Cómo Hacer Un Cambio de Hábito (BUEN POST)

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¿Cómo hacer un cambio de hábito?

22 mayo 2010

Categoría:AUTODISCIPLINA

Una poderosa herramienta de para hacer un cambio de hábito es la prueba de los 30


días.

Digamos que deseas comenzar un nuevo hábito, como empezar a hacer ejercicio o dejar
de fumar. Todos sabemos que empezar y quedarse con el nuevo hábito durante unas
semanas es la parte difícil. Una vez que hayas superado la inercia, es mucho más fácil
seguir adelante.

Sin embargo, a menudo empezamos pensando en el cambio como algo permanente,


antes de que hayamos comenzado. Parece demasiado abrumador pensar en hacer un
gran cambio y que te quedarás pegado a él el resto de tu vida cuando todavía estás
habituado a hacer lo contrario.

Pero ¿y si piensas en hacer el cambio sólo de forma temporal,por ejemplo


únicamente durante 30 días y luego sentirte libre para volver a tus viejos hábitos?

¿Podrías hacerlo? Todavía requiere un poco de disciplina y compromiso, pero no casi


tanto como hacer un cambio permanente. Toda privación que se percibe es sólo temporal.
Puedes contar los días que te quedan para alcanzar la libertad. Por lo menos durante 30
días, obtendrás algún beneficio. No es tan malo. Puedes manejarlo. Es sólo un mes fuera
de tu normalidad. Eso no parece tan difícil. Haz ejercicio a diario durante sólo 30 días, y
luego termina. Mantén tu escritorio perfectamente organizado durante 30 días, y luego
afloja. Lee durante una hora al día durante 30 días, y luego vuelve a ver la televisión.

¿CUÁNDO SE ESTABLECE EL HÁBITO?

Si realmente completas una prueba de 30 días, ¿qué va a pasar? En primer lugar, vas a
llegar lo suficientemente lejos como para establecer un hábito, y será más fácil de
mantenerlo que al principio. En segundo lugar, vas a romper la adicción de tu vieja
costumbre durante ese tiempo. En tercer lugar, tendrás 30 días de éxito, que te darán
mayor confianza para poder continuar. Y en cuarto lugar, obtendrás 30 días de resultados,
que te darán información práctica sobre lo que puedes esperar si continúas. Te pone en
un lugar mejor para tomar decisiones a largo plazo.

Por tanto, cuando llegas al final de la prueba de 30 días, tu capacidad de tomar el


hábito permanente es mucho mayor. Pero incluso si no estás listo para que sea
permanente, se puede optar por extender tu período de prueba a 60 o 90 días. Cuanto
más tiempo lleves con el período de prueba, más fácil será que encaje en el nuevo hábito
de por vida.

Otra ventaja de este enfoque es que se puede utilizar para probar los nuevos hábitos si
realmente no estás seguro de querer tenerlos de por vida. Tal vez te gustaría probar una
nueva dieta, pero no sabes si te parece demasiado restrictiva. En ese caso, puedes
probar 30 días y luego volver a evaluar. No pasa nada si eliminas el nuevo hábito porque
no te convence. Es como probar un programa informático durante 30 días y luego
desinstalarlo si no satisface tus necesidades. No hay daño, no hay falta.

Este método de 30 días parece funcionar mejor para los hábitos diarios. No he tenido la
suerte de usarlo al tratar de iniciar un hábito que sólo se produce 3 ó 4 días por semana.
Los hábitos cotidianos son mucho más fáciles de establecer.
Aquí están algunas ideas para la aplicación de la prueba de los 30 días:

* Renunciar a la televisión.

* Renunciar a los chats. Especialmente si sientes que te estás convirtiendo en un adicto a


los chats. Recuerda que siempre puedes retomar tu actividad cuando finalicen los 30 días.

* Ducharse y afeitarse todos los días.

* Conocer a alguien nuevo cada día. Iniciar una conversación con un desconocido.

* Pon en venta algo en ebay todos los días. Purga parte de ese desorden.

* Si ya tienes una relación, dale a tu pareja un masaje todos los días.

* Renunciar a los cigarrillos, refrescos, comida basura, café u otras adicciones no


saludables.

* Conviértete en un madrugador.

* Escribe en tu diario todos los días.

* Llama a un miembro de la familia diferente, un amigo o contacto de negocios todos los


días.

* Escribir una nueva entrada en tu blog todos los días.

* Lee durante una hora al día sobre un tema que te interese.

* Medita todos los días.

* Aprende una nueva palabra del vocabulario cada día.


* Vete a dar un largo paseo todos los días.

La potencia de este enfoque radica en su simplicidad. Cuando te comprometes a hacer


algo todos los días sin excepción, no se puede racionalizar o justificar la falta de un día.

Os dejo un vídeo de Stephen Covey sobre los 7 hábitos de


la gente altamente efectiva:

http://www.youtube.com/watch?v=8MFHn5AIpmg&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=hF1REGD4yCA&feature=player_embedded
Cómo cumplir con tus objetivos en 30 días
Rodolfo de Juana12/01/20100 comentarios



No vamos a engañar a nadie: cambiar un hábito o una rutina no es fácil. Requiere


determinación, y contar con un plan meditado que incluye qué es lo que queremos
cambiar, cuál es nuestra motivación para el cambio, prever los obstáculos y
dificultades que podemos encontrar, etc.

Y sin embargo, cambiar ese hábito, mejorar en ese otro aspecto, no es tan complicado si
realmente te lo propones. ¿Quieres saber cómo? Te descubrimos una “infalible” receta de
10 pasos para poder cambiar, y cumplir con tus objetivos.

1. Haz una cosa a la vez

No es fácil cambiar un hábito que lleva arraigado en nuestra vida durante muchos años, por
lo tanto, cuando hablamos de introducir ciertos cambios hemos de ser cautos. No tendremos
éxito si lo que queremos es cambiar muchas cosas de golpe. En realidad funciona mucho
mejor dar pequeños pasos, y centrar nuestros esfuerzos en un sólo cambio.

2. Empieza poco a poco

Cuando se trata de abrazar nuevos estilos de vida, adquirir nuevas rutinas, o cambiar la
forma en la que trabajamos, tendremos muchos mejores resultados si empezamos por
pequeños cambios, aunque el objetivo sea mucho mayor.

Si por ejemplo queremos tener para nosotros más tiempo disponible antes de ir a trabajar
fracasaremos estrepitosamente si lo primero que hacemos es poner nuestro despertador a las
seis de la mañana en vez de a las siete y media como estábamos acostumbrados a despertar.
En cambio, podemos dedicar un mes a despertarnos diez minutos antes de lo que solíamos
hacer, el mes siguiente otros diez minutos antes, y así hasta que alcancemos nuestro
objetivo, que no era otro que el de despertarnos una hora y media antes.

3. 30 días para cambiar un hábito

Algunos sostienen que si centramos toda nuestra energía y atención en el cambio que
queremos conseguir, podremos conseguirlo en 30 días. Evidentemente, no hay ningún
estudio serio que avale esta afirmación que se nos antoja más bien peregrina.

Sin embargo si recalca un elemento que es importante: fijarse fechas. Si en nuestro


calendario (el de papel y el que está en nuestra cabeza) anotamos que para el 15 de marzo
tenemos que tener terminado el nuevo sistema de archivo de nuestra empresa, y ponemos
toda nuestra energía en ello, probablemente lo consigamos.

Al fijarnos unos límites, unas fechas con las que debemos cumplir, y no porque nos las
imponen otros sino porque somos nosotros mismos los que nos las imponemos, estamos
dando cuerda a nuestra motivación.

4. Escribe sobre el hábito que quieres cambiar

A muchas personas les ayuda llevar una especie de diario en el que puedan anotar los
progresos que realizan con respecto su objetivo. Es importante, cuando hablamos de
cambiar, realizar una evaluación periódica de los avances que estamos realizando, o de
los obstáculos que nos están dificultando la tarea.

Cuando leemos nuestra evaluación (que podemos hacer por ejemplo una vez a la semana)
tomamos conciencia de cuáles son nuestros puntos fuertes, en qué estamos fallando, y
cómo podemos corregir nuestra conducta para mejorar nuestro rendimiento.

5. Una hoja de ruta

Si te has decidido a usar un cuaderno para evaluar tu progreso en pos de tu objetivo,


también puedes aprovechar sus páginas para componer tu propia “hoja de ruta”.

Aprovecha para detallar cuáles son las razones por las que quieres cambiar, qué es lo
que más te motiva sobre el cambio, prevé los obstáculos a los que te puedes enfrentar (tanto
internos como externos), remarca tus puntos fuertes, y cuenta con las personas que te
pueden ayudar.

6. Conoce tus motivaciones, y asegúrate de que son fuertes

Una parte importante de tu “Hoja de ruta” debería detallar, como hemos comentado antes,
cuál es tu principal motivación para cambiar, y qué otras motivaciones encuentras dentro
de tí mismo para impulsar ese cambio.

Quizás quieras cambiar para demostrarte a tí mismo de lo que eres capaz, o para
demostrárselo a tu familia. Quizás quieras cambiar porque necesitas sentirse mejor contigo
mismo, o porque quieres ascender en tu trabajo. La mayoría de las motivaciones son muy
legítimas, pero debes conocerlas antes y comprometerte.

7. No empieces enseguida

Una vez que has trazado tu “hoja de ruta”, tómate unos días para evaluar lo que vas a
hacer, a reflexionar sobre el cambio. Anota en tu calendario una fecha en la que se den las
condiciones ideales para empezar, y conviértelo en el primer día, un día importante, no uno
más.

8. Conoce los obstáculos que te rodean

El camino al cambio, cualquier clase de cambio, no es sencillo. En primer lugar deberemos


enfrentarnos a los obstáculos que nosotros mismos nos imponemos, sobre todo los
derivados de la falta de motivación, el anclaje a viejas rutinas, nuestro “ya lo haré mañana”.

En segundo término, es probable que también tengamos que enfrentarnos a obstáculos


externos, a personas que no nos ayudan, o a circunstancias inesperadas que pueden
entorpecernos el camino.
Muchas de estos obstáculos son previsibles. Nosotros nos conocemos mejor que nadie, y
sabemos cuándo hemos fallado anteriormente y qué ha motivado dichos “fracasos”. Al
conocer los obstáculos que nos esperan, nos estamos anticipando, y por lo tanto podemos
empezar a actuar desde ya.

9. Identifica las circunstancias adversas

¿Qué es lo que motiva que fracases al alcanzar tu objetivo? ¿En que circunstancias te ves
rodeados cuando esto pasa?

Por ejemplo, si tu objetivo es dejar de fumar, puede que descubres que sueles fumar cuando
tomas café, cuando bebes alcohol, después de una reunión especialmente estresante, cuando
conduces, etc. Identifica cuáles son esas circunstacias en tu caso y prepárate para
combatirlas.

10. Cambia las circunstancias adversas

Si descubres que como en el ejemplo anterior sueles fumar mientras te tomas un café por
las mañanas, quizás podrían intentar cambiar tu desayuno, tomar menos café y optar por un
zumo de naranja.

Si sabes que cuando quedas con Manuel te fumas un paquete de tabaco entero, intenta no
llevar tabaco encima cuando quedas con él. Al cambiar las circunstancias que nos rodean,
ayudamos al cambio del hábito.

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