Breve Manual para Lectores Microficticos....

BREVE MANUAL
PARA LECTORES
MICROFICTIVOS
Microficcionistas hispanoamericanos tienen la palabra…
Breve manual para lectores microfictivos 1

COLECCIÓN: LITERATURA DE LA AMERICAS
Cuadragésimo primer volumen de la colección:
Curador: Piero De Vícari
“BREVE MANUAL PARA LECTORES

MICROFICTIVOS” Microficcionistas hispanoamericanos
tienen la palabra…
Foto de tapa:
Ilustraciones:
Editor: Yu’i Páez

Editorial Eos Villa.- Distribución y descarga gratuita.
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WnMx7AIdYkNk60k?usp=share_link
EOS - Escuela de Oficios y Saberes

Facebook: Eos Villa
E-mail: [email protected]
Rosario - Villa Constitución - San Nicolás - San Pedro Argentina
Marzo 2023

BREVE MANUAL PARA
LECTORES
MICROFICTIVOS
Microficcionistas
hispanoamericanos tienen la
palabra…

EXORDIO
Desde el mes de julio de 2018 hasta el mes de abril

de 2019, se publicaron -a través de mi muro en la red
social Facebook- diversas entrevistas que realicé a
escritores hispanoamericanos dedicados al género
microfictivo. Las mismas se dieron a conocer bajo el título
“En pequeño formato: los microficcionistas tienen la
palabra”. Cada uno de los autores convocados contestó
un cuestionario base, brindando sus impresiones sobre
esta modalidad narrativa.
La pregunta que inicialaba la presentación de la
entrevista (“¿qué rasgos identifican a la microficción
por sobre el resto de los otros géneros literarios?”) fue
un verdadero acicate para que cada entrevistado desgrane
su pensamiento dejando definiciones y posturas
enriquecedoras que bien pueden vislumbrar una futura (¿y

concluyente?) definición de estas joyas literarias de lo
ínfimo.
Reunidas las respuestas en un mismo cuerpo
textual, las palabras parecen configurar un puzzle bastante
preciso (¡si de concisión hablamos!) para guiar a los
lectores microfictivos -actuales y por venir- hacia una raíz
etimológica que puede encontrar verosimilitud y sustento.
Cada uno de los cincuenta y ocho autores que aquí
se presentan con una visión propia del universo de lo
breve, aportó su granito de arena para delimitar este Breve
Manual que, no tengo dudas, ayudará a entender la esencia
misma de las Microficciones / Minificciones /
Microrrelatos / Microcuentos o como deseen llamarle.
Los invito entonces a leerlas y a estar atentos con
cada expresión puesto que -como en un delicado
mecanismo de orfebrería- cada engranaje nos remite a la
“cocina” de un manejo escritural, allí, donde se preparan
estos mínimos manjares para nuestra avidez lectora.
Piero De Vicari
Marzo de 2023

AGRADECIMIENTOS
Sin la participación de los microficcionistas que

intervienen con sus opiniones en el presente volumen,
hubiera sido imposible esbozar este BREVE MANUAL
PARA LECTORES MICROFICTIVOS. Vaya pues mi
especial agradecimiento a: José Manuel Ortíz Soto,
Patricia Nasello, Camilo Montecinos Guerra, Leandro
Hidalgo, Dina Grijalva, Rogelio Ramos Signes, Julia
Otxoa, Antonio Cruz (in memoriam), Lilian Elphick,
Javier Perucho, Esther Andradi, Guillermo Bustamante
Zamudio, Laura Nicastro, Sergio Astorga, Norah Scarpa
Filsinger, Beto Benza, Claudia Cortalezzi, Triunfo
Arciniegas, Celina Aste, Homero Carvalho Oliva, Ildiko
Nassr, Armando Alanís, Nanim Rekacz, Ángel Olgoso,
Edgardo Ariel Epherra, Lorena Díaz Meza, Fabián Vique,
Sisina Anze, Ricardo Bugarín, Geraudí González Olivares,
Roberto Perinelli, Nélida Cañas, Rony Vásquez Guevara,

Marylena Cambarieri, Alberto Hernández, Mariángeles
Abelli Bonardi, Diego Muñoz Valenzuela, Zulma Fraga,
Juan Romagnoli, Susana Szwarc, Arnaldo Jiménez, Silvia
Sánchez, Orlando Romano, Sandra Bianchi, Gabriel
Ramos Zepeda, Caro Fernández, Omar Julio Zárate, Luis
Ignacio Muñoz, Ana María Mopty, Leonardo
Dolengiewich, Julio Estefan, Alejandro Bentivoglio, Pablo
Melicchio, José Luis Pérez Coro, Rocco Laguzzi, Sandro
Centurión, Leo Mercado y Raúl Brasca.

José Manuel Ortíz Soto (México):
La minificción es el único género que, gracias a su

economía del lenguaje, cimienta sus historias en el aire.
Patricia Nasello (Argentina):
La identifican los rasgos que la definen, su narratividad,

síntesis, elipsis e impacto, cualidades éstas que, sumadas,
hacen de la microficción un género que busca, necesita y

forma lectores atentos, lectores que hallan agrado al
completar con su fuerza lo no dicho. Buceadores expertos
en la interlínea y la transtextualidad.
Camilo Montecinos Guerra (Chile)
El rasgo más característico y evidente es la brevedad, pero

también es fundamental el diálogo e interacción que
establece con el lector, dado que la historia se presenta de
forma fragmentada. En ese sentido, la microficción
permite que cada experiencia lectora sea única e
irrepetible.

Leandro Hidalgo (Argentina):
La búsqueda de una brevedad inagotable. La idea de una

colección, de reunir.

Dina Grijalva (México):
Creo que la intensidad -de cualquier tipo- es esencial en la

minificción. La exigencia de participación de quien lee es
otra de sus virtudes; es el género literario en el que la
importancia de lo que pasa en la mente de la lectora o el
lector es esencial.
Rogelio Ramos Signes (Argentina):
Por empezar, que escapa a todo tipo de moldes por más

que su formato es muy pequeño; y se vale, más que
ningún otro género, de la complicidad con el lector. Su
tiempo es breve pero absorbente, no permite distracciones

y está emparentada con la poesía narrativa, no con el
cuento tradicional como se piensa.
Julia Otxoa (España):
Huyo de todo dogmatismo y por lo tanto de toda

definición cerrada de las cosas, pero si he de hablar sobre
algunos rasgos esenciales que identifican al microrrelato
de otros géneros literarios, tendría que señalar la brevedad
y concisión en el lenguaje narrativo, que potenciaría al
máximo la intensidad expresiva y el extrañamiento
conceptual.

Antonio Cruz (Argentina):
Antes que nada, quiero decir que en mis respuestas

utilizaré la palabra microrrelato. Así conocí el género y es
la palabra que usaba el Maestro David Lagmanovich. Pues
bien, creo que la diferencia no es solamente la extensión
(aunque la brevedad es una condición sine qua non).
También creo que hay elementos como la necesidad de
contar una historia ─debe ser un texto narrativo─.
Podemos agregar a esas dos condiciones otras como por
ejemplo la característica de ser un “híbrido”
─(des)generado, le llama Violeta Rojo─ entre el cuento, la
prosa poética, la fábula y algunos otros. Se debe agregar a
ellas, la concisión y la extrema precisión en el manejo del
lenguaje. Por último, tal como sostiene David

Lagmanovich, no hay que descuidar la experimentación
lingüística, la intertextualidad.
Lilian Elphick (Chile):
Microficción o minificción, a mi entender, es cualquier

género literario fictivo y brevísimo, ya sea, microcuento o
microrrelato, haikú, poema breve, mini teatro, ilustración
que contenga una historia, como las de Alberto Sánchez
Argüello, de Nicaragua, comics y otras expresiones de
audio o visuales. Ahora, el microcuento (o microrrelato,
minicuento, etc.) se caracteriza, en muchos casos, por
omitir la materia narrativa, dejando al lector la tarea de
desentrañar la historia. Por ejemplo, el texto de los

zapatitos de bebé: “For sale: baby shoes, never worn”.
(“Vendo zapatos de bebé, sin usar”), atribuido a
Hemingway.
Javier Perucho (México):
La microficción es novedosa por su carácter proteico por

ello adopta, diluye o transfigura cualquier género para sus
legítimas causas narrativas. La parodia anida en sus
entrañas. El humor y la ironía componen sus jugos
gástricos. Apela a la inteligencia del lector. Ningún dilema
social o moral resulta extranjero en su continente. Sus
mecanismos de afinación exigen precisión, condensación y

exactitud. Su lábaro es la palabra justa. Repele cual plaga a
la anfibología. Es indiferente al cómputo de palabras y a
su longitud en folios. La tensión, intensidad y revelación
calibran el poder de sus narrativas. En fin, un fantasma
recorre las repúblicas literarias: el fantasma de la
minificción.
Esther Andradi (Argentina):
La microficción es el Sudoku de la literatura: desde el

título, nada puede sobrar, y cada palabra tiene un lugar
preciso dónde estar. Es el árbol que no se va por las
ramas, la hoja para leer el bosque.

Guillermo Bustamante Zamudio (Colombia):
Ciñéndonos a la palabra, el rasgo sería lo micro–, pues el

resto es –ficción y eso lo comparte con los otros géneros
literarios. Y si sólo es una ficción breve, pues no se trata
de “otro género literario”. Pero si el hecho de tener que
restringirse a cierta extensión transforma el texto,
¡entonces está mal el nombre! Y tenemos los ejemplos de
restricción espacial en la poesía: la décima, el zéjel, el
haiku, el soneto… Si inquirimos —como en tu
pregunta— por los “rasgos que identifican”, por ejemplo,
al soneto, ¿no quedaríamos constreñidos a decir que tiene
catorce versos endecasílabos con ciertas combinaciones de

la rima?... o sea, algo formal (y, entonces, habría que
preguntarle a Zabala cuántas son las palabras o los
caracteres para tener una microficción). Muchos ya
describen los rasgos que identifican a la microficción…
pero siempre encuentro en el corpus respectivo algún
contraejemplo. Esta respuesta que te estoy dando es una
típica evasión.
Laura Nicastro (Argentina):
La brevedad, aunque no sea la única condición. Considero

que “brevedad” en microficción abarca un máximo de
trescientas palabras. Si son menos, mejor … pero que esto

no comprometa la comprensión del texto. Si son más, ya
estamos hablando de cuento. Por algo se llama
MICROficción. Otras características son: la
intertextualidad, la reescritura, la polisemia. Para valorar
todo esto, es necesario un lector que ya tenga un
conocimiento previo si no ¿de qué serviría una cita
encubierta o la nueva concepción de un mito o una
palabra que tiene diversas interpretaciones?
Sergio Astorga (México):
Uno de los principales rasgos que encuentro en la

microficción es la lucidez, que es un rapto de imagen

verbal. Que ya narra, evoca o contrapone un conflicto. Va
más allá de la ocurrencia, del ingenio, del chistorete. Es un
acto de libertad en donde intervienen todos los sentidos y
se le da preferencia a uno de ellos para que retumbe. Las
teorías ya han sido expuestas y es indispensable conocerlas
para no hacerlas. La desobediencia es parte del género.
Norah Scarpa Filsinger (Argentina):
A mi criterio, la microficción se caracteriza esencialmente

por su ficcionalidad, concisión, escasa extensión,
narratividad y elipsis, esta última funcional a lo que Raúl
Brasca llama el pacto autor-lector, la producción de

sentido por el destinatario. Es más amplia que el
microrrelato, su hijo, sobremanera exigente. Y esta
amplitud da lugar a vuelos alternativos que la facilitan y
enriquecen, siempre que no se produzcan desvíos
accidentales. Puede gozar de diversos condimentos como
la intertextualidad, el doble sentido, el giro fantástico,
poético o lúdico, el humor irónico, lo inesperado o lo
absurdo.
Beto Benza (Perú):
La microficción es como el brillante. Los demás géneros

son como los diamantes en bruto: grandes, con diferentes
gamas de colores, pero igual tienen un valor sustancial. Un
microficcionista es como un lapidario que tiene por oficio

labrar piedras preciosas. El objetivo es tallar el diamante
eliminando todas las imperfecciones que puedan restarle
valor. De la misma manera, el microficcionista va
puliendo sus textos sin que le falte o sobre una palabra.
Claudia Cortalezzi (Argentina):
El escritor trabaja con una mezquina generosidad, donde

la revelación o lo que se esconde en el texto —lo que
quedará en la cabeza del lector— puede estar escrito o
puede ser parte de ese vacío que se lee. Por eso necesita de
un lector dispuesto a interpretar, a completar, a encontrar.
Como siempre digo, no todo texto corto funciona como

microficción. Se debe tener algo que decir, algo que
justifique su escritura y también su lectura.
Triunfo Arciniegas (Colombia):
La microficción es el arte del relámpago, un breve y fugaz

desgarramiento de la noche. Un bello espectáculo que
puede matarte. Para unos, una iluminación. Para otros,
una herida.

Celina Aste (Argentina):
Me cuesta pensar a la microficción por sobre el resto de

otros géneros literarios. Me da la sensación de cuestión
académica y de reglas y no me llevo muy bien con eso.
Prefiero pensar que los cuentos breves y brevísimos
surgen porque no se pueden escribir en otro formato. En
lo personal, creo que mis microcuentos tienen que ver con
una mirada personal frente al mundo. Me apasiona la
grandeza de lo aparentemente insignificante; algo así
como ver una semilla y entender que abarca la vida entera
de una planta, o una célula microscópica capaz de
contener algo tan groso como información genética. Tal
vez, sin darme cuenta, esté dando una regla: la

microficción es algo así como un “archivo zip” para que el
lector descomprima de a poco, muy de a poco.
Homero Carvalho Oliva (Bolivia):
La microficción es el fantasma de la narrativa y los

lectores somos el lugar de sus apariciones; está y no está,
aparece y desaparece en sorprendentes epifanías que
asombran, conmueven o exterminan al lector. Por eso
mismo es la Quimera, un fantástico cruce entre la
narrativa y la poesía. En el minicuento no interesa tanto lo
que se escribe como lo que no se escribe, importa mucho
más lo que se deja de decir, lo que se sugiere, porque allí

está el verdadero universo narrativo. El minicuento
contemporáneo echa mano de todo lo que puede.
Aprovecha las leyendas, los mitos, los clásicos de la
literatura, del teatro, del cine, la religión, todo le sirve para
comprometer al lector en una lectura intertextual, en la
que están presentes la parodia, el aforismo, la fábula, la
parábola, el epitafio y, por supuesto, el poema. Incluso el
título es parte substancial del texto, llegando a redondear
la historia contada.
Ildiko Nassr (Argentina):
Lo que me fascina de la microficción es su equilibrio entre

la prosa y la poesía, la apropiación de elementos que

destruyen los géneros para instalar uno nuevo, con nuevas
reglas y múltiples posibilidades. Micro no significa más
fácil, sino que es una invitación a pensar, a bucear,
indagar…
Armando Alanís (México):
La microficción es un dardo venenoso. Si da en el blanco,

mata. Ningún otro género literario es tan raudo ni tan
dañino.

Nanim Rekacz (Argentina):
Más allá de las características formales, sobre las cuales

mucho hay escrito, tengo mi propia visión, sesgada por el
tipo de microficción más de mi agrado: debe decir mucho
en pocas palabras. Y en ese decir no me refiero sólo a lo
expresado en la mancha de tinta, sino a lo sugerido,
interlineado, a su capacidad evocativa o incitante. Si fuera
un aroma, sería una esencia. Si fuera un océano, sería una
gota en movimiento. Si fuera la playa, un grano de arena.
Si fuera un vegetal, sería el polen, o una espina. Si fuera un
león, su rugido. Si fuera un hombre, la huella de sus pies
en la hierba. Es contenido comprimido, capaz de estallar
con la lectura, y no sólo una vez, sino que es re-leíble.

Ángel Olgoso (España):
Lo desconocía cuando comencé a escribir textos breves a

finales de los setenta, mucho antes de que existiera el
género como tal (dos series tituladas "Trece planos cortos" y
"Cuentos alrededor de una mesita de té en el vientre de la ballena").
Después, cuando se comenzaron a propagar y a
sistematizar estas formas literarias ardillescas, estos
destilados adictivos, estos fogonazos que nos iluminan
durante un momento antes de desaparecer,
contagiándonos instantáneamente el vértigo, la sonrisa, la
inquietud o la maravilla, fui descubriendo que para
conseguir tal magia convenían la intensidad, la

concentración, la elipsis, la sorpresa, la hibridez, el juego
intertextual, etc. Ahora pienso que el microrrelato tal vez
no sea un género sino una variante del relato, una
evolución hacia una forma libre en la que su rasgo más
visible -la brevedad- potencia sus otras características. El
hecho de que siempre me hayan fascinado los dioramas,
los mundos encerrados en una botellita, el hecho de que
crea que bastan pocas páginas, incluso líneas, para mostrar
la esencia de algo, no significa que olvide que fondo y
forma son inseparables, que la brevedad no es un fin o un
valor en sí mismo, que hay que contar una historia de la
única manera posible. Supongo que además de buscar una
expresividad máxima con un mínimo de palabras, no hay
que perder nunca de vista la sustancia narrativa, el
movimiento interno y una resonancia especial tras el
punto y final.

Edgardo Ariel Epherra (Argentina):
Además de la imperativa concisión (lo breve y preciso),

narratividad, intertextualidad, polisemia, y esa vocación
por el silencio y la entrelínea, existe algo muy paradójico:
la microficción se diferencia de los otros géneros por la
cantidad de vínculos que mantiene con todos ellos.
Ningún otro reconoce tantos puentes (o canales o túneles
secretos) desde donde se influye con todos los demás. La
microficción es autónoma y peculiar pero indisociable de
la poesía, el cuento, el ensayo, la crónica, el aforismo, los
haikus, la novela, etc: desde siempre el género hiperbreve
muestra tributos, influencias, deudas, usurpaciones,
complicidades, cuando no memorables saqueos respecto a

casi cualquier forma literaria. Es un género tan pequeño
que en él caben todos. Por eso también es particular el
tipo de autor y de lector que forja. Lo atestigua entre
muchos ya clásicos un libro titulado “Antología del cuento
breve y oculto” de Raúl Brasca y Luis Chitarroni.
Lorena Díaz Meza (Chile):
Sin duda, la precisión del lenguaje. Una microficción se

queda anclada en la mente del lector y es éste quien la
completa, quien la rearma, la acomoda, la completa. Es un

género inclusivo, donde tanto escritor como lector deben
hacer su parte.
Fabián Vique (Argentina):
Los rasgos esenciales de la microficción son compartidos

por otras modalidades de escritura. Por ejemplo, la
brevedad es común a la copla, al dístico, a la greguería, al
aforismo. La hibridez está presente en novelas, en
poemas, en ensayos. Lo narrativo está obviamente en el
cuento, pero también en el teatro, en muchos poemas. La

intensidad y la elipsis las encontramos en todos los
géneros.
Podés decir que la combinación es lo que la define y
entonces anotás: brevedad, hibridez, intensidad, elipsis,
narratividad. Pero suena cambalachesco y artificial. Así
que te diría: la microficción no tiene rasgos propios, pero
que las hay las hay.
Sisinia Anze (Bolivia):
La microficción es un género literario muy distinto al

cuento o a la novela, más que nada por su extensión. Se
caracteriza principalmente por ser breve y por su

naturaleza proteica. El éxito de la microficción dependerá
mucho de la habilidad del escritor al momento de
economizar las palabras y lograr el efecto deseado con la
intertextualidad, el doble sentido, la ficción, la ironía, lo
inesperado o lo absurdo. Muchos erróneamente piensan
que por el simple hecho de que un texto es breve es
microficción; éste para ser considerado como tal tiene que
tener las características previamente mencionadas y
también poseer sustancia y movimiento.
Ricardo Bugarín (Argentina):
La intensidad que puede generar la brevedad, el impacto

de una interpelación que llegue al eventual lector y

provoque en éste un cúmulo de búsquedas que den ese
juego de reciprocidad que intenta alcanzar toda
manifestación artística y, entre otras cosas, el gozo de la
palabra, ese don preciado del Hombre.
Geraudí Gonzáles Olivares (Venezuela):
La brevedad es el rasgo principal caracterizador de este

género, pero no es el único. En la minificción también
encontramos otros rasgos que en pleno conjunto dan
forma a estos textos mínimos que en definitiva tienen
autonomía propia; sin embargo, además de la brevedad,

me detendré en el “carácter proteico”, es decir, esa
capacidad de quitarse esa camisa de fuerza que diga que
ese texto es estrictamente un relato, un cuento, un poema,
o cualquier otra forma literaria.
Roberto Perinelli (Argentina):
Ya he contado en otra parte, y no quiero aburrir con el

mismo cuento, que soy dramaturgo, que me he ocupado
del tema durante toda mi vida (en mi caso, ya bastante
larga), y entretanto practiqué la microficción sin saber de
qué se trataba. Era, fue, un esparcimiento descansado, una
escritura relajada entre escena y escena teatral, hasta que,

casi por azar, me enteraron y ya no fue igual. Puse más
cuidado, tiempo y paciencia, en redactar mis breves
fábulas. El resto también es conocido: me invitaron a
leerlas en uno de los primeros encuentros porteños de
microficción (¿cuándo fue?), y desde entonces soy
microficcionista.
Me parece que este breve prólogo justifica la poca teoría
que puedo desarrollar alrededor de la microficción. No me
dediqué a la reflexión, sí a la escritura sin argumentos
previos, a diferencia de la dramaturgia que no solo
practiqué y practico, sino enseñé durante muchos años.
Sin embargo, recojo el guante y trato de contestar la
primera pregunta, que en principio me lleva a imaginar
una analogía quizás acertada: los autores de los otros
géneros literarios, esculpen; los microficcionistas
cincelamos. No pretendemos tallar La Piedad sino repujar,
con el mucho esmero y trabajo de los orfebres, un salero,
pero literario, similar al que el renacentista Cellini realizó
en 1540, y hoy se exhibe en Viena.

Nélida Cañas (Argentina):
Hay vasos comunicantes entre los distintos géneros

literarios. De ahí que la microficción se nutre de todos
ellos y a la vez los enriquece. Intensidad, brevedad, elipsis,
complicidad con el silencio y con el lector, son algunas de
sus características.

Rony Vásquez Guevara (Perú):
Existen tres características fundamentales: brevedad,

narratividad y ficcionalidad. Por supuesto, para mí, estas
tres características deben ser concurrentes e indesligables
al momento de identificar una microficción. Cabe advertir
que considero que en mi consideración la microficción es
predominantemente narrativa. Llegado a este lugar,
considero que las tres características señaladas no deben
ser analizadas en un texto en forma inflexible; me explico:
estos requisitos (brevedad, narratividad y ficcionalidad)
pueden ser relativizados, siempre que se mantenga una
predominante carga narrativa. Un claro ejemplo es el texto
titulado “Luis XIV”, cuyo contenido es: Yo. Formulemos,

entonces, tres preguntas: ¿Es breve o ultrabreve?, ¿Es
narrativo?, ¿Es ficcional o fáctico? Respondiendo a estas
preguntas se puede concluir que textos es o no una
microficción.
Marylena Cambarieri (Argentina):
Brevedad, impacto, sorpresa.

Alberto Hernández (Venezuela):
En primer lugar, su extensión, la brevedad. Luego, su

carácter paródico. Su condensación contiene a un
personaje poco definido o claramente perfilado, pero que
devenga ficción desde los límites del mismo relato. Su eje
temporal lo define en el mismo espacio que –pese a su
extensión- es inagotable. El uso de humor es también un
elemento que juega en este género. Sin caer en el chiste,
por supuesto. Existen muchos más rasgos que podrían
definir a un cuente breve, una microficción, pero creo que
estos son los más importantes.

Mariángeles Abelli Bonardi (Argentina):
La brevedad, la intertextualidad, la elipsis. El lector activo,

que completa y resignifica los silencios que el autor dejó
en el texto.

Diego Muñoz Valenzuela (Chile):
Más que la mera brevedad, la microficción está

determinada por la concisión, la densidad de significado.
Una buena microficción debe desatar la imaginación del
lector, permanecer anidada en su mente mucho tiempo,
precipitar reflexiones posteriores, ojalá un pequeño
cambio. Lograr ser inolvidable.

Zulma Fraga (Argentina):
Brevedad, concisión, una mirada novedosa.
Juan Romagnoli (Argentina):
No sabría decirlo sin caer en contradicciones. No

obstante, suelo decir que la microficción, como cualquier
género literario, es una forma de ver y expresar el mundo,
la vida y el misterio. Y aunque hablemos de las mismas
cuestiones humanas que el poeta, el novelista, el cuentista,
etc., la microficción aporta su impronta, su singular punto

de vista, acaso devolviéndonos cierta inocencia, cierta
frescura.
Susana Szwarc (Argentina):
Creo que lo que identifica a la microficción es la economía

discursiva: ajustada, precisa. Creo que en este tiempo
donde las palabras están tan devaluadas y se dicen
montones de cosas que nada dicen, incluso en los cuentos
donde la anécdota –tantas veces- se alarga o rellena
innecesariamente, lo que hace el microrrelato es acentuar
el valor de cada palabra, ahondar la historia, extremar el
cuidado tanto del lenguaje como de lo que se relata.

Arnaldo Jiménez (Venezuela):
Yo resaltaría el aspecto lúdico de la totalidad del texto, de

la microficción, la imagen que resulta de esa escritura, que,
generalmente es un trozo fílmico, un dibujo de
inverosímiles matices. El autor o la autora de microficción
se regodea en el placer estético de crear una pieza que a la
vez es un instrumento de juego donde la imaginación es el
mecanismo que le da vida. Otro rasgo que destaco es la
capacidad de transgresión. Este género no conoce límites,
siempre va más allá, abarcando espacios y temáticas que
en otros géneros apenas son rozados y muchas veces no

se les puede hallar como núcleo de un despliegue
narrativo.
Silvia Sánchez (Argentina):
“Condensación”. Entender a la minificción en este sentido

me remite al concepto químico que lo implica.
“Minificcionar: Poder reducir el volumen de un texto
haciéndolo más denso”, esa sería la definición analógica.
Despojarlo y compactarlo, espesarlo, apretarlo para
hacerlo tupido. Este rasgo típico del género hace que la
intensidad de la experiencia literaria aumente, implica un

resumen conceptual que convierte a esas pocas palabras
en un impacto de sentido, una dirección de pensamiento
que va al grano, un mensaje corto que cala al interlocutor
y lo increpa.
Orlando Romano (Argentina):
Es celeste y blanca, sin ninguna duda.

Sandra Bianchi (Argentina):
Los rasgos de la microficción son los mismos que los de la

literatura en general o incluso, los del arte en todas sus
expresiones, solo que toda su batería de recursos y
estrategias está tensada-condensada-intensificada en las
breves líneas que ocupa, ese es su diferencial. Por eso, sin
estar por sobre otros géneros, el trabajo con el lenguaje y
la capacidad de producir relecturas, es su aspecto
sobresaliente, su marca registrada. Creo también que es el
indicador de una microficción rica, plural, seductora. La
brevedad, a esta altura, es una anécdota, es una coartada
ficcional para ingresar en estos mundos mínimos que se
agigantan cuando los potencia la lectura.

En otro orden, observo rasgos distintivos en sus efectos
de lectura y en su funcionamiento. Tiene una capacidad
tal de movilizar al lector, no solo cognitivamente sino en
efectos físicos. La micro te arranca un suspiro hondo, una
mueca ácida después de una ironía, una risa sonora en
medio del silencio de la lectura, una pausa en la
respiración. La mirada del lector se va al afuera del libro y
queda flotando, suspendida, conmovida.
En cuanto a su funcionamiento sostengo que la
microficción está en gerundio, está siendo. Mucho de lo
que afirmemos hoy, puede ser provisional. Mañana, este
género rebelde y cambiante, arrojará otras luces, y también
estimulantes sombras. Es muy sano que la microficción y
la incertidumbre mariden en todo sentido.

Gabriel Ramos Zepeda (México):
La brevedad: me gusta pensar que la microficción debe

variar desde un mínimo de nueve palabras para utilizar
como unidad de medida “El dinosaurio” de Augusto
Monterroso, hasta una cuartilla como máximo.
La intensidad narrativa: la microficción tiene que atrapar
desde el principio y ha de mantener una intensidad que
obligue al lector a no abandonarla.
El lenguaje preciso: dada la extrema brevedad del género
se deben utilizar las palabras exactas.
Ficcionalidad: es decir, la convención que existe entre el
autor y el lector, por medio de la cual se construye el
universo de la obra.

Caro Fernández (Argentina):
La ausencia de palabras, pero no de contenido.

Omar Julio Zárate (Argentina):
Podemos hablar principalmente de la brevedad, pero es la

brevedad que sabe utilizar las palabras justas, la que sabe
jugar con el intertexto, la metaficción y que te obliga a
releer lo leído porque el golpe que te dio te dejó pensando
o porque no podés creer lo que dice y en esa segunda o
tercera lectura recién lo asimilas.

Luis Ignacio Muñoz (Colombia):
Considero que las particularidades deben ser la brevedad

por sobre todas las cosas. La carga poética que lleva cada
una, la contundencia, aunque no siempre sea un final
inesperado y la elipsis. Requiere una unidad que es la
perfección de la esfera como decía Cortázar. Debe tener la
fugacidad del relámpago y el sacudón del trueno en los
segundos posteriores.
Ana María Mopty (Argentina):
Podríamos decir que son varios los rasgos y que el

primero es su breve extensión, pero no sólo de
brevedades se componen los microrrelatos ya que la

exactitud de sus palabras, la polisemia que despliega, la
elisión y la presencia de alguna metáfora lo aproximan al
lenguaje poético y colaboran a dar vuelo y trascendencia a
cada pieza mínima. Resulta un gesto de provocación, un
suspiro que se agiganta en la mente del lector y anda en
vuelo más allá del tiempo que le llevó al lector contactarse
con esa producción.
Leonardo Dolengiewich (Argentina):
Hay un carácter lúdico ineludible en la microficción. El

escritor juega con la palabra: con lo que elige decir y lo
que elige no decir, con la polisemia, con la sutileza de las
acepciones. Y en ese juego, desafía al lector a completar el

sentido del texto haciendo uso de todos los
conocimientos previamente adquiridos y de los recursos
que tiene a disposición también: hoy, todos los lectores
tenemos el libro en una mano y el celular en la otra y
quienes somos lectores frecuentes de microficción
sabemos que si encontramos en el texto alguna palabra o
frase que no conocemos, no sólo tenemos la posibilidad,
sino también la obligación de recurrir a los buscadores, las
enciclopedias y los diccionarios de los que estamos a un
toque, porque seguramente allí está la clave del texto.
Una característica que no es exclusiva de la microficción
pero que sí es obligatoria en este género es el uso de la
elipsis como recurso fundamental, que lo importante y lo
contundente sea lo que no se dice, aquello que el lector
está obligado a descubrir detrás de lo dicho. Raúl Brasca
lo resume muy bien cuando habla de la elocuencia del
silencio en las microficciones, del silencio constitutivo que
las caracteriza.
Por último, creo que si, como bien dijo Cortázar, un
cuento es un knock-out en el primer round, la
microficción es un KO en la primera piña. Es la

contundencia extrema, sin concesiones, sin rodeos, sin
anestesias.
Julio Estefan (Argentina):
Hay varios rasgos interesantes que definen a la

microficción (y cuando digo “microficción”, por lo
general pienso en “microrrelatos”): uno es la
intertextualidad, el hecho de hacer referencia a algún texto
de la literatura universal (por lo general muy conocido,
como el Quijote, los cuentos de hadas, etc.) o los dichos
populares, o leyendas (urbanas o regionales). Luego está la
manera de contar: un microrrelato empieza por la mitad,

es como si el lector fuera un espectador que llega tarde al
cine o que escucha una conversación ya empezada
(técnicamente se dice que empieza “en media res”). El
final suele ser sorprendente (aunque no es una
característica indispensable). También se juega mucho con
la ironía, el doble sentido, el humor; sin que se convierta
en un mero chiste. Lo de “micro”, indica que debe ser
breve (aunque no hay un número exacto de palabras o de
páginas preestablecidas) lo de “relato” dice que debe
contar una historia de ficción (una nota periodística breve
sobre un caso policial no es un microrrelato), es decir, la
ficción literaria es determinante. En los microrrelatos hay
una escritura entre líneas. Muchos verbos o párrafos son
elididos, sin que por ello se pierda el sentido de la
narración. En fin, estas son algunas características que los
estudiosos destacan.

Alejandro Bentivoglio (Argentina):
Creo que la diferencia la necesidad de ser precisa. Es decir,

puede utilizar los recursos de otros géneros, pero no
puede tener elementos de más. En una novela uno puede
permitirse un divagar sobre cosas que no son esenciales a
la historia que se está contando. En el cuento es más
difícil la dispersión porque todo debe contribuir a lo que
se narra para alcanzar un resultado efectivo, pero también
existe la posibilidad, aunque mínima, de poder jugar con
diversos entramados. En la microficción no hay lugar para
lo irrelevante. Cada palabra tiene que estar puesta por
algo. La brevedad hace que cualquier cosa que sobre, se
note de inmediato y arruine la lectura del texto. No es que
no haya lugar para juegos literarios, se puede apelar a

muchos, pero no pueden ser ociosos. Tiene que ser una
estructura sin fisuras.
Pablo Melicchio (Argentina):
Como el Haiku es a la poesía en general, la microficción

posee, entre los otros géneros literarios, la posibilidad de
lograr brevedad sin perder lírica, sentido y profundidad.

José Luis Pérez Coro (Bolivia):
La característica más aparente, es, sin duda, su brevedad

mínima o brevedad extrema, tal vez una microbrevedad
dentro de la brevedad inclusive. Pero hay otras que son
más esenciales, como que el microtexto, es atemporal, es
decir que existe desde que la literatura existe, no es un
fenómeno reciente. El microtexto es el origen de la
microficción. Claro que en estos últimos tiempos el
microtexto ha resurgido con más vitalidad y se le ha dado
un lugar dentro de la literatura como un género en sí
mismo, denominándolo, microliteratura y dentro de ésta,
claro, se incluye a la microficción como género que
también tiene otras denominaciones, aunque algunos no
lo consideren un género como tal.

Algo importante a tomar en cuenta es que; “La
microficción no es un fragmento aislado, la microficción
es un núcleo generador”. Pero para dar un panorama más
amplio; algunos de los rasgos que le caracterizan son: su
Atemporalidad, pues siempre han existido los
microrrelatos, aunque no tenían un lugar como género ni
denominación específica. Aun hoy para los lectores
populares, son confusas las fronteras existentes entre unos
y otros géneros. El autor tiene muchas veces que
anteponer a la obra el epíteto de microficción o
microcuento, para que el público lector; sepa que es una
obra de microficción, pues si no, no lo sabe, le confunde y
encara al microtexto, como algo inentendible y hasta
absurdo. Otra cualidad es su flexibilidad y cierta
indefinibilidad, por cuanto no existe una frontera, (no
como género) excepto su brevedad extrema. Pues un
microrrelato se expande fuera de lo escrito, de lo sugerido.
Ahí surge lo que muchos consideran su principal soporte
por el cual se expande y caracteriza, tal vinculación y
vehículo; no es otra que la “intertextualidad”, como así
también lo es la interdimencionalidad. Pues no solo está
involucrado en ese proceso el escritor, autor y literato del
microcentro, pues el escrito, o sea el microcuento mismo,

hace interactuar al lector, que es el que expande y
completa la obra a través de esto hipervínculos. Otro
aspecto importante es la relectura y reescritura que suscita
en el lector y autor mismo. Ahí vienen las variaciones
sobre un tema, o la creación de otras obras vinculadas.
Otra característica es su transformación y su mutación,
mismas que ocurren cuando se hace una o más relecturas.
Otra característica que la distingue, es que es imprevisible,
sobre todo en los giros que da la historia o el relato
contado. En una obra de microficción todo es menos y
más de lo que aparenta. Lo escrito muchas veces solo
sugiere, mientras las palabras te llevan por otro lado
aparente. Otra característica que la define por el
momento, es su dificultad al encarar una obra de
microficción, tanto para el escritor como para el lector,
pero más para este último. La microficción requiere y
exige cierta preparación y habilidad en el lector. Pues si
está habilidad no existe; el microrelato será inentendible e
incomprensible. No tendrá razón de ser para el lector. Por
ello la microficción no es todavía un género de masas
populares. Su círculo, o el círculo que más disfruta de la
microficción, son los mismos escritores y autores de
microficción. Por último; otro de sus rasgos, es que

todavía es un género de élite. De literatos para literatos.
De conocedores para conocedores. De intelectuales para
intelectuales, en el caso, esto último, de teóricos del
género de la microficción. Por ello es considerado en
cierta medida, un género de; fácil lectura, pero de difícil
comprensión. Y así mismo, por contraposición; un género
de fácil escritura y casi nula literalidad y arte. Pues el
encarar con la microficción, requiere ante todo arte. Por
otra parte, otros problemas muy comunes referentes a la
microficción, es que se la confunde con el cuento corto y
el cuento breve, que son cosas distintas. Mucha gente no
sabe que es un microcuento hasta que alguien se los dice,
o está explícitamente recalcado en el texto.

Rocco Laguzzi (Argentina):
Los rasgos de la microficción son: pequeños ojos

inquietantes, naricita aguileña, una diminuta boca carnosa
y el pelo corto ensortijado. Esos rasgos confeccionan el
identikit del perfecto microrrelato o, tal vez, el rostro de
un esperpento inimaginable.
Sergio Centurión (Argentina):
Buena pregunta para arrancar, la respuesta fácil sería la

brevedad, sin embargo, creo que hay algo más importante,
se trata de la extrema literariedad. Para que una

microficción sea buena, porque estamos hablando de las
“buenas microficciones”, las que cuestan escribir, las que
escasean, y sobre todo las que se recuerdan, tiene que ser
ante todo un texto literario eficiente.
Leo Mercado (Argentina):
La diferencia entre lo que define y lo que debería definir

radica en la estética de cada autor y, hasta diría yo, en la de
cada estudioso del asunto. La brevedad es, sin embargo, el
rasgo característico de la microficción; pero no cualquier
brevedad: aquí no hablamos de economía de palabras en

sentido cuantitativo, sino más bien en sentido cualitativo.
“Menos es más”, pero ese “más” es la relación entre lo
dicho y lo no dicho, es la proyección en donde, acaso, lo
segundo opera en detrimento de lo primero, afuera del
texto. Toda identidad se define por oposición: se es al
mismo tiempo lo que el otro no es. La microficción se
define por lo que no define a otros géneros (esta es su
condición de no definición). Sin embargo, al mismo
tiempo, considero que nosotros, los escritores, no
deberíamos creer necesario ejercitar esa particular liturgia
de rotular: hay que escribir buscando una estética que
satisfaga nuestra ansia por generar un hecho artístico. Esa
estética, ese hecho artístico, es un texto narrativo breve
que emociona, que consterna, que enamora, que
sorprende, o que simplemente pasa desapercibido (el
olvido también es un hecho artístico).

Raúl Brasca (Argentina):
El hecho de estar escrita con palabras y silencio, con

palabras que crean un silencio activo que debe ser leído.
La estructura que resulta debe, por fuerza, ser breve.

CODA PARA ILUMINADOS:
En el ciclo de entrevistas aludido en el Exordio, también

se les pidió a los autores una definición personal de la
microficción con solo 3 palabras. Como corolario de
este volumen, damos a conocer sus respuestas
entendiendo que -las mismas- además de ser originales,
redondean el concepto de microficción e iluminan -
esclarecedoramente- los ojos del lector.

Fabián Vique:
“Una mariposa letal.”
Alberto Hernández:
“Bostezo de mosca.”
Susana Szwarc:
“Concentrada, condensada, alhaja.”
Roberto Perinelli:
“La microficción requiere de un autor inteligente y
de un lector perspicaz y, sobre todo, cómplice.”
Patricia Nasello:
“Un refugio azaroso.”

Sandra Bianchi:
“Con dos: rara avis.”
Triunfo Arciniegas:
“Pateadora fugaz totalidad.”
Leo Mercado:
“Brevedad. Frontera. Fragilidad.”
Guillermo Bustamante Zamudio:

“Te la doy en tres letras, con eso pongo un récord
monterrosiano: S.O.S. También podría ceñirme a la
condición y decir: SÓLO LO NECESARIO. En fin, se
nota que no soy repentista (por eso le tengo pavor a
las dedicatorias a quemarropa).”
Ana María Mopty:

“Brevedad, elisión, polisemia.”

Alejandro Bentivoglio:
“Estructura de esencias.”
Orlando Romano:
“Eso es para especialistas.
Yo no podría definirla ni siquiera en diez.”
Camilo Montecinos Guerra:

“El eslabón perdido.”
Julia Otxoa:
“Brevedad, intensidad y extrañamiento.”
Leandro Hidalgo:
“No podría en tres ni en cuatro.
Arquitectura anterior a su construcción.”

Dina Grijalva:
“Condensación, intensidad y complicidad.”
Antonio Cruz:
“Brevedad, fugacidad y contundencia.”
Caro Fernández:
“Breve texto astuto.”
Raúl Brasca:
“No puedo definir la microficción con tres palabras.”
Lilian Elphick:
“Microrrelato: Omisión, silencio, intertexto.”
Rogelio Ramos Signes:

“Ayuda a repensar.”

Laura Nicastro:
“Estímulo, sobreentendido, concisión.”
Arnaldo Jiménez:
“Sin dudas: precisión, libertad e imaginación.”
Diego Muñoz Valenzuela:

“Concisión narrativa máxima.”
Zulma Fraga:
“Ingenio, despojamiento, decantación.”
Edgardo Ariel Epherra:

“La microficción es un “Juego de llaves”. El autor
puede entrar, invitar a otros a breves espacios íntimos
o misteriosos, y también puede perder el juego y
quedarse afuera, solo.”

Esther Andradi:
“Pura esencia, elixir.”
Javier Perucho:
“Incipit: Excipit: Epifanía.”
Lorena Díaz Meza:

“Narrativa intensamente precisa.”
Ricardo Bugarín:
“Brevedad, intensidad y complicidad.”
Norah Scarpa Filsinger:

“Un eficaz deslumbramiento.”
Homero Carvhalo Oliva:

“Poética del ingenio (y el riesgo).”

Celina Aste:
“Para lectores pacientes.”
Armando Alanís:
“Contundente, filosa, letal.”
Nanim Rekacz:
“Contenido condensado explosivo.”
Rocco Laguzzi:
“L`attimo fuggente. La traducción sería
algo parecido a: el instante fugaz.”
Claudia Cortalezzi:
“Condensación: lo que no significa cortar por cortar,
sino decirlo todo con un mínimo de palabras.
Precisión: centrarse en el peso de cada verbo, de cada
sustantivo; en lo que dicen y también en lo que
connotan. Acción: mostrar más que contar.”

Gabriel Ramos Zepeda:
“Historia – silencio - relámpago.”
Ildiko Nassr:
“Pruebo varias opciones: • Economía del lenguaje •
Multiplicación posibilidades ficcionales • Ficción
súbita, condensada • Breves ficciones escurridizas •
Poder del relámpago • Unir palabras poderosas.”
Leonardo Dolengiewich:
“Tres por tres: - Condensación y elipsis; - Invitación
a jugar; - Contundencia sin concesiones.”
Sergio Astorga:
“Lucido blanco de alegría.”
Mariángeles Abelli Bonardi:

“Mínimo mundo máximo.”

José Luis Pérez Coro:
“Instantánea, impredecible e infinita.”
Juan Romagnoli:
“Paradoja. Haiku. Silencio.”
Nélida Cañas:
“Epifanía de lo cotidiano.”
Omar Julio Zárate:

“Brevedad, concisión, justeza.”
Luis Ignacio Muñoz:

“Brevedad, minuciosidad y contundencia.”
Pablo Melicchio:
“Simpleza, pobreza, profundidad.”

Silvia Sánchez:
“Buen frasco chico”
José Manuel Ortíz Soto:

“Precisa, concisa, maciza. Me explico. Es efectiva:
apunta y da en el blanco, y para conseguirlo requiere
de muy pocas palabras, y éstas siempre dirán mucho
más de lo que se lee en una primera lectura.”
Marylena Cambarieri:
“Brevedad, impacto, sorpresa.”
Julio Estefan:
“Ficción Narrativa Condensada.”
Sisina Anze:
“Breve, concisa y proteica.”

Ángel Olgoso:
“Siempre me ha parecido muy plástico el símil de
Luis Torres de que escribir -o leer- un micro es como
encender una cerilla: primero, un chispazo; luego, la
llama que se extingue fugaz; y, finalmente, la
quemazón en los dedos. Y muy certera la fórmula de
Enrique Anderson Imbert que suma intuición,
inquietud e imaginación. Pero sobre todo hago mías
las palabras de Juan Ramón Jiménez, basta lo
suficiente.”
Beto Benza:
“Brevedad bajo palabra.”
Sandro Centurión:
“Literatura concentrada adictiva.”

Geraudí González Olivares:
“Para responder a esta pregunta, usaré una expresión
del escritor y académico venezolano Luis Barrera
Linares, justamente para referirse a la minificción:
Una hecatombe cognoscitiva. Desde que la leí, ha
sido mi expresión preferida para sintetizar a la
minificción.”
Rony Vásquez Guevara:

“Microficción es Universo.”

ÍNDICE
EXORDIO ...............................................................................................4
AGRADECIMIENTOS ...........................................................................6
José Manuel Ortíz Soto (México): ............................................ 8
Patricia Nasello (Argentina): .................................................... 8
Camilo Montecinos Guerra (Chile) .......................................... 9
Leandro Hidalgo (Argentina):................................................. 10
Dina Grijalva (México): .......................................................... 11
Rogelio Ramos Signes (Argentina): ....................................... 11
Julia Otxoa (España): .............................................................. 12
Antonio Cruz (Argentina): ...................................................... 13
Lilian Elphick (Chile): ............................................................ 14
Javier Perucho (México): ........................................................ 15
Esther Andradi (Argentina): ................................................... 16
Guillermo Bustamante Zamudio (Colombia): ........................ 17
Laura Nicastro (Argentina): .................................................... 18
Sergio Astorga (México): ....................................................... 19
Norah Scarpa Filsinger (Argentina): ....................................... 20
Beto Benza (Perú): .................................................................. 21
Claudia Cortalezzi (Argentina): .............................................. 22
Triunfo Arciniegas (Colombia): ............................................. 23

Celina Aste (Argentina): ......................................................... 24
Homero Carvalho Oliva (Bolivia): ......................................... 25
Ildiko Nassr (Argentina): ........................................................ 26
Armando Alanís (México): ..................................................... 27
Nanim Rekacz (Argentina): .................................................... 28
Ángel Olgoso (España): .......................................................... 29
Edgardo Ariel Epherra (Argentina): ....................................... 31
Lorena Díaz Meza (Chile): ..................................................... 32
Fabián Vique (Argentina): ...................................................... 33
Sisinia Anze (Bolivia): ............................................................ 34
Ricardo Bugarín (Argentina): ................................................. 35
Geraudí Gonzáles Olivares (Venezuela):................................ 36
Roberto Perinelli (Argentina): ................................................ 37
Nélida Cañas (Argentina): ...................................................... 39
Rony Vásquez Guevara (Perú): .............................................. 40
Marylena Cambarieri (Argentina): ......................................... 41
Alberto Hernández (Venezuela): ............................................ 42
Mariángeles Abelli Bonardi (Argentina): ............................... 43
Diego Muñoz Valenzuela (Chile): .......................................... 44
Zulma Fraga (Argentina): ....................................................... 45
Juan Romagnoli (Argentina): .................................................. 45
Susana Szwarc (Argentina): .................................................... 46
Arnaldo Jiménez (Venezuela): ................................................ 47
Silvia Sánchez (Argentina): .................................................... 48

Orlando Romano (Argentina): ................................................ 49
Sandra Bianchi (Argentina): ................................................... 50
Gabriel Ramos Zepeda (México): ........................................... 52
Caro Fernández (Argentina): .................................................. 53
Omar Julio Zárate (Argentina): ............................................... 54
Luis Ignacio Muñoz (Colombia):............................................ 55
Ana María Mopty (Argentina): ............................................... 55
Leonardo Dolengiewich (Argentina): ..................................... 56
Julio Estefan (Argentina): ....................................................... 58
Alejandro Bentivoglio (Argentina): ........................................ 60
Pablo Melicchio (Argentina): ................................................. 61
José Luis Pérez Coro (Bolivia): .............................................. 62
Rocco Laguzzi (Argentina): .................................................... 66
Sergio Centurión (Argentina): ................................................ 66
Leo Mercado (Argentina): ...................................................... 67
Raúl Brasca (Argentina): ........................................................ 69
CODA PARA ILUMINADOS: .............................................................70
Fabián Vique: .......................................................................... 71
Alberto Hernández: ................................................................. 71
Susana Szwarc: ....................................................................... 71
Roberto Perinelli: .................................................................... 71
Patricia Nasello: ...................................................................... 71
Sandra Bianchi: ....................................................................... 72
Triunfo Arciniegas: ................................................................. 72

Leo Mercado: .......................................................................... 72
Guillermo Bustamante Zamudio: ............................................ 72
Ana María Mopty:................................................................... 72
Alejandro Bentivoglio:............................................................ 73
Orlando Romano: .................................................................... 73
Camilo Montecinos Guerra: .................................................... 73
Julia Otxoa: ............................................................................. 73
Leandro Hidalgo: .................................................................... 73
Dina Grijalva:.......................................................................... 74
Antonio Cruz:.......................................................................... 74
Caro Fernández: ...................................................................... 74
Raúl Brasca: ............................................................................ 74
Lilian Elphick: ........................................................................ 74
Rogelio Ramos Signes: ........................................................... 74
Laura Nicastro:........................................................................ 75
Arnaldo Jiménez: .................................................................... 75
Diego Muñoz Valenzuela: ...................................................... 75
Zulma Fraga: ........................................................................... 75
Edgardo Ariel Epherra: ........................................................... 75
Esther Andradi: ....................................................................... 76
Javier Perucho: ........................................................................ 76
Lorena Díaz Meza: .................................................................. 76
Ricardo Bugarín: ..................................................................... 76
Norah Scarpa Filsinger: .......................................................... 76

Homero Carvhalo Oliva: ......................................................... 76
Celina Aste: ............................................................................. 77
Armando Alanís: ..................................................................... 77
Nanim Rekacz: ........................................................................ 77
Rocco Laguzzi: ....................................................................... 77
Claudia Cortalezzi:.................................................................. 77
Gabriel Ramos Zepeda:........................................................... 78
Ildiko Nassr: ............................................................................ 78
Leonardo Dolengiewich: ......................................................... 78
Sergio Astorga: ....................................................................... 78
Mariángeles Abelli Bonardi: ................................................... 78
José Luis Pérez Coro:.............................................................. 79
Juan Romagnoli: ..................................................................... 79
Nélida Cañas: .......................................................................... 79
Omar Julio Zárate: .................................................................. 79
Luis Ignacio Muñoz: ............................................................... 79
Pablo Melicchio: ..................................................................... 79
Silvia Sánchez: ........................................................................ 80
José Manuel Ortíz Soto: .......................................................... 80
Marylena Cambarieri: ............................................................. 80
Julio Estefan: ........................................................................... 80
Sisina Anze: ............................................................................ 80
Ángel Olgoso: ......................................................................... 81
Beto Benza: ............................................................................. 81

Sandro Centurión: ................................................................... 81
Geraudí González Olivares: .................................................... 82
Rony Vásquez Guevara: ......................................................... 82

COLECCIÓN: LITERATURA DE LA AMERICAS
Cuadragésimo primer volumen de la colección:
Curador: Piero De Vícari
“BREVE MANUAL PARA LECTORES

MICROFICTIVOS” Microficcionistas hispanoamericanos
tienen la palabra…
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Editor: Yu’i Páez

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BREVE MANUAL

Microficcionistas hispanoamericanos tienen la palabra…

Breve manual para lectores microfictivos 1

“BREVE MANUAL PARA LECTORES

Editor: Yu’i Páez

EOS - Escuela de Oficios y Saberes

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La minificción es el único género que, gracias a su

Patricia Nasello (Argentina):

La identifican los rasgos que la definen, su narratividad,

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Camilo Montecinos Guerra (Chile)

El rasgo más característico y evidente es la brevedad, pero

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La búsqueda de una brevedad inagotable. La idea de una

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Creo que la intensidad -de cualquier tipo- es esencial en la

Rogelio Ramos Signes (Argentina):

Por empezar, que escapa a todo tipo de moldes por más

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Julia Otxoa (España):

Huyo de todo dogmatismo y por lo tanto de toda

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Antes que nada, quiero decir que en mis respuestas

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Lilian Elphick (Chile):

Microficción o minificción, a mi entender, es cualquier

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Javier Perucho (México):

La microficción es novedosa por su carácter proteico por

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Esther Andradi (Argentina):

La microficción es el Sudoku de la literatura: desde el

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Ciñéndonos a la palabra, el rasgo sería lo micro–, pues el

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Laura Nicastro (Argentina):

La brevedad, aunque no sea la única condición. Considero

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Sergio Astorga (México):

Uno de los principales rasgos que encuentro en la

Breve manual para lectores microfictivos 19

Norah Scarpa Filsinger (Argentina):

A mi criterio, la microficción se caracteriza esencialmente

Breve manual para lectores microfictivos 20

Beto Benza (Perú):

La microficción es como el brillante. Los demás géneros

Breve manual para lectores microfictivos 21

Claudia Cortalezzi (Argentina):

El escritor trabaja con una mezquina generosidad, donde

Breve manual para lectores microfictivos 22

Triunfo Arciniegas (Colombia):