Obtiene Resolucion
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SALA TERCERA
Magistrado Relator: Dr. Ruddy José Flores Monterrey
Acción de amparo constitucional
Expediente: 08903-2014-18-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 253 de 28 de julio de 2014, cursante de fs. 223 vta. a 226, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Miguel Ángel Ortiz Tomasi en
representación legal de Ermelinda Tomasi Escalante contra Adhemar Fernández Ripalda, Samuel
Saucedo Iriarte y Héctor Molina Aponte, Vocales de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz.
Refirió que, el 13 de junio de 2013, mediante Escritura Pública “1872/2013” revocó el Poder
“202/2013”; por lo que a través de nota de 14 del mismo mes y año, dirigida al entonces
representante legal, le comunicó tal proceder, además de haberlo publicado en un periódico de
circulación nacional para mayor publicidad; no obstante de ello, el apoderado en perjuicio de su
referida poderdante, el 14 de igual mes y año, desistió de la acción y del derecho a favor de los
demandados, aceptándose la conclusión del proceso por Auto de 18 de idéntico mes y año, pese a
que en la misma fecha se hizo conocer a la autoridad jurisdiccional la revocatoria de poder.
La accionante a través de su representante, señala como lesionados sus derechos al debido proceso,
en su elemento de fundamentación de resoluciones, a la igualdad jurídica, a no ser discriminado, a la
defensa, a ser oído en juicio, a la tutela judicial efectiva, al acceso a la justicia, al derecho “especial”
de las personas adultas mayores, a la dignidad humana y a la propiedad privada, citando al efecto los
arts. 14, 22, 56, 68.I y II, 71.I, 115.I y II, 117.I, 119.I y 120.I de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se deje sin efecto el Auto de Vista 444 de 3 de diciembre de 2013,
ordenándose al Tribunal de alzada dictar una nueva resolución con plena observancia y respeto de
las garantías y derechos constitucionalmente ignorados.
Celebrada la audiencia pública el 28 de julio de 2014, según consta en acta cursante de fs. 217 a 223
vta., presente la parte accionante, el abogado de los terceros interesados; y, ausentes las
autoridades demandadas, se produjeron los siguientes actuados:
La parte accionante ratificó in extenso los términos de su memorial de la presente acción de amparo
constitucional.
Adhemar Fernández Ripalda, Samuel Saucedo Iriarte y Héctor Molina Aponte, Vocales de la Sala Civil
y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no se apersonaron a la
audiencia de amparo constitucional ni presentaron informe alguno, pese a su legal notificación
cursante a fs. 214 y vta.
Luis Alberto Ruiz Guerrero y Natali Ortiz Vilagut a través de su abogado, en audiencia, sostuvieron
que: a) La acción de amparo constitucional fue firmada y presentada por Miguel Ángel Ortiz Tomasi -
hoy accionante-, quien se atribuyó la calidad de administrador de los bienes de Ermelinda Tomasi
Escalante -ahora accionante-, alegando que se hizo declarar tutor en un proceso de interdicción,
situación que no le otorgó legitimación para plantear la presente acción de defensa, pues quien
debió oponer la misma es la directamente afectada o agraviada; b) La Resolución recurrida carece de
fundamentación; sin embargo, como se tiene de antecedentes, el 18 de junio de 2013, se dictó un
Auto definitivo que ordenó el archivo de obrados y posteriormente “recién” se hizo conocer la
revocatoria de poder; por lo que si se sentían agraviados con dicho fallo, debieron activar el recurso
de apelación; al no haber hecho uso del mismo, únicamente convalidaron las actuaciones,
permitiendo que el Juez deslinde cualquier tipo de controversia sobre lo que ya estaba concluido; c)
Evidentemente se interpuso un recurso contra una mera providencia, cuando conforme al art. 215 y
216 del Código de Procedimiento Civil (CPC), los autos interlocutorios simples y decretos de mero
trámite, solo pueden ser impugnados a través del recurso de reposición con alternativa de
apelación; y, d) No obstante de ello, el Tribunal de alzada sustanció el recurso, fundamentado que
corresponde la improcedencia de la tramitación de cualquier cuestión, cuando el proceso ya
concluyó.
I.2.4. Resolución
La Sala Social y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 253 de 28 de julio de 2014, cursante de fs. 223 vta. a
226, concedió la tutela solicitada, determinando la nulidad del Auto de Vista 444 de 3 de diciembre
de 2013, debiendo emitir nueva resolución conforme a los siguientes argumentos: 1) Los miembros
del Tribunal de alzada a tiempo de resolver la apelación, si bien realizaron valoraciones inconclusas
respecto al memorial por el que se dedujo incidente de nulidad, omitieron pronunciarse sobre los
argumentos expuestos en el recurso de apelación, lo que llevó a determinar que se trata de una
Resolución que adolece de fundamentación; y, 2) Respecto a la ausencia de legitimación activa, el
accionante demostró su condición de administrador de los bienes de su madre, en virtud a una
Resolución judicial, cuyas facultades incluyen asumir la defensa en procesos judiciales, existiendo
tan solo la restricción de disponer, enajenar y gravar bienes de su representada.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.2. Ricardo Miguel Velasco Torrez en representación de la hoy accionante, mediante memorial
presentado el 14 de junio de 2013, al amparo de los arts. 304 y 305 del Código de Procedimiento
Civil (CPC), desistió de la acción -citada en el párrafo anterior- y del derecho; petición deferida por
Auto 206 de 18 del mismo mes y año, que ordenó el levantamiento de todas las medidas
precautorias dispuestas y en especial la prohibición de innovar y contratar; tal Resolución, fue
notificada al entonces representante legal el 19 del citado mes y año, adquiriendo su ejecutoria por
providencia de 5 de septiembre del mismo año (fs. 40 a 42 y 49 vta.).
II.3. La actual accionante por medio de la Escritura Pública 1872/2013 de 13 de junio, revocó el
poder conferido a Ricardo Miguel Velasco Torrez; por lo que, mediante memorial presentando el 18
del mismo mes y año, puso a conocimiento de la correspondiente autoridad jurisdiccional dicha
revocatoria; y en consecuencia, solicitó el retiro de la demanda, obteniendo como respuesta la
providencia de 15 de julio del citado año, que dispuso “Se tiene presente la revocatoria del poder y
en cuanto al retiro solicito, no ha lugar y estese a los datos del proceso” (sic) (fs. 43 y 45 a 46).
II.4. Miguel Ángel Ortiz Tomasi a través del memorial presentado el 3 de octubre de 2013, en su
condición de administrador provisional de los bienes de la hoy accionante, se apersonó al referido
proceso y dedujo incidente de nulidad, alegando que: i) Al revocarse el poder conferido a Ricardo
Miguel Velasco Torrez el 13 de junio del mismo año, no podía admitirse el desistimiento formulado
el 14 del mismo mes y año, por cuanto la revocatoria importaba la extinción del mandato; en
consecuencia, las diligencias de notificación realizadas el 19 del citado mes y año al ex apoderado
son ilegales al estar revocadas las facultades conferidas; y, ii) La intervención del apoderado luego de
la revocatoria del mandato implica violación de garantías relacionadas con la tutela judicial efectiva,
el debido proceso, el derecho a la defensa así como los principios de legalidad e igualdad de las
partes ante el Juez, petición que mereció la providencia de 4 de octubre de 2013, que refiere:
“Estese al auto de fecha 18 de junio del 2013 de fs 29 de obrados” (sic) (fs. 65 a 67).
II.6. Por Auto de Vista 444 de 3 de diciembre de 2013, los Vocales de la Sala Civil y Comercial
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz -ahora demandados-, confirmó el
proveído de 4 de octubre del mismo año, señalando que el Juez a quo al dictar la providencia
impugnada obró conforme a procedimiento, habida cuenta que al momento de presentar el
incidente de nulidad, el proceso ya había concluido por Auto de 18 de junio del citado año, hecho
que hizo improcedente la tramitación de incidentes planteados posteriormente, máxime cuando la
pretensión no está dirigida contra el Auto que declara concluido el proceso, sino contra las
notificaciones (fs. 116).
En consecuencia, corresponde en grado de revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela demandada.
Por su parte, a través de la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, el mismo Tribunal aclaró los alcances
del debido proceso y la exigencia referida a la necesidad de fundamentar y motivar las resoluciones,
así señaló: "…es necesario recordar que la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus
elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que
conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe
ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario
que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió”.
Al respecto este Tribunal Constitucional Plurinacional, vía jurisprudencia estableció que es un deber
de jueces y tribunales de la jurisdicción ordinaria, exponer en sus fallos la suficiente fundamentación
y motivación que expliquen las razones por las que se adoptó una determinada decisión, labor que
no debe ser confundida con la cita ampulosa de antecedentes, normativa aplicable y/o
jurisprudencia nacional o internacional, que si bien constituyen herramientas necesarias para emitir
una resolución, deben ser empleadas de manera mesurada; en ese contexto, la citada obligación se
torna aún más relevante cuando se trata de autoridades de alzada, quienes tienen la facultad de
revisar lo resuelto por los jueces inferiores atendiendo al mandato previsto por el art. 236 del CPC -
principio de pertinencia-.
Finalmente, cabe mencionar que el argumento expuesto por los Vocales demandados no es una
respuesta acorde a los agravios impugnados en el recurso de apelación; toda vez que, no se explica
de manera razonable ya que tras dictarse el Auto que aceptó el desistimiento no procede la
interposición de incidentes, tampoco expone las razones por las cuales se considera que un decreto
que tiene por texto “Estese al auto de fecha 18 de junio de 2013 de fs. 29 de obrados” (sic),
constituye un rechazo fundamentado a un incidente de nulidad; más aún, si se toma en cuenta que
el incidente de nulidad cuestiona la ausencia de capacidad de Ricardo Miguel Velasco Torrez para
desistir de la acción y derecho en representación Ermelinda Tomasi Escalante, y que precisamente
dio lugar a la conclusión del proceso, argumento éste último, que justamente sirvió a los Vocales de
la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, para
determinar que el rechazo al incidente de nulidad era correcto, en razón a que puso fin al litigio,
ignorando entonces las denuncias y omitiendo pronunciarse sobre las mismas, lo que
evidentemente en el presente caso, represente una violación al debido proceso en su elemento
fundamentación y amerita la concesión de la tutela reclamada.
POR TANTO