4 Ss Xvi Xviii Sintesis 23

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SIGLOS XVI-XVIII

Fernando Álvarez Estrada

Octubre, 2023
BAJA E. MEDIA EDAD MODERNA
Ss. XIV /XV Ss.XVI al XVIII

GEOGRA. Mejoras en la navegación Ampliación del mundo conocido: América, África,

ECONOM. Desarrollo comercio y ciudades Aparición del capitalismo comercial.

SOCIEDA. Sociedad Estamental S. Estamental y desarrollo de la burguesía.

POLITICA Luchas monarquía / nobleza. Monarquía autoritaria. M. Absoluta.

RELIGION Crisis espiritual. Ruptura de la cristiandad: Reformas.

CIENCIA Secularización, Predominio Razón R. Científica.

ARTE Gótico. Renacimiento. Barroco.


SIGLOS XVI Y XVII . EL IMPERIO DE LOS HABSBURGO. SIGLO XVI: AUSTRIAS MAYORES

El S. XVI en España estaría marcado por varios hechos:

◙ La casa de Austria será la nueva dinastía reinante; durante este siglo los monarcas
reinantes serán Carlos I (1516-1556) y Felipe II (1556-1598), los llamados "Austrias
Mayores".

◙ España conseguirá hacerse con el papel hegemónico en Europa, una Hegemonía basada
en varios aspectos:
 Una gran base territorial fruto de la herencia multinacional que había recibido Carlos I:
De su madre la Corona de Aragón, Castilla y Navarra, las posesiones italianas y
norteafricanas y las Indias; de su padre, la herencia de borgoña: Los Países Bajos, el Franco
Condado; Los territorios de los Habsburgo de Austria y la Corona del Sacro Imperio.
 Enorme poderío económico, fruto de la llegada masiva de los metales americanos.
 Monarquía autoritaria, heredada de los RRCC y fortalecida por Carlos I y Felipe II.

La consolidación de este papel hegemónico implicó continuas guerras mantenidas en


diversos frentes y a lo largo de todo el siglo lo que supondrá un enorme esfuerzo
demográfico y económico para España.
POLÍTICA INTERIOR.

CARLOS I
El inicio de su reinado de estuvo marcado por un grave acontecimiento: el
levantamiento de las Comunidades. Ya desde su llegada a Castilla en
septiembre de 1517, el recibimiento de su pueblo había tenido poco de
acogedor ante un monarca que no hablaba castellano y venía rodeado de un
nutrido grupo de consejeros extranjeros.
En principio el éxito de la revuelta fue inmediato, pero la incapacidad para
llegar a un programa de acción común llevo a la radicalización del
movimiento, convertido en lucha antiseñorial, lo que le privó del apoyo de la
alta nobleza y de los más moderados. Esa desunión llevaría a la derrota de los
Comuneros en Villalar el 23 de Abril de 1521.

Un segundo levantamiento fueron las Germanías en Valencia (1519/22) y


Mallorca (1520/23), que reflejaba esencialmente la oposición popular al poder
de la aristocracia y patriciado urbano. Al extenderse por el campo y
radicalizarse el movimiento sería totalmente acallado.
La monarquía sería la gran vencedora de ambas revueltas, saliendo reforzada
frente a las ciudades y las Cortes, al mismo tiempo que los nobles se
convirtieron en aliados fieles del rey
POLÍTICA IMPERIAL.
La política exterior a lo largo del XVI se encaminó a la realización y defensa del
ideal de un Imperio católico, pero que a la larga tuvo como consecuencia el
agotamiento extremo de la monarquía.

Durante el reinado de CARLOS I la política europea se concreta, sobre todo tras


el nombramiento imperial, en la adopción de una autentica "idea Imperial" en
torno al concepto medieval de "Universitas Cristiana" (hegemonía sin dominio
real). Carlos asumía la misión histórica de mantener una monarquía cristiana y
universal, cuya jefatura espiritual ostentaba el Papa, y defenderla frente a los
príncipes protestantes, los turcos y contra Francia.

Con FELIPE II, pese a carecer del título imperial, se transitó hacia lo que se
llamó la “monarquía católica”, se siguió manteniendo el mismo ideal imperial, y
toda su política se basó en un principio clave: la defensa a ultranza del
catolicismo.
Esta ambiciosa política hegemónica se apoyaba en los amplios recursos de sus
múltiples territorios, aunque quien realmente corrió con la mayor parte de la
carga fue Castilla y la Indias quienes se comprometieron en una misión que al
final se demostró imposible.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

En general se mantuvo el sistema de Consejos establecido por los RRCC, aunque


ampliándolo y haciéndolo mas complejo, con lo que la burocracia se vería
incrementada.
El imperio estaba organizado según el principio del Pluralismo Aragonés, en
régimen POLISINODIAL.

Los poderes ejecutivos estaban encarnados en la figura del Virrey regional


(había en Zaragoza, Barcelona, Valencia, Palermo y Nápoles).

- Entre 1521/26 se creaba el Consejo de Estado, encargado de asesorar al


monarca especialmente en cuestiones de política exterior. Su jurisdicción
abarcaba a todos los reinos
- En 1523 nace el Consejo de Hacienda encargado de recaudar dinero para
financiar las guerras en el exterior
- En 1524 se crea el Consejo de Indias, encargado de administrar
globalmente los territorios americanos.
- En 1559 aparece el Consejo de Italia para el gobierno de los Reinos de
Nápoles y Sicilia y el Ducado de Milán.
- Se refuerza el papel de los secretarios personales (Consejo de Estado).

En lo referente a las Cortes, solo las aragonesas conservarían un cierto papel,


frente a la docilidad de las castellanas.
ECONOMIA Y SOCIEDAD.
La sociedad del S. XVI se caracteriza por un periodo de crecimiento demográfico,
llegando la población peninsular a los 9500000 hab. (8250000) de los que casi el
80% correspondían a Castilla.
Por su parte la estructura social seguía siendo claramente jerarquizada: Nobleza y
clero, pese a ser minoría, seguían teniendo enormes privilegios y mantenían su
poder económico, la burguesía, pese a las riquezas de América, seguía sin
desarrollarse falta de apoyo por parte de los poderes públicos; por último el
campesinado continuaba en su situación de extrema pobreza aumentando el
número de pobres y mendigos, víctimas de la crisis económica.
ECONOMÍA.. Agricultura y ganadería tuvieron un alza constante, al igual que la
industria artesanal, estimulados por el alza de precios y la demanda americana.
También el comercio experimento un gran desarrollo gracias sobre todo a la
explotación del Nuevo Mundo. Sin embargo, esta expansión era un tanto irreal y no
significo una mejora general de la estructura económica, al no transformase las
estructuras agrarias ni artesanales, por lo cual esta coyuntura favorable comienza a
cambiar aproximadamente a mediados de siglo.
Para lograr entender este cambio hay que tener en cuenta la Revolución de los
precios provocada por la llegada masiva de los metales americanos. La llegada de
oro y plata provoco un alza de los precios. España, que traía los metales desde sus
posesiones americanas, no se benefició en absoluto de su riqueza y con la misma
facilidad con la que el dinero entraba en Sevilla, se iba rápidamente a manos de
comerciantes, mercaderes y prestamistas extranjeros.
Sin embargo, la llegada de los metales, no fue la única causa que explica el
aumento de los precios, el proceso inflacionista ha de ponerse en relación con otras
causas: aumento de la deuda del Estado e incremento de la demanda.
SIGLO XVII: AUSTRIAS MENORES
Durante este siglo el trono estará ocupado por los llamados AUSTRIAS
MENORES Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665), y Carlos II
(1665-1700).

Es el siglo de la crisis económica y monetaria, pero también el Siglo de


Oro

Lo más destacable de este siglo será:


-  La pérdida de la hegemonía que pasa a manos de Francia,
-  La aparición del fenómeno del Valimiento.
-  Crisis económica y demográfica.
-  Periodo de esplendor cultural.
POLÍTICA EXTERIOR.
Este fue el siglo de la decadencia. Sin embargo, el fin de la hegemonía no
consistió tanto en la perdida de territorios, exceptuando la separación de
Portugal, como en el fracaso de la influencia de los monarcas españoles.
Con FELIPE III se inicia la decadencia, propiciada entre otras causas, por la
política exterior pacifista que se adoptó y que vino favorecida por diversos
motivos:
-Muerte de Isabel I (1603), y establecimiento de un tratado de Paz con
su sucesor Jacobo I (Estuardo).
-Muerte del monarca francés Enrique IV en 1610 y comienzo de la crisis
interna.
-Firma de una tregua con los holandeses, la Paz de los 12 años (1609-
1621).
Valimiento de: Duque de Lerma (hasta 1618) y Duque de Uceda (1618-1621)

Con FELIPE IV se da un giro radical a la política exterior inactiva y se pasa a


una etapa de intervenciones militares continuadas que buscaban mantener la
hegemonía europea frente a Francia y los protestantes. P. ej., en 1621 no se
renueva la Tregua de los Doce Años (1609).
Valido: Conde-duque de Olivares (1621-1643)
Esta nueva etapa se caracteriza por los enfrentamientos contra Francia y
Holanda, enmarcados en la llamada Guerra de los 30 años (1618-1648).
(Enfrento a los católicos Habsburgo con los príncipes protestantes alemanes y
sus aliados -Suecia y Dinamarca-).
Con la entrada en guerra de los franceses (1635) y la crisis interna que
vive la monarquía en 1640, España se vio obligada a firmar en 1648 la
Paz de Westfalia, por la que se reconocía la independencia de Holanda.
Con Francia la guerra se prolongó hasta 1659 (derrotas de Rocroi -1643,
Pavía 1655) en que se firma la Paz de los Pirineos, por la que Francia
recibía el Condado de Artois y los de Rosellón y Cerdaña, al tiempo que
se establecían las fronteras entre Francia y España (frontera más longeva
de Europa) y se concedían una serie de ventajas en el comercio con
América. Mª Teresa se casa con Luis XIV.

Westfalia basó la estructura de Europa en una serie de estados


nacionales laicos relacionados por vínculos políticos y económicos. Se
propendió a un orden racionalista en el que debía darse cabida a las
diferencias de carácter político y de fortuna militar. Al cosmopolitismo
medieval, sucedió la fragmentación nacional moderna; a la influencia del
Papado y del Imperio, los intereses particulares de estados antagónicos;
a la guerra ideológica del siglo XVI, la guerra territorial del siglo XVII
Con Carlos II, entre 1667 y 1697 la monarquía española sostuvo cuatro guerras con Francia, que
finalizaron en cuatro paces: Aquisgrán en 1668, Nimega en 1678, Ratisbona en 1884 y Ryswick en 1697. A
la muerte de Felipe IV en 1665, Francia, que no había recibido la dote de 500.000 escudos de oro por el
matrimonio de María Teresa y Luis XIV, se disponía a explotar el Tratado de los Pirineos. A pesar de la
renuncia de María Teresa a cualquier territorio de los Austrias, Francia buscó una excusa para disputar los
Países Bajos al nuevo rey Carlos II, hermano menor de María Teresa (María Teresa era hija del primer
matrimonio de Felipe IV –el que celebró con Isabel de Borbón- y Carlos II era hijo del segundo
matrimonio de Felipe IV, el que celebró con Mariana de Austria), basada en el derecho consuetudinario
por el que los bienes patrimoniales eran devueltos a los hijos del primer matrimonio en perjuicio de los
posteriores, que pasarían en este caso a María Teresa, y Luis XIV blandió este derecho, iniciando la
llamada “Guerra de Devolución” al invadir Flandes
En estas guerras, España, apoyada en distintas coaliciones, no sufrió grandes pérdidas territoriales,
aunque vio mermadas sus posesiones en el Rin y los Países Bajos, fue golpeada en Cataluña e Italia; pero
el verdadero coste fue en hombres y dinero en la ya maltrecha monarquía.

Aquisgrán 1668 Luis XIV devolvió el Franco Condado. Conserva


Lille e Ypres
Nimega 1678 España pierde el Franco Condado y el Artois
Ratisbona 1684 Francia toma Luxemburgo y plazas en Flandes
Ryswick 1697 Francia devuelve Luxemburgo y las plazas
tomadas (Nimega)
POLÍTICA INTERIOR.
El fin de la hegemonía exterior iría acompañado por una profunda crisis
interna, dentro de aquel heterogéneo conjunto de territorios que integraba la
monarquía.
FELIPE III tomó la decisión de ordenar la expulsión de los moriscos en
Abril de 1609, que afectó especialmente a los territorios de la Corona de
Aragón, perjudicando gravemente la economía de estos reinos, provocando la
despoblación de amplias zonas y paralizando determinadas actividades.

FELIPE IV. Se llevan a cabo diversos proyectos de reforma interior


propuestos con un claro afán reformista por el Conde-Duque de Olivares
(1621-43):

► Modificación del sistema fiscal propuesto en 1623, sustituyendo los


Millones (impuestos sobre el consumo), por un nuevo impuesto sobre la
propiedad y los rendimientos del capital.

Reforma del Estado. Se recoge en el llamado “Gran Memorial” publicado


en 1624 y encontró su expresión práctica en el Proyecto de Unión de Armas
presentado al Consejo de Estado en Noviembre de 1625 que buscaba una
mayor contribución fiscal de los otros reinos al esfuerzo de guerra creando
una fuerza colectiva .
Las reformas llevadas a cabo por el Valido, el CONDE-DUQUE DE OLIVARES,
especialmente la conocida Unión de Armas, de corte centralista, provocaron los
mayores problemas a la monarquía, especialmente en la crisis de 1640. Su
aplicación conllevó el levantamiento generalizado de Cataluña, Aragón,
Andalucía, Nápoles Sicilia.

-En Cataluña, donde las relaciones entre el poder real y las autoridades
autónomas habían sido siempre tensas (guerra con Francia y entrada de los
tercios), el conflicto estalla en mayo de 1640 con la rebelión de los campesinos
extendiéndose hasta Barcelona en donde en junio es asesinado el Virrey.
Para defenderse de la intervención real, las Cortes catalanas proclamaron al
monarca francés Luis XIII, Conde de Barcelona; esta secesión no lograría ser
controlada hasta 1652, aunque con la condición de conservar sus fueros y
privilegios.

Ante el avance de tropas castellanas (más numerosas) Cataluña buscará apoyos


en Francia y reconocerán como rey de Cataluña a Luis XIII. Un ejército francés
entró en Cataluña y derrotará a las tropas castellanas en MONJUIC. Conquistarán
el Rosellón y Lérida y terminarán por ocupar todo el principado en el año 1652.
Los desmanes cometidos por las tropas francesas en suelo catalán, les llevará a
estos a volver a la obediencia a la Monarquía y a Felipe IV.
En el mismo año (Diciembre), Portugal declara su independencia con
la restauración monárquica en la persona del Duque de Braganza,
ante todo por que sentía que sus intereses eran mal protegidos por
España. La separación de Portugal apoyada por los ingleses seria el
golpe más duro que hubo de sufrir Felipe IV, y que jamás llegó a
aceptar (Tratado de Lisboa de 1668). Fue un movimiento en el que se
observan tres elementos:
-Un movimiento dinástico: Los Braganza (Juan IV)
-Un levantamiento popular ante la crisis y un sentimiento
anticastellano
-El malestar de los altos estamentos, que veían peligrar sus
negocios en Brasil.
-La conspiración de Andalucía: El duque de Medina Sidonia (hermano
de la nueva reina portuguesa) conspiró con el marques de Ayamonte
para establecer un reino independiente en Andalucía en 1641.

-El Levantamiento de Aragón. 1648. La nobleza apoyó al duque de


Híjar para que acaudillase un posible estado independiente.

-Revuelta de Nápoles (1647-1648)Son movimientos de origen


económico, por la miseria y el hambre. Un pescador, Aniello tomó el
poder temporalmente en 1647.
SISTEMA DE GOBIERNO.
Durante el XVII, aunque en general se mantuvo la misma estructura
de gobierno que durante el siglo anterior, vemos a los monarcas
delegar su poder en hombres de su confianza (favoritos), que
recibieron el nombre de VALIDOS o Privados. El Valido era un
gobernante por delegación real, que se interponía entre el monarca y
las diversas instituciones del Estado; a este puesto se accedía por
simple decisión real y no por poseer una determinada preparación.
Los validos intentarían gobernar prescindiendo de los consejos y
rodeándose de partidarios entre sus parientes y amigos,
aprovechando su situación para enriquecerse y ennoblecerse.
CARLOS II, EL ENFRENTAMIENTO CON FRANCIA Y LA CRISIS SUCESORIA

La cuestión sucesoria. El testamento de Carlos II


El problema de la sucesión española dominó la política europea durante
las cuatro últimas décadas del siglo XVII. El interés de Luis XIV por el
trono español databa de su matrimonio con María Teresa. Tanto el
Tratado de los Pirineos como el posterior testamento de Felipe IV
explicitaban que María Teresa y su descendencia quedaban excluidos del
trono español, pero Luis XIV no tomó en serio estas exclusiones.

El 2 de octubre de 1700, Carlos II redactó un testamento por el que


dejaba la totalidad de la monarquía a Felipe, duque de Anjou y nieto de
Luis XIV (una preocupación de Carlos II era la de mantener unidas todas
las posesiones de su monarquía). La aceptación de la herencia española
por Luis XIV en nombre de Felipe de Anjou no suscitó inicialmente
ninguna oposición ni conflicto armado y Felipe V pudo entrar en Madrid y
coronarse rey durante quince meses; pero durante 1701, los errores y la
precipitación francesa , como la ocupación de Flandes y el Milanesado en
nombre de su nieto y la ratificación el 1 de febrero de 1701 de los
derechos de Felipe de Anjou a la monarquía francesa, contrariando el
testamento de Felipe IV y Carlos II y rompiendo las garantías dadas de
que Francia y España no se reunirían bajo la autoridad de un mismo rey,
desencadenaron el conflicto.
Holanda e Inglaterra se acercaron al emperador y se comprometieron a
conceder la corona española a su segundo hijo, el archiduque Carlos de
Austria. En 1702 declararon la guerra a Francia y España. Portugal se
sumó a la alianza en 1703: el conflicto dinástico se convirtió en una
guerra internacional y, en España, en una guerra civil. En líneas
generales, Aragón apoyó a Carlos de Austria, que parecía representar
una línea más pactista respecto a las leyes particulares de la Corona de
Aragón, mientras que Felipe V, un Borbón de origen francés,
representaba más bien el centralismo; al mismo tiempo, en Cataluña se
guardaba un resentimiento hacia lo francés después de las actuaciones
que aquellos habían protagonizado en 1693-94 y 1697 (asalto y
bombardeo de Gerona y Barcelona). Socialmente, la alta nobleza se
decantó en Castilla por Carlos y en Aragón, después de una actitud
dudosa, por Felipe, sobre todo por el temor a las reivindicaciones sociales
que Carlos iba incorporando a su causa.
El final de la contienda estuvo relacionado con acontecimientos
internacionales: en 1711 moría el emperador José I y su puesto fue
ocupado por el archiduque Carlos, quien de haberse titulado también rey
de España dispondría de un imperio territorial similar al de Carlos V, lo
que también rompería el equilibrio; de otra parte, en Inglaterra los
“Tories”, partidarios de la paz, sustituyeron a los “Whigs”.
Ante esta situación, en agosto de 1712 cesaban las hostilidades entre
Inglaterra, Las Provincias Unidas, Francia y España y en abril de 1713 se firmó
el Tratado de Utrecht, en el que se reconocía a Felipe V como rey de España,
previa renuncia a sus derechos al trono francés. Sin embargo, la guerra
continuaba en Cataluña, donde acabó el 11 de septiembre de 1714.

Inglaterra fue la gran beneficiada por los acuerdos de Utrecht: recibía


Menorca (España la recuperará en 1782, en el marco de la Guerra de
Independencia de EE.UU.), y Gibraltar, así como Acadia y Terranova; recibía el
Asiento de Negros y el Navío de Permiso –500 toneladas para el comercio con
América, lo que rompía el monopolio del comercio colonial con América-.

Portugal recibía la Colonia Sacramento, en Uruguay.

El acuerdo de RASTADT, firmado en 1714, resolvió el problema con el imperio.


España cedió todas sus posesiones exteriores: los Países Bajos con las plazas
de Tournai, Ypres y Furnes, Nápoles, el Milanesado, Toscana y Cerdeña (más
tarde se permutará por Sicilia, que le había correspondido a Saboya, para
formar el reino de Nápoles y Sicilia, también llamado de las “Dos Sicilias”) a
Austria.

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