Moto Mami

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MOTOMAMI es el tercer álbum de estudio de Rosalía Vila Tobella, conocida

homónimamente como ROSALÍA. Rosalía comenzó su formación artística a sus 10 años,


tomando clases de baile, canto, actuación, y a los 18 ingresó en la Escuela Superior de
Música de Cataluña, en donde estudió por varios años hasta graduarse con los mejores
cantaores flamencos. Rosalia es una cantaora española, pero no se queda ahí, y eso lo
vemos en MOTOMAMI. Con su base musical de flamenco, experimenta con varios generos
musicales con los que creció: desde el flamenco hasta lo más contemporáneo, cantando
baladas, boleros, reguetones, sambas experimentales, bachatas, y más.
A diferencia de sus dos primeros álbumes, Los angeles (2017) y El mal querer (2018), que
hablan de temáticas más serias, en MOTOMAMI decidió hacer un álbum con una energia
mas liviana, con sentido del humor, que con un tracklist de 16 canciones te lleva en un viaje
por los últimos tres años de su vida, en donde todo cambio de la noche a la mañana con su
catapulte a la fama internacional. El nombre del álbum representa una dualidad, el lado
MOTO con canciones más fuertes, confrontativas, desafiantes, frívolas, donde firmemente
deja en claro las cosas y el orgullo que tiene por lo que ha logrado. Las motos siempre han
sido algo muy importante para Rosalia, desde pequeña, y representan esa dureza que
transmite en estas canciones (en su segundo álbum también hay muchas referencias a las
motos). Y el otro lado, el MAMI, simboliza las canciones más frágiles, vulnerables, que te
llevan a un lugar más reconfortante, a donde te sientes más cómodo. Al catapultarse a la
fama mundial, se vio inserta en entornos muy hostiles y frívolos, que la llevaban a extrañar
de donde proviene y a su familia. Es por eso que hay este contraste entre MOTO y MAMI.
El álbum sigue una paleta de sonidos muy minimalista y experimental, y hay un constante
sube y baja en el orden del tracklist, pasando de una canción MOTO a una MAMI,
llevándote de un sentimiento, de una emoción, y repentinamente, como una montaña rusa,
llevándote a otra; y esto está representado en el arte del álbum. Su portada es ella desnuda
(simbolizando a la Venus de Botticelli, la feminidad, la fragilidad de la mujer, el lado MAMI)
con un casco de moto (simboliza la fuerza y dureza del lado MOTO) y detrás un fondo
blanco con garabatos de lapicera, el cual representa el lienzo blanco en donde ROSALÍA en
este disco escribe y nos cuenta esta historia (también el hecho que este disco sea
minimalista en cuanto a producción explica que la portada sea un fondo totalmente blanco, y
lo único que resalte sea ella.)
Las temáticas de las que habla el álbum son la transformación personal (“Yo creo que a
veces la gente tiene una idea muy rígida de los demás, y las personas estamos en
constante cambio, en constante transformación” - Rosalía), el desencuentro personal, el
duelo amoroso, la fragilidad en un entorno hostil, el dejar en claro las cosas, y también, la
diversión.
Rosalia juega mucho con el sentido del humor en MOTOMAMI, se ríe de lo que hace y hace
las cosas porque le da la gana, sin necesidad ni de demostrarle ni de probarle nada a nadie.
Este álbum ganó el Latin Grammy a “Álbum del Año” en 2022, entre muchos otros.

Cuando había que elegir un elemento importante para el trabajo, que nos identificara, sabía
que tenía que elegir este álbum, el cual escuchó mucho desde el año pasado y con el cual
conocí el arte que hace Rosalia. Me siento identificado con las letras y sonidos del álbum,
que en cada canción proponen algo innovador y fresco, que te sorprende al escucharlo.
Recomiendo que escuches el álbum, leyendo las letras, y te guste o no, pudiendo haber
recorrido el camino que Rosalía trazó en MOTOMAMI.

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