Simon Pedro

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MARKUS BOCKMUEHL

SIMÓN PEDRO
En la Escritura
y en la memoria

EDICIONES SÍGUEME
SALAMANCA
2014
Cubierta diseñada por Christian Hugo Martín

© Traducción de Francisco Javier Molina de la Torre sobre el original inglés

© Markus Bockmuehl, 2012


Publicado originalmente en inglés con el título Simon Peter in Scripture and
Memory, por Baker Academic, a division of Baker Publishing Group, Grand
Rapids, Michigan, 49516, U.S.A.
All rights reserved
© Ediciones Sígueme S.A.U., 2014
C/ García Tejado, 23-27 - E-37007 Salamanca / España
Tlf.: (+34) 923 218 203 - Fax: (+34) 923 270 563
[email protected]
www.sigueme.es

ISBN: 978-84-301-1861-8
Depósito legal: S. 62-2014
Impreso en España / Unión Europea
Imprime: Gráficas Varona S.A.
Contenido

Introducción ........................................................................ 9

I. Pedro en el canon y en la memoria ............................... 13


1. Simón Pedro… ¿en la memoria viva? ........................... 15
2. El Pedro del Nuevo Testamento ..................................... 37

II.  Pedro en la «memoria viva» de Oriente y Occidente . 57


3. Pedro en Oriente ............................................................ 59
4. Pedro en Occidente ........................................................ 145

III.  Historia y memoria: análisis de dos casos ................. 221


5. Cómo se convirtió Pedro en un discípulo ...................... 223
6. De su improbable ciudad natal a una misión global ...... 239

Consideraciones finales ...................................................... 255

Bibliografía ............................................................................ 265


Índice de nombres .................................................................. 281
Índice de citas bíblicas y de literatura antigua ...................... 285
Índice general ......................................................................... 297
INTRODUCCIÓN

¿Quién fue san Pedro? Tras siglos de ser el hijastro olvidado


de la exégesis crítica de la Biblia (sobre todo de la protestante), en
las últimas décadas el interés por su figura ha conocido un notable
renacimiento. Cada vez más estudiosos –protestantes y católicos–
trabajan para ofrecer una imagen menos polarizada y más construc-
tiva de la función que desempeñaba Pedro en la primera generación
del movimiento de Jesús. En cierto sentido, la semilla que sembró
Oscar Cullmann a mediados del siglo XX ha fructificado, si bien
con notable retraso1. En aquel momento fue muy polémico el que
un estudioso protestante defendiera la historicidad fundamental de
Mt 16, 17-19 y, a partir de ese pasaje, el encargo de Jesús a Pedro
(¡aunque no a sus sucesores!), que lo señala como la figura clave
del cristianismo primitivo, como la «roca, el fundamento de todas
las iglesias de todos los tiempos»2. Hoy apenas sorprende afirmar
que esta nueva atención que se está prestando a Pedro contribuye
a remediar siglos de olvido y distorsiones. Sirvan de muestra estas
palabras de Martin Hengel: «La importancia histórica y teológica
del pescador de Betsaida ha sido en general minusvalorada en los
círculos exegéticos tanto evangélicos como católicos»3.
Este es el segundo libro que, tras más de una década de inves-
tigación, dedico a la figura de Pedro. El primero, The Remembered
Peter 4, vio la luz en 2010, aunque he de reconocer que el proyecto

1. O. Cullmann, Peter: Disciple, Apostle, Martyr. A Historical and Theological


Es­say, London 1953 (original alemán: 1952).
2. Cullman, Peter, 238.
3. Hengel, Saint Peter, ix. [Cf. las referencias completas en la Bibliografía final].
4. Una o dos respuestas a ese libro han contribuido a aclarar varios aspectos del
presente estudio, mientras que los críticos impacientes con la falta de conclusiones
generales («históricas» y de otra índole) en ese volumen más técnico pueden hallar al-
gunas aquí. Pese a desacuerdos inevitables en cuestiones de interpretación, agradezco
especialmente la cuidadosa, inquisitiva y valiosa crítica de John Cook (2011).
10 Introducción

en el que me embarqué en 1999 era muy distinto del que ahora


presento en estas páginas. Por aquel entonces sólo pensaba en una
obra complexiva, quizá un magnum opus, pero poco a poco se fue
convirtiendo en un libro de estudios especializados, necesitado de
una continuación que ahora ve la luz. Me baso aquí, en buena me-
dida, en la investigación recogida en el primer volumen, pero la sin-
tetizo de una forma menos técnica, ofreciendo una narración que
tiene en cuenta la exégesis sobre el Pedro del Nuevo Testamento y
la recepción de esta figura en los dos primeros siglos. Una parte de
lo que al principio me propuse ha sido superada por el creciente in-
terés en Simón Pedro. Pero hoy un «nuevo Cullmann» es, sin duda,
menos necesario que a finales del siglo pasado.
Espero que ambos volúmenes se complementen y que respon-
dan a los intereses de un público amplio: desde los especialistas
(profesores, alumnos y agentes de pastoral) hasta los lectores en
general. Confío, además, en que sirva no tanto para alcanzar res-
puestas definitivas como para suscitar el debate.
Me resulta imposible mencionar a todas las personas que han
contribuido a mejorar esta obra; sin embargo, no puedo dejar de
citar a los participantes en los cursos bíblicos en el Saint Anne’s
College (Oxford, 2004) y el Regent College (Vancouver, Canadá,
2008), así como en la Australasian Christian Conference for the
Academy and the Church (Brisbane, 2010). También al St. Geor-
ge College en el Castillo de Windsor, Westerley Road Church en
Princeton (New Jersey), y a la iglesia de San Nicolás en Cud­
dington. Agradezco asimismo el apoyo de la British Academy Re-
search Readership, que me permitió disfrutar de dos semestres sa-
báticos y de dos estancias en el Centro de Investigación Teológica
de Princeton en los años 2000 y 2005. En las etapas finales de esta
obra también contribuyeron sendas becas del Keble College y la
John Fell Fund de la Universidad de Oxford para mis doctorandos
Benjamin Edsall y Nicholas Moore, a quienes (junto a mi colega
David Lincicum) agradezco la ayuda fundamental que prestaron
de cara a la mejora y la edición del texto.
Dada la génesis de este libro, he tratado de reducir el aparato
crítico, ya presente en The Remembered Peter. A nivel metodoló-
gico, me acerco a la figura neotestamentaria de Pedro –esencial,
Introducción 11

pero escurridiza– como a una especie de laboratorio donde explo-


rar las posibilidades y límites de las figuras originarias del cristia-
nismo que dejaron huella en la memoria viva. Años atrás intenté
analizar las recientes crisis y anticipar el futuro de los estudios
del Nuevo Testamento, sugiriendo que, en un momento en que la
discusión se fragmenta y la confianza en la crítica bíblica se des-
vanece, puede tener un gran valor buscar un diálogo común reno-
vado sobre los lectores y las lecturas implícitos de los textos, así
como sobre su historia efectual primitiva5.
En todo caso, los lectores juzgarán por sí mismos los resultados.
La atención a las lecturas y a las huellas implícitas en la memoria
viva puede que sugiera poca confianza en los métodos histórico-
críticos y sus resultados seguros, pero creo que favorece la com-
prensión de que el Simón Pedro de la historia, al igual que el Jesús
histórico, ha estado envuelto desde el principio en la memoria y en
la interpretación comunitaria de uno u otro tipo. En otras palabras,
Simón Pedro es siempre el Pedro de alguien, ya sea amigo o adver-
sario, y no una figura que podamos recuperar de forma neutral y
objetiva. Además, desde los comienzos mismos ese alguien resulta
ser principalmente la comunidad eclesial en su asombrosa diversi-
dad de fe, prácticas y formas de comprensión.
La imagen de Pedro ha servido a menudo de eje simbólico de
la exégesis bíblica, sobre todo en el ámbito protestante de los dos
últimos siglos. La cuestión de la oposición entre Pedro y Pablo,
considerada como un signo diferenciador por parte de la reflexión
cristiana primitiva (así como por la reflexión histórico-crítica), ya
la traté en mi primer libro6. Quienes lean cualquiera de mis dos vo-
lúmenes advertirán que el legado del crítico alemán del siglo XIX
Ferdinand C. Baur sigue estando muy presente en puntos clave to­
davía debatidos sobre la naturaleza del cristianismo primitivo: el
conflicto frente al consenso, el legalismo frente al evangelio «libe-
rado de la ley», el particularismo judeocristiano (de un tipo presun-
tamente estricto e introspectivo) frente al universalismo cristiano
paulino de corte progresista, el protestantismo frente al catolicismo
en cuanto verdadero heredero del evangelio de los apóstoles, etc.

5. Bockmuehl, Seeing the Word.


6. Bockmuehl, Remembered Peter, 94-113 (esp. 61-70).
12 Introducción

Baur escribió que «el paulinismo convirtió el principio del univer-


salismo cristiano en un elemento integral de la conciencia cristiana
general», de forma que garantiza para sí y para la iglesia «la capa-
cidad de dar un paso al frente, con su decisión y agudeza origina-
les, cada vez que el catolicismo jerárquico pretenda imponerse al
cristianismo evangélico y ofenda la conciencia original cristiana
en su elemento más fundamental»7.
El recorrido que trazo aquí difiere de forma significativa de la
imagen clásica del Pablo protestante, pese a lo vinculante que fue
y quizá siga siéndolo en algunos ámbitos. Confío en que no se vea
aquí un torpe ataque al fantasma del hiperpaulinismo de Baur, tal
como presuntamente se halla en la investigación bíblica o filosófica
actuales. Tampoco será un ejercicio de apologética compensatoria,
al servicio de intereses «conservadores» –ya sean bíblicos, católicos
o de otra clase–. Por el contrario, deseo sugerir que las polaridades
decimonónicas, tales como la que contempla el progreso a través
del conflicto o la dicotomía estructura-libertad, pueden dar paso a
explicaciones más matizadas de la unidad y la diversidad en nues-
tra concepción del surgimiento del cristianismo. Cuando se tiene en
cuenta este aspecto, la figura de Simón Pedro, de otro modo ignora-
da, asume de improviso un papel clave próximo al epicentro de los
orígenes cristianos. Precisamente en su asombrosa variedad, la me-
moria del cristianismo primitivo en torno a Pedro subraya, a mi jui-
cio, la enorme lucidez de la intuición de James Dunn, según la cual
«Pedro fue probablemente, de hecho y en sus efectos, el puente
(pontifex maximus) que hizo más que ningún otro por cohesionar la
diversidad del cristianismo del siglo I»8. Igualmente, mi lectura de
Pedro vincula los hechos y los efectos petrinos, aunque además se
permite considerar que los últimos ofrecen en ocasiones una guía
histórica útil a la hora de entender los primeros.

7. Baur, Church History I, 113.


8. Dunn, Has the Canon a Continuing Funtion?, 577; cf. Id., Unity and Diver-
sity, 385-386.
ÍNDICE GENERAL

Introducción ............................................................................... 9

Primera parte
Pedro en el canon y en LA MEMORIA

1. Simón Pedro… ¿en la memoria viva? ................................ 15


1. ¿Por qué la historia es siempre más que la arqueología? .... 18
2. Comprender lo que ocurrió a la luz de lo que ocurrió
después .............................................................................. 32
3. Conclusión: el apóstol recordado ...................................... 34
2. El Pedro del Nuevo Testamento ........................................ 37
1. Pedro en los evangelios ..................................................... 38
a) Los antecedentes de Pedro ............................................ 40
b) La llamada de Pedro al discipulado .............................. 42
c) Pedro como confidente y representante ........................ 45
d) Pedro en el relato de la pasión ...................................... 47
2. Pedro en los Hechos de los apóstoles ............................... 48
3. Pedro en las cartas de Pablo .............................................. 49
4. Las cartas petrinas ............................................................. 51
a) 1 Pedro .......................................................................... 52
b) 2 Pedro .......................................................................... 55
5. Algunas conclusiones preliminares .................................. 55

Segunda parte
Pedro en la «memoria viva» de Oriente y Occidente

3. Pedro en Oriente ................................................................. 59


1. ¿Un recuerdo local de Pedro en Siria? .............................. 62
2. Pedro en la literatura siria primitiva .................................. 65
a) Serapión de Antioquía .................................................. 66
b) Justino Mártir ............................................................... 70
298 Índice general

c) Ignacio de Antioquía .................................................... 72


1) La carta de Ignacio a Esmirna .................................. 73
2) La carta de Ignacio a Roma ..................................... 74
3) ¿Qué podría recordar Ignacio? ................................. 75
d) ¿Qué recordaron otros sirios? ....................................... 77
1) Evangelios apócrifos sirios ...................................... 79
2) Las Pseudo-Clementinas .......................................... 84
3. Pedro en Juan y en Mateo ................................................. 88
a) Pedro según Juan .......................................................... 88
1) Pedro en el «libro de los signos» de Juan (Jn 1–12) . 89
2) Pedro en el «libro de la Gloria» de Juan (Jn 13–21) . 92
3) Resumen: Pedro en el cuarto evangelio ................... 101
b) Pedro según Mateo ....................................................... 102
1) El Marcos de Mateo y la fecha de origen .............. 102
2) La localización de Mateo ....................................... 104
3) Los recuerdos de Pedro en Mateo .......................... 107
4) La llamada de Pedro ............................................... 108
5) La curación de la suegra de Pedro ......................... 109
6) Pedro como líder de la misión ................................ 109
7) Pedro camina sobre las aguas ................................. 109
8) Pedro y la cuestión sobre la pureza ........................ 110
9) La confesión de Pedro ............................................ 110
10) El reproche a Pedro ................................................ 117
11) Pedro en la Transfiguración .................................... 118
12) Pedro y el impuesto del templo .............................. 119
13) Pedro y el perdón radical ........................................ 120
14) Pedro y el joven rico ............................................... 121
15) La predicción de la negación de Pedro .................. 122
16) Pedro en el huerto .................................................. 123
17) La negación de Pedro ............................................. 123
18) Mt 28, 16 y otras omisiones desconcertantes ........ 125
Excursus: ¿Tuvo sucesores Pedro? ............................... 127
c) ¿Pedro contra Pablo? .................................................... 129
d) Resumen: el Pedro sirio de Mateo ................................ 130
4. El recuerdo de Pedro en las cartas orientales del Nuevo Tes­
tamento .............................................................................. 131
a) La Carta segunda de Pedro ........................................... 132
b) La Carta a los gálatas ................................................... 136
Conclusión ............................................................................. 141
Índice general 299

4. Pedro en Occidente ............................................................. 145


1. Los cristianos en Roma ..................................................... 145
2. Pedro y Roma .................................................................... 148
3. Dionisio de Corinto ........................................................... 152
4. Marción ............................................................................. 154
5. Flegón de Trales ................................................................ 155
6. Clemente de Roma ............................................................ 158
7. Lucas y Hechos: ¿un recuerdo romano? ........................... 163
a) Pedro en el evangelio de Lucas .................................... 167
1) La primera aparición de Pedro (Lc 4, 38-39) ........... 168
2) La pesca milagrosa (Lc 5, 1-11) .............................. 169
3) Pedro en la lista de los apóstoles (Lc 6, 14) ............. 171
4) Pedro, Jairo y la mujer hemorroísa (Lc 8, 45.51) .... 172
5) La confesión mesiánica de Pedro (Lc 9, 20) ............ 172
6) La transfiguración (Lc 9, 28-36) .............................. 173
7) Las dos intervenciones de Pedro (Lc 12, 41; 18, 28) . 173
8) Pedro y Juan preparan la última cena (Lc 22, 8) ..... 174
9) La predicción de la negación de Pedro (Lc 22, 31-34) . 175
10) Las negaciones y la contrición de Pedro (Lc 22, 54-62) . 178
11) La resurrección (Lc 24, 12.34) ................................ 179
b) Pedro en los Hechos de los apóstoles ........................... 180
8. ¿Pedro en 1 Pedro? ............................................................ 183
9. Marcos: el evangelista de Pedro ........................................ 191
a) ¿Un recuerdo realista de Pedro? ................................... 191
b) El Pedro de Marcos como Pedro .................................. 193
c) Marcos en el contexto palestino de Pedro .................... 199
d) Ecos y lagunas de la memoria ...................................... 200
e) La excepción que confirma la regla .............................. 203
10. La memoria occidental de Pedro antes del evangelio de
Marcos .............................................................................. 206
a) La Carta a los romanos ................................................. 206
b) La Carta primera a los corintios ................................... 208
11. ¿Una memoria local en Roma? ......................................... 211
a) La geografía cristiana de Roma: dónde vivían los cris-
tianos ............................................................................ 212
b) Gayo ............................................................................. 213
c) ¿La tumba de Pedro en el Vaticano? ............................. 216
12. Conclusión: Pedro en la memoria oriental y occidental .... 219
300 Índice general

Tercera parte
Historia y memoria: análisis de dos casos

5. Cómo se convirtió Pedro en un discípulo ......................... 223


1. Preliminares ...................................................................... 224
2. Un silencio elocuente en el relato de la pasión de Lucas ... 226
3. Pedro y el gallo del Viernes Santo en el arte primitivo ..... 231
4. Conversión y crucifixión de Pedro: los Hechos de Pedro ... 233
5. Dar sentido a la conversión de Pedro en el Nuevo Testamento . 235
a) 1 Pedro sobre el nuevo nacimiento ............................... 235
b) La triple restauración de Pedro en el evangelio de Juan . 236
6. Conclusión ........................................................................ 237
6. De su improbable ciudad natal a una misión global ....... 239
1. El origen de Pedro: las tradiciones evangélicas ................ 240
a) Betsaida en el ministerio de Jesús ................................ 240
b) Los orígenes de Pedro .................................................. 242
c) El Pedro de Juan y Betsaida ......................................... 243
2. Betsaida: condición, situación y contexto ......................... 244
a) Geografía ...................................................................... 245
1) De pueblo a ciudad y vuelta ..................................... 245
2) ¿Betsaida de Galilea? ............................................... 245
b) La lengua de Pedro ....................................................... 245
c) La pesca en Betsaida .................................................... 246
3. La arqueología de Betsaida-Julias .................................... 247
a) Et-Tell (Tell-Bethsaida) ................................................ 247
1) Arquitectura .............................................................. 248
2) La vida social de Betsaida ........................................ 249
b) ¿Un segundo yacimiento? ............................................ 250
4. Conclusión ........................................................................ 252
Consideraciones finales .......................................................... 255
1. Evaluación ......................................................................... 255
2. Implicaciones para el Pedro del Nuevo Testamento .......... 260
3. Y ¿después de eso? La cuestión de la continuidad ........... 261

Bibliografía ................................................................................ 265


Índices de nombres, de citas bíblicas y de literatura antigua .... 281

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