Dios Es Espiritu

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DIOS ES ESPIRITU

DIOS ES ESPÍRITU; Y LOS QUE LE ADORAN, EN ESPÍRITU Y EN VERDAD ES


NECESARIO QUE ADOREN. JUAN 4:24
En la lección anterior veíamos:

Que Dios es UNO, pero que tiene múltiples


manifestaciones o formas de darse a
conocer al hombre.
Sus principales manifestaciones son:
Padre en la creación,
Hijo en la redención y
Espíritu Santo en la regeneración.
Pero recordemos en Isaías 9:6 estas y otras
manifestaciones de Dios:

Porque un niño nos es nacido,


hijo nos es dado, y
el principado sobre su hombro; y
se llamará su nombre Admirable, Consejero,
Dios Fuerte,
Padre Eterno,
Príncipe de Paz.
Y en Timoteo 3.16 E indiscutiblemente
grande, es el misterio de la piedad:

Dios fue manifestado en carne,


Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
Aunque Dios en su esencia es espíritu,
fue manifestado en carne (Hijo =
Jesucristo), con el propósito de redimir
al hombre de su pecado y librarlo de la
muerte, lo cual solo un pariente podía
hacerlo

Vamos a analizar algunos versículos de


la Biblia donde nos dice que Dios es
Espíritu:
La creación
Génesis 1.1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu
de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Aquí vemos claramente que Dios


(Espíritu de Dios) creó todo lo que
existe y el Espíritu de Dios se movía
creando todo, como vemos del
versículo 3 al 31 (Luz (día-noche), los
cielos, la tierra, la hierba, los árboles,
las lumbreras, todos los animales y el
hombre y todo lo creó con su palabra,
es decir por el verbo (Juan 1.1-3)
Dios cuida de su creación
Salmos 104.1 Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová Dios mío,
mucho te has engrandecido; Te has vestido de gloria y de
magnificencia. 2 El que se cubre de luz como de vestidura, Que
extiende los cielos como una cortina, 3 Que establece sus aposentos
entre las aguas, El que pone las nubes por su carroza, El que anda
sobre las alas del viento; 4 El que hace a los vientos sus
mensajeros, Y a las flamas de fuego sus ministros. 5 El fundó la
tierra sobre sus cimientos; No será jamás removida. 6 Con el
abismo, como con vestido, la cubriste; Sobre los montes estaban
las aguas. … 30 Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz
de la tierra.
Vamos cómo ese Espíritu (Dios) es engrandecido, se viste de gloria y
magnificencia, se cubre de luz, como extendió los cielos, como la
naturaleza está a su disposición, como fundó y cimentó la tierra.
Omnipresencia y omnisciencia de Dios
Salmos 139.7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde
huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás
tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú
estás. 9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el
extremo del mar, 10 Aun allí me guiará tu mano, Y me
asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me
encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de
mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti,
Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las
tinieblas que la luz.
Cómo Dios es Espíritu él tiene dos atributos
que solo él en su esencia (espíritu) puede
tener y son La Omnipresencia (él está en
todas partes, como lo vemos en este salmo y
Omnisciencia, él todo lo sabe, porque él está
en todo lugar y vamos a analizar que sabe él
del hombre, según este salmo:

Conoce todo del hombre (de mí y de ti),


desde los más íntimos pensamientos, lo que
expreso con mi boca, mi andar, mis caminos,
mi sentarme y mi levantarme, etc.
1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi
levantarme; Has entendido desde lejos mis
pensamientos. 3 Has escudriñado mi andar y
mi reposo, Y todos mis caminos te son
conocidos. 4 Pues aún no está la palabra en
mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes
toda. 5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre
mí pusiste tu mano. 6 Tal conocimiento es
demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo
puedo comprender.

Cómo él me formó, él conoce todo el proceso desde que fui un embrión,


como fue formada cada parte de mi cuerpo, y todo dice está escrito en
un libro…
13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me
hiciste en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré;
porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que
en oculto fui formado, Y entretejido en lo más
profundo de la tierra.16 Mi embrión vieron tus
ojos, Y en tu libro estaban escritas todas
aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin
faltar una de ellas.

Dios conoce que pienso de los malos, como


me comporte frente a mis enemigos, y como es
Todopoderoso, puede ayudarme a examinarme
mis emociones y a guiarme por el camino de
salvación.
19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío;
Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios. 20
Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus
enemigos toman en vano tu nombre. 21 ¿No odio,
oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco
contra tus enemigos? 22 Los aborrezco por
completo; Los tengo por enemigos. 23
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si
hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el
camino eterno.

Vemos que la Omnipresencia y la Omnisciencia de


Dios son exclusivas de él, porque él es Espíritu y
puede estar en todas partes y lo sabe todo.
¿Quién es el Espíritu Santo?
Dios es Espíritu y es Santo. JESÚS ES EL ESPIRITU SANTO

En Juan 4:24 dice: "Dios es Espíritu." No hay más que un Espíritu en Dios. Efesios
4:4 lo declara: "Un cuerpo, y un Espíritu."
En Juan 14-8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo:
¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que
me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él
hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra
manera, creedme por las mismas obras.
Aquí vemos cómo el Señor Jesucristo le dice
a Felipe que él y el padre son uno, porque
el Padre (Espíritu) mora en él (en
Jesús=Hijo)

Vemos en Juan 14. 15 Si me amáis, guardad


mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al
Padre, y os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu
de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero
vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros, y estará en vosotros. 18 No os
dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
Hechos 1.4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran
de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre,
la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan
ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos
días. 6 Entonces los que se habían reunido le
preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a
Israel en este tiempo? 7 Y les dijo: No os toca a vosotros
saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su
sola potestad; 8 pero recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y
hasta lo último de la tierra.

El Espíritu Santo no es una persona aparte de Dios, sino


que es otra función, manifestación o actividad de Dios.
Es la actividad misma de Dios, o Dios mismo
accionando.
Pero ¿quién es ese Espíritu? En 2 Corintios 3:14-17
hablando de Israel dice: "Pero el entendimiento de ellos
se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el
antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto el
cual por Cristo es quitado ... Pero cuando se convierten al
Señor, el velo se quitará. Porque el señor es el Espíritu; y
donde esta el Espíritu del Señor, allí hay libertad".

El Apóstol Tomás sabía quién era ese Señor, cuando ve al


Cristo resucitado y se da cuenta que es Jesús, exclamó
"¡Señor mío y Dios mío!" -Juan 20:28. Si Jesús no era su
Señor, lo hubiera corregido en el acto. También Pedro
hablando a los de la casa de Cornelio les dice: "Díos envió
mensaje a los hijos de Israel, anunciado el evangelio de la
paz por medio de Jesucristo; este es Señor de
todos" -Hechos 10:36.
El Espíritu Santo es llamado "el espíritu de
Cristo". Vemos en Romanos 8:9 donde al
Espíritu se le llama el Espíritu de Cristo:
"Mas vosotros no vivís según la carne, sino
según el Espíritu, si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y sí alguno no tiene
el espíritu de Cristo, no es de el".

En Filipenses 1:19 nos habla del "Espíritu de


Jesucristo"; en 1 Pedro 1:11 lo llama el
"Espíritu de Cristo". ¿Es que hay dos
Espíritus? No, porque Efesios 4:4 solo
acepta un Espíritu. También en 1 Corintios
12:13 nos habla de "un solo espíritu", y en
Efesios 2:18 habla de "un mismo espíritu".
Si fuéramos a creer que el Padre y el Espíritu
Santo son dos personas distintas, entonces no
sería un Espíritu, sino dos; porque en Juan
4:24 y Mateo 10:20 nos muestran claramente
que el Padre es Espíritu cuando dice:
"Porque no sois vosotros que habláis, sino el
Espíritu de vuestro Padre que habla en
vosotros". Pero no hay dos, sino solo uno y el
mismo Espíritu. Juan 4:24 dice que "Dios es
Espíritu" (Singular), no dice "Dios es
Espíritus" (plural). Si hay dos entonces no
somos monoteístas, sino politeístas; pero la
Biblia claramente enseña que solo hay uno.
La Biblia dice que: "Nadie puede llamar a Jesús
Señor, si no es por el Espíritu de Dios". Por lo tanto,
donde quiera que Jesús sea exaltado, levantado,
establecido como Señor, "allí hay libertad". Allí se
moverá la presencia y el Espíritu de Dios. Allí habrá
bendición y la manifestación del poder de Dios.
Perla Bíblica
Juan 4.24 Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren.
La enseñanza de que "Dios es espíritu" se
encuentra en Juan 4 y el contexto en el
cual el Señor Jesús dijo está afirmación, fue
en el diálogo que él tuvo con la mujer
samaritana en el pozo de Jacob, donde el
Señor estaba sentado por estar cansado y
vino esta mujer a sacar agua y se dio el
siguiente diálogo:
7 Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: Dame
de beber. 8 Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a
comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: 9 ¿Cómo tú,
siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer
samaritana? (Porque los judíos no se tratan con los
samaritanos.) 10 Jesús le respondió: Si conocieras el don de Dios,
y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido
a él, y él te habría dado agua viva. 11 Le dice la mujer: Señor, no
tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues,
tienes esa agua viva? 12 ¿Es que tú eres más que nuestro padre
Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus
ganados? 13 Jesús le respondió: Todo el que beba de esta agua,
volverá a tener sed; 14 pero el que beba del agua que yo le dé,
no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá
en él en fuente de agua que brota para vida eterna. 15 Le dice
la mujer: Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed
y no tenga que venir aquí a sacarla. 16 El le dice: Vete, llama a
tu marido y vuelve acá.
17 Respondió la mujer: No tengo marido. Jesús le dice: Bien
has dicho que no tienes marido, 18 porque has tenido cinco
maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has
dicho la verdad. 19 Le dice la mujer: Señor, veo que eres un
profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte y
vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe
adorar. 21 Jesús le dice: Créeme, mujer, que llega la hora en
que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre.22
Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que
conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero
llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores
verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad,
porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24
Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y
verdad. 25 Le dice la mujer: Sé que va a venir el Mesías, el
llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo. 26 Jesús
le dice: Yo soy, el que te está hablando.
En la enseñanza de cómo y a quién se debe
adorar, el Señor Jesús le explica a la mujer que el
Padre es Espíritu y por consiguiente sus
adoradores le deben adorar también en espíritu
y en verdad.

Dios en su esencia es Espíritu y es nuestro Padre


celestial.

Un espíritu no tiene cuerpo (carne ni sangre).


Dios (Hijo) vino a la tierra en forma humana
(Juan 1:1), Jesús es Emmanuel (Dios con nosotros)
(Mateo 1:23).
En la palabra de Dios (Biblia) se usa el
antropomorfismo, que es una forma figurativo
de referirse a él, por medio de la cual algunas
veces se habla de Dios como si él (Espíritu),
tuviera un cuerpo, pero solo es para que el
creyente pueda entender mejor, lo cual no
implica que en verdad tenga cuerpo:
Isaías 59:1 menciona "la mano" y "el oído" de
Dios.
2 Crónicas 16:9 habla de "los ojos" de Dios.
Mateo 4:4 coloca palabras en “la boca” de
Dios.
Deuteronomio 33:27 Dios tiene "brazos".
Un espíritu no lo podemos ver con la naturaleza
que tenemos en este momento, es decir, Dios
(Espíritu) es invisible), por lo cual existen
teofanía de Dios, o manifestaciones de Dios con
propósitos determinados:

Se presentó a Abraham y a muchos en la


antigüedad como el Ángel de Jehová
Se presentó a Moisés como una zarza ardiendo
Estuvo con el pueblo de Israel en su trayectoria
por el desierto, como columna de nube y
columna de fuego
Y en el Nuevo Testamento se encarnó (tomó velo
de carne o cuerpo) en Jesucristo, con el propósito
de hacerse nuestro pariente y morir en cambio
nuestro (salvarnos)
Colosenses 2.9 Porque en él (JESUCRISTO) habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y
vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de
todo principado y potestad.
Colosenses 1:15 llama a Dios "el Dios invisible".
1 Timoteo 1:17 alaba a Dios, diciendo: "al Rey de los
siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea
honor y gloria por los siglos de los siglos".

Dios es Espíritu y vive por siempre, es sin principio y


sin fin y lo podemos conocer:
Josué 3:10 "En esto conoceréis que el Dios viviente
está en medio de vosotros".
Salmo 84:2 declara, "Mi corazón y mi carne cantan
al Dios vivo".
Desde el punto de vista filosófico, Dios
debe ser un espíritu a fin de ser infinito.
Además, si Dios estuviera limitado a un
cuerpo físico, no podría ser omnipresente
(en todo lugar al mismo tiempo). Dios el
Padre no se limita a las restricciones
dimensionales de las cosas creadas, pero
puede estar en todos los lugares al mismo
tiempo. Dios es la primera causa
inexistente, que es el poder detrás de
todos los otros seres.
Juan 4:24 como Dios es espíritu, es necesario que los
creyentes lo adoremos en espíritu, es decir, también con
nuestro espíritu, no con nuestra carne, y en verdad,
porque Jesús (Dios manifestado en carne), es el camino,
la verdad y la vida y nadie viene al Padre (a
Jesucristo), sino por él (el mismo), porque él fue quien
reconsilio consigo mismo todas la cosas y nos dio
entrada al Padre, en este momento no es importante el
lugar donde se adore, ni tradiciones de adoración como
lo hacían tanto judíos como samaritanos, sino que el
Espíritu Santo guía a nuestro espíritu en la adoración.

Cuando el Señor Jesucristo venga por nosotros (Su Iglesia) seremos


transformados (cuerpos celestiales) y lo veremos tal como él es
(Espíritu).

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