Micologia

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Material complementario para la preparación de los profesores y estudiantes en los

contenidos de la Práctica Docente de familiarización de Morfofisiopatología


Humana II en el tema de micología. Semana10.

Requisitos para la recolección de muestras para estudios microbiológicos.


1. La indicación médica debe estar completa.
2. Orientar correctamente al paciente para que conozca los requisitos que debe tener en
cuenta para que se pueda recoger con calidad la muestra.
3. Todo el material utilizado debe estar estéril.
4. Tener en cuenta las normas de asepsia y antisepsia, el período óptimo de recogida
de las muestras y la sensibilidad del microorganismo que se sospecha.
5. Rectificar antes de recoger la muestra si se corresponde el estudio microbiológico
indicado con el nombre y los apellidos del paciente.
6. Debe rotularse correctamente la muestra.
7. La muestra debe tener calidad, cantidad necesaria y ser representativa del proceso
infeccioso.
8. En las lesiones en piel producidas por hongos la muestra se recoge por raspado de
los bordes que es donde el agente está en crecimiento activo.
9. Las muestras se inoculan en medios como el agar Sabouraud y se tendrá en cuenta
la temperatura de incubación para estimular el crecimiento de estos agentes
biológicos.

Otros requisitos importantes para la recolección de la muestra


10. Selección apropiada de las muestras clínicas: en el cuadro a continuación se
presentan las infecciones micóticas más comunes y los especimenes de los cuales
se recuperan los agentes etiológicos, así como las estructuras micóticas que suelen
observarse en el estudio microscópico del producto patológico.
11. Rechazo de los productos inadecuados:
a) La saliva no debe considerarse esputo.
b) Las escamas de piel o pelos no deben ser colectados al azar, sino que
correspondan al borde de la lesión las unas y que sean los realmente dañados los
otros.
c) La sangre debe ser sin anticoagulante.
d) No son válidas las muestras congeladas o almacenadas en hielo seco por más de
un día.
e) La toma de muestras debe ocurrir antes de instaurar la terapéutica antimicótica.
12. Cantidad de la muestra: en micología, la presencia del hongo es más probable,
cuando la muestra es tomada de forma abundante.
13. Tiempo: el transporte rápido de los productos clínicos hacia el laboratorio es
importante para la recuperación de los agentes etiológicos de las infeccione
micóticas, sobre todo porque en la muestra existen una mezcla de bacterias y de
otros hongos que interfieren en la supervivencia del hongo patógeno.
14. Transporte y almacenamiento: siempre que se pueda se debe lograr hacer un frotis
directo de la muestra y proceder a la siembra inmediata en los medios de cultivo
adecuados. En caso de que esto no sea posible las muestras deben ser
transportadas en recipientes estériles que provean humedad. Si es necesario, se
debe añadir a la muestra solución salina estéril, y en el caso de exudados y
secreciones en donde existan bacterias en grandes cantidades se debe añadir a la
solución salina estéril penicilina (500U/ml), estreptomicina (500 μg/ml) o
cloramfenicol (500ug/ml). Si se sospecha el crecimiento de actinomicetales no se
deben añadir antibióticos, ya que estos pueden inhibir el crecimiento de los mismos.
15. Cuando no se puedan procesar inmediatamente las muestras patológicas se
pueden almacenar en las siguientes condiciones:
a) Los pelos, las escamas de piel y las uñas, pueden permanecer almacenadas a
temperatura ambiente durante varias semanas sin peligro de deterioro.
b) El esputo, el líquido de bronco aspirado, cepillado bronquiales, orina, sangre,
materia fecal y los exudados diversos deben permanecer a 4oC por no más de 24
horas.
c) El LCR, la médula ósea y los fluidos torácicos y abdominales se mantienen a
temperatura ambiente o, de preferencia, en incubación a 30oC, por no más de 24
horas.
d) A pesar de esas medidas, debe tenerse en cuenta que puede presentarse
márgenes de error, por lo que las muestras deben ser procesadas inmediatamente
después de la toma.
16. Indicaciones para el paciente: En el caso de las micosis superficiales, evitar que el
paciente se aplique tópicamente algún medicamento, por lo menor tres días antes de
la toma de muestras. Existen indicaciones específicas para cada caso, por ejemplo en
el caso de una toma transbronquial se recomienda al paciente que se lave la boca, no
así en el e exudado faríngeo.
Técnica de toma de muestras micológicas
Objetivo: determinar la presencia de estructuras fúngicas en el examen directo de las
muestras o el crecimiento de colonias correspondientes a hongos productores de
enfermedad en cultivo micológico.
Operaciones preliminares
• Interrogatorio al paciente para saber si está apto para la toma de muestras
(medicamentos aplicados, etc.).
• Rotulado de placas y tubos.
• Desinfección de la zona con torunda estéril impregnada con alcohol 70 %, frotando
vigorosamente, siempre que el estado de la lesión y del paciente lo permitan.
Procedimiento
• Escamas: Se toman de la periferia de las lesiones cutáneas secas, con ayuda de un
bisturí, o el borde de un portaobjeto, se colocan en placa de Petri o portaobjetos,
colocándolos debajo del área afectada. En el caso del portaobjetos, colocarle otro
encima y envolver en papel estéril hasta su procesamiento.
• Las muestras de tipo exudativo, se toman con hisopo humedecido en SSE y si no se
procesa inmediatamente, se coloca el mismo en un tubo de ensayo para transportarlo
inmediatamente al laboratorio.
• En lesiones en las que se sospeche pitiriasis versicolor se puede utilizar el método de
cinta adhesiva, que consiste en presionar el lado engomado contra la lesión y pegarlo
posteriormente sobre un portaobjetos para su observación.
• Pelos: Tomar los pelos enfermos utilizando una pinza para depilar, debido a que estos
están dañados y rotos inmediatamente después de la emergencia del folículo ,estos se
desprenden desde la raíz y se colocan en placa Petri, hasta su observación y siembra.
En los casos de tiñas del cuero cabelludo, muchas veces es necesario, además de los
pelos recolectar mediante raspado, escamas y pus (este último en casos de lesiones
inflamatorias o querion).
• Uñas: Se debe raspar, ayudado por bisturí, por el lado del lecho ungüeal, o sea por la
superficie que está en contacto con el dedo. En lesiones supurativas, se colecta el pus
por presión y se recoge con hisopo estéril.
• Exudados de mucosas, (cavidad bucal, vaginal, faríngea, conjuntival y nasal):
Explorar la región afectada y se toma el producto con hisopo, frotando repetidamente
las lesiones eritematosas, ulcerosas o donde existan placas blanquecinas. En estos
casos la realización del frotis y la siembra inmediata es muy necesaria. Para el
transporte de los exudados se introducirá el hisopo en SSE.
• Exudado ótico: Debe ser con ayuda de otoscopio. Inspeccionar el oído externo en
busca de lesiones o de las colonias de hongos. Introducir hisopo fino y hacer un ligero
raspado para obtener la muestra.
• Productos del tracto respiratorio: (básicamente son: esputo y muestra por aspirado)
• Esputo: Limpieza bucal con desinfectante local, sin gargarismos. Colectar el esputo en
recipiente de boca ancha estéril y el menor tiempo posible a temperatura ambiente.
Debe ser el primero de la mañana, obtenido como resultados de tos profunda. Se
deben colectar tres muestras seriadas.
• Muestra bronquial y aspirado traqueal: debe ser realizado por el médico de
asistencia, en pacientes debilitados y que no pueden expectorar y en quienes se
sospeche micosis pulmonar.
• Orina: De ser posible, lo ideal es colectar la muestra a través de punción suprapúbica
hecha por el urólogo, en caso de que no sea posible, previa asepsia y antisepsia de la
región genital, se hará por la técnica del chorro medio con las primera orina de la
mañana, utilizando frasco oscuro de boca ancha.
• Pus: Previa antisepsia de la región afectada, puncionando el absceso para evitar
contaminaciones bacterianas. En caso de drenaje espontáneo por fístula, después de
asepsia y antisepsia tomar la secreción con pipeta Pasteur estéril o hisopo de algodón.
• Líquido cefalorraquídeo: a través de punción lumbar realizada por el médico,
dividiendo la muestra en tres tubos, para estudio citoquímico, bacteriológico y
micológico.
• Médula ósea: realizado siempre por un médico experto a través de una punción con
aguja adecuada, partiendo preferentemente de la cresta iliaca, el material debe ser
situado en gasas estériles humedecidas con SSE y conducido de inmediato a su
procesamiento.
• Sangre: Se requieren de 10 ml de sangre total en tubos de ensayo sin anticoagulante.
Una vez separado el suero, se debe conservar en congelación a 0oC, o
preferentemente a -70oC. Es conveniente agregar a la muestra de suero dos gotas de
timerosal por mililitro, a una concentración de 1: 2000.
• Interpretación de los resultados: Los exámenes directos se informaran como positivos
en el caso de que en la observación microscópica se aprecie la presencia de hifas,
pseudohifas y/o células levaduriformes, especificando en caso la estructura
encontrada.
• En el caso de los cultivos se informará el género y especie de hongo patógeno de que
se trate y en el caso de no obtener crecimiento se informará: no se obtuvo crecimiento
de hongos patógenos.
• En el caso en que se obtenga crecimiento de bacterias o de hongos contaminantes se
informará: muestra contaminada.
Según su morfología micro y macroscópica, los hongos se clasifican en dos grupos:
hongos filamentosos y levaduriformes, de ella dependerá los resultados del examen
directo, los requerimientos para su cultivo, las características de las colonias
sospechosas y el resto de las pruebas realizadas para su correcta identificación.
Los hongos filamentosos están constituidos por varios filamentos o también llamadas
hifas, estas son estructuras cilíndricas parecidas a tubos pueden tener o no tabique o
septos en número variable, apreciarás como según la forma que adopten pueden
mostrarse, deberás profundizar en otras características generales como: el tipo de
micelio, la forma de presentación, las características de las colonias, entre otros
aspectos.

HONGOS FILAMENTOSOS O MOHOS

Los hongos levaduriformes, forman colonias suaves, cremosas, con pigmentos


variados según el género y la especie de que se trate, no están constituidos por
filamentos, salvo algún caso especial de agente, como por ejemplo Candida albicans,
este agente puede en su morfología mostrar la presencia de pseudohifas.
Existen hongos que crecen tanto en la forma filamentosa como en la levaduriforme, en
esto puede influir algunos factores como por ejemplo, la temperatura a que sean
sometidos, los nutrientes, este tipo de hongos se conocen como dimorfos.

Después de recogida la muestra, en el laboratorio de Microbiología se procesa de la


siguiente forma para lograr un correcto aislamiento e identificación del microorganismo
causante de este proceso patológico, finalizando este proceder con la realización del
antibiograma por difusión para valorar la sensibilidad y resistencia de la bacteria ante los
diferentes antibióticos y permitirle al médico utilizar el antibiótico de elección.

MUESTRA
Aparecen
colonias
Examen sospechosas.
directo CULTIVO Características
y tipo de
Fresco: +/- crecimiento
KOH o NaOH
LEVADURIFORMES
FILAMENTOSOS
Tinciones

Pruebas bioquímicas
Azul de lactofenol, y/o serológicas Caracterización
Gram, de los macro y
Tinta china, microconidios
Histopatológicas.
Test de filamentación

A continuación se muestran varios ejemplos del diagnóstico microbiológico de


algunas bacterias patógenas para que los estudiantes tengan una idea de cómo se
realiza el mismo.
Diagnóstico de Candida albicans
Se le realizará a todas las muestras llegadas al laboratorio con la indicación de estudio
micológico en busca de cándida.
Candidiasis es una micosis causada por diversas especies de levaduras del género
Cándida, en especial Candida albicans, que es capaz de ocasionar una amplia gama de
manifestaciones clínicas en dependencia de la localización de la misma, afectando
fundamentalmente mucosas (boca, vagina, etc.), piel, uñas y de forma excepcional otros
órganos como pulmones, aparato génito-urinario, intestinos, etc.
Su diagnóstico microbiológico se basa fundamentalmente en:
• Examen microscópico directo
• Cultivo e identificación
• Pruebas serológicas
Objetivo
• Determinar el género y especie de levadura que se encuentra produciendo infección.
Procedimiento
• La candidiasis puede presentarse en cualquier
localización, por lo que los productos patológicos
pueden ser muy diversos. Dentro de los más
frecuentemente recolectados se encuentran: exudados,
escamas epidérmicas, sangre, esputo, orina, LCR, etc.
Examen directo
• El material obtenido se coloca entre cubre y portaobjetos
con una gota de KOH al 10 o 20 %, en el caso de piel y
uñas. También se puede recurrir a diversas tinciones como Gram, Wright, Giemsa,
PAS, etc.
• Tanto al directo como en las tinciones pueden observarse grandes acúmulos de
blastosporas de 2-4 μ de diámetro durante las infecciones de Cándida.
• La presencia de pseudomicelios o micelios verdaderos,
determina el estado patógeno y virulento de la levadura,
lo que confirma el diagnóstico.
• En el caso de piel y uñas, donde cándida no es flora
normal, la observación de levaduras o la obtención de
un cultivo puro, hacen el diagnóstico.

Cultivo
• Las diversas especies de Cándida crecen en la
mayoría de los medios habituales como
Sabouraud, agar sangre, infusión de cerebro
corazón y extracto de levadura. Es importante
saber que Cándida albicans crece en medio de
Sabouraud-cloranfenicol-cicloheximida, pero
algunas especies son inhibidas por esta última
(C. tropicalis, C. parapsilosis, C. krusei, y C.
zeylanoides), por lo que se recomienda
siempre sembrar en los dos medios de
Sabouraud.
• Las características de las colonias son
similares en estos medios, crecen de 2 a 3
días a 28-37oC, dando colonias blanquecinas,
húmedas, limitadas, opacas y en ocasiones se
observa pseudomicelio dentro del agar. En
ocasiones se puede observar una coloración
blanco amarillento o rosa (Cándida
guilliermondii).
• Hay medios selectivos para el género Cándida, como el Biggy, rico en citratos que
eliminan la flora bacteriana y sulfitos que son reducidos a sulfuros, de manera que las
colonias se ven de un color café oscuro, lo que las hace distinguibles de otros hongos
levaduriformes.
• El hecho de que se obtenga un cultivo puro de cándida no indica forzosamente una
candidiasis, ya que estas integran parte de nuestra flora, por lo que es necesario una
estrecha correlación con los aspectos clínicos, para llegar al diagnóstico.
Microscopía de la colonia
 Se observan blastosporas, dependiendo de cada especie fluctúan entre 2-10 μ de
diámetro, formando gemas de la mitad de su tamaño; en ocasiones se puede observar
pseudomicelio, sobre todo cuando provienen de medios pobres o viejos. Se tiñen bien
con azul de algodón, PAS, Wright, aunque no se rigen por el Gram, generalmente son
positivas, llegando a cambiar cuando las colonias envejecen.
 Tipificación (se basa en pruebas fisiológicas y morfológicas)
 Morfología en agar arroz o harina de maíz: permite diferenciar las especies de
Cándida de otras levaduras. Como característica de este género, en ese medio pueden
observarse pseudohifas, blastosporas y en el caso de cándida albicans clamidosporas
redondas de pared gruesa, terminales o intercalares.
 Formación de tubo germinativo: la presencia de tubo germinativo nos permite una
rápida identificación presuntiva de Cándida albicans
 Crecimiento en medio líquido de Sabouraud: Cándida krusei, crece en la superficie,
dando un velo amplio. Cándida tropicalis también crece en la
 superficie pero además produce burbujas. El resto de las especies crecen en el fondo
del tubo formando un sedimento.
 Asimilación de carbohidratos (auxanograma del carbono): se basa en la utilización
de determinados carbohidratos como única fuente de carbono. Los patrones de
asimilación para las diferentes especies de este género y otras levaduras de interés
médico se recogen en tablas y claves de clasificación.
 Fermentación de los carbohidratos (zimograma): se basa en la producción de gas a
partir de determinados carbohidratos. Los patrones de fermentación para las diferentes
especies de este género y otras levaduras de interés médico se recogen en tablas y
claves de clasificación.
 Reducción del tetrazolio: esta prueba puede servir como complemento de otras para
la diferenciación de especies:
Cándida albicans ------ Colonias crema rosa
Cándida tropicales ---- Colonias rojo violeta
Cándida krusei --------- Colonias rosa
Cándida parapsilosis-- Colonias blanco mate
Cándida guillermondii-- Colonias rojas
 Determinación de los serotipos de Cándida albicans: mediante la aglutinación en
lámina es posible determinar el serotipo (A o B) a que pertenecen las cepas de C.
albicans.
 Pruebas serológicas: en la candidiasis sistémica es útil la detección de anticuerpos
frente a Cándida, con vistas a realizar un diagnóstico rápido, para lo cual se han
diseñado un gran número de pruebas. Entre las más utilizadas se encuentran:
a) Inmunoprecipitación: inmunodifusión doble (DID) y la contra inmunoelectroforesis
(CIEF), fundamentalmente.
b) Inmunofluorescencia indirecta (IFI), para la detección de anticuerpos específicos
anti-tubo germinativo.
c) Análisis inmunoenzimáticos (ELISA): tanto para la detección de anticuerpos
como antígenos circulantes (mananos) de Cándida spp, los cuales presentan mayor
especificidad.

DERMATOFITOS
Las dermatofitosis o tiñas son infecciones
producidas por hongos denominados
dermatofitos, que tienen tendencia a invadir
los tejidos queratinizados de la piel y los
anexos (pelos y uñas).
Son unas de las micosis más frecuentes y
constituyen del 20 al 25 % de las consultas
dermatológicas.
Posee tres géneros:
 Trichophyton, con 28 especies.
 Microsporum, con 20 especies.
 Epidermophyton, con 1 especie.

Microsporum canis

Trichophyton rubrum

Trichophyton tonsurans Trichophyton


mentagrophytes
Ecología.
Los dermatofitos se clasifican en tres grupos ecológicos en base a su hábitat natural y su
preferencia por el hospedero.
• Antropofílicos, grupo de dermatofitos que parasitan el tejido humano. Se ha descrito
que estas especies evolucionaron de los hongos zoofílicos y que gradualmente perdieron
su afinidad por la queratina del animal. Las especies más importantes son: T. rubrum, T.
tonsurans, T. violaceum, T. schoenleinii, T. mentagrophytes var interdigitale, M. audouinii
y E. floccosum. En casos excepcionales M. audouinii y T. rubrum han sido aislados de
escamas y pelos de animales.
• Zoofílico, son dermatofitos que afectan a una gran variedad de aves y mamíferos que
actúan como hospedero. Los principales son M. canis, T. equinum y T. gallinae.
• Geofílico, grupo de dermatofitos que viven en el suelo. La mayoría de las especies no
son patógenas: M. gypseum, M. fulvum, T. terrestre.
Fisiopatogenia.
Los conidios de los dermatofitos al llegar a la piel, crecen en la capa córnea de manera
radiada para formar lesiones anulares con intensa reacción inflamatoria. Esta reacción
conduce a la destrucción y eliminación del hongo del área central, el micelio fúngico
continúa su crecimiento de manera centrifuga hacia la piel no infectada. Las lesiones se
transforman en placas anulares con un centro aclarado y el proceso inflamatorio se
distribuye sólo en la periferia y es lo que se denomina “borde activo”, constituido por
pápulas y/o vesículas. En general, el dermatofito no invade nuevamente el área central.
La infección inicial de la piel cabelluda es seguida por la invasión del micelio fúngico
dentro de la vaina externa del pelo, con crecimiento hacia el bulbo del pelo, y se detiene
en la zona de incompleta queratinización. El pelo se debilita y se rompe, dejando pocos
milímetros sobre la superficie de la piel cabelluda.
En la dermatofitosis de las uñas, la destrucción de la queratina es por la formación de
canales, dentro de los cuales se presentan hifas. Es una manera de evidenciar la
capacidad queratolítica de los hongos, causada por enzimas y por fuerzas mecánicas.

Formas clínicas
Es tradicional clasificar a las dermatofitosis de acuerdo a la parte del cuerpo que afect

1. Dermatofitosis de la piel cabelluda (tiña capitis).


2. Dermatofitosis del cuerpo (tiña corporis).
3. Dermatofitosis de la ingle (tiña cruris).
4. Dermatofitosis de los pies (tiña pedis).
5. Dermatofitosis de las uñas (tiña unguis).

1. Dermatofitosis del cuero cabelludo. Puede manifestarse por placas


“pseudoalopécicas” pequeñas, caracterizada por descamación, pelos cortos, gruesos
y quebradizos, alternos con pelos sanos, o bien, por placas pseudoalopécicas
grandes, con múltiples pústulas, formación de abscesos, salida de exudado purulento.
Se acompaña de adenopatia regional y dolor a la digitopresión.
Tiña capitis microspórica

2. Dermatofitosis del cuerpo. Se presentan placas eritemato-escamosas, rodeadas


por un borde levantado, eritematoso con pápulas y/o vesículas; las lesiones se
acompañan de prurito.

Tiña corporis

3) Dermatofitosis inguinal o eccema marginado de Hebra. Predomina en individuos


del sexo masculino. Se inicia en el pliegue inguinal y se extiende hacia la cara anterior
del muslo; y posteriormente al pubis, abdomen y pliegues interglúteos. Las
características clínicas de las lesiones son similares a la dermatofitosis del cuerpo.

4) Dermatofitosis de la mano afecta principalmente la cara palmar de la mano, es


unilateral y se caracteriza por descamación difusa con aumento en las líneas de la piel,
con prurito inconstante.

5) Dermatofitosis de los pies. Puede presentarse en tres formas clínicas:


a) Vesiculosa, con predominio de vesículas aisladas o agrupadas que al romperse dejan
una escama fina perilesional y en ocasiones costras melicéricas. El sitio más frecuente
es en las áreas de no apoyo del pie, como el arco plantar.
b) Interdigital, de predominio en el espacio del cuarto y quinto dedo. Con maceración
intensa, descamación y eritema.
c) Hiperqueratósica, que se caracteriza por escama gruesa distribuido en los sitios de
presión, como el arco transverso y el talón, con extensión a toda la cara plantar del pie.
Formas podales hiperqueratósicas Interdigital

6. Dermatofitosis de las uñas. La forma clínica de la distrofia ungueal es la


onicomicosis subungueal distal-lateral, con onicolisis distal, uñas engrosadas
(paquioniquia) y formación de líneas longitudinales blanquecino-amarillentos y cambio
de coloración de las uñas y uñas pulverulentas.

Onicomicosis subungueal distal-lateral


Diagnóstico de laboratorio.
 El hallazgo de estructuras tubulares hialinas, largas y septadas, en ocasiones formando
artroconidios en las escamas tratadas con hidróxido de potasio al 15%, es un marcador
importante en el diagnóstico de las dermatofitosis del cuerpo, ingle, manos, pies y
uñas.
 Patrón de clasificación de invasión al pelo: parasitación ectotrix con la presencia de
micelio y artroconidios rodeando al pelo; y parasitación endotrix dentro de la corteza del
pelo.
 La inoculación de las escamas en agar dextrosa Sabouraud con y sin cicloheximida y
cloranfenicol. Estos medios de cultivo son incubados a 28ºC durante 15 días. La
identificación del género y especie se basa en el estudio macroscópico y microscópico
de los aislamientos.

Pelo parasitado Filamentos en escama

Tratamiento.
El tratamiento de las dermatofitosis puede ser de aplicación tópica o sistémica.
- En los casos donde el dermatofito invade el pelo y las uñas, el tratamiento de elección
es sistémico. Griseofulvina en dosis de 10 mg/Kg de peso/ día, repartido en dos tomas,
después de los alimentos, ketoconazol 200 mg/día. Itraconazol 100 a 200 mg/día,
fluconazol 3 - 6 mg/Kg/semana, terbinafina 250 mg /día. Hasta que ocurra la
queratopoyesis.
- Tratamiento tópico. Existen varios fármacos en presentación crema, loción o ungüento,
que serán usados por tres semanas. Imidazoles (miconazol, clotrimazol, bifonazol,
econazol, ketoconazol) y tiocarbamatos (tolnafatato y tolciclato; Alilaminas; terbinafina).

DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO DE LOS DERMATOFITOS


Objetivo
Determinar el género y especie del hongo dermatofito que se encuentra produciendo
infección.
Procedimiento
Una vez llegadas las muestras al departamento se procederá a realizar el examen
directo de las escamas de piel, pelos, uñas, colocándolos en solución de hidróxido de
potasio al 15 o 20 %, entre cubre y portaobjetos, dejando que la solución actúe por
espacio de 5 o 10 minutos. a esta solución se le puede añadir dimetilsufóxido (DMSO) en
proporción de 4 partes de DMSO y 60 partes de hidróxido de potasio.
Pasados 5 a 10 minutos, se procede a la observación microscópica de la preparación.
Interpretación de los resultados
• Escamas de piel y uñas: en el caso de ser positiva la prueba se observan filamentos
septados, ramificados y/o fragmentados en artroconidios rectangulares o redondos,
distribuidos irregularmente en las escamas. En ocasiones es difícil la identificación de
los filamentos, sobre todo cuando el paciente está bajo algún tratamiento médico,
tópico o general.
• También pueden observarse filamentos en vías de desnaturalización o hialinos, muy
irregulares y fragmentados. Es importante diferenciar los filamentos de los dermatofitos
de los de hongos contaminantes y de artefactos o fibras, así como del mosaico fúngico.
• Mosaico fúngico: Son las estructuras formadas por la precipitación del KOH, estas son
alargadas y poliédricas, refringentes y de diámetro más o menos irregular.

• En el caso del examen de pelos se pueden observar dos tipos de infecciones:


a) Infección ectotrix: Se observan conidias en la superficie del pelo. Existen tres tipos
de infección:
- Microspórica: se observan pequeñas conidias (2μ de diámetro), en masa, a escasos
milímetros de la emergencia del pelo,
formando vainas.
- Microide: se observan cadenas de pequeñas
conidias (2μ de diámetro) en la superficie del
pelo
- Megaspórica: se observan cadenas de
grandes conidias (4 a 5μ de diámetro) en el
exterior del pelo.
b) Infección endotrix: Se observan conidias
y/o filamentos en el interior del pelo (4μ de
diámetro).
Cultivo
La muestra debe ser sembrada en tubos de agar Sabouraud con cloramfenicol y agar
Sabouraud cloramfenicol/cicloeximida, empleando generalmente el mismo bisturí con
que se tomó la muestra.
Objetivo:
Obtener el crecimiento de colonias de las diferentes especies de dermatofitos presentes
en la muestra.
Operaciones preliminares
Toma de muestra de escamas de piel, pelo y uñas y examen directo a dichas muestras.
Procedimiento
Con el mismo bisturí con que se tomó la muestra se realizan cortes longitudinales en la
cuña de agar tratando de depositar el contenido de la hoja del bisturí sin llegar a la pared
posterior del tubo. Posteriormente se tapa el tubo y se deposita en gradillas en posición
vertical a temperatura ambiente, realizando lecturas diarias con el fin de detectar el
crecimiento de las colonias de dermatofitos. El crecimiento de las colonias de los
dermatofitos es lento, de 8 a 20 días, a una temperatura de 25oC.
Interpretación de los resultados
• El diagnóstico y clasificación de los dermatofitos se basa en las características
morfológicas macroscópicas y microscópicas de la colonia, así como en sus
características fisiológicas y nutricionales.
• La morfología macroscópica es muy útil y en ocasiones, puede ser suficiente para
identificar una especie.
• Las colonias de los dermatofitos generalmente son de colores claros (blanco, crema,
amarillo, rosado), aunque existen especies de colores más oscuros como Trichophyton
violaceum y algunas cepas de Trichophytom rubrum.
• Pueden ser algodonosa, pulverulentas o aterciopeladas, con pliegues radiales o
irregulares. Los pigmentos vertidos al medio de cultivo pueden ser de color amarillo-
naranja, marrón, rojo vino, rosado, negro, etc., en dependencia de cada especie. Estas
características se toman a partir del crecimiento d colonial en agar Sabouraud sin
inhibidores. Por lo tanto una vez observada la colonia de hongo, esta debe ser
sembrada en agar Sabouraud simple, para que desarrollen todas sus características.

Observación microscópica de las colonias y Técnica de microcultivo


Objetivo
• Observación de las estructuras características de las diferentes especies de
dermatofitos, tales como:
�Hifas septadas o ramificadas
�Hifas especiales: hifa en espiral, hifas pectinadas
�Conidias: macroconidios y microconidios.
Para la identificación de dermatofitos puede ser suficiente la observación de sus
características morfológicas. Sin embargo, en algunas ocasiones es necesario hacer
estudios adicionales de acuerdo a las exigencias fisiológicas y nutricionales de algunas
especies.
Pruebas especiales para el diagnóstico de los dermatofitos
Prueba de la ureasa
• Es útil para diferenciar Trichophyton Mentagrophytes de T. Rubrum. El primero
desdobla la urea hasta amoniaco con el consiguiente aumento del pH y cambio en el
color del medio a rosado intenso. T. Rubrum, no produce ureasa el medio mantendrá
su color inicial (amarillo).
Perforación del pelo “in vitro”
• Es otra prueba útil para diferenciar las dos especies antes mencionadas. La prueba se
considera positiva por la presencia de perforaciones cónicas perpendiculares al eje del
pelo.
Crecimiento en medio de arroz
• Esta prueba se realiza con el fin de diferenciar la especie de Microsporum canis de M.
audouinii. Se observa la aparición de una coloración amarillo-naranja sobre los granos
de arroz, donde hay crecimiento micelial, indicando la presencia de la especie de
Microsporum canis.
Prueba de la Lámpara de Wood
• Se utiliza para diferenciar algunas infecciones cutáneas de origen fúngico.
Procedimiento: Aplicar en un cuarto oscuro un haz de luz ultravioleta de 365 nm sobre
las lesiones cutáneas. Se utiliza muy comúnmente para demostrar la infección por M.
canis sobre todo en niños.
Interpretación de los resultados
• Las escamas y los pelos infectados muestran una fluorescencia verde brillante.
• La luz de Wood también produce una fluorescencia amarillo oro en las lesiones de
pitiriasis versicolor, causadas por Malassezia furfur.
Producción de pigmento
• Se inocula una porción de colonia de dermatofito en el medio de Baxter en cuña y se
incuba de 7 a 10 días, observando la aparición de pigmento en el medio. También se
puede realizar en medio de agar Papa dextrosa o agar maíz.
Interpretación de los resultados
• Las diferentes especies de dermatofitos producen diferentes pigmentos, por ejemplo el
Trichophyton mentagrophytes produce color vino intenso, Epidermophyton floccosum
un color amarillo intenso, etc.
Características principales de los tres géneros de dermatofitos
• Trichophyton: Sus macroconidias son de paredes delgadas, con una superficie lisa en
forma de lápiz o fusiformes, miden de 4-8 x 8-50 um y están divididos en 3-8 células.
Las microconidias son de aproximadamente de 2-4 um de tamaño, con diversas
formas, como piriformes, esféricas y claviformes.
• Microsporum: Se caracterizan por presentar abundantes macroconidias de muy
diversas formas, como fusiformes, claviformes, ovales, etc. de 7-20 x 30-160 um;
multitabicados, de 3-7 células (a veces hasta 15), generalmente de pared gruesa,
rugosa o equinulada, que se derivan de conidióforos cortos. Presentan escasos
microconidios de forma globosa o piriforme, ubicados individualmente o a lo largo de la
hifa.
• Epidermophyton: Presentan grandes macroconidias claviformes, que miden entre 15 a
30 um de largo por 5-10 de ancho de paredes gruesas y lisas, con tres o cuatro
tabiques transversales. Pueden nacer de forma independiente o varias de un mismo
punto, como racimos. No tiene microconidias. Existe una sola especie.

Criptococo neoformans
La criptococosis es una micosis sistémica aguda, subaguda o crónica, inicialmente
pulmonar causada principalmente por Cryptococcus neoformans (vars. neoformans y
grubii) y Cryptococcus gattii. La forma pulmonar es generalmente transitoria, leve y no
reconocida. Las lesiones cutáneas, óseas o viscerales pueden presentarse durante la
diseminación de la enfermedad, pero la inclusión del sistema nervioso central con
meningitis subaguda o crónica es la forma más familiar de la micosis. Aunque el hongo
tiene una amplia distribución mundial y se encuentra de manera abundante en la
naturaleza, solamente causa enfermedad grave en personas con resistencia
inmunológica muy baja. En la actualidad, la incidencia de la criptococosis es paralela a la
presentada por el SIDA.

Ecología.
Se ha postulado que C. neoformans/C. gatttii pueden ser hongos levaduriformes endo o
epífitos, que desarrollan una asociación biotrófica específica con plantas hospederas. La
dispersión de las basidiosporas ocurre con la floración de dichas plantas; las
basidiosporas aéreas están presentes en el ambiente por períodos de tiempo cortos y
son propágulos infecciosos para el humano y otros animales. Después de su
diseminación, las basidiosporas pueden sintetizar material polisacárido y convertirse en
levaduras capsuladas. Los mamíferos y aves que tienen alguna asociación con la planta
hospedera pueden pasar los criptococos a través de su intestino y eliminar levaduras
capsuladas en heces fecales. Los criptococos en el suelo o en detritos vegetales son
eliminados del ambiente por acción de la intemperie, especialmente los rayos solares y
microorganismos como bacterias y amibas, pero los criptococos acumulados en
cobertizos pueden permanecer viables durante varios años, permitiendo que estos
hábitats actúen como fuentes importantes para la dispersión de levaduras desecadas,
también infecciosas. C. neoformans var. grubii y C. neoformans var. neoformans se han
aislado a partir de varias fuentes naturales (vegetales, frutas, jugos de frutas, madera,
productos lácteos y suelo), pero es notoria su asociación con deshechos aviarios
(pericos, loros, canarios) y especialmente con excrementos de palomas. Por otro lado,
los aislamientos ambientales de C. gattii (serotipos B y C), han establecido que esta
variedad tiene una asociación ecológica estrecha con algunas especies de árboles de
eucalipto en Australia como Eucalyptus camaldulensis, E. tereticornis, E. rudis y E.
gomphocephala, así como Terminalia catappa en Colombia y Moquilea tomentosa en
Brasil.
Epidemiología.
En cuanto a frecuencia, la criptococosis se considera esporádica, aunque se menciona
que el número de casos ha aumentado exponencialmente con la aparición del SIDA.
Aunque puede ocurrir en pacientes aparentemente inmunocompetentes, su presencia
está íntimamente ligada a personas con deficiencias en el sistema inmunitario.
Se ha apreciado una estrecha relación entre C. neoformans en pacientes con SIDA y C.
gattii en pacientes inmunocompetentes.
La criptococosis tiene una distribución geográfica amplia. Los casos causados por C.
neoformans var. grubii predominan en lugares de clima templado, principalmente en EUA
(excluyendo sur de California y Hawai) y Japón y C. neoformans var. neoformans
(serotipo D) en Europa. Por otra parte, los casos provocados por C. gattii provienen
principalmente de África, Latinoamérica, Sur de EUA (California), Australia y Canadá.
• Incidencia diferencial. No hay diferencias marcadas relacionadas a la edad, raza u
ocupación en la frecuencia de la criptococosis. La micosis es más frecuente en hombres
que en mujeres (3:1).
• Vía de infección. Es aérea, las partículas infecciosas penetran al hospedero a través de
la inhalación. Excepcionalmente, se presentan casos cutáneos primarios, ocasionados
por la entrada del agente mediante una solución de continuidad.

Morfología.
Estado anamorfo o mitospórico. La reproducción asexual representa el estado
anamórfico, el cual está caracterizado por la producción de células levaduriformes
gemantes (propágulos asexuales), que típicamente desarrollan una gran cápsula
compuesta por polisacáridos. El arreglo de los componentes capsulares determina
alguno de los cuatro serotipos de la levadura: A, B, C ó D. Las levaduras son redondas
(4-6 µm de diámetro) o en ocasiones ovaladas y excepcionalmente formadoras de
seudomicelio. Tanto las levaduras madre, como los blastoconidios se caracterizan por la
presencia de cápsula.

Estado Teleomorfo. El estado sexual del hongo está caracterizado por la producción de
basidiosporas (propágulos sexuales). Filobasidiella neoformans es el teleomorfo de C.
neoformans y F. bacillispora, lo es de C. gattii. El género Filobasidiella es un
basidiomiceto, con dos tipos sexuales: "a" y "alfa" caracterizados por tener el micelio
hialino, consistente en hifas dicarióticas y un basidio alargado, portando basidiosporas
sésiles y en cadena (gemación basípeta).

Cryptococcus neoformans. Cryptococcus albidus. Imagen:


Levaduras encapsuladas. L. R. Castañón,
Imagen: CDC/ Leanor Haley Facultad de Medicina, UNAM

Factores de virulencia
Las características más estudiadas sobre C. neoformans son la presencia de la cápsula
polisacárida y la producción de melanina. El polisacárido capsular puede: Inhibir la
producción de ciertas linfocinas provocando respuestas tanto celular como humoral muy
débiles, enlazar e inmovilizar parcialmente a los anticuerpos dirigidos contra la pared
celular y la cápsula del hongo, además enmascarar a los anticuerpos.
La presencia de la melanina funciona como un escudo que protege al hongo contra:
anticuerpos del hospedero, agentes oxidantes y la anfotericina B. Otros parámetros que
pudiesen estar relacionados con la patogenicidad de este hongo son:el tipo sexual, la
biosíntesis de adenina, producción de manitol y ureasas y presencia de miristoil-
transferasas.
Fisiopatogenia.
Al entrar por las vías respiratorias altas, el hongo coloniza el árbol bronquial, y la
evidencia sugiere que la criptococosis inicia como una enfermedad pulmonar con
diseminación a la piel, huesos, vísceras abdominales y particularmente hacia el sistema
nervioso central.
Generalmente, las lesiones pulmonares sanan espontáneamente y son asintomáticas. La
criptococosis pulmonar benigna, probablemente representa una ligera o mínima
exposición y se llega a identificar por el hallazgo accidental en autopsia de un granuloma
subpleural encapsulado.
Las lesiones activas son granulomatosas o mixomatosas y pueden estar caracterizadas
por masas de células de C. neoformans que debido a su crecimiento y cápsula producen
desplazamiento mecánico de tejidos del hospedero. Si las lesiones de este tipo penetran
la pared de un bronquio, se descarga un gran número de células fúngicas en el esputo.
Las lesiones pulmonares de criptococosis no calcifican y es probable que la mayoría de
ellas sanen sin formar “criptococomas” y sin dejar evidencia.
En la autopsia, las lesiones pulmonares primarias se observan como nódulos de 1- 7 cm
de diámetro, localizados cerca de la superficie pleural, del hilio o en el centro del lóbulo.
En pulmones con infección criptococal progresiva, las lesiones se aprecian como
granulomas miliares, pequeños abscesos, o lesiones mucoides grandes y sólidas de
neumonitis incluyendo uno o mas lóbulos.
Posteriormente, el hongo se disemina por el torrente sanguíneo, vía de infección habitual
al sistema nervioso central y de otros órganos.
En el sistema nervioso central, los datos clínicos están asociados con el desarrollo de
lesiones granulomatosas en las meninges. En la necropsia, la reacción meníngea se
hace notoria en la base del cerebro y la parte dorsal del cerebelo, con membranas
espesas y opacas. En el espacio subaracnoideo se presenta, de forma característica, un
exudado mucoide adherente semejante a pequeñas "burbujas de jabón". Quitando la
membrana, en la superficie de la corteza pueden observarse múltiples y finos hoyuelos.
Se aprecian focos quísticos con masas de levaduras, predominantemente localizados en
la materia gris, los cuales pueden estar en comunicación con la superficie pero también
pueden presentarse en el mismo patrón de lesiones granulomatosas, visto en pulmones
y sistema nervioso central se da en los tejidos de cualquier órgano afectado.
La apariencia mucoide causada por criptococos es consecuencia de las numerosas
células de C. neoformans y la reacción celular tenue. Cuando C. neoformans exhibe una
reacción celular marcada, las lesiones no pueden ser distinguidas histopatológicamente
de aquelllas de otras enfermedades granulomatosas.
Debido a la encapsulación del hongo, la reacción de defensa del hospedero es
relativamente tardía. Dependiendo del grado de desarrollo capsular, las reacciones
celulares (granulomas y ocasionalmente necrosis) generalmente aparecen en infecciones
avanzadas.
Formas clínicas.
Pese a la ocurrencia ubicua de Cryptococcus neoformans, no es frecuente que se
desarrolle una enfermedad clínicamente importante en el hombre. Las manifestaciones
más severas de la micosis y su frecuencia están asociadas a una seria deficiencia
inmunitaria local o sistémica del paciente. Por consiguiente, la criptococosis es más
frecuente en personas con enfermedades como SIDA, Hodgkin, leucemia, linfosarcoma,
diabetes mellitus y en pacientes con terapias prolongadas con esteroides.
• Criptococosis pulmonar. Generalmente, las lesiones pulmonares se encapsulan y
sanan. La criptococosis pulmonar crónica ha sido reportada ocasionalmente. Las
manifestaciones clínicas no son específicas; los principales signos y síntomas son: tos y
escaso esputo mucoide con o sin hemoptisis, febrícula, malestar general y pérdida de
peso. Un estado inmunológico deficiente puede determinar el que las levaduras se
diseminen “silenciosamente” a través del torrente sanguíneo a otros órganos,
principalmente hacia sistema nervioso central.
• Criptococosis del sistema nervioso central (SNC). Las manifestaciones corresponden a
una meningitis (el cuadro más frecuente en inmunodeprimidos), meningoencefalitis o
lesiones focales con cefalea intermitente. Aunque el resultado usualmente es insidioso y
el curso crónico, el paciente puede desarrollar súbitamente vértigo, cefalea frontal
severa, temporal o postorbital y vómito. El curso agudo y severo puede indicar la
presencia de lesiones cerebrales de rápida diseminación. Los datos clínicos
corresponden a los de una lesión intracraneal extensa o meningitis cerebroespinal con
fiebre elevada, rigidez de nuca (moderada). Cabe mencionar que el meningismo solo es
aparente en un 30% de los sujetos. El paciente puede estar irritable o apático,
incoherente o comatoso. Los reflejos de rótula y talón pueden estar disminuidos pero
algunos pacientes muestran hiperreflexia. Puede estar presente papiledema importante
que requiere de frecuentes drenajes espinales para prevenir un daño óptico irreversible.
Pueden ocurrir ambliopía, diplopía, estrabismo, nistagmus, fotofobia, neuroretinitis,
hemorragia retinal y atrofia del nervio óptico. La duración de la criptococosis del SNC
varía de pocos meses a 15 - 20 años, aunque el curso usual es rápido y marcado por
una deterioración progresiva. En la mayoría de los casos crónicos, hay períodos de
remisión y eventualmente se presenta la recurrencia a la enfermedad progresiva.
Las lesiones focales por Cryptococcus se manifiestan hasta en1/5 parte de los pacientes
con SIDA. Dan lugar a datos de una masa ocupativa, tales como fiebre, dolor de cabeza,
convulsiones, hemiparesia y estado mental alterado.
• Critptococosis cutánea. Cursa generalmente de forma simultánea con una infección
sistémica y precedida por una infección respiratoria, pero existen casos que han sido
diagnosticados sin una lesión pulmonar preexistente. Las lesiones cutáneas consisten en
infiltraciones dérmicas que crecen lentamente con contornos a menudo fijos,
ocasionalmente fluctuantes, semejantes al eritema nodoso. Los nódulos cutáneos
ulcerativos de color rojo-azulado que aparecen posteriormente pueden presentar
configuraciones muy variadas y tener aspecto acneiforme, como pápulas y pústulas o
abscesos subcutáneos con superficies irregulares y granulomatosas con ulceración,
presentando a menudo infiltración e induración. Las úlceras pueden ser solitarias o
múltiples, en ocasiones con apareciencia de carcinoma o goma. Las lesiones en las
mucosas no están consideradas como sitios primarios de inoculación, a menos que
exista linfoadenopatía regional, pero es factible la diseminación hematógena o extensión
de una lesión cutánea. Las lesiones mucosas oronasales son nodulares, granulomatosas
o úlceras superficiales.
• Criptococosis ósea. Las lesiones ocurren en alrededor del 10% de los casos
reportados. Se diseminan lentamente sin proliferación periosteal, pero frecuentemente
hay osteolisis con diseminación a piel por extensión o seguida de una exploración
quirúrgica, con multiplicación del hongo que contribuye a la secreción de pus.
• Criptococosis visceral. Cualquier órgano o tejido del cuerpo es susceptible de invasión.
Las Lesiones granulomatosas son habitualmente sintomáticas, con parecido histológico a
cáncer maligno. Las lesiones del ojo incluyen papiledema, uveitis, retinitis y queratitis. La
endocarditis es una manifestación rara.

Diagnóstico radiológico

 Radiología torácica. Aunque las características radiológicas de la criptococosis


pulmonar son variadas, la mayoría de los autores sugieren básicamente tres tipos de
patrones: masas, consolidación de espacios aéreos y opacidades bilaterales y
múltiples. Las masas pulmonares pueden presentarse como nódulos múltiples, pero lo
habitual son nódulos solitarios típicamente localizados en la periferia del pulmón, de
tamaño variable (de milímetros a varios centímetros de diámetro). De forma muy
esporádica se presenta cavitación dentro de las consolidaciones. Se asocia
linfoadenopatía, que puede ser masiva. El derrame pleural no es una manifestación
común. El patrón de pequeños nódulos bilaterales y múltiples u opacidades
reticulonodulares difusas se asocia con la diseminación de tipo sistémico y son más
frecuentes en individuos inmunocomprometidos, en los cuales se aprecian
cavitaciones, adenopatías y derrame pleural.
 Neuroradiología. La mayoría de los pacientes con criptococosis en SNC no presentan
habitualmente anormalidades en la tomografía computada (TC); sin embargo, algunas
de las imágenes observadas en TC, resonancia magnética (normal y con pulsos T2),
han mostrado: hidrocefalia, aumento meníngeo extenso, obliteración del cuarto
ventrículo, granuloma intraventricular, edema rodeando a la fisura de Silvio, aumento
del lóbulo frontal y occipital, cuerpo calloso, cerebelo y plexo coroide. Las imágenes
muestran múltiples lesiones nodulares hipodensas y/o pequeñas calcificaciones
dispersas. Con menor frecuencia se observan alteraciones en los ganglios basales,
tálamo y médula espinal.
 Radiología músculo-esquelética. Las lesiones son de tipo osteolítico con márgenes
discretos con poca o ninguna reacción periosteal. La periosteitis es limitada.
 Radiología abdominal. Las imágenes, compatibles con una hepatitis son variables,
corroboran la hepatomegalia y presentan ecogenicidad hepática disminuída. La
sonografía y TC ayudan en la identificación de masas en lesiones biliares.
El urograma, puede revelar lesiones en próstata.

Diagnóstico de laboratorio

El líquido cefalorraquídeo es el espécimen en donde con mayor frecuencia se hace el


diagnóstico de criptococosis; sin embargo otros productos como esputo, pus, orina,
material fecal y muestras de tejido también pueden ser analizados.

Examen directo en fresco con tinta china o nigrosina. El tamaño de C. neoformans/C.


gattii (4 – 20 µm de diámetro) permite una fácil observación con tinción negativa, y ayuda
a diferenciar al hongo de los linfocitos con los cuales algunas veces es confundido. Este
estudio en fresco solo requiere agregar tinta china al producto patológico, lo que revela
una clara aureola, imagen debida a la cápsula, en torno a las células de Cryptococcus.
Muy ocasionalmente pueden observarse seudomicelios. Ante un examen directo
negativo, es de gran utilidad centrifugar el líquido cefalorraquídeo o la orina, a 3000
rpm/10 min, reservando el sedimento para su examen al microscopio y cultivo. El esputo
y el pus, pueden mezclarse con una solución al 10% de hidróxido de sodio antes del
examen. En un especimen apropiadamente preparado, las células del pus y desechos
celulares digeridos delinean la cápsula, la cual es resistente al hidróxido. En un
fragmento de tejido macerado, sin digestión preliminar, la cápsula es prominente.

Tejido teñido con hematoxilina-


Examen directo con tinta eosina con las levaduras
china. Se aprecian la cápsula redondas y ovoides y cápsulas
y gemación de las levaduras. que se manifiestan como áreas
no teñidas.
Imágenes: Dr. Luis Javier Méndez Tovar, C.M.N. Siglo XXI.

Cultivo. Cryptococcus neoformans es fácil de cultivar en los medios convencionales


(Sabouraud dextrosa, malta dextrosa, papa dextrosa), adicionados con cloranfenicol y sin
cicloheximida. Los cultivos se mantienen a 30ºC y a 37ºC, al menos durante una
semana. El cultivo levaduriforme es inicialmente blanco, pero posteriormente se torna
beige y marrón-amarillo. Si las levaduras poseen grandes cápsulas, esto se verá
reflejado en la presentación de una morfología colonial de aspecto brillante, mucoide y
escurrente; por el contrario, si el material capsular es escaso, la morfología macroscópica
se traducirá en colonias secas y opacas. El medio de Níger (Staib agar), es aconsejable
como primocultivo, sobre todo en los casos del aislamiento del hongo a partir de
especímenes muy contaminados, como esputo o materia fecal. En este medio, las
colonias de C. neoformans crecen de color marrón obscuro, distinguibles de otras
levaduras como Candida spp, Trichosporon spp o Rhodotorula spp.
Cryptococcus neoformans.
Cryptococcus neoformans. Cultivo
Derecha: Ureasa +.
agar dextrosa Sabouraud. Imagen:
Imagen: E. Sánchez Paredes,
L. R. Castañón, UNAM
UNAM

Bioquímica. C. neoformans/C. gattii, comparten con el resto de los miembros del


género, las siguientes características: son levaduras ureasa positivos, no reductores de
nitratos a nitritos, no fermentadores de azúcares, pero son las únicas especies que
crecen bien a 37ºC y manifiestan la presencia de laccasas (productoras de melanina)
cuando crecen sobre sustratos que contienen compuestos polifenólicos como el agar
Níger o el agar-DOPA. C. neoformans se diferencia con facilidad de C. gattii pues en
agar CGB es sensible a la L-canavanina y no utiliza la glicina como única fuente de
carbono y nitrógeno, asimila la D-prolina y sus ureasas son resistentes a la acción del
EDTA; C. gattii presenta las propiedades inversas.

Crecimiento en agar Níger a 25°C. Se observa


producción de pigmento melánico que da un color
marrón obscuro a las colonias de C. gattii y C.
neoformans.
Imagen: E. Bazán-Mora, UNAM.

Crecimiento en agar CGB (canavanina-


glicina-azul de bromotimol), útil para diferenciar a
los agentes etiológicos de la criptococosis:
C. neoformans (Cn) y C. gattii (Cg). Imagen: LR
Castañón-Olivares, UNAM.

Serología.
Las pruebas tradicionales, tales como la identificación de anticuerpos fluorescentes,
hemaglutinantes y fijadores del complemento, han sido poco satisfactorias debido a que
la producción de anticuerpos es muy débil; en cambio, el polisacárido capsular es
demostrable en los productos patológicos (especialmente en líquido cefalorraquídeo,
suero y orina) durante fases activas de la micosis. Por lo anterior, la prueba de
aglutinación con látex sensibilizado con anticuerpos anti-Cryptococcus, es la prueba
diagnóstica de elección, debido a su alta sensibilidad y especificidad para reconocer al
antígeno polisacárido. La prueba de aglutinación con látex también se correlaciona con
los ascensos y descensos de los títulos de anticuerpos durante el curso de la
enfermedad y la respuesta al tratamiento.
La prueba de aglutinación con látex es útil para efectuar el diagnóstico, e identifica a los
diferentes serotipos (A, B, C y D) que conforman al complejo C. neoformans/C.gattii.

Otras pruebas de identificación.


En el año 2007 fue formado el Grupo de Trabajo Genotyping of Cryptococcus
neoformans and C. gattii, bajo el cobijo de la International Society of Human and Animal
Mycology. El grupo seleccionó la Tipificación por Secuencias Multi-locus (MLST por
sus siglas en inglés), por su poder discriminatorio y reproducibilidad, para genotipificar
mundialmente cualquier aislado de C. neoformans/C. gattii. El consenso del esquema
MLST es usar siete loci genéticamente diferentes que incluyen los genes estructurales de
cápsula, laccasas, superóxido dismutasas y pirofosforilasas: CAP59, GPD1, LAC1,
PLB1, SOD1, URA5 y la región IGS1. La información acerca del tipo de alelos y
secuencias está accesible en: http://www.mlst.net/.

Histopatología. Las lesiones por criptococos pueden presentar un cuadro de granuloma


histiocítico puro. Grandes histiocitos mono o multinucleados se apoyan en un delicado
estroma. Varios campos microscópicos pueden observarse con solo este tipo de célula
inflamatoria, aunque ocasionalmente se parecían algunos linfocitos. En secciones
teñidas con hematoxilina-eosina, las células fúngicas aparecen de color azul pálido,
frecuentemente de pared delgada, cuerpos ovales o esféricos sin estructuras internas
visibles o mal definidas. El tamaño de las células varía. El diámetro de la mayoría de
ellas, sin incluir la cápsula, oscila entre 4 - 10 µm. En las secciones de hematoxilina y
eosina, es frecuente observar un halo claro de 3 - 5 µm de espesor separando la pared
fúngica a partir del citoplasma del histiocito en el cual creció. Cuando se tiñe con
mucicarmín, esa zona clara puede ser revelada como una cápsula con material
carminofílico en forma de numerosas espinas delicadas radiadas, a partir de la pared
fúngica fuertemente teñida.
En lesiones activas, células gemantes son encontradas sin dificultad. En lesiones viejas o
aquellas con importante reacción celular y pocas células fúngicas, la gemación es difícil
de demostrar. Cuando la gemación es extremadamente activa pueden presentarse
seudohifas.
La criptococosis está caracterizada por la falta de reacción histológica; el hongo se
multiplica en abundancia en histiocitos. La necrosis no es característica pero se ha
reportado en nódulos pulmonares fibrocaseosos y de manera ocasional en las glándulas
adrenales, probablemente como resultado de una proliferación semejante a un tumor. La
identificación de C. neoformans / C. gattii en la característica lesión mixomatosa, puede
ser satisfactoria con la tinción de hematoxilina-eosina, pero la morfología se estudia más
adecuadamente con tinciones fúngicas específicas: los preparados histológicos del
material de biopsia se tiñen con PAS, con la cual las células fúngicas adquieren aspecto
rojo; con la técnica de Grocott-Gomori las células de Cryptococcus se observan negras y
para identificar cápsula, se recomienda la técnica de mucicarmín de Mayer.

Tratamiento.
De manera general la criptococosis pulmonar y la curación o escisión de las lesiones
dérmicas sin una recurrencia subsecuente, tienen buen pronóstico. Por el contrario, la
diseminación de la criptococosis visceral y cerebro-meníngea tiene un pronóstico pobre.
La criptococosis del sistema nervioso central es una enfermedad fatal si no es tratada. La
criptococosis crónica de curso letal está marcada por intervalos de remisión y
exacerbación y la evaluación de la terapia es difícil e incierta.
Actualmente, la anfotericina B y el fluconazol son las únicas drogas disponibles con
eficacia probada. Están indicadas en todos los pacientes con criptococosis del sistema
nervioso central y sitios de diseminación. La anfotericina B debe ser administrada
intravenosamente a dosis que van de 0.25 a 0.75 mg/kg de peso. El medicamento debe
ser disuelto en suero glucosado 5% y protegerse de la luz. Se administra cada tercer día
por goteo lento. La dosis se mantiene durante una semana y si el paciente no muestra
reacciones colaterales, es posible incrementarla hasta una dosis máxima de 30 – 40 mg.
Para evitar los efectos colaterales es recomendable administrar analgésicos,
antihistamínicos, hidrocortisona y heparina. Además deberán valorarse pruebas de
funcionamiento hepático y renal. El fluconazol se administra a dosis de 50-150
mg/día/VO. Los mejores resultados (en el 85% de los pacientes) se obtienen al combinar
los esquemas terapéuticos de anfotericina B con fluconazol. Aun cuando las únicas
lesiones estén en piel o membranas mucosas, el tratamiento tópico (nistatina,
anfotericina B o derivados del imidazol) se combina con el tratamiento sistémico. El
itraconazol se ha empleado como profiláctico. La 5-fluorocitosina es también un fármaco
útil, sin embargo, en México no se dispone de él.
Control y prevención
Entre los patógenos oportunistas causantes de infecciones graves, Cryptococcus
neoformans es uno de los agentes más importantes. Antes de la era VIH, la criptococosis
era una enfermedad rara, pero actualmente es una de las causas más comunes de
meningitis en pacientes con SIDA. Aún cuando datos recientes indican que, con la
introducción de terapia antirretroviral altamente activa, los casos de criptococosis han
disminuido, los pacientes con SIDA siguen considerados como población de riesgo en la
adquisición de la micosis, principalmente aquellos cuya cuenta linfocitaria de CD4 es
menor a 50 células/ml.
Debido a que Cryptococcus se encuentra distribuido ampliamente en la naturaleza y que
la vía de infección es respiratoria, se hace difícil poner en práctica alguna estrategia de
control y prevención, pero tomando en cuenta que el paciente inmunosuprimido es el
más afectado podrían tomarse algunas medidas como el evitar el contacto o la
convivencia con aves (canarios, pericos australianos, palomas, otros).

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO DE LA CRIPTOCOCOSIS


La criptococosis es una micosis sistémica, de curso agudo, subagudo o crónico
producida por Criptococcus neoformans un hongo levaduriforme, oportunista,
encapsulado. En la mayoría de los casos la infección es pulmonar primaria y se disemina
al sistema nervioso central, los huesos y la piel. En muy pocos casos se describen
infecciones cutáneas de la piel.
El diagnóstico de laboratorio se basa en
• Examen microscópico directo de los productos patológicos.
• Cultivo e identificación.
• Pruebas serológicas.
Objetivo
Determinar la presencia de Cryptococcus neoformans en los productos patológicos
estudiados.
Procedimiento
• La toma de la muestra se realiza en dependencia de la localización del cuadro. Puede
incluir esputo, LCR, orina, exudados, material de biopsia, suero, etc.
• Examen directo
Es el método de elección para el diagnóstico inicial y se recomienda practicarlo por rutina
a todos los casos que tengan manifestaciones neurocerebrales.
El LCR o la orina se centrifugan y del sedimento se colocan dos gotas en el portaobjetos.
Enseguida se agrega una gota de tinta china para poner de manifiesto a través del
microscopio la presencia la cápsula sobre un fondo negro y dentro de la cápsula el
cuerpo redondo de la levadura gemando.
El esputo debe ser tratado cono NAOH 10 % para observar las levaduras capsuladas
características.
A partir de las muestras también se pueden realizar frotis, fijando al calor y agregando,
extendiendo una gota de tinta china o nigrosina, por refringencia con el microscopio se
puede observar fácilmente el cuerpo de la levadura y el halo de la cápsula.
• Cultivo
� Los medios de cultivo más utilizados son Sabouraud, extracto de levadura, agar BHI,
no se debe sembrar en medios conteniendo cicloheximida, ya que esta inhibe el
crecimiento de C. neoformans. El desarrollo se obtiene de dos a tres días, a
temperatura ambiente o a 37oC.
� Las colonias son limitadas, mucoides, convexas, de color blanco amarillento y dan un
aspecto de “leche condensada”, raras veces toman un rosa pálido.
� Al microscopio se observan células levaduriformes de aproximadamente 4 a 8 μ de
diámetro con blastosporas de la mitad de su tamaño, ambas con todo y la cápsula
llegan a medir hasta 20 μ de diámetro.
� Un medio de cultivo selectivo para C. neoformans, es a base de semillas de “alpiste
negro” (Guizotia abyssinica), donde genera colonias con pigmento café-marrón, que se
distinguen de otros géneros y especies.
Pruebas especiales
• Producción de ureasa: En este caso después de inoculado el medio de urea se incuba
a 37oC durante 4-6 horas o a temperatura ambiente durante tres días y se observará el
cambio de color del medio de amarillo a rosado por alcalinización del mismo. Todas las
cepas de C. neoformans desdoblan la urea.
• Asimilación de inositol: el medio de base de inositol se inocula con una asada del
microorganismo y se incuba a temperatura ambiente por cinco a siete días. En caso de
ser positiva la prueba se observará crecimiento abundante sobre la superficie del
medio.
El género Cryptococcus es la única levadura que da positiva la prueba y aunque
Trichosporum también asimila el inositol, la diferencia morfológica es tan marcada que
permite diferenciarlo fácilmente.
• Auxanograma: el medio se prepara de la misma manera que para Cándida,
adicionando azúcares de igual forma, los más empleados son glucosa, dextrosa,
galactosa, maltosa, rafinosa, celobiosa, trealosa y xilosa. Los medios se incuban a
temperatura ambiente de 5 a 7 días y se procede a realizar la lectura.
• Zimograma: El género Cryptococcus no fermenta los azúcares y por tanto el resultado
es negativo.
• Crecimiento a 37oC (prueba de termotolerancia): se inocula medio de Sabouraud
simple y se incuba a 37oC durante tres días al cabo de los cuales se valora si hubo
crecimiento. C. neoformans crece a esta temperatura.
• Morfología en agar maíz: en este medio de cultivo las cepas de C. neoformans no
forman filamentos, solamente blastoconidias alrededor de las estrías.
• Producción de pigmento en medio de ácido caféico: C. neoformans es siempre
positivo a esta prueba. Otros del género pueden presentar pigmentos más claros como
el C. terreus.
• Patogenicidad en el ratón: si la cepa en estudio corresponde a C. neoformans, el
ratón muere a los pocos días de ser inoculado y el estudio histopatológico de los
órganos puede demostrar la presencia de células levaduriformes encapsuladas. Las
otras especies del género no son patógenas para el ratón.
Pruebas inmunológicas
• Las técnicas serológicas tradicionales en busca de anticuerpos circulantes, como
fijación del complemento, DID, CIEF, no son recomendables, ya que la producción de
anticuerpos anti-Cryptococcus es escasa. Como herramienta para el diagnóstico se
utilizan las pruebas en busca de antígenos.
• La técnica de elección es la aglutinación de látex. al agregar suero, LCR u orina con
contenido de antígenos circulantes a las partículas de látex sen-sibilizadas con
anticuerpos anti-Cryptococcus se produce reacción de agluti-nación la cual es de alta
especificidad; la sensibilidad varía entre 90 y 95 %
• Inmunofluorescencia indirecta: se utiliza para detectar la presencia de anticuerpos en
suero.
• ELISA: es la técnica más sensible para la detección de anticuerpos, aunque el número
de “falsos positivos” es mayor que con la prueba de aglutinación de látex.
Histoplasma capsulatum
Es el agente etiológico de la histoplasmosis, micosis sistémica, endémica en zonas
tropicales, subtropicales y templadas.
El hongo se desarrolla en el excremento de aves y guano de murciélagos en ambientes
cerrados, tales como minas, cuevas, túneles, o en espacios abiertos, entre ellos parques
y casas abandonadas. La materia orgánica en descomposición, en condiciones de
humedad y temperatura adecuadas constituye el nicho ecológico para la fase micelial del
hongo y los microconidios constituyen la forma infectante de Histoplasma.
Se considera una enfermedad ocupacional que afecta a mineros, granjeros, colectores
de guano, geólogos, espeleólogos, antropólogos y biólogos.
La histoplasmosis pulmonar primaria es la forma más relevante, con la más alta tasa
de mortalidad a nivel mundial. El cuadro clínico de la enfermedad varía, desde benigna a
severa e incluso fatal, lo que depende de la cantidad de propágulos inhalados, el estado
inmune del hospedero infectado y la virulencia de la cepa.

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO DE LA HISTOPLASMOSIS


• Es una enfermedad granulomatosa, principalmente pulmonar causada por la inhalación
de conidios del hongo dimórfico llamado Histoplasma capsulatum. De inicio afecta a los
pulmones y se disemina a otros órganos.
Objetivo
Determinar la presencia de Histoplasma capsulatum en los productos patológicos
estudiados.
Procedimiento
Productos patológicos: cuando se sospecha histoplasmosis en un paciente, los
productos patológicos más frecuentes son: esputo y otras secreciones respiratorias,
sangre, médula ósea, LCR, orina, biopsias de piel y mucosas, hígado, bazo y cerebro.
Las muestras se toman según se explicó antes.
Examen directo
Es poco útil, debido a que las levaduras de H. capsulatum son muy pequeñas e
intracelulares, y normalmente pasan inadvertidas.
• Procesamiento de las muestras
Esputo y otras secreciones respiratorias: deben recogerse temprano en la mañana,
durante al menos tres días consecutivos, previo enjuague vigoroso de la boca. El
volumen de la muestra debe ser de unos 10-15 ml. Es recomendable además del
examen directo y el cultivo, realizar inoculación en animales de experimentación.
Sangre: muestra muy útil. Inocular 10 ml de la muestra en frascos de hemocultivos con
medios bifásico (BHI con 10 % de sangre de carnero) Incubar a 37oC, paralelamente
hacer pases semanales a medios agarizados con sangre. Incubar a 37oC;
paralelamente hace pases a agar Sabouraud e incubar a 25-30oC. La correcta
aereación de estos cultivos es fundamental para lograr el crecimiento esperado.
Médula ósea: también resulta una muestra muy útil para el aislamiento. Se debe
sembrar en medios con y sin sangre e incubar a 37oC y 25-30oC respectivamente.
Orina y LCR: centrifugar y sembrar el sedimento en agar infusión de cerebro corazón
(BHI) e incubar a 37oC y en agar Sabouraud con antibióticos a 25-30oC.
Los cultivos son los que dan el diagnóstico de certeza de la histoplasmosis. Sin embargo
no en todos los casos son factibles de obtener.
• Tinciones
Son técnicas más rápidas y útiles, se pueden realizar a partir de esputo, otras
secreciones, o de fragmentos de biopsias. Las tinciones de preferencia son PAS, Giensa,
Wright. Las levaduras de H. capsulatum, se observan de color azul oscuro, intracelulares,
pequeñas, redondas a ovoides de 1-4 μ rodeadas por un halo que semeja en una
cápsula, con brotes o yemas de unión estrecha con la célula madre.
 Cultivo
Se recomienda que el primocultivo se realice en Sabouraud antibiótico. Se mantienen a
25oC durante dos a tres semanas.
• Morfología colonial: se han descrito dos tipos morfológicos de las colonias: el tipo A
(albino) y el tipo B (brown), las cuales como su nombre lo indica, difieren en su color
blanco y color ante o marrón respectivamente. Ambas tienen aspecto algodonoso, liso o
cerebriforme.
• Morfología microscópica: se observan macroconidios tuberculados de 14-18 micras,
generalmente redondos, que nacen de conidióforos angostos; también se observan
microconidios de dos a 4 micras, esféricos, de pared lisa, que nacen de conidióforos
cortos y angostos, dispuestos en ángulo recto a la hifa vegetativa. El tipo B produce
mayor número de microconidios que el tipo A.
La morfología de la colonia es indistinguible de otros hongos contaminantes, por lo que
es necesario la demostración de los macroconidios tuberculados y la conversión a fase
levaduriforme, que se obtiene por incubación en agar sangre o BHI a 37ºC, agregando
2-3 ml de caldo BHI, o medio líquido de Sabouraud.
La colonia levaduriforme al principio es blanca, lisa y pegajosa y su examen microscópico
muestra una mezcla de pseudohifas, hifas en proceso de conversión y levaduras no
gemantes. Posteriormente la colonia toma un aspecto cremoso y su examen
microscópico permite observar las levaduras gemantes, ovales de dos a cuatro micras de
diámetro. Los blastoconidios se encuentran en el extremo angosto de la levadura, tienen
cuello estrecho con aspecto de fino filamento.
Pruebas inmunológicas
Según algunos autores estas pruebas son positivas en aproximadamente el 90 % de los
casos de histoplasmosis sistémica, pero esta proporción es mucho menor en infecciones
localizadas o asintomáticas en individuos inmunodeprimidos.
• La prueba de fijación del complemento es más sensible que la inmunodifusión,
mientras que esta es más específica. La aparición de bandas H y M le confieren alta
especificidad a esta prueba:
� Banda M: indica infección activa o pasada, o la aplicación reciente de la prueba
intradérmica de hitoplasmina.
�Banda H: indica infección activa, casi siempre parece acompañada de la banda M.
• También se puede realizar aglutinación por látex, donde se mezcla suero con
partículas de látex cubiertas con histoplasmina.
• Además de estas pruebas se puede realizar CIEF y ELISA.
Prueba intradérmica de histoplasmina
• Consiste en la inoculación de 0,1 ml de antígeno metabólico obtenido del filtrado de un
cultivo de la fase filamentosa de Histoplasma capsulatum (histoplasmina), previamente
diluido y estandarizado. La lectura de la prueba se realiza a las 48-72 horas.
• Su positividad está dada por la formación de una zona de induración con un diámetro
mayor de 5 mm. Se considera que esta prueba es positiva entre los 15 y 40 días
siguientes a la infección. Su valor diagnóstico es limitado, sin embargo, ha sido una
herramienta importante en el conocimiento de la epidemiología de la histoplasmosis ya
que ha permitido delimitar las áreas endémicas. En las formas graves de la
histoplasmosis, la negativización de la intradermorreacción es índice de mal pronóstico.

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