Carabobo en Viñetas

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CARABOBO

EN VIÑETAS
BIBLIOTECA AYACUCHO ILUSTRADA
BIBLIOTECA AYACUCHO es una
de las experiencias editoriales más
importantes de la cultura latinoamericana.
Creada en 1974 como homenaje a la batalla
que en 1824 significó la emancipación
política de nuestra América, ha estado
desde su nacimiento promoviendo
la necesidad de establecer una relación
dinámica y constante entre lo contemporáneo
y el pasado americano, a fin de revalorarlo
críticamente con la perspectiva de nuestros
días. Biblioteca Ayacucho Ilustrada es una
colección de cómic e ilustración, que se
nutre e inspira en las obras de nuestra
Colección Clásica y que busca no solo
difundir y presentar a un público mucho
más vasto obras inapreciables de la
literatura y el pensamiento nuestroamericano
y caribeño, sino descubrir en tales obras
dimensiones nuevas, elementos
desconocidos, perspectivas no exploradas
hasta ahora en las mismas. De ahí que este
proyecto sea un encuentro entre espacios
y tiempos, entre realidades diferentes.
En primer lugar un encuentro entre los
americanos de hoy con la obra dejada por
sus ancestros. Una obra múltiple, potente,
cargada de conflictos, luchas y creaciones,
que es recibida por escritores y dibujantes
de esta época. Pero es también un encuentro
entre formas distintas de la cultura, de
la actividad humana, de la disposición
de su mente incluso: de la literatura con
el arte secuencial, de lo que se dice con lo
que se muestra, de la palabra con la imagen.
Nicolás Maduro Moros
Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela

Delcy Rodríguez Gómez


Vicepresidenta Ejecutiva

Freddy Ñáñez
Vicepresidente de Comunicaciones, Turismo y Cultura

Ernesto Villegas Poljak


Ministro del Poder Popular para la Cultura
CARABOBO
EN VIÑETAS
5
BIBLIOTECA
AYACUCHO
ILUSTRADA

Adaptación y arte
Hugo Vidal
© Fundación Biblioteca Ayacucho, 2021 Edición y Producción: Equipo editorial de
Derechos exclusivos de esta edición Biblioteca Ayacucho
Colección Biblioteca Ayacucho Ilustrada, Nº 5 Concepto gráfico de colección: Pedro Mancilla
Hecho Depósito de Ley Diagramación: Yessica Soto
Depósito legal DC2021001141 Portada: Hugo Vidal
ISBN 978-980-276-559-1
Apartado Postal 14413 Impreso en Venezuela/Printed in Venezuela
Caracas 1010 - Venezuela
www.bibliotecayacucho.ml
contenido

Días previos a la batalla


P. 7

Presentación
P. 15

Espléndida victoria
P. 19

Nos vemos en el campo


de batalla
P. 29

Aquella furiosa acometida


P. 39

Prodigios de valor
P. 49
Días previos
a la batalla

Ese enero de 1821 Maracaibo es un volcán de pue- El 25 de enero, Bolívar le escribe a Miguel de
blo en la calle. Domitila Flores y Ana María Campos la Torre: “En el armisticio hemos perdido territorio,
lideran la insurrección en la Villa Procera y levítica del Cartagena se surte de víveres y Maracaibo gana en
Zulia y en demás zonas de la costa oriental del lago. todo, nuestra marina se arruina, el comercio de uste-
El cubano José Rafael de las Heras está a las órde- des respira sin nuestros corsarios. Todo esto se ve, se
nes del general Rafael Urdaneta. En Gibraltar, Juan siente y se sufre. Por lo mismo, amigo, si ustedes no
Evangelista González tiene asegurada la logística. El nos entregan en calidad de indemnización los restos
24 de enero, Simón Bolívar le escribe desde Bogotá a de las provincias de Cumaná y Maracaibo con Río
Fernando VII indicándole que la existencia de Colom- Hacha, ya no podré contener el clamor universal de
bia es necesaria: “Si vuestra majestad se muestra tan mis compañeros de armas”. Luego agrega, “Entien-
grande, como es sublime el gobierno que rige, Co- da usted, amigo, que muy pocos esperan la paz y
lombia entrará en el orden natural del mundo político. que los más si sufren el armisticio es por una ciega
Ayude vuestra majestad el nuevo curso de las cosas, deferencia a lo que hace el gobierno, pero todo tie-
y se hallará al fin sobre una inmensa cima, dominando ne un término y en los gobiernos populares nada hay
todas las prosperidades. La existencia de Colombia seguro, porque la marcha del pueblo suele ser muy
es necesaria, Señor, al reposo de vuestra ma­jestad varia y aun ciega”2.
y a la dicha de los colombianos. Es nuestra ambición El 28 de enero de 1821, la provincia de Mara-
ofrecer a los españoles una segunda patria, pero er- caibo se une a Colombia. Vicente Lecuna nos dice
guida, pero no abrumada de cadenas. Vendrán los que el clima insurreccional que se vivía “equivalía a
españoles a recoger los dulces tributos de la virtud, un gran triunfo de la revolución. Desde entonces sus
del saber, de la industria; no vendrán a arrancar los adeptos pudieron comunicarse con el mar. Provoca-
de la fuerza” . 1
do este movimiento por Urdaneta, el batallón Tirado-

1. Simón Bolívar. Cartas de Bolívar, París, Francia: Sociedad de Ediciones Louis Michaud, s/f.
2. Documento 5291. Carta de Bolívar al mariscal de campo Don Miguel de la Torre, fechada en Bogotá el 25 de enero de 1821, por la cual le
propone un nuevo armisticio sobre bases diferentes: disminución de fuerzas, indemnizaciones por las pérdidas sufridas por los patriotas que se
le compensen con la entrega de los restos de las provincias de Cumaná, Maracaibo y Rio Hacha. http://www.archivodellibertador.gob.ve/escritos/
buscador/spip.php?article5418

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res enviado por él desde Trujillo, ocupó la plaza al día Bolívar ve por un momento la llanura hacia el
siguiente. Esta gran ventaja conseguida sin esfuerzo oriente y se imagina un tablero de ajedrez. Piensa,
de armas, permitía reunir rápidamente las tropas gra- ordena sus ideas, y mueve las manos como que si
nadinas a las venezolanas” . 3
agarrara peones, alfiles, torres y caballos. Asiente con
Para Yldefonso Finol este hecho es trascendente la cabeza, y sigue dictando: “Consiguientemente, el
ya que es “Maracaibo la primera provincia que se in- 30 de abril debe abrirse la campaña, y ustedes por
corpora autónomamente a la Colombia bolivariana” . 4
el Oriente deben hacer inmediatamente lo siguiente:
El ayuntamiento “declara al pueblo de Maracaibo, li- primero, mandar poner en insurrección los Valles de
bre e independiente del Gobierno Español, cualquiera Capaya e introducirse en ellos con el motivo de am-
que sea su forma desde este momento en adelante; parar a los que los llaman y aprovecharse del fin del
y en virtud de su soberana libertad se constituye en verano, que por aquella parte es necesario; segundo,
República democrática y se une con los vínculos del acelerar la expedición de Margarita para que llegue
pacto social a todos los pueblos vecinos y continen- a tiempo; tercero, sacar 500 hombres de la costa de
tales, que bajo la denominación de República de Co- Cumaná por agua para que vayan a desembarcar-
lombia defienden su libertad e independencia, según se en la laguna de Tacarigua: esta operación debe
las leyes imprescriptibles de la naturaleza” . 5
hacerla el mismo general Bermúdez con dos o más
El 22 de abril de 1821, Simón Bolívar está en buques mayores, sean de Margarita o sean del infier-
Achaguas. Ha dejado atrás Mérida, Trujillo y Barinas. no; cuarto, el general Monagas, con todas las fuerzas
Lo reciben martinetes que entona un veguero acom- disponibles que hay en Barcelona, debe ir a esperar
pañado de cuatro y bandola y luego se suma un ma- al general Bermúdez a la Valles de Capaya; quinto,
raquero. Un arpista afina su instrumento para sustituir el general Zaraza, con toda la caballería que pueda
la bandola y entonar así varios zumba que zumbas, reunir, que marche sobre Calabozo en los primeros
gabanes, san rafaeles, catiras y quitapesares. No es días de mayo, y si no hay obstáculo que entre por la
momento para joropos en modo mayor porque Bolí- villa de Cura; sexto, el ejército de Oriente debe tomar
var está preocupado. Así lo expresa en voz alta cuan- a Caracas del 15 al 20 de mayo e inmediatamente
do le dicta a su escribiente una carta para el general salir a los Valles de Aragua sin perder un momento a
Carlos Soublette. En todas estas geografías desde ponerse en comunicación con las tropas de mi mando
donde vengo: “he hallado nuestras tropas pereciendo que para entonces, estarán en Valencia por lo menos;
de miseria por la escasez de víveres, y por el mal cli- séptimo, el Vicepresidente debe acercarse al ejército
ma. Esta consideración me ha obligado a notificar al de Oriente para dirigir inmediatamente todas las ope-
general La Torre que si los comisionados pacificado- raciones de la costa y de las tropas que están a sus
res no tienen facultades para hacer la paz, cuarenta órdenes, para seguir volando a Caracas a arreglar-
días después de haber sido recibida aquella nota, se lo todo, y levantar cuerpos allí; octavo, la ciudad de
abrirían las hostilidades según el artículo doce del ar- Cumaná será bloqueada por simples guerrillas sólo
misticio” . 6
con el objeto de molestarlas; noveno, la expedición

3. Yldefonso Finol. Maracaibo en la Independencia: el pronunciamiento del 28 de enero de 1821. América latina en movimiento. 24 de enero de
2020. https://www.alainet.org/es/articulo/204390
4. Op. Cit.
5. Alcaldía Bolivariana de Maracaibo. https://www.maracaibo.gob.ve/maracaibo/efemeride.php?id=222
6. Documento 5439. http://www.archivodellibertador.gob.ve/escritos/buscador/spip.php?article13155

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de Margarita servirá por lo menos a conducir las tro- cionario “Hostalrich” (Refuerzo del flanco), al Teniente
pas de Cumaná; a llevar a Caracas cuadros y armas Coronel Diego Fragoso, del Batallón del país “Prínci-
con que formar cuerpos en aquella ciudad. Y última- pe”, al Teniente Coronel Domingo Loyola del Escua-
mente, usted tendrá entendido que si no se obra con drón de Caballería “Cazadores de Guías del General”,
actividad indecible somos nosotros los que tomamos al Teniente Coronel Antonio Gómez del Regimiento
Caracas” . 7
de Caballería “Dragones Leales a Fernando VII” y al
Capitán Inocencio Mercadillo del 6º Escuadrón de
San Juan Bautista y los españoles “Artillería Volante”. De la Torre sabe que cuenta con
boveros sanguinarios desclasados que aunque son
El 23 de junio de 1821 la tensión en Colombia es ex- venezolanos odian a Bolívar y defienden los intereses
trema. A las doce del mediodía repican las campanas de Fernando VII. Ordena que las tropas hagan el ata-
de las iglesias de muchos pueblos caribeños de la que por el frente y por el sur de manera de encerrar a
costa del departamento de Venezuela. En las hacien- esos guerrilleros pestilentes hasta aplastarlos.
das las esclavas, y algunos esclavos niños y viejos,
tocan las minas. Un cinco por ocho amedrenta a los San Juan llega a su altar
hacendados quienes, aunque saben que el repique
de tambores anuncia el nacimiento de San Juan, les En cada hacienda caribeña del centro norte venezo-
da mala espina. lano San Juan llega a su altar. En el Cauca, Meta, Ca-
El Comandante en Jefe Mariscal de Campo Mi- quetá, Tolima y Huila hay celebraciones por doquier.
guel de la Torre habla con el Teniente Coronel Jacinto San Juan Bautista es el santo patrono de las ciudades
Perera que lleva el peso del Escuadrón del General de Chitré y Aguadulce, en el Istmo de Panamá, don-
y con el Brigadier Francisco Tomás Morales quien de el pueblo celebra con actos religiosos y paganos
asume la División de Vanguardia como Refuerzo del de toda índole, en especial, novenas religiosas, pro-
flanco. Inmediatamente manda a reunir al Teniente cesiones, presentaciones, bailes, cabalgatas, Juan El
Coronel Juaquín Dalmau, responsable del Batallón Bautista ya no es símbolo de sumisión ni resignación
expedicionario “Burgos”, al Teniente Coronel Tomas al poder colonial, porque en los cumbes, particular-
García, de la Primera División y al Coronel José Ma- mente en Curiepe, los esclavizados se erigieron en
ría Herrera, de la Quinta División. Estos a su vez lla- cimarrones y lo despatronizaron y lo desaclarizaron
man al Teniente Coronel Simón Sicilia, responsable transformándolo en imagen libertaria. Los que no es-
del Batallón del país “Cazadores del Infante Francisco tán peleando en Carabobo se acercan a la deidad
de Paula”, al Teniente Coronel Ramón Calderón del para ofrecerle sus oraciones y ofrendas y agradecerle
Regimiento de Caballería “Húsares de Fernando VII”, sus dones para que ayude al Libertador del Mediodía
al Teniente Coronel Tomas de Renovales del Regi- de América. A las 12 de la noche, el ritmo del culo e’
miento de Caballería “Lanceros del Rey”, al Teniente puya del cumpleaños al santo hace crispar los nervios
Coronel Andrés Riesco del Batallón expedicionario “1 o
de los españoles.
de Valencey”, al Teniente Coronel Juan Nepomuce- Simón Bolívar está en la sabana de Tinaquillo
no Montero del Batallón expedicionario “Barbastro”, donde reúne a la Guardia de Honor, creada por él en
al Teniente Coronel Josef Isturiz, del Batallón expedi- 1815 para garantizar la seguridad del Jefe Supremo.

7. Op. Cit.

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Era un cuerpo mixto de varias fuerzas: zapadores, Las aguas benditas
granaderos, artillería y caballería. Para 1820 la Guar-
dia constaba de dos brigadas que serán la columna En horas de la mañana del 24 de junio, San Juan es
vertebral en la conformación del Ejército Libertador de devuelto a una casa para ser cambiado de ropa y
Carabobo. Bolívar echa un vistazo a las tres divisiones prepararlo para la misa que se celebrará a las doce
de su ejército de negros, indios y zambos que había del mediodía en su nombre. Mientras el santo es pre-
reorganizado el 15 de junio de 1821. La primera a car- parado la gente se baña en el río para purificarse y
go de José Antonio Páez, y formada por los batallones recibir las bendiciones de San Juan. El pueblo, en su
Bravos de Apure al mando del Teniente Coronel Fran- infinita sabiduría, sabe que las aguas están benditas.
cisco Torres y los legionarios ingleses agrupados en Bolívar ordena que las divisiones modifiquen su
el batallón Cazadores Británicos al mando del Coronel marcha por la derecha y se dirijan al flanco derecho
Thomas Ildeston Farriar; además de 7 regimientos de realista, el cual estaba descubierto, concibiendo una
caballería. La segunda, comandada por el General de maniobra tendiente a desbordar el ala izquierda ene-
División Manuel Cedeño, y constituida por los batallo- miga, operación que deben ejecutar las divisiones de
nes Tiradores al mando del Teniente Coronel Ludwig Páez y Cedeño, en tanto que la división de Plaza de-
Flegel, y Pantano de Vargas al mando del Teniente berá seguir por el camino hacia el centro de la posi-
Coronel Antonio Gravete, a lo que se sumaba un es- ción de ataque.
cuadrón de caballería. La tercera, bajo las órdenes del Miguel de La Torre ordena al batallón Burgos
Coronel Ambrosio Plaza y constituida por 4 batallones: que marche al norte a ocupar la altura hacia el Bra-
El Rifles a cargo del Teniente Coronel Irlandés Arthur vos de Apure, cabeza de la primera división, el cual
Sandes, Granaderos de Colombia al mando del Coro- después de cruzar el riachuelo de Carabobo, trata de
nel neogranadino Francisco de Paula Vélez, Vencedor escalar la pendiente para ir a la parte plana de la sa-
de Boyacá dirigido por el Coronel alemán Johann von bana. El Bravos de Apure se repliega dos veces por
Uslar y el de Anzoátegui, comandado por el Coronel el violento contraataque del Burgos. El batallón Caza-
José María Arguidegui; completado todo esto por el dores Británicos lo auxilia. Soporta estoicamente las
Regimiento de Caballería “Guardia de Honor” al man- cargas del ejército español. Pierde a su comandante
do del Coronel Juan José Rondón. También está el Tomás Farriar y a 17 de sus oficiales superiores, pero
general Rafael Urdaneta con el Ejército del Norte. permite que los “Bravos de Apure”, se reorganicen y
Bolívar agradece a las insomnes señoras de contraataquen de forma efectiva. Los batallones In-
Guanare, quienes, trabajando incansablemente día y fante y Hostalrich, que pretendían auxiliar al Burgos
noche, pudieron lograr el cometido de coser con te- son neutralizados.
las color azul y blanco el vistoso uniforme que lucen Miguel de La Torre, notoriamente preocupado
orgullosos los soldados en la formación de parada. por el repliegue de sus tropas, envía a los batallones
Bolívar fija su mirada en los ojos de cada uno de los Príncipe, Barbastro e Infante, para que mantengan
soldados. Sólo los latidos del corazón que al ritmo del la línea de combate. Lo hacen por poco tiempo ya
culo e’puya de San Juan interrumpen el expectante que el grueso de la caballería de la primera división
silencio. El Libertador del mediodía de América los del ejército patriota entra por el norte de la sabana.
arenga: ¡Mañana seréis invictos en Carabobo! Con el fin de hacer frente a este nuevo ataque, La

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Torre ordenó al Húsares de Fernando VII que cargase brosio Plaza resultó gravemente herido cuando ren-
contra la caballería rebelde, pero esta unidad se retiró día un batallón realista muriendo al día siguiente en
después de disparar sus carabinas. En ese instante Valencia, momento para el cual el congreso ya había
por la mente de Miguel de la Torre pasa la lectura de otorgado su ascenso a General de Brigada. Murieron
la carta que le escribió el 3 de junio de 1821, el Co- también en combate Manuel Cedeño y Pedro Came-
ronel realista José Pereira, desde Guarenas: “Estos jo. Cuando destaparon algunos cadáveres, se encon-
pueblos son más insurgentes que Bolívar y los que traron con la sorpresa que catorce eran mujeres.
no siguieron a los rebeldes se fueron a los montes,
de donde no los saca ni el buen trato ni ofertas, no Carabobo: diáspora de libertad
cuento con un hombre que dé noticias de la posición
del enemigo, ni menos que haga el menor servicio a El 25 de junio de 1821, el Libertador Simón Bolívar le
favor nuestro”. escribe al vicepresidente Francisco de Paula Santan-
A las doce del mediodía los esclavizados, niños, der desde Valencia: “La conducta del General Páez
ancianos y mujeres, rinden honores a San Juan. Las en la última y en la más gloriosa victoria de Colombia
voces negras entonan cantos al ritmo del culo e puya, lo ha hecho acreedor al último rango en la milicia y yo,
el quitiplás y el malembe. El santo es paseado por en nombre del Congreso le he ofrecido en el campo
todo el pueblo bajo el ritmo libertario: «Donde está el de batalla el empleo de General en Jefe del Ejército”8.
santo está el culo e puya» dicen en los cumbes. Al final de la comunicación, agrega: “Acepte el Con-
greso Soberano [un afecto que le hago] en nombre de
Cae la Torre los bravos que tengo la honra de mandar, el home-
naje de un ejército rendido, el más grande y más her-
Al final de la tarde de aquel 24 de junio, los batallones moso que ha hecho armas en Colombia en un campo
súbditos del Rey optaron por la retirada ante el ataque de batalla”9.
de la infantería y la caballería. Miguel de La Torre, con En Tinaquillo, el zapateo y escobillao de las al-
su gentilicio envuelto en nervios, ordena al regimiento pargatas de las parejas retumban al ritmo de corríos
de los Lanceros del Rey un último recurso: un ataque llaneros, carnavales, cunavicheros, gabanas, gavila-
a la caballería colombiana. Era tal la altivez patriota nes y periqueras con que arpas, bandolas, cuatros,
del pueblo en armas, que el enemigo no sólo des- maracas y cantores celebran el triunfo de Carabobo.
obedeció la orden, sino que huyó ante la embestida En las haciendas caribeñas, mujeres, niños y
de las fuerzas de Bolívar. Al entrar la batalla en su viejos inundan de algarabía y fervor los cumbes. Una
fase final, el 1 de Valencey forma cuadro y comienza
o
procesión al ritmo de los cueros pasea al santo hasta
a retirarse. El ejército insurgente persigue al ejército que se topa con San Juan Congo. El triunfo de Cara-
español, y lo lleva hasta Valencia. De los 4.279 efec- bobo se esparce por toda Colombia: “cantos y fulías
tivos que participaron en la batalla de Carabobo, los de una tierra hermosa pa’ un pueblo que canta cuan-
realistas perdieron dos oficiales superiores, 120 sub- do va a llorar”.
alternos y 2.786 soldados. Por su parte, las bajas de El pueblo deseoso de libertad con San Juan
los independentistas también fueron cuantiosas: Am- Bautista a cuestas va al frente de la iglesia y allí lo

8. Documento 5788. Simón Bolívar. Escritos del Libertador. Tomo XX. Documentos números 5635-6154. 14 mayo – 31 agosto 1821. Caracas,
Venezuela: Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1988, p. 209.
9. Op. Cit., p. 210.

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encierra. En esta se realiza el encierro de San Juan, existencia política y cimentado para siempre vuestra
en donde se «guarda» al santo representándose estabilidad. No será Caracas la capital de una Re-
de esta manera el fin de la celebración. El Encierro de pública; será sí, la capital de un vasto departamento
San Juan es realmente un acto simbólico, pues una gobernado de un modo digno de su importancia. El
vez adentrado en la iglesia, el Bautista es sacado de Vicepresidente de Venezuela goza de las atribucio-
la misma por una de las puertas traseras y es llevado nes que corresponden a un gran Magistrado; y en el
a escondidas nuevamente a la casa de algún escla- centro de la República encontraréis una fuente de jus-
vizado. ticia siempre derramando la beneficencia por todos
El mariscal Miguel de La Torre permaneció en los ángulos de la patria.
Venezuela atrincherado en Puerto Cabello hasta julio Caraqueños: tributad vuestra gratitud a los Sa-
de 1822. De acá es transferido a Puerto Rico, dejando cerdotes de la ley, que desde el santuario de la justicia
el ejército español al mando de Morales. Éste capituló os han enviado un código de igualdad y de libertad.
en agosto de 1823, luego de la derrota naval en el Caraqueños: tributad vuestra admiración a los héroes
lago de Maracaibo el 24 de julio, contienda que se- que han creado a Colombia”10.
lló la definitiva independencia de Maracaibo firmada El 23 de agosto de 1821, Simón Bolívar se en-
el 28 de enero de 1821. Luego vendrían Pichincha y cuentra en Trujillo, Virreinato de Perú. Allí escribe dos
Ayacucho. En la tierra que vio nacer a Antonio José cartas a dos amigos. La primera al General José de
de Sucre, mandolinas, cuatros, cueretas, tamboras San Martín: “Mi primer pensamiento en el campo
y maracas tocan fulgurantes golpes y estribillos que de Carabobo, cuando vi mi patria libre, fue vuestra ex-
bailan cuadrillas a punta de soga y valseo. celencia, el Perú y su ejército libertador. Al contemplar
que ya ningún obstáculo se oponía a que yo volase a
Bolívar escribe a Caracas extender mis brazos al libertador de la América del
Sur, el gozo colmó mis sentimientos. Vuestra exce-
El 30 de junio de 1821, Bolívar desde Caracas lencia debe creerme: después del bien de Colombia,
se dirige al pueblo: “Caraqueños: Una victoria final nada me ocupa tanto como el éxito de las armas de
ha terminado la guerra de Venezuela. Sólo una plaza vuestra excelencia, tan dignas de llevar sus estandar-
fuerte nos queda que rendir. Pero la paz, más glo- tes gloriosos donde quiera que haya esclavos que se
riosa que la victoria, debe ponernos en posesión de abriguen a su sombra”11. La segunda, al Director de
las plazas y de los corazones de nuestros enemigos. Chile, Bernardo O’Higgins: “Desde el momento en
Todo se ha hecho por adquirir la libertad, la gloria y el que la Providencia concedió la victoria a nuestras ar-
reposo; y todo lo tendremos en el curso del año. mas en los campos de Carabobo, mis primeras mira-
Caraqueños: El Congreso General con su sabi- das se dirigieron al Sur, al ejército de Chile. Lleno de
duría os ha dado leyes capaces de hacer vuestra di- los más ardientes deseos de participar de las glorias
cha. El ejército libertador con su virtud militar os ha del ejército libertador del Perú, el de Colombia mar-
vuelto a la patria. Ya, pues, sois libres. cha a quebrantar cuantas cadenas encuentra en los
Caraqueños: la unión de Venezuela, Cundina- pueblos esclavos que gimen en la América Meridio-
marca y Quito, ha dado un nuevo realce a vuestra nal”12.

10. Op. Cit., p. 245.


11. Op. Cit., p. 568.
12. Op. Cit., p. 560.

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Las mujeres y hombres esclavizados celebran libra y gana en los campos de la política batallas tras-
porque Bolívar los convirtió en libertadoras y liberta- cendentales que asombran y fascinan”13.
dores. Veneran a Juan El Bautista porque era un re- Después de la derrota española en el campo de
volucionario en su tiempo que se opuso a todo tipo de Carabobo, Simón Bolívar sin secarse aún el sudor de la
poder que humillaba a los más desposeídos. Saben frente, oyó una voz femenina que se propagó en toda
“que la tambora es pa’l negro porque la sabe tocar, la infinita llanura: “¡Dime tú, capitán, que al sur llevas
que el ritmo y el tongoneo de la negrita al bailar son el alba! ¡Brigadier de las rosas! ¡Guardián de semen-
cosas que tiene el negro porque San Juan se las da”. teras! ¡Comandante del fuego! ¡De la chispa! ¡Del
Unos dicen emocionados “que de un cumaco chucuto trueno! ¡General de los pueblos! ¡Soldado de los hom-
nació la mata de ají, que es de melcocha la negra de bres! ¡Segador de las sombras! ¡Padre de las auroras!
caramelo y anís, porque el santo así lo quiso pa’ los ¡Dime tú, conductor de sueños y de soles! ¡Si está
que nacen aquí”. Un soldado exclama: “soy de curbe- viva, si brilla, si canta hacia la vida la espiga que tu
ta soy, palitero de mina soy, soy de cumaco sí, amigo pueblo sembrara en Carabobo!”14. Inmediatamente
de San Juan, con la negra yo voy donde el merengue resuena una trompa, luego una voz inmensa clama:
está donde hay un taqui-titá tiquitá-quitá”. “¡Viva está para siempre! ¡Para siempre está viva! ¡Y
Eduardo Blanco en su Venezuela Heroica des- con ella en los puños debemos avanzar sembrando
cribe a un Bolívar “confiando a la velocidad de su ca- sus semillas!”15.
ballo la salvación de la República, entre el humo de
la pólvora y los estragos del enemigo encono, sueña
a Colombia, abre a sus tropas una nueva campaña, Alí Ramón Rojas Olaya

13. Eduardo Blanco. Venezuela Heroica. Cuadros Históricos: La Victoria, San Mateo, Las Queseras, Boyacá, Carabobo. Caracas, Venezuela: Imprenta Sanz,
1881, p. 102.
14. César Rengifo. Esa espiga sembrada en Carabobo. Obra teatral. Caracas, Venezuela: Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte), 2011,
p. 45
15. Op. Cit., p. 46.

13
PRESENTACIÓN

En este libro de historia, presentado en forma de his- tas son los primeros en abrir los fuegos. El 28 de ene-
torietas, que ahora tienes en tus manos o ves en tu ro de 1821 el pueblo de Maracaibo rompe con los
pantalla se ilustra cómo fue esa memorable batalla acuerdos, se pronuncia a favor de la causa patriota y
en la que Bolívar y su ejército se plantearon construir se incorpora a la República. Por consiguiente queda
en el nuevo mundo un Mundo Nuevo. En esta obra roto el armisticio de seis meses firmado en noviem-
podemos conocer quiénes participaron en ella, qué bre de 1820. Se fija el 28 de abril como fecha para el
caminos transitaron, cómo se prepararon para el reinicio de la guerra.
combate, a qué peligros se enfrentaron, qué tipo de Al reiniciarse la contienda el ejército realista man-
armas usaron, qué tácticas emplearon, cómo afron- tenía una inmejorable posición central desde donde
taron las victorias y los reveses, cómo se dispusieron controlaba un amplio corredor interconectado que les
los ejércitos, en fin, cómo se desarrollaron los suce- permitía: 1) efectuar en tiempo relativamente corto la
sos. concentración de sus tropas. 2) garantizar un segu-
La obra recoge la información contenida en los ro e ininterrumpido abastecimiento de las mismas y
textos de cuatro fuentes históricas indispensables: asegurar la constante comunicación entre éstas, tan-
dos primarias o directas, los testimonio del Liberta- to por tierra, como por mar. 3) Atacar con fuerzas su-
dor y de José Antonio Páez que fueron protagonistas periores cualquiera de las posiciones patriotas dise-
del acontecimiento; y dos indirectas, la del historia- minadas en el territorio.
dor Rafael María Baralt (1810-1860) y la del escritor Morales con un ejército de 5000 hombres ocu-
Eduardo Blanco (1839-1912), que aunque no partici- paba Calabozo y sus alrededores, y varias de sus di-
paron directamente en la contienda, convivieron con visiones acampaban en Araure, Caracas y San Car-
muchos testigos de los hechos o sus descendientes, los, lugar este último donde el comando realista fija su
a quienes oyeron contar las hazañas de la guerra de Cuartel General.
independencia. Las fuerzas realistas contaban para la campaña
Al despuntar de año 1821 veníamos de firmar con los siguientes efectivos distribuidos estratégica-
un armisticio y un tratado de regularización de la gue- mente:
rra entre las fuerzas realistas y las patriotas. Ambos 1) La 1ª División, la 2ª División y el Regimiento de
ejérci­tos se preparaban para la contienda inevitable “Barbastro” en San Carlos.
donde se decidiría el futuro de Colombia. Los patrio-

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2) Efectivos de Vanguardia: 2ª División y Batallón sois libres, ellos esclavos. Combatid, pues, y vence-
del Regimiento del Rey, en Calabozo. réis1.
3) 3ª División en Barquisimeto y Araure. Bolívar concentró la mayor parte de sus ejércitos
4) 5ª División en Guanare. al sur de Venezuela, para actuar con todas las fuer-
5) Regimiento del Rey, entre Coro y San Felipe. zas en la dirección general noreste con el objeto de
6) Batallón de “Blancos de Valencia” y Regimiento destruir al adversario. Mucho antes Bolívar sabía el
“La Reina” en Caracas. sitio exacto donde debía librarse el combate. “Espere
7) Batallón “Hostalrich” en Barlovento. en la victoria en Carabobo”2, le escribió a Santander
Los realistas disponían de 12000 efectivos apro- once días antes de la batalla.
ximadamente; pero además, gracias a que contro- El General La Torre había previsto un plan ofensi-
laban buena parte de las costas, podían auxiliar con vo que consistía en que las fuerzas al mando de Mo-
facilidad cualquier punto neurálgico que exigiera su rales atacaría el ejército de Apure a fin de impedir que
ayuda. éste se uniera al de “La guardia”; mientras concentra-
El ejército patriota contaba con alrededor de 9600 ba al resto de sus contingentes en San Carlos, para
efectivos. Para aquel momento, la posición de las tro- dirigirlos contra el Libertador en Barinas o Guanare.
pas republicanas era desventajosa. Se encontraban Bolívar descifró el plan del adversario. No dudó
situadas en una amplia línea periférica, separada por en seguir un viejo axioma del Licenciado Miguel José
grandes distancias que dificultaba el constante man- Sanz, uno de sus maestros: “Querer cosas extraordi-
tenimiento de las comunicaciones y el sostenido flujo narias por medios ordinarios es un desatino, es indis-
de provisiones. Ello favorecía a las fuerzas enemigas, pensable emplear los extraordinarios”3. Entonces, al
que podían impedir la concentración de nuestros ejér- igual que en 1819 cuando tramontó el páramo de Pis-
citos mediante acciones sincronizadas que aniquila- ba en pleno invierno, Bolívar hizo lo que nadie espera-
rían sucesivamente nuestras guarniciones. ba: atacó por el lugar menos imaginado empleando
Las fuerzas republicanas estaban distribuidas de una táctica inesperada.
la siguiente manera: Durante la Campaña de Carabobo (abril a junio)
1) Cuartel General de las fuerzas, en Barinas. engañó al enemigo y en el día de la batalla lo sor-
2) “La Guardia” con Batallones en Barinas, Trujillo y prendió. El engaño durante la Campaña consistió en
Maracaibo. distraerlo para que dilapidara y dividiera sus fuerzas
3) Batallón “Milicias de Maracaibo, en Maracaibo. dirigiéndolas hacia un objetivo secundario, mientras le
4) 4.- Ejército de Apure, en Achaguas. dejaba el campo libre para reagrupar al ejército repu-
5) Ejército de Oriente en Barcelona, en los Llanos blicano en el lugar adecuado para vencer.
de Calabozo y Valles de Caracas. En efecto, durante la campaña Bolívar empleó
En aquel momento, Bolívar debió repetir a sus una táctica que en términos militares se llama “diver-
soldados lo que les había expresado años antes: “No siones”, es decir, operaciones de distracción de las
comparéis vuestras fuerzas físicas con las enemigas, fuerzas enemigas, con la intención de desagruparlas
porque no es comparable el espíritu con la materia. y confundirlas para que se desorienten en cuanto a
Vosotros sois hombres, ellos son bestias, vosotros la intención del oponente. Todos los oficiales patrio-

1. Manifiesto de Carúpano, 7 de septiembre de 1814. Simón Bolívar. Doctrina del Libertador. P.54.
2. Carta de Simón Bolívar a Santander, San Carlos, 13 de junio de 1821. En Doctrina del Libertador. P.158.
3. En Guillermo García Ponce. (2002). Bolívar y las armas en la guerra de independencia, Venezuela: Publicaciones Monfor. P. 35.

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tas jugaron un papel fundamental en la campaña. Sin de un público mayor: La Narración Gráfica o Arte Se-
embargo, la tarea asignada a Bermúdez fue decisiva cuencial. Como lo explica uno de los máximos repre-
al desarrollar la “diversión” que le fue encomendada y sentantes de este género, Will Eisner: “En esta forma
que cumplió a cabalidad. de narración gráfica, el guionista y el dibujante con-
servan su soberanía, porque la historia sale del texto y
No es posible informar a V.E. de los prodigios que este se ve embellecida por el dibujo. Su ritmo pausado da
célebre General ha obrado con una pequeña División, tiempo al lector para recrearse con el dibujo”6.
por esta parte, en cumplimiento de las órdenes que En efecto, la secuencia de los hechos vista grá-
tenía. Baste decir a V.E. que los pueblos y el enemigo ficamente hace que aparezca ante nuestros ojos la
están asombrados y no alcanzan a expresar toda su historia viva, la historia en movimiento. El encanto de
admiración, ni decidir si han sido mayores su valor y la historieta es que en ella la imagen no se queda
su audacia o su prudencia y habilidad . 4
quieta, circunscrita a un molde. ¡No! La acción ca-
balga. Es como si una película se desarrollara frente
Igualmente, durante la batalla de Carabobo Bo- a nuestros ojos. La palabra escrita narra los hechos
lívar sorprendió al adversario: atacó por el lugar me- ocurridos, y las imágenes que la acompañan hace
nos pensado empleando una táctica insospechada. que la imaginación vuele y ayuda a darle corporeidad
Desajustó así sus planes, sin darle tiempo para re- y movimiento a lo visualizado. La imagen es un punto
cuperarse: “La división Plaza fue situada de manera de referencia en el plano; todo lo demás es ensueño
que los enemigos creyeron que iban a ser atacados que te transporta al momento y lugar de los hechos.
de frente, mientras las de Páez y Sedeño giraban a la De este modo, te conviertes, primero en testigo de los
izquierda, a fin de caer a retaguardia de la derecha hechos; luego, en protagonista. Llega un momento
española” . 5
en que dejamos de ser lectores y pasamos a ser es-
El libro de historietas que presentamos es suma- pectadores, testigos de los hechos; y luego actores,
mente original. Recoge por un lado lo esencial de lo protagonistas de la historia.
escrito por los autores nombrados acerca de la Batalla Esta obra nos transporta a la colina de Buena
de Carabobo. Eso ya es una proeza en el campo del Vista en la sabana de Carabobo, punto desde donde
saber, porque no es fácil comunicar el sentido de un el Libertador comandó sus tropas. Luego nos lleva al
texto haciéndole justicia al espíritu y al verbo de quien campo mismo de batalla y allí convertidos en solda-
lo escribió, especialmente cuando se trata de perso- dos alcanzamos la libertad de nuestra Patria y funda-
nas que escribieron en épocas pasadas. mos una gran nación, la República de Colombia, fruto
Tanto el guionista como el dibujante de este li- de la unión de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador.
bro de historietas tuvieron que hacer gala de un gran Allí oímos la voz de Bolívar que nos dice que en
poder de síntesis para mostrar los hechos fundamen- ese glorioso campo estamos sellando la independen-
tales en forma gráfica y en clave pedagógica. Desa- cia, la prosperidad y la gloria nacional; y que a partir
rrollaron un género que día tras día capta la atención de allí las potencias extranjeras, os reconocerán como nación y

4. Caracas, 30 de junio de 1821, Comunicado oficial del Ministro de Guerra en campaña Pedro Briceño Méndez al Vicepresidente Interino de la
República de Colombia. El documento es reproducido íntegramente en Alberto de Jesús Varela, Descripción de la Batalla de Carabobo. (1971).
Talleres Tipo-Litográficos del MOP. PP.20-25.
5. Nota de Vicente Lecuna al DOCUMENTO 5788 donde Bolívar da el parte de guerra de la Batalla de Carabobo.
6. Will Eisner. (1998). La Narración Gráfica. Editorial Norma. P.27.

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os respetarán por vuestras armas vencedoras: os estimarán por embajador estadounidense Juan Bautista Irvine: “El
la justicia de vuestra causa y os admirarán por vuestra consagra- valor y la habilidad, señor agente, suplen con venta-
ción a la patria .
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ja al número. ¡Infelices los hombres si estas virtudes
Este libro con sus imágenes prodigiosas nos morales no equilibrasen y aun superasen las físicas!
trans­porta al 24 de junio de 1821, al mismísimo te- El amo del reino más poblado sería bien pronto señor
rreno de combate donde en menos de una hora ven- de toda la Tierra. Por fortuna se ha visto con frecuen-
cemos a España, la potencia donde no se pone el sol cia un puñado de hombres libres vencer a imperios
y a su ejército invasor, más numeroso y mejor aper- poderosos17.
trechado. Entonces, exhaustos y felices, ratificamos
aquello que Bolívar le dijera en Angostura al arrogante Jose Gregorio Linares

16. Proclama del 8 de marzo de 1820. En Doctrina del Libertador. P. 158.


17. Bolívar a Juan Bautista Irvine, Angostura, 12 de octubre de 1818. En Gustavo Pereira, Bolívar. Escritos anticoloniales. P.178.

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Espléndida
victoria

La más clara y concisa relación de la batalla de Cara- El ejército Libertador tenía igual fuerza que el enemigo,

bobo la da el mismo Bolívar en el parte de batalla del pero no más que una quinta parte de él ha decidido la

25 de junio de 1821. Escribe: batalla. Nuestra pérdida no es sino dolorosa: apenas

doscientos muertos y heridos. El ejército español pasa-

Nuestra marcha por los montes y desfiladeros que nos ba de seis mil hombres compuesto de todo lo mejor de

separaban del campo enemigo fue rápida y ordena- las expediciones pacificadoras. Este ejército ha dejado

da. A las 11 de la mañana desfilamos [de frente] por de serlo...

nuestra izquierda al frente del ejército enemigo bajo sus

fuegos; atravesamos un riachuelo que sólo daba frente El Libertador informa en el mismo parte de gue-
para un hombre, a presencia de un ejército [enemigo] rra que en Carabobo ha triunfado un ejército heroico,
que bien colocado en una altura inaccesible y plana nos “el más grande y más hermoso que ha hecho armas
dominaba y nos cruzaba con todos sus fuegos. en Colombia en un campo de Batalla”. Hace años
El bizarro General Páez, a la cabeza de los dos batallo- que estos hombres lo acompañan en esta lucha por
nes de su división y del regimiento de caballería del va- la independencia: “Hombres que se han desprendi-
liente Coronel Muñoz, marchó con tal intrepidez sobre do de todos los goces, de todos los bienes que antes
la derecha del enemigo que en media hora [de fuego] poseían. Hombres que han experimentado cuanto es
todo él fue envuelto y cortado. Nada hará jamás bas- cruel en una guerra horrorosa, padeciendo las priva-
tante honor al valor de estas tropas. El Batallón Británico ciones más dolorosas, y los tormentos más acerbos”7.
mandado por el Benemérito Coronel Ferriar pudo aún Rinde un homenaje a los héroes, tanto los que
distinguirse entre tantos valientes y tuvo una gran pér- sobreviven como los que mueren en el campo de ba-
dida de oficiales. talla, los nacionales y los extranjeros. Se cumplió su
La conducta del General Páez en la última y en la más premonición con respecto a la Legión británica, esos
gloriosa victoria de Colombia lo ha hecho acreedor al “extranjeros generosos” que vinieron a “ayudarnos a
último rango en la milicia y yo, en nombre del Congreso quebrantar nuestras cadenas”8, quienes fueron deci-
le he ofrecido en el campo de batalla el empleo de Ge- sivos para alcanzar el triunfo en la contienda.
neral en Jefe del Ejército…

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BOLÍVAR, Simón. “Parte de la Batalla de Carabobo”. Batalla de Carabobo. Edición Conmemorativa Bicentenario 1821
/2021. Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho, 2021, pp. 39-41.
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nos vemos en el
campo de batalla

Otro de los testimonios que son recogidos en este libro tido repentinamente de aquel terrible ataque que me
es el de José Antonio Páez (1790-1873), el legendario privaba del sentido, [epilepsia] me quedé en el ardor
héroe de Mucuritas, La Mata de la Miel y las Queseras de la carga entre un tropel de enemigos, y tal vez hu-
del medio, quien es protagonista estelar de la batalla biera sido muerto, si el comandante Antonio Martínez,
de Carabobo. Su testimonio lo da a conocer en su Au- de la caballería de Morales, no me hubiera sacado
tobiografía, publicada en 1867 cuando ya es un anciano de aquel lugar. Tomó él las riendas de mi caballo, y
exilado en Nueva York y ha vivido lo suficiente “para montando en las ancas de éste a un teniente de los
haber oído lo que todos han hablado y poder hablar patriotas llamado Alejandro Salazar alias Guadalupe,
cuando todavía algunos no han callado”. para someterme sobre la silla, ambos me pusieron en
Llama la atención que en esta obra Páez escri- salvo entre los míos”.
ba muy poco sobre la memorable batalla. No obs- El Centauro del llano escribe con generosidad
tante, escribe páginas que nos permite acercarnos acerca del enemigo derrotado en Carabobo. No los
a los pequeños hechos que ocurrieron alrededor de carga de apóstrofes y dicterios. Señala que el ejército
aquel suceso. Cuenta episodios tan sutiles, que de no español que participó en la batalla “se componía de la
haber sido por él no habrían sido recogidos por la flor de las tropas expedicionarias, y sus jefes habían
historia. Por ejemplo, recuerda que días antes de venido a América después de haber recogido muchos
la batalla el general Latorre quiso engañar a Bolívar y laureles en los campos de la Península, luchando he-
envió al coronel español Churruca a parlamentar con roicamente contra las huestes de Napoleón”.
el Libertador. Cuenta también que en lo más duro de De sus compañeros de lucha, hombres en su
la batalla el capitán Juan Ángel Bravo (1788-1843) “lu- mayoría de origen humilde, dice que tienen plena con-
chó con tal bravura que se veían después en su uni- ciencia del momento histórico que les ha tocado vivir y
forme las señales de catorce lanzazos que había reci- de la trascendencia de su actuación en esta decisiva
bido en el encuentro, sin que fuese herido, lo que hizo batalla por la independencia. Destaca: “jefes, oficiales
decir al Libertador que merecía un uniforme de oro”. y soldados comprendieron toda la importancia que a
Páez igualmente recuerda cómo inexplicable- nuestra causa iba a dar una victoria que todos reputa-
mente se salvó de morir gracias a la ayuda de un ban decisiva”.
oficial realista. “En esta ocasión estuve yo a pique de Escribe desde Nueva York y, para ser mejor
no sobrevivir a la victoria, pues habiendo sido acome- comprendido por los estadounidenses que leerán su

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libro, establece una comparación: “Tal fue la gloriosa donde éste reconoce el heroísmo del llanero en tan
jornada de Carabobo, que en sus importantes resulta- decisiva batalla: “Sellóse en Carabobo la independen-
dos para la independencia de Colombia, puede muy cia de Colombia. El valor indomable, la actividad e in-
bien compararse con la de Yorktown para los Estados trepidez del general Páez, contribuyeron sobremanera
Unidos. a la consumación de triunfo tan esplendido”.
Finalmente, no se detiene a cantar sus propias
glorias, prefiere citar un documento escrito por Bolívar

PÁEZ, José Antonio. Autobiografía del general José Antonio Páez. Caracas: Colección Bicentenario Carabobo, 2021,
tomo I, pp. 247-261.

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aquella furiosa
acometida

El otro texto cuyo contenido es recogido en la obra que sentencia: “Este libro es una llama; y su calor conforta
presentamos es Venezuela Heroica escrita por Eduardo y gusta”.
Blanco, quien tuvo la fortuna de conocer a Páez, pues Eduardo Blanco rememora que en la mañana del
entre 1861 y 1863 fue uno de sus edecanes. Se en- 24 de junio de 1821: “El Libertador, con menos número
contraba presente en las conferencias de paz cele- de tropas, aunque superior a su contrario en genio y en
bradas entre el caudillo llanero y Juan Crisóstomo Fal- prestigio, se apresura a abrir aquella nueva y gloriosa
cón en 1861, donde tuvo la oportunidad de oír de sus campaña, fortalecido con su fe inquebrantable, y deci-
propios labios el relato sobre la batalla de Carabobo, dido, más que nunca a arrebatar a la victoria el triunfo
en el lugar mismo de los sucesos. definitivo y la completa independencia de Colombia”.
Eduardo Blanco escribe su obra en 1881. Escribe que ese día los soldados asumieron con
Comien­za por explicarnos su concepción de la his- la alegría característica de los venezolanos, los peli-
toria. Decla­ra: “La historia es un libro prodigioso, un gros que pocas horas después deben afrontar. “Ale-
arsenal inagotable donde todo se encuentra: armas gre y bulliciosa era la marcha de nuestros regimientos:
para el combate, escudos para la defensa; ella ejerce- más que a reñir una batalla, aquellos bravos, ansiosos
rá sobre el presente la formidable coacción de todos por llegar al término deseado, parecían dirigirse a una
los prestigios del pasado. Evocar un recuerdo opor- feria”.
tuno de ese inmenso cerebro de la humanidad es Narra la intrepidez e incluso el espíritu de com-
producir una luz que irradia claridades, una chispa de petencia que se establece entre los soldados patriotas
fuego que, aplicada a nuestras pasiones, las inflama y por acometer al enemigo. Refiere el episodio en que
produce el incendio”. uno de ellos, en plena refriega, quiere adelantarse a
Eso es precisamente lo que logra Eduardo Blan- otro, y éste no se lo permite dejándolo atrás. Al pasar
co en su obra Venezuela Heroica: inflamar la pasión por a su lado “le grita blandiendo con orgullo su poderosa
la patria, encender el espíritu de lucha de los pueblos lanza: compañero, por delante de mí, la cabeza de mi caballo.
en la defensa de su independencia y en la lucha por Minutos después estaba muerto”.
su libertad. José Martí escribe en la presentación del Era el ejército patriota un ejército abnegado que
libro: “Todo palpita en VENEZUELA HEROICA, todo había sufrido hasta lo indecible a lo largo de muchos
inflama, se desborda, se rompe en chispas, humea, años de lucha. “Aquél heroico ejército sometido a todo
relampaguea. Es como una tempestad de gloria. Y género de penalidades; sin paga de ordinario, desnu-

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do casi siempre, y a menudo sin pan, no profería una otros huían aterrorizados ante la carga de nuestros
queja, y lleno de entusiasmo, moría vitoreando la pa- guerrero, mostró gallardía al frente del regimiento Va-
tria, sin cuidarse de sus propias miserias. Ser el más lencey. “Fue en Carabobo donde se dio a la fama:
bravo, el más abnegado, el más heroico, era prefe- empinado sobre aquella derrota, nuestra victoria le
rible a ser el más acaudalado. El orgullo era noble; prestó fulgores y lo hizo visible. Aquél desconocido
la ambición generosa. De ahí la pujante virilidad de de la víspera, gritó su nombre en la insigne jornada
aquella generación que hizo prodigios armada con la y todos los que asistían a ella lo escucharon y hoy
espada de los héroes, aunque cubiertos con los hara- lo repite la posteridad. Para brillar como brilló en me-
pos del mendigo. dio de tanta claridad, era indispensable ser astro, y
Eduardo Blanco registra también el heroísmo astro de luz propia”.
de un oficial español, Tomás García, quién mientras

BLANCO, Eduardo. “Carabobo”. Venezuela heroica. Caracas Colección Bicentenario Carabobo, 2021, pp. 153-
214.

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Prodigios de
valor

El último relato de la batalla que se adapta en este en su contra haber desarrollado su trabajo historio-
volumen está contenido en el Resumen de la Historia de gráfico en una época muy reciente o contemporáneo
Venezuela firmado por Rafael María Baralt y Ramón a su tiempo, mientras que mucho de sus protagonis-
Díaz. En 1839, José Antonio Páez, para entonces tas todavía estaban vivos y esperando comentarios
presidente de la República, encomienda a Agustín laudatorios.
Codazzi la elaboración de la cartografía nacional y Muestra de ello son las líneas que dedica, sin
este, conociendo las cualidades de Baralt, lo invita a ningún tipo de remilgo al primer monumento en Cara-
colaborar con la contraparte histórica del proyecto. Si bobo, una columna ática que se levantó un año des-
bien varios de los documentos contenidos en el libro pués de la victoria:
fueron proporcionados por Díaz, fue responsabilidad
de Baralt seleccionar, compilar, confrontar, redactar “tuvo la misma suerte que otros monumentos manda-

y corregir la obra. Así que su estilo, tono y filosofía, dos erigir en honor del Libertador o para perpetuar la

atraviesa toda la obra. memoria de otras épocas más o menos importantes.

Para la elaboración de su Resumen…, el autor Las atenciones de la guerra, las tempestades civiles

se vale de fuentes directas pues se nutre de testigos que a ésta se siguieron, un fondo grande de levedad

o actores que formaron parte de los acontecimien- y de indolencia en el carácter nacional y mucha dosis

tos; así como también tiene acceso a gran número de ingratitud, hizo que pasados los primeros instantes

de archivos del gobierno. En el caso del episodio de de alborozo, se olvidaran los triunfos, los triunfadores y

Carabobo, su principal fuente es el parte de la bata- los monumentos”.

lla de Bolívar. Baralt, influenciado por Thiers, Cousini,


Tocqueville, Guizot y de los socialistas utópicos; pero Hoy, doscientos años después de haber venci-
también de los escritores románticos, logra conciliar do en Carabobo, la lucha continúa. Todavía queda en
altos niveles de pedagogía, de narrativa y de dialécti- nuestras manos no solo rendir tributo al pasado glo-
ca con un riguroso método histórico. Así como puede rioso que nos convirtió en una nación soberana, sino
dotar de una gran belleza y plasticidad los eventos garantizar que todo el sacrificio no haya sido en vano,
que va estudiando, también puede aproximarse a como bien anhelaba al final de su relato Baralt: “Aca-
ellos con objetividad y pensamiento crítico. so nuestros hijos, más felices y virtuosos, satisfarán la
En su momento, este Resumen… causó reaccio- deuda de la patria, honrando las cenizas y la memoria
nes negativas por las crudas opiniones del autor. Tuvo de sus héroes”.

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BARALT, Rafael María y Ramón Díaz. Resumen de la Historia de Venezuela. Cabimas: Fondo Editorial UNERMB,
2016, tomo III, pp. 103-111
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En este libro de historia, presentado en for-
ma de historietas, que ahora tienes en tus
manos o ves en tu pantalla se ilustra cómo
fue esa memorable batalla en la que Bolí-
var y su ejército se plantearon construir
en el nuevo mundo un Mundo Nuevo. En
esta obra podemos conocer quiénes parti-
ciparon en ella, qué caminos transitaron,
cómo se prepararon para el combate, a
qué peligros se enfrentaron, qué tipo de ar-
mas usaron, qué tácticas emplearon, cómo
afrontaron las victorias y los reveses, cómo
se dispusieron los ejércitos, en fin, cómo se
desarrollaron los sucesos.
Recoge la información contenida en
los textos de cuatro fuentes históricas in-
dispensables: dos primarias o directas, los
testimonio del Libertador y de José Antonio
Páez que fueron protagonistas del aconteci-
miento; y dos indirectas, la del historiador
Rafael María Baralt y la del escritor Eduar-
do Blanco.

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