El Carnaval de Badajoz Etnografía
El Carnaval de Badajoz Etnografía
El Carnaval de Badajoz Etnografía
EL CARNAVAL DE BADAJOZ
una fiesta identitaria
María Reinares González
ÍNDICE
Introducción……………………………………3-4
Etnografía………………………………….8-13
La performance como símbolo carnavalero
Entrevistas
Dificultades de Campo………………...15
Anexo de Fotografía
Anexo Cuestionarios
Bibliografía
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María Reinares González
El Carnaval, ese paréntesis que abrimos todos los meses de Febrero, en nuestras buenas
costumbres, “como si quisiéramos hacer alarde de entrañable amor por todos los resabios de
la mala educación que hemos recibido”(Bittacora, s. f.) . Una festividad con dudosos
orígenes, algunos historiadores se remontan a Roma; otros a Grecia, por las respectivas
fiestas dionisiacas, y otros a Egipto, en torno a Apis. No tenemos nada por cierto ni por
seguro con respecto a sus orígenes, únicamente sabemos que, todas estas fiestas, coincidieron
en la época del año donde se celebraba: Febrero, la transición entre el invierno y la
primavera. Si que hay evidencias históricas de que el carnaval se comenzó a celebrar más
regularmente en diferentes partes del mundo a partir del año 1200, cuya celebración
prohibirían algunos líderes totalitarios, pues está caracterizada por la exhibición de las malas
costumbres, pecados, y lo pagano. La Iglesia Católica, a comienzos de la Edad Media,
propone la etimología del carnaval: Carnem-levare (abandonar la carne), o “carne-vale”
(adiós a la carne). Su significado iría evolucionando hasta lo que hoy conocemos como
Carnaval. Se ha sentido de diferentes formas en las dispersas regiones del mundo donde esta
celebración entra dentro del calendario de festivos. En Venecia, las máscaras fueron una
manera que tuvo el pueblo para mezclarse con la alta sociedad, también eran unos días para
huir de los problemas y del gobierno por unos días. Se dice que llegaría a España durante el
siglo XV, a través de mercaderes italianos. A Brasil lo llevaron españoles y portugueses
durante la colonización, mezclándose con las culturas y danzas autóctonas. Es una fiesta llena
de rituales y costumbres, que seguramente sólo sus componentes conocerán.
He elegido la escena del Carnaval de Badajoz, en Febrero y durante el resto del año; pues,
para quien sea de esta pequeña ciudad, desde el día de su nacimiento, sabe que los carnavales
son sagrados. Durante todo el año la ciudad entera se vuelca por esta celebración, que parece
efímera en el tiempo al lado de todo el trabajo que conlleva. El objetivo principal de este
trabajo es conocer cómo son estos procesos de preparación , desde dentro y desde fuera; así
como los respectivos ritos que se celebran durante estos días. Al leer sobre esta festividad,
hemos podido observar que, sus significados recorren diferentes ámbitos y situaciones: desde
ser una fiesta de preparación para la cuaresma, como para “olvidar” , durante esos cuatro
días, la mala situación en la que se encuentra la región, donde se impregna de humor cada
esquina. Es la fiesta más identitaria de esta ciudad, la cual ha sido, y es, la más pobre de
España. Podríamos achacarlo a las malas condiciones socio-económicas a las que se han visto
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sumidas siempre las personas de esta región. En un principio, era una fiesta de máscaras, que
se realizaba en diferentes espacios de la ciudad, como en el Casino de Badajoz, el Liceo de
Artesanos o el Círculo Obrero (s.XIX); también estaban las “estudiantinas”, que eran
agrupaciones de jóvenes que componían coplas irónicas o picantes e iban pregonándolas por
toda la ciudad. De aquí salieron cancioneros y se desarrolló un folklore muy fuerte. Es la
cuarta ciudad española que recibe el Título de Interés Internacional por estas fiestas. Mi
abuela siempre me contaba que, cuando Francisco Franco llegó a Badajoz, prohibió el disfraz
y la crítica. Ese también es otro de los objetivos de este trabajo, conocer la escena de antes de
la Dictadura, y cómo esta se transformó con los años, siempre desde un punto de observación
participante.
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ciudad. Se convocó al pueblo de Badajoz a salir a la calle, sin miedo, creando los orígenes de
lo que hoy es una fiesta mundial. Fue en el año 1980, cuando un director de teatro, y concejal
del PCE, se reunió con sus amigos en el Paseo de San Francisco, en el kiosko de los
Martínez, donde quedaban poetas y bohemios de la época, José Manuel Villafaina Muñoz,
junto con su gente del Centro Dramático.
El concejal quería organizar la fiesta desde una Institución, además de darle aires dramáticos
y festivos. En la plaza del Ayuntamiento, ese mes de febrero, hicieron una representación
dramática sus compañeros de teatro, lo que provocó revuelo entre los municipales, pero, aun
así, Villafaina consiguió en el mes de marzo, que la Comisión aprobase su propuesta para el
Carnaval de Badajoz. Los primeros Carnavales (año 81) se tuvieron que posponer unas
semanas más tarde por el golpe de Estado de Antonio Tejero, pero no se iban a suspender,
pues, a finales del año 80, se reúnen una serie de periodistas y amigos del periódico HOY en
el Mesón “El Tronco” para que estos tuvieran una organización. El presupuesto del primer
año, no superaba las 420.000 pesetas, se contrataban a orquestas para las verbenas y ya se
empiezan a dar donaciones para premios, de los concursos que más adelante hablaremos.
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María Reinares González
Antes de hablar de los espacios físicos y virtuales donde se desarrolla, y gracias a las
entrevistas que he realizado durante este trabajo, sé que el carnaval (con toda la ritualidad que
este conlleva) tal y como yo lo conocí, se ha instaurado en los años 90; hasta entonces, sólo
duraba desde el Viernes de Carnaval, hasta el Martes (víspera de Miércoles de Ceniza). A día
de hoy es diferente:
Comienza “por el final del anterior” (como lo diría cualquier informante que ha rellenado el
cuestionario): Alrededor de la primera semana de Febrero, se Celebra el día de La Candelaria,
o Nuestra Señora de la Purificación (donde se realiza una misa solemne y la bendición de los
niños recién nacidos en el año). Ese mismo día, se quema al “Marimanta”, un muñeco de
trapo que hace alusión a “todas las cosas malas” del año, y se realizan tamboradas, en la plaza
de Santa María de la Cabeza (luego hay una degustación de chorizos, vinos y productor de la
tierra, por parte de la asociación de vecinos de Santa Marina).
Antes del año 2024, se necesitaba de un mínimo de 24 grupos para que la fase preliminar
pudiera hacerse. Si había menos, se cancelaban, cosa que no he conocido hasta el momento.
El COVID-19 y la crisis posterior, han traído consigo problemas económicos en el carnaval,
debido a que todo se paralizó por lo menos dos años. Este año sólo había 20 agrupaciones, y
el concejal de Ferias y Fiestas, Antonio Casablanca, ha modificado las bases. La final de este
concurso tiene lugar el Viernes del Pregón: el pregón se da en el Ayuntamiento, en Plaza de
España, donde toda la ciudad festeja el inicio de los mejores días del año. Para acceder a estas
entradas, la gente incluso acampa varios días, en la Plaza de Toros, aun sin saber quién
llegará a la final. Los resultados se dan por la madrugada, en el Templete de San Francisco, al
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lado del Teatro, donde toda la ciudad espera a saber quien es el ganador. Luego las murgas
salen y celebran el carnaval con todo el mundo . También hay a las 6 de la tarde el Desfile
infantil de comparsas, el cual en los premios, va junto al Gran Desfile.
El Domingo, es el día del Gran Desfile, a donde vas con tus amigos después de toda la noche
bailando, a ver los maravillosos trajes que se han confeccionado para este año. El número de
comparsas que hoy participa en el concurso es incomparable a cuando todo esto empezó.
(Hablaremos del Concurso en las Entrevistas). El Lunes de Carnaval es otro de los “días
fuertes”, donde, a pesar de no haber ningún concurso oficial ni actividad programada, todo el
mundo sale a la calle, desde el mediodía, culminando el Martes por la mañana con un rito que
es de lo más singular: El Entierro de la Sardina, del que hablé con mi tía.
Analizaremos y comprenderemos los espacios físicos donde se desarrolla esta fiesta que, a
día de hoy, tienen una doble dimensión: el Teatro y las sociedades, y el carnaval de calle. Se
ha hecho una visita previa al trabajo, a un espacio físico, el cual lleva actualizandose y
mejorando desde hace muchos años: El Museo del Carnaval de Badajoz; donde una chica me
facilitará programas de otros años, y donde mis antecesores han donado patrimonio para
visibilizar y dar a conocer El Carnaval. Otro lugar donde hay fotografías, hemeroteca y
demás es en el Teatro López de Ayala, donde se celebran los concursos y se aviva la llama
desde el 30 de Enero, y donde he asistido al concurso de murgas, tanto como participante,
como siendo mera oyente. Otros lugares muy importantes para el Carnaval de Calle son : la
Plaza de España (San Juan), donde se da el Pregón, y donde se instala un escenario el Sábado
y el Lunes; allí acuden decenas de miles de personas a bailar, alrededor de los bares, de los
cuales uno de ellos tiene una especial mención: El Carmen, donde se ambienta todo con un
decorado cada año diferente. El Paseo Fluvial, donde a día de hoy parten todos los desfiles de
comparsas, y donde hay otro escenario , este diurno, donde se reúnen los ciudadanos a
festejar. La Plaza de San Francisco, junto con El Paseo y Plaza de España, no son lugares
donde pueda documentarme como en el Museo o en el López. Son sitios donde se crea la
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Como espacios virtuales a los que he accedido, entre ellas está la página web del
Ayuntamiento de Badajoz (www.aytobadajoz.es) , donde puedes encontrar toda la
información sobre las bases, fechas y convocatoria del Carnaval. También hay una Web
Oficial de divulgación del Carnaval (https://carnavaldebadajoz.org ) donde hay una gran
variedad de ofertas, con programas y actividades en estas fechas, ofrecen también
alojamiento, dan consejos sobre bares típicos , tiendas, incluso cómo llegar a Badajoz. Hay
también una página de Facebook de la misma organización
(https://www.facebook.com/CarnavaldeBadajozOficial/ ). Hay otras páginas extremeñas de
divulgación donde te puedes encontrar información de esta festividad
(https://recorrerextremadura.com/carnaval-badajoz ) . El Estribillo, ( www.elestribillo.es )es
un blog digital donde puedes encontrar información concreta sobre las diferentes
agrupaciones carnavaleras, e incluso conocer otros carnavales ocultos de Extremadura.
Hablando con mi tía, me contó que el Estribillo era antes una revista de difusión donde
también entraba el carnaval.
3. Etnografía
Para completar esta etnografía, he acudido a diferentes espacios físicos donde he podido
enriquecerme de la cultura del Carnaval, para hablar desde una perspectiva EMIC. Uno de los
espacios donde quería recopilar periódicos, programas e historia ha sido en El Museo del
Carnaval. Otro espacio físico que he visitado ha sido la casa de mi tía. Toda la familia está en
una Comparsa, con lo que, desde mediados de Noviembre, hasta que llega el Carnaval,
siempre está llena de partes de trajes, botas, sets de costuras, incluso estandartes enormes que
se han tenido que traer de la Nave (otro lugar físico que he visitado). En casa de mi tía, en la
pared de la entrada, hay colgadas máscaras de Carnaval y, en el salón, hay expuesto algún
traje de algún año. Son piezas de especial valor, pues están todas confeccionadas a mano y
llevan meses de trabajo. Con esta visita, podemos decir que, la cultura del carnaval va mucho
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más allá, es un estilo de vida para los residentes de la ciudad de Badajoz, y hoy en día , se ha
extendido a los pueblos. En los polígonos, la mayoría de naves están ocupadas por
agrupaciones, comparsas y murgas. Son lugares donde también se crea esta escena, pues no
sólo van allí a ensayar, sino que hacen barbacoas, fiestas temáticas, se disfrazan en cualquier
época del año. Lo mejor de todo esto, es que esas agrupaciones hacen mucho más fuerte ese
vínculo con el Carnaval, ese sentimiento identitario. Viví la experiencia de formar parte de
una agrupación, donde hice amistades y guardo muy buen recuerdo de ello. Estuve en la
Comparsa Cambalada (comparsa con mucha trayectoria, como Caretos), ese año fuimos del
Joker y de la ciudad de Gotham: días antes de hacer la Fiesta de Presentación con la
Comparsa, (se hace todos los años), los músicos nos juntamos en la nave para sacar la música
y transcribir alguna partitura. La música suele ser original, pero se suelen añadir fragmentos
de canciones populares que hagan alusión a la temática. Los instrumentos sobre los que se
suelen hacer son predominantemente de percusión: idiófonos y membranófonos.
Para todos los actos del COMBA, siempre consiguen vender todas las entradas, habiendo
mucha gente que ese año se queda sin ir. El ambiente del López de Ayala en esas épocas es
hasta emotivo, muy alegre, todo el público está involucrado en la causa y todos tienen esa
sensación de pertenencia y de festividad. Hubo agrupaciones tanto mixtas, como sólo de
hombres o mujeres. La performance es gran parte del Carnaval, donde podemos ver con
claridad esa corporización de conceptos, ideas o realidades. Las letras son pícaras y muy
críticas, a día de hoy las utilizan para quejarse de aspectos políticos y socioeconómicos,
también para encarnar realidades duras, y todo desde el humor. La definición de aspecto
performativo es perfecta para hablar de estas actuaciones, pues las mismas murgas rompen
con la cuarta pared y a veces se dirigen incluso al público, de manera espontánea, el público
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ríe y llora en las noches del concurso. Algunas murgas que van con tiempo de sobra (que no
han llegado a los 22 minutos con lo que tienen preparado), suelen cortar la actuación y hacer
un pasacalle satírico. Es verdad que el ambiente es mucho más serio que en la calle, pues el
público suele ser a veces más especializado, conocedor del concurso, y todos están sentados
en butacas. Suele haber un descanso, donde la gente se reúne en los bares de San Francisco
para tomar algo y comentar las murgas. Dentro de lo performativo, también podemos
mencionar los cambios de decorado que a veces producen risa entre los espectadores. En
cuanto a aspectos performáticos, tienen un repertorio cerrado, que componen durante todo el
año y ensayan en las naves. Tienen un tiempo limitado por las bases del concurso
anteriormente mencionadas, y que se incluyen en el anexo. Hay un presentador, que va dando
pase a las diferentes agrupaciones, y desde el momento en el que sube el telón, disponen de
22 minutos exactos. La acústica del teatro es muy buena, además, en el año 2018 modificaron
las bases e instalaron una concha, para poder eliminar los micrófonos, cosa que afectó sobre
todo a las guitarras que puntean y acompañan a la letra, junto con el bombo y la caja. Rara
vez suena una voz solista, suelen ser muchas al unísono, siempre se canta en grupo. El Gesto
Corporal es también muy singular en las murgas: recitan inclinándose al público, como si
estuvieran dándole una lección. La puesta en escena es de especial mención en cualquier
performance de estas fiestas, pues no hay una igual que otra. Los decorados son
confeccionados en las naves y transportados a la ciudad en el mes de febrero. Un ejemplo de
performance participativa es cuando cantan los cuplés, los cuales tienen un estribillo corto y
pegadizo, que acaba cantando todo el público junto con los murgueros.
- Entrevistas.
Para complementar esta Etnografía, también he acudido al recurso de la oralidad, realizando
una entrevista semiestructurada, de tipo abierta, donde las preguntas y su orden no se
encuentran previamente fijados. Para ello, elegí a mis abuelos, quienes me hablarán de sus
vivencias en el Carnaval de Badajoz. Ellos son de dos pueblos que, unos años atrás,
pertenecieron a Portugal, pero viajaron a la ciudad para trabajar cuando eran niños; María
Teresa, de Táliga, con 91 años, y José González, con 92 y de Barcarrota. Se me ocurrió acudir
a mis abuelos, pues vivieron aquel “Carnaval Viejo” del que nos queda tan poco y han visto
cómo ha evolucionado desde que eran pequeños, además de que el vínculo ya existe, con lo
que la improvisación en la conversación es mucho más fluida. Otros informantes con los que
he hablado para completar este trabajo son miembros y fundadores de agrupaciones y
asociaciones destinadas al “Carnaval Nuevo” que el alcalde Manuel Rojas aprobó. Hice una
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entrevista abierta a María González y a Santiago Martínez, dos veteranos del carnaval , los
cuales son fundadores de Caretos Salvavidas, un grupo de amigos, que acabó desfilando por
Europa gracias al Carnaval, trajes, danza y música. Además, hablé con María José González,
hermana de María, la cual participó en el diseño del logotipo del Estandarte de Caretos
Salvavidas. Informantes muy cercanos, con quienes he tenido la comodidad de estar en casa
hablando con un café. Caminé con María por las calles de Badajoz y me estuvo enseñando
tiendas de telas como La Murga; tiendas de disfraces o accesorios, como Sol o Casa Espada,
que a día de hoy siguen abiertos.
Para hablar con mis abuelos, utilicé este tipo de entrevista abierta, pues dejé que ellos me
contaran sus vivencias. Me contó mi abuela que, en sus primeros carnavales, todavía no había
llegado la Dictadura. En los años 40, a principios, ella hacía en la escuela con sus amigas
unas caretas de cartón. Me dijo que en estos años “la gente todavía se ponía lo que quería”,
iban a la Plaza de San Francisco a jugar y a bailar, por entonces los carnavales no eran
organizados, sino que culturalmente en esa fecha se salía a la calle a celebrar El Carnaval, o
Las Fiestas de Invierno. Me contó que los municipales no les dejaban estar en grupos muy
grandes. Luego, pregunté qué es lo que pasó cuando llegó la Dictadura, y me llevé la
sorpresa de que no se prohibieron desde el primer momento. En un primer momento, podían
disfrazarse de lo que quisieran, pero que no podrían taparse la cara; ahí mi abuelo hizo una
interrupción y me contó que los Carnavales por esas épocas eran un núcleo de crímenes
contra el Estado, pues mucha población estaba reprimida completamente, y fruto de esto fue
la prohibición total del Carnaval: “la gente lo que hacía era pintarse”, “al que formaba
escándalo, lo engayolaban”. Me contaron de que las estudiantinas estaban completamente
controladas y censuradas, tenían limitaciones en todo lo que hacían. Pregunté sobre las
agrupaciones de comparsas y demás, y me dijeron que no había nada de lo que hoy
conocemos como Carnaval (desde la institución). Esto me sorprendió, con lo que pregunté
por Las Candelas, y me contaron que el Marimanta se quemó con y sin la Dictadura, pero
hasta los años 80 nunca hubo tamborada ese día.
Me llamó la atención que me contaran que los Carnavales nunca desaparecieron, mi abuelo
me dijo que durante la Dictadura, incluso pudieron conservar los festivos de esos días. Ellos
lo celebraban en el campo. El hermano de mi abuelo era ebanista, y confeccionaba máscaras
para todos, “cada uno nos disfrazábamos como queríamos, e íbamos de casa en casa,
bailando, cantando, nos daban dulces y café, y estabamos hasta por la mañana”, incluso me
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dijeron que los carnavales aquellos eran mejores que los de ahora, sólo que eran a escondidas.
No podían taparse la cara, ni podían reunirse más de tres personas en la calle. Mi abuelo
interrumpió a mi abuela mientras me contaba sobre las fiestas clandestinas: “si que siempre
se ha visto un amor ante los carnavales, incluso dentro de la Dictadura. Alguno se pintaba la
cara, un bigote, se vestía de mujer y salía a la calle, pero eso era un recuerdo a los
Carnavales”. Había mucho miedo, pues mataron a mucha gente. Volví a preguntar por los
concursos, y nada. Una vez me contaron todo sobre los “carnavales clandestinos”, pregunté
sobre esos primeros Carnavales, después de que la Dictadura cesara en el país. Me contó que
ella le hacía los disfraces a sus hijas, a mano, “la idea del disfraz de carnaval también ha
cambiado mucho con los años”. Me dio a entender que los primeros Carnavales fueron lo
más parecido a una Revolución: “la gente se volvía loca”, “los estudiantes tirando octavillas y
haciendo lo que les daba la gana”. Me contaron que Caretos Salvavidas, al principio era un
grupo de amigos, que tocaban música y salían a la calle, pero hasta los años 80-90, estos
carnavales “eran anárquicos”. Pregunté, por último, que cómo fue la experiencia de tener
tres hijas en una comparsa. A mi abuela le gustaba mucho, pero se pasaban las madrugadas
cosiendo; entonces empecé a preguntar por ello, pues me interesaba saber cómo se involucra
una familia en los carnavales. Empezaban a hacer cosas de carnavales en octubre/noviembre:
“empezábamos ya con las telas”. Pregunté por las horas que implicaban al día y me
respondió con que ella tenía que hacer todo a mano: coser cada lentejuela, patrones, botas,
guantes, gorros… “Los trajes de los Caretos siempre han sido muy laboriosos” “Hubo un
año que tuve que coser cinco pares de botas”. Concluí la entrevista preguntando si ellos
habían vivido el carnaval de calle tal y como fue a partir de los 80, y me dijeron que sólo a
verlos, que muy poco. Para completar esto, y contrastar dos épocas muy diferentes, elaboré
un cuestionario que mandé a mi círculo, para ver el grado de implicación de hoy en día, y si
ese sentimiento persistía: la primera pregunta ha sido “¿Recuerdas cuales fueron tus primeros
carnavales?”, donde he obtenido una respuesta muy homogénea: de pequeño.
La segunda hablaba sobre dónde oyeron por primera vez hablar de los carnavales, donde la
mayoría de gente ha elegido “en casa”. También me reflejaron que en la escuela se involucran
mucho con los carnavales (un 64,3% de los informantes). La mayoría de gente se ha quedado
en casa algún carnaval, pero hay unas cuantas de respuestas que son singulares: hay gente que
no ha faltado nunca (fruto de la cultura carnavalera que hay en el hogar), hay una única que
dice : “no he salido durante bastantes años, me empezaron a llamar hace poco”.
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Quería saber qué era lo que más disfrutaba la gente del carnaval y también obtuve una
respuesta homogénea: La Calle (64,3%), salir con mis amigos (21,4%) y el Gran Desfile
(14,3%), entre las 7 opciones que puse a elegir. Un 92,9% prefiere un buen disfraz al
maquillaje, y la pregunta Murga/Comparsa, queda en un 50-50. La mayor parte de mis
informantes tampoco forma parte de una agrupación actualmente, pues con la universidad y
el trabajo es más complicado, pero en la siguiente cuestión muchos me anotaron que
formaron parte de alguna en algunos años, y que “fue muy bonito”.
Para reafirmar los espacios físicos, añadí una pregunta sobre “tu plaza favorita en estos
Carnavales”: Donde la mayoría de gente oscila entre Plaza de España y Plaza de San
Francisco. Algunos mencionan San Atón, otros Santa María de la Cabeza (centro de
concentración de tamboradas y carros de comparsas). Entre otras más preguntas, concluí
con: cual es tu parte favorita del carnaval, y las respuestas han sido preciosas, entre ellas: “ver
la variedad de disfraces, es como un sueño con fiebre”, “la calle, el carnaval en la calle”,
“momentos con mi murga cantando en los bares”, “el sambódromo con mi comparsa”, “la
calle, la gente” , “donde se reducen las multitudes”, algunos mencionan también a sus
familias. La última fue para ver qué efecto tenían en la gente otros carnavales que no fueran
los suyos, y caí en lo cierto cuando pensé que los carnavales fuera de Badajoz “se sentían
extraños”. En su mayoría, dicen que o no les gustaron, que los carnavales de Lugo fueron
bonitos pero nada que ver, los de Cádiz también muy bonitos, pero nada que ver con nuestro
carnaval.
Viendo los resultados de los cuestionarios y cómo abordé las cuestiones, he planteado
diferentes hipótesis, pero la que más me movía era ese sentimiento identitario tan fuerte,
quería ver de dónde venía y si se modificó con los tiempos. Y no, el Carnaval es una
festividad que se conoce en casa, en la propia educación: la gente de Badajoz vive por esos
cuatro días. La palabra que mejor definiría este sentimiento sería intrínseco, entre las gentes
de Badajoz. Gracias a las entrevistas también he visto que instituciones como el Colegio, se
dedican a inculcar a niños muy pequeños esta manera de expresarse, disfrazándose. En la
entrevista con mis abuelos, el término “anárquico” fue repetido en varias ocasiones; me
sorprendió que en las encuestas, lo más importante para el 85% de las personas fuera la calle
y la gente. Esto me llevó a preguntarme qué era realmente el Carnaval, qué era lo que se
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Creo haber cumplido los objetivos de este trabajo, aunque me gustaría haberlo hecho mucho
más amplio y hacer un buen estudio de los Carnavales de Badajoz, pues nunca se ha hecho
algo así y me parece un fenómeno social muy particular. Quería conocer y plasmar sobre
todo las costumbres carnavalescas durante las fiestas y durante el año, y gracias a este trabajo
podemos ver que la implicación es total. Así como el sentimiento de pertenencia a un grupo,
a una ciudad. Un Carnaval que es símbolo de unión entre las gentes de Badajoz.
Espacios físicos:
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(pondría 1.000 fotos, pero el documento no es cómodo para hacerlo, se descuadra todo el
rato)
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6. Anexo cuestionarios
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CITAS Y BIBLIOGRAFÍA.
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