Economia Arg
Economia Arg
Economia Arg
Algunos de los principales organismos de análisis económico han publicado sus previsiones para 2021.
Frente a la contracción del 11 % del Producto Interior Bruto (PIB) argentino en 2020, BBVA
Research espera un crecimiento del PIB estimado en un 6 % para 2021.
Por su parte, la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas, publicada por el argentino, El
Cronista (EMEC), no es tan optimista y espera un rebote de la actividad económica en torno al 4,6
%. Las previsiones del Gobierno argentino, por su parte, lo sitúan en un 5,5 %. En términos de inflación
ambos institutos estiman una cifra muy alejada del 29 % previsto en los presupuestos por el ministro de
Economía, Martín Guzmán.
La EMEC la sitúa en torno a un 47 % mientras que BBVA trabaja en un escenario central donde la
inflación alcanza el 50 %, en base a los siguientes factores: el actual desequilibrio monetario, una
política monetaria que continuará su signo expansivo y las correcciones parciales de los atrasos
cambiarios y tarifarios acumulados en el año del COVID-19.
En un escenario tan inestable como lo es la economía mundial actual, el rebote final del PIB dependerá
en gran parte de la capacidad de impulsar un ritmo de vacunación que permita alcanzar la segunda
parte del año con un porcentaje elevado de población inmune. Actualmente, Argentina no tiene un
horizonte claro por delante, habiendo vacunado únicamente al 0,6 % de la población y enfrentándose a
problemas de suministro.
Por otra parte, la negociación con el Fondo Monetario Internacional será el otro factor que determine
la recuperación argentina. Cualquier acuerdo con el fondo deberá incluir medidas de consolidación
fiscal, por lo que se espera que el mismo se postergue hasta después de las elecciones legislativas de
octubre.
Argentina: panorama general
Argentina es una de las economías más grandes de América Latina, con un Producto Interno Bruto (PIB) de
aproximadamente US$490 mil millones.
Con abundantes recursos naturales en energía y agricultura, en su territorio de 2,8 millones de kilómetros
cuadrados, el país tiene tierras agrícolas extraordinariamente fértiles, cuenta con importantes reservas de gas y
litio, y tiene un enorme potencial en energías renovables. Argentina es un país líder en producción de alimentos,
con industrias de gran escala en los sectores de agricultura y ganadería vacuna. Asimismo, tiene grandes
oportunidades en algunos subsectores de manufacturas y en el sector de servicios innovadores de alta
tecnología.
La actividad económica se ha recuperado más rápido de lo esperado, con un incremento del 10,3% del PIB en
2021, luego de una caída de 9,9% en 2020 en el marco de la crisis desatada por la COVID-19. A fines de 2021,
la economía superaba en un 5% el nivel de actividad anterior a la pandemia. El déficit fiscal se redujo con
respecto a 2020, principalmente como consecuencia de la reducción del gasto relacionado con la COVID-19 y de
ingresos extraordinarios, como los provenientes del impuesto a las grandes fortunas, así como de una mayor
recaudación proveniente de los derechos de exportación, en un contexto de suba internacional de precios de los
commodities. Sin embargo, la economía sigue mostrando desbalances macroeconómicos. La emisión monetaria
para financiar el déficit fiscal contribuyó a acelerar la tasa de inflación, que a febrero de 2022 se encontraba en
52,3% anual.
Luego de la reestructuración de la deuda privada en 2020, a comienzos de 2022 se alcanzó un acuerdo con el
Fondo Monetario Internacional por un nuevo Programa de Facilidades Extendidas (EFF por sus siglas en inglés).
Con una duración de 30 meses y cuatro años y medio de gracia, este programa permitirá al país posponer sus
vencimientos con el organismo y fortalecer sus reservas en el corto plazo. Dentro de los compromisos asumidos,
se encuentra la consolidación fiscal gradual -alcanzando el equilibrio en 2025- junto con la reducción del
financiamiento monetario del déficit.
El Banco Mundial es un socio estratégico de largo plazo de Argentina. El Marco de Alianza con Argentina del
Grupo Banco Mundial 2019-2022 busca contribuir a reducir la pobreza a través de promover un crecimiento
sostenible e inclusivo.
Las principales áreas de trabajo son:
1. Apoyar la generación de fuentes de financiamiento privado de largo plazo
El Grupo Banco Mundial acompaña la consolidación fiscal y el fortalecimiento de las instituciones de mercado
(como los marcos de competencia, comercio e inversión), el crecimiento impulsado por la productividad y el
aumento de las exportaciones. El desarrollo de un mercado de capitales local naciente y la movilización de
financiamiento para inversiones claves son también prioridades estratégicas, junto al fortalecimiento del sistema
de seguridad social.
2. Mejorar la administración del sector público y la prestación de servicios
La eficiencia de la administración pública es otro de los ejes de acción. Se trabaja en fortalecer la coordinación
interjurisdiccional con el fin de mejorar la provisión de servicios básicos (como agua y saneamiento) Asimismo,
se acompaña al sector de educación, con el foco en mejorar los resultados de aprendizaje en la educación
secundaria y el desarrollo de capacidades orientadas al mercado laboral. En salud, se continúa la
implementación del sistema de cobertura universal en las provincias.
3. Reducir los impactos del cambio climático
Se apoya la transición a una economía baja en carbono, al aumentar la generación de electricidad a partir de
fuentes renovables y promover la adopción de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. A nivel urbano, se
busca aumentar la resiliencia de las ciudades con la incorporación de autobuses eléctricos.
Argentina tiene una cartera activa de 24 proyectos de inversión con créditos comprometidos por un total de
US$7.460 millones de dólares, una garantía por US$466 millones y dos donaciones por un monto de US$10
millones de dólares. La cartera se centra en apoyo a programas de salud, medio ambiente, educación,
infraestructura, mercado laboral y protección social.
Entre 2021 y 2022, el Directorio del Banco Mundial aprobó varios proyectos entre los que se destacan:
Un préstamo por US$250 millones para mejorar la empleabilidad y fortalecer la calidad y disponibilidad de
programas de capacitación con foco en mujeres, jóvenes, hombres mayores de 45 años y algunos grupos
vulnerables.
Un financiamiento por US$45 millones para mejorar la gestión y la resiliencia de los ecosistemas en trece
paisajes terrestres y marinos vulnerables al cambio climático.
Un préstamo por US$400 millones para implementar prácticas climáticamente inteligentes e innovadoras
que mejoren la productividad y la competitividad del sistema agroalimentario de Argentina.
Un préstamo por US$500 millones para fortalecer la lucha contra la pandemia de COVID-19 en
Argentina, a través de la compra de vacunas para más de 30 por ciento de la población, así como
actividades de apoyo a la implementación del plan nacional de vacunación.
Un financiamiento adicional de US$265 millones para el Proyecto de Desarrollo Sustentable de la Cuenca
Matanza Riachuelo, para avanzar en obras de saneamiento cloacal, disminución de la contaminación
industrial y control de inundaciones, con el fin de mejorar la calidad de vida a 4,3 millones de habitantes.
Un préstamo de US$347 millones para mejorar el servicio y la infraestructura de la línea Mitre del
ferrocarril, en la que se trasladan anualmente más de 7 millones de pasajeros.
Un préstamo de US$300 millones para ampliar y mejorar los servicios de agua y saneamiento en el Área
Metropolitana de Buenos Aires, en particular en las áreas más vulnerables.
El Banco Mundial también está llevando a cabo una serie de estudios analíticos para lograr la reducción
sostenida de la pobreza en Argentina. Los informes más recientes se centran en algunos temas como la
agricultura, el medio ambiente, las pensiones, los subsidios y las ciudades, entre otros.
¿Por qué está en crisis la economía de Argentina y cómo se llegó a esta situación?
(CNN Español) -- Para los argentinos es casi como una fiel y muy amarga tradición: el país vive en estos
momentos una nueva crisis en su economía que, sumada a la dura situación política dentro de la coalición que
gobierna desde 2019, está sacudiendo a la sociedad y aumentando las tensiones.
Desde hace semanas, la devaluación del peso argentino frente al dólar en el mercado informal y financiero no ha
parado —el "blue" ya superó los 330 pesos por dólar—, y el riesgo país, un indicador calculado por JP Morgan
que evalúa las posibilidades de recuperar una inversión, llegó el viernes a los 2.935 puntos, según Reuters, el
nivel más alto desde el canje de bonos de 2020. En comparación, el indicador de riesgo país de Uruguay es de
136 puntos y el de Chile, 169.
David Miazzo, economista jefe de Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), dijo en CNN
Radio que "todo arranca con un gran desequilibrio fiscal, que se convierte en un desequilibrio monetario por la
impresión para financiar al déficit. Y después se traslada a un desequilibrio cambiario, porque el gobierno tiene
como objetivo mantener el dólar oficial como un ancla cambiaria y nominal. Y todo esto genera un atraso
profundo del tipo de cambio oficial. Al día de hoy, $130 parece un valor artificial, porque la gente y las empresas
están dispuestas a huir del peso a $330".
"El desequilibrio cambiario tiene varios frentes. Uno donde el peso ya se ha devaluado y el tema es cuánto va a
tardar el gobierno en reconocerlo en el valor del dólar oficial", dijo.
En Argentina, hablar de los valores de los distintos dólares (¿oficial, turista, solidario, blue, MEP?) y del riesgo
país es un deporte tan popular como el fútbol, al igual que discutir si el ministro de Economía de turno podrá con
la situación o no (más que nunca en este momento, luego de que Silvina Batakis se hiciera cargo de la cartera
hace poco tras la renuncia de Martín Guzmán).
“Silvina Batakis no quiere dejar su nombre como alguien que no hizo nada o fue una ingenua en su
gestión”, dijo el analista político político Sergio Berensztein en CNN Radio.
Mientras tanto, la economía del país creció un 10,3% en 2021, pero solo como rebote tras el desplome de 9,9%
registrado en 2020 debido a la pandemia de covid-19, y en el primer trimestre de 2022 el Producto Interno Bruto
creció un 6% en forma interanual y un 1,5% con respecto al anterior trimestre, de acuerdo con el Instituto
Nacional de Estadística y Censo (Indec).
Para este 2022, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyectó en junio un
crecimiento del 3,57% del PBI de Argentina, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipó, en
abril, un 4% de subida. En tanto, un relevamiento de expectativas de mercados publicado en junio por del Banco
Central de la República Argentina (BCRA) ubicó el crecimiento proyectado en 3,2%.
Cualquiera sea el crecimiento económico de este año, se dará en medio de una escalada de precios que aqueja
al país al menos desde hace una década: el Indec reportó en junio una inflación interanual del 64%, y del 36,2%
en lo que va del año. De acuerdo con el relevamiento del BCRA, que se publica mensualmente, se espera que
este año llegue al 76%.
Sumando la creciente devaluación del peso y la alta inflación, Argentina tiene actualmente unos de los salarios
medido en dólares más bajos de la región: un salario mínimo mensual de $45.540 pesos argentinos equivale a
US$ 334 al cambio oficial o US$ 135 al "dólar blue".
Además, la pobreza se mantiene en niveles altos —alcanza al 37,9% de la población—, el desempleo afecta
al 7%, y el gobierno ha impuesto controles a las importaciones por la falta de divisas y a la compra de dólares
para ahorro.
¿Cómo se llegó hasta aquí?
No es la primera crisis económica de Argentina, por supuesto, y en el país aún se recuerdan y discuten
vivamente grandes caídas económicas como la de 2001, cuando el PBI se hundió mientras el desempleo y la
pobreza se disparaban y la gente marchaba en las calles; la de 1989, cuando se produjo una hiperinflación
seguida de saqueos; o la de 1975 conocida como "el Rodrigazo", por las medidas de shock y ajuste del entonces
ministro de Economía Celestino Rodrigo, seguidas por las políticas de la última dictadura militar. Un "medio siglo
entre tormentas" económicas, como señalan los investigadores Pablo Gerchunoff, Daniel Heyman y Aníbal
Jáuregui.
Cuando el actual presidente Alberto Fernández, del peronismo, ganó las elecciones en 2019 y sucedió al
gobierno de Mauricio Macri, la situación económica ya estaba mal: tras caer un 2,6% en 2018, ese año el PBI
volvió a contraerse un 2% antes de la toma de posesión de Fernández en diciembre.
De los cuatro años del mandato de Macri, tres fueron recesivos y solo en 2017 hubo un crecimiento del 2,8% (la
caída en 2016 fue del 2,1%). El líder de Juntos por el Cambio, una coalición de centroderecha, registró también
altos niveles de inflación (53,8% al dejar el gobierno, según el Indec) y pobreza (35,3%), y sobre el final de su
mandato, y, en medio de una fuerte devaluación del peso, acudió al FMI para obtener un enorme paquete de
ayuda, que el actual gobierno de Fernández ha tenido que refinanciar.
Al respecto, el economista Luis Secco dijo a CNN Radio que las chance de que Argentina cumpla con las
condiciones el nuevo acuerdo con el FMI "son reducidas".
“Hoy la inflación muestra que no ha cambiado nada en la economía argentina. Si se cumple todo lo escrito en la
carta intención (con el FMI) debería haber otro aumento tarifario adicional, pero creo que el invierno va a ser muy
duro y los precios de los combustibles van a subir, por lo tanto, vas a tener presiones inflacionarias renovadas".
La situación no era mucho mejor justo antes de la llegada de Macri, y durante el segundo gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner, hoy vicepresidenta, la economía fue dando saltos y caídas: creció en 2013 (2,4%) y
2015 (2,7%), y cayó en 2012 (-1%) y 2014 (-2,5%). Además, dejó una inflación del 26,9%, según datos de la
Dirección General de Estadística y Censo de la Ciudad de Buenos Aires (18,5%, según el Indec de aquel
momento), y una pobreza del 30%, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica
Argentina.