Marketin Religioso y Social
Marketin Religioso y Social
Marketin Religioso y Social
FACULTAD DE INGENIERÍA
INGENIERÍA INDUSTRIAL
MARKETING IND-621
MARKETING SOCIAL - MARKETING RELIGIOSO
INTEGRANTES:
LA PAZ - BOLIVIA
MARKETING SOCIAL
ORÍGENES
El Marketing Social surgió en el año 1971, cuando Philip Kotler y Gerald Zaltman notaron que
los principios del marketing tradicional podrían también utilizarse para causas sociales.
Llegaron a la conclusión de que, así como se vendían productos, podrían también venderse
actitudes, ideas y comportamientos.
Por dicha razón, se afirma que el marketing social “requiere del estudio de las necesidades
sociales, las ideas, las creencias, las actitudes y los valores de la población para poder diseñar
y planear las estrategias”
El marketing social tiene como principal objetivo solucionar o mitigar problemas sociales de
todo tipo. Pueden ser problemas relacionados a la salud pública, trabajo, educación, vivienda,
transportes, medio ambiente, etc., o sea, cualquier acción para el beneficio de la sociedad
como un todo.
El marketing social es muy utilizado por empresas del tercer sector y órganos públicos que
elaboran campañas para obtener donaciones o concientizar sobre algún tema en particular.
Estas campañas tienen el objetivo de involucrar a las personas con una causa y funcionan,
precisamente, por no tener ningún interés comercial, de esta forma el público se sensibiliza con
ella.
INTRODUCCIÓN
Este marketing social busca impulsar cambios culturales a partir de las acciones coordinadas
de todos los actores que están involucrados en un determinado proceso. Su objetivo es que las
personas adopten comportamientos que reflejen los valores con los cuales se identifican.
En este tipo de marketing, se puede incluir a varios de los stakeholders que participan en el
mercado. Estos pueden ser políticos, empresarios, sindicatos, organizaciones sociales, prensa,
entre otros.
En el marketing social externo se busca impulsar un cambio en los valores y actitudes de las
personas que conforman una comunidad o sociedad determinada.
Aquí se utilizan comerciales, campañas de marketing digital o campañas out of home (OOH)
para comunicar a gran escala un cambio en los valores y llamar a la reflexión sobre la forma de
pensar y comportarse de las personas.
Este tipo de marketing estimula a que la gente realice acciones para generar cambios,
acudiendo a su sentido crítico, valores morales y mejora del mundo en el que vivimos.
A continuación, vamos a explicar en detalle las 3 maneras más comunes de hacer marketing
social.
MARKETING FILANTRÓPICO
Es una estrategia de marketing iniciada por un negocio para promover el bienestar de
los demás, ya sea a través de contribuciones caritativas o de tiempo. Esencialmente, el
objetivo es crear conciencia con los esfuerzos de marketing mientras se hace el bien.
Sin embargo, los programas de filantropía corporativa no deben limitarse a eso. Para
una mejor sociedad, deben crear un resultado positivo para la comunidad en general.
Esta asociación a una empresa con o sin fines de lucro apoya una causa benéfica u
otros esfuerzos similares.
MARKETING DE PATROCINIO
Entre los ejemplos más comunes de este tipo de mercadotecnia, encontramos los
eventos de caridad. La marca que es patrocinadora brinda su apoyo y, a cambio, la que
no es patrocinadora va a conseguir un mayor reconocimiento de marca.
Los consumidores quieren cada vez más. En un mercado donde abunda la competencia los
consumidores pueden escoger entre varias opciones y nada mejor que elegir aquella que le
proporciona más valores.
Vivimos en una época donde la gran mayoría de marcas se preocupa por el producto que
vende, busca satisfacer las necesidades de sus clientes y se esmera por darle la mejor
atención. Pero es necesario algo más para conquistar al consumidor y es aquí donde entra el
marketing social.
La sociedad está cada vez más consciente de la importancia del bien común, de las causas
sociales y de las acciones sustentables. Es por este motivo que el marketing social es la clave
para estos nuevos consumidores.
El marketing social puede traer enormes beneficios, no solo para la marca y el consumidor,
sino también para toda la sociedad.
Algunas marcas fracasaron en el intento de utilizar el marketing social como estrategia por no
estar lo suficientemente comprometidas con la causa y sí con los resultados que esta podría
traer para la marca.
Sin embargo, muchas hicieron un buen trabajo, tuvieron y continúan teniendo éxito. A
continuación, te mostraremos algunas campañas exitosas de marketing social.
EXPEDIA – TRAIN
La gigante del turismo creó una campaña de marketing social enfocándose en la importancia
de ampliar la visión al viajar.
El video empieza con un hombre mayor conversando con una chica durante un viaje en tren.
Mientras el hombre reflexiona, la mujer recuerda momentos de los viajes que ha hecho durante
toda su vida. Viajes que muestran diversas situaciones, algunas de simple diversión, otras
donde ella ve injusticias y guerras y otras donde ella participa activamente por un bien común o
ayudando a una comunidad.
Mientras muchas agencias de viajes muestran las típicas imágenes de vacaciones, Expedia va
mucho más allá, mostrando no solo un momento de alegría durante unas vacaciones, sino una
vida de viajes que permitió tener una visión mucho más amplia del mundo y de la vida.
El mensaje de esta campaña está bastante claro y deja bastante claros también los valores de
la marca. Esta es una campaña que colabora con la construcción de una excelente imagen.
La famosa marca de cremas dentales Colgate utilizó el marketing social en esta campaña.
Llamando la atención para el derroche de agua, hizo un anuncio publicitario en el cual hace
pensar en lo perjudicial que puede ser cepillarse los dientes con el grifo abierto.
El video empieza con un hombre que al cepillarse los dientes deja el grifo abierto. Para
empezar, vale destacar que a la hora que tomar la crema dental, no se muestra la marca.
Mientras él se cepilla, se acercan unas manos al chorro con un cuenco, aparentemente, para
tomar agua. Luego vienen otras manos de apariencia mayor con un tazón para llenarlo de
agua. Después llegan unas manos con una pera sucia que utilizan el agua para lavarla. Y para
terminar viene una niña que con sus manos toma algunos sorbos de agua. Todo esto ocurre
mientras el hombre se cepilla con el grifo abierto.
Al final aparece un mensaje que dice “Cuando te cepillas con el grifo abierto, desperdicias más
de 10 litros de agua. Cierra el grifo. Colgate”. Este es el único momento en el que aparece la
marca. Un excelente ejemplo de marketing social bien hecho.
IKEA – BULLY A PLANT
En este experimento de Ikea, la multinacional sueca reflexiona sobre los aspectos negativos del
bullying.
El experimento se basa en la teoría de que las plantas a las que se les habla y se le transmiten
frases positivas crecen mejor y más bonitas. La experiencia se realizó en una escuela a la cual
se llevaron dos plantas en las mismas condiciones. Los alumnos tuvieron que grabar frases,
positivas y negativas. Una de las plantas sería expuesta a las frases negativas y la otra a las
frases positivas. Al final de la experiencia la planta que había sido expuesta a las frases
negativas creció menos y estaba marchita. Mientras que la planta que había sido expuesta a
las frases positivas creció más y estaba más saludable.
La campaña recibió algunas críticas por que afirmaban que este experimento no tenía ninguna
base científica. Sin embargo, su objetivo era generar una reflexión sobre los aspectos
negativos del bullying, lo que sí se logró.
AIRBNB – BELONG ANYWHERE
En este ejemplo de marketing social tenemos a Airbnb, cuyo objetivo en esta campaña era
promover la unidad con el lema “Belong Anywhere” (Pertenecer a cualquier lugar).
El video muestra una viajera no convencional. En él se ve una chica paseando por lugares
diferentes, interactuando con personas, segura en el lugar donde está. Al ver las imágenes,
cualquiera diría que es una chica dentro del círculo al que está acostumbrada, donde existen
lazos y está integrada. Y este es el mensaje que quiere pasar Airbnb. En este caso no es solo
una campaña de marketing social cualquiera, sino que muestra la misión de la empresa.
El marketing social es una excelente herramienta para no solo atraer a un público con valores
en común, sino también para hacer algo por la sociedad y colocar nuestro granito de arena en
el mundo donde vivimos.
Como dijimos anteriormente, por ahora el marketing social es un diferencial, por lo tanto
aprovecha este recurso para destacarte de tu competencia.
MARKETING RELIGIOSO
Se entiende por mercadeo religioso al conjunto de acciones que toma la organización religiosa
para estimular la participación de los individuos en la creencia de una confesión. El Marketing
Religioso se concentra en la adquisición y retención de fieles.
EVANGELIZACIÓN Y DIFUSIÓN:
BRANDING RELIGIOSO:
EVENTOS Y CELEBRACIONES:
RECAUDACIÓN DE FONDOS:
Uso de estrategias de recaudación de fondos para apoyar proyectos religiosos, obras benéficas
y la expansión de la comunidad religiosa.Utilización de técnicas persuasivas para motivar a los
seguidores a contribuir financieramente.
Ante esta situación, ¿cómo se puede hacer publicidad de temas tan espirituales como el
pecado, la reencarnación o la santidad? ¿Hay espacio para el marketing en asuntos tan
intangibles y espirituales como la religión?
Por supuesto que no hablamos aquí de un papa o un dalai lama anunciando un nuevo auto o
una cerveza sin alcohol en televisión o redes sociales.
Se trata de comprender si es posible que las religiones hagan uso de las técnicas de marketing.
Los humanos, por naturaleza, estamos en constante búsqueda para satisfacer nuestras
necesidades: sentimos la carencia del agua e inmediatamente bebemos líquidos que nos
hidraten, tenemos hambre y comemos. Ante una necesidad, buscamos la forma de saciarla.
Desde luego que ni la espiritualidad ni las creencias religiosas se ofertan por kilos, ni la
salvación eterna se vende por kits, con una gorra, una camiseta o una cajita feliz de regalo.
La religión no es ni un producto que se consume, como unas papas fritas; ni un servicio que se
experimenta, como cuando vamos a un restaurante.
La religión es una ideología, es decir, un conjunto de ideas a las que el consumidor se adhiere,
se afilia y comulga con ellas.
En este mismo renglón de productos entrarían los partidos políticos, los clubes sociales y
deportivos, o las asociaciones integradas por personas con intereses afines (medioambientales
o de diversidad de género, por citar a algunas).
LA FE Y EL SENTIDO DE LA VIDA
Las religiones y sus prácticas apuntan a satisfacer las necesidades de trascendencia del ser
humano: dan respuesta a preguntas sobre la existencia de un ser superior o lo que le sucede al
individuo después de la muerte.
La religión puede proporcionar un sentido de conexión y comunidad con otras personas que
comparten esas ideas. Por mucho, y se dice con sobrada razón, la religión ayuda a dar
estabilidad en una comunidad.
Además, la religión consuela y apoya en tiempos de dificultad emocional, puede ser una fuente
de esperanza en momentos de desesperación y ofrece una forma de expresar y procesar
emociones fuertes.
El objetivo principal es atraer y retener fieles, enamorarlos para que consuman su producto,
que no es otro que la fe.
Existe un abanico muy amplio de estrategias de marketing religioso, que va desde la presencia
personal de los agentes religiosos en los domicilios particulares de sus seguidores, hasta la
publicidad en medios masivos como la televisión, la radio y los anuncios impresos, y la
omnipresencia en línea.
Estos anuncios pueden incluir información sobre clases de meditación, retiros espirituales y
otros eventos relacionados con la práctica religiosa en cuestión.
Las religiones organizan actividades de recaudación de fondos, colectas o diezmos, así como
festivales y subastas de arte, que pueden ser una oportunidad para educar, hacer caridad y
mejorar a la comunidad.
El éxito del marketing religioso puede ser difícil de medir, ya que la meta principal de la religión
es la propagación de sus enseñanzas, no la venta de productos o servicios.
Es importante tener en cuenta que, como en todo producto, dicho éxito puede depender en
gran medida de la calidad y autenticidad de las enseñanzas religiosas y de la capacidad de la
religión para satisfacer las necesidades espirituales de sus seguidores.
El marketing social es un enfoque que ha ido evolucionado a través del tiempo y consiste en la
aplicación de las técnicas del marketing tradicional en la resolución de problemas de índole
social. Independientemente del tipo, puede ser aplicable a problemas sociales relacionados al
medio ambiente, salud o educación.
La finalidad primordial del marketing social es contribuir con el bienestar y mejora de la calidad
de vida de los miembros de la sociedad en su conjunto, trabajando para ello con otras ciencias
como la psicología, sociología, etnografía, solo por resaltar algunas.
Marketing social y responsabilidad social empresarial son dos términos que guardan una
estrecha relación, ya que la primera se encuentra inmersa en la segunda. No obstante, no
pueden calificarse como sinónimos, ya que sus objetivos finales difieren entre sí.
Existen múltiples variables dentro del marketing social, no solo las del modelo tradicional de las
4 P’s (producto, precio, plaza y promoción), sino también el proceso, personal, evidencias
físicas, público, entre otras.
Las organizaciones que emprendan programas de marketing social desarrollarán una ventaja
competitiva y aprovecharán nuevas oportunidades de negocio, ya que las iniciativas sociales
requieren de una constante innovación empresarial.
El marketing religioso presenta un panorama complejo donde las estrategias comerciales y las
creencias espirituales se entrelazan. Si bien puede ser una herramienta efectiva para difundir
mensajes religiosos, también plantea preguntas fundamentales sobre la autenticidad, la ética y
la integridad. La comprensión y la evaluación crítica de estas prácticas son esenciales para
mantener un equilibrio que respete la diversidad de creencias mientras se aprovechan las
herramientas modernas de comunicación. En última instancia, el desafío reside en encontrar un
punto donde la promoción de la fe se integre de manera coherente con sus principios
fundamentales, sin caer en las trampas de la comercialización superficial.