La Yacumama
La Yacumama
La Yacumama
Inmediatamente dio vuelta su canoa, metió su remo con fuerza hasta el fondo del agua
para impulsarse mejor y en esos instantes apremiantes para colmo de males, notó que
las plantas de la orilla venían a su encuentro, cerrándole el pase como si obedecieran
a no sé qué designio; terriblemente asustado, giró su cabeza para ver que ocurría con
la fiera y comprobó que ella le perseguía a toda velocidad.
En ese momento, aterrorizado levantó sus ojos al cielo y clamó ayuda a Dios,
convencido que él no podía hacer nada para librarse con vida de ese monstruo
lacustre.
Y realmente, al parecer sus oraciones fueron escuchadas, porque inexplicablemente
cayeron al lago cuatro sachavacas (tapir) peleando y mordiéndose como fieras,
produciendo un tremendo ruido. Ese terrible estruendo asustó a esa serpiente, que no
era otra cosa que la terrible Yacumama, que velozmente se sumergió en su lago.
Incomprensiblemente, las plantas acuáticas también volvieron a su posición inicial y
todo quedó en calma, pues hasta las sachavacas se escaparon percatándose de la
horrible Yacumama.
Lamentablemente no llevó ni un solo pez, porque "la madre" de esa laguna no quiso
regalarle sus pacos, sardinas, sábalos, bujurquis, lizas y gamitanas.
AI respecto, se cuenta que cuando alguna persona común se acerca a las orillas y
penetra a esos lagos encantados, se desata sorpresivamente una tormenta infernal
que hace zozobrar la embarcación y la persona se ahoga irremediablemente.