Micologia
Micologia
Micologia
MUESTRA
Aparecen
colonias
Examen sospechosas.
directo CULTIVO Características
y tipo de
Fresco: +/- crecimiento
KOH o NaOH
LEVADURIFORMES
FILAMENTOSOS
Tinciones
Pruebas bioquímicas
Azul de lactofenol, y/o serológicas Caracterización
Gram, de los macro y
Tinta china, microconidios
Histopatológicas.
Test de filamentación
Cultivo
• Las diversas especies de Cándida crecen en la
mayoría de los medios habituales como
Sabouraud, agar sangre, infusión de cerebro
corazón y extracto de levadura. Es importante
saber que Cándida albicans crece en medio de
Sabouraud-cloranfenicol-cicloheximida, pero
algunas especies son inhibidas por esta última
(C. tropicalis, C. parapsilosis, C. krusei, y C.
zeylanoides), por lo que se recomienda
siempre sembrar en los dos medios de
Sabouraud.
• Las características de las colonias son
similares en estos medios, crecen de 2 a 3
días a 28-37oC, dando colonias blanquecinas,
húmedas, limitadas, opacas y en ocasiones se
observa pseudomicelio dentro del agar. En
ocasiones se puede observar una coloración
blanco amarillento o rosa (Cándida
guilliermondii).
• Hay medios selectivos para el género Cándida, como el Biggy, rico en citratos que
eliminan la flora bacteriana y sulfitos que son reducidos a sulfuros, de manera que las
colonias se ven de un color café oscuro, lo que las hace distinguibles de otros hongos
levaduriformes.
• El hecho de que se obtenga un cultivo puro de cándida no indica forzosamente una
candidiasis, ya que estas integran parte de nuestra flora, por lo que es necesario una
estrecha correlación con los aspectos clínicos, para llegar al diagnóstico.
Microscopía de la colonia
Se observan blastosporas, dependiendo de cada especie fluctúan entre 2-10 μ de
diámetro, formando gemas de la mitad de su tamaño; en ocasiones se puede observar
pseudomicelio, sobre todo cuando provienen de medios pobres o viejos. Se tiñen bien
con azul de algodón, PAS, Wright, aunque no se rigen por el Gram, generalmente son
positivas, llegando a cambiar cuando las colonias envejecen.
Tipificación (se basa en pruebas fisiológicas y morfológicas)
Morfología en agar arroz o harina de maíz: permite diferenciar las especies de
Cándida de otras levaduras. Como característica de este género, en ese medio pueden
observarse pseudohifas, blastosporas y en el caso de cándida albicans clamidosporas
redondas de pared gruesa, terminales o intercalares.
Formación de tubo germinativo: la presencia de tubo germinativo nos permite una
rápida identificación presuntiva de Cándida albicans
Crecimiento en medio líquido de Sabouraud: Cándida krusei, crece en la superficie,
dando un velo amplio. Cándida tropicalis también crece en la
superficie pero además produce burbujas. El resto de las especies crecen en el fondo
del tubo formando un sedimento.
Asimilación de carbohidratos (auxanograma del carbono): se basa en la utilización
de determinados carbohidratos como única fuente de carbono. Los patrones de
asimilación para las diferentes especies de este género y otras levaduras de interés
médico se recogen en tablas y claves de clasificación.
Fermentación de los carbohidratos (zimograma): se basa en la producción de gas a
partir de determinados carbohidratos. Los patrones de fermentación para las diferentes
especies de este género y otras levaduras de interés médico se recogen en tablas y
claves de clasificación.
Reducción del tetrazolio: esta prueba puede servir como complemento de otras para
la diferenciación de especies:
Cándida albicans ------ Colonias crema rosa
Cándida tropicales ---- Colonias rojo violeta
Cándida krusei --------- Colonias rosa
Cándida parapsilosis-- Colonias blanco mate
Cándida guillermondii-- Colonias rojas
Determinación de los serotipos de Cándida albicans: mediante la aglutinación en
lámina es posible determinar el serotipo (A o B) a que pertenecen las cepas de C.
albicans.
Pruebas serológicas: en la candidiasis sistémica es útil la detección de anticuerpos
frente a Cándida, con vistas a realizar un diagnóstico rápido, para lo cual se han
diseñado un gran número de pruebas. Entre las más utilizadas se encuentran:
a) Inmunoprecipitación: inmunodifusión doble (DID) y la contra inmunoelectroforesis
(CIEF), fundamentalmente.
b) Inmunofluorescencia indirecta (IFI), para la detección de anticuerpos específicos
anti-tubo germinativo.
c) Análisis inmunoenzimáticos (ELISA): tanto para la detección de anticuerpos
como antígenos circulantes (mananos) de Cándida spp, los cuales presentan mayor
especificidad.
DERMATOFITOS
Las dermatofitosis o tiñas son infecciones
producidas por hongos denominados
dermatofitos, que tienen tendencia a invadir
los tejidos queratinizados de la piel y los
anexos (pelos y uñas).
Son unas de las micosis más frecuentes y
constituyen del 20 al 25 % de las consultas
dermatológicas.
Posee tres géneros:
Trichophyton, con 28 especies.
Microsporum, con 20 especies.
Epidermophyton, con 1 especie.
Microsporum canis
Trichophyton rubrum
Formas clínicas
Es tradicional clasificar a las dermatofitosis de acuerdo a la parte del cuerpo que afect
Tiña corporis
Tratamiento.
El tratamiento de las dermatofitosis puede ser de aplicación tópica o sistémica.
- En los casos donde el dermatofito invade el pelo y las uñas, el tratamiento de elección
es sistémico. Griseofulvina en dosis de 10 mg/Kg de peso/ día, repartido en dos tomas,
después de los alimentos, ketoconazol 200 mg/día. Itraconazol 100 a 200 mg/día,
fluconazol 3 - 6 mg/Kg/semana, terbinafina 250 mg /día. Hasta que ocurra la
queratopoyesis.
- Tratamiento tópico. Existen varios fármacos en presentación crema, loción o ungüento,
que serán usados por tres semanas. Imidazoles (miconazol, clotrimazol, bifonazol,
econazol, ketoconazol) y tiocarbamatos (tolnafatato y tolciclato; Alilaminas; terbinafina).
Criptococo neoformans
La criptococosis es una micosis sistémica aguda, subaguda o crónica, inicialmente
pulmonar causada principalmente por Cryptococcus neoformans (vars. neoformans y
grubii) y Cryptococcus gattii. La forma pulmonar es generalmente transitoria, leve y no
reconocida. Las lesiones cutáneas, óseas o viscerales pueden presentarse durante la
diseminación de la enfermedad, pero la inclusión del sistema nervioso central con
meningitis subaguda o crónica es la forma más familiar de la micosis. Aunque el hongo
tiene una amplia distribución mundial y se encuentra de manera abundante en la
naturaleza, solamente causa enfermedad grave en personas con resistencia
inmunológica muy baja. En la actualidad, la incidencia de la criptococosis es paralela a la
presentada por el SIDA.
Ecología.
Se ha postulado que C. neoformans/C. gatttii pueden ser hongos levaduriformes endo o
epífitos, que desarrollan una asociación biotrófica específica con plantas hospederas. La
dispersión de las basidiosporas ocurre con la floración de dichas plantas; las
basidiosporas aéreas están presentes en el ambiente por períodos de tiempo cortos y
son propágulos infecciosos para el humano y otros animales. Después de su
diseminación, las basidiosporas pueden sintetizar material polisacárido y convertirse en
levaduras capsuladas. Los mamíferos y aves que tienen alguna asociación con la planta
hospedera pueden pasar los criptococos a través de su intestino y eliminar levaduras
capsuladas en heces fecales. Los criptococos en el suelo o en detritos vegetales son
eliminados del ambiente por acción de la intemperie, especialmente los rayos solares y
microorganismos como bacterias y amibas, pero los criptococos acumulados en
cobertizos pueden permanecer viables durante varios años, permitiendo que estos
hábitats actúen como fuentes importantes para la dispersión de levaduras desecadas,
también infecciosas. C. neoformans var. grubii y C. neoformans var. neoformans se han
aislado a partir de varias fuentes naturales (vegetales, frutas, jugos de frutas, madera,
productos lácteos y suelo), pero es notoria su asociación con deshechos aviarios
(pericos, loros, canarios) y especialmente con excrementos de palomas. Por otro lado,
los aislamientos ambientales de C. gattii (serotipos B y C), han establecido que esta
variedad tiene una asociación ecológica estrecha con algunas especies de árboles de
eucalipto en Australia como Eucalyptus camaldulensis, E. tereticornis, E. rudis y E.
gomphocephala, así como Terminalia catappa en Colombia y Moquilea tomentosa en
Brasil.
Epidemiología.
En cuanto a frecuencia, la criptococosis se considera esporádica, aunque se menciona
que el número de casos ha aumentado exponencialmente con la aparición del SIDA.
Aunque puede ocurrir en pacientes aparentemente inmunocompetentes, su presencia
está íntimamente ligada a personas con deficiencias en el sistema inmunitario.
Se ha apreciado una estrecha relación entre C. neoformans en pacientes con SIDA y C.
gattii en pacientes inmunocompetentes.
La criptococosis tiene una distribución geográfica amplia. Los casos causados por C.
neoformans var. grubii predominan en lugares de clima templado, principalmente en EUA
(excluyendo sur de California y Hawai) y Japón y C. neoformans var. neoformans
(serotipo D) en Europa. Por otra parte, los casos provocados por C. gattii provienen
principalmente de África, Latinoamérica, Sur de EUA (California), Australia y Canadá.
• Incidencia diferencial. No hay diferencias marcadas relacionadas a la edad, raza u
ocupación en la frecuencia de la criptococosis. La micosis es más frecuente en hombres
que en mujeres (3:1).
• Vía de infección. Es aérea, las partículas infecciosas penetran al hospedero a través de
la inhalación. Excepcionalmente, se presentan casos cutáneos primarios, ocasionados
por la entrada del agente mediante una solución de continuidad.
Morfología.
Estado anamorfo o mitospórico. La reproducción asexual representa el estado
anamórfico, el cual está caracterizado por la producción de células levaduriformes
gemantes (propágulos asexuales), que típicamente desarrollan una gran cápsula
compuesta por polisacáridos. El arreglo de los componentes capsulares determina
alguno de los cuatro serotipos de la levadura: A, B, C ó D. Las levaduras son redondas
(4-6 µm de diámetro) o en ocasiones ovaladas y excepcionalmente formadoras de
seudomicelio. Tanto las levaduras madre, como los blastoconidios se caracterizan por la
presencia de cápsula.
Estado Teleomorfo. El estado sexual del hongo está caracterizado por la producción de
basidiosporas (propágulos sexuales). Filobasidiella neoformans es el teleomorfo de C.
neoformans y F. bacillispora, lo es de C. gattii. El género Filobasidiella es un
basidiomiceto, con dos tipos sexuales: "a" y "alfa" caracterizados por tener el micelio
hialino, consistente en hifas dicarióticas y un basidio alargado, portando basidiosporas
sésiles y en cadena (gemación basípeta).
Factores de virulencia
Las características más estudiadas sobre C. neoformans son la presencia de la cápsula
polisacárida y la producción de melanina. El polisacárido capsular puede: Inhibir la
producción de ciertas linfocinas provocando respuestas tanto celular como humoral muy
débiles, enlazar e inmovilizar parcialmente a los anticuerpos dirigidos contra la pared
celular y la cápsula del hongo, además enmascarar a los anticuerpos.
La presencia de la melanina funciona como un escudo que protege al hongo contra:
anticuerpos del hospedero, agentes oxidantes y la anfotericina B. Otros parámetros que
pudiesen estar relacionados con la patogenicidad de este hongo son:el tipo sexual, la
biosíntesis de adenina, producción de manitol y ureasas y presencia de miristoil-
transferasas.
Fisiopatogenia.
Al entrar por las vías respiratorias altas, el hongo coloniza el árbol bronquial, y la
evidencia sugiere que la criptococosis inicia como una enfermedad pulmonar con
diseminación a la piel, huesos, vísceras abdominales y particularmente hacia el sistema
nervioso central.
Generalmente, las lesiones pulmonares sanan espontáneamente y son asintomáticas. La
criptococosis pulmonar benigna, probablemente representa una ligera o mínima
exposición y se llega a identificar por el hallazgo accidental en autopsia de un granuloma
subpleural encapsulado.
Las lesiones activas son granulomatosas o mixomatosas y pueden estar caracterizadas
por masas de células de C. neoformans que debido a su crecimiento y cápsula producen
desplazamiento mecánico de tejidos del hospedero. Si las lesiones de este tipo penetran
la pared de un bronquio, se descarga un gran número de células fúngicas en el esputo.
Las lesiones pulmonares de criptococosis no calcifican y es probable que la mayoría de
ellas sanen sin formar “criptococomas” y sin dejar evidencia.
En la autopsia, las lesiones pulmonares primarias se observan como nódulos de 1- 7 cm
de diámetro, localizados cerca de la superficie pleural, del hilio o en el centro del lóbulo.
En pulmones con infección criptococal progresiva, las lesiones se aprecian como
granulomas miliares, pequeños abscesos, o lesiones mucoides grandes y sólidas de
neumonitis incluyendo uno o mas lóbulos.
Posteriormente, el hongo se disemina por el torrente sanguíneo, vía de infección habitual
al sistema nervioso central y de otros órganos.
En el sistema nervioso central, los datos clínicos están asociados con el desarrollo de
lesiones granulomatosas en las meninges. En la necropsia, la reacción meníngea se
hace notoria en la base del cerebro y la parte dorsal del cerebelo, con membranas
espesas y opacas. En el espacio subaracnoideo se presenta, de forma característica, un
exudado mucoide adherente semejante a pequeñas "burbujas de jabón". Quitando la
membrana, en la superficie de la corteza pueden observarse múltiples y finos hoyuelos.
Se aprecian focos quísticos con masas de levaduras, predominantemente localizados en
la materia gris, los cuales pueden estar en comunicación con la superficie pero también
pueden presentarse en el mismo patrón de lesiones granulomatosas, visto en pulmones
y sistema nervioso central se da en los tejidos de cualquier órgano afectado.
La apariencia mucoide causada por criptococos es consecuencia de las numerosas
células de C. neoformans y la reacción celular tenue. Cuando C. neoformans exhibe una
reacción celular marcada, las lesiones no pueden ser distinguidas histopatológicamente
de aquelllas de otras enfermedades granulomatosas.
Debido a la encapsulación del hongo, la reacción de defensa del hospedero es
relativamente tardía. Dependiendo del grado de desarrollo capsular, las reacciones
celulares (granulomas y ocasionalmente necrosis) generalmente aparecen en infecciones
avanzadas.
Formas clínicas.
Pese a la ocurrencia ubicua de Cryptococcus neoformans, no es frecuente que se
desarrolle una enfermedad clínicamente importante en el hombre. Las manifestaciones
más severas de la micosis y su frecuencia están asociadas a una seria deficiencia
inmunitaria local o sistémica del paciente. Por consiguiente, la criptococosis es más
frecuente en personas con enfermedades como SIDA, Hodgkin, leucemia, linfosarcoma,
diabetes mellitus y en pacientes con terapias prolongadas con esteroides.
• Criptococosis pulmonar. Generalmente, las lesiones pulmonares se encapsulan y
sanan. La criptococosis pulmonar crónica ha sido reportada ocasionalmente. Las
manifestaciones clínicas no son específicas; los principales signos y síntomas son: tos y
escaso esputo mucoide con o sin hemoptisis, febrícula, malestar general y pérdida de
peso. Un estado inmunológico deficiente puede determinar el que las levaduras se
diseminen “silenciosamente” a través del torrente sanguíneo a otros órganos,
principalmente hacia sistema nervioso central.
• Criptococosis del sistema nervioso central (SNC). Las manifestaciones corresponden a
una meningitis (el cuadro más frecuente en inmunodeprimidos), meningoencefalitis o
lesiones focales con cefalea intermitente. Aunque el resultado usualmente es insidioso y
el curso crónico, el paciente puede desarrollar súbitamente vértigo, cefalea frontal
severa, temporal o postorbital y vómito. El curso agudo y severo puede indicar la
presencia de lesiones cerebrales de rápida diseminación. Los datos clínicos
corresponden a los de una lesión intracraneal extensa o meningitis cerebroespinal con
fiebre elevada, rigidez de nuca (moderada). Cabe mencionar que el meningismo solo es
aparente en un 30% de los sujetos. El paciente puede estar irritable o apático,
incoherente o comatoso. Los reflejos de rótula y talón pueden estar disminuidos pero
algunos pacientes muestran hiperreflexia. Puede estar presente papiledema importante
que requiere de frecuentes drenajes espinales para prevenir un daño óptico irreversible.
Pueden ocurrir ambliopía, diplopía, estrabismo, nistagmus, fotofobia, neuroretinitis,
hemorragia retinal y atrofia del nervio óptico. La duración de la criptococosis del SNC
varía de pocos meses a 15 - 20 años, aunque el curso usual es rápido y marcado por
una deterioración progresiva. En la mayoría de los casos crónicos, hay períodos de
remisión y eventualmente se presenta la recurrencia a la enfermedad progresiva.
Las lesiones focales por Cryptococcus se manifiestan hasta en1/5 parte de los pacientes
con SIDA. Dan lugar a datos de una masa ocupativa, tales como fiebre, dolor de cabeza,
convulsiones, hemiparesia y estado mental alterado.
• Critptococosis cutánea. Cursa generalmente de forma simultánea con una infección
sistémica y precedida por una infección respiratoria, pero existen casos que han sido
diagnosticados sin una lesión pulmonar preexistente. Las lesiones cutáneas consisten en
infiltraciones dérmicas que crecen lentamente con contornos a menudo fijos,
ocasionalmente fluctuantes, semejantes al eritema nodoso. Los nódulos cutáneos
ulcerativos de color rojo-azulado que aparecen posteriormente pueden presentar
configuraciones muy variadas y tener aspecto acneiforme, como pápulas y pústulas o
abscesos subcutáneos con superficies irregulares y granulomatosas con ulceración,
presentando a menudo infiltración e induración. Las úlceras pueden ser solitarias o
múltiples, en ocasiones con apareciencia de carcinoma o goma. Las lesiones en las
mucosas no están consideradas como sitios primarios de inoculación, a menos que
exista linfoadenopatía regional, pero es factible la diseminación hematógena o extensión
de una lesión cutánea. Las lesiones mucosas oronasales son nodulares, granulomatosas
o úlceras superficiales.
• Criptococosis ósea. Las lesiones ocurren en alrededor del 10% de los casos
reportados. Se diseminan lentamente sin proliferación periosteal, pero frecuentemente
hay osteolisis con diseminación a piel por extensión o seguida de una exploración
quirúrgica, con multiplicación del hongo que contribuye a la secreción de pus.
• Criptococosis visceral. Cualquier órgano o tejido del cuerpo es susceptible de invasión.
Las Lesiones granulomatosas son habitualmente sintomáticas, con parecido histológico a
cáncer maligno. Las lesiones del ojo incluyen papiledema, uveitis, retinitis y queratitis. La
endocarditis es una manifestación rara.
Diagnóstico radiológico
Diagnóstico de laboratorio
Serología.
Las pruebas tradicionales, tales como la identificación de anticuerpos fluorescentes,
hemaglutinantes y fijadores del complemento, han sido poco satisfactorias debido a que
la producción de anticuerpos es muy débil; en cambio, el polisacárido capsular es
demostrable en los productos patológicos (especialmente en líquido cefalorraquídeo,
suero y orina) durante fases activas de la micosis. Por lo anterior, la prueba de
aglutinación con látex sensibilizado con anticuerpos anti-Cryptococcus, es la prueba
diagnóstica de elección, debido a su alta sensibilidad y especificidad para reconocer al
antígeno polisacárido. La prueba de aglutinación con látex también se correlaciona con
los ascensos y descensos de los títulos de anticuerpos durante el curso de la
enfermedad y la respuesta al tratamiento.
La prueba de aglutinación con látex es útil para efectuar el diagnóstico, e identifica a los
diferentes serotipos (A, B, C y D) que conforman al complejo C. neoformans/C.gattii.
Tratamiento.
De manera general la criptococosis pulmonar y la curación o escisión de las lesiones
dérmicas sin una recurrencia subsecuente, tienen buen pronóstico. Por el contrario, la
diseminación de la criptococosis visceral y cerebro-meníngea tiene un pronóstico pobre.
La criptococosis del sistema nervioso central es una enfermedad fatal si no es tratada. La
criptococosis crónica de curso letal está marcada por intervalos de remisión y
exacerbación y la evaluación de la terapia es difícil e incierta.
Actualmente, la anfotericina B y el fluconazol son las únicas drogas disponibles con
eficacia probada. Están indicadas en todos los pacientes con criptococosis del sistema
nervioso central y sitios de diseminación. La anfotericina B debe ser administrada
intravenosamente a dosis que van de 0.25 a 0.75 mg/kg de peso. El medicamento debe
ser disuelto en suero glucosado 5% y protegerse de la luz. Se administra cada tercer día
por goteo lento. La dosis se mantiene durante una semana y si el paciente no muestra
reacciones colaterales, es posible incrementarla hasta una dosis máxima de 30 – 40 mg.
Para evitar los efectos colaterales es recomendable administrar analgésicos,
antihistamínicos, hidrocortisona y heparina. Además deberán valorarse pruebas de
funcionamiento hepático y renal. El fluconazol se administra a dosis de 50-150
mg/día/VO. Los mejores resultados (en el 85% de los pacientes) se obtienen al combinar
los esquemas terapéuticos de anfotericina B con fluconazol. Aun cuando las únicas
lesiones estén en piel o membranas mucosas, el tratamiento tópico (nistatina,
anfotericina B o derivados del imidazol) se combina con el tratamiento sistémico. El
itraconazol se ha empleado como profiláctico. La 5-fluorocitosina es también un fármaco
útil, sin embargo, en México no se dispone de él.
Control y prevención
Entre los patógenos oportunistas causantes de infecciones graves, Cryptococcus
neoformans es uno de los agentes más importantes. Antes de la era VIH, la criptococosis
era una enfermedad rara, pero actualmente es una de las causas más comunes de
meningitis en pacientes con SIDA. Aún cuando datos recientes indican que, con la
introducción de terapia antirretroviral altamente activa, los casos de criptococosis han
disminuido, los pacientes con SIDA siguen considerados como población de riesgo en la
adquisición de la micosis, principalmente aquellos cuya cuenta linfocitaria de CD4 es
menor a 50 células/ml.
Debido a que Cryptococcus se encuentra distribuido ampliamente en la naturaleza y que
la vía de infección es respiratoria, se hace difícil poner en práctica alguna estrategia de
control y prevención, pero tomando en cuenta que el paciente inmunosuprimido es el
más afectado podrían tomarse algunas medidas como el evitar el contacto o la
convivencia con aves (canarios, pericos australianos, palomas, otros).