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ESTABLECER CRITERIOS PARA LA DETERMINACION

JUDICIAL DE LA PENA EN EL DELITO DE HOMICIDIO

CULPOSO

Integrante

Lozano Robles, Abigail Georgina

Docente

8vo ciclo

2023 Lima- Perú


ÍNDICE (ACTUALIZAR)

INTRODUCCIÓN

1. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN POR ÁREA......................................................3

2. OBJETIVO GENERAL Y ESPECÍFICOS POR AREA.............................................3

3. JUSTIFICACIÓN POR AREA...................................................................................4

4. REVISIÓN DE LA LITERATURA ACTUAL O ESTADO DEL ARTE POR AREA....4

5. MARCO TEÓRICO POR ÁREA...............................................................................4

6. CONCLUSIONES GENERALES

8. RECOMENDACIONES DE ACUERDO AL AREA

9. BIBLIOGRAFIA GENERAL

10. ANEXOS POR ÁREA


INTRODUCCIÓN

Esta presente investigación se refiere al tema al delito de homicidio culposo que se


encuentra tipificado en el articulo n°111 que menciona que “El que, por culpa, ocasiona
la muerte de una persona, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos
años o con prestación de servicios comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro
jornadas”. Durante el desarrollo de la investigación se mencionará una comparativa de
diversos autores que detallaran el concepto de homicidio culposo. Así mismo, se
mencionara la articulación de los criterios establecidos en la ley para la determinación y
aplicación de la pena en la práctica implica serias dificultades porque al momento de la
motivación o sustentación de las sentencias condenatorias no se explica a través de un
razonamiento lógico la graduación en cuanto a la fijación de la pena, lo que origina
cuestionamientos a la calidad de la fundamentación de las sentencias.

Capitulo I.- PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

Para comprender el nivel de desempeño que el Estado ha instrumentalizado a través del


sistema penal, es indispensable analizar la actividad de la justicia penal, debido a que
ella concentra y realiza las principales funciones materiales del jus puniendi como son
emitir fallos de condena y, sobre todo, determinar e imponer penas legales y justas. En
efecto, el Estado a través de sus órganos jurisdiccionales tiene como función y
obligación el definir de modo cualitativo y cuantitativo, cuál es la sanción que
corresponde aplicar al autor o partícipe de un hecho punible, pero no solamente de una
determinación formal, sino que, esta aplicación debe responder a un razonamiento
lógico, que a partir de silogismos principales y complementarios permita justificar de
manera interna, pero también de manera externa la decisión adoptada. Siendo esto así, la
sanción tiene que explicarse técnicamente y lógicamente por el operador, aquí es donde
las cosas se colocan en un punto neurálgico, donde comienzan las dificultades para la
representación social del resultado obtenido por el que hacer judicial, aquí es donde
comienzan el problema de la determinación judicial de la pena en los casos de
homicidio doloso y culposo, donde se pone en discusión la habilidad que tiene el
juzgado para determinar una pena justa y adecuada al caso.

II.- OJETIVO GENERAL Y ESPECIFICOS


1.1 Objetivo general
Analizar los criterios empleados por el juzgado quien, para la emisión de sentencia
absolutorias o condenatoria en los casos de los delitos contra la Vida el Cuerpo y la
Salud en la modalidad de Homicidio Culposo y doloso.

1.2 Objetivos específicos


Interpretar el desempeño laboral del médico quien atendió a la agraviada el 15 de
noviembre de 2022ª las 5:00 p.m. aproximadamente. Para la emisión de sentencia
absolutorias o condenatoria en los casos de los delitos contra la Vida el Cuerpo y la
Salud en la modalidad de Homicidio Culposo y doloso.

III.- JUSTIFICACIÓN

Es necesario la revisión y el estudio de las decisiones o resoluciones judiciales emitidas


por los jueces penales respecto de la determinación de la pena privativa de libertad, en
salvaguarda de la garantía y seguridad jurídica. Asimismo, es importante mencionar que
en la actualidad en la doctrina nacional se viene cuestionando de cómo se está aplicando
y considerando los criterios y los factores establecidos en la Ley penal al momento de
cuantificar la pena (circunstancias o factores establecidos en los artículos 46 del Código
penal).

IV.- REVISIÓN DE LA LITERATURA ACTUAL O ESTADO DEL ARTE


(PENAL)

Al referimos a los delitos culposos o imprudentes consideramos a la acción delictiva


como una realización sin intención de causar daño, lesión o peligro; por lo tanto, en este
tipo de acciones el dolo y la voluntad de cometer un delito está ausente, “el sujeto no
quiere cometer el hecho previsto en el tipo, pero lo realiza en la norma de cuidado” (Mir
Puig S. I., 2005, p. 286).
Sin embargo, para los causalistas el “injusto se conformaba exclusivamente de
caracteres externos objetivos de acción, mientras que los elementos anímicos subjetivos
debían constituir la culpabilidad” (Díaz, 2012, p. 17). Los que coinciden con esta
posición sostienen que los delitos culposos deben tener un elemento psicológico

Siguiendo este mismo esquema en la concepción psicológica se admite “cuando el


positivismo concebía la culpabilidad como pura conexión psicológica del hecho
objetivo con 23 la cabeza de su autor” (Mir Puig S. I., 2005, p. 289).

Contraria a esta concepción psicológica aparece la concepción normativa que “concibe


la esencia de esta no como una conexión psicológica, sino como un juicio de reproche
por la infracción a la norma” (Mir Puig S. I., 2005, p. 289). La concepción normativa
sostiene que la persona es la que debe atender los preceptos normativos, esta división
forma parte de la concepción de la acción dividida en dolosa y culposa desde la acción y
omisión.

Luis Ramiro Llerena Cisneros (2017) en su tesis “El homicidio culposo por la mala
práctica profesional médica y la responsabilidad de la persona jurídica”, sostiene que:
La mala práctica médica profesional se deriva a consecuencia del ser conscientes
que este nuevo tipo penal es de suma importancia, tanto para los pacientes como
para los profesionales, es decir la responsabilidad existente con la persona jurídica
la misma que nos hace responsables como profesionales del derecho realizar un
análisis, en nuestro cuerpo legal no se ha tratado a profundidad, este nuevo delito,
omitiendo principios básicos que se deben tomar en cuenta en la mala práctica
médica, creyendo que se ha dejado vacíos legales muy fuertes, dejando al libre
criterio de los jueces y juezas, por tal razón con este trabajo se pretende demostrar
que existen muchos elementos los cuales se ha dejado en el aire al momento de
tipificar una sanción, tanto como para los mismos profesionales como para las
personas jurídicas o responsables de dichas instituciones sin existir grados de
responsabilidad, sin existir una especificación adecuada” (p. xvi)

Cárdenas (2017) Díaz en su tesis para optar el Grado Académico de Doctor “Procesos
ético - disciplinarios y judiciales derivados del acto médico en el Perú” sostuvo que:
Cuando el médico ofrece sus servicios al paciente está diciendo que se puede
confiar en él y prometiendo que actuará a su favor. Así el deber del médico, de no
hacer daño, se asienta no en la autoridad de la tradición hipocrática, ni tampoco en
la moralidad común, sino en la naturaleza fiduciaria de la relación terapéutica. En
ese sentido, abandonar la ética médica a la influencia de las reglas del mercado, es
abandonar el significado de la enfermedad y la confianza en las que se basa la
acción curativa.
El enfoque de Engelhardt asienta la ética de la atención de salud en la teoría
liberal que afirma que la autoridad moral solo puede surgir de acuerdos entre
personas, es decir, entre individuos autónomos. Los principios o las políticas
corren el riesgo de ser coercitivos, a menos que estén basados en un
consentimiento real. La coerción o fuerza es incompatible con una ética secular
porque la libertad individual es la necesaria condición para forjar un mundo
moral. (p.10)
TEORÍA DE LA PENA
La pena es la característica más tradicional e importante de Derecho Penal. Su
origen se encuentra vinculado con la del propio ordenamiento punitivo y
constituye, por la gravedad de su contenido, el medio de mayor severidad que
puede utilizar el Estado para asegurar la convivencia en la sociedad, La forma de
control social formal, hasta su actual desarrollo, supone la aplicación de una
pena. (Berdugo, 1999) En realidad, toda concepción de la pena es,
necesariamente, una concepción del derecho penal, de su función y del modo de
cumplir esa función, Por ello, cualquier rol que señale el Estado para la pena, lo
señala también para el Derecho Penal. Existe una estrecha relación entre las
funciones del Derecho Penal y la teoría de la pena. Toda teoría de la pena es
una teoría de la función que debe cumplir el derecho penal; pero como se verá
más adelante cada una de las teorías responden a una determinada concepción
de Estado y, consecuentemente, cada teoría origina una determinada definición
de Derecho Penal. (Felipe V, 2006) La pena está relacionada con conductas
socialmente desvaloradas de las personas, siendo, por consiguiente, una
consecuencia jurídica asignada a cualquier individuo que haya realizado un
hecho punible contrario a la norma. Sin embargo, "la pena es ajena a la norma".
La pena es un mal e implica sufrimiento, dolor y aflicción a la persona humana.
Sin embargo, su aceptación o negación categórica dependerá de si es posible
comprobar su utilidad en el caso específico. Es la teoría de la pena la que busca
identificar dicha utilidad o fin limitando al poder penal (prevención general y
especial), pero sin embargo faltaría comprobar si en la realidad se cumple o se
hace efectiva dicha utilidad. Si el Estado asume el cumplimiento de la utilidad de
la pena y con ello logra sus efectos, el poder penal habrá sido ejercido
satisfactoriamente, pues se habrá sujetado a los límites preventivos. Si por el
contrario, el cumplimiento de la utilidad es sólo un discurso no realizado -el poder
penal no lo ejerce o no surte efectos- entonces la pena se estará utilizando sin
lograr dichos fine, y fuera de los límites preventivos. Así, la utilidad está limitada
a través del Derecho Penal (teoría de la pena), pues de lo contrario la aplicación
de la pena en el marco del ejercicio del poder penal sería completamente
ilegítima. Además, para evitar un Derecho Penal desbordado y politizado será
necesario coordinar la perspectiva de protección de bienes jurídicos con la pena.
(Felipe V, 2006)
LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD
Según el artículo 29 del Código Penal, respecto de la duración de la “pena
privativa de libertad”, esta puede ser temporal o de cadena perpetua. En el
primer caso, tendrá una duración mínima de 2 días y una máxima de 35 años. La
pena privativa de libertad es toda aquella que significa para el reo la
permanencia constante, durante el tiempo de la condena, en el establecimiento
penitenciario que se le fije. Con distintos nombres, variable duración y trato más
o menos riguroso, pertenecen a esta especie las de cadena perpetua o temporal,
reclusión, presidio, prisión o arresto. (Cabanellas G, 1981).
Por otra parte, se menciona que, a nivel de la ciencia y de la codificación penal
está generalizado el empleo de la expresión penas "privativas" de la libertad para
hacer referencia a la reclusión penitenciaria o rehabilitadora. Es posible distinguir
la libertad, que ontológicamente es el ser mismo del hombre, y por lo tanto
eliminable solo con la muerte del ser humano del ejercicio de esta libertad a
través de su fenomenalización, es decir, mediante su aparición en el mundo
exterior como conductas intersubjetivas(Carlos S, 2011). La libertad ontológica,
en cuanto ser mismo del hombre, no se puede privar mediante cualquier tipo de
reclusión en un establecimiento rehabilitador. En esta triste circunstancia, el
recluso no pierde su libertad, no se le priva de la misma, sino que tan sólo se le
limita o restringe severamente su ejercicio. Si bien no podrá deambular por las
calles o hacer vida familiar o concurrir a espectáculos, el recluso es libre de
pensar, de imaginar, de proyectar subjetivamente y hasta de ejercer su libertad
dentro de las limitaciones propias de su estado de reclusión. Sessarego refiere
que es inexacta la denominación de “pena privativa de libertad” por no
adecuarse a la realidad, al hacerse referencia, a nivel del derecho penal, y que
era correcto, en cambio, por sintonizar con la verdad de la vida, designarlas
como penas "limitativas" o "restrictivas" de la libertad, es decir, nuestras
decisiones libres no podían transformarse en actos de conducta humana
intersubjetiva.(Carlos S, 2011).

LA DETERMINACIÓN JUDICIAL DE LA PENA


La determinación de la pena no se da en una situación aislada de un contexto
político-ideológico, sino que su nacimiento así como su materialización se
encuentra circunscrita a la naturaleza ideal de cada modelo de Estado, regidos
por ciertos principios esenciales que van a servir de guía para el cumplimiento de
sus fines y objetivos; los cuales se encuentran plasmados esencialmente en una
carta política, en la categoría de principios o normas rectoras, encaminando la
forma y el modo de intervención en el control punitivo de la criminalidad. En tal
sentido, a través de estamentos penales, se va a determinar la pena, como
manifestación coercitiva del Estado. Aldo Figueroa Navarro sostiene que “la
determinación de la pena, sea cual fuere el operador que la haga, es una
decisión de carácter político criminal” (FIGUEROA, 2009). La determinación
judicial de la pena es una de las labores más complejas para todos los
operadores jurídico‐penales y, en especial, para los Jueces y Tribunales.
Consiste en el proceso por el que se trasforma una pena imponible, de acuerdo
con lo establecido en un determinado tipo del Código penal, en la concreta pena
correspondiente al responsable de un hecho delictivo, de acuerdo con la
gravedad del hecho cometido y sus circunstancias personales. Dicho de otra
forma, previendo el Código penal la pena de diez a quince años de prisión, para
el autor de un homicidio, a través del proceso de determinación de la pena, el
Juez debe decidir cuál es la concreta pena que resulta merecida por (o
adecuada a) el responsable del hecho. Esta no es una decisión arbitraria sino
que responde a una serie de procesos informados por las reglas de
determinación de la pena, que el Juez debe observar escrupulosamente, con
independencia de los escasos márgenes de discrecionalidad de que goza. De
esta forma, no le corresponde la misma pena al autor de un delito consumado
que al de un delito intentado; como tampoco tiene el mismo tratamiento el autor
y el cómplice del mismo hecho delictivo. Se valora de forma distinta si alguien
actúa en error de prohibición o concurriendo una eximente incompleta de
alteración psíquica que si alguien lo hace actuando con pleno conocimiento de la
antijuridicidad o con sus facultades mentales intactas. En fin, existen una
multitud de factores que se concretan en las reglas de determinación de la pena,
que han de ser tenidos en cuenta por los Jueces y Tribunales en la imposición
de las penas.

FUNCIÓN Y ETAPAS DE LA DETERMINACIÓN JUDICIAL DE LA


PENA
“Una vez establecida la existencia de un hecho delictivo y estando vigente el
interés del Estado por castigar este hecho resulta necesario determinar la
consecuencia jurídico–penal que le corresponde al delito cometido”. (García,
2008) La determinación judicial de la pena tiene por función, identificar y decidir
la calidad e intensidad de las consecuencias jurídicas que corresponden aplicar
al autor o partícipe de un delito. Se trata, por tanto, de un procedimiento técnico
y valorativo de individualización de sanciones penales. (La Corte Suprema 2001)
La determinación judicial de la pena se estructura y desarrolla en base a etapas
o fases. Tradicionalmente, la doctrina y la legislación han identificado en este
procedimiento dos etapas secuenciales. En la primera etapa se deben definir los
límites de la pena o penas aplicables. Se trata de la identificación de la pena
básica, en cuya virtud corresponde establecer un espacio punitivo que tiene un
mínimo o límite inicial y un máximo o límite final. En aquellos delitos donde sólo
se ha considerado en la pena conminada uno de tales límites, se debe de
integrar el límite faltante en base a los que corresponden genéricamente para
cada pena y que aparecen regulados en la Parte General del Código Penal, al
configurarse el catálogo o precisarse las características específicas de cada
pena. En tal supuesto es de recurrir a los límites genéricos que establece el
artículo 29º que trata de las penas privativas de libertad. En la segunda etapa se
debe identificar la pena concreta dentro del espacio y límite prefijados por la
pena básica en la etapa precedente. Se realiza en función a la presencia de
circunstancias legalmente relevantes y que están presentes en el caso. 21 Las
circunstancias son factores o indicadores de carácter objetivo o subjetivo que
ayudan a la medición de la intensidad de un delito, cuya esencia permanece
intacta. Es decir, posibilitan apreciar la mayor o menor desvaloración de la
conducta ilícita antijuridicidad del hecho o el mayor o menor grado de reproche
que cabe formular al autor de dicha conducta culpabilidad del agente,
permitiendo de este modo ponderar el alcance cualitativo y cuantitativo de la
pena que debe imponerse a su autor o partícipe.

HOMICIDIO CULPOSO
Se puede definir al homicidio culposo como la muerte producida por el agente al
no haber previsto el posible resultado antijurídico, siempre que haya podido y
debía preverlo (homicidio por culpa inconsciente), o habiéndolo previsto, confía
sin fundamento en que no producirá el resultado que se representa (culpa
consiente). (Bramont Arias & García 1996) El delito culposo, que referimos
denominar “injusto imprudente”, revela una naturaleza jurídica que no puede ser
explicitada según las teorías psicológicas (casualistas), que pretendían llenar de
contenido puramente ontológico, que no condicen con el pensamiento
sistemático actual; en tal medida, tanto el dolo como la culpa deben formar parte
de la tipicidad penal de acuerdo con el principio de legalidad material, pues los
hombres han de conducirse conforme a sentido, y cuando cometen una acción
y/o omisión constitutivo de un tipo penal se están auto determinando ya
conforme a dicho sentido. (Peña Cabrera 2010), Asimismo, que se configura el
homicidio culposo cuando el agente obra de manera imprudente. La imprudencia
es la forma activa: es el obrar, el actuar, sin la cautela debida. Va revestida de
precipitación, insensatez o falta de consideración. (García 2005). El tipo penal El
delito materia de estudio se encuentra regulado en el Artículo 111° del Código
Penal, que señala: “El que, por culpa, ocasiona la muerte de una persona, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos o con prestación de
servicios comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro j jornadas. La pena
privativa de la libertad será no menor de un año ni mayor de cuatro años si el
delito resulta de la inobservancia de reglas de profesión, de ocupación o
industria y no menor de un año ni mayor de seis años cuando sean varias las
víctimas del mismo hecho. La pena privativa de la libertad será no menor de
cuatro años ni mayor de ocho años e inhabilitación, según corresponda,
conforme al artículo 36° incisos 4), 6) y 7), cuando el agente haya estado
conduciendo un vehículo motorizado bajo el efecto de estupefacientes o en
estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre en proporción mayor
a los 0.5 gramoslitro, o cuando sean varias las víctimas de un mismo hecho o el
delito resulte de la inobservancia de las reglas técnicas de tránsito. La pena será
no mayor de cuatro años si el delito resulta de la inobservancia de las reglas de
profesión, de ocupación o industria y cuando sean varias las victimas del mismo
hecho, la pena será no mayor de seis años. *Modalidad Típica
El que por culpa ocasiona la muerte de una persona, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicios
comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas. Ha de señalarse que
ello toma lugar, primero, cuando el autor infringe una norma de cuidado, el deber
que la norma exigía, tanto mediante una acción como por una omisión (art. 13
del C.P), contraversión normativa que debe generar un riesgo no permitido que
se haya realizado en el resultado fatal: la muerte del sujeto pasivo, desprovisto
de una relación anímica que pueda identificarse con el dolo. (Peña Cabrera,
2010). Por otra parte para García, (2005), refiere que de conformidad con la
estructura dogmática que defendemos en general, y en particular para el delito
imprudente, la realización, del tipo de injusto de homicidio por imprudencia, que
es, como el tipo doloso, un tipo de resultado material, requiere la producción de
un resultado de muerte y que éste pueda ser imputado a la acción realizada por
el autor. Esto tendrá lugar soló si: Elementos de la tipicidad objetiva refiere que
el sujeto activo, al igual que el sujeto pasivo, puede ser cualquier persona. El
comportamiento consiste en matar a otro. Se requiere un nexo de causalidad
entre el comportamiento culposo y el resultado muerte. En la práctica, los delitos
de homicidio culposo están relacionados con los accidentes de tránsito, siendo
en este ámbito donde realmente se ponen en juego los criterios que determinan
la posibilidad de imputar objetivamente el resultado al comportamiento del sujeto.
(Bramont Arias & García, 1996)
Sujeto activo
Puede ser cualquier persona. (García, 2005)
Sujeto pasivo
Puede ser cualquiera en quien no concurra la circunstancia de tener vínculo de
parentesco con el sujeto activo, la razón de este requisito está en que el
legislador ha previsto la figura de parricidio diferenciándolo del tipo de homicidio.
(García, 2005).
Resultado típico
El homicidio se consuma con la muerte de la propia víctima, y cualquiera puede
ser autor menos la propia víctima, porque se trataría de suicidio, que nuestra ley
no castiga. (García, 2005)
El nexo de causalidad
El nexo causal es el elemento básico del tipo objetivo del homicidio, con solo
pensar que el tipo se enuncia por la referencia del proceso de causación de la
muerte: matar significa causar la muerte. Las condiciones que permitan
establecer esta imputación varían según el tipo de acción (comisión y omisión,
dolosa o culposa). La acción del hombre-causa-debe producir como
consecuencia la muerte de otro-efecto-. Esta acción puede desarrollarse en
muchas formas y comprender tanto una comisión como una omisión. En la
práctica, salvo ciertos casos límite, no resulta complicado comprobar la relación
de causalidad y la imputación objetiva. La primera mediante criterio de la
“equivalencia de las condiciones”, según la cual solo cabe afirmar el nexo causal,
cuando suprimida mentalmente o hipotéticamente la acción en cuestión, no se
habría producido la muerte. Una concepción tan amplia del nexo causal ha
significado la elaboración de teorías que tienden a restringir su alcance. Así
procura hallar mecanismos de reducción la “teoría de la causalidad adecuada”.
La segunda constatando que el agente ha creado un riesgo jurídicamente
desaprobado y que la muerte de la víctima constituye su realización. (García del
Rio, 2005)
AGRAVANTES
El homicidio culposo tiene como circunstancias agravantes específicas: • Si son
varias las victimas por el mismo hecho. • Las infracciones de las reglas técnicas,
de ocupación o industria. Esta circunstancia se refiere a lo que se conoce como
“impericia” o “negligencia profesional”. El fundamento de esta circunstancia
agravante reside, por un lado, en la diligencia normal exigible a toda persona y,
de otro, en la obligación y el cuidado especial que deben tener –determinadas
personas- en el ejercicio de su profesión. (García, 2005).

V. MARCO TEORÍCO
Consiste en desarrollar la teoría que va a fundamentar la investigación con base en el
planteamiento del problema.
Para ello se recurrirá a los conocimientos obtenidos en los cursos de la carrera.
La teoría descrita en este punto permitirá desarrollar la metodología propuesta,
interpretar los resultados y formular conclusiones.

La teoría debe tratarse de forma ordenada y coherente, especificar los autores que la
enuncian, qué conceptos se van a utilizar y porqué.

La finalidad es obtener los criterios que sirvan para conocer y analizar el tema
propuesto.
Para mayores detalles, revise los manuales de APA

Respecto a las teorías del derecho penal, podemos sostener que:


Las teorías del derecho penal, al transcurrir los años, han evolucionado; siendo
en su oportunidad doctrina mayoritaria la teoría casualista, luego la teoría
finalista y en la actualidad la teoría funcionalista; en esta última se desarrolla la
teoría de la imputación objetiva; siendo uno de los precursores, Jakobs, quien
desarrolla las instituciones que permiten atribuir o excluir la responsabilidad,
entre los cuales tenemos a la teoría del riesgo permitido, el principio de
confianza, la posición de garante, la prohibición de regreso, la concurrencia de
riesgos y la esfera de la competencia de la víctima; asimismo, otro de los
precursores es, Roxin, quien creó y desarrolló las instituciones de la autopuesta y
heteropuesta en peligro consentido de la víctima; siendo esta última la que ha
originado gran polémica en los últimos años entre el maestro alemán Roxin y su
discípulo, el jurista español Luzón Peña, quien tiene una postura contraria a la de
Roxin cuando estamos ante un caso de heteropuesta en peligro consentida de la
víctima. (Vega, 2022, p. xi)

VI. IDENTIFICACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LOS PROBLEMAS


JURIDICOS
Como supuesto de hecho no se le brindo los primeros auxilios a la agraviada debido a
que el Centro Especializado EndoSalud no contaba con el equipo de ayuda rápida para
ello, procesos penales o civiles ante el Poder Judicial han sido poco estudiados
académicamente desde el ámbito de la salud, pese a que podrían dar información valiosa
para identificar puntos críticos del trabajo de los profesionales y de las instituciones de
salud y formular estrategias de prevención de eventos adversos derivados de actos
médicos.

VII.- CONCLUSIONES

7.1 Se concluye que, ante el presente caso de una denuncia por homicidio culposo con
presencia de dolo eventual, el fiscal a cargo, a sustentado la ampliación
Excepcionalmente la Investigación Preliminar, fijando Sesenta días (60) el plazo
excepcional de las Diligencias, asimismo ha corregido un error material en la
numeración de la Disposición.

7.2 El Fiscal con los actos de investigación recabación de declaraciones y de las de


historias clínicas, viene sentando la base para Interpretar el desempeño laboral del
médico que atendió a la agraviada.

7.3 Se concluye que se a tipificado el delito el cual encuadra presumiblemente en el tipo


penal articulo 111 Homicidio Culposo debiendo realizarse un análisis minucioso del
párrafo último del artículo 111° del código penal cuando del hecho ocurrido el
responsable sea un profesional que deje de cumplir sus obligaciones cuya apariencia
pretende ser de culposa y sin embargo oculta un hecho doloso.

VIII.- RECOMENDACIONES

8.1 Partiendo de los hallazgos de la presente investigación se recomienda que los


operadores de justicia en sus resoluciones aumenten el estudio de la doctrina, sus teorías
y la jurisprudencia, no solo regirse por el principio de legalidad, que se encuentre
rescrita taxativamente en la ley.

8.2 Se recomienda respecto a la responsabilidad penal que le es atribuida a los médicos


en caso de homicidio culposo, la normativa penal debería consideración otros factores
para los casos en que paciente por situaciones que son externas a las acciones realizadas
por el médico y declarar la debida y justa responsabilidad penal de dicho profesional.

8.3 A los estudiantes de pre grado y pos grado, se recomienda la realización de


investigaciones académicas respecto el impacto que genera en la sociedad la aplicación
de delito Homicidio Culposo, así como a cuanto de los profesionales sentenciados se
instauro mininamente un procesos ético disciplinarios en su colegio profesional.

8.4 Se recomienda incorporar dentro de la normativa vigente una ley que ayude a
diferenciar entre un riesgo permitido y un actuar doloso durante un procedimiento o
atención médica que ayude a mitigar de responsabilidad al médico, incluyendo puntos
clave acerca del riesgo permitido cuando no puede prevenir un resultada perjudicial para
el paciente.

IX.- BIBLIOGRAFIA
Mixan, F. (1991). La prueba en el procedimiento penal. Lima, Perú: Editorial Ediciones
Jurídicas.
Peña, R. (2010). Derecho penal parte especial. Lima, Perú: Editorial Idemsa
Prado, V. (2015). Determinación judicial de la pena. Lima, Perú: Editorial Industrias
Pacifico S.A.C. Peña, F. (2008). Derecho penal. Lima, Perú: Editorial IDEMSA.

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