La Casa de Bernarda Alba
La Casa de Bernarda Alba
La Casa de Bernarda Alba
actos
La obra es una tragedia rural, la cual se estrenó por primera vez en la ciudad de Buenos Aires, en el Teatro Avenida. La
construcción de dicha obra es una construcción de los personajes los cuales representan una manera de vivir diferente,
por ejemplo, Bernarda, quien es la madre, son los principios convencionales y tradicionales encarnados en una mujer, la
cual tiene hijas, que son tanto de mente abierta como de mente cerrada, las cuales siguen con la tradición de la mujer
en aquel entonces.
Acto I
El primer acto sucede en la casa de Bernarda Alba, en donde las criadas están limpiando una habitación de
paredes blancas, con puertas en arco, cortinas con madroños y sillas de anea. Las mismas aparecen hablando
acerca de la familia y de Bernarda Alba, ahí la describen como alguien que produce miedo, repulsión y por el
que sus trabajadoras no tienen nada se simpatía.
Una de las trabajadoras explica que Bernarda Alba tiene cinco hijas siendo Angustias hija de su primer
matrimonio, luego de un largo rato de conversaciones, una mendiga va y les pide dinero, y es ahí cuando la
misma relata las diferencias que hay entre las personas pudientes y ella, haciendo referencia a Bernarda Alba y
ella. La criada y la Poncia hablan acerca de la familia de ella y los del marido quien ha muerto, el quienes no la
toleran.
Aquí en esta escena es cuando sale a relucir la protagonista, quien es Bernarda Alba, en compañía de otras
mujeres del pueblo con las que estuvo en el funeral de su esposo, es en esta escena en donde se sabe cómo se
comporta Bernarda Alba, puesto que es donde se muestra autoritaria con el personal que labora para ella y la
relación que deberían tener las personas con mucho ingreso económico y con los que no tienen tanto.
En esta escena es nombrado Pepe el Romano, un hombre del pueblo que está en el funeral más sin embargo,
Bernarda no lo acepta. En esta escena muchos de los personajes hablan de mala manera de Bernarda Alba,
demostrando el desprecio que tienen hacia ella.
En esta escena se muestra cómo es Bernarda Alba con su familia, mientras que van entrando, ella con un fuerte
grito de ¡Silencio!, manda a callar a la criada para luego proceder a sacarla de la habitación puesto que no
limpió bien.
Aquí les informa que todas las integrantes de la familia deberán cumplirle un total de ocho años de luto a su
padre, por lo que deberán vestir completamente de negro y además, no podrán relacionarse con ningún hombre,
sea de donde sea, es aquí cuando interviene Magdalena, debido a que está en desacuerdo porque deseaba
contraer matrimonio, a lo que su madre, Bernarda Alba, de manera agresiva le demuestra su carácter y
autoridad.
En esta escena Federico García Lorca relata que en la casa vive otra mujer, quien es María Josefa, madre de
Bernarda Alba, la misma se encuentra encerrada en una habitación de la casa puesto que su hija no quería que
las demás personas del pueblo la viesen.
Escena 4: Poncia y Bernarda:
Se da a conocer a Poncia, una de las criadas de Bernarda Alba, la misma afirma que Angustias se la pasa en su
tiempo libre, asomada por la ventana escuchando lo que algunos hombres hablan. Angustias tiene 39 años y
Bernarda Alba no le permite contraer matrimonio, ni tener pretendientes, mucho menos si son de una clase
social baja.
Es aquí cuando Federico García Lorca relata el choque que tienen algunas mujeres de la familia que se
quedaron en el antaño y las otras que tienen ideas más liberales, sin embargo, todas tienen algo en común, están
obsesionadas con los hombres.
Adela, quien es la más joven, viste un vestido verde que pretender lucir en un paseo, por su parte, Angustias,
entra y sale repetida, lo que hace que sus hermanas se burlen de ella puesto que las mismas creen que está
esperando a su amor, Pepe el Romano. En ese momento, la criada les dice que Pepe el Romano está afuera y es
ahí cuando todas ven por la ventana, menos Adela, que sale corriendo a su recámara.
Aquí la madre de Bernarda Alba sale con flores en su cabeza y pecho, por lo que Bernarda Alba se molesta y le
reclama a la criada por dejarla salir de su habitación, en donde prácticamente la mantiene cautiva.
Acto II
En esta parte de la obra, se muestra a las hijas de Bernarda Alba y a Poncia, quien es la criada, sentadas en la
habitación mientras estas cosiendo sin decir ni una palabra, ellas están haciendo los preparativos del
matrimonio de Angustias y Pepe el Romano, en ese momento, todas sus hermanas sienten una enorme envidia
por ella puesto que Angustias se muestra agresiva y se cree mejor que ellas por eso.
Mientras que todas hablan, Poncia, la criada, afirma que la noche anterior estuvo en la ventana de Angustias
quien sería su futuro esposo, Pepe el Romano, hasta la madrugada de ese día, ante tal acusación, Angustias
niega ese hecho, sin embargo, muchas de las hermanas dudan acerca que esa unión.
En ese momento, Poncia, la criada, sospecha que Adela está profundamente enamorada de Pepe el Romano, por
lo que la misma busca el más mínimo momento para hablar acerca de ello, Adela le confirma que sí está
enamorada de Pepe el Romano, a lo que Poncia le indica que debe alejarse de él y olvidarse de ese amor, Adela
en vez de hacerle caso opta por amenazarla. Este es uno de los momentos de la obra en el que la misma se
vuelve más interesante por todos los hechos que conlleva el enamoramiento de Adela con Pepe el Romano.
Mientras los hombres festejan en la calle que ya terminaron de laborar, las chicas envidian su vida porque ellas
no pueden salir de su casa, un hecho tan normal hace que las hermanas reflexionen si está bien o no lo que
sucede, es ahí cuando Adela se hace notar y habla acerca del espíritu de libertad que tienen otras personas y
ellas no, las otras hermanas solamente se lamentan.
Mientras las otras jóvenes realizan sus quehaceres, Martirio y Amelia se quedan a solas, Amelia se comporta de
manera poco convencional, debido a que tiene sospechas de que Adela y Pepe el Romano tienen un amorío,
debido a que durante varias noches ha escuchado diferentes ruidos y murmuros en la ventana de la habitación
de su pequeña hermana.
En esta escena de la obra, Angustias tiene un aspecto colérico debido a que se le perdió el retrato que tenía de
Pepe el Romano, quien es su prometido. Afirma que alguna de sus hermanas se lo hurtó por lo que de manera
agresiva les reclama y les exige que le devuelvan la fotografía de su amado. Debido al desorden que hay en ese
momento, su madre, Bernarda Alba, aparece y le pide a la criada, es decir a Poncia, que revise cada una de las
recámaras de sus hijas con el fin de encontrar la fotografía.
Finalmente, el retrato de Pepe el Romano aparece en la cama de Martirio, y esa afirma que todo fue una simple
broma de mal gusto, y es ahí cuando Adela muy enojada y celosa salta, por lo que Martirio le cuenta a todas en
la casa sus sospechas acerca de Adela y Pepe el Romano.
En esta escena se encuentran Bernarda Alba junto a su criada la Poncia a solas, mientras conversa, Bernarda
Alba se da cuenta que debe hacer que su hija mayor contraiga matrimonio lo más pronto posible para que no
vuelvan a ocurrir estos incidentes.
Debido a la conversación que tienen, la criada se siente en confianza como para argumentar cada cosa que
sucede en el hogar, comentarle acerca de las sospechas que tiene y las acusaciones, sin embargo, Bernarda Alba
hace caso omiso a todo lo que la Poncia le comenta, puesto que como es una criada, seguramente todo lo que
dicen son cosas sin fundamentos y puro chisme para crear malentendidos.
Es aquí cuando Angustias aparece y escucha lo que su madre, Bernarda Alba y la criada, Poncia, conversan, por
lo que decide intervenir y decir que Pepe el Romano ha ido varias veces en horas de la noche y se ha marchado
a la una de mañana, sin embargo, Poncia niega eso debido a que Pepe el Romano se ha marchado pasadas las
tres de la mañana.
En ese momento, Adela entra a la habitación y le dice a su madre Bernarda Alba que no escuche lo que dicen
ellas, sin embargo, Poncia insiste en que debe investigar acerca de lo que sucede, Bernarda Alba, callada, solo
piensa en que debe estar pendiente de las cosas que suceden en su casa.
En esta escena de la obra, Martirio y Adela se encuentran a solas, por lo que Martirio acusa a Adela de que la
delató, sin embargo, Adela se defiende. Adela y Martirio mantienen una muy fuerte discusión acerca de Pepe el
Romano, puesto que Adela acusa a Martirio de que ella está enamorada en secreto de él, y sin esperar nada,
Martirio afirma que efectivamente siente algo por Pepe el Romano.
Acto III
Esta escena se lleva a cabo en el patio de la casa, en donde está Bernarda Alba, sus cinco hijas y Prudencia, una
amiga cercana de la familia, aquí hay un nuevo problema, esta vez de este nuevo personaje, debido a que
Prudencia tiene problemas familiares porque su esposo reniega a su hija. Bernarda Alba, con su actitud
autoritaria, defiende al hombre, mientras que su amiga Prudencia sufre por la decisión del hombre, que él
mantiene fuertemente firme.
Después de que toda la familia cena junta, Angustias y su madre, Bernarda Alba, conversan debido a que
Angustias tiene miedo de que su prometido, pepe el Romano, la esté engañando, por lo que su madre, Bernarda
Alba, le recomienda que no piense más en eso para que él no se dé cuenta de su preocupación, ella debe
conformarse con lo que está sucediendo y hacer caso omiso a todo lo que sus hermanas han dicho. Por otra
parte, Adela y Martirio vuelven a discutir por Pepe el Romano, por lo que su madre, Bernarda Alba interviene
para que las chicas no sigan discutiendo.
En esta escena, nuevamente la Poncia y Bernarda Alba tienen una conversación en la que charlan acerca de todo lo que
está sucediendo entre las personas que viven en la casa, Bernarda Alba, afirma que debe estar muy pendiente de sus
hijas puesto que debe mantener el honor de la familia y no dar de qué hablar a las personas del pueblo.
En esta escena la criada y Poncia escuchan cómo los perros hacen ruidos, persiguen y ladran afuera de la casa, y
es ahí cuando Adela les indica que tiene mucha sed, sin embargo, las criadas tienen sospechas acerca de lo que
de verdad está sucediendo en la casa entre los hombres del pueblo y las jóvenes.
Esta escena de la obra muestra nuevamente a María Josefa, quien es la madre de Bernarda Alba, sin embargo,
en dicha escena ella se siente libre y al mismo tiempo, muestra un toque de locura que engancha al lector en la
historia, por otra parte, se tiene que Adela sale de la casa para ir al corral, sin darse cuenta que Martirio la está
siguiendo.
Entrelazada con la escena anterior, es aquí cuando Martirio decide entrar al corral para ver qué está haciendo
Adela en aquel lugar, en ese momento, Martirio llama a Adela, quien sale toda despeinada, por lo que Martirio,
llena de celos, le afirma que realmente sí tiene sentimientos encontrados hacia Pepe el Romano, y justo en este
momento de la obra La Casa de Bernarda Alba, que Adela reconoce abiertamente que sí tiene un amorío con el
prometido de su hermana, Pepe el Romano, debido a ello, su hermana comienza a gritar y hacer escandalo para
que tanto sus hermanas como su madre se despierten y salgan a ver qué sucede.
Es un final inesperado, se podría decir que hasta trágico, debido a que luego de descubrirse la realidad que
muchos de los familiares temieron, Bernarda Alba aparece en la puerta del corral y al escuchar lo que Martirio
decía acerca de su hermana Adela, camina lentamente hacia ella para reprenderla con su bastón, la joven se lo
arrebata, y debido al enojo que tenía la madre en ese momento, va en busca de una escopeta.
Es ahí cuando las hermanas escuchan un disparo, una de ellas afirma que su madre Bernarda Alba asesinó a
pepe el Romano, sin embargo, él estaba bien y eso no había sucedido. Debido a eso, Adela se entristece por lo
que dijeron que sucedió, por lo que decide salir corriendo hacia su cuarto y encerrarse, cuando sus hermanas
lograron abrir la puerta se dan cuenta de que Adela se había suicidado.
La última palabra de la obra es la que Bernarda Alba dice al principio de la misma, ¡Silencio!
La obra de Federico García Lorca, tiene aspectos que son fáciles de identificar, algunos son que está constituida
por personajes completamente femeninos, sin contar a Pepe el Romano, el ambiente en el que suceden los
hechos y la estructura que tiene el relato y la obra en sí.
El tema central de la obra es que se enfrenta la moral autoritaria y el deseo de tener libertad, igualmente, se
puede ver la diferencia entre el hombre y la mujer de esa época y cómo se margina a la misma, la tragedia que
existe de manera continua, el temor por permanecer solteras durante toda su vida, miedo a la soledad y la
ausencia.
Los conflictos familiares debido a que Angustias quiere un matrimonio feliz, Martirio se enamora de Pepe el
Romano, Adela tiene relaciones con el prometido de su hermana (Pepe el Romano), el deseo de Bernarda Alba
porque sus hijas sean honradas (en una de las escenas Angustias mira a los hombres del funeral con deseo, a lo
que su madre, Bernarda Alba la regaña), la Poncia aconsejando a Adela a que deje ir a Pepe el Romano debido
a que ese amorío solo traería problemas.
La novela tiene un tono de hipocresía, injusticia social, la jerarquía social, clasismo debido a que el personaje
principal y madre de familia, Bernarda Alba, es cruel y mezquina con las personas que no tienen muchos
recursos económicos. También está presente el odio y la envidia que existe entre las hijas de Bernarda, su
madre y ella. Y finalmente, está presente el amor sensual y la búsqueda de una pareja idónea.
Personajes
Bernarda Alba: Una mujer mayor de 60 años de edad, quien es madre de cinco chicas, todas habitan en una
misma casa. Es una mujer estricta con creencias medievales en las que la única razón de las mujeres es
mantener la pureza de sus hijas, que tengan una conducta sumisa y además que ante la gente, sean bien vistos.
María Josefa: Es la madre de Bernarda Alba, tiene 80 años de edad, una persona delirante y víctima del encierro
que su hija les impuso, por lo que trata de escapar, sin embargo, falla en el intento.
Angustias: Es la hija mayor y única del primer matrimonio de Bernarda Alba, tiene 39 años de edad. En la
novela es descrita como una mujer cansada, fea y con poca gracia, la misma tiene una gran herencia la cual le
dejó su padre, y gracias a la misma, logra llamar la atención de Pepe el Romano.
Magdalena: Hija de Bernarda Alba, tiene 30 años de edad, es una mujer con muchas esperanzas y apoya a
Amelia en que Pepe solo quiere contraer matrimonio con su hermana debido a la fortuna que la misma posee.
Amelia: Es hija de Bernarda Alba, tiene 27 años de edad, está reprimida gracias al carácter de su madre.
Martirio: Hija de Bernarda Alba, tiene 24 años de edad, es pesimista, sin gracia y no desea que sus hermanas
sean felices puesto que ella no lo es, todos estos malos sentimientos vienen debido a que su madre terminó su
relación con Enrique Humanes.
Adela: es la hija menor de Bernarda Alba, tiene 20 años de edad, es pasional, hermosa y no apoya la opresión
que su madre les impuso.
La Poncia: Es la criada de la familia, tiene 60 años de edad, es una mujer que le gusta el chisme y observa
atentamente lo que ocurre en la vivienda.
Pepe el Romano: Es el único hombre que es nombrado de manera constante en la obra, tiene 25 años de edad y
es uno de los más simpáticos del pueblo, el mismo es quien genera fuertes discusiones y disgustos en la casa de
Bernarda Alba.
Federico García Lorca afirma que cada nombre de la novela La Casa de Bernarda Alba describe las
características de los personajes.
El apellido de la familia es conocido como uno de los títulos del reinado español, es antiguo y otorgado por el Rey
Enrique IV de Castilla, describe a Bernarda, puesto que la misma no es simpática con los demás habitantes del pueblo y
tampoco deja que sus hijas salgan con alguien que con alguien inferior.
Bernarda de un nombre de alguien que intimida y grita mucho, por otra parte, el nombre Angustias representa la
preocupación encarnada en una de sus hijas, alguien infeliz. Igualmente, está el nombre de Magdalena, Amelia
y Martirio, quienes son la tristeza, la sin miel y el sufrimiento. Adela significa que alguien es noble.
María Josefa es un nombre bíblico en el que se simboliza a los padres de Jesús. Poncia, quien es la criada, posee
un nombre religioso que en el mismo se afirma que pudo haber salvado a Jesús, sin embargo, no lo hizo. Pepe
el Romano, primero se tiene que Pepe significa José y Romano es la masculinidad del poder que existe en la
casa de Bernarda Alba.
El libro de Federico García Lorca titulado La Casa de Bernarda Alba, fue escrito en el año 1936 y se publicó en
la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en el año 1945, gracias a Margarita Xirgu, una famosa actriz de aquel
tiempo, quien ayudó arduamente al escritor con muchas de sus obras.
La novela fue catalogada como un drama de mujeres de aquel siglo en los diferentes pueblos de España, siendo
el mismo una obra de género dramático, por otra parte, otros críticos opinaron que el desarrollo del libro era
rígido, tenía un poco de tragedia y un poco de drama, que finalmente, Federico García Lorca, como autor del
libro, indicó que el drama tiene un poco de todos los géneros, comedia y realismo, muerte y frustración, no hay
drama sin que se involucren otros géneros, todos están entrelazados.
La Casa de Bernarda Alba, es una obra de Federico García Lorca, la cual desarrolló durante la crisis de los años
entre 1923 y 1931, ahí fue cuando el autor Lorca y otros escritores de aquel momento (la llamada generación
del 27), buscaron plasmar el régimen que fue impuesto por el general Franco, a través de su personaje principal,
Bernarda Alba, pues la mujer es autoritaria e impone un sistema que si alguna de sus hijas la contradice, ella la
castiga, el autor afirma que dicho general Franco era así.
Federico García Lorca, no solo lo describe a él en uno de sus personajes, sino que relata, quizás no
directamente, la guerra entre las dos Españas, mejor conocida por las personas como la Guerra Civil del año
1936 hasta el año 1939.
Federico García Lorca, afirma que la fuente de inspiración para crear el libro La Casa de Bernarda Alba, fue
que mientras que estaba en Granada, había una familia en la cual, quien tomaba las decisiones era una señora
mayor de nombre Frasquita Alba.
La cual vivía cerca de uno de los terrenos de los padres de García Lorca, él indicaba que podía observar cómo
esa casa era un mundo frío en el que el control solamente lo tenía aquella mujer viuda. Todo esto fue dicho en
una conversación con el embajador chileno, Morla Lynch.
Federico García Lorca comentó que a pesar de vivir cerca de aquella familia, nunca hubo una comunicación
entre él y la familia, sin embargo, comenta que notaba como las mujeres de la familia no mantenía ningún tipo
de diálogo con los demás habitantes del pueblo y que a diario, tenían una vestimenta de color negra, y a pesar
de que las personas de aquel pueblo afirmaban que Frasquita Alba no era tan mala mujer como muchos creían.
Federico García Lorca la describió de esa manera, igualmente, afirma que Pepe el Romano sí existió realmente,
y contrajo matrimonio con Angustia, sin embargo, ella falleció durante el parto.
En este aspecto, se puede visualizar que tiene una estructura la cual está dividida en tres actos, los cuales tienen
un número de caracteres muy parecidos, muchos críticos afirman que Federico García Lorca, se apegó
grandemente a los estándares al momento de crear una obra. Siendo la misma del subgénero (según las normas
del teatro), del drama.
Estructura interna de la obra La Casa de Bernarda Alba
La estructura interna tiene un comienzo y un final muy parecido, el autor a través de la obra, muestra cómo es
un mundo trágico y que no avanza, en donde todo siempre es lo mismo, una estructura que está compuesta por
el Yo en el inicio de cada párrafo, y que cuenta con la misma palabra al comienzo y al final, ¡Silencio!
Los tres actos que contiene la obra de Federico García Lorca, tienen un buen planteamiento, nudo y desenlace.
En cuanto al lenguaje, la obra destaca porque posee un lenguaje fluido e intenso, en el que hay réplicas cortas y
rápidas, hipérboles y creatividad. Igualmente, tiene una extensa simbología, como por ejemplo, el uso de los
colores, o mejor dicho, la ausencia de los mismos.
La vestimenta negra y las paredes blancas, el bastón de Bernarda Alba, la madre, con el que ejercía poder para
reafirmar su apoyo con el patriarcado, los caballos que representan lo masculino y el deseo sexual, el calor que
siempre había, el agua que está estancada, la luna que representa el erotismo y el anillo de perlas, un triste final.
La obra de Federico García Lorca, La Casa de Bernarda Alba, no fue un relato que publicó de manera fácil
debido a los problemas que tenías las diferentes familias (Los Alba, Los Roldán y los García), y debido al
pensamiento progresista y homosexual que le hacían la contraria al régimen del general Franco.
En esa época el tradicionalismo aún reinaba, sin embargo, García Lorca no estaba de acuerdo con los mismos,
por ende, diferentes familias que lo contradecían se dieron cuenta que el escritor relataba sus historias en varias
de sus obras, por lo que los llevó a querer fusilar a Federico García Lorca un 18 de agosto de 1936.
Algunas personas afirman que seres que conformaban la familia de Federico García Lorca tenían un complot
contra él, debido a los problemas que le hacía durante lo largo de su carrera, por ejemplo, en el año 1982
evitaron que se llevara a cabo y se distribuyese una de las películas de él, por otra parte, negaron que se buscase
el cuerpo el gran poeta, Federico García Lorca, debido a que ellos preferían que el mismo estuviese donde tenía
que estar.
No se puede negar que la novela La Casa de Bernarda Alba fue una novela muy famosa del autor, a pesar de
todos los inconvenientes que tuvo el autor durante la época por haber creado dicha obra. Federico García Lorca
nunca dejó sus creencias a un lado y murió aun defendiendo y profesando las mismas.
Cabe destacar que, durante los tiempos de conflictos, países como México y Colombia le ofrecieron exilio, sin
embargo, García Lorca se negó, debido a que como él era español, debía permanecer en España, así explicó en
una de sus últimas entrevistas antes de morir.
El título de su obra no deja que las personas se imagine cosas que no son, es algo puntual, La Casa de Bernarda
Alba, desde el primer momento el lector, con solo leer el título, se da cuenta que toda la obra ocurre en una
casa, y que, una mujer tiene el poder de hacer y deshacer en una familia, es autoritaria y tiene el control, todo
reflejado en Bernarda Alba.
Luego de la muerte del segundo esposo de Bernarda Alba, ella automáticamente se muestra autoritaria y,
además, no deja que sus hijas, quienes son mayores, tengan control de su propia vida.
Durante el siglo XX la mujer era muy opresora, la sociedad en general era opresora, se debían seguir las
conductas y costumbres de los antepasados, sin derecho a opinar, en la obra, La Casa de Bernarda Alba, se
puede visualizar lo que podría llegar a suceder si se sobrepasan los límites, tal como sucedió con la madre de la
familia, Bernarda Alba y su hija Adela, quienes reflejan la política y los problemas españoles de aquel
momento.
Bernarda Alba, es una mujer que controla tanto social como sexualmente a sus cinco hijas y castiga a quienes
no le hacen caso, por su parte, Adela es una de sus hijas más jóvenes, ella tiene un espíritu de libertad
inigualable, que sobrepasa los límites, en la novela, Bernarda Alba, representa al general Francisco Franco,
mientras que Adela es Federico García Lorca y sus pensamientos poco convencionales acerca de las clases
sociales, su separación y la injusticia existente con las personas, Adela representa a la generación del 27.
Uno de los aspectos que hay que destacar en la novela, es que Bernarda Alba, indica que su hija Adela debe ser
velada, puesto que murió virgen, aun sabiendo que eso era mentira, su mentalidad retrógrada y su interés
porque las personas lo hablasen de la familia pasaron los límites morales, debido a que para aquella época valía
más el qué dirá de la gente que la felicidad de la familia.
Para aquella época las mujeres no podían embarazarse sin antes no tener una pareja estable y tampoco podían
casarse por amor o con quienes quisiesen, por ejemplo, Federico García Lorca, en la obra, indica que una de las
mujeres es maltratada debido a que había tenido un hijo sin tener una pareja estable, por lo que ella debió
asesinar a su propio hijo para evitar problemas más adelante.
Por otra parte, está Martirio, quien tenía un enamorado que llevaba por nombre Enrique, su madre, Bernarda
Alba, no aprobaba la relación por lo que decidió ponerle fin a la misma, lo cual trajo celos por parte de sus
hermanas Adela y Angustias. Ahí es cuando se ve el límite de marginación y discriminación que se le tenían
tanto a los hombres como a las mujeres.
Para aquella época, el hombre era el que llevaba la comida a la mesa, el que salía a trabajar y el que tenía el
control tanto en la relación como en la familia, por otra parte, el papel de la mujer era hacer los quehaceres del
hogar, tejer, cocinar y esperar a su pareja, así como sucedía con Adela, ella esperaba ansiosamente a que su
hombre, quien era Pepe el Romano, apareciese en su casa para que ella lo atendiera e hiciera con ella lo que
quisiera.
Las mujeres de ese siglo sólo pensaban en una cosa, contraer matrimonio, fuese con alguien que quisieran o no,
le temían a la soledad, ellas creían que el hombre llegaría a sus vidas a completarlas y a darles felicidad a pesar
de que ellas, luego de casarse, fuesen sumisas y no tuvieran voluntad alguna.
Finalmente, se podría decir que Federico García Lorca, en sus obras, demuestra las costumbres tan antiguas y
marginales que había en ese entonces, esas costumbres eran las que generaban los problemas en cuanto a la
política en la nación española, y en otras, la novela relata el deseo y la lucha por la libertad que tenía Adela y su
muerte por obtener la misma, La Casa de Bernarda Alba, refleja hasta qué límite se puede oprimir a alguien, el
cómo la República sodomizaba a la población en general y cómo algunos grupos progresistas se revelaban ante
aquellas acciones.