Posadas

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 35

Parroquia Nuestra Señora del Carmen

Jalapa

Novena de Posadas

pág. 1
PRIMER DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es
PERDONAR
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Acto penitencial
Al iniciar este día: Primero de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.
Oración
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”,
No cierres tus oídos a nuestra oración, para que, meditando el misterio de la
encarnación, te sigamos más de cerca, como tus discípulos misioneros. Amén.

pág. 2
Canto: Preparad los caminos
Una voz clama en el Alégrense los justos en Alégrate hermano,
desierto el señor, escucha mi cantar,
"preparad los caminos a Gloríense en su Tú eres la voz que
Dios" majestad. clamará.
Una voz resuena en las
montañas: Una voz clama en el Una voz está llegando,
Gloria a Dios el señor desierto.... Una voz llena de amor,
Escuchemos su llamado
Preparen los caminos, Viene su justicia, viene Y veremos a dios, a
los caminos a Dios, su verdad, dios.
Gloria y su poder Sólo si tú quieres dejarte
derramarán. guiar. Una voz clama en el
desierto. .

Texto bíblico: Mateo 18, 21-22

“Pedro se acercó entonces y le dijo “Señor ¿Cuántas veces tengo que perdonar las
ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?” Jesús le dice: “No te digo
hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”

Palabra del Señor.

Mensaje para el primer día.


En el año de 1981 el Papa San Juan Pablo II sufrió un atentado contra su vida. Una vez
recuperado, el Papa fue a la cárcel y se entrevistó con Alí Agca, quien realizó dicho
atentado. Y en la cárcel el Papa ofreció su mano, un abrazo y unas palabras de perdón.
Este mensaje es un gran testimonio, y debemos tomarlo en cuenta para esforzarnos
por alejarnos de los resentimientos, rencores y odios que envenenan nuestra vida.
Mucha gente vuelve con frecuencia al pasado doloroso y vive muy resentida por la
ofensa que le cometieron. Pero… somos capaces de distanciarnos del resentimiento y
del rencor si estamos más unidos a Dios y creemos en la comprensión y en el perdón.
El documento de Aparecida nos dice que la “reconciliación” es fruto del perdón, pone
paz donde había discordia; crea amistad donde se había ofendido; renueva y hace
germinar la vida donde había vacío y aridez; y en especial, el perdón es fruto del
verdadero amor, del AMOR que es más fuerte que el pecado. El perdón da fuerza,
pone alegría, da paz, impulsa el caminar, renueva a quien lo recibe. El perdón es fruto
del encuentro con Dios, que ama y tiene un proyecto de salvación para los hombres.
Por todo esto, el perdón es lugar de encuentro con Jesucristo, necesario para todo
discípulo misionero en todo momento y circunstancia. (cf. DA 254).

pág. 3
Esta Navidad es una buena oportunidad para reconciliarnos y perdonarnos
mutuamente. Esforzándonos en perdonar la ofensa del esposo (a), hermano (a), amigo
(a).
Porque sin perdonar no gozamos de la paz, serenidad y alegría.
Porque Dios siempre nos perdona. Dios es misericordioso y quiere que lo seamos
también.

Canto: Vamos a Preparar el camino del Señor…


Vamos a preparar Él romperá las cadenas, Vamos a preparar . . .
El camino del señor, Él nos dará la libertad.
Vamos a construir Vamos a preparar . . . Visitará nuestra casa,
La ciudad de nuestro Nos llenará de
Dios. Él estará a nuestro lado, esperanza,
Él guiará nuestros Él nos dará la libertad.
Vendrá el señor con la pasos, Compartirá nuestros
aurora, Él nos dará la libertad. cantos,
Él brillará en la mañana, Nos limpiará del pecado, Todos seremos
Pregonará la verdad. Ya no seremos hermanos,
Vendrá el señor con su esclavos, Él nos dará la salvación.
fuerza, Él nos dará la salvación. Vamos a preparar . . .

Preces
Nos dirigimos al Padre bueno y misericordioso lento a la cólera y rico en clemencia
diciendo: Te rogamos Señor óyenos
 Por la Iglesia, que busca siempre encontrar el camino al perdón, roguemos al
Señor.
Te rogamos Señor óyenos

 Por nuestra Guatemala, por sus gobernantes para que se encuentren la mejor
forma de gobernar, roguemos al Señor.
Te rogamos Señor óyenos

 Por nuestros hermanos que sufren alguna enfermedad, hambre y violencia para
que Dios les sane por medio de su Santo Espíritu, roguemos al Señor.
Te rogamos Señor óyenos

 Por nuestro Sector Misionero, para que tomemos conciencia de la Misión que se
nos ha encomendado de llevar la Buena Nueva a todos, roguemos al Señor.
Te rogamos Señor óyenos

pág. 4
 Por aquellos hermanos a quienes hemos ofendido y quienes me han ofendido
para que se olviden de los problemas que surgieron, roguemos al Señor.
Te rogamos Señor óyenos

pág. 5
Padre nuestro…
Ave María…
Oración:
Padre, nos pides que practiquemos la caridad evangélica, que seamos benévolos con
quienes nos han hecho daño, nos han ofendido, traicionado, humillado y odiado. Envía
tu Espíritu de amor que restaure, renueve, purifique y sane nuestra alma. Ayúdanos a
tener un corazón semejante al tuyo, humilde y generoso, capaz de perdonar. Te lo
pedimos, por intercesión de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que vive y espera
nuestro arrepentimiento para desbordar la abundancia de su misericordia en sus
discípulos misioneros. Amén.
Compromiso: Orar por aquella persona que me ha ofendido, desearle lo mejor y
esforzarme por olvidar la ofensa recibida.

SEGUNDO DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es
ALEGRARSE
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Acto penitencial
Al iniciar este día segundo de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.

pág. 6
Oración (se repetirá cada día)
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”,
No cierres tus oídos a nuestra oración, para que, meditando el misterio de la
encarnación, te sigamos más de cerca, como tus discípulos misioneros. Amén.

Canto: Ven Salvador.

Ven salvador, ven sin tardar, Los hombres de mi tierra esperan que tú
Danos tu gracia y tu paz. vengas,
Ven salvador, ven sin tardar, Que se abran los horizontes por donde
Damos tu fuerza y verdad. caminar:

Nos diste tu palabra, es firme nuestra Vendrás con los que luchan por una
espera, tierra nueva,
Iremos tras tus huellas, sabemos que Vendrás con los que cantan justicia y
vendrás: hermandad:

Texto bíblico. Filipenses 4, 4-7

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura
sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa
alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante
la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que
supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos
en Cristo Jesús.

Palabra de Dios. Te alabamos Señor

Mensaje para el segundo día.


Es realmente impresionante y conmovedor el mensaje de la carta a los Filipenses,
sobre todo cuando se sabe que quién la escribe, el apóstol Pablo, está preso. La
alegría que nos transmite brota de la paz interior, de la amistad y cercanía con Dios.
No es de la alegría pasajera que da el vino, la fiesta, el vicio y la inmoralidad, que
después dejan amarguras y tristezas en el corazón. Es la alegría que nos trae Jesús
con su sencillez, con la paz que regala a cada uno de nosotros.

pág. 7
Navidad es la explosión de la alegría. Es la alegría del corazón que brota del encuentro
con Jesucristo, a quien el discípulo misionero reconoce como el Hijo de Dios encarnado
y redentor. La alegría del discípulo misionero, es antídoto frente a un mundo
atemorizado. No es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de
la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios.
Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona, haberlo
encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con
nuestras palabras y obras es nuestro gozo (cf, DA 29).
El discípulo misionero, está llamado a dar “desde la alegría de la fe sus dones
espirituales, humanos y materiales, (cf. DA 379). Es la alegría que nos llega cuando
compartimos generosamente con el más necesitado, “porque hay más alegría en dar
que en recibir”.

Canto: Ven, ven Señor no tardes.


El mundo muere de frío, el mundo, sin paz, no
el alma perdió el calor, ´ ve;
Ven, ven, Señor, no buscando va una
tardes, los hombres no son esperanza;
ven, ven, que te hermanos, buscando, Señor, tu fe.
esperamos. el mundo no tiene amor. Ven, ven, Señor, no
Ven, ven, Señor, no tardes . . .
tardes, Ven, ven, Señor, no
ven pronto, Señor. tardes . . . Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz;
Envuelto en sombría al mundo le falta el cielo,
noche, al mundo le faltas tu

pág. 8
Preces
Dirijamos nuestra plegaria confiada al Padre diciendo:
Señor danos tu paz y alegría.
 Por la Iglesia, para que todos los que participamos en ella mostremos siempre
nuestra alegría con todos nuestros hermanos. Roguemos al Señor.
Señor danos tu paz y alegría.

 Para que mostrando la alegría que cada uno de los integrantes de los diferentes
gobiernos a nivel nacional y local puedan llegar a los más necesitados.
Roguemos al Señor.
Señor danos tu paz y alegría.
 Por nuestros hermanos necesitados tanto material como espiritual, por los que
sufren enfermedades, hambre y violencia para que en ellos se refleje la alegría
de Dios, roguemos al Señor.
Señor danos tu paz y alegría.

 Para que, en nuestro Sector Misionero, Pequeña Comunidad de vida,


Movimiento o Pastoral podamos siempre reflejar la alegría de Dios, roguemos al
Señor.
Señor danos tu paz y alegría.

 Por nuestros hermanos que ya han participado de la alegría del Reino Celestial,
roguemos al Señor.
Señor danos tu paz y alegría.
Padre nuestro…
Ave María…
Oración:
Padre, renueva en nosotros tu Espíritu, para que podamos descubrir la diferencia entre
alegría y placer. Convéncenos, Señor, de que, para ser felices de verdad, es necesario
que la generosidad y la entrega, superen al consumismo y al deseo. Que, como
discípulos misioneros tuyos, sepamos dar testimonio de la alegría que tú nos brindas.
Ensénanos a encontrar la verdadera alegría de vivir y ser felices. Por Cristo, nuestro
Señor. Amén.
Compromiso:
Regalar un poco de alegría a las personas que tengo cerca: en mi familia, en el barrio,
en el lugar de trabajo. Llevar consuelo al triste y hacerlo en nombre de Jesús.

pág. 9
TERCER DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es
COMPARTIR
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Acto penitencial
Al iniciar este tercer día de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.
Oración
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”,
No cierres tus oídos a nuestra oración, para que, meditando el misterio de la
encarnación, te sigamos más de cerca, como tus discípulos misioneros. Amén.

Canto: Tu palabra me da vida.


Tu palabra me da vida, Dichoso el que, guardando sus
confío en ti, Señor. con vida intachable, preceptos,
Tu palabra es eterna, camina en la ley del lo busca de todo
en ella esperare´. Señor, corazón.
dichoso el que,

pág. 10
Texto bíblico: Hechos de los Apóstoles 2, 42-46

Acudían asiduamente a la enseñanza de los Apóstoles, a la comunión, a la fracción


del pan y a las oraciones. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles
realizaban muchos prodigios y señales.
Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común, vendían sus posesiones y
sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno.
Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían
el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.

Palabra de Dios. Te alabamos Señor

Mensaje para el tercer día.


Hoy es necesario expulsar de nuestras vidas el egoísmo. Navidad es un tiempo
propicio para cultivar actitudes de generosidad y solidaridad. La palabra de Dios nos
invita a dar y a darnos. Compartir no es sólo una invitación a lo material, también en lo
espiritual: el perdón, el servicio desinteresado, el amor, el diálogo, el cariño.
Aparecida nos afirma que nuestra fe proclama que “Jesucristo es el rostro humano de
Dios y el rostro divino del hombre”. Por eso los discípulos misioneros estamos llamados
a contemplar en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que
nos llama a servirlo en ellos. De nuestra fe en Cristo, brotan actitudes permanentes de
encuentro, hermandad y servicio, que han de manifestarse en opciones y gestos
visibles (cf. DA 392 -394).

Canto: Cerca está El Señor


Cerca está el Señor, También está el Señor, Le conoceréis
Cerca está el Señor. Le conoceréis En el anciano en su
Cerca de mi pueblo, En el que canta la vejez;
Cerca del que lucha libertad; También está el Señor,
por amor. También está el Señor, No olvidéis su voz,
Cerca está el Señor, No olvidéis su voz En el hospital, junto al
Cerca está el Señor, Sufre el gran dolor del enfermo.
Es el peregrino que oprimido. Cerca está el Señor,
comparte mi dolor. Cerca está el Señor, Jesús es el Señor,
También está el Señor, También está el Señor, Le conoceréis,
Le conoceréis Le conoceréis Él es la vida, es la
En el que lucha por la En el obrero en su taller; verdad;
igualdad; También está el Señor, Jesús es el Señor

pág. 11
Preces
Clamemos a nuestro buen Padre Dios diciendo: Padre escúchanos
 Por la Iglesia, que buscando llevar la Buena del Señor, nos brinda el perdón por
medio de sus Sacramentos, roguemos al Señor.
Padre escúchanos

 Por los políticos, los integrantes del gobierno para que en base a lo que nos
enseña Jesús, se conviertan y den paso a la nueva Guatemala que soñamos,
roguemos al Señor.
Padre escúchanos

 Por los necesitados, por aquellos que sufren ya sea por motivos de enfermedad,
hambre, violencia, los perseguidos, para que el Señor les permita ver la luz de la
verdad, roguemos al Señor.
Padre escúchanos

 Por nuestro Sector Misionero, nuestras pequeñas Comunidades y todos los


hermanos para que, a la luz de la palabra de Dios que nos invita a dar y a
darnos sin esperar nada de los demás, asumamos nuestro ser discípulos
misioneros del Padre. Roguemos al Señor.
Padre escúchanos

 Por nuestros hermanos difuntos que para que estén gozando de la presencia de
Dios, roguemos al Señor.
Padre escúchanos
Padre nuestro
Ave María
Oración:
Padre Celestial, gracias por enviar a tu Hijo a la tierra y la entrega gozosa que ha
hecho de sí mismo a la humanidad entera. Como discípulos misioneros, queremos
crecer en la generosidad. Te pedimos nos concedas la gracia de ser sanados de
nuestra indiferencia y egoísmo. Danos la fuerza para dar sin calcular, a servir sin
esperar recompensa, a hacer el bien al que nada puede retribuirnos, a amar siempre
gratuitamente, a donarnos en todo con prontitud, siendo cercanos y amables con los
que me rodean.
Tú, que eres la Vida, la Verdad y el Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Compromiso:

pág. 12
Compartir un beso, una caricia, un detalle sorpresa, un saludo emocionado, con los
miembros de mi familia.

CUARTO DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es
COMPRENDER
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Acto penitencial
Al iniciar este cuarto día de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.
Oración
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”,
No cierres tus oídos a nuestra oración, para que, meditando el misterio de la
encarnación, te sigamos más de cerca, como tus discípulos misioneros. Amén.

pág. 13
Canto: Como el ciervo al agua va
Como el ciervo al agua Quien escucha mi gemir
va, dice: Gloria al Padre eterno,
vamos hacia ti, Señor, «¿Dónde está tu gloria al Hijo Redentor,
pues de Ti tenemos Dios?»; gloria al Espíritu
sed, el Señor se encuentra que nos une en el amor.
fuente del eterno aquí Ven, Señor, ¡maranatha!
amor. en la voz de júbilo. Amén, ¡aleluya!
Caminamos hacia Ti Ya mi llanto ha de cesar, Ven, Señor, ¡maranatha!
con alegres cánticos: el Señor es Salvador; Amén, ¡aleluya!
hoy venimos a tu altar cuando tenga que sufrir,
para amarte más, en Ti pensaré, Señor.
Señor.

Texto bíblico. Mateo 7, 1-5

“No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis
seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras
la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo?
¿O cómo vas a decir a tu hermano: “¿Deja que te saque la brizna del ojo”, teniendo
la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la vida de tu ojo, y entonces podrás ver
para sacar la brizna del ojo de tu hermano”.

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

Mensaje para el cuarto día.


Cuando me alejo de juzgar y de criticar a mis semejantes y trato de comprenderlos en
sus fallas y errores, es Navidad. La comprensión es otro nombre del perdón, de la
misericordia y del amor.
El que ama de verdad a las personas trata de disculparlas cuando caen, se equivocan
u obran mal. La persona comprensiva siempre encuentra disculpas para las fallas y
errores de los demás. En vez de criticar, juzgar y condenar, es mejor comprender y
disculpar.
La comprensión es otro regalo que nos trae la Navidad. Aprendamos a serlo, cuando
tenemos en cuenta nuestras propias fallas y errores.
Una gran religiosa y doctora de la Iglesia, Santa Teresa de Jesús dice en unos de sus
muchos escritos: “Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que vemos
en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados”
La Navidad nos recuerda que Jesús vino al mundo no para condenarlo sino para
salvarlo con todo su amor. Cuando crecemos en la comprensión y en el perdón, nos
hacemos instrumentos de la paz que nos trae Jesús. Pone paz allí donde había
pág. 14
discordia; crea amistad allí donde se había ofendido; renueva y hace germinar la vida
allí donde había vacío y aridez; y en especial, el perdón es fruto del verdadero amor.
Da fuerzas, pone alegría, da paz, impulsa y renueva el caminar (cf. DA 254).
La comprensión nos ayuda a ser tolerantes con las fallas y errores propios y de los
otros.

Canto: Cristo Libertador


Cristo nos da la cuando cargue con la cuando siga los caminos
libertad, cruz de los demás, del amor,
Cristo nos da la me salvare. veré al Señor.
salvación, Dame, Señor, tu
Cristo nos da la palabra; Cuando siembre la
esperanza, oye, Señor, mi oración. alegría y la amistad,
Cristo nos da el amor. vendrá el Amor;
Cuando sepa perdonar cuando viva en
Cuando luche por la paz de corazón, comunión con los
y la verdad, la tendré perdón; demás,
encontrare; seré de Dios.

Preces
Juntos como hermanos y consientes de nuestras debilidades oremos diciendo:
Señor danos un corazón semejante al tuyo.
 Por la Iglesia, para que siempre nos enseñe a amar a Dios sobre todas las
cosas y así brindar el amor a nuestros semejantes, roguemos al Señor.
Señor danos un corazón semejante al tuyo.

 Por los responsables políticos y los gobernantes para que apoyen a todos los
que les necesitan sin discriminación, roguemos al Señor.
Señor danos un corazón semejante al tuyo.

 Por los necesitados, por aquellos que sufren ya sea por motivos de enfermedad,
hambre, violencia, así como por la discriminación, roguemos al Señor.
Señor danos un corazón semejante al tuyo.

 Por todos los aquí reunidos para que el Señor nos libres de las enseñanzas del
enemigo. Dios es siempre de paso. Roguemos al Señor.
Señor danos un corazón semejante al tuyo.

Padre nuestro
Ave María

pág. 15
Oración:
Señor, infunde en nuestros corazones tu gracia para que podamos amar y comprender
a todos nuestros hermanos y seamos capaces de reconocer nuestra faltas y defectos.
Te lo pedimos a ti que viven y reinas por los siglos de los siglos. Amen.
Compromiso:
Proponerme cada día no juzgar, no condenar, no criticar.

QUINTO DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es DIALOGAR
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen,
Acto penitencial
Al iniciar este día quinto de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.
Oración
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”. No cierres tus oídos a nuestra
oración, para que, meditando el misterio de la encarnación, te sigamos más de cerca,
como tus discípulos misioneros. Amén.

pág. 16
Canto: Un pueblo que camina
Somos un pueblo que buscando otra ciudad. buscando entre las
camina, Somos errantes piedras
y juntos caminando peregrinos la parte de su pan.
podremos alcanzar en busca de un destino, Sufren los hombres
otra ciudad que no se destino de unidad. oprimidos,
acaba, Siempre seremos los hombres que no
sin penas ni tristezas: caminantes, tienen
ciudad de eternidad. pues, solo caminando, ni paz ni libertad.
podremos alcanzar... Sufren los hombres, mis
Somos un pueblo que hermanos,
camina, Sufren los hombres, mas tu vienes con ellos,
que marcha por el mis hermanos, y en ti alcanzaran ...
mundo

Texto bíblico: Marcos 3, 13-15

“Subió al monte y llamó a los que Él quiso; y vinieron donde Él. Instituyó doce, para
que estuvieran con Él, y para enviarlos y predicar con poder de expulsar los
demonios”

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús

Mensaje para el quinto día.


Jesús nos da enormes lecciones de profundo calor humano. Hoy nos invita a
reflexionar sobre el diálogo, Jesús elige a un grupo de hombres y los llama sus amigos.
De esta manera nos invita a ser personas abiertas para los demás. Estamos creados
para comunicarnos y enriquecernos mutuamente.
La comunicación puede reforzar y estimular el intercambio de experiencias y de
informaciones (cf. DA 489). Esto hace al hombre sensible al reconocimiento del otro. La
comunicación es esencial en la vida del ser humano y en la Iglesia, ya que su tarea
evangelizadora primordial consiste en anunciar a Cristo. Por esta razón, estamos
llamados a ser signos de esperanza y de misericordia.
El discípulo misionero que entrega y transmite a Cristo, es capaz de transformar la vida
misma, esto implica corresponsabilidad, diálogo, escucha… el discípulo entonces se
convierte en un agente creativo, dócil y alegre, que comunica los valores evangélicos
de manera positiva y propositiva (cf. DA 497).

pág. 17
Estamos invitados a dialogar de manera sencilla, humilde, profunda y sincera. Es el
secreto para encontrar solución a los problemas, conflictos, malos entendidos que
surgen en nuestros hogares y en nuestra sociedad.
El diálogo, sana heridas y fortalece la vida familiar y de amistad.
En este quinto día de nuestra novena navideña pidamos a Jesús que nos de capacidad
de acercarnos al otro sin temor y prejuicios.

Canto: Llegará la libertad


Caminamos hacia el sol Llegará con la luz
esperando la verdad; la esperada libertad. Te esperamos, tu
la mentira, la opresión, (bis) vendrás
cuando vengas cesaran. Construimos hoy la paz a librarnos del temor;
en la lucha y el dolor; la alegría la amistad son
nuestro mundo surge ya ya signos de tu amor.
en la espera del Señor.

Preces
 Por la Iglesia, junto a todos sus miembros. siga siendo dócil al llamado de Cristo
Roguemos al Señor.
Te rogamos Señor, escúchanos.

 Para que en este tiempo de espera los responsables de los gobiernos, puedan
discernir en el amor a Dios y al prójimo y den solución a los problemas que se
han generado a partir de la vanidad y la corrupción. Roguemos al Señor.
Te rogamos Señor, escúchanos.

 Por las familias, para que en ellas reine la comprensión y sean santuarios del
amor y de la vida. Roguemos al Señor.
Te rogamos Señor, escúchanos.

 Por los necesitados, por los que sufren alguna enfermedad, hambre, violencia y
falta de amor, roguemos al Señor.
Te rogamos Señor, escúchanos.

 Por todos nosotros par que seamos dóciles al llamado que nos hace el Señor y
podamos servirle al Él en quien lo necesita. Roguemos al Señor.
Te rogamos Señor, escúchanos.
Padre nuestro
Ave María

pág. 18
Oración:
Oh Dios Padre y señor del universo, queremos esforzarnos en el diálogo e intercambio
fraterno. Reconocemos que no hemos procedido correctamente, por ello necesitamos
tu luz que nos oriente, para ejercitarnos en la escucha mutua, evitando discusiones,
antipatías y malos entendidos que nos lleven a la falta de respeto, comunicación y
compromiso con el otro que es mi hermano. Como discípulos misioneros queremos que
en nuestra sociedad, comunidad y familia se fortalezcan los lazos de escucha y
comprensión, para apoyo y crecimiento en la verdad y el amor. Por intercesión de tu
hijo Jesucristo, nacido por obra del Espíritu Santo y fuente de caridad divina. Amen
Compromiso:
Invertir mi tiempo en el diálogo con los miembros de mi familia, dándoles prioridad
sobre el uso del teléfono, televisor, etc.

SEXTO DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es AMAR
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Acto penitencial
Al iniciar este día: sexto de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.
Oración
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,

pág. 19
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”,
No cierres tus oídos a nuestra oración, para que, meditando el misterio de la
encarnación, te sigamos más de cerca, como tus discípulos misioneros. Amén.

Canto: Ven, Ven Señor no tardes


Ven, ven, Señor, no El mundo no tiene amor Ven, ven, Señor, no
tardes tardes
Ven, ven, que te Ven, ven, Señor, no
esperamos tardes Al mundo le falta vida
Ven, ven, Señor, no Al mundo le falta luz
tardes Envuelto en sombría Al mundo le falta el cielo
Ven, pronto, Señor noche Al mundo le faltas Tú
El mundo, sin paz, no ve
El mundo muere de frío Buscando va, una Ven, ven, Señor, no
El alma perdió el calor esperanza tardes
Los hombres no son Buscando, Señor, la fe
hermanos
Texto bíblico. 1ª. Corintios 13. 4-8
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni
orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no
guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la
verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree, Todo lo espera. Todo lo soporta. El amor no
acaba nunca.

Palabra de Dios. Te alabamos Señor

Mensaje para el sexto día.


¿Qué más se podría decir ante este mensaje de la palabra de Dios que nos trae el
apóstol San Pablo? No existe nada más grande y más bello que el amor, pero un amor
con las características que acabamos de ver. Amar significa salir de si mismo para dar
y darse sin condiciones y sin interés. El verdadero amor comprende al otro, lo acepta,
lo acoge y lo perdona infinitamente
El amor supera en valor a todas las demás cosas. La navidad es la fiesta del amor por
excelencia; del amor divino y del amor humano. Cristo nos revela “que Dios es Amor y
vive en sí mismo un misterio personal de amor”. El amor humano encuentra su plenitud
cuando participa del amor divino, del amor de Jesús que se se entrega solidariamente
por nosotros en su amor pleno hasta el fin. ( DA 115 y 117) y por eso el quiere nuestro
bien.
Pidamos que aumente nuestro amor sincero a Dios, a nuestros semejantes y a
nosotros mismos.

pág. 20
Canto: SI NO TENGO AMOR

Si yo no tengo amor El amor nunca se irrita Si yo no tengo amor


Yo nada soy Señor El amor no es descortés Yo nada soy Señor
El amor no es egoísta
El amor es comprensivo El amor nunca es dobléz Nuestra fe, nuestra
El amor es servicial esperanza
El amor no tiene envidia Si yo no tengo amor Frente a Dios
El amor no busca el mal Yo nada soy Señor terminarán
El amor es algo eterno
Si yo no tengo amor El amor disculpa todo Nunca, Nunca Pasará
Yo nada soy Señor El amor todo lo cree
El amor todo lo espera Si yo no tengo amor
El amor es siempre fe Yo nada soy Señor

Preces
 Oremos al Dios Padre, que nos ha manifestado su amor en la vida de Jesús de
Nazaret, el hijo de María y de José. Oremos diciendo:
Dios del amor, enséñanos a amar como tú.

 Para que las obras y palabras de la Iglesia manifiesten el respeto a la dignidad


humana,
a la libertad, a la responsabilidad, a la colaboración. Roguemos al Señor:
Dios del amor, enséñanos a amar como tú

 Para que los servidores de la Iglesia fomenten el diálogo, la escucha a todos, la


reconciliación, la ayuda mutua, el respeto a la realización humana. Roguemos al
Señor:
Dios del amor, enséñanos a amar como tú.

 Para que los gobernantes trabajen por la vida de todos, especialmente de los
más débiles, y sometan la economía y los bienes materiales al servicio de las
personas. Roguemos al Señor:

pág. 21
Dios del amor, enséñanos a amar como tú.

 Para que en nuestra comunidad reconozcamos la especial dignidad de los


pobres,
como la de Jesús de Nazaret, que “no tenía dónde reclinar su cabeza”...
Roguemos al Señor:
Dios del amor, enséñanos a amar como tú.

 Por esta celebración: que nos consideremos todos hermanos iguales de tu Hijo,
y salgamos contentos tras haberle escuchado y comulgado...
Roguemos al Señor:
Dios del amor, enséñanos a amar como tú.
Bendice, Padre nuestro, los deseos que te presentamos, purifica nuestros corazones
con tu amor sin medida, y fortalece nuestro compromiso a favor de tu Reino. Te lo
pedimos con el mismo Espíritu que animó la vida de Jesús, nuestro Señor, que vive por
los siglos de los siglos.
Amén.
Padre nuestro
Ave María
Oración:
Señor Dios, padre nuestro, que te has revelado en tu hijo Jesucristo. Te damos gracias
y te glorificamos, porque nos has amado desde antes de la creación del mundo y nos
has dado un corazón con la capacidad de amarte a ti en nuestros hermanos. Danos la
valentía, para saber ayudar, comprender, confiar y brindar con libertade el amor sincero
que de ti procede. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Salvador, quien siendo un solo
Dios contigo y el Espíritu Santo, vive y reina, por los siglos de los siglos. Amen.
Compromiso:
Mostrar mi amor a Dios con la oración y el amor a mis semejantes con detalles llenos
de cariño, comprensión y estima.

SEPTIMO DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es
FORTALECER LA VIDA FAMILIAR
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo- Amen.
Acto penitencial

pág. 22
Al iniciar este día: séptimo de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.
Oración
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”,
No cierres tus oídos a nuestra oración, para que, meditando el misterio de la
encarnación, te sigamos más de cerca, como tus discípulos misioneros. Amén.

Canto: Ven, ven, Señor, no tardes

Ven, ven, Señor, no El mundo no tiene amor Ven, ven, Señor, no


tardes tardes . . .
Ven, ven, que te Ven, ven, Señor, no
esperamos tardes . . . Al mundo le falta vida
Ven, ven, Señor, no Al mundo le falta luz
tardes Envuelto en sombría Al mundo le falta el cielo
Ven, pronto, Señor noche Al mundo le faltas Tú
El mundo, sin paz, no ve
El mundo muere de frío Buscando va, una Ven, ven, Señor, no
El alma perdió el calor esperanza tardes . . .
Los hombres no son Buscando, Señor, la fe
hermanos

pág. 23
Texto bíblico. Lucas 2, 41-51

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,
y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén
sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo
un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no
lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el
Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al
verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos
has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús les
respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los
asuntos de mi Padre?». Ellos no entendieron lo que les decía. El regresó con sus
padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su
corazón.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús

Mensaje para el séptimo día.


La vida de la familia de Nazaret es un oasis de paz, armonía y comprensión. Sin
embargo, en el texto que acabamos de escuchar nos demuestra que el dolor, el
sufrimiento y la preocupación de la pérdida del niño Jesús termina n con esta
tranquilidad. Este hogar se parece en algo a nuestros hogares, ya que hoy en día, la
institución familiar, patrimonio de la humanidad y uno de los tesoros mas importantes
de nuestros pueblos (cf. DA 302)está siendo constantemente amenazada y debilitada
directamente por las difíciles condiciones de vida y cambios vertiginosos ( cf. DA 432),
como son el relativismo, la crisis de sentido, la globalización con sus diferentes
matices, la ideología de género, la informática, los avances en la ciencia y la
tecnología, el pluralismo religioso . . .etc., (cf. DA 33.100) provocando en algunos
casos, modificaciones legales que hieren gravemente la dignidad del matrimonio, el
respeto al derecho a la vida y la identidad de la familia (cf- DA 40)
Como discípulos misioneros estamos llamados a recuperar la paz familiar y resolver las
situaciones que se presentan día con día, abriéndonos al diálogo sincero y profundo
como camino de cercanía con cada uno de los miembros de nuestra familia. A la luz de
la fe, orar, meditar y tratar de entender cada una de las situaciones que vivimos, por lo
tanto, la oración en la familia nos ayuda a superar muchos problemas, a sanar las
heridas que nos hemos provocado y abrirnos nuevos caminos de esperanza (cf. DA
119) No olvidemos que la familia es escuela de la fe, donde los hijos cuentan con el
apoyo, cercanía y acompañamiento de los padres, hasta alcanzar la plenitud de la vida.
(cf. DA 303)

Canto: Amar es entregarse

pág. 24
Amar es entregarse Qué grande es tener y te entregas a los
olvidándose de sí, para dar, demás,
buscando lo que al otro, Dar alegría, felicidad, verás que no hay
pueda hacerle feliz (2). Darse uno mismo eso egoísmo
es amar (2). que no puedas superar
(2
Qué lindo es vivir para Si amas como a ti
amar, mismo,

Preces
La familia en todas las culturas está sometida a evolución histórica. Jesús nació y vivió
en una familia judía, patriarcal, marcada por la institución religiosa y social de su época.
Jesús abrió camino a otra familia basada en el amor de Dios. Es la familia nueva, la
que formamos en la Iglesia, en las pequeñas comunidades o grupos cristianos.
Hagamos nuestro “el uniforme de la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la
dulzura, la comprensión” Oremos diciendo: Sobrellevémonos mutuamente y
perdonémonos
 Por la Iglesia:
- que a todos los niveles sea una familia que ama, valora todos los carismas,
perdona...;
- que sea capaz de acoger iniciativas para mejorar la convivencia y la alegría de todos.
Oremos diciendo: Sobrellevémonos mutuamente y perdonémonos
 Por quienes presiden las iglesias:
- que no se consideren “padres” ni “maestros” ni “señores”;
- que sean hermanos, cuidadores del evangelio y de la vida en el Amor.
Oremos diciendo: Sobrellevémonos mutuamente y perdonémonos
 Por los gobernantes políticos:
- que promuevan el bien de las familias y de los hijos;
- que procuren que toda familia tenga vivienda, colegios, hospitales...
Oremos diciendo: Sobrellevémonos mutuamente y perdonémonos
 Por los profesionales que cuidan la familia:
- que busquen el bien y la integración social;
- que respeten y promuevan los derechos y deberes familiares.
Oremos diciendo: Sobrellevémonos mutuamente y perdonémonos
 Por las familias:
- que todos sientan la responsabilidad común de ser familia;
- que se amen, se cuiden, se protejan, se perdonen...
Oremos diciendo: Sobrellevémonos mutuamente y perdonémonos
 Por quienes participamos en esta celebración:
pág. 25
-que la mirada a la familia de José, María y Jesús ahonde nuestro espíritu de
familia;
- que esta comunión con Cristo sea comunión con los más cercanos.
Oremos diciendo: Sobrellevémonos mutuamente y perdonémonos
Bendice, Padre, nuestras familias. Que seamos capaces de las de inspirarlas en tu
amor y lleguemos a formar “iglesias pequeñas” en nuestras casas. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Amén.
Padre nuestro
Ave María
Oración:
Padre bueno que por amor al enviaste a tu hijo, nuestro salvador Jesucristo, a
revestirse con nuestra carne y así formar parte de la familia de Nazaret, aleja de
nosotros la mentira, violencia y desconfianza que desfiguran la esencia misma de la
familia, ayúdanos a ser ejemplo de fe, diálogo y comprensión, para que reine la
armonía, la fidelidad, la paz y el amor. Te lo pedimos, por intersección de la sagrada
familia cuyo ejemplo de unión, compromiso y vida queremos imitar. Amen.
Compromiso:
No dejarnos vencer por los problemas sino contar con la ayuda y comprensión de la
familia cultivando el diálogo, la fidelidad, unión y amor.

OCTAVO DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es ser
GENEROSO Y SOLIDARIO
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Acto penitencial
Al iniciar este día: octavo de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
pág. 26
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.
Oración
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”,
No cierres tus oídos a nuestra oración, para que, meditando el misterio de la
encarnación, te sigamos más de cerca, como tus discípulos misioneros. Amén.

Canto: Donde hay caridad y amor


Donde hay caridad y Celebramos su memoria Donde hay caridad y
amor Y la entrega de su amor amor
Allí está el Señor Donde hay caridad y
Allí está el Señor amor . . . Este pan que da la vida
Donde hay caridad y y este cáliz de salud
amor Invitados a la mesa del nos reúne a los
Allí está el Señor banquete del Señor, hermanos, en el nombre
Allí está el Señor recordamos su mandato de Jesús.
de vivir en el amor. Anunciamos su
Una sala y una mesa Comulgamos en el memoria, celebramos su
Una copa, vino y pan Cuerpo y en la Sangre pasión,
Los hermanos que Él nos da, el misterio de su muerte
compartiendo y también en el y de su resurrección.
en amor y en unidad hermano, si lo amamos Donde hay caridad y
Nos reúne la presencia de verdad. amor
Y el recuerdo del Señor

Texto bíblico. Romanos 12, 4-8

Miren cuántas partes tiene nuestro cuerpo, y es uno, aunque las varias partes no
desempeñan la misma función. Así también nosotros formamos un solo cuerpo en
Cristo. Dependemos unos de otros y tenemos capacidades diferentes según el don
que hemos recibido. Si eres profeta, transmite las luces que te son entregadas; si
eres diácono, cumple tu misión; si eres maestro, enseña; Si eres predicador, sé
capaz de animar a los demás; si te corresponde la asistencia, da con la mano
abierta; si eres dirigente, actúa con dedicación; si ayudas a los que sufren, muéstrate
sonriente.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
pág. 27
Mensaje para el octavo día.
La generosidad, el servicio y la solidaridad, le dan sentido a nuestras vidas. Estas
palabras sintetizan la esencia de nuestra fe, que es amar y servir a Dios en los demás.
Así como la mano, el pie, el ojo, el corazón, etc., aportan lo mejor de ellos para que
todo el cuerpo funcione, cada uno de nosotros debemos aportar nuestro dones y
cualidades para que la familia, la sociedad tengan más vida.
El discípulo misionero desde la fe en cristo, está llamado ayudar para aliviar la carga de
los otros, brotando la solidaridad como actitud permanente de encuentr4o, hermandad
y servicio que ha de manifestarse en opciones y gestos visibles, siendo sujetos de
cambio y de transformación (cf. DA 394)
Ser discípulos misioneros de Jesucristo para que en Éll tengamos vida, nos lleva a
asumir evangélicamente y desde la perspectiva del reino, las tareas prioritarias que
contribuyen a la dignificación de todo ser humano, y a trabajar junto con los demás
ciudadanos e instituciones en bien del ser humano (cf. DA 384)
En esta navidad, Jesús nos viene a mostrar el sentido pleno del servicio y entrega a los
demás, pues siendo Dios infinito y eterno se encarnó en una naturaleza limitada y
mortal. Pasó toda su vida haciendo el bien, por ello, en la generosidad de los discípulos
misioneros se manifiesta la generosidad de Dios. (cf. DA 31)
Te rogamos Señor, óyenos

Canto: Con nosotros está

Su nombre es el señor y seguros y al calor de su


pasa hambre Su nombre es el Señor y dinero.
Y clama por la boca del sed soporta Con nosotros esta, y
hambriento y está en quien de no le conocéis
Y muchos que lo ven justicia va sediento
pasar de largo y muchos que lo ven Su nombre es el Señor y
Al paso por llegar pasan de largo, enfermo vive,
a veces ocupados en su agonía es la del
temprano al templo
sus rezos. enfermo
Con nosotros esta, y
Con nosotros esta, y y muchos que lo saben
no le conocéis no le conocéis no hacen caso,
Con nosotros esta su
tal vez no frecuentaba
nombre es el señor Su nombre es el Señor y mucho el templo.
Con nosotros esta y este desnudo, Con nosotros esta, y
no le conocéis la ausencia del amor
no le conocéis
Con nosotros esta su hiela sus huesos
nombre es el señor y muchos que lo ven
pasan de largo,
pág. 28
Su nombre es el Señor y Con nosotros esta, y está preso, está
está en la cárcel, no le conocéis enfermo, este desnudo,
esta en la soledad de pero Él nos va a juzgar
cada preso por todo esto.
Su nombre es el Señor,
y nadie lo visita y hasta Con nosotros esta, y
el que sed tiene.
dicen no le conocéis
El pide por la boca del
tal vez, ese no era de
hambriento,
los nuestros.

Preces
“Tu Iglesia somos nosotros, las piedras vivas de nuestra comunidad; permite Señor que
cada cristiano pueda comprender a qué punto ella necesita de todos; cada uno puede
encontrar cómo servir según sus dones, participando así de su misión y resplandor”.
Oremos al Señor
Te rogamos Señor, óyenos
“Oremos hoy por los jóvenes de todos los países. Que tu Espíritu fecunde sus ideales,
alimente sus aspiraciones y sus sueños para que se conviertan en artesanos de paz;
que tomen a pecho el deseo de construir un mundo más justo y fraternal. Te lo pedimos
Señor”
Te rogamos Señor, óyenos
“Señor, te confiamos todos aquellos que sufren en sus cuerpos, pero también aquellos
que sufren de una pena del alma o del corazón. Que guarden fe y esperanza en
Jesucristo quien por su encarnación vino a abrazar la condición humana y a compartir
nuestras penas. Que, a través del misterio de la cruz, tu dulce presencia alivie sus
dolores. Roguemos al Señor”
Te rogamos Señor, óyenos
“Te pedimos Señor por aquellos que ponen sus dones al servicio de los enfermos, para
que cada persona que sufre encuentre en su camino gente capaz de escucharlos, de
curarlos, de ayudarlos, de rodearlos de amor. Roguemos al Señor”.
Te rogamos Señor, óyenos
“Señor, te pedimos para que cada familia sea un lugar fecundo a través del cual se
encarne tu amor; acogiendo hijos, siendo un cálido refugio para las personas solas o
que sufren, trabajando al servicio de la comunidad, creando y compartiendo la belleza
de la vida. Roguemos al Señor”.
Te rogamos Señor, óyenos
Padre nuestro

pág. 29
Ave María
Oración:
Misericordiosos Señor, te suplicamos infundas en nosotros la determinación firme y
perseverante de ser dignos miembros del cuerpo de la iglesia, empeñándonos en hacer
el bien a todos y cada uno de nuestros hermanos. Danos un corazón noble, fuerte,
comprensivo y leal, para ser solidarios y generosos con aquellos que lo necesitan. Por
la fuerza del amor, que el Espíritu Santo derrama en nuestros corazones y mediante
Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.
Compromiso:
Ayudar con dinero, tiempo, servicio y oración a algún miembro de la comunidad que
necesite de nuestra presencia, cercanía y ayuda.

NOVENO DÍA
Para el discípulo misionero Navidad es DIOS
CON NOSOTROS
Acto penitencial
Al iniciar este día: noveno de la novena de Navidad queremos preparar el camino para
encontrarnos contigo, Padre Bueno, que vienes a nuestro encuentro. Por ello te
pedimos perdón:
 Por nuestra pequeñísima fe, por nuestras dudas y miedos, por nuestra falta de
compromiso y testimonio, por nuestra rutina y desgane para orar.
Tu que viniste a visitar a tu pueblo con la paz: Señor ten piedad.
 Por nuestra débil esperanza: por nuestros desánimos y tristezas. Por nuestras
prisas e impaciencias, por nuestro olvido de la Palabra de Dios.
Tu que viniste a salvar lo que estaba perdido: Señor ten piedad.
 Por nuestra tibia caridad: por nuestra falta de solidaridad y nuestra insensibilidad
ante el sufrimiento de los demás, por nuestros gatos excesivos, por nuestras
violencias, agresiones y rencores.
Tu que viniste a crear un mundo nuevo: Señor ten piedad.
Oración (se repetirá cada día)
Aquí estamos, Señor, reunidos en torno a ti, no deseamos nada más que encontrarte
en nuestras vidas; así como te reconocieron Ana y Simeón, queremos reconocerte en
el niño que nace en Belén. Prepara nuestros corazones para que recibamos con
alegría y compromiso el Reino de Dios que se hace presente entre nosotros,
proclamando con todos los ángeles y a través de nuestra vida “ Gloria a Dios en el
pág. 30
cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”. No cierres tus oídos a nuestra
oración, para que, meditando el misterio de la encarnación, te sigamos más de cerca,
como tus discípulos misioneros. Amén.

Canto: Campana sobre campana


Campana sobre Belén, campanas de ¿Dónde caminas,
campana Belén pastor?
Y sobre campana una Que los ángeles tocan Le llevo al niño que
Asómate a la ventana ¿Qué nuevas me traéis? nace
Verás el niño en la cuna Como Dios mi corazón
Campana sobre
Belén, campanas de campana Belén, campanas de
Belén Y sobre campana dos Belén
Que los ángeles tocan Asómate a la ventana Que los ángeles tocan
¿Qué nuevas me traéis? Porque está naciendo ¿Qué nuevas me traéis?
Dios
Recogido tu rebaño Campana sobre
¿A dónde vas, Belén, campanas de campana
pastorcito? Belén Y sobre campana una
Voy a llevar al portal Que los ángeles tocan Asómate a la ventana
Requesón, manteca y ¿Qué nuevas me traéis? Veras al niño en la cuna
vino Belén, campanas de
Caminando a Belén
medianoche Que los ángeles tocan
¿Qué nuevas me traéis?

Texto bíblico.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de
sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por
medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y
llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

Mensaje para el noveno día.


Siempre para lo creyentes las Navidad es el encuentro gozoso con el nacimiento de
Jesucristo, quien vino a salvarnos y mostrarnos el amor de Dios Padre. La palabra
pág. 31
Emmanuel es una expresión judía que significa “Dios con nosotros”. Nada mas y nada
menos que este es el gran acontecimiento de la historia de la humanidad: Que, en
Jesús, Dios puso su casa, su vivienda, su habitación entre nosotros. ¡Qué gran noticia!
Hoy no debemos extrañarnos de los profundos problemas que vivimos en nuestros
hogares y en nuestra sociedad. Todo esto porque no hemos tomado conciencia de que
Dios está con nosotros, viviríamos más felices si constantemente celebráramos y
viviéramos la Navidad; es decir, descubrir que Dios está conmigo y yo estoy con él.
Cuando Dios está con nosotros y nosotros con él necesariamente nuestra vida cambia.
Y siempre que cambiamos para mejorar, es Navidad. Cuando somos más
comprensivos y sabemos perdonar de corazón, sin guardar rencor, es tiempo de
Navidad,
Es feliz Navidad, es Dios con nosotros, cuando sonríes, llevas alegría al que está triste.
Es feliz navidad, es Dios con nosotros cuando guías al extraviado y generosamente
compartes con los más pobres y necesitados.
Es feliz Navidad, es Dios con nosotros, cuando renuevas tu amor, tu amistad, cuando
eres sincero y desinteresado.
Es feliz Navidad, es Dios con nosotros, cuando estrechas y fortaleces los lazos de
unidad familiar.
Navidad, es tiempo propicio para cambiar, para mejorar las relaciones con Dios y con
nuestros semejantes.
Debemos reafirmar nuestra fe y renovar nuestro compromiso con la Iglesia, asumido en
nuestro bautismo, de ser discípulos misioneros de Jesucristo y de trabajar por la
construcción de un mundo más justo, humano y fraterno. Nosotros, cristianos, en medio
de una sociedad de consumo y en un mundo, muchas veces insensible a los valores
religiosos, debemos testimoniar que, Navidad sin Jesús no es verdadera Navidad (cf.
DA10 . . .)

Canto: Ven a cantar


Otro año que queda Y al final todo sigue
atrás igual Ven a cantar, ven a
Mil momentos que No hay montaña que cantar
recordar pueda más Que ya llegó la
Otro año, mil sueños Que la voluntad Navidad
más Ven a cantar, ven a
hechos realidad Navidad, feliz Navidad cantar
Vuelve a casa, vuelve al Que ya está aquí la
Los problemas vienen y hogar Navidad (2)
van Navidad, dulce Navidad
El calor de hogar

pág. 32
Gira el mundo, gira el Vuelve a casa, vuelve al Que ya llegó la
reloj hogar Navidad
Gira el viento, la mar y Navidad, dulce Navidad Ven a cantar, ven a
el Sol El calor de hogar cantar
Dale vuelta a tu corazón Que ya está aquí la
Y llénalo de amor Ven a cantar, ven a Navidad (2)
Navidad, feliz Navidad cantar

Preces
Hoy “ha aparecido la gracia de Dios capaz de salvar a todas las personas. Esa “gracia”
es Jesús de Nazaret, cuyo nacimiento celebramos hoy. Pidamos ser “agraciados”
diciendo:
Haznos partícipes de tu amor.

Por la paz en el mundo:


- que haya personas como Jesús, que no devuelven mal por mal;
- que imitemos a Jesús que devuelve bien por mal. Roguemos al Señor:
Haznos partícipes de tu amor.

Por la Iglesia:
- que sea testigo de Jesús, “amando a los enemigos, haciendo el bien a los que le
odian”;
- que “bendiga a los que la maldicen, rece por los que la maltratan” Roguemos al
Señor:
haznos partícipes de tu amor.

Por quienes presiden las comunidades cristianas:


- que “no dominen ni impongan su autoridad”;
- que “sean servidores de todos”, como Jesús. Roguemos al Señor:
Haznos partícipes de tu amor.

Por las religiones:


- que sean dignas del Creador y Dador de vida;
- que nunca produzcan muerte, enfrentamiento, violencia, miseria... Roguemos al
Señor:
Haznos partícipes de tu amor.

Por la armonía en nuestros pueblos:


- que llegue a todos el espíritu de la Navidad;
- trabajemos por que todos tengan trabajo, salud, cultura, amigos... Roguemos al
Señor:
Haznos partícipes de tu amor.

Por los que participamos en esta celebración:


- que nos toque el corazón, nos acerque al corazón bueno de Jesús;
- que nos ayude a perdonar y olvidar, a hacer el bien a quien no se lo merece.

pág. 33
Roguemos al Señor:
Haznos partícipes de tu amor.

Que el amor y la paz que nos trae Jesús nos penetre a todos, y seamos capaces de
hacer mesa compartida, ayuda mutua, perdón fácil, acercamiento a los enfermos y a
los marginados.
Te lo pedimos a ti, Jesús, que vives por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro
Ave María
Oración:
Padre omnipotente, que haces que nos alegremos con el recuerdo anual de la venida
dee tu hijo al mundo. Concédenos como discípulos misioneros, recibir con gozo y
esperanza a nuestro redentor, renovando nuestra fe y nuestro compromiso por trabajar
por un mundo más justo, humano y fraterno. Te lo pedimos por Jesús tu hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amen
Compromiso:
Compartir con amor un regalo, una canasta con víveres, dinero en efectivo si podemos,
con una familia o una persona más necesitada que yo. Y hacerlo en el nombre de
Jesús, el gran regalo de Dios para nosotros.
Peregrinos: afuera Hosteleros: adentro
—En nombre del cielo, —Aquí no es mesón,
pedimos posada, sigan adelante,
pues no puede andar, yo no puedo abrir,
mi esposa amada. no sea algún tunante.
—No sean inhumanos, —Ya se pueden ir,
tennos caridad y no molestar
que el Dios de los cielos porque si me enfado
se los premiará. los voy a apalear.

—Venimos rendidos —No me importa el nombre,


desde Nazaret, déjennos dormir
yo soy carpintero pues yo ya les digo
de nombre José. que no hemos de abrir

—Posada te pido, —Pues si es una reina,


amado casero, quien lo solicita,
pues madre va a ser, ¿cómo es que de noche
la reina del cielo. anda tan solita?

—Mi esposa es María, —¿Eres tú José?


es Reina del cielo ¿Tu esposa es María?
y madre va a ser ¡Entren, peregrinos,
del divino Verbo. no los conocía!
pág. 34
—Dios pague señores —Dichosa la casa
vuestra caridad que alberga este día
y os colme el cielo a la virgen pura
de felicidad. ¡la hermosa María!

Todos:
Entren santos peregrinos, peregrinos,
reciban este rincón,
que, aunque es pobre la morada, la morada,
os la doy de corazón

pág. 35

También podría gustarte