Unidad I - El Conocimiento Científico

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Unidad I

El conocimiento científico

Dra. Agustina Mendoza Videla


¿Por qué hablamos del conocimiento
en Metodología de la Investigación?
• Adhiriendo a las palabras de Carlos Sabino (1996), es necesario
previamente situarnos en el contexto en el cual la metodología adquiere
un sentido. Ella es, en definitiva, un instrumento dirigido a validar y a hacer
más eficiente la investigación científica y ésta, a su vez, es parte de un
singular tipo de conocimiento que llamamos conocimiento científico.

• Cuando comenzamos a preocuparnos acerca del modo en que se ha


adquirido un conocimiento, o cuando intentamos encontrar un
conocimiento nuevo, se nos presentan cuestiones de variada índole,
muchas de las cuales integran el campo de estudio de la metodología.
¿Qué es el conocimiento?

Para tener una noción básica, podemos acudir al diccionario de la RAE,


según el cual el conocimiento es:

1) Acción y efecto de conocer.

2) Entendimiento, inteligencia, razón natural.

3) Noción, saber o noticia elemental de algo.

4) Estado de vigilia en que una persona es consciente de lo que lo rodea.

5) Saber o sabiduría.
¿Qué es conocer?

Según el diccionario de la RAE, conocer es:

1) Averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales, la naturaleza,


cualidades y realidades de las cosas.

2) Entender, advertir, saber, echar de ver a alguien o algo.

3) Percibir el objeto como distinto de todo lo que no es él.

4) Tener trato y comunicación con alguien.

5) Experimentar, sentir algo.


El conocimiento como problema
• En nuestra vida cotidiana adquirimos y utilizamos una inmensa cantidad de
conocimientos tan variados como el universo mismo. El conocimiento se nos
presenta como algo casi natural, que vamos alcanzando con mayor o menor
esfuerzo a lo largo de nuestra vida, que normalmente aceptamos sin discusión,
especialmente cuando lo adquirimos en la escuela o a través de los medios escritos
de comunicación.

• En este punto debemos preguntarnos, ¿cómo sabemos esto o aquello?; ¿cómo


sostener que algo es verdad, si no hemos podido comprobarlo directa y
personalmente?.

• Aún cuando nuestros sentidos parezcan indicarnos claramente una respuesta,


¿podremos estar seguros de lo que vemos, oímos y sentimos?
• Al llegar a este punto, podemos vislumbrar que existe un problema
alrededor de lo que es el conocer, el saber algo acerca de los objetos que
nos rodean o de nosotros mismos.

• Este problema radica fundamentalmente en que los seres humanos


utilizan, para desarrollar su vida y sus actividades, un conjunto amplio de
conocimientos pero, por otra parte, la verdad no se muestra directa y
llanamente a nuestra percepción, debe ser buscada, encontrada por
medio de un trabajo indagatorio sobre los mismos objetos que intentamos
conocer.

• Aquí surge una primera distinción, que es necesario resaltar: no debemos


confundir una afirmación respecto a un hecho o a un objeto, con el
proceso mediante el cual se ha obtenido el conocimiento cuyo resultado
es dicha afirmación.
El conocimiento como proceso
• El hombre parece haber estado siempre preocupado por entender y desentrañar el
mundo que lo rodea.

• Desde que la especie humana empezó a crear cultura, es decir, a modificar y


remodelar el ambiente que la rodeaba para sobrevivir y desarrollarse, fue necesario
también que comprendiera la naturaleza y las mutaciones de los objetos que
constituían su entorno. Tareas que a nuestros ojos resultan tan simples como edificar
una vivienda precaria, domesticar animales o trabajar la tierra, sólo pudieron ser
emprendidas a la luz de infinitas y cuidadosas observaciones de todo tipo: el ciclo de
los días y de las noches, el de las estaciones del año, la reproducción de animales y
vegetales, el estudio de clima y de las tierras y el conocimiento elemental de la
geografía fueron, indudablemente, preocupaciones vitales para nuestros remotos
antecesores, por cuanto de esta sabiduría dependía su misma supervivencia.
• El conocer, entonces, surgió indisolublemente ligado a la práctica vital y al trabajo
de los hombres, como un instrumento insustituible en su relación con un medio
ambiente que procuraba poner a su disposición. Pero, el pensamiento de esas
lejanas épocas no se circunscribió al conocimiento instrumental, aplicable
directamente al mejoramiento de las condiciones materiales.

• Junto con éste apareció, simultáneamente, la inquietud por comprender el


sentido general del cosmos y de la vida. La toma de conciencia del hombre frente
a su propia muerte originó una peculiar angustia frente al propio destino, ante lo
desconocido, lo que no se puede abarcar y entender.

• De allí surgieron los primeros intentos de elaborar explicaciones globales de toda la


naturaleza y con ello el fundamento, primero de la magia, de las explicaciones
religiosas más tarde y de los sistemas filosóficos en un período posterior.

• Todo ello, nos lleva a afirmar que…


El conocimiento llega a nosotros como un proceso, no
como un acto único donde se pasa de una vez de la
ignorancia a la verdad; y es un proceso no sólo desde el
punto de vista histórico sino también en lo que respecta a
cada caso particular, a cada descubrimiento, teoría o
hipótesis que se elabora.
El proceso de conocimiento

• Puede concebirse como una relación, de singular complejidad, entre dos


elementos: el sujeto y el objeto.

• Entendemos por sujeto, a la persona que adquiere o elabora el


conocimiento. Se trata de un sujeto cognoscente.

• El conocimiento es siempre conocimiento para alguien, pensando por


alguien, en la conciencia de alguien. No podemos imaginar un
conocimiento sin sujeto, sin que sea percibido por una determinada
conciencia.

• Por otro lado, denominamos objeto a aquello que es conocido. El


conocimiento es siempre conocimiento de algo, de alguna cosa y su
cualidad es ser cognoscible.
• La relación que se articula entre ambos términos es dinámica y variable.
Decimos que es dinámica porque no se establece de una vez y para
siempre sino a través de sucesivas aproximaciones. Es variable porque
resulta diferente según la actitud del sujeto investigador y del objeto
estudiado.

• Sujeto y objeto son dos términos que sucesivamente se oponen y se


compenetran, se separan y se acercan, en un movimiento que se inicia
por la voluntad del investigador que desea el conocimiento y que
continúa repetidamente, porque el sujeto debe acercarse una y otra vez
hacia lo que está investigando si se propone adquirir un conocimiento
cada vez más profundo y completo sobre ello.
El conocimiento puede ser

Cotidiano Científico

✔ Superficial ✔ Objetivo
✔ Sensitivo ✔ Racional
✔ Subjetivo ✔ Sistemático
✔ No sistemático ✔ General
✔ Acrítico ✔ Falible
El conocimiento cotidiano
• También llamado vulgar, es el que se adquiere en la experiencia cotidiana. Se
posee sin haberlo buscado o estudiado, sin aplicar un método y sin haber
reflexionado sobre algo.

• Es superficial porque se conforma con lo aparente, con lo que comprueba en el


simple pasar junto a las cosas. Se expresa en frases como “porque me lo dijeron”,
“porque todo el mundo lo dice”. Para este tipo de conocimiento el criterio de
evidencia inmediata es suficiente.

• Es sensitivo, ya que se obtiene a partir de las vivencias, las emociones de la vida


diaria y las sensaciones que recibe el sujeto en las actividades que realiza
habitualmente.
• Es subjetivo, en el sentido de es el mismo sujeto el que organiza las
experiencias y conocimientos.

• Es no sistemático, tanto en la forma de adquirirlo y vincularlo como en el


modo de establecer cánones de validación. Se limita a percibir lo
inmediato a través de experiencias, vivencias, estados de ánimo y
emociones de la vida diaria, permaneciendo a nivel de certeza sensorial.

• Es a-crítico, puesto que apoyado sólo en la evidencia inmediata, percibe


la epidermis de la realidad. Los conocimientos del saber vulgar pueden ser
verdaderos o no, lo cierto es que la pretensión de serlo no se plantea de
una manera crítica o reflexiva. Es un conocimiento que está a nivel de
certeza sensorial, o sea, un saber que puede decir acerca de lo que pasa,
pero no porque pasa lo que pasa.
El conocimiento científico
Un conocimiento es científico cuando éste tiene ciertas características y ha
sido obtenido de determinada manera, cuando cumple con ciertos requisitos
que lo distingue de los que provienen de otros saberes humanos.

• Es objetivo, en tanto es una elaboración intelectual que expresa, en


modelos teóricos, el comportamiento de los fenómenos: se somete y
adecua a ellos, a los objetos de estudio y no a las opiniones, deseos o
prejuicios del sujeto investigador. Para poder luchar contra la subjetividad
es preciso que nuestros conocimientos puedan ser verificados por otros,
que cada una de las proposiciones que hacemos sean comprobadas y
demostradas en la realidad, sin dar por aceptado nada que no pueda
sufrir este proceso de verificación.
• Es racional, porque la ciencia utiliza la razón como arma esencial para llegar a
sus resultados. Los científicos trabajan en lo posible con conceptos, juicios y
razonamientos y no con sensaciones, imágenes o impresiones.

• Es sistemático, ya que la ciencia es organizada en sus búsquedas y en sus


resultados. La sistematicidad está estrechamente ligada con la generalidad.

• Es general, ya que la preocupación de la ciencia no es tanto ahondar y


completar el conocimiento de un solo objeto individual, sino lograr que cada
conocimiento parcial sirva como puente para alcanzar una comprensión de
mayor alcance.

• Es falible porque reconoce explícitamente la posibilidad de equivocación, de


cometer errores. En esta conciencia de sus limitaciones es donde reside su
verdadera capacidad para autocorregirse y superarse, para desprenderse de
todas las elaboraciones aceptadas cuando se comprueba su falsedad.
La ciencia crece a partir del conocimiento común y le rebasa con su
crecimiento: de hecho, la investigación científica empieza en el lugar mismo
en que la experiencia y el conocimiento ordinarios dejan de resolver
problemas o hasta de plantearlos (Bunge 1969).
Supuestos del conocimiento científico

El conocimiento científico, va más allá del conocimiento ordinario, desborda la


apariencia y trata de indagar las causas de los hechos que considera. Para ello
se estructura sobre algunos supuestos:

• El conocimiento es posible; este es principio que da por sentado tanto el


hombre común como el científico.

• Existe un mundo objetivo y la realidad tiene una contextura independiente del


conocimiento que el hombre puede tener de ella.
• Esta realidad es la base y el punto de arranque del conocimiento, en
consecuencia el conocimiento científico queda acotado al terreno o
ámbito de la realidad.

• Como la realidad es devenir, la esencia del conocimiento científico ha


de ser descubrir los hechos y fenómenos en el devenir de la realidad.

• El conocimiento científico procura establecer una conexión universal


de los fenómenos.

• Para que el conocimiento tenga carácter científico, es necesario


elaborar instrumentos que garanticen y controlen la validez de los
conocimientos adquiridos.
¿Qué es la ciencia?

• Etimológicamente, el término ciencia deriva del latín scientia, que significa “saber”,
“conocer”.

• En su origen, el término aludía a toda clase de saber. Sin embargo, en el sentido


moderno, la ciencia es un tipo o forma de saber, que se expresa con diferentes
alcances según el contexto y la forma en que se lo utiliza.
Actividad

Ciencia
Producto
Método
Ander Egg (1995) define a la ciencia como:

un conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables, que obtenidos de


manera metódica y verificados en su contrastación con la realidad se
sistematizan orgánicamente haciendo referencia a objetos de una misma
naturaleza, cuyos contenidos son susceptibles de ser transmitidos.
Clasificación de las Ciencias

Siendo tan vasto el conjunto de fenómenos que nos rodea y teniendo en


cuenta que la actividad científica tiende por diversas razones a
especializarse, es comprensible que se hayan ido constituyendo, a lo largo de
la historia, diferentes disciplinas científicas.

• Las ciencias que se ocupan de objetos ideales, y en las que se opera


deductivamente, son llamadas ciencias formales.

• En tanto que Las ciencias que se ocupan de los hechos del mundo físico,
en cualquiera de sus manifestaciones, son las llamadas ciencias fácticas,
para distinguirlas de las anteriores.
• Las ciencias que tratan de los seres humanos, de su conducta y de sus creaciones
son, en principio también ciencias fácticas. Pero, como cuando estudiamos las
manifestaciones sociales y culturales necesitamos utilizar una conceptualización y
unas técnicas de investigación en parte diferentes a las de las ciencias físico
naturales, se hace conveniente abrir una nueva categoría que se refiera
particularmente a tales objetos de estudio. Se habla por eso de ciencias humanas
o de ciencias de la cultura, como una forma de reconocer lo específico de tales
terrenos de estudio y para distinguirlas de las que suelen llamarse ciencias
naturales.
• Por otra parte, según el tipo de interés que prevalece en la búsqueda de
conocimientos, éstos pueden dividirse asimismo en puros y aplicados, hablándose en
consecuencia también de ciencias puras y ciencias aplicadas.

• Las primeras son las que proponen conocer las leyes generales de los fenómenos
estudiados, elaborando teorías de amplio alcance para comprenderlos y
desentendiéndose – al menos en forma inmediata – de las posibles aplicaciones
prácticas que se puedan dar a sus resultados. Las segundas, por su parte,
concentran su atención en estas posibilidades concretas de llevar a la práctica las
teorías generales, encaminando sus esfuerzos a resolver las necesidades que se
plantean los hombres.

• Resumiendo…
Formales

Ciencias Humanas
Fácticas

Ciencias
Ciencias Naturales

Puras

Aplicadas
La cuestión epistemológica: los
paradigmas de la ciencia
● Epistemológicamente, la palabra paradigma deriva del griego parádeygma, que
significa patrón o modelo.

● En “La estructura de las revoluciones científicas” (1962), Khun:


“Llamó ‘paradigmas’ a realizaciones científicas universalmente reconocidas que,
durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una
comunidad científica (...).
Los paradigmas atraen a un grupo duradero de partidarios, alejándolos de los
aspectos de competencia de la actividad científica”.

● ¿Cómo se constituyen?
Por supuestos teóricos generales, leyes y técnicas para su aplicación que adoptan los
miembros de una determinada comunidad científica.
● Un paradigma puede mantenerse durante siglos sin que surjan anomalías,
sin que se observen o descubran hechos que contradigan las afirmaciones
fundamentales del paradigma.

● Como ejemplos de paradigmas, Thomas Kuhn (1975) menciona a la física


de Aristóteles, a la astronomía de Tolomeo, a la teoría de Newton, entre
otros.

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