07 12 23 Suplemento Periodico Espana
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07 12 23 Suplemento Periodico Espana
La vida extraordinaria de un
disidente español y francés:
la leyenda de Jorge Semprún
MÓNICA OJEDA
ESCRITORA
«La emoción es
un lugar de
conocimiento»
SUPLEMENTO LITERARIO
DE EL PERIÓDICO DE ESPAÑA
MÓNICA OJEDA
do su fuerza. Me molestaba cuando menos miedo. La migración es un
sentía que era la manera en la que se ejercicio de cambiar unos dolores
nos estaba vendiendo. por otros. Dices, bueno, estos dolo-
— ¿Vendiendo y encasillando? res los dejo, pero acepto estos otros:
— Sí. Lo que está ocurriendo ahora no estar con tu familia, alejarte de
es más complejo que simplemente todo lo que es para ti conocido, las ESCRITORA
algo que se pueda comparar con el violencias, la extranjería... Decides
«No utilizo
boom de los años 60 en Latinoamé- hacer el trueque. Mi literatura está
rica. Se nos suele encasillar diciendo llena de esa violencia, de esos mie-
que todas trabajamos el tema del dos, pero también de todo ese deseo
terror, y no es verdad. Si algo quere- que compone mi experiencia histó-
mos desactivar de ese proceso son rico-geográfica con Ecuador.
mi literatura
las generalizaciones que eliminan — ¿Cómo se escribe de la violencia
los matices, que son esas cosas por sin perder la perspectiva humana?
descubrir. Hay terror, hay violencia, — Cualquier escritora que trabaja
todos esos elementos están ahí pu- con la violencia tiene que plantear-
lulando, pero hay más cosas. Quere- se una búsqueda ética con la pala-
como denuncia»
mos descubrir qué está pasando bra, y para que esa búsqueda ética
ahora, queremos conectar con tra- sea literaria tiene que estar vincula-
diciones que a lo mejor no son las da siempre con un ejercicio poético,
que se han visto siempre desde el en el sentido de que la poesía, para
norte global al pensar en Latinoa- mí, es una especie de desvío de la
mérica. La visión de la literatura la- lengua: tomas otro camino para
tinoamericana desde el norte global hablar de algo de lo que ya se ha ha-
es bastante reduccionista. blado miles de veces. Al tomar ese
— La escritura canónica siempre desvío, encuentras esos recovecos,
ha venido de autores que eran esos matices que de repente resig- mente fascinantes, duros, pero fas- cuerpo, que está más allá de las pa-
hombres y eran blancos, y eso de- nifican todo y, además de eso, ena- cinantes. Esos momentos quizás labras. El lenguaje del cuerpo va co-
termina mucho la idea de persona. jenan el panorama discursivo sobre son las razones por las cuales escri- mo cincuenta kilómetros por de-
— Sí, totalmente. Esa es también la violencia. Eso es lo más valioso bo, por esos momentos en los que te lante y uno llega siempre al pasado
una de las críticas que estamos ha- que puede hacer alguien cuando es- das cuenta de que en la escritura ha del cuerpo, no al presente.
ciendo las autoras latinoamericanas cribe sobre violencia. Hay palabras surgido algo vivo, temible pero vivo, — Pero el cuerpo tiene memoria.
a día de hoy. Todavía nos falta mu- que utilizamos una y otra vez para algo que tiene que ver con tus preo- — Exacto, y ahí sale justamente la
E
cho. No sólo es el tema del machis- hablar de muertes, femicidios, ase- cupaciones, con tu mundo interior. literatura, porque la memoria es un
POR INÉS MARTÍN
mo en la literatura o el tema de au- sinatos, palabras que pierden su po- Y has arrastrado tanto ha salido al- ejercicio ficcional, es ese ejercicio de
toras relegadas, autoras tremendas tencial emotivo porque ya no signi- go verdadero; quizás es demasiado RODRIGO construir, de hacer pasado, de hacer
como Elena Garro, Armonía Som- fican nada. Una palabra que se repi- pretencioso decir verdadero, pero es identidad a través de las experien-
mers, Inés Arredondo, a las que te- te mil veces pierde toda su potencia. algo que te toca y que, por lo tanto, cias del cuerpo. Me gusta pensar la
nías que leer en ediciones que en- Cuando la escritura trabaja con esos puede tocar a otros. literatura como un conjuro, algo que
contrabas milagrosamente en las li- temas, tiene que repensar el len- — Ahora que habla del tacto, ¿la el cuerpo está conjurando. La escri-
brerías de viejo. No sólo es una rei- guaje. Tengo que pensar cómo decir escritura es siempre cuerpo? tura hace el cuerpo, lo rehace, lo
vindicación de autoras que ya esta- esto de una manera que vuelva a — Sí, sin duda alguna. La escritura transforma, pero también el cuerpo
ban haciendo cosas similares a las sentirse. Y a veces eso que se vuelve es física, corporal. La escritura sale transforma y hace la escritura en esa
que nosotras estamos haciendo en a sentir puede ser tremendo, puede de un cuerpo que vive, respira, suda, especie de baile perpetuo.
la contemporaneidad; venimos de ser algo doloroso, puede ser duro. llora, se alegra. Es este cuerpo lleno — Tengo la sensación de que, para
esa tradición, no es que de repente — En ese sentido, ¿usted es cons- de emociones, que no para de sen- usted, la sensibilidad es una forma
aparecemos de la nada. Poner eso ciente de que su propia escritura tir, el que se sienta durante un año a de pensar.
sobre la mesa es un acto politico y incomoda, de que a veces perturba? escribir algo. Es ese cuerpo con to- — Sí, absolutamente. Esto es algo
también es una forma de entender — Sí, te vuelves más consciente de das las cosas que le atraviesan, su que me aportaron las feministas
que nos queda mucho por delante. eso cuando empiezas a conversar entorno, el paisaje, la gente. Me negras estadounidenses, que pusie-
En Latinoamérica nos quedan más con tus lectores. Cuando estás escri- gusta pensar que es el cuerpo el que ron en el centro la epistemología de
cosas, por ejemplo, las autoras indí- biendo, vives esa emoción con una piensa, y a veces piensa más veloz- la emoción. Hablemos de feminis-
genas y afroamericanas, que han voluntad de entrega tremenda. mente que las palabras, que la men- mo, pero no caigamos en la trampa
estado todavía más relegadas. — ¿Y en algún momento ha tenido te. El cuerpo tiene otras formas de racionalista de volver a poner la ra-
— Teniendo en cuenta que es mes- que parar de escribir porque ha ba- pensar, con otros lenguajes. Y la li- zón por encima de las emociones.
tiza, latinoamericana y mujer, ¿qué jado demasiado a la ciénaga? teratura está siempre haciendo una ENTREVISTA Entendamos que la emoción es un
temas atraviesan su literatura? — Sí, y son momentos paradójica- especie de caza del lenguaje del lugar de conocimiento. Eso se con-
7 DE DICIEMBRE DE 2023
K
— En su nueva novela, que llegará
a las librerías a principios de febre-
«Me imagino un mundo ro, están otra vez los Andes, la vio-
Centenario de su nacimiento
La vida extraordinaria
de Jorge Semprún
R REPORTAJE
La última vez que lo vi fue para ha- del restaurante donde siempre lle- que dijera, porque era quizá la prime- Al final de la conversación se hi-
blar de su autobiografía, que era vaba a almorzar a sus amigos, ha- ra vez que él sintió que debía hablar zo tiempo de almorzar. El fotógrafo
como un enorme baúl extraordi- blara de Santiago Carrillo, a ver si de sin tapujos de aquel amigo que fue su Daniel Mordzinski bajó con él a la
nario, del que salían y salían histo- una vez explicaba qué pasó entre jefe y finalmente resultó parte de un habitación donde tenía su ropa de
rias que a otro lo hubieran matado ellos, cómo se construyó y se rom- pasado del que no renegó, pero del salir, y donde dormía, y aprovechó
de susto o de cobardía. pió su tiempo en común. que escapó como alma que lleva el para pedirle que se echara en la ca-
En esa ocasión se trataba de que, Él estuvo sincero, pero esquivo, y diablo.«¿Culpables?Yo tengo mi idea, ma, como si se hiciera el muerto, a
en su casa del centro de París, cerca JUAN CRUZ el periodista tomó notas de todo lo y creo que él no tenía la razón». Mordzinski le gustan esas poses.
7 DE DICIEMBRE DE 2023
Destino y memoria. Cien abril SUPLEMENTO LITERARIO
años de Jorge Semprún DE PRENSA IBÉRICA
Edición de Mayka Lahoz
Tusquets. 448 páginas. 20,90 €
s
Douglas Stuart, Tijssens animación Woody & Woo-
muestra a un niño marcado dy), pero esta historia inspira-
por el miedo, a un adolescen- Los bordes da en su abuelo sobre un pa- Les cendres a la piscina
te que descubre sus impulsos Angelo Tijssens yés que se enriquece constru- Laura Gost
y a un adulto que ya no se Dos Bigotes yendo hoteles apuntala su ca- Proa
17,95 € 19,90 €
atreve a pedir amor. rrera en la literatura catalana.
Los libros
con estilo
escogidos
por ‘Abril’
Páginas de Espuma
160 páginas. 17 euros
Últimas secuencias
gonismo. Comienza con una des- Eso que define como el enigma glos a partir del nacimiento del eu-
cripción de su padre, que desem- de la unidad y a la vez de la diversi- ro dejaron a gran parte de la Unión
barcó en Normandía el Día D con dad halla aquí inquietantes diso- atrapada en el incómodo punto in-
las tropas británicas y se abrió ca- nancias. Si se empuja demasiado termedio de una moneda única sin
mino hacia Alemania con las fuer- en favor de la unidad, la unión for- una estrategia común.
Timothy Garton Ash mezcla erudición y zas aliadas que liberaron el conti- zada comienza a desmoronarse. Si El autor ve en el Brexit un caso
periodismo para ayudar a entender la nente, para luego convertirse en un
euroescéptico. El hijo, en cambio,
se presiona excesivamente en fa-
vor de la diversidad, los europeos
extremo de ira contra la clase do-
minante, no algo atípico exclusi-
reconstrucción europea y sus crisis desde es un apasionado proeuropeo. Con terminan peleándose entre sí. Cri- vamente antieuropeo. Lo mismo
de Machu Picchu
(Gifhorn, 1985) repara un inadver- el mítico oro del Rin, pasa su tiem- ra sí de la ambición conquistadora,
tido error de la historia al presen- po en la tienda de su progenitor el emplazamiento, en lo más in-
tarnos con vibrante pulso narrati- fantaseando sobre la legendaria trincado de la jungla y las grandes
vo y convincente verosimilitud la ciudad de los incas, todo ello espo- cordilleras, de su legendaria ciudad
Sabrina Janesch narra las peripecias peculiar biografía de un apasio-
nante personaje que en 1887 fue
leado por las seductoras crónicas
del viaje a Perú de Johann Jakob
sagrada de El Dorado.
Ya Gonzalo Pizarro la había
del olvidado aventurero Rudolph celebrado por el periódico La Gace- von Tschudi, en las que se detallan buscado afanosamente sin prove-
August Berns en ‘La ciudad de oro’ ta de Lima como el que había resti-
tuido al conocimiento universal la
las maravillas de aquel país remo-
to con sus yacimientos de metales
cho, llegando hasta el descubri-
miento de las fuentes del Amazo-
mítica ciudad entresoñada de El nobles y piedras preciosas, y sus nas, pero sin hallar rastros de su
Dorado, que desde la época de la deslumbrantes construcciones y misterioso emplazamiento. Igual-
CARLOS CLEMENTSON de que el explorador norteameri- conquista por los españoles ya ha- palacios revestidos de oro. mente, el investigador Alexander
cano Hiran Bingham obtuviese fa- bía imantado la ambición de tantos En dichas crónicas se narraba von Humboldt, que ya anciano
El aventurero alemán Rudolph Au- ma, fortuna y reconocimiento uni- exploradores y aventureros. cómo, a la llegada de los españoles, aparece en la novela y se constitu-
gust Berns descubrió las perdidas versal reivindicando para sí desde La ciudad de oro se inicia en la los incas fueron constreñidos a re- ye en el mentor o modelo de su jo-
ruinas de Machu Picchu, la antigua la revista National Geographic y el primera mitad del siglo XIX, cuan- velar la situación de sus grandes ven protagonista, había discurrido
ciudad de los incas, 44 años antes prestigio de la Universidad de Yale do el pequeño Rudolph August templos y ciudades en la selva, también en sus andanzas explora-
7 DE DICIEMBRE DE 2023
so del tiempo este libro que, cuan- El lenguaje cansino (imagino que más le re- Lo más que tantos nos impresionaron en
do se publicó por vez primera,
causó un cierto revuelo por sus no ha perdido sultará a la autora) que ese, el
erotismo explícito en la obra, sea importante del
la década de los 90, lo que nos
acaba proporcionando, en vez de
dosis de erotismo. Siempre es- frescura, sigue constantemente el punto refe- libro no es un libro de relatos (que también
candaliza más el erotismo pro-
nunciado por mujeres. Ese tabú teniendo ese rencial, cuando, en realidad, eso
es, o debería ser, lo de menos. Lo su temática
lo es) una especie de novela frag-
mentada, o un híbrido entre libro
social sigue vigente y, como se leve toque de más importante que tiene Amores –el amor, el de relatos y novela, o todo al mis-
comprueba en las referencias leí-
das en torno al libro desde su nue- lirismo y estilo patológicos no es su temática (el
amor, el sexo), sino su estructura. sexo–, sino su
mo tiempo.
Y también sorprende, igual de
va aparición, siguen siendo así las que le imprime Esa ligazón entre los relatos, esa estructura. Esa gratamente, que el lenguaje no
cosas. Y sin embargo…
No hay motivos de alboroto. La una alta dosis conexión que existe entre unos y
otros a través de los personajes, ligazón entre las
haya perdido frescura, que siga te-
niendo ese leve toque de lirismo y
elegancia con que Barrios trata el de gracia y que pasan de ser secundarios en historias a través estilo que le imprime una alta do-
erotismo, el sexo, cómo algunas
pequeñas obsesiones devienen en elegancia unos a ser protagonistas en otros,
que entran y salen de las historias de los personajes
sis de gracia y elegancia.
Así que leído de nuevo un cuar-
parafilias en algunos relatos, no como se entra y se sale en la vida. to de siglo después, Amores patoló-
deberían llamar a escándalo a na- Y es esa estructura la que sigue gicos sigue siendo ese libro que nos
die. Estas cuestiones, a estas altu- siendo una grata sorpresa, la que gustó, que nos gusta y, probable-
ras del siglo XXI, deberían ya es- sigue manteniendo ese aire a lo mente, nos seguirá gustando den-
tar más que superadas. Resulta short cuts, esas «vidas cruzadas» tro de 25 años más.
frentamiento balcánico. En su opi- su punto máximo con el colapso de convertirse en los Estados Unidos
nión, lo más grave es no haber la URSS en 1989, cuando el com- de Europa. La migración hace que
aprendido la historia de los impe- promiso intelectual, la política las sociedades sean más diversas
rios en decadencia y su falta de re- pragmática y la legitimidad moral culturalmente y más fuertes eco-
signación ante el declive. Cuando el parecían converger en una causa nómicamente, pero genera pro-
imperio ruso-soviético desapare- justa. Pero no duró. En muchos testas populistas. Las fronteras es-
ció en tres años, las potencias occi- países, los sistemas comunistas tán más abiertas que nunca, pero
dentales no deberían haber asumi- dieron paso a gobiernos cuestiona- las democracias liberales están a la
do que ese era el final de la historia. bles democráticamente. Todavía defensiva. Él está convencido de
Tendrían que haber sospechado en otoño de 1998, en un viaje por la que es necesario defender, mejorar
que el imperio podría contraatacar. antigua Yugoslavia, Garton Ash y ampliar el ideal de una Europa li-
El enfoque junta erudición y pe- exclama ante el presidente eslove- bre, íntegra y diversa. Sin embargo,
riodismo. El libro está organizado no Milan Kucan que ni siquiera tras años de esfuerzo intelectual,
cronológicamente, con un surtido Slobodan Milosevic se atrevería a nadie sabe cómo hacerlo. Los avan-
de imágenes vividas y jugosas una limpieza étnica de los 1,8 mi- ces hasta 2008 se vieron truncados
anécdotas personales que trans- llones de albaneses de Kosovo y es- por una cascada de crisis que cul-
miten la sensación de estar en el te le responde: «No lo conoce». Timothy Garton Ash minaron con la invasión Ucrania.
mismo momento y el lugar por La UE, aunque fuerte y estable, Una victoria ucraniana permitiría
donde transita la historia. Alcanza ha abandonado su aspiración de renovar esos esfuerzos, insiste.
torias a lo largo de los Andes en gra intuir o vislumbrar, enmasca- traordinario pulso narrativo y la
busca de tan legendaria ciudad. rada entre el maremágnum luju- afinada indagación psicológica de
Nuestro protagonista, determi- riante de la avasalladora botánica los personajes y de la sociedad li-
nado a encontrarla, emprende tropical y las extremas altitudes meña de la época, con una implíci-
desde Berlín un azaroso periplo a andinas, las ruinas de la antigua ta y contundente dimensión moral
todo lo largo del Atlántico, atrave- ciudad conocida como Machu final, que termina dejando un son-
sando el amenazador cabo de Hor- Picchu. Todo ello descrito y pre- riente rictus de ironía ante las con-
nos y el Pacífico hasta arribar al an- sentado con el más sugestivo cro- tantes y sonantes debilidades de
tiguo reino del Perú, que se en- matismo, una brillante plasticidad nuestra común condición humana.
cuentra inmerso en los últimos co- y un vivo sabor a realidad. De fluente lectura y vívidos diá-
letazos bélicos de su independen- Otras peripecias llevan a nues- logos, la traducción de la obra al
cia contra España, participando tro personaje, especializado ya en español se debe a Bernd Dietz, que
desde el primer momento en el ingeniería tropical, tanto a EEUU realiza una labor ardua y magistral
combate desde tierra contra la fra- como a participar en los trabajos por la profusión de vocablos espe-
gata acorazada Numancia, en el del canal de Panamá, para termi- cíficos y otros tecnicismos propios
puerto de El Callao. Una vez pacifi- nar recalando de nuevo en su ado- de ciertas labores industriales de-
cado el país, se interna en las selvá- rado Perú. Allí planea una sociedad cimonónicas y el vocabulario pe-
Sabrina Janesch ticas fragosidades vírgenes del in- anónima para la explotación de la culiar de estos meridionales y sel-
terior, donde tras azarosas aven- mítica ciudad. Esta tercera parte de váticos horizontes por los que
turas, proyectos y desilusiones, lo- la novela es apasionante por su ex- transcurre la obra.
10 - 11 Un espía privado.
Las cartas de John le Carré
John le Carré
del creador de
do en una chimenea; pero aunque Un espía privado. Las cartas de que le han invitado a conocer de «Recopilar las cartas de mi pa-
David Cornwell fue un espía, sin John le Carré reúne 309 cartas es- forma más cercana a ese escritor dre ha sido una tarea fácil; él dejó
George Smiley duda fue más un escritor, y no uno
cualquiera sino el maestro de la li-
critas por el novelista entre 1945 y
2020, dirigidas a algo más de 140
del que tanto ha leído pero del que
quizá sepa tan poco. Pero hay que
una enorme reserva de amor, ad-
miración y buena voluntad. Una de
que editó su teratura de espionaje, el autor que destinatarios distintos. Tim Cor- recordar que para saber de prime- las cualidades omnipresentes en
amores, pasiones
le Carré (Poole, Reino Unido, Todas las cartas están contextua- sin tapujos –tampoco sería mala años que le preguntaba cómo ha-
K
1931-Truro, Reino Unido, 2020) y lizadas por su hijo, quizá el mejor idea leer En la corte de Ronnie cerse espía», explica Tim Cornwell
e inquietudes del Un espía privado. Las cartas de John
le Carré es el último regalo que de-
guía posible por el mundo de su
padre, un hombre público pero
(2008), ese texto sobre su padre
que publicó en The New Yorker y
sobre su progenitor.
Esa es la intención detrás de es-
autor a través de ja a sus lectores. discreto, y no faltan en sus anota- aquí nos llegó en forma de un libro ta antología, mostrarnos el lado
309 misivas Tras la muerte en 2020 del
creador de George Smiley y tantos
ciones muchos y muy curiosos
detalles, además de bastantes re-
breve pero revelador y duro–.
Aunque Tim Cornwell recono-
cálido y cercano de un escritor, y
quizá por eso, y porque fue así, la
datadas entre otros espías melancólicos y hu- velaciones íntimas: «Mi padre es- ce haber soslayado la correspon- misiva que cierra Un espía privado
Anagrama Empúries
168 páginas. 17,90 euros 200 páginas. 18,90 euros
Jaccottet
me da la vida
Su extraordinaria sensibilidad, una
capacidad de observación justísima
y su fino sentimiento de la lengua lo
convierten en poeta, filósofo y sabio
K
moria es un tema complejo y pasara por allí) y se le ocurrió que un paquete de chicles antiguo, No he podido evitar leer este encontrarse una foto la cuenta en
apasionante, pero lo resumiría podía ser divertido convertir ese una cassette de Barry White o inventario escuchando de fondo el libro, otro trasto de tapa dura
en que sin objeto de memoria no escrutinio en un libro que acaba una pastilla de jabón, Cocker va canciones como Disco 2000, en la más que no saldrá de mi salón, ya
hay memoria, llámalo recuerdo, de publicar Blackie Books en describiendo a su familia, su ori- que Jarvis Cocker le habla a una está en mi inventario.
llámalo trasto. nuestro país bajo el título de Buen gen social, aquel Sheffield pobre- primera novia con la que todos
El líder de Pulp ha demostrado pop, mal pop. Un inventario que, tón de su infancia, su pasión por creían que acabaría casándose y Laura Barrachina es periodista,
no solamente ser un músico ge- disfrazado de inocuo artefacto la ropa o el nacimiento de Pulp, la se pregunta qué será de ellos en el directora de El Ojo Crítico de RNE.
El deseo de
Jorge Luis Borges dijo que siempre ferencia es que entonces era un mal de finitud. Quizá, por eso, la medida
imaginó que el paraíso sería algún que atacaba a un grupo reducido y de la lectura no debe ser el número
tipo de biblioteca. Joan Margarit es- ahora nos afecta a todos. «Todas las de libros leídos, sino el estado en
saberlo todo
cribió que la libertad era una libre- personas que utilizan un smartpho- que nos dejan. ¿Qué importa si uno
ría. Me gusta pensar que ambos tie- ne tienen que responder a retos si- es culto, está al día o ha leído todos
nen razón, pero en estos tiempos de milares a los que se enfrentaba un los libros? Lo que importa es cómo
excesos, de librerías y bibliotecas bibliotecario del siglo XVI». se anda, cómo se ve, cómo se actúa,
descomunales, no siempre hallo
placer en el acto de elegir; entre tan-
No siempre hallo placer en el acto Gabriel Zaid, en Los demasiados
libros (Random House, 2010), tam-
después de leer. Si la calle y las nu-
bes y la existencia de los otros tienen
tas opciones me pierdo y no siem- de elegir, entre tantas opciones no sé bién se cuestionó acerca de cómo algo que decirnos. Si leer nos hace,
pre sé qué caminos quiero recorrer.
Esa ansiedad ante la sobreabun- siempre qué caminos quiero recorrer defenderse ante la avalancha de li-
bros que ya percibía en 1972, cuan-
físicamente, más reales».
Cuando entro en una biblioteca o
dancia es un mal de nuestro tiempo, do se publicó la primera edición. «¿Y una librería, más que el deseo de sa-
pero no solo de este. Xavier Nueno para qué leer? ¿Y para qué escribir? berlo todo, sigo manteniendo la es-
acaba de publicar El arte del saber li- Después de leer cien, mil, diez mil peranza de descubrir algún libro
gero (Siruela), una breve historia del libros en la vida, ¿qué se ha leído? que dé respuesta a algo en lo que
exceso de información que explora Nada. Decir: Yo solo sé que no he aún ni siquiera he pensado. Entre
el papel de las bibliotecas a lo largo leído nada, después de leer miles de tanta reseña y tanta crítica, hacer
del tiempo y que tiene que ver con la libros, no es un acto de fingida mo- descubrimientos plenos es casi im-
obsesión por conservarlo todo. Ese destia: es rigurosamente exacto […]. posible, eso solo me puede ocurrir
empecinamiento ha hecho evolu- Pero ¿no es quizá eso, exactamente, en lugares donde mi mirada no se
cionar el concepto de biblioteca (sin socráticamente, lo que los muchos pierde en la inmensidad de los pisos
los primeros ficheros no habríamos SARAY ENCINOSO libros deberían enseñarnos? Ser ig- llenos de estanterías; en aquellas li-
llegado hasta aquí) y ha incidido en norantes a sabiendas, con plena brerías o bibliotecas que son limita-
la definición de creatividad. «En un aceptación. Dejar de ser simple- das y que deben elegir qué me ofre-
mundo obsesionado por el exceso En puntas de pie mente ignorantes, para llegar a ser cen. Solo esos espacios pequeños,
de información, convencido de que ignorantes inteligentes». reducidos, acotados, pueden orde-
todo ha sido dicho, la creatividad no Ahora que llega diciembre y em- nar el mundo. Y eso es lo que yo les
reposa ya en el mito romántico de pezamos a escribir nuestras listas pido: que me salven del caos.
una palabra original y soberana, si- Pero Nueno precisa, además, de libros leídos, recuerdo lo que
no en el arte de organizar, seleccio- que ese crecimiento descontrolado también decía Zaid: «Quizá toda Saray Encinoso es periodista y
nar, reducir y sintetizar lo que otros de libros e información ya lo sufrie- experiencia de infinitud es ilusoria, escritora, autora de El año que no
han producido», escribe. ron otros antes que nosotros; la di- Torre de libros en Praga. si no es, precisamente, experiencia viajé a Buenos Aires (2021).
14 - 15
Seguir la moda Era viernes. En el escenario, Jowa
nos invitó a brindar con el vino de He venido a hablar
de rebote. No sabía nada del libro, y
una tarde cualquiera empezó a
M
de Seurat. Y acompañadas de aquel Les calces al sol
La Noche de la Edición, organizada por el grupito de gente adinerada con tra- Regina Rodríguez Sirvent
Gremi d’Editors de Catalunya, dio buenas jes incomodísimos pasando el do- Suma / La Campana
noticias. El sector editorial sigue bien. Este mingo bajo las sombras del verano, 460 / 464 páginas. 21,90 / 20,90 €
«bien» es lacónico y escueto, pero
claro. Las ventas ni se triplican, ni Escribo estas palabras en una
se doblan, eso que convence a los mesa redonda del Roseta, un bar-
responsables de una cuenta de re- casa de la Barceloneta con un pas-
sultados. Sin embargo, la progre- tel de zanahoria que hace cantar a
sión se mantiene razonable. Esta- los ángeles. Le envío un wasap a
Nunca imaginé
mos hablando del libro de papel. Júlia. «Tía, ¿cómo estás? ¿Qué ha-
De ese material que, según algu- ces?». Tarda en contestar y, cuando
libro y lo transmito a rial «atiborrado» como el de España, han buscado los lu-
gares que faltan por explorar y despertar cualquier curio-
— ¿Me aconseja algunos títulos de su estantería?
— Pues La Tía Tula, de Miguel de Unamuno; Guerra
libreros y periodistas» sidad en el lector, lo que ella siente como «la magia abso-
luta de trabajar en cultura». CARMELA GARCÍA PRIETO
y paz, de León Tolstoi; Pedro Páramo, de Juan Rulfo;
El arte del buen vivir, de Arthur Schopenhauer, y Cien
años de Soledad, de Gabriel García Márquez.
— La Tía Tula, un personaje algo sombrío, ¿no?
¿Por qué le llama la atención?
— La que es sombría es Rosa, la hermana de Tula.
Me sorprendió por su carácter, por su lógica, por su
fortaleza, ella va a lo que va sin recovecos, con na-
turalidad.
— ¿Cree que hay hoy lectores para una novela de
este calibre?
— En este mundo de pusilánimes no se puede en-
tender a una Tía Tula.
— Cien años de soledad... ¿cuál fue el impacto?
— Leer esa novela fue una experiencia mágica. Des-
pués leí Pedro Páramo, la primera novela de Juan
Rulfo.
— Realismo mágico en el auge franquista. No es-
taba bien visto.
— Su obra es única, genial, inédita, ¡es brutal! Hay
que meterse en Comala, ese pueblo de las almas en
pena que pululan el silencio, la nada de nada. ¡Su-
rrealista! Rulfo es un gran escritor.
— El arte del buen vivir, de Arthur Schopenhauer,
un manual para vivir lo mejor posible.
— El autor sabe del buen vivir desde pequeño, su
educación es exquisita, viajando por Europa asiste
a los lugares más bellos y se empapa de cultura, de
pintores, escritores, músicos, filósofos.
— Era un pesimista nato.
— Sí, porque cree que la felicidad no existe, pero di-
ce que se puede alcanzar a través del arte.
— ¿Tiene un libro fijo en la mesita de noche?
— Confesiones, de san Agustín. Me lo regaló mi ma-
dre. El protagonista es un hombre pecador y luju-
rioso que lucha por el saber más profundo, por la
verdad, por que Dios se acerque a él. Su madre, san-
Heredera de la librería Escolar, que fundó su padre con tres amigos hace 50 ta Mónica, con años de plegarias y llantos consigue
L’Altell jaron prensa y revistas e Irene se centró en los libros. En 2009 cambió de lo-
cal y se acercó al centro histórico de Banyoles, y hoy es la librería de referen-
Honoré de Balzac, En busca del tiempo perdido, de
Marcel Proust. Tengo anotaciones de los pasajes más
Calle de la Canal, 2 cia de la ciudad y la comarca, a pesar de Girona. «Ha sido una ardua tarea ex- bellos. Y El manantial, de Ayn Rand, qué maravilla.
plicar a la gente que lo que encuentran en Girona lo tenemos también aquí», — ¿Creció rodeada de libros?
17820. Banyoles (Girona)
comenta con un pelín de ironía esta mujer que parece nacida para prescribir: — En casa de mi abuelo, magistrado del Tribunal
«no había pensado ser librera, pero me gusta tratar con la gente». Tiene nue- Supremo y abuelo también de mi prima Pilar Eyre,
ve clubs de lectura (de infantil a inglés), charla no falta. RAFAEL VALLBONA las bibliotecas cubrían paredes enteras.
7 DE DICIEMBRE DE 2023 | NÚMERO 78
Era distinto abril, entonces había alegría y rastro de mejillones en la escollera. | Manuel Vázquez Montalbán
abril suplemento literario de Prensa Ibérica. Director: Álex Sàlmon. Director de Arte: Jorge Martínez. Coordinador: Jacobo de Arce. Redacción: Inés Martín Rodrigo e Inma González. Comité de redacción:
Juan Cruz, Leticia Blanco, Tino Pertierra, Rogelio Fenoll, Nora Navarro, Pilar Garcés, Joan Carles Martí, Salvador Rodríguez, Virginia Guzmán. Diseño: Joel Mercè, Ricardo Villoria y Sara Martínez.
IDILIO LITERARIO
ISMAEL
ayuda a entender qué lugar ocupo en el
mundo y a la vez a seguir indagando,
porque cada vez que uno aprende algo La parte fácil / La part fàcil
aparecen otras incógnitas, el abismo». Ismael Ramos
Así se sintió cuando empezóA parte fá- Traducción al catalán
cil, al borde del precipicio. de Eduard Velasco
«La poesía es mi hogar. Escribir Las afueras / Angle
prosa era como salir de casa, un paso 184 / 160 páginas. 16,95 euros
XOÁN ÁLVAREZ