2018formacion Tecnica
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1. El Riesgo.
Para el objeto de este curso basta señalar que el riesgo constituye el núcleo central de
la teoría y la técnica aseguradora.
Las personas y las organizaciones de diferente naturaleza que éstas forman, cualquiera
sea su objeto, se encuentran siempre sujetas a la ocurrencia de riesgos.
Uno de los mecanismos para evitar las consecuencias dañosas de los riesgos fue la
transferencia de estos riesgos, total o parcialmente a otra persona.
[1]
mediante la percepción de una suma de dinero, que en principio denominaremos
prima.1 Esta otra persona, resulta ser el asegurador.
Ocurre que el asegurador no toma en ningún caso exclusivamente los riesgos de una
única persona u organización, sino que, actuando exclusivamente en esta actividad,
será el encargado de asumir las transferencias de riesgos de muchas personas u
organizaciones, administrando los importes percibidos en esa gestión o sea el “fondo
de primas” que hará posible indemnizar los daños producidos en algunos de los que
integran esa “comunidad de riesgos”. Por esta función percibirá de sus asegurados las
primas o sea los importes necesarios para poder pagar los daños producidos, que en
términos de seguros se denominan “siniestros”, más los montos adicionales que le
permitan sufragar los gastos de la organización en los que incurra. Sintetizando,
podemos concluir que la actividad aseguradora “…presupone una transformación del
riesgo individual en riesgo colectivo”
Lo analizado hasta aquí nos explica en forma elemental los mecanismos de los seguros
patrimoniales. Por ejemplo, un individuo, mediante el pago de una prima, puede
contratar un seguro de incendio sobre un inmueble de su propiedad. En caso de
producirse el evento cubierto por la póliza, o sea el incendio parcial o total del bien
asegurado, el asegurador procederá a pagar el siniestro hasta el monto de la pérdida
sufrida por el asegurado.
1
El monto total que abona el asegurado se denomina premio, circunstancia que explicaremos más
adelante.
[2]
El asegurador responderá siempre como máximo hasta el monto del daño, aunque la
suma asegurada sea mayor, pues el seguro no puede tener en ningún caso –para los
asegurados- objetivo de lucro sino de reparación de la pérdida sufrida.
También es posible que el daño sea superior a la suma asegurada. En este caso la suma
asegurada, con algunas particularidades que veremos más adelante, es el límite de la
indemnización.
Sin embargo, los seguros no sólo cubren los daños propios del asegurado, sino que
también pueden protegerlos de los perjuicios económicos que ellos –los asegurados-
puedan provocar en el patrimonio de terceros. El ejemplo típico o más conocido que
explica esta cobertura lo encontramos en los seguros de automotores en lo que hace
en especial a la protección de Responsabilidad Civil hacia terceros.
A esta altura resulta conveniente agregar que no sólo existen seguros destinados a
cubrir los riesgos patrimoniales, sino que también resulta de particular importancia el
régimen de seguros denominados personales que protegen a los individuos de
infortunios, por ejemplo accidentes personales o incapacidades parciales o totales y
hasta los clásicos seguros de vida que pueden cubrir la supervivencia del asegurado (o
sea que éste llegue a cierta edad con vida) y aquellos, también seguros de vida que,
paradójicamente, cubren la muerte del asegurado. En este último caso, aparece una
figura nueva en la mecánica aseguradora, pues naturalmente no será el asegurado
quien percibirá la indemnización sino aquellas personas denominadas beneficiarios a
quien el asegurado otorgó la calidad de tales en oportunidad de contratar la cobertura
o en cambios de beneficiarios que el mismo decida efectuar durante la vigencia de la
póliza. 2
2
El o los beneficiarios no necesariamente han de ser familiares del asegurado. No obstante, la mayoría
de las legislaciones, incluida la de nuestro país, señalan que los derechos habientes serán beneficiarios de
la indemnización cuando el asegurado haya omitido la designación de los mismos.
[3]
de Primas” que les permitirán hacer frente a los siniestros de sus aportantes que
forman la “Comunicad de Riesgos”.
Los relevamientos deberán estar sistematizados de manera tal que nos permitan
homogeneizar o uniformar los riesgos a medir y diseñar las tarifas para los distintos
tipos de coberturas a ofrecer.
[4]
Cuanto mayores sean los antecedentes y el número de casos cuyo comportamiento se
analiza estadísticamente, más precisos serán los resultados obtenidos y mayor la
cantidad de subdivisiones que podrán contener los cuadros tarifarios elaborados en
función de aquellas observaciones.
3. Primas de Tarifa
Hasta aquí expusimos en forma simplificada las bases para el cálculo de la prima de
riesgo o prima pura, es decir las tasas a aplicar sobre las sumas aseguradas que el
asegurador debe percibir para hacer frente al pago de los siniestros que con cierto
grado de certidumbre ocurrirán en el futuro.
Sin embargo, si la entidad aseguradora sólo percibiera los importes calculados sobre la
base de la prima pura su recaudación resultaría insuficiente para el sostenimiento de
su actividad. Resultará necesario para alcanzar el punto de equilibrio (sin considerar
los rendimientos de las inversiones) incorporar en el diseño de las tarifas comerciales,
los gastos de comercialización (llamados también gastos de producción, de adquisición
o de intermediación) y los gastos corrientes de explotación.
1 – ga – ge
donde,
[5]
ga, gastos de adquisición, producción o intermediación
1 – 0,15 - 0,20
El valor así obtenido, contempla todos los aspectos para considerarlo apto como prima
de tarifa, que en definitiva será lo que deberá abonar el asegurado para transferir su
riesgo. O visto en sentido inverso lo que percibirá el asegurador para hacerse cargo del
alea y solventar los gastos de adquisición y de explotación.
De la misma forma que cuando nos referimos a los seguros patrimoniales hicimos
especial hincapié en el análisis de la frecuencia e intensidad de los siniestros
[6]
observados en el pasado para la determinación de la prima pura, en los seguros sobre
personas, resulta de particular importancia la utilización de los cálculos actuariales,
fundamentalmente en aquellos casos de seguros sobre la vida de los individuos.
Uno de los pilares de la ciencia actuarial fue la comentada Teoría de las Probabilidades,
sobre cuya base se construyen las tablas de mortalidad, elemento indispensable para
el diseño de las tarifas en los seguros de vida, los cálculos de las primas a aplicar en
casos particulares, las rentas vitalicias y el monto de las reservas a constituir.
Las citadas tablas de mortalidad, nos permitirán determinar, para cada edad de los
asegurables la tasa de prima pura en un seguro de vida clásico que le corresponde para
ese año.
Para llegar a las primas comerciales o de tarifa habrá que utilizar la misma fórmula que
en los seguros patrimoniales, o sea, dividir esa tasa por (1-ga-ge) y utilizar
eventualmente algún factor en prevención de desvíos y de utilidad esperada, tal como
se ilustró en el ejemplo respectivo.
Como los valores encontrados están vinculados a la edad de los individuos que
solicitan el seguro, tendríamos que aplicar una tasa de prima diferente para cada año
de vida de nuestros asegurados.
Esta circunstancia determina que se apliquen lo que se conoce como, en los seguros de
vida entera, primas niveladas o sea primas promedios iguales para toda la existencia
del seguro. Esto da lugar a la formación de las llamadas reservas matemáticas, que
explicaremos oportunamente, que veremos en punto 9. de esta misma unidad.
Debemos formular una distinción entre los seguros patrimoniales y los seguros de
personas.
[7]
en los seguros referidos a personas, la suma asegurada asume caracteres abstractos
pues no es posible fijarle un valor objetivo a la vida humana.
3
Prima (del Italiano): antes, antes de.
[8]
Los conceptos expresados en los párrafos anteriores son característicos de las
empresas de seguros patrimoniales y también para aquellas que se dedican
exclusivamente a los seguros de vida, con la diferencia que en estas últimas su
cadencia es mucho más estable y sus estimaciones son sensiblemente más previsibles.
Habíamos concluido en el punto anterior que las entidades aseguradoras suelen contar
con importantes recursos acumulados provenientes de su modalidad operativa. Esta
circunstancia, hace que resulte de particular importancia, la conservación de estos
fondos, pues, en definitiva, están comprometidos para el pago en el futuro de los
siniestros del pasado y los que están en curso de tramitación. En otras palabras, estos
fondos (contabilizados como activos de las entidades de seguro) deben conservarlos e
invertirlos y constituyen el respaldo de las reservas técnicas, o sea las deudas
estimadas por los siniestros ya ocurridos que se abonarán en el futuro, (contabilizadas
como pasivos de las aseguradoras) cuyo fin único ha de ser el cumplimiento de tales
obligaciones.
[9]
Tal es el cuidado que merece el tratamiento de las reservas que también deben
constituirse sobre los siniestros que han ocurrido, pero que la entidad aseguradora no
tiene conocimiento de los mismos o lo tiene en forma insuficiente. A estas reservas se
las conoce por sus siglas en inglés como I.B.N.R (Incurred But Not Reported) e I.B.N.E.R
(Incurred But Not Enough Reported) y también se las estima mediante lo ocurrido en
el pasado.
9. Reserva Matemática
Cuando se trata de seguros de vida colectivo, la prima que se percibe está calculada
sobre el promedio de las edades de los integrantes del colectivo y no es una prima
nivelada sino una prima de riesgo para el año contratado, con lo cual se agota vencido
el periodo anual y por lo tanto no implica la constitución de reservas matemáticas.
[10]
Más allá de las reservas a las que se hizo referencia en los párrafos precedentes, las
entidades aseguradoras deben contar con capitales mínimos fijados por las
instituciones supervisoras del mercado asegurador.
12. Inversiones
Los fondos acumulados a los que se hizo alusión anteriormente deben guardar
estrecha relación con las reservas que se explicaron precedentemente y deberán
conservarse convertidos en inversiones que las entidades tienen que constituir en
respaldo de aquellas en forma obligatoria. En general las legislaciones y las normas
reglamentarias determinan pautas para la inversión de dichos fondos tratando en
todos los casos que las citadas imposiciones tengan un alto grado de seguridad y
atomización para evitar la concentración de riesgos financieros. Las inversiones de las
entidades aseguradas son de tal importancia que se las considera dentro de los
principales inversores del mercado de capitales.
[11]
II. El contrato de seguros
[12]
nuevo código civil y comercial se los denomina de cláusulas predispuestas por una de
las partes.
Señala la Ley de Seguros en su artículo 11º “El contrato de seguro sólo puede probarse
por escrito; sin embargo, todos los demás medios de prueba serán admitidos, si hay
principio de prueba por escrito”
La póliza de seguros es, naturalmente, el medio de prueba por excelencia del contrato
de seguros.
[13]
La propuesta no significa un precontrato y no resulta obligatoria para el asegurado ni
para el asegurador, sino a partir del momento de su aceptación por parte de este
último.
Resulta de interés que los asegurables, o los intermediarios al integrar los formularios
de propuestas o solicitudes de seguros lo hagan en forma completa, exacta y veraz,
pues de lo contrario la cobertura puede verse afectada y dar lugar a situaciones
conflictivas, algunas de ellas contenidas en la misma Ley de Seguros.
[14]
Cuando la póliza es emitida, en los casos en que fue la propuesta fue integrada, se
convierte en antecedente y parte de la misma.
Toda información falsa proporcionada por el asegurado que de haberse conocido con
anterioridad hubiere podido dar lugar a la no aceptación del contrato, o de sus
condiciones, puede producir su nulidad.
[15]
La entidad aseguradora en estos casos, tiene tres meses de plazo, desde que conoció la
verdadera situación del riesgo, para impugnar la cobertura y puede a su opción,
reclamar la nulidad del contrato, restituyendo la prima cobrada por el tiempo corrido o
continuar con la vigencia, ajustando –con la conformidad del asegurado- los términos y
costos de la cobertura al verdadero riesgo involucrado. Si el asegurador no ejerce el
derecho de impugnación dentro de los tres meses de conocido el verdadero estado del
riesgo, a posteriori no podrá invocarlo en su beneficio.
Por último, corresponde señalar que conforme lo determina el artículo 9ª de la L.S. “si
el siniestro ocurre durante el plazo para impugnar (o sea dentro de los tres meses), el
asegurador no adeuda prestación alguna, salvo el valor de rescate que corresponda
en los seguros de vida”. 4
4
El concepto de “rescate” se tratará en el punto correspondiente a los seguros de personas.
[16]
El artículo 60 de la L.S., haciendo referencia a los seguros de daños patrimoniales
señala que “Puede ser objeto de estos seguros cualquier riesgo si existe interés
económico lícito de que un siniestro no ocurra”. Corresponde agregar aquí conforme
lo dispuesto en el artículo 2º de la misma L.S. “…salvo prohibición expresa de la Ley”.
[17]
por escrito; sin embargo, todos los demás medios de prueba serán admitidos, si hay
principio de prueba por escrito”
“El asegurador entregará al tomador una póliza debidamente firmada, con redacción
clara y fácilmente legible. La póliza deberá contener los nombres y domicilios de las
partes; el interés o la persona asegurada: los riesgos asumidos; el momento desde el
cual éstos se asumen y el plazo; la prima o cotización; la suma asegurada y las
condiciones generales del contrato. Podrán incluirse en la póliza condiciones
particulares. Cuando el seguro se contrate simultáneamente con varios aseguradores
podrá emitirse una sola póliza.”
El último párrafo, de alguna manera está definiendo el coaseguro, que resulta ser un
riesgo asumido por dos o más aseguradoras que participan con iguales o distintas
proporciones en la cobertura de un riesgo. La compañía que emite la póliza, con la
conformidad del asegurado, se denomina Compañía Piloto.
La Ley 17.418 se refiere al texto de las pólizas en diversos artículos y la Ley 20.091 en
su artículo 25 señala que “El texto de las pólizas deberá ajustarse a los artículos 11,
segunda parte, y 158 de la ley 17.418…”
[18]
Aseguradora, incorporando fundamentalmente conceptos vinculados a la contratación
por medios digitales, facilitando la agilización y simplificación de procesos al ampliar
los medios a través de los cuales los asegurados se vinculan con sus coberturas. Los
contenidos siguientes están referidos a la citada Resolución.
A continuación y siguiendo con el contenido del punto 25 del RGAA actualizado por la
Resolución 2018-219 detallamos los contenidos y sus características de las condiciones
contractuales que deben figurar en las pólizas.
Cuando se incluya una Cláusula que cuente con una "Advertencia al Asegurado" el
texto de la misma deberá incluirse en las Condiciones Particulares sin perjuicio de
formar parte de las Condiciones Contractuales.
b. Cláusulas Adicionales.
[19]
d. Condiciones Generales.
e. Cláusula de Cobranza del Premio, en los ramos que corresponda, y medios de pago.
Por su parte el punto 25.1.1.1. dispone que las Condiciones Particulares deben ser
confeccionadas con membrete de la aseguradora, conteniendo, corno mínimo, los
siguientes datos:
[20]
consignarse la leyenda: "Esta póliza ha sido aprobada por la Superintendencia de
Seguros de la Nación por Resolución de Pautas Mínimas del Ramo (informar Ramo) /
N° de Expediente Electrónico (informar el acto administrativo/número de Expediente
Electrónico)". 5
m. Insertar en forma destacada: "Cuando el texto de la póliza difiera del contenido de
la propuesta, la diferencia se considera aprobada por el asegurado si no reclama
dentro de un mes de haber recibido la póliza" (Artículo 12 de la Ley de Seguros).
Sólo deberán formar parte de las condiciones contractuales de póliza, las cláusulas
aplicables para la o las coberturas otorgadas.
5
Se refiere a un nuevo régimen para la aprobación de planes y cláusulas por el cual las aseguradoras
pueden comenzar a operar coberturas propuestas por ellas sin necesidad de esperar la aprobación de las
mismas por pare de la SSN conforme a las Pautas Mínimas vigentes para cada rama.
[21]
Las pólizas cuya vigencia sea inferior a UN (l) año y que fueran prorrogadas mediante
endosos, al cumplirse UN (l) año del inicio de su vigencia original no pueden renovarse
mediante un nuevo endoso, debiéndose emitir una nueva póliza con la numeración
que corresponda a dicha fecha.
[22]
Las exclusiones a la cobertura deben obrar como Anexo l de la Póliza. El mencionado
anexo debe incluir únicamente aquellas exclusiones correspondientes a las coberturas
contratadas.
Habíamos visto que por disposición de la Ley 17.418 el asegurador debe entregar una
póliza que entre otros requisitos debe estar firmada por la entidad emisora. Sin
embargo, esta puede contener una firma facsimilar, en las condiciones dispuestas por
el Reglamento General de la Actividad Aseguradora que al respecto señala:
“La utilización de firma facsimilar para suscribir pólizas debe tratarse y aprobarse en el
Acta de Directorio, Acta del Consejo de Administración o por decisión del representante
legal inscripto en caso de sucursales extranjeras, según corresponda, consignando las
personas facultadas para ello, con expresa renuncia a oponer defensas relacionadas
con la falsedad o inexistencia de firma. En el frente de las pólizas así firmadas debe
incluirse el siguiente texto: "La presente póliza se suscribe mediante firma facsimilar
conforme lo previsto en el punto 7.8. del Reglamento General de la Actividad
Aseguradora".
Las aseguradoras deben entregar o poner a disposición del tomador, la póliza, endosos
emitidos y demás documentación, en un plazo de QUINCE (15) días corridos de
celebrado el contrato. La entrega o puesta a disposición debe ser realizada a través de
los medios mencionados en el presente punto, siendo exclusiva responsabilidad de la
entidad aseguradora. A los fines de corroborar lo dispuesto en el párrafo anterior, se
consideran medios fehacientes de comprobación de entrega de la documentación, los
siguientes: a. Constancia de recepción firmada por el tomador o constancia de
recepción de entrega postal. b. Constancia de recepción de documentación por un
[23]
tercero debidamente identificado (apellido, nombre y N° de documento) declarando
que la recibe a nombre del asegurado y que procederá a su entrega al mismo. c.
Constancia de la entrega de documentación por medios electrónicos: La
documentación deberá remitirse a través de un medio electrónico que permita su
lectura, el cual debe incluir el enlace para su descarga. La entrega por medios
electrónicos puede efectuarse a través de:
I. Envío de la documentación por correo electrónico del asegurado y/o
tomador, que debe ser declarado al momento de solicitar la contratación,
sea esta en forma personal o por medios electrónicos.
II. Puesta a disposición en la página web de la aseguradora, cuya dirección
debe constar en los formularios de propuesta del seguro o en la página web
por la cual, el asegurado y/o tomador haya solicitado la contratación de la
póliza.
III. Puesta a disposición a través de aplicaciones móviles, que deben ser
indicadas por la aseguradora al momento de la contratación de la póliza. La
entrega de su póliza y/o endosos a través de medios electrónicos no impide
la solicitud de la documentación física, si el asegurador o tomador lo
requiere.
[24]
Las aseguradoras deben conservar y poner a disposición de la SSN, las constancias que
respalden la entrega de la documentación al asegurado, cualquiera sea el medio
utilizado.
[25]
26. Certificados de cobertura
En todas las pólizas colectivas debe entregarse, por cada bien o persona asegurada, un
"Certificado de Incorporación” “que debe contener como mínimo los siguientes datos,
sin perjuicio de los requeridos en función del riesgo cubierto:”
[26]
CUIT, CUIL o DNI del Asegurado individual. g. Riesgos cubiertos por cobertura. h. Suma
asegurada por cobertura o base de cálculo para los Seguros de Vida Colectivo. i.
Franquicias para cada cobertura, en caso de corresponder. j. Carencias para cada
cobertura, en caso de corresponder. k. Beneficiarios designados (Seguros de Personas),
en caso de corresponder. l. Premio total correspondiente al bien o persona en
cuestión, excepto en los Seguros de Vida. m. Consignar el o los actos administrativos
por los cuales se le autorizó el plan comercializado. A tales efectos deberá consignar la
siguiente leyenda: "Esta póliza ha sido aprobada por la Superintendencia de Seguros
de la Nación por Resolución/Proveído N° (informar el o los actos administrativos)". En
caso de corresponder a una autorización bajo el procedimiento de Pautas Mínimas
deberá consignar la leyenda "Esta póliza ha sido aprobada por la Superintendencia de
Seguros de la Nación por Resolución de Pautas Mínimas del Ramo (informar Ramo) /
N° de Expediente Electrónico (informar. el acto administrativo/número de Expediente
Electrónico)".
En los Seguros Colectivos de Vida de Saldo Deudor contratados por Bancos u otras
entidades financieras, las entidades aseguradoras podrán convenir con el Tomador
informar la existencia del seguro a través del resumen de cuenta, en el cual se deberán
consignar los siguientes datos: entidad aseguradora, edad máxima de permanencia en
[27]
el seguro, alcance de la cobertura para cada uno de los cotitulares (en caso de
corresponder).
En los Seguros Colectivos de Saldo Deudor por Préstamos Prendarios, Hipotecarios y
Personales, además de los requisitos establecidos en el presente punto la aseguradora
debe incluir en los certificados individuales los siguientes datos: Personas aseguradas
(en caso de ser varios los asegurados bajo el mismo préstamo, deben figurar todos en
el mismo certificado con indicación del porcentaje de su participación en el capital
asegurado); tasa de premio (desagregada por coberturas), y recargo de prima por
agravación del riesgo (en caso de corresponder); exclusiones por cobertura y
enfermedades preexistentes (en caso de corresponder); aseguradora, domicilio y
teléfono; edad máxima de permanencia por cobertura.
Para los Seguros Colectivos de Vida contratados por Bancos u otras entidades
financieras, cubriendo saldos impagos de préstamos (personales, hipotecarios,
prendarios o quirografarios), para el caso de muerte y, en su caso, la invalidez del
deudor; o contratados por entidades de ahorro con fines predeterminados (círculos
cerrados) cubriendo la muerte y, en su caso, la invalidez del suscriptor, las
aseguradoras deben extender el Certificado Individual por única vez al momento del
otorgamiento del préstamo.
En los Seguros Colectivos de Vida sean voluntarios o que cumplan con obligaciones
legales (contratos de trabajo, seguros obligatorios exigidos por convenciones
colectivas de trabajo y similares), o de Accidentes Personales, tanto en aquellos
contributivos como en los que no lo son, las aseguradoras deben extender un
Certificado Individual una vez al año.
Para el caso de los seguros contratados por un empleador se podrá optar por
cualquiera de los siguientes: a) Recibo de haberes suministrado por el Contratante
quien deberá consignar en el mismo la siguiente información: Aseguradora, número de
[28]
póliza, riesgos cubiertos, y en caso de corresponder, articulo del convenio de trabajo
donde conste la obligación del seguro. b) Exhibición permanente de un afiche en lugar
destacado de cada establecimiento del Contratante, de una medida mínima de 60 cm x
45 cm, donde se consigne la información mencionada en el punto a). c) Disposición
permanente a través de la intranet del Contratante. Se aclara que, en todos los casos
expresados en párrafos anteriores, la aseguradora es responsable por dicha
información, no pudiendo delegarse la misma al tomador Contratante.
En los Seguros Colectivos de Vida o Accidentes Personales de Asistentes a Espectáculos
o Justas Deportivas sólo debe dejarse constancia en el comprobante de ingreso de la
existencia del seguro, aseguradora y, en su caso, norma que lo exige.
[29]
23. Inicio y Finalización de la cobertura
Dispone el artículo 12° de la L.S. “Cuando el texto de la póliza difiera del contenido de
la propuesta, la diferencia se considerará aprobada por el asegurado o el tomador, si
no reclama dentro de un mes de haber recibido la póliza”
“La impugnación no afecta la eficacia del contrato en lo restante, sin perjuicio del
derecho del tomador de rescindir el contrato a ese momento.”
25. Prescripción.
[30]
26. Modificación a los contratos de Seguros.
Los endosos pueden ser de diferente naturaleza; por agravación del riesgo original,
aumento o disminución de la suma asegurada, por el cambio de titular de un interés
asegurado (por ejemplo, cuando el propietario de un automóvil asegurado lo vende a
un tercero y el nuevo propietario acepta continuar con la misma cobertura) y cuanta
modificación puede suponerse durante la vigencia de un contrato de seguros. La
emisión de endosos puede dar lugar o no a la modificación del premio original. En
todos los casos es necesaria la conformidad de asegurado y asegurador.
[31]
La consecuencia más grave y corriente de la suspensión de la cobertura es la
ocurrencia del siniestro durante el periodo en que haya cesado la protección
aseguradora por falta de pago, pues en esos casos la entidad se libera de abonar la
indemnización correspondiente, siendo esta una causa de ocurrencia frecuente y que
da lugar al rechazo del reclamo indemnizatorio.
[32]
III.Siniestros
Podríamos definir al Siniestro como la ocurrencia del evento dañoso previsto por el
contrato de seguro, que dará lugar a la prestación debida por el asegurador, o sea
indemnizar al asegurado o pagarle a quien correspondiera un capital o una renta al
producirse un hecho cubierto.
La Ley Nº 17.418 hace alusión al término siniestro en numerosos artículos, sin intentar
en ninguno de ellos una definición integral del mismo.
Tal vez, siendo tan amplio el objeto del contrato de seguro es que se haya omitido
deliberadamente en la Ley una definición que pudiera limitar lo que en cada póliza se
defina como siniestro y riesgo cubierto. Debemos recordar que el artículo 2º de la Ley
de Seguros señala que el “contrato de seguros puede tener por objeto toda clase de
riesgos si existe interés asegurable,”.
Para ilustrar la amplitud del concepto de riesgo, vale citar el ejemplo del Seguro de
Palos de Golf, el que, en general, entre otros sucesos, cubre el evento que el
asegurado haga hoyo en uno, es decir que emboque un hoyo desde el lugar de salida
del mismo. Esto no es para nada frecuente y cuando ocurre existe la tradición que el
virtuoso (y afortunado) jugador deba invitar al conjunto de los colegas que se
encuentran dentro de las instalaciones del campo de golf a participar de un “lunch”
como festejo. Este es precisamente el riesgo que se cubre, el gasto a cargo del
asegurado (generalmente limitado a una suma determinada), que asociado al éxito
deportivo que le da origen es bastante poco parecido a lo que puede imaginarse de
ordinario como siniestro. Sin embargo, el riesgo (embocar hoyo en uno) es posible y
[33]
probable y su ocurrencia provoca un deterioro en el patrimonio del asegurado que
debe abonar los gastos de su celebración.
A primera vista el plazo de tres días parece un tanto exiguo, sobre todo por tratarse de
días corridos. Tal vez, para un siniestro menor y que no deje lugar a dudas
interpretativas, no se justificaría la premura en notificar a la entidad aseguradora, pues
de ocurrir en un fin de semana largo (semana santa, por ejemplo) estaríamos frente a
una imposibilidad. Pero debe entenderse también, la importancia que tiene para el
asegurador tomar conocimiento de un siniestro y de las circunstancias que lo
rodearon con el objeto de poder tomar medidas tendientes a reducir sus efectos o en
algunos casos recuperar por ejemplo la cosa objeto del seguro.6, o para poder
determinar la exactitud y el alcance de su obligación y también - porque no señalarlo
- prevenir o neutralizar conductas fraudulentas.
6
Por ejemplo, si un automóvil es robado en la vía pública la probabilidad de recupero está muy vinculada
al tiempo en que el asegurador toma conocimiento del hecho, sobre todo si el vehículo está equipado con
instrumentos de rastreo de ubicación.
[34]
Resulta importante destacar que frente a un siniestro el asegurado “…está obligado a
proveer lo necesario, en la medida de las posibilidades, para evitar o disminuir el
7
daño y a observar las instrucciones del asegurador” y “...el asegurador está
obligado a reembolsar al asegurado los gastos no manifiestamente desacertados,
realizados en cumplimiento de esas obligaciones, …aun cuando hayan resultado
infructuosos o excedan de la suma asegurada”8 y si bien “el asegurador queda
liberado si el tomador o el beneficiario provoca el siniestro dolosamente o por culpa
grave”9, pero debe tenerse presente que no siempre la provocación o el
agravamiento será doloso pues la misma L.S. aclara que “...quedan excluidos los actos
realizados para precaver el siniestro o atenuar sus consecuencias, o por un deber de
humanidad generalmente aceptado”10
Hemos hecho referencia a los casos en los que el asegurador se exonera del pago de
un siniestro cuando el tomador o el beneficiario provocan el siniestro dolosamente o
por culpa grave. Tal vez no sea difícil precisar el dolo o sea la actitud probadamente
deliberada del asegurado para provocarlo que tiene como propósito percibir el monto
del siniestro beneficiándose indebidamente y su diferencia con la culpa que supone
una actitud imprudente o negligente dentro de los márgenes de comportamiento
comunes en la vida cotidiana de los seres humanos tomados como promedio. Pero no
podemos dejar de señalar que el asegurador también queda liberado de su obligación
cuando se puede determinar la culpa grave del asegurado en la ocurrencia del
siniestro y aquí entramos en un terreno mucho más complejo y de difícil definición en
forma objetiva. La culpa grave implica de algún modo una conducta grosera o de
extrema negligencia, pero sin intención de provocar el daño ni engañar al asegurador
para conducirlo al consentimiento de su responsabilidad.
7
Art. 72 de la Ley l7418
8
Art. 73 de la Ley 174l8
9
Art. 70, primera parte, de la Ley 17.418
10
Art. 70, última parte, de la Ley 17418
[35]
En un fallo del año 1996 la Dra. Elena Highton señaló que “la culpa grave prevista en la
Ley de Seguros puede ser descripta como aquella imprudencia o negligencia extrema,
desorbitada respecto del comportamiento medio habitual...y que culmina siendo la
causa del siniestro”.11
En cambio, con respecto al dolo, la Ley de Seguros en nuestro país, hace especial y
reiterada referencia a los casos de conducta dolosa –entre otros, artículos 8º, 70º,
114º- impidiendo su cobertura aun por pacto expreso entre las partes. En los casos de
seguros sobre la vida dispone en el artículo 136 “que el asegurador se libera si la
muerte ha sido deliberadamente provocada por un acto ilícito del contratante” y a
renglón seguido señala el artículo 137 “pierde todo derecho el beneficiario que
provoca la muerte del asegurado con un acto ilícito”
11
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala F, Ojeda, Pedro C. c/ Telecom
[36]
contrario, se extienda “…al importe de la indemnización concedida en caso de
siniestro….”.
En este punto nos ocuparemos de las exclusiones a la cobertura que están previstas y
definidas como tales en el momento de contratar la cobertura.
El artículo 71 de la Ley de Seguros señala: “El asegurador no cubre los daños causados
por hechos de guerra civil o internacional, o por motín o tumulto popular, salvo
convención en contrario” y en su artículo 86 dispone “El asegurador no responde por
el daño si el incendio o la explosión es causado por terremoto. Los daños causados
por explosión o rayo quedan equiparados a los de incendio”.
[37]
Tal vez no haya resultado muy feliz la redacción de estos artículos que, en definitiva,
tales riesgos, son expresamente aceptados cuando el asegurador los incluye dentro de
las coberturas que emite de ordinario.
El plazo para que se pronuncie es de 30 días a partir de la entrega por parte del
asegurado de la información complementaria. Puede ocurrir que el asegurador no
haya requerido información complementaria, en cuyo caso los 30 días han de contarse
a partir de la fecha de la denuncia formulada por el asegurado. El no rechazo expreso
implica la aceptación del mismo.
Debe tenerse en cuenta que el asegurado debe cumplir con todas las obligaciones
impuestas por las disposiciones vigentes y las cláusulas del contrato suscripto tal como
lo dispone el artículo 46 de la Ley de Seguros.
35. Subrogación
12
No en todos los casos intervienen liquidadores de siniestros. Las entidades aseguradoras pueden hacerlo
por su propia administración
[38]
La subrogación es la sustitución de una persona por otra en la titularidad de un
derecho. La subrogación significa la adquisición del derecho de iniciar una acción
(llamada también de repetición) contra quien resulte responsable de una obligación.
[39]
Expresamos en esta igualdad que el monto de la indemnización será al Valor del Daño
como el Valor Asegurado al Valor Asegurable, o sea en la misma proporción.
Valor Asegurable
2.000.000
Vale decir que la indemnización debida por el asegurador aplicando la regla de las
proporciones será de $ 250.000, o sea que participará en el 50% del daño verificado,
pues esa era la proporción del seguro contratado.
[40]
Hay situaciones en las que los valores asegurables pueden sufrir modificaciones
importantes con frecuencia, por ejemplo (existencias de mercaderías textiles en un
depósito a principio o a fin de temporada). Con el propósito de atenuar los efectos de
esta circunstancia, suelen utilizarse coberturas con otras cláusulas indemnizatorias,
siendo la más usual la contratación a primer riesgo absoluto.
En algunas coberturas suelen incluirse cláusulas por las cuales el asegurado se hará
cargo de una parte de los daños emergentes de eventuales siniestros amparados por la
cobertura. Es decir, de esa porción no se hará cargo la entidad aseguradora. En algunos
casos las franquicias son de carácter obligatorio y dispuestas por las cláusulas
uniformes de contratación aprobadas por la Superintendencia de Seguros.
Una razón por la que se incluyen cláusulas de este tipo tiene por objeto excluir de la
cobertura otorgada siniestros de escasa trascendencia que suelen insumir
considerables gastos administrativos en ocasión de la inspección, evaluación y
liquidación de los daños.
Otro motivo para incluir condiciones contractuales de esta naturaleza es promover las
mayores actitudes o diligencias de los asegurados en orden a precaver la ocurrencia de
[41]
siniestros, toda vez que según fueran convenidas, los asegurados deberán hacerse
cargo de una parte de los daños emergentes.
Es del caso señalar que existirá una importante diferencia en el costo del seguro en el
caso de una cobertura en la que exista una franquicia a cargo del asegurado. Ello es
debido a que en la mayoría de los casos los siniestros son menores al valor de la
franquicia. Por ejemplo, si un seguro de automotores están cubiertos los daños
parciales, pero se establece una franquicia cuyo valor es superior a los valores de
reparación de accidentes menores -que son los más comunes- el asegurado deberá
hacerse cargo integralmente de su reparación.
El mismo artículo 18, en su segundo párrafo, legisla sobre la rescisión del contrato
de seguros. Excepto para los seguros de vida, tanto el asegurado como el
asegurador pueden rescindir el contrato sin necesidad de expresar la causa. El
asegurado puede dejar sin efecto el contrato, notificando al asegurador sin
necesidad de dar preaviso alguno. En cambio, si la rescisión fuera ejercida por el
[42]
asegurador, deberá comunicarlo previamente al asegurado por medio fehaciente
con quince días de anticipación.
Prácticamente todas las empresas de seguros transfieren parte de los riesgos asumidos
a entidades reaseguradoras.
[43]
La razón primitiva de las cesiones al reasegurador está vinculada al volumen de los
riesgos que asume el asegurador con respecto a la capacidad que le otorga su capital, a
la falta de homogeneidad en los contratos aceptados o el posible cúmulo de riesgos.
Normalmente ninguna entidad aseguradora podría tomar por si sola algunos de los
llamados “grandes riesgos” como un buque de gran porte, un establecimiento
industrial gigante o una central de energía nuclear, pues de producirse el siniestro total
de los riesgos asumidos, implicaría en buena parte de los casos, el quebranto del
asegurador. De hecho, como veremos más adelante, tampoco lo hacen los
reaseguradores.
En primer término, podemos hacer una primera gran división entre los contratos
facultativos y los contratos automáticos de reaseguro.
[44]
43. Retrocesiones
[45]
IV. Cobertura de Seguros Patrimoniales
[46]
i) Coberturas aprobadas por el Organismo Supervisor que pueden ser
utilizadas libremente por las entidades aseguradoras que estén autorizadas
a operar en el ramo respectivo. No son de carácter obligatorio y las
aseguradoras podrán utilizar otros planes aprobados por los mecanismos
previstos en a) y b).
La cobertura de seguros para automotores está incluida dentro del punto 23.6 del
Reglamento General de la Actividad Aseguradora siendo uno de los Ramos en los que
corresponde aplicar únicamente aprobaciones de carácter general. Así las caracteriza
la Superintendencia de Seguros en los incisos a.1) y a.2) del citado punto
Sin embargo, debe destacarse que las cláusulas adicionales que obran en el citado
anexo ofrecen distintas coberturas y salvo algunas de carácter obligatorio, las
[47]
entidades aseguradoras pueden utilizar distintas combinaciones de esas cláusulas de
acuerdo con su política de suscripción de riesgos.
Volviendo a la cobertura bajo análisis, en primer término, debemos señalar que, para
poder circular con un vehículo automotor, incluyendo las motocicletas, es necesario
contratar un seguro de automotores que cubra los eventuales daños (lesiones o
muertes exclusivamente, o sea sin incluir daños a cosas) causados a terceras personas.
Proteger el patrimonio del asegurado y/o conductor, ante los daños y perjuicios
causados a terceros por el vehículo objeto del seguro o por la carga que transporta.
Esta es la Cobertura de Responsabilidad Civil. La cobertura de Responsabilidad Civil
debe estar presente como condición necesaria en toda cobertura de automotores.
O sea, no se puede contratar, por ejemplo, una cobertura de robo del vehículo
[48]
solamente. Siempre debe contener como mínimo una cobertura de
Responsabilidad Civil.
Adicionalmente, puede cubrir los daños que sufra el propio vehículo como
consecuencia de Incendio, Accidente y Robo o Hurto, en la medida que se contrate
la protección de estas coberturas. Estas coberturas, denominadas coberturas de
casco, aunque muy comunes, no son de contenido ni contratación obligatoria.
b) Otro monto que resulta de aplicar una tasa (generalmente expresada en tanto por
mil) a la suma asegurada del casco del vehículo (valor del vehículo en plaza), tasa
que varía según el alcance de la cobertura contratada. Si cubre solamente el robo
del vehículo será menor que si además cubre el riesgo de incendio y destrucción
total y aumentará notablemente si incluye la cobertura de daños parciales por
accidente.
[49]
Las aseguradoras deben aprobar con intervención de su Órgano de Administración, las
tarifas que han de percibir de sus asegurados en el ramo automotor, utilizando las
bases técnicas correspondientes con la intervención de un profesional actuario
conforme lo dispone la Resolución Nº 32.080, cuyos contenidos fueron incorporados al
Reglamento General de la Actividad Aseguradora.
Cada entidad que esté autorizada a actuar en el ramo fijará libremente la política de
suscripción o comercialización que considere más adecuada. Los cuadros tarifarios
deben ser elaborados sobre la base de la experiencia pasada de la entidad. Existen
numerosas subdivisiones que tienen en consideración los siguientes factores
Marca y modelo del vehículo: Son factores que en algunos casos pueden tener
importancia. Por ejemplo, modelos de una marca determinada que por alguna
razón tienen mayor frecuencia de robo. Esto tendrá incidencia sobre la cobertura
del casco, pero no sobre el costo de la cobertura de Responsabilidad Civil.
Uso o afectación del vehículo: El uso o destino del vehículo influye en el costo del
seguro. No es lo mismo un taxi o remís que un automóvil particular. Estos últimos
han de tener un costo menor que aquellos porque normalmente están menos
tiempo circulando o sea con menor exposición a riesgo.
[50]
También existen aseguradoras que ofrecen descuentos por buen resultado, o sea que
efectúan bonificaciones a favor de sus asegurados cuando renuevan sus pólizas sin
haber tenido siniestros.
[51]
Por medio de esta cobertura el asegurador se obliga a mantener indemne al asegurado
y/o a la persona que con su autorización conduzca el vehículo objeto del seguro, por
cuanto deban a un tercero como consecuencia de los daños causados por el vehículo o
por la carga transportada, por hechos acaecidos durante la vigencia de la póliza
contratada.
Cubre los reclamos que pueda recibir el asegurado por daños físicos (lesiones o
muertes) causados a terceras personas (incluso a quienes viajen dentro del propio
vehículo) estando conducido por el propietario o por quien lo haga en el momento del
accidente.
[52]
Dentro de la cobertura de responsabilidad civil se encuentran comprendidos los daños
producidos a bienes o cosas de terceros, incluyendo naturalmente los daños
producidos a otros vehículos en accidentes de tránsito (choques) en los cuales el
asegurado resulte responsable y que es el evento de mayor frecuencia en cuanto a los
siniestros del mercado asegurador.
Se pueden contratar las coberturas de algunos o todos los riesgos que se detallan a
continuación.
Robo o hurto: Cubre el robo o hurto del automóvil o partes del mismo (si se
contrata con inclusión de robo parcial) provistas en el modelo original de
fábrica. Recordamos que está prohibida la cobertura de robo y/o hurto de
equipos reproductores de sonido.
Por disposición de la SSN la única alternativa que pueden utilizar las aseguradoras es
considerar pérdida o destrucción total cuando el costo de reparación y/o reemplazo
[53]
de las partes afectadas alcance o supere el 80% del valor del vehículo al momento
del siniestro, sin considerar que los restos del mismo puedan tener un valor superior
al 20%.
Franquicias: En los siniestros, del automotor, puede existir una porción del
siniestro que queda a cargo del asegurado y que se denomina "Franquicia”. La
aseguradora pagará la diferencia entre el valor total del siniestro y el monto de la
franquicia. La franquicia suele ser muy utilizada cuando el asegurador cubre daños
parciales del vehículo. Se estima que el asegurado al participar de una parte de los
siniestros extremará los cuidados sobre la unidad objeto del contrato. En los casos
[54]
de Coberturas de Taxis y Remises, así como en el caso de Vehículos destinados al
Transporte Público de Pasajeros, existirá una franquicia obligatoria para las
indemnizaciones por daños a terceros cubiertas por la Responsabilidad Civil. Pero
de acuerdo con las actuales disposiciones de la SSN, esta franquicia no podrá ser
oponible al tercero damnificado. La norma dispone que la aseguradora debe
abonarle el total al tercero y luego recuperar de su asegurado el monto de la
franquicia convenida.
[55]
Cobertura “A”, Responsabilidad Civil únicamente.
Las coberturas que los asegurables requieren con mayor frecuencia dependen del
lugar de residencia y también en función de la naturaleza y el uso del vehículo que se
asegura.
En las grandes ciudades es usual la cobertura otorgada a vehículos particulares por las
pólizas denominadas “terceros completos” que incluye las protecciones de la
cobertura “C” detallada precedentemente.
[56]
Con respecto a los montos contratados por la cobertura de Responsabilidad Civil es
natural que a medida que el vehículo sea de mayor porte, mayor será el riesgo de
producir un daño de superior importancia (de mayor intensidad en términos de
siniestros) en un accidente, por eso los camiones requieren coberturas de montos
superiores. Obviamente, los valores de primas son mayores cuanto mayor es la suma
asegurada y el riesgo asociado al tamaño o tipo de vehículo. En otros casos el monto
de la prima, no está determinada por la capacidad potencial del vehículo para provocar
daños, sino por la mayor frecuencia siniestral, como es el caso de las coberturas de
taxis o remises donde el costo será más significativo no por el porte o peso de los
vehículos sino producto de una más extensa exposición a riesgo.
[57]
En otro orden la suma de Responsabilidad Civil de contratación obligatoria se eleva
también a partir del 1 de Setiembre a $ 400 mil por persona con un máximo de $ 800
mil por acontecimiento, llevando los Gastos Sanatoriales a $ 30 mil y lo de sepelio a
$16 mil.
Tal como se analizará en el punto correspondiente, los siniestros en los que tenga
participación el asegurado o su vehículo, aun cuando fuera conducido por otra
persona, deberán ser denunciados a la entidad aseguradora, dentro de los tres días de
producidos, independientemente de quien haya sido la responsabilidad en el siniestro
e incluso cuando el asegurado no haya sufrido ningún tipo de daño que pueda dar
lugar al pago de indemnización alguna. Existe un formulario de uso uniforme
(denominado “denuncia de siniestro”) que el asegurado deberá integrar en todos los
casos y que es provisto por la entidad aseguradora.
[58]
Frente a tales hechos, los asegurados, independientemente de quien fuera
responsable del accidente, deberán procurar obtener del conductor del otro vehículo,
los siguientes datos:
Teléfono
Datos del vehículo; marca, modelo y color del vehículo, número de patente,
motor, datos que preferiblemente han de obtenerse de la Cédula Verde.
Tal como lo habíamos señalado en forma reiterada, también en este caso será
obligatorio denunciar el siniestro en la aseguradora que otorgó la cobertura;
dentro de los 3 días de haber ocurrido el siniestro, adjuntando copia de la
denuncia policial (en caso de corresponder de acuerdo con lo explicitado en el
punto anterior), integrando el formulario de Denuncia de Siniestro que ésta le
suministre.
En caso que hayan existido lesiones o muertes como consecuencia del siniestro
convendrá, más allá del plazo de tres días para denunciar el siniestro, dar aviso de
inmediato a la aseguradora.
[59]
Debe recordarse asimismo que el asegurado no debe en ningún caso asumir
responsabilidades ni realizar transacciones o acuerdos. Si un tercero presume
derechos a su favor deberá efectuar el reclamo conforme con los mecanismos
previstos en la Ley Nº 17.418, pudiendo intentar el reclamo recurriendo a la entidad
que emitió la cobertura.
Los asegurados que sufran daños en sus vehículos como consecuencia de accidentes
en los que haya participado otro automotor podrán, en caso de contar con un seguro
que incluya daños parciales, reclamar la indemnización a su propia aseguradora.
[60]
Cuando no cuenten con esta cobertura y consideren que la responsabilidad del
siniestro le cabe al otro conductor, la opción principal es la de iniciar el reclamo contra
el conductor responsable y aseguradora en una acción que se conoce como “Reclamos
de Terceros.” En caso de no prosperar el reclamo o la oferta se considere insuficiente,
el damnificado conforme con lo que dispone el artículo 118 de la L.S. “... puede citar
en garantía al asegurador hasta que se reciba la causa a prueba. En tal caso debe
interponer la demanda ante el juez del lugar del hecho o del domicilio del
asegurador.”, lo que implica iniciar una demanda por daños y perjuicios ante los
estrados judiciales.
Debe destacarse que en muchas jurisdicciones está previsto que antes de iniciar la
acción judicial el reclamante deba recurrir a una audiencia de mediación a la que la
entidad aseguradora también tiene la obligación de concurrir.
[61]
Es posible conocer la nómina de aseguradoras adheridas al sistema CLEAS a través del
portal www.cleas.com.ar
Cuando solo se tiene el dominio del automóvil que promovió el accidente, para poder
averiguar si el titular de dicho vehículo tiene vigente un seguro y en tal caso en que
entidad aseguradora está cubierto, los interesados deberán solicitar la información
correspondiente al juez competente. La SSN, aun cuando pudiera disponerla, no puede
brindar directamente la información.
Cuando un asegurado posee un seguro que cubre los daños por accidentes de su
propio vehículo puede, como dijimos, reclamar a su propia aseguradora la
indemnización correspondiente para reparar su unidad. En el caso que en la cobertura
esté prevista una franquicia, también podrá ejercer ante la aseguradora el responsable
la restitución del importe de la misma que, naturalmente, su propia aseguradora
descontó en el momento del pago de siniestro.
[62]
designe la aseguradora para su representación judicial, cuyos honorarios serán a costa
de la misma.
Existen varias circunstancias por las que el asegurador queda liberado de sus
obligaciones debido a actos, omisiones o conductas de los asegurados. Las pólizas de
seguros de automotores describen taxativamente las exclusiones en forma destacada.
A continuación, detallaremos la nómina de los casos de exclusión.
[63]
En ocasión de transitar el vehículo asegurado en contramano, siempre que exista
señalización inequívoca, en el lugar del hecho, de la dirección de circulación.
[64]
Cuando sea conducido a exceso de velocidad (superando el 40% de los límites
máximos establecidos en la normativa vigente).
13
Cámara Nacional Civil, Sala H. –Moguilesvky, Jacobo c. Beltrán, Marta Susana y otro, 3/12/2007.
[65]
Este último párrafo implementó lo que se denomina “obligación legal autónoma” y
que tiene semejanzas con las coberturas empleadas en algunos países, especialmente
en varios estados de Estados Unidos y se los conoce como seguros “no fault” por los
que el asegurador tiene que responder de inmediato ante el tercero, sin determinar
previamente la responsabilidad de su asegurado.
[66]
59. Pólizas de Seguro de Automotores. Particularidades.
En las pólizas colectivas deberá entregarse por cada vehículo cubierto un Certificado
de Incorporación que incluirá los datos mencionados en el primer párrafo del presente
punto y el número de póliza, vigencia y domicilio del asegurado.
Los países signatarios del Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay han resuelto
que los vehículos provenientes de cualquiera de ellos para ingresar en otro país
miembro deberán poseer un seguro de responsabilidad civil mínima. Esta cobertura
conocida como “Carta Verde” se agrega en todas las coberturas de los seguros de
automotores.
[67]
61. Seguros Integrales o combinados
Para el asegurador cubrir varios riesgos con la suscripción de una única póliza reúne
singulares ventajas, al reducir los costos propios de su explotación, pues en lugar de
analizar, aprobar, imprimir, registrar y por último cobrar e imputar los pagos de tantas
operaciones como ramos incluye la cobertura combinada se limitará a iguales tareas,
pero de una sola emisión. Por otra parte, le permitirá mejorar la distribución de riesgos
de su cartera.
Por último, el asegurado mediante una sola póliza cubre una significativa cantidad de
riesgos y a su vez participa del beneficio de un costo menor que el que hubiera
[68]
incurrido de contratar el amparo de cada uno de los ramos contenidos en la operación
pues si bien el premio total resultará de la suma de cada uno de los conceptos
amparados, el beneficio del ahorro de costos de explotación del asegurador suele
trasladarse en parte a los asegurados.
Mediante una póliza de combinado familiar o seguro del hogar, como también suele
denominarse comercialmente, se pueden cubrir una serie de riesgos a los que está
expuesta una casa de familia.
[69]
el edificio, en la medida que las sumas aseguradas excedan los valores
correspondientes a los espacios comunes.
Asimismo, cubren otros riesgos, como el de robo o hurto del contenido general y de
objetos específicos declarados al efecto y aceptados por el asegurador.
Salvo casos particulares estas pólizas deben abarcar por lo menos tres coberturas y
para determinar los riesgos a incluir –que naturalmente pueden ser más que tres-
será menester tener en cuenta algunos detalles o características de la vivienda a
proteger, dependiendo entonces, entre otros aspectos, del tipo de construcción, su
ubicación geográfica, objetos de valor que se encuentren en la casa que no estén
comprendidos en el contenido general y otros elementos que hacen a la naturaleza
particular de las necesidades de cada asegurado.
Estas pólizas con mayor razón aun requieren de un análisis pormenorizado de las
necesidades de la empresa a las que están destinadas.
[70]
asegurados, y dos muy especiales, La vinculada a los establecimientos educativos y la
Integral de Consorcios, que por estar incluidas dentro de las de carácter obligatorio
incluidas en el nuevo Código Civil y Comercial las trataremos más adelante.
Los Seguros del Trasporte Público de Pasares están incluidos en punto 23.6 del
Reglamento General de la Actividad Aseguradora o sea los Ramos en los que
corresponde aplicar únicamente aprobaciones de carácter general
[71]
extinguirlo, las de demolición, de evacuación, u otras análogas”. “La indemnización
también debe cubrir los bienes asegurados que se extravíen durante el incendio”
La Ley de Seguros, equipara los daños causados por rayo o explosión a los de incendio,
pero señala asimismo que el asegurador no ha de responder si el incendio o la
explosión son causados por terremoto.
Sin embargo, en la generalidad de los casos se cubre en las pólizas de incendio los
daños emergentes de terremotos. Curiosamente el terremoto puede producir daños
materiales sin necesidad que haya provocado ningún tipo de combustión.
Salvo pacto en contrario, que no resulta muy común, se excluyen totalmente, el papel
moneda, el oro, la plata, metales preciosos, manuscritos, escrituras, títulos públicos,
acciones u otros valores mobiliarios, matrices, planos, dibujos y elementos de similar
naturaleza.
[72]
Mediante la cobertura de incendio conforme lo dispone el artículo 88 de la Ley de
Seguros, puede ampararse también, si se pacta expresamente, el lucro cesante, o sea
la pérdida de beneficios que el asegurado pueda sufrir como consecuencia indirecta
del siniestro cuyo daño emergente cubra la póliza, pero la misma ley dispone que el
valor de la eventual indemnización no podrá determinarse por anticipado, aunque
naturalmente tendrá un límite superior fijado por la suma asegurada. Esta cobertura
puede amparar, por ejemplo, las pérdidas ocasionadas por el tiempo en que el
establecimiento afectado por el siniestro principal deba permanecer inactivo.
Los Seguros de Responsabilidad Civil, otra de los pocas ramas del seguro incluidas en
la Ley de Seguros 17.418,14 constituyen un tipo de cobertura de carácter patrimonial
con características muy particulares, toda vez que en caso que ocurra el evento
previsto como siniestro en el contrato, el destinatario final de la indemnización –salvo
circunstancias muy especiales - no será el asegurado, sino un tercero ajeno a la
celebración del contrato de seguros, toda vez que esta cobertura tiene por objeto
mantener indemne al contratante asegurado por los daños que éste pueda provocar a
un tercero.
14
Artículos 109 a 120.
[73]
contar con una cobertura que lo ponga a cubierto de los eventuales reclamos de sus
pacientes.
Conforme con la redacción del artículo 109 de la Ley de Seguros “El asegurador se
obliga a mantener indemne al asegurado por cuanto deba a un tercero en razón de la
responsabilidad prevista en el contrato, a consecuencia de un hecho acaecido en el
plazo convenido” añadiendo el artículo 110 que “La garantía del asegurador
comprende a) el pago de los gastos y costas judiciales y extrajudiciales para resistir la
pretensión del tercero….y b) el pago de las costas de la defensa en el proceso penal
cuando el asegurador asuma esa defensa.
Sin embargo, han sido aprobadas pólizas de responsabilidad civil que cubren la “culpa
grave”. Esto tiene cabida pues el artículo 158 de la Ley de Seguros menciona
[74]
expresamente al artículo 114 como uno de los que pueden ser alterados en su
contenido por acuerdo de partes, en la medida que lo sea en beneficio del asegurado.
Por su parte la Ley de Seguros en su artículo 115 establece los plazos para efectuar la
denuncia señalando que “El asegurado debe denunciar el hecho del que nace su
eventual responsabilidad en el término de tres días de producido, si es conocido por
él o debía conocerlo; o desde la reclamación del tercero, si antes no lo conocía. Dará
noticia inmediata al asegurador cuando el tercero haga valer judicialmente su
derecho.
[75]
En cambio, el hurto está caracterizado por el apoderamiento ilegítimo de bienes
muebles sin que medie fuerza sobre las cosas, ni intimidación o violencia sobre las
personas.
Las pólizas que amparan los daños por robo en viviendas particulares incluyen el hurto
de los bienes existentes en las mismas.
[76]
75. Seguro de robo en actividades comerciales.
Este tipo de pólizas cubre la pérdida de dinero y valores al portador guardados dentro
de cajas de seguridad en la medida que fueran afectados por robo, siempre que el
hecho se produzca por violación, estando la caja cerrada con llave o sistema de
seguridad y su apertura sea efectuada con violencia o si su apertura se produce
mediante la entrega de quienes posean las llaves o combinaciones o claves del sistema
de seguridad, siempre que exista intimidación hacia ellos mediante amenazas con
riesgo de la integridad física del asegurado o sus dependientes.
[77]
La cobertura de valores suele incluir, hasta una proporción determinada, el dinero
efectivo que se encuentre fuera de las cajas de seguridad comúnmente denominado
“en mostrador”.
[78]
de la póliza, siempre que el delito fuera descubierto y denunciado a la entidad
aseguradora a más tardar dentro del plazo de un año a contar de desde la fecha de
vencimiento de la póliza.
La prestación es a primer riesgo absoluto hasta el monto previsto para este concepto
por suma asegurada.
Esta cobertura que comprende cristales, vidrios y espejos ha perdido entidad como
protección autónoma en la medida que en la generalidad de los casos queda incluida
en las coberturas múltiples de seguros de viviendas o de industria y comercio.
El siniestro está configurado por la rotura o rajadura e incluye las tareas de colocación,
naturalmente hasta la suma asegurada. Normalmente el asegurador se reserva el
derecho de cumplir con su obligación indemnizatoria mediante la reposición de las
piezas siniestradas. La medida de la prestación es siempre a primer riesgo absoluto y el
[79]
asegurador se compromete en caso de siniestro a reponer automáticamente la suma
asegurada mediante el cobro de la prima de reposición respectiva.
Desde el artículo 90 hasta el 97, la Ley de Seguros 17.418, regula la cobertura de los
riesgos de explotaciones agrícolas.
Es esta la forma de valuación de los productos amparados por el seguro de granizo que
de alguna manera se aparta de otras modalidades al tomar en cuenta el valor que
tendrían los bienes en el futuro si el siniestro no hubiese ocurrido, conservando,
aunque de manera especial, la regla básica de que el seguro no debe tener objetivo de
lucro, sino de resarcimiento de daños. Y aquí también lo expresa con claridad cuando
dispone que los fondos a dispensar por el asegurador serán igual a la diferencia entre
el valor que hubieran tenido los frutos en el futuro descontando el que obtendrán por
ellos después de ocurrido el siniestro.
[80]
El seguro de granizo y otros riesgos vinculados a fenómenos climáticos, como el de
daños por helada que se rige por las mismas disposiciones, requiere especiales
condiciones de suscripción por el cúmulo asociado a los riesgos cubiertos.
Fue la Ley 20.091 la que dio un marco preciso a este tipo de coberturas cuando en el
inciso b) del artículo 7 señala que las entidades aseguradoras “Podrán otorgar fianzas
o garantizar obligaciones de terceros cuando configuren económica y técnicamente
operaciones de seguro aprobadas” cuyo límite a su vez está dado por el artículo 24 de
la misma Ley cuando establece la prohibición de “la cobertura de riesgos provenientes
de operaciones de crédito financiero puro”.
[81]
La evolución del seguro de caución ha sido notable. Hay varias razones que apuntan a
ese desarrollo. En primer término, debemos señalar que, hasta la admisión de los
seguros de caución, el único instrumento hábil para garantizar el cumplimiento de los
contratistas del Estado eran las garantías reales o la fianza bancaria, que además de
ser de mucho mayor costo, afectaba directamente el margen de calificación crediticia
del tomador en el sistema bancario.
Otro aspecto particular de las coberturas de caución es que la falta de pago del premio
por parte del tomador no resultará oponible al asegurado, razón por la cual el
asegurador, hasta la conclusión del compromiso afianzado deberá cubrir los riesgos
haya percibido o no la prima por parte del tomador.
[82]
Existen también coberturas vinculadas al cumplimiento de obligaciones impositivas
donde el tomador es el contribuyente obligado y el organismo recaudador el
asegurado.
Existen también seguros de caución que pueden ser aceptados por los jueces
sustituyendo las medidas cautelares que el magistrado haya dispuesto en una causa,
denominados contra cautelas.
Se trata de una cobertura obligatoria para quienes lleven a cabo actividades que
pueden provocar daños al ambiente, compleja y novedosa.
La reforma constitucional del año 1994 incorpora un nuevo derecho de los llamados de
tercera generación, estableciendo los principios de protección del ambiente.
“Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos
de protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas
alteren las jurisdicciones locales”.
[83]
El mandato constitucional de sancionar una norma de protección del ambiente se hizo
efectivo en noviembre de 2002 cuando se promulgó la ley Nº 25.675, que en su
artículo 22 dispuso que “Toda persona física o jurídica, pública o privada, que realice
actividades riesgosas para el ambiente, los ecosistemas y sus elementos constitutivos,
deberá contratar un seguro de cobertura con entidad suficiente para garantizar el
financiamiento de la recomposición del daño que en su tipo pudiere producir;
asimismo, según el caso y las posibilidades, podrá integrar un fondo de restauración
ambiental que posibilite la instrumentación de acciones de reparación”.
La redacción otorgada al citado artículo 22 es tan ambiciosa como compleja y dio lugar
a una extensa discusión acerca de la factibilidad de implementar una cobertura que
satisficiera las exigencias de la ley.
[84]
La póliza aprobada excluye de la cobertura toda responsabilidad por el daño civil que
pueda originar el daño ambiental cuya recomposición ampara.
[85]
V. Seguro de Personas
Los seguros sobre la vida de las personas pueden cubrir la muerte o la supervivencia de
una persona, el asegurado. También es posible cubrir ambos eventos en una sola
póliza.
Los seguros que cubren exclusivamente la muerte del asegurado darán lugar a la
contraprestación por parte del asegurador al beneficiario.
Los seguros dotales cubren ambos eventos. Si el asegurado fallece antes de llegar a
cierta edad con vida, serán los beneficiarios los que perciban el capital o la renta
convenida, y de llegar el asegurado a la edad de supervivencia convenida, el capital o
la renta serán percibidas por éste.
[86]
85. Características particulares del riesgo y la prima.
En los seguros que cubren la muerte del asegurado sabemos que el hecho se producirá
inexorablemente en algún momento y lo aleatorio y probabilístico está vinculado en
este riesgo, al momento en que ocurrirá dicho evento.
Sin embargo, si el asegurado fallece antes de esa edad, los beneficiarios recibirán un
importe pactado previamente.
La prima que se cobra será, durante los primeros años de la existencia del vínculo,
superior a la prima técnica, para compensar la que se cobrará en defecto cuando el
asegurado se encuentre en los niveles mayores de riesgo.
[87]
De esta forma se puede percibir una prima constante durante todo el tiempo del
contrato. La diferencia que representa el exceso de la prima cobrada (nivelada) y la
prima técnica será la reserva matemática que en realidad es un crédito a favor del
asegurado, que, con diferentes matices, puede retirar a partir de determinado plazo.
Esta operación recibe el nombre de rescate.
Los artículos 136 y 137 legislan sobre los casos de “Muerte del tercero por el
contratante”, “Muerte del asegurado por el beneficiario” y el caso de que el
asegurado pierda la vida “.... en empresa criminal o por aplicación legitima de la pena
de muerte.”
En todos estos casos, el asegurador se libera de sus obligaciones, aun cuando cabe
aclarar que en nuestro país no es posible la aplicación de la pena de muerte, toda vez
que no está considerada en su régimen penal.
[88]
b) la rescisión, con el pago de una suma determinada.”
Este artículo facilita que el asegurado que deje de pagar, por las circunstancias que
fueran las primas de su seguro de vida, pueda optar entre reformular el contrato,
suspendiendo el pago de primas y fijándose una nueva suma asegurada de monto
menor calculada sobre la base de la edad del asegurado y los importes abonados hasta
el presente o darlo por rescindido percibiendo en concepto de rescate una suma
determinada.
En caso que el asegurado que hubiera interrumpido el pago de la prima después de los
tres años de iniciado el contrato, no se presentara a hacer uso de alguna de las
opciones mencionadas debe ser interpelado por el asegurador fijándole el plazo de un
mes para elegir una de dos opciones posibles.
El artículo 140 de la L.S. a su vez, señala que cuando el asegurador se libera por
cualquier causa después de transcurridos tres años debe estarse conforme con lo
dispuesto por el artículo 9 de la misma, o sea que sólo deberá reconocer al asegurado
el valor de rescate correspondiente.
[89]
El artículo 141 por su parte se ocupa de los préstamos a que tiene derecho el
asegurado a partir de haber transcurridos tres años de la celebración del contrato. Si el
asegurado se encuentra al día en el pago de sus primas, el préstamo se calculará
conforme con lo pactado en la póliza aprobada en base al monto de la
correspondiente reserva matemática.
La ley asimismo señala, que podrá pactarse el préstamo en forma automática para
abonar las primas omitidas por el asegurado.
En el artículo 143 se regulan los aspectos vinculados a los beneficiarios de los seguros
que cubren el riesgo de muerte del asegurado. Del contenido del citado artículo se
desprenden algunas cuestiones de importancia. El beneficiario, que naturalmente
“…debe ser un tercero sobreviviente…”, pueda ser “…determinado o determinable al
momento del evento”.
Por último, dispone que el asegurado pueda revocar la designación del beneficiario y
modificarla libremente durante la vigencia del contrato, excepto que la designación
sea a título oneroso. (Cuando el beneficiario es, por ejemplo, el acreedor hipotecario)
Por último y respecto del beneficiario digamos que podrá ser designado por el
contratante sin necesidad de contar con su consentimiento, ni tampoco del
asegurador,
Concluye la Ley el espacio dedicado a los seguros de vida con el artículo 148 que señala
que las disposiciones sobre la materia comprenden “…contrato de seguro para el caso
de muerte, de supervivencia, mixto u otros vinculados con la vida humana en cuanto
sean compatibles por su naturaleza”.
[90]
En los casos de seguro de vida –fundamentalmente en los planes individuales- la
solicitud de seguro resulta de suma importancia para la evaluación del riesgo. La base
del cálculo de primas estará dada por la edad del asegurado al tiempo de la
contratación. Pero dependiendo del plan a contratar será de interés también para la
evaluación del asegurador el estado de salud y la profesión del asegurable. En algunos
casos se requiere la contestación de un cuestionario acerca de la salud del asegurado.
En otros se exige un examen médico que incluye de ordinario la realización de estudios
complementarios de diagnóstico.
Enumeraremos a continuación los planes más usuales de cobertura sobre la vida de las
personas.
[91]
por el saldo decreciente hasta que se extingue la deuda o se produce el evento,
en cuyo caso el asegurador abona el capital para cancelar la deuda, liberando
de esta forma a los sucesores y garantes de la obligación asumida por el
asegurado.
Seguro de supervivencia. El asegurado debe abonar los premios hasta llegar a
una determinada edad previamente convenida. De alcanzarla, asegurador
pagará el capital o la renta convenida, en este caso al asegurado.
Seguro dotal mixto. Es una combinación de un seguro sobre la muerte del
asegurado que contempla también el pago por supervivencia. Si el asegurado
llega a la edad convenida, él percibirá la renta o el capital pactado. Si fallece
antes serán los beneficiarios los que perciben los importes contratados.
Seguros de Varias Cabezas: Se ofrecen comúnmente para matrimonios o para
socios de una empresa. La cobertura consiste en el pago del Capital Asegurado
cuando fallece el primero de los miembros al otro que asume automáticamente
el derecho al beneficio, o el último de los asegurados, en cuyo caso deben
haberse designado beneficiarios y si no lo hubieran hecho lo serían, como ya
explicamos, los herederos legales.
Adicional por accidentes. Los seguros sobre la vida en caso de muerte pueden
ofrecer doble indemnización si la muerte se produce a causa de un accidente.
También existen planes donde se ofrece el pago de indemnizaciones conforme
con una escala proporcional al daño sufrido en un accidente no mortal pero
que pueden alcanzar hasta el 100% de la suma pactada para el caso de muerte,
cuando se determina la invalidez total y definitiva.
Adicional por invalidez. En estos casos la cobertura puede proveer diferentes
protecciones. Por ejemplo, la continuidad del seguro original, pero sin la
obligación del asegurado de seguir abonando los premios pactados. También es
factible que al margen de la suspensión del pago de primas el contrato prevea
el pago de una renta vitalicia al asegurado.
Seguros Obligatorios. Distintas disposiciones legales determinan la obligación
de contratar seguros de vida. Incluiremos los principales en ocasión de tratar
los seguros colectivos.
[92]
87. Seguro de Accidentes Personales
Los seguros colectivos que han merecido un espacio específico en la Ley de Seguros no
representan nada más que una forma particular de contratación de seguros de vida o
de accidentes personales. Sin embargo, debemos recordar una especial mención que
se encuentra en el artículo 120 de la L.S al tratar los seguros de responsabilidad civil y
que señala que “Cuando se trata de un seguro colectivo de personas y el contratante
[93]
toma a su exclusivo cargo el pago de la prima, se pude convenir que el seguro cubra
en primer término su responsabilidad civil respecto de los integrantes del grupo y que
el saldo corresponda a beneficiario designado.”
Se trata de Seguros que se contratan por periodos anuales con cálculo actuarial de la
prima pura de riesgo en función de la edad promedio del grupo, por lo cual no se
constituyen las correspondientes reservas matemáticas ni se prevé el rescate reglado
por el artículo 138 de la Ley de Seguros.
Los asegurados y los beneficiarios tienen en este tipo de coberturas adquieren “…un
derecho propio contra el asegurador desde que ocurre el evento previsto” conforme
lo señala el artículo 153 de la Ley de Seguros. Con respecto a los beneficiarios, el
derecho a cambiarlos o la omisión de designarlos, rigen las mismas disposiciones
comentadas para los seguros de vida individuales.
[94]
De todas formas, existen excepciones en estas modalidades que ofrecen a los
asegurados que se retiran de sus grupos originarios de pertenencia continuar
adheridos a la cobertura haciéndose cargo del pago individual de la prima.
En tal sentido, este seguro sólo puede ser ofrecido por empresas aseguradoras
dedicadas en forma exclusiva a esta especialidad y que deben solicitar la autorización
respectiva para actuar como tales.
En líneas generales podemos definir los seguros de retiro como una cobertura que
tiene como contraprestación, en caso de supervivencia, el pago del capital acumulado
o el pago periódico de una renta vitalicia y en caso de fallecer antes de la edad
convenida, el pago (a los beneficiarios designados) de todas las primas puras de la
cobertura básica del seguro abonadas por el asegurado, capitalizadas financieramente
a la tasa de interés técnico y prever un ajuste de todos los valores de póliza que no
podrá ser mayor al rendimiento de la inversiones que realice la aseguradora,
incluyendo en ese rendimiento la tasa de interés técnico.
[95]
En los casos de que en caso de supervivencia al asegurado haya optado por la renta
vitalicia existe la opción de extender los beneficios a una tercera persona, luego del
fallecimiento del titular asegurado. Naturalmente los cálculos actuariales incluirán esta
opción, incluida la edad del beneficiario de segunda instancia, que tendrá efectos
sobre los importes de las rentas a pagar por la aseguradora.
Las primas que abona el asegurado se acumulan en una cuenta nominada individual y
a la misma se le adicionan parte de los rendimientos financieros que obtiene la
compañía de seguros de retiro, que al ser un inversor institucional importante y al
estar sus inversiones administradas por expertos se supone que tendrán mayor
rendimiento que si lo hiciera en forma personal el suscriptor del seguro. Por otra parte,
y con el propósito de proteger a los asegurados inversionistas, las disposiciones sobre
estos seguros determinan que la compañía debe garantizar la intangibilidad del capital
aportado en forma de primas puras y asegurar un rendimiento mínimo anual del 4%
sobre los fondos del suscriptor.
[96]
En este último caso la participación del personal es obligatoria, el tomador de la póliza
es el empleador, que a su vez suele hacerse cargo de parte de la prima y existe una
cuenta individual para cada empleado formada por los aportes retenidos de sus
remuneraciones y también recibirá en ellas las transferencias de la llamada cuenta
especial.
Los importes acreditados son propiedad del empleado, que de acuerdo con las
cláusulas del contrato podrá efectuar rescates parciales o totales de sus fondos
acumulados. Existe en esta modalidad también una cuenta especial a nombre del
empleado alimentada con los fondos que aporta la empresa y que se van transfiriendo
a la cuenta individual con la periodicidad y con las proporciones que se hayan
acordado o en caso de muerte o invalidez u otras formas de ruptura del contrato
laboral.
Por último, existe una cuenta colectiva en la que la empresa deposita fondos
adicionales voluntarios. Esta cuenta no es nominada, sino que pertenece al conjunto
de los asegurados activos y sus fondos podrán formar parte de sus cuentas individuales
en los casos y bajo las circunstancias que se determinan en las cláusulas de la
cobertura.
Existen una serie de seguros de vida colectivos obligatorios, dispuestos por Leyes o
Decretos. Hacemos a continuación una enumeración de los mismos.
[98]
91. Accidentes de Trabajo
La primera Ley de accidentes de trabajo data de 1915 y llevaba el número 9688. Esta
norma regulaba la reparación de los daños emergentes de infortunios laborales, a la
que le siguieron otras con el mismo propósito.
El objetivo de estas leyes fue el de reparar los daños que pudieran sufrir los
trabajadores mediante una indemnización predeterminada y graduada según las
consecuencias del accidente considerado.
El régimen instituido por la Ley de Riesgos del Trabajo pretendió ser de carácter
integral dentro del marco de la seguridad social y no sólo comprender la reparación del
daño producido como consecuencia de un accidente de trabajo o una enfermedad
[99]
profesional sino también la atención inmediata del trabajador accidentado, su
eventual tratamiento y rehabilitación y la prevención de todos los infortunios a través
de planes de mejoramiento de las condiciones de higiene y seguridad laboral.
Las prestaciones previstas en la Ley deben ser otorgadas por entidades de carácter
privado, denominadas Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (A.R.T.) a las cuales todos
los empleadores con personal en relación de dependencia deben afiliarse
Los empleadores pueden elegir libremente la A.R.T. a la que decidan afiliarse. Para ello
deberán abonar la prima del seguro que en este caso se la denomina alícuota y que se
efectúa a través del Sistema Único de la Seguridad Social (SUSS).
Las prestaciones a cargo de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo contemplan tanto
los accidentes del trabajo como las enfermedades profesionales que se especificaron
en la normativa original y las que posteriormente se fueron incorporando.
[100]
hubiera interrumpido o alterado dicho trayecto por causas ajenas al trabajo” . Estos
últimos se los conoce también con el nombre de accidentes “in Itineri”.
La prestación dineraria correspondiente a los primeros diez días estará a cargo del
empleador. Las prestaciones dinerarias siguientes estarán a cargo de la A.R.T. la que,
desde el origen, asumirá las prestaciones en especie.
[101]
El pago de la prestación dineraria deberá efectuarse en la forma y dentro los plazos
establecidos para el pago de remuneraciones ordinarias de los trabajadores, El
responsable del pago de la prestación dineraria, retendrá los aportes y efectuará las
contribuciones correspondientes conforme con las legislaciones vigentes.
Considera la Ley de Riesgos del Trabajo que existe Incapacidad Laboral Permanente
(ILP) cuando el daño sufrido por el trabajador le ocasione una disminución permanente
de su capacidad laboral.
Vencidos los plazos estipulados por la ley, la Incapacidad Laboral Permanente tendrá
carácter definitivo.
[102]
Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo deben proveer a los dependientes de las
empresas aseguradas una serie de prestaciones
Superadas las etapas críticas del accidente es obligación a cargo de la ART las
prestaciones vinculadas con la rehabilitación del accidentado y eventualmente su
recalificación para la reinserción laboral.
Tal vez sea la prevención de los accidentes del trabajo el capítulo incorporado a la
legislación sobre la materia de mayor trascendencia en orden a la disminución de los
infortunios.
Las empresas deben cumplir con planes de mejora y las ART deben proceder a la
verificación de su cumplimiento. Es pretensión de la Ley de Riesgos del Trabajo poner
particular acento sobre el tema de la prevención, siendo un objetivo compartido por
las ART que ven de esta forma reducidas sus prestaciones en la medida que
disminuyen los accidentes y se traduce asimismo en un beneficio para las empresas
contratantes toda vez que tales mejoras deberían reflejarse en alícuotas menores ante
la disminución de los riesgos a cargo de los prestadores.
[103]
La ley 27348 dispuso que antes que un trabajador pueda iniciar acciones judiciales en
reclamo de las situaciones previstas en la Ley debe concurrir ante las comisiones
medicas previstas en el artículo 51 de la Ley 24.2241 para que determinen el carácter
de su enfermedad, la determinación de su incapacidad y las correspondientes
prestaciones dinerarias. De no aceptar dichas determinaciones podrá concurrir a la
justicia en la materia.
[104]
VI. Agentes Institorios. Artículos 53 y 54 de la Ley de Seguros. El
carácter de mandatario.
En su contenido determinó que solo podrán actuar como agentes institorios las
personas jurídicas que estén inscriptas en el Registro de Agentes Institorios –RAI- que
crea la citada norma. Esta restricción es de fundamental importancia pues delimita la
posibilidad de actuar como agentes institorios solo a las personas jurídicas, eliminado
la existencia de agentes institorios personas físicas cuya actuación era de difícil control
Por otra parte los aspirantes a agentes institorios deben cumplir con una serie de
requisitos para ser admitidos dentro del Registro en el que deben inscribirse.
Una de las condiciones que naturalmente deben tener los Agentes Institorios para
acceder al RAI, es la existencia de por lo menos un mandato otorgado por una entidad
aseguradora para que actúe en tal carácter, exigiendo la norma que dicho instrumento
[105]
deberá tener una cláusula por la que se faculta al agente institorio a celebrar contratos
de seguros, pactar modificaciones o prorrogas y recibir notificaciones.
Entre otros aspectos, se destaca la obligación de los agentes institorios de llevar una
base informática de datos donde deben ingresar diariamente las operaciones de
seguro que hubieren comercializado con una completa descripción de los datos del
tomador y del contenido de la cobertura.
Asimismo, deberán llevar una base informática histórica y secuencial de los siniestros
denunciados con precisos detalles sobre el contenido de los reclamos recibidos y las
alternativas posteriores de su tramitación.
Los Agentes Institorios deberán designar en cada uno de los puntos de venta donde
ofrezca los servicios de seguro, casas centrales y sucursales, un dependiente con el
cargo de Responsable de Atención al Cliente Asegurado el que tendrá la
responsabilidad de atender las consultas y los reclamos de los tomadores de seguros,
[106]
beneficiarios y/o derechohabientes, proporcionando las informaciones que le sean
requeridas y otorgar constancia escrita de su intervención cuando fuera necesario.
En los casos en que el agente institorio sea una entidad sin fines de lucro, por ejemplo,
cooperativas o mutuales, que no tengan más de tres sucursales, la norma las exime de
tener Gerencia o departamento de Seguros, asumiendo esa responsabilidad el Órgano
de Administración. No obstante, deberán designar a los responsables de atención del
cliente asegurado.
Los Agentes Institorios deben observar otras obligaciones, entre ellas las de exhibir en
todos las sucursales o puntos de comercialización de seguros afiches con datos sobre
las aseguradoras otorgantes de los mandatos con los productos respectivos
autorizados a comercializar. Deben también figurar en el citado afiche los nombres y
apellidos del responsable del Sector Seguros y el responsable de atención al cliente
asegurado.
[107]
VII. La supervisión de las entidades aseguradoras
[108]
Las principales funciones del Organismo supervisor se sustentan en la aplicación de las
Leyes vinculadas con el mercado de seguros, básicamente la Ley 17.418 que regula el
contrato de seguros y la Ley 20.091 que legisla el funcionamiento de las entidades
aseguradoras y su control.
Los Capitales Mínimos que deben conservar intangibles las entidades aseguradoras
también están reglamentados por la SSN de la misma forma que las reservas mínimas
que deben constituir las aseguradoras y el marco general de las inversiones que deben
mantener.
[109]
La Superintendencia de Seguros determina el régimen de información que las
entidades supervisadas deben remitirle en forma periódica. El plan uniforme de
cuentas, las formas de envío y el procesamiento de la información recibida se han
unificado en un régimen puesto en vigencia a partir del mes de Julio de 2008
denominado SINENSUP. La Superintendencia de Seguros de la Nación tiene a su cargo
la realización de las visitas de inspección a las entidades supervisadas como uno de las
tareas de mayor importancia para verificar el cumplimiento por parte de los
operadores de las disposiciones vigentes.
[110]
asegurados que no fueran resueltos en primera instancia por los Servicios de Atención
al Asegurado de las entidades aseguradoras.
La norma dispone asimismo que la publicidad, promoción y/o difusión de las entidades
de seguros, productores asesores de seguros y agentes institorios efectúen a los
asegurados y usuarios por cualquier medio de comunicación, gráfico, digital, radial o
televisivo, deberá incluir: 1) El servicio telefónico de la Superintendencia de Seguros de
la Nación 4338-4000 o 0-800-666-8400; 2)La página web de este Organismo:
www.ssn.gob.ar y 3) el número de inscripción en el registro correspondiente de la
Superintendencia de Seguros de la Nación. (Las entidades utilizaran su número de
inscripción. Se supone que en el caso de los productores será el número de matrícula y
los agentes institorios su número de inscripción en el RAI).
[111]
VIII. El Código Civil y Comercial y la Actividad Aseguradora
[112]
La generalidad de los autores señala que el resto de los contratos de seguro son
Contratos de Adhesión a Cláusulas Predispuestas. Deberíamos admitir que existen
también un número muy pequeño de contratos paritarios. Seguramente, cuando se
trata de asegurar una central eléctrica o una represa, el asegurado contratante tendrá
suficientes argumentos como para definir los términos del contrato, tal como también
surge del punto 23.5 del Reglamento General de la Actividad Aseguradora.
El nuevo Código dispone que, en los contratos de Adhesión a cláusulas predispuestas,
las mismas deban ser comprensibles y autosuficientes y deberán ser redactadas en
forma clara, completa y legible (cláusulas generales), mientras que aquellas fruto de la
negociación entre las partes (cláusulas particulares) prevalecen sobre las generales.
En cuanto a las cláusulas abusivas, a las que define como las que desnaturalizan las
obligaciones del predisponente, que implican renuncia o restricción al derecho del
adherente o amplían los derechos de quien las redactó, o que por su contenido,
redacción o presentación no son razonablemente previsibles se tendrán por no
escritas. Se consideran violatorias de la libertad de contratar aquellas cláusulas que
subordinan la provisión de productos o servicios a la adquisición simultanea de otros.
Por último, todo lo que se encuentre incluido en la publicidad se considera incluido
dentro del contrato.
Una novedad importante está referida a cuando los contratos se celebran fuera del
establecimiento comercial del proveedor, que en materia de seguros constituyen la
extensa mayoría. Prevé la nueva legislación que el consumidor tiene en estos casos el
derecho del arrepentimiento durante los primeros diez días de celebrado el contrato y
podrá dentro de ese plazo, rescindir, revocar o arrepentirse de dicho contrato sin que
[113]
le genere cargo alguno. Similar criterio prevalece cuando los contratos se celebran a
distancia o con utilización de medios electrónicos.
116. Prescripción
El nuevo Código establece como regla general en su artículo 2560 un plazo de cinco
años para que opere la prescripción, excepto que se disponga uno distinto.
Señala el artículo 1716 “La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento
de una obligación, da lugar a la reparación del daño causado, conforme con las
disposiciones de este Código.” Y que “Cualquier acción u omisión que causa un daño a
otro es antijurídica si no está justificada.” (Art. 1717) señalando a continuación que las
causales de justificación son la legítima defensa, el estado de necesidad, y el ejercicio
regular de un derecho.
[114]
En el artículo 1730 se aclara taxativamente que “Este Código emplea los términos caso
fortuito y fuerza mayor como sinónimos” empleando la siguiente definición: “Se
considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que,
habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime
de responsabilidad, excepto disposición en contrario.”
Las citadas Resoluciones que fueron dictadas con fecha 29 de Julio de 2015 para regir a
partir del 1 de agosto del mismo año, en concordancia con el inicio de vigencia del
nuevo Código, modifican parcialmente las condiciones contractuales de las Coberturas
de Seguro de Vehículos Automotores y/o Remolcados (Res. 39.327) y las
correspondientes al Transporte Público de Pasajeros (Res. 39.328), para adaptarlas a
los “nuevos principios establecidos en el mencionado Código”.
En primer término y con referencia al Artículo 509 del Título III del Código, en lo
concerniente a las Uniones Convivenciales, definidas como… “la unión basada en
relaciones afectivas de carácter singular, pública, estable y permanente entre dos
personas que conviven y comparten un proyecto de vida en común, sean del mismo o
de distinto sexo” las citadas Resoluciones consideran oportuno incorporar al integrante
de la unión convivencial dentro de los terceros que están excluidos de la cobertura de
Responsabilidad Civil, asimilándolos al conyugue de la redacción vigente y por lo tanto
no recibirán indemnización en caso de reclamar al asegurado.
[115]
Por último, teniendo en cuenta las disposiciones del nuevo Código, se procedió a
eliminar la distinción entre Responsabilidad Civil Contractual y Extracontractual.
[116]
Como novedad a tener en cuenta, debe destacarse que si bien la Superintendencia de
Seguros no se expidió al respecto ni elaboró algún texto para cubrir la citada obligación
con fecha 2 de Junio de 2017, El Banco Central de la República Argentina, emitió la
Comunicación A 6250 vinculada al Capitulo “Garantías” de su complejo sistema
regulatorio, incluyendo como requisito para diversas situaciones vinculadas al
financiamiento de bienes inmuebles en el punto 1.2.10.4 la presentación de “Copia de
la póliza del seguro constituido a favor de los adquirentes de las unidades funcionales
proyectadas, cuando corresponda según lo dispuesto por el artículo 2071 del Código
Civil y Comercial de la Nación.”
[117]
122. Seguro Integral de Consorcios
Hasta aquí una apretada síntesis de las disposiciones del nuevo ordenamiento jurídico
que afectan a los contratos de seguro, disposiciones que habrá que tener
particularmente en cuenta en la redacción de todos los planes que se presenten en la
Superintendencia de Seguros para su consideración.
[118]