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10 pag.
La canalización de una vía venosa periférica es un procedimiento de rutina, de fácil ejecución, y en el que
los riesgos a correr son mínimos, siempre que se realice de una forma correcta.
Indicaciones
Administración de fármacos
Administración de fluidos
EQUIPO NECESARIO
2. Desinfección de la zona.
4. Utilizar Guantes
PRECAUCIONES
• Elija preferentemente una vena alejada de la flexura del codo, no por su grosor, sino por el tacto.
• Elija el tamaño de la luz de la aguja en consonancia con el grosor de la vena, y en función del volumen
y el caudal a perfundir.
• Si las venas son pequeñas o poco aparentes puede mejorarse la dilatación, dando masaje de retorno
venoso.
INDICACIONES
CONTRAINDICACIONES
ABSOLUTAS RELATIVAS
yugulares y subclavios
EQUIPO NECESARIO
1. Equipo para la intervención. catéteres específicos, guía metálica, dilatador aguja de punción.
4. Bisturí desechable
5. Sutura
6. Adhesivo.
7. Apósito estéril.
8. Solución de infusión. Equipo de infusión. Llave de tres pasos. Tapón de látex (si precisa).
9. Soporte o paral
3. Triangulo de Sedillot
La técnica de elección para la inserción es la descrita por Seldinger, la cual, a través de una guía metálica, dirige el
catéter hasta su ubicación final. Actualmente la punción se puede realizar bajo visión ultrasonográfica, siendo éste el
gold standard debido a la importante disminución de las complicaciones.
Antes de proceder se debe explicar al paciente el procedimiento que se realizará y las complicaciones asociadas a éste,
obteniendo la firma de un consentimiento informado, lo cual no aplica en situaciones de urgencia. Idealmente la
inserción debe realizarse con el paciente monitorizado con electrocardiograma continuo, presión arterial, oximetría de
pulso y un acceso venoso periférico.
1. Medir la distancia aproximada desde la zona de punción hasta la entrada a la aurícula derecha.
2. Introducir lentamente la aguja o cánula y aspirar simultáneamente, hasta que refluya sangre con fluidez. Si
utilizamos una cánula hay que introducirla deslizándola sobre la aguja y retirar la aguja.
4. Introducir la guía metálica por su extremo más blando a través de la aguja o de la cánula, no se debe forzar si se
encuentra resistencia, se debe introducir hasta la distancia medida o hasta detectar extrasístoles en el ECG (en
este caso retirar la guía unos cm). Debe dejarse fuera una longitud suficiente para permitir el paso de todo el
catéter sobre este (15 cm). Durante todo el procedimiento debe permanecer agarrada la vía.
5. Retirar la aguja o cánula sobre la guía, debe realizarse con cuidado de no sacar la guía metálica.
7. Dilatación del trayecto. Introducir el dilatador a través de la guía, avanzándolo y rotándolo a la vez. No hay que
introducirlo todo. Tiene que dilatar la piel y el tejido subcutáneo.
9. Inserción del catéter. Introducir el catéter a través de la guía metálica avanzando unos 15-20 cm en el adulto;
atención a no introducir la punta del catéter bajo la piel hasta que el extremo de la guía no salga por el cabo distal
del catéter. Este debe avanzar sin ninguna resistencia. A veces es útil mover la cabeza hacia el lado homolateral de
la punción. Aspirar, y después hacer pasar una jeringa llena de solución salina por la cánula
11. Comprobar la correcta canalización. Comprobar que refluye sangre por todas las luces del catéter. Conectar el
equipo de perfusión. El goteo pulsátil indicará que el catéter está en ventrículo. Al bajar el suero la sangre debe
refluir por el sistema, indicando su situación adecuada.
12. Fijación del catéter. Fijar el catéter a la piel con punto de sutura y cubrir con apósito.
13. Comprobación radiológica. Se realizará radiografía de tórax para comprobar la correcta localización de la punta
del catéter y excluir un neumotórax.
Existe menor incidencia de neumotórax y hemotórax que con la canalización de la vena subclavia. Puede dificultar el
retorno venoso cerebral en pacientes con hipertensión intracraneal.
TÉCNICA
-Punción y canalización. Existen muchas técnicas según el abordaje se haga por fuera o por dentro del músculo
esternocleidomastoideo (ECM). Existen tres tipos de abordaje: Anterior, medio y posterior siendo los más utilizados
posterior de Jernigan y el medio o supraclavicular de Daily.
- Jernigan: La punción se realiza por fuera del ECM, unos 5 cm por encima de la clavícula, y dirigiendo la punta hacia la
fosa supraesternal.
Entrar lentamente aspirando hasta conseguir que refluya sangre venosa. Si no se logra pinchar la vena se puede:
VIA SUBCLAVIA
TÉCNICA
El paciente debe estar en Trendelemburg a 15º con el brazo ipsilateral a la punción adosado al tronco,
ubicándose el operador al costado del paciente.
Asepsia y antisepsia de la zona seleccionada
Identificar los puntos anatómicos de referencia
Se gira la cabeza al lado contrario hasta 45º, sin embargo algunos anestesistas prefieren girarla al mismo lado
a fin de colapsar la VYI y evitar que el catéter avance por este vaso.
Anestesiar la zona. Infiltración con anestésico local (Lidocaína) al 1 %
Punción y canalización.
Introducir aguja calibre 18 en el punto formado al trazar una línea perpendicular imaginaria entre la apófisis
mastoides y la clavícula, contrastando con la técnica de Seldinger la cual indica puncionar perpendicularmente
por el borde inferior de la clavícula, a nivel de la unión del tercio medio con el tercio interno de la clavícula,
aproximadamente 1 cm, hasta situarse en la parte posterior del borde oseo de la clavícula. Cambiar entonces la
dirección de la aguja dirigiéndola hacia la fosa supraesternal y siempre tocando el borde inferior de la clavícula.
Entrar lentamente aspirando a la vez, hasta que refluya sangre con facilidad. Si no se logra canalizar se puede
variar el ángulo de entrada sin sacar la aguja y probar en un punto más medial. Cuanto más medial se entre, más
perpendicular (hacia arriba) se debe orientar la aguja.
Introducir el catéter según la técnica Seldinger. Al empezar a introducir la guía girar la cabeza hacia el lado
donde se está canalizando, para evitar que el catéter se desvíe a la vena yugular.
Auscultar siempre ambos pulmones al terminar y comprobar la coloración del paciente para descartar
neumotórax.
La vena femoral discurre paralela a la arteria femoral, debajo de la fascia muscular. La vena femoral comienza a nivel
del hiato aductor (donde termina la vena poplítea) y se continúa (en dirección cefálica) y se convierte en la vena iliaca
externa a nivel del ligamento inguinal. Para localizarla, se debe identificar el triángulo femoral donde se encuentra
la arteria y la vena homónimas. Dicho triangulo está conformado por el ligamento inguinal (borde superior), el musculo
aductor largo (borde medial) y el musculo sartorio (borde lateral).
Dentro del triángulo femoral se encuentra la arteria femoral, que se identifica de manera característica por la
presencia del pulso arterial, se palpar el pulso es muy importante. La vena femoral se encuentra medial a la arteria.
Se deberán identificar las estructuras dentro del triángulo femoral (lateral a medial) mediante la mnemotecnia NAVEL
(Nervio, Arteria, Vena, Espacio vacío y Linfáticos) del lado derecho y LEVAN del lado izquierdo
COMPLICACIONES
GASES ARTERIALES
INDICACIONES
-Evaluar la oxigenación (PaO2 y saturación de O2), la ventilación alveolar (PaCO2), el equilibrio ácido base (PaCO2 y pH)
y la función hemodinámica.
-Determinar la respuesta del paciente a las intervenciones terapéuticas (oxigenoterapia, ventilación mecánica) y
evaluar los diagnósticos.
CONTRAINDICACIONES
PRECAUCIONES
VALORES NORMALES
INTERPRETACION
Caída de pH sanguíneo producida por una ventilación inadecuada o la presencia de cantidades significativas de CO2 en el
aire inspirado, que da lugar a una elevación de la concentración plasmática de CO2, y por lo tanto de HCO3.
ALCALOSIS RESPIRATORIA
Caída de pH sanguíneo producida por una ventilación inadecuada o la presencia de cantidades significativas de CO2 en el
aire inspirado, que da lugar a una elevación de la concentración plasmática de CO2, y por lo tanto de HCO3.
ACIDOSIS METABOLICA
Caída de pH sanguíneo por aumento de producción de ácidos “no volátiles” como ácido láctico, ácidos grasos y cuerpos
cetónicos, o pérdida de bicarbonato sanguíneo.
ALCALOSIS METABOLICA
Elevación del pH sanguíneo por pérdida de ácidos “no volátiles” como ácido láctico, ácidos grasos y cuerpos cetónicos, o
por acumulación excesiva de HCO3 sanguíneo.