Lección 12
Lección 12
Lección 12
SOCIAL
CAPÍTULO 26:
Las enfermedades y los accidentes, con su doble secuela de imposibilidad para el trabajo en tanto duren sus efectos
y de necesidad de atención sanitaria, han sido siempre contingencias de gravísima incidencia personal y social.
La Seguridad Social ha cubierto tradicionalmente tanto la enfermedad y el accidente comunes como los laborales.
La acción de la Seguridad Social frente a las enfermedades y accidentes ha discurrido atendiendo tanto a las
necesidades sanitarias del enfermo o accidentado (asistencia médica, farmacéutica…) como a las necesidades
económicas que se crean en el enfermo o accidentado a consecuencia de su incapacidad, temporal o definitiva, para
el trabajo (subsidios o pensiones).
El accidente de trabajo y la enfermedad profesional son considerados como meras contingencias o causas
determinantes de situaciones de incapacidad, invalidez o muerte.
a) Por accidente de trabajo se entiende toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por
consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena. Del concepto de accidente indemnizable sólo se excluyen
los debidos a fuerza mayor que no guarden ninguna relación con el trabajo, y los ocasionados por imprudencia
temeraria o dolo del accidentado.
Expresamente merecen la calificación legal de accidente de trabajo:
- El accidente in itinere: el ocurrido al trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo.
- El accidente como consecuencia de desempeño de cargos electivos sindicales, así como el ocurrido al ir o al
volver del lugar donde se ejerciten dichas funciones.
- El accidente ocurrido en actos de salvamento y análogos, siempre que guarden relación con el trabajo.
- Enfermedades intercurrentes…
El concepto legal de accidente de trabajo se completa con una presunción: la de que constituyen accidentes de
trabajo las lesiones sufridas durante el tiempo y en el lugar de trabajo.
b) Por enfermedad profesional: se entiende la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena y
que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias y en las actividades especificadas en una relación
o lista legal de carácter taxativo, aunque susceptible de ampliación.
Las enfermedades contraídas a consecuencia del trabajo y no incluidas en tal relación no se reputan enfermedades
profesionales, sometiéndose al régimen genérico de los accidentes de trabajo.
La especialidad del régimen de las enfermedades profesionales, frente a la regulación de los accidentes de trabajo, se
refleja en diversas peculiaridades de la acción protectora correspondiente:
1º existencia de un período de observación del presunto enfermo profesional, con una duración máxima de un año,
que se asimila a la situación de incapacidad temporal
2º Obligación de trasladar de puesto al trabajador cuando existan síntomas de que padece enfermedad profesional,
sin que lleguen a incapacitarle para el trabajo.
c) La cobertura de las contingencias de accidente de trabajo y enfermedad profesional tiene lugar, obviamente, a
través de la Seguridad Social, incumbiendo al empresario los deberes de afiliación, alta y cotización.
El pago de las prestaciones corresponde a la entidad que cubra el riesgo en el momento del accidente, aunque las
consecuencias se manifiesten con posterioridad.
Además de las prestaciones de la SS, existen responsabilidades indemnizatorias de los empresarios y terceros culpables.
1
3.INCAPACIDAD TEMPORAL (diapositivas)
1º CONTINGENCIA CUBIERTA
Se entiende por incapacidad temporal la situación de disminución o anulación de la capacidad laboral en que se
encuentra el trabajador comprendido en uno de estos estados:
- Enfermedad común o profesional y accidente de trabajo o no laboral, en tanto que reciba asistencia
sanitaria de la SS y esté impedido para el trabajo
- Períodos de observación, en caso de enfermedad profesional, siempre que durante ellos se prescriba a baja
en el trabajo.
2º PRESTACIONES
Aparte de la asistencia sanitaria que en cada caso procediera, la prestación económica correspondiente a las diversas
situaciones de iincapacidad temporal tiene por fin suplir la pérdida del salario, inherente a la cesación transitoria en
el trabajo.
- 365 días prorrogables por 180 más, cuando la incapacidad sea debida a accidente o a enfermedad
- 6 meses prorrogables por otros 6, en el supuesto de períodos de observación por enfermedad profesional
- En caso de enfermedad común, que hayan cubierto un período de cotización de 180 días dentro de los cinco
años anteriores al hecho causante
- En caso de accidente y enfermedad profesional no se exige período de cotización
- En caso de accidente de trabajo o enfermedad profesional, desde el día siguiente al de la baja en el trabajo
- En caso de enfermedad común o de accidente no laboral, desde el cuarto día de baja en el trabajo al 15º día,
una compensación equivalente al subsidio se abonará a cargo del empresario, y desde el 16º día el subsidio
correrá a cargo de la Seguridad Social.
Para el devengo del derecho es preciso, aparte de los requisitos sustantivos señalados, cumplir una tramitación
reglamentaria, basada en la emisión de unos partes de baja. Partes de baja y confirmación de la baja hasta el
agotamiento de los 365 días de incapacidad temporal.
El pago de las prestaciones corresponde al INSS y en régimen de colaboración a las Mutuas y empresas.
El derecho al subsidio se extingue por transcurso de su plazo máximo, por alta médica con o sin declaración de
incapacidad o por curación o mejoría, por pase a la situación de jubilación, por incomparecencia al examen médico y
por fallecimiento.
Causas de denegación o pérdida del derecho al subsidio son la actuación fraudulenta y la realización de trabajo por
cuenta propia o ajena. Causa de suspensión del derecho es el rechazo o abandono injustificados del tratamiento
prescrito y la incomparecencia o convocatoria médica del INSS o Mutua.
1º SITUACIÓN PROTEGIDA
La prestación protege el hecho de la maternidad y la paternidad, incluidas las situaciones de adopción y acogimiento
y guarda con fines de adopción.
2º PRESTACIONES
2
a) La prestación económica por maternidad consiste en un subsidio del 100% de la base reguladora (es la misma
que se aplica para calcular la prestación de incapacidad temporal por contingencias comunes). Beneficiario de la
prestación es el trabajador que disfrute del correspondiente período de descanso por maternidad, adopción,
guarda o acogimiento.
Requisito adicional para tener derecho al subsidio por maternidad es haber cubierto un período de cotización de al
menos 180 días en los siete años inmediatamente anteriores al parto o a las resoluciones de acogimiento o
adopción si el trabajador es mayor de 26 años. Si tuviera entre 21 y 26, tal período será de 90 días dentro de
dichos siete años. Los menores de 21 están exentos.
El derecho al subsidio se pierde o suspende cuando el beneficiario actúa fraudulentamente, así como cuando trabaja
durante el período de descanso.
b) La prestación por paternidad de importe y condiciones iguales a la de maternidad, se devenga, como supueso
general, durante las cuatro semanas de suspensión del contrato por paternidad.
La suspensión contractual por riesgo durante el embarazo da derecho a la trabajadora afectada a una prestación
económica consistente en el 100% de la base reguladora aplicada para determinar el subsidio por incapacidad
temporal derivada de contingencias profesionales. El reconocimiento de tal derecho presupone la existencia de
riesgos específicos en el trabajo para la lactancia natural.
La misma prestación se concede también a la trabajadora en situación de lactancia natural que, debiendo cambiar de
puesto de trabajo por existir riesgo laboral, y no siendo posible el cambio, suspende su contrato hasta que el hijo
lactante cumpla los 9 meses.
Esta nueva contingencia, en virtud de la cual se reconoce a los progenitores, adoptantes o acogedores de menores
con ingreso hospitalario de larga duración un subsidio económico igual al 100% de la base reguladora de la
incapacidad temporal por contingencias profesionales, en proporción a la reducción de la jornada de trabajo del
beneficiario.
7. INCAPACIDAD PERMANENTE
1º SITUACIONES DE INCAPACIDAD
2º CALIFICACIÓN DE LA INCAPACIDAD
3
El INSS procede a declarar el grado de incapacidad permanente y la contingencia causante de la misma, o las
alteraciones que determinen la revisión de la incapacidad declarada.
Las resoluciones de las Direcciones Provinciales del INSS recaídas en estas materias son ejecutivas, e impugnables,
previa reclamación administrativa, ante el orden jurisdiccional laboral.
Las calificaciones de incapacidad permanente son revisables siempre que el beneficiario no haya cumplido la edad
de jubilación, por causa de agravación, mejoría o error de diagnóstico. DE la regla general de revisión periódica de
las situaciones de invalidez se exceptúa el caso de evidente irrecuperabilidad del inválido.
3º PRESTACIONES
La protección de la Seguridad Social en las situaciones de incapacidad recobró su dimensión tradicional, sustituir las
rentas de trabajo dejadas de percibir por prestaciones económicas.
a) Modalidad contributiva
Beneficiarios de las prestaciones contributivas por incapacidad permanente son los trabajadores afiliados y en alta a
la SS.
Las prestaciones económicas por incapacidad permanente pueden consistir tanto en pensiones vitalicias como en
indemnizaciones a tanto alzado, de acuerdo con las siguientes reglas:
1. Prestación por incapacidad permanente parcial: consiste en una cantidad a tanto alzado ( como regla
general 24 mensualidades de la base reguladora)
2. Prestación por incapacidad permanente total: como regla general, consiste en una pensión vitalicia que,
excepcionalmente, podrá ser sustituida por una indemnización a tanto alzado (de hasta 84 mensualidades),
siempre que el beneficiario fuese menor de 60 años. La Ley prevé asimismo el incremento de las pensiones
vitalicias por incapacidad permanente total cualificada, esto es, cuando el trabajador incapacitado por su
edad, falta de preparación general o especializada y circunstancias sociales y laborales del lugar de
residencia tenga presumiblemente dificultades en obtener un nuevo empleo.
Las reglas de cálculo de la pensión son distintas según la contingencia de la que derive la incapacidad total:
o Incapacidad derivada de enfermedad común: la pensión no puede ser inferior al 55% de la base
mínima de cotización para mayores de 18 años, base que se calcula dividiendo por 112 las bases de
cotización de los 96 meses anteriores al hecho causante.
o Incapacidad derivada de accidente no laboral: la pensión consiste en el 55% de la base reguladora
consistente en el cociente de dividir por 28 la suma de las bases de cotización durante un período
ininterrumpido de 24 meses elegido por el beneficiario dentro de los 7 años anteriores al accidente.
o Incapacidad derivada de accidente de trabajo o enfermedad profesional: la pensión consiste en el
55% de la base constituida por los salarios reales.
3. Prestación por incapacidad permanente absoluta: consiste en una pensión vitalicia, cuya cuantía se fija en el
100% de la base reguladora. El cálculo de la pensión se rige por las siguientes reglas:
o Incapacidad derivada de enfermedad común o de accidente no laboral cuando el trabajador no
esté dado de alta: la base reguladora de la pensión será el cociente de dividir por 112 las bases de
cotización de los 96 anteriores al hecho causante. En el caso de accidente no laboral, la prestación se
calcula sobre las mismas bases reguladoras que se aplican para el cálculo de las pensiones por
incapacidad total derivada de dicha contingencia, esto es, el cociente de dividir por 28 la suma de las
bases de cotización durante un periodo ininterrumpido de 24 meses elegido por el beneficiario
dentro de los 7 años anteriores al accidente.
o Incapacidad derivada de accidente de trabajo o enfermedad profesional: la base reguladora está
constituida por los salarios reales.
4. Prestación por gran invalidez: suma a la prestación por invalidez permanente al menos un 45% más,
destinado a que el inválido pueda remunerar a la persona que le atienda.
4
b) Modalidad no contributiva
Por lo que se refiere a las pensiones de incapacidad permanente no contributivas, consisten en 14 pagas, cuyo
importe anual fija la LPGE. Beneficiarios de estas prestaciones son quienes estén afectados por una minusvalía o
enfermedad crónica igual o superior al 65% y carezcan de ingresos suficientes.
Las prestaciones económicas se incrementan en un tanto por ciento variable (de 30 a 50) si el accidente de trabajo o
la enfermedad profesional se deben a la omisión por el empresario de las medidas reglamentarias de seguridad,
higiene, salubridad o adecuación al trabajo. El recargo presupone tres factores:
- Infracción empresarial
- Daño al trabajador
- Nexo causal entre una y otra
Tal recargo, de naturaleza mixta (sancionadora e indemnizadora), pesa exclusivamente sobre el empresario infractor,
siendo nulo el aseguramiento de la responsabilidad correlativa.
1º CONTINGENCIA CUBIERTA
La jubilación que da lugar a la protección del Régimen General de la Seguridad Social consiste en el cese en el trabajo
por cuenta ajena a causa de la edad no es, pues, suficiente para devengar el derecho a la acción protectora de la
Seguridad Social, sino que se requiere además que el interesado decida retirarse de la actividad laboral.
2º PRESTACIONES
a) Pensiones contributivas
Las prestaciones contributivas de jubilación consisten en pensiones vitalicias cuyo importe se determina aplicando
un porcentaje a la base reguladora, de acuerdo con los años cotizados; tal porcentaje es:
Beneficiarios de estas prestaciones son, en el supuesto más común, los trabajadores afiliados, aunque no estén en
situación de alta o asimilada, que hayan cubierto un período de cotización de 15 años al menos.
b) Pensiones no contributivas
Por lo que se refiere a las pensiones no contributivas de jubilación, sus beneficiarios son los mayores de 65 años sin
recursos económicos, con residencia actual y durante más de 10 años en territorio español, y su cuantía la misma
que la de las pensiones no contributivas de invalidez.
5
Por otra parte, la edad de jubilación se anticipa a los 60 años para quienes fueran mutualistas en 1º de enero de
1967 y ostentasen por ello tal derecho adquirido. El importe de la pensión se reduce en un 8% por cada año
que falte al trabajador para cumplir los 65.
- Otra modalidad de acceso a la jubilación anticipada: la derivada del cese en el trabajador por causa no
imputable al trabajador.
Requisitos: existir un supuesto, entre otros, de reestructuración empresarial, tener cumplida una edad inferior en
cuatro años, como máximo, a la edad de jubilación aplicable; estar inscrito en la oficina de empleo al menos
durante los seis meses anteriores a la solicitud de la jubilación; y haber cotizado al menos 33 años.
El art 208 TRSS regula la jubilación anticipada por voluntad del trabajador. Requisitos básicos de esta modalidad son:
tener una edad inferior en dos años, como máximo, a la edad de jubilación que corresponda y acreditar un
período mínimo de cotización efectiva de 35 años.
b) Jubilaciones parciales
Los trabajadores que hayan cumplido la edad de jubilación, reduzcan su jornada entre un 25% y un 50%, y reúnan
además los requisitos para causar derecho a la pensión de jubilación, podrán acceder a la jubilación parcial sin
necesidad de celebrar simultáneamente un contrato de relevo.
Esta denominación se alude a la situación- puente en que queda el trabajador de cierta edad (en general, mayor de
52) que pierde su empleo, hasta tanto no comienza a devengar la pensión de jubilación. Durante dicha
situación-puente (en la que no hay salario ni pensión) se arbitran unas compensaciones económicas que las
administraciones y, en su caso, las empresas abonan a los trabajadores prejubilados. Como regla general, estas
situaciones no impiden que el trabajador siga de alta en la Seguridad Social y se cotice por él.
Modalidades de prestaciones:
a) Auxilio por defunción: en favor de quien haya satisfecho los gastos de sepelio.
b) Pensiones de viudedad: en favor del viudo o viuda. La condición de viudedad puede derivarse hoy tanto del
matrimonio como de las uniones de hecho, formalización que debe haberse producido dos años antes del
fallecimiento del causante.
La situación habitual será la de que el beneficiario de la pensión hubiera convivido mediando matrimonio con el
causante de ella. Sin embargo, cabe plantear otros supuestos:
o Que el beneficiario estuviese separado judicialmente o divorciado del causante, no hubiese
contraído nuevas nupcias o constituido pareja de hecho, y tuviera derecho a pensión compensatoria
por desequilibrio económico, en caso de concurrencia de beneficiarios con derecho a pensión de
viudedad, ésta será de cuantía proporcional al tiempo vivido por cada uno de ellos con el causante,
garantizándose en todo caso el 40% a quien fuera cónyuge o conviviente en el momento del
fallecimiento.
o Que el beneficiario hubiera convivido de hecho con el causante sin haber podido contraer
matrimonio por impedirlo la legislación entonces vigente, en cuyo caso se devenga el derecho a la
pensión en los mismos términos proporcionales que en el caso anterior.
El nacimiento del derecho a la pensión exige que el causante, si estuviera en alta al fallecer, haya completado una
cotización de 500 días dentro de los 5 años anteriores al fallecimiento. También es preciso que el causante se
encuentre en alta o situación asimilada; requisito que se dispensa si hubiera cotizado al menos 15 años.
La cuantía de la pensión es del 52% de la base reguladora. LA pensión de viudedad es compatible con cualquier
renta de trabajo así como con las pensiones de jubilación o incapacidad permanente. La regla general es la
de que la pensión se extingue al contraer nuevo matrimonio o construir pareja de hecho el pensionista.
c) Pensiones de orfandad: en favor de los hijos del causante cualquiera que sea la naturaleza de su filiación y
en régimen de igualdad. Tales pensiones consisten en un 20% de la base reguladora por cada hijo y se
abonan a quien tenga a su cargo a los beneficiarios. Para el devengo de la pensión se exigen los mismos
requisitos de alta y cotización del causante requeridos para la pensión de viudedad. El hijo que no realice
6
trabajo lucrativo o que, realizándolo, perciba ingresos anuales inferiores al salario mínimo interprofesional,
puede ser beneficiario de la pensión de orfandad si al fallecer el causante es menor de 25 años.
d) Prestaciones en favor de otros familiares: consistentes en subsidios y pensiones así como en pensiones.
e) Indemnizaciones especiales a tanto alzado: en favor de los derechohabientes (cónyuge o conviviente en
pareja de hecho y huérfanos, beneficiarios respectivamente de las prestaciones de viudedad y orfandad) de
trabajadores fallecidos a consecuencia de accidente de trabajo o enfermedad profesional.
1º DESEMPLEO PROTEGIDO
El art 262.1 TRSS contempla la protección de la contingencia de desempleo que afecte a quienes, pudiendo y
queriendo trabajar, pierdan su empleo o vean reducida su jornada ordinaria de trabajo. Tal protección alcanza a:
- Los trabajadores por cuenta ajena incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social
- Regímenes Especiales que cubran la contingencia de desempleo
- Emigrantes retornados
- Funcionarios interinos y contratados en régimen administrativo
- Personal español contratado por la Administración española en el extranjero
- Liberados de prisión
- Socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado
- Personal interino de la Administración de Justicia
a) Clases de desempleo
1. Desempleo total o parcial
- Desempleo total es el consistente en el cese, definitivo o temporal, del trabajador en su actividad y,
consiguientemente, en la percepción de su salario.
- Desempleo parcial es el consistente en la reducción temporal de la jornada ordinaria de trabajo, entre un
10% y un 70%, por las referidas causas, siempre que conlleve una análoga reducción salarial. (art 262.2 TRSS)
2. Desempleo de nivel contributivo y asistencial
Ambos niveles comparten el carácter público y obligatorio, pero se diferencian en que:
- El nivel contributivo proporciona prestaciones sustitutivas del salario dejadas de percibir por la pérdida o
reducción del empleo
- El nivel asistencial protege a desempleados que se encuentran en alguno de los supuestos a los que se hace
referencia más adelante.
b) Nivel contributivo: la situación legal de desempleo
La Seguridad Social garantiza este nivel de prestaciones a quienes, reuniendo otros requisitos que más adelante se verán,
se encuentran en la llamada situación legal de desempleo. Causas:
- Extinción del contrato por despido colectivo; muerte, jubilación o incapacidad del empresario individual,
cuando no hay sucesión de empresa; despido disciplinario y por causas objetivas; extinción por voluntad del
trabajador…
- Suspensión temporal del contrato por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o fuerza
mayor, o como consecuencia de violencia de género
- Reducción temporal de la jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o fuerza
mayor.
- Periodos de inactividad laboral de los trabajadores fijos discontinuos
- Retorno de trabajadores a España por extinguirse su relación laboral en país extranjero
- Cese o pérdida de la dedicación exclusiva o parcial de miembros de las coporaciones locales y entes
similares, cargos representativos de sindicatos que ejerzan funciones de dirección y altos cargos de las
Administraciones Públicas con dedicación que no sean funcionarios públicos.
7
2º PRESTACIONES DE NIVEL CONTRIBUTIVO
El nivel contributivo comprende las prestaciones por desempleo total o parcial y el abono de las cuotas de la
Seguridad Social que hubieran correspondido a empresario y trabajador durante el periodo de desempleo.
Titular del derecho a las prestaciones es el sujeto protegido afiliado y en alta a la Seguridad Social, con un periodo
mínimo de cotización de 360 días dentro de los seis años anteriores, que se encuentre en situación legal de
desempleo, esté inscrito como demandante de empleo y acredite su disponibilidad para buscar empleo y aceptar
colocación adecuada, y que, como regla general, no haya cumplido la edad para tener derecho a pensión de
jubilación.
En cuanto a la base de cálculo de la prestación por desempleo, ésta consiste en el promedio de la base por la que se
haya cotizado por dicha contingencia durante los últimos 180 días de ocupación cotizada. La prestación se determina
aplicando a tal base reguladora un tipo variable: 70% durante los primeros 180 días de prestación y 50% desde el día
181.
Las prestaciones por desempleo son incompatibles con el trabajo por cuenta propia o ajena, salvo que éste se realice
por tiempo parcial-
El reconocimiento del derecho a las prestaciones debe solicitarse dentro de los 15 días siguientes a la producción de
la situación legal de desempleo.
La solicitud de la prestación de desempleo implica la inscripción como demandante de empleo y la suscripción del
compromiso de actividad, mediante el cual el solicitante se obliga a buscar activamente empleo.
1. La b ase reguladora de la prestación por desempleo será el promedio de la base por la que se haya cotizado
por dicha contingencia durante los últimos ciento ochenta días
En el cálculo de la base reguladora de la prestación por desempleo se excluirá la retribución por horas
extraordinarias, con independencia de su inclusión en la base de cotización por dicha contingencia
2. La cuantía de la prestación se determinará aplicando a la base reguladora los siguientes p orcentajes: el 70
por ciento durante los ciento ochenta primeros días y el 50 por ciento a partir del día ciento ochenta y uno.
3. La c uantía máxima de la prestación por desempleo será del 175 por ciento del indicador público de rentas de
efectos múltiples, salvo cuando el trabajador tenga uno o más hijos a su cargo, en cuyo caso la cuantía será,
respectivamente, del 200 por ciento o del 225 por ciento de dicho indicador.
La c uantía mínima de la prestación por desempleo será del 107 por ciento o del 80 por ciento del indicador público en
rentas de efectos múltiples, según que el trabajador tenga o no, respectivamente, hijos a su cargo.
El nivel asistencial comprende los denominados subsidios por desempleo así como el abono de las cuotas de la
Seguridad Social correspondientes a la contingencia de jubilación respecto de los trabajadores mayores de 55 años,
durante la percepción del referido subsidio.
- Titular del derecho al subsidio es el desempleado inscrito durante un mes, que carezca de rentas superiores
al 75% del salario mínimo interprofesional, que no haya rechazado oferta de empleo adecuada ni acciones
de promoción, formación o reconversión, y se encuentre en alguna de las siguientes situaciones:
o Haber agotado la prestación por desempleo y tener responsabilidades familiares.
8
o Haber agotado la prestación por desempleo, carecer de responsabilidades familiares y ser mayor de
cuarenta y cinco años de edad en la fecha del agotamiento.
o Ser trabajador español emigrante que habiendo retornado de países no pertenecientes al Espacio
Económico Europeo, o con los que no exista convenio sobre protección por desempleo, acredite
haber trabajado como mínimo doce meses en los últimos seis años en dichos países desde su última
salida de España, y no tenga derecho a la prestación por desempleo.
o Haber sido declarado plenamente capaz o incapacitado en el grado de incapacidad permanente
parcial, como consecuencia de un expediente de revisión por mejoría de una situación de
incapacidad en los grados de incapacidad permanente total, incapacidad permanente absoluta o
gran invalidez.
o Que haya sido liberado de prisión, siendo ésta de más de seis meses, y no tenga derecho a
prestación por desempleo.
- Los parados que reúnan los requisitos del grupo anterior salvo el relativo al periodo de espera (un mes),
siempre que hayan cotizado tres meses si tienen responsabilidades familiares o seis si carecen de ellas.
- Mayores de 55 años, con o sin responsabilidades familiares, que se encuentren en cualquiera de las
situaciones anteriore, hayan cotizado durante seis años por desempleo.
La cuantía del subsidio por desempleo es del 80% del IPREM. Por regla general, el subsidio tiene una duración de seis
meses prorrogables por plazos iguales hasta 18, y en ciertos casos hasta 24 o 30.
Los subsidios exigen el compromiso de actividad y son incompatibles con el trabajo por cuenta propia y ajena.