Seminario I Alimentaciòn
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Seminario I
Servidores Comunitarios:
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Calvo, Oly. V-20.196.185
Guerra, Angel. V-28.664947
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La alimentación es la elección, preparación y consumo de alimentos, lo cual tiene mucha
relación con el entorno, las tradiciones, la economía y el lugar vive un individuo. La
alimentación saludable cumple con necesidades nutricionales que necesita el cuerpo, para
mantener una buena salud.
Una alimentación saludable en los niños es aquella que proporciona la energía y los
nutrientes necesarios, y adecuados de acuerdo a la edad y al género, para promover un
crecimiento adecuado y un correcto desarrollo físico e intelectual y que, a su vez, contribuya a
mantener una buena salud.
La alimentación, por definición, es el conjunto de acciones mediante las cuales se
proporcionan alimentos al organismo. Es decir, abarca la selección de los alimentos, el cocinado
y su ingestión. La alimentación depende de muchas variantes, desde las necesidades individuales
y la disponibilidad de alimentos hasta aspectos psicológicos y modas. Además de ser una
necesidad vital para la supervivencia, la alimentación también es bienestar, cultura y placer.
Es importante saber que no todos los nutrientes tienen la función de brindar energía. Por
ejemplo, las proteínas sirven para formar nuevas células, enzimas, y proteínas. También, aportan
al transporte de sustancias a través de la sangre, entre otras cuestiones.
Por su parte, las vitaminas y minerales, a pesar de que se encuentran y utilizan en
pequeña cantidad, cumplen muy variadas e importantísimas funciones como por ejemplo
colaborar en los procesos de cicatrización y de regeneración de tejidos, ayudar en la inmunidad y
en la formación de glóbulos rojos, etcétera. Es por estas razones que la alimentación sana debe
ser lo suficientemente variada como para cubrir las necesidades de la mayor cantidad de
nutrientes posible.
En la franja superior de color amarillo están los carbohidratos complejos cuya función
principal es el aporte de energía.
A este grupo pertenecen los granos: caraotas, arvejas, lentejas, fríjoles; cereales: arroz,
maíz, trigo, avena; tubérculos: papa, yuca, ñame, ocumo; y plátanos.
También alimentos elaborados con ellos y propios de la región como las arepas (masa
redonda de maíz cocido y molido) o el casabe (pan ácimo delgado hecho con harina de yuca).
La otra franja que comparte lugar en la base del trompo es de color naranja y en ella se
encuentran los aceites y grasas como la mantequilla, margarina vegetal, aceites vegetales (soya,
girasol, oliva), semillas oleaginosas, aguacate.
Dentro de este grupo hay grasas más saludables que otras, como son el aceite de oliva y el
aguacate, que son ricos en grasas poliinsaturadas y promueven el transporte y excreción de las
grasas no saludables de la sangre.
Es de vital importancia recordar el hilo del trompo que hace alusión al consumo de agua,
que debe ser de ocho vasos al día. Cabe anotar que las sopas, los jugos y las frutas contienen
agua, por lo que se pueden incluir en esta cantidad.
Igual de relevante es que en la base del trompo alimenticio está representada la actividad
física de acuerdo con la población a la que esté dirigida. Existe una versión que muestra una
familia jugando con un balón, otra en la que se observan diferentes deportes, una especial para
los indígenas con actividades propias de ellos como la caza y el remo.
La actividad física mínima semanal es de 150 minutos repartidos durante los días de la
semana, no en un solo día, lo que sería un sobreesfuerzo dañino para el cuerpo. Bailar, caminar,
montar en bicicleta, correr o cualquier otro tipo de ejercicio que ponga en movimiento el sistema
cardiovascular durante 30 minutos 5 días a la semana es un modo perfecto de cumplir con este
requerimiento.