El Metal
El Metal
El Metal
del calor y la electricidad. Poseen alta densidad y son sólidos a temperatura ambiente
(excepto el mercurio y galio)(elemento); sus sales forman iones electropositivos (cationes) en
disolución.1
La ciencia de materiales define un metal como un material en el que existe un solapamiento
entre la banda de valencia y la banda de conducción en su estructura electrónica (enlace
metálico).2 Esto le da la capacidad de conducir fácilmente calor y electricidad (tal como
el cobre) y generalmente la capacidad de reflejar la luz, lo que le da su peculiar brillo. En
ausencia de una estructura electrónica conocida, se usa el término para describir el
comportamiento de aquellos materiales en los que, en ciertos rangos
de presión y temperatura, la conductividad eléctrica disminuye al elevar la temperatura, en
contraste con los semiconductores. Reaccionan químicamente con no metales, no son
reactivos entre sí la gran mayoría de las veces, aunque algunos formen aleaciones entre sí.
Dentro de los metales se encuentran los alcalinos (como el sodio) y los alcalinotérreos (como
el magnesio) los cuales presentan baja densidad, son buenos conductores del calor y la
electricidad, además de ser muy reactivos.3 También se incluyen los metales de transición (los
cuales conforman la mayoría de los metales), los que se encuentran en diversos grupos y
los lantánidos, actínidos y transactínidos.4 Teóricamente, el resto de elementos que queda por
descubrir y sintetizar serían metales.
El concepto de metal se refiere tanto a elementos puros, así como aleaciones con
características metálicas, como el acero y el bronce. Los metales comprenden la mayor parte
de la tabla periódica de los elementos y se separan de los no metales por una línea diagonal
entre el boro y el polonio.5 En comparación con los no metales tienen baja electronegatividad y
baja energía de ionización, por lo que es más fácil que los metales cedan electrones y más
difícil que los ganen.
En astrofísica, el término "metal" se utiliza de forma más amplia para referirse a todos los
elementos químicos de una estrella que son más pesados que el helio, y no solo a los metales
tradicionales. En este sentido, los primeros cuatro "metales" que se acumulan en los núcleos
estelares a través de la nucleosíntesis son el carbono, el nitrógeno, el oxígeno y el neón, todos
los cuales son estrictamente no metales en química. Una estrella fusiona átomos más ligeros,
principalmente hidrógeno y helio, en átomos más pesados durante su vida. Usado en ese
sentido, la metalicidad de un objeto astronómico es la proporción de su materia compuesta por
los elementos químicos más pesados.678
Se obtienen a partir de los minerales que los contienen, llamados menas metálicas.
Historia[editar]
Antigüedad[editar]
El Bronce de Artemision que muestra a Poseidón o Zeus,
c. 460 a. C., Museo Arqueológico Nacional, Atenas. La figura tiene más de 2 m de altura.
El primer gran avance se produjo con el descubrimiento del bronce, fruto de la utilización de
mineral de cobre con incursiones de estaño, entre 3500 a. C. y 2000 a. C., en diferentes
regiones del planeta, surgiendo la denominada Edad del Bronce, que sucede a la Edad de
Piedra. El descubrimiento del bronce (una aleación de cobre con arsénico o estaño) permitió al
hombre crear objetos metálicos más duros y duraderos que los anteriores. Las herramientas
de bronce, las armas, las armaduras y los materiales de construcción, como las baldosas
decorativas, eran más duros y duraderos que sus predecesores de piedra y cobre
("Calcolítico"). Inicialmente, el bronce se fabricaba con cobre y arsénico (formando el bronce
arsenical) mediante la fundición de minerales de cobre y arsénico mezclados natural o
artificialmente.9
Otro hecho importante en la historia fue la utilización del hierro,
hacia 1400 a. C. Los hititas fueron uno de los primeros pueblos en utilizarlo para
elaborar armas, tales como espadas, y las civilizaciones que todavía estaban en la Edad del
Bronce, como los egipcios.
No obstante, en la antigüedad no se sabía alcanzar la temperatura necesaria para fundir el
hierro, por lo que se obtenía un metal impuro que había de ser moldeado a martillazos. Hacia
el año 1400 se empezaron a utilizar los hornos provistos de fuelle,10 que permiten alcanzar
la temperatura de fusión del hierro, unos 1535 °C.
Edad Media[editar]
Los alquimistas árabes y medievales creían que todos los metales y la materia estaban
compuestos por el principio del azufre, el padre de todos los metales y portador de la
propiedad de combustible, y el principio del mercurio, la madre de todos los metales —en la
antigüedad, el plomo se consideraba el padre de todos los metales— y portador de las
propiedades de liquidez, fusibilidad y volatilidad. Estos principios no eran necesariamente las
sustancias comunes azufre y mercurio que se encuentran en la mayoría de los laboratorios.
Esta teoría reforzaba la creencia de que todos los metales estaban destinados a convertirse
en oro en las entrañas de la tierra mediante las combinaciones adecuadas de calor, digestión,
tiempo y eliminación de contaminantes, todo lo cual podía desarrollarse y acelerarse mediante
los conocimientos y métodos de la alquimia. Paracelso, un escritor posterior del Renacimiento
alemán, añadió el tercer principio de la sal, que conlleva las propiedades no volátiles e
incombustibles, en su doctrina tria prima. Estas teorías mantuvieron los cuatro elementos
clásicos como base de la composición del azufre, el mercurio y la sal.
Se conocieron el arsénico, el zinc, el antimonio y el bismuto, aunque al principio se les llamó
semimetales o metales bastardos por su carácter inmóvil. Es posible que los cuatro se
utilizaran incidentalmente en épocas anteriores sin reconocer su naturaleza. Se cree
que Albertus Magnus fue el primero en aislar el arsénico de un compuesto en 1250,
calentando jabón junto con trisulfuro de arsénico. El zinc metálico, que es frágil si es impuro,
se aisló en la India hacia el año 1300. La primera descripción de un procedimiento para aislar
el antimonio se encuentra en el libro de 1540 De la pirotecnia de Vannoccio Biringuccio. El
bismuto fue descrito por Agricola en De natura fossilium (c. 1546); se había confundido en los
primeros tiempos con el estaño y el plomo por su parecido con estos elementos.
Bismuto en forma cristalina, con una capa de oxidación muy fina, y un cubo de bismuto de 1 cm3
Renacimiento[editar]
De re metallica, 1555
El platino, tercer metal precioso después del oro y la plata, fue descubierto en Ecuador entre
1736 y 1744 por el astrónomo español Antonio de Ulloa y su colega el matemático Jorge Juan
y Santacilia. Ulloa fue el primero en escribir una descripción científica del metal, en 1748.
En 1789, el químico alemán Martin Heinrich Klaproth consiguió aislar un óxido de uranio, que
pensó que era el propio metal. Posteriormente, Klaproth fue reconocido como el descubridor
del uranio. No fue hasta 1841 cuando el químico francés Eugène-Melchior Péligot pudo
preparar la primera muestra de uranio metálico. Posteriormente, Henri Becquerel descubrió la
radiactividad en 1896 utilizando el uranio.
En la década de 1790, Joseph Priestley y el químico holandés Martinus van
Marum observaron la acción transformadora de las superficies metálicas en la
deshidrogenación del alcohol, un desarrollo que posteriormente condujo, en 1831, a la síntesis
a escala industrial del ácido sulfúrico utilizando un catalizador de platino.
En 1803, el cerio fue el primero de los metales lantánidos en ser descubierto, en Bastnäs
(Suecia) por Jöns Jakob Berzelius y Wilhelm Hisinger, e independientemente por Martin
Heinrich Klaproth en Alemania. Los metales lantánidos se consideraron en gran medida como
rarezas hasta la década de 1960, cuando se desarrollaron métodos para separarlos de forma
más eficaz. Posteriormente se han utilizado en teléfonos móviles, imanes, láseres,
iluminación, baterías, convertidores catalíticos y otras aplicaciones que permiten las
tecnologías modernas.
Otros metales descubiertos y preparados durante esta época fueron el cobalto, el níquel,
el manganeso, el molibdeno, el tungsteno y el cromo; y algunos de los metales del grupo del
platino, el paladio, el osmio, el iridio y el rodio.
Época contemporánea[editar]
Henry Bessemer descubrió un modo de producir acero en grandes cantidades con un coste
razonable. Tras numerosos intentos fallidos, dio con un nuevo diseño de horno (el convertidor
Thomas-Bessemer) y, a partir de entonces, mejoró la construcción de estructuras en edificios
y puentes, pasando el hierro a un segundo plano.
Poco después se utilizó el aluminio y el magnesio, que permitieron desarrollar aleaciones
mucho más ligeras y resistentes, muy utilizadas en aviación, transporte terrestre y
herramientas portátiles.
El titanio, es el último de los metales abundantes y estables con los que se está trabajando y
se espera que, en poco tiempo, el uso de la tecnología del titanio se generalice.
Los elementos metálicos, así como el resto de elementos, se encuentran ordenados en un
sistema denominado tabla periódica. La mayoría de los elementos de esta tabla son metales.
Los metales se diferencian del resto de elementos, fundamentalmente en el tipo de enlace que
constituyen sus átomos. Se trata de un enlace metálico y en él los electrones forman una
«nube» que se mueve, rodeando todos los núcleos. Este tipo de enlace es el que les confiere
las propiedades de conducción eléctrica, brillo, etc.
Hay todo tipo de metales: metales pesados, metales preciosos, metales ferrosos, metales no
ferrosos, etc., y el mercado de metales es muy importante en la economía mundial.
Obtención[editar]
Un fragmento de oro nativo.
Algunos metales se encuentran en forma de elementos nativos, como el oro, la plata y
el cobre, aunque no es el estado más usual.
Muchos metales se encuentran en forma de óxidos. El oxígeno, al estar presente en grandes
cantidades en la atmósfera, se combina muy fácilmente con los metales, que son elementos
reductores, formando compuestos como el corindón (Al2O3) y la hematita (Fe2O3).
Los sulfuros constituyen el tipo de mena metálica más frecuente. En este grupo destacan el
sulfuro de cobre (I), Cu2S, el sulfuro de mercurio (II), HgS, el sulfuro de plomo, PbS y el sulfuro
de bismuto (III), Bi2S3.
Los metales alcalinos, además del berilio y el magnesio, se suelen extraer a partir de
los cloruros depositados debido a la evaporación de mares y lagos, aunque también se extrae
del agua del mar. El ejemplo más característico es el cloruro sódico o sal común, NaCl.
Algunos metales alcalinotérreos, el calcio, el estroncio y el bario, se obtienen a partir de
los carbonatos insolubles en los que están insertos.
Por último, los lantánidos y actínidos se suelen obtener a partir de los fosfatos, que son unas
sales en las que pueden estar incluidos.
Usos en la industria[editar]
Metales que están destinados a un uso especial, son el antimonio, el cadmio o el litio.
Los pigmentos amarillos y anaranjados del cadmio son muy buscados por su gran estabilidad,
como protección contra la corrosión, para las soldaduras y las aleaciones correspondientes y
en la fabricación de baterías de níquel y cadmio, consideradas excelentes por la seguridad de
su funcionamiento. También se le utiliza como estabilizador en los
materiales plásticos (PVCsad) y como aleación para mejorar las características mecánicas del
alambre de cobre.13 Su producción se lleva a cabo en el momento de la refinación de zinc, con
el que está ligado, se trata de un contaminante peligroso.
El litio, metal ligero, se emplea principalmente en la cerámica y en los cristales,
como catalizador de polimerización y como lubricante, así como para la obtención
del aluminio mediante electrólisis. También se emplea para soldar, en las pilas y en las
baterías para relojes, en medicina (tratamiento para los maníaco-depresivos) y en química.
El níquel, a causa de su elevada resistencia a la corrosión, sirve para niquelar los objetos
metálicos, con el fin de protegerlos de la oxidación14 y de darles un brillo inalterable en la
intemperie.
El denominado «hierro blanco» es, en realidad, una lámina de acero dulce que recibe un baño
de cloruro de zinc fundido, y a la que se da después un revestimiento especial de estaño.
1. Oro. 6. Platino.
2. Plata. 7. Plomo.
3. Cobre. 8. Zinc.
4. Aluminio. 9. Hierro.
5. Estaño. 10. Níquel.
Aleaciones[editar]
Los metales pueden formar aleaciones entre sí y se clasifican en:15
Ultraligeros: Densidad en g/cm³ inferior a 2. Los más comunes de este tipo son
el magnesio y el berilio.
Ligeros: Densidad en g/cm³ inferior a 4,5. Los más comunes de este tipo son el aluminio y
el titanio.
Pesados: Densidad en g/cm³ superior a 4,5. Son la mayoría de los metales.
Véase también la clasificación de los metales en la tabla periódica.
Fractura en materiales metálicos16[editar]
Fractura dúctil[editar]
Suele presentarse en forma transgranular, es decir a través de los granos, en los metales
dúctiles y con buena tenacidad.
La deformación sucede antes de la fractura final, se puede observar una deformación, la
modificación visible que aparenta un cuello, entallamiento o estricción justo en la parte donde
se ocasionó la falla. Estas fracturas pueden ser ocasionadas por sobrecargas simples o al
aplicar un esfuerzo muy grande al material.
Si se realiza una prueba de tensión en un ensayo simple el proceso de fractura será con la
nucleación, el crecimiento y la coalescencia de micro huecos, formados cuando un gran
esfuerzo crea una separación en los límites de granos, conforme el esfuerzo aumenta la
separación de los granos crea cavidades más grandes con lo cual el área de contacto con el
metal es muy pequeña y no puede soportar la carga provocando finalmente la fractura.
Fractura frágil[editar]
Sucede en los metales y aleaciones de alta resistencia o pueden presentarse en los de mala
ductibilidad y tenacidad, sin importar que los metales tengan dentro de sus propiedades la
ductibilidad al exponerlos a bajas temperaturas pueden fallar por fragilidad, así mismo en las
secciones gruesas o por imperfecciones.
Las fracturas frágiles son observadas con frecuencia cuando es el impacto y no la sobrecarga
lo que causa la falla. El proceso comienza formando una pequeña grieta, imperfección, donde
se concentra el esfuerzo. La grieta puede extenderse con una velocidad cercana al sonido, la
cual se propaga con más facilidad a lo largo de planos cri