Temporalidad, Representación - Maldonado

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Revista de Humanidades

ISSN: 0717-0491
[email protected]
Universidad Nacional Andrés Bello
Chile

Bello Maldonado, Hugo


TEMPORALIDAD, REPRESENTACIÓN Y MEMORIA EN LA AMORTAJADA DE MARÍA LUISA
BOMBAL
Revista de Humanidades, núm. 23, junio-, 2011, pp. 65-76
Universidad Nacional Andrés Bello
Santiago, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=321227218004

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Resumen

Nos ocupamos en este estudio de la representación del tiempo


y la memoria en La amortajada (1938) de María Luisa Bombal
y, junto con ello, indagamos en algunos componentes de la re-
presentación que constituyen elementos referenciales del texto,
los que sostienen una actividad significativa disonante con la
modernidad de los recursos estéticos desplegados por la autora.
Nuestro propósito es hacer visible en el texto literario la pre-
sencia de evidentes contradicciones en la concepción metafísica
de la realidad. En este sentido, el texto de Bombal no es una
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excepción ni menos aún un texto que se pueda desdeñar ante 1. Algunos problemas de la representación
las alternativas hermenéuticas que nos propone. Es, además de
un texto hondamente apelativo, la muestra del modo en que se Si el cronotopo es la asimilación artística del tiempo y del espacio
despliegan en América Latina algunos imaginarios literarios y en la representación literaria, entonces cabe decir que todo relato tiene
culturales que arraigan de manera problemática entre este con- un modo singular de representar esas asimilaciones de lo real e imaginario
tinente y el europeo. que el tiempo y el espacio tienen en el lugar vibrante del texto. Las re-
presentaciones literarias, culturales por extensión, expresan las variedades
Palabras claves: temporalidad, representación, discurso literario, sémicas que se modifican en la serie histórica según determinantes que, de
imaginario. modo no exhaustivo, podemos designar como sociales, culturales, textuales
e intertextuales, transtextuales y sintácticas, lexicales, representacionales y
que, finalmente, apuntan a la percepción del mundo y al modo en que este
Abstract muestra como aristas más relevantes a un conjunto de individuos, llamados
en este caso artistas. La descripción y exploración del cronotopo, en tanto
This paper deals with the representation of time and memory conjunción espacio temporal de la representación, nos permite compren-
in La amortajada (1938) by María Luisa Bombal. At the same der el texto según ciertos empalmes de carácter referencial, a saber, el cómo,
time, we inquire certain elements of representation which are el cuándo, el qué y dónde de los hechos narrados, pese a que el texto de
referential aspects of the text that sustain meanings in opposi- Bombal del que nos hemos ocupado no tiene necesariamente, como lo
tion to the modernity of the aesthetic resources developed by considera la crítica, un énfasis en la espacialidad ni menos aún en el fer-
the author. Our purpose is to show, in the literary text, the ex- mento histórico del plano referencial. Por otro lado, tales ejes referenciales
istence of apparent contractions in the metaphysical conception (que conjugan el espacio-tiempo de la novela con el mundo “interno” de
of reality. It is in this sense that the text written by Bombal is not los personajes novelescos) tienen un correlato que dice relación con lo que
an exception and much less a text that could be looked down podríamos denominar tipos de mundo de la representación. Estos tipos,
upon considering the hermeneutical options that it suggests. o más bien arquetipos, hacen perceptible un modelo que naturalmente
This deeply vocative text shows, at the same time, how literary responde a estilizaciones de la representación. Conformados por los com-
and cultural imaginaries with complicated roots that link the ponentes lexicales y semánticos del relato, se van depositando en el proceso
Latin American continent with Europe are deployed in Latin de la lectura de modo tal que tenemos finalmente una noción. Es decir,
America. una idea del mundo mostrado, pincelado de matices, sean estos realistas,
fantásticos, trágicos o lo que fuere, pero que en definitiva nos muestran un
Key words: temporality, representation, literary discourse, imagi- mundo imaginado e imaginable de acuerdo, muchas veces, a parámetros
nary. imaginarios epocales, históricos, generacionales a veces, de clase por su-
puesto y también de género.
Estos imaginarios, además de variables en el tiempo, se modifican se-
Recibido: 30-11-2010 Aceptado: 11-04-2011 gún las condiciones de recepción histórica, también sometida a los vaivenes
del acontecer. Lo anterior no significa que evolucionen ni se desarrollen al
modo en que se desarrolla el conocimiento científico, pero sí dan cuenta de
una transformación en las interpretaciones de los textos.
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El caso de María Luisa Bombal (1910-1980), autora de La amorta- contradictorio. Por una parte, la representación del tiempo real (noveles-
jada (1938, Buenos Aires), no deja de ser atractivo para la crítica. Así lo co), caracterizado por una compleja red de voces y tiempos (analepsis y
muestra Cedomil Goic en su análisis de La última niebla (1935), quien prolepsis), a la vez que de metáforas y sinécdoques. Por otra parte, la ca-
considera a Bombal una escritora dentro del “sistema de preferencias de racterización de los personajes y el espacio con referencias al latifundio, el
la nueva sensibilidad” que inaugura la generación superrealista. Más aún, inquilinaje en contradicción con los esquemas de la representación tempo-
llega a catalogarla como la inauguradora de la “literatura contemporánea en ral, procedentes de la vanguardia literaria europea, al modo en que lo hacen
Chile”. Según el crítico, su singular modo de construcción de los “niveles las más importantes voces narrativas de la novela francesa e inglesa de su
de realidad y la experiencia del mundo” (168) son aspectos relevantes para época. La temporalidad fragmentada de la memoria y de la representación
la constitución de su singularidad. cubista coexiste con la domesticación de las fuerzas de la naturaleza y del
Las consideraciones más complejas, desde el punto de vista filosó- orden social semi feudal de la hacienda chilena y la brutalidad machista,
fico, que Susana Munnich (1991) ha realizado respecto a La amortajada, con la candorosa representación de una mujer que está más allá de ese orden
entendida como una novela que muestra mayor grado de madurez y que temporal histórico que sirve, solo tangencialmente, como escenario de la
además encierra un silogismo de matriz existencial (“muerte de los vivos vida atormentada de la protagonista.
y muerte de los muertos”), no es una incursión feliz desde el punto de
vista “literario”, en la medida que no logra despegarse del plano ontológico
del lenguaje de la novela, pero sí muestran las tendencias postestructurales 2. El tiempo, el espacio y la ficción
como una fuerte inclinación hermenéutica que se verterá sobre la literatura
de Bombal en las postrimerías del siglo XX. No lejos de estas posiciones La representación del tiempo en La amortajada tiene en el principio
tácticas (y técnicas) queremos situar nuestra propuesta de lectura, aunque del relato dos referentes: uno de ellos está en la lluvia que cae fina, obsti-
no sea de modo concomitante con ellas. No declaramos ni su imposibilidad nada, tranquila y que la muerta escucha caer. Este último verbo es conclu-
ni su negación, pero desde luego sí un ajuste. Proponemos, por lo tanto, un yente para la percepción del tiempo en su minuciosa y monótona manera
enfoque que se haga cargo de las diferencias sociales como un eje de opera- de acontecer. Es el tiempo que cae, como con un cuentagotas, segundo a
ción significativo para entender la raigambre del texto y de sus proyecciones segundo, minuto a minuto, el que caracteriza al tedio, o el esplín enfer-
en el campo literario. mizo de la narradora y los demás personajes que habitan el mundo de la
En efecto, la organización discursiva del relato o dispositio, encargada ruralidad. Por otro lado, tenemos al fundo, referente espacial, histórico y la
de plantear un orden del mundo narrado, sitúa también un orden del mun- extensión que cualifica la propiedad y el modo de vida de los personajes, las
do referido (indirecta o directamente) traducible al plano de las acciones, formas en que se presenta la subordinación al patriarca por sobre las mujeres
pero, sobre todo, un orden del mundo en el que los personajes que habitan (propias y ajenas) e hijos. Las relaciones de poder y el sometimiento que
dichos espacios responden a una categorización del orden social, político e mantienen unos respecto de otros es una huella indeleble de la hacienda,
ideológico. Se trata, entonces, de un orden del que en general la crítica no se unidad económica heredada por la Colonia, y unidad territorial que con-
ha hecho cargo, pues el orden asociado al mundo sicologizado de la represen- tiene a un conjunto de personas jerárquicamente subordinados a la figura
tación ha sido considerado el nivel más relevante del texto. En definitiva, las del paterfamilias. Central, desde su lugar periférico, es el personaje de Zoila
relaciones que se establecen entre las referencias cronotópicas y los persona- en su condición de obediente nodriza, y que realza su condición de sumisa
jes, tramadas en la totalidad del relato, orientarán nuestro modo de lectura. sirvienta convirtiéndose con el tiempo en figura autoritaria, en referente
En La amortajada, dos elementos significativos de la representa- de una religiosidad supersticiosa y figura de contraste respecto de quienes
ción (del cronotopo) se despliegan sutilmente y se nos muestran de modo ordenan: la totalidad de los hombres. Sin embargo, dentro de ellos, los más
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jóvenes compendian el ejercicio de la obediencia y la subordinación, a la La durée es el tiempo que supera en su complejidad la representación
vez que están sobre el conjunto de las mujeres. En el rostro del joven primer positivista de tan compleja noción. Esta oposición queda ilustrada en el
amor de Ana María se marcan las huellas de la violencia paterna, como se relato mediante la representación del tiempo mecánico a través de las pulsa-
podrían marcar en el de un esclavo. ciones en la sien y la rueda del molino que, en cambio, referiría a la durée, es
La segunda representación del tiempo es una analogía de este en decir, el tiempo que solo puede ser representado por el modo de acontecer y
su sentido más material y, paradojalmente, más parecido al tiempo de la transcurrir de la conciencia puede servir como correlato de la temporalidad
historia extendida, diríamos incluso paleontológica. Este es el tiempo que dilatada. Es además un tiempo cadencioso que representa el desarrollo, el
se dilata y acontece sin cesuras, ilimitado y expansible, más que un pozo, despliegue del universo y las edades geológicas: es, en definitiva, el tiempo
un océano de tiempo en el que puede caer la memoria, y en el que suele de la cristalización de la totalidad.
naufragar. En efecto, así ocurre en el relato, pues la protagonista y los demás El tiempo de lo cotidiano, que corroe las emociones, el temple o las
personajes están rememorando durante toda la obra (el verbo “recuerdo” se proyecciones de vida, es un actor singular en el relato. Es el tiempo que
repite anafóricamente), por lo que tal tiempo evocado enmarca al grueso de nuevamente aparecerá en un párrafo decisivo para diferenciar dos tipos de
los hechos narrados. Es el tiempo extendido que reemplaza a la representa- experiencia: la de lo mínimo, el tiempo atrapado en las minucias de los
ción del tiempo mediado por las gotas de lluvia cuando esta concluye: segundos, y el tiempo de la memoria —o conciencia—, que se libera y se
resigna al fluir del ser en su materialidad.
Escampa y la rueda del molino vuelve a girar pesada y regular. Pero ya no en-
cuentra en ella la cuerda que repita su monótono acorde; el sonido se despeña Tantos seres, tantas preocupaciones y pequeños estorbos físicos se interponían
ahora, sordamente, desde muy alto, como algo tremendo que la envuelve y la siempre entre ella y el secreto de una noche. Ahora, en cambio, no la turba
abruma. Cada golpe de aspa se le antoja el tictac de un reloj gigante marcando ningún pensamiento inoportuno. Han trazado un círculo de silencio a su al-
el tiempo bajo las nubes y sobre los campos (36). rededor, y se ha detenido el latir de esa invisible arteria que le golpeaba con
frecuencia tan rudamente la sien (37).
Este es el tiempo que Bergson denomina la durée1. Un tiempo largo
en el cual los acontecimientos se tornan remotos y abstractos, a veces imper- El tiempo que golpea, como a la roca la gota, hasta alterarla es el
ceptibles si no es por las síntesis que realiza el relato para particularizar a los golpe en la sien: el tiempo microscópico que ha sobrevenido en la historia
personajes y los acontecimientos. Es el tiempo continuo que no tiene un co- como una condena o como la corrosión de la moral y los afectos. El silencio,
rrelato en la experiencia temporal de los relojes, el tiempo de la modernidad por su parte, es representado negativamente por la ausencia de una medi-
por excelencia, sino más bien en el de los procesos históricos desplegados ción o un referente análogo del tiempo; nuevamente, es el momento de la
como continuidad y no como hitos discretos. conciencia, el tiempo espaciado y mediado por un diapasón, que genera una
onda imperceptible, como ocurre con el tiempo de la memoria.
Más adelante, la yacente ausculta un sonido imperceptible (aquel que
seguramente los vivos no escuchan), que es el “el restallar de ocho cascos de
1
Durée, notion qui s’oppose traditionellement, depuis Bergson, à celle de “temps”: la
durée vécue est léxperience vivante du temps, alors que le temps mesuré, ou temps caballo que vienen sonando”. Mediante la figura de la sinestesia, la superpo-
mathématique, est abstrait. La durée es une réalité psychologique et subjetive: c’est le sición de dos sentidos, el de la percepción visual del movimiento y del oído
temps de l’attente et de l’impatience, où une heure peut être longue ou courte selon paralelamente, hace que el galope sea antes que audible y antes que visible,
les individus; tandis que, du point de vue du temps objetif, une heure reste toujours
une heure, qu’il s’agisse d’une heure d’ennui ou de jeu. Dictionnaire de la Philosophie. la metonimia de la presencia, pues ha llegado una visita importante:
Paris: Larousse, 1984.
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Es él, él. consecuencia: el reconocimiento o la revelación. La revelación como acon-


Allí está de pie mirándola. Su presencia anula de golpe los largos años baldíos, tecimiento trágico que acontece tardíamente y que, por otra parte, sitúa
las horas, los días, que el destino interpuso entre ellos dos, lento, oscuro, tenaz en el escenario del fundo a la mujer como acompañante. Ya en la novela
(37). decimonónica la representación de la mujer encuentra en María (1867), de
Jorge Isaacs, un referente similar. Es la propia María Luisa Bombal quien
Los largos años baldíos son llenados con la caída pesada de los segun- afirma su admiración por la novela decimonónica colombiana (Bombal
dos y las horas. Nuevamente, tras la pérdida de aquel amor, se evoca el tiem- 10). Por otra parte, la conciencia de un tiempo moderno, que el relato
po perdido, en oposición al tiempo de la memoria que recupera el tiempo hace evidente en su manera de apropiar la representación más compleja
significativo. Esta recuperación del tiempo se sintetiza en la semblanza de que se pueda esperar (la del tiempo, de la durée), en oposición al tiempo
la tragedia que cada uno de los personajes contiene. En el párrafo, además, secuencial que aniquila y corroe, es más que un mero dato. Es más bien la
se suscita uno de los muchos cambios de focalización, en donde los demás concepción ideológica y estética que muestra la incursión de Bombal en un
personajes que rodean a la yacente muestran también el fluir de la memoria repertorio de valores sociales y de conocimientos estéticos correspondientes
apozada en su vastedad. a su época.
No quisiéramos incurrir en la ficción de hacer creer, ni de creer no- Como el relato indica, los hombres son el eje del mundo de las mu-
sotros mismos, que la novela de Bombal es una texto filosófico, sino de que jeres. Y en esa mujer soñadora e ilusa que hace girar su mundo alrededor
es más bien la constatación, en su textualidad, de la apropiación de una de los personajes masculinos, descritos en el código de una masculinidad
discursividad que se encuentra en la corriente de pensamiento dominante estereotipada, se encuentra otra cara del cronotopo. Lo que hace visible la
en la época en que la autora escribe. Es, como dirán algunos, “the stream of representación de la mujer infantilizada —que interpreta la realidad me-
consciousness”. Una idea que no solo está en las argumentaciones de Henry diante motivos e imágenes de los cuentos de los hermanos Grimm, que
Bergson, sino en las manifestaciones literarias que a partir de James Joyce y habita el mundo rezagado y excluido de la modernidad como es el espacio
Virginia Woolf, William Faulkner y Marcel Proust dominan los escenarios del latifundio— es la muestra de una flexión experimentada por la realidad
simbólicos de la época. Pictóricamente, la memoria en su acontecer exten- representada y que adquiere la forma de un hiato cognitivo; o, podríamos
dido será objeto de representación mediante la simultaneidad del acontecer decir, el modo contradictorio (posiblemente la presencia de un oxímoron
de los objetos, como sucede en cuadros de George Braque (1882-1963) y involuntario) de la constitución del cronotopo del relato.
Juan Gris (1887-1927), por citar solo dos ejemplos. Se trata de una noción El tiempo, en tanto otro componentes de la realidad, ha sido represen-
de tiempo que emerge con el despliegue de la modernidad parisina comen- tado de diversas maneras en distintos momentos de la historia. En el pasado
tada por Walter Benjamin (1993) en sus ensayos sobre Baudelaire y es, des- más arcaico, mediante las estaciones del año, la salida del sol y el anochecer,
de luego, conforme a las concepciones einstenianas. El mundo representado el punto más alto del sol en el cielo, y las primeras o las últimas estrellas en
aparece yuxtapuesto, rompiendo las limitaciones representativas del tiempo el firmamento. La significación del tiempo en La amortajada está en plena
mimético realista de la novela decimonónica. connivencia con las maneras de especular la temporalidad, sus relaciones con
El tiempo acontecido en La amortajada es el tiempo del arqueo: “Pero la historia y con la memoria, con la conciencia y con la ciencia de su época.
ahora, ahora que él está ahí, de pie, silencioso y conmovido; ahora que, por No obstante, no necesariamente la representación de los personajes tiene
fin, se atreve a mirarla de nuevo, frente a frente, y a través del mismo risi- relación con ese mundo refinado que, desde el punto de vista cognitivo,
ble parpadeo que le conoció de niño en sus momentos de emoción, ahora guarda relación con la violencia del pasado y que se hace presente en las
ella comprende” (Bombal 54). El tiempo transcurrido incita finalmente una formas de sociabilidad de la hacienda (nuevamente, emerge el universo de
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María)2. Se trata de una caracterización anacrónica que tensiona la verosi- ciado de la historia, contra las ataduras de la realidad esquemática de las
militud del relato; pero, a la vez, lejos de anularlo muestra, a mi juicio, las relaciones intersubjetivas. En oposición al realismo literario, tendencia en
contradictorias maneras de acontecer que la modernidad tiene en América pleno declive, prefiere la objetivación del tiempo curvo y relativo, el tiempo
Latina. Las tensiones de la novela muestran la vigencia del texto de Bombal, empozado de la consciencia moderna, el tiempo gasificado de la memoria,
precisamente porque en él operan fuerzas encontradas que caracterizan esta de la reminiscencia, el tiempo de la durée.
porción de la historia, rasgada por dos movimientos, o dos fuerzas, que se En el espacio imaginario de la ficción convive un lenguaje arcaizante,
ejercen en sentidos opuestos. Por una parte, la estética y la dinámica tem- donde aparece representada la situación de los personajes mediante una
poral de la representación se hace cargo de las tendencias vanguardistas. Por terminología religiosa y a veces premoderna, como es la palabra “destino”,
otro lado, el espacio reniega de esa temporalidad al mirar hacia el pasado o bien, la sujeción de los personajes femeninos a los propósitos masculinos
decimonónico o más bien al mostrar que, pese a la modernidad estética, el como una fatalidad romántica; el encuentro amoroso como una candorosa
pasado pre moderno se filtra en los entresijos de la representación del espacio escena de folletín, la representación fetichizada de las creencias populares.
y de la sociabilidad. Pero, por otra parte, asoma el lenguaje de la rebeldía frente a la potestad
La representación temporal está enlazada con lo que Walter Benja- eclesiástica, se manifiesta el lenguaje del erotismo y los deseos de una mujer
min denominara nuevo sensorium de las masas. En efecto, como sabemos, que más allá de las obligaciones maternales atisba en el amor una proyección
Bombal no solo se deleita con el cine de su época, sino que llega a ejercer del juego (el non-sense de la voluptuosidad moderna). Vis à vis, el lenguaje
esporádicamente como crítico de filmes. La representación temporal en La de las creencias populares y la enajenación de la servidumbre, el fraseo lírico
amortajada, nos parece, se puede entender en el contexto del cambio histó- de la novela surrealista y el imaginario citadino, la ramplonería de las creen-
rico del sensorium, el cambio perceptivo, en el contexto de una renovación cias campesinas y provincianas al lado de una técnica narrativa simultánea a
del arte de acuerdo a las motivaciones que explicita Benjamin en su renom- las tendencias de los países hegemónicos.
brado artículo referido a la reproductibilidad técnica del arte y su vínculo Cabría decir que la modernidad del texto descansa en sus contra-
con los cambios en los modos de la representación anotados con mayor dicciones insalvables, en la manera en que testimonia la apropiación de las
visibilidad en el espacio y tiempo de la vanguardia literaria. tendencias artísticas dominantes de su época, de las discursividades esté-
ticas y filosóficas, a la vez que es la proyección de ciertas representaciones
arcaizantes y pre-modernas. En síntesis, es un texto paradigmáticamente
Conclusión heterogéneo, latinoamericano.

La novela de Bombal pareciera interesarse por el tiempo de la me-


moria como extensión de lo inaprensible, más que por el tiempo de los Bibliografía
acontecimientos unitarios. O, más bien, contra el tiempo lineal y secuen-
Barthes, Roland. “Introducción al análisis estructural de los relatos”. Análisis estructural
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2
No olvidemos que María Griselda, la nuera de Ana María, se encuentra secuestrada Benjamin, Walter. Iluminaciones II. Poesía y capitalismo. Madrid: Taurus, 1993.
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(destruye la foto de la mujer) no es sino la proyección en el presente del mismo sino
trágico que marcó la vida de la protagonista. ¿Será verosímil, me pregunto, rastrear el Chiappini, Ligia y Flávio Wolf de Aguiar. Literatura e história na América Latina. Sao
destino de mujeres reales e históricas en el sino trágico de los personajes femeninos, Paulo: Editora da Universidad de Sao Paulo, 1991.
como lo ha hecho sistemáticamente la crítica feminista con este texto?
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Julieta Yelin
Universidad Nacional de Rosario - CONICET
Avda. Belgrano 524, piso 4, depto. 17
Rosario, Santa Fe, Argentina
[email protected]

Resumen

La recepción crítica de la obra de Franz Kafka en Hispanoamé-


rica puede ser organizada en una serie de etapas que, observadas
en conjunto, esbozan un relato de los procesos de lectura y los
horizontes políticos y culturales sobre los que estos se inscriben.
La etapa a la que dedicaremos el presente trabajo se extiende des-
de mediados de la década del 60, momento de reactivación de la
recepción crítica española, hasta 1983, año en que a ambos lados
del Atlántico se celebra el centenario del nacimiento del autor.
En este período la obra de Kafka, ya incorporada al canon, es so-
metida a las tensiones de la teoría literaria, dejando atrás las inter-
pretaciones esencialistas y hagiográficas del período de posguerra.

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