Desertificación
Desertificación
Desertificación
Las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas se consideran las más susceptibles de sufrir el
efecto de desertificación.
Según la ONU, cada año desaparecen más de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil. De
hecho, hoy en día dos tercios de la Tierra están inmersos en un proceso de desertificación y, de no
tomar medidas, en 2050 se perderán 1,5 millones de km2 de tierras agrícolas, una superficie
equivalente a toda la tierra cultivable de la India, que son esenciales para mantener
la biodiversidad y alimentar a la población.
Entre 2015 y 2019, al menos 100 millones de hectáreas de tierras sanas y productivas se
degradaban cada año, lo que afectó la seguridad alimentaria e hídrica en todo el mundo. La
pérdida equivale a dos veces el tamaño de Groenlandia, lo que tiene repercusiones en la vida de
1.300 millones de personas, que se estima están directamente expuestas a la degradación de los
suelos. Las actividades humanas como la expansión urbana, la deforestación y la conversión de
pastizales, unidas al cambio climático, son motores directos de la degradación de los suelos en
todo el mundo. Las tendencias demográficas y económicas, los problemas de gobernanza y las
carencias tecnológicas y de inversión también contribuyen indirectamente. África subsahariana,
Asia occidental, América Latina y el Caribe, y Asia meridional experimentaron una degradación de
los suelos a un ritmo superior a la media mundial. Si se mantienen las tendencias actuales, será
necesario restaurar 1.500 millones de hectáreas de tierra de aquí a 2030 para lograr un mundo
con un saldo neutro de degradación de tierras
Los factores que impulsan la degradación de la tierra varían según los lugares, y las causas a
menudo se solapan entre sí. En las regiones de Uzbekistán y Kazajistán que rodean el mar de Aral,
el uso excesivo de agua para el riego agrícola ha sido uno de los principales responsables de que el
mar se redujera, dejando un desierto salino. Y en la región africana del Sahel, delimitada por el
desierto del Sáhara al norte y las sabanas al sur, el crecimiento de la población ha provocado un
aumento de la tala de madera, la agricultura ilegal y el desmonte de tierras para construir
viviendas, entre otros cambios.
Causas de la desertificación
Se trata de un proceso complejo porque, en términos generales, resulta difícil determinar una
única causa de la desertificación. Al fin y al cabo, este fenómeno ocurre como resultado de la
confluencia de diferentes factores, provocados tanto por el clima como por la actividad del ser
humano. Algunas de las causas de la desertificación son:
Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por la ONU se encuentra el ODS 15
(Vida de ecosistemas terrestres) Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la
desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, detener la pérdida de
biodiversidad y tiene como objetivo principal proteger, restablecer y promover el uso sostenible de
los ecosistemas terrestres.
La solución a escala local para frenar la desertificación es una gestión sostenible de los recursos
naturales, en especial la conservación de los suelos fértiles y de los recursos hídricos. En ese
sentido, algunas de las claves que pueden ayudar a evitar la desertificación son:
Impulsar una planificación coordinada de los usos del suelo que incluya la gestión de los
recursos hídricos y de las actividades ganaderas y agrícolas.
Preservar la cubierta vegetal, que tiene un papel clave en la protección del suelo ante la
erosión del viento y el agua, construyendo barreras y estabilizando dunas.
Impulsar la educación sobre el cambio climático para aumentar la concienciación,
mostrando en concreto las consecuencias de la desertificación y las formas de prevenirla.
Apostar por la agricultura ecológica y por ciertas prácticas sostenibles, como los cultivos de
cobertura o de rotación, que evitan la erosión del suelo y previenen la sequía.
Apostar por la reforestación para regenerar la cubierta vegetal, reactivar la circulación de
humedad y generar biodiversidad.
Fomentar un pastoreo rotativo, que limita la presión a una zona concreta mientras otras se
regeneran, a través de su coexistencia con cultivos que permiten un ciclo de nutrientes
más eficaz.
15.2 Para 2020, promover la gestión sostenible de todos los tipos de bosques, poner fin a la
deforestación, recuperar los bosques degradados e incrementar la forestación y la reforestación a
nivel mundial
15.3 Para 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados,
incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr
un mundo con una degradación neutra del suelo
En el continente africano más de la mitad de las tierras fértiles han dejado paso al desierto, que
avanza cada vez más deprisa. El desierto del Sáhara, el más extenso del mundo, con 4.000
kilómetros de este a oeste, y con unos 1.800 de norte a sur, avanza hacia el sur. Ocupa ya cuatro
quintas partes de Mauritania, el noroeste de Mali, más de la mitad del Chad y de Sudán, Níger, Alto
Volta, Gambia y Cabo Verde. Las áreas más dañadas se extienden además por el oeste, como
Angola, Bostwana (desierto de Kalahari), República Sudafricana y Madagascar.
Casi la mitad de África -el 47%- es víctima de la desertificación. De los 54 estados que conforman el
continente, Senegal es quizás de los países más afectados y el Sahel (área donde se estima que
viven 75 millones de personas), es una de las zonas del planeta más castigadas por esta cuestión.
Como he explicado en otras ocasiones, la desertificación no solo lleva consigo un incremento de la
problemática alimentaria, sino que también influye en la inestabilidad de la zona
El Sahel se extiende al sur del Sahara, desde Senegal en el oeste, hasta Etiopía en el este de África.
En la actualidad, debido a las sequías, los métodos de cultivo agrícolas deficientes y el uso excesivo
de la tierra debido a la creciente demanda de alimentos o leña, vastas áreas de la que antaño fuera
una región fértil y productiva se encuentran prácticamente sin cultivar.
Para tratar de revertir esta situación, así como el continuo avance de la desertificación en toda la
zona, en el año 2007 una iniciativa liderada por la Unión Africana sembró la idea de plantar una
línea de árboles que, con unos 8.000 kilómetros de longitud y 15 de anchura, atravesara las zonas
más áridas del Sahel. El proyecto sería conocido con el nombre de la Gran Muralla Verde del Sahel,
y la barrera, con la cual se pretendía frenar el avance del desierto, se extendería desde Senegal en
el Oeste, hasta Eritrea, en el extremo opuesto del continente, atravesando un total de 11 países
Hasta ahora, se han restaurado casi 18 millones de hectáreas de tierras degradadas.
Para 2030, la Gran Muralla Verde pretende restaurar 100 millones de hectáreas de tierra,
almacenar 250 millones de toneladas de carbono y crear 10 millones de puestos de trabajo. ya
proporciona seguridad alimentaria e hídrica, hábitat para plantas y animales salvajes y una razón
para que los habitantes permanezcan en una región asolada por la sequía y la pobreza.
América Latina y el Caribe es la región del mundo con más tierras degradadas al año, una pérdida
que ocurre a un “ritmo acelerado" debido a la actividad humana y a la crisis climática
En concreto, Latinoamérica perdió unas 108 millones de hectáreas desde 2015, el 22 % de la tierra
de la región se considera "degradada".
En América Latina, los desiertos ocupan una franja que va desde la costa del Pacífico peruano al
Atlántico, atravesando Argentina en diagonal, lo que hace que este país cuente con las mayores
extensiones de desierto de toda la región. Pese a los bosques tropicales húmedos, la
desertificación afecta a más de 300 millones de hectáreas en Latinoamérica y el Caribe
Las Naciones Unidas en su informe “Sequía en Números” (2022), indica que los países más
afectados por este efecto son: Guatemala, Haití, Paraguay, Honduras y El Salvador. Afectando a más
de 17 millones de personas en Latinoamérica (del 2000 al 2019). Y que la duración de las sequías
ha aumentado en un 29%, y que más de 2,300 millones de personas sufren la escasez del agua en
el mundo, y se estima que las sequías aumenten en frecuencia, intensidad y propagación
Hasta el año 2021, se estima que 6.4 millones de personas perdieron sus cultivos en Guatemala, El
Salvador, Honduras y Nicaragua, siendo muy preocupante ya que los registros indican que la
población afectada se ha triplicado en los últimos años, en el 2019 se vieron afectadas 2.2 millones
de personas; ejemplo de ello es la sequía del 2015 en Costa Rica, en dónde se llegó a una tasa de
mortalidad por especie de hasta un 34%, afectando la biodiversidad. Y México en el año 2021, fue
afectado hasta por un 85% por la sequía, en donde hasta los lagos y embalses se vieron afectados
Desertificación en Asia
Asia tiene unas 1.700 millones de hectáreas de tierra árida, semiárida y subhúmeda que van desde
la costa mediterránea a las costas del Pacífico. Las zonas degradadas incluyen desiertos crecientes
en China, India, Irán, Mongolia y Pakistán; las dunas de arena de Siria, las montañas erosionadas de
Nepal y la deforestación y sobrepastoreo de las regiones montañosas de Laos. En cuanto al número
de personas afectadas por la desertización y la sequía, Asia ocupa el primer puesto del planeta.
Todos los países de Asia Central (Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán),
están entre afectados y severamente afectados por la desertificación y la sequía.
El Este, Sureste y Sur de Asia son zonas que cuentan con un clima variado y mucha diversidad
biológica. Sin embargo, la magnitud de la erosión del suelo –que causa la pérdida de biodiversidad-
y la productividad agrícola se han convertido en una creciente amenaza para la base ecológica de
estos países
En 1978 se inició el Three-North Shelter Forest Program, comúnmente conocido como la "Gran
Muralla Verde", un programa de forestación masiva que abarca las 13 provincias más afectadas por
la expansión del desierto de Gobi. En 2015, China ya había aumentado con éxito su superficie
forestal llevándola al 22,5% desde el 16,4% de 1990. Ahora quiere aumentarla al 30% para 2030.
Desertificación en Europa
En el continente europeo, el llamado grupo del Mediterráneo Norte, que integran España,
Portugal, Italia, Turquía y Grecia, compone una de las cuatro zonas determinadas por la convención
de Naciones Unidas como afectadas por la desertización”. Texto y datos Ministerio de Asuntos
Exteriores de España
Las previsiones sobre el cambio climático en Europa muestran que el riesgo de desertificación está
aumentando, y ya existen semidesiertos cálidos en el sur de Europa, donde el clima está pasando
de templado a seco, y el fenómeno se está extendiendo hacia el norte
España es el país europeo con mayor porcentaje de territorio en riesgo, y el 80% de su territorio
está en riesgo de convertirse en desierto este siglo por el cambio climático
La pérdida de suelo vivo en general es la puerta abierta para que avance la desertificación, uno de
los impactos certificados de la crisis climática
La erosión media causada solo por el agua en España está en unas cuatro toneladas por hectárea
al año, casi el doble de la media europea
los puntos calientes son regiones del planeta que contienen una gran cantidad de especies
endémicas, es decir, especies que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Además,
estos puntos calientes están experimentando una pérdida significativa de su hábitat natural.
Pero para ser clasificado como “hotspot”, un lugar debe albergar mas del 0,5 por ciento (es decir,
1.500) de las especies vegetales vasculares del mundo en calidad de “endémicas”. Las especies son
endémicas de una región cuando crecen de forma natural solo en esa región, en lugar de se
introducidas de forma artificial de la mano del hombre.
Mencionado lo anterior, los “Hotspots” de biodiversidad fueron propuestos como áreas prioritarias
de conservación a nivel global, dado que cada una comprende una biota diferenciada para
unidades biogeográficas específicas. Esto crea interacciones ecológicas únicas en el mundo que son
de gran importancia para el equilibrio ambiental, teniendo cada una de estas especies funciones
específicas en sus ecosistemas. Inicialmente fueron propuestos 25 “hotspots” de biodiversidad. Sin
embargo en la actualidad se han establecido 36 que, sumando su área total, corresponden
únicamente al 2,5% de la superficie terrestre. hogar de las diversas especies, resultando en el
panorama de hasta 30.000 especies en peligro de extinción.
36 hotspots
Es una prioridad mundial de conservación debido a que alberga los bosques montanos más altos
de Centroamérica, con los bosques nubosos más extensos y mejor protegidos de la región, es el
hogar de una gran cantidad de especies endémicas, incluyendo más de 17,000 especies de plantas,
1,140 especies de aves, 699 especies de reptiles y anfibios, y 248 especies de mamíferos
Madagascar: es una región que incluye la isla de Madagascar, las islas Mascareñas (Reunión,
Mauricio y Rodrigues), las Comoras y las Seychelles. es considerado una de las áreas más ricas del
planeta en términos de biodiversidad y especies en peligro de extinción.
Madagascar es el hogar de una gran cantidad de especies endémicas, incluyendo más de 12,000
especies de plantas, 300 especies de reptiles, 385 especies de aves y 115 especies de mamíferos,
Las principales amenazas para la biodiversidad en el hotspot de Madagascar incluyen la
deforestación, la caza y el comercio ilegal de especies, la expansión agrícola y la minería
Ejemplos de especies endémicas son: Lemures: Los lemures son primates endémicos de
Madagascar, Baobabs: Los baobabs son árboles endémicos de Madagascar, Lémur ratón: El lémur
ratón es un pequeño primate endémico de Madagascar que se encuentra en peligro de extinción.
Cáucaso: El hotspot del Cáucaso es una región que se extiende por las montañas del Cáucaso, que
se encuentran entre el Mar Negro y el Mar Caspio, abarcando partes de Rusia, Georgia, Armenia,
Azerbaiyán e Irán, es una de las áreas más ricas en biodiversidad de Europa y Asia occidental, con
una gran cantidad de especies endémicas y una alta diversidad de hábitats.
La región del Cáucaso es el hogar de una gran cantidad de especies endémicas, incluyendo más de
6,000 especies de plantas, 1,600 especies de invertebrados, 330 especies de aves y 80 especies de
mamíferos, Las principales amenazas para la biodiversidad en el hotspot del Cáucaso incluyen la
deforestación, la urbanización, el cambio de uso de suelo, la caza y la pesca excesiva, la
contaminación y el cambio climático
Leopardo del Cáucaso: El leopardo del Cáucaso es una subespecie de leopardo endémica de la
región del Cáucaso y se encuentra en peligro crítico de extinción
Oso pardo del Cáucaso: El oso pardo del Cáucaso es una subespecie de oso pardo endémica de la
región del Cáucaso y se encuentra en peligro de extinción
Cáucaso endémico: El Cáucaso endémico es una especie de planta endémica de la región del
Cáucaso y se encuentra en peligro de extinción.
HIMALAYA: es una región que se extiende por las montañas del Himalaya, abarcando partes de
varios países, incluyendo Nepal, India, Bhután, Pakistán y China, es el hogar de una gran cantidad
de especies endémicas, incluyendo más de 3,000 especies de plantas, 105 especies de anfibios,
300 especies de mamíferos y 500 especies de aves
En el hotspot del Himalaya se encuentran las montañas más altas del mundo, incluyendo el monte
Everest. Las empinadas montañas resultan en una diversidad de ecosistemas que van desde prados
aluviales y bosques subtropicales hasta praderas alpinas. Este hotspot alberga poblaciones
importantes de numerosos pájaros y grandes mamíferos, incluyendo buitres, tigres, elefantes,
rinocerontes y búfalos mojados. El número de plantas vasculares identificadas suman más de 6 mil
Lobo tibetano: El lobo tibetano es una subespecie de lobo endémica de la región del Himalaya y se
encuentra en peligro de extinción
Panda rojo: El panda rojo es un pequeño mamífero endémico de la región del Himalaya y se
encuentra en peligro de extinción
Rododendros: Los rododendros son un género de plantas que se encuentran en la región del
Himalaya y son conocidos por sus flores coloridas
Himalaya: es el hogar de especies endémicas, incluyendo más de 3,000 especies de plantas, 105
especies de anfibios, 300 especies de mamíferos y 500 especies de aves