Antologia de Cuentos Clasicos y Poemas

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ANTOLOGIA DE CUENTOS

CLASICOS Y POEMAS
INDICE DEDICATORIA

-Caperucita Roja……………..Pagina 5 A mis amigos


-El gato con botas…………....Pagina 7 Y familiares.
-La cenicienta…………………Pagina 10

-La bella durmiente………….Pagina 12

-Pulgarcito……………………..Pagina 14

-Miedo Global…………………Pagina 17

-Elegía……………………………Pagina 18

-Corazón que ríe………………Pagina 19

-Otro rumbo……………………Pagina 20

-Ya está………………………Pagina 21

-
CAPERUCITA ROJA - ¿Quién es?, contestó la abuelita
(Hermanos Grimm Brüder Grimm 04/01/1785-20/09/1863 y - Soy yo, Caperucita - dijo el lobo
Gebrüder Grimm 22/02/1786-16/12/1859) - Que bien hija mía. Pasa, pasa

Había una vez una dulce niña que quería mucho a su madre y a su El lobo entró, se abalanzó sobre la abuelita y se la comió de un
abuela. Les ayudaba en todo lo que podía y como era tan buena el día bocado. Se puso su camisón y se metió en la cama a esperar a que
de su cumpleaños su abuela le regaló una caperuza roja. Como le llegara Caperucita.
gustaba tanto e iba con ella a todas partes, pronto todos empezaron a
llamarla Caperucita roja. La pequeña se entretuvo en el bosque cogiendo avellanas y flores y
por eso tardó en llegar un poco más. Al llegar llamó a la puerta.
Un día la abuela de Caperucita, que vivía en el bosque, enfermó y la
madre de Caperucita le pidió que le llevara una cesta con una torta y - ¿Quién es?, contestó el lobo tratando de afinar su voz
un tarro de mantequilla. Caperucita aceptó encantada. - Soy yo, Caperucita. Te traigo una torta y un tarrito de mantequilla.
- Qué bien hija mía. Pasa, pasa
- Ten mucho cuidado Caperucita, y no te entretengas en el bosque.
- ¡Sí mamá! Cuando Caperucita entró encontró diferente a la

La niña caminaba tranquilamente por el bosque cuando el lobo la vio abuelita, aunque no supo bien porqué.
y se acercó a ella.
- ¡Abuelita, qué ojos más grandes tienes!
- ¿Dónde vas Caperucita? - Sí, son para verte mejor hija mía
- A casa de mi abuelita a llevarle esta cesta con una torta y - ¡Abuelita, qué orejas tan grandes tienes!
mantequilla. - Claro, son para oírte mejor…
- Yo también quería ir a verla…. así que, ¿por qué no hacemos una - Pero abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!
carrera? Tú ve por ese camino de aquí que yo iré por este otro. - ¡¡Son para comerte mejor!!
- ¡Vale!
En cuanto dijo esto el lobo se lanzó sobre Caperucita y se la comió
El lobo mandó a Caperucita por el camino más largo y llegó antes también. Su estómago estaba tan lleno que el lobo se quedó dormido.
que ella a casa de la abuelita. De modo que se hizo pasar por la
pequeña y llamó a la puerta. Aunque lo que no sabía es que un En ese momento el cazador que lo había visto entrar en la casa de la
cazador lo había visto llegar. abuelita comenzó a preocuparse. Había pasado mucho rato y
tratándose de un lobo…¡Dios sabía que podía haber pasado! De
modo que entró dentro de la casa. Cuando llegó allí y vio al lobo con
la panza hinchada se imaginó lo ocurrido, así que cogió su cuchillo y
abrió la tripa del animal para sacar a Caperucita y su abuelita.

- Hay que darle un buen castigo a este lobo, pensó el cazador.

De modo que le llenó la tripa de piedras y se la volvió a coser.


Cuando el lobo despertó de su siesta tenía mucha sed y al acercarse
al río, ¡zas! se cayó dentro y se ahogó.

Caperucita volvió a ver a su madre y su abuelita y

desde entonces prometió hacer siempre caso a lo que le dijera su


madre. EL GATO CON BOTAS
(Hermanos Grimm Brüder Grimm 04/01/1785-20/09/1863 y
Gebrüder Grimm 22/02/1786-16/12/1859)

Érase una vez un molinero que tenía tres hijos. A su muerte les dejó,
por toda herencia, un molino, un asno y un gato. El reparto se hizo
enseguida, sin llamar al notario ni al procurador, pues probablemente
se hubieran llevado todo el pobre patrimonio. Al hijo mayor le tocó
el molino; al segundo, el asno, y al más pequeño sólo le correspondió
el gato. Este último no se podía consolar de haberle tocado tan poca
cosa.

-Mis hermanos -se decía- podrán ganarse la vida honradamente


juntándose los dos; en cambio yo, en cuanto me haya comido el gato
y me haya hecho un manguito con su piel, me moriré de hambre.
El gato, que estaba oyendo estas palabras, haciéndose el distraído, le -Dile a tu amo -contestó el Rey- que se lo agradezco, y que me
dijo con aire serio y sosegado: halaga en gran medida.

-No te aflijas en absoluto, mi amo, no tienes más que darme un saco Otro día fue a esconderse en un trigal dejando también el saco
y hacerme un par de botas para ir por los zarzales, y ya verás que tu abierto; en cuanto dos perdices entraron en él, tiró de los cordones y
herencia no es tan poca cosa como tú crees. las cogió a las dos. Enseguida fue a ofrecérsela

Aunque el amo del gato no hizo mucho caso al oírlo, lo había visto Rey, tal como había hecho con el conejo de campo. Una vez más, el
valerse de tantas estratagemas para cazar ratas y ratones, como Rey se sintió halagado al recibir las dos perdices, y ordenó que le
cuando se colgaba por sus patas traseras o se escondía en la harina dieran una propina.
haciéndose el muerto, que no perdió la esperanza de que lo socorriera
en su miseria. Durante dos o tres meses el gato continuó llevando al Rey, de cuando
en cuando, las piezas que cazaba y le decía que lo enviaba su amo.
En cuanto el gato tuvo lo que había solicitado, se calzó rápidamente
las botas, se echó el saco al hombro, cogió los cordones con sus patas Un día se enteró que el Rey iba a salir de paseo por la ribera del río
delanteras y se dirigió hacia un coto de caza en donde había muchos con su hija, la princesa más hermosa del mundo, y le dijo a su amo:
conejos. Puso salvado y hierbas dentro del saco, se tendió en el suelo -Si sigues mi consejo podrás hacer fortuna; no tienes más que
como si estuviese muerto, y esperó que algún conejillo, poco bañarte en el río en el lugar que yo te indique y luego déjame hacer a
conocedor de las tretas de este mundo, viniera a meterse en el saco mí.
para comer lo que en él había echado.
El marqués de Carabás hizo lo que su gato le aconsejaba, sin saber
Apenas se hubo recostado, cuando tuvo la primera satisfacción; un con qué fines lo hacía. Mientras se bañaba, pasó por allí el Rey, y el
distraído conejillo entró en el saco. El gato tiró enseguida de los gato se puso a gritar con todas sus fuerzas:
cordones para atraparlo, y lo mató sin compasión.
-¡Socorro, socorro! ¡Que se ahoga el Marqués de Carabás!
Muy orgulloso de su presa, se dirigió hacia el palacio del Rey y pidió
que lo dejaran entrar para hablar con él. Le hicieron pasar a los Al oír los gritos, el Rey se asomó por la ventanilla y, reconociendo al
aposentos de Su Majestad y, después de hacer una gran reverencia al gato que tantas piezas de caza le había llevado, ordenó a sus guardias
Rey, le dijo: que fueran enseguida en auxilio del Marqués de Carabás.

-Majestad, aquí teneis un conejo de campo que el señor marqués de Mientras sacaban del río al pobre marqués, el gato se acercó a la
Carabás -que es el nombre que se le ocurrió dar a su amo- me ha carroza y le dijo al Rey que, mientras se bañaba su amo, habían
encargado ofreceros de su parte. venido unos ladrones y se habían llevado sus ropas, a pesar de que él
gritó con todas sus fuerzas pidiendo ayuda; el gato las había
escondido bajo una enorme piedra. Al instante, el Rey ordenó a los que sabía hacer, pidió hablar con él para presentarle sus respetos,
encargados de su guardarropa que fueran a buscar uno de sus más pues no quería pasar de largo sin haber tenido ese honor.
hermosos trajes para el señor marqués de Carabás.
El ogro lo recibió tan cortésmente como puede hacerlo un ogro y lo
El Rey le ofreció mil muestras de amistad y, como el hermoso traje invitó a descansar un rato.
que acababan de darle realzaba su figura (pues era guapo y de buena
presencia), la hija del rey lo encontró muy de su agrado, de modo -Me han dicho -dijo el gato- que tenéis la habilidad de poder
que, en cuanto el marqués de Carabás le dirigió dos o tres miradas convertiros en cualquier clase de animal, que podéis transformaros
muy respetuosas y un poco tiernas, ella se enamoró locamente de él. en león o en elefante, por ejemplo.
El rey quiso que subiera a su carroza y que los acompañara en su -Es cierto -dijo impulsivamente el ogro-, y os lo voy a demostrar
paseo. El gato, encantado al ver que su plan empezaba a dar convirtiéndome ipso facto en un león. El gato se asustó mucho de
resultado, se adelantó a ellos y, cuando encontró a unos campesinos encontrarse de pronto delante de un león y, con gran esfuerzo y
que segaban un campo, les dijo: dificultad, pues sus botas no valían para andar por las tejas, se
-Buenas gentes, si no decís al rey que el campo que estáis segando encaramó al alero del tejado.
pertenece al señor marqués de Carabás, seréis hechos picadillo como Viendo luego el gato que el ogro había tomado otra vez su aspecto
carne de pastel. normal, bajó del tejado confesando que había pasado mucho miedo.
Al pasar por allí, el rey no dejó de preguntar a los segadores que de -También me han asegurado -dijo el gato- que sois capaz de
quién era el campo que estaban segando. convertiros en un animal de pequeño tamaño, como una rata o un
-Estos campos pertenecen al señor marqués de Carabás - ratón, aunque debo confesaros que esto sí que me parece del todo
respondieron todos a la vez, pues la amenaza del gato los había imposible.
asustado. -¿Imposible? -replicó el ogro- Lo veréis.
El gato, que iba delante de la carroza, seguía diciendo lo mismo a Y diciendo esto se transformó en un ratón que se puso a correr por el
todos aquellos con quienes se encontraba, por lo que el rey estaba suelo. El gato, en cuanto lo vio, se arrojó sobre él y se lo comió.
asombrado de las grandes posesiones del marqués de Carabás.
Mientras tanto el Rey, que pasó ante el hermoso castillo, decidió
Finalmente el Gato con Botas llegó a un grandioso castillo, cuyo entrar en él. Inmediatamente el gato, que había oído el ruido de la
dueño era un ogro, el más rico de todo el país, ya que todas las tierras carroza al atravesar el puente levadizo, corrió a su encuentro y saludó
por donde el Rey había pasado dependían de aquel castillo. El gato, al Rey:
que por supuesto se había informado de quién era aquel ogro y de lo
-Sea bienvenido Vuestra Majestad al castillo del señor marqués de LA CENICIENTA
Carabás. (Hermanos Grimm Brüder Grimm 04/01/1785-20/09/1863 y
Gebrüder Grimm 22/02/1786-16/12/1859)
-¡Pero bueno, señor Marqués! -exclamó el Rey. ¿Este castillo
también es vuestro? ¡Qué belleza de patio! Y los edificios que lo
rodean son también magníficos. ¿Pasamos al interior? Érase una vez un hombre bueno que tuvo la desgracia de quedar
viudo al poco tiempo de haberse casado. Años después conoció a una
El marqués de Carabás tomó de la mano a la Princesa y, siguiendo al mujer muy mala y arrogante, pero que pese a eso, logró enamorarle.
Rey, entraron en un majestuoso salón, donde los esperaban unos
exquisitos manjares que el ogro tenía preparados para obsequiar a Ambos se casaron y se fueron a vivir con sus hijas. La mujer tenía
unos amigos suyos que habían de visitarlo ese mismo día, aunque dos hijas tan arrogantes como ella, mientras que el hombre tenía una
éstos no creyeron conveniente entrar al enterarse de que el Rey se única hija dulce, buena y hermosa como ninguna otra. Desde el
encontraba en el castillo. principio las dos hermanas y la madrastra hicieron la vida imposible
a la muchacha. Le obligaban a llevar viejas y sucias ropas y a hacer
El rey, al ver tantas riquezas del Marqués de Carabás, junto con sus
todas las tareas de la casa. La pobre se pasaba el día barriendo el
buenas cualidades, y conociendo que su hija estaba perdidamente
suelo, fregando los cacharros y haciendo las camas, y por si esto no
enamorada del marqués, decidió casar a su hija con el joven
fuese poco, hasta cuando descansaba sobre las cenizas de la
marqués, ya que a éste también se le veía beber los vientos por la
chimenea se burlaban de ella.
Princesa.

La boda se celebró inmediatamente, convirtiéndose de este modo el - ¡Cenicienta! ¡Cenicienta! ¡Mírala, otra vez va llena de cenizas!
hijo menor del molinero en un príncipe; y el gato, que se quedó a
vivir en el palacio junto con su amo, devino un gran señor, que sólo Pero a pesar de todo ella nunca se quejaba.
corría ya detrás de los ratones para divertirse.
Un día oyó a sus hermanas decir que iban a acudir al baile que daba
Y así, todos vivieron felices el resto de sus días. el hijo del Rey. A Cenicienta le apeteció mucho ir, pero sabía que no
estaba hecho para una muchacha como ella.

Planchó los vestidos de sus hermanas, las ayudó a vestirse y peinarse


y las despidió con tristeza. Cuando estuvo sola rompió a llorar de
pena por no poder ir al baile. Entonces, apareció su hada madrina:

- ¿Qué ocurre Cenicienta? ¿Por qué lloras de esa manera?


- Porque me gustaría ir al baile como mis hermanas, pero no tengo Días después llegó a casa de Cenicienta un hombre desde palacio con
forma. el zapato de cristal. El príncipe le había dado orden de que se lo
probaran todas las mujeres del reino hasta que encontrara a su
- Mmmm… creo que puedo solucionarlo, dijo esbozando una amplia propietaria. Así que se lo probaron las hermanastras, y aunque
sonrisa. hicieron toda clase de esfuerzos, no lograron meter su pie en él.
Cuando llegó el turno de Cenicienta se echaron a reír, y hasta dijeron
Cenicienta recorrió la casa en busca de lo que le pidió su madrina: que no hacía falta que se lo probara porque de ninguna forma podía
una calabaza, seis ratones, una rata y seis lagartos. Con un golpe de ser ella la princesa que buscaban. Pero Cenicienta se lo probó y el
su varita los convirtió en un magnífico carruaje dorado tirado por zapatito le quedó perfecto.
seis corceles blancos, un gentil cochero y seis serviciales lacayos.
De modo que Cenicienta y el príncipe se casaron y fueron muy
- ¡Ah sí, se me olvidaba! - dijo el hada madrina. felices y la joven volvió a demostrar su bondad perdonando a sus
hermanastras y casándolas con dos señores de la corte.
Y en un último golpe de varita convirtió sus harapos en un magnífico
vestido de tisú de oro y plata y cubrió sus pies con unos delicados
zapatitos de cristal.

- Sólo una cosa más Cenicienta. Recuerda que el hechizo se romperá


a las doce de la noche, por lo que debes volver antes.

Cuando Cenicienta llegó al palacio se hizo un enorme silencio.


Todos admiraban su belleza mientras se preguntaban quién era esa
hermosa princesa. El príncipe no tardó en sacarla a bailar y desde el
instante mismo en que pudo contemplar su belleza de cerca, no pudo
dejarla de admirar.

A Cenicienta le ocurría lo mismo y estaba tan a gusto que no se dio


cuenta de que estaban dando las doce. Se levantó y salió corriendo de
palacio. El príncipe, preocupado, salió corriendo también aunque no
pudo alcanzarla. Tan sólo a uno de sus zapatos de cristal, que la
joven perdió mientras corría.
quisieron celebrar una gran fiesta en honor a su primogénita. A ella
acudió todo el Reino, incluidas las hadas, a quien el Rey quiso invitar
expresamente para que otorgaran nobles virtudes a su hija. Pero
sucedió que las hadas del reino eran trece, y el Rey tenía sólo doce
platos de oro, por lo que tuvo que dejar de invitar a una de ellas. Pero
el soberano no le dio importancia a este hecho.

Al terminar el banquete cada hada regaló un don a la princesita. La


primera le otorgó virtud; la segunda, belleza; la tercera, riqueza..
Pero cuando ya sólo quedaba la última hada por otorgar su virtud,
apareció muy enfadada el hada que no había sido invitada y dijo:

- Cuando la princesa cumpla quince años se pinchará con el huso de


una rueca y morirá.

Todos los invitados se quedaron con la boca abierta, asustados, sin


saber qué decir o qué hacer. Todavía quedaba un hada, pero no tenía
poder suficiente para anular el encantamiento, así que hizo lo que
pudo para aplacar la condena:
LA BELLA DURMIENTE
(Hermanos Grimm Brüder Grimm 04/01/1785-20/09/1863 y - No morirá, sino que se quedará dormida durante cien años.
Gebrüder Grimm 22/02/1786-16/12/1859)
Tras el incidente, el Rey mandó quemar todos los husos del reino
creyendo que así evitaría que se cumpliera el encantamiento.
Érase una vez un rey y una reina que aunque vivían felices en su
castillo ansiaban día tras día tener un hijo. Un día, estaba la Reina
La princesa creció y en ella florecieron todos sus dones. Era
bañándose en el río cuando una rana que oyó sus plegarias le dijo.
hermosa, humilde, inteligente… una princesa de la que todo el que la
veía quedaba prendado.
- Mi Reina, muy pronto veréis cumplido vuestro deseo. En menos de
un año daréis a luz a una niña.
Llegó el día marcado: el décimo quinto cumpleaños de la princesa, y
coincidió que el Rey y la Reina estaban fuera de Palacio, por lo que
Al cabo de un año se cumplió el pronóstico y la Reina dió a luz a una
la princesa aprovechó para dar una vuelta por el castillo. Llegó a la
bella princesita. Ella y su marido, el Rey, estaban tan contentos que
torre y se encontró con una vieja que hilaba lino.

- ¿Qué es eso que da vueltas? - dijo la muchacha señalando al huso.

Pero acercó su dedo un poco más y apenas lo rozó el encantamiento


surtió efecto y la princesa cayó profundamente dormida.

El sueño se fue extendiendo por la corte y todo el mundo que vivía


dentro de las paredes de palacio comenzó a quedarse dormido
inexplicablemente. El Rey y la Reina, las sirvientas, el cocinero, los
caballos, los perros… hasta el fuego de la cocina se quedó dormido.
Pero mientras en el interior el sueño se apoderaba de todo, en el
exterior un seto de rosales silvestres comenzó a crecer y acabó por
rodear el castillo hasta llegar a cubrirlo por completo. Por eso la
princesa empezó a ser conocida como Rosa Silvestre.

Con el paso de los años fueron muchos los intrépidos caballeros que
creyeron que podrían cruzar el rosal y acceder al castillo, pero se
equivocaban porque era imposible atravesarlo.

Un día llegó el hijo de un rey, y se dispuso a intentarlo una vez más.


Pero como el encantamiento estaba a punto de romperse porque ya
casi habían transcurrido los cien años, esta vez el rosal se abrió ante
sí, dejándole acceder a su interior. Recorrió el palacio hasta llegar a
la princesa y se quedó hechizado al verla. Se acercó a ella y apenas la
besó la princesa abrió los ojos tras su largo letargo. Con ella fueron
despertando también poco a poco todas las personas de palacio y
también los animales y el reino recuperó su esplendor y alegría.

En aquel ambiente de alegría tuvo lugar la boda entre el príncipe y la


princesa y éstos fueron felices para siempre.
encontrar una solución.

PULGARCITO A la mañana siguiente, reunió a sus hermanos en el pajar y les contó


(Hermanos Grimm Brüder Grimm 04/01/1785-20/09/1863 y lo que había oído.
Gebrüder Grimm 22/02/1786-16/12/1859)
- No os preocupéis, yo os diré lo que haremos.
Había una vez unos leñadores muy pobres que tenían siete hijos,
- ¿Ah sí? ¿El qué? - dijo el mayor, que era un poco incrédulo
todos ellos varones. El más joven de todos, que era también el más
- El próximo día que vayamos al bosque a recoger leña con madre y
astuto, nació muy pequeño, del tamaño de un pulgar, y por eso todos
padre nos esconderemos y cuando se harten de buscarnos y vuelvan a
le llamaban Pulgarcito.
casa saldremos y emprenderemos un viaje en busca de riquezas y
oro.
Una noche Pulgarcito oyó hablar a sus padres de la difícil situación
- Pero, ¿y si nos perdemos en el bosque? De noche está muy
en la que se encontraban ya que apenas ganaban lo suficiente para
oscuro… - dijo el más miedoso
alimentar a sus siete hijos. Pulgarcito se entristeció mucho al oír a
- No te preocupes. Iré dejando caer miguitas de pan a lo largo del
sus padres, pero rápidamente se puso a darle vueltas a la cabeza para
camino así, cuando queramos volver a casa sólo tendremos que
encontrar una solución.
seguirlas.
A la mañana siguiente, reunió a sus hermanos en el pajar y les contó
lo que había oído.
La idea convenció a los siete y prometieron guardar el secreto.
- No os preocupéis, yo os diré lo que haremos.
- ¿Ah sí? ¿El qué? - dijo el mayor, que era un poco incrédulo Esa misma tarde los padres les dijeron que necesitaban que les
- El próximo día que vayamos al bosque a recoger leña con madre y ayudaran a recoger ramas en el bosque. De modo que siguieron el
padre nos esconderemos y cuando se harten de buscarnos y plan establecido y cuando sus padres se cansaron de buscarlos y se
fueron a casa, creyendo que habían vuelto allí, salieron de sus
hijos, todos ellos varones. El más joven de todos, que era también el
escondrijos.
más astuto, nació muy pequeño, del tamaño de un pulgar, y por eso
todos le llamaban Pulgarcito.
Pero la noche cayó antes de lo esperado y se levantó una tormenta
tremenda. Algunos empezaron a impacientarse y decidieron que lo
Una noche Pulgarcito oyó hablar a sus padres de la difícil situación
mejor era volver a casa. Pero… ¡qué sorpresa tan desagradable
en la que se encontraban ya que apenas ganaban lo suficiente para
cuando Pulgarcito miró al suelo! Las migas no estaban. Sólo había
alimentar a sus siete hijos. Pulgarcito se entristeció mucho al oír a
un par por detrás de él y del resto nada. Se las habían tenido que
sus padres, pero rápidamente se puso a darle vueltas a la cabeza para
comer los pájaros, no había otra explicación. siete hijas de los ogros y Pulgarcito observó que cada una de las
niñas llevaba una corona de oro en la cabeza.
Rápidamente Pulgarcito se subió a un árbol para tratar de divisar
algún lugar al que dirigirse y logró distinguir una luz. Cuando todo el mundo dormía Pulgarcito tuvo una de sus ideas. No
se fiaba de que el ogro cambiara de opinión y se los quisiera comer
- ¡Veo una casa! ¡Iremos por allí! en mitad de la noche, así que por si acaso, les quitó a las niñas las
coronas y las puso en las cabezas de sus hermanos y en la suya.
Así que los niños continuaron andando durante horas hasta que
lograron llegar a aquella casa. Estaban empapados y muertos de Efectivamente Pulgarcito tuvo razón, y en mitad de la noche el ogro
hambre. Una mujer les abrió la puerta. entró en la habitación.

- Buena mujer, somos siete niños que se han perdido y no tenemos - A ver a quien tenemos por aquí… ¡Uy no, estas no! ¡Estas son mis
adónde ir. ¿Podría dejarnos pasar? hijas!
- Pero, ¿no sabéis quién vive aquí?
Así que gracias a la corona el ogro se comió a sus hijas creyendo que
Los niños negaron con la cabeza y la mujer les explicó que esa era la eran Pulgarcito y sus hermanos.
casa del ogro, su marido, y si los veía no se lo pensaría dos veces y
los echaría a la cazuela. Pero los niños estaban tan exhaustos que no En cuanto salió de la habitación y lo oyó roncar, Pulgarcito despertó
les importó y pidieron a la mujer que por favor les dejara pasar. Al a sus hermanos y se marcharon de allí corriendo.
final accedió, les dio de cenar y los escondió bajo la cama.
A la mañana siguiente el ogro se dio cuenta del engaño y se puso sus
En cuanto llegó el ogro a casa comenzó a gritar. botas de siete leguas para encontrarlos. Estuvo a punto de cogerlos,
pero los niños lo oyeron llegar y se escondieron bajo una piedra. El
- ¡¡Huelo a carne fresca!! ogro, acabó agotado de tanto correr en su búsqueda así que se sentó
en el suelo y se quedó dormido. Salieron de su escondite y Pulgarcito
Los niños estaban temblando bajo la cama rezando porque no mirase ordenó a sus hermanos que volvieran a casa.
allí, pero el malvado ogro los encontró. Quiso comérselos en ese
mismo instante pero su mujer logró convencerle de que lo dejara No os preocupéis por mí. Me las apañaré para volver.
para el día siguiente ya que no había ninguna prisa y tenían comida
de sobra. Con mucho cuidado Pulgarcito le quitó las botas de siete leguas al
ogro, se las calzó, y como eran unas botas mágicas que se adaptaban
Se acostaron a dormir en la misma habitación en la que dormían las al pie de quien las llevara puestas, le quedaron perfectas. Con ellas se
fue directo a casa del ogro.

- Señora, vengo de parte del ogro. Me ha dejado las botas de siete


leguas para que viniese lo antes posible y os pidiese auxilio. Unos
ladrones lo han atrapado y dicen que lo matarán inmediatamente si
no les dais todo el oro y plata que tengáis.

La mujer se lo creyó todo y entregó a Pulgarcito todo el oro y plata


que tenían. Cargado de riquezas volvió a casa y sus padres y
hermanos lo recibieron con los brazos abiertos. Desde entonces ya
nunca más volvieron a pasar necesidad.

Aunque hay quien dice que la historia no acabó en realidad así, y


afirman que Pulgarcito una vez tuvo las botas del ogro fue a hablar
con el Rey. Pulgarcito había oído que el Rey estaba preocupado por
su ejército, ya que se encontraba a muchas leguas de palacio y no
había recibido ninguna noticia suya. Así que le propuso convertirse
en su mensajero y llevarle tantos mensajes como necesitara. El Rey
aceptó y Pulgarcito estuvo desempeñando durante un tiempo este
oficio, tiempo en el que amasó una buena fortuna. Cuando hubo
reunido suficiente volvió a casa de sus padres y todos juntos fueron
muy felices.

MIEDO GLOBAL
Eduardo Galeano

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.

Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.


Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida. Miedo de vivir.

Los automovilistas tienen miedo a caminar y los peatones tienen


miedo de ser atropellados.

La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de


decir.

Los civiles tienen miedo a los militares.

Los militares tienen miedo a la falta de armas.

Las armas tienen miedo a la falta de guerra. ELEGIA


Miguel Hernández
Es el tiempo del miedo.
Yo quiero ser llorando el hortelano
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la de la tierra que ocupas y estercolas,
mujer sin miedo. compañero del alma, tan temprano.
Miedo a los ladrones y miedo a la policía. Alimentando lluvias, caracolas
Miedo a la puerta sin cerradura. y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
Al tiempo sin relojes.
Daré tu corazón por alimento.
Al niño sin televisión. Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas
para despertar. Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
Miedo a la soledad y miedo a la multitud. un empujón brutal te ha derribado.
Miedo a lo que fue. No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
Miedo a lo que será.
y siento más tu muerte que mi vida.
Miedo de morir.
Ando sobre rastrojos de difuntos, y tu sangre se irán a cada lado
y sin calor de nadie y sin consuelo disputando tu novia y las abejas
voy de mi corazón a mis asuntos.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
Temprano levantó la muerte el vuelo, llama a un campo de almendras espumosas
temprano madrugó la madrugada, mi avariciosa voz de enamorado.
temprano estás rodando por el suelo.
A las aladas almas de las rosas
No perdono a la muerte enamorada, del almendro de nata te requiero,
no perdono a la vida desatenta, que tenemos que hablar de muchas cosas,
no perdono a la tierra ni a la nada. compañero del alma, compañero..
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta. EL CORAZON QUE RIE
Charles Bukowski
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
tu vida es tu vida
Quiero minar la tierra hasta encontrarte no dejes que sea golpeada contra la húmeda sumisión
y besarte la noble calavera mantente alerta
y desamordazarte y regresarte. hay salidas

Volverás a mi huerto y a mi higuera:


hay una luz en algún lugar
por los altos andamios de las flores
puede que no sea mucha luz pero
pajareará tu alma colmenera.
vence a la oscuridad
De angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas mantente alerta
de los enamorados labradores. los dioses te ofrecerán oportunidades
conócelas
Alegrarás la sombra de mis cejas, tómalas
no puedes vencer a la muerte pero
puedes vencer a la muerte en la vida, a veces
y mientras más a menudo aprendas a hacerlo
más luz habrá

tu vida es tu vida
conócela mientras la tengas

tú eres maravilloso
los dioses esperan para deleitarse
en tí.

OTRO RUMBO
Laura Victoria

Amé constante a los que no me amaron


y les di la verdad cuando mintieron.
Mientras unos temblando me besaron
rogó mi beso a los que no quisieron.

Siempre busqué los que jamás me hallaron.


Mi voz llamó los que jamás me oyeron.
Y los que resignados me esperaron
nunca en mi copa de placer bebieron.

Hoy una voz abscóndita reclama


mi voluptuoso corazón de llama,
que limpio ardió como la brasa al viento.

Allá me voy. Torciendo mi camino


avanzo al horizonte de platino,
desnuda hasta del propio pensamiento.

YA ESTA
Karmelio Iribarren

Ya poseemos

casi todo

lo que nos iba

a hacer felices.

Puede decirse

que lo hemos

conseguido.
Ya está.

Ahora sólo

nos queda

comprobar

hasta qué punto

fuimos sinceros

con nosotros

mismos.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

Caperucita Roja.

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-clasicos/caperucita-roja

El gato con botas.

http://www.rinconcastellano.com/cuentos/grimm/grimm_gato.html#

La cenicienta.

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-clasicos/cenicienta

La bella durmiente.
http://www.cuentoscortos.com/cuentos-clasicos/la-bella-durmiente

Pulgarcito.

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-clasicos/pulgarcito

Miedo global.

https://www.zercaylejos.org/docs/textos/El%20Miedo%20Global.pdf

Elegía

https://www.poemas-del-alma.com/miguel-hernandez-elegia.htm

El corazón que ríe.

https://poemas.yavendras.com/corazon-rie.htm

Otro rumbo

https://poemas.yavendras.com/otro-rumbo.htm

Ya está.

https://www.poeticous.com/karmelo-c-iribarren/ya-esta-ya-
poseemos?locale=es

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