10 Trate de encontrar lecciones en toda circunstancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 11 El establecer un plan para mejorar su mtodo de enseanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 12 Procure tener el apoyo de sus lderes . . . . . . . . 29
Parte B: Principios bsicos de la enseanza del Evangelio

Ame a quienes ensea 1 El amor enternece el corazn. . . . . . . . . . . . . . 33 2 El comprender a quienes ensea . . . . . . . . . . . 35 3 Cmo acercarse a cada persona . . . . . . . . . . . . 37 4 Cmo ayudar a los miembros nuevos y a los menos activos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 5 Cmo ensear a personas con discapacidades . 41 Ensee mediante el Espritu 6 El verdadero maestro es el Espritu. . . . . . . . . . 45 7 Ensee con testimonio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 8 Cmo invitar al Espritu al ensear . . . . . . . . . 49 9 Cmo reconocer y seguir el Espritu al ensear . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Parte C: La enseanza de diferentes grupos en base a sus edades

1 Cmo ensear a los nios . . . . . . . . . . . . . . . 120 2 Caractersticas de los nios en base a sus edades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 3 Cmo ensear a los nios en grupos de edades combinadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
V
4 Cmo entender y ensear a los jvenes. . . . . 132 5 Cmo ensear a los jvenes mediante actividades de grupo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135 6 Cmo entender y ensear a los adultos . . . . . 138
Parte D: La enseanza en el hogar

La enseanza dentro del vnculo familiar 1 La responsabilidad de los padres en cuanto a la enseanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143 2 Los padres en funcin de maestros . . . . . . . . 145 3 Las madres en funcin de maestras . . . . . . . . 148 4 La responsabilidad conjunta de padres y madres en la enseanza . . . . . . . . . . . . . . . 150 5 Cmo ensear mediante modelos de vida basados en el Evangelio . . . . . . . . . . . . . . . . . 152 6 Ocasiones regulares para la enseanza en el hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154 7 Momentos oportunos para ensear en la vida familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158 8 La influencia de otros miembros de la familia en la enseanza . . . . . . . . . . . . . . . . . 161 Maestros orientadores y maestras visitantes 9 La enseanza en el programa de maestros orientadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164 10 La enseanza en el programa de maestras visitantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
Parte E: La enseanza en ambientes de liderazgo

1 2 3 4 Dirigir es ensear . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170 La enseanza en reuniones de liderazgo . . . . 172 La enseanza por medio de entrevistas . . . . . 174 Cuando los lderes instruyen a los maestros . . 176
Escrituras, marcas y anotaciones al margen . . . . . . . 191 Escrituras, memorizacin de pasajes . . . . . . . . . . . . 191 Estaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191 Figuras de papel que se puedan parar . . . . . . . . . . . 191 Franelgrafos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191 Historias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192 Hojas de ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194 Juegos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196 Lminas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198 Lecciones prcticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198 Lecturas en conjunto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198 Mapas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198 Materiales audiovisuales (videocasetes y grabaciones de audio) . . . . . . . . . 199 Memorizacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199 Msica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200 Msica con narraciones (relatos cantados) . . . . . . . . 202 Pizarras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203 Preguntas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204 Recitaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204 Relatos cantados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204 Representaciones dramticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204 Retroproyectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205 Semejanzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205 Sesiones de consulta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206 Teatro de lectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207 Tcnicas de aplicacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207 Tteres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208 Versos de movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
Parte G: Curso Enseanza del Evangelio

Ayudas para el maestro del curso . . . . . . . . . . . . . . . 212 Estudio personal y familiar del curso . . . . . . . . . . . . 214 Leccin 1: La importancia de la enseanza del Evangelio en el plan de Dios . . . . . 215 Leccin 2: Ame a quienes ensea . . . . . . . . . . . . . 221 Leccin 3: Ensee por medio del Espritu . . . . . . . 226 Leccin 4: Ensee la doctrina . . . . . . . . . . . . . . . . 231 Leccin 5: Promueva un aprendizaje diligente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236 Leccin 6: Prepare un ambiente propicio para aprender (Primera parte) . . . . . . . 242 Leccin 7: Prepare un ambiente propicio para aprender (Segunda parte) . . . . . . . 249 Leccin 8: Emplee mtodos eficaces (Primera parte) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252 Leccin 9: Emplee mtodos eficaces (Segunda parte) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257 Leccin 10: Prepare todo lo necesario. . . . . . . . . . . 260 Leccin 11: Perfeccione sus talentos . . . . . . . . . . . . 265 Leccin 12: Siga adelante y ensee . . . . . . . . . . . . . 269
Parte F: Mtodos de enseanza

Actividades con dibujos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181 Actividades para captar la atencin . . . . . . . . . . . . . 181 Anlisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181 Aportacin de ideas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181 Ayudas visuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182 Cajas con rodillos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183 Casos para analizar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184 Comparaciones y lecciones prcticas . . . . . . . . . . . . 184 Deliberaciones de mesa redonda . . . . . . . . . . . . . . . 186 Demostraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187 Dioramas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187 Discursantes invitados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188 Disertaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188 Dramatizaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188 Ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189 Escrituras, ayudas para el estudio de ellas . . . . . . . . 190 Escrituras, enseanza en base a ellas . . . . . . . . . . . . 191 Escrituras, lectura en voz alta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
NDICE DE TEMAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272
VI
A
Su llamamiento para ensear
Pa rt e A : S u l l a m a m i e n to pa r a e n s e a r
LA IMPORTANCIA DE LA ENSEANZA DEL EVANGELIO EN EL PLAN DE DIOS

Como maestros, ustedes se encuentran en el punto ms elevado del campo educacional, pues no hay enseanza que tenga tan incalculable valor y efecto de tan largo alcance como la que trata acerca del hombre en la eternidad del ayer, en la mortalidad del hoy, y en la eternidad del maana. El campo de ustedes no slo cubre este perodo, sino la eternidad misma. Presidente J. Reuben Clark, Jr.
L A I M P O R T A N C I A D E L A E N S E A N Z A D E L E VA N G E L I O E N E L P L A N D E D I O S
1
EL LLAMAMIENTO MS IMPORTANTE
Hablando en una conferencia general, el lder Jeffrey R. Holland dijo: Estamos tan agradecidos por todos aquellos que imparten enseanza. Los amamos y los apreciamos ms de lo que nos es posible expresar. Confiamos mucho en ustedes. Y continu diciendo: El ensear con eficacia y el sentir que se est surtiendo efecto es en verdad una tarea muy difcil; pero vale la pena. No hay llamamiento ms importante... El que cada uno de nosotros ven[ga] a Cristo, guarde Sus mandamientos y siga Su ejemplo para volver a la presencia del Padre es en verdad el propsito ms sublime y sagrado de la existencia humana. El ayudar a los dems a lograr esto tambin el persuadir y conducirlos con fervor a que anden tambin por el sendero de la redencin en verdad debe ser la segunda tarea ms importante de nuestra vida. Tal vez esa sea la razn por la que el presidente David O. McKay una vez dijo: La responsabilidad ms grande que puede tener un hombre [o una mujer] es la de ser maestro de los hijos de Dios ( Venido de Dios como maestro , Liahona, julio de 1998, pg. 26).
La funcin de la enseanza en el plan de nuestro Padre Celestial

A fin de poder ejercer plenamente nuestro albedro con rectitud, es necesario que aprendamos en cuanto al Salvador y las doctrinas de Su Evangelio. Por tal motivo, la enseanza del Evangelio siempre ha cumplido una funcin esencial en el plan de nuestro Padre Celestial para Sus hijos. En el mundo premortal de los espritus recibimos nuestras primeras lecciones... y [fuimos] preparados para venir en el debido tiempo del Seor a obrar en su via en bien
de la salvacin de las almas de los hombres (D. y C. 138:56). Despus de que Adn y Eva fueron expulsados del Jardn de Edn, el Seor envi ngeles para que les ensearan el plan de redencin (vase Alma 12:2732). Tiempo despus mand a Adn y a Eva que ensearan sin reserva a [sus] hijos (vase Moiss 6:5759). En cada dispensacin del Evangelio, el Seor ha encomendado la enseanza del plan de redencin. l ha enviado ngeles (vase Mosah 3:14; Moroni 7:2932; Jos SmithHistoria 1:3047), ha llamado a profetas (vase Ams 3:7), ha proporcionado las Escrituras (vase D. y C. 33:16) y ha ayudado a la gente para que conozca la verdad mediante el poder del Espritu Santo (vase 1 Nefi 10:19; Moroni 10:5). l ha mandado a Sus seguidores que enseen el Evangelio a los miembros de sus familias (vase Deuteronomio 6:57; Mosah 4:1415; D. y C. 68:2528), a otros miembros de la Iglesia (vase D. y C. 88:7778, 122), y a los que an no han recibido la plenitud del Evangelio (vase Mateo 28:1920; D. y C. 88:81). Refirindose a la importancia de ensear el Evangelio en la Iglesia, el lder Gordon B. Hinckley dijo: La enseanza del Evangelio a todos los miembros de la Iglesia es fundamental para cada uno de los programas de sta. En cumplimiento de esta responsabilidad que le fue encomendada desde sus comienzos, la Iglesia ha establecido un sistema de notables organizaciones de enseanza: los qurumes del sacerdocio, tanto el de Melquisedec como el Aarnico, el amplio sistema educativo de la Iglesia y las organizaciones auxiliares... todos los cuales cumplen una importante funcin en la educacin de nuestra gente (en Conference Report, octubre de 1962, pgs. 7273).
Cada miembro un maestro

Cuando el Salvador resucitado ense a los nefitas, les dijo: Alzad, pues, vuestra luz para que brille ante el mundo. He aqu, yo soy la luz que debis sostener en alto: aquello que me habis visto hacer (3 Nefi 18:24). Al dar esta instruccin, el Seor no hizo distincin alguna entre los que oyeron Su voz. A todos se les mand ensear.
Lo mismo ocurre hoy da. La responsabilidad de ensear el Evangelio no se limita a quienes hayan recibido un llamamiento oficial como maestros. Como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das, usted tiene la responsabilidad de ensear el Evangelio. Como padre o madre, hijo o hija, esposo o esposa, hermano o hermana, lder de la Iglesia, maestro o maestra en el saln de clases, maestro orientador, maestra visitante, compaero o compaera de trabajo, vecino o vecina, amigo o amiga, usted tiene oportunidades para ensear. Algunas veces puede ensear abierta y directamente por medio de las cosas que dice o el testimonio que d; y, adems, siempre ensea mediante el ejemplo. El Seor declar: sta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre (Moiss 1:39). Al pensar en el papel que juega la enseanza del Evangelio en la salvacin y exaltacin de los hijos de Dios, puede imaginar que exista un deber ms noble o sagrado? Ello requiere que se esfuerce diligentemente por aumentar su entendimiento y por mejorar sus habilidades, sabiendo que el Seor ir magnificndole a medida que ensee de la manera que l ha mandado. Es una obra de amor, una oportunidad para ayudar a otros a fin de que ejerzan correctamente su albedro, vengan a Cristo y reciban las bendiciones de la vida eterna.
2
LA NUTRICIN DEL ALMA
Hallndose en las playas del Mar de Galilea, el Seor resucitado le pregunt tres veces a Pedro: Me amas?. En cada ocasin, la contestacin de Pedro fue la misma: T sabes que te amo. El Seor respondi a las declaraciones de Pedro: Apacienta mis corderos... Pastorea mis ovejas... Apacienta mis ovejas (Juan 21:1517). Las instrucciones que el Seor dio a Pedro se aplican a todos los que han sido llamados a Su servicio. El presidente Gordon B. Hinckley escribi lo siguiente: Hay hambre en la tierra y una sed genuina: una gran hambre de la palabra del Seor y una insatisfecha sed por las cosas del Espritu... El mundo tiene hambre de alimento espiritual, y nosotros tenemos la obligacin y la oportunidad de nutrir el alma (Alimenten el espritu y nutran el alma, Liahona, octubre de 1998, pg. 3; vase tambin Ams 8:1112).
que la vida les presenta. Les impulsa a desechar el pecado y a venir a Cristo, invocar Su nombre, obedecer Sus mandamientos y permanecer en Su amor (vase D. y C. 93:1; Juan 15:10).
Algunas enseanzas no nutren el alma

Existen muchos conceptos interesantes, importantes y aun necesarios para la vida, pero que no nutren el alma. No es nuestra comisin el ensear tales conceptos. En lugar de ello, debemos edificar a los dems y ensearles principios concernientes al reino de Dios y a la salvacin de la familia humana. La enseanza que estimula el intelecto sin dirigirse al espritu no puede nutrir. Tampoco puede nutrir aquello que provoque dudas en cuanto a la veracidad del Evangelio restaurado o en cuanto a la necesidad de dedicarnos a l con todo nuestro corazn, alma, mente y fuerza. El lder Bruce R. McConkie aconsej: Enseen las doctrinas de salvacin; provean alimento espiritual; den testimonio de la naturaleza divina del Seor. Lo que no cumpla con estos requisitos es indigno de todo verdadero ministro que haya sido llamado por revelacin. Solamente cuando la Iglesia se alimenta del pan de vida pueden mantenerse sus miembros en los senderos de la rectitud (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos [19661973], tomo 2, pg. 178).
El Evangelio de Jesucristo: Nutricin perdurable del alma

Tal como necesitamos alimentos nutritivos para sobrevivir fsicamente, tambin necesitamos el Evangelio de Jesucristo para sobrevivir espiritualmente. Nuestras almas se nutren de todo lo que habla de Cristo y de lo que nos conduce a l, ya sea que est contenido en las Escrituras, que lo comuniquen los profetas modernos o que lo enseen otros siervos humildes de Dios. El Salvador mismo ha dicho: Yo soy el pan de vida; el que a m viene, nunca tendr hambre; y el que en m cree, no tendr sed jams (Juan 6:35). La enseanza que nutre el alma edifica a los dems, les fortalece la fe y les da la confianza necesaria para encarar los desafos
El desafo de nutrir a otros

Algunas personas tal vez no parezcan estar interesadas en escuchar los principios del Evangelio. No obstante, usted debe orar a fin de encontrar alguna manera de ensearles esos principios. No debe olvidar jams el cometido de ayudar a otros a que sean nutridos por la buena palabra de Dios (vase Moroni 6:4). Aquellos a quienes ensee podran ser como la mujer samaritana que encontr a Jess junto al pozo de Jacob. Cuando Jess le habl al principio, ella no saba quin era l; sin embargo, l saba quin era ella, conoca sus inquietudes, sus responsabilidades, sus preocupaciones y sus intereses; saba que necesitaba el agua viva que slo
El presidente Spencer W. Kimball relat lo siguiente: Hace varios aos visitamos un pas en el que cada da se enseaban extraas ideologas y se promulgaban doctrinas disolutas en las escuelas y en la prensa conspiradora. Los nios escuchaban todos los das las doctrinas, filosofas e ideales que sus maestros les contaban. Alguien ha dicho que el goteo constante desgasta la piedra ms dura. Yo ya lo saba, as que pregunt en cuanto a los nios: Retienen su fe? No son doblegados por la constante presin que ejercen sus maestros? Cmo pueden estar seguros de que no abandonarn la simple fe en Dios? La respuesta que obtuve equivala a decir Reparamos cada noche la gotera. Enseamos a nuestros nios la rectitud positiva para que no les afecten las falsas filosofas. Nuestro nios estn creciendo con fe y rectitud a pesar de las casi abrumadoras presiones externas. Aun las represas resquebrajadas pueden repararse y conservarse, y las inundaciones pueden detenerse con bolsas de arena. Y la verdad reiterada, las oraciones renovadas, las enseanzas del Evangelio, las expresiones de amor y el inters de los padres pueden salvar a los nios y mantenerlos en el buen sendero (Faith Precedes the Miracle [1972], pgs. 113114).
l poda dar. Comenz por pedirle que le diera un poco de agua y entonces le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volver a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le dar, no tendr sed jams; sino que el agua que yo le dar ser en l una fuente de agua que salte para vida eterna. Eso despert su inters; se interes sinceramente en lo que l tena que ensearle. Cuando le testific que l era el Mesas, ella crey y fue y dio testimonio de l a su pueblo (vase Juan 4:130). La hermana Susan L. Warner, quien sirvi como segunda consejera de la presidencia general de la Primaria, relat la siguiente experiencia: Nuestra familia se ha esforzado por estudiar las Escrituras por las maanas, pero muchas veces nos frustrbamos cuando uno de nuestros hijos se quejaba y tenamos que insistir en que saliera de la cama; cuando por fin iba para estar con el resto de la familia, muchas veces recostaba la cabeza sobre la mesa. Aos despus, mientras estaba en la misin, ese hijo escribi una carta que deca: Gracias por ensearme las Escrituras. Quiero que sepan que todas las veces en que me haca el dormido, en realidad estaba escuchando con los ojos cerrados . La hermana Warner continu diciendo: Padres y maestros, los esfuerzos que hagamos por ayudar a nuestros hijos a establecer una rica herencia de recuerdos espirituales nunca estarn de ms. Quizs las semillas que plantemos no den fruto en muchos aos, pero podemos consolarnos con la esperanza de que algn da los nios a los que enseemos recuerden la forma en que han recibido y odo las cosas del Espritu; recordarn lo que saben y lo que han sentido; recordarn su identidad como hijos de nuestro Padre Celestial, quien los envi aqu con un propsito divino (vase Acurdate... de lo que has recibido y odo, Liahona, julio de 1996, pg. 86). Si usted ensea a los jvenes, quizs llegue a pensar a veces que no quieren hablar acerca de las doctrinas y los principios del Evangelio. Podra sentirse inclinado a ser simplemente amigable con ellos, mantenindolos entretenidos y hablando con ellos acerca de sus actividades sociales y sus
experiencias escolares. Eso sera un grave error. El presidente J. Reuben Clark, Jr., dijo: Los jvenes de la Iglesia tienen hambre de las cosas del Espritu; estn ansiosos por aprender el Evangelio, y lo quieren en su forma ms pura y clara... Estos alumnos, al acudir a ustedes, estn esforzndose espiritualmente por lograr una madurez que alcanzarn pronto si ustedes tan slo les dan el alimento adecuado... ...Ustedes no tienen que ubicarse detrs de [ellos]... a fin de susurrarle[s] la religin al odo; pueden ubicarse delante de [ellos], cara a cara, y hablar con [ellos]. No tienen necesidad de disfrazar las verdades religiosas con un manto de cosas mundanas; pueden presentarle[s] estas verdades de manera natural... No hay necesidad de encaramientos graduales, ni cuentos, ni mimos, ni apadrinamientos (vase El curso trazado por la Iglesia en la educacin, edicin revisada, [folleto, 1994]). Una hermana miembro de la Iglesia fue llamada a ensear a los jovencitos de 12 y 13 aos de edad en la Escuela Dominical. Su esposo escribi despus que ella haba estado hablando largamente con l acerca de cul sera el alimento apropiado para los que iban a ser sus alumnos, aunque pudieran exigirle un postre ms entretenido. l entonces refiri as la experiencia que tuvo su esposa al nutrir el alma de los jovencitos de su clase: Ella les ofreci el alimento de nutricin y crecimiento, alentndolos a que trajeran a la clase sus libros cannicos y a que consideraran las magnficas doctrinas del reino. Tal cambio de direccin llev tiempo, pero ms importante an, le requiri confiar en que sus alumnos realmente necesitaban y apetecan la nutricin del Evangelio y que la presentacin de ese alimento por medio de las Escrituras y del Espritu era lo que les sostendra. Durante los meses siguientes se produjo un cambio gradual en el que sus alumnos comenzaron a llevar con regularidad sus libros cannicos a la clase, a participar ms libre y voluntariamente en los comentarios sobre el Evangelio y a percibir un cierto sentido de maravilla en cuanto al mensaje. Los padres comenzaron a preguntarle qu es lo que estaba ocurriendo en la clase,
por qu era que sus hijos insistan en llevar sus libros cannicos a la Iglesia y aun, casi en broma, cmo deban responder a las preguntas que sus hijos les hacan a la hora de la cena cada domingo con respecto a las doctrinas y principios que se les enseaba ese da en la clase. Los alumnos estaban apeteciendo el Evangelio porque tenan una maestra que... comprenda... cul era el alimento nutritivo y la forma en que era necesario ofrecrselos (Jerry A. Wilson, Teaching with Spiritual Power [1996], pgs. 2627). Si usted ensea a los nios pequeos, sabe que puede ser muy difcil ensearles el Evangelio; pero ellos desean y tienen que conocer las verdades del Evangelio. Los nios pequeos respondern al esfuerzo que usted dedique para presentarles lecciones sobre el Evangelio que sean cordiales, variadas y animadas. Una maestra de la Primaria relat la siguiente experiencia: En verdad, lo que ocurri fue inusitado. Sin embargo, demostr lo que realmente les interesaba a los nios de nueve aos de edad a quienes yo estaba enseando. Sin darse cuenta de lo que suceda, se hicieron cargo del anlisis de la clase por su propia cuenta. Empez con Catalina
al responder a cierta pregunta del manual de lecciones acerca del plan de salvacin. Luego prosigui haciendo ella misma una pregunta. Otro miembro de la clase le ofreci una contestacin, la cual contribuy a aclarar el entendimiento de Catalina. Entonces Juan hizo una pregunta sobre el mismo tema que pareca indagar ms profundamente de lo que lo haba hecho la pregunta de Catalina. Se le dio una respuesta y luego Karla hizo otra pregunta complementaria. Los nios continuaron haciendo preguntas y ofreciendo respuestas durante el resto de la clase, demostrando un inters y una atencin que iba mucho ms all de su edad. No hubo interrupciones y ninguno de ellos trataba de hablar fuera de turno. Sus honradas y francas perspectivas, ocasionalmente complementadas por m, abarcaron todo el material de la leccin. Tenan curiosidad; queran respuestas; estaban verdaderamente interesados; lo que dijeron requiri meditacin y entendimiento. Supe entonces que estos hijos de nuestro Padre Celestial estaban preparados y ansiosos por aprender las verdades que el Evangelio ofrece.
LA DIVINA ASIGNACIN DEL MAESTRO

Lo que sigue es un extracto de un discurso pronunciado por el lder Bruce R. McConkie ante el Departamento de la Escuela Dominical de la Iglesia en 1977. Todo el extracto es una cita directa. En todas nuestras enseanzas estamos representando al Seor y... hemos sido llamados para ensear Su Evangelio. Somos Sus delegados y como tales tenemos la autoridad para decir solamente lo que l quiere que digamos. Todo delegado [agente] representa a su dirigente. No tiene ningn poder propio. Acta en nombre de otra persona y dice lo que se le ha autorizado decir, ni ms, ni menos. Somos los agentes del Seor. A l representamos. Siendo vosotros agentes, nos ha dicho, estis en la obra del Seor; y lo que hagis conforme a la voluntad del Seor es el negocio del Seor (D. y C. 64:29). Nuestra funcin como maestros consiste en ensear Su doctrina y ninguna otra. No podemos seguir ningn otro curso si hemos de salvar almas. No tenemos ningn poder salvador propio. No podemos crear ninguna ley o doctrina que haya de redimir, resucitar o salvar a otra persona. Slo el Seor puede hacer estas cosas y se nos ha llamado a ensear lo que l revela sobre stos y los dems principios del Evangelio. Qu, pues, se nos autoriza que hagamos al ensear el Evangelio? Cul es nuestro cometido divino? El cometido divino del maestro puede resumirse bajo cinco encabezamientos: 1. Se nos manda y en esto no tenemos opciones; no existen alternativas, se nos manda ensear los principios del Evangelio. En la revelacin conocida como la ley de la Iglesia, el Seor dice: Los lderes, presbteros y maestros de esta iglesia ensearn los principios de mi evangelio (D. y C. 42:12). Numerosas revelaciones declaran: Predica mi Evangelio y mi palabra, no diciendo sino las cosas escritas por los profetas y apstoles, y lo que el Consolador les ensee mediante la oracin de fe (D. y C. 52:9). Es evidente que no podemos ensear lo que no sabemos. Un requisito preliminar para ensear el Evangelio es estudiarlo. Por eso tenemos decretos divinos, tales como: Escudriad las Escrituras (Juan 5:39). Escudriad estos mandamientos (D. y C. 1:37). [Atesorad] mi palabra (Jos Smith Mateo 1:37). Estudia mi palabra (D. y C. 11:22). Escudriad los profetas (3 Nefi 23:5). Debis escudriar estas cosas. S, un mandamiento os doy de que escudriis estas cosas diligentemente, porque grandes son las palabras de Isaas (3 Nefi 23:1). No intentes declarar mi palabra, sino primero procura obtenerla, y entonces ser desatada tu lengua; luego, si lo deseas, tendrs mi Espritu y mi palabra, s, el poder de Dios para convencer a los hombres (D. y C. 11:21). Podemos leer todos los libros cannicos de la Iglesia en un ao si lo hacemos en un promedio de seis pginas por da. Pero el estudio sincero y la meditacin solemne que se requiere llevar ms tiempo. A travs de la lectura, la meditacin y la oracin acerca de las Escrituras se pueden adquirir conocimientos y experiencias espirituales que no pueden obtenerse de ninguna otra manera. No importa cun
Enseaos diligentemente, y mi gracia os acompaar, para que seis ms perfectamente instruidos en teora, en principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os conviene comprender (D. y C. 88:78).
dedicados y activos sean los miembros de la Iglesia en asuntos administrativos, nunca recibirn las grandes bendiciones que provienen del estudio de las Escrituras, a menos que paguen el precio de dicho estudio haciendo de la palabra escrita una parte de su vida. 2. Tenemos que ensear los principios del Evangelio tal como se encuentran en los libros cannicos de la Iglesia. En la ley de la Iglesia, el Seor dice: Los lderes, presbteros y maestros de esta iglesia ensearn los principios de mi evangelio, y notemos ahora esta restriccin que se encuentran en la Biblia y el Libro de Mormn, en el cual se halla la plenitud del evangelio (D. y C. 42:12). El Seor habla luego de la necesidad de ser guiados por el Espritu, pero regresa a la fuente de la verdad del Evangelio en las Escrituras, diciendo: Y todo esto procuraris hacer como yo he mandado en cuanto a vuestras enseanzas, hasta que se reciba la plenitud de mis Escrituras (D. y C. 42:15). Cuando se recibi esta revelacin, la Biblia y el Libro de Mormn eran los nicos libros cannicos de que disponan los Santos de los ltimos Das. Ahora tenemos tambin Doctrina y Convenios y La Perla de Gran Precio y, por supuesto, habr otras revelaciones que se recibirn en el debido tiempo. 3. Debemos ensear mediante el poder del Espritu Santo. Habiendo mandado que todos los maestros enseen el Evangelio tal como se encuentra en los libros cannicos, el Seor dice: Y esto es lo que ensearn, conforme el Espritu los dirija. Entonces da esta importante instruccin: Y se os dar el Espritu por la oracin de fe; y si no recibs el Espritu, no ensearis. Y juntamente con esta instruccin, l nos da esta promesa: Y al elevar vuestras voces por medio del Consolador, hablaris y profetizaris conforme a lo que me parezca bien; pues he aqu, el Consolador sabe todas las cosas, y da testimonio del Padre y del Hijo (D. y C. 42:1314, 1617). En cada circunstancia didctica, todo maestro bien podra razonar de esta manera: Si el Seor Jesucristo estuviera aqu, lo que l dira en esta situacin sera perfecto. Pero l no est aqu. En Su lugar, me ha enviado a m para que lo represente. Debo entonces decir lo que l dira si estuviera aqu; debo decir lo que l quiere que se diga. La nica manera de hacerlo es que l me diga lo que debo decir. Esta direccin revelada slo la puedo lograr mediante el poder de Su Espritu. Por tanto, tengo que ser guiado por el Espritu si he de ensear en calidad de agente del Seor.
En otra revelacin se explican an ms estos principios para ensear las verdades del Evangelio mediante el poder del Espritu, a travs de una serie de preguntas y respuestas reveladas: Pregunta: Yo, el Seor, os hago esta pregunta: A qu se os orden? (D. y C. 50:13). Es decir: Cul es vuestro cometido? Qu os he dado el poder de hacer? Qu autorizacin habis recibido de m?. Respuesta: Predicar mi Evangelio por el Espritu, s, el Consolador que fue enviado para ensear la verdad (D. y C. 50:14). Vale decir: Vuestro cometido, vuestra autorizacin, para lo que habis sido ordenados, es ensear mi Evangelio; no algn punto de vista privado ni las filosofas del mundo, sino mi Evangelio sempiterno, y hacerlo por el poder de mi Espritu, en armona con el mandamiento que os he dado antes: Si no recibs el Espritu, no ensearis. Pregunta: El que es ordenado por m y enviado a predicar la palabra de verdad por el Consolador, en el Espritu de verdad, la predica por el Espritu de verdad o de alguna otra manera? (D. y C. 50:17). Antes de escuchar la respuesta revelada, notemos que aqu el Seor est hablando de la enseanza del Evangelio, la palabra de la verdad, los principios de salvacin. No est hablando de las doctrinas del mundo ni de los mandamientos de los hombres, la obediencia a los cuales es vana y no conduce a la salvacin. La pregunta es: cuando predicamos el Evangelio, cuando enseamos la palabra de la verdad, cuando exponemos las verdaderas doctrinas de salvacin, lo hacemos por el poder del Espritu Santo o de alguna otra manera? Obviamente, la otra manera de ensear la verdad es mediante el poder del intelecto. He aqu la respuesta revelada: Si es de alguna otra manera, no es de Dios (D. y C. 50:18). Pongmoslo en claro. Aun cuando sea verdad lo que enseemos, no es de Dios si no lo hacemos por el poder del Espritu. No habr conversin ni experiencia espiritual alguna sin la participacin del Espritu del Seor. Pregunta: Y adems, el que recibe la palabra de la verdad, la recibe por el Espritu de verdad o de alguna otra manera? (D. y C. 50:19). Respuesta: Si es de alguna otra manera, no es de Dios (D. y C. 50:20). Por eso dije al principio que si esta presentacin habra de tener el poder de conversin, tendra que hacerla por el poder del Espritu y que ustedes tendran que escucharla y recibirla por ese mismo poder. Solamente as podr cumplirse la promesa de que el que la predica y el que la recibe se comprenden el uno al otro... y ambos son edificados y se regocijan juntamente (D. y C. 50:22).
4. Tenemos que aplicar los principios del Evangelio que enseamos a las necesidades y circunstancias de quienes nos escuchan. Los principios del Evangelio nunca cambian. Son los mismos en todas las edades. Y en general, las necesidades de la gente son tambin las mismas en todas las edades. No hemos soportado ningn problema que no haya sido comn para el hombre desde el principio. Por tanto, no es difcil tomar los principios de la palabra sempiterna y aplicarlos a nuestras necesidades especficas. La verdad abstracta tiene que aplicarse en la vida del hombre si ha de dar fruto. Nefi cit del libro de Moiss y de los escritos de Isaas y luego dijo: Apliqu todas las Escrituras a nosotros mismos para nuestro provecho e instruccin (1 Nefi 19:23), queriendo decir con eso que aplic las enseanzas de Moiss y de Isaas a las necesidades de los nefitas. 5. Debemos testificar que todo lo que enseamos es verdadero. Somos un pueblo que da su testimonio, y as debe ser. En nuestras reuniones se escucha constantemente la declaracin solemne de que la obra en que estamos embarcados es verdadera. Con fervor y conviccin certificamos que Jess es el Seor, que Jos Smith es Su profeta, y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das es la nica iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra (D. y C. 1:30). En todo esto hacemos bien, pero debemos hacer an ms. Se espera que todo maestro inspirado ensee por el poder del Espritu y d testimonio de que la doctrina que ensea es verdadera. Alma estableci un ejemplo al respecto cuando predic un poderoso sermn en cuanto a nacer de nuevo. Luego dijo que haba hablado con claridad, que haba sido comisionado para hacerlo, que haba citado las Escrituras y que haba enseado la verdad. Y esto no es todo, agreg. No suponis que s de estas cosas yo mismo? He aqu, os testifico que yo s que estas cosas de que he hablado son verdaderas (Alma 5:45). ste es el sello que estampa la enseanza del Evangelio: El testimonio personal del maestro de que la doctrina que ensea es verdadera! Quin podra disputar un testimonio? Los incrdulos podrn contender acerca de nuestra doctrina y aun pervertir las Escrituras para su propia destruccin. Podrn ofrecer hbiles explicaciones desde un punto de vista puramente intelectual, pero jams podrn vencer un testimonio. Si digo esto, o que la profeca mesinica de Isaas se cumpli en este o en aquel acontecimiento en la vida de nuestro Seor, muchos estarn esperando para refutar el tema y declarar que los hombres sabios del mundo no
piensan de la misma manera. Pero si testifico saberlo por medio de las revelaciones que el Espritu Santo ha manifestado a mi alma que las declaraciones mesinicas se refieren a Jess de Nazaret, quien es el Hijo de Dios, quin podra refutarlo? Habr dado mi testimonio personal en cuanto a un punto de doctrina que estar enseando y toda persona que est en comunin con el mismo Espritu sabr en su corazn que lo que he dicho es verdadero. Alma, despus de dar su testimonio de que las cosas que haba enseado son verdaderas, pregunt: Y cmo suponis que yo s de su certeza? He aqu, os digo que el Santo Espritu de Dios me las hace saber. He aqu, he ayunado y orado muchos das para poder saber estas cosas por m mismo. Y ahora s por m mismo que son verdaderas; porque el Seor Dios me las ha manifestado por su Santo Espritu; y ste es el espritu de revelacin que est en m (Alma 5:4546). Tenemos ante nosotros, pues, una exposicin de nuestra condicin como representantes del Seor y de nuestro cometido divino como maestros. Hemos sido nombrados: 1. Para ensear los principios del Evangelio 2. De los libros cannicos 3. Por el poder del Espritu Santo, 4. Aplicando siempre la enseanzas a nuestras necesidades, y 5. Para testificar que lo que enseamos es verdadero. Ahora slo me resta decir, entonces, una sola cosa sobre lo expuesto, y es darles mi testimonio de que los conceptos que aqu he presentado son verdaderos y que, si los aplicamos, tendremos el poder para convertir y salvar las almas de los hombres. Yo s: Que el Seor nos ha mandado ensear los principios del Evangelio tal como se encuentran en Sus sagradas Escrituras; Que a menos que lo hagamos por el poder del Espritu Santo, nuestra enseanza no ser de Dios; Que l espera que apliquemos los principios de la verdad eterna en nuestra vida; Que debemos dar nuestro testimonio a todos los que nos escuchen de que nuestras enseanzas provienen de Aquel que es Eterno y que conducirn al hombre a la paz en esta vida y a la vida eterna en el mundo venidero. Todos los que enseamos como maestros podemos hacerlo de acuerdo con este modelo divino. Lo digo en el nombre del Seor Jesucristo. Amn.
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PREPRESE ESPIRITUALMENTE
Estos hijos de Mosah... se haban fortalecido en el conocimiento de la verdad; porque eran hombres de sano entendimiento, y haban escudriado diligentemente las Escrituras para conocer la palabra de Dios. Mas esto no es todo; se haban dedicado a mucha oracin y ayuno; por tanto, tenan el espritu de profeca y el espritu de revelacin, y cuando enseaban, lo hacan con poder y autoridad de Dios. Alma 17:23
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PROCURE OBTENER EL DON DE LA CARIDAD
Hacia el final de Su ministerio terrenal, Jess dijo a Sus discpulos: Un mandamiento nuevo os doy: Que os amis unos a otros, como yo os he amado, que tambin os amis unos a otros (Juan 13:34). sa fue una importante admonicin para los maestros del Evangelio en ese entonces y contina sindolo para los maestros del Evangelio en la actualidad. El apstol Pablo recalc as la necesidad de la caridad, o el amor puro de Cristo: Si yo hablase lenguas humanas y anglicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o cmbalo que retie. Y si tuviese profeca, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve (1 Corintios 13:13). Si usted tiene amor semejante al de Cristo, estar mejor preparado para ensear el Evangelio. Ser inspirado a fin de ayudar a que otros conozcan al Salvador y le sigan. Suplique en oracin que se le llene de amor. El profeta Mormn amonest: La caridad es el amor puro de Cristo, y permanece para siempre; y a quien lo posea en el postrer da, le ir bien. Por consiguiente... pedid al Padre con toda la energa de vuestros corazones, que seis llenos de este amor (Moroni 7:4748). Quizs no sienta el amor puro de Cristo inmediatamente o todo a la vez en respuesta a sus oraciones. Pero si vive rectamente y contina orando con sinceridad y humildad en procura de esa bendicin, la recibir. Preste servicio. Aprendemos a amar a las personas a medida que las servimos. Cuando ponemos de lado nuestros propios intereses para bien de otros en la manera establecida por el Salvador, llegamos a ser cada vez ms receptivos al Espritu. Al orar por aquellos a quienes ensea, al pensar en sus necesidades y al preparar sus lecciones, su amor por ellos aumentar. (La seccin Cmo acercarse a cada persona, pgs. 3738 ofrece otras sugerencias sobre cmo servir a quienes ensea.) Procure buscar lo bueno en otras personas. Al descubrir las buenas cualidades de otras personas, ir incrementndose su entendimiento en cuanto a ellas como criaturas de Dios. El Espritu le confirmar la verdad de tales percepciones sobre ellas, y lograr apreciarlas y amarlas mucho ms.
Lo que usted puede hacer para recibir el don de la caridad

La caridad es un don que usted puede recibir al suplicar en oracin que se le llene de amor, al prestar servicio y al buscar lo bueno en otras personas.
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PROCURE EL ESPRITU
Debemos vivir de manera que podamos ser receptivos al Espritu
Despus de haber recibido el don del Espritu Santo, qu podemos hacer para lograr la compaa del Espritu? El lder Dallin H. Oaks dijo: El ensear por medio del Espritu requiere que primero guardemos los mandamientos y que estemos limpios ante Dios para que Su Espritu pueda morar en nuestro templo individual (La enseanza y el aprendizaje por medio del Espritu, Liahona, mayo de 1999, pg. 17). Para estar limpios ante Dios podemos recordar al Seor en todo lo que hacemos, procediendo siempre como verdaderos discpulos. Podemos arrepentirnos de nuestros pecados. Podemos aspirar a todo lo que es virtuoso, o bello, o de buena reputacin, o digno de alabanza (Artculos de Fe 1:13). Podemos estudiar las Escrituras diariamente y con verdadera intencin, procurando ser nutridos por la buena palabra de Dios (Moroni 6:4). Podemos leer buenos libros y escuchar msica inspiradora y edificante. Podemos estar en lugares santos (D. y C. 45:32) al asistir a las reuniones de la Iglesia y al participar de la Santa Cena, y concurriendo al templo con la mayor frecuencia posible. Podemos servir a los miembros de nuestra familia y a nuestros vecinos. El lder Boyd K. Packer ense que la espiritualidad, aun cuando es consumadamente fuerte, reacciona a los cambios ms delicados de su medio ambiente (I Say unto You, Be One, Brigham Young University 199091 Devotional and Fireside Speeches [1991], pg. 89). Debemos esforzarnos por evitar completamente todo lo que podra hacer que perdamos la compaa del Espritu. Ello incluye eludir toda conversacin y diversin que sea inapropiada o frvola. Nuestra ropa nunca debe ser inmodesta o indecorosa. Nunca debemos herir a nadie, aun con palabras ociosas. No debemos tomar el nombre de Dios en vano ni emplear cualquier lenguaje vulgar u obsceno. Nunca debemos rebelarnos en contra de los siervos escogidos del Seor ni criticarlos.
Las bendiciones que se obtienen al recibir la compaa del Espritu

Nuestro Padre Celestial no requiere que seamos perfectos antes de concedernos Su Espritu. l nos bendecir como resultado de nuestros justos deseos y nuestros fieles esfuerzos por hacer lo mejor que podamos. El presidente Ezra Taft Benson habl con respecto a estas bendiciones diciendo: El Espritu Santo nos hace sentir ms compasin y amor por los dems. Tratamos a otras personas con ms calma y amamos con ms intensidad. Las dems personas se sienten cmodas a nuestro lado porque irradiamos la influencia del Espritu, y nos parecemos ms a Cristo. A la vez, nos volvemos ms sensibles a la influencia del Espritu Santo y podemos comprender mejor las cosas espirituales (Busca el Espritu del Seor, Liahona, septiembre de 1988, pg. 5).
El lder Bruce R. McConkie dijo: No hay precio demasiado alto... ninguna lucha demasiado severa ni sacrificio demasiado grande si como consecuencia de todo ello recibimos y disfrutamos del don del Espritu Santo (A New Witness for the Articles of Faith [1985], pg. 253).
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PROCURE OBTENER LA PALABRA
En mayo de 1829, poco despus de la restauracin del Sacerdocio Aarnico, Hyrum Smith, el hermano del profeta Jos Smith, se sinti muy preocupado en cuanto a lo que sera su labor particular. Hyrum le pregunt a Jos cul habra de ser su [propio] lugar en la gran obra de la restauracin (Pearson H. Corbett, Hyrum SmithPatriarch [1963], pg. 48). Respondiendo a esa humilde pregunta, el Seor le dio a Hyrum una revelacin por medio del Profeta. Parte de esa revelacin se aplica a nuestra preparacin para ensear el Evangelio: No intentes declarar mi palabra, sino primero procura obtenerla, y entonces ser desatada tu lengua; luego, si lo deseas, tendrs mi Espritu y mi palabra, s, el poder de Dios para convencer a los hombres (D. y C. 11:21). El presidente Ezra Taft Benson dijo que ese consejo nos sugiere el orden a seguir a fin de poseer el poder de Dios cuando enseamos... Procuremos primero obtener la palabra; luego recibiremos entendimiento y el Espritu, y finalmente el poder para convencer (The Gospel Teacher and His Message [discurso ante instructores de religin, 17 de septiembre de 1976], pg. 5).
aprendemos. Tambin seguimos este mandamiento cuando estudiamos las Escrituras con oracin y ayuno.
Estudie diligentemente
El lder Dallin H. Oaks aconsej lo siguiente: La lectura de las Escrituras nos pone en armona con el Espritu del Seor... Puesto que creemos que el leer las Escrituras puede ayudarnos a recibir revelaciones, se nos exhorta a que lo hagamos una y otra vez. De ese modo, obtenemos acceso a lo que nuestro Padre Celestial quiere que sepamos y hagamos hoy da en nuestra vida personal. sa es una de las razones por las que los Santos de los ltimos Das creemos en el estudio diario de las Escrituras (Scripture Reading and Revelation, Ensign, enero de 1995, pg. 8). Cuando estudiamos las Escrituras con regularidad y diligencia, procurando sinceramente la gua del Espritu, podemos recibir ms fcilmente una inspiracin acerca de cmo preparar nuestras lecciones. Tambin estaremos mejor preparados para recibir y seguir la inspiracin del Espritu a medida que enseemos. En tanto que [atesoremos] constantemente en [nuestras] mentes las palabras de vida... [nos] ser dado en la hora precisa la porcin que le ser medida a cada hombre (D. y C. 84:85).
Ser creyente
Mormn aconsej: No dudis, mas sed creyentes (Mormn 9:27). Es necesario que nos dediquemos al estudio de las Escrituras con esa actitud. Por ejemplo, Jos Smith tena un corazn creyente cuando ley Santiago 1:5, donde se le deca que pidiera a Dios que le diera sabidura. Hizo lo que el pasaje le sugera y le pregunt al Seor a qu iglesia deba unirse. Gracias a su disposicin de creer, Jos recibi una respuesta a su oracin (vase Jos SmithHistoria 1:1117).
Cmo aprender tanto por el estudio como por la fe

El Seor nos ha dicho lo que debemos hacer para obtener Su palabra: Buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe (D. y C. 88:118). Cumplimos este mandamiento al estudiar diligentemente las Escrituras con un corazn convencido y el cometido de obedecer los principios que
La obediencia
Debemos esforzarnos por vivir de acuerdo con los principios que estudiamos, aun antes de que lleguemos a entenderlos completamente. Al confiar en lo que el
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Seor ha dicho, nuestro conocimiento del Evangelio ir aumentando. El Seor declar: El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocer si la doctrina es de Dios (Juan 7:17).
La oracin y el ayuno
El estudio de las Escrituras es diferente de la lectura de una novela, un peridico o un libro de texto. Debemos orar antes de estudiar cada da las Escrituras. Debemos procurar que el Espritu nos d entendimiento a medida que estudiamos las palabras del Seor. Al orar en procura de entendimiento, a veces debemos ayunar. Alma es un buen ejemplo de alguien que ayun y or con el fin de aprender las verdades del Evangelio. Despus de testificar acerca de la Expiacin de Jesucristo y la necesidad de experimentar un gran cambio de corazn, dijo: No suponis que s de estas cosas yo mismo? He aqu, os testifico que yo s que estas cosas de que he hablado son verdaderas. Y cmo suponis que yo s de su
certeza? He aqu, os digo que el Santo Espritu de Dios me las hace saber. He aqu, he ayunado y orado muchos das para poder saber estas cosas por m mismo. Y ahora s por m mismo que son verdaderas; porque el Seor Dios me las ha manifestado por su Santo Espritu (Alma 5:4546). (Vase tambin Procure el Espritu, pg. 13.)
Volvamos a comprometernos a estudiar las Escrituras

El presidente Benson aconsej: No tratemos en forma ligera las grandes cosas que hemos recibido de la mano del Seor! Su palabra es uno de los dones ms valiosos que nos ha dado. Os exhorto a volver a comprometeros a estudiar las Escrituras. Sumergos en ellas diariamente para [lograr] tener as el poder del Espritu como ayuda a vuestros llamamientos. Leedlas con vuestras familias y ensead a vuestros hijos a amarlas y a atesorarlas (El poder de la palabra, Liahona, julio de 1986, pg.74).
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DESARROLLE UN PLAN PERSONAL PARA ESTUDIAR EL EVANGELIO
El lder M. Russell Ballard dijo: Es imperativo que cada uno de nosotros haga todo lo posible por aumentar nuestro conocimiento y entendimiento espiritual por medio del estudio de las Escrituras y de las palabras de los profetas vivientes. Cuando leemos y estudiamos las revelaciones, el Espritu le confirma a nuestro corazn la veracidad de lo que estamos aprendiendo; de esa forma, la voz del Seor se dirige a cada uno de nosotros (Maravillosas son las revelaciones del Seor, Liahona, julio de 1998, pg. 34). Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a desarrollar un plan de estudio para aumentar [su] conocimiento y entendimiento espiritual, como aconsej el lder Ballard. Su plan no tiene que ser abrumador, pero debiera ayudarle a ser constante en su estudio del Evangelio. Quizs desee escribir su plan en un diario personal o en un cuaderno a fin de no olvidarlo. Evangelio: (1) el material de lecciones para el Sacerdocio de Melquisedec y la Sociedad de Socorro, (2) pasajes asignados de las Escrituras para la clase Doctrina del Evangelio de la Escuela Dominical, y (3) artculos publicados en la revista Liahona.
Cundo estudiar
Si es posible, establezca un tiempo determinado durante el cual pueda estudiar sin interrupciones. El lder Howard W. Hunter aconsej: Muchos consideran que el mejor tiempo para estudiar es por la maana, cuando la mente est despejada despus del sueo y se han desvanecido aquellas preocupaciones que la entorpecen y enturbian el pensamiento. Otros prefieren estudiar de noche, cuando las preocupaciones y el trabajo diarios se han dejado a un lado, y as terminar el da con la paz y la tranquilidad que proporciona la comunin con las Escrituras. Lo que es ms importante que la hora del da, quizs sea la regularidad con que se realice el estudio. Sera ideal que se dedicara una hora cada da; pero si no se puede, entonces podramos lograr mucho con media hora, siempre que lo hagamos regularmente. Quince minutos no es mucho tiempo, pero es sorprendente toda la instruccin y el conocimiento que se pueden lograr al estudiar un tema tan significante (El estudio de las Escrituras, Liahona, enero de 1980, pg. 97).
Qu estudiar
Concentre su estudio del Evangelio en las Escrituras. Quizs prefiera estudiar un determinado libro de las Escrituras en su totalidad o dedicarse a uno o varios temas especficos leyendo lo que todos los libros cannicos contengan al respecto. Podra asimismo combinar estos dos mtodos, estudiando un libro de las Escrituras y concentrndose en principios o temas especficos a medida que los encuentre. Tambin debera estudiar las enseanzas de los profetas modernos tomadas de las conferencias generales y de la revista Liahona. Si usted ha sido llamado como maestro, su manual de lecciones es parte esencial de su plan de estudio. Tambin debera considerar la posibilidad de incluir lo siguiente en su estudio del
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Cmo estudiar
Antes de que comience a estudiar, ore para recibir agudeza de ingenio y comprensin. Medite en lo que lea y trate de encontrar maneras de aplicarlo en su vida
personal. Aprenda a reconocer y a escuchar la inspiracin del Espritu. Considere la posibilidad de utilizar algunas o la totalidad de las siguientes ideas para enriquecer su estudio: Emplee las ayudas proporcionadas en los libros cannicos publicados por la Iglesia, tales como la Gua para el Estudio de las Escrituras con selecciones de la traduccin de Jos Smith de la Biblia, mapas, ndices geogrficos, etc. (Vanse sugerencias adicionales en El ensear en base a las Escrituras, pg. 59.) A medida que lea, pregntese a s mismo: Qu principio del Evangelio ensea este pasaje? Cmo puedo aplicarlo en mi vida? Disponga de un cuaderno o de un diario personal donde pueda ir registrando sus pensamientos y sus sentimientos. Resulvase a escribir lo que aprenda a fin de poder aplicarlo en su vida. Repase con frecuencia lo que haya anotado. Antes de leer un captulo de las Escrituras, lea el encabezamiento. Esto le ofrecer algunas ideas de lo que podr buscar en ese captulo. Marque y haga notas en sus libros cannicos. Escriba en el margen las referencias de Escrituras que aclaren los pasajes que est estudiando. Memorice los versculos que sean particularmente significativos para usted. Incluya su propio nombre en un versculo de Escritura a fin de personalizarlo. Despus de haber estudiado, agradezca al Seor en oracin lo que haya aprendido.
Comparta con alguien lo que aprenda. Al hacerlo, sus mismos pensamientos sern ms claros y aumentar su poder de retencin.
Haga todo lo que pueda

Cierta hermana miembro de la Iglesia trat muchas veces de seguir programas especficos para estudiar las Escrituras, pero siempre le resultaba difcil hacerlo. Tiempo despus coment: Pareca ser que al tratar de criar una familia y cumplir a la vez con mis responsabilidades en la Iglesia, yo nunca lograba realizar completamente mi cometido. Designaba un tiempo y un lugar determinados para estudiar cada da, pero mi programa sola ser interrumpido por las necesidades de mis hijos, ya fuera que estuvieran enfermos o que pasaran dificultades tpicas de una familia en pleno desarrollo. En esa poca de mi vida, nunca me consider como alguien que tena xito en el estudio de las Escrituras. Entonces un da mi madre vino a visitarnos. Vio la mesa cubierta con materiales de la Iglesia entre ellos mis libros cannicos y me dijo: Me encanta cmo siempre lees las Escrituras. Siempre parecen estar abiertas sobre una u otra mesa. De pronto percib una nueva visin de m misma. Ella tena razn. Yo lea y estudiaba constantemente las Escrituras, aunque no fuera parte de mi estudio formal de ellas. Amaba las Escrituras; me alimentaban. Tena pasajes de las Escrituras pegados en las paredes de la cocina que me animaban a medida que trabajaba, versculos que haca memorizar a mis hijos para los discursos que daban en la iglesia. Yo viva en un mundo de lectura de las Escrituras y comprend que me estaban nutriendo abundantemente.
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VIVA DE CONFORMIDAD CON LO QUE ENSEA
El ejemplo personal es uno de los instrumentos ms poderosos para la enseanza. Cuando estamos realmente convertidos, todos nuestros pensamientos y motivaciones son guiados por los principios del Evangelio. En todo lo que hacemos damos testimonio de la verdad. El lder Bruce R. McConkie ense que el testimonio incluye acciones rectas: Ser valiente en el testimonio de Jess es creer en Cristo y Su Evangelio con inalterable conviccin; es conocer la veracidad y divinidad de la obra del Seor en la tierra. Pero eso no es todo. Es algo ms que creer y saber; debemos ser hacedores de la palabra y no tan solamente oidores. Es ms que adorar con palabras, ms que limitarse a confesar el divino origen del Salvador; es obediencia y conformidad y correccin personal (S valiente en la batalla de la fe, Liahona, abril de 1975, pg. 38). para maana; asegrate de llenarle el tanque antes de regresar a casa. El hijo del lder Andersen relat que las actividades de esa noche haban sido maravillosas: los amigos se reunieron, se sirvi un refrigerio y todos se divirtieron mucho. Sin embargo, con todo el alboroto, se le olvid seguir las instrucciones de su padre de ponerle gasolina al auto antes de volver a casa. Lleg la maana del domingo. El lder Andersen descubri que la aguja del gas marcaba que el tanque estaba vaco. El hijo vio a su padre poner las llaves sobre la mesa. En la casa de la familia Andersen el da de reposo era un da para adorar y dar gracias y no para hacer compras. A medida que continuaba su mensaje durante el funeral, el hijo del lder Anderson dijo: Vi a mi padre ponerse el abrigo, decirnos adis y caminar el largo recorrido hasta la capilla, a fin de asistir a una reunin que tena esa maana temprano. El deber llamaba; la verdad no se sacrific por la conveniencia. Al concluir su pstumo mensaje, el hijo del lder Anderson [coment]: Ningn hijo jams ha recibido una mejor instruccin de su padre que yo en aquella ocasin. Mi padre no slo conoca la verdad, sino que tambin la viva (Enseemos a los hijos, Liahona, enero de 1998, pgs. 2021). Nuestra conducta puede asimismo tener una influencia negativa. Por ejemplo, cuando Coriantn, el hijo de Alma, sali en una misin para ensear a los zoramitas, abandon su ministerio y cometi graves pecados (vase Alma 39:3). Alma dijo que mucha gente se haba descarriado a causa de las acciones de Coriantn, y le dijo: Cun gran iniquidad has trado sobre los zoramitas; porque al observar ellos tu con-
Hablando ante un grupo de maestros del Evangelio, el presidente Spencer W. Kimball les amonest diciendo: Ustedes deben hacer todo lo que a sus alumnos les ensean que deben hacer: ayunar, dar su testimonio, pagar los diezmos, asistir a todas las reuniones necesarias, asistir a las sesiones del templo en su debido tiempo, guardar con santidad el da de reposo, prestar servicio de buena gana en la Iglesia, llevar a cabo la noche de hogar y las oraciones familiares, mantenerse solventes y ser honestos y llenos de integridad. (Men of Example [discurso ante instructores de religin, 12 de septiembre de 1975], pg. 7).
La influencia del ejemplo

Nuestra conducta puede influir positivamente en las actitudes de aquellos a quienes enseamos. El presidente Thomas S. Monson relat la siguiente experiencia: Durante el servicio fnebre de una noble Autoridad General, [el lder] H. Verlan Andersen, uno de sus hijos le rindi un tributo, el cual podemos poner en prctica en dondequiera que estemos o en lo que estemos haciendo... El hijo del lder Andersen relat que haca algunos aos, l pensaba salir un sbado por la noche con una chica de su escuela; y por ese motivo, le pidi a su padre que le prestara el auto. Cuando tuvo las llaves en su poder y se dispona a salir, su padre le dijo: El auto va a necesitar gasolina
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ducta, no quisieron creer en mis palabras (Alma 39:11). El presidente Heber J. Grant dijo: Pido a cada hombre y mujer que ocupe un cargo de responsabilidad cuyo deber sea el de ensear el Evangelio de Jesucristo, que viva de conformidad con el mismo y que guarde los mandamientos de Dios, de modo que su ejemplo personal lo ensee (Gospel Standards, compilado por G. Homer Durham [1941], pg. 72). A medida que usted d un buen ejemplo al vivir lo que ensea: Sus palabras vibrarn con el Espritu y llevarn su testimonio al corazn de quienes ensee (vase 2 Nefi 33:1). El presidente Joseph Fielding Smith escribi: Ningn hombre o mujer puede ensear por el Espritu lo que no practique personalmente (Church History and Modern Revelation, 2 tomos [1953], 1:184). Ayudar a otros a darse cuenta de que las palabras de Cristo se pueden seguir en la vida diaria. Se pondrn de manifiesto la paz y la felicidad que sienta al vivir el Evangelio. Se mostrar en su rostro, en sus palabras y en el poder de su testimonio. Aquellos a quienes ensee confiarn en usted y estarn ms dispuestos a creer en lo que les est enseando. Su propio testimonio crecer. El que quiera hacer la voluntad de [mi Padre], ense el Salvador, conocer si la doctrina es de Dios (Juan 7:17). Quizs piense que usted carece de entendimiento en cuanto a un determinado principio que est preparndose a ensear. Sin em-
bargo, al orar mientras lo estudia, al esforzarse por vivir en base a ese principio, al prepararse para ensearlo y entonces al compartirlo con otros, su propio testimonio personal se fortalecer y profundizar.
Esforzndose por vivir el Evangelio

Ensear el Evangelio requiere algo ms que prepararse y hacer presentaciones. El lder Richard G. Scott explic lo siguiente: Su cometido de ensear a los amados hijos de nuestro Padre Celestial no se relaciona solamente con las largas horas que dedique a preparar cada leccin ni las muchas horas de ayuno y oracin en procura de ser un maestro ms eficiente. Es el cometido de vivir cada hora de su existencia conscientemente de acuerdo con las enseanzas y el ejemplo del Salvador y de Sus siervos. Es el cometido de tratar constantemente de ser cada vez ms espiritual, cada vez ms dedicado y cada vez ms merecedor de ser el conducto por el cual el Espritu del Seor pueda llegar al corazn de aquellos a quienes se le han confiado a usted para darles un mayor entendimiento de Sus enseanzas (Four Fundamentals for Those Who Teach and Inspire Youth, en Old Testament Symposium Speeches, 1987, pg. 1). Aunque no ser perfecto en cada cosa, usted puede hacer el esfuerzo de ir siendo cada vez ms perfecto en vivir las verdades que ensea. A medida que se esfuerce continuamente por vivir de acuerdo con los principios del Evangelio, encontrar una fortaleza y un poder mayores en su enseanza de esos principios.
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LLAMADO, APARTADO Y MAGNIFICADO

Jacob y Jos, los hijos de Lehi, dan un buen ejemplo a las personas a quienes se ha llamado a ensear. Jacob dijo que haba obtenido [su] mandato del Seor. l y Jos fueron consagrados [o apartados] sacerdotes y maestros de [ese] pueblo. Y magnificaron su oficio ante el Seor (Jacob 1:1719). vir, para sacrificarse, para bendecir la vida de otras personas, debe recordar esta verdad: A quien Dios llama, Dios habilita. l, quien nota cuando cae un pajarillo, no ignorar las necesidades de Sus siervos (vase Lgrimas, pruebas, confianza, testimonio, Liahona, julio de 1987, pg. 43).
El ser sostenido y apartado

Usted recibir una fortaleza adicional cuando sea sostenido por la congregacin y cuando sea apartado. Al apartarlo, los lderes del sacerdocio pondrn las manos sobre su cabeza y le darn la instruccin de actuar en su llamamiento. Tambin se le darn bendiciones para fortalecerle y guiarle. El presidente Spencer W. Kimball declar: El apartamiento puede tomarse literalmente; es un apartamiento [o separacin] del pecado, de lo carnal; es un apartamiento de todo lo que es grosero, ruin, malicioso, despreciable y vulgar; es ser apartado del mundo hacia un plano ms alto de pensamiento y de actividad (The Teachings of Spencer W. Kimball, editado por Edward L. Kimball [1982], pg. 478). Ningn llamamiento formal para ensear es completo sin que se aparte a la persona por medio de la debida autoridad del sacerdocio. Si usted ha sido llamado y sostenido como maestro pero no ha sido apartado todava, hable con su lder de qurum u organizacin auxiliar a fin de hacer los arreglos necesarios para que se le aparte.
El recibir el llamamiento para ensear

Si usted tiene un llamamiento como maestro o como lder en la Iglesia, puede estar seguro de que su llamamiento es del Seor. Le ha sido dado por uno de Sus siervos escogidos, y l ha dicho: Sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo (D. y C. 1:38) Un llamamiento es una sagrada oportunidad para servir; trae consigo una responsabilidad ante el Seor. Debera influir en la forma en que usted vive, dirigir sus decisiones y motivarle a ser un siervo fiel y sabio. Cuando usted recibi el llamamiento de ensear, quizs se haya dicho a s mismo: Pero a m no me han capacitado para que ensee. No tengo la habilidad necesaria para presentar una leccin o conducir un anlisis en la clase. Hay tantos otros miembros que podran hacerlo mejor que yo. Quizs otros tengan una mayor experiencia o habilidad natural que usted para ensear. Sin embargo, es usted a quien han llamado. Si es humilde, fiel y diligente, el Seor har de usted un instrumento en Sus manos. El presidente Thomas S. Monson ense lo siguiente: Si algn hermano o hermana siente que no est preparado, o no se siente capacitado para responder a un llamamiento para ser-
El presidente Gordon B. Hinckley se refiri al significado de la palabra magnificar cuando dijo: Como yo la interpreto, quiere decir aumentar, aclarar, atraer y fortalecer. Tambin dijo que cuando los poseedores del sacerdocio magnifican sus llamamientos, aumentan el potencial de [su] sacerdocio (vase Liahona, julio de 1989, pg. 60). Esto se aplica a su llamamiento para ensear. Cuando magnifica su llamamiento con toda diligencia trabajando con todas [sus] fuerzas (Jacob 1:19), est aumentando su potencial para ejercer una buena influencia en los dems.
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El magnificar su llamamiento y el ser magnificado por el Seor

Como ya se ha mencionado, Jacob y Jos magnificaron sus llamamientos de ensear
al pueblo. Ensearon la palabra de Dios con toda diligencia... trabajando con todas [sus] fuerzas (Jacob 1:19). El Seor le magnificar a medida que usted magnifique su llamamiento de ensear. El presidente Ezra Taft Benson ense: No puede haber fracaso en la obra del Seor cuando [hacemos] lo mejor [que podemos]. No somos sino instrumentos en Sus manos; sta es la obra del Seor. sta es Su Iglesia y el plan de Su Evangelio. Estamos trabajando
con Sus hijos. Si hacemos lo que nos corresponde hacer, l no permitir que fracasemos. Cuando sea necesario, l nos magnificar aun ms all de nuestros propios talentos y habilidades. Yo lo s bien. Estoy seguro de que muchos de ustedes lo habrn experimentado como yo mismo lo he experimentado. Es una de las ms dulces experiencias que puede tener un ser humano (The Teachings of Ezra Taft Benson [1988], pg. 372).
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PERFECCIONE SUS TALENTOS

El Seor tiene una gran obra para que cada uno de nosotros lleve a cabo. Tal vez se pregunten cmo puede ser eso, porque quizs piensen que no hay nada especial ni sobresaliente en ustedes ni en sus habilidades... El Seor puede llevar a cabo extraordinarios milagros con una persona de talento comn que sea humilde, fiel y diligente en servirle y que trate de mejorar. La razn es que Dios es la fuente mxima de poder. Presidente James E. Faust
PE R F E C C IO N E S U S TA L E N TO S
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TRATE DE ENCONTRAR LECCIONES EN TODA CIRCUNSTANCIA
Mientras trabajaba en su jardn, un presidente de estaca pensaba acerca de un discurso que tena que dar en una prxima conferencia de estaca. Planeaba hablar acerca del fortalecimiento de las familias. Una vecina suya que pareca tener un talento especial para cultivar magnficas flores, tambin se hallaba trabajando en el jardn. Llamndola, le pregunt: Cul es su secreto como jardinera?. Su respuesta fue profundamente sencilla. Dijo: Me mantengo cerca de mi jardn. Vengo a l todos los das, aun cuando no sea muy conveniente. Y mientras estoy aqu, trato de encontrar muestras de posibles problemas, cosas tales como las hierbas malas, los insectos y las condiciones de la tierra que sean simples de resolver si los encaro a tiempo pero que podran llegar a ser abrumadores si no les presto atencin. El presidente de estaca se sinti inspirado a comparar el cuidado que su vecina le prestaba al jardn con el cuidado que debemos prestar a nuestras familias. En su discurso en la conferencia de estaca, se refiri al jardn de su vecina. Coment que si deseamos que las relaciones con los miembros de nuestra familia se cultiven y florezcan, es necesario que nos mantengamos cerca del jardn, que pasemos tiempo con ellos cada da, que hablemos con ellos, que les expresemos nuestro cario y que observemos toda pequea muestra de posibles problemas que podamos resolver antes de que se conviertan en algo abrumador. Una hermana que haba escuchado el discurso del presidente de estaca record que algunas de sus plantas se estaban marchitando. No haba tomado tiempo para vigilar a diario su crecimiento y eso le record que sus hijos estaban creciendo y que no deba desperdiciar los pocos aos que le quedaban con ellos. Gracias a la enseanza de su presidente de estaca, pudo entonces ser una mejor madre. El presidente de estaca haba seguido el ejemplo del Salvador, quien con frecuencia comparaba las verdades espirituales con las cosas y actividades familiares de todos los das. Usted puede hacer lo mismo. Puede encontrar lecciones provechosas para la vida en las cosas que hace y observa da a da. A medida que medite y ore en cuanto a una leccin y en cuanto a las personas a quienes ensea, todo lo que le rodea puede cobrar vida con respuestas a las preguntas y con ejemplos de los principios del Evangelio. Los dos ejemplos siguientes muestran cmo otros maestros han percibido algunas lecciones al observar lo que les rodea en la vida cotidiana: Cierto domingo, una maestra de la Primaria prest atencin a una familia que asista a la iglesia. Observ que uno de los nios, que era miembro de su clase y que sola ser desconsiderado con sus compaeros, ayudaba a su pequea hermana. se es el ejemplo que necesito, se dijo a s misma. Voy a ensear ese principio y a ayudar a ese nio. Ms tarde, comparti el ejemplo en una leccin sobre cmo ser bondadosos. Los nios aprendieron por medio del ejemplo y el muchachito comenz a mejorar su comportamiento con los dems miembros de la clase. Un hombre y su hijo estaban jugando con bloques de madera. Cuando el nio no consegua que algunos bloques grandes permanecieran sobre otros pequeos, el padre
Y as como has empezado a ensear la palabra, as quisiera yo que continuases enseando; y quisiera que fueses diligente y moderado en todas las cosas (Alma 38:10).
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percibi en ello una oportunidad para la enseanza. Le explic la importancia de contar con bases fuertes y slidas. Entonces, antes de continuar jugando, le ley Helamn 5:12, donde dice que es sobre la roca de nuestro Redentor, el cual es Cristo, el Hijo de Dios, donde [debemos] establecer [nuestro] fundamento. Ms tarde ese mismo da, los miembros de la familia estudiaron juntos las Escrituras y en una breve leccin que confirmaba ese pasaje, el padre y su hijo, empleando los bloques de madera, demostraron la importancia de edificarnos sobre el fundamento de Cristo.
cosas como estudiar las Escrituras u observar las bellezas de la naturaleza. Incluso podra encontrar ideas para la enseanza en actividades como limpiar su casa, ir a trabajar o salir de compras. Prcticamente cualquier experiencia podra suministrarle el ejemplo, el enriquecimiento o el esclarecimiento que necesite para una leccin sobre el Evangelio.
Anote las impresiones que reciba

A medida que perciba cada vez ms las ideas para la enseanza que le rodean, sera provechoso que fuese anotando las impresiones que reciba. Lleve consigo una pequea libreta y escriba en ella todo lo que le parezca que podra ser una buena idea para la enseanza. Anote ideas tomadas de discursos o lecciones en las que participe. Escriba experiencias que promuevan la fe. A medida que vaya desarrollando el hbito de percibir estas cosas, ir teniendo una mayor conciencia de las fuentes de recurso para la enseanza que le rodean. No se preocupe sobre cmo habr de aprovechar esas ideas. Simplemente antelas. Sus observaciones a veces se aplicarn a una prxima leccin, pero habr ocasiones en que percibir ejemplos maravillosos de principios que quizs tenga que ensear varias semanas o aun aos ms tarde. Si no los anota, podran olvidrsele. Quizs tambin le gustara preparar una carpeta o un sobre para cada leccin que habr de ensear en los prximos meses. A medida que se le ocurran algunas lecciones prcticas, comparaciones y otras ideas, organice sus notas en la carpeta o en el sobre que corresponda. Cuando llegue el momento de preparar una leccin especfica, descubrir que ha coleccionado una gran fuente de ideas y de actividades para enriquecerla.
Cmo puede el maestro desarrollar su capacidad para ver y escuchar

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a descubrir ideas para ensear en todas partes. Estudie la leccin con mucha anticipacin. Al familiarizarse con las lecciones que habr de ensear, estar ms al tanto de los acontecimientos diarios que podra aprovechar para presentar dichas lecciones. Si ensea una clase con la ayuda de un manual, es conveniente saber lo que ese manual contiene en su totalidad. Entonces habr ms posibilidad de que se percate de alguna observacin que se pueda aplicar a una leccin que habr de ensear varias semanas despus. Ore todos los das para obtener ayuda durante su preparacin. Pida a nuestro Padre Celestial que le ayude a prestar atencin a cosas que podran contribuir a que sus lecciones sean ms claras, inolvidables e inspiradoras para quienes ensea. Siempre tenga en cuenta a quienes ensea al preparar sus lecciones. Piense en aquellos a quienes ensea. Considere la vida de cada uno de ellos, las decisiones que deben enfrentar y los caminos que estn siguiendo. Sea receptivo a cualquier idea provechosa para la enseanza mientras haga
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EL ESTABLECER UN PLAN PARA MEJORAR SU MTODO DE ENSEANZA
Al estar compilando los anales de los jareditas, Moroni se preocup por su debilidad en escribir. Pensaba que los gentiles que habran de leer sus palabras se burlaran de ellas y las rechazaran. Or para que los gentiles pudiesen tener caridad y no rechazaran la palabra de Dios. Entonces el Seor le hizo esta promesa: Porque has visto tu debilidad, sers fortalecido (ter 12:37). El Seor tambin le dijo a Moroni: Si los hombres vienen a m, les mostrar su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante m; porque si se humillan ante m, y tienen fe en m, entonces har que las cosas dbiles sean fuertes para ellos (ter 12:27). Quizs al esforzarse en ensear el Evangelio usted llegue a sentirse a veces incompetente, pero esa promesa del Seor podr sin embargo alentarlo. A medida que usted sea humilde, reconozca los aspectos en los que necesite Su ayuda y ejercite su fe en Dios, el Seor le fortalecer y le ayudar a ensear de una manera agradable para l. en su diario personal o en un cuaderno, o emplee la grfica que se encuentra en la pgina 26. Al hacerlo, podra tambin pensar en los principios de la enseanza que este manual destaca, como amar a quienes ensea, ensear por el Espritu, ensear la doctrina, alentar un aprendizaje diligente, crear un ambiente propicio para ensear, utilizar mtodos eficaces o preparar las lecciones. Probablemente sea su paciencia lo que puede ayudarle como maestro. O quizs sea su constante sonrisa, su inters en los dems, sus talentos artsticos, su conocimiento de las Escrituras, su buena disposicin para escuchar, su apacible temperamento, su costumbre de prepararse cabalmente o su sincero deseo de ensear bien. No es necesario que determine un gran nmero de aptitudes o virtudes; puede comenzar con unas pocas. El propsito de sealar algunas de sus aptitudes es aplicarlas a otros aspectos en los que usted no sea muy fuerte.
Entre tanto que voy, ocpate en la lectura, la exhortacin y la enseanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profeca con la imposicin de las manos... Ocpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvars a ti mismo y a los que te oyeren (1 Timoteo 4:1316).
Cules son mis debilidades como maestro?

Despus de considerar cules son sus aptitudes, piense en sus ms recientes experiencias como maestro. Piense en los aspectos en que podra mejorar. Recuerde que podra repasar los principios de la enseanza que este manual contiene. Podra hacer una lista de cosas en las que quizs deseara mejorar, pero probablemente le convendra dedicarse a una o dos cosas a la vez. Generalmente hablando, progresamos lnea por lnea, precepto por precepto (2 Nefi 28:30). Debemos hacer todo con prudencia y orden; porque no se exige que un hombre corra ms aprisa de lo que sus fuerzas le permiten (Mosah 4:27).
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Cmo evaluar sus propias aptitudes y debilidades

Usted puede comenzar a establecer un plan para mejorar su capacidad determinando cules son sus condiciones actuales. Podra dividir esta evaluacin en dos partes: sus aptitudes y sus debilidades como maestro.
Cules son mis aptitudes como maestro?

Comience por considerar algunos de los dones que el Seor ya le ha dado y que podran ayudarle en su desempeo como maestro. Haga una lista de esas aptitudes
Una vez que haya escogido uno o dos aspectos que le agradara mejorar, escrbalos en su diario personal o en un cuaderno.
Qu habilidades debo cultivar?

La maestra lee tambin que tiene que observar a las hermanas de su clase durante las lecciones, y se dice a s misma: sta es una habilidad que debo cultivar, pero me requerir mucha prctica. Luego escribe este plan en su diario personal. Al considerar su plan, se da cuenta de que ya tiene por lo menos una aptitud como punto de partida: prepara sus lecciones con diligencia. Siendo que siempre est familiarizada con el material de la leccin, podr entonces observar a las hermanas de la clase ya que no necesitar concentrarse demasiado en el manual de lecciones ni en sus propias notas.
Prepare un plan de mejoramiento

A fin de decidir cmo habr de mejorar el aspecto o los aspectos que haya escogido, considere las siguientes preguntas: Qu puedo hacer para mejorar como maestro? Qu habilidades necesito cultivar? Quin podra ayudarme? Qu materiales tengo disponibles? A continuacin se menciona un ejemplo que muestra cmo podra emplear estas preguntas. En este ejemplo, una maestra de la Sociedad de Socorro ha determinado que ella necesita mejorar su habilidad para discernir si las hermanas de la clase entienden las lecciones que les est enseando.
Quin podra ayudarme? Qu materiales tengo disponibles?

Finalmente, la maestra se pregunta a s misma si existen algunos medios que podra utilizar. Ya ha empleado esta gua como material de consulta y entonces piensa en otros posibles recursos: Qu tal otros maestros? Podra quizs hablar con el coordinador del programa de mejoramiento de maestros o algn maestro especialmente capacitado para evaluar el entendimiento de los miembros de la clase? Podra una de mis lderes observar una presentacin de las lecciones que enseo y darme algunas sugerencias? Podran las hermanas de la clase ofrecerme algunas sugerencias?
Qu puedo hacer ahora para mejorar como maestra?

La maestra decide revisar este manual para obtener ideas sobre cmo podra mejorar inmediatamente. Al leer Cmo determinar si los alumnos estn aprendiendo (pgina 79), descubre que una manera de evaluar la comprensin de las hermanas de su clase es pedirles que enuncien los principios con sus propias palabras. Decide entonces emplear esta idea en la prxima leccin que ha de ensear y anota este plan en su diario personal.
Utilice esta grfica (u otra que usted haya preparado) para establecer un plan que tienda a mejorar sus enseanzas. Escriba sus propias respuestas a cada pregunta en los espacios en blanco.
Cmo me va?
Cules son mis aptitudes como maestro? Cules son mis debilidades?
Qu puedo hacer para mejorar?

Qu puedo hacer ahora mismo para mejorar como maestro? Cules son las aptitudes que necesito desarrollar?
Qu fuentes de recursos he de utilizar?

Quin podra ayudarme? Qu materiales tengo disponibles?
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Establezca un objetivo y anote el progreso que vaya logrando

Despus de haberse establecido un plan de mejoramiento, determine una fecha para la cual espera lograr su cometido. Quizs desee escribir en su diario personal o en su cuaderno en cuanto al progreso que vaya logrando. Si a medida que proceda necesita hacer ajustes a su objetivo, hgalos. Cuando crea haber hecho las mejoras que haya planeado, comience a trabajar en otro aspecto de la enseanza.
La persona que suplica en oracin que se le ayude en su enseanza tendr el poder del Espritu Santo, y sus enseanzas sern, como lo expres Nefi, [llevadas] al corazn de los hijos de los hombres... por el poder del Santo Espritu (The Teachings of Harold B. Lee, editado por Clyde J. Williams [1996], pg. 444). Al evaluar sus aptitudes y sus debilidades como maestro, considere cun eficazmente est reflejando esas cualidades esenciales. Quizs podra meditar en cuanto a las siguientes preguntas: Les demuestro amor a quienes enseo? Demuestro mi inters en cada uno de ellos? Pueden sentir mi amor por el Seor y Sus enseanzas? Les ayudo a percibir que esas enseanzas se aplican a su propia vida? Pueden sentir mi testimonio en cuanto al Evangelio restaurado de Jesucristo? Pueden percibir mi fe absoluta en Dios? Oro con fe para poder ensear por el poder del Espritu Santo? Aunque no tenga experiencia en muchos de los aspectos tcnicos de la enseanza, usted puede concentrarse en las cualidades de mayor importancia. Puede amar a quienes ensea. Puede demostrar constantemente que ama al Seor y Sus enseanzas. Y puede compartir fervientemente con ellos su fe en Dios y su testimonio del Evangelio restaurado. Puede tener xito en las cualidades ms significativas, aun mientras est desarrollando sus habilidades de carcter tcnico.
Las cualidades ms importantes

En su constante dedicacin por mejorar como maestro, recuerde las cualidades de mayor importancia. El presidente Harold B. Lee se refiri cierta vez a un maestro que haba ejercido una gran influencia en l cuando era nio. Quizs podra utilizar esta descripcin como una gua para evaluar su eficacia total como maestro y desarrollar planes de mejoramiento: Las lecciones religiosas ms impresionantes que aprend durante mi niez fueron en las clases de la Escuela Dominical. Muy pocos maestros de la Escuela Dominical, sin embargo, se destacan hoy en mi memoria por haber hecho una perdurable contribucin a mi educacin religiosa. Cierta maestra... tena una habilidad muy peculiar, pareciera ser, para inculcar en mi alma las lecciones sobre la historia de la Iglesia, la moral y las verdades del Evangelio de tal manera que hoy, casi cuarenta aos ms tarde, sigo recordando y siendo guiado por sus lecciones. A qu se deba que aquella hermana poseyera las cualidades esenciales para ser una exitosa maestra de Escuela Dominical? No posea un gran conocimiento laico ni se haba educado en cuanto a las teoras y las prcticas de la pedagoga moderna. Su apariencia era simple y comn la de una esposa y madre de una pequea comunidad rural donde las necesidades exigan largas horas de labor por parte de todos los miembros de la familia. Posea, en mi opinin, tres virtudes que contribuan a la eficacia de sus enseanzas: primero, tena la facultad de hacer que cada alumno sintiera que ella se interesaba personalmente en l; segundo, conoca y amaba el Evangelio y tena la habilidad para ilustrar tan acertadamente cada leccin que haca que se aplicara a nuestras propias vidas; y tercero, tena una fe absoluta en Dios y un inalterable testimonio de la divinidad del Evangelio restaurado de Jesucristo. Tena aun otra cualidad menos evidente pero... realmente vital y esencial tanto para ella misma como para toda otra persona que haya de ensear el Evangelio de Jesucristo. El Seor ha declarado cul es la ley de los maestros con estas palabras: Y se os dar el Espritu por la oracin de fe; y si no recibs el Espritu, no ensearis (D. y C. 42:14)...
Con la ayuda del Seor, usted puede mejorar

En tanto que se esfuerce por mejorar, con frecuencia recibir la ayuda del Seor por intermedio de otras personas. La siguiente historia relatada por un hermano que sirvi como presidente de misin en el oriente de Europa ilustra este principio: Durante el verano de 1993, fui a visitar una de nuestras ramas nuevas. Una hermana recientemente bautizada enseaba la Escuela Dominical. Se senta evidentemente incmoda al estar frente a la clase. Tratando de evitar cometer algn error, lea palabra por palabra la leccin del manual. Mientras que ella tena los ojos fijos en el libro, los miembros de la clase se movan con cierto fastidio. Despus de la leccin felicit a esa maestra por la exactitud doctrinaria de sus materiales y con el mayor tacto que pude emplear le pregunt si haba considerado presentar a la clase algunas preguntas con el fin de estimular la participacin de sus alumnos. Ella respondi que en Europa los maestros no acostumbran hacer preguntas. Me alej entonces pensando en lo que podramos hacer para
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ayudarla a ella y a tantos otros nuevos maestros como ella en ese pas donde la Iglesia se haba establecido slo unos pocos aos antes. En agosto de ese ao, se design a una pareja para que iniciara en nuestra rea los programas del Sistema Educativo de la Iglesia. Les pedimos que llevaran a cabo lo que en ese entonces se denominaban sesiones de capacitacin. Una de las maestras que tenan que adiestrar era aquella hermana que ense la clase a la que yo haba asistido. Cuatro meses ms tarde regres a esa rama. Se haba producido all un milagro. Aquella hermana se hallaba al frente de la clase completamente transformada, con toda serenidad y confianza. Sus preguntas cuidadosamente preparadas provocaban respuestas de sumo inters. Cada vez
que un miembro de la clase participaba, ella le haca comentarios alentadores. Haba hecho los arreglos necesarios para que uno de sus alumnos compartiera una experiencia personal relacionada con el tema de la leccin y luego invit a otros para que hicieran lo mismo. Casi al final de la leccin, un nuevo miembro dio su testimonio. La maestra se detuvo y pregunt quedamente: Notaron el Espritu mientras hablaba la hermana Molnar? se es el Espritu del Seor. En tanto que disfrutbamos del sentimiento de paz y entendimiento que todos experimentamos en aquel saln alquilado, yo le agradec a mi Padre Celestial por aquella pareja que haba enseado los principios de la enseanza del Evangelio a aquella atemorizada hermana convirtindola en una persona que verdaderamente mereca ser llamada maestra del Evangelio de Jesucristo.
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PROCURE TENER EL APOYO DE SUS LDERES
Una parte de las responsabilidades de los lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares consiste en ayudar y apoyar a los maestros. La calidad de la enseanza en la Iglesia ir mejorando a medida que los lderes y los maestros desarrollen entre ellos una relacin de apoyo y de atencin. A los lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares se les asigna trabajar con determinados maestros. Por ejemplo, una integrante de la presidencia de la Primaria puede ser asignada a colaborar con aquellos que ensean a nios de 8 a 11 aos de edad. Un miembro de la presidencia del qurum de lderes podra ser designado a trabajar con los instructores de su qurum.
menester podra tambin hacerlos por telfono, por carta o de cualquier otra manera. Usted mismo tiene que procurar estos contactos cada vez que le sean necesarios, pero deben efectuarse por lo menos cada tres meses. Cuando una hermana lder tenga que reunirse con un maestro varn, o un lder varn tenga que hacerlo con una maestra, deben dejar la puerta abierta y pedir que otra persona adulta permanezca en un cuarto, vestbulo o saln adyacente. Tienen que evitar toda circunstancia que podra provocar malentendidos. Al aproximarse la oportunidad de consultar a su lder, preprese a hablarle en cuanto a: Cmo se siente acerca de su llamamiento de maestro. Cualquier experiencia que haya tenido con su clase. Algunos ejemplos de cmo los miembros de su clase estn respondiendo a las lecciones que les ensea. Necesidades especficas de determinados miembros de su clase. Sus objetivos como maestro. Lo que su lder podra hacer para ayudarle a lograr sus objetivos. Cualquier otro tema que considere necesario tratar en reuniones de mejoramiento para maestros.
Indicaciones para los nuevos maestros

Si usted ha sido recientemente llamado como maestro, su lder se reunir con usted preferentemente antes de dar su primera leccin. Dicho lder le hablar acerca de la importancia de su llamamiento y le entregar los materiales necesarios para la clase. Despus de que haya enseado su primera leccin, usted y su lder debern analizar brevemente tal experiencia.
Visitas a los salones de clase

Algunos lderes asisten todas las semanas a la misma clase como parte de sus llamamientos. A otros lderes, tales como los miembros de las presidencias de la Primaria y de la Escuela Dominical, se les aconseja hacer arreglos con los maestros para visitar ocasionalmente sus clases (vase Cmo mejorar la enseanza del Evangelio - Una gua para el lder, pg. 6). Si un lder hace arreglos para visitar su clase, usted podra pedirle que simplemente observe su presentacin o que le ayude de alguna otra manera. Por ejemplo, un lder podra presentar parte de la leccin, dirigirse a un miembro particular de la clase o ayudar con actividades.
Pngase en contacto con sus lderes para consultarlos

Pngase frecuentemente en contacto con su lder para compartir con l sus experiencias, analizar las necesidades de aquellos a quienes ensea, solucionar problemas y procurar consejo. Esto le ofrecer una oportunidad para repasar los planes que haya establecido para continuar mejorando como maestro. Dichos contactos son ms eficaces cuando se hacen en persona, pero si fuera
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PRINCIPIOS BSICOS DE LA ENSEANZA DEL EVANGELIO
P a r t e B : P R I N C I P I O S B S I C O S D E L A E N S E A N Z A D E L E VA N G E L I O
AME A QUIENES ENSEA

Nada tiene mayor efecto en una persona para inducirla a abandonar el pecado, que llevarla de la mano y velar por ella con ternura. Cuando las personas me manifiestan la ms mnima bondad y amor, oh, qu poder ejerce ello en mi alma!; mientras que un curso contrario tiende a agitar todos los sentimientos speros y contristar la mente humana. El profeta Jos Smith
AME A QUIENES ENSEA
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EL AMOR ENTERNECE EL CORAZN
Una nueva maestra tena problemas con algunos miembros de la clase que se comportaban mal. Entonces, procur el consejo de un miembro de la presidencia de la Escuela Dominical, quien le sugiri que hiciera cierto experimento. Tendra que escoger a uno de esos miembros y demostrarle en cinco maneras diferentes cunto le apreciaba. Semanas ms tarde, el lder le pregunt qu resultados estaba obteniendo. La maestra le inform que la persona que haba escogido de entre los miembros de la clase ya no se comportaba como antes, por lo que estaba planeando escoger a otro de ellos. Al cabo de otras dos semanas, el lder volvi a preguntarle lo mismo y ella le respondi que estaba teniendo dificultades en seleccionar a otro. La tercera vez que el lder inquiri sobre el experimento, la maestra le dijo que haba escogido a tres miembros diferentes de la clase, uno por uno, y que cuando haba demostrado inters por ellos, haban dejado de comportarse mal. En cada caso, el amor haba enternecido el corazn.
Nadie puede ayudar en [esta obra] a menos que sea humilde y lleno de amor (D. y C. 12:8).
Por ejemplo, comparemos un nio con un vaso vaco, y nuestro conocimiento y experiencia, que se ha acumulado a travs de los aos, con un balde lleno de agua... No es posible vaciar un balde lleno de agua en un vaso pequeo. No obstante, mediante el uso de principios correctos para transmitir conocimiento, el vaso se puede ensanchar. Esos principios son la persuasin, la longanimidad, la benignidad, la mansedumbre, el amor sincero, la bondad y el conocimiento puro; stos ensancharn el vaso, que es el alma del nio, permitindole recibir mucho ms de lo que contena el balde original (Nacido de buenos padres, Liahona, enero de 1993, pg. 30). Una maestra de la Primaria coment en cuanto a ciertas experiencias gratificantes que tuvo con sus alumnos despus de que ella los visit en sus hogares y expres el inters que tena en ellos. Un nio pequeo haba sido un poco reacio a permanecer en la clase y aun cuando se quedaba no participaba en ella; pero despus que la maestra lo visit en su casa y habl con l acerca de cosas que para l eran predilectas, comenz a mostrar inters en asistir a la Primaria. Otra nia que nunca hablaba en la clase convers con entusiasmo cuando la maestra fue a visitarla y despus empez a participar en las lecciones.
Cmo el amor cristiano influye en nuestra enseanza

El apstol Pablo escribi: Si yo hablase lenguas humanas y anglicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o cmbalo que retie. Y si tuviese profeca, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy (1 Corintios 13:12). En esta dispensacin, el Seor ha dicho que nadie puede ayudar en [esta obra] a menos que sea humilde y lleno de amor, y tenga fe, esperanza y caridad (D. y C. 12:8). Si queremos ejercer una influencia positiva en aquellos a quienes enseamos, no debemos solamente amar la oportunidad de ensear; tenemos que amar a cada persona que enseamos. Es necesario evaluar
El poder del amor de un maestro

A medida que les demostremos amor, aquellos a quienes enseamos sern cada vez ms receptivos al Espritu; sern ms entusiastas con respecto al aprendizaje y tendrn una mejor disposicin hacia nosotros y hacia los dems en el grupo. Por lo general, obtendrn un concepto renovado de su valor eterno y un mayor deseo de obrar rectamente. El lder Dallas N. Archibald, de los Setenta, explic lo siguiente: La buena enseanza ennoblecer el alma.
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nuestro xito de acuerdo con el progreso de quienes enseamos y no de acuerdo con la excelencia de nuestro desempeo. El amor nos inspira a prepararnos y a ensear de una manera diferente. Cuando amamos a quienes enseamos, oramos por cada uno de ellos, y hacemos todo lo posible por saber cules son sus intereses, sus logros, sus necesidades y sus preocupaciones (vase El comprender a quienes ensea, pgs. 3536). Adaptamos nuestra enseanza para satisfacer sus necesidades, aunque ello nos requiera dedicar ms tiempo y esfuerzo. Advertimos cuando estn ausentes y los reconocemos cuando estn presentes. Les ofrecemos ayuda cuando la necesitan. Nos dedicamos a su bienestar eterno, haciendo todo lo que podemos para promoverlo, y evitando hacer cualquier cosa que lo entorpezca. Muchas de las cualidades ms importantes de un maestro del Evangelio eficaz se relacionan con el principio del amor. El profeta Mormn ense:
La caridad es sufrida y es benigna, y no tiene envidia, ni se envanece, no busca lo suyo, no se irrita fcilmente, no piensa el mal, no se regocija en la iniquidad, sino se regocija en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Por tanto... si no tenis caridad, no sois nada, porque la caridad nunca deja de ser. Allegaos, pues, a la caridad, que es mayor que todo, porque todas las cosas han de perecer; pero la caridad es el amor puro de Cristo, y permanece para siempre; y a quien la posea en el postrer da, le ir bien (Moroni 7:4547).
Informacin adicional
Para mayor informacin acerca de la importancia de amar a quienes ensea, vase la leccin 2 del curso Enseanza del Evangelio (pgs. 221225).
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EL COMPRENDER A QUIENES ENSEA
Considere la ltima leccin que ense. Al preparar y presentar dicha leccin, en qu pensaba? Pens en cuanto al material de la leccin? Pens acerca de quienes enseaba? Cunto saba realmente acerca de las personas a las que enseaba? Si no las conoca, cmo habra influido en su presentacin de la leccin el haber sabido al menos algo sobre tales personas? Un asesor del Sacerdocio Aarnico ofreci la siguiente perspectiva: Como asesor del qurum de diconos he podido aprender algo acerca de los jovencitos de 12 y 13 aos. Entiendo los problemas, las oportunidades, las experiencias e interrogantes que los jvenes de esa edad tienen en comn. Comprendo que cada uno de ellos acaba de recibir el sacerdocio y est aprendiendo lo que significa ejercerlo dignamente. Tambin conozco a cada uno de los diconos individualmente: lo que les agrada, lo que les desagrada, sus talentos, sus preocupaciones y lo que sucede actualmente en su vida. Cuando preparo las lecciones y se las presento a estos jvenes, trato de ensearles los principios del Evangelio de manera que se relacionen con su entendimiento y experiencia. Para fomentar la participacin de un jovencito, quizs le haga una pregunta que relacione algn punto de la leccin a un partido de ftbol. Para ayudar a que otro joven participe, podra relacionar algo que haya experimentado en un campamento de modo que ilustre la aplicacin de un principio del Evangelio. Al entender a estos jovencitos, voy aprendiendo a encontrar maneras de relacionar cada leccin con ellos.
El aprender las caractersticas y experiencias comunes de aquellos a quienes ensea

Aun cuando cada persona es peculiar, todos aquellos a quienes ensea, sean adultos, jvenes o nios, comparten muchas cosas en comn. En primer lugar y principalmente, cada uno de ellos es un hijo de nuestro Padre Celestial; cada uno de ellos tiene un potencial divino; cada uno de ellos quiere sentir que se le ama; cada uno de ellos quiere recibir el apoyo de los dems y ser apreciado por sus propias contribuciones. Adems de estas caractersticas comunes, aquellos a quienes ensea probablemente hayan tenido algunas experiencias similares. Por ejemplo, muchos miembros de una clase de Doctrina del Evangelio para adultos son padres que han obtenido experiencias significativas y gran perspectiva al criar a sus hijos. En los qurumes de lderes, quizs muchos hayan servido en una misin regular. Muchos sumos sacerdotes han servido en cargos administrativos en barrios o estacas. Muchos hombres jvenes y mujeres jvenes asisten a la misma escuela o a escuelas similares. Siempre habr algo que aquellos a quienes ensea tienen en comn. Usted debe tratar de conocer esas caractersticas y experiencias que dichas personas comparten entre s para encontrar maneras de aprovecharlas como recurso didctico. Al hacerlo, esas personas podrn apreciar que las lecciones de usted toman en cuenta las necesidades e intereses de ellas y que estas cosas se relacionan entre s. A la vez, participarn ms cabalmente y contribuirn con mayor confianza. Para informacin adicional sobre las caractersticas comunes en base a las edades de diferentes grupos, vase la parte C, La enseanza de diferentes grupos en base a sus edades (pgs. 119140).
El llegar a conocer a cada persona a quien ensea

Aunque las personas a quienes ensea tienen muchas caractersticas en comn, traen consigo una amplia variedad de experiencias y circunstancias. No hay dos perso-
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nas exactamente iguales. Todas tienen diferentes aptitudes, preferencias y aversiones; han experimentado distintas satisfacciones, oportunidades y dificultades. Cuando era Representante Regional, el lder Neal A. Maxwell dijo: Un grupo, un qurum o un saln de clase en la Iglesia podra incluir a algunos alumnos aburridos; a otros que estn reconsiderando su relacin con la Iglesia en una forma desapercibida, agonizante y crucial; a otros que probablemente estn de visita y que tal vez hayan de basar su futura asistencia y actitud en cuanto a la Iglesia en las experiencias que esa ocasin les ofrezca; a algunos cuyo idealismo se haya debilitado y hasta a un buen nmero de... miembros bien informados que encuentran gozo y progreso en una Iglesia divina que est llena de frgiles seres humanos y que pueden sobreponerse a sus desilusiones. Ser impersonal o utilizar un mtodo genrico de liderazgo o de enseanza ante un grupo de tal variedad significara que no se est anhelosamente consagrado a la causa del liderazgo o de la enseanza. Un desempeo de liderazgo o de enseanza insensible y casual pondra en evidencia que la persona se considera simplemente como un curso o como una barrera de peaje por la que deben pasar los miembros. La enseanza bajo tales condiciones estara ignorando la personalidad particular de la persona y carecera de afecto significativo y personal (...A More Excellent Way [1973], pgs. 5657). A medida que vaya conociendo y comprendiendo a cada una de las personas, usted estar mejor preparado
para ensear lecciones adaptadas a sus situaciones individuales. Tal entendimiento le ayudar a encontrar maneras de ayudarles a participar en los anlisis y en otras actividades de aprendizaje (vase Cmo acercarse a cada persona, pgs. 3738). Usted llegar a saber quin es capaz de responder a determinadas preguntas, quin puede contribuir con algn relato o experiencia personal que promueva la fe o quin ha pasado por alguna circunstancia que sirva para ilustrar el propsito de cierta leccin. Usted estar en mejores condiciones de evaluar cada respuesta obtenida en dichos anlisis y adaptar sus lecciones.
El considerar semejanzas y diferencias al preparar sus lecciones

Piense en la prxima leccin que habr de ensear. Trate de imaginar la escena y cada una de las personas que se hallarn ah. Quizs recuerde a alguien que siempre se sienta en el mismo lugar cada semana. Qu sabe usted acerca de esa persona que podra ayudarle a decidir cul ser el punto de la leccin que habr de recalcar? Qu experiencias ha tenido esa persona que podra ayudarle a otra a entender mejor un principio del Evangelio? Su conocimiento sobre estas cosas podr influir en sus decisiones al preparar y presentar sus lecciones. Es por eso que usted necesita algo ms que simplemente entender el material de la leccin: es menester que comprenda a las personas que ensea, como hijos de Dios, como miembros del grupo de personas de la misma edad y como personas individuales.
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CMO ACERCARSE A CADA PERSONA
Cierto coordinador de mejoramiento de maestros relat la siguiente experiencia: Se me haba designado como instructor de un curso para todos los maestros de la Escuela Dominical. Saba que tena que ensear a personas cuyas personalidades, antecedentes y necesidades diferan entre unos y otros. Uno de ellos era una maestra experimentada que con frecuencia haba trabajado con los jvenes. Otra persona daba la sensacin de no confiar en s misma como maestra y pareca sentirse terriblemente incompetente. Un hermano no se atreva a asistir porque no conoca mucho las Escrituras. Pens entonces en que me era necesario encontrar la manera de acercarme a cada uno de ellos. Antes de la primera leccin, le encargu al hermano que no se consideraba capaz de ensear con las Escrituras que hablara brevemente en cuanto a desarrollar un plan personal para estudiar el Evangelio. Esto me ofreci la oportunidad de reunirme con l fuera del saln de clases y manifestarle mi completa confianza en l. Durante la leccin, encomend a la maestra experimentada que compartiera con los dems algunas de sus ideas sobre la enseanza. Entonces aprovech la ocasin para agradecer a aquella hermana que pareca no confiar en sus talentos como maestra por el humilde testimonio que haba dado en otra clase unas semanas antes. Los tres respondieron muy bien. Durante esa leccin not que otra maestra se hallaba sentada aparte de los dems y decid hablar con ella despus de la clase; le expres mi inters y le pregunt si poda ayudarla de alguna manera con la asignacin que yo haba dado. Semanalmente,
continu procurando aprovechar toda oportunidad para acercarme a cada una de las personas en mi clase. A medida que desarrollaba el curso, comprend que se era un grupo muy particular. Todos participaban en animados anlisis y compartan sus experiencias. Parecan estar unidos por el sentimiento del amor. Pude comprobar que cuanto ms trataba yo de acercarme a ellos y de servirles individualmente, ms se disponan a escucharse y a compartir unos con otros. En retrospectiva, comprendo que el simple esfuerzo de acercarme a cada uno de ellos quizs haya sido lo ms importante que hice como instructor de aquel grupo. Pareca ser que les inspir a hacer lo mismo entre unos y otros. Parte de su labor como maestro del Evangelio es ayudar a sus alumnos a entender y sentir que nuestro Padre Celestial los ama. Esto no puede lograrse slo con palabras. Requiere acercarse a cada persona, aquellas a quienes ve con frecuencia, a las que ve ocasionalmente y a las que no ver sin hacer un esfuerzo especial. Requiere acercarse a cada individuo, no importa si ste coopera, si est desinteresado o si es rebelde. El Seor nos ha exhortado a recordar que el valor de las almas es grande a la vista de Dios (D. y C. 18:10).
Cmo acercarse individualmente a las personas en reuniones de grupo

Aun cuando est enseando a muchas personas al mismo tiempo, usted puede acercarse a ellas individualmente. Por ejemplo, lo hace al saludarles amablemente al principio de la clase. Los pequeos actos de cortesa como ste pueden tener un efecto muy importante. Tambin se acerca a la persona cuando crea un ambiente de participacin abierta y en el que los alumnos sienten confianza de hacer comentarios. En la noche de hogar y en las clases de la Iglesia, podra ayudar a quienes ensea a preparar una parte de la leccin. Usted podra planear la presentacin de informes especiales, de nmeros musicales o de preguntas para analizar con el fin de reconocer y aprovechar los talentos de determinadas personas. Por ejemplo, un hermano menos
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activo que tena buena voz para el canto se reactiv en la Iglesia despus de haber sido invitado ocasionalmente a cantar en algunas clases y otras actividades del barrio. Las personas se sienten conmovidas cuando se reconocen las contribuciones que hacen. Usted podra hacer un esfuerzo especial por reconocer los comentarios de cada persona y, si es posible, hacer que tales comentarios sean parte de los anlisis de la clase. En ocasiones, es provechoso formular de nuevo las preguntas o los comentarios de algunas personas a fin de que los dems puedan escucharlos o entenderlos mejor.
Cmo acercarse a la persona en otras ocasiones

Usted debe tratar de encontrar maneras de acercarse personalmente a quienes ensea. Lo que haga por ellos fuera del mbito de clase puede tener en cada persona un profundo efecto en su disposicin de estudiar el Evangelio. Podra quizs dedicarle algn tiempo a los miembros de su familia a nivel individual. Podra asimismo esforzarse por conversar personalmente con los miembros de la clase cada vez que los vea o se encuentre con ellos. Podra alentarlos y ayudarles en momentos de crisis, reconocer los acontecimientos importantes en su vida, visitar sus hogares y asistir a cualquier actividad en que ellos participen. El presidente Thomas S. Monson relat la siguiente historia:
Louis Jacobsen... era hijo de una pobre viuda danesa. Era bajo [de estatura], nada atractivo en apariencia, fcil presa de las insensatas bromas de sus compaeros. Una maana, en la Escuela Dominical, los nios se burlaron de sus pantalones remendados y su vieja camisa. Demasiado orgulloso para ponerse a llorar, el pequeo Louis se escap de la clase detenindose al fin, falto de aliento, para sentarse y descansar en el borde de [una] acera... El agua clara corra en la unin de la calle con la acera. Louis tom de su bolsillo un papel que contena el programa de la leccin de la Escuela Dominical y habilidosamente form un botecito y lo puso para que flotara en el agua. De su herido corazn de nio salieron las resueltas palabras: Jams volver. Sbitamente, a travs de sus lgrimas, Louis vio reflejada en el agua la imagen de un hombre grande y bien vestido; se dio vuelta y reconoci al superintendente de la Escuela Dominical, George Burbidge. Puedo sentarme contigo?, le pregunt el bondadoso lder. Louis dijo que s con la cabeza... [Durante] la conversacin, varios botecitos fueron armados y puestos a flotar corriente abajo. Finalmente, el lder se par y con la mano del nio fuertemente apretada en la suya, regresaron a la Escuela Dominical (vase Liahona, octubre de 1977, pg. 60).
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CMO AYUDAR A LOS MIEMBROS NUEVOS Y A LOS MENOS ACTIVOS
El presidente Gordon B. Hinckley aconsej: No es fcil convertirse en miembro de esta Iglesia. En la mayora de los casos es preciso dejar de lado viejos hbitos, viejos amigos y conocidos, y entrar a una nueva sociedad, la cual es diferente y un tanto exigente. Con un nmero de conversos cada vez mayor, debemos incrementar de manera substancial nuestros esfuerzos para ayudarlos a integrarse. Cada uno de ellos necesita tres cosas: un amigo, una responsabilidad y ser nutrido por la buena palabra de Dios (vase Moroni 6:4). Tenemos el deber y la oportunidad de proporcionarles estas cosas... Esta tarea es para todos... Pido a cada uno de ustedes que por favor nos ayuden en esta tarea; se precisa su amable manera de ser; se precisa de su sentido de responsabilidad (vase Los conversos y los hombres jvenes, Liahona, julio de 1997, pgs. 5354). Como maestro del Evangelio, es posible que usted preste servicio a personas que se hayan unido recientemente a la Iglesia o a los que estn reactivndose en ella. Puede seguir el consejo del presidente Hinckley al cultivar su amistad, al darles oportunidades para que participen en las lecciones y al asegurarse de que sean nutridos por la palabra de Dios. A continuacin se ofrecen algunas sugerencias para ayudarle a hacerlo.
Una responsabilidad
En las clases de la Iglesia, todos sus miembros tienen la responsabilidad de contribuir a una atmsfera propicia para el aprendizaje (vanse las pgs. 8586). Sin embargo, los miembros nuevos y los miembros menos activos podran necesitar un estmulo especial para que acepten esta responsabilidad. A continuacin se mencionan algunas ideas para ayudarles a participar en las lecciones: En los anlisis de la clase, hgales preguntas que realmente puedan contestar. Alinteles a compartir su testimonio y experiencias personales en cuanto a su aprendizaje de las verdades del Evangelio. Invteles a leer en voz alta. A fin de darles tiempo para prepararse, hable con ellos anticipadamente acerca de los pasajes de las Escrituras o de otros materiales que le gustara que leyeran. Invteles a ofrecer una oracin. Para evitar que se sientan incmodos de hacerlo, asgneselas con la debida anticipacin. Si ha de extenderles alguna asignacin, hgalo con suficiente tiempo para que se preparen bien. Si tienen alguna pregunta, ofrzcales la ayuda que sea necesaria. A medida que participen en los anlisis de la clase y en otras actividades de aprendizaje, los miembros nuevos y los miembros menos activos irn progresando en cuanto a su entendimiento del Evangelio y a su dedicacin al Seor y a Su Iglesia. Tambin podrn fortalecerlo a usted y a los dems miembros de la clase.
Un amigo
La Primera Presidencia nos ha aconsejado que debemos [extender] una mano de amistad a los investigadores y a los miembros nuevos, brindndoles una relacin de cario que les ayude a hacer la transicin social a sus nuevas amistades y a un nuevo estilo de vida (Cmo ayudar a los miembros nuevos, suplemento de la carta de la Primera Presidencia, 15 de mayo de 1997). Usted puede ayudar a otros a efectuar esta transicin invitndolos a su clase, mencionando sus nombres al darles la bienvenida cuando lleguen y presentndolos a los dems miembros de la clase.
Nutridos por la buena palabra de Dios

Los miembros nuevos y los que estn reactivndose por lo general anhelan aprender acerca del Evangelio. Usted puede ayudarles a mantener este entusiasmo y a incremen-
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tar su conocimiento del Evangelio. Considere las siguientes sugerencias: Exprseles su propio entusiasmo acerca del Evangelio. Dles su testimonio. Comparta con ellos su amor por las Escrituras.
Dedique tiempo para hablar con ellos fuera de la clase, para ofrecerles amistad y para asegurarse de que estn entendiendo los principios que les ensea. Relteles algunas experiencias que usted haya tenido al vivir el Evangelio. Alinteles a que lean las Escrituras por s mismos.
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CMO ENSEAR A PERSONAS CON DISCAPACIDADES
El lder Boyd K. Packer comparti la siguiente experiencia que tuvo su primer ao como maestro de seminario: Cierta jovencita en mi clase me perturbaba sobremanera por su actitud aparentemente insolente. No quera participar en las lecciones y viva perturbando al resto de la clase. En una ocasin le ped que de improviso respondiera a una pregunta sencilla pero ella, con insolencia, dijo: No quiero contestar. Yo insist en que lo hiciera, pero con una insolencia an mayor se neg a ello. Entonces hice un comentario muy tonto en cuanto a que los alumnos que no estn dispuestos a responder no recibirn buenas calificaciones. Y en mi interior pens: Ya veremos. O te ajustas a las normas o te atendrs a las consecuencias. Pocas semanas despus, durante una entrevista de padres y maestros, su madre la describi como una jovencita tmida y retrada, vacilante a participar. Su conducta tmida y retrada no me habra molestado, pero era su impudencia e insolencia lo que me preocupaba. Afortunadamente, antes de que yo pudiera describirle la conducta de la jovencita, su madre coment: Todo se debe a su impedimento del habla. Sorprendido, le pregunt de qu se trataba y ella dijo: Oh!, no lo ha notado usted? No. No lo haba notado. La madre agreg: Mi hija es capaz de hacer cualquier cosa con tal de no tener que participar en grupos. Su impedimento del habla es muy vergonzoso para ella. Despus de esa entrevista con la madre de la jovencita, me sent del tamao de una hormiga. Yo deba haber presentido que haba alguna razn para que se comportara de tal manera. Dediqu el resto de ese ao a hacer mi arrepentimiento completo. Entabl varias conversaciones con la joven y logr que participara ms. Le dije: Vamos a trabajar juntos para solucionar este problema. Antes de finalizar el ao, ella ya contestaba preguntas en la clase y participaba con frecuencia con la ayuda y cooperacin de los otros alumnos (Teach Ye Diligently, edicin revisada, 1991, pgs. 9293). Durante Su ministerio terrenal, el Salvador demostr gran compasin por la gente con discapacidades fsicas y mentales. Les ofreci esperanza, comprensin y amor. Al ensear a tales personas, usted debe seguir el ejemplo del Seor. Trate de no sentirse incmodo por las discapacidades que tengan. Reconozca que todos somos diferentes en una u otra manera. Con amor y sensibilidad, usted puede ayudar a los miembros minusvlidos de la clase para que participen en las lecciones. Quizs tenga que influir tambin en los dems miembros a fin de que comprendan y acepten a los que tienen discapacidades. A continuacin se describen distintos tipos de discapacidades y las formas en que usted podra ayudar a los miembros de la clase en tales condiciones.
Privacin del sentido del odo

La privacin del sentido del odo puede variar entre una prdida parcial o total.
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Algunas personas, con el uso de prtesis auditivas, pueden or bastante bien de tal manera que entienden las palabras, mientras que otras personas tienen que emplear el lenguaje mmico (dactilologa) o leer el movimiento de los labios. Cuando usted encuentre que un miembro de la clase sufre de privacin del sentido del odo, prstele una atencin especial y sea muy sensible con esa persona. Segn sea necesario, renase con ella para determinar cul habr de ser el mejor lugar para sentarse a fin de que pueda participar en los anlisis y en las actividades. Podra ser muy importante que dicha persona se siente donde pueda verle a usted fcilmente mientras habla. Quizs prefiera sentarse en un lado especfico de la sala. Considere estas alternativas con actitud de ayuda y amistad, y de manera que demuestre su inters en que dicha persona participe en la clase.
Sea sensible y amigable con el miembro de la clase que sea mentalmente discapacitado. Hblele normalmente sobre cosas normales. Invtele a participar en la clase de alguna manera que le resulte apropiada. Quizs podra ayudarle a prepararse con antelacin. En ocasiones, podra tambin dividir a la clase en pequeos grupos o en parejas de modo que dicha persona pueda asociarse con miembros de la clase que sean pacientes y serviciales.
Dificultades para leer

Algunas personas tienen dificultad para leer. Quizs padezcan de dislexia o de otra dificultad para la lectura. Probablemente tengan problema para leer en un idioma extranjero. Podran asimismo tener un mal sentido de la vista o simplemente carecer de experiencia para leer. Cuando perciba que un miembro de su clase tiene dificultad para leer, tenga especial cuidado al pedirle que participe en una leccin. No le abochorne pidindole que lea en voz alta si no se ha ofrecido para hacerlo. Procure familiarizarse mejor con dicha persona y saber ms en cuanto a su habilidad y voluntad para leer. Si esa persona est dispuesta a leer pero necesita tiempo para prepararse, usted podra ayudarle asignndole determinados pasajes para lecciones futuras. En otros casos, podra encontrar formas de incluirla en la clase sin que tenga la necesidad de leer. Analice con ella tales probabilidades y aydela a establecer la mejor forma en que podra participar.
Discapacidades de lenguaje y de expresin verbal

Hay personas que tienen discapacidad de lenguaje o para expresarse verbalmente, y ello les impide relacionarse o comunicarse con otros. Tales discapacidades podran ser leves o muy severas y podran manifestarse a cualquier edad. Las personas con discapacidad de lenguaje podran no entender bien los sonidos verbales ni la palabra escrita. Quizs tengan dificultad en pronunciar palabras o formar frases para expresar ideas. Algunas personas con tales discapacidades suelen tratar de ocultarlas mientras que otras, principalmente los nios, ni se percatan de ellas. Si usted cree que uno de los miembros de su clase padece una discapacidad tal, tenga cuidado particular de invitarlo a que participe frente a los dems. Demustrele una atencin especial y trate de saber algo ms acerca de su capacidad para aprender. Podra preparar algunas actividades didcticas que ayuden a dicha persona a participar sin turbacin, tal como en anlisis en grupo con la cooperacin de otros miembros de la clase que sean particularmente bondadosos y pacientes. Al ir familiarizndose con esa persona y a medida que aumente la confianza de sta, procure ofrecerle otras oportunidades para que contribuya a las lecciones. Aydele a dar los pasos que est dispuesta a dar para sentirse mejor en cuanto a su participacin personal.
Defectos visuales
Los defectos visuales pueden variar entre la prdida parcial de la visin y la ceguera total. Algunas personas con defectos visuales pueden ver bastante bien si se sientan al frente de la clase o si usan anteojos. Otros dependen de la audicin o de la lectura en sistema Braille (escritura en relieve) para poder aprender. Ayude a los que tengan defectos visuales para que se sienten donde puedan aprender con mayor eficacia y participar en las lecciones. Con espritu de amistad, hbleles en cuanto a sus necesidades y a lo que usted podra hacer para ayudarles.
La informacin anterior es solamente un breve resumen. Si usted percibe que un miembro de la clase tiene alguna discapacidad, consulte con dicho miembro y con sus familiares y amigos para determinar lo que podra hacer para ayudarle. Establezca una amistad con dicho miembro. Tambin podra consultar con sus lderes. Procure la gua del Espritu para saber cmo podra ayudar a que esa persona tenga xito y encuentre gozo en su clase.
Discapacidades mentales
Una persona que padezca una discapacidad mental podra desarrollar ms lentamente su habilidad para comunicarse, para la interaccin, para estudiar, para trabajar o para independizarse. Algunas personas con discapacidad mental requieren ayuda en la mayora de los aspectos de la vida, mientras que otros slo necesitan que se les ayude en unas pocas circunstancias especficas.
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AME A QUienes ENSEA
Para mayor informacin acerca de cmo ayudar a los miembros con discapacidades, vanse las pginas 374379 en la seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia.
Para hacer cualquier consulta en cuanto a materiales para miembros con discapacidades debe dirigirse a: Members with Disabilities Floor 24 50 East North Temple Street Salt Lake City, UT 84150-3200 Telfono: 1-801-240-2477
Materiales de consulta para miembros con discapacidades

Los materiales de consulta para miembros con discapacidades se enumeran anualmente en el Catlogo de Materiales de la Iglesia.
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ENSEE MEDIANTE EL ESPRITU

Si tenemos el Espritu del Seor como nuestra gua, podemos ensear a cualquier persona, por muy culta que sea, en cualquier parte del mundo. El Seor sabe mucho ms que cualquiera de nosotros, y si somos Sus discpulos, actuando bajo la influencia de Su Espritu, l puede hacer llegar Su mensaje de salvacin a toda alma. lder Dallin H. Oaks
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EL VERDADERO MAESTRO ES EL ESPRITU
Cuando un hombre habla por el poder del Santo Espritu, el poder del Espritu Santo lo lleva al corazn de los hijos de los hombres (2 Nefi 33:1). Ningn maestro terrenal, no importa cun competente sea o cunta experiencia tenga, puede ofrecer las bendiciones del testimonio y la conversin a otra persona. sa es la funcin del Espritu Santo. La gente llega a saber que el Evangelio es verdadero mediante el poder del Espritu Santo (vase Moroni 10:5; D. y C. 50:1314). El efecto del Espritu Santo en la persona que escucha la palabra de Dios es el poder de Dios para convencer a los hombres (D. y C. 11:21). El presidente Joseph Fielding Smith ense: El Espritu de Dios hablndole al espritu del hombre tiene el poder de impartir la verdad con mayor efecto y entendimiento que el que se puede aplicar cuando la verdad es impartida por medio del contacto personal aun con seres celestiales. Por medio del Espritu Santo la verdad es entretejida en la misma fibra y tendones del cuerpo de manera que no puede ser olvidada (Doctrina de Salvacin, compilacin de Bruce R. McConkie, 3 tomos [1995], 1:45).
una experiencia espiritual con el Seor. Usted es slo un instrumento, no el maestro. Es el Seor el que sabe cules son las necesidades de aquellos a quienes usted ensea. l es quien puede influir en el corazn de la persona y lograr que cambie (tomado de un discurso ante instructores de religin, 1 de septiembre de 1989).
El servir con humildad como instrumentos en las manos del Seor

A veces quizs nos tiente la idea de pensar que la gente se acercar ms al Seor gracias solamente a nuestro esfuerzo personal. Quizs supongamos que es nuestra persuasin lo que les convierte a la verdad. O probablemente imaginemos que nuestra elocuencia y nuestro conocimiento de un principio particular del Evangelio inspirar y edificar a una persona. Si empezamos a creer en esto, estaremos interfiriendo con el poder convincente del Espritu Santo. Debemos recordar que el Seor nos ha dado el mandamiento de [declarar] gozosas nuevas... con toda humildad, confiando en [l] (D. y C. 19:2930). Al prepararse espiritualmente y reconocer al Seor en sus enseanzas, usted se convertir en un instrumento en Sus manos. El Espritu Santo magnificar sus palabras con gran poder. El lder Richard G. Scott, del Qurum de los Doce, ense con las siguientes palabras cul es la diferencia entre la persona humilde que permite que el Espritu Santo ensee y la persona orgullosa que confa en su propia fortaleza: Hace algunos aos tuve en Mxico y Centroamrica una asignacin similar a la de un Presidente de rea... Cierto domingo... asist a una reunin de sacerdocio de una rama en la que un humilde lder mexicano del sacerdocio se esforzaba por comunicar las verdades del Evangelio. Era evidente que [el Evangelio] lo haba afectado profundamente. Percib que tena un intenso deseo de comunicar tales principios. l reconoca que eran de gran valor para aquellos hermanos que amaba. Lea del manual de lecciones y sin embargo su presentacin manifestaba su amor puro por el Salvador y por aquellos a quienes enseaba. Ese amor, esa sinceridad
La funcin del Espritu en la enseanza del Evangelio

Cuando enseamos el Evangelio, debemos reconocer con humildad que el verdadero maestro es el Espritu Santo. Nuestro privilegio consiste en servir como instrumentos por medio de los cuales el Espritu Santo pueda ensear, testificar, consolar e inspirar. Por tanto, debemos llegar a ser dignos de recibir el Espritu (vase Procure el Espritu, pg. 13). Debemos orar en procura de la gua del Espritu a medida que preparamos y enseamos las lecciones (vase Cmo reconocer y seguir el Espritu al ensear, pgs. 5152). Debemos hacer todo lo posible para crear un ambiente en el que aquellos a quienes enseamos puedan sentir la influencia del Espritu (vase Cmo invitar al Espritu al ensear, pgs. 4950). El lder Gene R. Cook, de los Setenta, dio este consejo: Quin habr de ensear? El Consolador. Asegrese de no pensar que usted es el verdadero maestro. Tal es un error muy serio... Asegrese de no interferir. El papel principal de un maestro es preparar el camino para que la gente pueda tener
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y pureza de propsito permitan que la influencia del Espritu Santo cubriera el saln mismo... Posteriormente, visit una clase de la Escuela Dominical en el barrio al que asista con mi familia. Un erudito profesor universitario present la leccin. Tal experiencia fue un notable contraste con la que disfrut en la reunin de sacerdocio de la rama. Me pareci que el instructor haba escogido deliberadamente algunas referencias indefinidas y ejemplos inusitados para desarrollar el tema que se le haba asignado: la vida de Jos Smith. Tuve la sensacin de que l estaba aprovechando la oportunidad para impresionar a la clase con su amplio conocimiento... No pareca estar dedicndose a comunicar los principios como aquel humilde lder del sacerdocio... ...La humildad del lder mexicano del sacerdocio era el requisito para que fuera utilizado como un instrumento para la comunicacin espiritual de la verdad (Helping Others to Be Spiritually Led [discurso ante instructores de religin, 11 de agosto de 1998], pgs. 1012).
Para mayor informacin sobre cmo ensear por medio del Espritu, vase la leccin 3 del curso Enseanza del Evangelio (pgs. 226230).
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ENSEE CON TESTIMONIO
El poder ms alto, ms convincente y que ms convierte en la enseanza del Evangelio, dijo el lder Bruce R. McConkie, se manifiesta cuando un maestro inspirado dice: Yo s por el poder del Espritu Santo, por las revelaciones que el Santo Espritu ha dado a mi alma, que la doctrina que he enseado es verdadera (The Promised Messiah [1978], pgs. 516517). El presidente Brigham Young aprendi esta verdad antes de ser bautizado como miembro de la Iglesia. El testimonio de un humilde misionero le ayud a sentir el poder de conversin del Espritu Santo. Tiempo despus coment: Cuando vi a un hombre sin elocuencia ni el talento para hablar en pblico que slo poda decir, Yo s, por el poder del Espritu Santo, que el Libro de Mormn es verdadero, que Jos Smith es un Profeta de Dios, el Espritu Santo que emanaba de aquella persona ilumin mi entendimiento y la luz, la gloria y la inmortalidad se manifestaron ante m (en Journal of Discourses, 1:88). El presidente Young reconoci el poder del testimonio en sus primeros das como misionero y dijo: Yo haba viajado slo por un breve tiempo para dar mi testimonio a la gente cuando aprend este hecho: que uno podra demostrar la doctrina con la Biblia hasta el da del juicio y quizs simplemente la convenza, pero no la convertir. Uno podra leer la Biblia desde el Gnesis al Apocalipsis y probar cada versculo que presente, pero eso no tendra, de por s, influencia alguna para convertir a la gente. Solamente un testimonio mediante el poder del Espritu Santo le proveer la luz y el conocimiento que habr de llevarle de corazn al arrepenti-
miento. Ninguna otra cosa podra conseguirlo (vase Enseanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young, pg. 260).
Qu es un testimonio?
Es muy importante entender lo que es un testimonio y lo que no lo es. En primer lugar, no es una exhortacin, un llamado al arrepentimiento, una narracin de un viaje, un sermn ni una instruccin. Es una simple y directa declaracin de creencia: un sentimiento, una seguridad, una conviccin. Generalmente se declara en primera persona del singular en un firme verbo que expresa creencia, tal como: S que..., Testifico que..., Doy testimonio de que..., o Tengo la firme conviccin de que... Usted probablemente haya escuchado a testigos especiales de Jesucristo emplear estas palabras: Les doy mi testimonio de que... o Testifico que... Los testimonios con frecuencia son ms poderosos cuando son breves, concisos y directos. Considere los siguientes ejemplos tomados de las Escrituras. Note que estos testimonios aparecen en el contexto de mensajes: al principio, en medio o al final. ste es el testimonio, el ltimo de todos, que nosotros damos de l: Que vive! Porque lo vimos, s, a la diestra de Dios; y omos la voz testificar que l es el Unignito del Padre; que por l, por medio de l y de l los mundos son y fueron creados, y sus habitantes son engendrados hijos e hijas para Dios (D. y C. 76:2224; cursiva agregada). S por m mismo, que cuanto os diga concerniente a lo que ha de venir es verdad; y os digo que s que Jesucristo vendr; s, el Hijo, el Unignito del Padre, lleno de gracia, de misericordia y de verdad (Alma 5:48; cursiva agregada). Y he aqu, ahora yo os testificar de m mismo que estas cosas son verdaderas. He aqu, os digo que yo s que Cristo vendr entre los hijos de los hombres para tomar sobre s las transgresiones de su pueblo, y que expiar los pecados del mundo, porque el Seor Dios lo ha dicho (Alma 34:8; cursiva agregada). Porque s que quienes pongan su confianza en Dios sern sostenidos en sus tribu-
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laciones, y sus dificultades y aflicciones, y sern enaltecidos en el postrer da (Alma 36:3; cursiva agregada). Otros ejemplos pueden encontrarse en Jacob 7:12, Alma 7:8 y 36:30, y Jos SmithHistoria 1:25.
El testimonio inspira testimonios

Al expresar su testimonio mediante lo que dice o hace, usted ayudar a motivar a otros para que fortalezcan sus propios testimonios. Cierto misionero escribi la siguiente carta a un hombre que haba sido su maestro un ao antes de comenzar su servicio misional: Yo s que usted es la clase de persona que no procura recibir elogios, honor ni reconocimiento. Espero sin embargo que me permitir expresarle mi sincero agradecimiento por la clase en que estudiamos el Libro de Mormn. Recuerdo las veces en las que nos testificaba que, aunque muchos lo desprecian suponindolo como una obra mal escrita o de ideas inferiores, el Libro de Mormn contiene mucha belleza y profundo significado. Tanto en la clase como a travs de mi estudio personal logr apreciar inmensamente este libro. Recuerdo haberme sentado en su clase a la espera de que usted nos diera su testimonio de alguna clara y simple verdad. Recuerdo cuando estudiamos Alma 32 y usted dio su testimonio de cmo la semilla de la verdad puede germinar en todos nosotros. Al dar su testimonio, usted permiti que el Espritu me testificara la verdad de ese principio. Ahora me encuentro aqu, a un mes de haber comenzado mi misin, con un ardiente testimonio del Libro de Mormn. Lo que he recibido no es una simple reserva que se ir disminuyendo. Usted me gui hacia el rbol de la vida. Tal como Lehi, usted slo deseaba ayudar a otros a participar del mismo. Eso me ha impresionado enormemente; yo pude ver las bendiciones del fruto en su propia vida.
El hacer del testimonio una parte de su enseanza

Para poder ensear mediante el poder convincente y de conversin del Espritu Santo, usted debe tener un testimonio de lo que est enseando. El presidente David O. McKay dijo: Es su deber ensear que Jesucristo es el Redentor del mundo, que Jos Smith fue un profeta de Dios y que en esta ltima dispensacin se le aparecieron en persona Dios el Padre y Su Hijo. Creen en eso? Lo sienten? Irradia su mismo ser ese testimonio...? Si es as, ese reflejo ofrecer vida a quienes enseen. Si no es as, se producir un desfallecimiento, un agotamiento, una carencia de ambiente espiritual en el que puedan progresar los santos... Ustedes pueden ensear con eficacia slo aquello que sienten en ustedes mismos (Gospel Ideals [1953], pg. 190). Usted puede obtener un testimonio y continuar fortalecindolo (1) al estudiar las Escrituras y las enseanzas de los profetas de los ltimos das, (2) al orar, (3) al ayunar y (4) al obedecer los mandamientos de Dios. Tambin ver que, al compartirlo con otros, su testimonio ir fortalecindose. Al prepararse para ensear cada una de sus lecciones, pida en oracin que el Espritu le ayude a saber cundo debe compartir sus ms sagrados sentimientos. Usted podra ser inspirado a dar su testimonio varias veces durante una leccin y no solamente al concluirla.
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CMO INVITAR AL ESPRITU AL ENSEAR
Como maestro, usted puede preparar un ambiente que invite a la presencia del Espritu mientras ensea. Entonces el Espritu podr testificar en cuanto a la veracidad de los principios que ensee. Las siguientes sugerencias le ayudarn a invitar al Espritu a medida que ensee.
minadas palabras hasta que aprendan a emplearlas por s mismos. Podra tambin agradecerles cada vez que ofrezcan una oracin y hacer un breve y apreciativo comentario acerca de lo que hayan dicho al orar.
Ensee en base a las Escrituras y a las palabras de los profetas de los ltimos das
Las enseanzas contenidas en las Escrituras y las palabras de los profetas de los ltimos das contienen gran poder para ayudarnos a sentir la influencia del Espritu (vase El poder de la palabra, pgs. 5456). El Seor dijo: Estas palabras no son de hombres, ni de hombre, sino mas; por tanto, testificaris que son de m, y no del hombre. Porque es mi voz la que os las declara; porque os son dadas por mi Espritu, y por mi poder las podis leer los unos a los otros; y si no fuera por mi poder, no podrais tenerlas. Por tanto, podis testificar que habis odo mi voz y que conocis mis palabras (D. y C. 18:3436).
Ore
El Seor ha dicho: Ora siempre, y derramar mi Espritu sobre ti, y grande ser tu bendicin, s, ms grande que si lograras los tesoros de la tierra y corrupcin en la medida correspondiente (D. y C. 19:38). La oracin fomenta la reverencia y nos ayuda a prepararnos para aprender el Evangelio. Las personas a quienes usted ensea deben turnarse para ofrecer las oraciones antes y despus de cada leccin. En sus oraciones podran pedir la gua del Espritu durante la leccin y a medida que lleven a la prctica los principios que van aprendiendo. Al ensearles, pida en su corazn que el Espritu le gue, que abra el corazn de sus alumnos y que les testifique e inspire. En ocasiones, podra pedir a los miembros de la clase que oren en su corazn a favor de usted como maestro y por s mismos y por otros que se estn esforzando por aprender (vase 3 Nefi 20:1). Si est enseando a nios pequeos, es mucho lo que usted podra hacer para ayudarles a ser reverentes en tanto que se preparan para la oracin. Podra recomendarles que permanezcan sentados en silencio. Podra cruzar sus brazos para darles el ejemplo. Podra ensearles el lenguaje propio de las oraciones, aun ayudndoles con deter-
Testifique
Al dar testimonio de los principios que ensea, el Espritu Santo puede testificarle a cada persona que lo que usted dice es la verdad (vase Ensee con testimonio, pgs. 4748). Testifique cada vez que el Espritu le inspire a hacerlo, no solamente al terminar las lecciones. Ofrezca a los miembros de la clase la oportunidad de expresar sus testimonios.
Comparta algunas experiencias

Nuestro testimonio suele fortalecerse gracias a las experiencias que tenemos. Quizs usted haya tenido alguna experiencia que fortaleci su testimonio de que nuestro Padre Celestial contesta nuestras oraciones. O quizs haya sido bendecido al obedecer un determinado mandamiento. Cuando comparte tales experiencias, usted es entonces un testigo viviente de las verdades del Evangelio y el Espritu puede testificar a los dems que lo que usted dice es verdadero. Adems de compartir sus propias experiencias, usted debe alentar a sus alumnos a que
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contribuyan las suyas cuando se sientan bien de hacerlo (vase Historias, pgs. 192194).
Emplee la msica
La msica nos permite expresar sentimientos espirituales que a veces tenemos dificultad en expresar con simples palabras. El lder Boyd K. Packer dijo que mediante la msica somos capaces de sentir y aprender con mucha rapidez... algunas cosas espirituales que de otra manera aprendemos muy lentamente (The Arts and the Spirit of the Lord, Ensign, agosto de 1976, pg. 61). Los himnos de la Iglesia y las canciones de la Primaria ensean principios del Evangelio. Usted podra utilizar esa msica en casi todas las lecciones para presentar o resumir una idea. Las canciones de la Primaria permiten que los nios expresen su testimonio con sencillez y hermosura (vase Msica, pgs. 200202).
Para obtener ideas sobre cmo emplear la msica sagrada en las reuniones de la Iglesia, en el hogar y en su vida personal, lea el prlogo del himnario (vase Himnos, pgs. ixx).
Exprese amor por el Seor y por los dems

Usted puede expresar amor por aquellos a quienes ensea al escucharles con atencin y al interesarse sinceramente por ellos y su vida. El amor cristiano tiene el poder de enternecer el corazn de las personas y ayudarles a ser receptivos a los susurros del Espritu (vase El amor enternece el corazn, pgs. 3334).
Para mayor informacin en cuanto a ensear por medio del Espritu, vase la leccin 3 del curso Enseanza del Evangelio (pgs. 226230).
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CMO RECONOCER Y SEGUIR EL ESPRITU AL ENSEAR
Si usted se ha preparado debidamente, el Espritu Santo lo iluminar y guiar al ensear. Quizs reciba algunas impresiones acerca de aquellos a quienes ensea, de lo que deber destacar al ensearles y de cmo podra ensearles con mayor eficacia. Sus esfuerzos diligentes sern magnificados a medida que obedezca con humildad los susurros del Espritu. Tambin podr ayudar a quienes ensea a reconocer la influencia del Espritu. Usted estar preparado para comprobar el cumplimiento de las palabras del Seor, que dijo: De manera que, el que la predica y el que la recibe se comprenden el uno al otro, y ambos son edificados y se regocijan juntamente (D. y C. 50:22). Oaks, por cierto que representa un sentimiento de consuelo y serenidad (La enseanza y el aprendizaje por medio del Espiritu, Liahona, mayo de 1999, pg. 22). Con marcada frecuencia sentiremos esclarecimiento, gozo y paz (vase Romanos 15:13; Glatas 5:2223; D. y C. 6:23; 11:13). El presidente Howard W. Hunter explic cmo podemos discernir diferentes manifestaciones del Espritu: Me preocupa que alguna intensa emocin o el derramamiento de lgrimas se considere a veces como equivalente a la presencia del Espritu. Ciertamente el Espritu del Seor puede causar fuertes sentimientos emocionales, incluso lgrimas, pero esa manifestacin exterior no debe confundirse con la presencia misma del Espritu. A travs de los aos he podido observar a muchos de mis hermanos y con ellos hemos compartido algunas inusitadas e indescriptibles experiencias espirituales. Esas experiencias han sido diferentes, cada una de ellas especial en su propia y debida forma, y tales momentos sagrados pueden o no haber venido acompaados de lgrimas. Con mucha frecuencia lo son, pero en ocasiones van acompaados de completo silencio. Otras veces vienen acompaados de gran gozo. Siempre incluyen una cabal manifestacin de la verdad, una revelacin al corazn... Escuchen la verdad, obedezcan la doctrina y permitan que la manifestacin del Espritu llegue como sea en cualquiera de sus variadas formas. Apguense a los principios firmes; enseen con un corazn puro. El Espritu entonces penetrar su
Cmo reconocer el Espritu

El lder Dallin H. Oaks ense lo siguiente: Debemos reconocer que el Seor nos hablar por medio del Espritu a Su propio tiempo y a Su propia manera... No podemos forzar las cosas espirituales. En la mayora de los casos, Su propia manera no es un repentino estruendo o una luz cegadora, sino lo que las Escrituras llaman la voz suave y apacible (1 Reyes 19:12; 1 Nefi 17:45; D. y C. 85:6)... Es preciso que sepamos que el Seor muy pocas veces habla alzando la voz; Sus mensajes casi siempre vienen en un susurro (vase La enseanza y el aprendizaje por medio del Espritu, Liahona, mayo de 1999, pg. 21). Cuando el Seor nos habla por medio del Espritu, ocasionalmente hace que [nuestro] pecho arda dentro de [nosotros] (D. y C. 9:8). Este ardor, explic el lder
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mente y su corazn, y la mente y el corazn de cada uno de sus alumnos (Eternal Investments [discurso ante instructores de religin, 10 de febrero de 1989], pg. 3).
El Espritu puede guiarle al prepararse para ensear

Al prepararse para ensear con espritu de oracin, al estudiar las Escrituras y aun al realizar sus labores cotidianas, someta su mente y su corazn a la gua del Seor. Usted podra recibir del Espritu una corriente de ideas (Enseanzas del Profeta Jos Smith, compilacin de Joseph Fielding Smith [1982], pg. 179). Podra ser guiado a destacar ciertos principios, podra obtener un entendimiento de cmo presentar mejor determinadas ideas y encontrar algunos ejemplos, lecciones prcticas e historias inspiradoras en las simples actividades de la vida (vase Trate de encontrar lecciones en toda circunstancia, pgs. 2324). Tambin podra recibir la impresin de invitar a alguna persona particular para que le ayude a presentar la leccin. Tal vez recuerde alguna experiencia personal que pueda compartir con la clase. Escriba estas ideas y sgalas con espritu de oracin. El lder C. Max Caldwell relat la siguiente experiencia: Hace unos aos me prepar para ensear una clase sobre un tema que me pareca bastante difcil. La noche antes de la clase, or pidiendo ayuda y despus me acost, todava preocupado. Cuando me despert, se me ocurri una idea que present a la clase esa maana. Despus de la leccin, un joven me habl en privado, diciendo: Esa leccin era para m; ahora s lo que debo hacer. Despus me enter de que el haber ido a esa clase haba sido el primer contacto que [ese joven] haba tenido con la Iglesia desde haca aos. Despus de eso, puso su vida en orden y ms adelante sirvi fielmente en una misin. En estos momentos goza de la felicidad de haber hecho convenios eternos con su familia (vase Liahona, enero de 1993, pg. 34).
ser dado en la hora, s, en el momento preciso, lo que [habr] de decir (D. y C. 100:6). Ocasionalmente, usted podr sentir la inspiracin de dejar de lado una parte de una leccin o agregar algo que no haya preparado. Podra sentir la impresin de dar su testimonio o invitar a otros a compartir el suyo. Cuando sus alumnos le hagan preguntas, quizs podra tener la inspiracin de poner a un lado lo que haya preparado y entonces tratar con diligencia el tema de tales preguntas. Asegrese de que la inspiracin provenga del Espritu y no simplemente a causa de las preguntas de sus alumnos. Responda con humildad a tales sentimientos. Permita que el Espritu se manifieste por medio de usted para influir en el corazn de aquellos a quienes est enseando.
Usted puede ayudar a otros a reconocer el Espritu

Al familiarizarse ms con la voz del Espritu, usted podr entonces ayudar a quienes ensea a reconocer Su influencia. El lder Richard G. Scott dijo: Aunque lo nico que logren en su relacin con sus alumnos sea ayudarles a reconocer y seguir la inspiracin del Espritu, les habrn bendecido entonces inconmensurable y eternamente la vida (Helping Others to Be Spiritually Led [discurso ante instructores de religin, 11 de agosto de 1998], pg. 3). Kristi, una jovencita de ocho aos de edad, asisti a una reunin especial de misioneros con su padre. Como parte de la reunin, su padre exhibi unas lminas de Jesucristo y dio su testimonio acerca del Salvador. Despus de la reunin, Kristi dijo a su padre: Siento deseos de llorar. Su padre pudo reconocer que la nia estaba sintiendo la influencia del Espritu. Se arrodill junto a ella, la abraz y le dijo que esos sentimientos de ternura eran la inspiracin del Espritu Santo para ayudarla a saber que las cosas que haba escuchado eran verdaderas. Le dio su testimonio de que siempre podra saber que algo es verdadero al reconocer ese mismo sentimiento dulce que experimentaba en esos momentos. Aproveche cada oportunidad para ayudar a otros a reconocer y agradecer la paz y el gozo que provienen de obedecer los susurros del Espritu.
El Espritu puede guiarle mientras ensea

Generalmente, usted ensear por medio del Espritu cuando siga lo que haya preparado con oracin y cuidado. Adems, el Espritu puede de vez en cuando inspirarlo a medida que ensea. Tal como el Seor ha prometido, [le]
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ENSEE LA DOCTRINA
Yo no puedo salvarlos; ustedes no pueden salvarme a m; no podemos salvarnos unos a otros, sino nicamente al grado que podamos persuadirnos mutuamente a recibir la verdad, ensendola. Cuando un hombre recibe la verdad, la verdad lo salvar. No se salvar simplemente porque alguien se la haya enseado, sino porque la acept y procedi de acuerdo con ella. Presidente Joseph F. Smith
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EL PODER DE LA PALABRA
Cuando Alma, el sumo sacerdote de los nefitas, se enter de que los zoramitas se haban apartado de los nefitas y se estaban dedicando a prcticas malignas, su corazn empez... a afligirse a causa de la iniquidad del pueblo. Porque le era motivo de mucho pesar a Alma saber de la iniquidad entre su pueblo. Adems, los zoramitas significaban un verdadero peligro militar para los nefitas. stos teman en gran manera que los zoramitas establecieran relaciones con los lamanitas, y resultara en una prdida muy grande para los nefitas (vase Alma 31:14). En situaciones similares, muchos lderes querran tomar las armas y entrar en guerra. Pero preocupndose por sus hermanos zoramitas, Alma propuso algo mejor: Y como la predicacin de la palabra tena gran propensin a impulsar a la gente a hacer lo que era justo s, haba surtido un efecto ms potente en la mente del pueblo que la espada o cualquier otra cosa que les haba acontecido por tanto, Alma consider prudente que pusieran a prueba la virtud de la palabra de Dios (Alma 31:5). La palabra de Dios puede tener una poderosa influencia. A veces podramos estar tentados a pensar que aquellos a quienes enseamos quizs prefieran hablar sobre otras cosas o divertirse. Pero los padres, lderes, maestros orientadores, maestras visitantes y maestros de clases en la Iglesia que son eficientes saben que cuando ensean la doctrina por el poder del Espritu, aquellos a quienes ensean suelen con frecuencia empezar a desear las cosas de Dios.
Por qu debemos ensear la palabra de Dios

Cuando les predicaba a los zoramitas, Alma hablaba a un grupo de personas cuyas mismas aflicciones les haban preparado para que recibieran la palabra de Dios. Les ense en cuanto al poder de la palabra. Al estudiar lo que l les dijo, nosotros podemos entender por qu debemos emplear la palabra de Dios como fuente esencial de toda nuestra enseanza del Evangelio. Alma compar la palabra a una semilla que puede plantarse en nuestro corazn. Si alguna vez usted ha cuidado de una hortaliza, habr visto que las semillas que haya plantado, aunque pequeitas, pueden germinar con abundancia poco tiempo despus de haber recibido un poco de humedad. La energa que una semilla contiene es tan poderosa que podra aun abrir un suelo endurecido para hacer salir su primer retoo. Eso es lo que sucede cuando damos cabida a la palabra de Dios para que se plante en nuestro corazn. Si no rechazamos la semilla o en otras palabras, si no resistimos al Espritu del Seor la semilla ir abrindose y brotando. Alma dijo: Empezar a hincharse en vuestro pecho; y al sentir esta sensacin de crecimiento, empezaris a decir dentro de vosotros: Debe ser que sta es una semilla buena, o que la palabra es buena, porque empieza a ensanchar mi alma; s, empieza a iluminar mi entendimiento; s, empieza a ser deliciosa para m (Alma 32:28). Cuando esto sucede dentro de nosotros, sabemos que esa semilla la palabra de Dios, es buena: He aqu, al paso que la semilla se hincha y brota y empieza a crecer, entonces no podis menos que decir que la semilla es buena... Y he aqu, por haber probado el experimento y sembrado la semilla, y porque sta se hincha, y brota, y empieza a crecer, sabis por fuerza que la semilla es buena (Alma 32:30, 33). Alma continu diciendo: Si cultivis la palabra, s, y nutrs el rbol mientras empiece a crecer, mediante vuestra fe, con gran diligencia y con paciencia, mirando hacia adelante a su fruto, echar raz; y he aqu, ser un rbol que brotar para vida eterna dando un fruto sumamente precioso (Alma 32:4142).
Al finalizar su misin de catorce aos entre el pueblo lamanita, Ammn exclam: He aqu, a cuntos miles de nuestros hermanos ha librado [Dios] de los tormentos del infierno, y se sienten movidos a cantar del amor redentor; y esto por el poder de su palabra que est en nosotros (Alma 26:13).
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ENSEE LA DOCTRINA
El lder Boyd K. Packer dijo: Si la verdadera doctrina se entiende, ello cambia la actitud y el comportamiento. El estudio de la doctrina del Evangelio mejorar el comportamiento de las personas ms fcilmente que el estudio sobre el comportamiento humano (vase Liahona, enero de 1987, pg. 17). Ninguna idea, ningn principio mundano tiene este poder. No hay conferencia cautivante ni presentacin amena que pueda ser tan profunda para volver a Cristo el corazn de los hombres. El concentrar nuestra enseanza en las verdades del Evangelio es la nica manera de llegar a ser instrumentos en las manos de Dios para ayudar a cultivar la fe que habr de llevar a otros al arrepentimiento y venir a Cristo. La enseanza de la doctrina nos protege contra la rebelda espiritual. Puede orientarnos cuando nos alejamos. El lder Russell M. Nelson explic lo siguiente: Hace aos, cuando yo era un joven estudiante de medicina, vi a muchos pacientes que padecan enfermedades que ahora se previenen. Hoy en da es posible inmunizar a las personas en contra de males que antes las dejaban lisiadas o les producan la muerte. Un modo de inmunizar a las personas es la inoculacin de vacunas. El vocablo inocular es fascinante; proviene de dos races latinas; in, que significa dentro de, y oculus, que significa ojo. Por tanto, el verbo inocular significa literalmente poner un ojo dentro, advertir del mal. Un mal como la poliomielitis puede lisiar o destruir el cuerpo. Un mal como el pecado puede lisiar o destruir el espritu. Los estragos de la poliomielitis pueden ahora prevenirse con la inmunizacin, pero los estragos del pecado exigen otros medios de prevencin. El mdico no puede inmunizar en contra de la iniquidad. La proteccin espiritual proviene slo del Seor y segn Su propia manera... La opcin que Jess ha tomado no es la de inocular, sino la de adoctrinar. Su mtodo no emplea ninguna vacuna; utiliza la enseanza de la divina doctrina un ojo interior que dirige para proteger el espritu eterno de Sus hijos (vase Los hijos del convenio, Liahona, julio de 1995, pgs. 3637).
Cmo ensear con las Escrituras y las palabras de los profetas de los ltimos das
Cuando empleamos las Escrituras y las palabras de los profetas de los ltimos das como la fuente de toda nuestra enseanza, invitamos al Espritu a que testifique. Esto trae a nuestra enseanza el poder de Dios para convencer a los hombres (D. y C. 11:21). Un obispo relat en una reunin de liderazgo de estaca la siguiente experiencia: Hace unos treinta aos serv como asesor del qurum de presbteros en nuestro barrio. En las lecciones del qu-
rum siempre nos asegurbamos de leer las Escrituras y las palabras de los profetas vivientes y de hacer resaltar la doctrina. Siendo que contbamos all con el Espritu, nuestras reuniones eran memorables y agradables. Integraba nuestro qurum un joven presbtero llamado Paolo, quien rara vez paraba en su casa; sus padres por lo general no saban dnde se encontraba. De vez en cuando, yo poda comunicarme con l y lograba que ocasionalmente asistiera a las reuniones del qurum, en donde nos esforzbamos por entender mejor los principios del Evangelio y nos concentrbamos en aprender las lecciones basndonos en las Escrituras. Cuando Paolo vena a la clase, yo perciba espiritualmente que esas verdades le llegaban al corazn aunque a veces despus sola desaparecer de la ciudad por varias semanas seguidas. Un domingo de maana, Paolo vino a la Iglesia bien afeitado y vestido de traje, camisa blanca y corbata. Todos nos sentimos felizmente sorprendidos. Despus nos enteramos de que la noche anterior haba tenido cierta experiencia muy lejos de su hogar. Se senta muy deprimido, y a eso de la medianoche su mente fue abierta y tuvo una experiencia espiritual y se dio cuenta de que Dios y Satans estaban luchando por conquistar su alma y que Satans estaba ganando la batalla. En ese preciso instante, a altas horas de la noche, se levant de donde se encontraba y camin muchos kilmetros hasta llegar a su casa. Despert a sus padres, les cont lo que haba sucedido y entonces, al amanecer, se ase, se visti y fue a la Iglesia. Nunca volvi a mirar hacia atrs. Se arrepinti de los errores que haba cometido y tiempo despus se enamor y se cas con una de las ms nobles jovencitas de nuestro barrio. En la actualidad, es un padre recto, un poseedor del sacerdocio y un honrado ciudadano. Con frecuencia he pensado que las cosas que Paolo escuch en aquellas reuniones de qurum tuvieron mucho que ver con el notable cambio que se produjo en su vida. Comprend en esos das que lo que tratbamos acerca de las verdades del Evangelio estaba influyendo en su corazn. Creo que esas verdades continuaban recordndole quin realmente era y lo que Dios esperaba de l. Creo que tuvieron un efecto en su mente y en su corazn hasta el punto de hacerle sentirse cada vez ms incmodo con el estilo de vida que estaba escogiendo. A travs de esa pequea ranura en su endurecido corazn, el Espritu poda ir hablndole y advirtindole. Cun agradecido estoy de que no hayamos malgastado el tiempo en nuestro qurum hablando acerca de automviles ni deportes o sobre mis propias ideas en cuanto a la forma en que deberan estar viviendo! Creo que Paolo sinti el llamado del Seor por medio de las verdades del Evangelio que estudiamos juntos.
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Podemos demostrarles a quienes enseamos lo que se debe hacer para encontrar ese poder en las Escrituras. El lder Boyd K. Packer declar lo siguiente: Ustedes tienen que ensear las Escrituras... Si sus alumnos se familiarizan con las revelaciones, no habr pregunta personal, social, poltica o laboral que no podran contestar. Ellas contie-
nen la plenitud del Evangelio sempiterno. En ellas encontramos principios de la verdad que resolvern toda confusin, todo problema y todo dilema que deba enfrentar la familia humana o cualquiera de sus integrantes (Teach the Scriptures [discurso ante instructores de religin, 14 de octubre de 1977], pg. 5).
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ENSEE LA DOCTRINA
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EL CONSERVAR PURA LA DOCTRINA
Es motivo de admiracin e inspirador el pensar en los sacrificios que muchas personas han tenido que hacer para aceptar la verdad. Muchos han sido bautizados a pesar del rechazo de sus familiares a causa de tal decisin. Muchos profetas y otras personas han dado su vida antes de negar sus testimonios. Refirindose al martirio de Jos Smith y su hermano Hyrum, el lder John Taylor declar que la publicacin del Libro de Mormn y de Doctrina y Convenios cost la mejor sangre del siglo diecinueve (D. y C. 135:6). Es necesario que toda persona que ensee el Evangelio comunique a otros, en forma pura y sin distorsiones, esas verdades por las que tan grandes sacrificios fueron hechos. El presidente Gordon B. Hinckley declar: Ya he hablado antes en cuanto a la importancia de conservar pura la doctrina de la Iglesia y ver que se ensee en todas nuestras reuniones. Esto me preocupa sobremanera. Aun las ms mnimas aberraciones en la enseanza doctrinaria pueden conducir a enormes y malignas falsedades (Teachings of Gordon B. Hinckley [1997], pg. 620).
Escrituras, naturalmente; en particular el Libro de Mormn. Esta [fuente] tambin incluye las dems revelaciones modernas, junto con las palabras de los apstoles y profetas, y los susurros del Espritu (vase Liahona, julio de 1987, pg. 87).
Utilice materiales para lecciones producidos por la Iglesia

Para ayudarnos a ensear en base a las Escrituras y a las palabras de los profetas de los ltimos das, la Iglesia ha producido manuales de lecciones y otros materiales. Hay muy poca necesidad de comentarios y referencias de otras fuentes. Debemos estudiar diligentemente las Escrituras, las enseanzas de los profetas de los ltimos das y el material oficial de las lecciones para asegurarnos de que entendemos correctamente la doctrina antes de ensearla.
Ensee las verdades del Evangelio y nada ms que eso

Cuando Alma orden sacerdotes para que ensearan a aquellos que l mismo haba bautizado en las aguas de Mormn, les mand que no ensearan nada, sino las cosas que l haba enseado, y que haban sido declaradas por boca de los santos profetas (Mosah 18:19). Cuando los doce discpulos nefitas del Salvador enseaban a la gente, [ministraron] las mismas palabras que Jess haba hablado, sin variar en nada las palabras que Jess haba hablado (3 Nefi 19:8). Al ensear el Evangelio de Jesucristo, usted debe seguir esos ejemplos.
El captulo 8 de Moroni contiene una carta que le escribi Mormn a Moroni, su hijo. El tema de la misma es el bautismo de infantes, que algunos miembros de la Iglesia estaban practicando. Para ayudar a su hijo a corregir esa falsa enseanza, Mormn volvi a declarar la doctrina correcta de la responsabilidad y encomend a Moroni que la enseara a todo el pueblo. Lea Moroni, captulo 8, como un ejemplo de la necesidad de conservar puros e inalterables la doctrina y los principios de la Iglesia.
Ensee claramente las verdades del Evangelio de modo que nadie pueda malentenderlas
El presidente Harold B. Lee declar: Debis ensear los viejos principios, no tan claramente que los alumnos no tengan ms remedio que entender, sino que debis ensear la doctrina de la Iglesia tan claramente que nadie malentienda (Lealtad, Un mandato a los maestros de religin, 2a. edicin [1982], pg. 58).
Sus responsabilidades como maestro

Al preparar y presentar sus lecciones, usted debe tomar las siguientes precauciones a fin de asegurarse de que ensear la verdad tal como el Seor la ha revelado.
Ensee por el Espritu empleando las Escrituras y las palabras de los profetas de los ltimos das
El presidente Ezra Taft Benson ense: A cul fuente debemos recurrir para ensear el gran plan del Dios Eterno? Las
Advertencias a los maestros de religin

Al esforzarse por conservar pura la doctrina, usted deber evitar los siguientes problemas.
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Especulaciones
Al presentar una leccin, hay muchas formas en que un maestro sin disciplina pueda apartarse del sendero que conduce a su objetivo. Una de las tentaciones ms comunes es la de especular en cuanto a temas sobre los cuales el Seor ha dicho muy poco. El maestro disciplinado tiene la valenta necesaria para decir No lo s, y dejarlo as. Tal como el presidente Joseph F. Smith ha dicho: No se menoscaba nuestra inteligencia o nuestra integridad cuando decimos francamente, frente a una centena de preguntas especulativas: yo no s (Doctrina del Evangelio, (1978), pg. 9) (Joseph F. McConkie, The Disciplined Teacher, Instructor, sept. de 1969, pgs. 334335).
cio. Debemos prestar atencin cuidadosa a los mensajes impartidos por las Autoridades Generales en conferencias generales y de estaca, y leer con regularidad las publicaciones oficiales de la Iglesia. Los alumnos prestarn una significativa atencin al maestro que haya establecido una reputacin de ser convencional y bien fundado en la doctrina de la Iglesia (Instructor, sept. de 1969, pgs. 334335).
Alterar la historia de la Iglesia

El presidente Ezra Taft Benson advirti lo siguiente: Han existido y contina habiendo tentativas por intercalar una filosofa [humanista] en la historia misma de nuestra Iglesia.. El propsito [de ello] es menoscabar el principio de la revelacin y la intervencin de Dios en los eventos significativos, e inmoderadamente destacar la naturaleza humana de los profetas de Dios procurando acentuar sus debilidades humanas por sobre sus cualidades espirituales (Gods Hand in Our Nations History, Devocionales de 1976 [1977], pg. 310). Refirindose a estas tentativas, el presidente Benson dijo en otra ocasin: Queremos advertirles, a ustedes lo maestros, en cuanto a estas tendencias que parecen ser un esfuerzo por interpretar otra vez la historia de la Iglesia para que sea racionalmente ms atractiva para el mundo (The Gospel Teacher and His Message [discurso ante instructores de religin, 17 de septiembre de 1976], pg. 11).
Citas equivocadas
El maestro disciplinado es aquel que est seguro de sus fuentes de informacin... y que har todo esfuerzo posible por determinar si una declaracin representa correctamente la doctrina de la Iglesia o si slo se trata de la opinin del autor (Instructor, sept. de 1969, pgs. 334335). No debemos atribuir declaraciones a lderes de la Iglesia sin confirmar previamente la fuente de tales declaraciones. Cuando citamos las Escrituras, debemos asegurarnos de que nuestro empleo de las mismas concuerde con su contexto (vase El ensear en base a las Escrituras, pgs. 5960).
Las predilecciones doctrinales

Las predilecciones doctrinales, es decir, el nfasis especial o exclusivo en un solo principio del Evangelio, es algo que todo maestro debe evitar (Instructor, sept. de 1969, pgs. 334335). El presidente Joseph F. Smith dijo: Esta predileccin da un aspecto falso del Evangelio del Redentor a quienes la apoyan; tergiversa sus principios y enseanzas y los hace discordantes. Este punto de vista es innatural. Todo principio y prctica revelados de Dios son esenciales para la salvacin del hombre, y el anteponer indebidamente uno de ellos, escondiendo y opacando todos los dems, es imprudente y peligroso; amenaza nuestra salvacin porque obscurece nuestra mente y ofusca nuestro entendimiento (Doctrina del Evangelio, pg. 112).
Interpretaciones personales y conceptos extraos

El presidente J. Reuben Clark, Jr., dijo: Solamente el Presidente de la Iglesia, el Sumo Sacerdote Presidente, es sostenido como Profeta, Vidente y Revelador para la Iglesia, y slo l tiene el derecho de recibir revelaciones para la Iglesia, ya sean nuevas o enmendadoras, o de dar interpretaciones autorizadas a pasajes de las Escrituras que hayan de ser valederas para la Iglesia o de cambiar de cualquier manera alguna doctrina existente de la Iglesia (en Church News, 31 de julio de 1954, pg. 10). No debemos ensear ninguna interpretacin personal de los principios del Evangelio o de las Escrituras. El lder Spencer W. Kimball declar: Hay en la actualidad personas que se enorgullecen con disentir en cuanto a las enseanzas ortodoxas de la Iglesia y presentan sus propias opiniones contradictorias a la verdad revelada. Algunos podran ser parcialmente inocentes al hacerlo; otros alimentan su propia vanidad, y an otros parecen hacerlo deliberadamente. Los hombres pueden pensar como les plazca, pero no tienen derecho a imponer sobre otros sus ideas poco ortodoxas. Tales personas deben entender que estn arriesgando su propia alma (en Conference Report, abril de 1948, pg. 109).
Relatos sensacionales
Quizs una de las mayores tentaciones del maestro que lucha por mantener la atencin de su clase es utilizar alguna historia sensacional o impresionante. Existen muchas de stas que, aunque de origen dudoso, circulan continuamente por toda la Iglesia... stos no son instrumentos de enseanza; el equilibrio espiritual y el testimonio no se fundan en relatos sensacionales. Recibimos la direccin del profeta a travs de los conductos apropiados del sacerdo-
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ENSEE LA DOCTRINA
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EL ENSEAR EN BASE A LAS ESCRITURAS
Los profetas de los ltimos das nos han indicado que debemos emplear las Escrituras para ensear las doctrinas del Evangelio. El presidente Ezra Taft Benson dijo: No deben olvidar que no existe substituto adecuado para las Escrituras o las palabras de los profetas vivientes. [Las Escrituras] deben ser sus fuentes originales de informacin. Lean y mediten ms acerca de lo que el Seor ha dicho y menos en cuanto a lo que otros han escrito concerniente a las palabras del Seor (The Gospel Teacher and His Message [discurso ante instructores de religin, 17 de septiembre de 1976], pg. 6). El presidente Gordon B. Hinckley ha dicho: La fuente ms autntica de sabidura divina es la palabra del Seor en estos sagrados tomos, los libros cannicos de la Iglesia. En ellos encontramos la doctrina a la cual debemos asirnos si es que esta obra habr de avanzar hacia su destino divinamente trazado (en Conference Report, abril de 1982, pgs. 6768). Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a ensear en base a las Escrituras.
que estos mtodos estimulan al alumno a pensar acerca de las Escrituras y a compartir sus percepciones. Al analizar los principios de las Escrituras, van desarrollando la capacidad necesaria para estudiarlas personalmente. (Como ayuda para llevar a cabo anlisis en grupo y utilizar preguntas, vanse las pgs. 6870 y 7375).
Proporcineles el contexto de los pasajes de las Escrituras

Las circunstancias o los antecedentes de un pasaje de Escritura se consideran como el contexto. Los alumnos entendern mejor lo que acontece o se dice en un pasaje de Escritura cuando entiendan su contexto. Para comenzar a determinar el contexto, haga las siguientes preguntas: Quin es la persona que habla aqu? A quin se est dirigiendo? Sobre qu est hablando? A qu est respondiendo? Por qu est diciendo eso? Por ejemplo, en Lucas 15:1132 encontramos la parbola del Salvador sobre el hijo prdigo. El profeta Jos Smith dijo que haba podido comprender esta parbola al considerar su contexto: Tengo una llave por medio de la cual entiendo las Escrituras. Pregunto: Qu fue el problema que ocasion la respuesta, o caus que Jess relatara la parbola...? Mientras Jess instrua al pueblo, todos los publicanos y pecadores se acercaban para escucharlo. Y murmuraban los fariseos y los escribas, diciendo: ste a los pecadores recibe, y con ellos come. sta es la palabra que sirve de clave al porqu de la parbola del hijo prdigo. Se dio como respuesta a las murmuraciones y preguntas de los fariseos y saduceos, que estaban investigando, criticando y diciendo: Cmo es que este hombre, tan grande como pretende ser, se sienta a comer con publicanos y pecadores? (Enseanzas del Profeta Jos Smith, compilacin de Joseph Fielding Smith [1982], pgs. 339340). Tal como lo indic el profeta Jos, el contexto de la parbola del hijo prdigo empieza en Lucas 15:12, varios versculos antes del comienzo mismo de la parbola.
Procura obtener [mi palabra]

Antes de que podamos ensear en base a las Escrituras, es necesario que las estudiemos por nuestra propia cuenta (vase Procure obtener la palabra, pgs. 1415; Desarrolle un plan personal para estudiar el Evangelio, pgs. 1617).
Lleve a cabo anlisis en grupo y utilice preguntas

Al ensear en base a las Escrituras, es particularmente importante llevar a cabo anlisis en grupo y utilizar preguntas, por-
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Una forma de encontrar el contexto es leer los versculos que preceden y los que siguen al pasaje que est estudiando. Este mtodo es provechoso aun cuando el que habla en un pasaje de las Escrituras est respondiendo no slo a la gente sino refirindose a importantes acontecimientos del momento. Un ejemplo de ello se resume al principio de la seccin El poder de la palabra (pg. 54). Cuando entendemos quines eran los zoramitas, la lamentable condicin espiritual en que se encontraban y la amenaza que presentaban a los nefitas, podemos comprender mejor cun importante fue la declaracin de Alma en cuanto a que l y sus hermanos tenan que [poner] a prueba la virtud de la palabra de Dios en sus esfuerzos por rescatar a los zoramitas de su lamentable condicin (Alma 31:5). A veces suele ser til estudiar la historia poltica, social y econmica de la poca en que se desarroll la Escritura. Por ejemplo, para obtener un mejor entendimiento del consuelo y las promesas del Seor en Doctrina y Convenios 121 y 122, es provechoso saber en cuanto a las aflicciones que estaban padeciendo los Santos en Misuri en esos das y las condiciones que el profeta Jos y sus compaeros debieron soportar en la crcel de Liberty. Para aumentar nuestro entendimiento de las epstolas de Pablo, podemos obtener una conocimiento bsico de los lugares por los que viaj y la condicin de las ramas de la Iglesia a las que escriba. La Gua para el Estudio de las Escrituras puede ser una maravillosa fuente de informacin sobre el contexto en cuanto a pasajes de la Biblia. Al proporcionarles el contexto, es importante no descuidar su propsito, el cual consiste en contribuir a un mejor entendimiento de un pasaje particular de las Escrituras. Tenga cuidado de no presentar el contexto tal como la historia, la poltica, la economa o el lenguaje de la gente mencionada en las Escrituras como si fuera el tema principal de la leccin.
Con frecuencia es de gran ayuda para los alumnos que se lea un relato en voz alta, tomando turno entre ellos para hacerlo (vase Leer en voz alta, pg. 61). Si el relato es extenso es mejor a veces resumirlo haciendo que los alumnos lean solamente unos pocos versculos claves de las partes importantes de la historia. Los encabezamientos de los captulos o secciones pueden ser de ayuda cuando prepare y presente tales resmenes.
Comparta informacin biogrfica

Cuando estudiamos la vida de personajes de las Escrituras, solemos ver que algunos principios del Evangelio se destacan con el paso del tiempo. Por ejemplo, la historia completa de Zeezrom, en el Libro de Mormn, demuestra que una persona puede arrepentirse y entonces dedicarse al servicio al Seor con toda rectitud. Si usted lee los versculos citados en la Gua para el Estudio de las Escrituras bajo el tema Zeezrom, podr seguir la historia de los ataques de ese hombre contra la Iglesia, su conversin y, finalmente, su valeroso servicio como misionero y maestro del Evangelio. Otras biografas instructivas incluyen las de Rut, el rey David, Samuel, Ester, el apstol Pablo, Alma (el padre), el rey Benjamn, Alma (el hijo), Coriantn, Mormn y Moroni.
Emplee el mtodo de pedir a los alumnos que identifiquen algo especfico

Cuando ensee en base a las Escrituras, suele ser provechoso pedir a los alumnos que identifiquen algo especfico. A continuacin se enumeran algunos ejemplos de cosas que usted podra pedirles que identificaran. Principios del Evangelio demostrados en la vida de ciertas personas. Ejemplo: Al leer Moiss 5:49, traten de identificar las declaraciones que ilustran la obediencia de Adn aun antes de que entendiera completamente los principios correspondientes. Preguntas. Ejemplo: A medida que leamos Alma 5:1432, traten de identificar las preguntas que Alma haca. Listas. Ejemplo: Al estudiar Doctrina y Convenios 25, traten de identificar cules son las cualidades de una dama elegida . Definiciones de palabras o conceptos. Ejemplo: Traten de identificar las definiciones de Sin en Doctrina y Convenios 97:21 y en Moiss 7:18. Imgenes y smbolos. Ejemplo: En Juan 15:16, traten de identificar la comparacin que el Salvador hizo de S mismo con una via y de Sus discpulos con las ramas. Comentarios profticos en cuanto a un principio o acontecimiento. Ejemplo: Mientras leo Alma 30:60, traten de identificar el comentario de Mormn con respecto al destino de Korihor. Frases que explican causa y efecto con la locucin si... entonces. Ejemplo: Traten de identificar las promesas que
Comparta relatos de las Escrituras

Con frecuencia es ms fcil entender un principio del Evangelio cuando se explica como parte de una historia de las Escrituras. Los relatos captan el inters de la gente y muestran cmo los principios del Evangelio se aplican a la vida diaria. Adems, las historias suelen ser ms fciles de recordar que las declaraciones abstractas de los principios. (Para sugerencias en cuanto a compartir relatos, vase Historias, 192194). Un relato tomado de las Escrituras puede contener muchos principios y aplicaciones (un ejemplo de ello es el libro de Ens, que slo contiene 27 versculos pero que ilustra muchos principios del Evangelio). Usted deber decidir cules de ellos habr de destacar en las historias que utilice.
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ENSEE LA DOCTRINA
Isaas nos hace si santificamos el da de reposo (vase Isaas 58:1314). Comportamiento que agrada o desagrada a Dios. Ejemplo: Al leer Alma 39:19, traten de identificar el consejo especfico que Alma le dio a su hijo Coriantn. Acontecimientos, caractersticas o acciones que se presentan una y otra vez. Ejemplo: Al estudiar estos pasajes, traten de identificar secuencias repetidas que muestren la necesidad de tener deseos justos cuando procuramos la verdad (vase 1 Nefi 10:1722; 11:123; D. y C. 11). A medida que usted mismo trate de identificar estas cosas en su estudio personal, estar mejor preparado para llevar a cabo con sus alumnos actividades que empleen ese mtodo.
plicativa. Dicho material se presenta mediante breves artculos que tratan ms de mil temas enumerados en orden alfabtico. Tales temas incluyen doctrina, principios, personajes y lugares mencionados en los libros cannicos. Es una excelente fuente de recursos para contestar preguntas, para preparar y enriquecer discursos y lecciones, y estudiar las Escrituras individualmente y como familia.
Notas al pie de pgina y pasajes correlacionados

Las pginas de texto de las Escrituras generalmente contienen notas al pie de pgina. En la combinacin triple de los libros cannicos, las notas al pie de pgina contienen diversas clases de informacin. Por ejemplo, contienen otras traducciones de ciertas palabras del idioma hebreo. Indican referencias contenidas en la Gua para el Estudio de las Escrituras (GEE). Tambin contienen explicaciones de modismos y de construcciones gramaticales difciles. Las notas al pie de pgina con la sigla TJS son selecciones tomadas de la Traduccin de Jos Smith de la Biblia en ingls. Dichas selecciones aparecen en una seccin especial de la Gua para el Estudio de las Escrituras. El tipo ms comn de notas al pie de pgina es un pasaje correlacionado con otros pasajes de Escrituras contenidos en los libros cannicos. Estos pasajes adicionales suelen clarificar o agregar perspectiva al pasaje que se est leyendo. Por ejemplo, busque Doctrina y Convenios 11:21, lea este versculo y despus lea los otros pasajes mencionados en la nota a al pie de pgina. En qu manera incrementan estos pasajes su entendimiento del versculo 21? Cuando est enseando un pasaje de las Escrituras, puede emplear las notas al pie de pgina y los pasajes correlacionados para ayudar a que sus alumnos entiendan mejor dicho pasaje.
Apliquemos todas las Escrituras a nosotros mismos

Vase Semejanzas, pgs. 205206.
Leer en voz alta

El leer las Escrituras en voz alta capta el inters de los alumnos, aguza su enfoque en pasajes particulares y les ayuda a ser ms receptivos a la influencia del Espritu. Cuando una persona lea en voz alta, aliente a los dems a que sigan la lectura con la vista en sus propios libros cannicos. nstelos a que traten de identificar principios o conceptos especficos. Concdales el tiempo necesario para que busquen cada pasaje de las Escrituras antes de leerlas en voz alta. Si un pasaje contiene palabras o frases difciles o poco comunes, explqueselas antes de leer el pasaje correspondiente. Si algn miembro del grupo tuviese dificultad para leer, pida la participacin de voluntarios en vez de que todos tomen turno para hacerlo. Trabaje personalmente con los que tengan dificultad para leer a fin de que, con el tiempo, puedan prepararse para leer con xito algn pasaje determinado.
Encabezamientos de captulos y secciones

Un encabezamiento ofrece una resea del captulo o seccin que le sigue. Podra incluir informacin acerca de la doctrina, del contexto histrico o de alguna persona en particular. El encabezamiento de 2 Nefi 27, por ejemplo, explica que ese captulo es similar a Isaas 29 y que contiene una profeca en cuanto a la salida a la luz del Libro de Mormn. Usted podra sugerir a sus alumnos que marquen pasajes de las Escrituras de acuerdo con los puntos sobresalientes que un encabezamiento de captulo o seccin contiene. Por ejemplo, el encabezamiento de Doctrina y Convenios 89 contiene los principios ms importantes de la Palabra de Sabidura. Podra entonces pedir a los alumnos que lean dichos principios en el encabezamiento y que luego los marquen en el texto de la seccin. Quizs podra pedir a sus alumnos que lean en silencio los encabezamientos del captulo o de la seccin antes de hacer comentarios sobre determinados pasajes de las
Utilice las ayudas para el estudio de las Escrituras

El presidente Howard W. Hunter dijo: Debemos tener una Iglesia repleta de mujeres y hombres que conozcan cabalmente las Escrituras, que correlacionen pasajes de las Escrituras y las marquen, que preparen lecciones y discursos empleando la Gua para el Estudio de las Escrituras y que dominen los mapas, y las dems ayudas que este maravilloso grupo de libros cannicos contiene. Obviamente todo este material es mucho ms de lo que podemos conocer a fondo con rapidez. Ciertamente que el campo de las Escrituras est blanco y listo para la siega (Eternal Investments [discurso ante instructores de religin, 10 de febrero de 1989], pgs. 23).
Gua para el Estudio de las Escrituras

La Gua para el Estudio de las Escrituras contiene una seleccin de Escrituras significativas y de informacin ex-
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Los Estados Unidos de Amrica en 1847
C A N A D
A VERMONT
NUEVA YORK
2 B 7
TERRITORIO INDIO
6 4
IOWA
5 INDIANA OHIO ILLINOIS
PENSILVANIA
M X I C O
C
MISURI
Ocano Pacfico
D
1. Colesville, Nueva York 2. Fayette, Nueva York 3. Kirtland, Ohio 4. Independence, Misuri 5. Nauvoo, Illinois 6. Winter Quarters 7. Salt Lake City
Ocano Atlntico
0 200 400 KM 600 800 1000
La ruta que siguieron los santos hacia el Oeste 1 2 3 4 5 6
Escrituras. Esto podr ayudarles a entender debidamente el contexto de la Escritura.
alumnos podrn entender mejor los acontecimientos descritos en las Escrituras.
Pginas de introduccin
Cada uno de los libros cannicos tiene pginas de introduccin, las cuales contienen informacin provechosa acerca del propsito y el origen del libro correspondiente. Por ejemplo, las pginas de introduccin del Libro de Mormn contienen testimonios de Jos Smith y de otras personas e informacin en cuanto al origen del mismo. Las pginas de introduccin de Doctrina y Convenios explican cmo se recibieron y compilaron las revelaciones que el libro contiene. Este material puede utilizarse para ensear acerca de los antecedentes, la historia, la cronologa y la organizacin de las Escrituras. Con el material de estas pginas se pueden preparar lecciones completas. Por ejemplo, la introduccin explicativa del libro de Doctrina y Convenios contiene una breve resea de la Restauracin del Evangelio y detalla pasajes relacionados concernientes al tema.
El marcar las Escrituras y hacer anotaciones marginales

Es de gran ayuda marcar las Escrituras, destacando el argumento de los relatos, los temas y los principios de modo que su localizacin posterior resulte ms fcil. Esto podra considerarse como un sistema de archivo personal. Al ensear, usted podra alentar a sus alumnos a que marquen sus Escrituras dicindoles algo as como: Este versculo contiene un importante principio que quizs les convendra marcar. No hay una sola manera de marcar las Escrituras. El mtodo que emplee una persona debera representar su propia preferencia en cuanto al estudio de las Escrituras. Si est enseando a jvenes o adultos, quizs podra considerar la idea de pedir que algunos de ellos compartan con los dems el mtodo que empleen. Los mtodos para marcar Escrituras incluyen, pero no se limitan, a lo siguiente: Sombrear, subrayar, usar corchetes o destacar un versculo completo o un conjunto de versculos empleando un lpiz o un rotulador de color. Subrayar slo unas cuantas palabras claves en cada versculo. Esto produce una versin destacada del captulo
Mapas
La Gua para el Estudio de las Escrituras contiene mapas de lugares que se mencionan en las Escrituras y de regiones importantes vinculadas con la historia de la Iglesia. Al familiarizarse con la geografa de los lugares pertinentes, los
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ENSEE LA DOCTRINA
o seccin que luego podra recorrer con la vista rpidamente para seleccionar los conceptos principales. Subrayar o encerrar en un crculo las palabras claves, y conectar con lneas rectas las que se relacionen entre s. Marcar un versculo completo o un grupo de versculos y conectar las palabras claves que contengan. Notar cuando se menciona una serie de puntos relacionados entre s y numerar entonces dichos puntos en el mismo texto o en el margen.
Conexin entre pasajes de Escrituras

La mayora de los principios del Evangelio se describen en muchos pasajes diferentes de las Escrituras y cada uno de ellos ofrece su propia perspectiva. Usted entender ms completamente un principio si estudia varios pasajes relacionados con dicho principio. Una manera de hacerlo es compilar una lista de pasajes acerca de un tema determinado y entonces anotarlos en sus libros cannicos. Dependiendo del tema, una lista podra ser muy larga o slo contener dos o tres versculos claves. Este mtodo, llamado a veces conexin entre pasajes, puede ser un valioso instrumento para el estudio de las Escrituras y la enseanza en base a las mismas. Usted podra conectar una lista de pasajes de Escrituras de la siguiente manera: En el margen de cada pasaje, escriba la referencia del pasaje siguiente que la lista contiene. Contine haciendo esto hasta llegar al ltimo pasaje. Al lado de este ltimo pasaje,
anote la referencia del primero. Entonces podra comenzar con cualquier punto de la lista y continuar a lo largo de la secuencia hasta haber ledo todos los pasajes. Usted podra preparar algunas listas que deba poner en una determinada secuencia para entonces ofrecer un mayor entendimiento de los temas que contengan. Para saber siempre dnde comenzar tal secuencia, podra escribir entre parntesis la referencia del primer pasaje junto a cada una de las dems referencias. O quizs podra anotar solamente la referencia del primer pasaje junto a cada uno de los otros pasajes y escribir la lista completa en la pgina donde figura ese primer pasaje.
Anotaciones marginales
El hacer anotaciones marginales en sus libros cannicos podra ser una valiosa manera de personalizar las Escrituras. Tales anotaciones proporcionan una manera de apuntar observaciones, identificar pasajes correlacionados que sean importantes para usted, y registrar maneras en que podra aplicar esos pasajes de Escrituras en su vida diaria. Quizs desee alentar a sus alumnos para que hagan anotaciones marginales. Podra decirles algo as como: Quiero compartir con ustedes un pensamiento acerca de este pasaje, pensamiento que he anotado al margen del mismo o Aqu encontramos un excelente pasaje en cuanto al arrepentimiento. Ustedes podran escribir la palabra arrepentimiento al margen de este pasaje.
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Sugerencias sobre cmo utilizar las Escrituras para ensear a los nios
Usted puede bendecir la vida de los nios al ayudarles a familiarizarse con el lenguaje tpico de las Escrituras. Cuando ensee a los nios, debe utilizar con frecuencia las Escrituras y encontrar maneras de hacerles sentirse cmodos con el empleo de las mismas. A continuacin se ofrecen algunos ejemplos de lo que podra hacer para ello: Aydeles a familiarizarse con el nombre y el orden de los libros contenidos en las Escrituras. Use el himno Los libros del Libro de Mormn (Canciones para los nios, N 63). Aydeles a entender el lenguaje de las Escrituras. Cuando lea Escrituras junto con ellos, explqueles el significado de las palabras importantes. Aydeles a pronunciar las palabras y los nombres difciles. Pdales que identifiquen ciertas palabras, frases o ideas. Cuando quiera que los nios encuentren ciertos pasajes en las Escrituras, dles el nmero de pgina del pasaje y tambin la referencia del mismo. Comparta con ellos un relato empleando sus propias palabras. Aydeles a imaginar los hechos y personajes al describirles lo que aconteci (vase Historias, pgs. 192194). Lales luego en voz alta los pasajes claves de las Escrituras.
Pdales que lean las Escrituras en voz alta. Tenga especial consideracin de las habilidades de cada nio y aydeles a participar debidamente. Si los nios son muy jvenes para poder leer bien, invteles a que le escuchen mientras usted lee en voz alta y les seala las palabras con el dedo. Tambin podra pedir a los nios mayores que ayuden a los ms jvenes a buscar y leer determinados pasajes. Pida a los nios que lean relatos de las Escrituras tomados de libros ilustrados publicados por la Iglesia, tales como Relatos del Libro de Mormn (31117 002). Aydeles a analizar relatos de las Escrituras. Cuando lean, enseles a hacer preguntas tales como: Qu est pasando aqu? Por qu est pasando? Quin es el que habla? En qu forma se aplica esto a m? Utilice los mtodos descritos en la Parte F de este manual (pgs. 179209). Por ejemplo, al presentarles un relato tomado de las Escrituras, podra emplear un franelgrafo, simples ilustraciones en la pizarra o dibujos hechos por los nios. Asimismo, podra pedirles que repitan una historia de las Escrituras o que canten canciones que se relacionen con determinados pasajes. Al final de algunas lecciones de la Primaria se encuentra una seccin titulada Sugerencia de lectura. Invite a los nios a que lean con sus familias los pasajes de las Escrituras all mencionados.
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FOMENTE EL APRENDIZAJE DILIGENTE

Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de aprender el Evangelio con esfuerzo diligente. Tambin solemos tener el privilegio en determinadas ocasiones de servir como maestros para inspirar y ayudar a otros en su responsabilidad personal de aprenderlo. Rendimos este importante servicio haciendo todo lo posible por: 1. Despertar y mantener el inters de aquellos a quienes enseemos. 2. Alentarlos a que participen activamente en las lecciones. 3. Mostrarles cmo vivir de conformidad con las verdades que aprendan. Debemos hacer estas cosas con amor y mediante el poder del Espritu. Esto significa que no debemos concentrarnos tanto en nuestro desempeo como en tratar de ayudar a los dems para que aprendan con diligencia el Evangelio y lo vivan con fidelidad.
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EL AYUDAR A LAS PERSONAS A ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD QUE TIENEN DE APRENDER EL EVANGELIO
La responsabilidad que cada persona tiene de aprender el Evangelio
En una carta acerca del estudio del Evangelio, el lder Bruce R. McConkie escribi lo siguiente: Debemos llegar a... la conclusin que tendr un efecto muy importante sobre nuestra salvacin eterna, y es que cada persona debe aprender por s misma la doctrina del Evangelio. Nadie ms puede hacerlo por ella. Cada persona es individualmente responsable en lo que a su conocimiento del Evangelio compete; cada uno tiene acceso a las mismas Escrituras y tiene derecho a ser guiado por el mismo Santo Espritu; cada uno debe pagar el precio fijado por la Divina Providencia si es que habr de obtener la perla de gran precio. El mismo principio rige tanto el aprendizaje de la verdad como el vivir de conformidad con las normas [de la verdad]. Nadie puede arrepentirse por otra persona o a favor de ella; nadie puede cumplir los mandamientos en el lugar de otra persona; nadie puede salvarse en nombre de alguien ms. Y nadie puede obtener un testimonio o avanzar en luz y verdad hacia la gloria eterna sino para s mismo. Tanto el conocimiento de la verdad como las bendiciones prometidas a quienes se ajusten a los principios verdaderos son cuestiones personales. Y as como un Dios justo ofrece la misma salvacin a cada alma que vive en armona con las mismas leyes, tambin ofrece el mismo entendimiento de Sus verdades eternas a todos los que estn dispuestos a pagar el precio de quien busca la verdad. El procedimiento de la Iglesia para lograr un conocimiento del Evangelio es el siguiente: a. La responsabilidad de obtener un conocimiento de la verdad recae sobre cada persona en base a sus propios esfuerzos. b. Segundo, las familias deben ensear a sus propios miembros. A los padres se les manda criar a sus hijos en la luz y la verdad. El hogar debe ser el centro de enseanza principal en la vida de cada Santo de los ltimos Das. c. Para ayudar a las familias y a cada persona, la Iglesia, como institucin de servicio, ofrece muchas oportunidades para ensear y aprender. Se nos ha mandado [ensearnos] el uno al otro la doctrina del reino (D. y C. 88:77). Esto se hace en las reuniones sacramentales, en las conferencias y en otras reuniones, mediante los maestros orientadores, en las clases del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares, por medio de los programas de seminarios e institutos y a travs del sistema educativo de la Iglesia (Finding Answers to Gospel Questions, en Charge to Religious Educators, 3a. edicin [1994], pg. 80).
La funcin del maestro en ayudar a las personas a aprender el Evangelio

Sabiendo que cada persona tiene la responsabilidad de aprender el Evangelio, podramos preguntar: Cul es la funcin de los maestros? Es la de ayudar a la persona para que acepte la responsabilidad de conocer el Evangelio: despertar en ella el deseo de estudiar, entender y vivir el Evangelio y mostrarle la manera de hacerlo. La hermana Virginia H. Pearce, quien sirvi como primera consejera de la presidencia general de las Mujeres Jvenes, dijo: La meta del maestro es ms que dar una clase acerca de la verdad; es invitar al Espritu y emplear las tcnicas que aumenten la posibilidad de que el alumno descubra la verdad por s mismo y se sienta motivado a aplicarla... ...Imagnense cientos de miles de clases dominicales, cada una con un maestro que entiende que recae sobre el alumno la responsabilidad de aprender. Por lo tanto, es a l a quien se debe poner en accin. Si el maestro es la estrella del espectculo, si slo habla l y se encarga de todo, es por seguro que est interfiriendo con el aprendizaje de los miembros de la clase [Asahel D. Woodruff, Teaching the Gospel (1962), pg. 37). Un buen maestro no piensa: Qu har hoy en clase?, sino, Qu harn mis alumnos hoy en clase? No piensa: Qu ensear hoy?, sino, Cmo podr hacer que mis alumnos se den cuenta de lo que tienen que saber? [La enseanza del Evangelio: Un manual para los maestros y los lderes del SEI, pg. 13]. El buen maestro no desea que los alumnos salgan de la clase hablando de lo maravilloso y extraordinario que es el maestro, sino que hablen de lo
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magnfico que es el Evangelio (vase El saln de clase comn y corriente: Lugar eficaz para un progreso firme y continuo, Liahona, enero de 1997, pg. 13). Los maestros que comprenden cul es su verdadera responsabilidad respetan el albedro de cada persona que ensean. Se regocijan al ver que sus alumnos estudian las Escrituras por s mismos, que descubren por s mismos los principios del Evangelio y que contribuyen con perspicacia en los anlisis de la clase. El mayor xito de un maestro se manifiesta cuando sus alumnos estudian diligentemente, progresan en el conocimiento del Evangelio y logran un fortalecimiento que proviene de Dios. El maestro excelente no se acredita a s mismo el conocimiento y progreso adquirido por aquellos a quienes ensea. Tal como el jardinero que siembra y cuida de sus plantas, se esfuerza por fomentar las mejores condiciones posibles para el aprendizaje. Entonces agradecen a Dios cuando comprueban el progreso de sus alumnos. Pablo escribi: Ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento (1 Corintios 3:7).
Proporcineles asignaciones que requieran que estudien las Escrituras y las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Considere la posibilidad de terminar una leccin haciendo una pregunta o dando una asignacin para lo cual les sea necesario recurrir a las Escrituras y a las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Aun los nios pequeos pueden recibir esta clase de asignaciones. Por ejemplo, despus de una leccin sobre la oracin, podra pedirles a los nios que lean con sus padres algunos pasajes de las Escrituras o un discurso de conferencia general en cuanto al tema. Ayude a sus alumnos a entender que la gente mencionada en las Escrituras eran personas reales que experimentaban dificultades y gozo en sus esfuerzos por servir al Seor. Las Escrituras parecen cobrar vida cuando recordamos que los profetas y otros personajes de las Escrituras experimentaron muchas de las cosas que nosotros experimentamos. Ensee a sus alumnos lo que deben hacer para encontrar soluciones a los problemas de la vida en las Escrituras y en las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Por ejemplo, podra ayudarles a utilizar la Gua para el Estudio de las Escrituras o el ndice de los ejemplares de conferencias generales de la revista Liahona para buscar consejos sobre temas tales como el consuelo, el arrepentimiento, el perdn, las revelaciones o la oracin. Aliente abiertamente a quienes ensee a estudiar las Escrituras y las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Algunas personas nunca han llegado a entender la responsabilidad que tienen de aprender el Evangelio. Algunas la han olvidado. Un obispo coment haber asistido a una reunin de capacitacin de la Primaria en la que se dio el cometido de estudiar las Escrituras todos los das. Como resultado directo de esa experiencia, durante los trece aos siguientes hubo un solo da en que l no lo hizo. Ese estudio diario, dijo, cambi en gran manera su vida. Exprese su testimonio de que el Salvador es el centro mismo de lo que ensean las Escrituras y los profetas de los ltimos das, y especialmente exprese con denuedo su testimonio del Salvador. A medida que sus alumnos vean al Salvador en las Escrituras y en las enseanzas de los profetas de los ltimos das, aumentar su apetencia por el estudio y sus testimonios personales se fortalecern.
Cmo fomentar la autosuficiencia en cuanto al aprendizaje del Evangelio

Las siguientes sugerencias podran ayudarle a alentar a otros a asumir la responsabilidad de aprender el Evangelio: Fortalezca su propio entusiasmo por estudiar las Escrituras y las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Su propio entusiasmo podr inspirar a quienes ensee a seguir su ejemplo. Al ensear, dirija siempre la atencin hacia las Escrituras y las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Esto contribuir a que los miembros aprecien cun significativa es la palabra de Dios. Formule preguntas que requieran que los alumnos busquen sus respuestas en las Escrituras y en las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Aunque a veces est bien pedirles que den sus opiniones acerca de determinados temas, con frecuencia es mejor preguntarles lo que las Escrituras y los profetas de los ltimos das nos ensean al respecto. Ensee a sus alumnos cmo utilizar las ayudas para el estudio de las Escrituras. Las Escrituras podran parecer abrumadoras para ciertas personas, especialmente para aquellas que tengan relativamente poca experiencia en la Iglesia. Usted puede ayudarles ensendoles cmo emplear las notas al pie de pgina, la Gua para el Estudio de las Escrituras, las selecciones de la Traduccin de Jos Smith de la Biblia y los mapas (vase El ensear en base a las Escrituras, pg. 59). La persona que aprende a usar estas ayudas para el estudio adquiere una mayor confianza en cuanto a su habilidad para estudiar las Escrituras.
Para mayor informacin sobre cmo ayudar a las personas a aceptar su responsabilidad de aprender el Evangelio, vase la leccin 5 del curso Enseanza del Evangelio (pgs. 236241).
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CMO DIRIGIR LOS ANLISIS EN CLASE
Los anlisis significativos son fundamentales para la mayora de las enseanzas pertinentes al Evangelio. Cuando nos enseamos unos a otros el Evangelio y con respeto nos prestamos mutua atencin, invitamos la influencia del Espritu. Dichos anlisis pueden producir resultados que rara vez ocurren sin ellos. Por ejemplo, pueden: Fomentar un aprendizaje esmerado. Cuando hay anlisis en grupo bien dirigidos, los alumnos aumentan su inters y su atencin. Cada persona all presente puede ser estimulada a participar ms activamente en el proceso de aprendizaje. A medida que usted y sus alumnos hagan preguntas, busquen en conjunto las Escrituras y se escuchen unos a otros, todos los que estn presentes podrn obtener habilidades y motivaciones provechosas que ayudarn en el estudio personal del Evangelio. Fomentar la unin entre aquellos a quienes ensee. Al compartir sus propias ideas y experiencias, y al escucharse y responder entre s con respeto, llegan a ser ms unidos y a crear un ambiente positivo para aprender. Aumentar el entendimiento. Los buenos anlisis son mucho ms que conversaciones amigables en las que se comparten opiniones personales. Amplan y profundizan el entendimiento de cada participante en cuanto a los principios del Evangelio. Reducir en lo posible los malentendidos. Los comentarios hechos por los alumnos demuestran cunto entienden los principios que se les ensean. Ello puede ayu-
darle a saber cundo deber explicar, destacar o repasar en mayor grado algunos principios determinados.
Sugerencias en cuanto a cmo dirigir los anlisis en grupo Emplee preguntas

Las preguntas pueden estimular la participacin de los alumnos en los anlisis. Pueden ayudarles a entender cierto principio, a meditar al respecto con mayor dedicacin y a relacionarlo con su propia vida. Pueden asimismo lograr que recurran a las Escrituras para buscar las respuestas. La mayora de los manuales de lecciones proporcionan preguntas para comenzar y desarrollar los anlisis en grupo. Usted podra utilizar dichas preguntas o preparar otras. Haga preguntas que requieran que los alumnos reflexionen antes de contestar y que ayuden a las personas a meditar verdaderamente sobre el Evangelio. (Para ayudas adicionales, vase La enseanza por medio de las preguntas, pgs. 7375).
Escoja mtodos de enseanza que relacionen los anlisis con las lecciones
Despus de haber planeado las preguntas, pregntese a s mismo: Qu ms puedo hacer? Qu mtodos puedo emplear para enriquecer el anlisis? Usted podra emplear diferentes mtodos de enseanza para iniciar el anlisis y desarrollarlo. Por ejemplo, podra comenzar la clase relatando una historia, utilizando una leccin prctica o cantando un himno con los alumnos y pidindoles que traten de encontrar en las palabras de ese himno la respuesta a una determinada pregunta.
Sea consciente de la influencia del Espritu sobre quienes se encuentren all

El Espritu Santo podra inspirar a una o varias de las personas a quienes ensea para que contribuyan algunos comentarios que los dems necesiten escuchar. Responda a la inspiracin que reciba para pedir la participacin de determinadas personas. Hasta podra sentirse inclinado a pedir la participacin de alguna persona que no se haya ofrecido a expresar su punto de vista.
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Procure encontrar maneras para que todos participen

Todos aquellos a quienes ensee se beneficiarn con la participacin de todos y cada uno. Sin embargo, usted tal vez se limite a hacerles preguntas solamente a los que levantan la mano. En ocasiones, la gente decide no participar porque no tienen ninguna opinin personal sobre el tema o porque prefieren dar a otros la oportunidad de hablar. O probablemente teman equivocarse o piensen que no pueden expresarse tan bien como otros. An ms, quizs piensen que no son bien recibidos por el grupo. Tenga especial cuidado y ore al considerar a cada persona del grupo. Quizs podra decidir pedir una opinin personal sobre cierto tema en lugar de hacer una pregunta especfica que no sea capaz de contestar. Por ejemplo, en vez de preguntar: Cules son los dones que Pablo menciona en 1 Corintios?, podra inquirir: Por qu creen ustedes que la caridad es el ms grande entre los dones del Espritu? Quizs podra pedir a alguien que prepare una breve presentacin como parte de una leccin, e incluso ayudarle a hacerlo. Quizs prefiera ofrecer primeramente su amistad a algunos miembros del grupo y hacerles saber que valora mucho sus ideas o comentarios.
temas de controversia. Tal persona estara entonces introduciendo un espritu de contencin, lo cual dificultara la enseanza y aun podra debilitar la fe de otros. En la seccin Cmo ayudar a quienes provocan interrupciones (pgs. 9397), se encuentran algunas sugerencias sobre cmo proceder con tales personas.
No hable demasiado
Los maestros que hablan la mayor parte del tiempo o que responden por s mismos a cada pregunta suelen desalentar la participacin de los alumnos. Usted debe tener cuidado de no hablar ms de lo necesario o de no expresar su propia opinin con demasiada frecuencia. Tales acciones pueden resultar en que sus alumnos pierdan el inters. Considrese a s mismo como el gua de una excursin de aprendizaje que intercala comentarios apropiados para mantener a los participantes en el sendero correcto. Su preocupacin principal debe ser ayudar a otros a aprender el Evangelio, no tratar de hacer una presentacin impresionante. Eso incluye facilitar a sus alumnos la oportunidad de ensearse unos a otros. Cuando uno de ellos haga una pregunta, considere la posibilidad de invitar a otros para que la contesten en lugar de responder usted mismo. Por ejemplo, podra decir: sa es una pregunta interesante. Qu piensan todos ustedes? o Quin desea responder a esa pregunta?
Conserve el enfoque de las lecciones

En ocasiones, algunas personas suelen compartir ideas que no se relacionan con la leccin. Si cree que un comentario tal se aleja del tema de la leccin, podra entonces retornar al anlisis sobre los puntos principales diciendo algo as como: sa es una observacin muy interesante, pero me parece que nos estamos desviando del tema de la leccin. Por qu no dejamos ese anlisis para otra oportunidad y volvemos a la pregunta original? O podra decir: Hoy no me siento preparado para hablar sobre eso; quizs podramos dejarlo para otra ocasin. Probablemente haya otros momentos en que no conozca la respuesta a una determinada pregunta. Si esto ocurre, simplemente puede responder que no sabe; podra decirles que tratar de encontrar la respuesta o pedir que algunos de sus alumnos investiguen al respecto y lo presenten en una prxima leccin.
No concluya los anlisis demasiado pronto

Tenga cuidado de no dar trmino demasiado temprano a los anlisis interesantes simplemente para presentar todo el material que haya preparado. Aunque es importante abarcar todo el material de la leccin, es ms importante an procurar que los alumnos sientan la influencia del Espritu, que se resuelvan sus preguntas, que incrementen su entendimiento del Evangelio y que afirmen su cometido de guardar los mandamientos.
Escuche
Haga todo el esfuerzo posible por escuchar sinceramente los comentarios de sus alumnos. Su ejemplo les alentar a escucharse con atencin unos a otros. Si no entiende el comentario de alguno, hgale una pregunta, tal como: No creo entenderle bien. Podra explicarlo nuevamente? o Podra darnos un ejemplo de lo que nos quiere decir? (Para obtener ayuda adicional, vase Dispngase a escuchar, pgs. 7172).
Mantenga el orden en la clase

A veces, varios alumnos podran estar ansiosos de comentar acerca de una idea. En tal caso, pdales que levanten la mano cuando deseen hacerlo y que esperen hasta que usted les indique su turno. Explqueles cunto pueden aprender los unos de los otros y exhrteles a escuchar respetuosamente las ideas que cada uno exprese. En determinadas ocasiones, una persona podra quizs interrumpir una leccin al discutir con usted o con los dems, hablando en forma irreverente o proponiendo
Reconozca toda colaboracin

Usted puede ayudar a quienes ensea a sentirse ms confiados en cuanto a su capacidad para participar en un anlisis si responde positivamente a cada comentario sincero. Por ejemplo, podra decir: Gracias por su respuesta. Se ve que reflexion al respecto o Qu buena idea!
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Nunca se me haba ocurrido eso antes o se es un muy buen ejemplo o Aprecio mucho todo los comentarios que han hecho hoy. Nunca ridiculice ni critique ninguna pregunta o comentario, sino ms bien demuestre cortesa y amor al tratar de responder de la mejor manera que le sea posible. Si una persona siente que sus comentarios son apreciados, compartir con mayor voluntad sus experiencias, sus sentimientos y su testimonio (vase Ensee a otros a que contribuyan a un ambiente propicio para aprender, pgs. 8586, y Cmo puede un maestro contribuir a un ambiente propicio para aprender, pgs. 8789).
Cmo dar trmino a los anlisis

Es importante dar trmino a los anlisis en el momento oportuno. Una gran parte del espritu de un anlisis edificante se pierde cuando dura demasiado. Las siguientes sugerencias podran ser de ayuda para usted: Administre bien el tiempo. Sepa cundo deber terminar la leccin. Tmese el tiempo necesario para hacer un resumen de lo que se ha dicho y para dar su testimonio. Establezca un lmite de tiempo para los alumnos. Podra decirles algo as como: Slo nos queda tiempo para otros dos comentarios, o quizs: Vamos a escuchar un comentario ms y luego dar trmino a la clase con un comentario final. Adems de terminar los anlisis en el momento apropiado, es importante concluirlos debidamente. Al finalizarlos, agradezca la colaboracin de los participantes y resuma entonces los puntos principales que hayan tratado durante tales anlisis o invite a alguien ms para que as lo haga. Recalque los principios del Evangelio que se hayan analizado. Repase cualquier nueva perspectiva obtenida de la actividad y exhorte a sus alumnos a que aprovechen su enriquecido entendimiento al aplicar esos principios a su vida personal. Segn se lo indique el Espritu, d su testimonio o pida que alguien ms lo haga.
Ayude a los alumnos que den respuestas incorrectas

En ocasiones, alguien podra decir algo que es incorrecto. Usted podr ayudar a esa persona con palabras tales como: Yo nunca haba pensado en ese aspecto. O podra decir: Quizs usted est refirindose a otra cosa o Le agradezco que haya mencionado eso. En algunos casos, podra hasta asumir la responsabilidad por una respuesta incorrecta, diciendo: Parece que no me he explicado correctamente. Perdnenme.
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DISPNGASE A ESCUCHAR
El escuchar con atencin es una manifestacin de amor y con frecuencia requiere sacrificio. Cuando verdaderamente escuchamos a otras personas, por lo general debemos refrenarnos de lo que queremos decir para entonces permitir que otros puedan expresarse.
escuchar sus comentarios con amor y respeto, podr entonces: Determinar con cunta diligencia participan sus alumnos en el proceso de aprender. Determinar cunto estn aprendiendo. Comprender mejor sus necesidades. Advertir y suprimir obstculos que podran limitar su aprendizaje, tales como el desaliento o la preocupacin con otras cosas. Entender mejor las preguntas que les preocupan a fin de poder ayudarles con las respuestas. Saber cundo debe continuar con algn punto que sea importante para ellos. Saber cundo necesitan tener la oportunidad de hablar. Decidir cundo debe repetir algunos principios especficos o ampliar una explicacin. Saber cundo adaptar la presentacin de una leccin. El escuchar tambin ser de provecho para usted mismo. Al escuchar a quienes ensea, comprobar que ellos tienen mucho que ensearle a usted.
Cmo el escuchar cuidadosamente puede ayudar a quienes enseamos

En su funcin de maestro, usted puede hacer mucho bien con slo escuchar. Cuando escuche, estar concentrando su enseanza en las necesidades e intereses de los dems. Demuestra as respeto por sus ideas, opiniones y experiencias. Les demuestra que se preocupa personalmente por cada uno de ellos. Si perciben que su propia perspectiva es importante para usted, estarn ms dispuestos a: Ser receptivos y entusiastas. Compartir ideas y experiencias. Aprender diligentemente. Vivir en base a lo que van aprendiendo. Alguien podra suponer que el escuchar con atencin a un miembro del grupo equivale a ignorar a los dems y as perjudicarlos. Esto no es verdad. Al escuchar cuidadosamente a una persona estar demostrando a las otras que usted se preocupa por cada individuo. Y a medida que escuche a los miembros de su familia o de su clase, uno a uno, estar dndoles el ejemplo para que hagan lo mismo.
Sugerencias sobre cmo escuchar con mayor eficacia

Cmo podrn saber aquellos a quienes ensea que usted los est escuchando? Puede demostrarles que los est escuchando al mostrarles una expresin de inters. Puede mirar al que est hablando en vez de contemplar los materiales de la leccin u otros objetos en el saln de clases. Puede alentar a quien habla de modo que pueda completar su pensamiento sin interrupcin. Puede evitar el intervenir en conversaciones prematuras dando consejos o ideas. Cuando entienda bien lo que esa persona est diciendo, puede hacer comentarios que demuestren su entendimiento. Cuando no le entienda, puede hacerle preguntas. Considere las siguientes ideas al tratar de incrementar su habilidad para escuchar.
Cmo el escuchar con atencin puede ayudarle como maestro

Si escucha atentamente a sus alumnos, ello le ayudar en su funcin de maestro. Al
Haga preguntas
Algunas preguntas como las que siguen
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pueden demostrar que usted aprecia las ideas y los sentimientos de cada persona. Puede decirnos algo ms al respecto? Qu sinti usted cuando pas eso? No estoy seguro de entenderle bien. Est usted diciendo que...? Podra explicrmelo?
dido. Resuma los mensajes con sus propias palabras para comprobar si los ha entendido correctamente. Despus de ello, quizs convendra verificar con la persona preguntndole: Es eso lo que ha dicho usted? o Desea agregar algo ms al respecto? Cuando haga esto, asegrese de no hablarle de manera condescendiente.
Ensee a sus alumnos a escucharse unos a otros

Recuerde a sus alumnos que el escuchar es una manera de demostrar amor. Las siguientes sugerencias podran alentar a sus alumnos a escucharse mutuamente: Despus de que alguien haya contestado una pregunta o expresado una idea, invite a los dems para que agreguen un comentario o expresen una opinin diferente. Cuando alguien haga una pregunta, dirjasela a los dems en vez de contestarla usted mismo. Por ejemplo, podra decir: Quiere alguno de ustedes responder a esa pregunta? Con la debida anticipacin, encargue a una o a varias personas que se preparen para hacer un resumen de las ideas que se compartan durante un anlisis. El Salvador observaba y escuchaba constantemente a quienes enseaba, adaptando Sus enseanzas a las necesidades que perciba en ellos. Por ejemplo, despus de ensear a los nefitas, les dijo: Id a vuestras casas, y meditad las cosas que os he dicho (3 Nefi 17:3). No obstante, a punto de retirarse, de nuevo dirigi la vista alrededor hacia la multitud, y vio que estaban llorando, y lo miraban fijamente, como si le quisieran pedir que permaneciese un poco ms con ellos (3 Nefi 17:5). l percibi sus necesidades y decidi quedarse all por ms tiempo para servirles y ensearles. A medida que usted escuche con atencin y responda adecuadamente a quienes ensea, podr ayudarles a satisfacer sus necesidades para que aprendan el Evangelio.
Haga pausas
No le tema al silencio. La gente por lo general necesita tiempo para pensar y entonces responder a las preguntas o expresar lo que sienten. Usted podra hacer una pausa despus de formular una pregunta, despus de que alguien haya relatado una experiencia espiritual o cuando una persona tenga dificultad en expresarse. Asegrese de conceder a quien habla el tiempo necesario para que complete su pensamiento antes de responderle. Por supuesto, la pausa no debe ser muy prolongada, especialmente cuando alguien se siente incmodo o forzado a hablar.
Preste atencin a lo que dice el que habla

A veces la gente tiende a pensar en lo que va a decir en lugar de escuchar lo que otros estn diciendo. Asegrese de concentrarse realmente en la persona que est hablando en vez de planear su respuesta.
Preste atencin a los mensajes tcitos del que habla

La gente suele comunicar sus sentimientos por la forma en que est sentada, por sus expresiones faciales, por lo que hace con las manos, por el tono de su voz y por el movimiento de sus ojos. Estos mensajes tcitos pueden ayudarle a usted a comprender los sentimientos de las personas a quienes ensea.
Repita lo que diga el que habla

Despus de escuchar tanto los mensajes hablados como los tcitos, usted podra quizs repetir lo que haya enten-
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LA ENSEANZA POR MEDIO DE LAS PREGUNTAS
Jesucristo, Maestro de Maestros, sola con frecuencia hacer preguntas para que la gente entonces meditara y aplicara los principios que enseaba (por ejemplo, vase Mateo 16:1315; Lucas 7:4142; 3 Nefi 27:27). Sus preguntas incitaban a la gente a pensar, a hacer un examen de conciencia y a comprometerse. principio del Evangelio. Tienen respuestas especficas. Pueden ayudar a que los alumnos comiencen a estudiar pasajes de las Escrituras, entender puntos importantes, repasar ideas y aclarar conceptos errneos. Por ejemplo: Cuando los hermanos de Nefi le pidieron que los perdonara por haberlo atado con cuerdas, cul fue su reaccin inmediata? Cundo y dnde se organiz la Iglesia? Asegrese de no limitarse a hacer solamente preguntas sobre hechos o datos, puesto que no requieren pensar mucho y aun podran desalentar a aquellos que no conocen las respuestas. Cuando las emplee, por lo general debera asegurarse de que sus alumnos tengan la informacin necesaria para contestarlas. Con preguntas sobre hechos o datos, usted puede ayudar a que cada uno comience el anlisis en el mismo punto. Luego podra ir modificndolas para promover una mayor reflexin y ayudar a sus alumnos para que vean cmo los principios del Evangelio se aplican en su vida.
Pautas generales para preparar preguntas

Los manuales de lecciones producidos por la Iglesia sugieren muchas preguntas que usted podra emplear en la clase. Lalas con cuidado para decidir cules sern de mayor provecho para quienes ensea. Tambin podra preparar sus propias preguntas. Al considerar las que habr de utilizar en una leccin, pregntese a s mismo: Sern de provecho para que mis alumnos entiendan las ideas principales de la leccin? Les ayudarn estas preguntas a aplicar los principios del Evangelio que estoy ensendoles? Las siguientes ideas podran ayudarle a preparar sus propias preguntas.
Preguntas que pueden contestarse con un simple S o No

Las preguntas que pueden contestarse con un simple s o no tienen una aplicacin limitada en la enseanza del Evangelio. Usted debiera emplearlas solamente para establecer un cometido o para determinar si alguien est o no de acuerdo.
Preguntas que provocan una mayor reflexin

Algunas preguntas suelen alentar a los alumnos a pensar ms profundamente en el significado de algunos pasajes de Escritura y de algunos principios del Evangelio. Tales preguntas podran comenzar con las palabras qu, cmo o por qu. No pueden contestarse con un simple s o no y por lo general tienen ms de una respuesta correcta. Por ejemplo: Por qu creen ustedes que se recibi esta revelacin en esos momentos de la historia de la Iglesia?
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Preguntas sobre hechos o datos

Las preguntas sobre hechos o datos se usan para establecer los hechos bsicos de un pasaje o evento de las Escrituras, o de un
Qu nos ensea este relato en cuanto a cmo ayuda el Seor a los necesitados? Cmo definen ustedes lo que es la fe? Qu significa ser humilde? En qu se compara este objeto al principio del Evangelio que estamos estudiando? (sta es una buena pregunta para hacer en una leccin prctica.) En qu difieren la reaccin de Lamn y Lemuel de la de Nefi? Cuando haga tales preguntas, sea receptivo a todas las respuestas (vase Dispngase a escuchar, pgs. 7172]). Aliente a sus alumnos para que mediten sobre las Escrituras y los principios del Evangelio que se estn analizando y para que expresen sus propias ideas. Trate de que no den respuestas especficas a sus preguntas pues se daran cuenta de lo que usted est haciendo y entonces dejarn de participar o comenzarn a adivinar en lugar de pensar. Cuando necesite una respuesta especfica, es mejor que haga una pregunta sobre hechos o datos o que presente la informacin de otra manera.
Responda con respeto y cortesa a las contestaciones incorrectas

En ocasiones, alguien podra dar una respuesta incorrecta u ofrecer una respuesta que demuestre poco entendimiento por parte de quien responde. Otros en el grupo podran rerse al escucharla y ello turbara a la persona y causara que vacile en participar en lo futuro. Aun podra interferir en su aprendizaje. Responda con respeto y cortesa a las contestaciones incorrectas. Asegrese de que la persona contine sintindose cmoda al participar. Quizs pueda decidir usted asumir la responsabilidad de ello diciendo algo as como: Lo siento. Me temo que no formul correctamente mi pregunta. Permtanme hacerla de nuevo. O podra ayudar a la persona diciendo: Tal vez usted estaba pensando en otra cosa o Gracias por hacrmelo notar, pero no estoy seguro de que mi pregunta haya sido muy clara. Tales comentarios ayudarn a que sus alumnos se sientan cada vez ms cmodos al participar, aun cuando podran pensar que estn arriesgndose a contestar equivocadamente.
Concdales tiempo para la respuesta

No se preocupe si sus alumnos permanecen en silencio por un momento antes de contestar una pregunta. No responda a su propia pregunta; concdales tiempo para que piensen bien la respuesta. Sin embargo, un silencio prolongado podra indicar que no entienden la pregunta y que es necesario que usted la formule con otras palabras.
Preguntas que ayudan al alumno a aplicar los principios del Evangelio

Es importante hacer preguntas que ayuden a los alumnos a aplicar en su vida los principios del Evangelio. Por ejemplo: Cmo se ha cumplido en la vida de ustedes esta promesa del Seor? Cmo es que nosotros mismos solemos cometer los mismos errores que cometa la gente de este relato? Cmo pueden los castigos de Dios ser una bendicin para nosotros? Cules son algunas de las circunstancias actuales que se asemejan a los acontecimientos relatados en este pasaje de las Escrituras? Si usted se encontrara en el lugar de esta persona, qu hara? Pida a sus alumnos que mencionen algunos ejemplos de cmo ellos u otras personas han aplicado los principios del Evangelio que estn analizando. Segn lo inspire el Espritu, exhrteles a dar testimonio de dichos principios.
Emplee preguntas complementarias

Las preguntas complementarias pueden ayudar a los alumnos a meditar ms cuidadosamente acerca de uno de los principios que estn analizando. Por ejemplo, si sugieren alguna forma en que un relato de las Escrituras pueda relacionarse personalmente con ellos, usted podra preguntarles: Qu ms aprendemos de este relato?
Permita que cada uno tenga oportunidad de hablar

Para alentar ms la participacin de sus alumnos, quizs podra dirigir algunas preguntas complementarias a aquellos que todava no hayan hecho ningn comentario durante la leccin. Si son varias las personas que desean hacer comentarios acerca de un tema determinado, quizs podra usted decir algo as como: Escuchemos primero sus comentarios y luego los de usted. Entonces sus alumnos permanecern en orden sabiendo que despus tendrn la oportunidad de expresarse.
Pautas generales para hacer preguntas Haga preguntas que los alumnos puedan contestar
No emplee preguntas que demuestren su propio conocimiento personal. Haga preguntas que requieran que las personas a las que ensee reflexionen antes de responder.
Ayude a sus alumnos a prepararse para contestar preguntas

Para ayudar a sus alumnos a prepararse para contestar preguntas, podra informarles antes de que algo se les lea o
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se les presente que les har algunas preguntas (vanse los mtodos de pedir a los alumnos que identifiquen algo especfico en la seccin El ensear en base a las Escrituras, pgs. 5960). Por ejemplo, podra decirles: Escuchen a medida que leo este pasaje para que puedan expresar lo que es de mayor inters para ustedes en cuanto al mismo, o Mientras leemos este pasaje de las Escrituras, traten de entender lo que el Seor nos dice acerca de la fe.
pregunta correspondiente que est debajo de su silla. Pdales luego que la lean y respondan a la misma. Pida a cada alumno que escriba una pregunta basada en un principio del Evangelio o en un pasaje de las Escrituras. Recjalas entonces y analcelas con la clase. Asigne a algunos alumnos la dramatizacin de personajes de su preferencia en la leccin y a otros que les hagan preguntas (vase Dramatizaciones, pgs. 188189). Esto surte buen resultado especialmente con los nios. Durante la semana antes de la leccin, asigne algunas preguntas a determinados miembros de la clase, y pdales que se preparen a responderlas como parte de la prxima leccin. Emplee las siguientes preguntas para analizar un principio del Evangelio: Qu saben con respecto a este principio? Qu ms desean saber al respecto? Qu han aprendido hoy? Usted puede entonces establecer la base de la leccin pidiendo a los alumnos que respondan a estas preguntas y que las anoten en tres columnas en la pizarra. Escriba en la pizarra una pregunta antes de comenzar la clase a fin de que los alumnos empiecen a pensar sobre ella tan pronto como vayan llegando. Pida a los alumnos que respondan a las preguntas buscando y leyendo pasajes de Escrituras e himnos apropiados. Pdales tambin que contesten relatando ejemplos de sus propias experiencias. Divida la clase en pequeos grupos y entrgueles algunas preguntas para que las estudien en conjunto. Luego pida a cada grupo que presente sus respuestas a la clase.
Evite hacer preguntas que provoquen controversia o que promuevan altercados

El Salvador dijo: Aquel que tiene el espritu de contencin no es mo (3 Nefi 11:29; vanse tambin los versculos 28 y 30). Tenga especial cuidado de no hacer preguntas que promuevan altercados o que destaquen temas sensacionales. No haga preguntas que provoquen dudas o que conduzcan a anlisis que no edifiquen. Asegrese de que sus preguntas conduzcan a sus alumnos hacia la unidad de la fe y el amor (vase Mosah 18:21). Cuando se suscite un desacuerdo, trate de destacar los puntos de comprensin mutua y de doctrina correcta.
En ocasiones, haga preguntas que promuevan la meditacin en silencio

Ocasionalmente podra hacer preguntas que conduzcan a los alumnos a la meditacin en silencio en vez de que respondan abiertamente en un anlisis. Por ejemplo: Qu han hecho hoy que les haya ayudado a seguir en el sendero hacia la vida eterna? Han dejado de hacer hoy alguna cosa que podra haberles guiado hacia la vida eterna?
Empleo creativo de las preguntas

Usted podra emplear preguntas en algunas de las siguientes formas: Escrbalas en tiras de papel y colquelas con cinta adhesiva debajo de las sillas. En momentos oportunos durante la leccin, pida a cada persona que recoja la
Para obtener informacin adicional, vase Planear y dirigir anlisis significativos, pg. 366 en la seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia.
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CMO AYUDAR A LOS ALUMNOS PARA QUE PRESTEN ATENCIN
Un maestro de la Escuela Dominical comparti la siguiente perspectiva acerca de una leccin que haba enseado: Me sent como si hubiera llevado a mi clase en una excursin por el bosque. Al comenzar nuestra caminata por un sendero, fui sealndoles algunos aspectos interesantes de las Escrituras a travs del camino. Con mucho cuidado iba explicndoles las ideas de la leccin como un gua les explicara las diferentes variedades de follaje que se encuentran en el bosque. En cierto punto me detuve y observ a los miembros de mi clase. Descubr entonces que era como si se encontraran muy atrs en el sendero de las Escrituras. Ninguno de ellos se haba conservado a la par conmigo. Algunos se haban demorado; otros parecan estar atascados y an otros parecan haberse apartado del camino y se haban perdido. Fue como si hubiera tenido que regresar por el sendero, reunirlos y tratar de seguir adelante con la clase. Como esta experiencia lo ilustra, un maestro puede a veces separarse de sus alumnos durante la leccin. Los miembros de la clase suelen perder el inters o distraerse. Qu podran hacer los maestros para que sus alumnos permanezcan atentos? No hay una sola respuesta para esta pregunta, pero hay ciertas cosas que usted podra hacer para remediar la situacin. otros leen pasajes de Escrituras en voz alta, o que estn hablando entre s sobre cosas que no se relacionan con la leccin. Usted podra notar en ellos una falta de concentracin o de entusiasmo cuando contestan las preguntas que les hace. Tenga especial cuidado de no interpretar mal algunas seales relativas a la atencin que presten sus alumnos. Algunos que aparenten haberse separado quizs estn en realidad concentrados en la leccin. Por ejemplo, un miembro de la clase que no est mirndolo a usted podra muy bien encontrarse meditando sobre algo que se haya dicho momentos antes o reflexionando en cuanto a una inspiracin que recibi del Espritu Santo. Cuando usted ensee por medio del Espritu, frecuentemente tendr la bendicin de discernir cun atentos estn los miembros de su clase. En determinadas ocasiones, usted podra recibir la impresin de hacer algunos cambios en la leccin para reafirmar la atencin de sus alumnos.
Cmo ayudar a que los miembros de la clase presten atencin

Las siguientes sugerencias pueden contribuir a que ayude a sus alumnos a prestar atencin: Haga que el material de la leccin sea relevante para sus alumnos. Ayude a sus alumnos a reconocer que ese material se aplica a su vida personal. Si no alcanzasen a ver que dicho material se relaciona con ellos, es probable que no demuestren inters ni presten atencin. Vare el tono de su voz al ensear. Habla quizs demasiado lento, demasiado rpido, con demasiada suavidad o
Observe y escuche a quienes ensea

Usted puede darse cuenta cuando las personas a quienes ensea se estn separando del maestro. Podra quizs percibir que estn ms inquietos que de costumbre, que no estn leyendo en silencio cuando
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muy fuerte? Emplea siempre el mismo tono de voz y con muy poca inflexin? Habla con suficiente claridad? Demuestra entusiasmo por lo que ensea? La forma en que usted emplee su voz puede influir en el nivel de atencin de las personas a quienes ensea. Mantenga contacto visual con la persona. Emplee el contacto visual como un mtodo para atraer a sus alumnos a la leccin. Al hacerlo, concentrar su atencin en aquellos a quienes ensea y no en el material de la leccin. El hacer contacto visual mientras escucha los comentarios y las preguntas de los miembros de la clase les indicar que est interesado en lo que desean decir. Tenga cuidado de no dejar que sus ojos se paseen por todo el saln mientras habla. Disponga las sillas de la sala de manera que pueda ver el rostro de cada persona y que al mismo tiempo cada persona pueda ver su rostro. Los nios pequeos le prestarn mayor atencin si se sienta cerca de ellos y les habla al nivel de los ojos.
Emplee movimientos. Trate de moverse por el saln a medida que ensea, pero no camine nerviosamente de un lado a otro. El acercarse a los alumnos cuando se les hace alguna pregunta les demostrar su inters y fomentar su participacin. Algunos movimientos apropiados de las manos y los brazos pueden ayudarle a recalcar un determinado punto de la leccin. Muvase con naturalidad y conforme a su personalidad. Si sus movimientos fuesen estudiados, simulados o exagerados, ello podra distraer a los miembros de la clase y hacer que pierdan inters en la leccin. D variedad al ritmo de la leccin. El ritmo con que cubra la leccin puede influir en el grado de atencin de sus alumnos. Si la leccin se desarrolla con demasiada rapidez, los alumnos podran llegar a confundirse. Si cubre la leccin con demasiada lentitud, podran perder el inters. Algunas partes de la leccin pueden parecer alargarse o atascarse debido a los anlisis o a los relatos. Algunos materiales quizs resulten ser importantes pero
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de menor relevancia que otros materiales para las personas a las que ensea. En tal caso, debe presentar dichos materiales con cierta rapidez a fin de proseguir con los puntos fundamentales de la leccin. Emplee una variedad de mtodos didcticos. Diferentes mtodos de enseanza pueden ayudarle a variar el ritmo de una leccin, concentrar la atencin de los alumnos al principio de la clase, recuperar su atencin durante la leccin o hacer una transicin de una parte a otra de la leccin. Por ejemplo, los anlisis en grupos pequeos pueden envolver instantneamente a los que parecen estar perdiendo el inters y la concentracin. (Vase Cmo ensear con variedad, pgs. 99100).
La responsabilidad de cada persona de participar

Al procurar que sus alumnos presten una mayor atencin, recuerde que en ltima instancia son ellos los que tienen la responsabilidad de participar. Si una persona no participa, no la presione para que lo haga. Ms bien contine manifestndole inters y respeto y ofrecindole ayuda, teniendo en cuenta este consejo que el Seor ha dado a los poseedores del sacerdocio: Ningn poder o influencia se puede ni se debe mantener... sino por persuasin, por longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero (D. y C. 121:41).
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CMO DETERMINAR SI LOS ALUMNOS ESTN APRENDIENDO
Una maestra de la Primaria estaba dando una leccin a una clase de nios de nueve aos de edad. Los principios fundamentales de la leccin eran que el Presidente de la Iglesia recibe revelaciones para toda la Iglesia y que cada persona puede recibir revelacin personal para guiar su vida. La leccin estaba bien preparada. Inclua marcar las Escrituras, anlisis en la pizarra, actividades sugeridas en el manual y un repaso. Casi al final de la leccin, la maestra hizo una pregunta de repaso: Quin tiene la autoridad para recibir revelacin para toda la Iglesia? Todos los nios levantaron la mano. Todos saban cul era la respuesta: el Presidente de la Iglesia. Luego la maestra pregunt: Qu clase de revelaciones pueden recibir ustedes? El silencio fue total. Puesto que ya haban tratado este tema en la leccin, la maestra se sorprendi al no recibir de ninguno la respuesta a esa pregunta. Entonces Sara, una de las nias de la clase, levant la mano y pregunt: Y a todo esto, qu significa revelacin? Puesto que los miembros de la clase haban recitado respuestas correctas, la maestra no se dio cuenta de que no alcanzaron a entender los principios bsicos de la leccin. Si Sara no hubiese hecho esa pregunta, la leccin habra sido incompleta para ella y posiblemente para el resto de la clase. Habran aprendido muy poco que tuviera importancia para ellos. Qu habra podido hacer la maestra al comenzar la leccin para asegurarse de que todos sus alumnos estaban entendiendo el tema? Al observar el progreso de quienes ensea, usted puede hacer adaptaciones con delicadeza a la presentacin de sus lecciones. Por ejemplo, puede repetir o recalcar ideas, hacer un alto para entablar un dilogo, relatar una historia o dar su testimonio. Tambin podr saber cundo deber acercarse individualmente a un miembro de la clase. Para poder prestar atencin constante y para poder enfocarse en los alumnos, deber prepararse de manera que no tenga que depender demasiado de sus anotaciones o del manual. Algunos mtodos para la enseanza pueden ayudarle a determinar si los alumnos entienden los principios que les est enseando. Considere las siguientes sugerencias: Pida a los alumnos que repitan los principios con sus propias palabras. Esto le ayudar a saber temprano en la leccin si estn entendiendo ciertas palabras o ideas. Si no las entienden, usted podr ofrecerles algunas explicaciones que contribuyan a que la leccin sea ms significativa para ellos. Emplee varios casos breves para analizar. Planelos de modo que algunos de ellos ilustren debidamente los principios que les est enseando y otros no. Pida a los alumnos que determinen los casos para analizar en los que se aplican correctamente los principios. (Vase Casos para analizar, pg. 184. Haga preguntas que requieran que los alumnos expresen su comprensin de los principios que se les estn enseando. Sus respuestas podran indicar la necesidad de repasar ciertos puntos de la leccin y de adaptar el plan de la misma. Lleve a cabo un anlisis. Al escuchar con atencin los comentarios de los alumnos, podr saber si han entendido correctamente los principios que les est enseando. Recurra a las Escrituras, las enseanzas de los profetas de los ltimos das o el manual de lecciones para corregir, aclarar o reafirmar cualquier punto importante. (Vase Cmo dirigir los anlisis en clase, pgs. 6870).
Cmo determinar si los alumnos estn entendiendo

El lder Boyd K. Packer ense: Los ojos del maestro alerta se movilizan constantemente de un extremo a otro del saln de clase, captando cada movimiento, grabando cada expresin, reaccionando prestamente ante sntomas de falta de inters o confusin. Con la mirada puede leer rpidamente la expresin del alumno que no ha comprendido y tambin percibir el momento cuando otro s entendi (Teach Ye Diligently, edicin revisada [1991], pgs. 164165).
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CMO AYUDAR A LOS DEMS A PONER EN PRCTICA LO QUE ESTN APRENDIENDO
Jess ense: No todo el que me dice: Seor, Seor, entrar en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que est en los cielos (Mateo 7:21). No es suficiente conocer el Evangelio; debemos vivirlo. Un maestro relat la siguiente analoga: Yo he podido aprender una importante leccin con las letras del alfabeto... Podemos recitarlas hacia adelante o hacia atrs, pero cuando lo hacemos tienen muy poco significado porque no han sido ordenadas con un determinado propsito o direccin. Cuando las agrupamos con verdadero propsito y direccin resultan entonces en himnos sagrados, Escrituras, magnfica poesa y prosa, maravillosas canciones, etc. Tal como sucede con las letras del alfabeto, as ocurre con nuestra vida... Las acciones son importantes, pero es necesario que realicemos la clase apropiada de acciones: acciones con propsito (William H. Bennett, en Conference Report, Conferencia de rea en Tonga en 1976, pg. 15). Como maestro, usted puede ayudar a las personas para que sean hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores (Santiago 1:22). Para lograrlo, debe ensearles de una manera que ayude a que los alumnos apliquen los principios del Evangelio en su vida. Por ejemplo, cuando un nio gana o recibe un poco de dinero, el padre podra explicarle lo que las Escrituras y los profetas de los ltimos das ensean acerca de los diezmos y cmo se utilizan. Entonces puede ayudar a ese nio a tomar el diez por ciento del dinero, llenar el formulario de donaciones, poner el dinero y el formulario en un sobre de diezmos y entregrselo al obispo.
Ayude a otros para que aprendan por medio del Espritu

No basta con simplemente entender los principios del Evangelio. Para que una persona realmente viva lo que aprende, es necesario que reciba el testimonio de que eso es verdadero. Esto suceder solamente cuando usted ensee por medio del Espritu y cuando esa persona aprenda por medio del Espritu (vase Cmo invitar al Espritu al ensear, pgs. 4950). A fin de ayudar a que la persona aprenda por medio del Espritu, pueden utilizarse muchos mtodos diferentes. Por ejemplo, cuando usted o aquellos a quienes ensea comparten experiencias reales en cuanto a la superacin de problemas, el Espritu puede ayudar a que sus alumnos obtengan la valenta que necesitan para vivir el Evangelio. En una clase del Sacerdocio Aarnico, el maestro relat vvidamente el caso de un hermano suyo que haba dejado de fumar y que como resultado de ello recibi grandes bendiciones. El relato impresion en gran manera a uno de los jvenes de la clase y lo inspir a abandonar l mismo ese mal hbito.
Asegrese de que sus alumnos entiendan los principios que les ensea
Usted puede ayudar a sus alumnos a entender los principios del Evangelio de modo que puedan aplicarlos en su vida.
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Aliente a sus alumnos para que vayan y hagan lo mismo

Despus de relatar la parbola del buen samaritano, el Seor mand a los que les escuchaban: V, y haz t lo mismo (Lucas 10:37). Usted debe invitar con frecuencia a sus alumnos a que apliquen los principios que vayan aprendiendo. Tales cometidos deben ser razonables y ase-
quibles. Por ejemplo, en una leccin sobre la oracin, usted podra alentar a los miembros de su familia o de su clase a que oren todas las maanas y todas las noches. En una leccin en cuanto al servicio, podra exhortarles a que ayuden a un vecino que tenga alguna necesidad. Por lo general, deber recordarles los cometidos que les haya asignado. Esto ayudar a que sus alumnos valoren la importancia de lo que se espera de ellos.
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PREPARE UN AMBIENTE PROPICIO PARA APRENDER

El orden y la autodisciplina son esenciales para el aprendizaje. Estas cualidades se establecen mejor cuando nos amamos unos a otros y deseamos ayudarnos mutuamente a progresar. Cuando demostramos consideracin, cortesa y reverencia, nos concentramos mejor en aprender el Evangelio. El Espritu se manifiesta con mayor abundancia y se producen menos interrupciones. Es mucho lo que, como maestros, podemos hacer para crear una atmsfera de consideracin mutua. Tambin debemos ensearles a otros a que ayuden a fomentar un ambiente propicio para el aprendizaje. Al hacerlo, les ensearemos a ser mejores discpulos del Salvador, y nosotros mismos nos convertiremos en mejores discpulos.
P R E PA R E U N A M B I E N T E P R OPIC IO PA R A A P R E N D E R
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CMO PREPARAR EL SALN DE CLASES

Un ambiente cmodo y agradable donde aprender puede contribuir a que los alumnos se autodisciplinen, estn ms dispuestos a concentrarse en las lecciones y sean ms receptivos al Espritu. Ya sea que usted sea maestro de clase o un padre que est preparando una noche de hogar, usted debe hacer todo lo posible por mejorar el ambiente fsico en el que habr de ensear.
Materiales para la leccin

Asegrese de tener todos los materiales que necesite para la leccin, tales como tiza, un borrador, lpices de colorear, cinta adhesiva o ayudas visuales. Cuando haya de emplear cualquier tipo de equipo, prubelo antes de usarlo en la leccin. Esto le dar tiempo de modificar sus planes si dicho equipo no llegase a funcionar adecuadamente.
Sugerencias para preparar el saln de clases La limpieza

Asegrese de que el lugar est siempre limpio. Quizs necesitar barrer el piso, recoger papeles sueltos o borrar la pizarra. Asegrese asimismo de que su propia apariencia sea limpia y modesta.
Los asientos
Arregle los asientos de tal modo que los alumnos puedan ver y escuchar bien, tanto a usted como entre unos y otros. Trate asimismo en lo posible de estar en una posicin que le permita ver directamente a cada miembro de la clase. Asegrese tambin de que la disposicin de los asientos permita que todos puedan ver la pizarra y otros materiales visuales. Si es posible, trate de que todos los asientos sean cmodos. Los nios se sienten ms cmodos cuando se sientan en sillas o bancos que les permitan tocar el suelo con los pies. En ocasiones, les agrada sentarse directamente en el piso. Las sillas para los adultos y los jvenes deben ser de tamao apropiado y dispuestas de manera que permitan el libre acceso y suficiente lugar para las piernas. En el caso de los nios, cuando sea necesario, coloque los asientos de tal forma que separe a los nios que por lo general se molestan entre s. Considere emplear el mtodo de escribir el nombre de cada nio en tiras de papel y, antes de comenzar la clase, pegarlas en la parte de atrs de las sillas que les asigne o en el suelo frente a cada silla.
La temperatura del saln

Si es posible, asegrese de que el cuarto no est ni muy caliente ni muy fro. Si ensea en un saln de clases en un centro de reuniones de la Iglesia, quizs sea necesario que consulte a sus lderes para que la temperatura del cuarto sea agradable.
La iluminacin en el saln
Asegrese de que el cuarto tenga iluminacin adecuada. Arregle las sillas de manera que la luz del sol no encandile los ojos de ninguna persona all presente.
Toques personales
Trate de crear un ambiente agradable e interesante, y lleve de vez en cuando a la clase algo que mejore la apariencia del saln. Por ejemplo, podra adornarlo con flores o exhibir lminas u objetos que se relacionen con la leccin.
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Si es menester que ms de una clase se rena en el mismo saln, disponga las sillas en extremos opuestos del mismo de manera que dichas clases se den la espalda entre s. Si dispone de mamparas o biombos, emplelos para separar las clases.
dan desplazarse. Para tales actividades en su hogar, quizs sea menester cambiar la posicin de los muebles.
Cmo hacer que los alumnos le ayuden

Como maestro, usted tiene la responsabilidad de arreglar el lugar donde habr de ensear, mas no es necesario que haga por s mismo todas las preparaciones. Permita a sus alumnos que intervengan en mejorar el ambiente de la clase. Quizs podra asignarles responsabilidades especficas, ya sea con regularidad u ocasionalmente.
El espacio
Disponga del espacio necesario para las actividades que planee llevar a cabo. Por ejemplo, si planea tener una dramatizacin, asegrese de contar con suficiente espacio para que los participantes puedan estar de pie y para que pue-
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ENSEE A OTROS A QUE CONTRIBUYAN A UN AMBIENTE PROPICIO PARA APRENDER
Caractersticas de un ambiente propicio para aprender
Cuando nos reunimos para aprender el Evangelio, no lo hacemos meramente como maestros, alumnos y amigos. Nos reunimos como hermanos y hermanas, hijos de nuestro Padre Celestial. Estamos an ms unidos merced a nuestro convenio bautismal, porque compartimos las responsabilidades que Alma describi a los Santos que se haban bautizado en las aguas de Mormn: debemos [fijar la] vista hacia adelante con una sola mira, teniendo una fe y un bautismo, teniendo entrelazados [nuestros] corazones con unidad y amor el uno para con el otro (Mosah 18:21). De este entendimiento del convenio bautismal debemos obtener la inspiracin de ayudarnos unos a otros a aprender y vivir el Evangelio a fin de que podamos regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial. Una forma en que tanto los alumnos como los maestros pueden hacer esto es crear un ambiente propicio para aprender. En un ambiente tal, (1) nos edificamos unos a otros mediante nuestra participacin, (2) nos amamos y ayudamos mutuamente, y (3) deseamos buscar juntos la verdad. Los maestros y los alumnos se edifican unos a otros mediante su participacin. Nos edificamos unos a otros cuando escuchamos con atencin los comentarios, cuando participamos en los anlisis y en otras actividades de aprendizaje, cuando hacemos preguntas que requieren que se reflexione antes de responder, cuando oramos juntos, cuando compartimos experiencias e ideas personales y cuando damos nuestro testimonio (vase D. y C. 88:122). Los maestros y los alumnos se aman y ayudan mutuamente. Las personas aprenden con mayor eficacia cuando sienten que se encuentran entre amigos que se interesan por ellos. Si presintieran que podran ser ridiculizados o abochornados, probablemente no sientan el deseo de contribuir a las lecciones y de progresar en el Evangelio. Mediante nuestras palabras y nuestras acciones, podemos demostrarles que nos preocupamos por ellos y que queremos que progresen. El siguiente consejo del lder Henry B. Eyring se refiere al amor que debemos sentir cuando nos reunimos para estudiar el Evangelio: Nuestro Padre Celestial quiere que nuestros corazones estn entretejidos en uno solo. Tal unin en el amor no es simplemente un ideal, sino una necesidad (Para que seamos uno, Liahona, julio de 1998, pg. 72). Todos los maestros y los alumnos desean buscar juntos la verdad. Al reunirnos con el gran propsito de aprender a entender y vivir el Evangelio, aumentan nuestras oportunidades para aprender. Cuando llegamos a ser ms unidos en nuestra bsqueda de la verdad, invitamos al Espritu del Seor para que more con nosotros ms abundantemente.
Nombrad de entre vosotros a un maestro; y no tomen todos la palabra al mismo tiempo, sino hable uno a la vez y escuchen todos lo que l dijere, para que cuando todos hayan hablado, todos sean edificados de todos y cada hombre tenga igual privilegio (D. y C. 88:122).
Cmo ensear a otros en cuanto a un ambiente propicio para aprender

Parte de su responsabilidad como maestro consiste en ayudar a sus alumnos de modo que entiendan lo que pueden hacer para fomentar un ambiente propicio para aprender. Cada alumno tiene la responsabilidad de contribuir para que otros tengan una buena experiencia de aprendizaje. Al tratar de establecer un ambiente propicio
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para el aprendizaje en su clase, usted no estar simplemente promoviendo la buena conducta o asegurndose de que no se interrumpa su presentacin, sino que estar cumpliendo su comisin divina de ayudar a los dems para que sean mejores discpulos del Salvador. A fin de ayudar a los miembros de su familia o de su clase para que contribuyan en establecer un ambiente propicio para el aprendizaje, considere llevar a cabo un anlisis empleando las siguientes sugerencias: Exprseles sus sentimientos en cuanto al Evangelio y explqueles que desea ayudar a que otros aprendan las verdades del mismo. Analice con ellos la responsabilidad que todos tenemos de ayudarnos mutuamente a aprender el Evangelio (vase la pg. 85). Hable acerca de la importancia de participar en las lecciones. Pdales que den sugerencias en cuanto a lo que pueden hacer para ayudar a crear un ambiente propicio para aprender. Una maestra a quien se llam a ensear a los nios de siete y ocho aos de edad en la Primaria llev a cabo un anlisis la primera vez que se reuni con ellos. Queridos amigos, les dijo ese domingo por la maana, el obispo me ha pedido que sea la maestra de ustedes. Puso sus manos sobre mi cabeza y me bendijo para que pudiera comprenderlos, amarlos y ensearles cosas que son verdaderas. Esto me hace muy feliz. En nuestra clase, tratar de preparar lecciones que sean interesantes y verdaderas. Me asegurar de darles muchas oportunidades para que hagan y contesten preguntas, canten, me escuchen relatarles historias y me digan cosas que saben que son verdaderas. La maestra prosigui diciendo: Antes de nacer, todos nosotros vivimos con nuestro Padre Celestial. Somos Sus hijos y, por lo tanto, todos somos hermanos y hermanas.
En nuestra clase queremos ayudarnos unos a otros para que todos podamos regresar a vivir otra vez con nuestro Padre Celestial. Cules son algunas de las cosas que cada uno de nosotros puede hacer para ayudar a los dems en la clase a aprender las cosas importantes de que hablemos? Piense cada uno en algo que podra hacer. La maestra fue anotando en la pizarra las ideas de los miembros de la clase. La lista inclua cosas tales como tratarse con bondad, participar en las lecciones, compartir experiencias y testimonios, escuchar con atencin y esforzarse por entender los principios del Evangelio. Entonces la maestra les pregunt: Pueden pensar en algunas cosas que podran interferir con nuestro aprendizaje? Luego hizo otra lista en la pizarra. Esa lista inclua cosas tales como burlarse de alguien y hablar mientras otra persona est hablando. De esas dos listas la maestra y los nios prepararon algunas reglas para la clase describiendo lo que todos deberan esperar el uno del otro. sa no fue la nica vez en que la maestra les habl acerca de estos principios. De vez en cuando hablaba con cada uno de ellos en privado y, cuando era necesario, con toda la clase. Al prepararse para ensear, considere cmo podra adaptar el mtodo de aquella maestra o emplear otras ideas a fin de ayudar a que los dems contribuyan a establecer un ambiente propicio para aprender. Si es observador y recurre a la oracin, encontrar muchas oportunidades para ensear que se aprende ms cuando (1) nos edificamos mutuamente por medio de la participacin, (2) nos amamos unos a otros, y (3) deseamos buscar juntos la verdad.
Para mayor informacin sobre cmo crear un ambiente propicio para aprender, vanse las lecciones 6 y 7 del curso Enseanza del Evangelio (pgs. 242251).
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CMO PUEDE UN MAESTRO CONTRIBUIR A UN AMBIENTE PROPICIO PARA APRENDER
Adems de ayudar a los alumnos para que entiendan cmo pueden contribuir a establecer un ambiente propicio para aprender (vanse las pgs. 8586), hay una serie de cosas que usted, como maestro, puede hacer para fomentar un ambiente tal. sona, pgs. 3738). Al reconocer que usted los ama y se preocupa por ellos, sus alumnos tendrn mayor confianza en usted. Estarn ms dispuestos a que les ensee y menos inclinados a provocar interrupciones (vase El amor enternece el corazn, pgs. 3334).
Preprese espiritualmente
Su propia preparacin espiritual contribuye en gran manera al ambiente para aprender tanto en el hogar como en el saln de clases. Al prepararse espiritualmente, usted demostrar un espritu de paz, de amor y de reverencia. Aquellos a quienes ensee se sentirn ms seguros al meditar y analizar las cosas de valor eterno. Si usted se muestra contrariado, preocupado, enojado o inclinado a criticar, y no se ha preparado espiritualmente, es posible que sus alumnos no puedan aprender mucho por medio del Espritu. (Para obtener sugerencias sobre cmo prepararse espiritualmente, vanse las pgs. 1121).
Vstase apropiadamente
Su ropa y su apariencia deben ser tales que no distraigan a nadie durante la clase. Si est enseando a los jvenes, no necesita vestirse como ellos para ganarse su confianza.
El predicador no era de ms estima que el oyente, ni el maestro era mejor que el discpulo; y as todos eran iguales y todos trabajaban, todo hombre segn su fuerza (Alma 1:26).
Salude cortsmente a sus alumnos

Si ensea en un saln de clases, sonra a medida que cada uno de sus miembros vaya entrando al mismo. Saldeles con un apretn de manos, y dgales que le complace verlos. Exprese su aprecio por cada uno de ellos. Una simple frase de bienvenida puede hacerles sentirse cmodos y ayudarles a prepararse para aprender. Tambin podra hacer que la noche de hogar y el estudio de las Escrituras como familia se conviertan en una ocasin especial al saludar clidamente a cada uno de sus miembros antes de comenzar.
Ame a cada persona y establezca una relacin con ella

Jess dijo: Un mandamiento nuevo os doy: Que os amis unos a otros; como yo os he amado, que tambin os amis unos a otros (Juan 13:34). Usted debe procurar amar a quienes ensea, no slo cuando sean fciles de amar, sino tambin cuando pongan a prueba su paciencia (vase Procure obtener el don de la caridad, pg. 12). Cada persona a quien usted ensee es preciosa a la vista del Seor y tambin debiera serlo ante su vista como maestro. Trate de encontrar maneras de establecer una relacin con cada persona a quien ensee (vase Cmo acercarse a cada per-
Comience de una manera que promueva la atencin

Con frecuencia se llevan a cabo algunas conversaciones y actividades informales antes de empezar la clase. Una de sus responsabilidades es dar trmino a ellas y ayudar entonces a que todos presten atencin a la leccin. Esto podra incluir pedirles que tomen asiento o hacer que escuchen la grabacin de un himno. Podra requerir que simplemente mire a cada persona a los ojos
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antes de pedir que una de ellas ofrezca la primera oracin. En ciertas ocasiones podra usted mismo ofrecer la oracin. (Vase Cmo empezar la leccin, pgs. 104105).
Ensee en cuanto a Cristo

Todo lo que enseemos debe conducir a los miembros de nuestra familia y de la clase hacia Cristo, a Su misin redentora, Su ejemplo perfecto, Sus ordenanzas y convenios, y Sus mandamientos. Recurdelo siempre al preparar y presentar sus lecciones. Ello contribuir un espritu de unin y de esperanza al ambiente de aprendizaje.
Promueva el respeto mutuo

Pida a los miembros de la clase que piensen en lo que podran hacer para contribuir a que cada uno se sienta amado y apreciado. Mediante lo que usted haga y diga, sus alumnos pueden aprender a responder respetuosamente a los comentarios y preguntas de cada uno (vase Dispngase a escuchar, pgs. 7172). Asegreles que toda pregunta sincera ser siempre bienvenida. Las preguntas de una persona pueden ayudarle a aclarar principios que tampoco otros entiendan.
Los nios por lo general viven de acuerdo con lo que se espera de ellos. Si les expresa sentimientos positivos, estar ayudndoles a mantener un ambiente propicio para el aprendizaje. A continuacin se sugieren algunos ejemplos de comentarios positivos que podra utilizar: Cada uno de ustedes es muy especial. Cada uno de ustedes es realmente un hijo de Dios. No existe en el mundo ninguna persona que sea exactamente como ustedes. Al compartir algunas de sus experiencias, ustedes han contribuido a que nuestra leccin haya sido tan interesante. Me hace muy feliz ver que trabajamos tan bien en conjunto. Yo s que nuestro Padre Celestial est muy complacido hoy con cada uno de ustedes. Valoro mucho todo lo bueno que hacen. Todos estamos tratando de hacer lo correcto. Tenemos que esperar nuestro turno para hablar. Cada uno de ustedes tiene buenas ideas, as que necesitamos escucharnos unos a otros.
Emplee una variedad de mtodos didcticos que promuevan la participacin de los alumnos
El ambiente de aprendizaje se enriquece cuando todos los alumnos se interesan en la leccin y participan en los anlisis y en otras actividades. Para ayudar a mantener un alto nivel de inters y participacin, emplee una variedad de mtodos de enseanza (vase Cmo ensear con variedad, pgs. 99100).
Promueva el entusiasmo por aprender el Evangelio

Las personas podran estar asistiendo a la clase por una variedad de motivos. Sin embargo, a medida que vayan llegando usted debera ayudarles a concentrarse con entusiasmo en un solo propsito: el de aprender el Evangelio. Usted puede hacer esto tratando de hacerles ver que el Evangelio les ayudar a resolver sus problemas, enriquecer su vida y aumentar su felicidad. Aliente a sus alumnos a venir a la clase preparados para aprender y a participar. Cuando se esfuercen personalmente por aprender el Evangelio, estarn ms dispuestos a contribuir a un ambiente propicio para ello durante las lecciones (vase El ayudar a las personas a aceptar la responsabilidad que tienen de aprender el Evangelio, pgs. 6667). Algunas asignaciones sencillas fuera de la clase suelen ser de gran ayuda, en particular cuando ello aliente a los alumnos a aplicar los principios del Evangelio en su vida diaria (vase Cmo ayudar a los dems a poner en prctica lo que estn aprendiendo, pgs. 8081). Cuando les asigne hacer algo fuera de la clase, debe generalmente dar a los alumnos la oportunidad de presentar ms tarde un informe sobre ello. Esto les ayudar a entender el valor que usted adjudica a lo que han aprendido y realizado.
Comparta sus sentimientos, sus experiencias y su testimonio

Al compartir usted sus sentimientos, sus experiencias y su testimonio, otros probablemente se sientan inspirados a hacer lo mismo. Esto fortalecer tanto a los que comparten como a los que escuchan. Particularmente los nuevos conversos tal vez necesiten ver que en la Iglesia todos nos enseamos y aprendemos mutuamente, sin importar nuestro grado de experiencia. Toda persona tiene algo para contribuir. Escuchamos las contribuciones de unos y otros de modo que todos [seamos] edificados de todos (D. y C. 88:122).
Sugerencias adicionales para aquellos que ensean a los nios Exprese a los nios sentimientos positivos
Cuando los criticamos o les hablamos en forma negativa, los nios suelen sentirse inadecuados o rechazados. Quizs traten de llamar la atencin molestando a otros nios o comportndose mal. Por otro lado, los comentarios positivos les ayudarn a entender que usted espera de ellos lo mejor. Reconzcalos y agradzcales todo lo bueno que hagan e ignore los problemas menores. Si usted hace esto, empezarn a sentir que los acepta, los ama y los comprende. (Para sugerencias adicionales, vanse los videocase-
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Reprimendas T siempre ests causando disturbios en la clase y eso no me gusta.
Comprensin S que a veces no es fcil permanecer quieto, pero necesito que lo hagas por un ratito ms. Te ayudar si te sientas aqu a mi lado?
Por qu no puedes dejar de molestar a los dems?
Es tentador molestar a los dems, pero no debemos hacerlo ya que no nos permite aprender bien.
Cmo puedes ser tan desconsiderado con los dems?
Quizs a veces sientas como que quieres decir algo malo a otra persona, pero en nuestra clase tratamos de ser siempre amables y considerados. Debemos tratar de ayudar a los dems a sentirse como a nosotros nos gusta sentirnos.
T no me ests prestando atencin! Date vuelta inmediatamente! Basta ya de tanto ruido! No lo soportar un minuto ms!
No es fcil para m ensearles cuando no alcanzo a ver sus ojos, as que por favor prstenme atencin. Todos parecen estar cansados e inquietos. Pnganse de pie por un minuto y estrense un poco.
tes Capacitacin para los lderes de la Primaria [5X008 002] y Ensea al nio [5X677 002].)
Establezca y mantenga ciertas normas

Los nios necesitan y aprecian tener reglamentos y limitaciones. Trabaje con los nios a quienes ensea para establecer algunas reglas simples y claras (no ms de tres o cuatro). Esto les ayudar a gobernarse a s mismos. Explqueles que el obedecer dichas reglas ayudar a que todos disfruten de estar aprendiendo juntos. Tambin analice con ellos lo que habr de suceder si quebrantan dichas normas. Usted podra determinar con ellos el empleo de cierta seal cuando haya necesidad de restablecer el orden, como por ejemplo, que el maestro se ponga de pie con los brazos cruzados. Despus de haber establecido con los nios algunas normas, prepare una grfica que las detalle. Si los nios todava no saben leer, utilice dibujos para mostrarles cmo deben comportarse. Cada vez que un nio quebrante una norma, haga una pausa en la leccin y pregunte con calma: Qu nos dice la regla?. Espere pacientemente que el nio repita dicha regla y entonces pdale que sugiera cmo debe cumplirse. Contine luego con la leccin.
sea la leccin leyndola del manual, probablemente perder su atencin. Si los nios se vuelven muy inquietos, diga algunas cosas tales como: Necesito que piensen bien antes de contestar esta pregunta o Podras sostener esta lmina ante la clase para que todos la vean? Trate de ignorar en lo posible los disturbios insignificantes y de atraer hacia otra cosa la atencin de los nios. Por ejemplo, podra decirles: Esto que voy a mostrarles les va a gustar mucho o Por favor levanten la mano cuando crean que saben la respuesta.
Sea comprensivo
Asegrese de que los nios sepan que usted los comprende y los ama, aun en los momentos difciles. No se olvide de que, ms que reprimendas, ellos necesitan comprensin; por tanto, demustreles paciencia y amabilidad. Al hacerlo, podr convertir cualquier situacin difcil en una oportunidad para que aprendan lo que les ensea. La grfica de esta pgina ilustra la diferencia entre las reprimendas y la comprensin. No espere ser perfecto ni que los nios lo sean. Adopte una actitud feliz y positiva que ayude a los nios a saber que los ama. Aydeles a ver que los problemas pueden resolverse en armona.
Ayude a los nios a participar

Mantenga a los nios ocupados e interesados presentndoles lecciones que incluyan una variedad de actividades. sta es quizs la mejor manera de evitar el mal comportamiento. En tanto que les ensee, mreles a los ojos; si en-
Para mayor informacin sobre cmo crear un ambiente propicio para aprender, vanse las lecciones 6 y 7 del curso Enseanza del Evangelio (pgs. 242251).
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LA REVERENCIA
El lder Boyd K. Packer ense: Cuando nos reunimos para aprender las doctrinas del Evangelio, debemos hacerlo en un espritu de reverencia... El mundo est cada vez ms agitado... Esta tendencia a ms ruido, ms tensin, ms contencin, menos refrenamiento, menos dignidad y formalidad no es accidental ni inocente ni inofensiva. La primera orden de un comandante que se apresta a hacer una invasin militar es la de interferir con los canales de comunicacin de aquellos a quienes intenta conquistar. La irreverencia satisface los propsitos del adversario al obstruir los delicados canales de revelacin tanto de la mente como del espritu... ...La reverencia invita a la revelacin (La reverencia inspira la revelacin, Liahona, enero de 1992, pgs. 23, 24). El presidente David O. McKay dijo que la reverencia es un profundo respeto entremezclado con el amor (Improvement Era, junio de 1967, pg. 82). El lder L. Tom Perry coment: [La reverencia] nace de nuestra admiracin y respeto por Dios (vase Sirvamos a Dios agradndole con temor y reverencia, Liahona, enero de 1991, pg. 80). El presidente Spencer W. Kimball aconsej: La verdadera reverencia es una cualidad vital que est desapareciendo rpidamente del mundo, a medida que las fuerzas del maligno esparcen su influencia. Nuestra mente no podra comprender el poder benfico del que podramos disponer si los millones de miembros de la Iglesia
verdadera de Cristo sirvieran como modelos de un comportamiento reverente; no podemos imaginarnos el nmero adicional de vidas que podramos convertir. Quizs an ms importante: no podemos imaginarnos la gran consecuencia espiritual que tendra sobre nuestras familias si llegramos a ser la gente reverente que debemos ser (vase Debemos ser reverentes, Liahona, abril de 1977, pg. 2). Estas declaraciones de los profetas, videntes y reveladores de los ltimos das muestran que la reverencia es mucho ms que mantenerse quietos y en silencio durante la leccin. Es una actitud que est presente en todo comportamiento correcto. Se manifiesta en el respeto y el amor que tenemos por Dios y los unos por los otros. Una cancin de la Primaria ensea: La reverencia es ms que estar quietos; es recordar al Seor, ver las bendiciones del Padre en los cielos; es un sentimiento de amor. (Canciones para los nios, pg. 12)
Cmo establecer un ejemplo de reverencia

A fin de poder ensear a otros a ser reverentes, debemos ser reverentes nosotros mismos. Debemos demostrar lo que el presidente McKay defini como reverencia: Un profundo respeto entremezclado con el amor. Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a considerar sus esfuerzos por ser reverente: Guarde los convenios sacramentales de recordar siempre al Seor y tomar sobre s mismo Su nombre (vase D. y C. 20:77, 79). Esfurcese por siempre pensar en l y en Su bondad y por ser [testigo] de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar (Mosah 18:9). Use el nombre de los miembros de la Trinidad en la forma adecuada y con reverencia. El lder Dallin H. Oaks ense: Cuando se emplean con reverencia y con autoridad, los nombres de Dios el Padre y de Su Hijo Jesucristo invocan un poder que est ms all de lo que el hombre mortal alcanza a comprender.
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Debera ser obvio para todo creyente que estos nombres poderosos por medio de los cuales se realizan milagros, por los que el mundo fue organizado, el hombre fue creado y nosotros podemos ser salvos son sagrados y deben tratarse con la mayor reverencia (en Conference Report, abril de 1986, pg. 67). Demuestre el debido respeto por las Autoridades Generales, los Setenta Autoridades de rea, los miembros de las presidencias generales de organizaciones auxiliares y los lderes locales del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares. Emplee siempre sus ttulos, tales como presidente, lder, obispo o hermana cuando se dirija o se refiera a ellos. Dirjase o refirase a otros miembros adultos de la Iglesia como hermano o hermana. Evite emplear lenguaje o palabras de naturaleza descorts que menosprecien, denigren o critiquen a otras personas. Use palabras amables, tales como por favor, gracias, con permiso y disclpeme, tanto cuando se dirija a miembros de su familia como a otras personas. Demuestre el debido respeto cuando emplee las Escrituras o utilice cosas que sean propiedad del Seor (tales como el centro de reuniones y sus alrededores, muebles y libros).
Las siguientes sugerencias podran ayudarle a estimular la reverencia en otras personas: Fije lmites. Defina lo que es un comportamiento aceptable y lo que no es aceptable. Por ejemplo, no permita el lenguaje que menoscabe las cosas sagradas o que sea vulgar, profano o descorts. Desapruebe la conducta desconsiderada, tal como comer en el saln o salir y entrar durante la leccin. A medida que aquellos a quienes ensee se relacionen los unos con los otros y con usted, alinteles para que escuchen con atencin los comentarios que se hagan sin interrumpir. Exhrteles asimismo a emplear palabras de cortesa, tales como por favor, gracias, con permiso y disclpeme. Organcese y prepare todo de manera que haya tan poca confusin como sea posible. Si es maestro de una clase, sea puntual en llegar al saln. Comience y termine la clase a tiempo. Esto demostrar respeto hacia quienes ensea. Exprsese de una manera agradable y corts. Salude siempre a sus alumnos con una sonrisa. Tenga especial consideracin por las contribuciones que sus alumnos hagan durante los anlisis. Si est enseando a los nios, piense anticipadamente en cuanto a algunas cosas simples que podra hacer para recordarles que deben ser reverentes. Quizs lograra restablecer un ambiente de reverencia al cantar o entonar con suavidad una cancin reverente, al mostrarles una lmina o al emplear un ademn o sea que los nios puedan reconocer como indicacin de que deben ser reverentes. Recuerde que es particularmente difcil para los nios permanecer sentados por mucho tiempo. Aydeles a escuchar con atencin y a participar activamente. Permtales peridicamente que descansen por algunos momentos. Dedique tiempo a explicarles, especialmente a los nios, cun importante es la reverencia. Explqueles el propsito de los preludios musicales. Mencineles cun importante es escuchar con atencin, cantar los himnos y hablar en voz baja. Aydeles a entender que a nuestro Padre Celestial le agrada el comportamiento reverente. Explqueles que a medida que sean reverentes, se sentirn mejor y sus testimonios se fortalecern. No recompense el comportamiento reverente con premios o comida. No proponga ninguna competencia para ver quin es el ms reverente, ya que stas tienden a destacar ideas errneas. Enseles en cuanto a las verdaderas recompensas que se obtienen cuando procedemos con reverencia, tales como un mayor entendimiento y la influencia del Espritu.
Maneras especficas de ensear una conducta reverente

Aunque su ejemplo personal es con frecuencia todo lo que se necesita para ayudar a que otros demuestren mayor reverencia, en ocasiones quizs tenga que ensear especficamente sobre el comportamiento reverente. Esto podra ser especialmente necesario con los nios y los jvenes. Una maestra de nias de diez y once aos de edad reconoci la necesidad de darles algunas instrucciones concretas acerca de la reverencia. Durante una leccin sobre la misin y el martirio de Jos Smith, las nias estaban diciendo tonteras y comportndose de una manera irrespetuosa. La maestra escuchaba atnita los comentarios irreverentes que hacan y en silencio dedic un breve momento para tratar de decidir lo que deba hacer. Entonces, con marcada emocin y firmeza en su voz, les dijo que esas conversaciones y risotadas eran totalmente inapropiadas y que tales palabras ofendan la profunda reverencia que ella senta por Jos Smith y todo lo que l haba experimentado. Las nias se callaron inmediatamente. Entonces la maestra les dijo que las amaba y que disfrutaba mucho de ensear esa clase, pero que no poda permitirles ese comportamiento. La ocasin fue una experiencia aleccionadora tanto para la maestra como para las nias de la clase.
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Utilice la msica. El lder Boyd K. Packer dijo: La msica crea un ambiente de adoracin que invita al espritu de revelacin y de testimonio (La reverencia inspira la revelacin, Liahona, enero de 1992, pg. 24). Use un preludio musical para establecer un tono de reverencia. Emplee la msica en las lecciones que ensee.
Ayude a sus alumnos a reconocer la influencia del Espritu. D su testimonio cada vez que el Espritu lo inspire. Concentre todas sus enseanzas en el Salvador. Exhiba un cuadro del Salvador en el saln de clases.
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CMO AYUDAR A QUIENES PROVOCAN INTERRUPCIONES
Hablando acerca del ambiente del hogar, el presidente Gordon B. Hinckley dijo: Cuando os enfrentis a pequeos problemas, e inevitablemente lo haris, controlaos. Recordad la sabidura del antiguo proverbio: La blanda respuesta quita la ira (Proverbios 15:1). No existe en el mundo mejor disciplina que la disciplina del amor; tiene su propio aspecto mgico (vase El ambiente de nuestros hogares, Liahona, octubre de 1985, pg. 5). Como observ el presidente Hinckley, es inevitable que ocurran pequeos problemas. Ya sea que ensee en su propio hogar o en la Iglesia, sus lecciones podran a veces ser interrumpidas por el comportamiento de quienes ensea. Al esforzarse por ayudar a los que provoquen interrupciones, recuerde que no solamente debe tratar de corregir una conducta inapropiada o asegurarse de que todos se tranquilicen, sino tambin de ayudarles a ser mejores discpulos del Salvador. La siguiente informacin le ayudar a resolver tales problemas con espritu cristiano.
Procure comprender a quienes ensea

Al pensar en cuanto a diferentes maneras de ayudar a quienes provoquen interrupciones, tenga en cuenta todas las posibles razones de tal comportamiento, incluso el ambiente del saln de clases. Suplique en oracin la gua del Espritu. A veces la gente suele provocar interrupciones debido a algo que usted u otra persona est haciendo. En ocasiones hablan indebidamente porque se sienten molestos, enojados, cansados o frustrados. Usted debe considerar cuidadosamente estas posibilidades al pensar en las causas de tales problemas. Si usted comprende a quienes ensea, podr ayudarles a contribuir positivamente a las lecciones. (Vase El comprender a quienes ensea, pgs. 3536. Para hacer un repaso de las necesidades de los alumnos de diferentes edades, vase Cmo ensear a los nios, pgs. 120121; Caractersticas de los nios en base a sus edades, pgs. 122129; Cmo entender y ensear a los jvenes, pgs. 132134; Cmo entender y ensear a los adultos, pgs. 138140.)
El lder Boyd K. Packer ense: Es importante que un maestro entienda que toda persona es bsicamente buena. Es importante saber que su propensin es hacer lo que es justo. Tal concepto es producto de la fe. Es algo que tiene mucho significado cuando nos encontramos frente a nuestros propios hijos o nos presentamos ante una clase de jvenes para ensearles. ...Si hemos de ensear, tenemos que recordar constantemente que estamos tratando con hijos e hijas de Dios y que cada uno de ellos, puesto que son Su progenie, tiene la posibilidad de llegar a ser como l es (Teach Ye Diligently, edicin revisada [1991], pg. 89).
Recuerde el valor de las almas

El Seor aconsej: Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios (D. y C. 18:10). Aquellos a quienes usted ensea tienen caractersticas y destinos de naturaleza divina. La forma en que responda a sus acciones puede ayudarles a recordar su infinito valor como hijos e hijas de Dios. Mediante su ejemplo personal, usted puede ayudarles a aumentar el deseo en ellos de ayudarse mutuamente a aprender el Evangelio y a vivir de acuerdo con los principios del mismo.
Evale sus propios esfuerzos

Cuando aquellos a quienes ensee se comporten mal, es fcil prestar atencin a la conducta de ellos y no a la suya propia. Pero el Salvador dijo: Cmo dirs a tu hermano: Djame sacar la paja de tu ojo, y he aqu, hay una viga en tu propio ojo?... saca primero la viga de tu propio ojo; y entonces vers claramente para sacar la paja del ojo de tu hermano (3 Nefi 14:45). Al esforzarse por solucionar los problemas de disciplina, considere primeramente si la verdadera causa del problema es algo
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que usted mismo est haciendo. Pregntese: Estoy concentrando mi enseanza en el Salvador y Su doctrina? Estoy haciendo todo lo posible para ensear por medio del Espritu? He ayudado a que mis alumnos asuman la responsabilidad de aprender? Les he ayudado a que contribuyan a establecer un ambiente propicio para el aprendizaje? Les doy la oportunidad para que aprendan los unos de los otros? Podra yo preparar mejor mis lecciones? Estoy procurando continuamente ser un mejor maestro?. Examine los mtodos que est empleando para ensear. Pregntese: Estn ayudando a que mis alumnos entiendan y pongan en prctica las verdades del Evangelio? Estoy empleando una variedad de mtodos a fin de poder ayudar a que mis alumnos continen estando interesados y a que participen activamente?.
lecciones sin interrupciones? Ms que en sus propias experiencias, piense en las experiencias que estn teniendo los miembros de la clase. A medida que trate continuamente de ir ms all de sus propias necesidades personales para llegar al corazn de sus alumnos, stos se sentirn ms cmodos al participar en formas edificantes.
Ayude a todos los miembros de la clase para que contribuyan a un ambiente propicio para aprender
De vez en cuando quizs usted desee repasar con sus alumnos los principios que podran ayudarles a contribuir a un ambiente propicio para aprender (vase Ensee a otros a que contribuyan a un ambiente propicio para aprender, pgs. 8586). Recurdeles que tienen la responsabilidad de participar en los anlisis, de permitir la contribucin de cada uno, de prestarse atencin entre unos y otros y de llevar a la clase sus propios libros cannicos. Dgales asimismo lo que usted, como maestro, har para contribuir a ese ambiente propicio para el aprendizaje. Asegreles que se preparar debidamente para ensearles y que llevar a cabo algunos anlisis y otras actividades a fin de que todos tengan la oportunidad de participar.
Evale sus motivos

El Seor ense que quien tenga el deseo de ayudarle en Su obra tiene que ser humilde y lleno de amor, y [tener] fe, esperanza y caridad (D. y C. 12:8). Solamente los que sean motivados por el amor podrn tener una positiva y poderosa influencia sobre aquellos a quienes ensean. Pida en oracin ser colmado de amor cristiano hacia cada persona a la que ensea, particularmente hacia aquellos que se comportan indebidamente. (Vase Procure obtener el don de la caridad, pg. 12; El amor enternece el corazn, pgs. 3334). Pregntese a s mismo: Estoy ms interesado en ayudar a que otros aprendan el Evangelio o en presentar mis
Responda en formas sencillas a las perturbaciones que se presenten ocasionalmente

A veces es mejor ignorar simplemente las pequeas perturbaciones y concentrarse en el buen comportamiento. Cuando necesite responder a una perturbacin ocasional, considere las siguientes sugerencias:
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Permanezca en silencio. Espere calladamente hasta que la persona deje de hablar o de molestar. Acrquese a la persona que est causando el problema. Este simple acto puede servirle como una seal de advertencia para que preste mayor atencin. Emplee el buen humor. Con un simple comentario quizs pueda lograr que esa persona vuelva a prestar atencin. Sin embargo, nunca debe emplear el humor en forma sarcstica o con el fin de avergonzar o controlar a la persona. Ayude a la persona para que participe positivamente. Considere la posibilidad de pedirle que lea o explique algo, d un ejemplo o responda de alguna otra manera. El objeto de esta idea no es humillar a la persona sino ofrecerle una oportunidad para que participe. Ayude a todos a participar. Si alguna persona tiende a controlar el anlisis o la deliberacin, trate de llamar a aquellos que no hayan participado todava. Ofrzcales la primera oportunidad de responder a las preguntas. Si esto no resulta, delicadamente deje de enfocarse en la persona y dirjase a la clase y diga: Veamos qu piensan los dems o Usted ha hecho algunos comentarios muy interesantes. Alguien ms querra agregar algo a lo que se ha dicho? (Para sugerencias adicionales especficas en cuanto a la forma de conducir los anlisis en grupo, vase Cmo dirigir los anlisis en clase, pgs. 6870; La enseanza por medio de las preguntas, pgs. 7375). Reenfoque los anlisis que no promuevan la influencia del Espritu. Si alguien trata de discutir con usted o cualquier otra persona, si habla irreverentemente o trae a colacin temas de controversia, emplee amor y mansedumbre al decidir cmo habr de responder. Quizs podra decir simplemente algo as como: sa es una observacin interesante, pero muy probablemente nos apartar del tema de la leccin de hoy. Presente una actividad diferente. Ofrzcales un descanso inmediato recurriendo a una actividad que requiera otro tipo de participacin.
por bondad y por conocimiento puro, lo cual ennoblecer grandemente el alma sin hipocresa y sin malicia; reprendiendo en el momento oportuno con severidad, cuando lo induzca el Espritu Santo; y entonces demostrando mayor amor hacia el que has reprendido, no sea que te considere tu enemigo; para que sepa que tu fidelidad es ms fuerte que los lazos de la muerte (D. y C. 121:4144). Al aplicar este consejo, es necesario entender el significado de las palabras oportuno y severidad. Oportuno significa favorable o conveniente. En este pasaje, la palabra severidad se refiere a la necesidad de que las instrucciones sean claras y bien definidas. Cuando tenga que reprender a alguien, debe hacerlo con mansedumbre y delicadeza. Recuerde que debe reprender solamente cuando lo induzca el Espritu Santo y entonces demostrar mayor amor. Las siguientes sugerencias podran ayudarle si uno de sus alumnos insistiera en causar problemas. Aun podra encontrar maneras de adaptar algunas de estas sugerencias para emplearlas en el hogar.
Hable a solas con la persona

Suele ser de gran ayuda el hablar a solas con la persona que persistentemente causa problemas. Usted tendr que hacerlo con tacto y con amor. Descrbale el tipo de comportamiento que perturba, aclarndole al mismo tiempo que usted lo ama y respeta. Pdale que lo apoye y que juntos traten de encontrar soluciones al problema. Entonces haga todo lo que est de su parte para demostrarle un mayor sentimiento de amor. Tal como dijo Brigham Young, Nunca hagan ms dao de lo que el blsamo dentro de ustedes pueda curar (Enseanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young, pg. 231).
Procure obtener la ayuda de otras personas

El deseo de sus lderes es ayudarle con los problemas que se le presenten en su enseanza. Usted puede obtener el beneficio de sus ideas y su ayuda. Por ejemplo, ellos podran pedir a alguien que le ayude a usted con determinadas actividades o que se siente junto a un nio que acostumbra comportarse mal. Cuando se rena regularmente con un lder en su organizacin, puede consultarlo en cuanto a diferentes maneras de ayudar a los miembros de su clase (vase Procure tener el apoyo de sus lderes, pg. 29). Usted podra quizs invitar a uno de sus lderes a asistir a su clase y prestar especial atencin al ambiente en el que desarrolla la leccin. Despus de la clase, analice el problema con dicho lder y traten juntos de encontrar algunas soluciones. Contine consultando a sus lderes a medida que ponga en prctica tales soluciones.
Haga esfuerzos especiales para ayudar a aquellos que persisten en causar disturbios en la clase
A pesar del empeo que usted dedique en crear un ambiente propicio para aprender, alguien podra perturbar persistentemente sus lecciones. Si alguna persona estuviere perturbando seriamente el aprendizaje de los dems, usted no debe ignorar el problema ni proceder con rudeza. En tal circunstancia, recuerde la instruccin del Seor de que debemos mantener influencia solamente por persuasin, por longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero;
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Si un nio o un joven demuestra tener problemas de disciplina repetidamente, procure la ayuda de sus padres. Los padres quieren saber cmo se comportan sus hijos y estarn dispuestos a ayudarle. Si es posible, incluya al nio o al joven en esas conversaciones; esto le manifestar que respeta su madurez y su albedro. Usted podr entonces planear con ellos algo especfico y luego evaluar el progreso obtenido. Si la persona que causa problemas o interrupciones tiene alguna necesidad especial, trate de hacer todo lo que pueda para ayudarle a aprender con mayor eficacia y comportarse ms apropiadamente (vase Cmo ensear a personas con discapacidades, pgs. 4143; vase tambin Ministracin de los miembros con discapacidades, pgs. 374379 en la seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia).
Sugerencias especficas para maestros de la Primaria

Si un nio est causando problemas, pdale con amabilidad que deje de hacerlo. Por ejemplo, si un miembro de la clase cuyo nombre es Mario est molestando a otro, podra dirigirse a l y decirle: Mario, por favor no hagas eso. Agradzcale entonces si le obedece. Si no obedece, dgaselo con mayor firmeza pero an con gentileza: Mario, tienes que dejar de hacer eso ahora mismo. Y agradzcale si obedece. Si de todos modos no se comporta como debe, hblele luego en privado acerca de lo que se espera de todos los miembros de la clase. Dgale lo que le molesta y por qu. Por ejemplo, podra decirle: Mario, me preocupa mucho lo que sucedi en la clase hoy. No podemos aprender nada si la clase no se comporta con reverencia. Entonces podra preguntarle cmo se siente sobre el particular y despus de escuchar con atencin a lo que el nio diga, podra hacerle saber que comprende sus sentimientos. Quizs podra decirle: Comprendo que ests inquieto y que es difcil permanecer sentado. Luego podra preguntarle: Qu podemos hacer para solucionar juntos este problema? Qu puedo hacer para ayudarte? Qu podras hacer t? Traten de encontrar la solucin juntos. Despus de hablar con Mario, usted necesitar desarrollar un plan propio para ayudarlo y ayudar a la clase si continuasen sus interrupciones. El plan podra incluir cualquiera de las siguientes medidas:
Emplee la paciencia
Recuerde que todo cambio requiere tiempo. Contine trabajando con paciencia y nunca se d por vencido con alguien que tenga algn problema. Sea constantemente positivo al tratarla. No se desaliente si esa persona manifiesta una actitud negativa en la clase. Aun cuando parezca ser que est aprendiendo muy poco de lo que le ensea, todava tiene la oportunidad de aprender acerca del Evangelio de Jesucristo y sentir la influencia del Espritu. Esa persona tambin tiene la oportunidad de estar con un instructor que la ama y con lderes y amigos que se interesan por ella.
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Coloque una silla alejada de los otros nios. Pdale a Mario que se siente all y permanezca en silencio por un rato, como por ejemplo, un par de minutos. Durante ese tiempo, no se comunique con l e invtelo a reintegrarse en el grupo una vez que haya cumplido con las instrucciones que se le hayan dado durante el tiempo especificado. Pida a un miembro de la presidencia de la Primaria o a otro lder que lleve al nio a otro saln vaco o a algn
lugar apropiado del centro de reuniones donde sus padres puedan ayudarle. Podra entonces decirle: Siento mucho que no hayas cumplido con las normas de la clase, Mario. La hermana Lpez te llevar a conversar con tus padres. Espero que regreses pronto. Cuando te hayas decidido a cumplir las normas, podrs volver a la clase. La hermana lder debe permanecer con el nio y cuando ste se haya tranquilizado podra invitarlo a que regrese al grupo. Hgale saber que se le ama y que es un miembro muy importante de la clase.
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EMPLEE MTODOS EFICACES

Para lograr que otros deseen aprender, nuestra enseanza debe ser interesante. Para ayudarles a entender, nuestra enseanza debe ser clara. Para ayudarles a retener lo que aprendan y a meditar en ello, nuestra enseanza debe ser memorable. stas son las razones por las que debemos escoger cuidadosamente nuestros mtodos de enseanza y emplearlos con eficacia: hacer que las lecciones sean interesantes, claras y memorables.
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CMO ENSEAR CON VARIEDAD
El empleo de una variedad de mtodos entre una leccin y otra
Cuando una ama de casa planea toda una semana de mens para la cena, es muy probable que no decida preparar la misma comida para siete noches consecutivas. Aun cuando su presupuesto sea tan limitado que le requiera cocinar papas [patatas] cada noche, no demorar en aprender que hay muchas maneras de servirlas. De la misma manera, el Evangelio puede presentarse de varias maneras diferentes. Ningn maestro debera acostumbrarse a un mtodo montono de presentar el mismo tipo de lecciones semana tras semana. Cuando se emplea una variedad de actividades didcticas, los alumnos tienden a entender mejor los principios del Evangelio y a retener ms. Un mtodo cuidadosamente seleccionado puede presentar un principio con mayor claridad y hacerlo ms interesante y memorable. Al prepararse para ensear, asegrese de emplear una variedad de mtodos entre una leccin y otra. Esto significa utilizar algo tan sencillo como un cartel colorido o una grfica sobre la pared en una leccin y una lista de preguntas sobre la pizarra en otra.
clase para adultos, usted debera considerar el empleo de por lo menos tres mtodos en cada leccin.
Cmo seleccionar y preparar una variedad de mtodos para ensear

Existen muchos recursos disponibles para ayudarle a seleccionar mtodos cuando prepare sus lecciones. Tenga en cuenta las siguientes ideas al pensar en los mtodos que utilizar en una leccin determinada: Considere primeramente las sugerencias contenidas en el manual de lecciones. Si es necesario, adptelas a las necesidades de sus alumnos. Tenga un propsito definido para emplear tal o cual mtodo. Escoja mtodos que confirmen o refuercen el objetivo principal de la leccin. Tales mtodos deben ser fidedignos y realistas y recalcar la verdad, la bondad y la belleza. No emplee mtodos con la simple intencin de entretener a la clase o pasar el tiempo. Seleccione mtodos que sean adecuados y eficaces. Algunos mtodos, tales como los relatos y el empleo de la pizarra, se utilizarn con mayor frecuencia que otros, como podran ser los anlisis y los juegos. (Vase Cmo escoger mtodos apropiados, pg. 101]; Cmo escoger mtodos eficaces, pgs. 102103). Cuando sea adecuado, escoja mtodos que requieran la participacin activa de sus alumnos. Esto es muy importante para todo alumno, pero ms particularmente para los nios. Practique antes de ensear la leccin cmo habr de emplear los mtodos. Esto es especialmente importante si no ha utilizado an un mtodo determinado.
El presidente David O. McKay dijo: Todo maestro tiene la responsabilidad de determinar cul es la mejor manera de acercarse a los miembros de la clase a fin de que las peticiones que usted les haga sean perdurables (Gospel Ideals [1953], pg. 439).
El empleo de una variedad de mtodos en cada leccin

Adems de emplear una variedad de mtodos entre una leccin y otra, usted debera ensear con variedad cada una de ellas. Los nios, con su natural curiosidad, responden particularmente bien a una variedad de actividades didcticas, usualmente entre cinco y siete actividades por leccin. Los jvenes tambin responden bien a una variedad de mtodos. Aun si ensea una
Cmo continuar enseando con variedad sus lecciones

La grfica de la pgina 100 podra ayudarle a determinar si est enseando sus lecciones con suficiente variedad. Quizs desee preparar una grfica similar en su diario personal o en un cuaderno. En la parte superior de las columnas en blanco, escriba el ttulo de cada una de sus cinco lecciones prximas. Al preparar las lecciones, coloque
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una marca en la columna titulada leccin en el recuadro contiguo al mtodo que emplear en cada una de ellas. Los mtodos indicados en la parte superior de la grfica son aquellos que se usan con ms frecuencia para ensear el Evangelio. Quizs usted descubra estar utilizando algunos de estos mtodos en casi todas sus lecciones. Los otros
mtodos indicados tambin pueden ser eficaces dependiendo de lo que est enseando o de las necesidades de las personas a las que ensea. Al emplear esta grfica, quizs pueda comenzar a ver ciertas pautas regulares en su enseanza. Quizs haya algunos mtodos que podra utilizar en cada leccin y otros que nunca llegue a emplear. Leccin Leccin Leccin Leccin
MTODOS QUE PUEDO EMPLEAR

Mtodos comnmente utilizados Anlisis Ayudas visuales Comparaciones y lecciones prcticas Disertaciones Ejemplos Escrituras Msica Pizarra Preguntas Relatos Semejanzas Other mtodos Otros Methods Actividades con dibujos Actividades para captar la atencin Aportacin de ideas Cajas con rodillos Casos para analizar Deliberaciones de mesa redonda Demostraciones Dioramas Discursantes invitados Dramatizaciones Estaciones Figuras de papel que se puedan parar Franelgrafos Hojas de ejercicios Informes especiales Juegos Lminas Mapas Materiales audiovisuales Memorizacin Representaciones dramticas Retroproyector Sesiones de consulta Teatro de lectores Tcnicas de aplicacin Versos de movimiento
Leccin
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CMO ESCOGER MTODOS APROPIADOS
Como maestro del Evangelio, usted es un representante del Seor ante las personas a quienes ensea y debe asegurarse de que todo lo que haga est de acuerdo con Su voluntad y de que en cada leccin demuestre reverencia por las verdades del Evangelio. El Seor ha dicho: Recordad que lo que viene de arriba es sagrado, y debe expresarse con cuidado y por constreimiento del Espritu (D. y C. 63:64). Los mtodos que emplee para ensear las verdades del Evangelio ayudarn a cultivar la sensibilidad de sus alumnos hacia lo sagrado. Por consiguiente, debe asegurarse de que los mtodos que emplee sean apropiados para los principios que ensee y que estn de acuerdo con las normas de la Iglesia. Aunque quizs haya varios mtodos que podran ayudarle a comunicar un determinado mensaje, algunos de ellos probablemente sean inapropiados para una leccin en particular debido al tema o a las edades o experiencias de sus alumnos. Cada vez que considere la posibilidad de emplear un mtodo en particular, hgase a s mismo las siguientes preguntas para asegurarse de que dicho mtodo sea apropiado. lecciones. Por ejemplo, no sera apropiado emplear el mtodo de la representacin dramtica para ensear sobre la Resurreccin. Sin embargo, ese mtodo sera adecuado para dar una leccin sobre cmo ser un buen vecino.
Edificar y fortalecer este mtodo a quienes enseo?

El aprender el Evangelio debe ser una experiencia positiva y placentera que ayude a los alumnos a reconocer su naturaleza divina. Sus alumnos deben percibir que usted los ama y los respeta. Ningn material que provoque controversias o que sea sensacionalista puede fortalecer la fe y el testimonio, y debe evitarse. No emplee ningn mtodo que podra avergonzar o denigrar a alguna persona.
Est aprobado por la Iglesia este material?

Utilice las ediciones vigentes de los libros cannicos y los materiales de enseanza publicados por la Iglesia. Considere los mtodos sugeridos en el manual de lecciones antes de consultar otras fuentes de recursos en procura de ideas. Cualquier material o idea que usted emplee y que no se encuentre en el manual debe recalcar la verdad y la bondad. Como suplemento del material de las lecciones y de las Escrituras, podra utilizar los discursos de conferencias generales, la revista Liahona y las lminas y los materiales audiovisuales producidos por la Iglesia.
Invitar ese mtodo la presencia del Espritu?

El Espritu debe estar siempre presente para que un mensaje del Evangelio llegue al corazn de aquellos a quienes ensea (vase 2 Nefi 33:1; D. y C. 42:14). Por lo tanto, usted debe utilizar mtodos que establezcan un tono adecuado para la leccin e inviten la presencia del Espritu. Por ejemplo, un maestro de Doctrina del Evangelio emple la msica para ensear en cuanto al martirio del profeta Jos Smith. Al preparar la leccin, invit a un miembro del barrio para que cantara ante la clase Un pobre forastero (Himnos, N 16). El himno orient los pensamientos y los sentimientos de la clase hacia el momento en que, antes de que los atacara la chusma, John Taylor lo cant para los hermanos que se hallaban prisioneros en la crcel de Carthage, Illinois. El Espritu derram sobre el corazn de los miembros de la clase la dulzura y la gravedad de aquel momento.
He seguido los procedimientos debidos al prepararme para emplear este mtodo?

Algunos mtodos requieren una preparacin especial. Por ejemplo, antes de invitar a alguien para que d un discurso, es necesario que obtenga la aprobacin del obispo, as como tambin la del presidente de estaca cuando el evento incluye a toda la estaca (vase el Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares, [1999], pg. 388).
Concuerda este mtodo con el carcter sagrado de los principios que estoy enseando?
Algunos mtodos de enseanza son ms informales que otros y por consiguiente slo se prestan para ciertas
Para mayor informacin sobre cmo escoger distintos mtodos, vanse las lecciones 8 y 9 del curso Enseanza del Evangelio (pgs. 252259).
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CMO ESCOGER MTODOS EFICACES

Los mtodos eficaces de enseanza hacen que las lecciones sean claras, interesantes y memorables. Cada vez que emplee un mtodo determinado, hgase las siguientes preguntas para asegurarse de que sea eficaz.
Utilizar sabiamente el tiempo este mtodo?

Al principio de la leccin, muchos maestros piensan que tienen bastante tiempo. En consecuencia, suelen usar indebidamente los primeros minutos al dedicar demasiado tiempo a un mtodo divertido de enseanza. Luego, en la mitad de la clase, se dan cuenta de que todava les falta ensear la mayora de la leccin. Para compensar entonces la falta de tiempo, se apresuran y omiten partes importantes de la leccin. Frecuentemente se apresuran a terminarla en lugar de coordinar ideas y ayudar a que sus alumnos aprendan a poner en prctica los principios enseados. Planee con cuidado los mtodos que habr de emplear en cada leccin y el tiempo que les dedicar. Esto le ayudar a utilizar una gran variedad de mtodos sin que pasen a ser la parte principal de la leccin. Asegrese de que los mtodos que emplee no sean demasiado extensos en relacin con los principios que est enseando. Por ejemplo, el trabajar con grupos pequeos podra ser un mtodo eficaz para ensear un principio complicado, pero siendo que requiere bastante tiempo quizs no sea la mejor manera de ensear un principio sencillo.
Ayudar este mtodo a que mis alumnos entiendan mejor los principios que les estoy enseando?
Los mtodos eficaces pueden emplearse para explicar principios y reafirmar las lecciones. Por ejemplo, una joven misionera estaba ensendole a un investigador en cuanto a la necesidad de que el Evangelio fuera restaurado a la tierra. El investigador le respondi que su iglesia le haba enseado muchas verdades importantes y que siempre haba sido suficientemente buena para su familia. Para ayudar al investigador a entender mejor el significado de la Apostasa y la necesidad de la Restauracin, la misionera llev a la charla siguiente una regla de medir. Le explic entonces que la regla meda exactamente un metro y que, si slo se le quitaban algunos centmetros, lo que quedara de ella podra todava indicar ciertas medidas, pero no un metro completo. Despus de la muerte de los Apstoles, algunas partes de la verdad se fueron perdiendo aqu y all. Los cambios fueron introducindose en la doctrina porque ya no haba profetas que hablaran por el Seor. Algunas partes de la verdad permanecieron y eran buenas, pero no representaban la plenitud de la verdad. Para que una iglesia pueda ser la Iglesia de Jesucristo, es menester que posea toda la verdad que l ense. De otra manera, slo ensea una pequea parte de ella.
El lder Boyd K. Packer ense: Cuando enseamos valores morales y espirituales, inculcamos cosas que son intangibles. Es posible que no haya enseanza que resulte ms difcil, pero al mismo tiempo dudo que la haya ms gratificadora cuando se la imparte con xito. Hay tcnicas que podemos emplear e instrumentos que podemos utilizar. Mucho es lo que los maestros pueden hacer para prepararse a s mismos y para preparar sus lecciones, a fin de que a sus alumnos... se les pueda ensear y a fin de que sus testimonios puedan ser transmitidos del uno al otro (Teach Ye Diligently, edicin revisada [1991], pg. 62).
Habr de satisfacer este mtodo las necesidades de mis alumnos?

Los mtodos que emplee deben ayudar a que sus alumnos entiendan el principio particular que les est enseando y a que incremente en ellos el deseo de vivirlo.
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Aprenda en cuanto a los antecedentes, los logros, los cometidos y otras caractersticas de sus alumnos a fin de poder entonces emplear mtodos que sean instructivos, memorables e inspiradores para ellos. Si comprende a quienes ensea, podr entonces evitar el empleo de mtodos que puedan ofenderlos o confundirlos.
Empleo el mismo mtodo con demasiada frecuencia?

Aun los mtodos persuasivos de enseanza podran, si se emplean con mucha frecuencia, resultar tediosos. Asegrese de utilizar una variedad de mtodos para ensear.
Para mayor informacin en cuanto a cmo escoger mtodos, vanse las lecciones 8 y 9 del curso Enseanza del Evangelio (pgs. 252259).
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CMO EMPEZAR LA LECCIN

Antes de que comience un concierto sinfnico, la audiencia suele escuchar una confusa combinacin de sonidos. Todos los msicos se preparan al mismo tiempo para el concierto afinando sus instrumentos y ensayando individualmente las piezas musicales. Pero cuando el director entra en el escenario y levanta su batuta, todos se quedan en silencio, atentos y listos para trabajar juntos y tocar bella msica. Tal como un director de orquesta que unifica a sus msicos al comenzar un concierto, usted debe conciliar a los miembros de su familia o de su clase al empezar la leccin. Antes de que d comienzo a la leccin, podra ser que algunos estn leyendo algo, que otros estn sentados con tranquilidad y aun que otros estn conversando entre s. Podran escucharse varias conversaciones al mismo tiempo. Aun despus de la primera oracin algunas personas probablemente no estarn concentrndose completamente para participar en la leccin. Y aunque se necesita ms que simplemente levantar una batuta, hay varias maneras sencillas de lograr que todos presten atencin a lo que habr de ensearles. la clase podran prestarle atencin pero tambin podra hacerles pensar en cosas que los distraiga en lugar de conducirlos hacia los principios que planea ensearles. Usted debe evitar toda disculpa (tales como no me siento bien preparado) y cualquier expresin que no conduzca directamente a la leccin. A medida que ensee las diferentes lecciones, no emplee siempre el mismo mtodo para comenzarlas. La variedad agregar inters y un elemento de sorpresa a cada una de ellas. Usted podra considerar algunos de los mtodos descritos en las pginas 181209 de esta gua. Asimismo, en las pginas 101103 encontrar pautas para escoger mtodos apropiados y eficaces.
Ejemplos de cmo empezar con eficacia las lecciones Empleando una leccin prctica
Usted podra utilizar objetos para ensear principios del Evangelio (vase Comparaciones y lecciones prcticas, pgs. 184186). Por ejemplo, para empezar una leccin acerca de cmo escoger cosas que sean las ms importantes para el alma, podra mostrar un verdadero billete monetario junto con uno de los que se usan en juegos infantiles o un simple trozo de papel que tenga el mismo tamao del billete verdadero. Luego pregunte a sus alumnos cul de esos billetes aceptaran como pago por su trabajo. Esto podra conducir a un anlisis sobre las enseanzas que son genuinas y las que son falsas.
Pautas para comenzar una leccin

Las introducciones a las lecciones tienen que lograr mucho ms que captar la atencin de los alumnos. Si una introduccin no se relaciona con la leccin, probablemente les distraer en vez de ayudarles a concentrarse. Por ejemplo, si un maestro de Escuela Dominical dice una broma al comienzo de la leccin, los miembros de
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Escribiendo preguntas en la pizarra

Las preguntas escritas en la pizarra antes de empezar la clase ayudarn a los alumnos para que comiencen a pensar en los temas de la leccin. Por ejemplo, en una leccin acerca de tomar sobre nosotros el nombre de Cristo, podra escribir en la pizarra las siguientes preguntas: Cules son algunas de las cosas que han hecho a raz de haber tomado sobre ustedes el nombre Cristo?
Qu es lo que no hacen debido a que han tomado sobre ustedes el nombre de Cristo?
Relatando una historia

Los relatos pueden despertar el inters de los alumnos. Con frecuencia podemos ensear ms eficazmente un principio cuando empleamos un relato para ilustrarlo. Esto ayuda a los alumnos a comprender el principio con relacin a sus experiencias diarias.
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CMO CONCLUIR LA LECCIN
Ay, se me acab el tiempo, pero todava no termino la leccin. Perdnenme. Pero voy a apresurarme en esta ltima parte del tema. Casi todos hemos odo un comentario similar de algn maestro. Tales comentarios indican que ese maestro ha perdido una importante oportunidad: la de dar trmino a la leccin de una manera eficaz.
con atencin y se preparen para resumir uno de los puntos principales de la leccin o la leccin completa. Pregunte a sus alumnos qu podran decir si alguien les interrogara en cuanto a lo que hayan aprendido de la leccin. Utilice una hoja de ejercicios para ayudar a que sus alumnos resuman las ideas principales de la leccin (vase Hojas de ejercicios, pgs. 194196).
Dedique tiempo suficiente para la conclusin

Para presentar una buena conclusin, necesitar estar atento al tiempo y ser flexible en su uso del mismo. Aun las lecciones bien preparadas no siempre se desarrollan como uno planeaba presentarlas. Las necesidades de sus alumnos podran requerir que usted dedique a un determinado tema un tiempo mayor que el que esperaba usar. Cuando esto suceda, deber estar al tanto del tiempo. Concluya lo que se est hablando antes de que se le termine el tiempo. Haga todo lo posible por hacer una transicin fluida del tema enseado incluyndolo en un rpido resumen de la leccin; entonces concluya la misma.
Cualidades de una conclusin eficaz

Las conclusiones eficaces no suceden simplemente porque s; deben prepararse como parte esencial de la leccin. Las conclusiones son ms eficaces cuando tienen algunas de las siguientes caractersticas: Son breves, concisas y precisas. Por lo general, no deben incluir material alguno que no haya enseado en la leccin. Resumen y conectan entre s los principios que ha enseado. Destacan importantes comentarios hechos por aquellos que han participado en la leccin. Ayudan a los alumnos a poner en prctica los principios del Evangelio. Elevan el espritu, y son motivadoras y positivas. Incluyen tiempo suficiente para dar su testimonio. A continuacin se ofrecen algunos ejemplos de cmo concluir una leccin: Repita el objetivo de la leccin. Pregunte a sus alumnos de qu modo lo aplicarn en su vida durante la prxima semana. Antes de comenzar la clase, designe a una o dos personas para que escuchen
La modificacin de las conclusiones que haya preparado

En ocasiones, podra ser necesario alterar las conclusiones que haya preparado debido a un anlisis particular, un cierto comentario o la inspiracin del Espritu. La siguiente historia es el ejemplo de un maestro que aprovech una oportunidad singular para concluir una leccin: Casi al final de una clase de seminario muy temprano cierta maana, el maestro quera dar trmino a un anlisis. La idea principal de la leccin era que venimos a Cristo cuando obedecemos los mandamientos. La clase haba hablado acerca de algunas de las cosas que los adolescentes suelen hacer que les impide venir a Cristo y recibir completamente las bendiciones de Su Expiacin. El maestro haba planeado concluir la leccin refirindose a una lista en la pizarra. Pero haba notado una pintura que uno de los alumnos haba hecho para un proyecto
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de arte de su escuela. El cuadro era de un cordero asomndose por una cerca de madera. El maestro le pidi permiso para mostrarlo a la clase y explic entonces lo que l vea en esa pintura. Tal como lo que hablamos en la leccin, dijo, el Salvador es el Cordero de Dios, quien dio Su vida para que todos podamos venir a l y por medio de l alcanzar la vida eterna. La cerca en este cuadro es como las barreras que nos separan de l. El maestro entonces dijo que esperaba que sus alumnos pudieran eliminar esas cercas que les impedan acercarse ms al Salvador. Les testific en cuanto a la invitacin del Salvador: Venid a m... y yo os har descansar (Mateo 11:28). La clase termin y el maestro devolvi la pintura al alumno. La influencia del Espritu permaneci con ellos aun mientras salan del edificio.
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PREPARE TODO LO NECESARIO

Al dedicarnos a la obra del Seor, debemos tomar parte en la ardua labor a la que llamamos preparacin... La instruccin del Seor de que enseemos por el Espritu no nos absuelve en lo ms mnimo de la necesidad de prepararnos individualmente... Debemos estudiar las Escrituras; debemos estudiar las enseanzas de los profetas vivientes; debemos aprender todo lo que podamos para poder presentarnos adecuadamente y a la vez hacernos entender... La preparacin es una condicin para ensear por medio del Espritu. lder Dallin H. Oaks
P R E PA R E TOD O LO N E C E S A R IO
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EL DEDICAR EL TIEMPO NECESARIO PARA PREPARARSE
Despus de que el Salvador resucitado hubo dedicado todo un da para ensear a los nefitas, les mand que dedicaran tiempo a fin de prepararse para recibir las enseanzas que les impartira al da siguiente, dicindoles: Id a vuestras casas, y meditad las cosas que os he dicho, y pedid al Padre en mi nombre que podis entender; y preparad vuestras mentes para maana (3 Nefi 17:3). Usted puede aplicar este principio al prepararse como maestro. Al dedicar tiempo para prepararse con cuidado y con espritu de oracin, ser bendecido con un mayor entendimiento. Ser ms receptivo a la gua del Espritu. pus de haber estado con ellos. Tambin estar ms consciente de la reaccin que hayan tenido a sus enseanzas. Usted puede evaluar la forma en que abord el tema y sus mtodos de enseanza mientras los conserve frescos en la mente.
Disfrute su preparacin
Un maestro describi as el gozo que recibimos cuando dedicamos tiempo a prepararnos: Muchas personas han descubierto el gozo que resulta de ensear el Evangelio, pero existe otro gozo particular que va ntimamente unido con la enseanza: el gozo que resulta de la preparacin. Muy a menudo, somos de la opinin de que la preparacin de una leccin es una tarea desagradable y por eso lo posponemos hasta el ltimo momento. Al igual que el orar de prisa, el preparar una leccin a ltima hora con frecuencia tiene un efecto superficial e ineficaz. Yo tambin he tenido esa clase de preparacin. No es placentera y no contribuye a la confianza propia. Tambin he sentido un gran regocijo cuando me he preparado para ensear como es debido. El tiempo que se dedica a la preparacin se puede convertir en un momento dedicado a la oracin sincera y a la meditacin profunda. A la misma vez, he descubierto que es tambin un tiempo propicio para la adoracin, la instrospeccin y el recibir entendimiento e inspiracin... ...Al saborear el gozo de la preparacin, he podido descubrir preciosas perlas de sabidura y perspectiva. Me doy cuenta de que por medio de mi preparacin aprendo mucho ms de lo que tendra tiempo de ensear... Doquiera que se ensee la verdad, la necesidad de prepararse es bsicamente la misma. Todo aquel que siga el sendero de una buena preparacin encontrar que al final le espera una gozosa experiencia (vase Preparmonos para ensear, Liahona, septiembre de 1996, pg. 26).
Empiece a preparar con tiempo la leccin

En ocasiones, usted quizs reciba asignaciones para ensear que podran requerir una preparacin de ltimo momento, pero por lo general tendr tiempo para prepararse con la debida anticipacin. sta es una parte muy importante en la enseanza. Cuanto ms temprano comience a orar al respecto, a meditar sobre el tema correspondiente y a prepararse para la prxima leccin, dispondr entonces de ms tiempo para ser guiado por el Espritu y buscar ejemplos, comparaciones y otras ideas que enriquezcan dicha leccin (vase Cmo reconocer y seguir el Espritu al ensear, pgs. 5152; Trate de encontrar lecciones en toda circunstancia, pgs. 2324; Comparaciones y lecciones prcticas, pgs. 184186). Usted tendr tiempo suficiente para pedir a sus alumnos que preparen algunas asignaciones especiales, tales como presentaciones musicales (vanse las pgs. 200202). Tambin tendr tiempo para conseguir los recursos de que disponga la biblioteca del centro de reuniones y prepararse para emplearlos. (vase Materiales de la Iglesia para ensear el Evangelio, pg. 118). Suele ser muy provechoso que empiece a pensar acerca de una futura leccin tan pronto como haya enseando la anterior. Quizs est ms consciente de sus alumnos y perciba mejor sus necesidades e intereses inmediatamente des-
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Dedique tiempo a su preparacin personal

Recuerde que al esforzarse para ensear el Evangelio de Jesucristo no basta simplemente con preparar lecciones. Tambin necesita prepararse usted mismo. Dedique tiempo a estudiar los consejos de este manual acerca de lo que puede hacer a fin de prepararse espiritualmente para ense-
ar el Evangelio (vanse las pgs. 1121). Adems, haga planes para asistir a las reuniones de mejoramiento de maestros. En estas reuniones usted y otros maestros y lderes se reunirn para aprender mtodos para ensear el Evangelio que les ayudarn a mejorar sus tcnicas y a aumentar la confianza en ustedes mismos.
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CMO PREPARAR LAS LECCIONES
Los breves momentos que usted emplee para ensear una leccin, ya sea en su hogar o en la Iglesia, pueden tener un efecto eterno en aquellos a quienes ensea. Cada leccin puede ayudarles a sentir la influencia del Espritu, a aumentar su amor por nuestro Padre Celestial y por Jesucristo y a incrementar su dedicacin de vivir el Evangelio. Tenga esto en cuenta al preparar sus lecciones. Su xito de representar al Seor y de ensear por medio del Espritu depender del cuidado con que prepare sus lecciones.
A continuacin se enumeran algunas maneras especficas de utilizar estas preguntas al comenzar a preparar una leccin. Al repasar una leccin de esta forma, anote las ideas que se le ocurran. Esto le dar una estructura para su continua meditacin con espritu de oracin de la leccin.
1. Qu debera suceder en la vida de mis alumnos como resultado de esta leccin?

Estudie y medite sobre el material de la leccin y los pasajes pertinentes de las Escrituras. Considere lo que deberan comprender, sentir, desear o hacer sus alumnos como resultado de la leccin. Por ejemplo, al preparar una leccin sobre la oracin, quizs decida que sus alumnos deben entender cun importante es la oracin y resolverse a orar cada maana y cada noche. Al preparar una leccin sobre la responsabilidad familiar, quizs decida que como resultado de la misma los miembros de su familia deberan ser ms diligentes en cumplir sus deberes en el hogar. Al ensear una leccin acerca del estudio de las Escrituras, podra decidir que dicha leccin debera inspirar a sus alumnos a estudiarlas diariamente. Muchas lecciones de los manuales de la Iglesia incluyen una declaracin del objetivo. Tales declaraciones pueden ayudarle a determinar cmo cada leccin debera influir en sus alumnos.
Empiece a preparar con tiempo la leccin

El planear una leccin requiere tiempo y atencin. Tan pronto como haya terminado de ensear una leccin, empiece a preparar la prxima. Probablemente estar ms consciente de aquellos a quienes ensea y de sus necesidades e intereses inmediatamente despus de haber estado con ellos. Asimismo, estar ms consciente de la reaccin que hayan tenido a sus enseanzas.
2. Qu principios especficos debera ensearles?

Tenga siempre presente las necesidades y los antecedentes de aquellos a quienes ensea. Hgase esta pregunta: Qu principios de esta leccin ayudarn a mis alumnos a solucionar los problemas a los que se enfrentan? Con frecuencia una leccin contendr ms material del que usted podr ensear en el tiempo que tiene disponible. En tales casos, deber escoger solamente el material que sea de mayor beneficio para sus alumnos. La cantidad de material que usted presente es menos importante que la influencia que ejerza en la vida de sus alumnos. Siendo que demasiados conceptos a la vez podran confundirlos o extenuarlos, por lo
Tres preguntas para guiarlo en la preparacin de sus lecciones

Al comenzar su preparacin, repase con espritu de oracin el material de la leccin considerando las necesidades e intereses de sus alumnos. Estudie entonces las tres preguntas siguientes, las cuales deben guiarlo a lo largo de su preparacin. Qu debera suceder en la vida de mis alumnos como resultado de esta leccin? Qu principios especficos debera ensearles? Cmo debo ensearles estos principios?
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general es mejor concentrarse en uno o dos principios primordiales. Luego podra encontrar otras ideas complementarias en el manual. Evite intentar ensearles todo lo que podra decirse en cuanto a un tema determinado. Sus alumnos probablemente entiendan ya algo sobre dicho tema. Su leccin debe suplementar, aclarar y confirmar lo que ya saben. Recuerde que su leccin no ser la nica vez que aprendern en cuanto al tema.
ocurran ideas adicionales. sta es una de las maneras en que el Espritu puede ayudarle en su preparacin. Quizs podra llevar siempre un cuaderno para ir anotando las ideas que vaya teniendo. A esta altura de su planeacin, sera de gran ayuda estudiar nuevamente los pasajes de las Escrituras que habr de utilizar en la leccin. Esto le ayudar a entenderlas mejor y a aplicarlas a quienes ensea.
Adapte y modifique segn sea necesario

Al acercarse el momento de ensear una leccin, probablemente tendr que hacer algunas adaptaciones finales. Esto se compara a cuando un jardinero debe podar un rbol o arbusto para darle la forma apropiada. Durante esta etapa, usted deber hacer lo siguiente: Tener una idea clara de lo que debera suceder en la vida de sus alumnos como resultado de esa leccin. Pregntese: Tendr esta leccin tales resultados? Repase los puntos especficos que desee ensear del manual: los principios ms importantes y las ideas complementarias. Prepare una resea clara. Asegrese de planear un comienzo claro y una conclusin firme y especfica (vase Cmo empezar la leccin, pgs. 104105; Cmo concluir la leccin, pgs. 106107). Tome la decisin final sobre qu mtodos para la enseanza utilizar. Asegrese de que los mtodos que escoja ayuden a que sus alumnos pongan en prctica los principios que les ensee. Tome la decisin final sobre qu materiales utilizar. Quizs el Espritu lo inspire a hacer algunos cambios aun a ltima hora. Podra asimismo ser inspirado a hacer modificaciones en el preciso momento de estar enseando. Sea receptivo a todos estos impulsos y reconozca que es su cuidadosa preparacin lo que le permitir recibir la continua orientacin del Espritu.
3. Cmo debo ensearles estos principios?

Usted debe escoger los mtodos de enseanza que ayuden a que sus alumnos entiendan y vivan los principios que les ensee (para mayor informacin sobre cmo seleccionar mtodos apropiados y eficientes, vanse las pgs. 101103). Cuando seleccione sus mtodos, deber primeramente repasar las preguntas, los relatos y otras actividades de aprendizaje que el manual de lecciones sugiera para los anlisis. Si cree que esos mtodos le ayudarn a satisfacer las necesidades de sus alumnos, familiarcese bien con dichos mtodos. Si cree que debera emplear otros, comience con la debida anticipacin a determinar cmo habr de ensear los principios de la leccin. Considere la posibilidad de utilizar ejemplos, ilustraciones o experiencias personales que podran ayudarle a ensear los principios ms importantes de la leccin. Los mtodos que decida utilizar podran requerir que obtenga materiales de la biblioteca del centro de reuniones, tales como lminas, objetos, himnarios o videocasetes.
Examine estas dos ilustraciones. Cul de ellas le ofrece la mejor idea de lo que es la apariencia de un pato? Note que la primera ilustracin presenta mayores detalles sobre el pato y que no incluye otros elementos que distraen. Al decidirse a enfocar su atencin en uno o dos principios de la leccin, asegrese de no incluir ideas que hagan que los alumnos se distraigan de los principios fundamentales. Prepare sus lecciones a fin de que sean como la primera ilustracin: sencillas, claras y enfocadas.
Desarrolle sus propias ideas

Despus de considerar algunas ideas iniciales sobre cmo ensear una leccin, puede comenzar a desarrollarlas y refinarlas. Si ha comenzado a prepararse con anticipacin, podr estar ms atento a las experiencias, historias y pasajes de las Escrituras que habrn de ayudar a sus alumnos. Al meditar sobre los principios a ensear y las necesidades de sus alumnos, es posible que se le
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CMO CREAR LECCIONES UTILIZANDO DISCURSOS DE CONFERENCIAS GENERALES Y OTRAS FUENTES DE RECURSOS
No toda ocasin para ensear en la Iglesia cuenta con un manual de lecciones estructurado. En algunas oportunidades usted tendr que ensear empleando la revista Liahona o discursos de conferencias generales. En otras ocasiones, tendra que hacerlo utilizando un libro que contenga preguntas de estudio pero no una leccin estructurada. Cuando tenga que preparar lecciones empleando tales recursos, deber seguir las sugerencias ofrecidas en Cmo preparar las lecciones, pgs. 111112). Al hacer esto, el Espritu le guiar en las decisiones que tome acerca de qu ensear y cmo ensearlo. El ejemplo siguiente muestra una manera de preparar una leccin basndose en esa cita.
1. Lea la declaracin del lder Wirthlin.

Con espritu de oracin piense en las personas a quienes ensea, meditando acerca de cmo ese pasaje se aplica a ellas.
2. Determine lo que debera acontecer en la vida de sus alumnos como resultado de la leccin.
Por ejemplo, si est enseando a los jvenes, podra pedirles que establezcan metas que les ayudaran a procurar toda cosa buena. Tales metas podran incluir el estudiar las Escrituras, el divertirse sanamente o participar en actividades edificantes con sus amigos.
Ejemplo de cmo planear una leccin utilizando un discurso de conferencia general

Considere esta cita de un discurso del lder Joseph B. Wirthlin en una conferencia general: La ltima parte del decimotercer Artculo de Fe declara: Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputacin, o digno de alabanza, a esto aspiramos. La palabra [aspirar] significa tratar de obtener, procurar. Esto requiere una actitud enrgica y positiva. Por ejemplo, Abraham busc las bendiciones de los padres... y ser un seguidor ms fiel de la rectitud (Abraham 1:2). [Esto es] lo opuesto a esperar pasivamente que nos llegue algo bueno, sin hacer ningn esfuerzo de nuestra parte. Podemos llenar nuestra vida de cosas buenas, sin dejar lugar para nada ms. Tenemos tanto bueno para elegir, que no tenemos por qu hacer lo malo (vase Liahona, julio de 1992, pg. 96).
3. Decida qu principio o principios fundamentales habr de ensear, as como qu ideas complementarias emplear.
Lo que usted decida recalcar debera depender de las necesidades de sus alumnos. Si obra con diligencia y con espritu de oracin, recibir la gua del Espritu al tomar tal decisin. Por ejemplo, para ensear a los jvenes cun importante es procurar todo lo que es bueno, podra concentrarse en la declaracin del lder Wirthlin en cuanto a que tenemos tanto bueno para elegir, que no tenemos por qu hacer lo malo. Algunas ideas complementarias podran incluir que debemos procurar diligentemente las cosas buenas y que para ello podemos pedir la ayuda del Seor. Al prepararse para ensear estos principios, podra recurrir a Doctrina y Convenios
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6:7, que dice que no debemos buscar riquezas sino sabidura, y a Doctrina y Convenios 46:8, que dice buscad diligentemente los mejores dones. Al estudiar pasajes como stos, podr determinar cules son los ms apropiados para ensear los principios de la leccin.
4. Considere cmo desea ensear las ideas principales y las complementarias que haya seleccionado.
Analice cuidadosamente los mtodos de enseanza descritos en las pginas 181209. Recibir entonces algunas ideas al considerar cmo ensear sus lecciones. Por ejemplo, podra realizar una actividad empleando la pizarra en la que sus alumnos indiquen diferentes maneras de pasar el tiempo. Esto podra inducirlos a evaluar si estn o no siguiendo el consejo del lder Wirthlin de llenar nuestra vida de cosas buenas, sin dejar lugar para nada ms.
Al considerar cmo habr de llevar a cabo este anlisis, empiece por pensar en las preguntas que habr de hacer (vase La enseanza por medio de las preguntas, pgs. 7375. Por ejemplo, al referirse a la importancia de vivir de conformidad con el consejo del lder Wirthlin, podra preguntarles: Qu cambios podramos hacer que nos ayudaran a llenar nuestra vida de cosas buenas?. Cuanto ms cuidadosamente medite acerca de las necesidades de sus alumnos y cuanto ms estudie los diversos mtodos de enseanza sugeridos en este manual, mayor confianza y creatividad ir teniendo al desarrollar sus ideas. Preparar lecciones en base a discursos de conferencias generales y otros recursos requerir una creatividad adicional. Al preparar diligentemente sus lecciones y procurar el Espritu, obtendr la inspiracin que necesita para hacerlo. Tanto usted mismo como sus alumnos recibirn bendiciones como resultado de tal preparacin.
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CMO ADAPTAR SUS LECCIONES A LAS NECESIDADES DE SUS ALUMNOS
Los manuales de lecciones producidos por la Iglesia se preparan cuidadosamente a fin de asegurar que se conserve pura la doctrina. Tales manuales estipulan pautas para la enseanza de clases en la Iglesia y aseguran un enfoque uniforme de los temas y principios del Evangelio. Usted debe seguir de manera fidedigna las enseanzas y pautas que estos manuales contienen. Sin embargo, no es necesario que presente sus lecciones exactamente como aparecen en los manuales. Puede adaptarlas de acuerdo con las necesidades y circunstancias de aquellos a quienes ensea. Haga lo que haga para adaptar sus lecciones, recuerde que tales adaptaciones tienen que ayudar a que sus alumnos entiendan los principios del Evangelio y vivan en base a ellos. Por lo tanto, toda adaptacin debe efectuarse solamente despus de haber estudiado con espritu de oracin el material de la leccin y de considerar a cada persona que ensee. Al tratar de adaptar una leccin, deber guiarse por (1) el manual que se le haya asignado; (2) las tres preguntas centrales analizadas en las pginas 111112 de este libro; y (3) las normas para la enseanza descritas en este libro, tales como amar a quienes ensea, ensear por medio del Espritu, y ensear slo la doctrina. similar en uno de los ltimos nmeros de una revista de la Iglesia. Presiente que las jovencitas de su clase podrn identificarse mejor con la historia contenida en la revista y entonces decide emplearla en lugar de la que el manual sugiere.
Desarrollando sus propias actividades para la enseanza

Al preparar una clase para un grupo de nios de la Primaria, repasa la actividad para captar la atencin al principio de la leccin y presiente que esa actividad particular quizs no consiga ayudar a los nios de su clase. Medita en cuanto a las necesidades de esos nios y entonces desarrolla una actividad ms apropiada que les ayudar a concentrarse en los principios que va a ensearles.
Apartndose del desarrollo sugerido de la leccin

Usted se est preparando para ensear a los diconos de su barrio. El manual de lecciones del Sacerdocio Aarnico sugiere emplear una representacin dramtica para ensearles a aplicar cierto principio del Evangelio. Al pensar en los jvenes a quienes ensea, se acuerda de algunas experiencias que han tenido recientemente. Siente entonces que un simple anlisis acerca de esas experiencias podra ser ms eficaz que una representacin dramtica.
Ejemplos de adaptaciones a una leccin

Las siguientes situaciones representan algunas maneras en que usted podra adaptar las lecciones para las personas a quienes ensea:
Cmo adaptar las lecciones a los grupos de diferentes edades

Para obtener algunas ideas sobre cmo adaptar las lecciones segn las edades de los alumnos, vase La enseanza de diferentes grupos en base a sus edades, pgs. 118140).
Empleando material de revistas recientes de la Iglesia

Al leer una historia en cierta leccin en cuanto al servicio, recuerda haber ledo algo
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CMO EVALUAR LA PRESENTACIN DE SUS LECCIONES
Despus de haber enseado una leccin, un maestro de Doctrina del Evangelio se qued muy preocupado porque algunas partes de la leccin se desarrollaron bien pero otras fueron decepcionantes. Por qu algunas cosas salieron bien y otras no?, se preguntaba. Qu volvera a hacer al presentar una leccin y qu tendr que modificar? Continu hacindose tales preguntas al pensar cmo podra ayudar a que los miembros de la clase aprendieran el Evangelio. Las preguntas que el maestro se hizo a s mismo son muy comunes entre los maestros. Adems de evaluar lo que aprenden nuestros alumnos (vase Cmo determinar si los alumnos estn aprendiendo, pg. 79), tambin es importante que verifiquemos nuestro propio xito al presentar las lecciones. El presidente Spencer W. Kimball ense en cuanto a la importancia de evaluarnos a nosotros mismos y procurar mejorar: Determinamos y establecemos normas aceptables de excelencia... y evaluamos nuestra labor en base a ello. Debemos tener menos inters en aventajar a otros y preocuparnos ms por mejorar nuestro propio desempeo (The Teachings of Spencer W. Kimball, editado por Edward L. Kimball [1982], pg. 488). Debemos dedicar algunos momentos despus de cada leccin para seguir el consejo del presidente Kimball de evaluar nuestra labor. Esto nos ayudar a preparar la siguiente leccin y a continuar mejorndonos como maestros. Cualesquiera sean los cambios que se sienta inspirado a hacer, recuerde que la evaluacin de sus enseanzas debe ser una experiencia positiva, no desalentadora. Cada vez que descubra algn modo de mejorar su desempeo como maestro, encontrar una nueva manera de ayudar a otros para que aprendan el Evangelio y vivan de acuerdo con sus principios.
Preguntas que le ayudarn a evaluar la presentacin de sus lecciones

El xito de una leccin se mide por la influencia que ejerza en sus alumnos. Al evaluar cada una de las lecciones que ensee, trate de recordar las reacciones de sus alumnos en diferentes momentos de la misma. Podr recordar ms vvidamente esas reacciones si repasa la resea que emple al presentar la leccin. Las preguntas enumeradas a continuacin podran ayudarle a evaluar sus lecciones. Note que las primeras preguntas le ayudarn a determinar lo que ha hecho bien. Usted podr generalmente aprender ms en cuanto a cmo mejorarse si se concentra primeramente en los xitos obtenidos en vez de en los momentos decepcionantes. Si reconoce con humildad sus virtudes, podr fortalecerlas y emplearlas para mejorar su manera de ensear. Despus de evaluar lo que haya hecho bien, podr determinar qu podra hacer para perfeccionarse. En qu puntos de la leccin parecan mis alumnos estar ms dispuestos a participar? Cundo parecan menos dispuestos a hacerlo? En qu puntos de la leccin parecan estar sintiendo con mayor intensidad la influencia del Espritu? Cundo fue que parecan estar sintiendo menos la influencia del Espritu?
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En que puntos de la leccin parecan estar concentrndose ms? Cundo fue que no parecan estar pensando muy profundamente? En qu puntos de la leccin parecan reconocer la forma de aplicar los principios en su vida? Cundo fue que parecan no captar la aplicacin de la leccin en su vida? A medida que medite en cada una de estas preguntas, considere estas otras suplementarias: Qu aspecto de mi presentacin pareca contribuir a las reacciones de mis alumnos? Qu me revela esto acerca de las personas a quienes enseo? Cmo podra servirme lo que he aprendido con esta evaluacin para preparar la prxima leccin? Al formularse estas preguntas, considere la posibilidad de anotar sus respuestas a fin de poder recordar las perspectivas y la inspiracin que reciba de ellas. Le sorprender descubrir cunto habr aprendido. Al meditar con espritu de oracin sobre diferentes maneras de acercarse a quienes ensea, el Espritu puede ayudarle a determinar aquellos aspectos que podra mejorar. Podra estudiar ciertas secciones de este libro. Por ejemplo, podra repasar la informacin en cuanto a formular preguntas que susciten un anlisis entre los alumnos (vase Cmo dirigir los anlisis en clase, pgs. 6870; La enseanza por medio de las preguntas, pgs. 7375). Tal vez sienta que es importante aprender a iniciar las lecciones de una manera ms interesante (vase Cmo empezar la leccin, pgs. 104105, o desarrollar conclusiones ms slidas para cada leccin (vase Cmo concluir la leccin, pgs. 106107). Para obtener sugerencias adicionales en cuanto a desarrollar un plan de mejoramiento, vase El establecer un plan para mejorar su mtodo de enseanza, (pgs. 2528).
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MATERIALES DE LA IGLESIA PARA ENSEAR EL EVANGELIO
La Iglesia proporciona muchos materiales para ayudar a los padres, maestros y lderes a ensear el Evangelio. Las Escrituras constituyen el curso de estudio de la Iglesia y los recursos ms importantes. Otros materiales incluyen lo siguiente: La enseanza: El llamamiento ms importante Gua para la enseanza La seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia Manual de sugerencias para la noche de hogar Principios del Evangelio Relatos de las Escrituras Manuales de lecciones Revista Liahona (consulte con regularidad la revista para buscar relatos y otras ideas) Las bellas artes del Evangelio (coleccin de lminas que incluyen descripciones de historias y acontecimientos de las Escrituras, presidentes de la Iglesia y principios del Evangelio en accin) Otras lminas y carteles El himnario de la Iglesia Canciones para los nios Videocasetes y audiocasetes producidos por la Iglesia
La biblioteca del centro de reuniones

Si su centro de reuniones cuenta con una biblioteca, sta podra disponer de todos o la mayora de estos materiales. Para enterarse mejor en cuanto a los materiales disponibles en la biblioteca de su centro de reuniones, consulte a la persona encargada de la misma. La persona encargada de la biblioteca de su centro de reuniones y el secretario del barrio deberan tener una copia del Catlogo de materiales de la Iglesia que usted pueda utilizar. Este catlogo se publica anualmente y contiene una lista de los artculos disponibles en los centros de distribucin de la Iglesia. Adems de los materiales enumerados anteriormente, dicho catlogo detalla otros para ayuda de los miembros.
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LA ENSEANZA DE DIFERENTES GRUPOS EN BASE A SUS EDADES
Pa rt e C : L A E N S E A N Z A D E D I F E R E N T E S G R U P O S E N B A S E A S U S E D A D E S
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CMO ENSEAR A LOS NIOS
Cuando ministr a los nefitas, el Seor resucitado demostr Su gran amor por los nios: Tom a sus nios pequeos, uno por uno, y los bendijo, y rog al Padre por ellos... Y habl a la multitud, y les dijo: Mirad a vuestros pequeitos. Y he aqu, al levantar la vista para ver, dirigieron la mirada al cielo, y vieron abrirse los cielos, y vieron ngeles que descendan del cielo cual si fuera en medio de fuego; y bajaron y cercaron a aquellos pequeitos, y fueron rodeados de fuego; y los ngeles les ministraron (3 Nefi 17:21, 2324). Refirindose a ese acontecimiento, el lder M. Russell Ballard dijo: Es evidente que a quienes se nos han confiado esos preciados hijos hemos recibido una sagrada y noble mayordoma, porque fue a nosotros a quienes Dios llam para que roderamos a los nios de esta poca con amor y con la luz de la fe, como as tambin con el conocimiento de saber quines son en realidad (Mirad a vuestros pequeitos, Liahona, octubre de 1994, pg. 40). El ejemplo del Salvador estableci una norma que nosotros debemos seguir a medida que enseemos, cuidemos y seamos una influencia en los nios. Es una sagrada responsabilidad ensear a los nios el Evangelio de Jesucristo y ayudarles a que aprendan a vivirlo. Usted debe ensearles la verdadera doctrina, como lo hizo el profeta Nefi, quien dijo: Hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos segn nuestras profecas, para que nuestros hijos sepan a qu fuente han
de acudir para la remisin de sus pecados (2 Nefi 25:26). A medida que ensee a los nios, descubrir estar recibiendo bendiciones muy especiales. Los nios traern gozo a su alma y le impulsarn a ser un buen ejemplo. Al reconocer la fidelidad, el amor, la confianza y la esperanza de los nios, usted podr acercarse ms al Seor y comprender mejor Su mandamiento de ser como nios (Mateo 18:3). Al ser guiado por el Espritu, podr amar y ensear a los nios a la manera de Cristo. Usted puede ayudar a cada nio a encontrar la paz que se ha prometido a todos aquellos que siguen al Salvador: Todos tus hijos sern instruidos por el Seor; y grande ser la paz de tus hijos (3 Nefi 22:13).
Pautas para comprender y ensear a los nios

La siguiente informacin podr ayudarle a entender mejor las caractersticas de los nios a quienes ensea (vase tambin Caractersticas de los nios en base a sus edades, pgs. 122129 y, si est enseando en la Primaria, las pginas de introduccin de su manual de lecciones). Los nios son creyentes naturales. Creen en lo que les diga; son receptivos a la verdad. Usted tiene la obligacin de ensearles la doctrina correcta de un modo sencillo y claro, con un lenguaje y con ejemplos que puedan entender. Los nios pueden reconocer la influencia del Espritu. Enseles que los sentimientos de paz, de amor y de entusiasmo que experimentan al hablar o al cantar acerca de Jesucristo y Su Evangelio provienen del Espritu Santo. Aydeles a entender que esos sentimientos son parte de un testimonio. Los nios aceptan literalmente las cosas. Todo es real para ellos. Si usted emplea alegoras complicadas para ensearles los principios sagrados del Evangelio, podra confundirlos. Aydeles a aprender el Evangelio utilizando hechos y actividades con los que estn familiarizados, como son: el hogar, la familia y el mundo que les rodea. Asegrese de que no malentiendan lo que les est enseando. Los nios son naturalmente curiosos y estn ansiosos por aprender. Les encanta aprender a
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pa rt e c : L A E N S E A N Z A D E D I F E R E N T E S G R U P O S E N B A S E A S U S E D A D E S
travs de nuevas y variadas experiencias. Quieren estar movindose, empleando sus cinco sentidos, explorando y probando cosas nuevas. A los nios mayores les agrada el desafo de contestar preguntas y resolver problemas. Los nios de su clase prestarn mayor atencin y estarn entusiasmados por aprender si usted emplea una variedad de mtodos y actividades para ensearles los principios del Evangelio (vase Cmo ensear con variedad, pgs. 99100). Los nios son amorosos y quieren que se les ame y se les acepte. Trate de encontrar oportunidades para reafirmar la natural conducta bondadosa y cariosa de los nios. Siendo que por lo general desean complacerle y les agrada ayudar a otros, ofrzcales oportunidades para el servicio. Pdales que le lleven los libros, que sostengan algunas lminas o que contesten preguntas. Alinteles para que se ayuden unos a otros. Demustreles que les ama. En todo lo posible, cultveles la confianza propia manifestndoles aprecio por sus esfuerzos. Escuche con atencin lo que digan. Los nios estn comenzando a prepararse para el futuro. Aunque la edad de madurez parezca ser lejana para ellos, los nios se estn preparando ahora para sus futuras responsabilidades en sus respectivas familias, en la Iglesia y en sus empleos. Usted podra ayudarles a reconocer de qu manera sus experiencias actuales los estn preparando para ello. Por ejemplo, podra decir: Marta, he observado cmo ayudaste a que Graciela encontrara ese pasaje en las Escrituras. Has sido muy paciente y bondadosa. Algn da, cuando seas madre, estoy seguro de que podrs ensear muchas cosas maravillosas a tus hijos. O podra decir: Carlos, llegars a ser un magnfico misionero gracias a que has aprendido a establecer objetivos y llevarlos a cabo. Estoy muy contento contigo! Los nios seguirn su ejemplo. Usted est ensendoles constantemente, aun cuando no se d cuenta de ello. Con frecuencia estar ensendoles ms con su actitud y su ejemplo que con sus palabras. Por ejemplo, los nios notarn si usted trata respetuosamente las Escrituras. Observarn cmo se refiere a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo. Percibirn la forma en que usted
vive los principios que les ensea. Su ejemplo de rectitud les ayudar a desarrollar mayores sentimientos de amor y de respeto por nuestro Padre Celestial y Su Hijo. La atencin de los nios pequeos es de breve alcance y por eso no pueden mantenerse quietos por mucho tiempo. No espere demasiado de ellos. Reconozca que su falta de atencin podra significar que estn cansados o que tienen hambre, que no entienden lo que les dijo, que necesitan moverse un poco o que estn aburridos. La mejor manera de captar su atencin y ayudarles a que aprendan consiste en alentarlos a participar en las lecciones. Puesto que cuentan con mucha energa, planee permitirles que se muevan, observen, escuchen, huelan o toquen algo como parte de cada leccin. Les agrada mucho aprender mediante repeticiones, relatos sencillos, canciones y actividades.
Cmo ayudar a fortalecer las familias

Si usted es un maestro o lder, puede ayudar a los padres en su esfuerzo por ensear el Evangelio a sus hijos. Informe a los padres lo que les est enseando a sus hijos a fin de que puedan reafirmar esos principios del Evangelio en el hogar (vase Ocasiones regulares para la enseanza en el hogar, pgs. 154157). Aliente a los nios a compartir con sus familias lo que estn aprendiendo. En la noche de hogar pueden compartir las canciones, los pasajes de las Escrituras, los juegos y los principios que aprenden en las clases o actividades de la Primaria. En ocasiones, podra enviar con ellos a su hogar algunos informes sobre las lecciones o actividades en que hayan participado para que entonces puedan reforzar en el hogar lo que hayan aprendido. Asimismo, podra informar a los padres cuando sus hijos hayan sido de particular ayuda o cuando se les haya asignado a decir una oracin o dar un discurso. Tambin podra pedir a los padres que compartan sus experiencias o sus testimonios como parte de una leccin. Recuerde que cuando les ayuda a obtener un testimonio y a vivir el Evangelio, los nios pueden ejercer gran influencia en sus familias. Al ensear el Evangelio a los nios y ayudarles a que aprendan a vivirlo, estar fortaleciendo tambin a sus familias.
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CARACTERSTICAS DE LOS NIOS EN BASE A SUS EDADES
Los nios siempre estn cambiando fsica, mental, social, emocional y espiritualmente. Siguen una norma general de crecimiento y desarrollo. Los padres y maestros que estn al tanto de las caractersticas comunes de los diferentes grupos de acuerdo con sus edades, podrn encarar ms apropiadamente el comportamiento de los nios y ensearles con mayor eficacia. Algunos nios podran desarrollarse ms rpidamente o ms lentamente que otros de su misma edad. Por ejemplo, un nio de seis aos de edad podra comportarse como uno de cinco o uno de siete aos. Recuerde asimismo que algunos nios podran retroceder temporariamente a un comportamiento ms infantil en ocasiones de estrs o tensin emocional. Los manuales de lecciones de la Iglesia se han preparado teniendo en cuenta las caractersticas del desarrollo de los nios. A medida que vaya estudiando y preparando cada leccin, preste atencin particular a cmo cada parte de la leccin podr ayudarle a satisfacer las necesidades de esos nios. No importan las edades del grupo al que est enseando, asegrese de ser paciente, respetuoso, carioso y considerado con cada uno de los nios. No espere que stos hagan ms de lo que sean capaces de hacer. Las siguientes descripciones y sugerencias podrn ayudarle a entender mejor a los nios a quienes ensea. Disfruta mucho de jugar con otros nios, pero suele no relacionarse mucho con ellos. Tiene dificultad para compartir sus cosas. Llora con facilidad, pero sus emociones cambian sbitamente.
Sugerencias para los padres y los lderes

Emplee actividades varias para mantener el inters del nio. Use actividades que le requieran caminar, empujar o tirar de las cosas. Utilice juegos con los dedos y las manos, as como actividades musicales. Ofrzcale muchas oportunidades para que hable y participe. Ensele cmo ser reverente durante las oraciones. Emplee ayudas visuales con los relatos. Proporcinele juguetes que el nio pueda manejar y mover, tales como juguetes que se puedan apilar, pelotas, rompecabezas sencillos y figuras de personas y animales. Proporcinele juguetes y actividades que le permitan jugar por s solo. Aydele para que aprenda a compartir y a llevarse bien con otros nios. Sostngalo en brazos cuando se sienta molesto o inseguro.
El nio de dos aos de edad Caractersticas naturales del nio

Es muy activo. Salta, camina y corre. Puede aplaudir y patear una pelota. Puede agarrar pequeos objetos, pero no sabe cmo abotonarse la ropa o cuidar de s mismo de otras maneras. Se irrita y se exaspera cuando est cansado. Es capaz de usar dos o tres palabras en una frase. Dice no con frecuencia, aun cuando no es lo que quiere decir. Tiene pensamientos sencillos y directos. No puede razonar. Puede tomar decisiones simples. Le agrada la repeticin. Su atencin es de breve alcance (dos o tres minutos). Es curioso. Se mueve de una actividad a otra. Le agradan los juguetes sencillos, mate-
Los nios de dieciocho meses de edad Caractersticas naturales del nio

Camina, trepa, gatea y corre. Le agrada empujar y tirar de las cosas. Es ms fcil desarmar algo que armarlo. Carece de buena coordinacin. Se fatiga con facilidad. Por lo general, no sabe contener sus necesidades fsicas. Produce muchos sonidos. Est desarrollando su capacidad lingstica. Se expresa con frases de una sola palabra, principalmente mo y no. Acumula conocimiento por medio de la vista, el odo, el tacto, el olfato y el gusto. Entiende ms de lo que puede expresar.
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riales para dibujar, libros, cuentos breves y actividades musicales. Le gusta jugar solo. Est desarrollando el inters de jugar con otros, pero generalmente prefiere jugar cerca de ellos y no con ellos. Con frecuencia discute por los juguetes; tiene dificultad para compartir y cooperar, y pide a las personas adultas cosas que otra criatura tiene. Es amoroso y carioso. Le agrada sentarse en la falda de algn adulto o tomarlo de la mano. Le encanta estar junto a su madre. Tiene arranques emocionales para expresar sus emociones, obtener lo que desea y demostrar sus enojos o frustraciones. Tiende a cambiar sbitamente su temperamento. Le agrada ser independiente. Le agrada orar. Comprende que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos aman, pero tiene dificultad en entender la mayora de los conceptos espirituales.
corto alcance. Es curioso e inquisitivo. Con frecuencia no entiende bien y suele hacer comentarios aparentemente ajenos al tema. Le agrada usar su imaginacin. Le gustan los juegos con los dedos y las manos, los cuentos y las actividades musicales. No alcanza a diferenciar la fantasa de la realidad. Le agrada trabajar a solas. No le interesa jugar en cooperacin con otros, pero le gusta tener amigos a su alrededor. Es egocntrico. Tiene dificultad en compartir. Prefiere estar cerca de personas adultas, particularmente familiares, porque se siente as protegido. Le agrada complacer a las personas adultas. Necesita de su aprobacin, su amor y sus elogios. Reacciona emocionalmente cuando siente temor o ansiedad. Llora con facilidad. Es sensible a los sentimientos de otras personas. Est desarrollando cierta independencia. Experimenta emociones intensas, aunque breves. Se interesa por los principios sencillos del Evangelio, tales como la oracin y la obediencia. Tiene una mayor conciencia de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo, y tiene una fe sencilla en Ellos.
Sugerencias para los padres y los maestros

Emplee actividades pasivas, tales como juegos con los dedos y las manos, y las que requieren msica. Proporcinele actividades como aventar saquitos de frijoles para que el nio los atrape, marchas y saltos. Evite las actividades que requieran destreza y coordinacin, tales como el uso de tijeras y engomado de figuras de papel. Mantenga sencillas sus conversaciones. Ayude a que el nio participe. Emplee repeticiones. No deje solo al nio; los nios de esta edad pueden encontrarse en situaciones peligrosas con facilidad. Ofrzcale oportunidades para que tome sus propias decisiones. Ofrezca al nio oportunidades para que se relacione con otros, pero no lo obligue a hacerlo. Permtale decidir si desea participar en las actividades. Ofrzcale una direccin cariosa y sincera. Corrija su mal comportamiento. Demustrele amor y cario. Distraiga la atencin del nio cuando sea necesario corregir su mal comportamiento. Alintelo a ser autosuficiente, pero ofrzcale ayuda cuando la necesite. Permtale que practique tomar sus propias decisiones. Ofrzcale la oportunidad de orar. Destquele los conceptos espirituales de la familia y el amor de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo.

Utilice actividades que incluyan saltos, brincos, caminar y flexionar. Use actividades sencillas de arte, tales como engomar figuras de papel, moldear con arcilla y colorear. Evite las actividades que requieran talentos especiales y coordinacin, tales como atar y cortar. Est preparado para limpiar lo que se ensucie. Ensele ideas de una manera sencilla y clara. Emplee resmenes y ayudas visuales para reforzar tales ideas. Alintele a hacer preguntas y dar respuestas en cuanto a las lecciones, pero requiera que cada nio tome su turno para ello. Utilice una variedad de mtodos para ensear, tales como cuentos, canciones, conversaciones, dramatizaciones, movimientos con los dedos y las manos y otros juegos sencillos. Vare entre las actividades quietas y las giles. Proporcinele oportunidades para que juegue con otros nios. Emplee actividades que le estimulen a compartir, tomar turnos y cooperar. Cultive una amistosa relacin con el nio y ofrzcale con frecuencia la oportunidad para que hable acerca de su familia. Demustrele su aprobacin y confianza. Evite toda crtica. Reitrele el amor que usted y la familia de ese nio sienten por l. Aydele para que llegue a comprender los sentimientos de otras personas y a solucionar cualquier conflicto relacionado con ellas. Alintelo a ser autosuficiente. Ensele el Evangelio de una manera sencilla y especfica. Ensele que nuestro Padre Celestial y Jesucristo
El nio de tres aos de edad Caractersticas naturales del nio

Camina y corre, pero todava carece de coordinacin. Le gusta hacer cosas con sus propias manos pero lo hace con cierta torpeza. Tiene una mayor capacidad para el lenguaje. Le agrada hablar y aprender nuevas palabras. Su atencin es de
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viven y son bondadosos y amorosos. Comparta con el nio simples expresiones de su testimonio. Aydele a reconocer la belleza de las creaciones de Dios.
como tomar turnos. Aydele para que aprenda a adoptar un comportamiento social positivo sin tener que castigarlo o reprenderlo. Establezca lmites e impngalos con firmeza. Permtale al nio que hable acerca de s mismo y de su familia. Ensele que l es una persona muy especial para nuestro Padre Celestial y para Jesucristo. Exprese el amor que usted y los padres de ese nio sienten por l. Ayude a ese nio a ser responsable por su propio comportamiento y ensele la importancia de tomar buenas decisiones. Ensele que nuestro Padre Celestial ama a Sus hijos y que todos podemos comunicarnos con l por medio de la oracin. Aydele a determinar cmo ser reverente en la Iglesia. Ensele los principios bsicos del Evangelio.
El nio de cuatro aos de edad Caractersticas naturales del nio

Es muy activo. Se mueve con rapidez. Le gusta brincar, saltar, correr, trepar y arrojar cosas. Le agrada conversar y aprender nuevas palabras. Hace muchas preguntas. Alcanza a razonar un poco, pero todava tiene muchas ideas equivocadas. Tiene dificultad en diferenciar la realidad de la fantasa. Su atencin es de corto alcance. Emplea dibujos para expresar sus sentimientos. Disfruta de usar su imaginacin y de las representaciones dramticas. Juega con mayor espritu de cooperacin con otros. Suele ser fsicamente agresivo, dominador, grosero y obstinado, pero puede asimismo ser amigable. Est aprendiendo a compartir, a aceptar las reglas y a tomar su turno. Reacciona ante todo elogio sincero. Con frecuencia, trata de ver hasta dnde podr salirse con la suya. Es jactancioso, especialmente en cuanto a s mismo y a su familia. Podra ser complaciente en un momento y pendenciero en el siguiente. Tiene ms confianza en s mismo. Podra tener ciertos temores y sentimientos de inseguridad. Est comenzando a entender lo bueno y lo malo, y generalmente desea hacer lo bueno. Suele culpar a otros por sus propios errores. Siente un amor y respeto naturales por nuestro Padre Celestial y por Jesucristo, y hace muchas preguntas en cuanto a Ellos. Le agrada orar y quiere ser bueno. Est interesndose ms en los principios del Evangelio.
El nio de cinco aos de edad Caractersticas naturales del nio

Es muy activo. Tiene buen sentido del equilibrio y est llegando a tener mejor coordinacin. Puede patear una pelota, caminar en lnea recta, saltar, brincar y marchar. Le agrada dibujar, colorear y participar en actividades y en juegos; est aprendiendo a ponerse los zapatos y a atarse los cordones de los zapatos, y a abotonarse la ropa. Reconoce algunas letras, cifras y palabras. Le gusta aparentar que sabe leer y escribir. Podra estar aprendiendo a leer. Es conversador. Hace preguntas y comentarios, y ofrece contestaciones que demuestran un mayor entendimiento. Sabe resolver ciertos problemas. Es curioso y anhela conocer los hechos. Est comenzando a distinguir entre la verdad y la fantasa. Su atencin es de corto alcance pero est empezando a incrementarse. Prefiere las tareas concretas. Le gustan los acertijos y las bromas, pero no puede rerse de s mismo. Le agradan los cuentos, las canciones, las poesas y las dramatizaciones. Es amigable y est ansioso por complacer y cooperar. Est comenzando a gustarle encontrarse en pequeos grupos de nios, pero podra preferir tener un mejor amigo. Provoca menos conflictos al jugar en grupos. Est empezando a querer amoldarse y critica a los que no desean hacerlo. Est comenzando a entender las reglas, pero suele tratar de cambiarlas para su propio beneficio. Concentra sus intereses en el hogar y en su familia. Es afectuoso para con personas adultas y desea complacerlas. Se abochorna con facilidad, especialmente acerca de sus propios errores. Quiere ser bueno. Est aprendiendo a distinguir entre lo que es bueno y lo que es malo. A veces dice mentiras o

Vare entre las actividades quietas y las giles. Ayude a que el nio aprenda a controlarse y a ser responsable por sus acciones. Ensele maneras adecuadas de expresar sus emociones. Emplee conversaciones y actividades que estimulen el pensamiento, tales como simples adivinanzas y acertijos. Aclare todo malentendido. Use lminas, objetos y experiencias reales. Ensele nuevas palabras. Pdale que haga algunos dibujos que se relacionen con las lecciones. Acepte y estimule los esfuerzos creativos del nio. Permtale que explore sus alrededores. Emplee representaciones dramticas. Ofrzcale oportunidades para que juegue y trabaje en cooperacin con otros. Ensele a ser bondadoso, paciente y corts. Aydele a seguir normas sencillas, tales
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culpa a otros por sus equivocaciones debido a su profundo deseo de complacer a los adultos y hacer lo que es correcto. Est listo para aprender en cuanto a los principios espirituales.

Envuelva al nio en actividades fsicas. Emplee juegos sencillos y otras actividades. Permtale recortar y engomar figuras, y armar rompecabezas. Permtale que sea independiente. Exprsele confianza. Acepte y estimule todos los esfuerzos del nio. Permita que el nio hable y haga preguntas. Permtale que lea palabras o frases sencillas. Utilice tiras de papel para las palabras simples. Asgnele tareas y responsabilidades sencillas. Emplee actividades con dibujos, relatos de historias verdaderas y ayudas visuales. Use diversas actividades con lminas, juegos, canciones y anlisis. Utilice actividades que contengan problemas a solucionar, tales como adivinanzas y preguntas que susciten un anlisis. Permita que el nio imagine, que haga una dramatizacin y que utilice tteres. Rase cuando el nio ra. Sea sensible a la necesidad que el nio tiene de que usted lo apruebe. Fomente la amistad y trate de ayudarlo si pareciera que no tiene amigos ntimos o que no es aceptado en el grupo. Hable en cuanto a cmo se siente una persona cuando otros son bondadosos o descorteses. Explique la importancia de amar al prjimo y expresarles gratitud, y ensele cmo debe hacerlo. Aydele a valorar las diferencias entre una persona y otra.
Ensele con frecuencia en cuanto al valor y la importancia de la familia. Ofrzcale la oportunidad de expresar sus sentimientos acerca de su propia familia. Demustrele su amor y su afecto por l. Elogie particularmente todo comportamiento positivo. Evite las actividades o expresiones que podran abochornar al nio. Ensele lo que es un comportamiento apropiado. No se sorprenda si el nio dice algo que no es verdad o apropiado, pero contine ensendole en cuanto a la importancia de que debemos aceptar la responsabilidad de nuestras propias acciones. Fortalezca el testimonio del nio compartiendo el suyo propio. Comparta con l relatos e ideas que puedan fortalecer el amor y la fe que el nio tiene en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo y Sus enseanzas.
El nio de seis aos de edad Caractersticas naturales del nio

Es muy activo. Suele ser ruidoso, inquieto y vivaz. Le agrada participar en actividades y llevar a cabo pequeas tareas, aun cuando pudieran ser difciles de realizar. Le desagrada ser simplemente un espectador. Necesita que se le enseen conceptos en maneras especficas. Est mejorando su memoria. Es conversador y hace muchas preguntas. Est aprendiendo a tomar decisiones, pero suele ser indeciso. Est incrementando su tendencia a prestar atencin. Le gusta leer, escribir, cantar, escuchar cuentos y usar su imaginacin.
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Est ms interesado en actividades en grupo y en relacionarse con compaeros de juego, pero contina siendo un tanto egosta. En ocasiones suele ser dominador, agresivo o descorts con sus compaeros. Tiene amistades inestables. Se preocupa por la forma en que otros lo tratan. Anhela ser aprobado socialmente. Es jactancioso. Exagera y critica. Se emociona, se hace el chistoso y se re por todo fcilmente. Puede ser generoso, afectuoso y compatible, pero su nimo puede cambiar fcilmente. Se preocupa por el buen y el mal comportamiento, particularmente si afecta a su familia o a sus amigos. A veces culpa a los dems por sus errores. Le agradan los relatos de las Escrituras, en especial los que se refieren a Jess.
El nio de siete aos de edad Caractersticas naturales del nio

Tiene mejor dominio muscular. Est desarrollando inters y habilidades en ciertos juegos, pasatiempos y actividades. Se inquieta y se mueve mucho. Tiene hbitos nerviosos y a veces adopta posiciones desacostumbradas. Est lleno de energas, pero se cansa fcilmente. Est ansioso por aprender. Piensa con seriedad y ms lgicamente. Es capaz de resolver problemas ms complicados. Le agrada que lo desafen, le gusta trabajar y dedicar el tiempo necesario para completar una tarea. Presta mucha atencin. Disfruta de sus pasatiempos y de todo lo que requiera destreza. Le gusta coleccionar cosas y hablar sobre proyectos y logros personales. Suele jugar en grupos pero a veces prefiere estar solo y jugar en silencio. Se relaciona muy poco con personas del sexo opuesto. Anhela ser como sus compaeros y contar con su aprobacin. Es menos dominador y menos decidido a salirse con la suya. Le agrada tener mayores responsabilidades y ser ms independiente. Con frecuencia se preocupa acerca de no hacer bien las cosas. No le agradan las crticas. Es ms sensible en cuanto a sus propios sentimientos y los de otras personas. Es frecuentemente un perfeccionista y tiende a criticarse a s mismo. Es cohibido y cauto. Es menos impulsivo y menos egosta que en sus aos previos. Tiene conciencia de lo que es bueno y lo que es malo. Disfruta del aprender y practicar los principios del Evangelio, tales como la oracin y el pago del diezmo. Entiende determinados aspectos del Evangelio, tales como la Santa Cena, la fe, el arrepentimiento, la obra misional, el Espritu Santo y la obra del templo. Quiere ser bautizado y recibir el don del Espritu Santo.

Tenga paciencia en cuanto a la abundante energa e inquietud del nio. Emplee actividades tales como escribir, colorear, recortar y engomar figuras de papel y moldear con arcilla. Utilice juegos que permitan al nio aprovechar sus energas. Utilice actividades para solucionar problemas, tales como adivinanzas, repasos y relatos para los que el nio deba sugerir cmo han de finalizar. Use lminas, figuras para franelgrafos y otras ayudas visuales. Ensele nuevas palabras. Hgale preguntas. Permtale tomar decisiones. Analice con l la importancia de hacer lo que es justo y permtale tomar decisiones con alternativas limitadas. Ofrzcale oportunidades para que lea, escriba, cante, escuche cuentos y haga representaciones dramticas. Planee sus lecciones teniendo en cuenta los intereses particulares del nio. Estimule en el nio el deseo de compartir y participar con otros. Ofrzcale muchas oportunidades de participar en actividades de grupo. Exprsele felicitaciones y aprobaciones especficas. Enfoque sus lecciones en demostrar amor ayudando a otros y preocupndose por sus necesidades. Alintelo a participar en los juegos y otras actividades. Elogie los esfuerzos especficos del nio de manera que no tenga necesidad de jactarse. Elgielo cuando diga la verdad. No lo critique. Rase con l, pero nunca se ra de l. Estimule en el nio un nimo positivo. Mediante su ejemplo personal, ensele a comportarse con calma y confianza. Ensee al nio a preocuparse y responsabilizarse por su propia conducta y por cmo mejorarla. Asegrele que todos cometemos errores. Ensele la simplicidad del arrepentimiento. Emplee las Escrituras para ensearle los principios bsicos del Evangelio. Aydele a entender y aplicar las Escrituras.
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Emplee actividades que permitan al nio usar sus energas. Permtale que comparta sus habilidades especiales. Tenga paciencia con las molestias que cause y con su inquietud, y no ponga nfasis en cualquier torpeza que manifieste. Use una variedad de tcnicas para ayudar al nio a mantener su inters y para evitar todo mal comportamiento. Elogie su buena conducta. Hgale preguntas que le hagan pensar. Emplee historias que el nio deba completar, adivinanzas y juegos y conversaciones que estimulen su pensamiento. Permtale que tome decisiones propias. Concdale suficiente tiempo para que complete las tareas que le asigne. Alintelo a que se dedique a sus pasatiempos e intereses particulares. Proporcinele oportunidades para que lea
las Escrituras, tiras de papel y cuentos. Utilice relatos y situaciones que se relacionen con la realidad ms que con las fantasas. Emplee actividades que requieran la participacin en grupo, tales como juegos y dramatizaciones, pero respete los deseos del nio cuando en ocasiones prefiera trabajar a solas. No le obligue a relacionarse con alguien del sexo opuesto. Elogie todo comportamiento positivo, como tomar turno y compartir. Asgnele responsabilidades y tareas que pueda llevar a cabo y elogie entonces sus esfuerzos y logros. Estimule el inters del nio por los dems. Cultive su confianza en s mismo. En lugar de criticarle, procure tener oportunidades para demostrarle su aprobacin y su afecto. Acepte su ocasional temperamento y retraimiento. Alintelo a expresar sus sentimientos. Ofrzcale oportunidades para que practique cmo tomar decisiones correctas. Aydele a comprender las consecuencias de sus decisiones. Ensele los principios del Evangelio de una manera sencilla y especfica, y alintele a practicarlos en su vida diaria. Ensele en base a las Escrituras. Preprelo para el bautismo y la confirmacin ayudndole a entender los convenios que har.
Evangelio por medio de ejemplos especficos y participacin personal.

Utilice actividades que requieran coordinacin y que permitan que el nio emplee sus energas. Tenga paciencia en cuanto a sus posibles torpezas, hbitos desagradables y desasosiego. Permita alternadamente perodos de tranquilidad y de actividad. Elogie todo buen comportamiento. A fin de estimularlo a aprender, utilice juegos, relatos, lminas y actividades diseadas para solucionar problemas. Emplee la lectura, escritura y representacin dramtica. Ensee al nio a establecer metas alcanzables. Exhrtele a preocuparse ms por su propia conducta que por la conducta de los dems. Sugirale el ejemplo de hroes apropiados, tales como los lderes y otros buenos miembros de la Iglesia. Proporcione al nio oportunidades para la interaccin, la cooperacin y la participacin en grupo. Supervise cuidadosamente sus actividades. Reconozca que es posible que el nio se apegue mucho a sus amigos. Si no tiene amigos ntimos, aydele a integrarse en el grupo. Elogie su buen comportamiento. Permtale participar con usted y con otros nios en establecer normas y tomar determinadas decisiones. Permtale asimismo que trabaje independientemente. Ayude al nio a reconocer y a resolver cualquier emocin negativa. Demustrele inters y entusiasmo. Elogie y promueva la confianza en s mismo; no critique al nio ni lo compare con otros. Reconozca sus esfuerzos y sus logros. Permtale disfrutar del buen humor cuando sea apropiado y tngale paciencia cuando se ra excesivamente. Hgale notar que todos cometemos errores. Exprese con frecuencia su fe y su testimonio personal. Aydele a valorar su condicin de miembro de la Iglesia y las responsabilidades pertinentes. Exhrtele a que viva los principios del Evangelio. Comparta con l sus experiencias personales, pasajes de las Escrituras y relatos apropiados. Utilice actividades en las que el nio pueda participar.
El nio de ocho aos de edad Caractersticas naturales del nio

Est demostrando una mayor coordinacin. Se mueve y se retuerce mucho. Tiene hbitos nerviosos. Participa en juegos organizados que requieren habilidades fsicas. Presta muy buena atencin. Quiere ser bien recibido. Quiere conocer la razn de todas las cosas. Est ansioso por compartir su conocimiento. Piensa que sabe mucho, pero est comenzando a reconocer que otros tal vez saben ms que l. Juzga a los dems. Tiene sus propios hroes. Le gusta escribir, leer y usar su imaginacin. Le agrada jugar en grupo con reglas simples. Prefiere jugar en grupos de su propio sexo. Es ms cooperativo y menos insistente en salirse con la suya. Quiere tener un mejor amigo. Tiene una intensa necesidad de ser independiente, pero tambin depende de las personas adultas en procura de gua y seguridad. Es generalmente afectuoso, servicial, alegre, sociable y curioso, pero tambin puede ser grosero, egosta, dominador y exigente. Es sensible a las crticas. Se critica a s mismo y critica a los dems. Suele a veces rerse por todo y hacerse el chistoso. Suele tambin sentirse culpable y avergonzado. Es receptivo a las enseanzas del Evangelio, pero podra tener muchas preguntas al respecto. Se siente orgulloso de ser miembro de la Iglesia. Le agrada vivir los principios del Evangelio. Aprende acerca del
El nio de nueve aos de edad Caractersticas naturales del nio

Le agrada participar en juegos de equipo. Controla bien su cuerpo. Est interesado en desarrollar sus fuerzas, sus habilidades y su velocidad. Le gustan las labores artsticas y las manualidades complicadas. Es capaz de mantener por ms tiempo su inters en determinados temas o actividades. Procura conocer los hechos reales; no disfruta mucho las fantasas. Le agrada
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memorizar. Tiene intereses especficos y mucha curiosidad. Le gusta leer, escribir y tomar notas. Se interesa por la comunidad, y otras culturas y pueblos. Le agrada aprender sobre el pasado y el presente. Le gusta coleccionar cosas. Disfruta del estar en grupos con personas de su mismo sexo. Le agradan las aventuras en grupo y los juegos cooperativos, pero tambin le gusta competir. Pone a prueba la autoridad y ejercita su independencia. Pasa mucho tiempo con sus amigos. Tiene algunos problemas de conducta, especialmente cuando los dems no lo aceptan. Est llegando a ser muy independiente, responsable y digno de confianza. Se preocupa por ser justo y por que sean justos con l. Est ms dispuesto a reconocer sus propios fracasos y errores y a responsabilizarse por sus actos personales. Suele tratar de hacerse el chistoso. Tiene conciencia de lo correcto y de lo incorrecto. Quiere hacer lo bueno, pero suele tambin rebelarse. Percibe la influencia del testimonio de otras personas. Est listo para que se le enseen principios ms profundos del Evangelio.
El nio de diez u once aos de edad Caractersticas naturales del nio

Podra estar experimentando un rpido crecimiento. Le agradan los deportes que requieran fortaleza, velocidad y destreza. Por momentos se entretiene jugando, empujando, jugando a las luchas, dando codazos y rindose por todo. Es inquieto, activo e impaciente. Podra ser diferente de sus compaeros en tamao fsico y coordinacin. No le gusta ser tratado como un nio. Se preocupa por su apariencia fsica. Le agradan los conceptos y las ideas abstractas. Saca conclusiones basndose en lo que haya aprendido previamente. Le gusta que lo desafen con tareas mentales. Es decidido y razonable. Le agrada memorizar. Le gusta establecer metas. Piensa ms lgicamente. Le agrada aprender. Presta mucha atencin. Entiende con mayor precisin el significado de las palabras y puede definir trminos abstractos. Tiene un sentido del humor que a las personas adultas podra parecerles ridculo. Es sociable y competitivo. Es muy leal a los grupos. Tiene una relacin positiva y negativa con sus compaeros. Su amistad con otros nios es ms compleja y allegada. Confa en sus mejores amigos. Valora ms las opiniones y normas de sus compaeros que las de personas adultas. Suele criticar las opiniones de los adultos y los sentimientos de otras personas. Le gusta fastidiar o jugar con violencia. En ocasiones es grosero y no est dispuesto a cooperar, pero en ocasiones es amigable y cooperativo. Se critica a s mismo y resiente que otros lo critiquen. Podra pensar que todo lo que hace es errneo, especialmente cuando lo critican. Tiene preocupaciones y temores acerca de la escuela y sus amigos. Es muy sensible, particularmente en cuanto a s mismo. Tiene dudas e inseguridades. A veces es muy sensible y se irrita con facilidad; le preocupa ser tratado justamente. Es capaz de ser cordial, serio, franco y sincero. Desea ser independiente y tener responsabilidades. Tiene un fuerte sentido moral y buena conciencia. Le interesa mejorarse. No le gusta admitirlo cuando se ha comportado indebidamente. Est listo para aprender ms acerca de las doctrinas del Evangelio.

Ofrzcale una variedad de actividades, incluso juegos en equipo, que mantengan su inters y lo ayuden a cultivar sus habilidades. Proporcinele informacin especfica y hechos reales en lugar de temas de fantasa. No le ofrezca todas las respuestas, sino ms bien concdale tiempo para que piense y luego analice con l las respuestas. Exhrtele a que memorice citas y pasajes de las Escrituras. Considere las diferencias individuales al asignarle tareas y responsabilidades. Ofrzcale oportunidades para que lea, escriba y tome nota. Alintelo a llevar un diario personal. Ensele acerca de otros pueblos y culturas, y sobre la historia. Reconozca la necesidad que el nio tiene de ser aceptado por sus compaeros. Establezca y mantenga limitaciones razonables, pero d lugar para que sea independiente. Ensele a ser amable, aun cuando sienta que no ha ganado. Fomente la amistad y aydele a conseguir nuevos amigos. Trate de hacerle saber que usted lo aprecia, aun cuando no le apruebe cierto comportamiento. Ofrzcale oportunidades para que demuestre ser independiente y responsable. No lo humille cuando cometa algn error. Exprsele su amor y su apoyo personal. Comparta frecuentemente con el nio su testimonio y el testimonio de los profetas. Ensele principios ms avanzados del Evangelio.

Reconozca que el nio est creciendo y madurando. No le obligue a relacionarse con personas del sexo opuesto. Ofrzcale oportunidades para que participe en actividades fsicas que le permitan emplear sus energas. No preste mucha atencin a un mal comportamiento insignificante. Ensele a ser imparcial y a valorar su partici-
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pacin en las actividades. Demustrele estar interesado en lo que est sucediendo en su vida. Aprecie las diferencias individuales del nio. Estimule su pensamiento empleando preguntas, relatos de las Escrituras, memorizacin de pasajes de las Escrituras, actividades para resolver problemas y anlisis. Permtale tomar sus propias decisiones y establecer metas personales. Utilice nuevas palabras y permtale definir y explicar sus significados. Emplee ayudas visuales, relatos y juegos. Responda a su necesidad de pertenecer a los grupos y aceptar su influencia. Ofrzcale actividades que le permitan relacionarse con sus compaeros. Promueva el planeamiento y el trabajo en conjunto. Ensele a tener consideracin por aquellos que no son aceptados por los dems. Proporcinele responsabilidades y asignaciones y aydele a completarlas. Fomente proyectos de servicio, tales como el cuidado de nios, contribuir sus talentos y compartir el Evangelio con otras personas.
Emplee ejemplos y lecciones que promuevan la consideracin y la bondad. Elogie la cortesa, la generosidad, la lealtad y la amistad. No compare al nio con otros. Alintelo y elogie sus logros. Demustrele su confianza como individuo. Reafirme el comportamiento positivo y trate de ignorar los actos negativos de menor consecuencia. Permtale ser independiente y que exprese sus sentimientos personales. Trate de comprender sus preocupaciones y todo lo que le hace sentirse triste. Ensele conceptos y valores morales especficos. Destquele que la verdadera felicidad y el mejoramiento personal provienen de guardar los mandamientos. Alintele a comprometerse a vivir los principios del Evangelio. Aydele a entender las responsabilidades y bendiciones futuras y a prepararse para recibirlas. No lo avergence cuando cometa errores, en particular frente a sus amigos. Ensele el Evangelio en su plenitud con relatos de las Escrituras y de la vida de los profetas de los ltimos das. Alintelo a dar su testimonio.
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CMO ENSEAR A LOS NIOS EN GRUPOS DE EDADES COMBINADAS
Con frecuencia, los nios de diferentes edades se renen en su hogar y en la Iglesia para aprender juntos el Evangelio. Tales situaciones en grupo incluyen la noche de hogar y otras reuniones familiares, el tiempo para compartir en la Primaria, los das de logros, los das de actividades y las clases para nios en la Sociedad de Socorro. Estas actividades deben ser agradables y al mismo tiempo ensear el Evangelio. El lder M. Russell Ballard dijo: Los tiempos para compartir y [otras] actividades creativas e innovadoras pueden ser muy estimulantes y divertidas, pero tendrn muy poco significado si los nios... terminan entretenindose sin que realmente se les haya instruido, enseado el Evangelio y edificado espiritualmente... Cada leccin, cada reunin y cada actividad debe dedicarse a que estos pequeitos vengan a Cristo (Great Shall Be the Peace of Thy Children, Ensign, abril de 1994, pg. 61). A medida que ensee a los nios en grupos de edades combinadas, quizs tenga dificultad en simplificar un concepto a fin de que les resulte fcil de entender a los nios ms pequeos y sea suficientemente interesante para los de mayor edad. Las siguientes sugerencias podrn ayudarle a incluir a todos los nios de su clase mientras aprenden en conjunto el Evangelio. Un nio mayor podra sentarse junto a uno menor que l y leer un pasaje de las Escrituras sealndole cada palabra. Un nio mayor puede ayudar a un nio menor a leer un cuento, participar en un juego, memorizar un pasaje de las Escrituras, trabajar en un proyecto o llenar una hoja de ejercicios. Los nios mayores podran ayudarle a usted a ensear un principio o una actividad. Usted podra pedirles que enseen a uno o a varios de los nios menores. Esta es una buena manera de que los nios mayores aprendan los principios del Evangelio; tambin contribuir a que adquieran experiencia y confianza en s mismos.
Simplifique para los nios menores algunas partes de las actividades

Si los nios menores estn participando en la misma actividad con los nios mayores, usted quizs deba simplificarla para los nios pequeos. Por ejemplo: Prepare dos grupos de preguntas: unas simples para los menores y otras ms difciles para los mayores. Escriba dichas preguntas en tiras de papel. Para un juego o actividad de repaso, coloque cada grupo de preguntas en diferentes cajitas o frascos. Pida que cada uno de los nios escoja y conteste una pregunta del envase correspondiente. En una dramatizacin, asigne papeles simples a los nios menores o pdales que acten como animalitos o que sean
Haga que los nios mayores ayuden a los menores

Disponga que los nios trabajen en parejas o que un nio mayor ayude a varios nios menores. Por ejemplo:
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parte de la escenografa. Los nios mayores podran representar papeles ms complicados, ser narradores o leer pasajes de las Escrituras. Si algunos nios menores tuviesen partes habladas, los mayores podran ir dictndoles lo que deban decir. Si usted estuviera relatando una historia, podra pedir que los nios menores sostengan las lminas y coloquen figuras en un franelgrafo.
Disponga diferentes estaciones, separando a los nios de acuerdo con sus edades
Cuando los nios menores lleguen a una determinada estacin, la persona adulta que est a cargo de esa estacin podra adaptar para ellos la presentacin. Por ejemplo, si en una estacin ha de llevarse a cabo una actividad, la persona adulta podra efectuarla de una manera simplificada al alcance de los nios menores. (Vase Estaciones, pg. 191).
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CMO ENTENDER Y ENSEAR A LOS JVENES
Cuando Mormn tena quince aos de edad, [fue visitado por] el Seor, y [prob y conoci] la bondad de Jess (Mormn 1:15). Jos Smith tena catorce aos de edad cuando recibi la Primera Visin. Fue adiestrado y enseado durante su juventud a fin de prepararlo para la Restauracin del Evangelio. En la actualidad, el Seor llama a personas jvenes para que sirvan en presidencias de qurumes y de clases, efecten sagradas ordenanzas del sacerdocio y prediquen el Evangelio como misioneros regulares. Al ensearles, recuerde que el Seor conoce la capacidad de los jvenes de la Iglesia. En el pasado l ha depositado gran confianza en la juventud, y hoy en da contina confiando en ellos.
Cmo entender los problemas que afectan a la juventud

Al prepararse para la edad adulta, los jvenes van enfrentando importantes desafos. Si usted conoce tales desafos, podr ofrecerles un apoyo y nimo sabio y sensible. La siguiente informacin podra ayudarle a entender algunos de los problemas que deben encarar.
Adaptarse a los cambios de su cuerpo fsico

El desarrollo fsico durante la adolescencia es rpido. Por lo general, dichos cambios comienzan uno o dos aos antes para las mujeres jvenes que para los hombres jvenes. Las nuevas emociones que van sintiendo tanto los hombres como las mujeres jvenes podran tanto entusiasmarles como confundirles. Si no les agrada su apariencia fsica, podran sentirse incmodos o inferiores. Los cambios fsicos que experimentan requieren que hagan muchos ajustes emocionales y sociales.
Cmo entender a los jvenes

Los jvenes poseen tal entusiasmo y energa que resulta muy agradable poder ensearles. Pero para ensearles el Evangelio, es menester que usted sepa cmo encaminar sus energas en la direccin apropiada. Es muy importante comprenderlos y entender sus preocupaciones y sus desafos. Para entender a los jvenes que ensea, trate de pensar en sus propios das de juventud. Cules fueron las experiencias ms difciles y dolorosas para usted? Qu le preocupaba? Cmo se senta en cuanto a s mismo? Cules eran sus metas y sus ideales? Cules eran sus necesidades sociales y emocionales? Quines le ayudaron ms y cmo lo hicieron? El meditar sobre estas preguntas le ayudar a ensear y guiar ms eficazmente a los jvenes.
Efectuar transiciones sociales

Puestro que los jvenes se encuentran en una transicin entre la niez y la edad adulta, es posible que sientan que no pertenecen a la sociedad en general. Esto es particularmente cierto en los ambientes sociales en que su funcin primordial es obtener una educacin formal. Debido a los cambios que estn experimentando, reconocen que ya no son nios, pero tambin que todava no son capaces de cumplir sus responsabilidades como personas adultas. Con frecuencia no se dan cuenta de que los cambios que experimentan son algo normal
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y por consiguiente suelen sentirse algo cohibidos. Pueden pensar que sus sentimientos son algo nico y que nadie comprende lo que les sucede.
hijos. Encamine a los jvenes hacia sus padres y procure fortalecer su vnculo familiar.
Establecer su propia identidad

Algunos jvenes podran estar tratando de establecer una cierta identidad usando tipos de ropa o cortes de cabello extraos o expresando ideas poco comunes. Quizs lo hagan para llamar la atencin o para integrarse a un grupo de compaeros o para distinguirse de otros grupos. Por lo general, este tipo de conducta no dura mucho tiempo. En realidad, cuando los jvenes perciben un afecto genuino por parte de personas adultas y se les da la oportunidad de expresar libremente sus propias ideas sin ser criticados, frecuentemente se sienten ms seguros de s mismos y dejan de actuar de maneras inusitadas. Sera muy imprudente tratar de vestirse y de hablar como los jvenes a quienes ensea. Recuerde que usted debe estar con ellos, no ser uno de ellos.
Aprender a emplear su creciente capacidad mental

La mayora de los jvenes incrementa su capacidad para aprender cuando tienen entre doce y quince aos de edad. Son ms capaces de tomar buenas decisiones, de pensar lgicamente y de planear para el futuro. Usted podr tener una mayor influencia en los jvenes si respeta su capacidad mental y trata de aprender de ellos tal como le gustara que ellos aprendieran de usted.
Mantener una conexin emocional con sus padres y otras personas adultas
Los jvenes tienen un fuerte deseo de que sus padres y otras personas adultas les enseen. Tambin quieren que los adultos los respeten, los entiendan y les presten atencin. Los adultos, sin embargo, quizs los juzguen mal a raz de su ocasional comportamiento inmaduro o inusitado. Debemos seguir el consejo que el Seor le dio a Samuel: No mires a su parecer... pues el hombre mira lo que est delante de sus ojos, pero Jehov mira el corazn (1 Samuel 16:7). La persona adulta que sea considerada, comprensiva y respetuosa puede influir positivamente en la vida de un joven inseguro y tmido. Usted quizs se incline a pensar que podra acercarse ms a los jvenes si con ellos critica a sus padres y a otras personas adultas. Sin embargo, eso podra hacer que le pierdan el respeto a sus padres y a usted mismo. Recuerde que una parte muy importante de su responsabilidad consiste en ayudar a fortalecer las relaciones entre padres e hijos. Comunquese regularmente con los padres de aquellos jvenes a quienes ensea. Infrmeles sobre los talentos, el progreso y las contribuciones positivas que vaya observando en su hijos e hijas. Hgales saber qu es lo que estn estudiando en la clase. Pregnteles qu podra hacer usted para ayudarles a medida que ellos ensean a sus
Aprender de modelos masculinos o femeninos ejemplares

Es algo muy importante para los jvenes contar con modelos ejemplares masculinos o femeninos a medida que se preparan para el futuro. Tenga presente que usted mismo y otras personas adultas les sirven como tales.
Prepararse para servir en la Iglesia y en la sociedad

Los jvenes pasan mucho de su tiempo obteniendo una educacin y preparndose para emprender una carrera. Alinteles a tomar con seriedad su educacin y prepararse bien para el futuro. nsteles asimismo a pensar en qu forma su instruccin escolar, su estudio del Evangelio y sus decisiones entre lo bueno y lo malo les estn preparando para su futuro servicio en la Iglesia. Ayude a los hombres jvenes a prepararse para servir como misioneros regulares.
Prepararse para el matrimonio y la vida familiar

Los jvenes pueden prepararse mejor para el matrimonio y la vida familiar si se aprestan a efectuar y cumplir los convenios del templo. Todo lo que usted haga y les en-
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see debe conducir a los jvenes al templo. Aydeles a entender qu es lo que se requiere para ser dignos de asistir al templo y alintelos a que establezcan una meta personal para conseguirlo.
Interiorizar los valores en base a los cuales han de vivir

El Evangelio restaurado proporciona los principios y normas que nos conducen a la felicidad y la exaltacin. Aproveche toda oportunidad para ayudar a que los jvenes adopten estas cosas en su vida. Alinteles a tomar la iniciativa de procurar su propio desarrollo espiritual (vase El ayudar a las personas a aceptar la responsabilidad que tienen de aprender el Evangelio, pgs. 6667).
que los jvenes se comporten de una manera arriesgada o descarriada. Es conveniente que al comenzar a ensearles establezca lo que espera de ellos. Recuerde que no basta ser simplemente un amigo de los jvenes. Es necesario que sea para ellos un buen ejemplo. Tambin debe ensearles la verdadera doctrina y esperar de ellos una buena conducta a fin de que aprendan a vivir con fidelidad. (Vase El poder de la palabra, pgs. 5456, y la seccin titulada Prepare un ambiente propicio para aprender, pgs. 8297).
Respeto por su individualidad

Cuando los jvenes perciben que las personas adultas los respetan y los escuchan, tienden a sentirse seguros y libres de la necesidad de llamar la atencin. Esfurcese y ore para poder entender a los jvenes a quienes ensea. Trate de acercarse a ellos individualmente (vase Cmo acercarse a cada persona, pgs. 3738). Pregnteles acerca de sus intereses, sus pasatiempos y sus experiencias cotidianas. Prsteles atencin y respete sus ideas, opiniones y sentimientos.
Cultivar amistades con otras personas de su misma edad

Los jvenes desean encontrar un lugar entre personas de su misma edad y ser fortalecidos por ellas. Los amigos juegan un importante papel en su preparacin para la edad adulta. Les ayudan a sentirse aceptados y a practicar aptitudes sociales. Les ofrecen la tranquilidad que proviene de saber que otras personas tienen necesidades y problemas similares y de tal manera les atenan cualquier sentimiento de soledad que pudieran tener. Les permiten saber cules son los sentimientos e ideas de los dems. Les ofrecen apoyo a medida que van adoptando sus valores. Cuando los jvenes que poseen valores rectos se asocian entre s, se ayudan a protegerse mutuamente de las presiones que ejercen aquellos que se guan por diferentes valores. La Iglesia cumple una importante funcin en facilitar la asociacin entre amigos y personas adultas que reafirman estilos de vida y valores sanos.
Una visin de su futuro

A medida que ensea a la juventud de la Iglesia, usted est ayudando a preparar futuros lderes: padres, lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares, misioneros y, quizs, aun profetas. Puesto que carecen de experiencia, los jvenes a veces no alcanzan a ver ms all del momento actual. Como maestro, usted puede ofrecerles una visin del futuro y guiarlos para que se preparen para ello. Alintelos a que traten de imaginarse a s mismos en el futuro. Enseles hoy las cosas que necesitarn saber maana.
Lo que la juventud precisa de las personas adultas Apoyo

Cuando los jvenes perciben el nimo, el cario y el apoyo de sus padres, maestros u otras personas adultas, se sienten alentados a enfrentar con optimismo los problemas de la vida. Asegrese de que los jvenes a quienes ensea sientan que usted est a su disposicin y que se interesa por ellos. Al pensar en ellos y en lo que deben aprender, pregntese a s mismo si est haciendo todo lo posible para ayudarles a progresar.
Estmulo para que se identifiquen con el Reino de Dios

Aunque los jvenes suelen preocuparse slo por s mismos, tambin tienen una gran capacidad para interesarse por el bien de los dems. Les preocupan las condiciones de la sociedad y son naturalmente idealistas. Quieren vincularse con una causa digna. Cuando saben que pertenecen a un grupo que tiene un propsito real y significativo, es ms probable que sean creativos, cooperativos y abnegados. La causa de edificar el Reino de Dios es ms digna de su lealtad que cualquier otra para ellos. Usted puede estimular sus deseos altruistas al inspirarles para que ayuden a edificar el Reino de Dios.
Que se espere de ellos una buena conducta

Cuando se espera de ellos que cumplan las normas del Evangelio y obedezcan los reglamentos, es menos probable
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CMO ENSEAR A LOS JVENES MEDIANTE ACTIVIDADES DE GRUPO
Las actividades para jvenes deben planearse teniendo en cuenta los propsitos del Evangelio. Durante tales actividades usted debe aprovechar toda oportunidad para ayudar a que los jvenes fortalezcan su testimonio, desarrollen sus talentos y aptitudes para el liderazgo, presten servicio y cultiven amistades con personas que se esfuercen por cumplir los principios del Evangelio. Las siguientes sugerencias podran ser de beneficio para los lderes, maestros y padres. cuando nos sentamos debajo de un arbusto con otras muchachas y una de nuestras lderes. Todas nos reamos y tratbamos de decidir qu es lo que habramos de hacer en los tres das siguientes. Cuando vi que mis lderes trataban de arreglrselas de la mejor manera posible, aprend una gran leccin acerca de cmo debemos adaptarnos de buena gana y ayudar a los dems.
Planee oportunidades para la enseanza

Usted no debe tratar de convertir las actividades en lecciones formales. No obstante, con frecuencia hay maneras de introducir enseanzas del Evangelio en las actividades. Por ejemplo, cuando oy que el presidente Ezra Taft Benson exhort a las familias a leer diariamente el Libro de Mormn, un asesor del Sacerdocio Aarnico qued muy impresionado por las promesas del profeta. En especial, le conmovi la promesa de que las familias seran bendecidas con el Espritu del Seor en sus hogares si seguan ese consejo (vase Tenemos que inundar la tierra con el Libro de Mormn, Liahona, enero de 1989, pgs. 46). El asesor del Sacerdocio Aarnico hizo el siguiente comentario: Yo pens, Si esa promesa es para las familias, se aplicar tambin para mi tropa Scout?. Decid entonces que empezaramos a dedicar unos momentos a leer las Escrituras en nuestros campamentos. Cada maana antes de comenzar la jornada, nos reunamos a leer un captulo del Libro de Mormn. Doy testimonio de que nuestra tropa Scout recibi las bendiciones prometidas por el presidente Benson. Desde el da en que comenzamos a leer juntos,
Ensee mediante el ejemplo

Durante las actividades para jvenes, su ejemplo personal es la herramienta ms eficaz para la enseanza. Usted ensear a los jvenes por medio de sus propias acciones, sus ocasionales comentarios acerca de otras personas, la solucin que d a los problemas, el lenguaje que emplee y la forma en que se dedique a los dems. Por ejemplo, un grupo de mujeres jvenes aprendi una leccin de sus lderes cuando en un campamento encontraron algunas circunstancias sorprendentes. Haban pensado que en el campamento se les proporcionaran cabaas y electricidad, y se haban preparado de conformidad con tal idea. Cuando llegaron all, slo encontraron tiendas de campaa, sin electricidad ni comodidades de ninguna clase. Les habra resultado muy fcil quejarse, pero las lderes de las Mujeres Jvenes les dieron el ejemplo al rerse de las circunstancias y valerse de lo que tenan. Muchos aos despus, una de las jvenes record aquel campamento como uno de los momentos importantes de su vida y dijo: Nunca me olvidar de
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nunca hemos tenido dificultades o problemas serios en nuestra tropa. Espero que hayan comprendido el poder que proviene de seguir el consejo del profeta. Aquel mismo lder decidi tambin que nunca habra de concluir un campamento sin dar su testimonio y alentar a cada muchacho para que sirviera en una misin. Muchos aos ms tarde, algunos de aquellos jvenes a quienes sirvi le agradecieron su consejo y le dijeron que l haba influido grandemente en sus decisiones.
es importante porque les ayuda a sentirse comprometidos a aplicar lo que han aprendido. Podra preguntarles: Harn algo de otra manera en el futuro debido a lo que acaban de aprender? Y si es as, qu harn?; o podra pedirles que completen la frase En el futuro, yo.... Usted podra utilizar estas preguntas como una base para llevar a cabo un anlisis en una o varias de las siguientes maneras: Conduzca una conversacin informal camino a casa despus de algn evento. Un grupo de hombres y mujeres jvenes iban de regreso a sus hogares despus de un proyecto de servicio en el que haban pasado cierto tiempo con algunos nios en un hospital infantil. Aunque algunos de los jvenes se haban sentido algo nerviosos al principio, cada uno de ellos pareca haber disfrutado mucho la actividad de esa tarde. Al dirigirse al centro de reuniones, comenzaron a contar lo que haban experimentado con los nios. Relataron cosas cmicas, buenas y tristes. Mientras conduca el automvil, una de las asesoras escuchaba, y de vez en cuando les haca preguntas y los alentaba a que dijeran algo acerca de lo acontecido. Entonces dijo: Creen ustedes que nuestra visita tuvo alguna influencia en esos nios? Despus de un momento de vacilacin, alguien respondi: Yo creo que s. Esto suscit una animada conversacin en el grupo. La asesora continu escuchndoles a medida que los jvenes comentaban sobre cunto les alegraba haber podido ir a ese hospital y qu es lo que planeaban hacer en el futuro. Esta breve conversacin ayud a que todos entendieran mejor el significado de la experiencia que haban tenido. Planee dedicar unos pocos minutos al trmino de una actividad para conversar acerca de lo que ha acontecido y las lecciones que pueden obtenerse de la misma. Esto podra hacerse al final de una conferencia para la juventud, un campamento o una excursin al templo. Usted podra hacerlo antes de pedir a los jvenes que den su testimonio. Hable con los jvenes acerca de la actividad la prxima vez que se renan para otra leccin. Hgales recordar lo que sintieron y lo que aprendieron en esa actividad. Antes de que los jvenes planeen otra actividad, invteles a que hablen sobre la que hayan tenido ms recientemente. Si ha transcurrido mucho tiempo entre la ltima actividad y la conversacin que tengan al respecto, quizs sea necesario que dedique ms tiempo a emplear las preguntas Qu? mencionadas anteriormente a fin de que todos puedan recordar con claridad lo acontecido. Emplee las actividades como ejemplos cuando ensee las lecciones. Durante sus lecciones, usted u otra per-
Aproveche cualquier momento imprevisto para ensear

Durante las actividades, frecuentemente podr tener oportunidades imprevistas para ensear principios del Evangelio (vase tambin Momentos oportunos para ensear en la vida familiar, pgs. 158160). Por ejemplo, cuando las jvenes de cierto grupo regresaron de una caminata una tarde, notaron que faltaban dos de sus integrantes. La hermana lder del grupo llam inmediatamente a todas y juntas se arrodillaron en oracin y luego planearon cmo ir en busca de las jovencitas. Lo que podra haber sido un grave problema qued resuelto poco minutos ms tarde cuando encontraron a sus compaeras. La hermana lder volvi a reunir el grupo y entonces ofrecieron una sincera oracin de gratitud. Despus de la oracin, les expres su amor por cada una de ellas y les dio su testimonio en cuanto a la realidad de nuestro Padre Celestial y Su disposicin para responder a sus oraciones.
Emplee actividades como una base para ensear el Evangelio

Las actividades pueden producir experiencias en las que usted y aquellos a quienes ensea apliquen principios del Evangelio. Cuando sea apropiado, despus de una actividad dedique tiempo a conversar con los jvenes acerca de los principios del Evangelio que hayan puesto en prctica. Podra hacerlo usando las siguientes preguntas: Qu? Y entonces qu? Y qu pasar ahora? Qu? Pida a los jvenes que describan lo que sucedi durante la actividad y refirase a las personas y lugares intervinientes. Podra hacerles preguntas tales como: Cul fue el mejor momento del da?, o Qu fue lo ms cmico que sucedi?, o Qu fue lo ms difcil para ustedes? Y entonces qu? Pida a los participantes que piensen en la actividad teniendo en cuenta los principios del Evangelio. Podra hacerles preguntas tales como: Por qu hicimos lo que hemos hecho?, o En qu manera puede haber ayudado a alguna persona la actividad?, o Qu aprendieron de esta actividad?, o Qu fue lo ms difcil o lo mas fcil para ustedes? Y qu pasar ahora? Pida a los jvenes que piensen en qu forma podra la actividad afectarles en el futuro. Esto
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sona que haya asignado para ello podra hablar en cuanto a las actividades anteriores y relacionarlas con los principios del Evangelio que estn tratando. Invite a los jvenes a que escriban acerca de las actividades. Quizs podra estimularlos a escribir en sus diarios personales sobre una actividad particular o a escribir cartas a los misioneros contndoles algo en cuanto a algn proyecto de servicio y lo que aprendieron de ello.
Pautas y normas para planear actividades

Recuerde que las actividades deben siempre nutrir la fe y fortalecer los lazos de amor. Algunos de los mejores regalos que usted puede ofrecer a los jvenes son las experiencias en las cuales puedan descubrir que el Evangelio se aplica a su vida personal. A fin de obtener pautas y normas en base a las cuales planear actividades, vase la seccin Actividades en el Manual de Instrucciones de la Iglesia.
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CMO ENTENDER Y ENSEAR A LOS ADULTOS
Una consejera de la Sociedad de Socorro necesitaba frecuentemente pedir a las hermanas que ensearan algunas clases en lugar de las maestras regulares. Le sorprenda notar que muchas de ellas vacilaban en aceptar tales asignaciones. Algunas decan sentirse inadecuadas para ensear a tantas hermanas que, seguramente, saban ms y estaban mejor preparadas para ensear que ellas. Quizs usted mismo se haya sentido inadecuado para ensear a personas adultas. Quizs se haya preocupado no slo en cuanto al conocimiento aparentemente superior y a la experiencia de muchos de aquellos a quienes ensea, sino tambin acerca de las marcadas diferencias entre esas personas. Con frecuencia, los miembros de una clase de adultos difieren bastante con respecto a sus ocupaciones, educacin acadmica, experiencia en la Iglesia, problemas de familia, conocimiento de las Escrituras, grado de confianza en s mismos y desarrollo espiritual. Esto podra presentar algunos problemas en cuanto a cmo preparar un material que resulte interesante y significativo para cada uno de ellos. Pero usted podra aprovechar esa diferencia en caractersticas y experiencias personales esos mismos atributos que podran haberle hecho a usted mismo sentirse inadecuado para enriquecer las lecciones que ensea. Usted puede magnificar su llamamiento como maestro al aprovechar los diferentes atributos de quienes ensea. Puede utilizar las perspectivas y la experiencia de ellos. Puede planear lecciones de un modo tal que los haga aprender unos de otros. No es necesario que usted tenga todas las respuestas o que asombre a sus alumnos con presentaciones extraordinarias. Estos no son requisitos para ser un maestro eficaz del Evangelio. Por lo contrario, usted debe tener espritu de oracin, ser humilde, dedicado, y estar deseoso de que todos los miembros de la clase contribuyan a las lecciones. A medida que siga adelante en tal espritu, el Seor le ayudar a convertir su preocupacin por sus deficiencias en confianza completa en l. l magnificar sus esfuerzos, le brindar tranquilidad e inspirar a quienes ensea para que acrecienten su participacin en las lecciones. El Seor nos confiere una medida especial de Su inspiracin cuando nos reunimos para estudiar Su Evangelio.
Cualidades comunes de los alumnos que son adultos

A medida que procura aprovechar la fortaleza y las ideas de las personas adultas a quienes ensea, preste atencin a las caractersticas individuales que tienen en comn. La mayora de los alumnos adultos comparten las siguientes caractersticas:
Necesitan sentir que se les ama y respeta y que estn contribuyendo algo de valor
La necesidad de ser amado y respetado no disminuye con el paso de los aos y tampoco lo es el deseo de hacer alguna contribucin significativa. Un entendimiento cabal de estas necesidades le impulsar a escuchar y apreciar las ideas de las personas a quienes ensee. Considere con el debido respeto todas las ideas que ofrez-
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can los miembros de su clase y exprseles agradecimiento por sus contribuciones sinceras. Tenga cuidado de no avergonzar a nadie en la clase. Evite el sarcasmo y el humorismo degradante.
Desean aprender por medio del Espritu

Los adultos traen consigo a la clase una valiosa fuente de experiencias. Muchos han aprendido por s mismos el poder de los principios verdaderos y pueden dar testimonio de cmo han sido bendecidos por el Evangelio. A raz de las dificultades y los momentos de gozo que han experimentado, sienten una gran necesidad de entender el Evangelio y recibir la gua del Espritu.
Desean hablar acerca de cmo el Evangelio se aplica a su propia vida

Los adultos pueden aportar las perspectivas personales que han obtenido al practicar sus creencias y al reflexionar sobre las Escrituras. Pueden ensearse y fortalecerse mutuamente al compartir sus experiencias. Invteles a que compartan sus experiencias durante los anlisis de la clase. Aydeles a entender y analizar cmo es que los principios que estn estudiando pueden tener una influencia positiva en su propia vida y en la vida de los miembros de sus respectivas familias.
Desean poder guiarse a s mismos

Las personas adultas desean responsabilizarse por aprender el Evangelio. Usted debe emplear mtodos de enseanza que les ayude a lograrlo (vase El ayudar a las personas a aceptar la responsabilidad que tienen de aprender el Evangelio, pgs. 6667). Alinteles a completar las lecturas que les asigne en preparacin para las lecciones. Invteles a venir a la clase preparados para hacer preguntas y compartir sus percepciones y experiencias. Un maestro del curso de Doctrina del Evangelio instaba con regularidad a sus alumnos a que emplearan los primeros cinco minutos de la clase para compartir las percepciones o la inspiracin que haban obtenido mediante su estudio personal de las Escrituras durante la semana. Tales experiencias invitaban la presencia del Espritu y alentaban a otros miembros de la clase a aprender con mayor dedicacin. Sus comentarios solan entonces proporcionar una introduccin eficaz a las lecciones.
tales temas es una buena manera de emplear el tiempo que se dedique al estudio en conjunto del Evangelio. El maestro de un qurum de lderes se hallaba enseando una leccin basada en La Familia: Una proclamacin para el mundo. Uno de los miembros del qurum haba ledo parte de dicha declaracin y el instructor estaba a punto de proseguir con la leccin cuando otro miembro del qurum levant la mano y dijo: Yo tengo una pregunta. Citando una frase de la proclamacin, pregunt: Cmo he de ensear a mis hijos a amar y a servirse el uno al otro?. Esto suscit un valioso anlisis durante el cual todos los miembros del qurum contribuyeron sugerencias sobre diversas maneras prcticas de aplicar ese principio. Cuando vemos cmo comparten lo que van aprendiendo, comenzamos a reconocer la importancia del llamamiento de ensear a personas adultas, particularmente cuando lo comparten con los miembros de su familia. En cierto grupo de sumos sacerdotes, el instructor ense una leccin acerca de la obra misional. Como parte de esa leccin, dirigi una conversacin acerca de la necesidad de contar con matrimonios adultos que sirvieran en una misin. Muchos de los hermanos haban servido como misioneros en su juventud o en la madurez de su vida junto con sus esposas, y algunos de ellos dieron testimonio de las responsabilidades y bendiciones de tal servicio. Un miembro de la clase de sumos sacerdotes regres a su casa y le cont a su esposa en cuanto a la conversacin que haban tenido. Ambos se haban sentido satisfechos con las contribuciones que hacan para con los miembros de su familia. Pero las palabras y el espritu de la leccin comenzaron a influir en su corazn. Menos de dos meses despus, los dos hablaron en una reunin sacramental antes de salir en una misin de 18 meses en otro pas. Con marcada emocin, el esposo expres su aprecio por el instructor del grupo de sumos sacerdotes y la influencia que aquella leccin haba ejercido en su decisin. Dijo que estaba seguro de que su decisin de servir como misioneros redundara en una bendicin en su propia vida y en la vida de los miembros de su familia.
Cmo proceder con las diferencias individuales

Las personas adultas se diferencian ampliamente entre s en cuanto a sus experiencias y sus aptitudes. Algunas conocen bastante bien las Escrituras; algunas saben responder con prontitud, mientras que otras necesitan ms tiempo para meditar sobre una pregunta; algunas vacilan en responder voluntariamente aunque tengan mucho que decir; otras tienen dificultad para leer. Si piensa con cuidado acerca de tales diferencias, usted podr programar actividades de aprendizaje que fomenten la participacin de todos los miembros de la clase.
Se interesan por sus responsabilidades para con la familia

Las personas adultas desean encontrar soluciones a las dificultades que enfrentan dentro de sus familias. Tienen el deseo de aprender cmo puede el Evangelio aplicarse a tales desafos y les interesa saber en cuanto a las percepciones y experiencias de los dems. Los anlisis en clase sobre
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Usted podr ensear con mayor eficacia a un grupo heterogneo si llega a conocer individualmente a sus integrantes y adapta su forma de ensear a las necesidades e intereses de cada uno de ellos (vase El comprender a quienes ensea, pgs. 3536). Es particularmente importante estimular la participacin de los nuevos conversos,
los miembros menos activos, los miembros nuevos del barrio y los jvenes mayores que acaban de salir del qurum del Sacerdocio Aarnico y de la clase de las Mujeres Jvenes. Estas personas tienen experiencias y opiniones, pero quizs vacilen en compartirlas.
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LA ENSEANZA EN EL HOGAR
Pa rt e D : L A E N S E A N Z A E N E L HO G A R
LA ENSEANZA DENTRO DEL VNCULO FAMILIAR

Hazme en la luz de Su amor caminar. Mustrame cmo a mi Padre orar. Quiero vivir como dijo Jess. Dime cmo andar en la luz. Ven, pequeito, y juntos los dos aprenderemos las leyes de Dios para volver a vivir con Jess, para siempre andar en la luz. Himnos, N 198
L A ENSEANZA DENTR O DEL VNCULO FA MILIAR
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LA RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES EN CUANTO A LA ENSEANZA
La familia es ordenada por Dios. Es la parte central del plan del Creador. l ha establecido familias para brindar la felicidad a Sus hijos, para ayudarles a que aprendan el Evangelio en un ambiente de amor y para prepararles para la vida eterna. El hogar es el lugar ms importante para ensear, aprender y poner en prctica los principios del Evangelio. A los padres les corresponde la principal responsabilidad de ensear el Evangelio a sus hijos (vase D. y C. 68:2528). La Primera Presidencia y el Qurum de los Doce han declarado: Los padres tienen la responsabilidad sagrada de educar a sus hijos dentro del amor y la rectitud, de proveer para sus necesidades fsicas y espirituales, de ensearles a amar y a servirse el uno al otro, de guardar los mandamientos de Dios y de ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan. Los esposos y las esposas, madres y padres, sern responsables ante Dios del cumplimiento de estas obligaciones (La Familia: Una proclamacin para el mundo, Liahona, junio de 1996, pgs. 1011). trina del arrepentimiento, de la fe en Cristo, el Hijo del Dios viviente, del bautismo y del don del Espritu Santo por la imposicin de manos, al llegar a la edad de ocho aos (D. y C. 68:25). Usted debe ensear a sus hijos en cuanto a la Expiacin del Salvador, la naturaleza del sacerdocio y las ordenanzas de salvacin, y la funcin central de las familias y del matrimonio eterno en el plan divino de la felicidad.
La oracin
El Seor tambin ha mandado que los padres enseen a sus hijos a orar (D. y C. 68:28). Es muy importante que los nios sepan que pueden hablar con nuestro Padre Celestial y procurar que les dirija. Usted puede ensearles que Dios siempre est listo para ayudarles. Usted puede ayudarles para que aprendan a orar individualmente en la maana, en la noche y en cualquier momento en que necesiten ayuda o deseen expresar agradecimiento. Tambin puede ensearles en cuanto a la importancia de la oracin familiar.
El presidente Boyd K. Packer declar: El propsito fundamental de todo lo que enseamos es unir a padres e hijos con fe en el Seor Jesucristo, que sean felices en su casa, que estn sellados en un matrimonio eterno y ligados a sus generaciones; y que tengan la seguridad de la exaltacin en la presencia de nuestro Padre Celestial (La armadura de la fe, Liahona, julio de 1995, pg. 8).
El estudio de las Escrituras

Usted recibir grandes bendiciones a medida que estudie individualmente el Evangelio y al estudiar las Escrituras todos los das con su familia; as podr ayudar a que sus hijos amen las Escrituras y reconozcan el poder de la palabra de Dios en su vida (vase El poder de la palabra, pgs. 5456). Puede ayudarles a buscar determinados pasajes de las Escrituras a fin de que comprendan los principios verdaderos y encuentren respuestas a sus problemas personales. Tambin puede ayudarles a desarrollar la capacidad y los hbitos para estudiar
Lo que los padres deben ensear a sus hijos

El siguiente resumen describe muchas de las cosas que los padres deben ensear a sus hijos. Las fuentes de consulta que usted puede utilizar para ensear a sus hijos incluyen las Escrituras, las palabras de los profetas de los ltimos das, las revistas de la Iglesia y otros materiales producidos por la Iglesia.
Los principios bsicos del Evangelio

El Seor ha mandado a los padres que enseen a sus hijos a comprender la doc-
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que necesitan para continuar aprendiendo el Evangelio a travs de la vida (vase El ayudar a las personas a aceptar la responsabilidad que tienen de aprender el Evangelio, pgs. 6667).
El vivir el Evangelio
Usted debe ensear a sus hijos a ejercer correctamente su albedro y a poner en prctica las enseanzas del Evangelio en todo lo que hagan. Tal como ense el rey Benjamn, tiene que ensearles a andar por las vas de la verdad y la seriedad y a amarse mutuamente y a servirse el uno al otro (Mosah 4:15). En el hogar, los hijos deben aprender a santificar el da de reposo, pagar sus diezmos y obedecer a los profetas de los ltimos das. Deben aprender a procurar todo lo que es virtuoso, o bello, o de buena reputacin, o digno de alabanza (Artculos de Fe 1:13).
ciones de maana y de noche, y cuando la conducta diaria es un ejemplo de la reverencia y de la obediencia hacia Dios, los principios verdaderos de la vida eterna quedan grabados en el alma y el corazn de jvenes y adultos por igual (vase Deleitmonos sentados a la mesa del Seor, Liahona, julio de 1996, pg. 88).
Los momentos para ensear

Algunas de sus mejores oportunidades para ensear suelen ser impremeditadas. Preste atencin a las oportunidades que se presentan en el curso de la vida diaria para ensear los principios del Evangelio a sus hijos (vase Momentos oportunos para ensear en la vida familiar, pgs. 158160).
Nunca es demasiado tarde para que los padres comiencen a ensear a sus hijos
Es importante establecer modelos de vida basados en el Evangelio cuando los hijos sean todava pequeos. Como lo dijo el lder L. Tom Perry: Cun importante es que la enseanza del Evangelio empiece desde el principio, desde que aceptamos a una nueva pequea alma en nuestro hogar (vase Instruye al nio, Liahona, enero de 1989, pg. 77). Los nios pequeos anhelan participar en la noche de hogar, el estudio de las Escrituras, las oraciones y los proyectos de servicio. El presidente Thomas S. Monson observ: Hay personas que hacen a un lado estas responsabilidades, ya que piensan que stas se pueden posponer hasta que el nio crezca. La evidencia revela que no es as. El momento ptimo para la enseanza se esfuma (Enseemos a los hijos, Liahona, enero de 1998, pg. 20). Aun as, nunca es demasiado tarde para que comience a ensearles el Evangelio a sus hijos, o para empezar a hacerlo de nuevo. El proceso de la enseanza ser diferente si ha estado postergndolo. Quizs se le presenten dificultades adicionales; pero el Seor le bendecir por sus dedicados esfuerzos en ensearles principios verdaderos y establecer prcticas rectas en su familia. Si recientemente ha reconocido sus responsabilidades como padre, tenga esperanza. Ore, ejerza su fe y haga todo lo que est a su alcance para acercarse a sus hijos y ejercer una influencia positiva en ellos. El lder Robert D. Hales explic: Seguramente los padres cometern errores en el proceso de la paternidad, pero por medio de la humildad, la fe, la oracin y el estudio, toda persona puede aprender a superarse y, al hacerlo, traer bendiciones a los miembros de la familia ahora y ensearles tradiciones correctas para las generaciones futuras (vase Cmo nos recordarn nuestros hijos?, Liahona, enero de 1994, pg. 10).
Las habilidades prcticas

Adems de ensear a sus hijos temas doctrinales, debe ensearles habilidades prcticas, tales como el administrar bien el dinero, mantener una buena salud, llevarse bien con los dems y cuidar de su ropa y de sus pertenencias. Aydeles a que aprendan a trabajar con afn, obtener una buena educacin acadmica y ser buenos ciudadanos.
Cmo pueden los padres ensear a sus hijos

Como padre o madre, usted tiene que tratar de establecer en su hogar modelos de vida basados en el Evangelio (vase Cmo ensear mediante modelos de vida basados en el Evangelio, pgs. 152153). Los modelos de vida basados en el Evangelio pueden crear un ambiente de fe y obediencia en el hogar. A continuacin se sugieren varias maneras para ensear a sus hijos.
El ejemplo
El ejemplo puede ser su herramienta ms eficaz para la enseanza. Los hijos aprenden a adoptar actitudes y conducta al observar las acciones de usted (vase Viva de conformidad con lo que ensea, pgs. 1819).
Ocasiones regulares para la enseanza en el hogar

Las oraciones familiares y el estudio de las Escrituras a diario, la noche de hogar y aun algunas tradiciones familiares pueden entremezclar el Evangelio en cada momento de la vida de los hijos (vase Ocasiones regulares para la enseanza en el hogar, pgs. 154157). El lder M. Russell Ballard ense: Cuando el Evangelio se ensea y se practica en el hogar, el amor por nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo se intensifica; cuando se leen y analizan las Escrituras, cuando se ofrecen juntos ora-
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LOS PADRES EN FUNCIN DE MAESTROS
La Primera Presidencia y el Qurum de los Doce ha declarado: Por designio divino, el padre debe presidir sobre la familia con amor y rectitud (La Familia: Una proclamacin para el mundo, Liahona, junio de 1996, pgs. 1011). Esta obligacin incluye la responsabilidad de ensear el Evangelio. Una hermana mayor de la Iglesia se refiri con ternura a las lecciones sobre el Evangelio que su padre le haba enseado, diciendo: Mi padre estableci la tradicin familiar de reunirse semanalmente por separado con cada uno de sus hijos durante dos meses antes de que cumpliramos los ocho aos de edad. Cuando lleg mi turno, me dio un hermoso diario personal, nos sentamos los dos solos y nos pusimos a conversar. Me pregunt cules eran mis sentimientos en cuanto a Jess y entonces me explic los principios del Evangelio que haba preparado. Durante ese perodo de dos meses me ense el sencillo y hermoso Evangelio. Me hizo hacer un dibujo que representaba la vida premortal, la vida terrenal y los pasos que yo deba seguir para regresar a mi Padre Celestial: la fe en el Seor Jesucristo, el arrepentimiento, el bautismo, recibir el don del Espritu Santo y perseverar con fe hasta el fin. Nunca olvidar lo amada que mi padre me haca sentir en aquellos momentos que me dedicaba. Me daba su testimonio en cuanto a cada paso del plan de salvacin y escuchaba con mucha paciencia mis preguntas. Creo que fue una gran experiencia para m porque me hablaba al nivel de mi entendimiento y me daba su testimonio personal. Creo que aquella experiencia fue la razn principal por la que yo tuve un testimonio del Evangelio cuando fui bautizada. A veces los padres suelen preocuparse por el bienestar temporal de sus familias. Algunos padres dejan que las madres se encarguen de ensear el Evangelio a los hijos. Esto no debe ser as. Dirigindose a todos los padres, el presidente Gordon B. Hinckley dijo: De ustedes es la bsica e ineludible responsabilidad de estar a la cabeza de su familia. Eso no quiere decir en forma alguna que acten como dictadores ni que ejerzan injusto dominio. Conlleva el mandato de que el padre de familia atienda a las necesidades de su familia. Esas necesidades son ms que alimento, ropa y techo. Entre ellas se cuentan el dirigir y el ensear con rectitud, tanto por el ejemplo como por precepto, los principios de la honradez, la integridad, el servicio, el respeto por los derechos de los dems y el entendimiento de que somos responsables de lo que hagamos en esta vida, no slo unos ante otros, sino tambin ante el Dios del Cielo, que es nuestro Padre Eterno (Instruye al nio en su camino..., Liahona, enero de 1994, pg. 69). El presidente Ezra Taft Benson sugiri diez modos en que [los padres] pueden ejercer un liderazgo espiritual con sus hijos: 1. Den bendiciones de padre a sus hijos. Bautcenlos y confrmenlos. Ordenen a sus hijos al sacerdocio. sos sern los puntos sobresalientes en la vida espiritual de ellos. 2. Dirijan personalmente las oraciones familiares, la lectura de las Escrituras y las noches de hogar semanales. Cuando participen con dedicacin en estas actividades, sus
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hijos se darn cuenta de lo importantes que esas actividades son para ustedes. 3. Siempre que sea posible, asistan todos juntos a las reuniones de la Iglesia. Ir a la Iglesia todos juntos y participar juntos en las reuniones es vital para el bienestar espiritual de los hijos. 4. Dediquen tiempo a cada uno de sus hijos por separado. Salgan como familia, vayan de paseo y a acampar, a competiciones deportivas y a recitales, a programas de sus escuelas, etc. Es muy importante para todos que el padre los acompae. 5. Establezcan tradiciones familiares como paseos al campo, viajes, etc. Estos recuerdos sern imborrables para los hijos. 6. Tengan entrevistas personales con sus hijos. Permtanles que hablen de lo que ellos quieran. Ensenles principios del Evangelio y valores importantes. Dganles que los quieren. Todas estas cosas demuestran a los hijos que ellos son importantes para ustedes. 7. Enseen a sus hijos a trabajar y demustrenles el valor de esforzarse por alcanzar una meta apropiada. Cuando el padre abre una cuenta bancaria para la misin y la educacin de los hijos, les demuestra lo que l considera importante. 8. Escuchen buena msica y tengan a mano buenos libros en la casa. Los hogares en que se cultiva el gusto por las obras de arte tienen una influencia beneficiosa sobre los hijos para siempre. 9. Si la distancia lo permite, asistan regularmente al templo con su esposa. De esa forma los hijos comprendern mejor la importancia del matrimonio en el templo y de los convenios que all se hacen, como tambin la importancia de la familia eterna. 10. Permitan que sus hijos reconozcan la satisfaccin que sienten al servir en la Iglesia. Esto les servir de ejemplo, y es probable que tambin ellos quieran servir en la Iglesia y encontrar satisfaccin al hacerlo. El presidente Benson concluy diciendo: Recuerden que el llamamiento de padres en la Iglesia es sagrado, que es el llamamiento ms importante en esta vida y en toda la eternidad; es un llamamiento del
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que nunca sern relevados (vase Para el padre de familia, Liahona, enero de 1988, pgs. 5051). Como padre, usted debe recordar siempre la eterna importancia de su funcin. La paternidad es una responsabilidad divina. El lder Boyd K. Packer dijo: Debe ser muy
significativo el hecho de que entre todos los ttulos de respeto y honor que pueden atribursele, Dios mismo, el ms alto de todos, opt por ser llamado sencillamente Padre (Por qu conservarnos moralmente limpios?, Liahona, enero de 1973, pg. 16).
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LAS MADRES EN FUNCIN DE MAESTRAS
La Primera Presidencia y el Qurum de los Doce han declarado que la responsabilidad primordial de la madre es criar a los hijos (La Familia: Una proclamacin para el mundo, Liahona, junio de 1996, pgs. 1011). Tal crianza incluye ensearles los principios del Evangelio. El presidente Ezra Taft Benson record con amor las enseanzas de su madre: Recuerdo una ocasin cuando, siendo nio, volva del campo y me acercaba a nuestra vieja casa de campo en Whitney, Idaho, y poda escuchar a mi madre cantar [el himno] En el mundo he hecho bien? [Himnos, N 141]. Todava la puedo recordar claramente con las gruesas gotas de sudor que le corran por la frente, inclinada sobre la tabla de planchar con el suelo alrededor del sitio donde planchaba cubierto de papeles limpios, planchando largos lienzos blancos. Cuando le pregunt qu estaba haciendo, ella me dijo: stos son los mantos del templo, hijo mo. Tu padre y yo vamos a ir al Templo de Logan. En seguida, puso sobre la cocina de lea la vieja plancha de hierro, acerc una silla a la ma y me habl de la obra del templo; de cun importante es poder ir al templo y participar en las sagradas ordenanzas que all se llevan a cabo. Tambin expres su ferviente anhelo de que algn da sus hijos y sus nietos y sus biznietos tuvieran la oportunidad de recibir esas bendiciones de valor incalculable (vase Lo que espero que enseis a vuestros hijos acerca del templo, Liahona, abril de 1986, pg. 2). Con respecto a la importancia de que las madres enseen el Evangelio a sus hijos, el presidente Benson dijo: Madres, ustedes son las mejores maestras de sus hijos...
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Ensenles el Evangelio en su propio hogar, junto a ustedes. sta es la enseanza ms eficaz que recibirn. sta es la manera de ensear del Seor. La Iglesia no puede ensearles como ustedes. La escuela no puede hacerlo. Las guarderas infantiles no pueden hacerlo. Pero ustedes s, y el Seor las apoyar. Sus hijos recordarn para siempre lo que ustedes les enseen, y cuando lleguen a mayores no se apartarn de ello. Y les llamarn bienaventuradas, sus verdaderas madres angelicales (vase A las madres en Sin [folleto, 1987]). Como madre, usted puede ensear de muchas maneras. Algunas veces podra planear oportunidades para ensear, pero muchas de estas oportunidades suelen suceder espontneamente en el transcurso ordinario de la vida (vase Momentos oportunos para ensear en la vida familiar, pgs. 158160). Algunas veces usted ensea por medio del ejemplo y otras mediante el precepto. A veces ensea estableciendo modelos de vida basados en el Evangelio y en otras ocasiones slo necesita prestarles atencin y demostrarles su amor por ellos. El presidente Benson ofreci 10 sugerencias que pueden ayudarle a ensear a sus hijos. Cada una de ellas destaca el dedicarles tiempo: Dediquen el tiempo que sea necesario para ayudar siempre a sus hijos... ya sea que tengan seis o diecisis aos de edad... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para cultivar con ellos una amistad... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para leerles algo a sus hijos... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para orar con sus hijos... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para realizar una significativa noche de
hogar todas las semanas... Hagan de ello una de sus grandes tradiciones familiares... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para estar juntos a la hora de comer tan frecuentemente como sea posible... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para leer las Escrituras en familia... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para tener actividades como familia... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para ensear a sus hijos. Aprovechen toda oportunidad para ello... ...Dediquen el tiempo que sea necesario para amar verdaderamente a sus hijos. El amor genuino de una madre es lo que ms se asemeja al amor de Cristo (vase A las madres en Sin). Las responsabilidades de las madres pueden parecer agobiadoras. Es importante recordar que el Seor no espera que las madres sean perfectas o que observen como ideal normas irrealizables para la economa domstica. No obstante, l espera que reconozcan y honren su divina funcin y que con toda humildad hagan el mejor esfuerzo posible. El lder Jeffrey R. Holland ha dicho a las madres miembros de la Iglesia: De ustedes es la grandiosa tradicin de Eva, la madre de toda la familia humana... Suya es la grandiosa tradicin de Sara, de Rebeca y de Raquel. Sin ellas no hubieran existido esas extraordinarias promesas patriarcales
dadas a Abraham, Isaac y Jacob que nos bendicen a todos. Tambin la grandiosa tradicin de Loida y Eunice y de las madres de los dos mil jvenes guerreros, y la extraordinaria tradicin de Mara, quien fuera elegida y preordenada desde antes que el mundo fuese para concebir, llevar en su vientre y dar a luz al Hijo del mismo Dios, les pertenece. A todas ustedes les damos las gracias, incluso a nuestras propias madres, y les decimos que no hay nada ms importante en este mundo que el participar tan directamente en la obra y la gloria de Dios al brindar la mortalidad y la vida terrenal a Sus hijos, para que la inmortalidad y la vida eterna puedan lograrse en los reinos celestiales (vase Porque ella es madre, Liahona, julio de 1997, pg. 40). El presidente Gordon B. Hinckley se refiri a la gran bendicin de la maternidad diciendo: Comprenda toda madre que no posee mayor bendicin que los hijos que ha recibido como don del Todopoderoso; que no tiene misin mayor que la de criarlos en la luz y en la verdad, con comprensin y amor... Recuerdo a las madres de todas partes la santidad de su llamamiento. Nadie ms puede ocupar adecuadamente el lugar de ustedes. Ninguna responsabilidad es mayor, ninguna obligacin es ms apremiante que la de criar con amor, con paz y con integridad a los hijos que han trado al mundo (Instruye al nio en su camino..., Liahona, enero de 1994, pgs. 69, 70).
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LA RESPONSABILIDAD CONJUNTA DE PADRES Y MADRES EN LA ENSEANZA
En La Familia: Una proclamacin para el mundo, la Primera Presidencia y el Qurum de los Doce explican que el padre y la madre, como iguales, estn obligados a ayudarse mutuamente (Liahona, junio de 1996, pgs. 1011). En un discurso de una conferencia general, el presidente Boyd K. Packer ley Doctrina y Convenios 27:15, 17: Alzad vuestros corazones y regocijaos, y ceid vuestros lomos y tomad sobre vosotros toda mi armadura, para que podis resistir el da malo... tomando el escudo de la fe con el cual podris apagar todos los dardos encendidos de los malvados. Despus de leer este pasaje, explic entonces cun importante es que las madres y los padres trabajen juntos para ayudar a sus hijos a tomar el escudo de la fe. Esa armadura de fe no se fabrica en serie, sino que se hace a mano dentro del hogar... ...El plan de nuestro Padre Celestial requiere que, al igual que la concepcin de la vida misma, esa armadura de fe se haga individualmente a la medida, dentro del seno familiar. No puede haber dos exactamente iguales, sino que cada una debe confeccionarse a mano con las especificaciones apropiadas para cada persona. El plan diseado por el Padre propone que, el hombre y la mujer, el esposo y la esposa, trabajen juntos para proteger a cada hijo con una armadura de fe tan resistente y segura que sea imposible que se la quiten o que la atraviesen los dardos ardientes. Se requiere la firme fortaleza del padre para moldearla y las tiernas manos de la madre para pulirla. Quizs a veces uno de los padres tenga que hacerlo solo, y es difcil, pero se puede lograr.
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En la Iglesia enseamos acerca de los elementos con los cuales se debe confeccionar la armadura de la fe: la reverencia, la valenta, la castidad, el arrepentimiento, el perdn y la compasin; tambin aprendemos a amarla y a ajustarla, pero el acabado y los ajustes finales de la armadura de fe deben hacerse en el crculo familiar. De otra forma, en un momento de crisis, puede soltarse y caerse (vase La armadura de la fe, Liahona, julio de 1995, pg. 8). Las siguientes sugerencias pueden ayudar a los padres a desarrollar una asociacin ms eficaz para la enseanza.
Dedicar el tiempo necesario para planear juntos

Como padres y madres, ustedes deben dedicar momentos especficos para analizar las necesidades de sus hijos y planear cmo satisfacerlas. Cierta pareja muy atareada descubri que el realizar juntos sesiones semanales de planeamiento lleg a ser una de las cosas ms valiosas que hicieron como padres. Luego comentaron: Aunque nos tom casi un ao el hacer de las sesiones semanales de planeamiento un hbito, ahora nos preguntamos cmo fue que nos las arreglamos sin ellas. Nos ayudan a interesarnos ms en lo que cada uno hace y a darnos cuenta de cun importantes somos el uno para el otro y para nuestros hijos. Nos ofrecen la oportunidad de analizarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos para entonces decidir lo que debemos hacer para solucionar nuestros problemas. Tambin planeamos nuestras salidas como pareja, los tiempos especiales que pasaremos con nuestros hijos, los detalles de la noche de hogar y las actividades
en das domingo. Por lo general nos lleva unos 30 minutos, a veces un poco ms cuando se trata de grandes acontecimientos o problemas inesperados que requieran una mayor atencin. Al planear cmo habrn de ensear a sus hijos, consideren con devocin las siguientes preguntas: Qu debiera suceder en la vida de nuestros hijos como resultado de nuestras enseanzas? Qu principios especficos del Evangelio debemos ensearles para lograrlo? Cmo debemos ensearles tales principios? Algunas sugerencias para utilizar estas preguntas se encuentran en Cmo preparar las lecciones, pgs. 111112, y en Cmo crear lecciones utilizando discursos de conferencias generales y otras fuentes de recursos, pgs. 113114.
La importancia de la afinidad en la enseanza de los hijos

Cuando los padres y las madres se consultan y aconsejan mutuamente, por seguro que lograrn una mayor afinidad en la enseanza de sus hijos, aun en los momentos inesperados que suelen ocurrir en la vida cotidiana de su familia. Tal afinidad es muy importante porque son muy pocas las cosas que confunden tanto a los nios como recibir mensajes discrepantes de las dos personas que ms aman y respetan. Una pareja relat la siguiente historia acerca de una experiencia que tuvieron con su hijo: Miguelito, un nio de 6 aos de edad, haba trabajado afanosamente realizando diversas tareas en su hogar y para algunos vecinos a fin de ganar un poco de dinero para cuando la familia saliera de vacaciones en el verano. Iba a ser un viaje largo y su madre le haba dicho que si quera comprar algunos dulces o recuerdos durante el paseo, tendra que pagarlos por s mismo. Aunque le adverta casi a diario que guardara su dinero en un lugar seguro, a Miguelito le gustaba tenerlo en su bolsillo y llevarlo constantemente consigo. Varias veces al da lo sacaba de su bolsillo para contar cunto tena o para mostrrselo a sus amigos.
El da antes de emprender el viaje, Miguelito descubri que el dinero se le haba cado del bolsillo. Angustiado y llorando, recurri a su madre, quien compadecida le ayud a buscarlo por toda la casa. Pero el dinero no apareca. Siento mucho que hayas perdido tu dinero, le dijo ella, esforzndose por no mencionarle que ya se lo haba advertido varias veces. Pero tambin resisti la tentacin de solucionarle el problema. Al fin y al cabo, pens, haba sido su propia decisin el que jugara diariamente con el dinero a pesar de sus advertencias. Profundamente desconsolado, Miguelito se hallaba sentado a la entrada de su casa cuando lleg su padre. Despus de escucharle relatar la triste historia, su padre sac de su bolsillo la cantidad exacta del dinero que Miguelito haba perdido y se lo dio. Al percibir la expresin de sorpresa en el rostro de su esposa, le dijo: Slo se trata de un poco de dinero. No tiene nada de malo. Al considerar esta historia, bien podramos preguntarnos cul de los padres tuvo razn. Pero quizs sa no sea la mejor pregunta. Probablemente sera mejor preguntar cmo los padres de Miguelito podran haber tratado el problema con mayor afinidad entre ellos. Quizs podran haberse consultado para determinar qu era lo que Miguelito en realidad necesitaba. Podran haberse preguntado: Qu queremos que suceda en la vida de nuestro hijo como consecuencia de esta situacin? Tiene que aprender a ser ms responsable? Tiene que sentir una mayor compasin y comprensin por parte de sus padres? Tiene que aprender a no lucirse frente a sus amigos? Tiene que aprender cun importante es cumplir las reglas de la familia?. Esto les habra ayudado a determinar lo que deban ensear a su hijo y cmo hacerlo. Si los padres de Miguelito hubieran tomado el tiempo necesario para estar de acuerdo en cuanto a la manera de tratar la circunstancia, podran haber encontrado una mejor forma de sustituir o no el dinero que su hijo haba perdido. Pero en vez de ello, respondieron de una manera que le ense lecciones contradictorias. A medida que trabajen juntamente como padres, podrn ensear con afinidad el Evangelio de Jesucristo a sus hijos.
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CMO ENSEAR MEDIANTE MODELOS DE VIDA BASADOS EN EL EVANGELIO
Una de las formas en que el Seor nos ensea es guindonos a establecer modelos de vida rectos y honorables. Nos manda que oremos y leamos las Escrituras diariamente, individualmente y como familias. Nos manda que asistamos a las reuniones de la Iglesia y participemos semanalmente de la Santa Cena, que vayamos al templo con la mayor frecuencia posible y que ayunemos y contribuyamos con las ofrendas del ayuno mensualmente. Estos modelos de vida nos muestran la forma en que debemos andar como discpulos Suyos. Los hijos aprenden a vivir como discpulos del Salvador cuando juntamente con sus respectivas familias, desde su ms temprana edad, observan los modelos de adoracin, servicio, estudio y trabajo que l ha ordenado. Si la familia no vive de conformidad con estos modelos, la eficacia de la enseanza del Evangelio por parte de los padres ser muy limitada. Si el modo de vivir de los padres no concuerda con lo que hablan, los hijos tendern a seguir lo que sus padres hacen en vez de lo que dicen. Pero si los padres hablan con frecuencia acerca del Salvador y establecen Sus ideales como modelos para la familia, podrn ensear a sus hijos en disciplina y amonestacin del Seor, como Ens dijo haber sido criado por su padre (Ens 1:1). El presidente Brigham Young declar: En toda nacin, comunidad y familia existen tradiciones particulares y los hijos se educan basados en ellas. Si la ley de Cristo pasa a ser la tradicin de este pueblo, los hijos sern criados de conformidad con la ley del reino celestial... Los hijos entonces sern educados, bajo las tradiciones de sus padres, a hacer lo justo y abstenerse de todo mal (en Journal of Discourses, 3:327). Nuestros hijos podrn ser criados de conformidad con la ley del reino celestial si en nuestros hogares establecemos modelos de vida basados en el Evangelio.
Cosas especficas que podemos hacer para establecer modelos de discipulado

Tenemos la obligacin de escoger y fomentar a conciencia modelos de vida basados en el Evangelio. Por ejemplo, podemos escoger las artes, la msica y la literatura que habr de ayudar a nuestros hijos a adoptar una preferencia por lo que eleva y edifica. Podemos servir juntos en la Iglesia y en la comunidad. Podemos escoger ropa modesta para nosotros mismos y ayudar a que nuestros hijos hagan lo mismo. Podemos estudiar juntos las Escrituras y llevar a cabo la noche de hogar. Podemos fomentar una actitud reverente con respecto al da de reposo de manera que influya en nuestros hijos el deseo de santificarlo. Una de las maneras ms productivas de establecer modelos de vida rectos es el crear y mantener tradiciones familiares. Los hijos se sienten seguros al saber que, no importa lo que suceda en su vida, ciertos eventos en su familia permanecern invariables. El presidente Ezra Taft Benson aconsej: Fomenten las maravillosas tradiciones familiares que los unirn eternamente, lo cual puede crear un pedacito de cielo aqu en la tierra dentro de sus respectivas familias. Despus de todo, la eternidad ser slo la prolongacin de una vida familiar justa (vase A la gente mayor de la Iglesia, Liahona, enero de 1990, pg. 5).
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Muchas tradiciones familiares pueden basarse en el Evangelio. Por ejemplo, en algunas familias los hijos reciben su propio ejemplar del Libro de Mormn cuando cumplen los ocho aos de edad. Otras celebran la Navidad con representaciones dramticas de los eventos relacionados con el nacimiento del Salvador. En algunas familias, el padre da una bendicin de sacerdocio a cada uno de sus hijos al comenzar el ao escolar. Otras familias tienen reuniones anuales o se juntan en los das de fiesta y cuando bendicen a sus bebs. Estas anheladas y preciadas tradiciones fortalecen a la familia y a sus miembros a medida que se regocijan al repetir lo que es familiar y, con frecuencia, sagrado para ellos. Las tradiciones pueden reiterar a los miembros de la familia el modelo de vida que observan como discpulos de Cristo, y con frecuencia suelen ofrecer oportunidades para ensearles los principios del Evangelio.
Cmo cambiar los modelos indeseables en nuestras familias

Todos podemos cambiar los modelos indeseables en nuestras familias. Si procedemos de una familia menos activa, podemos cambiar esa modalidad en nuestra propia vida y esforzarnos por asistir con regularidad a las reuniones de la Iglesia. Si hemos criticado a algunos lderes de la Iglesia u odo que nuestros padres lo hayan hecho, podemos decidir que de ahora en adelante sostendremos a nuestros lderes tanto con nuestras palabras como con nuestras acciones. Tales cambios en nuestro modo de vivir ofrecern a nuestros hijos un mejor modelo a seguir. Una hermana miembro de la Iglesia relat la siguiente historia: Rogelio, mi esposo, fue criado en un hogar que careca de modelos de vida basados en el Evangelio. Su padre era alcohlico y la familia sufra mucho por eso. Su madre trataba de ser activa en la Iglesia, pero su padre quera que la familia hiciera otras cosas los domingos. Durante su adolescencia, Rogelio era muy activo con sus amigos y cuando obtuvo su propio testimonio del Evangelio empez a escribir en un cuaderno cules eran las cosas que, cuando se casara, quera que su familia hiciera. En esos das, tena unos 17 aos de edad. En una seccin de su cuaderno anotaba lo que quera hacer con sus hijos, en otra lo que esperaba de una esposa, en otra cmo quera que fuera su casa y aun
en otra seccin la clase de empleo para el cual deseaba prepararse. Escribi todas sus ideas en ese cuaderno y tambin incluy algunos artculos que consideraba provechosos. Algunas de las cosas que anot eran de lo que iba aprendiendo del ejemplo negativo de la familia en la que fue criado; eso le enseaba lo que no quera que llegara a ser su propia familia. Su padre se opona de tal forma a que fuera activo en la Iglesia, que finalmente decidi mudarse y fue a vivir con una familia religiosa a la que admiraba, aunque no eran miembros de la Iglesia. De ellos obtuvo otras ideas en cuanto a su futura familia. As que an en esa temprana edad, quera llegar a ser la persona que cambiara su propia generacin de un pasado angustioso a un futuro ms bendecido. Cuando nos comprometimos, Rogelio me mostr su cuaderno y empezamos a analizar esas ideas y a desarrollarlas hasta que compartimos nuestra visin de lo que queramos para nuestra familia. Recuerdo que lo primero que establecimos fue la oracin. Desde que nuestros hijos fueron pequeitos, les enseamos a orar de manera que eso llegara a ser un hbito indeleble que nunca siquiera pensaran en pasar por alto. Decidimos que pagaramos los diezmos fielmente sin que siquiera entrara a nuestro pensamiento la posibilidad de no hacerlo. Cada semana llevbamos a cabo sin falta la noche de hogar. Y establecimos la tradicin de estudiar las Escrituras todas las maanas. Al principio nos exigamos demasiado a leer cada vez un determinado nmero de versculos, pero luego nos dimos cuenta de que los anlisis que realizbamos cuando los nios nos hacan algunas preguntas eran ms importantes que tratar de mantener un programa estricto. En los ltimos aos hemos estado agregando un himno, con todas sus estrofas, despus de la primera oracin. Esto nos despierta y nos brinda un buen espritu. stas son apenas algunas de las tradiciones en que hemos fundado a nuestra familia. Me maravilla pensar que mi esposo haya decidido establecer tradiciones rectas para su propia familia cuando era todava tan joven y a pesar del mal ejemplo que le ofrecan. Tambin me maravilla y agradezco que haya tenido tanta determinacin para que trabajramos juntos y las enseramos a nuestra familia, simplemente observndolas con fidelidad.
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OCASIONES REGULARES PARA LA ENSEANZA EN EL HOGAR
Como padres, ustedes deben procurar establecer ocasiones regulares para ensear el Evangelio en su hogar. Cuando lo hagan, sus hijos recibirn constantemente las enseanzas del Evangelio que se aplican en su vida y que llegan a ser un firme fundamento para ellos. Podrn observar en las propias acciones de sus padres que creer en el Evangelio significa ser guiados por ste en cada aspecto de la vida. Las siguientes ideas pueden ayudarles a establecer ocasiones regulares para ensear el Evangelio a sus hijos. cuando escuchan a otros agradecer en oracin a nuestro Padre Celestial por sus bendiciones. Aprenden en cuanto a la fe, la humildad y la obediencia cuando perciben que sus padres procuran constantemente que se les gue. Aprenden a honrar y a respetar a los lderes de la Iglesia cuando los miembros de la familia oran por ellos cada da. Pueden obtener el deseo de servir en una misin y recibir las bendiciones del templo cuando sus padres piden a nuestro Padre Celestial que ayude a sus hijos a tomar decisiones que les hagan dignos de recibir tales bendiciones. Los nios aprenden a amar y preocuparse por los dems cuando escuchan a miembros de su familia orar por otras personas. Asimismo, pueden experimentar un gran sentimiento de amor cuando escuchan que los miembros de su familia oran por ellos. Cada uno de los miembros de la familia debe tener la oportunidad de ofrecer la oracin familiar. Los ms pequeitos podran tomar su turno con la ayuda de los mayores.
La oracin familiar
El Salvador mand: Orad al Padre en vuestras familias, siempre en mi nombre, para que sean bendecidos vuestras esposas y vuestros hijos (3 Nefi 18:21). Las oraciones familiares son excelentes ocasiones para ensear a los hijos cmo deben orar. A medida que sus hijos vayan observando que ustedes oran con sinceridad a nuestro Padre Celestial, podrn apreciar su fe y sus justos deseos. Aprendern a [consultar] al Seor en todos [sus] hechos a fin de que l los dirija para bien (Alma 37:37). Al orar, se debe emplear la forma familiar de expresin (T, Tuyo, Ti, en vez de Usted, Suyo, etc.). Ello ayudar a que sus hijos aprendan a hacerlo de la forma apropiada, la cual demuestra amor y reverencia por nuestro Padre Celestial. Los nios pueden aprender mucho sobre el Evangelio cuando escuchan orar a otros miembros de la familia. Aprenden en cuanto a la necesidad del arrepentimiento cuando escuchan a otros pedir que se les perdone. Aprenden acerca de la gratitud
Estudio en familia de las Escrituras

El estudio diario de las Escrituras es otra manera extraordinaria de ensear el Evangelio a los nios. Cuando sea posible, las familias deben leer juntas a cierta hora de cada da. Para algunas de ellas, lo ms fcil es hacerlo temprano en la maana, mientras que para otras es mejor hacerlo en las noches poco antes de ir a la cama. Aunque a veces suele ser difcil lograr que todos los miembros de la familia participen, el constante esfuerzo que ustedes hagan por estudiar la palabra de Dios bendecir la vida
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Puesto que la familia es el lugar ms importante para aprender el Evangelio, es apropiado que los miembros de la familia compartan y analicen entre unos y otros las verdades que aprenden en las reuniones, clases y actividades de la Iglesia. Esto les permite a ustedes, los padres, enterarse de lo que sus hijos estn aprendiendo acerca del Evangelio, asumiendo su legtima funcin como las personas ms responsables de la enseanza de sus hijos. La mayora de las ocasiones regulares para ensear a la familia ofrecen buenas oportunidades para preguntarles a los hijos en cuanto a lo que han aprendido en la Iglesia. Deben hacerles preguntas que los estimulen a recordar tanto como les sea posible, incluso las historias y los detalles especficos. Hagan todo lo que puedan para alentar a los miembros de su familia para que analicen lo que se ha compartido (vase Cmo dirigir los anlisis en clase, pgs. 6870).
de sus hijos. Sus hijos podrn aprender en cuanto a la veracidad de lo que ense Nefi: Deleitaos en las palabras de Cristo; porque he aqu, las palabras de Cristo os dirn todas las cosas que debis hacer (2 Nefi 32:3). A medida que los nios leen las Escrituras con los miembros de su familia, aprenden a amar las verdades divinas del Evangelio. Se familiarizan con el lenguaje de las Escrituras. Aprenden las historias de las Escrituras y entienden cmo aplicar estas palabras sagradas en su vida diaria. Tambin pueden aprender a usar los mapas, la Gua para el Estudio de las Escrituras y otros materiales de estudio (vanse las pginas 6163). Ustedes podran decidir qu leern durante varios minutos cada da. Cada miembro de la familia que sepa leer debe tener la oportunidad de leer las Escrituras. Pueden turnarse para leer un simple versculo o varios a la vez. Los nios que no sepan leer podran tambin participar repitiendo algunos versculos a medida que otros vayan leyndolos. Si es posible, los nios menores pueden mirar los libros ilustrados de historias de las Escrituras publicados por la Iglesia o las lminas de Las bellas artes del Evangelio. Para ayudar a que los miembros de su familia entiendan las Escrituras, ustedes podran expresar de manera ms fcil los pasajes difciles o leerles las explicaciones que se encuentran en la Gua para el Estudio de las Escrituras. Tambin podran pedir que algunos miembros de la familia hagan un resumen de los temas principales ledos en ese da. Uno de los nios menores podra sostener una lmina que ilustre la historia que se est leyendo. Ustedes podran pedir que uno de sus hijos piense en alguna situacin en su propia vida que sea similar a la historia que se est leyendo en las Escrituras. Por ejemplo, podran decir: Acabamos de leer acerca de David y de Goliat. Qu clase de Goliats encuentran ustedes en su vida? Qu pueden aprender de David que les ayudara a enfrentar esos desafos? O podran quizs decir: Hemos notado que has estado ayudando a tu hermanita a limpiar su habitacin. Te das cuenta de que ests
demostrndole la misma clase de amor a que se refiri Jess en esta historia?. Si ustedes no estn familiarizados con las Escrituras o tienen dificultad para leer, quizs se sientan incmodos o inadecuados al leer con sus hijos. No es perjudicial hacerles saber que estn todos aprendiendo a leer las Escrituras. Si postergan el estudio familiar hasta que puedan tener una mayor confianza en s mismos, estarn privando a sus hijos de tan necesaria nutricin espiritual. Recuerden que el Espritu puede ejercer su influencia sobre ustedes sin importar cunta experiencia tengan.
La noche de hogar
La noche de hogar ofrece excelentes oportunidades para que ayuden a sus hijos a entender y aplicar los principios del Evangelio. Una noche de hogar puede incluir la oracin familiar, la enseanza del Evangelio, himnos y canciones de la Primaria, y otras actividades en familia. Al planear la noche de hogar, tengan en cuenta las necesidades, preocupaciones e intereses actuales de cada miembro de la familia. Por ejemplo, necesita uno de sus hijos prepararse para el bautismo o para ser ordenado a un oficio del sacerdocio? Ha habido en el hogar alguna contencin? Al considerar humildemente las necesidades y los problemas de los miembros de la familia, podrn entonces determinar cules son los principios del Evangelio que deben ensearles. Los principios de una enseanza eficaz que se presentan en este libro pueden ayudar a los miembros de la familia en la tarea de planear y presentar sus noches de hogar. Adems, la Iglesia ha publicado el Manual de sugerencias para la noche de hogar, el cual contiene lecciones e ideas para que las noches de hogar sean provechosas. Tambin las revistas de la Iglesia son muy buenas fuentes de consulta. A las familias a veces se les dificulta hacer de la noche de hogar una parte habitual de su vida. A veces los hijos no colaboran o los padres creen estar demasiado ocupados. Sin embargo, todo esfuerzo hecho para planear y llevar a cabo las noches de hogar redundar en bendiciones para cada miembro de la familia. Un hom-
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bre coment que su familia haba efectuado la noche de hogar solamente dos veces durante su juventud. No obstante, tales experiencias le causaron tal impresin que cuando se cas continuaba recordndolas, as como tambin los principios del Evangelio que aprendi en ellas. Eso los llev, a l y a su esposa, a establecer una noche de hogar cada semana en su propia familia.
momentos deben estar exentos de cualquier otra distraccin. Tales ocasiones pueden contribuir a la unin y al progreso espiritual de la familia.
Los consejos de familia

Los padres deben reunir a los miembros de su familia en reuniones de consejo de familia. Ustedes podran emplear los consejos de familia para establecer metas, resolver problemas, analizar sus finanzas, hacer planes y apoyarse y fortalecerse mutuamente. Podran llevar a cabo sus consejos de familia al mismo tiempo que la noche de hogar o en otras ocasiones. Al efectuarlos, podrn ensear a sus hijos cmo deben escucharse y demostrarse mutuamente respeto por sus sentimientos y opiniones.
Las comidas familiares

Las comidas familiares brindan oportunidades para que ustedes, como padres, enseen valiosas lecciones y para que todos los miembros de la familia participen en los anlisis que hagan. Cuando en todo otro sentido tal vez se lleve una vida muy atareada, la hora de las comidas suele ser el nico momento en que los padres pueden reunirse con sus hijos para comentar acerca de los eventos del da y analizar en conjunto algunas ideas. Tales ocasiones pueden aprovecharse para hablar con sus hijos acerca de los principios del Evangelio, los valores familiares, los mensajes escuchados en una reunin sacramental y otras reuniones de la Iglesia, los acontecimientos escolares, las futuras actividades, los eventos mundiales y otros temas de inters. Puede ser un momento en el que los padres podran enterarse mejor de las preocupaciones, las ideas y los sentimientos de sus hijos. Las comidas familiares deben ser ocasiones informales y alegres en las que cada uno sienta que su participacin en las conversaciones es bienvenida. Donde sea posible, estos
Conversaciones en privado
Al conversar regularmente con sus hijos, ustedes podrn ir acercndose cada vez ms a ellos. Quizs necesiten planear conversaciones en privado con cada uno para expresarles su amor, alentarles y ensearles los principios del Evangelio. Deben permitir que cada uno de ellos hable acerca de los problemas o experiencias que para ellos sean importantes. Al demostrarles una genuina consideracin por sus preocupaciones y opiniones, sus hijos aprendern a confiar en sus padres y procurar su consejo. Luego podrn continuar ensendoles a tomar buenas decisiones, orar y estudiar las Escrituras en procura de respuestas a sus preguntas.
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Utilicen las Escrituras para ensear a sus hijos cmo ejercer rectamente su albedro. El lder Gene R. Cook sugiri cmo los padres podran emplear las Escrituras para ayudar a responderle a un hijo que pregunte por qu su familia no hace ciertas cosas los das domingo: Usted podra sentirse tentado a decir: Porque as lo digo yo, o Porque as lo dice la Iglesia. Pero un padre ms inspirado quizs diga: Bueno, t sabes que santificar el da del Seor no es algo que simplemente hayamos inventado. Djame mostrarte algo. Entonces podra buscar Doctrina y Convenios, seccin 59, y leerle [los versculos del 9 al 11]... Luego podra explicarle: Como puedes ver, el Seor nos ensea que el domingo es un da sagrado... Es el da en
que descansamos de nuestras labores y rendimos nuestras devociones al Altsimo, lo cual significa que tenemos que ir a nuestras reuniones de la Iglesia, participar de la Santa Cena, cumplir con los dems deberes en la Iglesia, y visitar a los enfermos, a los pobres y a los necesitados. Es un da consagrado al Seor y te doy mi testimonio, mi querida hija, de que esto es verdad y que el Seor nos ha bendecido enormemente por guardar el da de reposo (Raising Up a Family to the Lord [1993], pgs. 1920). Para obtener algunas ideas adicionales que podran aplicarse en conversaciones privadas con sus hijos, vase La enseanza por medio de entrevistas, pgs. 174175).
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MOMENTOS OPORTUNOS PARA ENSEAR EN LA VIDA FAMILIAR
Como padres, muchas de sus oportunidades para ensear se les presentan en momentos imprevistos, en conversaciones, al trabajar con sus hijos y cuando los miembros de la familia deben encarar juntos algunas dificultades. Estas oportunidades pueden ser importantes momentos para ensear porque se relacionan ntimamente con lo que sus hijos estn experimentando. Siendo que tales oportunidades pueden presentarse y desaparecer rpidamente, es necesario que las reconozcan y estn preparados para ensearles principios que sus hijos puedan aprender. Las siguientes sugerencias podran ayudarles a buscar oportunidades para la enseanza. dran ensear a sus hijos acerca del mundo de los espritus y la resurreccin. Para sugerencias adicionales sobre cmo podran dialogar con los hijos y orientarles, vanse las pginas 156157 en la seccin Ocasiones regulares para la enseanza en el hogar.
Analizar los problemas que ataen a los compaeros de sus hijos

De vez en cuando, los hijos podran mencionar problemas que ataen a sus compaeros. Quizs sus amigos tienen empleos que les requiere trabajar en da domingo. Quizs conozcan a un joven miembro de la Iglesia que ha decidido no servir como misionero. Quizs tengan amigos que usan un lenguaje ofensivo o que demuestran una falta de cortesa hacia los dems. Al analizar estas circunstancias con sus hijos, podran utilizar las Escrituras para ensearles algunos principios del Evangelio. Esto puede ayudar a sus hijos para que tomen decisiones correctas en circunstancias similares.
Resolver las preguntas o preocupaciones de los nios

Todos los nios tienen preocupaciones acerca de s mismos y en cuanto al mundo. Ustedes pueden demostrarles que el Evangelio proporciona respuestas y orientacin para entender y resolver sus problemas. Si un nio se asusta a causa de una tormenta, ustedes podran aprovechar ese momento para alentarle a orar en procura de consuelo. Si un hijo adolescente se ve presionado por sus amigos para ver una pelcula inapropiada, ustedes podran analizar con l la cuestin y ayudarle a poner en prctica los principios del Evangelio al decidir si ha de ir a verla o no. Si alguno de sus hijos est preocupado por una seria decisin, podra leer con l Moroni 7:1519 y analizar el consejo de Mormn en cuanto a la manera de juzgar. Si un miembro de la familia ha fallecido, po-
Compartir las oportunidades para tomar decisiones correctas

Cuando ustedes tengan oportunidades para tomar decisiones correctas, quizs podran compartir tales experiencias con sus hijos. Por ejemplo, si les dieron demasiado cambio en el mercado, podran preguntar a sus hijos qu se debera hacer. Ello podra suscitar una conversacin sobre temas tales como la honradez, el albedro y las consecuencias de nuestras acciones.
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Analizar las ideas presentadas por los medios de publicidad

Ustedes podran hablar con sus hijos acerca de las ideas fomentadas por las pelculas, los programas de televisin y la msica. Las transmisiones de noticias tambin ofrecen oportunidades para analizar eventos y asuntos de la actualidad. Tales conversaciones pueden ayudar a los nios a discernir entre los entretenimientos sanos y los que presentan filosofas y acciones contrarias a las normas del Evangelio.
Ayudar a que los nios aprendan a consecuencia de sus errores

Los errores pueden brindar oportunidades para la enseanza. Si uno de sus hijos ha cometido un error, podran perdonarle, hablarle en cuanto a pedir disculpas y reparar el dao ocasionado, y si ha desobedecido un mandamiento, ensearle el camino del arrepentimiento. Si ustedes estn equivocados, deben disculparse y pedir perdn. Sus hijos pueden aprender importantes lecciones al presenciar sus esfuerzos por vencer sus propias debilidades. Consideren la siguiente experiencia relatada por un miembro de la Iglesia: Yo tena unos 10 aos de edad cuando hice algo que disgust a mi padre, quien estaba muy enojado y decidi castigarme. Yo me senta muy ofendido porque pensaba que me estaba disciplinando mucho ms de lo que mereca. Trat de eludirlo por el resto del da y cada vez que l intentaba hablarme yo me daba vuelta y sala corriendo. Al da siguiente yo continu enojado con l y por eso me sorprend cuando vino a mi cuarto y me dijo que senta mucho haberme disciplinado tan severamente. Me pidi que por favor lo perdonara. Aprend entonces que uno nunca es demasiado viejo para disculparse y admitir sus equivocaciones. sa fue una buena oportunidad para que yo aprendiera el verdadero valor del arrepentimiento.
qu lo hacen. Esto ayudar a que sus hijos logren una mayor comprensin de cmo sus creencias y sus valores influyen sobre sus acciones. Si cocinan para una persona que se halla enferma, pueden explicarles por qu es importante ayudarla. Cuando sus hijos les observan que estn preparndose para ensear una leccin en la Iglesia, pueden hablarles acerca de magnificar nuestros llamamientos. Pueden analizar con ellos el tema de por qu levantamos la mano para sostener a los lderes de la Iglesia y cmo apoyamos a aquellos que han sido llamados por el Seor.
Ayudar a los nios a controlar sus emociones

Cuando los nios se molestan, se sienten frustrados o se enojan, suelen comportarse de maneras inapropiadas. Ustedes pueden ensearles a reconocer y controlar los impulsos de ofender a otros o de levantarles la voz. Podran hacerles notar las circunstancias que les provocaron enojo y entonces analizar mejores maneras de encarar situaciones similares en el futuro.
Ayudar a los nios a reconocer la influencia del Espritu

Ustedes podran ayudar a sus hijos a reconocer la influencia del Espritu al hacerles notar sus propios sentimientos. El lder Robert D. Hales relat la siguiente experiencia: Despus de que fui bautizado y confirmado, mi madre me llev a un lado y pregunt: Qu sientes? Yo le describ lo mejor que pude mis clidos sentimientos de paz, consuelo y felicidad. Mi madre me explic que lo que senta era el don que acababa de recibir: el don del Espritu Santo. Me dijo que si viva de tal forma que fuese digno de l, tendra siempre ese don conmigo. Ese momento de enseanza ha permanecido conmigo durante toda mi vida (El fortalecimiento de las familias: nuestro deber sagrado, Liahona, julio de 1999, pg. 39).
Explicar las razones para prestar servicio

Cuando estn sirviendo en llamamientos de la Iglesia o de otra forma, pueden decirles a sus hijos lo que estn haciendo y por
Aprender lecciones de la naturaleza

Ustedes podran emplear las observaciones cotidianas de la naturaleza para ensear el Evangelio a sus hijos (vase Trate de en-
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contrar lecciones en toda circunstancia, pgs. 2324, y Comparaciones y lecciones prcticas, pgs. 184186). Por ejemplo, los comentarios de un nio acerca de la belleza de las flores primaverales pueden dar lugar a una conversacin en cuanto a la Resurreccin de Jesucristo. El plantar juntos algunas semillas sera una excelente
oportunidad para analizar cmo Alma compar la palabra de Dios a una semilla (vase Alma 32:2843). Si prestan la debida atencin, ustedes podran convertir cuidadosa y constantemente muchas de las experiencias de los nios en oportunidades para la enseanza.
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LA INFLUENCIA DE OTROS MIEMBROS DE LA FAMILIA EN LA ENSEANZA
Aunque son los padres quienes tienen la responsabilidad principal de ensear el Evangelio a sus hijos, tambin otros miembros de la familia podran ser de gran ayuda para ello. Los padres deben tratar en lo posible de encontrar oportunidades para que otros miembros de la familia enseen y fortalezcan a sus hijos. ron con atencin, pero Johnny, de cuatro aos, que a menudo no puede permanecer quieto, no pudo aguantar ms, y exclam: Ya he odo esa historia antes. El abuelo habl en cuanto a la oracin sincera de Jos y de la forma en que fue contestada con una gloriosa visita del Padre Celestial y de Su Hijo Jesucristo. Al terminar, el pequeo Johnny tom al abuelo de la mano y le dijo: Fue un testimonio muy bueno, abuelo. Le encantaba escuchar el relato una y otra vez. No obstante que el abuelo haba repetido ese sagrado relato en muchas otras ocasiones durante su vida, dijo: El Espritu del Seor nunca haba testificado con tanto poder como cuando di mi testimonio de Jos Smith a mis propios nietos. El abuelo y los nios sintieron el testimonio del Espritu Santo (Para que demos testimonio de l, Liahona, enero de 1999, pg. 78). Aun cuando los abuelos vivan lejos de sus nietos, todava pueden influir en ellos para bien. Mediante llamadas telefnicas o cartas elogiosas y alentadoras, pueden inspirarles confianza y darles consejos.
La influencia de los abuelos en la enseanza

Los abuelos pueden fortalecer e inspirar a sus nietos cuando comparten con ellos sus experiencias, su testimonio y su fe. Con relatos verdaderos sobre la obediencia, lo que se aprende de los errores, el hacer sacrificios para lograr propsitos eternos y encarar con buena disposicin los problemas, pueden ayudar a los nios cuando lleguen a tener dificultades similares. Adems de conversar con sus nietos, los abuelos pueden escribir en cuanto a sus testimonios y experiencias en sus diarios personales, lo cual puede edificar y ensear a los miembros de la familia en la actualidad y en generaciones futuras. La hermana Susan L. Warner, quien sirvi como segunda consejera de la presidencia general de la Primaria, relat la siguiente historia: Conozco a un abuelo que, durante una reciente reunin familiar efectuada en las montaas, llev a sus nietos a una caminata. Al llegar a un claro entre los rboles, invit a los nios a sentarse sobre un tronco mientras les hablaba acerca de un joven de catorce aos, llamado Jos Smith, que deseaba hacerle a nuestro Padre Celestial algunas preguntas que le inquietaban. El abuelo explic que el joven Jos fue a una arboleda, cerca de su casa, para orar, teniendo la fe de que Dios le contestara. Los nios escucha-
La influencia de los hermanos y hermanas en la enseanza

Los padres deben alentar a sus hijos para que se ayuden mutuamente a aprender y progresar. Los hermanos y las hermanas mayores pueden ser un ejemplo positivo para los ms pequeos y a ellos se les puede asignar que les enseen a efectuar quehaceres domsticos. Cuando un hijo est sirviendo en una misin, puede, por medio de su ejemplo y de sus cartas, influir grandemente en uno de sus hermanos menores para que tambin l tenga el deseo de servir. Cuando una hermana se casa en el templo,
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puede compartir su entusiasmo y su testimonio con sus hermanos y hermanas. Cuando los nios ayudan con buena voluntad en las tareas del hogar, dan un buen ejemplo y se ensean unos a otros en cuanto al servicio y la responsabilidad; adems, su propio aprendizaje es reforzado.
solinera durante el verano. Otra mujer record con gratitud una conversacin que su hijo haba tenido con uno de sus tos favoritos. A raz de tal conversacin, su hijo decidi evitar a ciertos amigos que estaban influyendo indebidamente en su comportamiento.
La influencia de los tos, tas, primos y primas en la enseanza

Suele haber ocasiones en que los tos, las tas, los primos o las primas pueden tender la mano para ayudar a un miembro de la familia cuando ello no es posible para sus padres. Cierto padre record cmo un primo haba influido en su hijo. Por varias semanas, ste se rehusaba a asistir a las reuniones de la Iglesia. Se acercaba entonces la ocasin de una conferencia general y su primo, entusiasmado por asistir a la misma, se levant muy temprano y form fila para poder entrar al Tabernculo de Salt Lake. El hijo vio ese ejemplo, qued impresionado por la fe y el entusiasmo de su primo, y ello le motiv a asistir nuevamente a la Iglesia. Tal decisin cambi su vida y tiempo despus sirvi fielmente como misionero. Una madre se refiri a la influencia positiva de su hermano y su familia cuando ella y su esposo enviaron a uno de sus hijos a vivir con ellos para que trabajara en una ga-
La influencia de los hijos en la enseanza

Cuando escuchan a sus hijos, los padres pueden aprender una multitud de verdades. El lder Russell M. Nelson describi una ocasin en que aprendi algo gracias a una de sus hijas: Cuando nuestra hija menor tena apenas cuatro aos de edad, una noche llegu a casa muy tarde del trabajo en el hospital y me di cuenta de que mi querida esposa estaba muy cansada... Me ofrec para poner en la cama a nuestra hijita. La llev a su habitacin y empec a darle rdenes: Qutate la ropa, culgala, ponte el pijama, cepllate los dientes, haz tus oraciones, etc. Pareca un sargento dando rdenes. De pronto, algo pensativa, ella me dijo: Pap, soy de tu propiedad? Mi hijita me ense una leccin importante esa noche, pues estaba tratando a esa dulce criatura con coaccin. El controlar a los nios por medio de la fuerza es una tcnica de Satans, no del Salvador (vase Escuchar para aprender, Liahona, julio de 1991, pg. 23).
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MAESTROS ORIENTADORES Y MAESTRAS VISITANTES

Espero que los maestros orientadores y las maestras visitantes puedan experimentar dos cosas: primero, el desafo de la responsabilidad que su gran llamamiento trae consigo, y segundo, la dulce satisfaccin que resulta de su labor, en particular con aquellos miembros que son menos activos. Presidente Gordon B. Hinckley
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LA ENSEANZA en el programa de maestros orientadores
Si usted es un maestro orientador, entonces es un maestro del Evangelio. Adems de atender al bienestar de las familias que se le hayan asignado a usted y a su compaero, debe ofrecerles un mensaje del Evangelio por lo menos una vez al mes. Las Escrituras ensean que los maestros orientadores deben... amonestar, exponer, exhortar, ensear e invitar a todos a venir a Cristo (D. y C. 20:59). A fin de ensear a las familias que le hayan sido asignadas, usted debe prepararse espiritualmente y aprender a poner en prctica los principios para la enseanza del Evangelio que se analizan en el presente libro. Debe tambin tratar constantemente de mejorar su enseanza (vase El establecer un plan para mejorar su mtodo de enseanza, pgs. 2528). En su asignacin como maestro orientador, usted tiene una necesidad especial de prepararse y de mejorarse continuamente. Un conocimiento de los principios bsicos de la enseanza del Evangelio le ayudar a ensear sus mensajes de manera tal que sean de beneficio para todas las personas a quienes ensee, ya se trate de miembros menos activos que no estn acostumbrados a participar en conversaciones sobre el Evangelio, o de miembros activos y experimentados de la Iglesia. Recuerde que diferentes personas necesitan distintos enfoques para aprender. Tal vez usted tenga que presentar un mensaje a una familia que cuente con hijos de muchas edades diferentes. Podra asimismo ser asignado a hermanar miembros recin convertidos o quizs tenga la oportunidad de visitar a miembros ancianos o solteros. Una pareja de maestros orientadores que prepar cuidadosamente su leccin se present para hacer su visita llevando consigo caas de pescar. En los bolsillos llevaban muchas carnadas. Los miembros de la familia queran saber por qu, pero los maestros orientadores no les decan nada hasta llegado el momento de presentar su mensaje. No tuvieron ningn problema en hacer que los nios les rodearan y les prestaran atencin. Fue entonces que uno de los maestros orientadores comenz a demostrarles lo que un pescador hace para atraer a los peces y pescarlos. Les explic que los peces ms pequeos son ms fciles de engaar que los peces de mayor edad y ms experiencia. Luego compar las carnadas a las tentaciones de Satans y ense a la familia que Satans emplea maneras muy astutas para atraparnos y privarnos de nuestra libertad. sa fue una leccin inolvidable para la familia. Como maestro orientador, usted tiene valiosas oportunidades para demostrar su amor a quienes ensee. Como ense el presidente Ezra Taft Benson, usted deber servirlos en las cosas pequeas, las cositas que tanto significan para una familia. Por ejemplo, aprendan los nombres de todos los miembros de la familia; recuerden las fechas de cumpleaos, bendiciones, bautismos y matrimonios. De vez en cuando, envenles una tarjeta de felicitacin o hganles una llamada telefnica para felicitar a un miembro de la familia por algn logro o hecho especial (vase Liahona, julio de 1987, pg. 49). Puede ayudar a la familia en caso de necesidad, apoyar a los nios y a los jvenes en sus actividades y asegurarse de infor-
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M A E S T R O S OR I E N TA D OR E S Y M A E S T R A S V I S I TA N T E S
mar a sus lderes del sacerdocio sobre cualquier necesidad que la familia tenga.
Cmo seleccionar el mensaje

Al seleccionar el mensaje que habr de compartir, recuerde las siguientes instrucciones: Los maestros orientadores por lo general presentan a las familias el mensaje de la Primera Presidencia que se publica en la revista Liahona. Algunos mensajes adicionales podran provenir del obispo o de otros lderes locales. El cabeza de familia tambin podra pedir que los maestros orientadores les presenten algn mensaje especial. Los mensajes de los maestros orientadores deben basarse en las Escrituras y en las enseanzas de los profetas de los ltimos das (vase Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares [1999], pg. 203).
Adapte el mensaje y los mtodos de enseanza en base a los antecedentes, las edades y los intereses particulares de cada miembro de la familia a la que ensea. Haga que la leccin sea interesante y apropiada para cada uno de ellos. Asegrese de que el mensaje sea suficientemente breve para mantener el inters de todos los que se hallen presentes.
Cmo dar el mensaje

Recuerde que quien encabeza la familia debe presidir y dirigir la reunin durante su visita. Tambin tenga en cuenta las siguientes sugerencias: Oren y lean juntos las Escrituras siempre que sea posible. Utilice las Escrituras en toda oportunidad apropiada, y lleve sus propios libros cannicos en cada visita. Emplee las Escrituras para responder a cualquier pregunta o para dar consejo. Siga la inspiracin del Espritu a medida que ensee. Evite toda conversacin prolongada que no sea interesante o beneficiosa para todos los que se hallen presentes. Tenga especial consideracin por las restricciones de tiempo que tengan las familias que visita. Procure encontrar maneras para que cada miembro de la familia pueda participar en las lecciones. Demuestre un sincero inters en cada persona. Testifique de las verdades que ensea. Comparta diversos ejemplos sobre cmo podemos poner en prctica esas verdades en nuestra vida diaria.
Cmo preparar el mensaje

Prepare cada mensaje de orientacin familiar con tanto cuidado como preparara una leccin para una clase de la Iglesia. Las siguientes sugerencias podran serle de ayuda: Repase la leccin. Consulte con su compaero en cuanto a lo que cada uno de ustedes contribuir para presentarla. Si planea presentar el mensaje de la Primera Presidencia u otro tema para el cual no se le proporcione un plan formal, siga las sugerencias que se encuentran en Cmo crear lecciones utilizando discursos de conferencias generales y otras fuentes de recursos, pgs. 113114).
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LA ENSEANZA EN EL PROGRAMA DE MAESTRAS VISITANTES
Cuando se le llame como maestra visitante, una parte muy importante de su responsabilidad es averiguar sobre las necesidades espirituales y temporales de la hermana y de la familia de ella y dar instruccin espiritual por medio de un mensaje mensual (Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares [1999], pg. 246). A fin de ensear a las hermanas que le hayan sido asignadas, usted debe prepararse espiritualmente y aprender a poner en prctica los principios para la enseanza del Evangelio que se analizan en el presente libro. Debe tambin tratar constantemente de mejorar su enseanza (vase El establecer un plan para mejorar su mtodo de enseanza, pgs. 2528). Tal preparacin le ser de gran ayuda porque quizs se le llame para ensear a hermanas en diferentes situaciones. Podra tener que ensear a hermanas jvenes, ancianas, casadas, solteras, divorciadas, que recin se han convertido al Evangelio, que son muy activas en la Iglesia, que son menos activas, a hermanas muy instruidas, a hermanas con problemas de aprendizaje, a mujeres muy ocupadas, a otras que vivan en soledad, a hermanas hospitalarias o a algunas desinteresadas. Diferentes hermanas requieren diferentes mtodos de enseanza. No importa las circunstancias de las hermanas a quienes deba ensear, usted puede ayudarlas a conocer mejor al Salvador y vivir con mayor fidelidad Su Evangelio. Cuando la hermana Elaine L. Jack serva como presidenta general de la Sociedad de Socorro, relat la siguiente historia: Priscilla Samson-Davis, una hermana de Ghana, ha conocido muchas dificultades; ha habido muchos peascos en la senda de su vida. Como maestra, ha visto a familias criar a sus hijos en medio de la disentera y la malaria, del trabajo arduo, del trocar a diario sacos de arroz, cebollas, tomates, cualquier alimento para mantener vivos a sus seres queridos. Ella es maestra visitante y viaja con regularidad en autobs para ir a ver a una hermana que vive al otro lado de la ciudad. Cuando se le pregunt si el hacer esa visita era una carga muy pesada, considerando todo lo que tena que hacer, respondi: De ningn modo. La hermana a la que visito no sabe leer y, cuando voy, le leo las Escrituras. Esa sencilla respuesta testifica de la fe y de la seguridad que ella tiene de que se encuentra en la debida senda. Aunque el camino que recorre el autobs es tortuoso y es muy probable que serpentee calle arriba y calle abajo, a los ojos del Seor, es en verdad estrecho y angosto, porque ella va en la debida direccin: est en los negocios de su Padre ( Anda conmigo , Liahona, julio de 1994, pg. 17).
Cmo seleccionar el mensaje

Al seleccionar el mensaje que habr de compartir, recuerde las siguientes instrucciones: Las maestras visitantes dan instruccin espiritual por medio de un mensaje mensual. Los mensajes que se publican en la revista Liahona deben utilizarse como gua y adaptarse a las necesidades de cada hermana (Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares [1999], pg. 246). Procure la gua del Espritu al repasar cuidadosamente con su compaera el mensaje del mes y considere con espritu de oracin
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M A E S T R O S OR I E N TA D OR E S Y M A E S T R A S V I S I TA N T E S
a cada hermana que habr de ensear. Adems del mensaje preparado, debe emplear las Escrituras y las enseanzas de los profetas actuales como fuente principal de informacin para presentarlo. Tambin podra complementar estas fuentes de informacin con otros materiales producidos por la Iglesia.
Cmo dar el mensaje

Las siguientes sugerencias le sern de ayuda al ensear a las hermanas que visite: Oren y lean juntas las Escrituras siempre que sea posible. Utilice las Escrituras en toda oportunidad apropiada, y lleve sus propios libros cannicos en cada visita. Emplee las Escrituras para responder a cualquier pregunta o para dar consejo. Siga la inspiracin del Espritu a medida que ensee. Tenga especial consideracin por las restricciones de tiempo que tengan las hermanas a quienes visita. Procure encontrar maneras para que las hermanas a quienes visita participen en las lecciones. Demustreles un sincero inters en todo lo que tengan que decir. Testifique de las verdades que ensee. Comparta con las hermanas algunos ejemplos sobre cmo poner en prctica esas verdades en su vida diaria.
Cmo preparar el mensaje

Prepare cada mensaje de maestra visitante con tanto cuidado como preparara una leccin para una clase de la Iglesia. Las siguientes sugerencias podran serle de ayuda: Repase la leccin. Consulte a su compaera en cuanto a lo que cada una de ustedes contribuir para presentarla. Siga las sugerencias que se encuentran en Cmo crear lecciones utilizando discursos de conferencias generales y otras fuentes de recursos, pgs. 113114. Adapte el mensaje y los mtodos de enseanza en base a las circunstancias, los antecedentes, la edad y los intereses personales de cada hermana a quien habr de ensear.
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LA ENSEANZA EN AMBIENTES DE LIDERAZGO
Pa rt e E : L A E N S E A N Z A E N A M B I E N T E S D E L I D E R A Z G O
DIRIGIR ES ENSEAR
En una conferencia de juventud de la Iglesia, un miembro adulto de la Iglesia presenci un ejemplo inspirador de la influencia que los lderes pueden ejercer cuando ensean verdaderos principios. As lo relat: Al concluir la conferencia, realizaron un baile, y los integrantes del conjunto musical se presentaron sin vestir camisas. Las personas mayores observamos que un grupo de jvenes se acerc al estrado y les hicieron algunas sugerencias a los del conjunto, en respuesta a las cuales stos empezaron a protestar. Al poco tiempo, algunos jvenes les trajeron unas camisas y, con marcado disgusto, los msicos se las pusieron. Cuando empezaron a tocar, la msica era muy estridente y pareca ser cada vez ms ruidosa. Justo en el momento en que las personas mayores comenzaron a preocuparse, un grupo de jvenes se reunieron en el medio del saln y luego se acercaron a los del conjunto pidindoles que redujeran el volumen de la msica. Los msicos se resistan a hacerlo pero, ante la insistencia de los jvenes, finalmente bajaron el nivel del sonido. Cuando despus empezaron a subir nuevamente el volumen, los jvenes se agruparon otra vez y fueron a hablar con los msicos. La misma circunstancia se repiti por tercera vez. Al cabo de ello, los jvenes se acercaron al presidente de la estaca y le dijeron: Nosotros creemos que esta msica no es muy apropiada. En vez de continuar bailando, a todos los que tengamos inters nos gustara ir a otro edificio y tener una charla fogonera. Podemos hacerlo por nosotros mismos, pero si ustedes, las personas mayores, quieren venir, sern bienvenidos. El baile
El lder Boyd K. Packer seal que todos los lderes de la Iglesia sirven como maestros: El profeta es un maestro; sus consejeros son maestros; tambin lo son todas las Autoridades Generales. Los presidentes de estaca y los presidentes de misin son maestros; los miembros de sumos consejos y los presidentes de qurum son maestros; los obispos son maestros; y as es con todas las dems organizaciones de la Iglesia. La Iglesia progresa gracias al poder de sus enseanzas (Teach Ye Diligently, edicin revisada [1991], pgs. 34).
termin y los hombres y las mujeres jvenes se reunieron en otro edificio. Poco despus, le pregunt al presidente de estaca cmo era que haba sucedido eso. l me respondi que, unos cinco aos antes, un miembro del sumo consejo haba dicho: Si queremos ensearles normas de conducta a nuestros jvenes, es menester que sepamos con toda claridad lo que debern ser. El primer paso es que la presidencia de la estaca nos indique cules son. Le llev cierto tiempo a la presidencia de estaca llegar a un entendimiento cabal de tales normas y cmo llevarlas a la prctica en su estaca. Se necesit ms tiempo an para ayudar a que los miembros del sumo consejo comprendieran bien y adoptaran el cometido de aplicarlas, y ms tiempo todava para lograr que todos los obispos estuvieran de acuerdo. Hasta ese momento, los padres y los jvenes haban estado recibiendo impresiones contradictorias, pero ahora, por primera vez, los lderes estaban listos y preparados para ensear dichas normas. Entonces las ensearon, ao tras ao, en todo nivel en toda la estaca. El resultado fue lo que yo pude presenciar aquella noche en el baile de la conferencia de juventud. Aprend que la influencia de los lderes puede ser muy grande cuando con verdadera conciencia se disponen a cumplir con la responsabilidad de ensear a los miembros de la Iglesia. Tambin aprend que un mensaje confuso no es mensaje alguno, y que el tiempo que dediquemos para arraigarnos en lo que debemos ensear es muy provechoso. Finalmente, pude presenciar por m mismo la madurez, la sabidura y el valor moral de jvenes a quienes se les ense debidamente.
Su responsabilidad como lder de ensear el Evangelio

Una de las maneras ms importantes de cumplir con sus responsabilidades como lder en la Iglesia es por medio de la enseanza (vase Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares [1999], pgs. 367370). El presidente Gordon B. Hinckley, cuando era miembro del Qurum
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de los Doce Apstoles, ense que la enseanza eficaz es la esencia misma del liderazgo en la Iglesia (citado por el lder Jeffrey R. Holland, vase Venido de Dios como maestro , Liahona, julio de 1998, pg. 27). El Seor es el ejemplo predominante de un lder que sirve como maestro: Recorra Jess todas las ciudades y aldeas, enseando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino (Mateo 9:35). El lder Boyd K. Packer seal: El Seor es nuestro ejemplo. No sera fcil describir al Seor como un ejecutivo. l fue un maestro! se es nuestro ideal, nuestro modelo (seminario de representantes regionales, 6 de abril de 1984). Las Escrituras contienen numerosos relatos de otros lderes que sirvieron como maestros del Evangelio. Adn y muchos de sus descendientes fueron predicadores de rectitud [que] hablaron, profetizaron y exhortaron a todos los hombres, en todas partes, a que se arrepintieran. Por medio de su predicacin, [ensearon] la fe a los hijos de los hombres (Moiss 6:23). Los Apstoles de la antigedad sirvieron todos los das, en el templo y por las casas, [y] no cesaban de ensear y predicar a Jesucristo (Hechos 5:42). El rey Mosah testific: Y aun yo mismo he obrado con todo el poder y las facultades que he posedo, para [ensear] los mandamientos de Dios y para establecer la paz en todo el pas (Mosah 29:14).
Algunas formas en que usted puede ensear como lder Dando un ejemplo de rectitud
Como lder, usted ensea el Evangelio a travs de la forma en que vive. Se espera que cumpla los mandamientos, que sea bondadoso, y que sea un siervo fiel del Seor y de las personas a quienes dirige. Al dar un ejemplo de rectitud, usted fortalecer en otros la determinacin de vivir el Evangelio.
Cumpliendo las normas y los procedimientos de la Iglesia

Al cumplir fielmente los mtodos de administracin establecidos por la Iglesia, estar ensendoles a todos los que trabajen con usted. Esto les ayuda a comprender cmo cumplir con sus deberes. Por ejemplo, los lderes del Sacerdocio de Melquisedec que llevan a cabo con regularidad las entrevistas de orientacin familiar demuestran cmo stas deben conducirse.
Hablando directamente acerca de los principios del Evangelio

Los lderes tienen muchas oportunidades para ensear el Evangelio. Tales oportunidades incluyen reuniones de li-
derazgo (vanse las pgs. 172173) y entrevistas (vanse las pgs. 174175). Usted podr ver que espontneamente se le presentarn otras oportunidades durante su desempeo normal como lder y en su interaccin con otras personas. Cuando era un joven obispo y un editor, el hermano Thomas S. Monson sola trabajar frecuentemente con el presidente J. Reuben Clark, hijo, quien era entonces miembro de la Primera Presidencia. Al hacerlo, el presidente Clark sola aprovechar toda oportunidad para ensearle en cuanto al Evangelio. Aos ms tarde, el presidente Monson se refiri as a una de esas ocasiones, la que tuvo un gran efecto en l: [El presidente Clark me pidi] que leyera en voz alta el relato que se encuentra en Lucas acerca del hombre leproso. Luego me pidi que continuara leyendo lo que Lucas deca en cuanto al hombre paraltico y a la inteligente forma en que se lo trajeron al Seor, quien entonces lo san. El presidente Clark sac de su bolsillo un pauelo y se sec las lgrimas de los ojos. Entonces coment: Con el paso de los aos, las lgrimas vienen con mayor frecuencia. Despus de unas breves palabras de despedida, sal de su oficina, donde l se qued a solas con sus pensamientos y sus lgrimas. Una noche, ya tarde, le llev a su oficina en su hogar en Salt Lake City unas pruebas de la imprenta. El presidente Clark estaba leyendo el libro de Eclesiasts y su semblante era tranquilo y meditativo. Se hallaba reclinado junto a su escritorio, sobre el cual tena muchos libros y papeles. Sosteniendo en sus manos las Escrituras, levant la vista y me ley en voz alta: El fin de todo el discurso odo es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre (Eclesiasts 12:13). Y exclam: Cun valiosa verdad! Qu filosofa tan profunda! Qu bendicin tuve al poder aprender diariamente a los pies de tan gran maestro! Sabiendo que se me haba llamado como un joven obispo para presidir un complejo barrio, me seal la necesidad de que conociera a mi gente, que comprendiera sus circunstancias y que atendiera a sus necesidades. Cierto da, se refiri a cuando el Salvador levant de la muerte al hijo de la viuda en Nan, como se describe en el Evangelio segn San Lucas. Al cerrar su Biblia, not que el presidente Clark sollozaba. Con voz queda, me dijo: Tom, s bondadoso con las viudas y cuida de los pobres (Inspiring Experiences that Build Faith [1994], pgs. 233234). Dirigir en la Iglesia significa ensear, y mejorarnos como maestros es aprender a ensear con mayor eficacia, desde el plpito, en reuniones de liderazgo y en circunstancias de persona a persona.
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LA ENSEANZA EN REUNIONES DE LIDERAZGO
El Seor ha dicho: Y ahora bien, he aqu, un mandamiento os doy, que al estar reunidos os instruyis y os edifiquis unos a otros, para que sepis cmo conduciros, y cmo dirigir mi iglesia, y cmo obrar de conformidad con los puntos de mi ley y mis mandamientos que he dado. Y as seris instruidos en la ley de mi iglesia, y seris santificados por lo que habis recibido, y os obligaris a obrar con toda santidad ante m (D. y C. 43:89). Refirindose a esta revelacin, el lder Jeffrey R. Holland declar: En nuestras reuniones administrativas, instru[yamos] y edifiqu[emos] como dicen las revelaciones, para que incluso en stas, nuestra enseanza al final sea de lo alto (vase Venido de Dios como maestro , Liahona, julio de 1998, pg. 28; vase tambin D. y C. 43:16). Dado que el tiempo en las reuniones de liderazgo es limitado, el tiempo que se dedique a la enseanza debe planearse cuidadosamente. En algunas reuniones la enseanza podra consistir en un breve pensamiento espiritual ofrecido al comenzarlas. En otras reuniones, quizs podra pedirse por anticipado que uno o varios participantes dirijan al grupo en un anlisis detallado de temas selectos. Quienes reciban tales asignaciones deben utilizar los principios y mtodos de enseanza que este libro recomienda. searse y a quin habrn de llamar para ensear. Podran escoger temas doctrinales o que se relacionen con la administracin de la Iglesia y los deberes de quienes asistan a dichas reuniones. El Seor ha dicho: Os mando que os enseis el uno al otro la doctrina del reino. Enseaos diligentemente, y mi gracia os acompaar, para que seis ms perfectamente instruidos en teora, en principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os conviene comprender (D. y C. 88:7778). Las Escrituras son la fuente bsica para el estudio en las reuniones de liderazgo. Te mando, dijo el Seor, que confes en las cosas que estn escritas; porque en ellas se hallan escritas todas las cosas concernientes al fundamento de mi iglesia, mi evangelio y mi roca (D. y C. 18:34). Otras fuentes de informacin incluyen el Manual de Instrucciones de la Iglesia, los discursos de conferencias generales y otras enseanzas de los profetas de los ltimos das (para obtener ayuda en preparar lecciones empleando dichos recursos, vase Cmo crear lecciones utilizando discursos de conferencias generales y otras fuentes de recursos, pgs. 113114).
Cmo obtener el Espritu mediante la reverencia

Todos podemos ensear y aprender el Evangelio y fortalecernos mutuamente cuando el Espritu nos acompaa (vase D. y C. 42:14; 50:1724). Podemos invitar al Espritu por medio de la reverencia (vase Cmo invitar al Espritu al ensear, pgs. 4950; La reverencia, 9092). En las reuniones de liderazgo, los que presiden y diri-
Cmo decidir lo que habr de ensearse

Al preparar reuniones de liderazgo en las que se incluir una instruccin detallada, los lderes que presidan deben, con espritu de oracin, determinar lo que habr de en-
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gen pueden fomentar la reverencia cuando toman sus asientos antes de que comience la reunin. Por medio de su proceder, pueden ayudar a establecer el tono mismo de las reuniones. Otros lderes que asistan a las reuniones podran tambin llegar a tiempo, traer consigo sus propios libros cannicos, manuales y materiales para escribir, y prepararse calladamente y con espritu de oracin. La primera oracin al comienzo de una reunin de lide-
razgo puede tambin contribuir a que se establezca un ambiente de reverencia y se invite la presencia del Espritu. Un pensamiento espiritual brindar asimismo una buena oportunidad para ensear y aprender principios del Evangelio. En algunas reuniones de liderazgo, un preludio musical apropiado y el cantar algunos himnos durante la reunin pueden ayudar a preparar el corazn y la mente de quienes se hallen presentes.
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LA ENSEANZA POR MEDIO DE ENTREVISTAS
El presidente Thomas S. Monson comparti la siguiente experiencia: Al aproximarme a mis dieciocho aos de edad se me recomend para recibir el Sacerdocio de Melquisedec. Deba entonces ponerme en contacto con mi presidente de estaca, el presidente Paul C. Child, para hacer los arreglos para una entrevista. Este hombre en verdad comprenda y amaba las Escrituras y pensaba que los dems tambin deberan sentir lo mismo que l. Estando enterado por otras personas de sus inquisitivas y detalladas entrevistas, nuestra conversacin telefnica se desarroll ms o menos de la siguiente forma: Hola, presidente Child? le habla Tom Monson. El obispo me pidi que hiciera los arreglos para tener una entrevista con usted. Muy bien, hermano Monson. Cundo puede venir por mi oficina? Sabiendo que su reunin sacramental comenzaba a las seis de la tarde, y queriendo verme expuesto lo menos posible a que descubriera mi falta de conocimiento de las Escrituras durante la entrevista, le suger: Qu le parece a las cinco? Su respuesta fue: Pero, hermano Monson, a esa hora no tendramos tiempo de repasar algunas Escrituras. Qu le parece si viene a las dos de la tarde? Y de paso, no olvide traer sus propios libros cannicos, los que ya ha de tener marcados y con pasajes correlacionados (vase Liahona, julio de 1980, pgs. 1011). El joven Thomas Monson descubri entonces que una entrevista con el presidente de estaca era ms que una simple entrevista; era una oportunidad para estudiar y aprender el Evangelio.
Principios para ensear en las entrevistas

Si usted lleva a cabo entrevistas, los siguientes principios podran ayudarle.
Atesorad en vuestras mentes las palabras de vida (D. y C. 84:85).

Recuerde que el Seor conoce a los miembros con quienes usted se rene. l conoce sus necesidades, sus preocupaciones, sus cualidades y sus debilidades. Con frecuencia, el Espritu le inspirar y le ensear al prepararse para ayudar a otras personas y familias. El Seor ha dicho: Atesorad constantemente en vuestras mentes las palabras de vida, y os ser dado en la hora precisa la porcin que le ser medida a cada hombre (D. y C. 84:85). Al estudiar las Escrituras, est atento a la posibilidad de que ciertos pasajes sean precisamente lo que alguien necesite escuchar en una entrevista. Una experiencia relatada por un obispo nos sirve para ilustrar esta verdad: Un lunes por la maana me hallaba yo leyendo en Doctrina y Convenios con respecto al arrepentimiento y el perdn. La divina verdad me colm la mente y el corazn, particularmente en cuanto a que debemos perdonarnos a nosotros mismos. Nunca antes haba considerado que la verdad de Yo, el Seor, perdonar a quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros os es requerido perdonar a todos los hombres (D. y C. 64:10) pudiera aplicarse a uno mismo. Termin mi lectura de esa maana y me puse a trabajar. A la noche siguiente me reun con una pareja cuyo matrimonio era un tanto dbil. Al hablar con ellos, la her-
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mana explic algo que le haba ocurrido cuando era jovencita. Haba quebrantado una ley civil, lo cual entonces podra haber resultado en una accin judicial. Haban transcurrido ya treinta aos y aquello ya no tena ninguna consecuencia, pero ella continuaba teniendo un sentimiento de culpabilidad. En ese instante me vino a la mente aquel versculo de Doctrina y Convenios y al leerlo le brind la paz mental que precisaba. Qu testimonio fue para m que el estudio diario de las Escrituras produjera una recompensa tan rpida!
D testimonio de las Escrituras y de los principios que ensean

Al tener entrevistas que se basen en las Escrituras, usted debe dar testimonio de las Escrituras; tambin podra compartir algunas experiencias que demuestren cmo los principios que est analizando han bendecido su propia vida y la vida de otras personas.
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CUANDO LOS LDERES INSTRUYEN A LOS MAESTROS
Si usted es un lder en la Iglesia, una de sus responsabilidades ms importantes es instruir a los maestros de su organizacin en cuanto a sus deberes y guiarlos en sus esfuerzos por mejorar. A veces puede hacerlo en las reuniones de liderazgo (vanse las pgs. 172173) y en las reuniones de mejoramiento de maestros; otras veces podra requerir instrucciones individuales. Todo esfuerzo que haga por cumplir con esta responsabilidad podra resultar en una significativa contribucin a la calidad de la enseanza en la Iglesia. Para instrucciones adicionales en cuanto a lo que debera hacer para guiar a sus maestros, vase la seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo en el Manual de Instrucciones de la Iglesia, pgs. 367370, y Cmo mejorar la enseanza del Evangelio Una gua para el lder, pgs. 57. A continuacin se ofrecen cinco sugerencias sobre cmo brindar la gua que se describe en estos manuales. Me haba casado recientemente y me asignaron para que ayudara a mejorar la enseanza en la Sociedad de Socorro. Al principio no lo reconoc, pero ms me preocupaba por la tarea que por la maestra cuya clase estaba evaluando. Con pocas palabras, le dije: Tendra que haber enseado de esta manera. La respuesta que me dio no fue expresada de este modo pero lo que me dio a entender fue inequvoco: Entonces ensela usted. Si usted cree que no estoy hacindolo como debiera, hgase usted cargo de la clase. En ese preciso instante aprend que lo que me faltaba era el amor. No la amaba lo suficiente ni la respetaba como deba.
Haga resaltar todo lo bueno que los maestros estn haciendo

A la gente le gusta seguir haciendo aquello que considera que est haciendo bien. Sus elogios sinceros lograrn lo que las crticas no consiguen para alentar a los maestros y para ayudarles a continuar mejorndose. Si usted ama a los maestros con quienes sirve, sus elogios sern siempre sinceros y podr encontrar mucho para encomiar, ya que cada maestro posee cualidades dignas de destacar. Un maestro podra tener una voz agradable, talento para dirigir los anlisis en clase o un considerable conocimiento de las Escrituras o de la historia de la Iglesia. Otro maestro podra ser muy organizado, y aun otro podra tener un humilde y slido testimonio. Los elogios deben ser especficos. Por ejemplo, usted podra decirle a un maestro: Creo que la lmina del Salvador que mostr a la clase reforz muy bien su mensaje,
Amar con pureza a cada maestro

A veces solemos inclinarnos a criticar, suponiendo que si le sealamos sus defectos la persona intentar cambiar. Esto raramente es verdad. Las crticas por lo general provocan una actitud defensiva y aun desaliento. Los maestros apreciarn ms su consejo si perciben que usted les manifiesta un amor cristiano y que usted realmente desea ayudarles. Cierta hermana que con el tiempo lleg a ser una eficaz lder de maestras tuvo una experiencia, que a poco tiempo de comenzar a servir en la Iglesia, le ense ese principio. Tal experiencia cambi para siempre la forma en que ella pensaba que deba ensear:
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o Su testimonio al concluir la leccin me ayud a sentir la presencia del Espritu, o Me gust mucho la forma en que respondi usted a esa pregunta tan difcil. Los comentarios especficos son por lo general ms alentadores que los de tono general, porque demuestran que usted se interesa por observar con mucha atencin. Usted tendr muchas oportunidades para hacer resaltar todo lo bueno que los maestros estn haciendo. Puede hacerlo en las reuniones de mejoramiento de maestros y cuando se rena para consultar y aconsejar individualmente a cada maestro (vase Procure tener el apoyo de sus lderes, pg. 29). Pero no debe esperar a que ocurran tales ocasiones. Puede expresarles elogios despus de una clase, en los pasillos del centro de reuniones, mediante una nota o con una llamada telefnica. Hasta podra expresar un elogio frente a los miembros de la clase cuando ello no abochorne al maestro.
Corrija con humildad, con amor y mediante la gua del Espritu Santo
Aunque por lo general es mejor permitir que los maestros adopten sus propios planes de mejoramiento, usted quizs de vez en cuando necesite corregirles. Cuando lo haga, sea amable y sumiso. Recuerde que toda reprensin debe hacerse cuando lo induzca el Espritu Santo y entonces demostrar mayor amor (vase D. y C. 121:43). El caso siguiente ilustra la importancia de estos principios: Cierta vez, como miembro de un obispado, se me asign a uno de los qurumes del Sacerdocio Aarnico. La primera vez que me reun con ese qurum, ocurri algo que me molest mucho. El asesor ense una excelente leccin, pero al terminarla malogr toda su efectividad al decir: Bueno, esto es lo que se nos ensea, pero en realidad no es as. Esto me preocup sobremanera y, sin criticar al asesor, yo di mi testimonio, asegurndome de que los jvenes pudieran obtener un entendimiento correcto. Pocas semanas despus, el asesor volvi a hacer lo mismo. Esta vez, despus de una buena leccin, puso en tela de juicio la importancia de una estricta obediencia al principio que haba estado enseando. Esper varios das y le dije al asesor que quera hablar con l. Ayun y or antes de ir a verlo. Senta gran amor por aquel hombre y me asegur de no tener ningn sentimiento negativo contra l. Despus de haber conversado en cuanto a los jvenes del qurum, le dije que me preocupaban algunos de sus comentarios que no coincidan con lo que el manual indicaba que debamos ensear. Le indiqu que esos jvenes estaban en una edad idealista y que necesitaban comprender esos ideales a fin de que pudieran vivir en base a ellos. Los ojos se le llenaron de lgrimas y empez a contarme acerca de algunos problemas que haba tenido en su vida y que le impulsaron a decir lo que haba dicho. A raz de esa conversacin, nos hicimos muy buenos amigos. No fue la semana siguiente sino varias semanas ms tarde que mencion ante la clase que las cosas que haba dicho eran equivocadas y pidi que se le perdonara. Yo estoy seguro de que fue el amor y el Espritu del Seor lo que produjo esa extraordinaria transformacin en su corazn. Basta decir que aquel hombre fue mejorndose cada vez ms como maestro.
Demuestre respeto por el potencial divino de cada maestro

Adems de reconocer las habilidades actuales de cada maestro, debe reconocer el potencial divino que tienen. Ellos son hijos espirituales de nuestro Padre Celestial y poseen una capacidad infinita. Merced a un nutrimiento apropiado y a su propia y humilde dedicacin, pueden mejorar y cultivar sus talentos y habilidades.
Permita que los maestros hagan planes para su propio mejoramiento

Si los maestros perciben que usted los ama y que aprecia sus esfuerzos, estarn ms dispuestos a pedirle que les ayude. Cuando le consulten, aydeles a que preparen sus propios planes para mejorarse. Este procedimiento hace honor al concepto de que los maestros (y, en este caso, los lderes) tienen que ayudar a otros para que asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje y desarrollo (vase El ayudar a las personas a aceptar la responsabilidad que tienen de aprender el Evangelio, pgs. 6667). La gente siempre aprende ms y progresa mejor cuando toma su propia iniciativa. Generalmente es mejor que los maestros se desarrollen paulatinamente empleando sus propios planes a que los lderes traten de exigirles que lo hagan con mayor rapidez (vase El establecer un plan para mejorar su mtodo de enseanza, pgs. 2528).
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F
MTODOS DE ENSEANZA
Pa rt e F : M TOD O S D E E N S E A N Z A
MTODOS DE ENSEANZA
Esta parte de La enseanza: El llamamiento ms importante presenta muchos mtodos diferentes para ensear el Evangelio. Dichos mtodos se enumeran alfabticamente. Usted deber escoger con esmero, teniendo siempre en cuenta los principios que est enseando y las necesidades de sus alumnos. Al seleccionar los mtodos, repase la informacin en Cmo ensear con variedad, pgs. 99100, Cmo escoger mtodos apropiados, pg. 101, y Cmo escoger mtodos eficaces, pgs. 102103).
Mtodo Pgina Actividades con dibujos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .181 Actividades para captar la atencin . . . . . . . . . . .181 Anlisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .181 Aportacin de ideas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .181 Ayudas visuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .182 Cajas con rodillos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .183 Casos para analizar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .184 Comparaciones y lecciones prcticas . . . . . . . . . .184 Deliberaciones de mesa redonda . . . . . . . . . . . . .186 Demostraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .187 Dioramas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .187 Discursantes invitados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .188 Disertaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .188 Dramatizaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .188 Ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .189 Escrituras, ayudas para el estudio de ellas . . . . . .190 Escrituras, enseanza en base a ellas . . . . . . . . . .191 Escrituras, lectura en voz alta . . . . . . . . . . . . . . . .191 Escrituras, marcas y anotaciones al margen . . . . .191 Escrituras, memorizacin de pasajes . . . . . . . . . .191 Estaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .191 Figuras de papel que se puedan parar . . . . . . . . .191 Franelgrafos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .191 Historias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .192
Mtodo Pgina Hojas de ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .194 Juegos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .196 Lminas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .198 Lecciones prcticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .198 Lecturas en conjunto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .198 Mapas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .198 Materiales audiovisuales (videocasetes y grabaciones de audio) . . . . . . .199 Memorizacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .199 Msica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .200 Msica con narraciones (relatos cantados) . . . . . .202 Pizarras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .203 Preguntas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .204 Recitaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .204 Relatos cantados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .204 Representaciones dramticas . . . . . . . . . . . . . . . .204 Retroproyectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .205 Semejanzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .205 Sesiones de consulta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .206 Teatro de lectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .207 Tcnicas de aplicacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .207 Tteres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .208 Versos de movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
ACTIVIDADES CON DIBUJOS

Una manera de ayudar a los alumnos para que entiendan los principios del Evangelio es pedirles que dibujen. El dibujar les permitir analizar y expresar su entendimiento y sus sentimientos en cuanto a los relatos y principios del Evangelio que se estn estudiando.
Ejemplos de actividades con dibujos

Pida a los alumnos que dibujen escenas que se relacionen con el tema de la leccin. Por ejemplo, podra pedirles que hagan dibujos acerca de sus hogares, sus familias, un da festivo, el diezmo o su preparacin para ir al templo. Pida a los alumnos que dibujen un mural o una tabla cronolgica que se relacione con la leccin. Disponga las cosas de modo que puedan trabajar juntos con una hoja larga de papel. Relteles una historia y entonces pdales que hagan algunos dibujos que expresen lo que hayan podido sentir al escucharla. Despus de relatarles una historia, pida a cada persona que haga un dibujo acerca de una determinada parte de esa historia. Pdales luego que empleen esos dibujos para repetir la historia. Usted podra asimismo combinar esos dibujos y mostrrselos en una caja con rodillos (vase Cajas con rodillos, pg. 183). Cnteles o hgales escuchar la grabacin de un himno o una cancin de la Primaria y despus pdales que hagan dibujos para ilustrar lo que hayan pensado o sentido al escuchar ese himno o cancin.
Cuando sea el momento de continuar con la leccin, podra pedirles que se expliquen, unos a otros, lo que hayan dibujado. Pdales que expliquen cmo sus dibujos se relacionan con la leccin. Invteles a que compartan sus sentimientos acerca de lo que hayan dibujado. A veces es til exponer los dibujos durante la leccin. Si est enseando una clase en la Iglesia, sugiera a los alumnos que lleven los dibujos a casa para mostrrselos a su familia. Esto les ayudar a recordar lo que han aprendido y tambin ofrecer a los padres una oportunidad para analizar con sus hijos algunos principios del Evangelio.
ACTIVIDADES PARA CAPTAR LA ATENCIN

Las actividades para captar la atencin de los alumnos pueden utilizarse para fomentar su inters y ayudarles a concentrarse en el tema de la leccin. Dichas actividades deben ser breves y orientadas directamente hacia la leccin. Con frecuencia se emplean al principio de la clase, pero tambin pueden utilizarse para captar la atencin de los alumnos durante el transcurso de las lecciones y para facilitar una transicin de una parte a otra de la leccin. Muchas lecciones en los manuales publicados por la Iglesia incluyen sugerencias sobre actividades para captar la atencin de la clase. Para obtener sugerencias en cuanto al uso y el desarrollo de actividades para captar la atencin, vase Cmo empezar la leccin, pgs. 104105, y Cmo ayudar a los alumnos para que presten atencin, pgs. 7678).
ANLISIS
Vase Cmo dirigir los anlisis en clase (pgs. 6870).
Pautas para llevar a cabo actividades con dibujos

Cuando pida a sus alumnos que hagan dibujos como parte de una leccin, asegrese de que tal actividad se relacione con los principios que les est enseando. Sin embargo, no permita que la actividad llegue a ser el punto principal de la leccin. Simplifquela de modo que los alumnos puedan completarla en corto tiempo y asegrese de tener preparados con antelacin todos los materiales necesarios. Al pedirles que dibujen, aliente a los alumnos para que empleen su imaginacin. Trate de no hacer sentir a los nios que deben dibujar de una manera determinada. A medida que dibujen, felictelos a todos de igual manera por sus esfuerzos. Si necesitara tener una idea de lo que alguien est dibujando, no le pregunte: Qu es eso?, sino dgale ms bien: Descrbeme tu dibujo. En ocasiones, podra usar las pginas para colorear de la seccin Amigos de la revista Liahona. Cuando tengan que colorear dibujos del Salvador, recurdeles que deben ser respetuosos y reverentes.
APORTACIN DE IDEAS
En una actividad de aportacin de ideas, el maestro presenta una pregunta o situacin determinada y concede a los miembros de la clase unos breves momentos para que sugieran con toda libertad algunas soluciones o ideas.
Ejemplos de actividades de aportacin de ideas

Usted podra utilizar una actividad de aportacin de ideas para referirse a alguna necesidad que haya en su familia, su qurum o su clase. Por ejemplo, podra encomendar a sus alumnos que organicen una actividad de servicio, que sugieran maneras para invitar a miembros menos activos a participar en alguna actividad o que compartan ideas sobre cmo mejorar los esfuerzos relacionados con el programa de orientacin familiar. Usted podra tambin emplear la aportacin de ideas para estimular ideas acerca de un tema especfico en una leccin. Por ejemplo, podra pedir a sus alumnos que dediquen unos minutos a preparar una lista de las bendiciones
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que han recibido a travs del sacerdocio o de las cosas que pueden hacer a fin de ser buenos ejemplos como miembros de la Iglesia.
Aclarar relaciones entre ideas, personas y lugares

Una maestra de la Sociedad de Socorro deseaba ayudar a las hermanas a entender mejor cmo Romanos 5:34 indica una relacin entre las tribulaciones y la esperanza. Para ello, dibuj un simple diagrama:
Cmo efectuar una actividad de aportacin de ideas

1. Explique lo que es una actividad de aportacin de ideas. Mencione a sus alumnos que les dar algunos minutos para que contribuyan sus ideas. Asegrese de hacerles entender que no los criticar ni se burlar de tales ideas y aydeles para que comprendan que tampoco ellos deben criticar o burlarse de las ideas de cada uno. A raz de la naturaleza de las actividades de aportacin de ideas, quizs tendr que recordarles que deben ser reverentes tanto en sus acciones como en sus sugerencias. 2. Presente una pregunta o circunstancia especfica. Asegrese de que todos sepan cunto tiempo les conceder para que den sugerencias. 3. Permita que sus alumnos colaboren con sus ideas. Si vacilan en comenzar, quizs sea necesario que usted mismo les sugiera algunas ideas. Trate de encontrar maneras de incluir a toda persona que demuestre cierta indecisin en participar. 4. A medida que sus alumnos ofrezcan sugerencias, usted u otra persona debe anotarlas en la pizarra o en una hoja de papel. 5. Al concluir el tiempo previamente designado, analice con sus alumnos las sugerencias que hayan dado. Invteles a refinar sus ideas y a comentar acerca de cmo se relacionan con la leccin. Si el propsito de la actividad era decidir en cuanto a alguna medida a tomar, tal como una actividad de servicio o un plan de invitar a miembros menos activos para que participen en alguna actividad, aydeles a escoger una de esas sugerencias y entonces aydeles a planear cmo llevar a cabo tal sugerencia. 6. Si comparten ideas que son sinceras pero que representan una doctrina falsa, dedique tiempo durante la leccin para corregirlas de forma amable.
Prueba [experiencia] Paciencia Tribulacin
Esperanza
Entonces pidi a las hermanas que consideraran cmo es que la tribulacin promueve la paciencia y las invit a que mencionaran algunos ejemplos especficos de sus propias vidas. A medida que las hermanas continuaban analizando el diagrama, fueron descubriendo cmo la tribulacin, la paciencia, la prueba [experiencia] y la esperanza constituyen algo muy significativo para ellas personalmente. Una clase de la Escuela Dominical estaba estudiando la historia que ocurri en el camino a Emas (vase Lucas 24:135). El maestro utiliz un mapa de las Escrituras para ayudar a que sus alumnos calcularan la distancia entre Jerusaln y Emas. Luego les mostr un mapa de su propia ciudad indicando distancias similares entre dos lugares que todos ellos reconocan. Esto les ayud a comprender aproximadamente cunto tiempo se necesitara para recorrer a pie esa distancia y a apreciar mejor lo que ocurri en la conversacin entre Jess y Sus discpulos.
Comunicar emociones y proporcionar reconfirmacin espiritual

Un maestro utiliz la pizarra para ilustrar Doctrina y Convenios 84:88 a una clase para misioneros. Quera que los misioneros sintieran que la influencia del Seor poda rodearlos. Entonces ilustr de la siguiente manera cada frase del pasaje de las Escrituras:
(1) Y quienes os reciban, all estar yo tambin, (5) y mi Espritu estar en vuestro corazn, (4) y a vuestra siniestra, (2) porque ir delante de vuestra faz. (3) Estar a vuestra diestra (7) para sosteneros.
AYUDAS VISUALES (vase tambin LMINAS)

Todos aprendemos por medio de nuestros sentidos. En situaciones formales de enseanza tendemos a depender principalmente del habla, pero los maestros que desean incrementar la capacidad de sus alumnos para entender y aprender tambin utilizan ayudas visuales. La mayora de las personas aprenden y recuerdan mejor lo que se les ensea cuando se les presentan ideas empleando lminas, mapas, combinaciones de palabras u otras ayudas visuales en vez de que simplemente se recurra al habla. Los siguientes ejemplos muestran algunas cosas que usted podra lograr utilizando ayudas visuales:
(6) y mis ngeles alrededor de vosotros,
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Este simple arreglo de las palabras de ese pasaje de las Escrituras contribuy a que los misioneros pudieran sentir profundamente la promesa protectora del Seor. Se suscit entonces una interesante conversacin cuando el maestro les pidi que hablaran en cuanto a sus temores en cuanto a la obra misional y la confianza que tenan en que la promesa del Seor habra de ayudarles.
CAJAS CON RODILLOS

Como se muestra abajo, una caja con rodillos es la que se usa para exhibir dibujos o lminas que se han colocado en un rollo. Este instrumento de enseanza permite una manera divertida para que los nios vean ilustraciones, especialmente si las han preparado o dibujado ellos mismos. Las cajas con rodillos pueden utilizarse para demostrar diferentes aspectos de un principio del Evangelio, tales como varias maneras de santificar el da de reposo. Tambin pueden emplearse para mostrar un relato de las Escrituras o de la historia de la Iglesia.
Ayudar a los alumnos a entender la secuencia

Las ayudas visuales pueden contribuir a que sus alumnos entiendan la secuencia de ciertos acontecimientos. Por ejemplo, una tabla cronolgica puede ayudarles a entender la secuencia de los acontecimientos a medida que estudien temas tales como el ministerio de Jess, los viajes misionales de Pablo o la historia de la Iglesia de la antigedad.
Ayudar a los alumnos a entender los principios

Cuando los alumnos pueden visualizar las secuencias en las Escrituras, con frecuencia logran entender ms claramente los principios. A la mayora de los miembros de la Iglesia se les ha enseado el plan de la felicidad en forma visual. El preparar un diagrama de la vida premortal, la vida terrenal, la vida despus de la muerte, el juicio final y los tres reinos de gloria es muy til para ayudarnos a entender la secuencia del plan. Las ayudas visuales pueden incrementar la comprensin de los alumnos en cuanto a principios intangibles. Por ejemplo, usted podra representar el poder mediador de la Expiacin de Jesucristo con la siguiente ilustracin:
Cmo confeccionar una caja con rodillos

1. Corte una abertura a un lado de una caja grande de cartn. Tal abertura debe ser apropiada para exhibir una ilustracin a la vez. 2. Corte dos palos que sean unos 15 centmetros ms largos que el ancho de la caja de cartn. Quizs podra usar palos de escoba o tubos de cartn como los que se encuentran en los rollos de papel para envolver. 3. Haga dos agujeros a cada lado de la caja por donde introducir los palos, tal como se muestra en la ilustracin. 4. Introduzca los palos por los agujeros de la caja. 5. Distribuya entre los nios unas hojas de papel y lpices de colorear. Pida a cada uno de los nios que dibuje un aspecto diferente de un principio del Evangelio o de cierta historia. Una vez que hayan hecho los dibujos, pguelos uno al otro con cinta adhesiva en la secuencia apropiada de manera que formen un solo rollo. Tambin podra pedirles que cada uno dibuje en una seccin diferente de una sola hoja larga de papel. 6. Adhiera los extremos del rollo a los palos. Los nios podran usar cajas pequeas, lpices y tiras largas de papel para confeccionar sus propias cajas con rodillos.
EXPIACIN
Pu e n t e
En nuestro estado cado, somos impuros. Ninguna cosa impura puede morar con Dios.
Mediante el poder mediador de la Expiacin de Jesucristo podemos reconciliarnos con Dios.
Ayudar a que los alumnos puedan recordar

Una leccin acerca de cmo ayudar a los pobres y a los necesitados podra enriquecerse mostrando la lmina de Cristo y el joven rico. En esta lmina, el Salvador le seala al joven rico un grupo de personas necesitadas y le dice: Anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrs tesoro en el cielo; y ven, sgueme, tomando tu cruz (Marcos 10:21). Esta lmina puede ayudar a que sus alumnos recuerden que deben ayudar a los necesitados.
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CASOS PARA ANALIZAR

Los casos para analizar son situaciones basadas en la realidad que inspiran a los alumnos a meditar o analizar lo que podran hacer en circunstancias similares. Pueden ayudar a demostrar la forma en que los principios del Evangelio se aplican a nuestra vida diaria. Usted podra emplear un caso para analizar con objeto de estimular una deliberacin, para destacar el principio central de una leccin o para concluir una leccin determinada. Los casos para analizar pueden basarse en casos especficos o en situaciones imaginarias de tono real. Si emplea un caso para analizar basado en una historia verdadera, podra explicar en cierto punto de la leccin el resultado de la historia.
casos para analizar. Sin embargo, en ocasiones a lo mejor usted prefiera desarrollar un caso para analizar empleando sus propias ideas. Para hacerlo, siga los siguientes pasos: 1. Tenga especialmente en cuenta los principios que est preparndose para ensear. Entonces, piense en circunstancias que se relacionen con esos principios y adptelas a las edades de las personas a quienes ensea. 2. Preprese para presentar las situaciones con un sentido de realidad y de una manera que estimule a los alumnos a reflexionar y a analizar (vase Cmo dirigir los anlisis en clase, pgs. 6870; La enseanza por medio de las preguntas, pgs. 7375; Historias, pgs. 192194). 3. Considere lo que podra decir o hacer para reafirmar los principios despus de que se haya llevado a cabo el anlisis.
Ejemplos de casos para analizar

A continuacin se ofrecen cuatro ejemplos de casos para analizar con algunas preguntas para llevar a cabo el anlisis.
COMPARACIONES Y LECCIONES PRCTICAS

Con frecuencia es difcil ensear los aspectos abstractos del Evangelio: los principios tales como la fe, el arrepentimiento, el amor, la Expiacin de Jesucristo, la remisin de los pecados y la redencin. El lder Boyd K. Packer dijo: Cuando enseamos el Evangelio no volvemos a crear el mundo material que nos rodea sino que nos referimos al mundo intangible dentro de nosotros mismos, y en ello hay una gran diferencia. No disponemos de ninguna herramienta comn para ello. El comunicarle a un nio la idea acerca de un gato es mucho ms fcil que ensearle la idea de la fe. La fe es algo muy difcil de describir. Por ejemplo, de qu tamao es la fe? No demoramos en reconocer que de nada nos sirve el concepto del tamao. No es fcil ensearle a un jovencito que nada sabe en cuanto a la fe refirindonos a cantidad, como por ejemplo, mucha fe o poca fe. Tampoco podemos decirle qu color tiene la fe, ni qu forma o qu textura tiene. Entonces el lder Packer ofreci un mtodo de enseanza que podemos utilizar para ensear en cuanto a los principios intangibles: Asociar la idea invisible con un objeto tangible que el alumno ya conozca y entonces edificar sobre ese conocimiento (Teach Ye Diligently, edicin revisada [1991], pgs. 3132). Usted podra utilizar comparaciones y lecciones prcticas para ayudar a que sus alumnos entiendan los principios abstractos o intangibles. Juntamente con el empleo de historias y de su testimonio personal, estos mtodos le brindan un excelente juego de herramientas para la enseanza de realidades eternas que no podemos percibir con nuestros sentidos naturales. Al emplear comparaciones y lecciones prcticas, recuerde que siempre tienen que confirmar el propsito de la leccin y que no deben desmerecer los principios del Evangelio que est enseando.
Tratar con bondad a los dems

Has estado jugando y divirtindote toda la maana con algunos amigos de tu vecindario. Una jovencita que se halla visitando a una familia al otro lado de la calle sale de su casa y parece que desea jugar con ustedes. Qu deberas hacer?
Pagar un diezmo ntegro

Se acerca el fin de diciembre y el hermano Jurez y su esposa estn revisando sus finanzas y descubren que, si pagan los diezmos, no podrn pagar algunas cuentas. Si estuvieran en el lugar de los hermanos Jurez, qu haran?
Compartir el Evangelio
Durante meses has estado haciendo planes para ir al templo con otros hombres y mujeres jvenes del barrio para efectuar bautismos por los muertos. Un amigo que no es miembro de la Iglesia te invita a una fiesta esa misma tarde. T le respondes que no puedes asistir a esa fiesta y tu amigo te pregunta qu otra cosa hars esa tarde. Qu le responderas?
Tomar decisiones correctas

Un amigo te invita a ver una pelcula que t sabes que es inapropiada. Qu podras decirle para rechazar tal invitacin?
Cmo desarrollar un caso para analizar

Algunas lecciones de los manuales publicados por la Iglesia contienen historias que podran ser utilizadas como
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Comparaciones
El Salvador sola con frecuencia referirse a experiencias o a objetos terrenales ordinarios para ayudar a quienes lo escuchaban a entender los principios espirituales. Se describi a S mismo como el pan de vida (Juan 6:35) y como el buen pastor (Juan 10:11, 14). Ense a Sus discpulos que buscaran a las ovejas perdidas (vase Mateo 10:58) y a que alimentaran Sus corderos (vase Juan 21:1517). El Seor compar el reino de los cielos a un tesoro, a una perla preciosa y a una red de pescar (vase Mateo 13:4448). Compar la fe a una semilla de mostaza (vase Mateo 17:20). l dijo que a la gente se la conoce por sus frutos (vase Mateo 7:1520). En Sus lecciones, una puerta estrecha pas a ser el camino hacia la vida eterna (vase Mateo 7:1314) y Sus discpulos se convirtieron en pescadores de hombres (vase Mateo 4:1819). Habl de juntar a Su pueblo como una gallina junta a sus polluelos bajo sus alas (vase Mateo 23:37). Mediante la prctica y la imaginacin, usted puede encontrar en objetos comunes algunas aplicaciones del Evangelio. Por ejemplo, la oracin puede compararse a una radio, una bendicin patriarcal puede compararse a la Liahona, y la esperanza puede compararse a la luz del sol que atraviesa las nubes. Usted podra percibir lecciones en las experiencias que tenga en su trabajo, en los quehaceres domsticos o en su relacin con otras personas (vase Trate de encontrar lecciones en toda circunstancia, pgs. 2324). El lder Packer sugiri una frmula para encontrar comparaciones: ____________________ es como ____________________ Como se muestra a continuacin, esta frmula podra emplearse para ensear acerca del arrepentimiento. El principio intangible del arrepentimiento se nos aclara ms al compararlo con algo simple, comn y corriente. El lder Packer lo ense as: [Tomemos] el tema del arrepentimiento. el jabn El arrepentimiento es como En qu podemos pensar que le resulte familiar a cualquier persona y que pueda compararse al arrepentimiento? Supongamos que utilizamos la idea del jabn. el jabn El arrepentimiento es como (vase Teach Ye Diligently, pgs. 3637; vase tambin pg. 34).
La fe es como una armadura. Las Escrituras son como un bote salvavidas en aguas turbulentas. El pecado es como la arena movediza.
Lecciones prcticas
Al igual que las comparaciones, las lecciones prcticas relacionan principios intangibles a cosas comunes y corrientes. No obstante, para una leccin prctica se usan objetos materiales en lugar de simplemente referirse a ellos con palabras. Por ejemplo, para ayudar a que los alumnos comprendan el efecto limpiador del arrepentimiento, el maestro podra mostrarles una barra de jabn y aun usarlo para lavarse la suciedad de las manos.
Otros ejemplos de lecciones prcticas

Los siguientes ejemplos ilustran cmo utilizar las lecciones prcticas: Para ensear que las ordenanzas y los convenios son inseparables, muestre a la clase una moneda. Luego pregunte qu lado de la moneda es ms importante. (Ninguno es ms importante que el otro.) Pregunte a los alumnos si pueden separar los lados de la moneda. Entonces explqueles que, as como ambos lados de la moneda son inseparables, tambin lo son las ordenanzas y los convenios. Tambin destqueles que las ordenanzas y los convenios son necesarios para poder entrar a la presencia de Dios, tal como las monedas suelen requerirse para obtener entrada a algunos programas o eventos. Para recalcar el hecho de que toda persona es importante, pida a los alumnos que armen un rompecabezas sencillo del cual haya escondido una pieza. Cuando indiquen que les falta una pieza, entrgueselas y pregnteles por qu es tan importante. Explqueles entonces que cada una de las piezas del rompecabezas es como cada miembro de una familia o de una clase. Cada persona es importante. Para ilustrar la importancia del Evangelio, muestre un mapa y pregunte para qu usamos los mapas. Compare entonces el mapa al Evangelio, explicndoles que, tal como un mapa, el Evangelio de Jesucristo nos gua, ayudndonos a seguir el camino que nos conducir a la vida eterna con nuestro Padre Celestial. Para ensear acerca de nutrir la palabra de Dios una vez que sta haya sido sembrada en nuestro corazn (vase Alma 32:2843), dibuje en la pizarra dos plantas: una exuberante con tierra buena y hmeda, y otra marchita en terreno seco e infecundo.
Otros ejemplos de comparaciones

A continuacin se ofrecen otras comparaciones que usted podra emplear al ensear el Evangelio: El estudio de las Escrituras es como un banquete. Los nios son como tesoros.
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Cundo emplear comparaciones y lecciones prcticas

Las comparaciones y las lecciones prcticas pueden emplearse de diversas maneras, pero son especialmente provechosas cuando es necesario: Captar la atencin de los alumnos. Usted podra usar comparaciones y lecciones prcticas para fomentar rpidamente el inters, atraer la atencin del alumno y presentar el tema o principio de una leccin. Ofrecer un esquema para la leccin. En ocasiones, podra desarrollar toda una clase basndose en una comparacin o en una leccin prctica. Concluir, resumir y alentar. Despus de ensear un principio del Evangelio, usted podra emplear una comparacin o una leccin prctica para resumir lo que se haya analizado y motivar a sus alumnos a que se decidan a efectuar cambios significativos en su vida.
sona pueda participar (vase Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares [1999], pg. 388). 3. Ayude a los integrantes de la mesa redonda a prepararse para la deliberacin. Considere las siguientes sugerencias: a. Aydeles a entender en qu consiste la deliberacin y cules son sus responsabilidades, incluso cualquier estudio o preparacin que se les requiera. Tambin infrmeles en cuanto a las edades y a las necesidades de los miembros de la clase, el tipo de presentacin que le agradara tener y el tiempo de que dispondrn para presentar su material. b. Aydeles a obtener toda la informacin que necesiten para participar en la deliberacin. c. Si el grupo habr de presentar nuevas ideas o informacin, asigne a cada miembro del mismo un determinado aspecto del tema por lo menos con una semana de anticipacin a fin de que todos puedan prepararse debidamente para la deliberacin. Podra asimismo suministrarles algunas referencias de las Escrituras, manuales de lecciones u otra informacin. d. Si los miembros del grupo van a concentrarse en un problema especfico, renase con ellos antes de la deliberacin y entrgueles una lista de las preguntas que debern analizar. Permita que cada persona escoja dos o tres preguntas que le agradara contestar. e. Justamente antes de la presentacin, permita que los integrantes de la mesa redonda intercambien entre s algunas ideas sobre los temas que analizarn.
DELIBERACIONES DE MESA REDONDA

Una deliberacin de mesa redonda consiste en un grupo de dos o ms miembros de la clase o invitados que posean algn conocimiento o experiencia especial a quienes se les asigna analizar un determinado tema. Las deliberaciones de mesa redonda son dirigidas por un moderador, generalmente el maestro mismo. Usted podra emplear deliberaciones de mesa redonda para presentar informacin o para analizar cmo vivir un principio del Evangelio o cmo resolver un problema. Las deliberaciones de mesa redonda ofrecen a los miembros de la clase la oportunidad de expresar sus pensamientos sobre una gran variedad de temas. Si les pide que presenten un nuevo material o que analicen problemas de inters para el grupo, los miembros de la clase participarn ms activamente en el aprendizaje.
Cmo dirigir una deliberacin de mesa redonda

1. Arregle el saln de modo que la clase pueda ver y escuchar bien a los integrantes de la mesa redonda. 2. Cuando llegue el momento de iniciar la deliberacin, presente a los miembros de la mesa redonda y el tema que analizarn. 3. A medida que usted o la persona a quien se le haya asignado ser el moderador dirija la deliberacin y formule preguntas a los integrantes de la mesa redonda, asegrese de que se les ofrezca tiempo suficiente para que respondan. Gran parte del xito de una deliberacin de mesa redonda depende del moderador. Esta persona establece el tono espiritual para la presentacin y gua la deliberacin manteniendo los comentarios dentro del tema o problema, apremiando el paso de la actividad cuando se retrase y estimulando la participacin de todos los integrantes del grupo. 4. Permita que los miembros de la clase hagan preguntas a los integrantes de la mesa redonda. 5. Al finalizar la deliberacin, presente un resumen de lo que se haya analizado.
Cmo prepararse para una deliberacin de mesa redonda

1. Escoja un tema que sea apropiado para la leccin y para la edad de los miembros de la clase. Prepare con anticipacin las preguntas que les har sobre ese tema a los integrantes de la mesa redonda. 2. Con la debida antelacin, escoja a los miembros de la mesa redonda que se sientan cmodos para responder preguntas ante el grupo. Limite de tres a cinco el nmero de participantes. Una mesa redonda de ms de cinco integrantes podra requerir demasiado tiempo y no todos tendran suficiente oportunidad para comentar sobre los temas. Si desea invitar a alguien que posea un conocimiento o una experiencia especial, recuerde que necesitar la aprobacin del obispo antes de que esa per-
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DEMOSTRACIONES
En ciertas ocasiones quizs usted considere que la mejor manera de ensear un determinado principio o habilidad es por medio de una demostracin. Las demostraciones pueden emplearse para ensear tales habilidades como dirigir canciones e himnos, prestar primeros auxilios, hornear pan, atar nudos, utilizar materiales de historia familiar o realizar una ordenanza del sacerdocio. Despus de hacerles una demostracin, podra entonces ofrecer a los alumnos la oportunidad de practicar el procedimiento. Si decidiese invitar a alguien ms para que demuestre un procedimiento o habilidad, asegrese de ofrecerle ayuda a esa persona al prepararse para ello.
2. Demostracin. Mustreles cmo utilizar el mtodo, el procedimiento o la aptitud. Esto debe ofrecer un ejemplo o modelo que los alumnos puedan seguir. 3. Prctica. Permita que los alumnos practiquen el procedimiento. Durante ese momento, usted debe observarlos, ensearles y ayudarles cuando sea necesario. Manifieste una actitud paciente, comprensiva, positiva y alentadora. En la pgina 190 se encuentra un ejemplo de cmo emplear una demostracin para ensear un principio.
DIORAMAS (vase tambin FIGURAS DE PAPEL QUE SE PUEDAN PARAR)

Los dioramas son pequeas escenas en las que se colocan figuras. Las figuras o dioramas sencillos pueden contribuir a que las historias sean inolvidables e interesantes para los nios.
Cmo preparar y presentar una demostracin

A fin de preparar una demostracin, siga los siguientes pasos: 1. Si usted mismo presentar la demostracin, practquela de antemano. Asegrese de que cumplir sus objetivos y de que podr presentarla dentro del tiempo disponible. Adems, asegrese de que sea apropiada para sus alumnos de modo que no se sientan frustrados al tratar de practicar algo que sea nuevo para ellos. 2. Examine todos los materiales y el equipo necesarios. Asegrese de que los objetos a utilizar sean suficientemente grandes para que todos puedan verlos o de que podr describrselos bien si fuesen muy pequeos. Si pide a otra persona que haga la demostracin y usted no espera que sta proporcione los materiales necesarios para ello, pdale que le entregue con anticipacin una lista de lo que habr de necesitar a fin de que usted lo consiga. Si se espera que los alumnos repitan el procedimiento a ensearse en tal demostracin, prepare tambin todo el material y equipo que hayan de usar. Asimismo, podra entregar a cada uno de ellos una hoja conteniendo un resumen del procedimiento, e indicar tanto en la hoja como en la demostracin cualquier medida o ingrediente pertinente. 3. Podra ser conveniente pedir a otras personas que entiendan el procedimiento que ayuden mientras los alumnos practican la aptitud que se haya demostrado. En tal caso, hable con dichas personas por anticipado. 4. Arregle el saln de clases de manera que todos puedan ver y escuchar bien. 5. Si fuera necesario, haga los arreglos necesarios para limpiar el lugar despus de la demostracin. Para presentar una demostracin, siga los siguientes pasos: 1. Explicacin. Ayude a los alumnos a entender el propsito de la demostracin y las razones del procedimiento. Aydeles tambin a ver cmo el mtodo, el procedimiento o la aptitud habrn de ser de provecho para ellos.
Ejemplos de dioramas y figuras
TARJETAS PLEGADAS
PIEDRAS
MANTA VARILLAS
MASA SALADA
PLATO DE PAPEL
CARTN
PIEDRECITAS
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Usted podra pedirles a sus alumnos que le ayuden a preparar dioramas y figuras durante la clase o que traigan algunas figuras para usarlas en los dioramas que usted ya haya preparado.
abarcar con rapidez grandes cantidades de material, presentar alguna informacin nueva para sus alumnos o resumir una leccin.
Cmo ofrecer disertaciones

Las disertaciones son generalmente ms eficaces cuando los alumnos son mayores de edad que cuando son muy pequeos, ya que a stos tal vez se les dificulte permanecer sentados en silencio cuando se les requiere que escuchen sin poder distraerse con otras cosas. No obstante, aun las personas adultas podran cansarse de escuchar si la disertacin no se presenta bien. Las siguientes pautas pueden ayudarle a presentar disertaciones eficaces: Familiarcese bien con la leccin a fin de no tener que leer el material palabra por palabra. Ello le ayudar a mantener un contacto visual con los alumnos. Utilice algunas ayudas visuales, tales como lminas, carteles, grficas, mapas, pizarras, o bien, transparencias que se utilicen con el retroproyector. Estos materiales aumentan el inters y estimulan la atencin. Relacione la disertacin con situaciones cotidianas a fin de que sus alumnos puedan aplicar los principios a su vida personal. Emplee un lenguaje que los alumnos puedan entender con facilidad. Vaya cambiando el volumen y el tono de su voz para dar variedad a la disertacin y recalcar puntos importantes. En lo posible, permita que se hagan preguntas y que se analice el tema que est explicando. Aunque una disertacin le permite cubrir mucho ms material del que podra cubrirse de otro modo, la mayora de las lecciones deben permitir, de alguna manera, la participacin de los alumnos.
Receta para masa salada

1 taza de sal 4 tazas de harina 1 cucharada de aceite de cocina 2 tazas de agua Colorante de cocina (optativo) Mezcle la sal con la harina. En otro recipiente, mezcle el aceite, el agua y, si lo desea, el colorante. Luego agregue el aceite y el agua a la mezcla de harina y sal, y mzclelo. Amase la mezcla hasta que se forme una masa, y pngala en un recipiente hermtico para conservarla blanda. Los dioramas hechos con cajas y platos pueden utilizarse para presentar ms de una historia.
DISCURSANTES INVITADOS
En algunas ocasiones quizs desee invitar a alguien para que hable ante sus alumnos como parte de una leccin. Por ejemplo, un asesor del Sacerdocio Aarnico podra invitar a un ex misionero para que hable a los jvenes acerca de lo que deben hacer para prepararse para el servicio misional.
Cmo proceder con un discursante invitado

Usted debe pedir la aprobacin de su obispo antes de invitar a un discursante que no sea miembro de su barrio (vase Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares [1999], pg. 388). Una vez que haya conseguido la aprobacin del obispo, siga los pasos siguientes: 1. Invite al discursante invitado con la debida anticipacin. Hgale saber cul es el tema de la leccin, las edades de los miembros de la clase, lo que usted cree que sus alumnos deben aprender de su presentacin y el tiempo que deber tomar. Entrguele entonces una copia de la leccin del manual. 2. Si planea hacerle preguntas al discursante invitado, prepare de antemano dichas preguntas y entrguele con antelacin una copia. 3. Presente al discursante invitado a la clase antes de que proceda a hablarles.
DRAMATIZACIONES
En una dramatizacin, algunas personas actan como personajes de una historia. Mediante dramatizaciones de relatos tomados de las Escrituras, de la historia de la Iglesia o de las revistas de la Iglesia, sus alumnos pueden obtener un mayor entendimiento de los principios del Evangelio.
Tipos de dramatizaciones
Hay varios tipos de dramatizaciones. Por ejemplo, usted podra:
DISERTACIONES
A veces es mejor que simplemente se expliquen ciertos principios o acontecimientos histricos especficos en lugar de efectuar un anlisis en clase u otra actividad para la enseanza. Las disertaciones pueden ser muy eficaces si se presentan en momentos apropiados, como cuando debe
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Leer un relato (o pedir que otra persona lo lea) mientras algunos participantes lo protagonizan en silencio. Relatar un acontecimiento y entonces pedir que algunos participantes lo protagonicen con o sin palabras. A los nios pequeos frecuentemente les agrada tomar parte
repetidamente en una historia representando cada vez a diferentes personajes. Preparar libretos con anticipacin para que algunos participantes los lean ante la clase. Pedir que algunos participantes representen con mmica una historia conocida y pedir que los dems miembros de la clase adivinen de qu historia se trata. Entrevistar a alguien como si se tratara de un personaje de las Escrituras o de la historia de la Iglesia. Por ejemplo, podra pedir que esa persona represente a Sem, uno de los hijos de No, y que relate acerca de la predicacin de No, el diluvio, el arca y el da en que No y su familia pudieron caminar otra vez sobre tierra firme. (Si planea presentar tal entrevista, deber hablar anticipadamente con la persona a quien asigne tal participacin, hacindole saber qu preguntas le har.)
queos, quizs podra hacerles preguntas que los induzcan a pensar, tales como Qu hars ahora? o Y ahora, qu vas a decir?. Las dramatizaciones no deben ocupar todo el tiempo de la leccin. Asegrese de reservar suficiente tiempo al final de la dramatizacin para preguntar a los alumnos qu fue lo que aprendieron. Aydeles a relacionar el mensaje de la dramatizacin con la leccin y con sus propias vidas.
Advertencias en cuanto a la personificacin de la Trinidad en dramatizaciones

Dios el Padre y el Espritu Santo no deben ser representados en ninguna reunin, en ninguna actuacin dramtica ni presentacin musical. Si se representara al Salvador, debe hacerse con suma reverencia y dignidad. Solamente a personas de gran carcter deber considerarse para representarlo. La persona que lo represente deber decir solamente las palabras del Salvador de las Escrituras. La persona que represente al Salvador no debe cantar ni bailar. Al concluir la presentacin, la persona que lo haya representado no deber usar en la antesala ni en ningn otro lugar la vestimenta utilizada para ello, sino cambiar a ropas comunes de inmediato. El Salvador no debe ser representado por nios en la dramatizacin, excepto cuando se trate de la escena de la Navidad (Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares [1999], pg. 334). Usted podra pedir a un narrador que lea las palabras del Salvador tomadas de las Escrituras.
Cmo preparar y realizar dramatizaciones

Sin tener en cuenta cmo se haya de llevar a cabo cualquier dramatizacin, es necesario que se relacione claramente con la leccin. Toda dramatizacin debe ayudar a que sus alumnos recuerden los principios del Evangelio que les est enseando. Deben comunicar mensajes que sean sencillos y especficos. No deben desmerecer ni deslucir el carcter sagrado de los acontecimientos histricos o de las Escrituras. Alguna vestimenta sencilla, tales como tnicas y sombreros pueden contribuir a que las dramatizaciones sean ms interesantes, especialmente para los nios. Tambin podra resultar de gran ayuda el usar tarjetas de identidad con los nombres de los personajes representados por los participantes. Algunos alumnos tal vez no estn muy dispuestos a representar personajes de las Escrituras o de la historia de la Iglesia; sin embargo, usted podra encontrar maneras para alentarles a participar en las dramatizaciones. Por ejemplo, algunos nios pequeos quizs se sientan ms cmodos haciendo el papel de animalitos. Adems, tal vez les gustara crear los efectos de sonido, tales como imitar el sonido del viento o de pasos apurados. Si algunos de ellos no quieren participar, no se lo exija. Para llevar a cabo una dramatizacin: 1. Pregunte quines desearan participar voluntariamente en dramatizaciones y asgneles los personajes correspondientes. 2. Ayude a los participantes para que entiendan la historia que habrn de dramatizar y a los personajes que representarn. 3. Durante la dramatizacin, ayude a los participantes segn lo necesiten. Quizs necesiten que les indique lo que han de decir o hacer. Si est enseando a nios pe-
EJEMPLOS
Imagine estar explicando cmo deben marcarse las Escrituras a personas que nunca antes hayan visto que alguien lo hiciera. Posiblemente tendran dificultad para entenderlo si usted tratara de explicarlo con palabras solamente, pero es probable que lo comprendieran bien si les mostrara algunos ejemplos que usted hubiera marcado en sus propios libros cannicos. Imagine estar explicando lo que es el diezmo a algunos nios que no entienden lo que el trmino dcima parte significa. Entenderan ms claramente el significado del diezmo si les mostrara, por ejemplo, 10 monedas sobre una mesa y entonces tomara una de ellas y la pusiera en un sobre de diezmos. Como maestro del Evangelio, quizs sea necesario que ayude con frecuencia a alguien a entender algo que antes no haya entendido muy bien. Una manera de lograrlo es utilizando ejemplos. Es muy importante enunciar principios y explicar cmo ponerlos en prctica, pero por lo general su enseanza ser ms eficaz cuando tambin ofrezca ejemplos ilustrativos.
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A menudo, usted debe dar ejemplos para ayudar a que los alumnos comprendan mejor lo que les ensea. En la pgina 79 de este libro encontrar la historia de un maestro que en una leccin de la Primaria debera haber usado un ejemplo en cuanto al principio de la revelacin. Present cuidadosamente la leccin empleando toda una variedad de mtodos eficaces. Casi al final de la leccin, el maestro formul entonces una pregunta de repaso: Quin tiene autoridad para recibir revelaciones para la Iglesia?. Todos los nios levantaron la mano. Todos conocan la respuesta: el Presidente de la Iglesia. Pero el maestro descubri, casi accidentalmente, que sus alumnos no saban lo que quiere decir revelacin. Si les hubiera dado unos pocos ejemplos sencillos al principio de la leccin, tales como alguna experiencia personal en la que fue guiado por el Espritu Santo o la historia de cuando el Seor le habl a Jos Smith en la Primera Visin, todo habra sido diferente.
nnicos y explicarles cmo utilizarlas, pdales que busquen en ellos la Gua para el Estudio de las Escrituras, las notas al pie de pgina y otras ayudas. Entonces indqueles cmo emplearlas.
Ejemplos que demuestran principios

Algunos principios pueden demostrarse. La siguiente historia ilustra cmo una maestra de la Primaria demostr el principio de compartir: La maestra de un grupo de nios de tres aos de edad se refiri brevemente al tema de compartir y entonces les relat dos historias cortas acerca de unos nios que haban compartido sus pertenencias. Luego coloc unos diarios sobre el piso y entreg a cada nio una bola de arcilla. Les indic que su propia bola de arcilla era ms pequea que las de ellos e invit a cada uno, uno por uno, a compartir un poco con ella. Al principio, los nios vacilaban, pero cuando vieron que ella estaba dispuesta a compartir con ellos, empezaron a disfrutar de la tarea de compartir, no solamente con la maestra sino entre ellos. La leccin permiti que los nios no slo definieran el concepto de compartir, sino que adems experimentaran los sentimientos que son parte del aprender a compartir (Janelle Lysenko, Tools for Teaching Tots, Ensign, marzo de 1987, pg. 71).
Cmo utilizar ejemplos

Hay varias maneras de utilizar ejemplos. Lo importante es emplear ejemplos que ayuden al alumno a entender claramente lo que les est enseando. A continuacin se ofrecen algunas ideas al respecto.
Ejemplos comunes de ideas no comunes

Si est analizando un concepto desconocido para sus alumnos, podra utilizar ejemplos especficos y conocidos que les ayuden a entenderlo. Por ejemplo, si est refirindose a las ordenanzas del sacerdocio, podra entonces decir: El bautismo, la Santa Cena y el casamiento por la eternidad en el templo son ejemplos de ordenanzas del sacerdocio. Si est refirindose a los profetas, podra decir: Adn, Abraham y Moiss fueron profetas de la antigedad. Algunos ejemplos de profetas de los ltimos das son Jos Smith, David O. McKay, Ezra Taft Benson y Gordon B. Hinckley. Esto podra ser algo difcil cuando se trate de conceptos intangibles, tales como la fe, la remisin de los pecados o la redencin. Por lo general es mejor ensear estos conceptos con historias, comparaciones o lecciones prcticas (vase Comparaciones y lecciones prcticas, pgs. 184186).
Historias que ofrecen ejemplos de personas que viven los principios del Evangelio
Algunos principios, tales como la fe, el amor, la lealtad y el arrepentimiento, no pueden demostrarse porque se refieren a realidades espirituales que no alcanzamos a ver. Pero empleando historias usted puede describir ejemplos de personas que viven tales principios. Por ejemplo, para ensear acerca de la integridad, usted podra utilizar la historia de Jos, en Egipto, cuando se escap de la esposa de Potifar. Usted podra ensearles en cuanto a la lealtad relatndoles la historia de John Taylor y Willard Richards quienes arriesgaron voluntariamente su vida al permanecer con el profeta Jos Smith y su hermano Hyrum en la crcel de Cartaghe. Tambin podra compartir con sus alumnos algunas de sus propias experiencias personales. Las historias ficticias, incluso algunas parbolas, podran ofrecer ejemplos de cmo vivir los principios del Evangelio. (Para encontrar pautas y sugerencias sobre cmo emplear historias, vase Historias, pgs. 192194).
Ejemplos que demuestran habilidades

Con frecuencia, la mejor manera de ensear una habilidad es demostrar cmo se hace. Por ejemplo: Para ayudar a otras personas a preparar una leccin, comparta con ellas una resea que usted haya diseado. En vez de simplemente informarles cules son las ayudas para el estudio disponibles en sus propios libros ca-
ESCRITURAS, AYUDAS PARA EL ESTUDIO DE ELLAS

Vanse las pginas 6163.
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ESCRITURAS, ENSEANZA EN BASE A ELLAS

Vase El ensear en base a las Escrituras, pginas 5964.
FIGURAS DE PAPEL QUE SE PUEDAN PARAR (vase tambin DIORAMAS)

Los maestros pueden utilizar figuras de papel que se puedan parar a fin de facilitar el relato de una historia o ilustrar un determinado principio en una leccin.
ESCRITURAS, LECTURA EN VOZ ALTA

Vase la pgina 61.
Cmo confeccionar una figura de papel que se pueda parar

1. Doble un pedazo de papel grueso por la mitad. 2. Con el doblez hacia arriba, dibuje la figura en el papel. Asegrese de extender el dibujo hasta el doblez. Podra entonces pedir que los miembros de su familia o de la clase coloreen y decoren la figura. 3. Recorte la figura asegurndose de no hacerlo a lo largo del doblez hasta donde extendi la figura.
NO CORTAR
ESCRITURAS, MARCAS Y ANOTACIONES AL MARGEN

Vanse las pginas 6364.
ESCRITURAS, MEMORIZACIN DE PASAJES

Vase Memorizacin, pginas 199200.
ESTACIONES
Las estaciones son lugares donde diferentes maestros llevan a cabo actividades educativas. Los alumnos se dividen en grupos iguales y van rotando de una estacin a otra. En cada estacin una determinada persona dirige una actividad y permanece en ese lugar para presentar la misma informacin o demostracin a cada grupo que llega a esa estacin. Usted o el lder de cada estacin debe llevar el control del tiempo a fin de asegurarse de que cada grupo tome el mismo tiempo en cada actividad. Usted podra tocar msica cada vez que deba indicar el momento en que cada grupo debe proseguir a la prxima estacin. Reserve el tiempo necesario para presentar un resumen de la experiencia con todos los miembros de la clase.
NO CORTAR
FRANELGRAFOS
Los franelgrafos son tablas porttiles sobre las cuales se colocan figuras para ilustrar una historia que se va a relatar. Este instrumento es muy eficaz para ensear a los nios. Si va a utilizar un franelgrafo, podra invitar a sus alumnos para que coloquen las figuras en l. Despus de utilizar uno para relatar una historia, podra permitir que los nios vuelvan a usar las figuras para repetirla.
Ejemplos de estaciones
Muestre objetos que correspondan a un determinado tema y tenga personas que los expliquen. Por ejemplo, podra tener estaciones sobre produccin y almacenamiento de comestibles en el hogar, almacenamiento de agua, suministro de combustibles y estuches para emergencias. Disponga que los maestros en diferentes estaciones analicen algunos aspectos de las relaciones familiares, tales como la funcin de los padres, la disciplina o la comunicacin. Haga los arreglos necesarios para que en cada estacin alguien caracterice a un determinado personaje de las Escrituras y que explique cmo tal personaje es un ejemplo de alguien que vive fielmente el Evangelio. Prepare estaciones con simples ejemplos de trabajos manuales, juegos o actividades de la poca de los nios pioneros.
Cmo fabricar un franelgrafo

Para fabricar un franelgrafo: 1. Corte un pedazo de cartn, madera contrachapada u otro material semejante. 2. Corte un trozo de franela, fieltro, niln peinado o arpillera basta de color slido que sea suficientemente grande para que se traslape 5 cm por cada lado del cartn o la madera. 3. Con el dorso de la tela hacia abajo, coloque el cartn o madera en el centro de la misma. Recoja entonces el excedente de la tela sobre los bordes del cartn o madera y sujtela con goma o con cinta adhesiva.
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Cmo hacer figuras para el franelgrafo

Para crear sus propias figuras para el franelgrafo: 1. Haga un dibujo o calque y coloree un dibujo de una revista, manual u otro material de la Iglesia. 2. Recorte la figura. 3. Pegue la figura con goma o cinta adhesiva sobre un trozo de papel ms grueso. 4. Adhiera un trozo de franela, papel de lija u otro material spero a la parte de atrs del papel grueso. Esto ayudar a que la figura pueda colocarse sobre el franelgrafo. Tambin se pueden ordenar lminas con dibujos de personas, animales y objetos varios para los franelgrafos por medio del Catlogo de materiales de la Iglesia, en el que se refieren como Recortes para ayudas visuales.
ladrones mientras viajaba de Jerusaln a Jeric. Dos hombres pasaron de largo junto al herido, pero slo un tercero un samaritano se detuvo y le ayud (vase Lucas 10:2935). Cuando Jess termin de relatar la parbola, le pregunt al abogado: Quin, pues, de estos tres te parece que fue el prjimo del que cay en manos de los ladrones?, a lo que el hombre respondi: El que us de misericordia con l. Entonces Jess le dijo: Ve, y haz t lo mismo (Lucas 10:3637).
Cmo seleccionar historias

Para seleccionar historias, formlese a usted mismo las preguntas que se dan a continuacin para asegurarse de que la historia sea apropiada y provechosa. stas y otras preguntas se encuentran en Cmo escoger mtodos apropiados, pg. 101, y Cmo escoger mtodos eficaces, pgs. 102103. Fomentar la presencia del Espritu? Concuerda con el carcter sagrado de lo que estoy enseando? Edificar y fortalecer a mis alumnos? Ayudar a que mis alumnos entiendan mejor el principio que les estoy enseando? Contribuir a que empleemos bien el tiempo de la leccin?
HISTORIAS
A todos nos agradan las buenas historias. Las historias enriquecen las lecciones y captan el inters de los alumnos como muy pocos mtodos de enseanza logran hacerlo. Pueden emplearse para contestar preguntas, presentar o reforzar principios, o resumir las lecciones. Pueden ser particularmente eficaces para aclarar y ensear principios del Evangelio al ofrecer ejemplos de un estilo de vida recto, permitiendo que todos los que las escuchan las comprendan en su propio nivel de entendimiento. Cuando se emplean debidamente, las historias captan los valores y las emociones de los alumnos. Pueden ayudarles a poner en prctica los principios del Evangelio al participar en los grandes acontecimientos de las Escrituras, en momentos de decisin, dificultades y problemas, y en las bendiciones de vivir el Evangelio de Jesucristo. Las historias contribuyen a que los principios sean fciles de entender y de recordar. Muestran de maneras realistas e inspiradoras cmo los principios del Evangelio pueden aplicarse en nuestra vida. Por ejemplo, para ensear una leccin sobre la fe, usted podra compartir con sus alumnos la explicacin de Alma en cuanto a que si tenemos fe, [tenemos] esperanza en cosas que no se ven, y que son verdaderas (Alma 32:21). Pero su leccin ser ms completa si tambin contara una historia en la que alguien demuestre ejercer una inmensa fe, tal como el caso de David cuando pele con Goliat (vase 1 Samuel 17:2050, y en particular los versculos 26, 3237 y 4547). El Salvador es el Maestro de maestros y el ejemplo que debemos seguir en toda nuestra enseanza del Evangelio. l frecuentemente empleaba historias cuando enseaba. Sus parbolas son excelentes ejemplos de cmo utilizar historias para ensear. Por ejemplo, un abogado le pregunt, Quin es mi prjimo?, y l le respondi refirindole el caso de un hombre que fue golpeado y despojado por unos
Diferentes tipos de historias

Usted podra utilizar historias de su propia experiencia personal. Tambin podra emplear historias sobre otras personas, como por ejemplo, de las Escrituras, de la vida de lderes de la Iglesia y de la vida de otras personas que usted conozca o sobre las cuales haya ledo alguna vez. Para determinados propsitos, podra asimismo usar historias ficticias, tales como parbolas o cuentos populares.
Experiencias personales
El relatar experiencias personales podra tener un poderoso efecto en ayudar a otros a vivir los principios del Evangelio. Cuando usted relata algo que haya experimentado personalmente, est actuando como un testigo viviente de las verdades del Evangelio. Si habla con veracidad y verdadera intencin, el Espritu confirmar la verdad de su mensaje en el corazn de sus alumnos. Las experiencias personales de aquellos a quienes ensea tambin pueden tener una influencia positiva en los dems. El lder Bruce R. McConkie ense: Probablemente el mtodo perfecto de presentar historias que estimulen la fe es ensear lo que encontramos en las Escrituras y entonces estamparle un sello de viviente realidad relatando algo similar que haya sucedido en nuestra dispensacin y
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[acontecido a] nuestra gente y ms idealmente a nosotros mismos como personas (The How and Why of Faith-promoting Stories, New Era, julio de 1978, pg. 5). Al relatar experiencias personales, usted y sus alumnos deben tomar las siguientes precauciones: No hablar sobre cosas sagradas a menos que lo induzca el Espritu. El Seor ha dicho: Recordad que lo que viene de arriba es sagrado, y debe expresarse con cuidado y por constreimiento del Espritu (D. y C. 63:64). Evitar el sensacionalismo, lo cual significa decir algo slo para provocar un efecto de asombro. Evitar asimismo intentar producir fuertes emociones en los alumnos. No adornar ni exagerar las experiencias personales por ninguna razn. No relatar experiencias con el solo propsito de enaltecerse a s mismo. No hablar de pecados o transgresiones anteriores.
Historias acerca de otras personas

Las Escrituras y la historia de la Iglesia estn repletas de relatos acerca de hombres, mujeres y nios que pusieron en prctica los principios del Evangelio en su vida. Por ejemplo, usted podra ensear en cuanto a la oracin relatando la historia de cuando Ens or al Seor por s mismo, por su pueblo y por sus enemigos. Tambin podra ensear acerca de la oracin utilizando la historia de Jos Smith cuando suplic a Dios en la Arboleda Sagrada. Y hay un sinnmero de historias instructivas y conmovedoras relacionadas con fieles miembros de la Iglesia en la actualidad que usted podra compartir con sus alumnos. Cuando las utilice, tenga en cuenta las pautas siguientes: Tal como con sus experiencias personales, asegrese de actuar en armona con el Espritu. Evite el sensacionalismo y no adorne ni exagere el contenido de dichas historias. Asegrese de relatarlas con veracidad. No utilice historias acerca de otras personas que quizs no sean verdaderas o que contengan elementos falsos. Antes de presentar una historia, recurra a su fuente de informacin para confirmar si se ajusta a los hechos. Si una historia no ha sido impresa o relatada pblicamente, obtenga la autorizacin de la persona sobre quien se trata antes de relatarla.
historias ficticias estudiando la forma en que el Seor empleaba parbolas para ensear a la gente. Se refiri a un hombre prudente que edific su casa sobre la roca y al insensato que construy la suya sobre la arena (vase Mateo 7:2427); a una mujer que barri su casa hasta encontrar la moneda que haba perdido (vase Lucas 15:810), y al hijo prdigo que derroch su herencia pero fue luego recibido de vuelta al hogar por su padre (vase Lucas 15:1132). Cuando somos receptivos a la influencia del Espritu podemos aprender grandes verdades de estas parbolas y de las muchas otras que ense el Salvador. Como lo explica la Gua para el Estudio de las Escrituras, las parbolas son comparaciones y ensean verdades espirituales asemejndolas a cosas o circunstancias fsicas (vase Gua para el Estudio de las Escrituras, Parbola, pg. 159). As es con todas las historias ficticias que ensean apropiadamente los principios del Evangelio. Las historias pueden aclarar los principios del Evangelio para que se entiendan mejor, cobren vida en nuestra imaginacin y sean memorables. Para sugerencias sobre cmo emplear comparaciones para ensear las verdades del Evangelio, vase Comparaciones y lecciones prcticas, pgs. 184186. Al prepararse para utilizar historias ficticias, recuerde las siguientes pautas: Asegrese de que sus alumnos comprendan que esas historias no son verdicas. As como con otras clases de historias, asegrese de que sean apropiadas, de buen gusto y que estn en armona con el Espritu. La revista Liahona frecuentemente contiene historias ficticias que pueden utilizarse para complementar y enriquecer sus lecciones. Para obtener ejemplos de un uso eficaz de las historias en la enseanza del Evangelio, estudie los discursos de las conferencias generales.
Pautas para preparar y relatar una historia

Tenga una razn para relatar una historia. No emplee una historia solamente para entretener a sus alumnos. Relacione la historia con el principio del Evangelio que es parte del tema u objetivo principal de la leccin. Si la historia no es verdica, advirtaselo a la clase. Escoja historias inspiradoras de su propia vida, de las Escrituras, de las revistas y manuales de la Iglesia, de la historia de la Iglesia y de la vida de las Autoridades Generales. Al compartir historias de su propia vida personal, evite mencionar cualquier pecado o transgresin que haya cometido en el pasado. Recuerde que las historias que utilice deben ser apropiadas para las edades del grupo al que est enseando.
Historias ficticias
Hay un cierto lugar para las historias ficticias en la enseanza del Evangelio. Usted podra aprender cmo utilizar
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Antes de compartir una historia con sus alumnos, lala varias veces con mucho cuidado a fin de familiarizarse bien con ella. Al hacerlo, determine si va a emplear o no sus propias palabras. Si una historia contiene descripciones y dilogos muy expresivos, podra ser ms provechoso leerla. Determine cunto tiempo tendr disponible para relatar la historia. Si es necesario abreviarla, incluya solamente los personajes y acontecimientos que sean necesarios para que sea fcil seguir el hilo de la historia. Si ha de relatar una historia con sus propias palabras, haga un bosquejo mental o en una hoja de papel de la secuencia de los eventos que contiene. Practique repitindola en voz alta con sus propias palabras. Emplee palabras y descripciones que le agreguen inters y colorido. Planee cmo habr de ayudar a quienes le escucharn para que visualicen la historia en su imaginacin. Quizs podra crear un mayor inters en la historia si utiliza ayudas visuales, tales como haciendo algunos dibujos en la pizarra o mostrando determinados objetos que se relacionen con la historia. Por ejemplo, antes de relatar la historia de cmo se recibi el Libro de Mormn, podra mostrar una lmina de Moroni escondiendo las planchas de oro en el Cerro de Cumorah. Podra hacer preguntas, tales como Qu nos muestra esta lmina? o Por qu est haciendo esto Moroni? Comience la historia con un comentario interesante, utilizando palabras que presenten un vvido panorama de los personajes y el lugar. Por ejemplo, para iniciar el relato acerca del Salvador apaciguando la tempestad, podra leer de las Escrituras: Y he aqu que se levant en el mar una tempestad tan grande que las olas cubran la barca (Mateo 8:24). Disfrute relatarles la historia. Hgalo con un tono de voz natural, con inters y conviccin. Despus de relatar la historia, analice con sus alumnos cmo el principio que la misma ensea se aplica a nuestra propia vida.
Antes de contarles la historia, explqueles algunas de las palabras que quizs no logren entender. Eso le ayudar a relatar la historia sin interrupcin. Si lee de un libro con ilustraciones, haga pausas frecuentes para mostrrselas a los nios. Mustreselas por tanto tiempo como considere necesario a fin de que todos puedan verlas antes de proseguir con la lectura. Si los nios hacen comentarios o preguntas, respndales de manera simple y concisa. Prosiga luego con la historia. A los nios pequeos les agrada mucho que se les repitan las historias. Si est repitindoles una historia, comience a hacerlo y entonces pregnteles: Qu pas despus? Tambin podra arrojar un pequeo saquito relleno de frijoles o algn juguete suave a uno de los nios y pedirle que diga algo sobre la historia. Ese nio entonces arrojara el saquito o el juguete a otro nio, y as sucesivamente, hasta que terminen de repetir la historia. Combine varios pasajes de un relato de las Escrituras y asigne a diferentes alumnos que vayan leyndolos consecutivamente. Los nios podran disfrutar si les permiten que se sienten en el suelo frente a usted a medida que les relata una historia. A los nios les podra agradar mucho presentar una dramatizacin de la historia despus de haberla escuchado.
HOJAS DE EJERCICIOS
Las hojas de ejercicios proporcionan actividades por escrito para ayudar a los alumnos a evaluar su entendimiento de un determinado principio del Evangelio, a aprender nueva informacin o repasar conceptos esenciales. Usted podra prepararles hojas de ejercicios para presentar, recalcar o repasar algunas partes importantes de una leccin. Una hoja de ejercicios podra asimismo ofrecerles un recordatorio de cierta leccin para que la lleven a sus hogares y la compartan con sus familias.
Sugerencias adicionales para relatar una historia a nios pequeos

Tenga en cuenta la edad de los nios y adapte la historia a su capacidad para prestar atencin y a su entendimiento. Planee maneras de hacerles participar en la historia. Por ejemplo, podra pedirles que sostengan algunas lminas o que repitan ciertas frases.
Ejemplos de hojas de ejercicios Hoja de ejercicios para evaluar

Usted podra utilizar una hoja de ejercicios para ayudar a sus alumnos a evaluar cmo un determinado principio del Evangelio forma parte actualmente de su vida y para descubrir entonces en qu forma podran mejorar. Emplee una hoja de ejercicios como la que se sugiere a continuacin para comenzar una leccin. Explique a los alumnos
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que si responden no a cualquiera de las preguntas, la leccin les ayudar a entender cmo vivir mejor ese principio y aun les sugerir una o dos maneras de lograrlo. Qu clase de ejemplo soy? S No Escucho con respeto las opiniones de otras personas? Hablo siempre en forma positiva acerca de otras personas? Trato a los miembros de mi familia con amor? Soy honrado en mi trabajo? Acto en forma positiva? Conservo mi lenguaje limpio y puro? Es adecuada y limpia mi apariencia? Guardo los mandamientos? Leo con regularidad las Escrituras? Ayudo con entusiasmo a los dems? Veo solamente pelculas y programas de televisin apropiados? Leo solamente buenos libros y revistas? Soy generoso en cuanto a mi tiempo y mis talentos? Soy una persona responsable?
Cronologa
Prepare una hoja de ejercicios con una lista de varios hechos histricos o partes de un relato de las Escrituras y haga que sus alumnos los ordenen por nmero. Por ejemplo: Cristo visit a los nefitas. (3) Mormn muri. (4) Lehi abandon Jerusaln. (2) La civilizacin de los jareditas progres grandemente. (1) Jos Smith recibi las planchas de oro. (5)
Complete los espacios en blanco

Prepare oraciones omitiendo algunas palabras. Pida entonces a los alumnos que completen los espacios en blanco con las palabras correctas. Proporcineles aparte las respuestas en forma desordenada. Por ejemplo:
Si alguno de _________ tiene _________ de sabidura, _________ a _________ , el cual _________ a todos _________ y sin _________ , y le ser _________ (Santiago 1:5).
Respuestas: Dios, da, vosotros, falta, dada, abundantemente, pdala, reproche
Aplicacin de las Escrituras

Usted podra utilizar hojas de ejercicios para repasar y aplicar el material de lecciones actuales y anteriores. Escoja varios pasajes de los Escrituras que se relacionen con principios del Evangelio que hayan estudiado recientemente. Repase con sus alumnos esos pasajes de las Escrituras para asegurarse de que los entiendan. Escriba luego las referencias en la pizarra. Presente un caso para analizar breve (vase Casos para analizar, pgina 184). Pida a sus alumnos que escojan por lo menos uno de los pasajes de las Escrituras y que lo apliquen al caso para analizar. Entregue a cada persona una hoja de papel y una lapicera o lpiz. Pdales entonces que escriban el pasaje o pasajes de las Escrituras que hayan escogido, lo que esos pasajes ensean y cmo pueden aplicarse al caso para analizar.
Correlaciones
Haga una lista con nombres de profetas en una columna y en otra escriba lo que destaca a cada uno de ellos. Pida entonces a los alumnos que correlacionen los nombres con los acontecimientos, como se sugiere a continuacin.
Lehi Nefi Helamn Mormn Moroni Dirigi a 2.000 jvenes guerreros Compil el Libro de Mormn Sac a su familia de Jerusaln Escondi las planchas de oro en Cumorah Obtuvo las planchas de bronce de Labn
Letras entremezcladas
Usted podra pedir a sus alumnos que correlacionen un sinnmero de temas del Evangelio. Por ejemplo, podran correlacionar los Artculos de Fe con sus correspondientes nmeros, o correlacionar los deberes del sacerdocio con los pertinentes oficios del mismo. Las palabras con letras entremezcladas pueden emplearse de varias maneras. Por ejemplo: Entremezcle las letras de algunas palabras y pida a sus alumnos que las ordenen para deletrear correctamente esas palabras. La siguiente hoja de ejercicios contiene palabras con letras entremezcladas que se relacionan con las habilidades que los misioneros deben cultivar:
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IADUTESR (Estudiar) INACCOR (Cocinar) CNLHAPAR (Planchar) CRHAE CCJEEIOIR (Hacer ejercicio)
ESCOR (Coser) IITAMRRNSDA ONEDIR (Administrar dinero) RSENEA (Ensear) SLODMAE (Modales)
lecciones publicados por la Iglesia, en las revistas de la Iglesia y en el Manual de sugerencias para la noche de hogar.
Cmo seleccionar juegos

Al escoger juegos para sus lecciones, asegrese de que: Recalquen los principios que est enseando. Sean apropiados para la circunstancia en que ensee. Sean apropiados para las edades de sus alumnos y el nmero de personas en el grupo. Sean fciles de entender. Tomen solamente poco del tiempo de la leccin. En algunos casos, un juego podra requerir una mayor porcin de la leccin, pero tales situaciones son la excepcin y no la regla. No inciten a la competencia. Debe evitarse el adjudicar premios a los ganadores. Ofrezcan a todos los alumnos la oportunidad de participar y de experimentar el xito. Usted deber elogiar de igual manera a todos los alumnos por sus buenos esfuerzos.
STENOMITOI (Testimonio) MZIPELIA (Limpieza) Entremezcle algunas palabras y pida a sus alumnos que las ordenen para completar una frase, un pasaje de las Escrituras, el ttulo de una cancin o un Artculo de Fe. Por ejemplo: los siempre mandamientos obedece (Siempre obedece los mandamientos [Himnos, N 197; Canciones para los nios, pgs. 6869]). lo y Seor que har ir mandado el ha (Ir y har lo que el Seor ha mandado [1 Nefi 3:7]).
Pautas para preparar y utilizar hojas de ejercicios

Se pueden preparar hojas de ejercicios interesantes al adaptar la informacin y las ideas tomadas de los manuales y las revistas de la Iglesia. Las hojas de ejercicios deben ser preparadas de acuerdo a la edad de los alumnos. Deben ser instructivas y agradables. No deben ser muy difciles. Los alumnos pueden trabajar individualmente o la clase puede dividirse en grupos pequeos entre cada uno de los cuales se deben distribuir diferentes hojas de ejercicios. La informacin contenida en cada hoja de ejercicios podra anotarse en la pizarra y en tal caso ser resuelta por la clase completa. Disponga de suficientes lpices o bolgrafos para todos los alumnos. Las hojas de ejercicios no deben tomar mucho tiempo. No obstante, se debe conceder suficiente tiempo a la clase para que sus miembros la completen. Despus de otorgar a cada uno un tiempo determinado para completar la hoja de ejercicios, repasen las respuestas. Ayude a que cada uno sienta que ha hecho un buen trabajo al completar su correspondiente hoja de ejercicios. Ayude asimismo a los que parezcan tener dificultades para completarlas.
Ejemplos de juegos Juegos de emparejamiento

En este juego, los alumnos deben encontrar dos tarjetas con informacin o dibujos que coincidan entre s. Considere el siguiente ejemplo, el cual podra usar en una clase de la Primaria: Obtenga 12 trozos de papel de igual tamao que sean suficientemente grandes para que todos puedan verlos. En una mitad de los papeles, pegue o dibuje algo que se relacione con la leccin. En la otra mitad, escriba descripciones de los dibujos y en el lado opuesto de todos los 12 papeles, numrelos del 1 al 12. En el momento oportuno durante la leccin, coloque los papeles en el suelo o pguelos sobre un cartel, de modo que puedan verse los nmeros; no es necesario que queden en orden numrico. Para efectuar el juego, pida que cada persona, por turno, escoja dos trozos de papel. D vuelta a los papeles para verificar si contienen un dibujo y su correspondiente informacin. Si coinciden, squelos de su lugar. Si no coinciden, pngalos nuevamente en el suelo de modo que se vean sus nmeros y permita que otra persona escoja otros dos trozos de papel. Una vez que todos los dibujos y las descripciones hayan coincidido, analice la forma en que se relacionan con la leccin. Quizs prefiera usar una de las siguientes variaciones de este juego:
JUEGOS
Los juegos suelen ofrecer variedad a las lecciones y permitir que los alumnos se relacionen entre s. Usted podra encontrar algunas ideas sobre juegos en los manuales de
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Escriba la mitad de un pasaje de las Escrituras en un trozo de papel y el resto del pasaje en otro. O escriba parte de una frase tomada de las Escrituras en un trozo de papel y el resto en otro. Por ejemplo, en algunos pares de papel podra escribir Restauracin y del Evangelio; La visin de Lehi y del rbol de la vida; y la barra y de hierro. Escriba el nmero de cada Artculo de Fe en 13 trozos de papel diferentes y en otros 13 trozos de papel escriba algunas palabras claves de cada artculo.
Juego de respuestas
Escriba en diferentes trozos de papel algunas preguntas que ayuden a los alumnos a repasar lo que han aprendido al final de la leccin. Coloque los trozos de papel en un frasco o algn otro tipo de recipiente. Para repasar la leccin, escoja a uno de sus alumnos al tirarle un saquito relleno de frijoles o algn otro objeto suave, y pdale entonces que tome un trozo de papel del recipiente o caja y conteste la pregunta que contiene. Luego pdale que le arroje el saquito de frijoles a otra persona para que esa persona entonces escoja otro papel del recipiente y responda la pregunta correspondiente.
Juego de adivinanzas
En este juego, el maestro ofrece una serie de pistas para que los alumnos puedan identificar a una persona en particular, un lugar, un objeto, un relato de las Escrituras o un principio determinado. Usted podra emplear este juego para dar comienzo a una leccin o destacar una parte de ella. Para efectuar este juego, ofrezca pistas que ayuden a sus alumnos a identificar a una persona o un objeto que se relacione con la leccin. Ofrezca una pista a la vez para darles la oportunidad de adivinar despus de cada pista. Comience con pistas generales y vaya hacindolas cada vez ms especficas hasta que alguien responda correctamente. Por ejemplo, podra utilizar las siguientes pistas para que los alumnos identifiquen al profeta Moiss: Soy un profeta del Antiguo Testamento. Habl cara a cara con Dios. Me cri una princesa egipcia. Mi portavoz fue un hombre llamado Aarn. Rescat del cautiverio a los hijos de Israel. Quizs podra utilizar una de las siguientes variaciones para este juego: Divida la clase en parejas. Diga una palabra a una de las personas de cada pareja. La persona que conoce la palabra da entonces una pista a su compaero o compaera para ayudarle a adivinar cul es esa palabra. Por ejemplo, si la palabra que da a una persona es bautismo, esa persona puede sugerir a su compaero la palabra agua, pila o inmersin. Si da a la persona la palabra No, sta podra dar pistas tales como diluvio, animales, arca, paloma o arco iris. D a una persona cierta palabra. Pida que los dems adivinen cul es haciendo hasta un mximo de 20 preguntas, las cuales deben contestarse s o no. Pida que una persona haga un dibujo ilustrando cierto tema, una persona o un relato. Haga que los dems adivinen lo que el dibujo representa.
Juego de mesa
En un juego de mesa, los participantes van moviendo las piezas desde el punto de partida hasta el de llegada al contestar preguntas y seguir las instrucciones que unas tarjetas previamente preparadas contienen. Un juego de mesa, como el del ejemplo que sigue, puede hacerse con un tablero o cartn grueso o se puede dibujar en la pizarra. Si utiliza el juego de mesa, se pueden utilizar monedas o algunos otros objetos pequeos como las piezas para el juego. Si utiliza la pizarra, utilice tiza para ir indicando el avance de los jugadores. Las tarjetas de juego deben ensear o repasar principios del Evangelio. Por ejemplo, podra preparar tarjetas con las siguientes declaraciones: Tu hermanito trae a la casa un juguete que le pertenece a su amiguito Juan y dice: Juan tiene muchos juguetes. Estoy seguro de que no echar ste de menos. T le explicas que siendo que el juguete es propiedad de Juan, tiene que devolvrselo. T vas con tu hermanito a devolverle a su amigo el juguete. Puesto que esto es lo correcto que debe hacerse, avanza 6 espacios. No estudiaste para cierto examen escolar. Durante el examen, le copias a la persona que est sentada a tu lado. Puesto que esto no es honrado, retrocede tres espacios. Para llevar a cabo el juego, coloque las tarjetas boca abajo. Haga que los participantes se turnen para escoger una tarjeta, leer su contenido y avanzar o retroceder su pieza de acuerdo con lo que diga la declaracin.
Fin
Comienzo
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LMINAS (vase tambin AYUDAS VISUALES)

Las lminas son valiosos instrumentos para reforzar la idea principal de una leccin y ayudar a que los alumnos continen prestando atencin. Usted podr encontrar lminas para la enseanza del Evangelio en la biblioteca de su centro de reuniones, en Las bellas artes del Evangelio, en los manuales publicados por la Iglesia y en la revista Liahona.
LECCIONES PRCTICAS
Vase Comparaciones y lecciones prcticas, pgs. 184186).
LECTURAS EN CONJUNTO (vase tambin TEATRO DE LECTORES; RECITACIONES)

En una lectura en conjunto, todos los miembros de un grupo leen al mismo tiempo pasajes de las Escrituras, poemas o relatos en prosa. Una lectura en conjunto puede llevarse a cabo en una clase o presentarse ante un auditorio. Usted podra emplear este mtodo para presentar relatos de las Escrituras, historias, poemas o cualquier otra informacin; tambin podra utilizarlo en un programa especial para las fiestas o algn acontecimiento especial.
Cmo exhibir lminas

Usted podra exhibir las lminas en diversas maneras. Por ejemplo, podra: Colocarlas en la ranura para las tizas de la pizarra, sobre un atril o sobre una silla. Pedir que algunas personas las sostengan. Sostenerlas usted mismo. No emplee cinta adhesiva para pegarlas sobre pizarras o paredes pintadas.
Ejemplo de lectura en conjunto

Tema: Los Artculos de Fe Procedimiento: Pida a los alumnos que repasen los Artculos de Fe y que los repitan en conjunto como grupo.
Cmo ensear con lminas

Las lminas pueden ser una parte muy importante al relatar una historia. Por ejemplo, podra ayudar a los nios a repasar una historia pidindoles que coloquen varias lminas en el orden adecuado y entonces que cada uno relate una parte de la historia. Emplee las lminas con originalidad. Por ejemplo, podra usar una lmina de Juan el Bautista en el acto de bautizar a Jess y entonces decir: Cuando Jess viva en la tierra, nos dio un ejemplo que debemos seguir. l saba que nuestro Padre Celestial haba mandado que todos se bautizaran. Luego podra hacerles estas preguntas: Qu nos muestra esta lmina? Cul dijo Jess que es la forma correcta en que debemos ser bautizados? Quin bautiz a Jess? Por qu le pidi Jess a Juan que lo bautizara? Por qu fueron Jess y Juan al ro? Por qu es importante que sigamos el ejemplo de Jess y seamos bautizados como lo fue l? Despus de analizar estas preguntas, podra hacer un resumen de las respuestas de sus alumnos y relacionarlas con la idea principal de la leccin. Recuerde que los pintores se toman ciertas libertades al crear sus obras artsticas. Por consiguiente, no todos los detalles de una lmina deben aceptarse literalmente. Bsese en el relato de las Escrituras para presentar los antecedentes y las circunstancias de un acontecimiento.
Cmo dirigir lecturas en conjunto

Escoja un material que confirme el tema de la leccin. Materiales de tal naturaleza pueden encontrarse en las Escrituras, en los manuales publicados por la Iglesia, en las revistas de la Iglesia y en el libro Canciones para los nios. Si se trata de una lectura en conjunto ante un auditorio, haga que el grupo practique dicha lectura hasta que logren hablar todos juntos. Asegrese de que hablen con claridad y que hagan pausas y cambios en el tono y la velocidad de sus voces para dar nfasis al significado del mensaje que lean. Durante la presentacin, dirjalos para que repitan en conjunto sus partes correspondientes.
MAPAS
Usted puede encontrar mapas en la Gua para el Estudio de las Escrituras, en los manuales de lecciones publicados por la Iglesia, en las revistas de la Iglesia y en la biblioteca del centro de reuniones.
Cmo utilizar los mapas

Usted podra utilizar mapas en sus lecciones de la siguiente manera: Pedir que sus alumnos localicen las ciudades mencionadas en los relatos de las Escrituras o de la historia de la Iglesia que estn estudiando. Dibujar mapas sencillos en la pizarra. Localizar lugares de inters, tales como pases en los que estn sirviendo los misioneros regulares o las ciudades donde existen templos.
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MATERIALES AUDIOVISUALES (VIDEOCASETES Y GRABACIONES DE AUDIO)

Usted podra en ocasiones utilizar videocasetes y grabaciones de audio producidos por la Iglesia como ayuda para ensear principios del Evangelio. Algunos de esos materiales han sido diseados para usarse con lecciones especficas en cursos especficos de estudio. Otros pueden utilizarse en toda una variedad de lecciones. Refirase al Catlogo de materiales de la Iglesia actual para encontrar una lista de materiales audiovisuales disponibles. En el mbito de la Iglesia es frecuentemente ilcito utilizar materiales audiovisuales sujetos a derechos de autor que no sean propiedad de la Iglesia. Para obtener pautas con respecto a las leyes de derechos de autor, vase el Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2: Lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares, (pgs. 390391).
Cmo ayudar a los alumnos a memorizar

Las siguientes ideas pueden ser muy tiles para ayudar a sus alumnos a memorizar. Al considerar estas ideas, tenga en cuenta que sus alumnos recordarn ms ese material si es significativo para ellos. Asegrese de que entiendan el significado de las palabras que estn memorizando. Escriba en la pizarra la primera letra de cada palabra que hayan de memorizar Quizs podra escribir en la pizarra las siguientes letras para ayudarles a memorizar el segundo Artculo de Fe:
C Q L H S C P S P P Y N P L T D A
Vaya sealando cada letra a medida que repita la palabra correspondiente.
Divida el material en frases o lneas breves

A continuacin se dan algunos ejemplos de cmo podra emplear este mtodo: Pida que todos repitan en conjunto algunas frases breves, una a la vez. Por ejemplo, para memorizar Proverbios 3:56, los alumnos podran repetir las siguientes partes del pasaje: (1) Fate de Jehov de todo tu corazn, (2) Y no te apoyes en tu propia prudencia. (3) Reconcelo en todos tus caminos, (4) Y l enderezar tus veredas. Divida a la clase en grupos y asigne a cada grupo una de las frases. Al indicrselo, pida que cada grupo repita su frase. En ocasiones podra hacer que los miembros de cada grupo repitan la frase mentalmente en vez de pronunciarlas en voz alta. Al ir escuchando una y otra vez las frases, finalmente los alumnos podrn repetirlas en su orden correspondiente. Repita las palabras frase por frase, haciendo un alto para permitir que los alumnos pronuncien la frase siguiente. Prepare una copia escrita de las palabras y recorte las frases en tiras. Despus de leer el versculo varias veces, muestre las tiras de papel fuera de orden. Pida entonces a los alumnos que pongan las tiras en el orden correspondiente.
Cmo utilizar materiales audiovisuales

1. Mire o escuche la presentacin antes de utilizarla en la clase. Asegrese de que reafirme o confirme la leccin. 2. Prepare la presentacin de manera que pueda comenzarla en el preciso momento en que la necesite en la leccin. Por lo general, debe emplear slo algunos segmentos breves; las presentaciones audiovisuales no deben ocupar todo el tiempo de la leccin. 3. Coloque el equipo correspondiente antes de comenzar la clase y asegrese de que funcione debidamente. Adems, asegrese de que todos los miembros de la clase puedan or y ver la presentacin desde sus respectivos asientos. Cuando utilice una presentacin como parte de la leccin, asegrese de que sea ms un instrumento para la enseanza que para el entretenimiento. Por ejemplo, podra alentar a los alumnos a que encuentren principios especficos o determinadas circunstancias durante una presentacin de video. O quizs podra pedirles que hagan un resumen del mensaje contenido en una grabacin de audio despus de escucharla.
MEMORIZACIN
Cuando memorizamos pasajes de las Escrituras, citas, himnos y canciones de la Primaria, pueden llegar a ser una fuente de consuelo, gua e inspiracin para nosotros. Al recordarlas, pueden ayudarnos a sentir la influencia del Espritu Santo dondequiera que nos encontremos. La memorizacin requiere un esfuerzo deliberado y concentrado. Usted puede ensear a otras personas algunos mtodos provechosos de memorizacin. Tambin podra sugerirles algn material inspirador para que lo memoricen.
Escriba en la pizarra el material que se tiene que memorizar

Pida a los alumnos que lean el material varias veces. Borre o cubra gradualmente una o varias palabras hasta que los alumnos hayan memorizado todo el material.
Emplee msica
Usted podra usar msica para ayudar a los alumnos a memorizar. Por ejemplo, podra ensearles los distintos libros del Libro de Mormn utilizando las Canciones para los nios, pg. 63. Esto podra asimismo ser un mtodo interesante para ensear a jvenes y adultos.
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Practique varias veces el material memorizado

Es muy importante practicar el material que memorizamos. Al ir determinando cmo habr de practicarlo, considere cun extenso es el material que habr de memorizarse. Un breve pasaje de las Escrituras puede aprenderse de una sola vez. Una nueva cancin puede ensearse un verso a la vez. Una determinada parte para un programa especial podra requerir que se practique varias veces. Repase peridicamente el material con sus alumnos. Aliente a cada persona para que lo practique por su propia cuenta.
MSICA
La Primera Presidencia ha dicho: La msica es una parte esencial de nuestras reuniones de la Iglesia. Los himnos invitan la presencia del Espritu del Seor, inducen a la reverencia, nos ayudan a sentirnos ms unidos y nos dan la oportunidad de alabar al Seor. El canto de los himnos muchas veces es en s un elocuente sermn. Los himnos nos instan a arrepentirnos y a hacer buenas obras, fortalecen nuestro testimonio y nuestra fe, nos consuelan cuando nos sentimos tristes o desesperanzados y nos inspiran a perseverar hasta el fin (Himnos, pg. ix). Si los memorizamos y los recordamos en momentos de dificultad, los himnos nos brindan gran inspiracin y consuelo a travs de toda nuestra vida. El lder Dallin H. Oaks exhort a los miembros de la Iglesia a que emplearan los himnos con mayor frecuencia para fortalecerse a s mismos y fortalecer a los dems: Me pregunto si estamos en realidad aprovechando esta fuente celestial de recursos en nuestras reuniones, en nuestras clases, en nuestros hogares Es preciso que empleemos ms nuestros himnos a fin de ponernos en armona con el Espritu del Seor, de unirnos y de ayudarnos a ensear y a aprender la doctrina. Es preciso que usemos ms los himnos en la enseanza misional, en las clases del Evangelio, en las reuniones de los qurumes, en las noches de hogar y en nuestras visitas de orientacin familiar (vase Adoremos por medio de la msica, Liahona, enero de 1995, pg. 13).
Cuando emplee una cancin para ensear un principio, podra hacerles algunas preguntas a los alumnos para ayudarles a reflexionar sobre el mensaje de la cancin o estimularlos a comenzar un anlisis. Por ejemplo, antes de pedirles que canten Siempre obedece los mandamientos (Himnos, N 197; Canciones para los nios, pgs. 6869), podra preguntarles: Por qu creen que sentimos consuelo y paz cuando obedecemos los mandamientos?. Podra asimismo emplear Viv en los cielos (Canciones para los nios, pg. 148) para ensear a los nios acerca del plan de salvacin. Tambin podra usar Qu firmes cimientos, (Himnos, N 40) para que sus alumnos comprendan que el Salvador nos ayuda a enfrentar toda adversidad. Para ensearles en cuanto al consuelo que podemos recibir cuando fallece uno de nuestros seres queridos, podra emplear Dnde hallo el solaz? (Himnos, N 69). Despus de ensearles un principio del Evangelio, podra preguntar a sus alumnos: Qu himno nos puede ayudar a recordar ese principio?. Canten entonces el himno que hayan sugerido. En cuanto a los nios, podra cantarles una cancin y luego preguntarles cmo esa cancin se relaciona con la leccin e invitarles a que todos la canten con usted.
Cmo ofrecer un entendimiento de las Escrituras

Cada uno de los himnos en el himnario de la Iglesia va acompaado de una referencia de las Escrituras, las cuales tambin se enumeran en el ndice (vase Himnos, pgs. 282285). La mayora de las canciones de Canciones para los nios tambin contienen referencias de las Escrituras. Usted podra recurrir a estas referencias para encontrar canciones que se presten para ensear una leccin en particular. Por ejemplo, si est enseando Juan 13:3435, quizs podra pedir a sus alumnos que canten Amad a otros (Himnos, N 203; Canciones para los nios, pg. 74), que es uno de los himnos que corresponden a estos versculos.
Cmo ayudar a los alumnos para que fortalezcan y expresen sus testimonios
A medida que los alumnos canten himnos y otras canciones de la Iglesia, el Espritu puede darles un testimonio de la veracidad de los principios que se les hayan enseado. Hay algunas canciones cuya letra es en s una expresin de testimonio y, por lo tanto, al cantarlos, la gente puede compartir sus testimonios en conjunto. Algunas de estas canciones son Yo s que vive mi Seor (Himnos, N 73); Soy un hijo de Dios (Himnos, N 196; Canciones para los nios, pgs. 23); Te damos, Seor, nuestras gracias (Himnos, N 10); y Vivi Jess una vez ms? (Canciones para los nios, pg. 45). El presidente Gordon B. Hinckley explic cmo la msica fortaleci su propio testimonio del profeta Jos Smith:
Cmo enriquecer las lecciones con msica

Usted podra utilizar msica de varias maneras para enriquecer sus lecciones e invitar al Espritu. A continuacin se indican algunos ejemplos.
Cmo ensear o repasar un principio del Evangelio

La mayora de los himnos pueden ayudarle a ensear principios del Evangelio o a repasar los principios que ya se hayan analizado.
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Hace muchos aos, cuando a los doce aos de edad me ordenaron dicono, mi padre, que entonces era presidente de nuestra estaca, me llev a mi primera reunin del sacerdocio Al unsono aquellos hombres elevaron sus voces en alabanzas, algunos con acentos de lenguas europeas dado que haban llegado del viejo continente luego de convertirse a la Iglesia, todos cantando estas palabras con gran espritu de conviccin y testimonio: Al gran Profeta rindamos honores. Fue ordenado por Cristo Jess a restaurar la verdad a los hombres y entregar a los pueblos la luz. [Loor al Profeta, Himnos, N 15] Cantaban acerca del profeta Jos Smith y, al hacerlo, mi corazn se llen de amor y creencia en el gran Profeta de esta dispensacin. En mi niez se me haba enseado de l en las reuniones y en clases de nuestro barrio as como en nuestro hogar; pero mi experiencia en aquella reunin del sacerdocio de la estaca fue diferente. Supe entonces, por el poder del Espritu Santo, que Jos Smith ciertamente era un profeta de Dios (vase Al gran Profeta rindamos honores, Liahona, mayo de 1984, pg. 1).
Cmo seleccionar y preparar msica apropiada

Cuando escoja msica para una leccin, consulte los ndices del himnario y de Canciones para los nios a fin de encontrar msica que se relacione con el tema de la leccin. Asimismo, el Catlogo de materiales de la Iglesia indica las grabaciones disponibles en audiocasetes y en discos compactos de msica de la Iglesia. Asegrese de que cualquier msica que planee usar y que no haya sido producida por la Iglesia concuerde con las normas aprobadas (vase la seccin Msica en el Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2, pg. 349). El coordinador del programa de msica de su barrio o el director de msica podrn ayudarle a seleccionar y preparar todo material apropiado. Si usted planea cantar o dirigir un himno o una cancin, asegrese de conocer bien las palabras a fin de poder prestar atencin a la clase en lugar de leer el himnario o libro de canciones.
Sugerencias para dirigir canciones

Repase la seccin El uso del himnario en Himnos (pgs. 273281) y Cmo usar este libro de canciones en Canciones para los nios (pgs. 149150). Aprenda cmo marcar los compases bsicos para las canciones. Considere asimismo las siguientes sugerencias: Cuando dirija un himno o una cancin, emplee las manos para indicar el tono y el comps, o ritmo, de la cancin. Para indicar el tono, mantenga la mano en posicin horizontal y, a medida que canten las palabras, muvala hacia arriba para indicar los tonos ms altos y hacia abajo para indicar los tonos ms bajos. Al hacer esto, mueva la mano lenta o rpidamente para indicar el comps o ritmo apropiado. Tambin podra dibujar el estilo de la cancin en la pizarra. Por ejemplo, el estilo de la meloda al comenzar Soy un hijo de Dios (Himnos, N 196; Canciones para los nios, pgs. 23) sera algo as:
Cmo concluir una leccin y alentar a los alumnos a aplicar un principio del Evangelio
Al terminar una leccin, un himno o una cancin podra resumir el principio enseado y ofrecer un mensaje motivador. Por ejemplo, al concluir una leccin acerca de obedecer los mandamientos, usted podra pedir a los alumnos que canten Haz el bien (Himnos, N 155); Siempre obedece los mandamientos (Himnos, N 197; Canciones para los nios, pgs. 6869); Muestra valor (Canciones para los nios, pg. 80); o El valor de Nefi Canciones para los nios, pgs. 6465).
Cmo cultivar sentimientos de reverencia

Usted y su familia podran cantar himnos y otras canciones en la noche de hogar, en consejos de familia y en otras reuniones con el fin de cultivar sentimientos de reverencia y enriquecer el estudio del Evangelio en familia. En una clase en la Iglesia, podra tocar msica grabada o pedir que alguien toque el piano a medida que los alumnos vayan entrando al saln. Esto ayudar a crear una atmsfera de reverencia y a preparar a los miembros de la clase para la leccin. Otras formas en que podra cultivar la reverencia incluyen tocar msica suavemente mientras usted les lee una historia a los nios o les hace dibujar algo que se relacione con la leccin. O quizs podra pedir que alguien cante una cancin tal como Dime la historia de Cristo (Canciones para los nios, pg. 36), mientras muestra a los alumnos algunas lminas que representen relatos de las Escrituras.
Soy
un
hi
jo jo
de de Dios
En lugar de emplear el mtodo de marcar los compases para dirigir una cancin, considere la posibilidad de usar simples ademanes con la mano que vayan sugiriendo las palabras. Si cree que necesita ayuda adicional para aprender a dirigir una cancin, pdasela al director de msica de su barrio.
Cmo usar msica para ensear a los nios

A la mayora de los nios les agrada participar en actividades musicales. Los ritmos musicales atrayentes ayudan a
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los nios a recordar lo que cantan y los mensajes de sus palabras. La msica puede incrementar su entendimiento de los principios del Evangelio y fortalecer sus testimonios. Tambin podra emplear la msica para recibir a los nios, prepararlos para la oracin, concentrar su atencin en la leccin o tranquilizarlos despus de una actividad. La msica puede cambiar la marcha de una leccin y permitir que los nios utilicen el excedente de sus energas. Muchas lecciones sugieren el empleo de canciones que refuerzan el principio que se est enseando. Refirase al ndice de temas de Canciones para los nios para escoger otras canciones que sean apropiadas. Usted no necesita ser un msico experto para emplear la msica en sus enseanzas. Si se prepara bien y le gusta cantar, a los nios les agradar y aprendern con la msica que utilice. A continuacin se ofrecen algunas sugerencias para ayudarle a usar la msica para ensear a los nios. Asimismo, encontrar otras sugerencias en Canciones para los nios, pgs. 149151. El ejemplo siguiente muestra cmo un maestro podra utilizar la cancin Me encanta ver el templo (Canciones para los nios, pg. 99) para ensear en cuanto a los templos: Yo conozco una hermosa cancin acerca de los templos. Mientras la cantamos, escuchen con atencin para saber lo que hacemos cuando vamos al templo. Pudieron entender por qu vamos al templo? (Las respuestas podran incluir que vamos al templo para que el Espritu Santo nos ensee, para orar, para hacer promesas a nuestro Padre Celestial y para ser sellados como familias.) Cantemos ahora la cancin nuevamente. Esta vez, escuchen para saber la casa de quin es el templo. Pudieron descubrir a quin le pertenece el templo? (Es la casa del Seor.) Prosiga hacindoles algunas preguntas similares hasta haberles destacado las partes de la cancin que ayuden a los nios a entender bien su mensaje.
Ejemplo de msica con narraciones

La siguiente combinacin de msica y narraciones podra emplearse con una leccin acerca de la gratitud: Narracin: Dios ama muchos a Sus hijos. Una forma en que el Seor nos demostr Su amor fue el crear la tierra para nosotros. El captulo 136 de Salmos nos ensea a manifestar nuestra gratitud al Seor por Su creacin de la tierra: Alabad al Seor de los seores Al nico que hace grandes maravillas Al que hizo los cielos con entendimiento Al que extendi la tierra sobre las aguas Al que hizo las grandes lumbreras El sol para que seorease en el da La luna y las estrellas para que seoreasen en la noche (versculos 39). Himno: Por la belleza terrenal (Himnos, N 43) Narracin: La tierra que el Seor cre para nosotros nos ofrece en abundancia todo lo que necesitamos. Debemos alabar a Dios por las grandes bendiciones que cosechamos. Himno: Elevemos nuestros himnos (Himnos, N 46) Narracin: Tambin debemos expresar nuestra profunda gratitud al Seor por Su Expiacin, la cual nos redimi del pecado y nos da la vida eterna. Al expresarle nuestro agradecimiento por Su sacrificio, reconocemos mucho ms ese poder. Este reconocimiento es asombroso y nos hace sentir humildes. Himno: Asombro me da (Himnos, N 118) Narracin: El Seor espera que compartamos nuestras bendiciones: que alimentemos al hambriento, vistamos al desnudo, consolemos al enfermo y al afligido, y enseemos a los que buscan la verdad. Al hacer estas cosas, le demostramos nuestra gratitud a Aquel que nos ha dado tantas bendiciones. Himno: T me has dado muchas bendiciones, Dios (Himnos, N 137)
MSICA CON NARRACIONES (RELATOS CANTADOS)

Usted podra emplear la msica combinada con narraciones para contar una historia o exponer un mensaje del Evangelio que se relacione con la leccin. A este mtodo suele llamrsele relatos cantados. Durante esta actividad, la mayor parte de la historia o del mensaje se expresa por medio de canciones que los miembros de la familia o de la clase cantan. Las narraciones breves conectan una cancin con otra. Tambin podra combinar la msica con narraciones para preparar programas para los das festivos u otras presentaciones.
Pautas para preparar msica con narraciones

Refirase al ndice de temas del himnario y de Canciones para los nios para encontrar una lista de composiciones musicales con temas semejantes que podra emplear para esta actividad. Utilice canciones que sean conocidas por sus alumnos. Si planea usar un piano, prepare con el pianista las canciones o pida a la persona que dirigir la msica que trabaje con l. Asegrese de que el pianista sepa cundo deber comenzar cada cancin.
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Disponga que las narraciones entre cada cancin sean simples. Podran consistir en pasajes de las Escrituras, en breves relatos, en poesas, en experiencias personales o en citas famosas. Cuando emplee esta actividad con nios, podra hacerles algunas preguntas y pedirles que las respondan como parte de la narracin. Esto ser de gran ayuda para que comprendan el mensaje que les est enseando. Cuando sea conveniente, utilice lminas o ilustraciones para ayudar a que los nios visualicen el mensaje de la historia o del Evangelio que est ensendoles. Podra aun permitir que algunos nios sostengan las lminas o ilustraciones durante la presentacin.
Presnteles bosquejos o listas que ayuden a que los alumnos sigan el orden del anlisis. Anote las asignaciones o los pasajes de Escrituras que se relacionen con la leccin actual o con una prxima leccin.
Pautas para emplear la pizarra

Las siguientes pautas pueden ayudarle a utilizar la pizarra como una herramienta eficaz para la enseanza. Estas pautas se aplican tambin al uso de retroproyectores y de pizarras blancas. Planee y practique lo que habr de escribir, decidiendo cmo organizar la informacin o los dibujos correspondientes. Practique dibujando algunas de las ilustraciones que emplear. Si planea utilizar un bosquejo, una lista o una ilustracin en la pizarra, quizs desee hacerlo antes de comenzar la clase y cubrirlo con papel para entonces mostrarlo en el momento oportuno durante la leccin. Escriba con claridad y con letras suficientemente grandes para que todos puedan verlas, asegurndose de que las palabras queden bien separadas, estn en orden y sean fciles de leer. Escriba solamente palabras o frases claves. Emplee figuras o formas hechas con simples palitos o rayas para ilustrar historias o conceptos. Las figuras o formas sencillas evitarn que tales ilustraciones se conviertan en la parte principal de la leccin. Mantenga el inters de la clase hablndoles mientras escriba en la pizarra. Evite emplear demasiado tiempo con la pizarra, porque ello podra hacer que sus alumnos pierdan inters en la leccin. No se disculpe por su ortografa, su caligrafa o su falta de talento artstico. Las disculpas slo conseguirn que se preste una mayor atencin a ese aspecto particular de sus escritos o dibujos. Si se siente incmodo al usar la pizarra, pida a otra persona que le ayude. En ocasiones pida que otra persona escriba en la pizarra de modo que usted pueda mantener un contacto visual con los alumnos. Asegrese de que la persona que le ayude comprenda lo que usted desea que escriba y en qu parte de la pizarra debe hacerlo.
PIZARRAS
La pizarra es una de las herramientas ms simples para la enseanza y de la que se tiene ms disponibilidad. Usted podra utilizar la pizarra para: Resaltar hechos o conceptos claves y as ayudar a que los alumnos los recuerden. Escribir las ideas de los alumnos y as demostrarles que las tiene en cuenta. Dirigir los anlisis anotando las preguntas as como las respuestas que ofrezcan los alumnos. Por ejemplo:
CUANDO ORAMOS Le damos gracias a nuestro Padre Celestial por: Le pedimos a nuestro Padre Celestial que:
Aclreles los conceptos o las historias con simples ilustraciones. Por ejemplo:
La visin del rbol de la vida
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PREGUNTAS
Vase La enseanza por medio de las preguntas, pgs. 7375.
RECITACIONES (vase tambin LECTURAS EN CONJUNTO; TEATRO DE LECTORES)

En una recitacin, los participantes repiten el material que generalmente han memorizado. Una recitacin puede presentarse en una clase o ante una audiencia. Usted podra emplear este mtodo para presentar relatos de las Escrituras, historias, poesas y otra clase de informacin. Tambin podra utilizarlo como parte de un programa para das festivos o para eventos especiales.
las consecuencias de diferentes decisiones y logran comprender los puntos de vista de otras personas. Una representacin dramtica puede utilizarse para presentar o resumir una leccin, o para estimular el inicio de un anlisis acerca de un determinado principio que una leccin contenga. Nota: Una representacin dramtica no es lo mismo que un caso para analizar. En un caso para analizar los alumnos analizan una situacin o problema, mientras que en una representacin dramtica los participantes actan representando formas en que la gente podra comportarse en una situacin o circunstancia determinada.
Ejemplos de representaciones dramticas

Un nio ha prometido a sus padres que ayudar a limpiar la casa. Al momento de estarse preparando para hacerlo, llegan algunos amiguitos y lo invitan a jugar. Ellos quieren que lo haga enseguida y que deje el trabajo para ms tarde. Presente a la clase una representacin dramtica para demostrar lo que les debera decir a sus padres y lo que les debera decir a sus amiguitos. Un grupo de amigos va caminando por la calle y encuentran una billetera que contiene un poco de dinero, pero no saben a quin pertenece. Cada uno de los amigos quiere hacer algo diferente con la billetera. Presente una representacin dramtica acerca de lo que deberan hacer.
Ejemplo de una recitacin

Tema: Los diez mandamientos Procedimiento: En el domingo anterior a una leccin acerca de guardar los mandamientos, entregue a cada persona una copia de los diez mandamientos (xodo 20:317). Asigne un mandamiento a cada uno de ellos y durante la prxima leccin pdales que, por turno, los reciten.
Cmo llevar a cabo una recitacin

Seleccione un material que se relacione con el tema de la leccin. Tales materiales pueden encontrarse en los libros cannicos, en manuales y revistas producidos por la Iglesia y en Canciones para los nios. Divida el material segn los papeles del narrador y de cada personaje, y asgnelos a los participantes. Asegrese de que todos los participantes entiendan lo que les asigne y que tengan suficiente tiempo para estudiar la parte que les corresponda. Si planea presentar la recitacin ante una audiencia, haga que los participantes practiquen leyendo el material. Asegrese de que hablen con claridad y que hagan pausas y cambios al volumen y la velocidad de sus voces para comunicar el significado del mensaje.
Cmo utilizar las representaciones dramticas

1. Prepare a sus alumnos para una representacin dramtica explicndoles brevemente el problema o la circunstancia. Ofrzcales suficiente informacin a fin de que puedan representar sus papeles con esmero. Reclqueles el hecho de que tienen que representar un personaje y no actuar como si se tratara de s mismos. 2. Escoja a los participantes o invteles a ofrecerse como voluntarios. Indique a cada cual qu papel han de representar. En lo posible, haga los arreglos necesarios para que acte el mayor nmero de participantes, puesto que cuando varias personas hacen la representacin dramtica, contribuye ms al xito de la actividad que cuando slo acta una persona. (Las representaciones dramticas podran repetirse a fin de facilitar la participacin de ms personas y el descubrimiento de otras soluciones.) 3. Conceda a los participantes unos pocos minutos para que planeen bien lo que habrn de hacer. 4. A fin de incluir a todas las personas presentes, invite a los que no participen en la representacin que presten mucha atencin. 5. Despus de una representacin dramtica, analice y evale lo sucedido con sus alumnos hacindoles preguntas
RELATOS CANTADOS
Vase Msica con narraciones (Relatos cantados), pginas 202203.
REPRESENTACIONES DRAMTICAS
En una representacin dramtica, los participantes actan representando una circunstancia o problema de la vida cotidiana. Este mtodo ayuda a que la gente aplique los principios del Evangelio a situaciones de la vida real a medida que buscan soluciones a los problemas, consideran
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tales como: Qu pensaron en cuanto al problema?, o Podra suceder esto en la vida real?, o En qu forma les ha ayudado esta actividad a saber lo que tendran que hacer si esto sucediera realmente? Permita que sus alumnos determinen maneras de resolver problemas similares en su vida personal. Analice con ellos varias soluciones.
Pautas generales para la representacin dramtica

La participacin en representaciones dramticas debe ser voluntaria. Nunca exija la participacin de ninguna persona. Haga representaciones dramticas en base a situaciones de la vida real que se relacionen con la leccin y que sean importantes para sus alumnos. La gente se identificar mejor con las representaciones dramticas que se relacionen con situaciones que hayan experimentado personalmente. No obstante, tenga mucho cuidado al seleccionar las circunstancias que planee presentar. Aunque es importante que los problemas a representar sean tan reales y significativos como sea posible, ningn participante debera encontrarse en una posicin en la que posiblemente est representando algo que le haya sucedido personalmente. Como maestro, tenga especial consideracin por los sentimientos y las actitudes de sus alumnos. Acepte sus posibles errores y enseles a apreciar los puntos de vista de unos y otros. No permita la crtica entre los participantes. Algunos accesorios simples, tales como sombreros o tarjetas de identidad, podran agregar inters a la representacin dramtica, particularmente si est enseando a los nios.
RETROPROYECTORES (vase tambin PIZARRAS)

Los retroproyectores, disponibles en las bibliotecas de algunos centros de reuniones, son mquinas que amplan y proyectan imgenes en una pantalla o pared. Pueden usarse como alternativa de la pizarra. Esto es particularmente provechoso cuando la clase es demasiado numerosa para que todos puedan ver la pizarra. Si la biblioteca de su centro de reuniones dispone de un retroproyector, pregntele a la persona encargada cmo debe usarse.
SEMEJANZAS
Debemos apli[car] todas las escrituras a nosotros mismos para nuestro provecho e instruccin (1 Nefi 19:23). Aplicar las Escrituras significa ver cmo sus relatos se asemejan a nuestras circunstancias actuales y demostrar cmo
los principios que ensean son pertinentes a nuestra vida. Por ejemplo, en una leccin en cuanto a defender la verdad, usted podra asemejar la historia de Abinad ante la corte del rey No con las personas a quienes ensea (vase Mosah 1117). Para ensearles acerca de nuestra ceguera espiritual y el poder del Salvador para curarnos y brindarnos una mayor visin espiritual, quizs podra asemejar este principio con la historia de cuando Cristo san al hombre ciego (vase Juan 9). Usted podr emplear con mayor eficacia este mtodo si da a los miembros de su familia o de su clase la oportunidad de meditar sobre lo que leen. Por ejemplo, despus de ensearles en cuanto a la reaccin de Jos Smith cuando estuvo a punto de sucumbir ante la influencia de Satans en la Arboleda Sagrada (vase Jos SmithHistoria 1:1516), podra pedir a los alumnos que recuerden o aun que escriban sobre alguna experiencia en la que hayan sido tentados y probados. Luego podra pedirles que piensen por qu es importante que en momentos de dificultades nos esforcemos con todo [nuestro] aliento por [orar] a Dios (versculo 16). A fin de ayudar a que los miembros de su familia o de la clase reconozcan que las Escrituras se aplican a su vida, usted debe ensearles de modo que relacionen las experiencias de los profetas y de la gente del pasado a las de las personas en la actualidad. Al preparar cada leccin, pregntese a s mismo cmo el principio (o la historia o el acontecimiento) se asemeja a algo que los miembros de su familia o de la clase hayan experimentado en su propia vida. Por ejemplo, si est ensendoles una leccin que incluye un anlisis de los Diez Mandamientos, quizs podra preguntarse cmo habr de ensear acerca del mandamiento contra la adoracin de imgenes (vase xodo 20:45). La mayora de los miembros de la Iglesia han tenido muy pocas experiencias con la adoracin de imgenes. Sin embargo, hay muchas otras cosas que la gente a veces adora. Al ensearles, podra asemejar el antiguo mandamiento en xodo 20:45 a algo ms familiar: la sociedad moderna adora el dinero, las proezas atlticas, los placeres o la popularidad. Casi todas las historias contenidas en las Escrituras pueden asemejarse a nuestra propia vida. Considere el siguiente relato acerca de una maestra que asemej una historia de las Escrituras a quienes enseaba: Cierto barrio estaba teniendo algunos problemas con maestros de la Primaria que distribuan dulces a los nios cada semana durante las clases. Los dulces desmerecan la influencia del Espritu y hacan que los nios no enfocaran su atencin en las lecciones. La presidenta de la Primaria le pidi a la coordinadora de mejoramiento de maestros del barrio que durante el tiempo para compartir presentara algo tendiente a solucionar ese problema.
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La coordinadora de mejoramiento de maestros medit sobre algunas maneras de presentar sus ideas tanto a los maestros como a los nios. Ninguno de los mtodos en que pensaba le parecan apropiados. Entonces, una maana, al reflexionar otra vez en cuanto a su asignacin, record el caso de cuando Cristo aliment a 5 mil personas, relato que haca poco haba ledo con su familia. Record que despus de que Jess aliment a la multitud, algunas personas le siguieron con la esperanza de recibir ms comida y no porque quisieran escuchar el Evangelio (vase Juan 6:2627). Ese domingo, la coordinadora de mejoramiento de maestros relat esta historia. Utiliz la historia para ensearles la verdadera razn por la que asistan a la Primaria: para dar y recibir alimento espiritual. Otra manera de ayudar a que las personas busquen semejanzas con su vida en las Escrituras consiste en sugerirles que se incluyan a s mismas en el texto de las mismas. Por ejemplo, si alguien se incluyera a s mismo en el texto de Santiago 1:56, la enseanza acerca de la oracin pasa a ser tan pertinente para l o ella como lo fue para Jos Smith: Si [yo tengo] falta de sabidura, [la pedir] a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y [me] ser dada. Pero [la pedir] con fe, no dudando nada. Muchas veces podemos encontrar semejanzas con nuestra vida en las Escrituras al simplemente preguntar: Qu quiso el profeta que escribi este relato que aprendiramos de ello? Por qu incluy l estos detalles en particular?. Si nos hacemos estas preguntas acerca de la historia de Ens, por ejemplo, podremos percibir algunas aplicaciones a nuestras propias experiencias en cuanto a la oracin. Podremos aprender que, en ocasiones, la oracin requiere bastante esfuerzo y que nuestro Padre Celestial contesta nuestras oraciones. Tambin podremos aprender que los padres tienen mucha influencia en sus hijos, aun cuando les lleve mucho tiempo a los hijos seguir sus enseanzas. Al aplicar las Escrituras a nosotros mismos y ayudar a que otros hagan lo mismo, podremos percibir el poder de la palabra de Dios en cada aspecto de nuestra vida.
En determinadas ocasiones, los grupos podran compartir ideas preparando carteles, grficas o dibujos. Por ejemplo, usted podra pedirles que dibujen diferentes partes del mismo relato de las Escrituras o que ilustren algunas cosas por las que estn agradecidos.
Ejemplo de una sesin de consulta

En una leccin acerca de prepararse para servir en una misin regular, el maestro de un qurum de lderes podra dividir a los miembros del qurum en cinco grupos diferentes y pedir que cada grupo prepare un informe sobre una de las siguientes preguntas: Qu podran hacer algunos jvenes a fin de prepararse para cumplir misiones regulares? Qu podran hacer los padres para ayudar a que sus hijos se preparen para cumplir una misin regular? Qu podran hacer los maestros orientadores para ayudar a los muchachos y a los hombres jvenes a prepararse para servir en misiones regulares? Qu podran hacer los asesores del Sacerdocio Aarnico para ayudar a que los jvenes se preparen para servir en misiones regulares? Qu podran hacer las personas mayores a fin de prepararse para cumplir misiones regulares? Usted podra emplear este mismo modelo para desarrollar otros temas en las sesiones de consulta.
Cmo efectuar una sesin de consulta

Los siguientes pasos muestran cmo efectuar una sesin de consulta. Al planear una sesin de consulta, considere en primer lugar cuntos minutos necesitar para cada paso, asegurndose de que el procedimiento no ocupe demasiado tiempo del que corresponda a la leccin. 1. Divida la clase en grupos de por lo menos tres personas cada uno. (O quizs podra pedir que cada persona simplemente se d vuelta y mantenga una rpida conversacin con otra que est sentada a su lado. Si decide emplear este paso, necesitar entonces adaptar los pasos del 2 al 6.) 2. Escoja un lder para cada grupo o permita que cada grupo escoja el suyo propio. Tambin podra asignar a un escribiente para cada grupo y entregar a cada uno de ellos una hoja de papel y una lapicera o lpiz para que anoten las respuestas de sus correspondientes grupos durante las conversaciones. Los lderes mantienen el orden de las deliberaciones y luego presentan un informe ante la clase. (Si emplea el tipo de sesin de consulta en la que los grupos hacen dibujos, distribuya entre los grupos los materiales necesarios, tales como hojas de papel y lpices de colores.)
SESIONES DE CONSULTA
Las sesiones de consulta son actividades en las que se divide a la clase en pequeos grupos para que conversen entre s. Los grupos entonces hablan sobre los temas que se les asignen e intercambian ideas. Usted podra emplear sesiones de consulta a fin de brindar a un gran nmero de personas la oportunidad de participar en una leccin. Las personas que por lo general vacilan en participar probablemente compartan en un pequeo grupo algunas ideas que no expresaran frente a un grupo ms numeroso. Esto les ayudar a reconocer que sus ideas son importantes para los dems.
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3. Asigne a cada grupo un tema que se relacione con la leccin. Podra quizs pedir que todos los grupos analicen el mismo tema o asignarles un tema diferente a cada uno de ellos. Quizs sea conveniente dar a cada grupo una hoja de papel que contenga el tema que les asigne. 4. Conceda a cada grupo un tiempo determinado para que analicen sus temas y asegrese de que se mantengan dentro del tema asignado. Anncieles con uno o dos minutos de anticipacin el momento de dar trmino a sus deliberaciones. 5. Invite al lder de cada grupo a que presente las ideas resultantes de sus deliberaciones. (Si todos los grupos han tratado el mismo tema, haga que cada lder tome su turno para compartir una de sus ideas. De no ser as, los primeros grupos podran compartir muchas ideas y dejar entonces al otro grupo sin nada que presentar.) 6. Haga un resumen de las presentaciones, asegurndose de que los temas se hayan analizado suficientemente. Asegrese de que los miembros de la clase entiendan cmo las deliberaciones se relacionan con los principios del Evangelio que est ensendoles.
Divida el material segn los papeles del narrador y de cada personaje, y asgnelos a los participantes. Asegrese de que cada participante tenga tiempo suficiente para estudiar su parte y de que todos entiendan sus papeles. Si la presentacin ha de efectuarse ante una audiencia, haga que los participantes practiquen leyendo el material. Asegrese de que todos hablen con claridad y hagan pausas y variaciones en el volumen y la velocidad de sus voces para comunicar el significado del mensaje.
TCNICAS DE APLICACIN
Como maestro del Evangelio, uno de sus objetivos ms importantes debe ser ayudar a que otros apliquen los principios del Evangelio en la vida diaria. Las tcnicas para tal aplicacin pueden ayudar a que tales personas descubran las bendiciones que se obtienen cuando vivimos el Evangelio. A continuacin se mencionan algunos mtodos que pueden ayudar a que las personas a quienes ensea vivan los principios que les ha enseado. stos y muchos otros mtodos se describen en esta seccin del libro. Analice situaciones semejantes a las que los alumnos puedan estar experimentando. Emplee representaciones dramticas, deliberaciones de mesa redonda, juegos, sesiones de consulta, hojas de ejercicios, casos para analizar o aportacin de ideas para considerar lo que debe hacerse para tomar decisiones correctas en tales situaciones. Prepare algunas preguntas especficas sobre la aplicacin a fin de analizarlas con la clase. Comparta alguna experiencia personal en cuanto a la forma en que la aplicacin de cierto principio del Evangelio ha sido una bendicin en su vida. Invite a los miembros de la clase a compartir brevemente algunas de sus propias experiencias. Aliente a quienes ensea para que establezcan una o varias metas que puedan ayudarles a vivir el principio que les haya enseado. Por ejemplo, en una leccin acerca de la oracin, podra alentarles a fijarse una meta que les ayude a orar de un modo ms significativo; asimismo, podra pedirles que compartan sus sentimientos en la prxima clase. Comparta algunos pasajes de las Escrituras que den testimonio de tal principio. Pida a los miembros de la clase que compartan sus pasajes o relatos favoritos de las Escrituras. Pida a sus alumnos que piensen en alguna cancin que les ayude a recordar dicho principio. Sugirales tambin otras canciones que podran utilizar.
TEATRO DE LECTORES (vase tambin LECTURAS EN CONJUNTO; RECITACIONES)

En un teatro de lectores, los participantes utilizan un libreto para contar una historia. Un teatro de lectores puede presentarse en una clase o ante una audiencia. Usted podra emplear este mtodo para presentar historias de las Escrituras, cuentos, poemas y otra informacin. Tambin podra utilizarlo como parte de un programa para das festivos o acontecimientos especiales.
Ejemplo de un teatro de lectores

Historia: Abinad, el rey No y Alma Procedimiento: Explique que Dios envi a un profeta llamado Abinad para que amonestara al pueblo del rey No a arrepentirse de sus pecados. Pida entonces a los alumnos que lean las palabras del rey No, de sus inicuos sacerdotes, de Abinad, de Alma y de los nefitas en Mosah 17:119 y 18:1, 711, 17, 30. Tambin pida que alguien acte como narrador y lea todas las otras partes que no sean declaraciones de los personajes de la historia.
Cmo llevar a cabo un teatro de lectores

Escoja un material que confirme el tema de la leccin. Tales materiales pueden encontrarse en los libros cannicos, y en los manuales y la revista Liahona publicados por la Iglesia.
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Aliente a quienes ensea para que compartan con sus familiares el mensaje de la leccin. Por ejemplo, podran compartir una actividad, una cancin, una hoja de ejercicios o una Escritura utilizada en la clase; pdales que analicen con sus respectivas familias la forma en que podran aplicar ese principio. Pida a sus alumnos que escriban en una hoja de papel un pasaje de las Escrituras, una cita, un poema o parte de una cancin y que la lleven a su casa a fin de que les sirva para recordar la leccin. Pida a los nios que hagan un dibujo o caricatura de s mismos en el acto de vivir ese principio del Evangelio. Aydeles a memorizar uno de los Artculos de Fe que se relacione con dicho principio. En cuanto a los nios, relacione el principio con uno de los temas de Mis normas del Evangelio, que se encuentran al dorso del folleto Das de logros. Con un mes de anticipacin, asigne a algunos de sus alumnos para que estudien una leccin determinada y la apliquen a su vida diaria. Cuando ensee esa leccin, pida a quienes se les haya asignado que den un informe acerca de sus experiencias.
PEQUEA BOLSA DE PAPEL PAPEL
PALITO
VERSOS DE MOVIMIENTO
A los nios pequeos les encantan los poemas y las canciones con acciones sencillas. A estos poemas y canciones frecuentemente se les refiere como versos de movimiento, y usted podra aprovecharlos para ensear principios del Evangelio a los nios. Tambin podra usarlos para ayudar a los nios a que se sientan bienvenidos al comenzar la clase, a que se preparen para orar y a que se dispongan a participar en una leccin. Es conveniente tener preparados varios versos de movimiento a fin de emplearlos cada vez que vea la necesidad de modificar el desarrollo de una leccin o de incluir a los nios en una actividad. Se pueden encontrar algunas ideas de versos de movimiento y de canciones en Canciones para los nios, en determinados manuales de lecciones para la Primaria, y en algunos ejemplares de la seccin Amigos de la revista Liahona. Usted podra crear sus propios versos de movimiento con slo agregar simples acciones a los poemas y a las canciones.
TTERES
Los tteres pueden utilizarse para dramatizar partes de una leccin o historia, para dar la bienvenida a los nios de la clase, para darles instrucciones, para cantar, para ayudar con las representaciones dramticas, para hacer preguntas a los nios o para ayudarles a que continen prestando atencin.
Ejemplos de tteres
PEGAR CON GOMA O ENGRAPAR
Ejemplo de un verso de movimiento

El siguiente verso de movimiento podra utilizarse para ensear a que los nios se sientan agradecidos por las creaciones de Dios. (El mundo es tan bello!, Canciones para los nios, pg. 123.) El mundo es tan bello! [formar un crculo amplio con los brazos] Me siento feliz [formar una sonrisa con un dedo ndice en cada punta de la boca] porque el Seor lo cre para m! [sealarse a s mismo con el dedo ndice]
TELA O PAPEL
COSER, PEGAR CON GOMA O ENGRAPAR
REVERSO
FRENTE
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Los astros, las flores y la luz del sol. [hacer centellear las manos como si fueran estrellas, hacer como que se tiene una flor en la mano y se huele, y formar un crculo grande sobre la cabeza, cada accin correspondiendo a cada cosa que se menciona] La hermosa familia que tanto amo yo! [abrazarse a s mismo con ternura]
3. Si los nios indican estar disfrutando del verso de movimiento, reptalo. Si por el contrario se vuelven inquietos, abrvielo. Si el verso es muy extenso, quizs podra pedir a los nios que solamente hagan los movimientos mientras usted va pronuncindoles las palabras. En ocasiones, podra usar algunas lminas o ilustraciones para ayudar a presentar los versos de movimiento. Algunas lminas de Las bellas artes del Evangelio, as como manuales de lecciones y la revista Liahona que publica la Iglesia podran ser de gran ayuda. Asimismo, podra considerar el uso de un paquete de recortes para ayudas visuales de la Primaria (que estn disponibles por medio del Catlogo de materiales de la Iglesia). Algunos nios probablemente no deseen participar en los versos de movimiento, pero quizs disfruten al observar cmo los dems efectan las acciones, y entonces intervendrn cuando estn listos para hacerlo.
Cmo ensear un verso de movimiento

Antes de ensear un verso de movimiento, memorice usted mismo las palabras y los movimientos. Para entonces ensearlo, haga lo siguiente: 1. Pronuncie las palabras y demuestre a los nios las acciones correspondientes. Hgalo lentamente y exagere un poco las acciones, a fin de que entiendan bien tanto las palabras como las acciones. 2. Invite a los nios a repetir con usted el verso de movimiento.
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G
Curso Enseanza del Evangelio
P a r t e G : C u r s o E n s e a n z a d e l E va n g e l i o
Ayudas para el maestro del curso

Propsito del curso Este curso ofrece una base para ayudar a que los miembros de la Iglesia lleguen a ser maestros ms eficaces del Evangelio en sus hogares y en la Iglesia misma. Las lecciones del curso han sido diseadas para que se enseen como parte de una clase organizada. Tambin pueden estudiarse individualmente o como familia. El Seor nos ha dicho: Os mando que os enseis el uno al otro la doctrina del reino (D. y C. 88:77). Como Maestro de maestros, l ha establecido un ejemplo que todos debemos seguir. En revelaciones modernas, l nos ha dado mandamientos especficos acerca de cmo debemos ensear (vase, por ejemplo, D. y C. 42:1214; 50:1322; 52:9; 88:122). Al esforzarnos por mejorar como maestros, somos guiados por Su ejemplo y Sus mandamientos. La leccin 1, La importancia de la enseanza del Evangelio en el plan de Dios, establece el tono de todo el curso de Enseanza del Evangelio. Se enfoca en el gran designio del Seor de ensearnos el plan de redencin. La leccin nos ensea que podemos ayudar en esta obra tan sagrada. Las lecciones 2, 3 y 4 presentan tres principios fundamentales del Evangelio, a saber: Ame a quienes ensea, Ensee por medio del Espritu y Ensee la doctrina. La leccin 5, Promueva un aprendizaje diligente, se enfoca en ayudar a las personas a aceptar la responsabilidad que tienen de aprender el Evangelio. Las lecciones 6 y 7, ambas bajo el ttulo de Prepare un ambiente propicio para aprender, muestran cmo prevenir y solucionar problemas que podran suscitarse en determinadas circunstancias durante la enseanza. Con las lecciones 8 y 9, ambas tituladas Emplee mtodos eficaces, usted podr ensear y analizar el uso eficaz de una variedad de mtodos didcticos. La leccin 10, Prepare todo lo necesario, muestra cmo planear las lecciones. Con las lecciones 11 y 12 usted podr ayudar a los miembros de la clase a poner en prctica todo lo que aprendieron en las primeras 10 lecciones. La leccin 11, Perfeccione sus talentos, les ayudar a adoptar un plan personal para mejorarse y les mostrar cmo los innumerables materiales disponibles en el barrio o rama pueden contribuir a que lleven a cabo con xito dicho plan. La leccin 12, Siga adelante y ensee, ofrece a los miembros de la clase la oportunidad de ensearse los unos a los otros al compartir lo que han aprendido durante este curso. Formato del curso A fin de obtener informacin acerca de cundo debe llevarse a cabo el curso, quin debe asistir al mismo y qu adaptaciones pueden efectuarse, vase Cmo mejorar la enseanza del Evangelio: Una gua para el lder, pg. 11. Se recomienda que lea las 12 lecciones antes de que comience el curso. Esto le ayudar a ver cmo las lecciones se complementan entre s a fin de brindar un fundamento para la enseanza del Evangelio. Tambin le indicar cules son los principios de la enseanza del Evangelio que deber ejemplificar durante el desarrollo del curso.
Bosquejo del curso
Cmo prepararse para ensear el curso
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Ay u d a s pa r a e l m a e s t r o d e l c u r s o
Cmo utilizar materiales producidos por la Iglesia
Adems de este libro, usted necesitar tener los libros cannicos y la seccin del Manual de Instrucciones de la Iglesia titulada Enseanza del Evangelio y liderazgo. Asimismo, quizs desear recurrir a los materiales descritos en Materiales de la Iglesia para ensear el Evangelio, en la pgina 118 de este libro. Consulte con la persona encargada de la biblioteca del centro de reuniones para informarse acerca de los materiales all disponibles.
Cmo trabajar con los miembros de la clase
Materiales necesarios para los miembros de la clase Es menester que los alumnos lleven sus propios libros cannicos a la clase. Adems, deben llevar un cuaderno o un diario personal para tomar notas, escribir las asignaciones que reciban y sus percepciones. Cada uno de ellos debe llevar tambin un ejemplar de este libro. Cmo ayudar a los alumnos para que participen en la clase Cada leccin contiene instrucciones para ayudar a los miembros de la clase a tomar parte activa en la experiencia de aprendizaje. Por ejemplo, podra invitrseles a que escriban comentarios en sus cuadernos, a que expresen sus ideas o a que compartan algunas experiencias personales. Al preparar sus lecciones, asegrese de dedicarles suficiente tiempo para que participen en tales actividades. Asignaciones Las lecciones de este curso contienen dos tipos diferentes de asignaciones: 1. Invitaciones a preparar una porcin de la leccin. Muchas lecciones describen estas asignaciones en la seccin titulada Preparacin. Dichas asignaciones brindan a los miembros de la clase algunas oportunidades para que participen individualmente y se enseen unos a otros. Usted deber considerar con espritu de oracin a cules miembros de la clase debe dar este tipo de asignaciones. Al invitarles a recibir tales asignaciones, permtales suficiente tiempo para que se preparen debidamente. 2. Asignaciones para practicar principios especficos fuera de la clase. Estas asignaciones son una parte importante del curso porque tambin ayudan a los miembros de la clase para que continen mejorndose como maestros. Usted debe dar tales asignaciones al terminar cada una de las lecciones. Cmo apoyar individualmente a los miembros de la clase Adems de ensearles las lecciones del curso, usted debe apoyar individualmente a cada uno de los miembros de la clase. Ellos lograrn un xito mayor si entre una y otra leccin se comunica con ellos para brindarles aliento y ofrecerles ayuda. Quizs quieran hablar con respecto a las experiencias que estn teniendo a medida que aplican los principios que les ensea en las lecciones.
La promesa de ayuda divina
Considere la nota para el maestro que se encuentra en la pgina 265. Al ejercitar su fe, al orar en procura de ayuda y al aplicar los principios que est enseando en este curso, ayudar a los miembros de la clase a convertirse en instrumento[s] en las manos de Dios para llevar a [otros] al conocimiento de la verdad (Alma 17:9).
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Estudio personal y familiar del curso

Si el curso Enseanza del Evangelio no se est ofreciendo actualmente en su barrio o si no le fuera posible asistir al mismo, usted podra estudiar las lecciones por s mismo o con miembros de su familia. Sin embargo, no debe considerar que el estudio personal o familiar le exime de participar en el curso cuando se le invite a hacerlo. Usted podr beneficiarse mucho ms si se rene con otras personas para compartir ideas y aprender en conjunto cmo mejorar su capacidad como maestros. Claves para el estudio personal o con la familia Lea Ayudas para el maestro del curso, en las pginas 212213. Adapte las sugerencias a su propia situacin. Haga un cometido personal. Su estudio ser mucho ms productivo si comienza por formular un cometido personal para mejorarse y se dispone diligentemente a completar el curso. Estudie las lecciones en su debida secuencia y no trate de abarcar ms de una leccin por semana. Usted necesitar aprovechar el tiempo entre una leccin y otra para ir poniendo en prctica lo que haya aprendido. Lleve un registro en un cuaderno. Mantener un registro de su progreso es de gran importancia para el curso Enseanza del Evangelio. Cada leccin ofrece oportunidades para escribir anotaciones, impresiones, planes, experiencias y el progreso relacionado con el curso. Complete todas las asignaciones. Sus esfuerzos por mejorar sern provechosos solamente si pone en prctica lo que haya aprendido. Cada leccin incluye asignaciones que le ayudarn a aplicar los principios cuando sea el momento de ensear. Complete fielmente estas asignaciones. Escriba en su cuaderno una evaluacin de sus propios esfuerzos y de su progreso. Si estudia con miembros de su familia, organice su estudio como si estuviera en una clase. Usted podra asignarles turnos para llevar a cabo anlisis. Lean los pasajes de las Escrituras sugeridos en la leccin, analicen las preguntas y completen las asignaciones. Si estudia por s mismo, imagnese que se encuentra en una clase. Qu comentario podra hacer durante un anlisis sobre los temas de la leccin? Cmo respondera a las preguntas que se hacen? Escriba sus ideas y percepciones en su cuaderno. Vase Desarrolle un plan personal para estudiar el Evangelio, pginas 1617, para obtener algunas sugerencias sobre cmo llevar a cabo su estudio con eficacia. Si estudia por s mismo, busque a alguna persona a quien le pueda presentar sus informes. Usted podr mejorar su estudio personal si comparte sus percepciones y sus ideas con otra persona. Quizs podra pedir la ayuda de un miembro de su familia, un amigo, o un lder del sacerdocio o de una organizacin auxiliar. Comparta con tal persona sus objetivos, sus planes y los resultados de sus esfuerzos.
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La importancia de la enseanza del Evangelio en el plan de Dios

Objetivo
Leccin
Ayudar a los miembros de la clase a incrementar su deseo de ayudar en la obra del Seor mediante la enseanza de Su Evangelio. Con amorosa bondad, nuestro Padre Celestial ha dispuesto que haya maestros para que ayuden a que Sus hijos aprendan lo que deben hacer para lograr la vida eterna. Cada uno de nosotros es beneficiario de la enseanza del Evangelio, y a todos se nos ha mandado que lo enseemos a los dems. Los esfuerzos que usted dedique a ensear este curso son parte de esta gran obra. Las siguientes declaraciones del presidente Gordon B. Hinckley indican un mensaje que usted debe comunicar a los miembros de la clase durante este curso: Debemos fortalecernos y fortalecer a nuestra gente para que nuestros maestros hablen con el corazn y no reciten o lean simplemente lo que diga el texto del manual, para que comuniquen su amor por el Seor y esta obra maravillosa, y de alguna manera ello producir un gran entusiasmo en el corazn de aquellos a quienes enseen (Teachings of Gordon B. Hinckley [1997], pgs 619620). Tenemos mucho por hacer, muchsimo. Por tanto, arremangumonos y pongamos manos a la obra con ms dedicacin y depositando nuestra confianza en el Seor... Podemos lograrlo si oramos y somos fieles; podemos esforzarnos ms de lo que jams lo hayamos hecho (Tenemos mucho por hacer, Liahona, julio de 1995, pg. 100). Teniendo este mensaje como punto principal, esta leccin establece el tono mismo de todo el curso Enseanza del Evangelio.
Nota para el maestro
Preparacin
1. Estudie con espritu de oracin los pasajes de las Escrituras que esta leccin contiene y procure aplicarlos al objetivo de la misma. 2. Estudie la seccin de este libro titulada La importancia de la enseanza del Evangelio en el plan de Dios (pgs. 210). 3. Aliente a sus alumnos para que lleven a la clase sus propios libros cannicos y un cuaderno. Si es necesario, haga los arreglos con un miembro del obispado para suministrarles los cuadernos. 4. Obtenga suficientes ejemplares de La enseanza: El llamamiento ms importante para distribuirlos entre los miembros de la clase que todava no los hayan recibido.
Sugerencias para el desarrollo de la leccin
D a los miembros de la clase la bienvenida al curso de estudio. Si usted no los conoce o si no se conocen entre ellos, invteles a que se presenten.
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Asegrese de que cada miembro de la clase tenga un cuaderno para usarlo durante la leccin. Explqueles que el propsito de los cuadernos es registrar notas, impresiones, planes, experiencias y el progreso que vayan obteniendo con respecto al curso Enseanza del Evangelio. Los maestros del Evangelio ejercen gran influencia en la vida de muchas personas. Relato Comparta con la clase la siguiente historia relatada por el presidente Thomas S. Monson: Haba una maestra de la Escuela Dominical, a quien nunca olvidar. La conoc un domingo por la maana; entr en el saln de clases acompaada del presidente de la Escuela Dominical, que la present dicindonos que ella haba pedido tener la oportunidad de ensearnos. Supimos que haba sido misionera y que le gustaba la gente joven. Se llamaba Lucy Gertsch; era hermosa, tena una voz suave y nos demostraba su inters. Nos pidi que cada uno de nosotros se presentara, y luego nos hizo algunas preguntas que la ayudaron a comprender mejor los antecedentes de cada alumno. Nos habl de su niez... Jams nos levant la voz; la grosera y los alborotos eran incompatibles con el encanto de sus lecciones... Haca que las Escrituras cobraran vida para nosotros; conocimos personalmente a Samuel, a David, a Jacob, a Nefi y al Seor Jesucristo. Nuestro conocimiento del Evangelio aument; nuestra conducta mejor; nuestro amor por Lucy Gertsch no tena lmites... Los aos han volado... Los jovencitos que aprendimos, nos remos y crecimos bajo la direccin de aquella inspirada maestra de la verdad jams hemos olvidado ni olvidaremos su amor ni sus lecciones (vase Una actitud agradecida, Liahona, julio de 1992, pgs. 6566). Testifique a los miembros de la clase que sus esfuerzos para ensear el Evangelio de Jesucristo pueden tambin influir en la vida de mucha gente. Exprseles sus sentimientos en cuanto a la importancia del llamamiento para ensear. Cita Pida a un miembro de la clase que lea en voz alta la siguiente declaracin del lder Jeffrey R. Holland: El que cada uno de nosotros ven[ga] a Cristo, guarde Sus mandamientos y siga Su ejemplo para volver a la presencia del Padre es en verdad el propsito ms sublime y sagrado de la existencia humana. El ayudar a los dems a lograr eso tambin el ensear, persuadir y conducirlos con fervor a que anden tambin por el sendero de la redencin en verdad debe ser la segunda tarea ms importante de nuestra vida ( Venido de Dios como maestro , Liahona, julio de 1998, pg. 26). La enseanza del Evangelio cumple una funcin esencial en el plan de nuestro Padre Celestial. Anlisis de pasajes de las Escrituras Destqueles a sus alumnos que la enseanza siempre ha cumplido una funcin muy importante en el plan de redencin de Dios. Pdales que lean los pasajes de Escrituras que se enumeran a continuacin. Quizs sera provechoso que les explique los antecedentes de cada pasaje (por ejemplo, podra explicarles que Doctrina y Convenios 138 contiene una relacin de la visin del mundo de los espritus que tuvo el presidente Joseph F. Smith). Invteles a compartir toda percepcin que obtengan al leer estos pasajes en cuanto a la funcin que la enseanza cumple en el plan de nuestro Padre Celestial.
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a. Doctrina y Convenios 138:56. (Recibimos nuestras primeras lecciones en el mundo de los espritus.) b. Alma 12:2732. (Despus de que Adn y Eva fueran expulsados del Jardn de Edn, Dios les ayud para que aprendieran el plan de redencin. Envi a ngeles para que les ensearan y contest sus oraciones. Les dio mandamientos despus de que se les ense el plan de redencin.) c. Moiss 6:5758. (El Seor les mand a Adn y Eva que ensearan sin reserva el Evangelio a sus hijos.) Resuma los anlisis leyndoles Romanos 10:1315, 17 y 2 Nefi 2:8. Exprseles su testimonio en cuanto a la funcin que la enseanza del Evangelio cumple en el plan de nuestro Padre Celestial. Tenemos muchas oportunidades para aprender el Evangelio y ensearlo a otras personas. Citas Destqueles a sus alumnos que los miembros de la Iglesia ensean el Evangelio por medio de muchas funciones distintas. Luego pida a cinco miembros diferentes de la clase que lean las declaraciones que se ofrecen a continuacin. Hgales notar que cada declaracin est dirigida a un grupo especfico de personas. A los padres La Primera Presidencia ha dicho: Hacemos un llamado a los padres para que dediquen sus mejores esfuerzos a la enseanza y crianza de sus hijos con respecto a los principios del Evangelio, lo que los mantendr cerca de la Iglesia. El hogar es el fundamento de una vida recta y ningn otro medio puede ocupar su lugar ni cumplir sus funciones esenciales en el cumplimiento de las responsabilidades que Dios les ha dado. Aconsejamos a los padres y a los hijos dar una prioridad predominante a la oracin familiar, a la noche de hogar para la familia, al estudio y la instruccin del Evangelio y a las actividades familiares sanas. Sin importar cun apropiadas puedan ser otras exigencias o actividades, no se les debe permitir que desplacen los deberes divinamente asignados que slo los padres y las familias pueden llevar a cabo en forma adecuada (Carta de la Primera Presidencia, 11 de febrero de 1999). A los lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares El lder Gordon B. Hinckley dijo: La enseanza eficaz es la esencia misma del liderazgo en la Iglesia. La vida eterna se lograr nicamente cuando a los hombres y a las mujeres se les ensee con tal eficacia que lleguen a cambiar y a disciplinar su vida. No se les puede obligar a ser rectos ni a que deseen ir al cielo; se les debe guiar, y eso significa impartir enseanza (citado por el lder Jeffrey R. Holland; vase Venido de Dios como maestro , Liahona, julio de 1998, pg. 27). A los maestros en los salones de clases de la Iglesia El presidente Thomas S. Monson ense lo siguiente: El aula de la Iglesia aporta su aspecto esencial a la educacin de todos los nios y jvenes. All, el maestro inspira a los que asisten a sus clases y sienten la influencia de
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su testimonio. En la Primaria, la Escuela Dominical y las reuniones de las Mujeres Jvenes y del Sacerdocio Aarnico, hay maestros bien preparados, llamados por inspiracin del Seor, que influyen en cada nio y joven para que busquen palabras de sabidura de los mejores libros... conocimiento, tanto por el estudio como por la fe (D. y C. 88:118). Una palabra de aliento aqu y un pensamiento espiritual all afectan una valiosa vida y dejan su marca indeleble en el alma inmortal... El maestro humilde e inspirado de la Iglesia puede despertar en sus alumnos el amor por las Escrituras. Incluso puede llevar al Salvador y a los Apstoles de la antigedad no slo a la sala de clases sino al corazn, la mente y el alma de nuestros nios (vase Nuestros queridos nios son un regalo de Dios, Liahona, enero de 1992, pg. 77). A los maestros orientadores y las maestras visitantes El presidente Spencer W. Kimball dijo: Cuando ustedes van a los hogares de [la gente]... van a salvar almas... Es muy probable que muchos de los buenos miembros activos de la Iglesia en la actualidad sean activos porque ustedes los visitaron en sus hogares y les ofrecieron una nueva perspectiva, una nueva visin. Ustedes les apartaron la cortina y les ampliaron el horizonte. Ustedes les brindaron algo nuevo (The Teachings of Spencer W. Kimball, editado por Edward L. Kimball [1982], pg. 526). A todos los miembros de la Iglesia El presidente Lorenzo Snow dijo: Aunque uno ensee con la elocuencia de un ngel, solamente sus buenos hbitos, sus buenos ejemplos, sus acciones manifestando constantemente sinceridad en cuanto a su inters en los dems ensean con una mayor elocuencia y mucho ms eficazmente (The Teachings of Lorenzo Snow, compilacin por Clyde J. Williams [1984], pgs. 7879). Presentacin por el maestro Sugiera a los miembros de la clase que consideren los diferentes tipos de maestros que se describen en los pasajes que han ledo: los padres, los lderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares, los maestros en los salones de clases de la Iglesia, los maestros orientadores, las maestras visitantes y aquellos que ensean por el ejemplo. Invite a cada uno de los alumnos a que hablen brevemente acerca de alguien que, en una o varias de esas funciones, les haya ayudado a obtener un mejor entendimiento del Evangelio y un mayor deseo de vivir en armona con sus principios. Hbleles por unos momentos acerca de las bendiciones que recibimos a raz de las numerosas oportunidades para aprender y ensear el Evangelio en nuestros hogares, en la Iglesia y en nuestras relaciones diarias. Exprese su agradecimiento por tales oportunidades. Reclqueles que el Seor nos brinda estas oportunidades para ayudarnos a resistir las malas enseanzas e influencias que nos rodean. Comparta con la clase la siguiente declaracin del presidente Gordon B. Hinckley: Hay hambre en la tierra y una sed genuina: una gran hambre de la palabra del Seor y una insatisfecha sed por las cosas del Espritu... El mundo tiene hambre de alimento espiritual, y nosotros tenemos la obligacin y la oportunidad de nutrir el alma (Alimenten el espritu y nutran el alma, Liahona, octubre de 1998, pg. 3). El propsito del curso Enseanza del Evangelio es ayudar a mejorarnos como maestros. Presentacin por el maestro Lea ante la clase las declaraciones del presidente Gordon B. Hinckley que se incluyen en Nota para el maestro, en la pgina 215.
Testimonio
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Despus de haber ledo las declaraciones del presidente Hinckley, seale que el propsito del curso Enseanza del Evangelio es ayudarnos a ensear el Evangelio de Jesucristo [mejor] de lo que jams lo hayamos hecho. Explqueles que las fuentes de informacin para este curso son las Escrituras, La Enseanza: El llamamiento ms importante y la seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia. Distribuya ejemplares de La enseanza: El llamamiento ms importante entre los miembros de la clase que an no lo hayan recibido. Infrmeles que este libro contiene materiales que se relacionan con las lecciones del curso, y que se beneficiarn al leer dichos materiales antes y despus de cada leccin. Explqueles que este curso establece un fundamento para ensear el Evangelio. Se concentra en principios y mtodos de enseanza que se aplican a toda cultura y a todo grupo de personas de cualquier edad. El curso consta de 12 lecciones. Los ttulos de las 11 lecciones siguientes indican los que los miembros de la clase pueden esperar del mismo. Pida a los miembros de la clase que busquen los ttulos de las lecciones en la pgina VI del libro. Ofrzcales su ayuda en tanto que se esfuerzan por aplicar los principios que el curso ensea. Adems, aliente a cada alumno para que haga lo siguiente: a. Estudiar las Escrituras; La enseanza: El llamamiento ms importante; y la seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia. b. Llevar cada semana sus propios libros cannicos a la clase. c. Llevar cada semana sus propios cuadernos a la clase. d. Ir cada semana a la clase bien preparado para participar en las lecciones y contribuir a la enseanza de los dems miembros de la clase. e. Meditar y orar en cuanto a sus oportunidades para ensear. f. Comenzar a desarrollar y poner en prctica un plan personal para mejorarse como maestro. Conclusin Cita Invite a los miembros de la clase a que lean el siguiente comentario del lder Boyd K. Packer: Se ha dicho que la responsabilidad de los miembros de la Iglesia se divide en tres categoras principales: facilitar la salvacin de los miembros de la Iglesia que todava viven, realizar la obra necesaria por nuestros antepasados muertos y predicar el Evangelio a todo el mundo. Estas responsabilidades requieren conocimiento y el conocimiento debe, de alguna manera, ser enseado. Nosotros, entonces, somos quienes debemos ensearlo (Teach Ye Diligently, edicin revisada [1991], pg. 7). Resumen Testimonio Asignaciones Resuma los principios que hayan analizado. Comparta su testimonio segn lo indique el Espritu. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que escriban en sus cuadernos acerca de las oportunidades para aprender y ensear que se les presenten a medida que participen en el curso.
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2. Que procuren la gua del Espritu Santo en relacin con una leccin en una prxima noche de hogar, una asignacin en la Iglesia u otra oportunidad para ensear. Que recuerden estas palabras del Seor: Se os dar el Espritu por la oracin de fe (D. y C. 42:14). Que escriban en sus cuadernos en cuanto a sus experiencias acerca de esta asignacin. (Como parte de la leccin 3, se les pedir a algunos miembros de la clase que den un informe sobre estas experiencias.) 3. Que repasen los principios enseados en esta leccin estudiando la seccin de este libro titulada: La importancia de la enseanza del Evangelio en el plan de Dios (pgs. 210).
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Ame a quienes ensea
Leccin
Objetivo
Ayudar a los miembros de la clase a que procuren amar con verdadero amor cristiano a las personas a quienes ensean. En los horas finales de Su ministerio terrenal, Jess ense y fortaleci a Sus Apstoles (vase Juan 1317). Como parte de Sus enseanzas, l mando a Sus discpulos que se amaran unos a otros como l los haba amado (vase Juan 13:34; 15:12, 17). Su obediencia a este mandamiento demostrara que ellos eran realmente Sus discpulos (vase Juan 13:35). Todo lo que tenan que hacer, adems de su asignacin de perseverar y ensear a todas las naciones, deban hacerlo con amor. En estos ltimos das, el Seor nos ha enseado de la misma manera: Nadie puede ayudar en [esta obra] a menos que sea humilde y lleno de amor (D. y C. 12:8). Al ensear esta leccin, ayude a que los miembros de la clase comprendan cmo llenarse de un amor semejante al de Cristo por las personas a quienes enseen. En tanto que sigan el consejo de esta leccin, podrn ensear ms eficazmente y tambin experimentarn un mayor gozo como maestros.
Preparacin
1. Estudie con espritu de oracin los pasajes de las Escrituras que esta leccin contiene y procure aplicarlos al objetivo de la misma. Familiarcese bastante con 3 Nefi 1117 de modo que pueda relatar las partes de la narracin descrita en la pgina 222 de este libro. 2. Estudie la seccin de este libro titulada Ame a quienes ensea (pgs. 3243). 3. Si dispone de los siguientes materiales, preprese a emplearlos como parte de la leccin: a. Las lminas de Jess enseando en el hemisferio occidental (62380; Las bellas artes del Evangelio N 316); Jess sana a los nefitas enfermos (62541; Las bellas artes del Evangelio N 317; y Jess bendice a los nios nefitas (Las bellas artes del Evangelio N 322). b. Mi gozo es completo, segmento de 4 minutos de El Libro de Mormn: Presentaciones en video (5X911 002). 4. Asigne a un miembro de la clase a que se prepare para hablar brevemente en cuanto a la influencia que haya recibido merced al amor de algn maestro del Evangelio (tales como uno de sus padres, un maestro de clase en la Iglesia o un lder de la Iglesia). Pdale que incluya las siguientes preguntas como parte de la presentacin: Cmo supo que esa persona le amaba? En qu manera influy el amor de esa persona en sus sentimientos en cuanto a aprender el Evangelio? 5. Con una o varias semanas de anticipacin, haga los arreglos para que un solista o un pequeo grupo de personas adultas o de nios cante Amad a otros (Himnos,
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N 203) al final de la leccin. Si eso no es posible, preprese para que los miembros de la clase lo canten en conjunto. Sugerencias para el desarrollo de la leccin Relato de las Escrituras y lminas Los maestros que manifiestan un amor verdaderamente cristiano ejercen una gran influencia en las personas a quienes ensean. Muestre a la clase la lmina de Jess enseando a los nefitas. Con sus propias palabras relteles la historia de cuando el Salvador resucitado visit a los nefitas. Asegrese de incluir lo siguiente: El Salvador resucitado se apareci a los nefitas en la tierra de Abundancia. Los invit a que vinieran a l y que palparan las marcas en Su costado, en Sus manos y en Sus pies. Luego les ense por largo tiempo. Despus de ensearles, los mand que regresaran a sus hogares y meditaran acerca de lo que les haba dicho. El Seor estaba a punto de regresar a donde Su Padre cuando not que estaban llorando deseando que se quedara ms tiempo con ellos (vase 3 Nefi 1116; 17:15). Enseles la lmina de Jess sanando a los nefitas. Invite entonces a un miembro de clase a que lea 3 Nefi 17:610. Pizarra Relato de las Escrituras y lmina Despus de que el miembro de la clase haya ledo ese pasaje, escriba en la pizarra l los san a todos. Con sus propias palabras contine relatndoles la historia. Asegrese de destacarles que despus de haber sanado a toda la gente, Jess les pidi que le trajesen a sus nios pequeos (vase 3 Nefi 17:1112). Mustreles la lmina de Jess bendiciendo a los nios nefitas e invite entonces a un miembro de la clase a leer 3 Nefi 17:2125. Pizarra Despus de que el miembro de la clase haya ledo ese pasaje, escriba en la pizarra l tom a sus nios pequeos, uno por uno, y los bendijo.
Presentacin en video Si planea utilizar el video Mi gozo es completo, mustrelo ahora. Anlisis Pida a los miembros de la clase que mediten acerca del amor que el Salvador demostr a los nefitas. Invteles asimismo a que piensen en lo que los nefitas deben haber experimentado cuando el Salvador les ministr, uno por uno. En qu forma podra el amor cristiano de un maestro influir en aquellos a quienes ensea? (Las respuestas podran incluir que el amor cristiano de un maestro puede invitar el Espritu, ayudar a la gente a vencer sus temores y ayudarles a ser ms receptivos en cuanto al Evangelio.) Cita Despus de una breve deliberacin acerca de esa pregunta, pida a un miembro de la clase que lea la declaracin del profeta Jos Smith que se encuentra en la pgina 32 de este libro. Pida al miembro de la clase previamente asignado que hable en cuanto a la influencia que haya recibido debido al amor demostrado por algn maestro. Explique a la clase que esta leccin incluye enseanzas tomadas de las Escrituras que pueden ayudarnos a llenarnos de amor cristiano por aquellos a quienes enseamos. Tambin incluye un anlisis acerca de cmo puede nuestro amor cristiano influir en nuestro servicio como maestros.
Presentacin por un miembro de la clase Presentacin por el maestro
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leccin 2: Ame a quienes ensea
Podemos ser llenos de amor cristiano por aquellos a quienes enseamos. Actividad con las Escrituras y el cuaderno Invite a diferentes miembros de la clase a que lean los pasajes de las Escrituras que se mencionan a continuacin. Despus de leer cada pasaje, pida a los miembros de la clase que identifiquen los principios que contiene el pasaje y que podran ayudarles a ser llenos de amor cristiano. Sugirales que escriban en sus cuadernos los pensamientos que vayan teniendo a medida que participen en este anlisis. Explqueles que momentos antes de terminar la clase tendrn la oportunidad de compartir esos pensamientos. Juan 15:10 (Guardar los mandamientos) Efesios 4:32 (Perdonar a otros) Mosah 2:17 (Servir) Mosah 4:1112 (Arrepentirse, ser humilde y ejercer la fe) Alma 38:12 (Refrenar las pasiones) 3 Nefi 11:2930 (Cesar toda contencin) Moroni 7:48 (Orar para ser llenos del amor puro de Cristo) Nuestro amor cristiano por aquellos a quienes enseamos debe manifestarse en nuestra preparacin, nuestra enseanza y nuestra vida diaria. Actividad con el cuaderno y anlisis Destqueles que cuando estamos llenos de un amor semejante al de Cristo por aquellos a quienes enseamos, nuestro amor se manifiesta en nuestra preparacin, nuestras enseanzas y nuestra vida diaria. Escriba entonces lo siguiente en la pizarra y pida a los miembros de la clase que tambin lo hagan en su cuaderno.
Preparacin
Enseanza
Vida diaria
Pida a los miembros de la clase que piensen en algunas personas especficas a quienes ensean (tales como los miembros de sus respectivas familias, miembros de una clase o miembros de un qurum). Pdales entonces que consideren las siguientes preguntas y que escriban sus propias ideas debajo de los encabezamientos correspondientes en sus cuadernos: Cules son algunas de las cosas que podran hacer para demostrar su amor cristiano por esas personas? (Ntese que en la grfica que sigue se enumeran algunas ideas al respecto. Otras ideas se incluyen en El amor enternece el corazn, El comprender a quienes ensea y Cmo acercarse a cada persona, pginas 3338 de este libro.)
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Preparacin
Orar por ellos. Estar atento a sus necesidades e intereses. Estar bien preparado para ensearles.
Enseanza
Saludarlos con afecto a medida que entren al saln de clase. Expresarles su amor por ellos. Escucharles con atencin. Responderles respetuosamente a medida que participan en la clase. Alentarles a que vivan los principios que les ensea. Elogiarlos cada vez que sea oportuno.
Vida diaria
Orar por ellos. Ser amigable con ellos cada vez que los vea. Estar al tanto de sus actividades y sus logros. Asistir a las actividades en las que participen. Elogiarlos cada vez que sea oportuno. Demostrarles inters y alentarlos cuando estn experimentando dificultades.
Invite a los miembros de la clase a analizar algunas de las ideas que hayan escrito en sus cuadernos. Escrbalas en la pizarra. Conclusin Resumen y cita Resuma brevemente la leccin empleando la siguiente declaracin del lder Joseph B. Wirthlin: La compasin de los amigos que viven las enseanzas de Cristo influye profundamente en nuestra vida y la cambia... El amor es la esencia del Evangelio de Jesucristo. En esta Iglesia, muchas veces las oraciones en las que se pide ayuda el Seor las contesta por medio del simple servicio diario de hermanos y hermanas que se preocupan por los dems. En la bondad de los amigos genuinos, he visto reflejada la bondad del Seor mismo (Los compaeros que valen, Liahona, enero de 1998, pgs. 3738). Testimonio Msica Segn le inspire el Espritu, comparta su testimonio y exprese su amor por los miembros de la clase. Presente al solista o pequeo grupo previamente asignado para que cante Amad a otros (Himnos, N 203). Si esto no fuera posible, invite a los miembros de la clase a que lo canten en conjunto. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que escojan por lo menos una idea de la actividad con el cuaderno de la pgina 223 y que la utilicen en una oportunidad que tengan para ensear durante la semana entrante. Que escriban entonces en sus cuadernos los resultados de tal experiencia. 2. Que continen la asignacin de la semana anterior de procurar la gua del Espritu con respecto a una prxima leccin en la noche de hogar, una asignacin en la Iglesia u otra oportunidad para la enseanza. Que recuerden estas palabras del
Asignaciones
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leccin 2: Ame a quienes ensea
Seor: Se os dar el Espritu por la oracin de fe (D. y C. 42:14). Que escriban en sus cuadernos acerca de las experiencias que tengan con esta asignacin. (Como parte de la leccin 3, se pedir a algunos miembros de la clase que den un informe sobre tales experiencias.) 3. Que repasen los principios que esta leccin ensea estudiando la seccin de este libro titulada Ame a quienes ensea (pgs. 3243).
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Leccin
3
Objetivo Nota para el maestro
Ensee por medio del Espritu

Ayudar a los miembros de la clase a procurar la gua del Espritu y a que enseen de una manera que ayude a otros a sentir la influencia del Espritu. Las verdades del Evangelio se aprenden por el poder del Espritu Santo (vase Moroni 10:5). El Seor describi la importancia de ensear por el Espritu cuando dijo: Se os dar el Espritu por la oracin de fe; y si no recibs el Espritu, no ensearis (D. y C. 42:14). A medida que tanto los maestros como los alumnos viven dignos de ser guiados por el Espritu, ambos son edificados y se regocijan juntamente (D. y C. 50:1322). Algunos miembros de la clase especialmente aquellos que han tenido poca experiencia en la Iglesia quizs se consideren incapaces de ensear por medio del Espritu. Al ensear esta leccin, ayude a todos sus alumnos a comprender que pueden ensear, en realidad, por medio del Espritu. Aydeles a entender que los requisitos para ensear por el Espritu no son la elocuencia, la educacin ni la gran experiencia, sino la oracin, la dedicacin, la reverencia y la humildad.
Preparacin
1. Estudie con espritu de oracin los pasajes de las Escrituras que esta leccin contiene y procure aplicarlos al objetivo de la misma. 2. Estudie la seccin de este libro titulada Ensee mediante el Espritu (pgs. 4452). 3. Pida a dos o tres miembros de la clase que se preparen para hablar brevemente acerca de sus experiencias al procurar la gua del Espritu Santo en sus enseanzas. (Al concluir las lecciones 1 y 2, se asign a los miembros de la clase que escribiesen en sus cuadernos en cuanto a dichas experiencias.) 4. Lleve a la clase una jarra de agua y un vaso transparente. 5. Antes de iniciar la clase, escriba en la pizarra la siguiente pregunta: En nuestros esfuerzos para ensear el Evangelio, qu es lo ms importante?
Antes de la primera oracin, invite a los miembros de la clase a que canten Cuando ensee a tus hijos (Himnos, N 172), o algn otro himno de reverencia. Despus del himno, pida al miembro de la clase que design para que ofreciera la oracin que ruegue por la gua del Espritu Santo durante la leccin. Lo ms importante es el Espritu.
Cita
Pida a los miembros de la clase que presten atencin a lo que escribi en la pizarra e invteles a que piensen acerca de esa pregunta sin contestarla en voz alta. Indqueles luego que una respuesta a dicha pregunta se encuentra en la siguiente declaracin del presidente Ezra Taft Benson:
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leccin 3: Ensee por medio del Espritu
Si hay un mensaje que he repetido a mis hermanos de los Doce, es ste: que es el Espritu lo que cuenta. Es el Espritu lo que importa. No s con cunta frecuencia lo he dicho, pero no me canso nunca de repetirlo: Lo ms importante es el Espritu (Seminario para presidentes de misin, 3 de abril de 1985). Explique a los miembros de la clase que con frecuencia nos referimos al Espritu Santo simplemente como el Espritu. Ensear por medio del Espritu es la forma ms poderosa de ensear porque es solamente por medio de Su influencia que podemos entender las cosas de Dios (vase 1 Corintios 2:11). El Espritu nos ayudar de muchas maneras a medida que aprendamos y enseemos el Evangelio. Anlisis de pasajes de las Escrituras Destqueles a los miembros de la clase que por lo general el Espritu se manifiesta callada y simplemente en vez de hacerlo mediante una espectacular exhibicin de poder (vase 1 Reyes 19:912). Luego pdales que lean las Escrituras enumeradas a continuacin. Pdales asimismo que expliquen lo que cada pasaje ensea acerca de cmo el Espritu puede ayudarnos cuando enseamos el Evangelio. Escriba sus respuestas en la pizarra. a. b. c. d. e. f. Presentacin por miembros de la clase Juan 14:26 (Nos ensea todas las cosas y nos hace recordarlas) Juan 15:26 (Nos da testimonio de Cristo) 2 Nefi 33:1 (Lleva la verdad a nuestro corazn) Doctrina y Convenios 6:1415, 2223 (Ilumina y da paz a nuestra mente) Doctrina y Convenios 11:13 (Nos llena el alma de gozo) Doctrina y Convenios 50:2122 (Nos edifica)
Invite a los miembros de la clase que haya asignado con anterioridad a que hablen acerca de sus experiencias al haber procurado la gua del Espritu Santo al ensear (vase Preparacin, punto nmero 3). Hay ciertas cosas especficas que podemos hacer para invitar al Espritu.
Anlisis con la pizarra
Qu podemos hacer en nuestra enseanza para invitar al Espritu? (Escriba las respuestas de los alumnos en la pizarra y alinteles a que hagan ellos lo mismo en sus cuadernos.) Si los miembros de la clase no mencionan algunos de los puntos indicados a continuacin, agrguelos a la lista en la pizarra: a. b. c. d. e. f. Orar. Ensear basndose en las Escrituras. Testificar. Utilizar himnos, canciones de la Primaria y otra msica sagrada. Expresar amor por nuestro prjimo y por nuestro Padre Celestial y Jesucristo. Compartir ideas, sentimientos y experiencias que se relacionen con los principios de la leccin. Cules de estas cosas hemos hecho hoy en la clase? Hemos hecho alguna otra cosa en la clase para invitar al Espritu?
Actividad con el cuaderno
Pida a los miembros de la clase que piensen en cuanto a una oportunidad para la enseanza que pronto habrn de tener. Invteles a considerar cmo podran emplear algunas de las sugerencias escritas en la pizarra a medida que enseen. Concdales unos pocos minutos para que escriban sus ideas en sus cuadernos.
227
Nuestros mejores esfuerzos sern suficientes cuando se sienta la influencia del Espritu. Leccin prctica Escriba en la pizarra: Quin puede ensear por medio del Espritu? Mustreles la jarra de agua y el vaso. Explqueles que, en esta demostracin, el vaso representa a cada uno de nosotros como maestros del Evangelio. Llnelo entonces hasta la mitad y explique que el agua que acaba de poner en el vaso representa el mejor uso que hacemos de nuestros talentos. Indqueles que probablemente pensemos que podramos ser realmente eficaces en nuestra enseanza si slo tuviramos ms talentos. Sin embargo, este vaso no puede llenarse solamente con nuestros talentos. Para ser verdaderamente eficaces como maestros del Evangelio, es menester que enseemos por el poder del Espritu Santo. El milagro es que no importa quines somos ni cun talentosos parezcamos ser, nuestros mejores esfuerzos sern suficientes cuando sintamos que la influencia del Espritu est presente. Al decir esto, llene el vaso hasta el borde. Cita Pida a un miembro de la clase que lea en voz alta la siguiente declaracin del lder Henry B. Eyring: Es prudente sentir temor de que nuestra habilidad sea inadecuada para cumplir con el mandato que se nos ha dado de nutrir la fe de los dems. Nuestras habilidades, no obstante cun buenas sean, no sern suficientes; sin embargo, el ver en forma realista nuestras limitaciones crea un sentimiento de humildad que nos puede hacer depender del Espritu y, de ese modo, del poder ( Apacienta mis corderos , Liahona, enero de 1998, pg. 99). Cada uno de nosotros puede facultarse para ensear por medio del Espritu. Anlisis de pasajes de las Escrituras y empleo de la pizarra Lleve a cabo el siguiente anlisis para ayudar a que los miembros de la clase entiendan cmo pueden facultarse para ensear por medio del Espritu. Pida a un miembro de la clase que lea en voz alta Doctrina y Convenios 42:14. Escriba en la pizarra lo siguiente:
Orar con fe
Recibimos el Espritu
Pida a otro miembro de la clase que lea en voz alta Doctrina y Convenios 88:7778. Qu nos promete el Seor si enseamos diligentemente la doctrina del reino? (Su gracia nos acompaar.)
228
leccin 3: Ensee por medio del Espritu
Escriba en la pizarra lo siguiente:
Ensear diligentemente la doctrina
Su gracia nos acompaa
Explqueles que la gracia es un poder de capacitacin. Es una ayuda y fortaleza divina que recibimos merced a la misericordia y el amor de Dios. Por medio de la gracia del Seor, podemos hacer cosas buenas que por nosotros mismos no lograramos hacer (vase Gracia, en la Gua para el Estudio de las Escrituras, pg. 85). Pida a un miembro de la clase que lea en voz alta Doctrina y Convenios 100:78. Qu nos dicen estos versculos en cuanto a cmo debemos declarar el Evangelio? (Con solemnidad de corazn y con el espritu de mansedumbre.) Explqueles que solemnidad significa reverencia y dignidad. Luego, para ayudarles a entender el significado de la palabra mansedumbre, lales la siguiente declaracin del presidente Gordon B. Hinckley: La mansedumbre incluye un espritu de gratitud en oposicin a una actitud de autosuficiencia, el admitir que existe un poder superior al de uno mismo, un reconocimiento de Dios y la aceptacin de Sus mandamientos (With All Thy Getting Get Understanding, Ensign, agosto de 1988, pgs. 34). Qu nos promete el Seor si enseamos Su Evangelio con solemnidad y mansedumbre? (Vase D. y C. 100:8. El Espritu Santo dar testimonio de los principios que enseemos.) Escriba en la pizarra lo siguiente:
Ensear con solemnidad y mansedumbre
El Espritu da testimonio
229
Participacin
Dirija la atencin de los miembros de la clase a los principios que ha escrito en la pizarra. Destqueles que a medida que oremos con fe y enseemos diligentemente la doctrina con solemnidad y mansedumbre, recibiremos el Espritu, Quien dar testimonio de las verdades que enseemos. Invite a los miembros de la clase a que relaten acerca de las ocasiones en que ellos mismos u otras personas hayan invitado al Espritu al seguir estos principios.
Conclusin Resumen y cita Haga un breve resumen de la leccin. Pida entonces que un miembro de la clase lea en voz alta la siguiente declaracin del presidente Thomas S. Monson: Quizs muchos de ustedes sean tmidos por naturaleza o se consideren inadecuados para aceptar un llamamiento. Pero recuerden que esta obra no es de nosotros solamente; es la obra del Seor y, cuando estamos al servicio del Seor, tenemos derecho de recibir Su ayuda. Recuerden que a quien el Seor llama, el Seor prepara y capacita (Llamados a servir, Liahona, julio de 1996, pg. 47). Testimonio Asignaciones Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que mediten en cuanto a las ideas para ensear el Evangelio por medio del Espritu que hayan escrito en sus cuadernos. Que utilicen una de esas ideas en conexin con una futura oportunidad de ensear. 2. Que continen registrando su progreso personal en sus respectivos cuadernos. 3. Que repasen los principios enseados en esta leccin estudiando la seccin de este libro titulada Ensee mediante el Espritu (pgs. 4452).
230
Ensee la doctrina
Leccin
Objetivo
Ayudar a los miembros de la clase a comprender el poder que proviene de estudiar y ensear las doctrinas del Evangelio, las cuales se encuentran en las Escrituras y en las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Al prepararse para ensear esta leccin, ore en procura de que se le gue para ensear eficazmente utilizando las Escrituras y las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Segn lo inspire el Espritu Santo, comente en cuanto al efecto que las doctrinas del Evangelio han tenido en su vida personal al estudiarlas y ensearlas. 1. Estudie con espritu de oracin los pasajes de las Escrituras contenidos en esta leccin y procure aplicarlos al objetivo de la misma. 2. Estudie la seccin de este libro titulada Ensee la doctrina (pgs. 5364) y las siguientes partes de la seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia: Ensear las doctrinas y las ordenanzas salvadoras del Evangelio (pg. 364), Ensear de las Escrituras y de las enseanzas de los profetas de los ltimos das (pg. 364), y Usar los materiales de la leccin aprobados por la Iglesia (pg. 367). 3. Invite a un miembro de la clase u otro miembro del barrio a ir a la clase habindose preparado para hablar en cuanto a cmo el haber aprendido una doctrina especfica del Evangelio ha influido en su vida. 4. Si dispone de manuales actuales de lecciones producidos por la Iglesia, lleve algunos de ellos a la clase. 5. Antes de comenzar la clase, escriba lo siguiente en la pizarra:
Preparacin
Os mando que os enseis el uno al otro la doctrina del reino (D. y C. 88:77). En qu manera nos afecta el aprender la doctrina del reino? En qu forma el aprender la verdadera doctrina es diferente que aprender otras cosas?
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Sugerencias para el desarrollo de la leccin Anlisis de pasajes de las Escrituras con la pizarra
El Seor nos ha mandado [ensearnos] el uno al otro la doctrina del reino. La doctrina puede tener una poderosa influencia en nuestra mente y en nuestro corazn. Pida a los miembros de la clase que presten atencin al pasaje de las Escrituras y a las preguntas que ha escrito en la pizarra (vase Preparacin, punto nmero 5). Explqueles que en el pasaje de las Escrituras anotado en la pizarra, la frase doctrina del reino se refiere a las verdades reveladas del Evangelio. Pdales que presten atencin a las preguntas que ha escrito en la pizarra. Antes de pedirles que analicen tales preguntas, invteles a que lean en voz alta los siguientes pasajes de las Escrituras: a. Ens 1:14. (Las doctrinas del Evangelio penetran nuestro corazn y nos hacen sentir humildes ante Dios.) b. Alma 31:5. (La palabra de Dios impulsa a la gente a hacer lo que es justo y tiene un efecto ms potente en nuestra mente.) c. Alma 32:28. (La palabra de Dios engrandece nuestra alma, ilumina nuestro entendimiento y llega a ser deliciosa para nosotros.) d. Jos SmithHistoria 1:1112. (La palabra de Dios [penetra] el corazn... con ms fuerza.) Pida a los miembros de la clase que analicen las preguntas escritas en la pizarra.
Presentacin por un miembro de la clase
Invite al miembro de la clase o a algn otro miembro del barrio a quien se lo haya asignado previamente que hable acerca de cmo el haber aprendido una doctrina especfica del Evangelio ha influido en su vida. Debemos concentrar nuestra enseanza en la doctrina.
Caso para analizar
Pida a los miembros de la clase que imaginen que son miembros de una presidencia de Hombres Jvenes, Mujeres Jvenes o Escuela Dominical. Un maestro en tal organizacin les dice: Cuando enseo a los jvenes dedico bastante tiempo a hablarles sobre cosas como los deportes, las salidas con personas del sexo opuesto y las pelculas cinematogrficas. Yo creo que perderan el inters si dedicara demasiado tiempo a ensearles en base a las Escrituras. Qu le aconsejara a esa persona para ayudarla a que ensee la doctrina en base a las Escrituras? Como parte de este anlisis, invite a tres diferentes miembros de la clase que lean en voz alta las declaraciones que figuran a continuacin. Reclqueles la importancia de ensear la palabra de Dios a los miembros de la Iglesia, no importa la edad que tengan. A los maestros de personas adultas El presidente Joseph Fielding Smith dijo: Yo s que a m no me agrada cuando asisto a un servicio y se llama a alguien a hablar, quien parndose ante la congregacin presenta, aunque de forma agradable, algunas trivialidades y filosofas de los hombres las ideas de aquellos que hoy en da moldean el pensamiento del mundo, pero quienes en su propio corazn no tienen fe ni amor por Jesucristo o los que comentan asuntos en discrepancia con los principios fundamentales del Evangelio (Doctrina de Salvacin, compilacin por Bruce R. McConkie, 3 tomos [1995], tomo 2, pg. 322).
Anlisis y citas
232
leccin 4: Ensee la doctrina
A los maestros de Hombres y Mujeres Jvenes El presidente J. Reuben Clark, hijo, ense: Los jvenes de la Iglesia estn hambrientos espiritualmente y ansiosos por aprender el Evangelio, y lo quieren puro, sin mezcla... Ustedes [los maestros] no tienen que ubicarse detrs de estos jvenes... a fin de susurrar religin en sus odos... No tienen necesidad de disfrazar las verdades religiosas con un manto de cosas mundanas; pueden presentarles estas verdades naturalmente (El curso trazado por la Iglesia en la educacin [folleto], pgs. 4, 10). A los maestros de nios pequeos El lder Ezra Taft Benson aconsej: Todo lo que les pedimos es que en el corazn mismo de estos nios que son puestos bajo su cuidado y direccin ustedes les inspiren de tal manera que nada en este mundo llegue jams a ser ms valioso para ellos que el Evangelio (Our First Obligation, Childrens Friend, octubre de 1950, pg. 454). A todos los maestros del Evangelio El lder Boyd K. Packer dijo: Si la verdadera doctrina se entiende, ello cambia la actitud y el comportamiento. El estudio de la doctrina del Evangelio mejorar el comportamiento de las personas ms fcilmente que el estudio sobre el comportamiento humano (Los nios pequeos, Liahona, enero de 1987, pg. 17). Debemos asegurarnos de estar enseando la doctrina correcta. Citas y anlisis Lales a los miembros de la clase la siguiente declaracin del presidente Marion G. Romney: Cuando bebo agua que proviene de un manantial, me gusta tomarla en el mismo lugar donde brota de la tierra, no corriente abajo despus que el ganado la ha enturbiado... Respeto las interpretaciones que hacen otras personas, pero en lo que se refiere al Evangelio, debemos saber lo que el Seor dice (citado por J. Richard Clark; vase Escudriad las Escrituras, Liahona, enero de 1983, pg. 23). A qu fuentes debemos recurrir para ayudar a quienes enseamos de manera que puedan saber lo que el Seor dice? (Las respuestas deberan incluir las Escrituras y las enseanzas de los profetas de los ltimos das.) Cmo podemos asegurarnos de que estamos enseando la doctrina correcta? Como parte de este anlisis, pida a los miembros de la clase que lean Doctrina y Convenios 42:1213 y 52:9. Destqueles que podemos asegurarnos de que estamos enseando la doctrina correcta si nos mantenemos en armona con las Escrituras y las enseanzas de los profetas de los ltimos das. Invite a un miembro de la clase a leer la siguiente declaracin del presidente Spencer W. Kimball: Ninguna persona tiene el derecho de ofrecer sus propias interpretaciones cuando se le invite a ensear en las organizaciones de la Iglesia; tal persona es un invitado... y aquellos que le escuchan tienen razn en considerar que, habiendo sido llamada y sostenida en el debido orden, representa a la Iglesia y que las cosas que ensea son aprobadas por la Iglesia (The Teachings of Spencer W. Kimball, editado por Edward L. Kimball [1982], pgs. 532533).
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Si usted ha trado a la clase algunos manuales actuales producidos por la Iglesia, mustrelos a sus alumnos. Indqueles que los manuales producidos por la Iglesia contienen sugerencias en cuanto a preguntas, actividades y materiales audiovisuales que nos ayudan a concentrar nuestra enseanza en las Escrituras y en las palabras de los profetas de los ltimos das. El Seor nos promete grandes bendiciones en tanto que aprendamos y enseemos diligentemente Su doctrina. Cita Destaque a los miembros de la clase que debemos estudiar la doctrina del Evangelio antes de que podamos ensearla eficazmente. Lales luego la siguiente declaracin del presidente Spencer W. Kimball: Es bastante comn ver casos de personas que dominan varios pasajes [de las Escrituras], de tal forma que se hacen la ilusin de saber mucho acerca del Evangelio. En este sentido, el tener un poco de conocimiento puede presentar en realidad un gran problema. Estoy convencido de que cada uno de nosotros, en algn perodo de nuestra vida, tiene que descubrir las Escrituras por s mismo, y no solamente una vez, sino redescubrirlas muchas veces (vase Las Escrituras: Cun singular tesoro!, Liahona, diciembre de 1985, pg. 4). Anlisis de pasajes de las Escrituras con la pizarra Borre la pizarra y dibuje en ella la siguiente tabla. Explique a los miembros de la clase que esa tabla mostrar las promesas del Seor a los maestros que redescubren [las Escrituras] muchas veces. Pdales que copien la tabla en sus cuadernos. (No haga que miren esta pgina en sus manuales.)
Pasaje de las Escrituras

Alma 17:23 Doctrina y Convenios 11:2122 Doctrina y Convenios 84:85
Lo que hacemos
Las bendiciones que recibimos
Pida a los miembros de la clase que lean los pasajes de las Escrituras que se indican en la tabla. Despus de leer cada pasaje, pdales que indiquen cules son las cosas que podemos hacer y las bendiciones que recibiremos como resultado de ello. Escriba sus ideas en las columnas correspondientes. Sugirales que escriban esas ideas en sus cuadernos. En la tabla siguiente se dan algunas posibles respuestas.
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leccin 4: Ensee la doctrina
Pasaje de las Escrituras

Alma 17:23 Doctrina y Convenios 11:2122 Doctrina y Convenios 84:85
Lo que hacemos
Escudriamos diligentemente las Escrituras Oramos y ayunamos Obtenemos la palabra de Dios mediante el estudio Nos preparamos para ensear atesora[ndo] constantemente... las palabras de vida
Las bendiciones que recibimos

Recibimos el espritu de profeca y revelacin Enseamos con el poder y la autoridad de Dios Recibimos la gua del Espritu Enseamos con el poder de convencer a otros Enseamos con inspiracin
Aplicacin
Pida a los miembros de la clase que escriban en sus cuadernos una cosa especfica que habrn de hacer para seguir el consejo que estos pasajes de las Escrituras contienen. Asimismo, pdales que escriban cmo creen que tal accin les ayudar a recibir las bendiciones del Seor en cuanto a sus responsabilidades como maestros.
Conclusin Testimonio Asignaciones Segn lo inspire el Espritu, testifique acerca del poder que se obtiene al estudiar y ensear la doctrina del Evangelio. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que estudien a diario las Escrituras diligentemente. (Podra sugerirles que lean la seccin Desarrolle un plan personal para estudiar el Evangelio, pgs. 1617 en este libro.) 2. Con respecto a la asignacin que se dio durante la leccin en cuanto a lo que se escribi en el cuaderno, que traten de hacer algo en la semana entrante para mejorar su estudio personal del Evangelio. Que escriban acerca de su progreso en relacin con este cometido. 3. Que repasen los principios enseados en esta leccin estudiando la seccin de este libro titulada Ensee la doctrina (pgs. 5364).
235
Leccin
5
Promueva un aprendizaje diligente

Ayudar a los miembros de la clase a entender que toda persona es responsable de aprender el Evangelio; ayudarles a reconocer que, como maestros, pueden ayudar a otros a cumplir dicha responsabilidad. El Seor nos ha mandado que debemos busca[r] conocimiento, tanto por el estudio como por la fe (D. y C. 88:118). Tal como lo ense el presidente Spencer W. Kimball, este mandamiento debe obedecerse diligentemente: Nadie puede llegar a ser hacedor de la palabra sin llegar primero a ser oidor. Y no llega a ser oidor permaneciendo ociosamente a la espera de migajas de informacin... hay que investigar, estudiar, orar y comprender (vase Las Escrituras: Cun singular tesoro!, Liahona, diciembre de 1985, pg. 3). Cuando una persona decide estudiar diligentemente el Evangelio, est empleando correctamente su albedro. Los maestros que entienden la doctrina del albedro no tratarn de obligar a otros para que aprendan el Evangelio. En lugar de eso, tratarn de ensear de modo que alienten en los dems un diligente esfuerzo por aprenderlo.
Preparacin
1. Estudie con espritu de oracin los pasajes de las Escrituras que esta leccin contiene y procure aplicarlos al objetivo de la misma. 2. Estudie la seccin de este libro titulada Fomente el aprendizaje diligente (pgs. 6581). Estudie tambin Principios de conversin (pg. 362) en la seccin Enseanza del Evangelio y liderazgo del Manual de Instrucciones de la Iglesia. 3. Por anticipado, pida a tres miembros de la clase que le ayuden a presentar el teatro de lectores de la pgina 237. Pida que uno de ellos lea la parte del narrador, otro la parte del zoramita y el tercero la parte de Alma. 4. Prepare tres rtulos con los respectivos nombres de los participantes en el teatro de lectores: Narrador en uno, Zoramita en otro y Alma en el otro.
Sugerencias para el desarrollo de la leccin Teatro de lectores
Toda persona es responsable de aprender el Evangelio.
Pida a los participantes en el teatro de lectores que se coloquen frente a la clase y entrgueles sus correspondientes rtulos de identidad. Explique entonces que estos tres miembros de la clase han aceptado la asignacin de participar en este teatro de lectores, cuyo propsito es examinar la responsabilidad que todos tenemos de aprender el Evangelio. Escriba en la pizarra las siguientes referencias de las Escrituras: Alma 32:2728, 33, 38, 41. Explqueles que estas referencias corresponden a las enseanzas de Alma que se utilizarn en esta presentacin. Inste a los miembros de la clase a que sigan la lectura con la vista en sus propios libros cannicos mientras se lee la parte de Alma.
236
l e c c i n 5 : P r o m u e va u n a p r e n d i z a j e d i l i g e n t e
Narrador:
Cuando Alma y sus hermanos le predicaban al pueblo apstata de los zoramitas, entraron en una de sus sinagogas. All escucharon a los zoramitas declarar que no [habra] Cristo (Alma 31:16). Despus de haber odo esta falsa enseanza, Alma y sus hermanos se separaron para predicar la palabra de Dios y dar testimonio de Cristo. Una gran multitud de zoramitas se acerc a Alma y uno de ellos le habl diciendo: (Vase Alma 31:3738; 32:1.)
Zoramita: Narrador: Pizarra
(Lee Alma 32:5, comenzando con las palabras He aqu, qu harn estos, mis hermanos?) (Lee Alma 32:6.)
Escriba en la pizarra lo siguiente:
La responsabilidad de la persona Prepararse para escuchar la palabra (ser enseable).
Destqueles que los zoramitas respondieron a sus aflicciones decidiendo ser humildes. Buscaron a un hombre que pudiera ensearles la palabra de Dios. Teatro de lectores Narrador: Viendo que los zoramitas estaban preparados para escuchar la palabra de Dios, Alma les ense lo que deban hacer para recibirla y lograr un testimonio de su veracidad. (Lee Alma 32:2728, 33.)
Alma: Pizarra
Agregue lo siguiente a la lista de la pizarra:
La responsabilidad de la persona Prepararse para escuchar la palabra (ser enseable). Dar cabida a la palabra.
237
Teatro de lectores
Narrador:
Casi al final de su discurso, Alma les explic a los zoramitas que despus de que obtuvieran un testimonio de la palabra, tenan que hacer todava algo ms. Al brindarles esa explicacin, compar la palabra a un rbol que ha crecido de una simple semilla. (Lee Alma 32:38, 41.)
Alma: Pizarra
Agregue lo siguiente a la lista en la pizarra:
La responsabilidad de la persona Prepararse para escuchar la palabra (ser enseable). Dar cabida a la palabra. Nutrir la palabra.
Indique a los miembros de la clase que participaron en el teatro de lectores que vuelvan a tomar sus asientos. Presentacin por el maestro Explqueles que Alma ense a los zoramitas que cada uno de ellos era responsable de aprender el Evangelio. Todos somos personalmente responsables de aprender el Evangelio. Las personas que apenas comienzan a aceptar esta responsabilidad estn preparadas para escuchar la palabra (Alma 32:6). Otros estn experimentando con la palabra y dndole cabida para que sea plantada en su corazn (vase Alma 32:2728). An otros estn ya nutriendo la palabra con fe, diligencia y paciencia (vase Alma 32:41). Las personas aprenden el Evangelio por medio de su fe, diligencia y paciencia. Anlisis Cules son las cosas especficas que la gente puede hacer para nutrir la palabra? (Escriba en la pizarra las respuestas de los alumnos. Algunas respuestas posibles se enumeran a continuacin.) a. Estudiar y meditar acerca de las Escrituras diariamente. b. Escudriar las Escrituras en procura de respuestas especficas a algunas preguntas. c. Estudiar discursos de conferencias generales. d. Estudiar artculos de las revistas de la Iglesia. e. Ayunar y orar en procura de entendimiento. f. Procurar entendimiento al hacer la obra del templo. g. Analizar principios del Evangelio con miembros de la familia y amigos. h. Seguir la gua del Espritu. i. Esforzarse fielmente por obedecer los mandamientos. Qu bendiciones han recibido ustedes como resultado de sus esfuerzos diligentes por aprender el Evangelio?
238
Los maestros deben ayudar a las personas a ejercer su albedro para aprender y vivir el Evangelio. Presentacin por el maestro Cita Recuerde a los miembros de la clase que Dios nos ha dado el albedro, el poder para escoger entre el bien y el mal (vase D. y C. 29:35). Ejercemos nuestro albedro cuando escogemos si vamos a aprender y vivir el Evangelio. Lea la siguiente declaracin del lder James E. Faust: El grandioso plan del libre albedro que nos dio el Padre [es la gran alternativa] en lugar del astuto plan de Satans. Con este libre albedro podemos crecer, mejorar, progresar y buscar la perfeccin ( vase El gran imitador, Liahona, enero de 1988, pg. 34). Anlisis En qu forma se ve afectada nuestra enseanza cuando reconocemos que toda persona tiene su albedro y es responsable de su propio aprendizaje? (Quizs quiera usted escribir en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase.) Aydeles a reconocer que deben concentrarse en aquellos a quienes ensean y no solamente en su manera de ensearles. Los maestros eficaces del Evangelio no slo piensan en lo que habrn de ensear, sino que se preguntan: Cmo podra ayudar a quienes enseo para que tengan el deseo de aprender y descubran lo que necesitan saber?. Al hacerlo, estos maestros respetan el albedro de sus alumnos y les ayudan a regocijarse en aceptar la responsabilidad que tienen de aprender. Sugirales que a medida que ayudamos a otros para que acepten su responsabilidad de aprender el Evangelio, debemos invitarles y alentarles en lugar de obligarles a hacerlo. Debemos meditar y orar acerca de nuestros planes de ayudar a cada una de las personas que enseamos. No debemos hacer nada que pueda hacer que alguna persona se desve de su deseo de aprender el Evangelio. Anlisis Cules son algunas de las cosas que los maestros podran hacer y que hicieran que una persona se desve de su deseo de aprender el Evangelio? (Conceda a los miembros de la clase suficiente tiempo para que consideren y analicen esta pregunta. Alinteles para que analicen la pregunta en trminos generales en vez de criticar a determinados maestros. A continuacin se sugieren algunas posibles respuestas.) a. Leer las lecciones directamente del manual. b. Dedicar mucho tiempo de la leccin a darles una disertacin. c. Tratar de impresionarlos con su conocimiento o sus habilidades para la enseanza. d. Criticar o tratar desconsideradamente sus preguntas y comentarios. e. Hacer comentarios o preguntas que podran afectar negativamente su fe. f. Emplear palabras o ejemplos que podran causar que el Espritu se retire. g. No enfocar las lecciones en las verdades del Evangelio. Cita Concluya este anlisis pidiendo a un miembro de la clase que lea la siguiente declaracin del lder Dallin H. Oaks: Todos los maestros que procuran seguir al Maestro enfocarn sus esfuerzos en otras personas y nunca en s mismos. Satans dijo: Envame a m... y redimir a todo el gnero humano... y de seguro lo har; dame, pues, tu honra. Comparemos esa propuesta con
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el ejemplo del Salvador, Quien dijo: Padre, hgase tu voluntad, y sea tuya la gloria para siempre (Moiss 4:12). Todo maestro del Evangelio enfocar su enseanza en las necesidades de las ovejas y en la gloria del Maestro. Esa persona evitar ser el centro de atencin. Ensear a su grey que deben siempre observar al Maestro. Nunca obstruir la visin que ellos tienen del Maestro ponindose a s mismo en el camino o proyectando una sombra de vanidad o intereses egostas (discurso pronunciado el 31 de marzo de 1998). Hay muchas cosas que podemos hacer para fomentar un aprendizaje diligente. Actividad con el cuaderno Pida a los miembros de la clase que abran este libro en la pgina 65. Asigne a uno de ellos que lea en voz alta la declaracin que la misma contiene. Dicha declaracin sugiere tres cosas generales que podemos hacer para fomentar un aprendizaje diligente. Hgales notar que en cada una de estas tres sugerencias hay muchas cosas sencillas y especficas que podramos hacer. Pida a los alumnos que repasen la siguiente lista en sus manuales. nsteles a que escojan una idea de dicha lista que pondrn en prctica en una futura oportunidad que tengan para ensear. Si el tiempo lo permite, concdales unos breves momentos para que escriban en sus cuadernos cmo utilizarn esa idea. Tambin podra pedirles que compartan su plan con los dems miembros de la clase. Si no hubiese tiempo para que lo escriban en sus cuadernos y analicen su plan, sugirales que lo hagan en sus respectivos hogares. a. Pedir a alguien que se prepare para ayudar con la leccin. Ayudarle a prepararse para ello. b. Pedir a alguien que prepare una leccin prctica. c. Compartir algunas experiencias personales cuando sea oportuno. d. Preguntar a quienes ensea que mediten en cuanto a las bendiciones que el Seor les ha dado a ellos y a sus familias. e. Ensearles cmo leer las Escrituras con entendimiento. f. Reconocer el valor de las contribuciones que cada uno haga con respecto a la leccin. Escuchar con atencin sus ideas y emplearlas durante los anlisis. g. Hacerles preguntas que estimulen el pensamiento y promuevan contribuciones a los anlisis. h. Cuando alguien haga una pregunta, invitar a otros a que sugieran algunas respuestas. i. Pedir a los alumnos que piensen en cuanto a las maneras en que pueden poner en prctica las cosas que hayan aprendido. Conclusin Recuerde a los miembros de la clase que los maestros del Evangelio deben ser ejemplos de un aprendizaje diligente del Evangelio. Alinteles a evaluar sus propios esfuerzos por aprender la doctrina del Evangelio. Invteles a que determinen lo que pueden hacer para seguir el consejo de Alma de nutrir la palabra con fe, diligencia y paciencia (vase Alma 32:37, 4142). Exhorte a los miembros de la clase a que recuerden cun sagrado es el albedro de toda persona. Lales luego la siguiente declaracin del presidente Spencer W. Kimball: Los tesoros de conocimiento temporal y espiritual se hallan ocultos, pero slo estn escondidos de aquellos que no los busquen en forma apropiada ni luchen por obtenerlos... El conocimiento espiritual no se obtiene con slo pedirlo; las oraciones no
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son suficientes en este caso, sino que es necesario persistir y dedicar la vida a buscarlos (The Teachings of Spencer W. Kimball, editado por Edward L. Kimball [1982], pgs. 389390). Testimonio Asignaciones Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que escriban en sus cuadernos acerca de sus experiencias al poner en prctica sus planes de fomentar un aprendizaje diligente (vase ms arriba Actividad con el cuaderno). Si fuese apropiado, que hablen sobre tales experiencias con uno de sus lderes, otro miembro de la clase o con un miembro de su familia. 2. Que repasen los principios tratados en esta leccin estudiando la seccin de este libro titulada Fomente el aprendizaje diligente (pgs. 6581).
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Leccin
6
Objetivo
Prepare un ambiente propicio para aprender

Primera parte
Ayudar a los miembros de la clase a entender cmo los maestros y sus alumnos pueden trabajar juntos para preparar un ambiente propicio para aprender el Evangelio. En la leccin 5, los miembros de la clase analizaron la responsabilidad que toda persona tiene de ser diligente en aprender el Evangelio La leccin de esta semana se enfoca en una responsabilidad que los maestros y sus alumnos comparten: preparar un ambiente propicio para aprender. Ello ayudar a los miembros de la clase a poner en prctica los principios del Evangelio al esforzarse por evitar distracciones en el saln de clases y por solucionar problemas de disciplina que ya podran manifestarse. Teniendo esta leccin como base, los miembros de la clase estarn preparados para sugerir soluciones para problemas especficos, lo cual se llevar a cabo como parte de la leccin 7.
Preparacin
1. Estudie con espritu de oracin los pasajes de las Escrituras que esta leccin contiene y procure aplicarlos al objetivo de la misma. 2. Familiarcese con las historias de la leccin. Practique leyndolas de una manera que mantenga el inters de los miembros de la clase. 3. Lleve a la clase los siguientes artculos: a. Una hoja grande (o varios trozos ms pequeos) de papel. b. Tres lpices de marcar. 4. Estudie la seccin de este libro titulada Prepare un ambiente propicio para aprender (pgs. 8297).
Sugerencias para el desarrollo de la leccin Citas
La escuela de los profetas es un buen ejemplo de cmo preparar un ambiente propicio para aprender el Evangelio. Comparta con la clase la siguiente declaracin: En los primeros das de esta dispensacin, el Seor mand que los hermanos se ensearan el uno al otro la doctrina del reino. Deban aprender todas las cosas que pertenecen al Evangelio y al reino de Dios que les era conveniente comprender, y tambin cosas pertenecientes a las artes y las ciencias, a los reinos y a las naciones. Tenan que busca[r] conocimiento, tanto por el estudio como por la fe, y edificar un sagrado santuario o templo en Kirtland, el cual, entre otras cosas, deba ser una casa de instruccin (D. y C. 88:7481, 118122). Como parte de los arreglos existentes para cumplir estos mandamientos, el Seor orden que se estableciera la escuela de los profetas (D. y C. 88:122, 127141) (Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, 2da. edicin [1966], pg. 679).
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l e c c i n 6 : P r e p a r e u n a m b i e n t e p r o p i c i o p a r a a p r e n d e r , P r i m e r a p a rt e
Explique a los miembros de la clase que el propsito de la escuela de los profetas era preparar a miembros selectos del sacerdocio para predicar el Evangelio de Jesucristo a todo el mundo (vase Ezra Taft Benson, Un principio con una promesa, Liahona, julio de 1983, pg. 76). El Seor ense por revelacin a los miembros de esa escuela cmo deban comportarse. Tres elementos de Sus instrucciones pueden ayudar a las familias y a las clases de la Iglesia a establecer un ambiente propicio para el aprendizaje. Pizarra Escriba en la pizarra la siguiente lista:
1. Cada uno contribuye. 2. Existe un vnculo de amistad en el Evangelio que une a todos los presentes. 3. Cada persona presta atencin y est dispuesta a concentrarse en las contribuciones de los dems.
Pasaje de las Escrituras Pida a los miembros de la clase que busquen Doctrina y Convenios 88:122123, 125. Explqueles que los tres elementos que escribi en la pizarra se ensean en estos pasajes de las Escrituras. Pdales que lean dichos pasajes en voz alta. A medida que los lean, pdales que traten de encontrar los mandamientos del Seor que pueden ayudarnos a mantener estos tres elementos de un ambiente propicio para aprender. Destaque el hecho de que cuando la gente se rene para aprender el Evangelio, cada persona tiene algo digno de contribuir. Todos pueden ser inspirados por el Espritu para contribuir percepciones y experiencias que habrn de edificar a otros. Todos los que se hallan presentes deben escucharse unos a otros de modo que todos sean edificados de todos (D. y C. 88:122). Los maestros y los alumnos comparten la responsabilidad de preparar un ambiente propicio para aprender. Presentacin por el maestro y pasaje de las Escrituras Indqueles que las primeras cinco lecciones de este curso incluyeron anlisis sobre las responsabilidades de los maestros. Una de esas lecciones, la leccin 5, tambin incluy un anlisis en cuanto a la responsabilidad que toda persona tiene de aprender el Evangelio por s misma. La leccin de hoy se enfoca en la responsabilidad compartida por ambos, maestros y alumnos, de preparar un ambiente en el que todos juntos podamos aprender con xito el Evangelio. Para cumplir esta responsabilidad, los maestros y los alumnos deben ayudarse mutuamente y estar unidos en tal propsito. Explqueles que Alma se refiri a esta unin cuando ense a la gente que haba sido bautizada en las aguas de Mormn. Pida a un miembro de la clase que lea Mosah 18:1822. Relato Comparta el siguiente relato de una mujer que se haba preocupado mucho en cuanto a una clase de la Escuela Dominical a la que asista. Pida a sus alumnos que, al escucharlo, traten de determinar cules fueron las maneras en que los miembros de esa
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clase y el maestro de la historia trabajaron en conjunto para crear un ambiente propicio para aprender. En nuestro nuevo barrio, mi esposo y yo descubrimos que la clase de Doctrina del Evangelio no era muy eficaz. En tanto que el maestro hablaba, algunos miembros de la clase lean las Escrituras y otros simplemente mantenan inclinada la cabeza. Yo poda notar que eso molestaba mucho al maestro. Cierta vez aun pregunt si alguien estaba en realidad escuchndole. No demoramos en enterarnos de que muchos miembros del barrio asistan a la clase de Principios del Evangelio en vez de la de Doctrina del Evangelio. Se nos dijo que el maestro de aquella clase era excelente. Asistimos un da a sa y encontramos que era muy provechosa y que el maestro tena una clara comprensin del Evangelio y la comunicaba bien a los miembros de la clase. Pero en camino de la Iglesia a casa cierto da, nos confesamos uno al otro que ambos sentamos que no estbamos haciendo lo correcto. Era necesario que apoyramos al obispo al apoyar a ese maestro al que haba llamado para que nos enseara. Entonces empezamos a hablar acerca de lo que podramos hacer para enriquecer la clase de Doctrina del Evangelio. Nos dimos cuenta de que le habamos adjudicado toda la responsabilidad por esa clase al maestro, como si pretendiramos que por s solo captara nuestra atencin y mantuviera nuestro inters. Oramos durante toda la semana para que se nos guiara y el domingo asistimos con un espritu diferente a la clase de Doctrina del Evangelio. Pocos minutos despus de comenzada la leccin, mi esposo hizo una pregunta y el maestro ofreci a los otros miembros la oportunidad de sugerir algunas respuestas. Se origin entonces una conversacin a la que contribuyeron varios alumnos. Luego, el maestro hizo un comentario que no me result muy claro, por lo que le ped que me ayudara a comprenderlo. l respondi sealando un pasaje de las Escrituras que yo nunca haba notado antes. Entonces una de las hermanas cont una historia que reforz aquel punto y otro miembro mencion otro pasaje de las Escrituras. Todos sentimos la influencia del Espritu en aquel saln de clases. El maestro pareci estar ms tranquilo. Yo pude percibir que haba obtenido fortaleza y confianza como resultado de nuestras simples expresiones de inters y participacin. La leccin concluy con una oracin de gratitud y un resonante Amn de toda la clase. Desde aquel da, la mayora de los miembros de la clase han estado participando con gran inters. Nuestro maestro parece haberse vigorizado con el entusiasmo de los alumnos y frecuentemente expresa su agradecimiento por el apoyo que se le brinda. La Escuela Dominical est siendo cada vez mejor. Anlisis en grupos Divida a la clase en tres grupos. Entregue a cada grupo un lpiz de marcar y una hoja grande (o varias hojas pequeas) de papel. Pida que cada grupo designe a una persona como escribiente. Entonces asigne a cada grupo una de las siguientes preguntas: 1. Cules son algunas de las cosas que los maestros y los alumnos pueden hacer para alentar la contribucin de cada uno? 2. Cules son algunas de las cosas que los maestros y los alumnos pueden hacer para cultivar amistades entre s? 3. Cules son algunas de las cosas que los maestros y los alumnos pueden hacer para ayudar a que todos presten atencin y se escuchen los unos a los otros? Informe a los grupos que slo tendrn tres minutos para analizar las preguntas. Para hacer esto, deben considerar sus propias experiencias y la historia que acaba de com-
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partir con ellos. El escribiente de cada grupo deber anotar las ideas del grupo en su hoja de papel y luego mostrar la lista de modo que todos puedan verla. Al cabo de dos o tres minutos, pdales que muestren sus listas. Repase brevemente con ellos las ideas de cada lista y sugiera a todos los miembros de la clase que las escriban en sus cuadernos. Si los miembros de la clase no incluyen en sus listas las siguientes sugerencias, quizs usted podra mencionrselas: 1. Cules son algunas de las cosas que los maestros y los alumnos pueden hacer para alentar la contribucin de cada uno? a. Los maestros y los alumnos deben aplicar los principios que analicen. b. Donde sea posible por ejemplo, en las clases del Sacerdocio de Melquisedec, de la Sociedad de Socorro y de Doctrina del Evangelio los alumnos deben leer el material de la leccin antes de ir a la clase. c. Los alumnos deben contribuir voluntariamente a los anlisis. Deben levantar la mano para que el maestro sepa que estn listos para hacer preguntas o compartir comentarios. d. Cada alumno debe cuidarse de no controlar los anlisis. e. Los alumnos deben completar con toda diligencia sus asignaciones. 2. Cules son algunas de las cosas que los maestros y los alumnos pueden hacer para cultivar amistades entre s? a. Los maestros y los alumnos deben estar al tanto de las habilidades y las necesidades de cada uno. b. Deben apoyarse mutuamente en la clase y fuera de ella. c. Cuando corresponda, deben expresar su inters y su amor los unos por los otros. 3. Cules son algunas de las cosas que los maestros y los alumnos pueden hacer para ayudar a que todos presten atencin y se escuchen los unos a los otros? a. Los maestros y los alumnos deben escucharse unos a otros con atencin y respeto. b. Los maestros y los alumnos deben llegar a la clase con puntualidad. c. Deben estar atentos y concentrarse en la leccin. d. Los alumnos deben hacer preguntas apropiadas cuando no entiendan bien lo que se les est enseando. e. En lo posible, los alumnos deben estar presentes durante toda la leccin. Los maestros deben ayudar a sus alumnos a entender y cumplir su responsabilidad de preparar un ambiente propicio para el aprendizaje. Relatos y anlisis Informe a los miembros de la clase que compartir dos historias. Pdales que piensen en cuanto a la manera en que los maestros en estos relatos ayudaron a otros para que contribuyeran a un ambiente propicio para el aprendizaje. Relate entonces el siguiente caso que cont el presidente Thomas S. Monson: Un da de invierno record una experiencia de cuando yo era un nio de once aos. Nuestra presidenta de la Primaria era una cariosa seora de pelo gris. Un da me pidi que me quedara a conversar con ella. Los dos nos sentamos en aquella capilla solitaria. Ella me puso el brazo sobre los hombros y comenz a llorar. Sorprendido, le pregunt por qu lloraba.
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Ella me contest: No puedo conseguir que los nios de tu clase se mantengan reverentes durante los ejercicios de apertura, quisieras t ayudarme, Tommy? Le promet que le ayudara. A m me extra mucho, pero no a ella, que desde ese da se acabaron los problemas de reverencia en esa Primaria. Ella se haba dirigido al origen del problema: yo (vase El portal del amor, Liahona, enero de 1988, pg. 67). En esta historia, qu hizo la presidenta de la Primaria para ayudar a crear un ambiente propicio para el aprendizaje? (Ayud al jovencito Tommy Monson para que entendiera y cumpliera su responsabilidad.) Despus de escuchar esta historia, tienen algunas sugerencias que les gustara agregar a las listas que han hecho? (Quizs podra tambin sugerirles que agreguen esas sugerencias a las listas de sus cuadernos.) Relato y anlisis Indique a los miembros de la clase que a continuacin compartir con ellos una historia acerca de una maestra de la organizacin de las Mujeres Jvenes: Quisiera que me acompaaran a visitar el saln de clases de unas jovencitas de doce y trece aos. Escuchen mientras las alumnas descubren la doctrina. Noten la experiencia que les brinda la maestra para que conecten la doctrina con la realidad de su vida. Sientan el testimonio del Espritu: La maestra acerca su silla al semicrculo de cinco jovencitas. Tenemos una visita que est all fuera, dice. Es la hermana Jonas. Ella ha aceptado mostrarnos a su hijito recin nacido y hablarnos de lo que siente al ser madre primeriza. Al observar a la criatura, fjense tambin en la mam, en cmo trate a su beb, en lo que haga y diga. Cuando salga, hablaremos de su visita. La hermana Jonas entra y habla durante unos siete u ocho minutos acerca de su beb y contesta preguntas. Las jovencitas le dan las gracias y ella se va. El nio es hermoso, no es cierto?, comenta la maestra al escuchar los comentarios de las jvenes, Pero, qu notaron en la mam? Tras un minuto de silencio, una de las jvenes dijo: Estaba feliz. Otra: Meca al nio todo el tiempo. Varias respuestas ms, y despus Katie dice: Hablaba... con mucha suavidad. Qu ms puedes decir de eso?, le pregunta la maestra. El tono de la voz de la hermana me recuerda la de mi madre cuando el ao pasado nos habl desde el hospital para decirnos que tenamos otra hermanita. La maestra, volvindose a las otras jvenes, pregunta: Qu piensan? Alguien ms se fij en su voz? Las jovencitas se vuelven ms pensativas y comienzan a responder con palabras como reverencia, cielo, amor. La maestra dice: Creo comprender. Creo que pensamos en esas palabras porque reconocemos un gran don de nuestro Padre Celestial. l nos ama y confa tanto en nosotras que est dispuesto a compartir con nosotras Sus poderes creativos. Nosotras sentimos gratitud y reverencia por esa confianza. La maternidad es divina.
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Despus de haber expuesto claramente la doctrina y su testimonio, la maestra sigue adelante y les pide a las jvenes que mencionen las cualidades de sus propias madres, que demuestren que comprenden que la maternidad es divina. Podran ustedes practicar una de esas virtudes a fin de prepararse ahora para la maternidad quizs al ser ms pacientes, ms bondadosas o ms positivas esta semana? Cada joven habla de lo que ha escogido. La maestra da su testimonio personal y se ofrece la ltima oracin (vase Virginia H. Pearce, El saln de clase comn y corriente: Lugar eficaz para un progreso firme y continuo, Liahona, enero de 1997, pgs. 1314). En esta historia, qu hizo la maestra para crear un ambiente propicio para el aprendizaje? (Las respuestas podran incluir que invit a alguien para que compartiera una experiencia personal, hizo preguntas que ayudaron a las jovencitas a reflexionar, escuch con atencin, respondi a los comentarios de los miembros de la clase con preguntas adicionales, ense la doctrina y ayud a las jovencitas para que pusieran en prctica la doctrina en su propia vida.) Qu hicieron los miembros de la clase? (Las respuestas a esta pregunta podran incluir que escucharon atentamente y que consideraron detenidamente sus respuestas y comentarios antes de participar.) Cmo podra el ambiente propicio para el aprendizaje en ese saln de clases ayudar a prevenir futuras dificultades? Despus de haber escuchado esta historia, tienen algunas sugerencias que les gustara agregar a las listas que han hecho? (Quizs podra tambin sugerirles que agreguen esos comentarios a las listas de sus cuadernos.) Cuando ayudamos a los alumnos a fin de que se dediquen a crear un ambiente propicio para el aprendizaje, les estamos enseando a ser seguidores de Jesucristo. Presentacin por el maestro Indique a los miembros de la clase que las historias que ha relatado muestran algunas maneras en que se pueden evitar y tambin solucionar algunos problemas. Pdales que busquen la seccin de este libro titulada Prepare un ambiente propicio para aprender, comenzando en la pgina 82. Destqueles que las pginas 8392 explican cmo preparar un ambiente propicio para el aprendizaje y cmo evitar interrupciones, y que las pginas 9397 ofrecen sugerencias especficas sobre cmo tratar cualquier interrupcin que se produzca en la clase. Explqueles que ya sea que procuremos evitar problemas o solucionarlos, nuestro objetivo debe ser el mismo: ensear el Evangelio de Jesucristo y ayudar a los alumnos para que entiendan y cumplan la responsabilidad que comparten de crear un ambiente propicio para aprender. Este objetivo es esencial para la disciplina en el saln de clases. Al tenerlo en cuenta, no solamente estamos corrigiendo el comportamiento o manteniendo la clase tranquila, sino que estamos enseando a otros a ser seguidores de Jesucristo. A veces los maestros piensan que estn fracasando si no logran encontrar con rapidez una manera de crear un ambiente propicio para aprender el Evangelio. Sin embargo, tal ambiente rara vez se crea rpidamente. La gente progresa dando un paso a la vez: lnea por lnea, precepto por precepto (vase 2 Nefi 28:30). Se requiere un esfuerzo constante. La clave est en trabajar con fe, diligencia y paciencia, guindose siempre por principios verdaderos.
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Conclusin Testimonio Asignacin Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Informe a los miembros de la clase que la leccin de la prxima semana estar enfocada en un cierto nmero de cosas especficas que los maestros pueden hacer para evitar distracciones y resolver problemas de disciplina. Pdales que piensen en alguna situacin que podra afectar negativamente a un ambiente propicio para aprender y en una posible solucin. La solucin deber ser especfica y prctica. Deben escribir en sus cuadernos acerca de la situacin, as como tambin de la solucin y prepararse para dedicar dos o tres minutos en la clase de la semana prxima para hablar en cuanto a lo que hayan escrito. Para considerar posibles soluciones, los miembros de la clase deberan estudiar la seccin de este libro titulada Prepare un ambiente propicio para aprender (pginas 8297).
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Prepare un ambiente propicio para aprender

Segunda parte
Objetivo
Leccin
Ayudar a los miembros de la clase a poner en prctica los principios que aprendieron en la leccin 6. Al final de la leccin 6, usted les pidi a los miembros de la clase que se prepararan para hablar acerca de diversas maneras de evitar distracciones y resolver problemas de disciplina (vase la pgina 248). Puesto que los maestros desean aprender maneras prcticas y especficas en que podran tratar ciertos problemas, debe planear esta leccin de modo que pueda dedicar la mayor parte de la misma a esta actividad de aplicacin. Al dirigir los anlisis en esta leccin, ayude a los miembros de la clase a tener ms confianza en cuanto a su habilidad para preparar un ambiente propicio para aprender.
Preparacin
1. Estudie con espritu de oracin Doctrina y Convenios 12:8 y procure entonces aplicarlo al objetivo de la leccin. 2. Preprese a hablar sobre cmo evitar o solucionar problemas especficos de distraccin o de disciplina. Asegrese de proponer una solucin prctica. 3. Asegrese de que tambin los miembros de la clase se hayan preparado para hablar en cuanto a cmo evitar distracciones y solucionar problemas de disciplina (vase la asignacin que se encuentra en la pgina 248). Recurdeles que tienen que proponer soluciones especficas y prcticas. 4. Contine estudiando la seccin de este libro titulada Prepare un ambiente propicio para aprender (pgs. 8297).
Sugerencias para el desarrollo de la leccin Presentacin por el maestro y anlisis de pasaje de las Escrituras
Nuestro xito en ejercer una buena influencia en los dems depende de la humildad y el amor que demostremos. Hgales recordar a los miembros de la clase que en la leccin 2 hablaron en cuanto a la importancia de amar a quienes enseen. Este principio debe predominar en todo lo que hagamos para tratar de preparar un ambiente propicio para aprender, en particular cuando trabajemos individualmente con cada miembro de la clase. Pida a un miembro de la clase que lea Doctrina y Convenios 12:8. Por qu son la humildad y el amor tan importantes para ejercer una buena influencia en otras personas? Sugiera que a medida que los miembros de la clase hablen acerca de cmo evitar distracciones y cmo resolver problemas de disciplina, tengan en cuenta la importancia de este principio.
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Cita
Comparta con la clase la siguiente declaracin del presidente Howard W. Hunter: Dios obra solamente por medio de la persuasin, de la paciencia y de la longanimidad, y no a travs de la fuerza ni de la confrontacin marcada. El Seor obra tratando de atraernos con dulzura, respetando siempre nuestro libre albedro e independencia. l desea ayudarnos y nos pide que le demos la oportunidad de hacerlo, pero nunca lo har violando nuestro libre albedro. l nos ama demasiado para hacer esto (vase La fibra dorada de la eleccin, Liahona, enero de 1990, pg. 18). Podemos ayudar a otros para que entiendan y cumplan con su responsabilidad de contribuir a un ambiente propicio para aprender.
Presentacin por el maestro
Refirase a la asignacin que les dio a los miembros de la clase la semana anterior. Infrmeles que usted tambin se prepar para dicha asignacin. Comparta entonces con ellos el problema que ha considerado y la solucin correspondiente. Indqueles cul de los tres elementos de un ambiente propicio para aprender se fortalecera con dicha solucin (para repasar estos elementos, vase la pgina 243). Despus de presentarles su solucin, hgales las siguientes preguntas: Cun eficaz es esta solucin? Qu precauciones deben adoptarse al emplear esta solucin? Qu otras soluciones podran existir?
Presentacin por los miembros de la clase
Pida a los miembros de la clase que se turnen para hablar acerca de los problemas que han considerado y de las soluciones que sugieren para resolverlos. Asegrese de que cada miembro de la clase tenga la oportunidad de contribuir sus ideas. Si el tiempo lo permite, hgales las tres preguntas anteriores despus de cada presentacin. Explqueles que a fin de evitar distracciones y resolver problemas de disciplina, a veces es necesario trabajar con cada miembro de la clase por separado. No obstante, tambin podemos ensearles sus responsabilidades mientras estn todos juntos. Una buena manera de hacer esto es comenzar por compartir nuestros sentimientos en cuanto a nuestros llamamientos y nuestras responsabilidades como maestros. Luego podemos describir las responsabilidades de los miembros de la clase ensendoles acerca de los tres elementos de un ambiente propicio para aprender que se analizaron en la leccin anterior (vase la pg. 243). Por ltimo, podemos destacarles que necesitamos su ayuda porque una clase puede resultar provechosa solamente cuando el maestro y los alumnos trabajan en conjunto. (Para obtener un ejemplo de una presentacin tal, vase la historia en la pgina 86 de este libro. Quizs podra leer esa historia junto con los miembros de la clase.) Debemos encontrar formas de disminuir las distracciones.
Leccin prctica
Pida a un miembro de la clase que se ubique al frente de la clase y que extienda sus brazos a ambos lados sosteniendo un libro u otro objeto pesado en cada mano. Pdale entonces que ensee a los otros alumnos en cuanto a la Primera Visin mientras contina sosteniendo dichos objetos en esa posicin. A medida que la persona empiece a bajar los brazos, indquele que contine extendindolos como al principio. Despus de unos 30 segundos, pdale que baje los objetos y que vuelva a tomar asiento. Destqueles entonces a los miembros de la clase que mientras esa persona estaba tratando de ensearles, ellos no se concentraron completamente en escuchar lo que les deca, debido a que prestaban ms atencin a su esfuerzo por mantener los libros u objetos en alto.
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Destqueles el hecho de que, adems de los problemas que ya han analizado, el ambiente fsico puede tambin distraer de la enseanza y el aprendizaje. Cuando los alumnos entran en un saln de clases u otro lugar que est desordenado o sea incmodo, es muy probable que no presten toda su atencin al mensaje de la leccin. La preparacin esmerada del ambiente fsico puede ayudar a disminuir las distracciones. Por ejemplo, se deben disponer las sillas de modo que los alumnos puedan ver al maestro, la pizarra y unos a otros. Un arreglo tal del saln de clases acrecienta la habilidad del maestro para ensear y tambin la de los alumnos para participar y aprender. El control de la temperatura en el cuarto, donde sea posible, puede contribuir a que todos se sientan cmodos. Otras sugerencias en cuanto a preparar el ambiente fsico se encuentran en Cmo preparar el saln de clases, pgs. 8384 en este libro. Podemos evitar y solucionar problemas de disciplina cuando observamos los principios bsicos de la enseanza del Evangelio.
Seale que cuando creamos y mantenemos un ambiente propicio para aprender, ayudamos a evitar distracciones y solucionar problemas de disciplina. La cosa ms importante que podemos hacer para lograrlo es poner en prctica los principios de la enseanza del Evangelio que se imparten en este curso. Esos principios son: 1. Amar a quienes se ensea. 2. Ensear por medio del Espritu. 3. Ensear la doctrina. 4. Promover un aprendizaje diligente. 5. Preparar todo lo necesario. 6. Emplear mtodos eficaces. Como maestros, debemos evaluarnos con regularidad y observar nuestra manera de ensear a fin de asegurarnos de que estemos poniendo en prctica cada uno de estos principios.
Conclusin Testimonio Asignaciones Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que continen estudiando la seccin de este libro titulada Prepare un ambiente propicio para aprender (pgs. 8297). Que consideren su propia manera de ensear, determinando qu pueden hacer para preparar un ambiente propicio para aprender. 2. Que repasen la lista que se encuentra en la pgina 238 acerca de cmo promover un aprendizaje diligente. Que escojan un tema de la lista y que lo apliquen en una prxima oportunidad que tengan para ensear. Que escriban en sus cuadernos en cuanto a tal experiencia.
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Leccin
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Emplee mtodos eficaces

Primera parte
Ayudar a los miembros de la clase a escoger mtodos de enseanza y a emplearlos con eficacia. La calidad de la enseanza y el aprendizaje del Evangelio se mejora cuando escogemos mtodos esmeradamente y los utilizamos con eficacia. Los maestros deben seleccionar mtodos que (1) ayuden al alumno a obtener un entendimiento claro y memorable de la doctrina y los principios del Evangelio, y (2) sean adecuados para el contenido de la leccin y para la edad de sus alumnos. En esta leccin y en la leccin 9, los miembros de la clase aprendern acerca de los siguientes mtodos fundamentales para la enseanza: el empleo de lecciones prcticas, el uso de comparaciones, el empleo de la pizarra, el compartir historias, el formular preguntas y el realizar anlisis.
Preparacin
1. Repase la seccin de este libro titulada Emplee mtodos eficaces (pgs. 98107). Repase tambin la Parte F, titulada Mtodos de enseanza (pgs. 179209). 2. Lleve a la clase una taza limpia por fuera y por dentro y otra taza semejante que est limpia por fuera pero sucia por dentro. 3. Prepare una demostracin en la que utilice la pizarra para ensear un principio del Evangelio. Quizs desee utilizar uno de los ejemplos que se encuentran en la pgina 203 o usar uno diseado por usted mismo.
Sugerencias para el desarrollo de la leccin Relato
Debemos emplear mtodos de enseanza que ayuden a las personas a entender, recordar y aplicar los principios del Evangelio. Comparta el siguiente relato. Explique a la clase que sta fue una experiencia que el presidente Boyd K. Packer y su esposa tuvieron cuando l serva como presidente de una misin. Programbamos conferencias de zona y para cada una de ellas la hermana Packer sola preparar una torta de tres capas... hermosamente decorada y cubierta con cremas coloridas y con la palabra Evangelio arriba. Cuando los misioneros se congregaban, llevbamos ceremoniosamente la torta a la sala. Aquello era algo digno de presenciar! Al indicarles que la torta representaba el Evangelio, les preguntbamos: Quin desea tener algo de esto? Siempre haba un lder con apetito que levantaba ansiosamente la mano. Lo llambamos a que pasara adelante y le decamos: Le serviremos primero a usted. Entonces yo meta mis dedos por encima de la torta y le sacaba un pedazo grande. Tena cuidado de apretar bien la mano a fin de que la crema se escurriera por mis dedos y, en tanto que los misioneros contemplaban todo con asombro, yo le arrojaba el pedazo de torta al lder salpicndole el traje. Alguien ms quiere un poco de torta?, les preguntaba. Por alguna razn, nadie responda afirmativamente.
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Luego sacbamos un plato de cristal, un tenedor de plata, una servilleta de tela y una cuchara de plata para servir. Con gran dignidad, cortaba entonces una tajada del otro lado de la torta, la pona con mucho cuidado en el plato de cristal y preguntaba: Alguien desea comer un poco de esto? La leccin era obvia. En ambos casos, la torta era la misma, con el mismo sabor y el mismo nutrimiento. La manera de servirla era tentadora e incitante o desagradable y aun repugnante. La torta, les recordbamos a los misioneros, representaba el Evangelio. Cmo la estaban sirviendo ellos? Despus de esa demostracin, no tuvimos dificultad sino por el contrario, un considerable entusiasmo en el esfuerzo por mejorar las charlas misionales. Pocos meses ms tarde, pens que les vendra bien a los misioneros recordar esa leccin y entonces les envi un boletn con un dibujo de la torta. Cuando volv a reunirme con ellos, les dije: Ustedes recibieron el boletn, no es as? Claro que s! Y qu les deca? Invariablemente, los misioneros respondan: Nos hizo recordar que tenemos que mejorar nuestra presentacin de las lecciones y estudiar ms, aprender con ms cuidado las lecciones y ayudarnos los unos a los otros en nuestra manera de ensearlas. Y aprendieron todo eso de un simple dibujo? S, sa fue una leccin que nunca olvidaremos! Debo agregar, por supuesto, que siempre me resultaba muy agradable, cada vez que era necesario, pagar por la limpieza de la ropa de los lderes! (Teach Ye Diligently, edicin revisada [1991], pgs. 270271). Nota: Si desea presentar la leccin prctica del presidente Packer, podra quizs tomar un pedazo de la torta y apretarlo sobre un plato en vez de arrojrselo a un miembro de la clase. Anlisis Qu podemos aprender de esta historia acerca de cmo debemos presentar el Evangelio? Qu evidencia contiene el relato de que la leccin del presidente Packer fue efectiva? Destqueles que los misioneros de la misin del presidente Packer entendieron la leccin, la recordaron y la aplicaron a su vida. No basta con ayudar a que nuestros alumnos simplemente entiendan los principios del Evangelio. Tambin es necesario ayudarles a que los recuerden y los pongan en prctica. Pida a los miembros de la clase que abran su libro en la pgina 180. Explqueles que esa pgina contiene una lista de mtodos que pueden emplearse para ensear el Evangelio. La leccin de hoy y la de la semana prxima incluyen demostraciones de algunos mtodos descritos en esa lista. Indqueles que debemos escoger mtodos que edifiquen a los alumnos y que no se aparten de los principios que enseamos. Cmo emplear lecciones prcticas Demostracin y anlisis Reclqueles que en la historia que les ha relatado, el presidente Packer utiliz una leccin prctica para recordar a los misioneros que deban ensear con eficacia. Nosotros podemos emplear lecciones prcticas para ensear toda una variedad de principios del Evangelio.
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Mustreles las dos tazas, una limpia por fuera y por dentro, y la otra limpia por fuera pero sucia por dentro. Hgales entonces las siguientes preguntas: Cul de estas dos tazas emplearan para beber algo? Explqueles que Jess compar cierta vez a un grupo de personas a un vaso limpio por fuera y sucio por dentro. Invite a que un miembro de la clase lea en voz alta Mateo 23:2526. Qu principio del Evangelio nos ensea esta leccin prctica? (Que no basta con simplemente parecer ser recto; debemos ser justos y puros de corazn.) Qu consideran ser particularmente eficaz en esta leccin prctica? Presentacin por el maestro Indqueles que las pginas 184186 de este libro ofrecen material que podra ayudar a los maestros a desarrollar lecciones prcticas eficaces. Pdales que busquen las pginas 185186 y repase con ellos las sugerencias para desarrollar y emplear lecciones prcticas. Ofrzcales luego algunas sugerencias adicionales que usted haya preparado en cuanto a lecciones prcticas. Cmo emplear comparaciones Citas Indqueles que las lecciones prcticas son muy eficaces porque relacionan principios espirituales a objetos comunes y materiales. Esto tambin se puede lograr al emplear comparaciones simples. Pida a diferentes miembros de la clase que lean las siguientes comparaciones (otras ms se encuentran en las pginas 184185 de este libro): El presidente Gordon B. Hinckley ense: La fe es como el msculo de mi brazo: si lo utilizo y lo cuido como es debido, se fortalece y hace muchas cosas. Pero si pongo el brazo en cabestrillo y no hago nada con l, se volver dbil e intil (Las palabras del profeta viviente, Liahona, abril de 1999, pg. 18). El lder Russell M. Nelson dijo: El vocablo inocular es fascinante... significa literalmente poner un ojo dentro, advertir del mal. Un mal como la poliomielitis puede lisiar o destruir el cuerpo. Un mal como el pecado puede lisiar o destruir el espritu. Los estragos de la poliomielitis pueden ahora prevenirse con la inmunizacin, pero los estragos del pecado exigen otros medios de prevencin. El mdico no puede inmunizar en contra de la iniquidad. La proteccin espiritual proviene slo del Seor... y segn Su propia manera... La opcin que Jess ha tomado, no es la de inocular, sino la de adoctrinar (Los hijos del convenio, Liahona, julio de 1995, pgs. 3637). El lder Joseph B. Wirthlin dijo: Los gigantescos robles tienen races profundas, que se extienden hasta alcanzar una medida que puede llegar a ser dos veces y media la altura del rbol. Es muy raro que las tormentas, por fuertes que sean, los derriben. Los miembros fieles de la Iglesia deben ser como los robles y extender sus races en la tierra frtil de los principios fundamentales del Evangelio (Races profundas, Liahona, enero de 1995, pg. 85).
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Anlisis de pasaje de las Escrituras Presentacin por el maestro
Invite a un miembro de la clase a que lea en voz alta Mateo 13:44. Qu podemos aprender de esta comparacin? Seale que las comparaciones son eficaces slo cuando las relacionamos con cosas que sean familiares a quienes enseamos. Indique que en las pginas 184185 se ofrecen ciertos materiales que pueden ayudar a los maestros a desarrollar comparaciones eficaces. Cmo utilizar la pizarra
Demostracin
Explique a los miembros de la clase que la pizarra puede utilizarse eficazmente para recalcar ideas claves, captar la atencin de los alumnos y simplificar conceptos de naturaleza complicada. Dgales que va a demostrar cmo utilizar la pizarra y entonces presnteles lo que ha preparado para ello (vase Preparacin, punto 3). Hgales las siguientes preguntas a los miembros de la clase: Qu aprendieron de esta demostracin? En qu manera el uso de la pizarra les ayud a aprender estas cosas? Mediante esta demostracin, qu han aprendido en cuanto a cmo utilizar la pizarra como un instrumento para la enseanza? Si los miembros de la clase no mencionan las siguientes sugerencias, mencineselas entonces usted mismo: 1. Escribir con suficiente claridad y tamao para que todos puedan leerlo bien. Generalmente es ms eficaz escribir una pocas palabras claves en lugar de oraciones completas. 2. Hable mientras escribe. Esto ayudar a mantener la atencin de los miembros de la clase. 3. Evite emplear largos perodos de tiempo escribiendo en la pizarra. 4. Planee las cosas con tiempo. Practique dibujando las figuras, los mapas o los diagramas que piensa utilizar. 5. No se disculpe por su manera de escribir o su falta de talento artstico. 6. Emplee simples figuras y siluetas hechas con trazos rectos para ilustrar historias o conceptos. 7. En ocasiones, permita que los miembros de la clase escriban en la pizarra. Esto puede ayudarles a incrementar su participacin. Indqueles que pueden encontrar sugerencias adicionales en la pgina 203 de este libro. Al prepararnos para ensear podemos escoger entre una variedad de mtodos didcticos.
Anlisis
Indique a los miembros de la clase que una gran variedad de mtodos pueden realzar y vivificar la enseanza y el aprendizaje del Evangelio. No obstante, no debemos emplear diferentes mtodos con el solo propsito de diversificar. Debemos seleccionar mtodos (1) que ayuden al alumno a obtener un claro y memorable entendimiento de la doctrina y los principios del Evangelio, y (2) que sean apropiados para el contenido de la leccin y la edad de quienes enseamos.
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Aplicacin
Pida a un miembro de la clase que comparta una doctrina o principio especfico de una leccin que est preparando para ensear. Pdales entonces a todos que abran sus libros en la pgina 180 y que repasen la lista de mtodos. Invteles a que sugieran cules son los que podran emplearse con eficacia para ensear esa doctrina o ese principio. A medida que vayan sugiriendo algunos mtodos particulares, pdales que expliquen por qu han escogido esos mtodos.
Conclusin Cita Pida a un miembro de la clase que lea en voz alta la siguiente declaracin del lder Boyd K. Packer: Cuando enseamos valores morales y espirituales, estamos enseando cosas intangibles. Quizs no haya una enseanza que sea ms difcil de realizar ni tampoco tan gratificadora cuando se logra hacerlo con xito. Hay varios mtodos para emplear e instrumentos para utilizar. Hay cosas que los maestros pueden hacer para prepararse y preparar sus lecciones de modo que a sus alumnos... se les pueda ensear y puedan transmitir sus testimonios de uno al otro (Teach Ye Diligently, pg. 62). Reclqueles que los mtodos son muy importantes pero que no deben constituir el enfoque mismo de las lecciones que enseamos. Son en realidad instrumentos para ayudar a que nuestros alumnos se concentren en las doctrinas salvadoras del Evangelio y las apliquen a su propia vida. Testimonio Asignaciones Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que consideren mtodos que podran utilizar para ensear con mayor eficacia los principios del Evangelio. 2. Que escriban en sus cuadernos en cuanto a las experiencias que tengan en seleccionar y utilizar diferentes mtodos de enseanza. 3. Que repasen la seccin de este libro titulada Emplee mtodos eficaces (pgs. 98107). Repasar tambin la Parte F, titulada Mtodos de enseanza (pgs. 179209).
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Emplee mtodos eficaces

Segunda parte
Objetivo
Leccin
Ayudar a los miembros de la clase a aplicar los principios que aprendieron en la leccin 8. Esta leccin es una continuacin de la nmero 8. Como preparacin para ensearla, deber invitar a algunos miembros de la clase a que enseen principios del Evangelio utilizando los siguientes mtodos: compartir historias, formular preguntas y llevar a cabo anlisis (vase Preparacin, punto 1, a continuacin). Usted deber asegurarse de que sta sea una experiencia que eleve el espritu de los participantes y que les ayude a confiar ms en su capacidad para emplear diferentes mtodos de enseanza. Deber prestar particular atencin a las necesidades y los sentimientos de los miembros de la clase que sean maestros con menos experiencia. 1. Hable por anticipado con tres miembros de la clase pidiendo a cada uno de ellos que prepare una de las demostraciones enumeradas a continuacin. Exhrteles a que consulten las Escrituras y el manual Principios del Evangelio (31110 002) para obtener ayuda en cuanto al tema de las demostraciones, y que consulten tambin este libro acerca de cmo utilizar los mtodos que se les han asignado. Demostracin 1: Relate una historia verdadera acerca del poder de la oracin personal. Preprese para compartir algunas ideas sobre cmo emplear con eficacia los relatos para ensear el Evangelio. Demostracin 2: Emplee preguntas para ensear en cuanto a las bendiciones que provienen de santificar el da de reposo. Preprese para compartir algunas ideas sobre cmo emplear con eficacia las preguntas para ensear el Evangelio. Demostracin 3: Lleve a cabo un anlisis para ensear por qu debemos estar dispuestos a hacer sacrificios. Preprese para compartir algunas ideas sobre cmo efectuar con eficacia los anlisis para ensear el Evangelio. 2. Segn sea necesario, ayude a los miembros asignados de la clase a preparar sus demostraciones.
Preparacin
Recuerde a los miembros de la clase que en la leccin anterior vieron algunas demostraciones sobre cmo utilizar lecciones prcticas, comparaciones y la pizarra para ensear principios del Evangelio. Hoy se les presentarn demostraciones en las que algunos alumnos previamente asignados ensearn principios del Evangelio compartiendo una historia, haciendo preguntas y llevando a cabo un anlisis. Cmo compartir historias
Demostracin y anlisis
Pida al alumno previamente asignado que presente la primera demostracin (vase Preparacin, punto 1). Despus de esta demostracin, pida a los miembros de la clase que analicen la siguiente pregunta:
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En qu manera les ha ayudado esta historia a obtener un mayor entendimiento del poder de la oracin personal? Invite al miembro que hizo tal presentacin a que comparta algunas de las ideas que ha logrado obtener en cuanto al empleo de historias para ensear principios del Evangelio. Presentacin por el maestro Pida a los miembros de la clase que busquen el tema Historias en las pginas 192194). Repase con ellos Pautas para preparar y relatar una historia, pginas 193194. Cmo formular preguntas Demostracin y anlisis Invite al alumno previamente asignado a que presente la segunda demostracin (vase Preparacin, punto 1). Despus de esta demostracin, pida a los miembros de la clase que analicen la siguiente pregunta: En qu manera les han ayudado las preguntas en esta demostracin a obtener un mayor entendimiento en cuanto a santificar el da de reposo? Invite al miembro de la clase que hizo tal presentacin a que comparta algunas de las ideas que ha logrado obtener en cuanto a cmo emplear preguntas para ensear principios del Evangelio. Presentacin por el maestro Ayude a los miembros de la clase a entender que las preguntas que empleamos como instrumentos para ensear deben: 1. Promover la reflexin y la participacin. Para determinar lo que la persona sabe, piensa o siente, hacerle preguntas que empiecen con qu, dnde, cundo, por qu, cmo o de qu manera. Por lo general, las preguntas que pueden ser contestadas con un simple s o no son ineficaces a menos que sirvan para proseguir con otras preguntas o para establecer un cometido. 2. Ayudar a los miembros de la clase a ver cmo pueden aplicar los principios del Evangelio a su vida personal. 3. Alentar a los miembros de la clase para que compartan ideas y experiencias personales que se relacionen con los principios que se les estn enseando. Indqueles que no debemos preocuparnos si algunos alumnos permanecen en silencio por algunos segundos despus de que les hayamos hecho una pregunta. Quizs necesiten tiempo para pensar bien sus respuestas. Explqueles que los miembros de la clase pueden encontrar sugerencias adicionales en La enseanza por medio de las preguntas, pgs. 7375, en este libro. Cmo llevar a cabo anlisis Demostracin y anlisis Invite al alumno previamente asignado a que presente la tercera demostracin (vase Preparacin, punto 1). Despus de esta demostracin, pdales a los miembros de la clase que analicen la siguiente pregunta: En qu manera les ayud este anlisis a lograr un mayor entendimiento en cuanto a por qu debemos estar dispuestos a hacer sacrificios? Invite al miembro de la clase que hizo tal presentacin a que comparta algunas de las ideas que logr obtener en cuanto a cmo llevar a cabo anlisis.
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l e c c i n 9 : E m p l e e m t o d o s e f i c a c e s , s e g u n d a P a rt e
Ayude a los miembros de la clase a entender que al llevar a cabo anlisis debemos: 1. Ayudar a los alumnos a sentirse cmodos al compartir sus testimonios, sus percepciones, sus experiencias, sus preguntas y sus ideas. 2. Reconocer con aprecio y respeto las contribuciones de cada alumno. 3. Tener especial consideracin para con los alumnos que vacilan en participar. Podra ser de gran ayuda conversar con ellos en privado para evaluar sus sentimientos en cuanto a leer en voz alta o participar en la clase. Podra asimismo ser provechoso permitirles que se preparen para participar en los anlisis en clase asignndoles pasajes de Escrituras que puedan leer y considerar antes de la clase. 4. Dirigir los comentarios y las preguntas de un alumno a los otros miembros de la clase, para que ellos las respondan. Indique a los miembros de la clase que pueden encontrar sugerencias adicionales en Cmo dirigir los anlisis en clase, pgs. 6870), en este libro.
Conclusin Resumen Exprese su agradecimiento por las demostraciones ofrecidas por los miembros de la clase. Recuerde a los miembros de la clase que los mtodos son importantes pero que no deben constituir el propsito mismo de las lecciones que enseamos. Son instrumentos para ayudar a que los alumnos se concentren en las doctrinas salvadoras del Evangelio y que las pongan en prctica en su vida. Indqueles que nuestro entusiasmo por ensear aumentar a medida que procuremos constantemente incrementar nuestra capacidad para emplear una variedad de mtodos. Quizs tengamos un cierto temor o nos sintamos incmodos al utilizar algn mtodo nuevo, pero podemos superar tales sentimientos. Cita El presidente Heber J. Grant citaba con frecuencia a Ralph Waldo Emerson, quien en una ocasin dijo: Aquello que persistimos en hacer se vuelve ms fcil de realizar, no porque la naturaleza de la tarea en s haya cambiado, sino porque ha aumentado nuestro potencial para realizarla (en La historia de la Iglesia en la dispensacin del cumplimiento de los tiempos [1993], pg. 562). Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que prueben nuevos mtodos para ensear los principios del Evangelio. Pdales que escriban acerca de sus experiencias en sus cuadernos. 2. Que vayan a la clase de la semana siguiente habindose preparado para desarrollar un plan para una leccin que habrn de ensear prximamente. Esta leccin podra ser parte de una asignacin para la noche de hogar, una asignacin de la Iglesia u otra oportunidad para ensear. Que lleven asimismo los materiales para la leccin, como son sus propios libros cannicos y sus manuales.
Testimonio Asignaciones
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Leccin
10
Prepare todo lo necesario

Ayudar a los miembros de la clase a preparar lecciones eficaces. Los maestros del Evangelio deben hacerse tres preguntas a s mismos al preparar sus lecciones: 1. Qu debera pasar en la vida de aquellos a quienes enseo como resultado de esta leccin? 2. Qu principios especficos deben enserseles? 3. Cmo deben ensearse estos principios? La primera de estas preguntas ayuda a que los maestros concentren sus lecciones en las necesidades de los alumnos. Teniendo esto en cuenta, pueden entonces decidir lo que habrn de ensear. sta es una decisin muy importante, especialmente porque con frecuencia las lecciones contienen ms material de lo que los maestros pueden cubrir en un perodo de clase. Al decidir cmo habrn de ensear, los maestros deben escoger mtodos que complementen el material, que estn en armona con el Espritu y que fomenten un aprendizaje diligente. Al ensear esta leccin, ayude a los miembros de la clase a entender cmo deben preparar lecciones con eficacia y bajo la direccin del Espritu. Recuerde que su propia preparacin de esta leccin puede servirles de ejemplo para cuando ellos deban hacer lo mismo.
Preparacin
1. Estudie la seccin de este libro titulada Prepare todo lo necesario (pgs. 108118). 2. Recuerde a los miembros de la clase que deben ir preparados para desarrollar un plan para una leccin que tengan que ensear prximamente. Alinteles a llevar los materiales de la leccin, tales como sus libros cannicos y su manual de lecciones. (Esta asignacin les fue dada al final de la leccin 9.) 3. Lleve a la clase un ejemplar de algn manual de lecciones en vigencia producido por la Iglesia, tales como uno de la Primaria o de Doctrina del Evangelio, en el que las lecciones contengan declaraciones sobre sus objetivos y los mtodos sugeridos de enseanza. 4. Antes de comenzar la clase, prepare la siguiente grfica en la pizarra:
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l e c c i n 1 0 : P r e pa r e tod o lo n e c e s a r io
1. Qu debera pasar en la vida de aquellos a quienes enseo como resultado de esta leccin?
2. Qu principios especficos deben enserseles?
3. Cmo deben ensearse estos principios?
Sugerencias para el desarrollo de la leccin Cita Presentacin por el maestro con la pizarra
La preparacin personal es esencial para que podamos ensear el Evangelio.
Pida a un miembro de la clase que lea en voz alta la declaracin del lder Dallin H. Oaks que se encuentra en la pgina 108. Dirija la atencin de los miembros de la clase a la grfica en la pizarra y pdales que la copien en sus respectivos cuadernos. Explqueles que stas son tres preguntas importantes que debemos hacernos a nosotros mismos al preparar una leccin. Explqueles asimismo que durante esta leccin debern contestar estas preguntas en relacin con los materiales de la leccin que hayan llevado a la clase. 1. Decidir lo que debera pasar en la vida de quienes enseemos como resultado de la leccin.
Actividad con el cuaderno y presentacin por el maestro
Pida a los miembros de la clase que consulten los materiales de la leccin que han llevado a la clase. Pdales que escriban, cada uno, el tema de su leccin arriba de la grfica que copiaron en sus cuadernos. Si ensearn en base a un conjunto de pasajes de Escrituras, dgales que escriban el captulo y los versculos correspondientes. Explqueles que habiendo escogido ya un tema, podemos decidir cmo la leccin debera influir en aquellos a quienes enseamos. Por ejemplo, en una leccin acerca de los diezmos, una maestra de la Primaria podra decidir que los nios deben aprender lo que es el diezmo y por qu lo pagamos. Al ensear una leccin acerca del templo, los padres podran decidir que sus nios deben sentir el deseo de vivir dignamente para poder casarse en el templo. Al ensear una leccin sobre la noche de hogar, el presidente de un qurum de lderes podra decidir que la leccin debe inspirar a los miembros de su qurum a llevar a cabo noches de hogar significativas cada semana. Indqueles que muchos manuales de lecciones producidos por la Iglesia incluyen declaraciones de los objetivos de las lecciones. Mustreles el manual que ha trado a la clase y seale la declaracin del objetivo de una de sus lecciones, explicndoles que tenemos que emplear tales declaraciones como guas al preparar cada leccin.
261
Sugirales que consideren siempre las necesidades de aquellos a quienes enseen y hgales entonces la siguiente pregunta: Qu piensan que debera suceder en la vida de sus alumnos como resultado de la leccin? Explqueles que la respuesta de un maestro a esta pregunta podra incluir lo que dichas personas deberan entender, sentir, desear o hacer como resultado de una leccin. Concdales tiempo suficiente para que mediten en cuanto a la pregunta y pdales entonces que escriban sus respuestas en sus respectivos cuadernos. Anlisis Despus de que los miembros de la clase hayan tenido tiempo suficiente para escribir sus respuestas, invite a algunos de ellos a que las compartan con los dems y que expliquen la razn de las mismas. Destqueles que, a medida que preparamos una leccin, debemos considerar cules son las necesidades de quienes enseamos. Guiados por el Espritu, podemos saber cmo debera la leccin influir en nuestros alumnos y ello nos ayudar a decidir qu habremos de ensearles y cmo debemos hacerlo. 2. Decidir qu ensearemos en la leccin. Presentacin por el maestro Indqueles que con frecuencia contamos con mucho ms material del que podremos ensear en un perodo de clase. Esto es as, ya sea que enseemos utilizando manuales con lecciones preparadas o en base a otras fuentes de informacin, tales como los artculos de la revista Liahona o los discursos de conferencias generales. En tales casos, debemos seleccionar con espritu de oracin el material que sea ms provechoso para aquellos a quienes enseamos. Destqueles que cuando enseamos el Evangelio, debemos hacer ms que simplemente presentar informacin. Lo que tiene mayor importancia no es la cantidad de material que abarquemos sino la influencia que la leccin habr de tener en nuestros alumnos. Anlisis con la pizarra Qu podemos hacer que nos ayude a decidir cules son los puntos especficos que ensearemos? (Sin borrar la grfica, escriba en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase. Note que a continuacin se enumeran algunos puntos importantes. Si los alumnos no mencionan estas ideas, mencineselas usted.) a. Estudiar con espritu de oracin el contenido de la leccin. b. Hacer una lista de los principios claves que la leccin ensea. c. Tener siempre en cuenta las necesidades y los antecedentes de las personas a quienes ensea. d. Seguir la gua del Espritu. Exhorte a los miembros de la clase a que comiencen a prepararse para cada leccin por lo menos una semana antes de tener que ensearla. Esto les dar tiempo para meditar y orar en cuanto al material, entenderlo y desarrollar maneras interesantes de presentarlo. Actividad con los cuadernos Pida a los miembros de la clase que consulten otra vez los materiales de la leccin que trajeron a la clase. Alinteles a que continen considerando las necesidades de aquellos a quienes ensean al contestar la siguiente pregunta. Sugirales tambin que consideren lo que sus alumnos estn preparados para recibir.
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l e c c i n 1 0 : P r e pa r e tod o lo n e c e s a r io
En esta leccin, cules son las ideas ms importantes para las personas a quienes ensean? Concdales tiempo suficiente para que mediten en cuanto a esta pregunta. Pdales entonces que escriban sus respuestas debajo de Qu principios especficos deben enserseles?, en la grfica que copiaron en sus cuadernos. Anlisis Despus de que los miembros de la clase hayan tenido tiempo suficiente para escribir sus respuestas, invite a algunos de ellos a que las compartan con los dems y que expliquen las razones de las mismas. 3. Decidir cmo hemos de ensear la leccin. Anlisis Explqueles que una vez que hayamos decidido lo que habremos de ensear, debemos decidir entonces cmo habremos de hacerlo. Esto incluye el escoger mtodos que ayuden a que las personas entiendan los principios que enseamos. Cules son algunos de los mtodos que podemos emplear para ensear el Evangelio? (Ayude a los miembros de la clase a recordar los mtodos demostrados en las lecciones 8 y 9. Tambin recurdeles la lista de mtodos que se encuentra en la pgina 180 de este libro.) Recurdeles a los miembros de la clase que los mtodos de enseanza deben edificar a quienes enseamos, fomentar en ellos un aprendizaje diligente y ayudarles a entender y poner en prctica los principios del Evangelio. Actividad con los cuadernos Sugiera a los miembros de la clase que vean de nuevo la grfica que copiaron en sus cuadernos. Pdales que consideren uno de los principios que hayan escrito bajo la pregunta Qu principios especficos deben enserseles?. Concdales unos pocos minutos para que piensen acerca de un mtodo que podran emplear para ensear ese principio y que entonces describan ese mtodo en la grfica de sus cuadernos. Mustreles el manual de lecciones que llev a la clase. Indqueles que algunos manuales contienen sugerencias sobre cmo ensear determinados principios. Los maestros podran aprovechar tales sugerencias o emplear sus propias ideas basadas en las necesidades particulares de sus alumnos. Despus de que los miembros de la clase hayan tenido tiempo suficiente para escribir en sus cuadernos, invite a algunos de ellos a que compartan sus ideas. Conclusin Cita Lales la siguiente declaracin del presidente David O. McKay: Hay tres cosas que deben guiar a todos [ustedes] los maestros: Primero, aprender el tema [de la leccin]...; segundo, aplicar el tema a ustedes mismos; tercero, procurar dirigir [a quienes ensean] para que apliquen el tema a su propia vida, sin forzarles, sino dirigindoles para que vean lo que ustedes ven, sepan lo que ustedes saben y sientan lo que ustedes sienten (Gospel Ideals [1953], pg. 424). Exhorte a los miembros de la clase a que apliquen los principios tratados en esta leccin. Asegreles que si lo hacen con espritu de oracin, podrn planear lecciones que ayuden a que otras personas aprendan los principios del Evangelio y los pongan en prctica en su vida.
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Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que completen la preparacin de la leccin que han comenzado en esta clase. Que escriban en sus cuadernos acerca de la experiencia que han tenido al preparar y ensear la leccin. 2. Que repasen los principios enseados en esta leccin estudiando la seccin de este libro titulada Prepare todo lo necesario (pgs. 108118). 3. Que se preparen para la leccin de la semana prxima estudiando Mateo 7:15. Que consideren si hay algo que ya estn haciendo para superar los problemas que enfrentan como maestros. Que piensen acerca de los cambios que podran efectuar. Al hacerlo, deben meditar en cuanto al consejo del Seor que se encuentra en ter 12:27, 37 acerca de las bendiciones que recibimos cuando reconocemos nuestras propias debilidades.
264
Perfeccione sus talentos

Objetivo
Leccin
11
Ayudar a los miembros de la clase a entender cmo mejorarse constantemente como maestros. Mientras viajaba entre su pueblo, Enoc escuch una voz desde los cielos mandndole que les predicara el arrepentimiento. Y cuando Enoc oy estas palabras, se humill a tierra ante el Seor, y habl ante l, diciendo: Por qu he hallado gracia ante tu vista, si no soy ms que un jovenzuelo, y toda la gente me desprecia, por cuanto soy tardo en el habla, por qu soy tu siervo? (vase Moiss 6:2631). Y el Seor dijo a Enoc: Ve y haz lo que te he mandado... Abre tu boca y se llenar, y yo te dar poder para expresarte... He aqu, mi Espritu reposa sobre ti; por consiguiente, justificar todas tus palabras... y t permanecers en m, y yo en ti; por tanto, anda conmigo (Moiss 6:32, 34). Enoc fue e hizo lo que se le mand y el Seor lo bendijo con la capacidad para ensear con poder. Quizs algunos miembros de la clase se sientan como se senta Enoc cuando recibi el llamamiento de predicar, conscientes de sus debilidades e inseguros de su capacidad personal. Esta leccin est diseada para ayudarles a saber cmo pueden mejorarse como maestros. La leccin se enfoca en las ayudas de que disponen, tales como los materiales de estudio de la Iglesia, el apoyo de los lderes y las reuniones de mejoramiento de maestros. No obstante, es de gran importancia que usted les recuerde que su principal fuente de ayuda es el Seor. Si proceden con humildad y le demuestran su fe al Seor, l har que las cosas dbiles sean fuertes para ellos (ter 12:27).
Preparacin
1. Con la debida anticipacin, pida a un miembro de la clase o a un lder del barrio que lea la declaracin del presidente Brigham Young que se encuentra en la pgina 266. Pdale tambin a esa persona que se prepare para comentar acerca de alguna experiencia que haya tenido en la que pudo comprobar la veracidad de tal declaracin. 2. Pida a un maestro del sacerdocio o de una organizacin auxiliar que vaya a la clase y hable por unos tres o cinco minutos acerca de cmo el apoyo de un lder le ayud en el desempeo de su llamamiento. 3. Pida a un lder del sacerdocio o de una organizacin auxiliar que vaya a la clase y hable por unos tres o cinco minutos en cuanto a la forma en que los lderes pueden ayudar a los maestros en su labor. Pdale tambin que base su presentacin en la informacin que contiene la pgina 29 de este libro. Asegrese de que esta persona se prepare para comentar sobre la importancia de que los maestros hablen con sus lderes en cuanto a sus experiencias, que analicen las necesidades de los miembros del qurum o de la clase, y que procuren ayuda y consejo. (Podra ser provechoso pedrselo a un lder que sirva con el maestro que est ofreciendo la presentacin indicada en el punto 2.)
265
4. Estudie la seccin de este libro titulada Perfeccione sus talentos (pgs. 2229). 5. Repase la informacin acerca de las reuniones de mejoramiento de maestros en las pginas 810 de Cmo mejorar la enseanza del Evangelio-Una gua para el lder. Preprese para hablar por unos tres o cinco minutos en cuanto a cmo las reuniones de mejoramiento de maestros pueden ayudar a satisfacer las necesidades de cada uno de ellos. Como parte de esta presentacin, infrmeles a los miembros de la clase cundo tendr lugar la prxima reunin de mejoramiento y quines deberan asistir a ellas. (Si usted no es el coordinador de mejoramiento de maestros, quizs podra pedirle a quien lo sea que haga esta presentacin.) 6. Preprese a compartir una o dos cosas determinadas que incluira en la grfica de la pgina 26. 7. Antes de ensear la clase, prepare una exposicin de materiales en vigencia para la enseanza producidos por la Iglesia que estn disponibles en su zona. Preprese a dedicar de tres a cinco minutos para describir esos materiales. Si dispusiese de los que se enumeran en la pgina 118, inclyalos en la exposicin. Sugerencias para el desarrollo de la leccin Introduccin Al esforzarnos por acercarnos a cada una de las personas que enseamos, debemos procurar mejorarnos continuamente. Pida al miembro de la clase o al lder del barrio a quien se lo haya asignado que lea la siguiente declaracin: El presidente Brigham Young dijo que el Seor concede a sus fieles seguidores un poco hoy y, si lo cultivan, maana les dar un poco ms y otro poco al da siguiente. l no agregar nada a lo que no se haya cultivado (Enseanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young, pg. 95). Pdale a la persona asignada que relate alguna experiencia en la que haya podido comprobar la veracidad de esta declaracin. Presentacin por el maestro Indqueles que este principio que ense el presidente Young se aplica a nuestros esfuerzos como maestros del Evangelio. Recibimos la ayuda del Seor a medida que continuamos mejorando lo que ya nos ha dado. Esta leccin se enfoca en lo que podemos hacer para mejorar nuestra enseanza. Tambin trata sobre los materiales de consulta de que disponemos en la Iglesia para ayudarnos en tales esfuerzos. La Iglesia proporciona materiales de consulta para ayudar a mejorarnos como maestros. Informes Biblioteca del centro de reuniones Explique a los miembros de la clase que la Iglesia ha producido materiales que pueden ayudarnos a ensear con eficacia las lecciones. Dirjales la atencin a la exposicin que prepar antes de comenzar la clase (vase Preparacin, punto 7). Dedique algunos minutos a describir dichos materiales y permita que los alumnos formulen algunas preguntas con respecto a ellos. Exhrteles a que visiten la biblioteca del centro de reuniones a fin de que puedan aprender ms en cuanto a stos y otros materiales disponibles que podran ayudarles con sus lecciones. Explqueles que adems de dichos materiales, la Iglesia ofrece otros que podran ayudarnos a mejorar como maestros. Descrbales los que se enumeran a continuacin.
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l e c c i n 1 1 : Pe r f e c c io n e s u s ta l e n to s
El apoyo que reciben los maestros de parte de los lderes Pida al lder y al maestro previamente asignados que compartan sus presentaciones acerca del apoyo que reciben los maestros de parte de los lderes (vase Preparacin, puntos 2 y 3). Despus de esta presentacin, sugiera a los miembros de la clase que hagan preguntas con respecto a ese tema. Invteles tambin a que analicen formas en que dicho apoyo podra ayudarles a mejorar como lderes y como maestros. Exprese sus sentimientos sobre cun importante es que los lderes apoyen a los maestros. Reuniones de mejoramiento de maestros Informe a los miembros de la clase acerca de las reuniones de mejoramiento de maestros (vase Preparacin, punto 5). El curso Enseanza del Evangelio Indqueles que este curso es otra fuente de recursos que la Iglesia ofrece para ayudarnos a mejorar como maestros. Debemos evaluar constantemente nuestra eficacia como maestros. Actividad con los cuadernos Explique a los miembros de la clase que debemos evaluar continuamente la manera en que nuestros esfuerzos estn ayudando a quienes enseamos. Pdales entonces que recurran a la grfica en la pgina 26 de este libro y que la copien en sus cuadernos. Sugirales que piensen en las semanas transcurridas desde el comienzo de este curso y que consideren las asignaciones que tuvieron en lecciones anteriores. Aydeles entonces a emplear la grfica para evaluar brevemente su progreso como maestros. Pdales que escriban una de sus aptitudes y una de sus debilidades como maestros. Exhrteles a que describan alguna cosa que pueden hacer ahora para mejorarse como maestros y otra que crean necesario desarrollar. (Para obtener una explicacin sobre cmo efectuar esta evaluacin, vase el ejemplo en la pgina 26). Explqueles que esto les ayudar a comenzar dicho proceso y que deben completar por s mismos su grfica. Para hacerlo, quizs deseen repasar El establecer un plan para mejorar su mtodo de enseanza, en las pginas 2528 de este libro. Presentacin por el maestro Despus de que los miembros de la clase hayan tenido tiempo para escribir en sus respectivas grficas, exprseles su propio deseo de mejorarse como maestro. Comparta con ellos una o dos cosas que usted mismo incluira en su grfica personal (vase Preparacin, punto 6). Asegreles a los miembros de la clase que el Seor les ayudar en sus esfuerzos por mejorarse. Pida a uno de ellos que lea en voz alta la declaracin del presidente James E. Faust que se encuentra en la pgina 22 de este libro.
Cita
Conclusin Presentacin por el maestro Reptales la declaracin del presidente Brigham Young y comparta luego sus sentimientos acerca de la importancia de ese principio. Si el tiempo lo permitiese, comparta tambin el relato de Enoc segn se presenta en la nota para el maestro de la pgina 265.
267
Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente: 1. Que se pongan en contacto con los lderes de sus organizaciones correspondientes para compartir sus experiencias, evaluar las necesidades de los miembros de sus qurumes o clases, y procurar que les ayuden y les aconsejen. (Si los miembros de la clase no tienen llamamientos como maestros, exhrteles a que hablen con un miembro de su familia, con el coordinador de mejoramiento de maestros o con usted mismo para analizar lo que han aprendido en este curso.) 2. Que repasen los principios enseados en esta leccin estudiando la seccin de este libro titulada Perfeccione sus talentos (pgs. 2229). Que continen dedicndose a su plan personal para mejorarse. 3. Que asistan a la clase de la semana prxima habindose preparado para ofrecer presentaciones sobre lo que han aprendido y qu progreso han obtenido merced a este curso. Cada presentacin deber abarcar de unos tres a cinco minutos, dependiendo del nmero de alumnos. Dichas presentaciones debern incluir informes acerca de (a) en qu manera han cambiado como maestros debido a las cosas que han aprendido y (b) qu planean hacer para continuar mejorndose como maestros.
268
Siga adelante y ensee
Leccin
12
Objetivo
Ofrecer a los miembros de la clase la oportunidad de fortalecerse mutuamente en sus esfuerzos por mejorarse como maestros. El Seor seal un importante principio de la enseanza del Evangelio cuando dijo: Nombrad de entre vosotros a un maestro; y no tomen todos la palabra al mismo tiempo, sino hable uno a la vez y escuchen todos lo que l dijere, para que cuando todos hayan hablado, todos sean edificados de todos y cada hombre tenga igual privilegio (D. y C. 88:122). La leccin de hoy, la ltima del curso de Enseanza del Evangelio, ofrece una oportunidad para que los miembros de la clase se enseen y se edifiquen los unos a los otros al compartir sus sentimientos en cuanto a la doctrina, los principios, las aptitudes y los mtodos que han aprendido durante este curso. Organice diligentemente la leccin de modo que cada miembro de la clase tenga tiempo para participar.
Preparacin
1. Con anticipacin, recuerde a los miembros de la clase la asignacin que se les dio a fin de prepararse para esta leccin (vase la asignacin 3 en la pgina 268). 2. Considere cmo ha progresado cada miembro de la clase durante este curso y lo que usted mismo ha aprendido de cada uno de ellos. Preprese a compartir algunas de estas ideas como parte de la leccin.
Comparta brevemente su testimonio acerca de la importancia de ensear el Evangelio y acerca del privilegio de servir como maestro. Lales luego la siguiente declaracin del lder Jeffrey R. Holland, pidiendo a cada alumno que escuche con mucha atencin para ver en qu manera podra la misma servir como un resumen de este curso: Ya sea que impartamos enseanza a nuestros hijos en el hogar o lo hagamos frente a una congregacin en la iglesia, nunca permitamos que la fe sea algo difcil de advertir. Recuerden que debemos ser maestros venido[s] de Dios. Nunca sembremos semillas de duda; evitemos el comportamiento egosta y la vanidad; preparemos bien las lecciones; presentemos sermones basados en las Escrituras; enseemos la doctrina revelada; expresemos un testimonio sincero; oremos, practiquemos y tratemos de mejorar. En nuestras reuniones administrativas, instruy[amos] y edifiqu[emos], como dice la revelacin, para que incluso, en stas, nuestra enseanza al final sea de lo alto. La Iglesia llegar a ser mejor a causa de ello, y ustedes tambin, ya que, como Pablo dijo a los romanos: T, pues, que enseas a otro, no te enseas a ti mismo? ( Venido de Dios como maestro , Liahona, julio de 1998, pg. 28). Invite a cada miembro de la clase a que, por turno, hagan sus presentaciones (vase Preparacin, punto 1).
269
Conclusin Observaciones Si el tiempo lo permitiese, comparta sus observaciones en cuanto al progreso de los miembros de la clase durante el curso (vase Preparacin, punto 2). Hable asimismo acerca de lo que usted haya aprendido de ellos. Exprese su testimonio segn lo inspire el Espritu. Quizs podra tambin incluir expresiones de confianza, aliento y apoyo para cuando los miembros de la clase sigan adelante para ensear el Evangelio.
Testimonio
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NDICE DE TEMAS
A
Abuelos, la influencia que tienen en la enseanza, 161 Actividades cmo simplificarlas para los nios menores, 130131 de grupo, para ensear a los jvenes, 135137 deben ensear y edificar, 130 pautas para planear, 135137 Adn y Eva, se les mand ensear a sus hijos, 3, 217 Adaptacin de las lecciones basada en las necesidades segn las edades de los alumnos, 35 ejemplos, 115 Adultas, personas caractersticas comunes, 138140 cmo ensearles, 138140 diferencias individuales entre ellas, 139140 Advertencias, a los maestros de mantener pura la doctrina, 5758 Agentes del Seor, los maestros son, 8 Albedro el grandioso don del Seor, 239 la enseanza permite al alumno un completo ejercicio de l, 3, 238239 seguir el ejemplo del Seor en respetarlo, 239 Alma, la enseanza debe nutrirla, 57 Ambiente propicio para el aprendizaje aumenta por medio de los anlisis, 68 caractersticas, 85, 243 cmo crearlo con los nios, 8889, 9697 cmo ensear a otros acerca de l, 8586, 242251 ejemplo de la escuela de los profetas, 242243 esencial para la disciplina de la clase, 82, 251 la responsabilidad que todos tienen de fomentarlo, 8586, 243248 responsabilidades que los maestros tienen de fomentarlo, 8797, 242251 se realza al preparar el saln de clase, 8384 sugerencias para prepararlo, 8397 Amor cmo demostrarlo por aquellos a quienes enseamos, 3243, 221225 contribuye a un ambiente propicio para el aprendizaje, 85 invita al Espritu, 50 la influencia que tiene en la enseanza, 12, 3234, 222 por aquellos a quienes enseamos y por el Seor, es una cualidad esencial, 12, 3334, 221225 Anlisis beneficios, 59, 68 cmo finalizarlos, 70 pautas para dirigirlos, 6870, 258259 son provechosos para evaluar el entendimiento de los alumnos, 68, 79 Anotaciones marginales, en las Escrituras, 63 Apartados, el ser es necesario para desempear un cargo oficial, 20 ofrece fortaleza y direccin, 20 Aplicacin mtodos de enseanza que la promueven, 8081, 207208 responsabilidad de los maestros de alentarla, 8081 Aportacin de ideas cmo emplear, 181182 para estimular ideas, 181 Aprendizaje diligente es una responsabilidad personal, 6667, 236238 la responsabilidad del maestro de promoverla, 6667, 236241 sugerencias para promoverla, 67, 239240 Aptitudes, cmo evaluar sus propias, 25 Archibald, Dallas N., el ensear con amor ensancha el alma de los alumnos, 33 Atencin actividades para captarla, 181
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NDICE DE TEMAS
aumenta al participar en los anlisis, 68 de los alumnos, cmo evaluar, 76 maneras de mantener, 7678 se atrae cuando se comienza con eficacia una leccin, 104 Audiovisuales, materiales normas de la Iglesia sobre su uso, 199 sugerencias sobre cmo usarlos, 199 Autosuficiencia en el aprendizaje del Evangelio. Vase Aprendizaje diligente Ayudas para el estudio, en las Escrituras, 6162 Ayudas visuales, 182183 Ayuno, para obtener la palabra del Seor, 1415
de los nios de cinco aos de edad, 124125 de los nios de seis aos de edad, 125126 de los nios de siete aos de edad, 126127 de los nios de ocho aos de edad, 127 de los nios de nueve aos de edad, 127128 de los nios de diez aos de edad, 128129 de los nios de once aos de edad, 128129 Caridad definicin, 12, 34 cmo recibir el don, 12 Casos para analizar, 79, 184 Centro de reuniones, biblioteca del, 118-266 Citas equivocadas, deben evitarse para mantener pura la doctrina, 58 Clark, J. Reuben, Jr. el Presidente de la Iglesia es quien recibe revelaciones para toda la Iglesia, 58 el valor incalculable de la enseanza del Evangelio, 2 los jvenes estn ansiosos por aprender el Evangelio, 6, 233 Comienzo de las lecciones el hacerlo con eficacia contribuye a un ambiente propicio para el aprendizaje, 8788 ejemplos, 104105 pautas, 104 Comparaciones, el empleo de ellas como mtodo de enseanza, 184186, 254255 Comportamiento, problemas de. Vase Interrupciones Comunicacin entre maestros y lderes ideas para analizar, 29 pautas, 29 Conclusin de las lecciones dar tiempo suficiente para ella, 106 descripcin de conclusiones eficaces, 106 ejemplos, 106107 Consejos de familia, oportunidades para la enseanza en ellos, 156 Contacto visual, para aumentar la atencin de los alumnos, 77 Contexto, til para comprender pasajes de las Escrituras, 5960 Conversaciones en privado con los hijos, oportunidades que los padres tienen para ensear durante ellas, 156157 Cook, Gene R. cmo ensear individualmente a nuestros hijos, 157 el Espritu es el verdadero maestro, 45 Conexin entre pasajes de las Escrituras, 63 Correlacin, de pasajes como ayuda para el estudio de las Escrituras, 61
B
Ballard, M. Russell el aprendizaje del Evangelio en el hogar, 144 la confianza depositada en los maestros de nios, 120 las actividades deben ensear y edificar, 130 procuren aumentar el conocimiento espiritual, 16 Benson, Ezra Taft advertencia en contra de alterar la historia de la Iglesia, 58 el liderazgo justo de los padres, 145147 el Seor magnifica a Sus siervos, 21 el propsito de la escuela de los profetas, 243 el Espritu es lo que ms importa, 226227 enseen a los nios a valorar el Evangelio, 233 enseen en base a las Escrituras y a los profetas de los ltimos das, 5759 estudien a diario las Escrituras, 15 la influencia de las madres en la enseanza, 148149 las tradiciones justas unen a las familias, 152 los efectos del Espritu, 13 obtengan primero la palabra del Seor, 14 sugerencias para los maestros orientadores, 164 Biblioteca del centro de reuniones, 118, 266
C
Cajas con rodillos, 183 Caldwell, C. Max, el Espritu gua la preparacin de las lecciones, 52 Canciones. Vase Msica Caractersticas naturales de los nios de dieciocho meses de edad, 122 de los nios de dos aos de edad, 122123 de los nios de tres aos de edad, 123124 de los nios de cuatro aos de edad, 124
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NDICE DE TEMAS
Cristo. Vase Jesucristo Curso Enseanza del Evangelio lecciones, 215270 preparacin para ensearlo, 212 propsito y resea, 212213
Ejemplo poderoso instrumento para la enseanza, 1819, 135, 144, 218 requiere un cometido personal, 1819 Ejemplos, como mtodo de enseanza, 189190 Encabezamientos, como ayudas para el estudio de las Escrituras, 6162 Enseanza, mtodos para la. Vase Mtodos para la enseanza Enseanza, momentos improvisados para la, 136, 144, 158160 Enseanza aptitudes de los hijos para ensear, 162 comenz en la existencia premortal, 3, 217 con solemnidad y mansedumbre, 229230 con humildad y amor, 12, 3334, 50, 221225 cuando se carece de un manual de lecciones, 113114 durante las conversaciones en privado con sus hijos, 156 durante las comidas en familia, 156 el papel que tiene en el plan de nuestro Padre Celestial, 24, 215218 en momentos improvisados, 136, 144, 158160 en consejos de familia, 156 en la noche de hogar, 144, 155156 en las entrevistas, 174175 en reuniones de liderazgo, 172173 en el hogar, 169177 es necesaria para el debido ejercicio del albedro, 3, 239 la influencia que los abuelos tienen en ella, 161 la influencia que tienen los hermanos y hermanas en ella, 161162 la influencia que los familiares tienen en ella, 161162 la responsabilidad de todo miembro, 34, 217218 la importancia que tiene, 24, 215220 materiales de consulta producidos por la Iglesia, 118 mediante el estudio de las Escrituras en familia, 144, 154155 mediante la oracin familiar, 144, 154 nutre el alma, 57 ocasiones regulares para ensear en el hogar, 144, 154157 por medio del Espritu, 4452, 226230 por medio del ejemplo, 1819, 135, 144, 218 Entendimiento aumenta mediante los anlisis, 68 cmo evaluar el de los alumnos, 79 Entretenimientos, son insuficientes para nutrir el alma, 6 Entrevistas, enseanza de los lderes durante ellas, 174175 Entusiasmo, contribuye a un ambiente propicio para el aprendizaje, 88
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D
Debilidades cmo evaluar las propias, 2526 cmo establecer un plan para fortalecerlas, 26 el Seor ayudar a fortalecerlas, 25, 2728 Delegados del Seor, los maestros son, 8 Deliberaciones de mesa redonda, 186 Demostraciones, 187 Diario personal, o cuaderno, para anotar ideas y percepciones, 17, 24, 112 Dibujos, actividades con, 181 Dioramas, 187188 Discapacidades. Vase Miembros discapacitados Disciplina, en el saln de clase, un ambiente propicio para aprender ayuda, 247 Disciplina, problemas de. Vase Interrupciones Discursantes invitados, 188 Discursos de conferencias, la preparacin de lecciones en base a ellos, 113114 Disertaciones, como mtodo de enseanza, 188 Distracciones suelen evitarse al mantener un ambiente propicio para el aprendizaje, 250251 sugerencias para disminuirlas, 250251 Doctrina brinda proteccin espiritual, 55, 254 el poder que tiene, 5456, 231235 la responsabilidad de los maestros de ensear doctrina pura, 5758, 231235 la verdadera cambia las actitudes y la conducta, 5556, 233 precauciones para mantenerla pura, 57 Dramatizaciones el empleo de ellas, 188189 precauciones en cuanto a ellas, 189
E
Edades cmo ensear a los nios en grupos de edades combinadas, 130131 descripcin de caractersticas de los nios en base a ellas, 122129
NDICE DE TEMAS
Escrituras ayudas para el estudio que ofrecen, 6162 cmo hacer conexiones de los pasajes, 63 cmo ensear a los nios en base a ellas, 64, 143144 el estudio de ellas como familia, 15, 144, 154155 ideas para ensear en base a ellas, 5964 la enseanza en base a ellas invita al Espritu, 49, 227 la importancia de ensear en base a ellas, 59 marcado de ellas, 6263 notas al margen de ellas, 63 ofrecen respuestas a todas las preguntas, 56 por qu han sido preservadas, 57 Escuchar la importancia que tiene en la enseanza, 6972 siguiendo el ejemplo del Salvador, 72 sugerencias para los maestros, 7172 Especulaciones, debemos evitarlas para mantener pura la doctrina, 58 Espritu Santo cmo preparar lecciones por medio de l, 52, 109, 112 cmo ayudar a otros para que lo reconozcan, 52, 159 cmo reconocerlo, 5152 cmo vivir dignos de l, 13, 19, 228230 cmo obtenerlo, 13, 228230 cmo ensear por medio de l, 4452, 226230 comunica la verdad, 45 el testimonio del Espritu estimula la aplicacin, 80 es el verdadero maestro, 4546 es necesario para ensear con eficacia, 4546 la influencia que tiene en nosotros, 13 maneras de invitarlo, 4950, 227 Espiritualidad, la delicada naturaleza que tiene, 13 Estaciones cmo emplearlas como mtodo de enseanza, 191 provechosas para ensear a diferentes grupos segn sus edades, 131 Estudio cmo desarrollar un plan personal, 1617 de las Escrituras y de las palabras de los profetas modernos, 1417 el establecer un tiempo determinado para hacerlo, 16 es necesario para obtener la palabra de Dios, 14 ideas para mejorarlo, 17 se requiere para descubrir verdades ocultas, 14 Evaluacin, de cmo presenta sus lecciones, 116117, 267 Existencia premortal, la primera enseanza ocurri en la, 3, 217 Experiencias el compartir las que sean apropiadas contribuye a un ambiente propicio para el aprendizaje, 88
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el compartir las que sean apropiadas invita al Espritu, 4950 Eyring, Henry B. la humildad nos conduce a depender del Espritu, 228 la unin y el amor son esenciales para el aprendizaje, 85
F
Familia, oportunidades para la enseanza durante la oracin familiar, 144, 154 durante el estudio familiar de las Escrituras, 15, 143144, 154155 durante la noche de hogar, 155156 durante los consejos de familia, 156 durante las comidas, 156 Familia la enseanza debe fortalecerla, 121, 133, 143 modelos de vida basados en el Evangelio establecidos en ella, 152153 Familiares, la influencia que tienen en la enseanza, 161162 Faust, James E. el don del albedro, 239 el Seor obra por medio de los humildes y diligentes, 22 Fe, se requiere para obtener la palabra del Seor, 14 Figuras de papel que se puedan parar, 191 Filosofas de los hombres, debemos evitar ensearlas, 232 Franelgrafos, 191192
G
Grabaciones de audio. Vase Audiovisuales, materiales Grant, Heber J., ensear por medio del ejemplo, 19 Grupo, actividades de, para ensear a los jvenes, 135137 Gua para el Estudio de las Escrituras, como ayuda de estudio para las Escrituras, 6162
H
Hales, Robert D. los padres deben ayudar a sus hijos a reconocer el Espritu, 159 los padres deben ensear con humildad, fe y oracin, 144 Hermanos y hermanas, la influencia que tienen en la enseanza, 161162 Hinckley, Gordon B. conserven pura la doctrina, 57 definicin de la palabra magnificar, 20 definicin de la palabra mansedumbre, 229 disciplinar con amor, 93
NDICE DE TEMAS
el mundo est hambriento de alimento espiritual, 5, 218 el poder de la msica para invitar el Espritu, 200201 enseen la doctrina en base a los libros cannicos, 59 enseen con el corazn, 215 la fe es como un msculo que se fortalece con el uso, 254 la enseanza eficaz es la esencia del liderazgo, 170171, 217 la importancia fundamental de la enseanza del Evangelio, 3 la sagrada responsabilidad de las madres, 149 las responsabilidades de los padres en cuanto a sus familias, 145 las necesidades de los miembros nuevos, 39 los maestros orientadores y las maestras visitantes, 163 podemos hacer mucho ms, 215 Historia de la Iglesia, advertencia en contra de alterarla, 58 Historias cmo emplear las de las Escrituras, 60 cmo relatarlas a los nios pequeos, 194 debemos evitar las sensacionales, 58, 193 pautas para seleccionar, 192 pautas para preparar y relatar, 193194 tipos, 192193 Hogar, la enseanza en l, 141167 Hojas de ejercicios, 194196 Holland, Jeffrey R. la funcin vital de las madres, 149 la enseanza en las reuniones de liderazgo, 172 no hay llamamiento ms importante que el de la enseanza, 3, 216 sean maestros venidos de Dios, 269 Humildad es esencial para recibir la ayuda del Seor, 228 la influencia sobre los dems por medio de ella, 4546, 249 Hunter, Howard W. Dios acta mediante la persuasin, la paciencia y la longanimidad, 250 el Espritu se manifiesta en muchas maneras, 5152 establezcan un tiempo determinado para estudiar las Escrituras, 16 utilicen las ayudas de estudio en las Escrituras, 61
Inters, aumenta cuando se emplean anlisis, 68 Interpretaciones, advertencias en cuanto a las personales y los conceptos extraos, 58, 233 Interrupciones, cmo responder ante ellas, 9397 Irreverencia. Vase Interrupciones
J
Jack, Elaine L., el servir al Seor como maestras visitantes, 166 Jesucristo, palabras de apacienta mis ovejas, 5 atesorad constantemente las palabras de vida, 14, 174 buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe, 14 declarar gozosas nuevas, con toda humildad, 45 el que bebiere del agua que yo le dar, no tendr sed jams, 6 el que la predica y el que la recibe se regocijan juntamente, 9, 51 el valor de las almas es grande a la vista de Dios, 3793 el poder se mantiene slo por persuasin, longanimidad, benignidad y mansedumbre, 95 el que quiera hacer la voluntad de Dios, conocer si la doctrina es de Dios, 15, 19 el espritu de contencin no es mo, 75 ensead las cosas escritas por los profetas y apstoles, 8 ensead la doctrina del reino, 231 ensead el Evangelio a vuestros hijos, 143 ensead los principios de mi evangelio que se encuentran en la Biblia y el Libro de Mormn, 9 enseaos diligentemente, y mi gracia os acompaar, 8 escudriad las Escrituras, 8 sta es mi obra y mi gloria, 4 estis en la obra del Seor, 8 estas palabras no son de hombres, sino mas, 49 har que las cosas dbiles sean fuertes, 25, 265 instruid y edificaos unos a otros, 172 lo que viene de arriba es sagrado, 101 meditad las cosas que os he dicho, 109 nadie puede ayudar en la obra a menos que sea humilde y lleno de amor, 33, 94, 221 no todo el que me dice: Seor, Seor, entrar en el reino de los cielos, 80 nombrad de entre vosotros a un maestro, 85, 269 orad al Padre en vuestras familias, 154 ora siempre, 49 predicad mi Evangelio por el Espritu, 9 primero procura obtener mi palabra, 8, 14 que os amis unos a otros, 12, 87
I
Ideas, cmo recabar y anotar, 24 Incorrectas, respuestas, sugerencias sobre cmo encarar, 70, 74
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NDICE DE TEMAS
sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo, 20 si no recibs el Espritu, no ensearis, 9, 226 yo soy el pan de vida, 5 yo soy la luz que debis sostener en alto, 3 Jesucristo el ensear acerca de l contribuye a un ambiente propicio para el aprendizaje, 88 el ejemplo predominante de un lder, 170171 la fuente de nutricin perdurable, 5 venir a l es el propsito principal de la existencia humana, 3, 216 Juegos como mtodo de enseanza, 196197 pautas para seleccionar, 196 Juventud cmo comprenderla, 132134 cmo ensearle mediante actividades de grupo, 135137 est ansiosa por aprender el Evangelio 6, 233 lo que necesita de las personas adultas, 134 necesita ms la nutricin del Evangelio que cualquier entretenimiento, 6
utilizar materiales producidos por la Iglesia al hacerlo, 118 Lecciones cmo adaptarlas, 115 cmo evaluar la presentacin de ellas, 116117 cmo encontrarlas en la vida diaria, 2324 maneras de comenzarlas, 104105 maneras de concluirlas, 106107 Lecturas en conjunto, 198 Lee, Harold B. asegurarse de que nadie malentienda el Evangelio, 57 cualidades esenciales del maestro, 27 Lderes cuando los consultan los maestros, 29 materiales de que disponen para la enseanza, 118 principios para ensear durante las entrevistas, 174175 su responsabilidad de apoyar a los maestros, 29, 176177, 267 su responsabilidad de ensear, 29, 170177 su responsabilidad de ayudar a los nuevos maestros, 29 sugerencias que se les dan para ensear a los maestros, 29, 176177 sugerencias que se les dan para ensear en reuniones de liderazgo, 172173 visitas que hacen a los salones de clase, 29 Llamamiento cmo magnificar el propio, 2021 el ejemplo de Jacob y de Jos en magnificar el suyo, 2021 el voto de sostenimiento es parte de l, 20 el ser apartado lo completa, 20 una oportunidad para el servicio, 20 viene del Seor, 20
K
Kimball, Spencer W. cmo proteger a los nios contra las falsas enseanzas de otras personas, 6 el descubrir verdades ocultas requiere estudio, 240241 eviten toda enseanza poco ortodoxa, 58, 233 la influencia de los maestros orientadores y de las maestras visitantes, 218 la importancia de ser apartados, 20 la reverencia es una fuerza benfica, 90 la evaluacin de nuestra enseanza, 116 redescubran una y otra vez las Escrituras, 234 vivan lo que ensean, 18
M
Madres la responsabilidad que tienen de ensear, 148149 la funcin divina que tienen, 148 sugerencias a ellas, para ensear a sus hijos, 148149 Maestras visitantes cmo seleccionar, preparar y presentar el mensaje, 166167 la importancia que tienen en la vida de los miembros, 166, 218 responsabilidades que tienen, 166167 Maestros orientadores deberes, 164165 la importancia que tienen en la vida de los miembros, 164165, 218
L
Lminas, 198 Lecciones prcticas, 184186, 253255 Lecciones, preparacin de adaptndolas a los alumnos, 24, 3536, 115 cmo disfrutar al hacerlo, 109 dedicar tiempo suficiente para hacerlo, 24, 110 el emplear discursos de conferencias y otros materiales al hacerlo, 113114 la gua del Espritu al hacerlo, 52 preguntas importantes para hacerlo, 111112, 260264
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NDICE DE TEMAS
Maestros alientan el aprendizaje diligente, 6581, 236241 comunicacin con sus lderes, 29 contribuyen a un ambiente propicio para aprender, 8297, 242251 deben acercarse a la persona, 3738 ensean la doctrina pura, 5758, 231235 entienden a quienes ensean, 3536 fortalecen a las familias, 121 la influencia que tienen, 24, 216218 las cualidades que ms importan en ellos, 27 materiales de consulta disponibles, 118, 266267 nutren el alma, 57 precauciones para ellos, 5758 son delegados (agentes) del Seor, 8 son instrumentos en las manos del Seor, 45 Magnificar, definicin de la palabra, 20 Mansedumbre, cmo ensear con ella, 229230 Mapas como ayuda para el estudio de las Escrituras, 62 cmo usarlos para la enseanza, 198 Marcar, en las Escrituras, 6263 Materiales de consulta para ayudar a los padres, lderes y maestros, 118, 266267 Maxwell, Neal A., necesidades personales de quienes enseamos, 36 McConkie, Bruce R. apliquen los principios del Evangelio a las necesidades de los alumnos, 10 cmo relacionar las Escrituras a nuestras propias experiencias, 192193 el poder del testimonio, 47 enseen por el poder del Espritu Santo, 9 enseen los principios del Evangelio, 89 enseen en base a los libros cannicos, 89 enseen la doctrina de salvacin, 5 la escuela de los profetas, 242 la responsabilidad individual de aprender el Evangelio, 66 la asignacin divina de los maestros, 810 los maestros son agentes del Seor, 8 ningn precio es demasiado alto para obtener el Espritu, 13 ser valientes en el testimonio de Jess, 18 testifiquen de las enseanzas, 10, 47 McConkie, Joseph F., advertencias a los maestros del Evangelio, 58 McKay, David O. definicin de la palabra reverencia, 90
dirigir a los alumnos para que sepan y sientan lo mismo que ustedes, 263 el testimonio vivifica la enseanza, 48 la responsabilidad de los maestros de escoger el mejor mtodo, 99 Mejoramiento personal cmo establecer un plan para lograrlo, 2528 cmo establecer objetivos para lograrlo, 26 con la ayuda del Seor, 2728 grfica para planear, 26 Memorizacin, como mtodo para la enseanza, 199200 Metas, establecerlas para mejorar, 26 Mtodos para la enseanza actividades con dibujos, 181 actividades para captar la atencin, 181 aportacin de ideas, 181182 ayudas visuales, 182183 cajas con rodillos, 183 casos para analizar, 184 cmo escoger, 101103 cmo emplear una variedad de ellos, 78, 88, 99100, 255 comparaciones y lecciones prcticas, 184186, 253255 deben ayudar a que los alumnos entiendan, recuerden y apliquen los principios, 98, 112, 252253 deliberaciones de mesa redonda, 186 demostraciones, 187 dioramas, 187188 discursantes invitados, 188 disertaciones, 188 dramatizaciones, 188189 ejemplos, 189190 estaciones, 131, 191 figuras de papel que se puedan parar, 191 franelgrafos, 191192 grfica de mtodos, 100 historias, 192194, 257258 hojas de ejercicios, 194196 juegos, 196197 lminas, 198 lecturas en conjunto, 198 mapas, 198 materiales audiovisuales, 199 memorizacin, 199200 msica, 200202 msica con narraciones, 202203 pizarras, 203 recitaciones, 204 representaciones dramticas, 204205 retroproyectores, 205
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NDICE DE TEMAS
semejanzas, 205206 sesiones de consulta, 206207 teatro de lectores, 207 tcnicas de aplicacin, 207208 tteres, 208 versos de movimiento, 208209 Miembros discapacitados con afecciones de lenguaje y de expresin verbal, 42 con discapacidad mental, 42 con dificultades para leer, 42 con defectos visuales, 42 con privacin del odo, 4142 el amor del Salvador por ellos, 41 materiales de consulta para ellos, 43 Miembros ayudar a los menos activos, 3940 necesidades de los nuevos miembros, 3940 Monson, Thomas S. cmo acercarse a otros para ayudarles, 38 Dios fortalece a quienes han sido llamados, 20, 230 el poder del ejemplo, 18 enseanza en los salones de clases de la Iglesia, 216, 217218 influencia de los lderes en la enseanza, 171 la enseanza durante las entrevistas, 174 la responsabilidad de los padres de ensear a sus hijos, 144 relato de su niez acerca de ayudar a preparar un ambiente propicio para la enseanza, 245246 Msica cmo escoger y preparar, 201 con narraciones, 202203 el empleo de ella como instrumento para la enseanza, 50, 200203 el empleo de ella para ensear a los nios, 201202 fomenta la reverencia, 92 la que es apropiada invita al Espritu, 50, 92, 200201 sugerencias para dirigir, 201
cmo estimular su participacin, 89 cmo ensearles en base a las Escrituras, 64, 143144, 154155 cmo hablar positivamente con ellos, 8889 la enseanza que los padres les imparten en ocasiones improvisadas con ellos, 158160 la enseanza que los padres les imparten durante sus conversaciones con ellos, 156157 lo que los padres deben ensearles, 143144 maneras de crear un ambiente propicio para ensearles, 8889, 9697 mtodos eficaces para ensearles, 64, 8889 necesitan aprender las verdades del Evangelio, 143 pautas para entender y ensearles, 8889, 120131 pueden ensear muchas cosas a sus padres, 162 sugerencias sobre cmo contarles historias, 194 Noche de hogar, la enseanza que se imparte en ella, 155156 Notas al pie de pginas, como ayuda para estudiar las Escrituras, 61 Nutricin dificultades en ofrecer la espiritual, 57 Jesucristo es la verdadera fuente de ella, 5 la responsabilidad de los maestros en brindarla a sus alumnos, 57
O
Oaks, Dallin H. cmo ensear por medio del Espritu, 44 cmo reconocer el Espritu, 5152 el obtener la gua del Espritu requiere preparacin, 108 enfocar en los dems y no en uno mismo todo esfuerzo para ensear, 239240 estudien diariamente las Escrituras, 14 la obediencia es necesaria para poder ensear por medio del Espritu, 13 los nombres de la Deidad deben usarse con reverencia, 9091 los himnos son un importante material didctico, 200 Obediencia es necesaria para obtener la palabra del Seor, 1415 es necesaria para poder ensear por medio del Espritu, 13, 19 Oracin cmo invitar al Espritu mediante ella, 49, 227, 228 es necesaria para recibir la caridad, 12 es necesaria para obtener la palabra del Seor, 1415 es esencial para el testimonio, 48
N
Nelson, Russell M. la capacidad de los nios para ensear a otros, 162 la influencia protectora de la doctrina del Evangelio, 55, 254 Nios caractersticas de los nios segn sus edades, 122129 cmo ensearles mediante modelos de vida basados en el Evangelio, 6, 152153
278
NDICE DE TEMAS
oportunidades para ensear durante la oracin familiar, 144, 154 Orientacin familiar ideas creativas, 164 preparacin y presentacin del mensaje, 165 seleccin del mensaje, 165
Padres (varones) la responsabilidad que tienen de ensear, 145147 sugerencias para el liderazgo justo, 145147 Palabra, cmo obtenerla consejo dado a Hyrum Smith, 14 es necesaria para ensear con poder, 1415 por medio de la oracin y el ayuno, 15 por medio de la obediencia, 1415 tanto por el estudio como por la fe, 14 Palabra de Dios cmo obtenerla. Vase Palabra, cmo obtenerla ejemplo de Alma en emplearla, 54 el poder que tiene, 5456 en las Escrituras y en las palabras de los profetas de los ltimos dias, 5556 Participacin cmo alentarla, en el curso Enseanza del Evangelio, 213 la responsabilidad individual en cuanto a ella, 78 mtodos para alentar la participacin de los alumnos, 7678 Pearce, Virginia H. cmo alentar un aprendizaje diligente, 6667 relato sobre cmo ayudar a que las mujeres jvenes disfruten de un ambiente propicio para aprender, 246247 Perry, L. Tom la responsabilidad de los padres de ensear a sus hijos, 144 la reverencia demuestra el respeto hacia Dios, 90 Pizarra, el uso de ella, 203, 255 Predilecciones doctrinales evitarlas al ensear, 58 definicin, 58 Preguntas cmo preparar a los alumnos para que contesten, 7475 cuyas respuestas sean s/no, 73 complementarias, 74 de controversia, debemos evitarlas, 75 eficaces para fomentar anlisis, 68 empleo creativo de las mismas, 75 para guiar la preparacin de las lecciones, 111112, 260264 para estimular la reflexin, 7374 para alentar la aplicacin, 74 pautas, 7375, 258 siguiendo el ejemplo del Salvador, 73 sobre hechos o datos, 73
P
Packer, Boyd K. cmo ensear conceptos intangibles, 102, 184185, 256 cmo evaluar el entendimiento de los que nos escuchan, 79 comparacin de la enseanza con servir una torta, 252253 dirigindonos a Dios como nuestro Padre, 147 el propsito de ensear el Evangelio es unir a las familias, 143 Jess es el lder ejemplar, 171 la naturaleza delicada de la espiritualidad, 13 la bondad fundamental de la gente, 93 la msica ensea e inspira el alma, 50 la msica establece un ambiente de adoracin, 92 la responsabilidad conjunta de padres y madres en la enseanza, 150 la reverencia invita a la revelacin, 90 la verdadera doctrina cambia la conducta, 55, 233 las Escrituras pueden contestar todas las preguntas, 56 las responsabilidades de los miembros de la Iglesia requieren aprender y ensear, 219 los lderes sirven como maestros, 170 relato acerca de ensear a una joven con impedimento del habla, 41 Padres cmo trabajar con los maestros de sus hijos, 9596, 97 cmo ayudar a los hijos a reconocer el Espritu, 159 el dedicar tiempo para planear juntos las cosas, 150151 la responsabilidad conjunta que tienen en la enseanza, 150151 la importancia de la afinidad entre los padres para ensear a sus hijos, 151 la responsabilidad que tienen de ensear, 143144 materiales didcticos disponibles para ellos, 118 oportunidades para la enseanza en la vida familiar, 158160 sugerencias para los padres sobre cmo ensear a sus hijos, 143160 sugerencias para establecer modelos de vida basados en el Evangelio, 152153
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NDICE DE TEMAS
Preparacin de las lecciones. Vase Lecciones, preparacin de Preparacin del saln de clases. Vase Saln de clases, preparacin Preparacin espiritual contribuye a un ambiente propicio para aprender, 87 ejemplo de los hijos de Mosah, 11 Preparacin personal el dedicar tiempo para ella, 109110 sugerencias, 1221 Profetas modernos, estudiar sus enseanzas, 16 llamados a ensear, 3 sus palabras invitan al Espritu, 49
Sesiones de consulta, 206207 Smith, Hyrum, se le aconsej obtener primeramente la palabra del Seor, 14 Smith, Jos el poder de la ternura y el amor, 32 el uso del contexto para entender las Escrituras, 59 Smith, Joseph F. enseemos verdades salvadoras, 53 evitemos las especulaciones, 58 evitemos las predilecciones doctrinales al ensear el Evangelio, 58 Smith, Joseph Fielding el Espritu imparte la verdad con mayor poder que las visiones celestiales, 45 evitemos ensear filosofas de hombres, 232 la obediencia es necesaria para ensear por medio del Espritu, 19 Snow, Lorenzo, el poder del ejemplo en la enseanza, 218 Sostenimiento, el voto de la congregacin brinda fortaleza, 20
R
Recitaciones, 204 Relatos cantados. Vase Msica con narraciones Representaciones dramticas, 204205 Respeto, contribuye a crear un ambiente propicio para aprender, 88 Responsabilidad individual, para aprender el Evangelio. Vase Aprendizaje diligente Respuestas, cmo encarar las incorrectas, 70, 74 Retroproyectores, 205 Reuniones de liderazgo, la enseanza en ellas, 172173 Reverencia definicin, 90 el dar un ejemplo reverente, 9091 emana del respeto hacia la Deidad, 9091 importancia, 9092, 172173 maneras de ensearla, 9192 Romney, Marion G., debe evitarse la enseanza de interpretaciones personales del Evangelio, 233
T
Talentos cmo perfeccionarlos, 2229, 265267 el Seor puede magnificarlos, 265, 266 Taylor, John, testimonio del martirio de Jos y Hyrum Smith, 57 Teatro de lectores, 207 Testimonio cmo obtener y fortalecerlo, 48 contribuye a un ambiente propicio para aprender, 88 definicin, 47 ejemplos, 4748 el poder que tiene como parte de la enseanza, 10, 4748 el expresarlo invita al Espritu, 4748, 49 fortalecido por las experiencias personales, 49 Tiempo, administracin del mismo en la clase, 106 Tteres, 208 Tradiciones, las justas unen a las familias, 152
S
Saln de clases, preparacin contribuye a un ambiente propicio para aprender, 8384 sugerencias, 8384 Scott, Richard G. ayudar a los alumnos a reconocer el Espritu, 52 debemos vivir las enseanzas del Salvador, 19 la humildad es necesaria para poder ensear por medio del Espritu, 4546 Semejanzas, el empleo de ellas como mtodo de enseanza, 205206 Servicio, es importante para recibir el don de la caridad, 12
V
Variedad cmo ensear con, 99100, 255 de los mtodos de enseanza contribuye a un ambiente propicio para aprender, 78, 88 grfica para llevar cuenta de ella, 100
280
NDICE DE TEMAS
Versos de movimiento, 208209 Videocasetes. Vase Audiovisuales, materiales Visitas de los lderes a los salones de clases, 29
Y
Young, Brigham aumentar continuamente el conocimiento de la palabra del Seor, 266 el poder del testimonio, 47 el reprender con amor, 95 los nios aprenden de las tradiciones, 152
W
Warner, Susan L. influencia que los abuelos tienen en la enseanza, 161 los nios recuerdan las enseanzas de sus familias, 6 Wirthlin, Joseph B. el amor es la esencia del Evangelio, 224 los miembros fieles de la Iglesia se comparan a los robles gigantescos, 254
281

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LA ENSEANZA: EL LLAMAMIENTO MS IMPORTANTE

Gua de consulta para la enseanza del Evangelio

LA ENSEANZA: EL LLAMAMIENTO MS IMPORTANTE

CMO UTILIZAR ESTA GUA DE CONSULTA

Qu contiene esta gua de consulta?

Cmo debe utilizarse esta gua de consulta?

Lista de materiales citados

Parte B: Principios bsicos de la enseanza del Evangelio

Parte C: La enseanza de diferentes grupos en base a sus edades

Parte D: La enseanza en el hogar

Parte E: La enseanza en ambientes de liderazgo

Parte G: Curso Enseanza del Evangelio

Parte F: Mtodos de enseanza

NDICE DE TEMAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272

LA IMPORTANCIA DE LA ENSEANZA DEL EVANGELIO EN EL PLAN DE DIOS

La funcin de la enseanza en el plan de nuestro Padre Celestial

Cada miembro un maestro

Algunas enseanzas no nutren el alma

El Evangelio de Jesucristo: Nutricin perdurable del alma

El desafo de nutrir a otros

LA DIVINA ASIGNACIN DEL MAESTRO

Lo que usted puede hacer para recibir el don de la caridad

Las bendiciones que se obtienen al recibir la compaa del Espritu

Cmo aprender tanto por el estudio como por la fe

Volvamos a comprometernos a estudiar las Escrituras

Haga todo lo que pueda

La influencia del ejemplo

Esforzndose por vivir el Evangelio

LLAMADO, APARTADO Y MAGNIFICADO

El ser sostenido y apartado

El recibir el llamamiento para ensear

El magnificar su llamamiento y el ser magnificado por el Seor

PERFECCIONE SUS TALENTOS

Anote las impresiones que reciba

Cmo puede el maestro desarrollar su capacidad para ver y escuchar

Cules son mis debilidades como maestro?

Cmo evaluar sus propias aptitudes y debilidades

Cules son mis aptitudes como maestro?

Qu habilidades debo cultivar?

Prepare un plan de mejoramiento

Quin podra ayudarme? Qu materiales tengo disponibles?

Qu puedo hacer ahora para mejorar como maestra?

Qu puedo hacer para mejorar?

Qu fuentes de recursos he de utilizar?

Establezca un objetivo y anote el progreso que vaya logrando

Las cualidades ms importantes

Con la ayuda del Seor, usted puede mejorar

Indicaciones para los nuevos maestros

Visitas a los salones de clase

Pngase en contacto con sus lderes para consultarlos

AME A QUIENES ENSEA

AME A QUIENES ENSEA

Cmo el amor cristiano influye en nuestra enseanza

El poder del amor de un maestro

AME A QUienes ENSEA

El aprender las caractersticas y experiencias comunes de aquellos a quienes ensea

El llegar a conocer a cada persona a quien ensea

El considerar semejanzas y diferencias al preparar sus lecciones

AME A QUienes ENSEA

Cmo acercarse individualmente a las personas en reuniones de grupo