Evaluación y Manejo Inicial

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Evaluación y Manejo Inicial.

Ing. Guido Quispe Ampuero


INTRODUCCIÓN

• Las emergencias son eventos frente a los cuales debe


estar preparada toda empresa, no solo porque la ley
lo exige, sino en un afán de preservar la vida del
personal y la continuidad de las operaciones.
• Para ello se requiere planes de respuesta que
señalen las decisiones y acciones a seguir en cada
nivel de la organización.
¿Cuántos procedimientos debería tener una
operación para atender una emergencia?
• Hay procedimientos que son estándares, como respuesta a
incendios, accidentes vehiculares, de emergencia en
espacios confinados o de materiales peligrosos, pero eso
debemos enmarcarlo en el contexto de cada operación.
• Debemos generar la cantidad de procedimientos que se
evidencien en la etapa de evaluación de riesgos. Luego de
esa evaluación vamos a determinar la cantidad de
escenarios que podríamos tener y, a partir de esa cantidad
de escenarios, se elaborará el procedimiento adecuado
para cada tipo de emergencia.
Emergencias: acción inmediata y organizada

• La aparición inesperada de fuego o cualquier otro


imprevisto puede poner en grave peligro la
integridad de personas y bienes.
• Por ello, no se debe dejar a la improvisación la
organización de los medios materiales y humanos
necesarios para hacer frente a una emergencia.
• Las empresas deben estar dotadas de medios de
detección, alarma y extinción suficientes para que un
equipo humano suficientemente preparado actúe con
diligencia y se eviten en lo posible pérdidas materiales y
humanas.
• Estas emergencias pueden ser incendios, fugas de gas,
explosiones, amenazas de bomba, operaciones peligrosas,
enfermedades repentinas, accidentes con lesiones graves,
inundaciones y terremotos.
• Los factores causantes de una emergencia pueden ser de
diverso tipo: fallas humanas y técnicas; defectos en el
diseño de las instalaciones o vicios ocultos; catástrofes
naturales; y factores de origen externo como siniestros en
instalaciones contiguas, atentados, entre otras.
• El plan de emergencias debe contener, como
mínimo, un inventario de medios de protección
existentes; vías de evacuación y sistemas de
alarma o aviso; recursos externos como teléfonos
de emergencia, procedimientos de comunicación,
designación de las personas encargadas de actuar
con funciones y procedimientos para cada una de
ellas; y consignas de actuación para todo el
personal.
• Asimismo, se deberán prever las acciones para su
efectiva puesta en práctica.
• Para ello, deben establecerse planes periódicos de
formación y adiestramiento de los trabajadores,
realización de simulacros, programas de
mantenimiento y comprobación de las instalaciones
de protección, vías de evacuación y sistemas de
emergencia y actualizaciones del propio plan de
emergencias.
Proteger
Alertar
Socorrer
Consignas generales de actuación
• En caso de incendio, se debe intentar apagar el
siniestro mediante el empleo de los medios de
extinción disponibles.
• Si ello no es posible, hay que avisar de inmediato
al responsable de emergencias.
• Se debe evacuar la zona teniendo en cuenta las siguientes
indicaciones:
• Procurar mantener la calma.
• No entretenerse recogiendo objetos personales pues ello puede suponer una
pérdida de tiempo importante.
• Se procederá a cerrar puertas y ventanas para evitar el avivamiento del fuego
y la propagación del humo a otras dependencias, cerciorándose antes que no
queden más personas en el perímetro.
• Si se encuentra con una nube de humo salga a ras del suelo.
• Si se encuentra atrapado intente avisar de su situación y envuélvase con
toallas o mantas mojadas procurando permanecer en las zonas más
ventiladas.
• Todos los trabajadores se concentrarán en las zonas de evacuación, a fin de
realizar el recuento y comprobar si falta algún compañero.
Accidente con víctimas
• Si observa un accidente, proteja la zona para evitar que se
reproduzca o empeoren sus consecuencias.
• En caso de accidente por contacto eléctrico, debe
desconectarse la corriente antes de tocar a la víctima.
• Si es imprescindible debe moverse a los accidentados
cuando se torne peligroso permanecer en el lugar del
incidente.
• Si se presentara este hecho, hay que desplazar a los
accidentados manteniendo recto el eje cabeza- cuello-
tronco.
• En un hecho de esta naturaleza hay que hacer una
valoración rápida de las secuelas del accidente, ver si
las víctimas están conscientes, si respiran y si tienen
pulso, observar si presentan heridas externas,
fracturas, quemaduras y, finalmente, avisar de
inmediato al responsable de emergencias,
informando de lo sucedido y del estado de la
víctima.
Fuga de gas

• Si percibe olor a gas no toque ningún interruptor


eléctrico y no utilice el teléfono.
• Abra las ventanas, salga al exterior y desde allí
póngase en contacto con la compañía
suministradora de gas (averías).
• Además, tenga en cuenta que el gas, por ser más
pesado que el aire, tiende a acumularse en las zonas
inferiores.
• Todo trabajador que detecte algo anormal que
pudiera desencadenar en un hecho de riesgo, o si
considera que existe un entorno de peligro grave e
inminente (olor extraño, presencia de grietas en
estructuras, funcionamiento defectuoso de equipos
o instalaciones, etc.), deberá ponerlo de inmediato
en conocimiento del jefe de emergencias, o del jefe
de departamento, delegados de prevención, o
trabajadores designados para manejar estas
situaciones en su empresa.
Evaluación del accidentado
Valoración Primaria
• Consiste en identificar aquellas situaciones y problemas que supongan
una amenaza inmediata para la vida del paciente.
• Al mismo tiempo, se iniciará la restauración de las funciones vitales en
caso de que sea necesario
• Antes de comenzar con los pasos a seguir para realizar esta valoración
primaria, es importante recordar la actitud fundamental que debe tener
el auxiliador para que esta sea efectiva y se realice de la forma más
rápida posible:
• Serenidad
• Mantener la calma y transmitirla al paciente
• Actuar rápidamente pero tranquilo
• Dominar la situación y evitar el pánico.
• Dicho esto, comenzaremos con los pasos a seguir para la realización
de la valoración primaria, denominándose A, B, C:
• A: Permeabilidad de las vías aéreas. Valorar nivel de consciencia y
control cervical.
• B: Valor existencia de respiración espontanea
• C: Existencia de latido cardiaco y ausencia de grandes hemorragias.
A:Permeabilidad de las vías aéreas.
• Lo primero que hay comprobar es el nivel de la
consciencia del paciente, ya sea llamado a la
persona, dándole pequeños golpecitos en el hombro
o en la cara.
• Seguidamente comprobar que la vida aérea este
abierta y permeable y que no existía riesgo de
obstrucción.
• Mas adelante veremos las maniobras más básicas
para mantener la permeabilidad de las vías aéreas.
• Por otro lado, hay que realizar una valoración para
ver si hay daño cervical o no.
• Por ello, sospecharemos que existe lesión cervical,
sobre todos los pacientes:
• Con lesión supraclavicular evidente.
• Implicados en traumas de alta velocidad.
• Implicados en accidentes de motos.
• En ahogados o precipitados.
• Por estos motivos, ante sospecha de lesión
cervical:
• Evitar extensiones y flexiones de cuello
• Colocar collarín cervical sin movilizar el cuello del
paciente.
• Mantener la cabeza, el cuello y el tronco
correctamente alineado.
B: Valor existencia de respiración espontanea

• En este paso hay que valorar la respiración del paciente,


para comprobar si existe alteración o no.
• Las causas que pueden producir alteraciones en la
respiración suelen ser:
• Herida abierta en el tórax
• Obstrucción en la vía aérea.
• Aspiración
• Hemotórax o neumotórax
• Lesión craneoencefálica severa o lesión medular alta
• Para ellos hay que comprobar la ventilación de la
siguiente manera:
• Desvestir el paciente.
• Visualizar los movimientos respiratorios, valorando la
profundidad y la frecuencia.
• Coloración de la piel y mucosas.
• Verificar que no haya cuerpos extraños obstruyendo la
vía aérea.
• Para observar y valorar la existencia o no de esfuerzos
respiratorios es importante contra el numero de
respiraciones por minuto (Frecuencia respiratoria).
• La frecuencia respiratoria consiste en contar el numero
de respiraciones del paciente durante un minuto,
contando las veces que se eleva el pecho.
• Los valores normales de a frecuencia respiratoria son:
• NIÑOS 30-40 RPM
• ADOLESCENTES 14-18 RPM
• ADULTOS 15-20 RPM
• ANCIANOS 12-16 RPM
• Si el paciente no respira, pero tiene pulso, es un paro
respiratorio por lo que se procederá a realizar el
boca a boca.
• La cual consiste en tapar la nariz con los dedos y
sellar la boca de auxiliador con la del paciente y
realizar una insuflación de 5 segundos hasta
completar un ciclo de 12 insuflaciones. Comprobar
el pulso cada 2 minutos.
• Este procedimiento se realizará hasta que el
paciente respire o hasta que no tenga pulso y por
tanto entrara en parada cardiorrespiratoria.
C: Existencia de latido cardiaco

• Valoremos la existencia del pulso cardiaco y de hemorragias.


• Para la valoración del puso cardiaco, las arterias más fáciles de
detectar suelen ser en la carótida o en la radial.
• Se realiza utilizando las yemas d los dedos índice y corazón y
presionar firmemente sobre las arterias hasta sentirle el pulso.
• Una vez que se siente el pulso con la ayuda de un reloj, empezar a
contar durante 60 segundos. El resultado será el numero de
pulsaciones por minuto.
• También se puede realizar contando las pulsaciones
durante 15 segundos y después se multiplicará por
cuatro.
• Los valores normales del pulso son:
• NIÑOS 100-140 LPM
• ADOLESCENTES 75-85 LPM
• ADULTOS 60-80 LPM
• ANCIANOS 60-75 PM
• Si el paciente no tiene pulso y no respira se
procederá a realizar Reanimación Cardiopulmonar
inmediatamente.
• Por otra parte, para la valoración de las hemorragias,
lo que hay que hacer es ejercer una compresión
directa sobre la herida para intentar cesar el
sangrado.
• Si la hemorragia es masiva, habrá que intentar
realizar un torniquete y dejarlo hasta esperar a que
lleguen los servicios sanitarios.

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