Guia PP 2023

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Guía sobre

participación
pública en la
evaluación
ambiental
2023

IF-2023-140352487-APN-DNEA#MAD

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Cita recomendada:
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la República Argentina (2023). Guía sobre participación
pública en la evaluación ambiental.

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Autoridades

Presidente de la Nación
Alberto Fernández

Vicepresidenta de la Nación
Cristina Fernández de
Kirchner

Jefe de Gabinete de Ministros


Agustín Rossi

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Ministerio de Ambiente
y Desarrollo Sostenible

Ministro de Ambiente
y Desarrollo Sostenible
Juan Cabandié

Jefe de Unidad de Gabinete


de Asesores
Juan Manuel Vallone

Secretaria de Cambio
Climático, Desarrollo
Sostenible e Innovación
Cecilia Nicolini

Directora Nacional de
Evaluación Ambiental
Jessica Motok

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Equipo técnico

Coordinación general
Jessica Motok

Coordinación técnica
Sabrina Grosso

Redacción
Victoria Palmieri
Augusto Mazzucco
Rocío A. Fabris Piñero
Carolina Altieri
Carolina Guerra Navarro
Soledad González Arismendi

Revisión
María Fernanda Ruano

Corrección editorial
Valentina Bona

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Índice

Capítulo 1. Introducción 8
Alcance y destinatarios 9
Capítulo 2. Marco normativo del acceso
a la información y la participación en la evaluación ambiental 11
Marco normativo sobre acceso a la información pública ambiental 13
Marco normativo sobre participación pública en los procesos de toma de
decisiones ambientales 15
Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública
y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina
y el Caribe (Acuerdo de Escazú) 18
Capítulo 3. Procesos participativos en la evaluación ambiental 24
Niveles y alcances de la participación pública 25
Condiciones y buenas prácticas para una participación pública efectiva 26
Participación pública en el marco del procedimiento
de evaluación de impacto ambiental (EIA) 31
Participación pública en el marco de la evaluación ambiental estratégica (EAE) 44
Participación de Pueblos y Comunidades Indígenas 51
Capítulo 4. Metodología para la elaboración de un mapa de actores 57
Metodología para la identificación y mapeo de actores clave 57
Anexo I. Técnicas para fortalecer la participación 64
Anexo II. Documento de divulgación para EIA 74
El documento de divulgación y su relación con el Acuerdo de Escazú 75
Anexo III. Análisis comparativo entre la Ley n.º 25831, la Ley n.º 27275
y el Acuerdo de Escazú 78
Agradecimientos 81
Siglas y acrónimos 82
Bibliografía 83

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Capítulo 1. Introducción
La evaluación ambiental permite incorporar, verificar y gestionar una iniciativa de desarrollo,
considerando los compromisos, objetivos y lineamientos ambientales de una manera
práctica, tangible y territorial. Se implementa a través de un conjunto de herramientas y
procedimientos que son clasificados según su propósito. Estas herramientas permiten la
toma de decisión informada sobre la viabilidad ambiental de proyectos, programas, planes o
políticas.

Dentro de este conjunto se encuentran:

– la evaluación de impacto ambiental (EIA), que permite a la autoridad tomar una


decisión informada respecto de la viabilidad ambiental de un proyecto de obra o
actividad, y

– la evaluación ambiental estratégica (EAE), que facilita la incorporación de aspectos


ambientales al diseño y adopción de políticas, planes y programas gubernamentales
(a escala nacional, regional o sectorial).

Figura 1. Relación y alcances de la EIA y la EAE

Entendiendo que las decisiones gubernamentales tienen incidencia directa en la calidad y


modos de vida de personas y comunidades, toma particular relevancia generar mecanismos
y poner a disposición espacios en los que las ciudadanas y los ciudadanos puedan
involucrarse aportando sus perspectivas, conocimientos y opiniones.

En este marco, la participación pública se entiende como un proceso en busca de que los
intereses, necesidades y preocupaciones prioritarias de la ciudadanía sean considerados
dentro de la toma de decisiones gubernamentales. Así, los procesos participativos son una
doble vía de comunicación y un vehículo que contribuye a democratizar las políticas públicas
y a aumentar su efectividad y eficacia. En particular, en cuestiones ambientales, es el proceso
de diálogo que ocurre entre actores clave del ciclo de un proyecto o de una planificación con
el propósito de mejorar la calidad de las decisiones públicas.

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Asimismo, la participación pública resulta sumamente importante en la prevención de
conflictos socioambientales: algunos proyectos y planificaciones pueden verse afectados por
demandas de comunidades u organizaciones en pos de lograr un reconocimiento efectivo de
las situaciones comunitarias, de una mayor participación en las decisiones que afectan sus
territorios y, a través de ellas, de una distribución equitativa de los impactos adversos y los
beneficios de la iniciativa.

Ahora bien, una participación efectiva, incidente y de calidad solo puede asegurarse cuando
estos mecanismos se dotan de transparencia. El derecho de acceso a la información pública
es una de las bases sobre la que se apoya el ejercicio de la participación: contar con
información permite una mejor comprensión de los problemas y una mayor conciencia sobre
el rol del Estado, derivando en una participación más sólida y acertada de las personas,
grupos y comunidades interesadas. Así, la participación pública y el acceso a la información
pública ambiental constituyen ejes prioritarios en los procedimientos de evaluación
ambiental.

En este sentido, cabe mencionar que la Argentina ratificó en 2021 el Acuerdo Regional sobre
el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos
Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como Acuerdo de Escazú (ver capítulo
2), asumiendo la responsabilidad de trabajar proactivamente, entre otras cosas, en la
promoción de los derechos de acceso a la información pública ambiental y a la participación
pública en la toma de decisiones ambientales. Este compromiso se suma al marco normativo
nacional en la materia que, aunque robusto en líneas generales, en algunos casos no logra
cubrir acabadamente las disposiciones del mencionado acuerdo.

La Guía sobre participación pública en la evaluación ambiental es un esfuerzo del Estado


nacional por sostener los avances realizados en los últimos años a fin de ampliar y
diversificar los mecanismos de participación pública en asuntos ambientales, tal como se
plasma en el compromiso “Participación pública en la toma de decisiones ambientales en el
marco de la implementación del Acuerdo de Escazú en Argentina” incluido en el Quinto Plan
de Acción Nacional de Gobierno Abierto (2022-2024).

Bajo el entendimiento de que aún quedan por delante una serie de desafíos derivados de la
vastedad territorial y la diversidad socioambiental de nuestro país, la guía se propone brindar
orientaciones y herramientas para fortalecer y profundizar progresivamente los procesos
participativos que se dan en el marco de la evaluación ambiental.

Alcance y destinatarios
La publicación de esta guía es parte de un abordaje integral de las herramientas de
evaluación ambiental que se complementa con la Guía para la elaboración de una evaluación
ambiental estratégica publicada en 2019 y aprobada por Resolución SAyDS n.° 337/19, y la
Guía para la elaboración de Estudios de Impacto Ambiental - edición 2023. Además, es parte
de las acciones comprometidas en el Plan Nacional para la Implementación del Acuerdo de
Escazú.

Para su elaboración se tomó como base la Guía para fortalecer la participación pública y la
evaluación de los impactos sociales (SAyDS, 2019). Además, se sistematizaron buenas

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prácticas, considerando bibliografía nacional, regional e internacional, y consultas con
especialistas en la materia. En este sentido, cabe destacar especialmente el proceso de
intercambio técnico que se viene desarrollando desde el año 2021 en el marco de la Red
Latinoamericana de Servicios de Evaluación Ambiental (REDLASEIA), de la cual la Argentina
es parte y ejerce la presidencia pro tempore 2023.

Asimismo, entre el 19 de octubre y el 3 de noviembre de 2023 se llevó a cabo una consulta


pública virtual, mediante la cual se recogieron 123 aportes de la ciudadanía1 sobre las
herramientas y procedimientos de difusión, las instancias de participación pública y la
información disponible para ello en los procedimientos de evaluación ambiental.

Por su parte, los contenidos se estructuran en tres capítulos, en los cuales se desarrollan:

– el estado de situación de las herramientas normativas de acceso a la información, de


participación pública en asuntos ambientales, y de Pueblos y Comunidades
Indígenas;

– los procesos participativos y el acceso a la información en procedimientos de


evaluación ambiental;

– el mapeo de actores como herramienta metodológica y estratégica a la hora de


identificar a las partes interesadas.

Además, se incluyen tres anexos que acercan metodologías y buenas prácticas para
garantizar un adecuado acceso a la información ambiental y un ejercicio participativo de
calidad, así como un análisis comparativo del marco normativo en materia de acceso a la
información pública.

Se trata de una guía de alcance general, por lo que las pautas prácticas sugeridas deben
adaptarse a cada política, plan, programa o proyecto a evaluar, de acuerdo a su escala, marco
normativo aplicable, contexto y complejidad social, económica y cultural.

Sus principales destinatarios son las personas2 proponentes (en los casos de EIA), los
organismos promotores (en caso de EAE), las y los profesionales responsables de la
elaboración de estudios de impacto ambiental (EsIA) y otros documentos técnicos, así como
los organismos de la administración pública nacional, provincial y municipal que intervienen
en evaluaciones ambientales y licenciamiento ambiental de proyectos. Asimismo, puede ser
de utilidad con fines académicos, tanto en espacios de formación de la ciudadanía como en
materia de educación ambiental. Finalmente, y dada la relevancia del acceso público a la
información ambiental y el derecho a participar en procesos de evaluación ambiental, toda
persona (física o jurídica) interesada en la materia es potencial destinatario de esta guía.

1
Participaron 85 personas de las 24 jurisdicciones del país.
2
Refiere de manera amplia a personas físicas o jurídicas, públicas o privadas.

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Capítulo 2. Marco normativo del acceso
a la información y la participación en la
evaluación ambiental
Tal como ya se ha mencionado, la participación pública es un eje fundamental en los
procesos de toma de decisiones ambientales, en general; y en los procedimientos de
evaluación ambiental, en particular. Una participación efectiva, incidente y de calidad sólo
puede asegurarse cuando estos mecanismos se dotan de transparencia. Así, el derecho a la
información pública es una de las bases sobre las que se apoya el ejercicio de la
participación.

Analizar la recepción legal que han tenido el acceso a la información y la participación


pública como derechos y herramientas para enriquecer los procesos de toma de decisiones
implica necesariamente recordar el esquema de reparto de competencias previsto en la
Constitución Nacional (CN) en materia ambiental.

A partir de la reforma de 1994, en su artículo 41, la CN consagra el derecho a un ambiente


sano, y establece el deber de las autoridades de proveer a la protección de este derecho, a la
utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y
cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales. Asimismo,
establece un particular reparto de competencias concurrentes entre la Nación y las
jurisdicciones locales en materia ambiental.

De la interpretación armoniosa de los artículos 41, 121 y 124 de la CN, surge este reparto y
se establecen nuevas relaciones enmarcadas en el federalismo de concertación, en el que
las autoridades políticas nacionales y jurisdicciones locales deben conjugar intereses para
potenciar el cumplimiento del texto constitucional y legal, sin vaciar de contenido el modelo
federal del Estado.

Así, el marco jurídico está compuesto por normas federales válidas para todos los niveles de
gobierno, y normas locales con validez en el territorio de la jurisdicción que las dictó. Tal es el
caso de las normas de presupuestos mínimos de protección ambiental dictadas por la
Nación y las normas necesarias para complementarlas, a cargo de las jurisdicciones locales.

Las leyes de presupuestos mínimos de protección ambiental conceden una tutela ambiental
uniforme y básica aplicable en todo el territorio nacional, sin requerir adhesión expresa de las
jurisdicciones locales. Resultan obligatorias y rigen en todo el territorio de la Nación, por lo
que los distintos niveles de gobierno deben integrar en todas sus decisiones y actividades,
previsiones de carácter ambiental tendientes a asegurar el cumplimiento de los principios
enunciados en las leyes y la CN.

Además, la Nación puede establecer regulaciones en casos particulares, tales como lugares
sometidos a jurisdicción nacional, casos de carácter interjurisdiccional o cuestiones
sectoriales. También posee competencias de naturaleza ambiental en el dictado de los
códigos de fondo y le corresponde el manejo de las relaciones exteriores.

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La Ley n.º 25675 “Ley General del Ambiente” (LGA), considerada ley marco en materia
ambiental, consolida lo dispuesto por el artículo 41 de la CN; articula todo el sistema
regulatorio de presupuestos mínimos de protección ambiental y normas ambientales;
referencia la interpretación y aplicación de las leyes de presupuestos mínimos sectoriales y
establece los objetivos, principios e instrumentos de la política y la gestión ambiental. La LGA
incorpora el procedimiento de EIA como uno de los instrumentos de política y gestión
ambiental (artículo 8) y dispone que toda obra o actividad que, en el territorio de la Nación,
sea susceptible de degradar el ambiente o alguno de sus componentes, o afecte la calidad de
vida de la población en forma significativa, estará sujeta a un procedimiento de evaluación de
impacto ambiental, previo a su ejecución (artículo 11).

Asimismo, a nivel nacional existen leyes sectoriales que refuerzan el marco regulatorio de la
evaluación ambiental, como por ejemplo la Ley n.º 23879 de Obras Hidráulicas, la Ley n.º
26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, la Ley n.º
26639 de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente
Periglacial, la Ley n.º 27520 de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio
Climático Global, entre otras.

A nivel subnacional, cada jurisdicción tiene la potestad de evaluar el impacto de los proyectos
sobre su territorio, contando todas ellas con normas específicas en la materia.

Finalmente, el desarrollo del marco normativo para la EAE es aún incipiente en la Argentina;
sin embargo, se han logrado avances significativos en la implementación de esta herramienta
de gestión ambiental. A nivel nacional se encuentra vigente la Res. n.º 434/2019, que
establece el procedimiento para la aplicación voluntaria de la EAE a políticas, planes y
programas que se desarrollen en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional (PEN). Asimismo, al
momento de la publicación de esta guía, se encuentra en marcha la realización de la primera
EAE correspondiente a la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del
Hidrógeno.

A todo lo antedicho se suman los convenios internacionales ratificados por el país, algunos
de los cuales contienen disposiciones relativas a la materia ambiental, los que podrán tener
jerarquía constitucional o supralegal según el caso. Tal es el caso, por ejemplo, del Acuerdo
Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia
en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe (Acuerdo de Escazú), aprobado por
Ley n.º 27566, el cual tiene jerarquía superior a las leyes vigentes en la materia, por lo que
corresponde que la normativa se adecúe a sus disposiciones.

Para más información sobre el marco normativo y el estado de la evaluación ambiental en


nuestro país, se sugiere consultar el Diagnóstico del estado de situación de la evaluación
ambiental. Asimismo, se encuentra disponible información sobre el ejercicio de los derechos
de acceso a la información y a la participación pública en la web del Acuerdo de Escazú,
sección Derechos de acceso por provincia.

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Marco normativo sobre acceso a la información pública
ambiental
En el marco de lo previsto por la normativa ambiental y la jurisprudencia nacional e
internacional, acceder a información apropiada es un requisito indispensable para que las
personas intervengan responsable y efectivamente en las decisiones públicas que se ponen a
consideración. Esto se da especialmente en las evaluaciones ambientales de proyectos o
planificaciones en las que está presente una diversidad de información técnica, social,
cultural, económica y ambiental que debe ser comprendida por las personas y grupos
potencialmente afectados o interesados. Sólo contando con información clara y oportuna, las
personas pueden realizar intervenciones fundamentadas, participar activamente en la toma
de decisiones y eventualmente ejercer el derecho de acceso a la justicia.

Desde el año 1994, la Constitución Nacional ha acogido el acceso a la información ambiental


como uno de los pilares de la gobernanza ambiental (artículo 41). Este proceso continuó su
desarrollo normativo en el año 2002 con la sanción de la Ley General del Ambiente, que
establece como uno de los objetivos de la política nacional el de “organizar e integrar la
información ambiental y asegurar el libre acceso de la población a la misma" (artículo 2).
Asimismo, en sus artículos 16, 17 y 18, la LGA establece disposiciones específicas en materia
de información ambiental, explicitando el deber de las autoridades del estado de promover la
información pública ambiental. En resumen, reconoce:

– El sistema de diagnóstico e información ambiental como uno de los instrumentos de


política ambiental nacional.

– Que todo habitante tiene derecho de acceso a la información y puede obtener de las
autoridades la información ambiental que administren y que no se encuentre
contemplada legalmente como reservada.

– La obligación de la autoridad de aplicación de desarrollar un sistema nacional


integrado de información que administre datos significativos y relevantes del
ambiente, considerando generar, sistematizar y almacenar información específica
para facilitar su acceso.

– Que las personas físicas y jurídicas, públicas o privadas, deberán proporcionar la


información que esté relacionada con la calidad ambiental y referida a las
actividades que desarrollan.

– El deber del Poder Ejecutivo de informar regularmente sobre el estado del ambiente y
los posibles efectos que pueden provocar las actividades antrópicas.

A nivel nacional, en 2003 se dictó el Decreto n.º 1172 (modificado luego por el Decreto n.º
899/17) que aprobó el "Reglamento General del Acceso a la Información Pública para el
Poder Ejecutivo Nacional".

Posteriormente, en 2004, se sancionó la Ley n.º 25831 de “Régimen de Libre Acceso a la


Información Pública Ambiental” que establece los presupuestos mínimos de protección
ambiental para garantizar el derecho de acceso a la información ambiental que se encuentre

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en poder del Estado, tanto en el ámbito nacional como provincial, municipal y de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, como así también de entes autárquicos y empresas prestadoras
de servicios públicos, sean públicas, privadas o mixtas.

Esta ley, obligatoria en todo el territorio de la república y aplicable a todos los niveles de
gobierno, define a la información ambiental como:

Toda aquella información en cualquier forma de expresión o soporte relacionada con


el ambiente, los recursos naturales o culturales y el desarrollo sustentable. En
particular: (a) el estado del ambiente o alguno de sus componentes naturales o
culturales, incluidas sus interacciones recíprocas, así como las actividades y obras
que los afecten o puedan afectarlos significativamente; (b) las políticas, planes,
programas y acciones referidas a la gestión del ambiente (artículo 2).

En el artículo 3° se garantiza el acceso a la información ambiental con carácter “libre y


gratuito”, en todo el país, sin necesidad de “acreditar razones ni interés determinado”,
estableciendo asimismo un régimen de excepciones, plazos de respuesta y sanciones en
caso de incumplimiento.

Luego, en el año 2016 se dictó la Ley n.º 27275 que estableció el “Régimen de Acceso a la
Información Pública” en poder de una diversidad de sujetos obligados3 que incluyen la
Administración Pública Nacional, entes descentralizados, el Poder Judicial, el Poder
Legislativo, sociedades del Estado o con participación estatal, entes interestaduales, sistema
bancario oficial, entes públicos no estatales, Universidades nacionales, organizaciones que
hayan recibido fondos públicos, entre otros. Esta norma, al no poseer carácter de
presupuesto mínimo de protección ambiental, se aplica únicamente en el ámbito nacional,
pudiendo las provincias adherir a la misma. En ese entendimiento, en el ámbito nacional, esta
norma se complementa con la Ley n.º 25831.

La Ley n.º 27275 tiene por objeto la promoción de la participación ciudadana y la


transparencia de la gestión pública. Además, incorpora nuevos principios4 que guían la
interpretación normativa y las solicitudes de información, amplía las acciones que involucran
el ejercicio del derecho y los sujetos obligados a brindar información, establece plazos de
cumplimiento más exigentes y una estructura institucional que garantiza capacidades
técnicas para responder a las solicitudes y velar por los principios de la ley. También
introduce el concepto de transparencia activa como el deber que tienen las autoridades de
facilitar la búsqueda y acceso a la información pública de manera clara y entendible, a través
de sus páginas oficiales de internet.

Finalmente, la Ley n.º 27275 crea la Agencia de Acceso a la Información Pública como ente
autárquico que funciona con autonomía funcional en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional.

3
https://www.argentina.gob.ar/aaip/transparenciayparticipacion/sujetos-obligados
4
La Ley n.° 27275 contiene 15 principios que deben guiar a la interpretación de la norma y de los casos
concretos: (a) Presunción de publicidad, (b) Transparencia y máxima divulgación, (c) Informalismo, (d)
Máximo acceso, (e) Apertura (formatos abiertos), (f) Disociación, (g) No discriminación, (h) Máxima
premura, (i) Gratuidad, (j). Control, (k) Responsabilidad, (l) Alcance limitado de las excepciones, (m) In
dubio pro petitor, (n) Facilitación, (ñ) Buena fe.

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Marco normativo sobre participación pública en los
procesos de toma de decisiones ambientales
La participación pública es un componente transversal dentro del procedimiento de EIA que
incluye la realización de una instancia obligatoria de consulta o audiencia pública, convocada
por la autoridad ambiental en forma previa a la toma de decisión sobre la viabilidad ambiental
o no de un proyecto.

Además, como derecho y como instrumento, contribuye con los marcos de transparencia en
la gestión pública y en la prevención de los conflictos socioambientales que pudieran
generarse por falta de acceso o ausencia de los canales adecuados y oportunos para
manifestar las perspectivas de las personas, grupos y comunidades.

El derecho a la participación pública ha sido reconocido expresamente en nuestro


ordenamiento jurídico a través de la incorporación de determinados tratados internacionales
de derechos humanos con jerarquía constitucional consagrados en el artículo 75, inciso 22
de la carta magna. En ese mismo orden de ideas, en la Constitución Nacional sí se han
previsto algunos mecanismos de democracia participativa, tales como la iniciativa popular
para presentar proyectos de ley (artículo 39) y la consulta popular (artículo 40), si bien
carecen de una mirada específicamente de naturaleza ambiental.

Asimismo, aún cuando en la Argentina no existe una ley de presupuestos mínimos específica
en materia de participación pública, la Ley General del Ambiente contiene algunas
disposiciones claras al respecto. En sus artículos 2 y 19, define como uno de los objetivos de
la política ambiental el de “fomentar la participación social en los procesos de toma de
decisión”, y “el derecho de toda persona a opinar en procedimientos administrativos que se
relacionen con la preservación y protección del ambiente”.

Dicha norma establece, además, que las autoridades tienen el deber de garantizar las
instancias de participación como parte de los procedimientos de EIA, indicando que “la
participación ciudadana deberá asegurarse, principalmente, en los procedimientos de
evaluación de impacto ambiental y en los planes y programas de ordenamiento ambiental del
territorio, en particular, en las etapas de planificación y evaluación de resultados” (artículo
21).

De una manera también general, el artículo 20 dispone que “las autoridades deberán
institucionalizar procedimientos de consultas o audiencias públicas como instancias
obligatorias para la autorización de aquellas actividades que puedan generar efectos
negativos y significativos sobre el ambiente”. Al respecto, afirma que la opinión u objeción de
los participantes no será vinculante para las autoridades.

En ese sentido, pueden destacarse dos aspectos claves de la LGA:

– la participación como una instancia previa y obligatoria a la autorización de


actividades que puedan causar impactos significativos sobre el ambiente, haciendo
mención especial de los procedimientos de evaluación de impacto ambiental.

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– la presentación de un esquema amplio para la participación pública que permite
recurrir a la celebración de instancias de consulta o de audiencia pública según
resulte más adecuado al procedimiento y proyecto en curso.

En cuanto a normas de presupuestos mínimos sectoriales, cabe mencionar la Ley n.º 25916
de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Gestión Integral de Residuos
Domiciliarios; la Ley n.º 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los
Bosques Nativos; la Ley n.º 26639 de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los
Glaciares y del Ambiente Periglacial; la Ley n.º 27520 de Presupuestos Mínimos de
Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global; y la Ley n.º 27621 para la
Implementación de la Educación Ambiental Integral.

En el ámbito nacional, el Decreto n.º 1172/03 aprueba el “Reglamento General de Audiencias


Públicas”, aplicable a organismos, entidades, empresas, sociedades y todo ente que funcione
en la jurisdicción del Poder Ejecutivo Nacional. El reglamento describe en forma detallada los
principios, condiciones y etapas que deben guiar las audiencias, y establece la estructura
institucional y de roles a fin de garantizar la participación, previendo incluso un órgano con
capacidades técnicas para asistir al proceso.

Allí se define a la audiencia pública como la instancia de participación en el proceso de toma


de decisión, en la cual la autoridad convocante5 habilita un espacio institucional para que
toda persona que pueda verse afectada o tenga un interés particular o general, exprese su
opinión. La finalidad de la audiencia pública es permitir y promover una efectiva participación
ciudadana y confrontar de forma transparente y pública las distintas opiniones, propuestas,
experiencias, conocimientos e informaciones existentes sobre las cuestiones puestas en
consulta (artículo 4). En este marco, el procedimiento de audiencia pública debe garantizar el
respeto de los principios de igualdad, publicidad, oralidad, informalidad y gratuidad y es de
carácter no vinculante (artículos 5 y 6).

En materia específica de procedimientos de evaluación ambiental en el ámbito nacional, es


posible mencionar las Resoluciones Conjuntas 1 y 3 del año 2019.

La Resolución Conjunta n.º 3/19 de la Secretaría de Gobierno de Energía y la Secretaría de


Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable aprueba los procedimientos de evaluación de
impacto ambiental de los proyectos de obras o actividades de exploración y explotación
hidrocarburífera; incluyendo abandono de pozos e instalaciones, a realizarse en los permisos
de reconocimiento superficial, permisos de exploración, o concesiones de explotación de
hidrocarburos, en el ámbito territorial ubicado a partir de las doce millas marinas medidas
desde las líneas de base establecidas por la Ley n.º 239686.

Esta resolución establece que el procedimiento de EIA deberá incluir instancias de


participación pública conforme la LGA. En el mismo sentido, estatuye (anexo I) que las
instancias participativas se implementarán a través de procedimientos de consulta o
audiencia pública, de acuerdo a los principios de claridad, transparencia, accesibilidad y

5
El artículo 7° del Decreto n.º 1172/2003 afirma sobre la autoridad convocante: "El área a cargo de las
decisiones relativas al objeto de la Audiencia Pública es la Autoridad Convocante. La máxima autoridad de
dicha área convoca mediante acto administrativo expreso y preside la Audiencia Pública, pudiendo
delegar tal responsabilidad en un funcionario competente en razón del objeto de la misma."
6
Ley de Espacios Marítimos. Fija las Líneas de Base de la República Argentina.

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gratuidad, cuyo costo estará a cargo de la persona proponente del proyecto. También indica
que las audiencias públicas se realizarán bajo lo establecido en el Decreto n.º 1172/03, su
modificatorio n.º 79/17 y normativa complementaria. Y, para los casos de realización de
consultas públicas, señala que deberán instrumentarse a través de la Plataforma de Consulta
Pública desarrollada por la Secretaría de Gobierno de Modernización o la plataforma oficial
que en el futuro la reemplace.

Este mismo requisito se encuentra presente en la Resolución Conjunta n.º 1/19 del Ministerio
de Transporte y la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable, que aprueba
los procedimientos de evaluación de impacto ambiental de los proyectos de obras o
actividades a emplazarse en el Puerto de Buenos Aires.

La concepción y el ejercicio de la participación pública han transitado un proceso de


evolución sustancial desde la sanción del Decreto n.° 1172/03 a la actualidad, lo que hace
que algunas de sus disposiciones interpongan ciertos condicionamientos a la meta de
alcanzar una participación de calidad. De acuerdo a esta norma (artículo 36), al cierre de la
audiencia debe realizarse un informe que contenga solamente un resumen sumario de lo
ocurrido, evitando incorporar apreciaciones de valor sobre las presentaciones realizadas (es
decir, respuestas a lo expresado por las y los participantes durante la audiencia). La
fundamentación, observaciones y respuestas pueden ser incorporadas recién en la instancia
de resolución (artículo 38), donde la autoridad evaluadora puede volcar estas respuesta o
consideraciones. Es por ello que se resalta la necesidad de adecuar en el tiempo las
normativas que regulan los procesos participativos.

Por otra parte, para el caso de la evaluación ambiental estratégica, la Resolución n.º 434/19
de la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sostenible, menciona que los
procedimientos deberán incluir instancias de participación pública, que se realizarán a través
de los medios apropiados (escritos, electrónicos u orales), así como de los métodos
tradicionales en forma efectiva y rápida. La misma norma deja en claro que la participación
pública deberá ser informada, representativa y documentada, debiéndose prever la
participación pública temprana y que las opiniones u objeciones de los participantes serán
debida y oportunamente consideradas.

Marco normativo de la participación de Pueblos y Comunidades


Indígenas

El Estado argentino incorporó los derechos de Pueblos Indígenas y, particularmente, su


participación en los procesos de toma de decisiones que afectan a sus territorios y
condiciones de vida, en un conjunto de normas que parten de la base establecida en la CN.

El artículo 75 de la Constitución Nacional atribuye al Congreso de la Nación la facultad de:

– reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos [...]


reconocer la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad
comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan [...] y asegurar su
participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses
que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.

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– otorgar jerarquía constitucional a declaraciones y tratados internacionales sobre
derechos humanos.

– brindar jerarquía supralegal a otros convenios internacionales ratificados por el


Congreso con mayoría especial.

En ese marco, se destaca el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países
Independientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aprobado en nuestro país
por Ley n.º 24071, que define el derecho a la consulta previa, libre e informada (ver capítulo 3)
y del cual surge que es responsabilidad de los Estados:

– consultar a los Pueblos interesados, a través de sus instituciones representativas,


cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas que puedan
afectarlos directamente. Para ello, se deben tomar en cuenta las organizaciones
propias de los Pueblos, más allá de la existencia de personería jurídica que en
algunas ocasiones puede no estar otorgada, y tal situación no podría obstruir el
acceso al derecho a la consulta previa. El criterio de representatividad debe
entenderse de forma flexible.

– asegurar que las consultas se lleven a cabo de buena fe y con procedimientos


apropiados a las circunstancias. Es decir, con mecanismos culturalmente adecuados,
con acceso a la información, asegurando la comprensión de los riesgos y posibles
impactos que las medidas o proyectos pudiesen acarrear en las Comunidades.
También bajo el principio de igualdad, los Pueblos deben poder participar en la
misma medida que otros sectores sociales.

– garantizar el derecho de los Pueblos a decidir sus propias prioridades en lo que atañe
al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias,
instituciones y bienestar espiritual, y a las tierras que ocupan o utilizan. Este derecho
debe garantizarse más allá del derecho de consulta.

Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la


Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos
Ambientales en América Latina y el Caribe (Acuerdo de
Escazú)
La Ley n.º 27566, sancionada en 2020, aprueba el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la
Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en
América Latina y el Caribe, conocido como Acuerdo de Escazú.

Es el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe y el primero en el


mundo en contener disposiciones específicas sobre personas defensoras de derechos
humanos en asuntos ambientales. En vigor desde abril de 2021, tiene como objetivo
garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos
de acceso a la información ambiental, la participación pública en los procesos de toma de
decisiones ambientales, y el acceso a la justicia en asuntos ambientales.

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Conforme lo previsto por la CN (artículo 72), los tratados internacionales aprobados por la
República Argentina poseen rango supralegal, es decir, aplican en todo el territorio nacional y
su jerarquía es superior a las leyes, incluyendo la normativa provincial.

Si bien la Argentina cuenta con un robusto marco normativo en materia de derechos de


acceso en asuntos ambientales, aún resta avanzar en una implementación efectiva del
mismo. Además, el Acuerdo de Escazú unifica y eleva los estándares del ejercicio de la
democracia ambiental en la región, poniendo en cabeza de los Estados una serie de
compromisos y obligaciones superadores de las prácticas existentes.

A continuación, se presenta un resumen de los artículos 5, 6 (acceso a la información pública


ambiental) y 7 (participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales) del
acuerdo:

Artículo 5: Acceso a la información ambiental

Cada Parte deberá garantizar el derecho a acceder a la información que está en su poder,
bajo su control o custodia.
Derecho del Contenido:
Público de acceder - Solicitar y recibir información de las autoridades (sin mención de interés)
a la información - Ser informado de forma expedita sobre si la información obra o no en poder de la
ambiental autoridad competente que recibe solicitud.
- Ser informado sobre el derecho a impugnar y recurrir la no entrega de la
información y de los requisitos para ejercer este derecho.

Cada parte facilitará el acceso a la información ambiental de las personas o grupos en


Facilitación de la
situación de vulnerabilidad, estableciendo procedimientos de atención.
información a
Cada parte garantizará que las personas o grupos vulnerables reciban asistencia para
grupos vulnerables
formular sus peticiones y obtener respuestas.

Cuando la información solicitada o parte de ella no se entregue al solicitante por estar en


el régimen de excepciones establecido en la legislación nacional, la autoridad
competente deberá comunicar por escrito la denegación, incluyendo las disposiciones
jurídicas y las razones que en cada caso
justifiquen esta decisión, e informar al solicitante de su derecho de impugnarla y
recurrirla.

El acceso a la información podrá denegarse de conformidad con la legislación


nacional.En los casos en que una Parte no posea un régimen de excepciones establecido
en la legislación nacional, podrá aplicar las siguientes excepciones:
Denegación del A. cuando hacer pública la información pueda poner en riesgo la vida, seguridad o
acceso a la salud de una persona física;
información B. cuando hacer pública la información afecte negativamente la seguridad nacional,
ambiental la seguridad pública o la defensa nacional;
C. cuando hacer pública la información afecte negativamente la protección del
medio ambiente, incluyendo cualquier especie amenazada o en peligro de
extinción; o
D. cuando hacer pública la información genere un riesgo claro, probable y
específico de un daño significativo a la ejecución de la ley, o a la prevención,
investigación y persecución de delitos.
Se tendrán en cuenta obligaciones en materia de derechos humanos.
Cada Parte alentará la adopción de regímenes de excepciones que favorezcan el
derecho de acceso a la información.

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Los motivos de denegación deberán estar establecidos legalmente con anterioridad y
estar claramente definidos y reglamentados, tomando en cuenta el interés público, y, por
lo tanto, serán de interpretación restrictiva.
La carga de la prueba recaerá en la autoridad competente.

Cuando aplique la prueba de interés público, la autoridad competente ponderará el


interés de retener la información y el beneficio público resultante de hacerla pública,
sobre la base de elementos de idoneidad, necesidad y proporcionalidad.

Cuando la información contenida en un documento no esté exenta en su totalidad la


información no exenta deberá entregarse al solicitante.

Formato requerido por el solicitante, siempre que esté disponible.


Si no está disponible en ese formato, se entregará en el formato disponible.

Las autoridades competentes deberán responder a una solicitud de información


ambiental con la máxima celeridad posible, en un plazo no superior a 30 días hábiles
contados a partir de la fecha de recepción de la misma, o en un plazo menor si así lo
previera expresamente la normativa interna.

Cuando, en circunstancias excepcionales y de conformidad con la legislación nacional, la


autoridad competente necesite más tiempo para responder a la solicitud, deberá notificar
al solicitante por escrito de la justificación de la extensión antes del vencimiento del
plazo establecido en el párrafo 12
del presente artículo. Dicha extensión no deberá exceder de diez días hábiles.
Condiciones para
Cuando la autoridad competente que recibe la solicitud no posea la información
la entrega
requerida, deberá comunicarlo al solicitante con la máxima celeridad posible, incluyendo,
en caso de poderlo determinar, la autoridad que pudiera tener dicha información. La
solicitud deberá ser remitida a la autoridad que posea la información solicitada, y el
solicitante deberá ser informado de ello.

Cuando la información solicitada no exista o no haya sido aún generada, se deberá


informar fundadamente de esta situación al solicitante en los plazos previstos

La información ambiental deberá entregarse sin costo, siempre y cuando no se requiera


su reproducción o envío. Los costos de reproducción y envío se aplicarán de acuerdo con
los procedimientos establecidos por la autoridad competente.
Estos costos deberán ser razonables y darse a conocer por anticipado, y su pago podrá
exceptuarse en el caso que se considere que el solicitante se encuentra en situación de
vulnerabilidad o en circunstancias especiales que justifiquen dicha exención.

Cada Parte establecerá o designará uno o más órganos o instituciones imparciales y con
autonomía e independencia, con el objeto de promover la transparencia en el acceso a la
Mecanismos de información ambiental, fiscalizar el cumplimiento de las normas, así como vigilar, evaluar
revisión y garantizar el derecho
independientes de acceso a la información. Cada Parte podrá incluir o fortalecer, según corresponda, las
potestades sancionatorias de los órganos o instituciones mencionados en el marco de
sus competencias.

Artículo 6: Generación y divulgación de información ambiental

Cada Parte garantizará, en la medida de los recursos disponibles, que las autoridades
Divulgación y
competentes generen, recopilen y pongan a disposición del público y difundan la
generación de
información ambiental de manera sistemática, proactiva, oportuna, regular, accesible y
información
comprensible.
ambiental
Cada Parte deberá alentar la descentralización de la información.

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Cada Parte deberá fortalecer la coordinación entre las diferentes autoridades del Estado.

Formatos Disponibilidad de la información en formatos accesibles


accesibles No restricción al uso y reproducción

Sistemas de
información Organizados, actualizados, accesibles para todas las personas y disponibles en forma
ambiental progresiva por medios informáticos y georreferenciados (cuando corresponda)
actualizados

Cada Parte tomará medidas para establecer un registro de emisiones y transferencia de


Registro de contaminantes al aire, suelo y subsuelo y de materiales y residuos bajo su jurisdicción.
emisiones - Implementación progresiva
- Actualizado de forma permanente.

Cada Parte garantizará, en caso de amenaza inminente a la salud pública o al ambiente,


Casos de amenaza que la autoridad competente divulgará de forma inmediata y por los medios más
a la salud pública o efectivos la información relevante y que permita al público tomar medidas para prevenir o
al ambiente limitar daños.
Sistema de alerta temprana

Cada Parte procurará que las autoridades divulguen información ambiental en los
Divulgación para
idiomas usados en el país y elaboren formatos alternativos comprensibles para grupos
grupos vulnerables
vulnerables por medio de canales de comunicación adecuados.

Cada Parte hará sus mejores esfuerzos para publicar y difundir en intervalos regulares
que no superen los 5 años, un informe nacional sobre el estado del ambiente.
Informe nacional
- Redacción de fácil comprensión
sobre el estado del
- Accesibles en diferentes formatos
ambiente
- Difundidos a través de medios apropiados, considerando realidades culturales
- Podrán invitar al público a realizar aportes

Alentar la realización de evaluaciones independientes de desempeño ambiental que


Evaluaciones tengan en cuenta criterios y guías acordados nacional o internacionalmente e
independientes de indicadores comunes, con miras a evaluar la eficacia, la efectividad y el progreso de sus
desempeño políticas nacionales ambientales en el cumplimiento de sus compromisos nacionales e
ambiental internacionales.
Las evaluaciones deben contemplar la participación de los distintos actores.

Información en
contratos, Promover el acceso a la información en contratos, concesiones, autorizaciones o
concesiones, convenios o autorizaciones que se hayan otorgado y que involucren el uso de bienes,
autorizaciones o servicios o recursos públicos.
convenios

Derechos de Asegurar que los consumidores y usuarios cuenten con información oficial, pertinente y
consumidores y clara sobre las cualidades ambientales de los bienes y servicios y sus efectos en la salud,
usuarios favoreciendo factores de consumo y producción sostenibles.

Sistemas de
gestión de Establecer y actualizar sistemas de archivo y gestión de documental ambiental,
documental procurando facilitar el acceso a la información.
ambiental

Adoptar medidas necesarias para promover el acceso a la información ambiental que


Información en
esté en manos de privados, en particular relativa a sus operaciones y los posibles riesgos
manos de privados
y efectos sobre la salud humana y el ambiente.

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Informes de
Incentivar, de acuerdo con sus capacidades, la elaboración de informes de sostenibilidad
sostenibilidad de
de empresas públicas y privadas que reflejen desempeño ambiental y social.
empresas públicas
y privadas

Artículo 7: Participación pública para toma de decisiones ambientales

Obligación de implementar una participación abierta e inclusiva, sobre la base de marcos


normativos interno e internacional.
Alcance:
- procesos de tomas de decisiones, revisiones, reexaminaciones o actualizaciones
relativos a proyectos y actividades
- otros procesos de autorizaciones ambientales que puedan tener un impacto
Derecho de
significativo sobre el ambiente y cuando puedan afectar la salud
participación
- procesos relativos a asuntos ambientales de interés público (ej: ordenamiento
del territorio, elaboración de políticas, estrategias, planes, programas, normas y
reglamentos, que puedan tener significativo impacto ambiental).
Obligación de adoptar medidas para asegurar participación desde etapas iniciales del
procedimiento.
Incluye la oportunidad de presentar observaciones por medios apropiados y disponibles.

Obligación de proporcionar al público de manera clara, oportuna y comprensible la


información necesaria para hacer efectivo el derecho de participación.

Plazo razonable para informar al público y que éste participe efectivamente.

La información debe brindarse a través de medios apropiados: medios escritos,


electrónicos u orales, y métodos tradicionales.

Tipo de información que se debe proporcionar:


1. Tipo o naturaleza de la decisión y, cuando corresponda, en lenguaje no técnico
2. Autoridad responsable de la decisión y otras autoridades e instituciones involucradas.
3. Procedimiento previsto para la participación:
- Fecha de comienzo
- Fecha de finalización
- Mecanismos de participación previstos
- Lugar (si hay)
Derecho de acceso - Fecha de consulta/audiencia
a la información - Autoridades a las cuales se le puede requerir mayor información y
procedimientos para solicitarla
4. Información que se debe difundir de manera gratuita:
A. la descripción del área de influencia y de las características físicas y técnicas del
proyecto o actividad propuesto;
B. la descripción de los impactos ambientales del proyecto o actividad y, según
corresponda, el impacto ambiental acumulativo;
C. la descripción de las medidas previstas con relación a dichos impactos;
D. un resumen de los puntos a), b) y c) del presente párrafo en lenguaje no técnico y
comprensible;
E. los informes y dictámenes públicos de los organismos involucrados dirigidos a la
autoridad pública vinculados al proyecto o actividad de que se trate;
F. la descripción de las tecnologías disponibles para ser utilizadas y de los lugares
alternativos para realizar el proyecto o actividad sujeto a las evaluaciones,
cuando la información esté disponible; y
G. las acciones de monitoreo de la implementación y de los resultados de las
medidas del estudio de impacto ambiental.

Público Cada Parte realizará esfuerzos para identificar al público directamente afectado por los

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directamente proyectos y actividades que puedan tener impacto significativo en el ambiente.
afectado Cada Parte promoverá acciones específicas para facilitar su participación.

Antes de la adopción de la decisión, la autoridad pública que corresponda tomará


debidamente en cuenta el resultado del proceso de participación.
Cada Parte velará por que, una vez adoptada la decisión, el público sea oportunamente
informado de ella y de los motivos y fundamentos que la sustentan, así como del modo
en que se tuvieron en cuenta sus observaciones. La decisión y sus antecedentes serán
Información sobre públicos y accesibles.
la decisión La difusión de las decisiones que resultan de las evaluaciones de impacto ambiental y de
otros procesos de toma de decisiones ambientales que involucran la participación
pública deberá realizarse a través de medios apropiados, que podrán incluir los medios
escritos, electrónicos u orales, así como los métodos tradicionales, de forma efectiva y
rápida. La información difundida deberá incluir el procedimiento previsto que permita al
público ejercer las acciones administrativas y judiciales pertinentes.

Adecuación a las características sociales, económicas, culturales, geográficas y de


género del público.
Adecuación del
procedimiento
Cuando el público directamente afectado hable mayoritariamente idiomas distintos a los
oficiales, la autoridad pública velará por que se facilite su comprensión y participación

Participación del Cada Parte promoverá, según corresponda y de acuerdo con la legislación nacional, la
público en participación del público en foros y negociaciones internacionales en materia ambiental
foros y o con incidencia ambiental, de acuerdo con las reglas
negociaciones de procedimiento que para dicha participación prevea cada foro.
internacionales en Asimismo, se promoverá, según corresponda, la participación del público en instancias
materia ambiental nacionales para tratar asuntos de foros internacionales ambientales.

Cada Parte alentará el establecimiento de espacios apropiados de consulta en asuntos


Promoción de ambientales o el uso de los ya existentes, en los que puedan participar distintos grupos y
espacios de sectores.
consulta Cada Parte promoverá la valoración del conocimiento local, el diálogo y la interacción de
las diferentes visiones y saberes, cuando corresponda.

Obligación de realizar esfuerzos para identificar y apoyar a las personas o grupos en


situación de vulnerabilidad para involucrarlos de manera activa, oportuna y efectiva en
los mecanismos de participación. Para esto, se considerarán medios y formatos
Grupos en
adecuados a fin de eliminar las barreras de la participación.
situación de
vulnerabilidad
Cada Parte garantizará el respeto de su legislación nacional y de sus
obligaciones internacionales relativas a los derechos de los pueblos indígenas y
comunidades locales.

Tabla 1. Resumen de los artículos 5, 6 y 7 del Acuerdo de Escazú.

Para un análisis más profundo del marco normativo en materia de acceso a la información
pública ambiental, en el anexo III se incluye una tabla comparativa de las disposiciones de la
Ley n.º 25831, la Ley n.º 27275 y el Acuerdo de Escazú.

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Capítulo 3. Procesos participativos en la
evaluación ambiental
Como ya se mencionó, la participación pública debe considerarse un proceso transversal al
procedimiento de evaluación ambiental. Si bien existen instancias y modalidades
participativas contempladas en la normativa (como las consultas y las audiencias públicas
en los procedimientos de EIA), es necesario incrementar los espacios y formas de
involucramiento y socialización del proyecto con todas las partes interesadas.

La participación, además, puede ser una herramienta para mejorar el vínculo entre la
comunidad y la persona proponente o el organismo promotor. Estos son quienes someten su
iniciativa a evaluación ambiental y quienes tienen que velar y trabajar por obtener y sostener
la licencia social de su política, plan, programa o proyecto. A la autoridad evaluadora le
corresponde la definición de contenidos y accionar mínimo que se solicita, incluyendo los
relacionados a la participación, así como también conducir instancias formales de
participación (audiencia y consulta por ejemplo) y evaluar lo actuado por la persona
proponente u organismo promotor.

Niveles y alcances de la participación pública


La participación pública tiene diversos alcances según el tipo de involucramiento que
promueva la autoridad evaluadora o la persona proponente. Así, se pueden identificar por lo
menos cuatro niveles de participación que pueden tener lugar en diversos momentos del
ciclo del proyecto, según sea su dimensión y la estrategia definida para el involucramiento de
actores clave. Se recomienda ser flexible para utilizar diversos abordajes según la necesidad
(O'Faircheallaigh, 2010). Cada nivel supone el anterior y profundiza el involucramiento de las
personas en las decisiones que se tomen. Sobre la base de IAP2 (2018), se definen los
siguientes niveles:

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Figura 2. Niveles y alcances de la participación pública. Fuente: adaptado de IAP2 (2018).

Es importante mencionar que en el artículo 7 del Acuerdo de Escazú se insta a las


autoridades a asegurar el derecho a la participación, no solamente al momento de otorgar la
autorización original a un proyecto o actividad, de aprobar un plan, una política o un
programa, o de tomar alguna decisión respecto de otros asuntos de interés público; sino
también en el caso de que posteriormente se hagan revisiones, reexaminaciones, cambios de
significancia o actualizaciones relevantes vinculadas al permiso, aprobación o decisión.

Condiciones y buenas prácticas para una participación


pública efectiva
Para que el proceso de participación pública sea efectivo, es importante alcanzar algunas
condiciones de posibilidad que favorezcan una buena práctica. Las condiciones de
posibilidad son recaudos o consideraciones generales a todo el proceso que deben ser

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tenidas en cuenta por las autoridades evaluadoras con responsabilidad en la materia cuando
se desarrollan instancias de participación pública. Estas condiciones de posibilidad también
deben ser tenidas en cuenta por la persona proponente a la hora de propiciar espacios de
participación en el marco de la elaboración del EsIA.

Sobre la base de Cabria Mellace y Matamoro (2016) y las disposiciones del Acuerdo de
Escazú en materia de participación pública, se pueden establecer las siguientes condiciones
de posibilidad:

– Voluntad de sostener la participación. Es una legítima y sostenida voluntad de las y


los responsables del procedimiento y su compromiso con el proceso de participación
pública, más allá de la obligatoriedad que revisten algunas instancias. Se manifiesta
al inicio y durante las actividades de participación, asignando recursos (logísticos,
técnicos) o generando respuestas oportunas. En el caso de las autoridades, puede
manifestarse incorporando espacios y mecanismos de participación desde etapas
iniciales de la evaluación ambiental y a lo largo de todo el proceso de toma de
decisión. También en la sostenida participación de sus funcionarias, funcionarios y
equipos técnicos en reuniones de trabajo, en el monitoreo y seguimiento de las
actividades de participación desarrolladas por la persona proponente, o bien
promoviendo acuerdos institucionales en los proyectos y evaluaciones que pueden
involucrar varias jurisdicciones.

– Credibilidad. Los actores afectados o interesados deben confiar en la convocatoria a


participar, por tanto, quien o quienes convoquen deben contar con reconocimiento y
legitimidad para todas las partes. También es necesario considerar que el
procedimiento para participar debe contemplar plazos razonables para informar al
público y para que este participe adecuadamente. Por otro lado, conocer las maneras
más adecuadas de convocar a los actores clave puede mejorar las condiciones de
legitimidad y confiabilidad en el espacio. Opera en el mismo sentido el informar al
público a través de medios apropiados (escritos, electrónicos, orales, etc.), una vez
tomada la decisión, de los fundamentos que la motivaron y la manera en que se
tuvieron en cuenta los aportes recibidos durante el proceso de participación.

– Inclusividad. La estrategia de participación debe analizar y determinar qué actores


clave serán incluidos en el proceso de participación pública. Existen modelos de
participación de actores estratégicos con capacidad de tomar decisiones y modelos
de participación de muchos actores; ambos tienen sus beneficios y sus obstáculos.
Aquí resulta fundamental identificar al público directamente afectado por la actividad
o proyecto y facilitar su participación, así como valorar el conocimiento local, el
diálogo y la interacción entre distintos saberes. Se recomienda una estrategia que
combine modelos de inclusión, asegurando siempre que los actores clave son
identificados apropiadamente e incluidos a través de diversas instancias y
mecanismos de participación desplegados en el tiempo.

– Equilibrio de poder. El contexto en el que se desarrollan proyectos involucra a una


diversidad de actores con asimetrías de poder. Identificar cómo se organiza y
distribuye el poder permite definir mejor las estrategias de participación. Aquí cobra
especial relevancia valorar las diversas formas de conocimiento existentes en la

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comunidad, quién produce la información de base y cómo se gestiona el
conocimiento técnico en relación a las experiencias de base comunitaria.

– Acceso a información relevante y confiable. Es una condición necesaria para que los
procesos de participación pública resulten efectivos. Es el elemento necesario para
que el diálogo, la deliberación y la evaluación de alternativas ocurra y pueda informar
posteriormente la toma de decisiones. La información escasa, inadecuada o muy
técnica no solo empobrece el proceso de participación pública, sino que puede
generar o exacerbar conflictos en relación al proyecto.

– Adaptación a la realidad sociocultural. Los proyectos se planifican y desarrollan en


entornos con historia y costumbres. Se recomienda que los procesos de
participación se adecuen a las características sociales, económicas, culturales,
geográficas y de género del público. También que consideren las prácticas y
tradiciones culturales en las relaciones con la comunidad, el manejo del tiempo y las
formas de participar, entre otros aspectos definidos o condicionados por pautas
culturales. Esto permite hacer interpretaciones más adecuadas sobre los actores,
modificar terminología en los informes, identificar calendarios, sitios y dinámicas
adecuadas para realizar las actividades, entre otros. Además, cuando el público no
hable mayoritariamente la lengua oficial, será necesario considerar alternativas que
faciliten su comprensión.

– Capacidades para la participación. La participación puede entenderse como un


proceso de aprendizaje, considerando que no siempre los actores cuentan con las
capacidades y habilidades necesarias para una participación de calidad. Es posible
desarrollar capacidades en los equipos de la persona proponente, las funcionarias y
los funcionarios, las técnicas y los técnicos de las autoridades evaluadoras, y sobre
todo en los actores afectados o interesados. El diálogo constructivo, la escucha
activa, el análisis de información compleja, la sostenibilidad de los compromisos y
acuerdos, son ejemplos de estas capacidades que, una vez instaladas, constituyen
un capital social constructivo para todo el ciclo del proyecto (ver Capacidades para
una participación efectiva).

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Figura 3. Buenas prácticas para mejorar la participación pública.

Asimismo, es posible identificar una serie de buenas prácticas a tener en cuenta para la
incorporación de la perspectiva de la participación pública en los procedimientos de
evaluación ambiental:

– Desarrollar un mapa de actores clave que considere de modo adecuado las


responsabilidades institucionales para la toma de decisiones, los diversos sectores
sociales que pueden ser consultados y los intereses menos visibles o poco
representados (ver capítulo 4).

– Diseñar un plan de participación que incluya los momentos o etapas, los espacios
para cada etapa y las reglas para un adecuado desarrollo de cada instancia. Este
diseño brinda una hoja de ruta que permite evaluar los logros del proceso a medida
que avanza y corregir el rumbo según sea necesario. Cada etapa se apoya en el
trabajo producido por la etapa anterior.

– Mantener un canal fluido de comunicación con los actores clave, dando cuenta de los
diversos canales de participación, los momentos y alcances según actores clave
considerados, como así también los resultados parciales y finales de dichas
actividades.

– En cada encuentro, sea un grupo de trabajo, una mesa de diálogo, un foro u otros
mecanismos, contar con una persona en el rol de coordinación, moderación o
facilitación, quien tendrá la responsabilidad de diseñar la actividad y una agenda de
trabajo que contenga al menos: identificación de los objetivos; identificación de ejes
temáticos a trabajar y preparación de consignas; identificación del orden en el cual
los temas deben ser tratados; identificación de los resultados esperados del
tratamiento de cada tema; estructura de la discusión de cada tema que prevea la
utilización de determinadas técnicas de facilitación; organización de las

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intervenciones de las y los participantes; identificación de recursos o información
necesaria para el tratamiento del tema; estimación del tiempo necesario para cada
paso de la agenda.

Capacidades para una participación efectiva

Es necesario que las instancias y mecanismos de participación pública se diseñen tomando


en cuenta las características y necesidades de quienes vayan a ser parte de los mismos, ya
que son un proceso que involucra los intereses, preocupaciones y opiniones de personas y
grupos sociales.

En este sentido, se vuelve fundamental asegurar que los equipos de la persona proponente,
las funcionarias y los funcionarios, las técnicas y los técnicos de las autoridades evaluadoras
cuenten con las capacidades necesarias para que estos procesos se adecuen al público
objetivo, de manera de asegurar su involucramiento activo y una participación amplia,
incidente y de calidad. También resalta aquí la figura de quienes vayan a coordinar estos
espacios, ya que deberán contar con formación específica para facilitar procesos de
participación.

A continuación, se presenta una síntesis de las principales capacidades deseables (destrezas


o habilidades) en el proceso de participación pública para cada actor involucrado.

Actor / sector Capacidades deseables

– capacidad de articulación entre organismos y con otros actores y


Organismos del sectores.
Estado, autoridad – condición de contralor o garante para promover que las instancias
evaluadora y participativas, como la consulta o audiencia pública, se desarrollen de
convocante manera efectiva.
– flexibilidad para incorporar nuevas instancias de participación o
robustecer las existentes.

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– capacidad y voluntad para generar una comunicación de doble vía con
los actores clave, lo que implica no solo entregar y recibir información,
sino generar procesos de reflexión y acción en función del diálogo con
las partes interesadas.
– habilidad para integrar, desde etapas tempranas del ciclo de la política,
plan programa o proyecto, equipos multidisciplinarios que tengan la
capacidad de articular las diversas fases, estudios y resultados con el
proceso de participación pública en una lógica iterativa.
Persona proponente u
– disposición para invertir recursos y generar relaciones interpersonales
organismo promotor
que faciliten la participación pública.
– capacidad para generar un relacionamiento oportuno con todos los
actores clave tempranamente, no sólo con quienes manifiestan
acuerdo con la iniciativa objeto de la evaluación.
– flexibilidad para integrar perspectivas culturales diferentes a la del
proyecto.
– disposición a sostener los compromisos y principios vinculados a la
participación a lo largo del ciclo del proyecto.

– Quienes coordinen y faciliten las instancias participativas deben


contar con7:
– habilidades de comunicación y gestión de conflictos.
– foco en el proceso (cómo las personas participan), sin involucrarse en
el contenido de la toma decisiones (qué se discute o decide).
– capacidad para percibir las situaciones en su conjunto, no perder de
vista los objetivos y mantener una actitud imparcial.
– desarrollo de mecanismos y técnicas adecuadas al contexto y
flexibilidad para su adaptación.
– articulación multinivel en la preparación de los procesos de
Coordinación y
participación para abrir canales constructivos de diálogo y
facilitación
planificación en las etapas de diseño y generación de condiciones.
– foco en promover la participación de modo equitativo, sin tomar
partido por una parte en desmedro de otra.
– obrar de anfitriona o anfitrión creando, modelando y manteniendo el
espacio de diálogo y las dinámicas acordadas.
– capacidad para reencuadrar los diálogos: escuchar y recoger lo que se
va diciendo, y hacer una devolución al grupo para mejorar la
comprensión y promover la reflexión.
– flexibilidad, empatía, sensibilidad a las señales que puedan hacer
necesarias intervenciones específicas.

7
FCD, 2003 y Pruitt & Thomas, 2008

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– conocer la normativa ambiental vigente que da marco a los derechos
de la ciudadanía en materia de participación pública y acceso a la
información ambiental.
– comprensión de las competencias de las autoridades y el alcance de
Partes interesadas las instancias de participación propuestas.
– compresión acerca del objetivo de la decisión en cuestión.
– conocer los mecanismos de atención a quejas y reclamos.
– disposición a escuchar en forma activa y respetar posiciones
diferentes a las propias.

Tabla 2: Principales capacidades deseables para cada actor involucrado.

Ahora bien, es necesario aclarar que no todo proceso de diálogo requiere un equipo experto
en facilitación. Con frecuencia, una persona respetada y experimentada puede desempeñar el
trabajo de forma eficaz y ser una opción más acertada por diversas razones. Esta persona
puede ser “alguien de adentro”, como una o un líder que surja dentro de un grupo de diálogo,
o una tercera o tercero “imparcial” (Pruitt & Thomas, 2008).

Participación pública en el marco del procedimiento


de evaluación de impacto ambiental (EIA)
La participación pública en el marco del procedimiento de EIA8 se entiende como la
capacidad y posibilidad que tienen las personas y los grupos de influir en las decisiones que
puedan afectar la calidad de vida. En la EIA, la participación pública se concreta en el proceso
de comunicación y diálogo entre los actores clave en donde se promueve la generación y el
acceso a la información y el conocimiento de sus preocupaciones, intereses, opiniones y
propuestas, con el propósito de mejorar la calidad de las decisiones de las autoridades y de
las acciones de la persona proponente, y de ese modo contribuir a la mejora del proyecto, su
diseño, operación y gestión ambiental adaptativa.

8
Fuente: adaptado de André et. al. 2006.

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Figura 4. Instancias participativas dispuestas por la persona proponente y la autoridad
evaluadora durante el proceso de EIA

La identificación de los actores clave es un paso fundamental para evaluar un proyecto y


planificar las instancias participativas, en función de los roles previstos para la autoridad
evaluadora y la persona proponente. Cuando esta identificación es realizada en etapas
tempranas, permite analizar el contexto necesario para los estudios, establecer relaciones
constructivas con los diversos actores, identificar necesidades y potenciales conflictos, e
idear estrategias adecuadas para promover la participación y mejorar el proyecto.

Este concepto propone considerar la idea de actores clave como un sistema que incluye a
todas las partes involucradas en el procedimiento de EIA —y de un modo más amplio en todo
el ciclo del proyecto—, no solo los actores afectados o interesados, sino también a la persona
proponente y sus equipos de trabajo, a la autoridad evaluadora, sus funcionarias y
funcionarios, técnicas y técnicos, entre otros, cada uno en la medida de sus
responsabilidades y competencias. Esto es así porque los vínculos entre los actores
afectados e interesados con la persona proponente y la autoridad también son clave al
momento de desarrollar los procesos de participación pública y analizar su evolución.

En el capítulo 4 se profundiza sobre metodologías para un adecuado mapeo de actores.

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Roles y responsabilidades de la persona proponente y la autoridad
evaluadora en el marco de la EIA

La persona proponente y la autoridad evaluadora del proyecto tienen diferentes roles y


responsabilidades en la participación: la persona proponente es quien debe obtener y
sostener su licencia social, y para ello debe utilizar mecanismos de información y
participación pública acordes a las características de la actividad o proyecto y de las partes
interesadas a involucrar; la autoridad evaluadora, por su parte, garantiza los procesos de
participación y analiza el accionar de la persona proponente y los modos de comunicación
que plantea y utiliza. Es importante recordar que, en un proceso de EIA, la autoridad
evaluadora define los términos de referencia9 para la elaboración del EsIA, que incluyen el
mapeo de actores y los lineamientos para el proceso participativo que le corresponde llevar
adelante a la persona proponente, entre otros.

Para que la participación pública sea efectiva, ambas partes deben actuar en forma conjunta
y complementaria con el objetivo común de fortalecer la calidad institucional de las
instancias participativas. En este marco, existen acciones que tanto la autoridad evaluadora
como la persona proponente tienen responsabilidad de llevar a cabo. Tal es el caso, por
ejemplo, de la sensibilización a la ciudadanía en temas de participación de forma previa,
continua y transversal, de manera de nivelar capacidades, enfocar a las personas en el
proceso y mejorar la calidad de su participación. También es recomendable, en el desarrollo
de instancias consultivas, incorporar técnicas (ver anexo I) que colaboren en el relevamiento
de preocupaciones o análisis de propuestas de un modo dinámico, orientado al diálogo y a la
construcción de acuerdos. Asimismo, resulta relevante incentivar la participación de
personas y grupos en situación de vulnerabilidad, atendiendo a la logística y los detalles
operativos.

Por otro lado, hay acciones que serán diferenciadas según se trate de la autoridad evaluadora
o la persona proponente. A continuación se desarrollan, de modo esquemático,
recomendaciones para ambas partes a lo largo del ciclo de vida del proyecto.

Acciones diferenciadas

Persona proponente Autoridad evaluadora

Identificar actores, intereses, percepciones y


Promover la participación pública desde instancias
asuntos prioritarios vinculados al proyecto. Esta
tempranas y divulgar los mecanismos de
tarea es recomendable que se inicie en etapas
participación disponibles en relación a los medios,
tempranas, por ejemplo, cuando la persona
métodos y plazos específicos de consulta.
proponente (o su equipo consultor) estudia la
prefactibilidad del proyecto. Garantizar el acceso a la información pública
ambiental. Publicar los estudios o informes
Divulgar información suficiente acerca del
concernientes al proyecto, entendidos como
proyecto, de manera oportuna y en lenguaje
información pública ambiental y promover la mejora
accesible al público no experto. En general se

9
Contenidos mínimos que la autoridad evaluadora establece para la elaboración y ejecución del estudio
de impacto ambiental.

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realiza a través del documento de divulgación10, de los sistemas de información a fin de hacerla más
que puede ser parte del EsIA. accesible (digitalización: sitios web o repositorios).
Diseñar un plan de participación e implementar los Institucionalizar procedimientos de consultas o
mecanismos participativos necesarios, en función audiencias públicas como instancias obligatorias
de la complejidad de la obra o actividad, del (LGA, art. 20). Asegurar que la participación sea
contexto donde se desarrolla y de las realizada en el procedimiento de EIA (LGA, art. 21).
características de los actores identificados.
Favorecer la realización de otras instancias no
Implementar mecanismos que promuevan el reguladas, de manera de asegurar la participación a lo
seguimiento y monitoreo continuo por parte de la largo de todo el procedimiento.
comunidad, incluyendo mecanismos de atención
Promover la participación pública en el seguimiento y
de quejas y reclamos.
monitoreo del proyecto.

Tabla 3. Acciones diferenciadas de la autoridad evaluadora y la persona proponente.

En el procedimiento de EIA, la autoridad evaluadora efectiviza el derecho a la participación


previsto legalmente mediante la audiencia o consulta pública. Sin perjuicio de lo anterior,
también resulta provechoso que implemente otras instancias de participación fuera de las
reguladas.

Por su parte, la persona proponente —a través de otras instancias de participación previas y


posteriores— colabora con que ese derecho pueda ser ejercido de manera efectiva. Para
fortalecer los niveles y alcances de la participación, es recomendable que la persona
proponente del proyecto prevea instancias participativas, ya sea en las etapas iniciales del
ciclo del proyecto o durante la elaboración del EsIA, así también como en el Plan de Gestión
Ambiental (PGA), para ser implementadas como parte de una gestión ambiental adaptativa,
tal como puede apreciarse en la figura 5.

10
El documento de divulgación es una síntesis, para público no especializado, que presenta en forma
concisa las características del proyecto, la evaluación realizada y las conclusiones esenciales que forman
parte del estudio de impacto ambiental. Ver anexo II para más información.

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Etapas

Idea de Proyecto Proyecto Construcción Operación y Cierre


proyecto básico definitivo mantenimiento

Estudios ambientales

Evaluación de Estudios Estudio de Plan de Plan de Plan de


alternativas antecedentes Impacto Gestión Gestión Gestión
(ubicación, para el EsIA, Ambiental Ambiental de Ambiental de Ambiental
tipologías de definición de la etapa de la etapa de de cierre o
obra). especificacion construcción operación y restauración
Diagnóstico es técnicas mantenimiento
socio-ambient para el EsIA.
al preliminar.
Análisis legal
preliminar

A cargo de la persona proponente

Plan de participación: mapa de actores clave (MAC) + instancias de


comunicación e intercambio

Gestión adaptativa
Comités de monitoreo participativo
Mecanismo de atención de quejas y reclamos.

Rol autoridad evaluadora

Participación pública en el
procedimiento: consultas
públicas / audiencia pública

Toma de
decisión

Rol autoridad de fiscalización y control

Seguimiento y monitoreo

Figura 5. El ciclo del proyecto y la participación pública en la EIA.

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Audiencia y consulta pública en el marco del procedimiento de EIA

Las consultas y audiencias públicas son mecanismos de participación que están previstos en
la LGA y son de implementación obligatoria en todas las jurisdicciones del país. Se considera
una buena práctica complementarlas con otros mecanismos de participación desde etapas
tempranas del procedimiento, puesto que la calidad de la participación en las consultas y
audiencias públicas estará en directa relación con las actividades realizadas previamente.

En este sentido, un conjunto articulado de mecanismos de participación presenta múltiples


ventajas y mejora las condiciones de desarrollo de la consulta o audiencia y de las etapas
posteriores del proyecto. Asimismo, permite identificar y considerar los intereses y
necesidades detrás de las posiciones de los diferentes sectores; incluir de manera adecuada
a actores clave invisibilizados; y trabajar para incorporar la perspectiva de otras partes
relevantes para el proyecto. También permite considerar potenciales conflictos y realizar
acciones en torno a su transformación; así como mejorar la calidad de la comunicación y el
diálogo durante el desarrollo de las consultas y audiencias.

La audiencia pública

La audiencia pública es una instancia de participación obligatoria en el proceso de toma de


decisión y es responsabilidad de la autoridad evaluadora realizarla. Dentro de los roles que
toma la autoridad evaluadora encontramos aquellos referidos a la convocatoria y la
concreción en sí de las tareas necesarias para la ejecución de la audiencia.

Debe realizarse a través de un procedimiento dinámico y efectivo para el cumplimiento de su


objetivo, atendiendo a las siguientes cuestiones:

– Decisión fundamentada. Si bien los resultados de la audiencia y las posiciones


expresadas en la misma no son vinculantes para la autoridad, el objetivo del espacio
es producir insumos sobre las diversas perspectivas en relación al proyecto, sus
potenciales impactos y las medidas de mitigación que se desarrollan en el EsIA, de
modo que la autoridad pueda tomar una decisión considerando estos aportes. La
decisión, en caso de ser contraria a lo expresado en la audiencia, debe
fundamentarse de modo adecuado (conforme lo previsto en la LGA).

– Principios. Según establece el Decreto n.º 1172, la audiencia debe desarrollarse bajo
los principios de igualdad, publicidad, oralidad, informalidad y gratuidad.

– Publicidad. Los datos sobre la audiencia deben comunicarse en forma efectiva y


oportuna, a través de medios apropiados (escritos, electrónicos u orales). Se
recomienda la activación de canales alternativos para quienes no accedan a los
medios tradicionales o la articulación con autoridades e instituciones locales que
garanticen un abordaje territorial.

– Información. Con antelación suficiente y por canales que sean efectivos para llegar a
todas las partes interesadas, se debe poner a disposición la información relevante
sobre el proyecto, la cual tiene que ser accesible, comprensible y estar en formatos
diversos. El plazo para que esto último se cumpla varía según la normativa de la
jurisdicción, pero se sugiere que tenga relación con la dimensión del proyecto, la

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complejidad de los estudios y el contexto en el que se desarrolla. Respecto de la
información, se recomienda el desarrollo de un documento de divulgación que esté
en un lenguaje comprensible para la mayoría de los actores clave y cuyo contenido
aborde, al menos, lo indicado en el inciso 17 del artículo 7 del Acuerdo de Escazú (ver
anexo II).

– Participantes. Algunas legislaciones provinciales detallan quiénes componen el


público de la audiencia. A nivel nacional se identifica como potencial participante a
toda persona humana o jurídica que invoque derecho o interés simple, difuso o
colectivo relacionado al tema de la audiencia (Decreto n.º 1172/03). En todo caso, se
recomienda realizar un mapa y análisis de actores para identificar intereses y
afectaciones, directas e indirectas, individuales o colectivas (ver capítulo 4).

– Convocante. La audiencia pública es convocada por la autoridad evaluadora,


específicamente por el área a cargo de las decisiones relativas al tema de la
audiencia. Es el convocante quien tiene la responsabilidad de designar el equipo que
implemente y organice la audiencia (área de implementación).

– Panel de expertas y expertos. La autoridad convocante puede solicitar la presencia o


asesoramiento (oral o escrito) de expertas y expertos técnicos y legales, internos o
externos, públicos o privados, para que opinen sobre la cuestión objeto de la
audiencia pública. Estas personas, a su vez, pueden hacer exposiciones orales y, en la
medida de lo posible, presentaciones escritas.

Elementos de una audiencia pública

Preparación. Las actividades de preparación suelen estar a cargo del área de implementación,
quien debe dar cumplimiento a ciertos recaudos previos a la realización de la audiencia. Este
rol se ocupa de realizar los trámites y preparaciones, instrumentar la convocatoria, elaborar la
agenda de la jornada, identificar la lista de oradoras y oradores, entre otros.

Orden del día. Contiene, entre otros elementos, el orden de la palabra de las y los
participantes de la audiencia de manera de asegurar un desarrollo organizado de esta
instancia.

Apertura. Es el primer momento de comunicación entre las y los participantes. Es


fundamental incluir en este punto una síntesis de la información clave de la etapa
preparatoria. Entre otros aspectos, se recomienda explicar los objetivos de la convocatoria y
las reglas a cumplir, presentar la agenda de la jornada, explicar la duración y orden de la
palabra e informar los pasos que se seguirán con posterioridad a la audiencia. Durante esta
etapa se puede generar el espacio para una breve presentación del proyecto y el EsIA por
parte de la persona proponente (o las y los profesionales ambientales intervinientes a
quienes la persona proponente haya designado). También la autoridad evaluadora puede
presentar la evaluación del EsIA realizada y las observaciones realizadas por escrito previo a
la audiencia.

Reglas. Aun cuando las audiencias suelen tener el formato de una sucesión de
presentaciones, se recomienda acordar de modo general algunas convenciones, que pueden
establecerse mediante un reglamento de audiencia. Esto, además de permitir recordarlas

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cada vez que sea necesario, genera un primer hito de pautas acordadas. Algunos ejemplos:
hacer presentaciones al punto y no más allá de los minutos pautados, respetar el orden de la
palabra, no interrumpir, silenciar celulares, respetar las intervenciones de quien modera o
facilita, entre otras.

Presentaciones y diálogo. En las audiencias es usual que haya una secuencia de


intervenciones consecutivas. También es posible, de acuerdo a su carácter flexible, diseñar
secuencias de trabajo que sean más dinámicas. Se pueden organizar sesiones previas para
trabajar las posiciones de modo que en la audiencia se presenten síntesis acordadas, ya sea
de manera sectorial o temática.

Las oradoras y oradores se inscribirán con antelación a la fecha de la audiencia y se


enumerarán en el orden del día para hacer uso de la palabra. En caso de que alguna
ciudadana o ciudadano quiera expresarse y no se encuentre en el mencionado listado, deberá
contar con la aprobación expresa de la máxima autoridad de la audiencia, que puede ser
quien convoca, presida o modere, según corresponda.

Registro. El registro de la audiencia es clave para procesar la información que allí se genera.
Se recomienda registrar en video, en versiones taquigráficas y a través de la observación del
contexto (en caso de que sea presencial). El registro textual permite identificar cada una de
las opiniones vertidas, sin análisis. También puede elaborarse un informe donde se
identifican observaciones sustantivas, preocupaciones e intereses de modo sistematizado. El
registro de la audiencia sirve también para hacer un análisis de las perspectivas sectoriales y,
de haber conflictos, evaluar las oportunidades o desafíos para su transformación, las cuales
pueden coordinarse en conjunto con la persona proponente. También se recomienda analizar
las características del grupo de participantes en cuanto a su composición etaria y de género;
su procedencia; su pertenencia a algún sector determinado u otros datos que puedan
colaborar en la comprensión de los argumentos utilizados.

Informes de la audiencia. Dentro de los plazos razonables a los fines del proceso participativo
(o especificados en la normativa vigente), se debe poner a disposición del público el informe
de la audiencia, que contendrá la descripción de las intervenciones y toda otra información
relevante a la ejecución de la instancia. En instancias posteriores, se prevé la elaboración y
publicación de un informe complementario en el que se plasmen las respuestas de la
autoridad evaluadora y de la persona proponente a las intervenciones de las y los
participantes, así como aportes de los organismos intervinientes con competencias en la
temática del proyecto y de otros actores. A fin de facilitar las respuestas sobre los temas
versados en la audiencia, se sugiere que este informe se organice en categorías temáticas.

En caso de corresponder, la autoridad evaluadora puede solicitar que la persona proponente


realice modificaciones, estudios complementarios, o incorpore pedidos u opiniones de las y
los participantes previamente a la toma de decisión.

Consideraciones según la modalidad de la audiencia (presencial, híbrida o virtual)

A continuación se presentan algunos aspectos clave a tener en cuenta para permitir una
participación efectiva, en función de la modalidad que tenga la audiencia pública.

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Modalidad presencial o híbrida

El espacio físico debe ser neutral y en lo posible convocante para todas y


todos (por ejemplo, un centro cultural, una biblioteca, un centro
educativo). Además, debe ser adecuado a la cantidad de personas, tener
Lugar
buenas condiciones de ventilación e iluminación, ser accesible para las y
los participantes y en lo posible ubicarse en cercanías a la zona del
proyecto.

La recepción es el punto de entrada al espacio y también un elemento de


Recepción y
información. Se sugiere contar con personas que reciban a las y los
acreditación
participantes.

Si se prevé que la participación se realice de forma presencial, es


responsabilidad de las partes interesadas presentarse en el sitio donde se
instrumenta la audiencia. Sin embargo, y de haberse detectado como
Traslado
necesidad en el análisis del mapeo de actores, puede ser necesario
apoyar el traslado de algunas personas o grupos específicos para facilitar
el debido cumplimiento de sus derechos.

Las sesiones de audiencia pública pueden tomar varias horas del día. En
Extensión esos casos será conveniente planificar pausas, incluso proveer de
refrigerios.

Modalidad virtual

Coordinar y asegurar, en la medida de lo posible, la disponibilidad de


Conectividad
conectividad para las y los participantes.

Es esencial contar con un equipo dedicado a estar en contacto, a través


de los medios proporcionados por las y los participantes durante su
Participantes
inscripción, a fin de brindar datos para la conexión y colaborar para su
efectiva participación.

Es esencial disponibilizar canales (teléfono de contacto, correo


electrónico, formulario virtual o mesa de entrada virtual) para que las y los
Renuncias y participantes inscriptos puedan, ya sea renunciar al uso de la palabra o
adhesiones bien adherir a la exposición de otra persona. La autoridad convocante y el
área de implementación deben velar porque todas las personas
participantes conozcan los mecanismo para renuncia o adhesión.

Las sesiones de audiencia pública pueden tomar varias horas del día,
Extensión sería conveniente evaluar el horario de comienzo y finalización de cada
jornada, en función de generar la mayor participación posible.

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Para asegurar la transparencia de la instancia y permitir a oradoras,
oradores y público en general que puedan seguir la jornada en tiempo real,
Transmisión en vivo
se deberá disponibilizar un canal de transmisión en vivo (canal de
Youtube, Zoom, Meet, u otras plataformas similares).

Tabla 4. Consideraciones según la modalidad de la audiencia (presencial, híbrida o virtual)

Mecanismos de consulta pública

Los mecanismos de consulta son diversos. Pueden tomar el formato de talleres


multisectoriales, consultas virtuales, eventos de cocreación11, mesas de diálogo, audiencias
de mediación o negociación, visitas directas (puerta a puerta) a comunidades, mesas de
gestión participativa, comités de monitoreo y seguimiento, entre otros.

En la implementación de estos mecanismos se pueden usar diferentes técnicas (dinámicas,


herramientas o métodos) en función de los objetivos a alcanzar, el público que participe o la
instancia del proceso de participación en la que se trabaje. Algunas técnicas sirven para
organizar el trabajo en grupos, otras son técnicas específicas provenientes del campo de la
investigación social, otras refieren a intervenciones que puede realizar quien modera o facilita
para dinamizar el intercambio.

A modo de ejemplo, se describen cuatro mecanismos de participación. En etapas tempranas


del procedimiento, las mesas de diálogo y las consultas públicas pueden funcionar como
instancias previas y preparatorias a la audiencia pública, pudiendo sostenerse también en el
tiempo. La mediación o negociación asistida sirve como instancia específica entre partes
cuando es necesario abordar un conflicto o problema y se orienta a encontrar acuerdos12. Por
último, los comités de monitoreo ambiental se prevén como mecanismos a implementar
durante la ejecución del proyecto.

Ahora bien, es la autoridad evaluadora quien solicita a la persona proponente, más allá de sus
compromisos y gestiones voluntarias empresariales, la presentación de la planificación de la
participación a lo largo de la vida del proyecto, ya que incluye también los programas de
comunicación y atención a quejas del PGA. Así, la coexistencia de distintos mecanismos
puede estar prevista en el plan de participación. Su gestión articulada, junto al mecanismo de
atención a consultas y reclamos, puede dar vida a un mecanismo sostenido de participación
que debe ser parte del PGA del proyecto.

11
Se denomina eventos de cocreación al proceso de involucrar a los grupos de interés o afectados por un
proyecto para generar propuestas, obtener retroalimentación y aporte de ideas en las distintas etapas del
proyecto. Estos mecanismos suelen ser utilizados por las autoridades evaluadoras para obras que
provienen del sector público.

12
Estos tres mecanismos de participación pueden ser llevados a cabo por la persona proponente, solo en
el caso de la consulta pública tomada en el marco normativo presentado en el capítulo anterior, quien
lleva adelante el proceso es la autoridad evaluadora.

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Mesas de diálogo

Son espacios sostenidos de conversación entre actores clave, donde se trabajan


percepciones, expectativas, necesidades e intereses, con base en información específica al
tema que los convoca (Pruitt y Thomas, 2008). Las mesas de diálogo no son un espacio de
toma de decisiones sobre la evaluación de impacto u otros aspectos que deben ser
procesados de modo formal, según la normativa. Estos espacios cuentan con la flexibilidad
suficiente para cumplir diversos propósitos según su diseño, a saber:

– Conocerse los diversos actores clave entre sí, su historia y los intereses que tienen en
relación al proyecto.

– Presentar información de base por parte de la persona proponente.

– Enriquecer el mapa de actores y su análisis.

– Trabajar sectorialmente temas sensibles e identificar aquellos que requerirán


instancias de mediación o negociación asistida.

– Identificar información faltante, poco clara o que necesita más desarrollo.

– Identificar expectativas, intereses y necesidades.

– Trabajar conjuntamente sobre opciones y acciones que pueden ser complementarias


o paralelas a los temas que se aborden en el procedimiento de EIA.

Como recomendaciones generales, las mesas de diálogo deberían planificarse previamente,


con las mismas recomendaciones que se realizaron sobre la audiencia pública, en términos
de hacer una convocatoria previa que sea clara, presentando sus alcances. La definición del
tipo de espacio y quiénes se incluirán dependerá del análisis de contexto y del mapa de
actores. Pueden realizarse, por ejemplo, mesas de diálogo con habitantes afectados por una
obra para proveer y analizar información técnica compleja, recibir sus opiniones y gestionar
preocupaciones. También puede servir para incorporar aportes a diferentes instrumentos
como, por ejemplo, términos de referencia o los informes para el EsIA. Se puede desarrollar
una mesa de diálogo temática con los diversos sectores que tienen preocupaciones
ambientales sobre un proyecto. La secuencia y duración de los encuentros estará
determinada por las características del proyecto y la comunidad involucrada.

Consultas virtuales

Las consultas virtuales pueden ser un mecanismo de gran alcance para la participación y la
comunicación, implementado a través de plataformas web o encuestas en línea. Tienen un
potencial inclusivo amplio, no sólo en términos de cantidad de gente hacia la cual pueden
llegar, sino también en diversidad (de género, edad, religión, etc.).

Las instancias virtuales pueden ser útiles para:

– Identificar temas relevantes y construir mapas conceptuales (graficarlos).

– Generar opciones de ponderación o valoración.

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– Incorporar mecanismos de participación a distancia dentro de instancias
presenciales.

– Generar insumos previos producidos por las y los participantes en eventos


presenciales (por ejemplo, encuestas en línea que luego son analizadas en una mesa
de diálogo).

– Realizar encuestas sobre la percepción del proyecto.

– Alcanzar a la comunidad de una amplia extensión territorial.

Estas herramientas deben considerarse en complemento con otros mecanismos de


participación y deben adaptarse al contexto y al alcance del proyecto, tomando en
consideración las limitaciones que puedan experimentar las poblaciones con escaso o nulo
acceso a equipos y plataformas tecnológicas.

Mediación o negociación asistida

La negociación es un proceso de comunicación entre partes que tienen que tomar una
decisión respecto a un tema sobre el que existe una controversia. Cuando esa comunicación
es asistida por una o un tercero neutral, se llama mediación. El propósito de ambos procesos
es alcanzar acuerdos satisfactorios para las partes. Existen tres elementos clave en estos
mecanismos: el proceso, las personas y el problema. El proceso puede ser flexible, siempre
que se organice para que las personas puedan trabajar adecuadamente las relaciones entre
ellas y el problema, orientándose a generar un acuerdo.

Los actores clave en una mediación presentarán sus posiciones, para lo cual es necesario
identificar la diferencia entre posiciones e intereses. Posición es lo que la persona dice que
quiere o no quiere; por ejemplo, que la obra se haga de determinada manera, o que un
emprendimiento no se haga de determinada manera. Intereses son las razones profundas
que sustentan esa posición, las preocupaciones, necesidades, aspiraciones de las personas y
grupos; los intereses son peculiares y tienen diverso valor según los grupos.

La distinción es importante ya que las posiciones son limitadas, mientras que los intereses
pueden ser muy diversos y alcanzarse de maneras que pueden estar más allá de las
posiciones visualizadas en primera instancia. Entender los intereses detrás de las posiciones
permite a la persona proponente comprender de un modo más integral el contexto, incluso
visualizar alternativas de ajustes antes de avanzar en etapas posteriores del ciclo del
proyecto (FPC, 2015).

Si bien no es una herramienta diseñada para la autoridad evaluadora, puede ser de utilidad
para la persona proponente en ciertos momentos del ciclo de proyecto.

Comités de monitoreo ambiental participativo

Es un mecanismo específico, posterior al otorgamiento de la licencia ambiental aprobatoria


de un proyecto, orientado al monitoreo ambiental por parte de los actores clave. Existen
diversas modalidades de comités: pueden estar conformados solo por miembros de la
sociedad civil, o también pueden estar compuestos por miembros de las comunidades, del

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Estado y de la academia (Daitch y Pareja, 2019). En todos los casos, es recomendable un
nivel básico de articulación entre comité, Estado y persona proponente del proyecto.

Mediación o Comités de monitoreo


Mesas de
Consultas Virtuales negociación ambiental
diálogo
asistida participativo

Informar e identificar
Generar
preocupaciones,
relaciones y Lograr acuerdos Monitorear aspectos
facilitando una
Objetivos conocimiento. sobre temas ambientales de los
participación
Identificar controversiales. proyectos.
territorialmente más
preocupaciones.
extendida.

Actores clave, en
Actores clave con especial personas
Partes definidas
Actores clave intereses directos o afectadas
con intereses
Partes con intereses en indirectos en el directamente,
claros y directos en
el asunto. asunto y comunidad técnicas y técnicos de
el asunto.
amplia. apoyo y otras
organizaciones.

Previa y
Previa y preparatoria,
preparatoria, Específica para Posterior a la
pero puede
Etapa pero puede casos obtención de la
sostenerse en el
sostenerse en el controversiales. licencia ambiental.
tiempo.
tiempo.

Principalmente la
persona
proponente,
Según el modelo de
aunque las La autoridad La persona
Conducción monitoreo acordado
autoridades evaluadora. proponente.
para el caso.
evaluadoras
pueden prestar
apoyo técnico.

Tabla 5. Cuadro comparativo de ejemplos de mecanismos de participación.

En el anexo I se presenta información adicional sobre cómo llevar a cabo otras técnicas
específicas.

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Participación pública en el marco de la evaluación
ambiental estratégica (EAE)
La evaluación ambiental estratégica es un instrumento de gestión ambiental que facilita la
incorporación de los aspectos ambientales en políticas, planes y programas
gubernamentales, desde las fases más tempranas de su diseño. De esta manera, permite
conocer e introducir estándares de calidad ambiental a los procesos de planificación
gubernamental, a fin de orientar el alcance y las decisiones sobre los proyectos futuros e
impulsar nuevos enfoques para proyectos presentes.

Su finalidad es promover la calidad ambiental y el cumplimiento de los objetivos y metas del


desarrollo sostenible en los procesos de planificación gubernamental, de manera tal que el
proceso estratégico pueda influir tempranamente en las decisiones y, consecuentemente, se
traslade a los proyectos vinculados.

Figura 6. Procedimiento para la elaboración de una EAE (Resolución SAyDS n.º 337/2019)

Una característica fundamental de las EAE es la participación pública durante todo el


proceso. La participación desde etapas tempranas puede representar la garantía de
aplicabilidad de la política, plan o programa objeto de la EAE, reduciendo potenciales
conflictos, promoviendo la apropiación de resultados por parte de los actores involucrados y
generando vínculos interinstitucionales constructivos.

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Beneficios de la participación en etapas de planificación

La práctica demuestra que existe una correlación positiva entre la participación efectiva en la
EAE y la calidad de los resultados ambientales de las políticas, planes o programas (Rega,
2014). El carácter estratégico de la EAE hace que este tipo de evaluación requiera diversos y
constantes niveles de participación, ya que las decisiones a tomar poseen un alto grado de
relevancia para la gestión ambiental de un territorio.

Conforme a lo planteado por Fundación Cambio Democrático (2003), la participación


diseñada e implementada adecuadamente en la EAE permite:

– Consolidar una cultura de participación: actores de diferentes sectores y niveles


institucionales comparten ideas y perspectivas sobre problemáticas comunes,
identifican áreas de disensos y consensos, y pueden elaborar acuerdos e incluso
tomar decisiones colectivas.

– Generar comprensión: para que un grupo pueda llegar a acuerdos, tiene que
comprender y aceptar la legitimidad de las necesidades e intereses de otras
personas. Este sentido básico de aceptación y comprensión es lo que permite
desarrollar ideas innovadoras que incorporen otros puntos de vista.

– Generar soluciones inclusivas y validadas socialmente: promueve la identificación de


alternativas y propuestas que integran perspectivas y necesidades diversas. Estas
soluciones implican un proceso donde se puede considerar la voz de diversos
sectores que tienen incluso diferente capacidad o poder en la toma de decisiones.

– Promueve la responsabilidad compartida: el proceso de diálogo y deliberación, así


como la creación y el desarrollo de los acuerdos generan responsabilidad en los
actores clave, que deben ser capaces y estar dispuestos a implementar las
soluciones que ellos mismos construyeron. De este modo, se logra llevar a cabo un
intercambio entre los actores clave y el organismo a cargo de las decisiones
estratégicas, disminuyendo la incertidumbre respecto de la toma de decisión y
generando una mejor recepción por parte de los actores.

Para que estos beneficios esperados sean efectivos, se recomienda considerar durante todo
el proceso participativo las condiciones de posibilidad que favorecen o determinan los
procesos participativos (ver Condiciones y buenas prácticas para una participación pública
efectiva).

Los procesos participativos en las distintas fases de la EAE

La elaboración de una EAE se desarrolla en cuatro fases principales: inicio, diagnóstico


estratégico, evaluación de alternativas, e informe y plan de seguimiento (ver figura 7), que
poseen sus propios objetivos, metodologías, actividades y productos esperados. En el marco
de la EAE, la participación debe ser implementada en sus distintas fases según sea
considerado.

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Figura 7. Proceso participativo en el marco de la elaboración de una EAE.

La participación en la EAE13 requiere del diseño de un proceso participativo que se desarrolla


dentro de la propia evaluación (MMA, 2012) y que debe plasmarse en un plan de
participación. Por ello es deseable contar con un equipo multidisciplinario responsable de su
diseño e implementación. Antes de definir este plan, se recomienda clarificar:

– El nivel estratégico en el que se desarrollará la evaluación, sea este el de una política,


plan o programa.

– El análisis del contexto y antecedentes en función del nivel antes mencionado.

– La consideración del contexto institucional en el que se desarrolla la evaluación.

Estas definiciones y lineamientos iniciales se realizan en la fase inicial de la EAE,


acompañando el proceso de elaboración del plan de participación de actores clave, e influyen
de modo directo en el tipo de participación y alcance del proceso que deberá promoverse
para la EAE. Igualmente, el nivel jurisdiccional condiciona la característica de los espacios y
actores a convocar.

Un proceso participativo en la EAE puede tener los pasos básicos de un proceso de


participación multisectorial, incluyendo: análisis y diseño de la participación; desarrollo de las

13
Para mayor información sobre las fases de la EAE consultar la Guía para la elaboración de una EAE
(SAyDS, 2019b, p. 32-39).

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instancias de participación; y monitoreo y seguimiento de los resultados. Estos pasos se
desarrollan a lo largo de las cuatro fases de la EAE, según se describe a continuación.

Análisis y diseño de la participación (Fase 1)

Se lleva a cabo en la fase de inicio de la EAE, donde se elabora el plan de participación de


actores clave (SAyDS, 2019b, p. 33). Previo a esta instancia, será necesario haber definido
sus objetivos estratégicos, los cuales pueden establecerse desde la esfera gubernamental y
ser sometidos, de considerarlo necesario, a instancia de participación. Una vez definidos los
objetivos estratégicos, se da inicio a la fase 1 donde, entre otras cosas, se busca obtener
información completa acerca del contexto en el que se desarrollará la EAE, para diseñar un
plan realista y adaptado a las características de los actores clave. Durante esta instancia, el
equipo a cargo de diseñar el plan de participación, debe asegurarse de abordar tres aspectos
básicos:

– El objeto de la EAE: identificar, no solo el nivel de la política, plan o programa, sino


también el contexto de la temática y su alcance, el nivel de sensibilidad social al
respecto y el potencial de conflictividad que pueda implicar. Además, en esta
instancia se deberá evaluar la necesidad de traducir los contenidos objeto de la EAE
a un lenguaje no especializado que resulte de fácil comprensión para los actores que
deseen involucrarse en el proceso. Puede ocurrir que la política a evaluar esté en
instancias iniciales de formulación y resulte necesario desarrollar instancias
informativas o de capacitación respecto a ciertas temáticas, ya sea de forma previa o
durante el proceso. La complejidad del relevamiento de actores posterior va a estar
relacionada con las características de la política, plan o programa que se pretenda
desarrollar, siempre garantizando instancias participativas efectivas, transparentes y
representativas.

– Los actores clave y de interés: en este punto deberán establecerse las categorías y
sectores apropiados para realizar un buen mapeo de actores. Se puede incluir la
distinción entre responsables directos o interesados en las políticas, planes y
programas de que se trate, y un criterio relativo al poder en la toma de decisiones.
También se pueden involucrar actores de interés en dicho mapeo para las distintas
fases del proceso.

Para más información sobre mapeo de actores clave, puede consultar el capítulo 4
de esta guía, así como la “Guía para la elaboración de una evaluación ambiental
estratégica".

– Lineamientos del proceso: se realizan las primeras valoraciones sobre el proceso de


participación y su articulación con las instancias formales de la EAE. Luego se
procede a su diseño, que se concreta en el plan de participación de actores clave.
Este plan establece qué pasos seguirá e incluye aspectos prioritarios del proceso
participativo como:

○ El alcance: meta, objetivos y temas.

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○ La organización: duración, niveles y formas de participación, mapeo de
actores, roles y responsabilidades, tipo y cantidad aproximada de reuniones.

○ Los mecanismos: metodologías de evaluación participativa, en particular


para la elección de factores ambientales clave, opciones de desarrollo e
información de utilidad para la definición de indicadores de seguimiento e
instancias de monitoreo.

○ La gestión de la comunicación: es necesario contar con un plan de


comunicación para aumentar la transparencia del proceso, establecer cómo
se gestionará la publicidad, los niveles de confidencialidad para cada tema y
la relación con medios de comunicación. También prevé cómo se
comunicará la participación y evolución del plan internamente y a otras áreas
o instituciones. Cabe destacar que dependiendo de la política, plan o
programa, la comunicación y las instancias participativas pueden ser
continuas una vez elaborada la EAE y durante su ejecución.

○ Las reglas generales de proceso: una primera aproximación a las conductas


o pautas deseables para el proceso, las responsabilidades de quien facilita
los espacios, etc.

○ Los borradores iniciales de documentos y el cronograma de trabajo.

La participación en la fase de inicio comprende esencialmente a los actores institucionales


directamente involucrados en la evaluación, quienes definirán los aspectos más relevantes de
la EAE y de las instancias posteriores de participación (ver figura 8). Los mecanismos de
participación en esta instancia se verifican a través de reuniones de trabajo del equipo
coordinador o diseñador, entrevistas con actores clave, consultas a personas expertas, entre
otras. En esta primera fase, además, se deben identificar:

– Los acuerdos interinstitucionales necesarios para avanzar en la EAE, cuya utilidad es


central para asegurar el compromiso y la participación institucional.

– Las instancias, responsables y mecanismos mediante los cuales deberán tomarse


las decisiones relativas a la EAE. Esto permitirá definir los niveles de participación
para distintos segmentos de actores: nivel de información, nivel de consulta y
diálogo, nivel de toma de decisiones.

Preguntas útiles para considerar en la fase de Inicio


– ¿Cuál es el objetivo de la EAE?
– ¿Quiénes serán las personas afectadas directamente por la política, plan o
programa?
– ¿Cuál es el público de interés que participará?
– ¿Quiénes deberían participar en cada fase?
– ¿Qué actividades y etapas se van a transitar para alcanzar el objetivo propuesto?
– ¿Cuáles serán los acuerdos y las reglas del trabajo en conjunto?
– ¿Cómo deben organizarse internamente los actores para trabajar juntos?
– ¿Qué recursos serán necesarios?

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Desarrollo de las instancias de participación (Fases 2 y 3)

Como se mencionó anteriormente, la participación en la EAE requiere de la articulación entre


diferentes áreas y niveles de gobierno, además de los actores clave identificados. Esto no
implica que todas las personas participen de la misma manera en un único espacio. En este
sentido, es importante identificar, para cada etapa de la EAE, el espacio o modalidad de
participación adecuada en función de los actores clave involucrados.

Figura 8. Fases de la EAE en las que intervienen los actores clave. Fuente: SAyDS (2019b).

Si bien todo el proceso de EAE implica participación, se pueden identificar diferentes


instancias, según el alcance que tenga.

Durante la fase de diagnóstico estratégico (fase 2), la participación tiene un alcance más
extendido, tanto por la diversidad de actores clave que pueden incluirse (ver figura 8) como
por la variedad de espacios a utilizar. Uno de los objetivos de las actividades que se
desarrollan es identificar y definir los factores ambientales clave, entendidos como las
dimensiones prioritarias que surgen del diagnóstico participativo.

En la fase de diagnóstico estratégico se puede recurrir a instancias presenciales como las


mesas de diálogo, consultas a personas expertas, talleres, o bien se pueden implementar
mecanismos digitales con la modalidad de consultas públicas virtuales. También los
cuestionarios estructurados permiten el relevamiento de información valiosa de fuentes
directas (Rega, 2014).

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En tanto esta fase está orientada a focalizar un diagnóstico, pueden utilizarse técnicas
estructuradas destinadas a abrir, recabar información y ampliar la base de conocimientos
compartidos (ver anexo I). Esta fase de la EAE está orientada a ampliar la comprensión de los
sistemas ambientales y sociales implicados con una perspectiva integral (SAyDS, 2019b), por
ello los actores a ser incluidos en esta etapa debe tener una relación directa con los objetivos,
temas y alcances de la EAE. En esta instancia quienes coordinen y faciliten la participación
intentarán, en conjunto con las y los participantes:

– Definir el problema o los desafíos de la EAE de un modo aceptable y constructivo


para todas y todos.

– Ayudar a las y los participantes a presentar sus perspectivas.

– Comenzar a explorar, clarificar y comprender intereses, necesidades y valores.

– Facilitar el consenso sobre el diagnóstico realizado.

Por su parte, en la fase de evaluación de alternativas (Fase 3) se procede a realizar un


análisis de varias propuestas u opciones de desarrollo. Es una instancia que busca focalizar
con mayor detalle, ya que los actores clave deberán conocer y discutir las opciones de
solución alternativas para comprender sus efectos sobre el ambiente y la sociedad. Será
necesario encontrar mecanismos de ponderación que apunten a encontrar soluciones que
tiendan a ser flexibles, estratégicas y efectivas. En esta instancia se busca:

– Aclarar y contrastar opciones con criterios objetivos, con intereses y necesidades y


con las alternativas de todas las partes.

– Construir consensos para obtener acuerdos.

– Formalizar acuerdos.

– Considerar aspectos relativos a la implementación.

– Buscar las aprobaciones apropiadas o ratificaciones.

Se sugiere que a lo largo del avance de estas fases, se dé comienzo a la preparación de


insumos para el informe final de la EAE. Dichos insumos, así como el informe, deben contar
también con un mecanismo de consulta apropiado para garantizar el consenso en torno a
sus contenidos (OCDE, 2007).

Monitoreo y seguimiento de los resultados (Fase 4)

Es coincidente con la fase final de la EAE y está orientada a identificar la secuencia posterior
al desarrollo de la participación. Puede que el grupo no tome la decisión final sobre el
resultado de la EAE, pero puede generar consensos sobre aspectos parciales, particulares o
simplemente convenir la secuencia de pasos posteriores y la propuesta de monitoreo. En
todo caso, estas consideraciones deben incluirse en el informe final de la EAE, identificando
qué actores clave estarán involucrados en las tareas de monitoreo y qué instancias de
participación involucran estas acciones.

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Los mecanismos de monitoreo y seguimiento son diversos y dependen de la dimensión y
características de la EAE: comisiones de monitoreo formadas ad hoc en etapas anteriores,
compuestas por una representación de los sectores más amplios que hayan participado;
comité técnico conformado con perfiles específicos vinculados a la temática, entre otros.

Se recomienda mantener una política de flujo constante de información sobre los resultados
parciales de la participación con los actores clave involucrados. El informe final debe dar
cuenta de cómo se produjo la participación y cómo han sido considerados los aportes
resultantes en la política, plan o programa.

Preguntas útiles para considerar en el diseño del sistema de monitoreo y seguimiento


– ¿Las propuestas son técnica y legalmente apropiadas?
– ¿Las personas o instituciones cuyo apoyo es clave se sentirán cómodas con el
resultado?
– ¿Cuáles son los pasos necesarios para que, luego de la participación, la política,
plan o programa sea adoptado?
– ¿Cómo se financiará la implementación?
– ¿Quiénes serán responsables de la implementación?
– ¿Cuándo serán implementadas las partes del acuerdo?
– ¿Cómo asegurar que los compromisos sean seguidos por acciones?

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Participación de Pueblos y Comunidades Indígenas
La participación de los Pueblos Indígenas14 está contemplada en un conjunto de normas y
jurisprudencias nacionales e internacionales. Estas establecen que el Estado tiene la
obligación de implementar la Consulta Previa, Libre e Informada15 (CPLI), como un proceso
de diálogo de buena fe (CIDH, 2012) con los Pueblos Indígenas cada vez que se prevean
medidas legislativas, decisiones administrativas, proyectos, planes o cualquier otra acción,
susceptible de afectarles directamente sus derechos colectivos.

Si bien la CPLI debe desarrollarse conforme a los principios establecidos por la normativa, la
implementación de cada proceso consultivo debe ser acordada de forma previa con las
Comunidades involucradas. Para el caso de los proyectos con financiamiento internacional,
esta obligación está reforzada por la necesidad de cumplir con la salvaguarda o estándar
correspondiente a los Pueblos Indígenas de cada organismo.

En la Argentina, al momento de publicación de esta guía, el Instituto Nacional de Asuntos


Indígenas (INAI) se encuentra trabajando en la reglamentación de la Ley n.º 24071 y en el
establecimiento de lineamientos básicos para llevar a cabo las consultas a los Pueblos en
respeto de su cosmovisión y prácticas culturales. Por su parte, algunos organismos y
provincias han desarrollado sus propios procedimientos para garantizar el goce de este
derecho, a saber:

– La Secretaría de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación ha


desarrollado el Manual técnico para la consulta a pueblos originarios en la gestión de
bosques y cambio climático16.

– La Administración de Parques Nacionales cuenta con el Protocolo de Consulta Previa,


Libre e Informada a Comunidades Indígenas en Áreas Protegidas Nacionales17,
aprobado por Resolución n.º 458/2021, que reconoce el derecho colectivo a la
consulta de los Pueblos Indígenas.

– La provincia de Neuquén cuenta con un Procedimiento de Consulta Previa, Libre e


Informada aplicable a los Pueblos Indígenas de dicha provincia, aprobado por
Decreto provincial n.º 108/202318.

14
Pueblos Indígenas: por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región
geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento de
las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus
propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas (C169- Convenio sobre
pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169).
15
“PROCESO DE CONSULTA PREVIA LIBRE E INFORMADA: es el proceso, mecanismo o procedimiento
que se traduce de forma secuencial o por etapas. El Estado es el principal obligado en instaurar el referido
proceso, pero deberá construir el mismo de manera consensuada con las instituciones representativas de
los pueblos indígenas y sus comunidades. Allí, las partes desarrollarán la consulta a través del diálogo
intercultural que robustece el marco del proceso consultivo. La finalidad es que el Estado y los Pueblos
Indígenas lleguen a un acuerdo o que estos últimos puedan expresar su consentimiento sobre el
objeto del proceso” (C169- Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169)
16
argentina.gob.ar/sites/default/files/mayds_2021_-_salvaguardas_redd_pueblos_originarios_web_0.pdf
17
argentina.gob.ar/sites/default/files/anexo_res._d_no_458-2021_protocolo_if-2021-89016199-apn-dtcap
nac.pdf
18
https://boficial.neuquen.gov.ar/Boletines/bol2301174119.pdf

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– La provincia de Salta ha desarrollado una Guía de Participación e Información a
Comunidades Indígenas en la Provincia de Salta, la cual se aprobó por Resolución
provincial n.º 635/202219.

Principios de la Consulta Previa, Libre e Informada

La CPLI es una constancia de reconocimiento de la diversidad étnica y cultural entre el


Estado y los Pueblos Indígenas, siendo un derecho fundamental de los mismos y sus
Comunidades. Además, brinda transparencia a todas aquellas decisiones que puedan afectar
directamente a alguno de estos Pueblos. En este sentido, esta consulta no es una instancia
exclusiva de los procedimientos de evaluación ambiental, sino que se aplica a cualquier
decisión administrativa o medida legislativa, por lo que debe darse en forma independiente, a
través de la autoridad competente en la materia.

Es así que la consulta debe considerarse una instancia de participación o proceso de diálogo
verdadero, siendo aconsejable que la autoridad que evalúe un determinado proyecto,
actividad, política, plan o programa, realice la consulta al INAI o a los organismos
competentes en la jurisdicción, respecto de la existencia de Pueblos Indígenas en el área del
proyecto a evaluar y respecto del estado de situación o resultados de consultas previas que
se hubieran llevado a cabo.

Ahora bien, para que el proceso de CPLI sea válido, debe cumplir con una serie de principios,
los cuales se describen a continuación:

Principios Aplicaciones

Debe llevarse a cabo con anterioridad a la adopción de la medida que se


Previa
quiere implementar, ya sea de oficio o a solicitud de las partes.

El proceso debe darse sin obstáculos ni discriminación, sin emplearse


ninguna fuerza de coerción que viole los derechos humanos y las
Libre libertades fundamentales de los Pueblos Indígenas interesados, sin
manipulación ni intimación de ningún tipo, con libertad de expresión y
respetando la voluntad de participar del proceso de consulta.

Se debe proporcionar información que abarque: alcance y objetivos del


proyecto o actividad; duración; zonas que se verán afectadas; probable
impacto económico, social, cultural y ambiental; posibles riesgos;
Informada
distribución de beneficios, entre otros.
La información debe ser adecuada y suficiente para que los Pueblos y
Comunidades Indígenas puedan analizarla y deliberar sobre ella.

La consulta es un verdadero instrumento de participación, en el que es


Buena fe clave la generación de confianza y respeto. Esto requiere, en primer
lugar, que las partes acepten el procedimiento de consulta como

19
https://boletinoficialsalta.gob.ar/Imprimir_doc.php?cXdlcnR5dGFibGE9Unw2MzUvMjJCSVNxd2VydHk=

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legítimo, con independencia de las posiciones sustantivas dentro del
procedimiento.

Debe considerar costumbres y tradiciones, así como los métodos


tradicionales para la toma de decisiones. En ausencia de mecanismos
institucionales, deberán implementarse procedimientos que sean
accesibles a la participación del mayor número de Pueblos
Adecuada y
y Comunidades Indígenas afectados, teniendo en cuenta las
accesible
limitaciones materiales, institucionales y temporales existentes. Se
deben prever los tiempos necesarios para que los Pueblos y
Comunidades Indígenas puedan participar de modo efectivo y
significativo.

A través de
autoridades e En la comprensión de este principio la OIT ha señalado que el criterio de
instituciones representatividad debe entenderse de forma flexible, en tanto esa
representativas representación sea fruto de un proceso de los Pueblos Indígenas. Puede
de Pueblos existir más de una representación dentro de un pueblo o comunidad.
Indígenas

Las consultas deben responder a procedimientos formalizados,


sistemáticos, replicables y transparentes. Este requisito responde a la
Sistemática y necesidad de dotar de seguridad jurídica a todo acto del Estado, así
transparente como a los objetivos de adecuación y representatividad de las consultas
a los Pueblos Indígenas, evitando arbitrariedades y conflictos
innecesarios.

Siempre deben ser observados los principios esenciales.


Cuando el Estado toma una decisión, debe fundamentar su acto
explicando cómo ha llevado a cabo el proceso y cómo ha considerado
Aspectos las opiniones de los Pueblos. También debe garantizar que la medida
transversales respeta al máximo posible las prioridades de desarrollo de las
Comunidades, que prioriza su mejoramiento, que toma medidas para
minimizar riesgos y que en ningún caso afecta su existencia o integridad
física o cultural.

Tabla 6. Aplicación de los principios de consulta previa. Fuente: Cabria Mellace 2019 con base
en Yrigoyen (2009), C-169 OIT

Etapas del proceso de CPLI

El proceso de CPLI debe contar mínimamente con las siguientes etapas generales.

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Figura 9. Etapas y elementos centrales de la CPLI.

② Preparación de la consulta

Esta fase da inicio al proceso, es preliminar y preparatoria. Tiene por objeto la elaboración del
plan de consulta, en articulación con las autoridades representativas de los Pueblos
Indígenas y la autoridad evaluadora nacional o jurisdiccional. De la misma debe surgir un plan
de abordaje que establezca la forma en que se articulará el procedimiento y que debe estar
consensuado entre las partes: el Estado (promotor de la instancia), la persona proponente
(en caso de corresponder) y las autoridades representativas de los Pueblos Indígenas y sus
Comunidades (con personas asesoras y técnicas en caso de tener). Se trata de una etapa
intercultural.

En esta instancia se deben definir los actores clave involucrados y establecer los acuerdos
del procedimiento. Asimismo, esta etapa debe relacionar a los Pueblos o Comunidades que
podrían verse afectados por la decisión, los derechos colectivos de dichos pueblos, la
naturaleza de la afectación, plazos, entre otros. Al definir cómo se realizará la CPLI, se
consideran al menos tres aspectos:

– Metodología: considera las etapas del procedimiento, los ritos y prácticas que
deberán ser tenidos en cuenta, el lugar de reunión y la modalidad que tomarán los
encuentros (reuniones, talleres, etc); así como la duración general de cada etapa,

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recursos, idiomas, logística, formas en que se abordarán los temas y se hará la
comunicación y divulgación, presupuesto, equipo de seguimiento, modalidad de
trabajo de dicho equipo, entre otras. La metodología debe permitir la participación de
los Pueblos Indígenas durante todo el proceso consultivo, así como la posibilidad de
presentar propuestas, sugerencias, observaciones, inquietudes, a través de sus
autoridades o instituciones representativas. Debe considerar las diferencias,
permitiendo un involucramiento activo, pleno e igualitario en el proceso de diálogo
intercultural y de toma de decisiones.

– Información: determina los elementos mínimos de información que serán necesarios


considerar para la consulta, ya sea los que tengan que proveer el proponente, el
Estado, o los propios Pueblos y Comunidades Indígenas. De manera articulada, el
proponente junto con la autoridad nacional o jurisdiccional en asuntos indígenas y las
autoridades representativas de los Pueblos —con aprobación de la autoridad
evaluadora del proceso— establecerán la información que se considere necesaria
sobre el proyecto, actividad, plan, política o programa, la forma en que será provista y
abordada, el formato y si es necesario realizar adaptaciones para su accesibilidad.
Considerando la diversidad lingüística de los Pueblos, deberá considerarse y
consultarse con el INAI o la autoridad jurisdiccional evaluadora en caso de ser
necesaria la traducción o adaptación de los contenidos de las instancias de diálogo
intercultural.

– Participantes: implica acordar quiénes serán las y los participantes en el proceso de


CPLI. Aunque en otros procedimientos suele ser implícita la representación del
organismo promotor o de la persona proponente, en estos casos se recomienda
establecer de modo explícito qué funcionarias, funcionarios, técnicas y técnicos
representarán a cada parte. En el caso de los Pueblos Indígenas, deberá establecerse
la representación conforme a sus propios sistemas de deliberación y toma de
decisiones. Puede ser útil la aplicación del mapa de actores clave.

El producto final de la etapa es un plan de consulta preliminar elaborado y articulado entre las
partes y con consentimiento de los Pueblos Indígenas. En virtud de que se trata de una fase
preparatoria, es importante destacar que la elaboración y acuerdo sobre el plan y la
información no significa la aprobación para su implementación y ejecución.

② Asamblea

Esta instancia es la fase de evaluación interna de los Pueblos Indígenas. La misma tiene por
objeto que las Comunidades evalúen internamente la información del plan, política, actividad
o proyecto y valoren medidas de mitigación. El plazo que tienen las Comunidades debe estar
consensuado y preestablecido. Para el desarrollo de esta fase se pueden implementar
talleres, asambleas, diálogo interno de acuerdo a sus formas organizativas y procesos de
toma de decisión. La comunidad puede producir y entregar información complementaria
sobre sus proyectos de vida y la relación entre estos y el proyecto que se analiza.

La información resultante y acordada debe ser plasmada en un acta resultado de la


evaluación interna, siendo ésta el producto final de la etapa 2.

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③ Diálogo intercultural

En esta instancia se despliega el proceso acordado. Suele consistir en encuentros de diálogo


iniciales entre todas las partes (el organismo promotor o la persona proponente, la autoridad
evaluadora, las autoridades representativas de los Pueblos y el INAI o autoridad jurisdiccional
correspondiente, de así precisarlo) para la presentación de la información, cosecha de
opiniones, dudas, sugerencias, acuerdos y desacuerdos, y cualquier otra consideración o
emergente.

Está planteada como una instancia de diálogo genuino donde se analizan documentos, se
manifiestan observaciones, alternativas y opciones para que el Estado pueda tomar una
decisión que contemple los intereses y preocupaciones de los Pueblos Indígenas y sus
Comunidades. Es importante remarcar que el resultado de la consulta no es un acto único
que implica aceptación o rechazo liso y llano, sino un proceso complejo para la consideración
de impactos, beneficios y posibles acciones que consideren las prioridades de desarrollo de
las personas que habiten los territorios en cuestión.

Finalmente, habrá una instancia de diálogo y deliberación entre las partes para abordar las
perspectivas, evaluaciones, y consideraciones por parte de las Comunidades al respecto, que
serán plasmadas en un acta de diálogo (producto final de la etapa).

Con los resultados de este proceso, el Estado tomará una decisión al respecto del proyecto,
política, plan o programa. Esta debe analizar los distintos puntos de vista, observaciones,
sugerencias y todo lo expresado en las etapas anteriores, evaluar las consecuencias de las
medidas propuestas sobre los derechos colectivos de los Pueblos y comunicar la decisión
final a todas las partes (con sus debidos argumentos de forma clara y concisa).

④ Monitoreo y seguimiento

Después de la decisión del Estado, es clave consensuar e instaurar un mecanismo de


monitoreo de la decisión, que permita a los Pueblos y sus Comunidades hacer un
seguimiento de la implementación de la medida y controlar el cumplimiento de las
recomendaciones o acuerdos establecidos. El mecanismo de monitoreo, la duración del
seguimiento y su modalidad, las responsabilidades y actividades que involucra, y los recursos
necesarios a este fin deben ser previstos durante el desarrollo de la instancia participativa.

Para su correcta implementación, en esta etapa pueden participar otras instituciones,


autoridades provinciales, organismos, equipos facilitadores, etc.

El producto final de la etapa será el conjunto de informes elaborados y observaciones


surgidas que den cuenta de lo acordado en el proceso consultivo. Su elaboración debe ser
conjunta entre las autoridades representativas de los Pueblos Indígenas y sus Comunidades
y el organismo promotor o la persona proponente.

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Capítulo 4. Metodología para la elaboración
de un mapa de actores
Dado que la participación pública pone en el centro a personas, grupos y organizaciones con
los que se busca establecer un diálogo sustantivo a fin de que las autoridades maximicen la
calidad de sus decisiones, se torna elemental contar con una adecuada identificación de los
actores clave que es deseable involucrar en el proceso participativo.

Se consideran actores clave (o stakeholders) a aquellos individuos, grupos o instituciones


que son afectados o afectan el desarrollo de determinadas actividades, ya que poseen
información, recursos, experiencia y alguna forma de poder para influenciar la acción
(EC-FAO, 2006). Estos actores se identifican y definen en relación a un contexto, tema u
objetivo particular.

El mapeo de actores es una estrategia metodológica cualitativa que permite identificar a los
principales actores vinculados a un tema u objetivo, analizar sus intereses al respecto y la
manera en que cada uno de ellos puede afectar la viabilidad de un proyecto. Es una
herramienta valiosa para identificar y caracterizar los principales actores que es deseable
involucrar en el diseño e implementación de una intervención, en particular a los fines de que
sean partícipes de su evaluación ambiental.

El mapeo de actores puede ser usado tanto para la identificación preliminar de partes
interesadas en la etapa de planificación del EsIA como durante la elaboración del mismo, a
los efectos de completar la línea de base y también de que los actores identificados puedan
tener participación en la valoración y gestión de los impactos del proyecto. Por otro lado,
resulta también una herramienta fundamental desde las fases iniciales de elaboración de una
EAE.

Se trata de una herramienta viva de constante actualización y, en virtud de que la realidad es


cambiante y dinámica, los actores modifican sus percepciones sobre ella, adquieren mayor o
menor influencia sobre ciertos espacios, y refuerzan o cambian sus posiciones. Debe ser
flexible, revisarse en forma continua, y en lo posible, combinarse con otros instrumentos
sociales de análisis, (como encuestas, grupos focales y observación participante) para una
comprensión más integral del contexto.

Metodología para la identificación y mapeo de actores


clave
Si bien existen distintas metodologías para la identificación y mapeo de actores, en líneas
generales se pueden encontrar tres pasos comunes: diseño de la metodología; recolección y
análisis de la información; y elaboración de estrategias de participación e involucramiento.

A continuación se detalla cómo elaborar un listado inicial de actores (identificación) para


luego poder realizar el análisis sobre su posicionamiento y niveles de influencia (mapeo).
Cabe aclarar que estos pasos están enfocados específicamente en procesos de evaluación
ambiental, si bien pueden ser de utilidad para otros fines.

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Diseño de la metodología

Implica clarificar el objetivo del mapeo, y las categorías de análisis de los actores. En general,
para una evaluación ambiental, el objetivo será identificar los grupos o tipos de actores clave
y analizar sus capacidades y posicionamientos a fin de comprender cómo pueden afectar o
ser afectados por el desarrollo o proyecto de inversión.

En relación con la clasificación, existen diversas categorías para agrupar los actores,
dependiendo del tipo de proyecto, su escala y la temática de que se trate. Es usual que se
seleccione una opción para agrupar a los actores y luego las demás se convierten en
información que enriquece el análisis. Algunas formas de caracterizar los agrupamientos
son:

Sector: refiere a sector público, privado, sociedad civil, academia, sindicatos, etc. Según el
caso, podría ser necesario afinar estas clasificaciones o desagregarlas. Por ejemplo, la
sociedad civil puede estar conformada por organizaciones no gubernamentales,
organizaciones de base comunitaria, organizaciones de la economía popular, entre otras. Así
también, en el sector privado puede ser necesario distinguir entre la persona proponente y
otros actores privados con intereses en el mismo territorio. Por su parte, las Comunidades
Indígenas y organizaciones de Pueblos Indígenas deben considerarse un sector en sí mismo.

Jurisdicción: refiere al alcance geográfico del actor (municipal, provincial, nacional,


internacional). También existen otros niveles más específicos, como la identificación
territorial por cuencas o áreas multijurisdiccionales.

Afectación: refiere al alcance territorial del área de influencia directa (AID) o indirecta (AII),
que haya sido definida en el estudio de impacto, diferenciando quiénes son afectados
directos (positiva o negativamente), es decir que residen en el área de influencia directa del
proyecto, de quienes resultan afectados indirectos e interesados en el proyecto.

Contacto: sitio web, correo electrónico, teléfono u otros datos, a fin de que se puedan
establecer comunicaciones.

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Sector Actor Jurisdicción Afectación Contacto
(ej: público, (nombre de (ubicación (AID-AII) (email, teléfono,
privado, sociedad persona física u geográfica otros)
civil, etc.) organización) respecto al
proyecto)

Grupos e individuos que pueden verse afectados negativamente por el proyecto

Grupos e individuos que pueden verse afectados positivamente por el proyecto

Tabla 7. Modelo de base de datos para la identificación de actores.

Es importante comprender que para la elaboración de una identificación o listado general de


actores, es suficiente con las categorías anteriormente mencionadas. Los datos pueden
extraerse de fuentes secundarias de información y construir así una base de datos acotada
de referencia. En cambio, para elaborar un mapeo de actores se requieren al menos tres
categorías de análisis más, para las cuales es necesario recurrir a fuentes primarias (sean
estas entrevistas, encuestas, grupos focales, sondeos de opinión, etc). Estas categorías son:

Capacidad de influencia: refiere al poder e incidencia que ese actor tiene dentro del sector, al
liderazgo o capacidad que posee para afectar en su propio ámbito; puede ser considerada
influencia alta, influencia media e influencia baja.

- Alta: tiene interés y capacidad de introducir cambios o afectar la toma de decisiones.

- Media: tiene interés, pero poca o nula capacidad de introducir cambios o afectar la
toma de decisiones y viceversa.

- Baja: no demuestra interés ni capacidad de afectar la toma de decisiones.

Posicionamiento: es la posición o actitud que asume el actor en relación al proyecto en


cuestión, pudiendo estar a favor, en contra o ser indiferentes al mismo.

- A favor: apoyo activo al proyecto o seguidor activo de las iniciativas.

- En contra: oposición activa al proyecto.

- Indiferente: no se registran acciones vinculadas al tema.

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Nivel de vinculación: se enfoca en el grado de relacionamiento sugerido con los actores. Esta
variable resulta de utilidad para definir los mecanismos de participación que se utilizarán y el
grado de involucramiento deseado.

- Alto

- Medio

- Bajo

Cabe señalar que el nivel de vinculación depende de la intención de fomentar una


participación amplia e inclusiva, por lo cual puede haber grupos con un nivel de influencia
bajo con quienes se necesite un nivel de vinculación alto por encontrarse en situación de
vulnerabilidad o tratarse de grupos históricamente subrepresentados.

Una vez definidas las categorías de análisis como primer paso, se confecciona una base de
datos que compile la información, se selecciona la matriz que pueda mostrar de un modo
gráfico la información, y se identifican las fuentes de información y los instrumentos
necesarios para el relevamiento. En el caso de personas físicas, es recomendable hacer una
desagregación por género, a los fines de que en etapas posteriores se propicie una
participación equitativa.

Sector Actor Jurisdicción Afectación Nivel de Posicionamie Nivel de Contacto


(ej: público, (nombre de (ubicación (AID-AII) Influencia nto (a favor- vinculación (email,
privado, persona física geográfica (alta-media- indiferente -en (alta-media teléfono,
sociedad u respecto al baja) contra) -baja) otros)
civil, etc.) organización) proyecto)

Grupos e individuos que pueden verse afectados negativamente por el proyecto

Grupos e individuos que pueden verse afectados positivamente por el proyecto

Tabla 8. Modelo de base de datos para el mapeo de actores.

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Recolección y análisis de la información

Existen distintas técnicas para recabar información primaria o secundaria, que se podrán
seleccionar según el contexto. Para la identificación de actores es suficiente utilizar
información de fuentes secundarias. Algunas de las técnicas son:

– Revisión de documentos oficiales, normativa, acuerdos, convenios y otros


compromisos institucionales.

– Revisión de notas periodísticas de diferentes medios (gráficos, digitales, televisión).

– Revisión de páginas web, redes sociales y posicionamientos publicados.

Por su parte, para el mapeo de actores (que implica conocer en mayor profundidad su
posicionamiento), se requiere necesariamente de información de fuentes primarias y de su
elaboración por parte de profesionales de las ciencias sociales o humanísticas. Algunos
instrumentos son:

– Entrevistas a referentes en la temática o actores territoriales.

– Encuestas a grupos de actores clave potenciales.

– Observación directa (sin participación) de eventos locales.

A la hora de recabar información de fuentes primarias, en primer lugar, es importante tener en


cuenta la gestión de las expectativas, dejando en claro objetivos y alcances, así como la
etapa en que se enmarcan dentro del ciclo de proyecto. En segundo lugar, el análisis de la
información implica la transcripción de la misma en las bases definidas para ello y su
traducción en gráficos adecuados para su interpretación. El análisis implica describir cómo
se manifiestan las capacidades, posicionamientos y afectaciones, cómo interactúan entre
ellas y cómo impactan en relación al proyecto o algunas de sus fases.

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Figura 10. Representación esquemática de un mapa de actores. Fuente: adaptado de Tapella
(2007, p. 8).

De manera adicional, la información y el análisis detallado puede recopilarse en fichas por


sectores, de manera tal de que quienes lleven adelante los procesos de comunicación y
participación tengan una idea rápida de las características de los actores involucrados.
También es recomendable la elaboración de un informe donde se describa el proceso
metodológico y los resultados del mapeo.

Elaboración de estrategias de participación e involucramiento

La reflexión a partir de la información procesada permitirá diseñar estrategias de trabajo y


comunicación con los actores, además de brindar los elementos necesarios para la selección
y diseño de los mecanismos de participación. En el marco de un EsIA, este mapeo debe ser
considerado, en general, como un insumo para su elaboración, y en particular, para la
elaboración del plan o planes que aborden la comunicación social, que forma parte de los
Planes de Gestión o Manejo Ambiental, según corresponda.

Puesto que deben identificarse estrategias diferenciadas según cada caso, a continuación se
presentan algunos elementos que pueden contribuir a ello:

– Un conjunto importante de actores clave con una posición contraria a la iniciativa y


alto nivel de influencia informa sobre un conflicto socioambiental latente o ya
manifestado. Allí será recomendable implementar acciones con sensibilidad al
conflicto e identificar roles que colaboren en su transformación, como, por ejemplo,
una persona mediadora o negociadora.

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– Un actor clave afectado directo con posicionamiento firme implica la necesidad de
desarrollar un trabajo previo a la instancia formal y obligatoria (consulta o audiencia
pública, según corresponda), por ejemplo, un diálogo sectorial o instancias de
mediación.

– Si existen afectados directos con baja capacidad de influencia, puede ser necesario un
trabajo de empoderamiento y fortalecimiento de capacidades a los fines de propiciar
la participación en instancias iniciales. Un actor que es relevante para el proyecto
debe contar con la información en formatos accesibles para poder ejercer sus
derechos de acceso en asuntos ambientales. Si esa capacidad es adquirida
posteriormente, cuando ya el proyecto ha avanzado y sus perspectivas e intereses no
han sido considerados, puede resultar en la emergencia de conflictos
socioambientales que repercutan en la licencia social del proyecto.

– Considerar que existen actores invisibilizados o excluidos. Estos actores pueden


tener un interés directo en la EIA y no ser visibles porque no tienen una
representación sectorial, porque forman parte de sectores informales, vulnerables o
incluso son parte de redes ilegales (Volger et. al., 2017). Por ejemplo, pequeños
taladores en los bosques, ocupantes de los territorios de emplazamiento del
proyecto, entre otros.

La representación de los sectores no siempre es única y explícita. Las y los vecinos del área
de influencia pueden generalizar diferencias e incluso diversidad de liderazgos. Es posible
también que los liderazgos visibles o más articulados no representen de una manera
completa a toda la comunidad, las diferencias e intereses de género, etarias o
generacionales, o que existan matices en posiciones e intereses expresados por el líder que
no reflejen los de la comunidad (Thomson y Boutilier, 2011). Por ello el mapeo de actores
debe hacer esfuerzos por la comprensión integral de las dinámicas comunitarias y relaciones
de poder existentes, a fin de propiciar una participación abierta e inclusiva.

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Anexo I. Técnicas para fortalecer
la participación
Tal como se ha planteado en toda la guía, la participación pública en procedimientos de
evaluación ambiental se considera un eje transversal y continuo a lo largo de todas sus
etapas. Dentro de un mismo proceso, en los distintos espacios e instancias que se organicen
(ya sean regulados, como las consultas y audiencias, o no regulados), se pueden usar
diversas técnicas en función de los objetivos a alcanzar, el público que participe o el
momento del proceso en el que se lleve a cabo. Algunas de estas herramientas refieren a
modos de organizar la actividad, otras sirven para ordenar el trabajo en grupos y están las
que colaboran a que las intervenciones de quien facilita o modera dinamice adecuadamente
el intercambio.

Existen técnicas de discusión abierta, las cuales se utilizan principalmente para que un grupo
pueda alcanzar una comprensión compartida de los problemas y de las soluciones
potenciales. Sin embargo, puede experimentar más dificultades para alcanzar consenso si no
se recurre al uso de técnicas estructuradas20.

En la siguiente tabla se mencionan algunas técnicas sugeridas para su aplicación en los


procesos de participación pública en evaluación ambiental. No constituye un listado acabado
de todas las opciones disponibles, por lo que se recomienda siempre buscar aquellas
alternativas que mejor se adecuen al objetivo de la instancia y a quienes vayan a participar de
la misma.

Técnicas para momentos específicos de la evaluación ambiental

Ejemplos de
Tamaño del
Técnica Tipo Flexibilidad momentos para Propósito
grupo
aplicar

Mapeo de
Entrevistas con
Presencial/ actores y Recoger información
informantes Estructurada Individual
virtual elaboración de calificada.
clave
contexto

20
Desarrollo y Conflicto. Enfoque sensible al conflicto para organizaciones de desarrollo. Manual de
herramientas. 2006. Fundación Cambio Democrático.

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Analizar en
Fase inicial de profundidad un
identificación de problema o conflicto Grupos
Árbol de
Presencial Estructurada problema o identificando sus pequeños a
problema
análisis de causas, su medianos
contexto manifestación y sus
impactos.

Generar un registro
visual de la historia
Fase inicial para
del tema en cuestión.
Mapeo de identificar temas, Grupos
Resalta la base
evolución de Presencial Estructurada comprender el pequeños a
común de experiencia
contexto contexto y las medianos
del grupo, y provee
perspectivas
información sobre
aspectos clave.

Movilizar
conversaciones
amplias. En base a
temas sin una
Apertura, Grupos
agenda definida las
Dinámica de No relevamiento de medianos a
Presencial personas que desean
espacio abierto estructurada temas, actores, grandes
se suman a
preocupaciones En subgrupos
conversar sobre lo
que consideran
importante de ese
tema.

Generar un proceso
grupal que permite
pasar de la
Apertura, Grupos
preocupación
Presencial / relevamiento de medianos a
Nubes de ideas Estructurada individual a una
virtual temas, grandes
identificación
preocupaciones En subgrupos
colectiva de temas
relevantes en forma
de nubes.

Identificar opciones
Generación de
creativas de un modo Grupos
Presencial / Semiestructur una lista amplia
Lluvia de ideas dinámico sin generar pequeños a
virtual ada de opciones
juicios sobre las medianos
creativas
mismas.

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Movilizar
conversaciones,
Apertura,
explorar e innovar en
relevamiento de
problemáticas. Grupos
temas,
Café del mundo Presencial / Facilitar la discusión medianos a
Estructurada preocupaciones.
(World café) virtual abierta y la grandes
Relevamiento de
conversación privada, En subgrupos
opciones y
vinculando ideas
propuestas
surgidas de grandes
grupos.

Lograr identificar
Apertura,
aportes de muchas
relevamiento
personas sobre
de temas,
diversos asuntos Grupos
actores,
Calesita Presencial Estructurada durante un tiempo medianos a
preocupaciones
limitado. También grandes
Relevamiento de
proporciona
opciones y
motivación a un
propuestas
grupo desmotivado.

Agrupar temas,
Apertura,
aspectos de un
relevamiento de
problema, puntos a
Tarjetas temas/preocupa Grupos
ser tratados,
adhesivas o Presencial Estructurada ciones. medianos a
soluciones posibles o
post-its Relevamiento de grandes.
alguna otra cuestión
opciones y
por afinidad o
propuestas
similitud.

Enriquecer la Grupos
Análisis de
perspectiva sobre las medianos a
Pros y Contras Presencial Estructurada opciones y
diversas opciones o grandes
propuestas
cursos de acción. En subgrupos

Generar una lista de


Análisis de soluciones posibles y
Grupos
Matriz Presencial Estructurada opciones y una lista de criterios
medianos
propuestas para evaluar esas
soluciones.

Generar una lista Grupos


Priorización por Presencial / Priorización de
Estructurada priorizada de temas medianos a
puntos virtual opciones
según categorías. grandes

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Priorización de
Generar una medida Grupos
Ranking del opciones y
Presencial Estructurada de apoyo de algunas medianos a
consenso categorización
opciones. grandes.
de apoyo

Involucra personas
afectadas con el
Descubrimiento
Análisis de problema para
y diálogo de Grupos
opciones, encontrar soluciones
acción (DAD Presencial Estructurada medianos a
propuestas y a problemas. Inspira
-discovery and grandes.
soluciones y crea relaciones
action dialogue)
entre distintas
personas.

Técnicas aplicables a todo el proceso de evaluación ambiental

Ejemplos de
Tamaño del
Técnica Tipo Flexibilidad momentos para Propósito
grupo
aplicar

Según la herramienta
en la plataforma se
puede orientar a
No recoger
Plataforma de Para distintas
presencial preocupaciones,
participación Estructurada instancias de Sin límite
(asincrónic necesidades, a
virtual EsIA o EIA
o) trabajar sobre
opciones, e incluso
realizar valoraciones
y priorizaciones.

Según la selección de
No
Para distintas preguntas o ítems
Encuestas en presencial Semiestructur
instancias de pueden abordarse Sin límite
línea (asincrónic ada
EsIA o EIA distintas fases de la
o)
participación.

Retomar los dichos o


narrativa de cada
orador, identificando Individual por
Para distintas
Reformulación / los aspectos parte del
Presencial Estructuradas instancias de
legitimación relevantes, separando facilitador/
EsIA o EIA
información referida moderador
al problema de
aquella referida a la

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persona, entre otros
objetivos.

Difundir y compartir
información acerca
Semiestructur Transversal al
Casa abierta Presencial de un proyecto o Sin límite
ada EsIA
temática en
particular.

Tabla A1.1. Técnicas para fortalecer la participación pública en evaluación ambiental

A modo de ejemplo, se desarrollan seis técnicas específicas para utilizar en: la fase inicial de
identificación del problema y sus causas (Árbol del problema y Mapeo de evolución de
contexto); la apertura y relevamiento de temas (Calesita y Café del mundo); el análisis de
opciones (Priorización por puntos, Matriz y Descubrimiento y diálogo en acción); y para llevar
adelante a lo largo de la construcción del EsIA (Casa abierta).

Árbol del problema

¿Para qué?
Sirve para graficar y analizar las causas de un problema o conflicto y los efectos (de corto,
mediano y largo plazo) que está generando. De esta forma, un grupo puede acordar sobre un
problema central priorizado y sobre los aspectos clave a abordar. Esta herramienta permite
otorgar complejidad a problemas que usualmente se simplifican en su definición y asignación de
responsabilidades.

Dinámica
En grupos y de una manera gráfica, se responde a tres preguntas:
● ¿Cuál es el problema central? Es el tronco y el tema prioritario que aglutina la reflexión.
Puede ser un problema relacionado con algún aspecto del EsIA, o aquello que está en el
centro de un conflicto socioambiental, por ejemplo, la escasez de agua o la contaminación.
● ¿Cuáles son las causas de fondo o de raíz? Son las diversas razones estructurales
subyacentes que determinan el problema que se analiza.
● ¿Qué efectos se han dado como resultado del problema? Se trata de los resultados o
impactos de ese problema.

Organización
Tiempo: 1-2 horas de trabajo en grupos y plenario.
Materiales: marcadores, afiches con silueta de árbol y las categorías (problema central, causas,
efectos), mesas de trabajo, pared para pegar y visualizar.

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Mapeo de evolución de contexto21

¿Para qué?
Recopilar en formato de texto, gráfico o dibujos el conocimiento colectivo que el grupo tiene sobre
la historia del tema que ha sido mapeado. El ejercicio resalta la base común de experiencia del
grupo, reconoce el trabajo pionero hecho por quienes no están presentes en la reunión, y provee
una gran cantidad de antecedentes.

Dinámica
Consiste en pegar una tira ancha y larga de papel en la pared. En la parte superior de la tira, se
escribe la consigna o tema que se está mapeando. Abajo del tema, se traza una línea de tiempo
horizontal que abarque todo el ancho del papel, indicando algunas referencias cronológicas (años,
sucesos, etc.).
Luego, se invita a las y los participantes a marcar en la línea de tiempo los hechos que consideran
hitos en la historia del conflicto o del tema sobre el que se está trabajando. Los hechos deben ser
del conocimiento de la o el participante que los describe pero no es necesario que haya estado
involucrada o involucrado en ellos.
Cada persona vuelve a su lugar y quien facilita repasa los hechos marcados, solicitando a las y los
participantes que los describan.

Organización
Tiempo: dependerá, entre otras cosas, de la cantidad de gente con la que se está trabajando y de
la sensibilidad del tema que se está abordando.
Materiales: marcadores, tira larga de papel que permita ir escribiendo los sucesos o hitos, pared
para pegar y visualizar.

Calesita

¿Para qué?
Relevar información, perspectivas y preocupaciones, o bien enriquecer opciones y alternativas,
sobre diversos temas de modo simultáneo, involucrando a un grupo grande de actores clave.

Dinámica
Se divide el espacio en tres o cinco estaciones, cada una con un tema. Se colocan afiches en la
pared, que serán usados por quien facilite la estación para registrar los aportes de las y los
participantes. Se divide al grupo en tantos subgrupos como estaciones haya y se organizan
rondas de trabajo. Cada subgrupo inicia su trabajo en una estación; cumplido el tiempo
establecido para conversar, suena una alarma y el grupo debe trasladarse a la estación siguiente.
El facilitador o la facilitadora de cada mesa explica al nuevo grupo los resultados de la primera
ronda, y solicita a las y los participantes que realicen aportes y enriquezcan las perspectivas

21
Fuente: Fundación Cambio democrático (2003)

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presentadas. Los grupos continúan rotando hasta que vuelven a su estación de origen, donde
quien facilita el espacio realiza un resumen de lo trabajado en todas las rondas. Finalmente, se
hace una puesta en común en plenario, en la que cada grupo presenta sus conclusiones.

Organización
Tiempo: 2-3 horas, dependiendo de la cantidad de estaciones. Se calculan 30 minutos para la
primera ronda, y luego tiempo decreciente en las siguientes.
Materiales: marcadores, afiches, pared o pie de rotafolio en cada estación, campana o sonido de
alarma.

Café del mundo22

¿Para qué?
Facilitar la discusión abierta y la conversación privada, vinculando ideas y accediendo a la
inteligencia colectiva de grandes grupos.

Dinámica
Son conversaciones en pequeños subgrupos que se van entretejiendo hasta transformarse en una
conversación interconectada de todo el grupo.
Se arman subgrupos o salas de cuatro a seis personas, se realiza una pregunta y cada mesa
conversa acerca de esa pregunta durante 20 minutos aproximadamente. En cada grupo, se deben
contemplar tres roles: una persona que facilita, una anfitriona o un anfitrión, y las y los viajeros de
la mesa. La finalización del tiempo se indica con un sonido claramente identificable. Todas las
personas del subgrupo pasan a otra mesa, excepto el anfitrión o anfitriona que oficiará de “testigo”
de todo lo que ocurra en la mesa a lo largo del encuentro (ya que no cambia en las diferentes
rondas) y su tarea es dejar registro de todas las conversaciones de su mesa en colaboración con
las y los participantes de cada ronda. El rol de la anfitriona o anfitrión se asume voluntariamente.
Luego del cambio de mesa, comienza la segunda ronda (esta vez de 15 minutos), en la que se va a
explorar una nueva pregunta con nuevas personas. En la segunda ronda, el anfitrión de la mesa
informa lo que se conversó en la ronda previa, mientras que las y los viajeros nuevos comparten lo
conversado en las mesas por las que pasaron antes. La idea es que todo lo dicho en las rondas
anteriores se pueda relacionar con el nuevo tema.
Al terminar la segunda ronda, se hará sonar una campana nuevamente y se pasará al cierre en una
puesta común.

Organización
Tiempo: 2 horas.
Materiales: mesas y sillas para grupos de 4 a 6 personas, hojas para registro, campana.

22
Fuente: The World Café Community Foundation (2015)

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Priorización por puntos

¿Para qué?
Permite priorizar alternativas u opciones, con base en uno o varios criterios relevantes, utilizando
una escala de prioridad y una votación por puntos.

Dinámica
En su versión más simple, se enumeran de manera visible (pizarra, lámina, afiche, etc.) las
opciones que se quieren priorizar. Se establecerá una escala de prioridad según la cantidad de
opciones que haya. Por ejemplo, si hay una lista de seis opciones a priorizar, se establecerá una
escala de prioridad del uno al seis, donde seis será lo más prioritario y uno lo menos prioritario.
Se solicita a las y los participantes que individualmente, en una hoja de papel, asignen una
prioridad a cada opción. No podrán asignar la misma prioridad a distintas opciones.
A continuación, se recogen y suman los votos. Las prioridades quedarán establecidas en función
de la cantidad de votos que cada opción haya recibido.

Opciones Votos x persona Total


Opción A 1+3+1+4+2 11
Opción B 4+2+2+1+3 12
Opción C 3+1+4+2+1 11
Opción D 2+4+3+3+4 16

Como alternativa, puede realizarse la priorización a partir de criterios a los que se les otorga una
cantidad de puntos. Por ejemplo, cada opción de la lista puede ser evaluada según criterios de
importancia, urgencia o viabilidad. Las personas pueden calificar cada opción como 1 (poco), 2
(bastante) y 3 (mucho). Finalmente se obtendrá un cuadro con puntajes para cada criterio. Esto
permite evaluar las opciones en su complejidad.

Opciones Importancia Urgencia Viabilidad


Opción A
Opción B
Opción C
Opción D

Organización
Tiempo: 1-2 horas
Materiales: marcadores y lapiceras, afiches con la matriz de opciones y criterios, pared para pegar
y visualizar, calculadora.

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Matriz23

¿Para qué?
Obtener una lista de soluciones posibles (enumeradas en el eje horizontal de la matriz) y una lista
de criterios para evaluar esas soluciones (enumerados en el eje vertical de la matriz). En las
intersecciones de filas y columnas resulta la evaluación de una posible solución en base a uno de
los criterios.

Dinámica
Se deben anotar distintas opciones a considerar por el grupo en la parte superior de una matriz, en
forma de fila. Luego se anotarán los criterios de evaluación (generalmente, los que ya fueron
generados por el grupo durante el proceso) verticalmente, en el costado izquierdo de la matriz.
Se pedirá a cada participante que evalúe cada opción en base a cada criterio. El sistema de
evaluación puede variar, utilizando una escala de uno a cinco, o signos que identifiquen grados de
conformidad.

Organización
Tiempo: dependerá de si los criterios de evaluación se han definido con anterioridad.
Materiales: marcadores, afiches con la matriz de opciones y criterios, pared para pegar y visualizar.

Descubrimiento y diálogo en acción24

¿Para qué?
Involucrar a las personas afectadas directamente para encontrar soluciones a problemas difíciles.
Impulsar la creación de nuevas soluciones que pueden estar latentes entre las personas.

Dinámica
Se arman grupos de 5 a 15 personas. Se describe el propósito de la actividad y se invita a las y los
participantes a presentarse.
Luego se realizan siete preguntas, una a la vez, y se da la oportunidad de que todas las personas
presentes puedan opinar sobre cada una de las preguntas. Se registran las respuestas y
asegurándose de capturar los hallazgos que resaltan y las ideas accionables cuando emerjan
(grandes ideas pueden emerger cuando uno menos lo espera).
Las preguntas son las siguientes:
1. ¿Cómo sabés que el problema X está presente?
2. ¿Cómo contribuís efectivamente a resolver el problema X?
3. ¿Qué te impide hacer esto o tomar estas acciones todo el tiempo?
4. ¿Conocés a alguien que frecuentemente pueda resolver el problema X y sobrepasar las
barreras? ¿Qué comportamientos o prácticas hacen este éxito posible?
5. ¿Se te ocurre alguna idea?
6. ¿Qué se necesita hacer para que ocurra? ¿Alguna voluntaria o voluntario?
7. ¿Quién más debe involucrarse?

23
Fuente: Fundación Cambio democrático (2003).
24
Fuente: Estructuras liberadoras.

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Al finalizar, el registrador recapitula los hallazgos, ideas accionables y quién más debería
involucrarse en las soluciones.

Organización
Tiempo: se propone un tiempo de cinco minutos para la presentación individual, entre 15 y 60
minutos para la respuesta a las preguntas, y cinco minutos de recapitulación final.
Los grupos pueden estar sentados alrededor de una mesa o, sin ella, en forma de círculo.
Materiales: afiche o pizarra para la sistematización.

Casa abierta25

¿Para qué?
Difundir y compartir información acerca de un proyecto o temática en particular en un lugar de
fácil acceso a actores afectados e interesados por el proyecto. Resulta de utilidad para facilitar el
acceso a información relevante a un público amplio.

Dinámica
La técnica de casa abierta consiste en la utilización de un sitio de acceso público en donde las
personas que conforman la comunidad puedan concurrir, obtener información y conversar con
personal competente en las materias a tratar. Es útil para que distintas personas puedan acceder
a la información del proyecto en diversos horarios. Su objetivo es acercar la información clave del
proyecto a la comunidad, en lugares de uso cotidiano, por ejemplo, plazas, escuelas, clubes, o
iglesias.
En el sitio de reunión se expone la información sobre el proyecto o actividad, u otra temática a
través de medios diversos, como paneles, folletos, afiches, videos, diapositivas, maquetas,
mapas, entre otros. Las y los visitantes pueden llegar en cualquier momento y quedarse todo el
tiempo que deseen.

Organización
Para realizar una casa abierta se deben considerar los siguientes aspectos: elegir una fecha y
hora adecuadas para la instalación de la casa abierta, identificar un lugar accesible para su
realización, anticipar el número de participantes y planificar el uso del espacio de acuerdo a ello,
preparar los materiales informativos adecuados a distribuir o utilizar, difundir la actividad con la
suficiente anticipación y máxima cobertura, prever que las personas que están a cargo del
proceso participativo en curso asistan a la actividad (de manera que las ciudadanas y los
ciuddanos puedan conocerlas y dialogar con ellas), considerar las distintas localidades en las
que se requiere hacer difusión, contemplar medios de verificación para registrar consultas,
inquietudes, reclamos, sugerencias u otros por parte de la ciudadanía (por ejemplo, libro de
visitas o breve cuestionario).

25
Fuente: SEA (2017)

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Anexo II. Documento de divulgación para EIA
Con el fin de que el público pueda acceder a información ambiental sobre proyectos y
actividades de manera oportuna, y pueda participar en la toma de decisiones en forma
efectiva, existe una herramienta que facilita la comprensión de los estudios de impacto
ambiental: el documento de divulgación. Se trata de una síntesis, para público no
especializado, que presenta en forma concisa las características del proyecto, la evaluación
realizada y las conclusiones esenciales que forman parte del EsIA.

Se presenta como anexo del EsIA y no debe exceder las 15 a 20 páginas. Si bien para quien
confecciona el documento resulta un desafío atenerse a dicha extensión, para el público
interesado o afectado por el proyecto redunda en un ventana de acceso a las principales
conclusiones de un estudio que suele tener cientos o miles de páginas, según la complejidad
del proyecto en evaluación. De no existir esta mediación comunicativa, se obstaculizan tanto
el acercamiento a dicha información como la posibilidad de participar de manera informada.

El documento de divulgación se diferencia del resumen ejecutivo y la memoria descriptiva,


que se expresan en lenguaje técnico y están destinadas a un público especializado,
familiarizado con la terminología propia de la actividad.

En relación con el formato y estilo comunicativo, el documento de divulgación debe incluir


gráficos e ilustraciones que presenten los análisis de manera sintética e integrada (tablas,
cartografía, entre otros). Además, su contenido debe ser coherente con el documento
principal, evitando agregar conclusiones u observaciones que no se abordan en el EsIA. Es
importante resaltar que, si bien está destinado a un público masivo, no por eso deja de ser un
instrumento de comunicación riguroso en cuanto a las conclusiones de la evaluación, por lo
cual se debe evitar direccionar el enfoque hacia la publicidad de la persona proponente o del
proyecto y la sobrevaloración de sus beneficios.

A su vez, existen reglas para la escritura orientadas al uso de lenguaje comprensible: utilizar
frases cortas; elegir un estilo de redacción simple y no repetitivo; evitar vocablos técnicos o
jurídicos específicos; acrónimos y abreviaturas (incluyendo términos en inglés); cuando sea
posible, utilizar nombres comunes para las especies sensibles además de la clasificación
taxonómica; entre otros. Es fundamental que el documento de divulgación sea un resumen
coherente de la evaluación realizada en un lenguaje destinado a públicos no expertos y no un
recorte de párrafos del EsIA. Por tal motivo, se recomienda que el documento sea elaborado
por especialistas de la Comunicación o de las Ciencias Sociales. Además, de ser posible y
según el público afectado, se sugiere considerar su traducción a lenguas originarias.

Atento a que se trata del principal documento de lectura en las instancias de participación
pública, se deben comunicar en forma transparente los siguientes contenidos mínimos que
sinteticen el estudio de impacto ambiental, a saber:

1. Objetivos y justificación del proyecto.

2. Persona proponente del proyecto (pública o privada).

3. Principales actividades previstas y cronograma de ejecución de la obra o actividad.

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4. Localización y descripción de áreas de influencia establecidas, incluyendo
cartografía.

5. Potenciales impactos ambientales y sociales identificados.

6. Plan de gestión ambiental, que contiene las medidas de mitigación asociadas para
evitar, reducir, restaurar o compensar tales impactos y aspectos sobresalientes de su
seguimiento.

7. Mecanismo de participación propuesto, acciones previstas y medios de contacto que


permitan gestionar consultas, quejas y reclamos.

8. Conclusiones.

Puede ocurrir que, producto de la revisión del estudio de impacto ambiental26, se modifiquen
ciertos datos o el alcance del análisis y valoración de los impactos. Por este motivo, el
documento de divulgación también debe adecuarse a fin de guardar coherencia con el EsIA.

El documento de divulgación y su relación con el Acuerdo


de Escazú
En su artículo 7, inciso 6, el Acuerdo de Escazú establece que:

El público será informado de forma efectiva, comprensible y oportuna, a través de


medios apropiados (escritos, electrónicos u orales, así como los métodos
tradicionales) y cuando corresponda en lenguaje no técnico, como mínimo sobre: el
tipo o naturaleza de la decisión ambiental de que se trate; la autoridad responsable
del proceso de toma de decisiones; el procedimiento de participación y mecanismos
previstos; las autoridades públicas involucradas a las que se les pueda requerir
mayor información sobre la decisión ambiental de que se trate, y los procedimientos
para solicitar la información.

De manera específica, el artículo 7, inciso 17 indica la información mínima que debe hacerse
pública en procesos de autorizaciones o licencias ambientales.

26
A modo de ejemplo, en la página web del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en la sección
de proyectos de la Dirección Nacional de Evaluación Ambiental, se brinda acceso a la información del
expediente completo, incluyendo las revisiones técnicas, donde también se solicitan adecuaciones al
documento de divulgación. Se puede acceder al detalle de cada proyecto en evaluación desde el siguiente
enlace: https://www.argentina.gob.ar/ambiente/cambio-climatico/evaluacion-ambiental/proyectos

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Artículo 7, inciso 17. En lo que respecta a los procesos de toma de decisiones ambientales
a los que se refiere el párrafo 2 del presente artículo, se hará pública al menos la siguiente
información:
a) la descripción del área de influencia y de las características físicas y técnicas del
proyecto o actividad propuesto;
b) la descripción de los impactos ambientales del proyecto o actividad y, según
corresponda, el impacto ambiental acumulativo;
c) la descripción de las medidas previstas con relación a dichos impactos;
d) un resumen de los puntos a), b) y c) del presente párrafo en lenguaje no técnico y
comprensible;
e) los informes y dictámenes públicos de los organismos involucrados dirigidos a la
autoridad pública vinculados al proyecto o actividad de que se trate;
f) la descripción de las tecnologías disponibles para ser utilizadas y de los lugares
alternativos para realizar el proyecto o actividad sujeto a las evaluaciones, cuando la
información esté disponible; y
g) las acciones de monitoreo de la implementación y de los resultados de las medidas del
estudio de impacto ambiental.

Por último, sumado a las disposiciones del acuerdo, existe una demanda concreta de la
ciudadanía para que las autoridades evaluadoras insten a las personas proponentes de
proyectos a elaborar documentos de divulgación. Estas demandas han quedado reflejadas en
el documento Propuestas Ciudadanas para la implementación del Acuerdo de Escazú:
resultados de la estrategia de participación 2023, en el cual se han registrado todos los
aportes y sugerencias realizados por las personas y organizaciones que participaron en el
proceso de construcción colaborativa del Plan Nacional para la Implementación del Acuerdo
de Escazú. Algunas se transcriben a continuación:
– Disponibilizar estudios de impacto ambiental en lenguaje accesible (no técnico), en
particular las implicancias del estudio. Estandarizar los documentos de divulgación.
– Capacitar a las áreas de gobierno con competencia en Evaluación de Impacto
Ambiental para que soliciten el documento de divulgación, que apunte a informar: qué
es el proyecto, cuáles son los impactos y sus medidas de mitigación.
– En Evaluación de Impacto Ambiental, promover la generación de páginas web
específicas por parte de los proponentes del proyecto con información adicional
(documentos de divulgación, presentaciones a la comunidad, números de contacto).
– Accesibilizar la forma de entrega de información. Los resúmenes de estudios de
impacto ambiental, deben proponerse como documentos de divulgación. Adecuar la
información para asegurar la participación de personas con discapacidad.
– En las EIA, promover documentos de divulgación. Los proponentes deben adecuarse a
las revisiones de las áreas gubernamentales, haciendo modificaciones para cumplir
con los criterios. En proyectos complejos, es difícil leer el estudio de impacto.
– Hay mucha información pero esta no siempre llega a las personas que la requieren
para una participación genuina/informada. Son importantes los documentos de
divulgación en el caso de proyectos y, más que nada, que esa información llegue a los
grupos de interés. Identificar a esas comunidades y hacerles saber dónde está la
información y cómo acceder.

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– Utilizar un lenguaje accesible en los documentos de divulgación para que lleguen a
todas y todos. Llevar información a sectores populares y a barrios, para empoderarlos.
Llegar a las personas realmente afectadas.
– Solicitar que los proponentes de proyectos presenten documentos de divulgación de
los estudios de impacto con formatos accesibles y que permitan la búsqueda de
palabras (no en formato .pdf o en imagen) a fin de no obstaculizar la lectura,
comprensión y verificación de la información presentada en los documentos por parte
de las personas interesadas.
Se espera que este anexo sea utilizado tanto por las personas proponentes de proyectos
como por las autoridades ambientales y sectoriales evaluadoras a nivel jurisdiccional para
impulsar el uso extendido del documento de divulgación en los procedimientos de EIA.

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Anexo III. Análisis comparativo entre la Ley
n.º 25831, la Ley n.º 27275 y el Acuerdo
de Escazú

Ley n.º 25831 / Ley n.º 27275 / Acuerdo de Escazú

Características comunes

» Solicitantes: cualquier persona, física o jurídica, pública o privada. El Acuerdo de Escazú brinda especial
atención a personas o grupos en situación de vulnerabilidad obligando a los Estados a garantizar
asistencia para formular peticiones y recibir respuestas.
» Principio de informalismo para cursar las solicitudes: para evitar dilatar u obstaculizar el acceso, basta
realizarla por escrito (o por medios electrónicos, como plantea la Ley n.º 27275), con identificación del
solicitante, datos de contacto y la información que se necesita definida con claridad.
» Ausencia de motivación del requerimiento: no es necesario fundamentar o expresar los motivos del
requerimiento. Tampoco se necesita patrocinio letrado.
» Gratuidad del procedimiento: no tiene costo, a excepción de los gastos que demande la entrega de la
información (por ejemplo, fotocopias).
» Carácter restrictivo de las excepciones: los obligados sólo pueden denegar información por las causales
definidas en la ley. Las mismas deben interpretarse restrictivamente es decir que rige el principio de
presunción de publicidad, transparencia e in dubio pro petitor.
» Recursos judiciales y administrativos: el Acuerdo de Escazú establece recursos frente a la denegatoria
injustificada, incluso si se hubiera obstruido, falseado u ocultado información; se hubiera respondido en
forma ambigua, inexacta o incompleta; o no se hubiera respondido dentro del plazo.
» Sanciones para los sujetos obligados que no cumplieran con la ley.

Principales diferencias

Ley n.° 25831 Acuerdo de Escazú Ley n.° 27275

» Nacional, » Nacional, provincial,


Ámbito de
provincial, municipal y CABA (posee » Nacional
aplicación
municipal y CABA rango supralegal)

» Toda información del ambiente, bienes


ambientales, recursos naturales o culturales,
» Todo dato que generen,
acciones y actividades vinculadas, en cualquier
obtengan, transformen,
soporte.
Información controlen o custodien los
» El Acuerdo de Escazú, además, insta a
incluida sujetos obligados.
contemplar que las personas y grupos en situación
» Documentos en cualquier
de vulnerabilidad puedan recibir y comprender la
formato.
información en igualdad de condiciones que los
demás.

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» Solicitar y recibir
» Buscar, acceder, solicitar,
información; ser informado
Acciones que recibir, copiar, analizar,
» Solicitar y con la máxima celeridad
involucra el reprocesar, reutilizar y
recibir posible si la información obra
derecho de redistribuir libremente la
información. en poder de la autoridad
acceso información bajo custodia de
requerida; ser informado del
los sujetos obligados.
derecho a impugnar.

» Administración Pública
Nacional;
» Poderes legislativo y judicial
de la Nación;
» Organismos » Instituciones públicas. » Empresas donde el Estado
públicos nacional tenga participación
nacionales, » Organizaciones privadas mayoritaria o minoritaria (sólo
provinciales, que reciban fondos públicos en lo referido a la participación
municipales y de o que desempeñen servicios estatal);
CABA, públicos, en lo referido dichos » Concesionarios de servicios
Sujetos » Entes fondos o servicios. públicos o de uso del dominio
obligados autárquicos » Los Estados deben tomar público;
medidas para que la » Universidades y cualquier
» Empresas de información que posean los entidad privada que haya
servicios privados, relativa a producido información con
públicos, operaciones fondos públicos;
privadas, mixtas y riesgos en la salud y el » Fideicomisos constituidos
o públicas. ambiente, esté accesible. con recursos del Estado
nacional;
» Entes interjurisdiccionales
con participación del Estado
nacional.

» Afecta la » Incluye nuevas excepciones a


defensa nacional. la Ley n.º 25831, vinculadas al
sistema financiero y a la
» Está información en poder de
» Deben ser establecidas en
judicializada y sociedades anónimas con
la legislación nacional.
puede perjudicar régimen de oferta pública y
» De interpretación restrictiva
la causa. especifica las excepciones que
Régimen de y la carga de la prueba recae
» Afecta la comparte.
excepciones en la autoridad obligada.
propiedad » Afecta a la defensa nacional y
» La autoridad debe avisar por
intelectual, o el está clasificada como
escrito si fue denegado; y el
secreto reservada.
derecho a impugnar.
comercial, » Aun no estando judicializada
industrial. fuera elaborada por asesores y
» Afecta la puede afectar la tramitación de
confidencialidad una causa.

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de datos » Secretos industriales,
personales o son técnicos comerciales,
trabajos financieros, científicos o
científicos no tecnológicos y su difusión
publicados. perjudica al sujeto obligado.
» Son solicitudes » Si los datos personales no
imprecisas. pueden disociarse, o pudieran
ocasionar un peligro a la vida o
» Está clasificada seguridad de una persona.
como
confidencial por
ley.

» 30 días, prorrogables » 15 días hábiles, prorrogables


excepcionalmente por diez excepcionalmente por otros 15
días hábiles. días hábiles.
Plazos
» 30 días hábiles.
» Si el sujeto obligado tiene la información, debe enviarla a la
autoridad que corresponda e informar al solicitante. Principio de
máxima celeridad, acceso y facilitación

» Agencia de Acceso a la
Cada Estado deberá Información, ente autárquico
» Cada
establecer: con autonomía funcional.
jurisdicción debe
» Mecanismos de revisión » Responsables de acceso a la
Estructura implementar las
independientes. información pública en cada
institucional medidas
» Órganos o instituciones sujeto obligado
necesarias para
imparciales para evaluar y » Consejo para la transparencia,
su cumplimiento.
garantizar el derecho. organismo interjurisdiccional
permanente.

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Agradecimientos

La Guía sobre participación pública en la evaluación ambiental es el resultado del trabajo


mancomunado de un importante número de actores provenientes de diversos sectores, sin
cuyas contribuciones esta formulación no habría sido posible.

La Dirección Nacional de Evaluación Ambiental (DNEA) desea agradecer a:

– las y los representantes de organizaciones socioambientales, sindicatos,


universidades, entidades académicas y empresariales y público general que, a través
de los dispositivos de participación disponibles, han acercado comentarios,
opiniones y sugerencias;

– la Dirección Nacional de Relaciones con la Comunidad y Participación Ciudadana de


la Secretaría de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior; el Instituto Nacional de
Asuntos Indígenas; y el área de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la
Defensoría del Pueblo de la Nación, por sus valiosos aportes;

Finalmente, nuestro agradecimiento al Fondo Fiduciario de Derechos Humanos, Inclusión y


Empoderamiento del Banco Mundial por el apoyo técnico y financiero brindado para la
elaboración de esta guía.

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Siglas y acrónimos

AID Área de influencia directa

AII Área de influencia indirecta

CN Constitución Nacional

CPLI Consulta Previa, Libre e Informada

EAE Evaluación ambiental estratégica

EIA Evaluación de impacto ambiental

EsIA Estudio de impacto ambiental

INAI Instituto Nacional de Asuntos Indígenas

LGA Ley General de Ambiente

MAC Mapa de Actores Clave

OIT Organización Internacional del Trabajo

PGA Plan de Gestión Ambiental

PEN Poder Ejecutivo Nacional

REDLASEIA Red Latinoamericana de Servicios de Evaluación Ambiental

SCCDSeI Secretaría de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación

SAyDS Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable

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República Argentina - Poder Ejecutivo Nacional
1983/2023 - 40 AÑOS DE DEMOCRACIA

Hoja Adicional de Firmas


Informe gráfico

Número: IF-2023-140352487-APN-DNEA#MAD

CIUDAD DE BUENOS AIRES


Viernes 24 de Noviembre de 2023

Referencia: Guía sobre participación pública en la evaluación ambiental - 2023

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Date: 2023.11.24 17:18:17 -03:00

Jessica Motok
Directora Nacional
Dirección Nacional de Evaluación Ambiental
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible

Digitally signed by GESTION DOCUMENTAL


ELECTRONICA - GDE
Date: 2023.11.24 17:18:18 -03:00

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