Tikun Haklali Del Rebe Najman de Breslov
Tikun Haklali Del Rebe Najman de Breslov
Tikun Haklali Del Rebe Najman de Breslov
¿Qu ié n e r a Ra bi N a j m a n de Br e slov?
El Rabino ( Rebe) Naj m an de Breslov ( 4 de abril de 1772 – 16 de oct ubre de 1810) , fue el
fundador del m ovim ient o j asídico de Breslev. Bisniet o del rabino I srael Ba'al Shem Tov,
fundador del m ovim ient o j asídico, nació en Medzeboz, Ucrania, en el hogar de su bisabuelo. Su
cont ribución principal fue la com binación de la Cábala con el est udio profundo de la Torá. Tuvo
cient os de seguidores en su vida, y su m ovim ient o cont inúa hast a hoy en día con decenas de
m iles de m iem bros de su Jasidut .
El Libro de los Salm os es un rico t esoro de oración y reflexión para m uchas ocasiones y
sit uaciones. A lo largo de los siglos, los j udíos y personas de t odos los credos han obt enido
consuelo, guía, confianza y cat arsis de sus 150 capít ulos, que reflej an una am plia gam a de
experiencias y expresión—desesperación y deleit e, horror y esperanza, fat iga y fe, rechazo y
renovación.
El Rebe Naj m an de Breslov ident ificó diez salm os com o poseedores de un poder especial para
obt ener una verdadera y com plet a curación: Refuat HaGuf ( curación del cuerpo) y Refuat
HaNefesh ( curación del espírit u) . Rabi Naj m an llam ó a est os diez salm os el Tikun HaKlali, el
Rem edio Perfect o.
La t um ba de Ra bi N a j m a n
Cada año, m iles de hom bres ( ¡En 2007, m as de 40,000! ) dej an su fam ilias y viaj an a la
sagrada t um ba de Rabi Naj m an en Um an, una ciudad m ilit ar sit uada en el país de Ucrania,
para pasar los sagrados días de Rosh Hashaná j unt o al Rabi.
Ant es de que Rabi Naj m an falleciera, llam ó a dos de sus discípulos m ás cercanos, Rabi Aharon,
el rabino de la ciudad Breslev, y Rabi Naft ali de Nem erov, para que sean t est igos de una
prom esa m uy especial.
El Rabi prom et ió: " El que venga a visit ar m i t um ba, de una m oneda para Tzedaká caridad) , y
recit e est os Diez Salm os específicos ( llam ados " Tikún Haklalí") , lo sacaré de las profundidades
del infierno. No im port a lo que haya hecho est a persona hast a ese día, solo que desde est e
m om ent o y en adelant e debe acept ar no volver a sus m alos cam inos" . ( Tzadik, # 229) .
Rabi Naj m an, así com o ot ros im port ant es kabalist as que lo ant ecedieron, com o el gran Just o el
Ari, explicaron que el Tzadik t iene el poder de elevar t oda alm a, incluso las alm as de las
personas que en su vida no dirigieron ningún esfuerzo hacia su crecim ient o espirit ual. La
conexión especial que t iene el Tzadik con Di- s, le brinda el poder de elevar y acercar al
Creador t oda alm a que se aproxim e a él.
El Tzadik alcanzó un grado t an alt o de aut odom inio y conexión con el Divino hast a que t odos
sus pensamient os, sent im ient os y acciones, t odo su ser, est e com plet am ent e com pat ible con la
Volunt ad de Di- s. Est o es lo que le brinda una única y cercana relación con el Creador.
En esencia, lo que dist ingue al Tzadik de los dem ás seres hum anos es su habilidad de enlazar
los m undos físicos con los espirit uales. Por lo t ant o, al est ar cerca de una persona que ha
alcanzado t an alt o nivel de sant idad genera en el hom bre el anhelo profundo de acercarse a
Di- s.
Enseña el Talm ud ( Julín 7b) : ¨ Los Tzadikim son superiores después de su m uert e m as que
durant e su vida". El poder del Tzadik est á rest ringido por las lim it aciones de su cuerpo físico.
Después de su m uert e, su alm a asciende a niveles m ás elevados y adquiere m ás poder para
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acercar a las personas a Di- s, y de est a m anera, rect ificar sus alm as. ……………………………………
Cuando rezam os en la t um ba de un Tzadik, en un ciert o grado su alm a est a ahí con nosot ros.
El Rabi Naj m an nos enseñó que el lugar donde est á ent errado un Tzadik, es t an sagrado com o
la Tierra de I srael, y cont iene un grado de sant idad que nos est im ula a acercarnos a Di- s.
Solo al est ar al lado de la t um ba del Tzadik conduce a una m aravilla m et afísica: nuest ras
alm as pueden conect arse con el alm a del Tzadik sin los im pedim ent os físicos de est e m undo
m at erial.
El Rebe Naj m án enseñó que lo m ás im port ant e es asociar las palabras con uno m ism o.
Debem os encont rarnos a nosot ros m ism os en cada salm o que decim os. Uno de los seguidores
del Rebe le pregunt ó cóm o hacerlo, y el Rebe le explicó que, por ej em plo, cuando el rey David
Le oraba a Dios para que lo salvase en sus bat allas, nosot ros debem os refe rir las palabras a
nuest ra propia bat alla en cont ra de la m ala inclinación dent ro de nosot ros, y así en m ás. El
hom bre le pregunt ó cóm o era posible vernos en los pasaj es donde el rey David se alababa, t al
com o cuando dice, " Cuida m i alm a, porque yo soy sant o" ( Salm os 86: 2) . El Rebe le respondió
que incluso versículos com o ést e pueden ser aplicados a nosot ros m ism os. Siem pre debem os
j uzgarnos de m anera posit iva y encont rar en nosot ros m érit o y punt os buenos. En est os
punt os cada uno puede ser un sant o ( Likut ey Moharán I I , 125. Ver t am bién Azam ra, en el
volum en Cuat ro Lecciones del Rabí Naj m án de Breslov) .
Pero, ¿es posible que el hecho de recit ar diez salm os ayude allí donde ot ros m edios han
fracasado? El general aram eo Naam án t uvo una reacción sim ilar cuando escuchó de Elisha que
la cura para su lepra era sim plem ent e sum ergirse siet e veces en el río Jordán ( Reyes 2, 5: 1-
14) . Naam án esperaba un rem edio m ucho m ás dram át ico. "¿Acaso Am aná y Parpar, los ríos de
Dam asco, no son m ej ores que t odas las aguas de I srael?" ( I bid. 12) . Pero sus siervos le
dij eron, "Si el profet a t e hubiera dicho de hacer algo grande, ¿no lo habrías hecho? ¿Cuánt o
m ás aún, ent onces, cuando él t e dice, ´ Báñat e y est arás puro´ ?" ( I bid. 13) . Naam án se
sum ergió siet e veces en el Jordán y se curó ( cf. Jaiei Moharán 492) .
Hay veces en que una pequeña píldora hace la diferencia ent re la enferm edad y la salud. No
debem os sorprendernos por el hecho de que recit ar los diez salm os del Tikún del Rabí Naj m án
t enga el poder de curar el alm a. El propósit o de est e libro es present ar ideas sobre el
significado del Tikún y m ost rar la profundidad de los concept os en los cuales se basa. Tenem os
la prom esa del Rebe Naj m án de que el Tikún es " un rem edio grande y t rem endo. Yo est oy m uy
seguro de t odo lo que digo. Pero m ás aún de est o. Est e es el Tikún HaKlalí, el Rem edio
General. Cada pecado t iene su propio rem edio individual. Pero ést e es el Rem edio General"
( Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Naj m án de Breslov 141) .
Tikún Haklalí del Rebe Naj m an de Breslov 4
Es bueno decir el rezo que est á a cont inuación ant es de recit ar los Diez Salm os:
" Sea Tu volunt ad, El Señor nuest ro Di-s y Di- s de nuest ros padres, Quien escogió a David, Su
servidor y a su descendient es t ras él, y t e deleit as con sus cánt icos y plegarias, Ten
m isericordia y escúcham e con com pasión y acept a los Salm os que voy a recit art e com o si los
est uviera diciendo el propio Rey David, su m érit o nos prot ej a.
Haz que el m érit o de cada Salm o, de cada palabra, de cada let ra y de cada vocal y de t odos
los Nom bres Sagrados que se form an de las prim eras let ras y de las últ im as let ras de cada una
de las palabras ( en Hebreo) , est én en nuest ro favor para que sean perdonados nuest ros
pecados y nuest ras t ransgresiones. Elim ina a nuest ros enem igos y acusadores y dest ruye
t odas las espinas que rodean la Rosa Superior.
Mándanos Tus bendiciones a nuest ra alm a y espírit u, y así purifícanos de nuest ros pecados.
Per dona nuest ras t ransgresiones y expía nuest ras falt as, com o perdonast e al Rey David quien
t e recit aba est os Salm os, com o est á escrit o: " Y Di- s pasará t u pecado y t u no m orirás",
( Sam uel I I , 12: 13) .
No nos lleves de est e m undo ant es del t iem po que se nos ha det erm inado. Danos una vida
com plet a para que podam os corregir t odo lo m alo que hem os hecho.
Que el m érit o del Rey David nos prot ej a. Se t olerant e con nosot ros hast a que ret ornem os a Ti
en t ot al arrepent im ient o.
Agrácianos con Tu generosidad y benevolencia, com o est á escrit o: "Y m ost raré gracias a quien
m ost raré gracias, Y Me apiadaré de quien Me apiadaré" ( Éxodo 33: 19) . Y así com o t e
recit am os los Salm os en est e m undo, Di- s, concédenos el privilegio de cant art e y elogiart e en
el Mundo Venidero.
Y por m edio de nuest ra lect ura de los Salm os despiert e una canción de agradable voz, llena de
regocij o y exalt ación. Haz que el honor y la gloria sea regresada a I srael y el esplendor y la
belleza est én en la Casa de Di- s, que sea reconst ruida rápidam ent e en nuest ros días, Am én."
Tra ducción:
" Preparo m i boca para dar gracias y alabar a m i Creador, para unificar al Sant o, Bendit o Sea, y
Su Presencia Divina ( " Shej iná" ) en t em or y am or, por m edio del Ocult o y Escondido, en
nom bre de t odo I srael."
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" H it k a shr ut " ( Unión y cone x ión con los Tza dik im ) :
Es ne ce sa r io ha ce r la " H it k a sh r u t " a nt e s de r e cit a r los Sa lm os:
Tra ducción:
" Hem e aquí, m e conect o recit ando est os Diez Salm os a t odos los Verdaderos Tzadikim de
nuest ra generación y a t odos los Verdaderos Tzadikim " los sant os que yacen en la t ierra" , y en
especial con nuest ro sant o Rabi, el Tzadik que es el fundam ent o del m undo, " t orrent e que
fluye, fuent e de sabiduría", Rabi Naj m an, hij o de Feigue, que reveló est e "Tikún", que sus
m érit os nos prot ej a y a t odo el pueblo de I srael, Am én" .
Ant e s de de cir e l Tik ún H a k la lí, e s r e com e nda ble de cir los siguie nt e s ve r sículos:
Fon é t ica :
" Lej ú neranená LAdonay, naría leTzúr ish'énu. Nekadem á fanáv be't odá, bizm irót naría lo. Ki El
gadól Adonái, uMélej gadól al kól Elohím ."
Sa lm o 1 6
Foné t ica Sa lm o 1 6
Acom pañado del inst rum ent o m usical m ij t ám , por David: Guárdam e, Dios, pues he deposit ado
m i confianza en Ti. Tú, [ m i alm a,] has dicho a Dios: "Tú eres m i Am o; no recae sobre Ti
conceder m e bien [ pues no soy m erecedor] ". [ Mas es en aras] de los sant os que yacen en la
t ierra y de los poderosos [ en el t em or a Dios] ; t odos m is deseos se cum plen [ en m érit o a
ellos] . Aquellos que se apresuran en pos de ot ros [ dioses] , sus aflicciones han de aum ent ar;
no he de ofrecer [ com o ellos] sus libaciones de sangre, ni he de pronunciar sus nom bres sobre
m is labios. Adonái es m i porción asignada y m i part e; Tú guías m i dest ino. Porciones han
recaído sobre m í en lugares placent eros; en verdad, una herm osa herencia es la m ía. Bendigo
a Adonái que m e ha dado consej o; incluso por las noches m i int elect o m e reprende. He puest o
a Adonái delant e de m í en t odo m om ent o; porque El est á a m i diest ra, no he de t ropezar. Por
ello, m i corazón se alegra y m i alm a se alboroza; m i carne, t am bién, descansa segura. Pues Tú
no abandonarás m i alm a al sheól; no perm it irás que Tus piadosos vean el purgat orio. Hazm e
conocer la senda de la vida, para que yo pueda saciarm e con el j úbilo de Tu presencia, con el
deleit e de Tu diest ra para siem pre.
Sa lm o 3 2
Foné t ica Sa lm o 3 2
Sa lm o 3 2 e n e spa ñol
Por David, un Maskíl: Dichoso aquel cuya t ransgresión es perdonada, cuyo pecado cubiert o.
Dichoso el hom bre a quien Adonái no le considera iniquidad y cuyo espírit u no t iene falacia.
Cuando m ant uve silencio, m is huesos se desvanecían por m i gem ido angust ioso t odo el día.
Pues día y noche Tu m ano pesaba sobre m í, m i verdor se t ransform ó por la sequedad del
verano, sela. Mi pecado Te di a conocer, no cubrí m i t ransgresión. Dij e: " Confesaré m is
iniquidades a Adonái", m as Tú perdonast e m i pecado perverso. Por eso, que t odo devot o rece
a Ti, en un m om ent o m ás accesible, que las poderosas aguas del diluvio no lo alcancen. Tú
eres un refugio para m í; prot égem e de la aflicción; rodéam e por siem pre de cánt icos de
salvación. Yo t e haré sabio y t e ilum inaré en la senda ést a por la que m archarás; t e aconsej aré
con m i oj o. No seáis incom prensivos como un caballo o una mula, frenados con cabestro y brida
Tikún Haklalí del Rebe Naj m an de Breslov 7
cuando se los engalana para m ant enerlos apart ados de t i. Prot égenos de las m alas acciones y
de los m alos m om ent os que podrían sobrevenir en el m undo. Mas Aquel que confía en Adonái,
est ará rodeado de bondad. Alégrense en Adonái y regocíj ense, j ust os. Hagan cant ar a t odos
los de corazón rect o.
Sa lm o 4 1
Foné t ica Sa lm o 4 1
Sa lm o 4 1 e n e spa ñol
Para el Direct or del Coro, un Salm o de David. Dichoso aquel que cuida sabiam ent e del
m enest eroso. [ Por lo t ant o,] en el día de calam idad, Adonái lo salvará. Adonái lo preservará y
m ant endrá vivo; dichoso será en la t ierra, El no lo ent regará a m erced de sus adversarios.
Adonái lo fort alecerá en el lecho de enferm edad; t odas sus dolencias se conm ut arán [ para
bien] durant e su enferm edad. En cuant o a m í, dij e: "¡Adonái, apiádat e de m í! ¡Cura m i alm a,
pese a que pequé cont ra Ti! " Mis adversarios hablan m al de m í; [ dicen: ] " ¿Cuándo m orirá, y
su nom bre perecerá?" Si [ uno de ellos] viene a verm e, habla [ conm igo] hipocresía. En su
corazón reúne inform ación m aliciosa; al salir, ¡ent onces habla [ de m í] ! Todos m is enem igos
m urm uran en conj unt o acerca de m í, en m i cont ra m aquinan hacerm e daño. [ Dicen: ] " ¡El
result ado de su m alicia se derram a en su int erior! Una vez que cayó enferm o, ¡que no se
levant e m ás! " I ncluso m i aliado en quien confié, que com e m i pan, hizo abundar en m i cont ra
a los acechadores. Mas Tú, Adonái, ¡apiádat e de m í y álzam e [ de m i enferm edad] ! Ent onces
les ret ribuiré [ su m erecido a m is enem igos] . Con est o sabré que Te sat isfaces conm igo, que
[ no perm it irás que] m i adversario cant e vict oria sobre m í. Yo, por m i candor, Tú m e sost uvist e
y m e alzast e [ saludablem ent e] erguido ant e Ti para siem pre. Bendit o sea Adonái, el Dios de
I srael, desde [ la creación de] el m undo hast a [ las generaciones de] el Mundo [ Venidero] .
¡Am én y Am én!
Tikún Haklalí del Rebe Naj m an de Breslov 8
Sa lm o 4 2
Foné t ica Sa lm o 4 2
Sa lm o 4 2 e n e spa ñol
Para el Direct or del Coro, un Maskíl, por los hij os de Kóraj : Com o un venado suplica por las
fuent es de agua, así suplica m i alm a por Ti, Dios. Mi alm a est á sedient a de Dios, Dios vivo.
¿Cuándo vendré y m e present aré ant e Dios? Mis lágrim as fueron m i sust ent o, día y noche,
pues ellos se burlaron de m í t odo el día: " ¿Dónde est á t u Dios?" Est o recuerdo y derram o m i
alm a dent ro de m í, cuando pasé con la m ult it ud, m archando caut elosam ent e con ella hast a la
Casa de Dios, con cánt ico alegre y grat it ud, una m ult it ud celebrant e. ¿Por qué est ás deprim ida,
alm a m ía, y por qué ansías por m í? ¡Espera a Dios! Pues aún Le agradeceré por las salvaciones
de Su Presencia. Dios m ío, dent ro m í m i alm a est á deprim ida, porque Te recuerdo — desde la
t ierra del Jordán, y los picos del Jerm ón, del Mont e Mit zor. Aguas profundas a aguas profundas
clam an al bram ido de Tus t orrent es; t odas Tus olas y ondas pasaron sobre m í. De día Adonái
ordena Su bondad, y en la noche Su canción est á conm igo, una plegaria al Dios de m i vida.
Diré a Dios: " Mi Roca, ¿por qué m e olvidast e? ¿Por qué debo cam inar en t rist eza por causa de
la opresión de m is adversarios?" Com o una espado en m is huesos son los insult os de m is
at orm ent adores cuando ellos m e inj urian t odo el día: " ¿Dónde est á t u Dios?" ¿Por qué est ás
deprim ida, alm a m ía, y por qué ansías por m í? ¡Espera a Dios! Pues aún Le agradeceré — m i
salvación, la luz de m i sem blant e y m i Dios.
Tikún Haklalí del Rebe Naj m an de Breslov 9
Sa lm o 5 9
Foné t ica Sa lm o 5 9
[ 1] Lam nat zeaj al t ashj et le David m ij t ám , bishloaj Shaúl, va yishm erú et habait laham it ó:
[ 2] At zileni m e oivái Elohay, m i m it kom em ái t esagueveni:
[ 3] At zileni m i poalei aven, u m e anshéi dam ím oshieni:
[ 4] Ki hine arvú le nafshí yaguru alái azím , lo pishí ve lo j at át i Adonay:
[ 5] Belí avón yerut zún veyikonanu, ura likrat í, u reé:
[ 6] Ve at á Adonay Elohim Tzevaot Elohey I srael, akit za lifkód kol ha goyím , al t aj ón kol bogdei
aven sela:
[ 7] Yashuvu la erev, yehem ú j akálev, visovevú ir:
[ 8] Hine yabiún be fihém j aravot be sift ot eihem , ki m i shom ea:
[ 9] Ve at á Adonay t isj ak lam o, t ilag lej ol goyím :
[ 10] Uzo, elej a eshm orá, ki Elohim m isgabí:
[ 11] Elohey j asdí yekad m eni, Elohim yareni veshorerái:
[ 12] Al t aharguém pen yishkej ú am í, aniem o ve j eilj á, ve horidem o, m aguinenu Adonay:
[ 13] Jat at pim o, devar sfat em o, veyilaj dú vigonám , um ealá, um i káj ash yesaperu:
[ 14] kalé ve j em á kalé ve einem o, ve yedeú ki Elohim m oshél be Yaakov le afsei ha aret z
sela:
[ 15] Ve yashuvu la erev, yehem ú j akalev, visovevú ir:
[ 16] Em a yeniún le ej ól, im lo yisbehú, va yalinu:
[ 17] Va aní ashír uzéj a, va aranén la boker j asdej a, ki ayit a m isgav li, u m anós be yom t zar li:
[ 18] Uzi elej a azam era ki Elohim m isgabi Elohey j asdí:
Sa lm o 5 9 e n e spa ñol
Para el Direct or del Coro, una súplica para ser salvado de la dest rucción, por David, un m ij t ám ,
cuando Shaúl despachó [ hom bres] para cuidar la casa [ de David,] para [ capt urarlo y] m at arlo:
Rescát am e, Dios m ío, de m is enem igos; levánt am e por encim a de quienes se alzan cont ra m í.
Sálvam e de los m alhechores, de hom bres sanguinarios líbram e. Pues m ira, ellos acechan por
m i alm a, poderosos se reúnen cont ra m í, no a causa de m i pecado ni m i t ransgresión, Adonái.
Sin iniquidad [ de m i part e,] corren y se preparan. ¡Despiert a hacia m í y m ira! Y Tú, Adonái
Dios de las huest es, Dios de I srael, despiert a para recordar a t odas las naciones; no concedas
favor a ninguno de los inicuos t raidores, j am ás. Regresan hacia el at ardecer, aúllan com o el
perro y m erodean por la ciudad. He aquí que expresan con sus bocas, espadas hay en sus
labios, pues [ dicen: ] " ¿Quién oye?" Pero Tú, Adonái, Te ríes de [ lo que dicen] ellos; Te m ofas
[ ellos com o] de t odas las naciones. [ A causa de] su poderío, a Ti aguardo, Dios es m i fort aleza.
El Dios de m i bondad m e adelant ará [ m i necesidad] ; Dios m e m ost rará [ la caída] de m is
Tikún Haklalí del Rebe Naj m an de Breslov 10
enem igos vigilant es. No los m at es, no sea que m i nación olvide; condúcelos con Tu poder y
em pobrécelos — ¡Oh Escudo nuest ro, m i Am o! — [ por] el pe cado de su boca, la palabra de sus
labios; que los at rape su arrogancia. [ La gent e] hablará a la vist a de su det erioro y m aldit o
est ado. Consúm elos en furia, consúm elos y no est arán m ás; y sabrán que Dios gobierna en
I aacov, hast a los confines de la t ierra, sela. Regresarán hacia el at ardecer, aúllan com o el
perro y m erodean por la ciudad. Vagarán para [ buscar qué] com er; cuando no se saciarán,
gem irán. En cuant o a m í, cant aré de Su poder, y cant aré alegrem ent e de Tu bondad hacia la
m añana, para has sido una fort aleza para m í, un refugio el día de m i angust ia. [ Tú eres] m i
fuerza, a Ti cant aré, pues Dios es m i prot ección, el Dios de m i bondad.
Sa lm o 7 7
Foné t ica Sa lm o 7 7
Sa lm o 7 7 e n e spa ñol
Para el Direct or del Coro, sobre el iedut ún, por Asaf, un Salm o: [ Alzo] m i voz a Dios y clam o;
[ alzo] m i voz a Dios y El m e escuchará. En el día de m i angust ia busqué a m i Señor. Mi herida
supura de noche y no dism inuye; m i alm a se niega a ser consolada. Recuerdo a Dios y gim o;
hablo, y m i espírit u se desvanece, sela. Tú sost uvist e m is párpados; est oy quebrado, no puedo
hablar. Pienso en días pasados, en años de ant año. Durant e la noche evoco m i m úsica, m edit o
con m i corazón y m i espírit u busca: ¿Es para la et ernidad que m i Señor [ m e] abandona, para
j am ás ser apaciguado? ¿Ha cesado Su bondad para siem pre? ¿Ha sellado El el decret o para
t odas las generaciones? ¿Ha olvidado Dios la m isericordia? ¿Ha ret enido El, en Su furor, la
com pasión para siem pre? Dij e: "Es para at errorizarm e que la diest ra del Alt ísim o cam bia".
Recuerdo los act os de Dios, cuando recuerdo Tus m aravillas de hace m uchos años. Medit o
sobre t odas Tus obras, y hablo de Tus act os. Dios! Tu cam ino es en sant idad; ¿qué deidad es
t an grande com o Dios? Tú eres el Dios que hace port ent os; haces conocido Tu poderío ent re
las naciones. Redim ist e a Tu pueblo con un brazo pode roso, los hij os de I aacov y I osef, sela.
Las aguas Te vieron, Dios, las aguas Te vieron y t em blaron; hast a las profundidades
t em blaron. Las nubes fluyeron agua, los cielos resonaron, incluso Tus flechas volaron. El
sonido de Tu t rueno est uvo en el vient o arrollador; el relám pago ilum inó el m undo; la t ierra
t em bló y vibró. Tu cam ino est uvo por el m ar, Tu senda por las aguas poderosas; y Tus pasos
no fueron conocidos. Conduj ist e a Tu pueblo com o un rebaño, a m anos de Moshé y Aharón.
Sa lm o 9 0
Foné t ica Sa lm o 9 0
[ 1] Tefilá le Moshé ish ha Elohim , Adonay m aón at á hait a lanu bedor vador:
[ 2] Be t erem harim yuladu, va t ej olél eret z ve t evél, u m e olám ad olam at á El
[ 3] Tashév enosh ad daká, va t om er, shuvu benei adam :
[ 4] Ki elef shaním ve enej a ke yom et m ol ki yaavór, ve ashm urá va laila:
[ 5] Zeram t ám shená yihiyú, ba boker ke j at zir yaj alóf:
[ 6] Ba boker ya zit z vej alaf, la erev yem olel ve yavesh:
[ 7] Ki j alinu ve apej a, u vaj am at ej a nivhalnu:
[ 8] Shat á avonot enu le negdej a alum enu lim or panej a:
[ 9] Ki j ol yam enu panú ve evrat ej a, kilinu shanenu j em o hegue:
[ 10] Yem ei shnot enu, bahem shivím shaná, ve im bigvurót shm oním shaná, ve robám , am al
va aven, ki gaz j ish va naufa:
[ 11] Mi yodea oz apej a, uj e yirat ej a evrat ej a:
[ 12] Lim not yam einu ken odá, ve naví, levav j oj m á:
Tikún Haklalí del Rebe Naj m an de Breslov 12
[ 13] Shuva Adonay, ad m at ai, ve hinaj ém al avadej a:
[ 14] Sabeenu va boker j asdej a, u neranena, ve nism ej á, bej ol yam enu:
[ 15] Sam ej enu, kim ot inít anu, shenot raínu raá:
[ 16] Yeraé el avadej a paolej a, veadarj á al benehem :
[ 17] Vihi noam Adonay Elohenu alenu, u m aasé yadenu, konená alenu, u m aasé yadenu
konenéhu:
Sa lm o 9 0 e n e spa ñol
Una plegaria de Moshé, el varón de Dios: Adonái, Tú has sido un refugio para nosot ros en cada
generación. Ant es de que las m ont añas fueran hechas nacer, ant es de que Tú crearas la t ierra
y el m undo — por siem pre j am ás Tú eres el Dios Todopoderoso. Tú reduces al hom bre
quebrant ado, y dices: " Ret ornad, hij os del hom bre" . En efect o, un m illar de años son ant e Tus
oj os com o el día de ayer que ha pasado, com o una vigilia de la noche. La corrient e de su vida
es apenas com o un sueño; por la m añana son cual hierba que brot a nuevam ent e. Por la
m añana florece y brot a nuevam ent e; por la t arde se m archit a y se seca. Pues con Tu enoj o
som os consum idos, y con Tu ira som os dest ruidos. Tú has puest o nuest ras iniquidades ant e Ti,
nuest ros pecados ocult os ant e la luz de Tu rost ro. Pues t odos nuest ros días se han
desvanecido en Tu ira; nosot ros ocasionam os que nuest ros años pasen com o un sonido fugaz.
Los años de nuest ra vida sum an set ent a, si con m ucho vigor — ochent a; en su m ayoría son
sólo afán y fut ilidad; pasando rápidam ent e y yéndose en vuelo. ¿Quién puede conocer la
int ensidad de Tu enoj o? Tu ira es proporcional al t em or de uno a Ti. Enséñanos, pues, a cont ar
nuest ros días, para que podam os cont raer un corazón sabio. Aplácat e, Adonái; ¿hast a cuándo
[ ha de durar Tu enoj o] ? Ten piedad de Tus servidores. Sácianos por la m añana con Tu bondad,
ent onces cant arem os y nos regocij arem os t odos nuest ros días. Alégranos conform e los días
que Tú nos has afligido, conform e los años en que hem os vist o la adversidad. Perm it e que Tu
obra se revele a Tus servidores, y Tu esplendor sobre sus hij os. Que el deleit e de Adonái
nuest ro Dios est é sobre nosot ros; dispón para nosot ros la labor de nuest ros m anos; confirm a
la labor de nuest ras m anos.
Sa lm o 1 0 5
Tikún Haklalí del Rebe Naj m an de Breslov 13
Foné t ica Sa lm o 1 0 5
Sa lm o 1 0 5 e n e spa ñol
Ofreced alabanzas a Adonái, proclam ad Su Nom bre; haced saber Sus acciones ent re los
pueblos. Cant adle a El, ent onad alabanzas a El, hablad de t odas Sus m aravillas. Glorificaos en
Su sant o Nom bre; que se regocij e el corazón de aquellos que buscan a Adonái. Buscad a
Adonái y Su fort aleza; buscad Su rost ro perm anent em ent e. Recordad las m aravillas que ha
hecho, Sus m ilagros, y los j uicios de Su boca. Descendient es de Avraham , Su servidor, hij os
de I aacov, Sus elegidos: El es Adonái nuest ro Dios; Sus j uicios se ext ienden sobre t oda la
t ierra. El recuerda Su pact o por siem pre, la palabra que El ha ordenado a un m illar de
generaciones; el pact o que hizo con Avraham , y Su j uram ent o a I t zj ak. El lo est ableció para
I aacov com o est at ut o, para I srael com o un pact o et erno, diciendo: " A t i daré la t ierra de
Canaán", la porción de vuest ra herencia, cuando eran sólo unos pocos, m uy pocos, y
forast eros en ella. Deam bularon de nación en nación, de un reino a ot ro pueblo. El no perm it ió
que alguien los dañara, y en aras de ellos reprendió a reyes: " No t oquéis a Mis ungidos, ni
dañéis a Mis profet as". El convocó una ham bruna sobre la t ierra [ de Canaán] ; quebró cada
fuent e de pan. Envió ant es de ellos a un hom bre [ a Egipt o] ; I osef fue vendido com o esclavo.
Ellos afligieron su pie con cadenas, su alm a fue puest a en el hierro; hast a que llegó el t iem po
de Sus palabras, el decreto de Adonái lo purificó. El rey m andó y lo liberó, el regent e de
naciones lo puso libre. Lo designó am o de su casa y regent e de t odas sus posesiones, para
encarcelar a sus príncipes a volunt ad, e inst ruir a sus ancianos. Así, I srael vino a Egipt o, y
I aacov se est ableció en la t ierra de Jam [ Egipt o] . [ Dios] m ult iplicó enorm em ent e Su nación, y
la hizo m ás poderosa que sus adversarios. El t orció los corazones de est os para odiar a Su
nación, para com plot ar cont ra Sus servidores. [ Luego] envió a Moshé, Su sirvient e; a Aharón,
a quien El había elegido. Ellos pusieron en aquellos las palabras de Sus señales, m aravillas en
la t ierra de Jam . [ Dios] envió oscuridad y oscureció, y [ las señales] no desafiaron Su palabra.
Transform ó sus aguas en sangre, y m at ó sus peces. Su t ierra horm igueó ranas en las cám aras
de sus reyes. El habló, y vinieron hordas de best ias salvaj es, y pioj os en t odas sus front eras.
Convirt ió sus lluvias en granizo, llam eando fuego en su t ierra; golpeó sus vides e higueras,
part ió los árboles de sus front eras. El habló, y vino el salt am ont es, langost as sin núm ero, y
consum ió t odo past o en su t ierra, com ió la frut a de su suelo. Luego golpeó a cada prim ogénit o
en su t ierra, lo prim ero de t oda su pot encia. Y El los sacó con plat a y oro, y ninguno en Sus
t ribus t ropezó. Egipt o se regocij ó con su part ida, pues el m iedo [ a I srael] se había abat ido
sobre ellos. El t endió una nube para refugio, y un fuego para ilum inar la noche. [ I srael] pidió,
y [ Dios] t raj o al ave slav, y con el pan del cielo [ m aná] El los sat isfizo. Abrió una roca y
fluyeron aguas; corrieron por sit ios secos com o un río, pues recordó Su sant a palabra a
Avraham , Su servidor. Sacó a Su nación con j úbilo; a Sus elegidos, con canción. Les dio las
t ierras de naciones, y ellos heredaron la labor de pueblos, para que puedan guardar Sus
est at ut os y observar Sus leyes. ( Alabad a Dios!
Tikún Haklalí del Rebe Naj m an de Breslov 15
Sa lm o 1 3 7
Foné t ica Sa lm o 1 3 7
[ 1] Al naharot Babel sham yashavnu gam , baj inu be zoj reinu et Tzion:
[ 2] Al aravím bet oj á, t alinu ki norot einu:
[ 3] Ki sham sheelunu shoveinu divrei shir, ve t olaleinu sim j á, shiru lanu m i shir Tzion:
[ 4] Ej nashir et shir Adonay al adm at nej ar:
[ 5] I m eshkaj ej Yerushalaim , t ishkaj yem iní:
[ 6] Tidbak leshoní lej ikí, im lo ezkerej i, im lo aalé et Yerushalaim al rosh sim j at í:
[ 7] Zej or Adonay livnei Edóm et yom Yerushalaim , ha om rím aru aru ad ha yesód ba:
[ 8] Bat Babel ha shedudá, ashrei she yeshalém laj et guem ulej she gam alt lanu:
[ 9] Ashrei she yoj ez ve nipet z et olalaij el ha sala:
Sa lm o 1 3 7 e n e spa ñol
Junt o a los ríos de Babilonia, allí nos sent am os y lloram os al recordar a Tzión. Allí, sobre los
sauces colgam os nuest ras arpas. Pues allí nuest ros capt ores nos exigieron canciones, y
aquellos que se m ofaron de nosot ros, regocij ándose, [ diciendo,] "Cant ad para nosot ros de las
canciones de Tzión". ¿Cóm o hem os de cant ar la canción de Adonái sobre suelo ext raño? Si t e
olvidare, Jerusalén, que m i m ano derecha olvide su dest reza. ¡Que m i lengua de adhiera a m i
paladar sino t e recordare, si no he de t raer a la m ent e a Jerusalén durant e m i m ayor alegría!
Recuerda, Adonái, en cont ra de los edom it as, en el día de la dest rucción de Jerusalén, cuando
dij eron: " ¡Arrasadla, arrasadla hast a sus m ism os cim ient os! " Oh Babilonia, dest inada a ser
desolada, dichoso Aquel que t e ret ribuya por lo que nos has infligido. Dichoso Aquel que t om e
y est relle a t us infant es cont ra el peñasco.
Sa lm o 1 5 0
Foné t ica Sa lm o 1 5 0
Alabad a Dios. Alabad a Dios en Su sant idad, alabadlo en el firm am ent o de Su poder. Alabadlo
por Sus poderosos act os; alabadlo conform e a Su abundant e grandeza. Alabadlo con el son del
shofar; alabadlo con arpa y lira. Alabadlo con pandero y danza; alabadlo con inst rum ent os de
cuerda y flaut a. Alabadlo con plat illos resonant es; alabadlo con plat illos alt isonant es. Que t odo
ser que t iene alm a alabe a Dios. Alabad a Dios.
Fue nt e s: