Ebook Deudas
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TODO lo que
NECESITÁS saber.
Creyendo en vos,
Elaine Miranda.
Plata con Plática.
En el mundo que hoy vivimos, donde pasamos un buen tiempo del día en redes
sociales, viendo fotos y vestimentas de otros, es fácil querer lo que otros tienen. Si
ves a tu vecino remodelando su casa, vos también le querés hacer mejoras a la tuya.
Si tus ex compañeros del colegio se fueron de viaje por Europa, vos también lo querés
hacer. Y te preguntás: “¿Por qué si ellos lo hacen, yo no? ¿Acaso no me lo merezco?”
“Caras vemos, deudas no sabemos”, puesto que ver a alguien y asumir que gastó
mucho en su ropa, comida, o carro no nos dice si es que lo hizo porque lo puede pagar,
o si es que vive súper enjaranado y ahorcado por las deudas.
Yo que recibo correos todos los días de personas que viven en constante estrés por
las deudas, te puedo decir que ésa, no es vida. Y te puedo afirmar también que la
gratificación que les dejó ese momento de compra, salida, o gasto fue momentánea,
en comparación con la infelicidad que sienten ahora y durante muchísimo más tiempo
por tener que pagar esas deudas.
Así es que la próxima vez que pensés que el pasto se ve más verde del lado de tu
vecino, pensalo dos veces: “caras vemos, deudas no sabemos”. Si se lo pudo pagar,
excelente, alegrate por esa persona. Y si no se lo pudo pagar y lo que está pagando
son deudas todos los meses, entonces sentite con la tranquilidad de que vale más
la pena vivir dentro de tus posibilidades, que destinando más del 50% de tu salario
mensual para pagar lo que ya disfrutaste.
Y esto no quiere decir que todos los créditos son malos y nunca los debás pedir. No.
Evidentemente habrán cosas que no podrás comprar de contado, como un carro o una
casa. Sin embargo, hay muchos otros artículos que sí está dentro de tus posibilidades
comprar de contado, pero que no queremos hacer el esfuerzo de ahorrar durante unos
meses para comprarlo y no pagar intereses.
¿Qué es el crédito?
Es una cantidad de dinero que recibimos con la
obligación de pagar en un plazo determinado.
Microfinanciera
(25% - 40%)
Tarjeta de crédito
(45% - 50%)
Casa comercial
y Financieras
(60%)
Prestamistas
(360%)
Dicen que el crédito es un mal necesario y, aunque yo no lo veo necesariamente así, lo cierto es que
nos hemos acostumbrado tanto a él, que ya forma parte de nuestro día a día.
Dicho esto, parece haber una constante preocupación por si recibirás o no un crédito cuando te
disponés a solicitarlo. Aquí, cinco consejos que te acercarán al “sí” cuando lo necesités.
Si estás utilizando más del 70% de tu límite de crédito, Así mismo, mucho ojo con acarrear saldos pequeños en
podrías estar cayendo en el error de usarla como una varias tarjetas de crédito. Mantené tus deudas en una o
extensión de tu salario, por otro lado, si usás las tarjetas dos cuentas y cerrá el resto. No hay necesidad de tener
de crédito sólo para los gastos que de inmediato una tentación a la vista con 5-6 tarjetas de créditos sin
podrás pagar, mostrarás a los acreedores que sos saldos.
responsable con el dinero prestado, y ellos estarán más
dispuestos a ofrecerte un préstamo por la cantidad que Recordá que el límite en esas tarjetas no representa
has solicitado. dinero que tenés, pero sí dinero que podrías terminar
debiendo.
Pagá tus préstamos a tiempo
Éste es, sin lugar a dudas, el pilar principal para continuar No solicités créditos que no necesitás
recibiendo créditos. Si no pagás a tiempo los saldos que No te imaginás la gran cantidad de personas que por
tenés –sin importar si estás 1 día o 29 días tarde-, esto hacer favores, solicitan créditos a sus nombres para que
aparecerá inmediatamente en tu récord crediticio. otros los usen. A muchas de estas personas, por querer
ayudar, les han quedado mal y han tenido que pagar la
¡Ah! Y cuando terminés de pagar un préstamo, no deuda ellos mismos.
olvidés solicitar tu carta de culminación del crédito, que
respalda que el crédito fue cancelado. Bien dicen que es Sé cauteloso al momento de solicitar tus créditos,
mejor curarse en salud. tené claro cuánto vas a pagar y si realmente tendrás la
capacidad para hacerlo en tiempo y forma.
Casate con una entidad financiera Finalmente, al momento de solicitar cualquier tipo de
Es más fácil solicitar un crédito con el banco con el que crédito, leé las letras pequeñas.
siempre has trabajado que ir con uno nuevo, porque el
primero ya conoce tu comportamiento y tiene todo tu Fijate en:
historial ahí. El plazo.
Además, es importante recordar que el dinero no debe El monto.
guardarse debajo del colchón o en la mesa de noche, Las condiciones: comisión de desembolso,
sino que hay que tener al menos una cuenta de ahorro gastos adicionales que conlleva el crédito,
(que te da una tasa de interés) donde podás demostrar
tus ingresos y capacidad de pago a la entidad financiera. etc.
Pueden existir varias razones por las que un banco no te concederá un crédito, pero sin duda son estas 5
razones las principales:
Y, ¿por qué hacen esto? Sencillo, porque una persona que ha quedado mal, no ha pagado lo que debe o
lo ha hecho tarde, se convierte en alguien de alto riesgo (o poco fiable) para devolver el dinero prestado.
Incluso, hay ocasiones en las que podés estar incluido en esta lista de morosidad sin que hayás sido vos
directamente quien solicitó el crédito. Cada vez que aceptás ser fiador de alguien más, corrés el riesgo de
que esa persona no pague y te toque a vos asumir esa deuda.
2. No cumplís con ciertas condiciones del servicio
Hay ciertos requisitos básicos –y hasta lógicos- que se piden al solicitar determinados productos financieros.
Por ejemplo, algo común que busca la banca es que ya tengás una cuenta (corriente, de ahorro, de nómina, una tarjeta
de crédito, algún crédito vigente y al día, etc.) en el sistema financiero. De otra manera sos, lo que llamamos, una persona
sin experiencia crediticia o “no bancarizada” y prácticamente no existís. En mis charlas y talleres siempre explico que
no tener al menos una cuenta en el banco es como no tener una cédula de identidad: cuando querés hacer un trámite,
simplemente no existís y no podés hacer nada.
Pueden haber otros requisitos, como por ejemplo, tener una nómina o algo que demuestre tus fuentes de ingreso. Y es
que, pensalo así: si no trabajás o no estás ganando dinero de alguna manera, ¿cómo exactamente pensás pagar ese
dinero de regreso? No olvidemos que lo que la banca –y cualquier acreedor- busca es recibir su plata en tiempo y forma.
También podría deberse, dependiente del caso, a tu edad. Si sos muy joven o mayor a los 60 años, se te podría dificultar
recibir el crédito que solicitás porque es muy probable que no estés activo laboralmente… o estés a punto de dejar de
serlo. En estos casos, a veces te pueden solicitar una garantía o un fiador.
Normalmente, una de las cosas en las que la banca se fijará es en tus ingresos y esto se suele revisar a través de tu colilla.
Pero, si vos trabajás por tu cuenta y no tenés colilla del INSS para enseñar y, encima de eso, tampoco llevás estados
financieros formales, podría ser tarea imposible para el banco adivinar a cuánto ascienden tus ingresos.
Dicho esto, no es imposible recibir un crédito bajo estas condiciones, pero sí presenta más trabas… sobre todo cuando
no tenés tus números claros y la manera de comprobarlos.
Si sos de esas personas que va por la vida de crédito en crédito y a estas alturas ya debés una buena porción de tus
ingresos, podría llegar el momento en el que el banco –o cualquier otra institución financiera- rechace tu crédito.
Normalmente, los bancos están dispuestos a darte una serie de préstamos cuya suma de cuotas mensuales no exceda
el 50% de tus ingresos. Si vos ya andás cerca o, peor, ya lo rebasaste, va a estar complicado que te den ese nuevo
préstamo.
No hay una ciencia exacta para salir de deudas. De la misma forma en que para bajar
de peso no hay fórmula secreta y solo tenés que comer menos, alimentarte mejor y hacer
ejercicios, para salir de deudas no hay más que restringir tus gastos –y/o crear mayores
ingresos- para poder abonar el máximo monto al pago de tu(s) deuda(s).
A continuación te presento las diversas estrategias que podés tomar para salir de deudas,
de manera que te permitan tomar la decisión que mejor se ajuste a tus posibilidades,
personalidad y nivel de deuda actual.
1. Bola de nieve
Personalmente mi método favorito. Se enfoca en la deuda más pequeña (pues es de la que más rápido
saldrás), de manera que atañe a tu lado emocional: “Si logré salir de esta primera deuda, también podré salir
de las demás”.
Al utilizarlo, apuntás a deshacerte de una deuda a la vez, tratando de liberar fondos extra para pagar la
deuda lo más rápido posible. Es un método bastante simple, pero que requiere de tu disciplina y compromiso
para ajustarte a él.
Y esto es lo que tenés que hacer para salir de deudas con el método “bola de nieve”:
1. Hacé una lista de cada una de las deudas que tenés, al lado poné el monto que debés, el monto mínimo
que debés pagar y la tasa de interés.
2. Ordenalos de manera ascendente: la deuda más pequeña al comienzo y la más grande, al final.
3. Sumá todos los montos mínimos de tus deudas. Ahora revisá tu presupuesto.
(Si aún no tenés tu presupuesto hecho, es el momento ideal para empezar. No saber a dónde se va tu dinero
cada mes te lleva a gastar más de lo que ganás y es la receta perfecta para el desastre financiero.)
4. Leé tu presupuesto: Idealmente te debe decir que tus gastos son menores que tus ingresos y que no sólo
te alcanza para pagar los mínimos de cada una de tus deudas, sino también, para abonar algo más a ellas.
5. Empezá a pagar: Cada mes, pagás el mínimo de TODAS tus deudas y además, un monto mayor-todo el
efectivo disponible después de pagar tus gastos mensuales- lo destinás a esa primera deuda de tu lista (la
más pequeña). La idea es que al ser la más chica, saldrás más rápido de esa deuda y la emoción de ese primer
triunfo te motivará a continuar pagando.
6. La que sigue: Una vez hayás salido de esa primera deuda, continuá con la segunda, destinando el monto
extra que pagabas en la primera a ésta. Y que no se te olvide siempre, siempre, siempre pagar el mínimo de
todas las demás deudas.
Y ése es el efecto bola de nieve: cada vez que terminás de pagar una deuda, tenés más fondos disponibles
para continuar pagando las de mayor saldo, hasta que finalmente seás una persona libre de deudas!
Espero hayan tenido una buena semana santa: divirtiéndose y descansando. Si gastaron de más, no se
estresen –no es bueno para la salud-, pongan manos a la obra desde hoy, restrinjan sus gastos al máximo y
paguen lo que deben lo antes posible.
A quién debo Cuánto debo Pago mínimo Tasa interés Mi pago mensual
Tarjeta de crédito 1 $350.00 $17.50 50% $50.00
Tarjeta de crédito 2 $400.00 $20.00 29% $20.00
Tarjeta de crédito 3 $600.00 $30.00 45% $30.00
TOTAL $1,350.00 $67.50 $100.00
2. Avalancha
El segundo método para salir de deuda es la Avalancha que, a diferencia del anterior, éste es el que más
sentido hace financieramente.
El problema es que vivir con deudas no es fácil. Primero porque evidentemente hay una serie de
comportamientos que te llevaron ahí, que son difíciles de cambiar y segundo porque las deudas generan estrés
y problemas de salud, laborales y emocionales. Entonces, si de por sí la tenés difícil, empezar enfocándote en
la deuda más grande puede resultar desalentador y existe la posibilidad de que después del primer mes te
demostivés y tirés la toalla.
Al final, si salir de deudas fuera sencillo, nadie las tendría, ¿no? Utilizar este método debería verse más o
menos así:
A quién debo Cuánto debo Pago mínimo Tasa interés Mi pago mensual
Tarjeta de crédito 1 $600.00 $30.00 45% $62.00
Tarjeta de crédito 2 $400.00 $20.00 29% $20.00
Tarjeta de crédito 3 $350.00 $17.50 50% $17.50
TOTAL $1,350.00 $67.50 $100.00
Mi consejo es que si vos sos de los que te endeudaste por problemas de salud, accidente, emergencia, etc. y
no por consumo, y sentís que estás en la capacidad de permanecer auto-motivado durante mucho tiempo,
usés el método avalancha, pues vas a pagar menos intereses.
3. Cavar un hoyo para tapar otro
1. Pedir un extrafinanciamiento
Empezaré por decirte que un extra-financiamiento es una línea de crédito adicional a tu tarjeta crédito. Eso sí,
no es algo que se le ofrezca a TODO el mundo.
Para que esto suceda, normalmente tu deuda no puede estar muy por encima de los límites sanos y tenés
que haber pagado por lo menos el mínimo de tu tarjeta todos los meses. ¿Por qué? Porque pagos recurrentes
son un indicativo de que probablemente podrás pagar el extra-financiamiento y no te vas a endeudar más
de la cuenta.
Este crédito no fue diseñado exclusivamente para pagar deudas. Algunas personas que están al día con su
tarjeta de crédito lo usarán con otros fines.
Si vos tenés deudas y el banco te está ofreciendo uno, puede ser una buena salida porque la tasa de interés
es mucho más baja que la de la tarjeta, hay plazos hasta de 5 años y te ordenás más fácilmente porque sabés
cuánto es la cuota exactamente.
2. Consolidar deudas
Las deudas no se consolidan solo porque sí. Lo que la institución financiera hace es otorgarte un préstamo
personal que equivalga a todas tus deudas juntas para que las cancelés y te quedés pagando un solo préstamo,
con una sola cuota, con una sola tasa.
Para que tengás una idea, las tasas de interés de los préstamos personales suelen oscilar alrededor del 17%
y el 22%.
Normalmente, el banco estará dispuesto a consolidar tus deudas cuando ya estás llegando a tu tope y pagás más
intereses que abono al principal. Pero, eso sí: has continuado pagando y tu capacidad de pago está ahí. Este punto es
sumamente importante.
Una vez aprobado el préstamo personal, se deben cancelar todas las tarjetas y préstamos para los que pediste el crédito
y el banco te pedirá los documentos para saber que, de hecho, así lo hiciste, incluso con otras entidades financieras.
4. Arreglos de pago
Ésta es tu última opción y normalmente se considera cuando ya las cosas se te han salido de las manos: el
típico caso en el que sentís que las deudas te están ahogando y no podés cumplir con tus mínimos y cuotas
cada mes. En este caso, lo único que podés hacer es ir a sentarte con ellos y negociar cómo podés pagar.
La banca analizará tu posibilidad real de seguir pagando la deuda después de hecho el arreglo. Pues, ¿de qué
sirve llegar a un arreglo que luego no podrás cumplir?
Éste puede venir en diversas formas y cada caso es PERSONAL. Lo PEOR que podés hacer es tratar de huirle
al problema, no responder llamadas y esconderte del banco. Esto no soluciona nada.
1. Cuando la persona sabe que no podrá pagar y avisa con anticipación. Imaginate que sos un productor,
la cosecha no salió como vos pensabas y no podrás pagar al banco lo que debés. Podrías negociar con ellos,
esperar 6 meses (hasta el siguiente ciclo) y cancelar en ese momento lo que debés.
2. Cuando la persona acaba de caer en mora, pero quiere y puede pagar. Imaginate que vos estás
pagando tu auto y uno de tus hijos se enferma. No dudás en llevarlo al hospital y pagar con el dinero que
tenías reservado para la cuota del carro. Podrías arreglar hacer la mitad del pago en la siguiente quincena y,
en la que sigue, la otra mitad más la cuota que te tocaba de ese mes.
3. Cuando la persona ya lleva meses en mora sin pagar absolutamente nada. Si crédito era con garantía,
podrías vender ese bien para pagar, arreglar darlo en dación de pago, o que alguien más asuma tu deuda. En
este último caso, se cancela la deuda y se crea un nuevo crédito a nombre de la otra persona.
4. Si es un crédito de consumo (no hay garantía): El caso más común. No es que te hayás quedado sin
empleo o que tu salario ha disminuido, si no que simplemente estás sobre-endeudado y no podés pagar. Acá
se puede hacer una consolidación y el banco podría negociar llevarse todas las deudas que tenés a un solo
lugar y ofrecer mejores condiciones para que podás pagar.
5. Si es un crédito de consumo (no hay garantía) y tus ingresos disminuyeron. En estos casos, se podría
negociar que la cuota sea más baja. Se podría hacer un refinanciamiento–en el caso que aún estés al día y
esto no daña tu récord- , o una reestructuración –en el caso que ya caíste en mora y esto sí daña tu récord-.
6. Si es un crédito de consumo (no hay garantía) y te quedaste sin empleo. Si te quedaste sin empleo, no
tenés garantía y no podés pagar, no hay nada que hacer y poco que negociar. El banco se dedicará a darte un
seguimiento cada mes, hasta que llegue el momento en que podás pagar o hacer abonos.
Este arreglo se hace directamente con cada institución financiera a la que le debés. Se trata de explicar por
qué no has podido pagarles (te quedaste sin empleo, te redujeron el salario, compraste de más, vino una
emergencia, etc.) y cuánto es el máximo que podés abonar mensualmente para el pago de tus deudas.
Una vez te sea aprobado el arreglo de pago, el banco cancelará tus tarjetas de crédito y préstamos abierto y
te hará firmar una letra de cambio con un monto fijo a pagar e intereses más bajos.
Errores
al salir de deudas
1. CAER EN LA TRAMPA DEL PAGO MÍNIMO
Esto aplica para las deudas de tarjetas de crédito y que quede claro: no hay cosa peor
que dar el mínimo. Evidentemente que lo mejor hubiera sido que pagaras el total de
lo que consumiste en tiempo y forma para no endeudarte, debés enfocarte en pagar
AL MENOS el doble del mínimo (o lo máximo que podás) para que no dejés tu plata en
los intereses.
No puedo dejar de enfatizar lo importante que es mantenerte ¿Alguna vez has soñado ganar la lotería? Jugar la lotería es
al día sobre el estado actual de tus finanzas. Sean buenas o tirar tu dinero a la basura. Sin embargo, hay un sueño al que
malas noticias, siempre es mejor saber exactamente lo que vale la pena apegarse día y noche: ¿te imaginás cómo sería
está sucediendo y dónde estás pisando. tu vida libre de deudas? ¡Es un sentimiento maravilloso!
Soñá con que llegue ese día en el que todo lo que ganás te
Revisá tu estado de cuenta para ver tu progreso pertenece; en el que todo lo que poseés también es 100%
Hacelo al menos una vez a la semana y si usás tarjeta(s) de tuyo; en el que una buena parte de tus ingresos se puedan ir
crédito hacelo diariamente. Ver la cantidad que debés con al ahorro y la inversión y no al pago de las deudas.
el tiempo –y cómo ésta va disminuyendo- tiene un gran
impacto en tu motivación. Soñar con todas esas posibilidades es un excelente
motivador para cuando querés tirar la toalla porque sentís
Medí tu progreso y hacelo visible. que el camino es largo.
Cada vez que pagués algo de tu deuda, sumá tus saldos
pendientes actuales y dividilos por la cantidad de deuda
con la que comenzaste. En el proceso que te lleve pagar, Empezá tu día más temprano
mantené visible estas cifras, pero que sea un lugar que veás
constante y te permita motivarte. Así como lo leés ¿Y eso qué tiene que ver con mi vida
financiera? Los típicos gastos por haberte despertado
tarde son: tomar el taxi en lugar del bus, desayunar fuera,
¿De verdad lo necesitás? pasar comprando un café, pedir algo de almorzar porque
tampoco lo llevaste, etc. ¿Ves cómo todos estos gastitos van
He visto a muchísimas personas querer salir de deudas, sumando a lo largo de tu día y no te dejan quedarte dentro
PERO sin dejar de hacer nada de lo que les gusta o esas de presupuesto?
cosas a las que están acostumbrados y que los llevaron a
endeudarse para empezar. Todo esto lo podés evitar con una buena planificación ¿Cómo
te ayuda a mantenerte motivado para salir de deudas? En
Esta pregunta es importante cuando estás en proceso de general, las personas somos más propensas a portarnos bien
salir de deudas y es que si el dinero que lográs dejar de si empezamos el día con el pie derecho. Cuando sentimos
gastar innecesariamente se convierte en dinero que podés que ya metimos la pata en algo, nos damos el permiso de
abonar a tus deudas, te permitirá ver un progreso aún más seguir por el camino errado.. gastando de más.
rápido.
2. ¿Gastás más del 20% de tus ingresos para pagar tu(s) tarjeta(s) de crédito,
préstamos personales y otros préstamos cada mes? (Sin incluir tu hipoteca).
a. Sí
b. No
c. No sé
3. ¿Con una hipoteca a 15 años pagás menos intereses que con una a 30?
a. Sí
b. No
c. No sé
7. ¿Aquéllos que pagan sus cuentas a tiempo cada mes tienen récord
crediticios más bajos que aquéllos que no pagan sus cuentas a tiempo?
a. Sí
b. No
c. No sé
¿Cómo te fue?
1. Dado que cada institución financiera te ofrecerá diferentes tasas de interés y
cobrará distintos cargos, es importante cotizar antes de tomar una decisión.
2. Una buena regla es no usar más del 20% de tus ingresos para el pago de
deudas de consumo.
5. Sí. Los reportes crediticios contienen una serie de información, incluyendo los
tipos y montos de créditos, historiales de pagos, moras, entre otros.