Begoña Olabarria TP
Begoña Olabarria TP
Begoña Olabarria TP
Resumen
La escasez de trabajos desde modelos sistémicos en materia de trastornos de per-
sonalidad es notable. Desde elementos de la teoría del desarrollo, de la investigación
psiconeurobiológica y de hallazgos clínicos en trastornos de personalidad que aportan
información y datos para una mejor detección discriminativa y para la intervención clínica,
se aborda la consideración de que estos síntomas que configuran los diferentes perfiles
de los trastornos de personalidad dan cuenta y son efecto de una estrategia relacional
describible para afrontar una vivencia abrumadora en el contexto relacional significativo.
Se hace finalmente una reflexión sobre cambios macrosociales que parecen poder incidir
en la precipitación de factores de riesgo en esta materia en el nivel sistémico familiar.
Palabras clave: Trastornos de personalidad, perspectiva relacional, identidad,
neuropsicología, interacción, autorregulación, contexto significativo, juego relacional,
sentimientos, cognición, relación terapéutica, cambio cultural en las relaciones macro
y microgrupales.
Abstract
The scarcity of jobs from systemic models in terms of personality disorders is
remarkable. From elements of development theory, research and clinical -psychoneu-
robiological findings in personality disorders that provide information and data for a
better discriminative detection and for clinical intervention, addresses the fact that these
symptoms that make up the different profiles of personality disorders show and are effect
Dirección de la autora: c/Alberto Aguilera, 10, esc. izq. 1º . 28015 Madrid. Correo electrónico: olabarriagmb@
munimadrid.es
que vamos a llamar temperamentales, trastor- la crisis de identidad, por ejemplo, de la ado-
nos en la identidad, se consolida el trastorno lescencia, procede de la falta de correspon-
de personalidad. La identidad por otra parte dencia entre la percepción del adolescente
(Erikson, Bowlby, Fonagy, Beebe, Renn, por los adultos de su contexto significativo,
Cancrini, entre otros) se configura relacional que mantienen percepciones más atadas a un
y procesualmente. Y esto parece ser lo que tiempo pasado y la experiencia de sí en rápido
ha provocado que el estudio de la identidad, cambio de sí mismo del propio adolescente.
su constitución, desarrollo, alteraciones y La falta de confirmación de esta identi-
sus modos, resulte de alto interés para la dad cambiante derivaría en la crisis de iden-
investigación de la psicopatología y de los tidad propia de la adolescencia normal.
tratamientos psicoterapéuticos relacionales Por el contrario, describió la difusión de
de los trastornos de personalidad. la identidad como una ausencia o una pérdida
Erikson (1950, 1956) formuló por vez de la capacidad normal de autodefinición que
primera conceptos de identidad del yo, crisis se manifiesta en una quiebra emocional en
de identidad y difusión de la identidad seña- momentos relevantes y una necesidad impe-
lándolos como claves de los trastornos graves riosa y sobredimensionada de autodefinición
de personalidad y también de los trastornos psicosocial hacia fuera.
normales de la personalidad y la adolescen- Consecuencias de la difusión de la iden-
cia, destacando la importancia de la vivencia tidad serían: la experiencia de vacío interno,
del sentimiento consciente de identidad el aislamiento, o las búsquedas regresivas de
individual y de los sentimientos que en esa identificaciones anteriores. Con todo ello, la
configuración se apoyan. También destacó el difusión de la identidad se caracterizaría por:
valor de los trabajos de cada individuo para la
continuidad de esa experiencia vital. - Una incapacidad de intimidad relacional
Resultan de interés las ideas de evo- rígidamente establecida (la intimidad
lución procesual, de importancia de los relacional se relaciona directamente con
sentimientos y de configuración relacional la autodefinición).
que las nociones de Ericsson aportan al - Sentimiento de peligro de fusión y/o.
concebir la identidad como la integración de Sentimiento de pérdida de la propia
capacidades y funciones yoicas vertebradas identidad, lo que se vive y teme como
con la experiencia de sentimientos compar- la mayor desgracia o aumento sobredi-
tidos con el grupo de referencia de ideales, mensionado de la misma.
metas, valores, reglas, etc., en definitiva con - Modificación del manejo del tiempo: sen-
la identidad del grupo familiar. Y así mismo timiento de urgencia respecto a la toma
que esta identidad se desarrolla relacional y de decisiones y posposición inacabable
procesualmente desde el nacimiento hasta su de toma de decisiones o inmediatez tal
consolidación en la adolescencia. que anula la toma de decisión.
La descripción que hizo de la crisis de - Incapacidad de trabajar creativamente
identidad y su configuración en ocasiones de manera sostenida, lo que conlleva
como propia del desarrollo, y fase de ciclo percepción de fracaso y fallos en él.
vital, como cuando se refiere a la adolescen- - Elección de una identidad negativa
cia, permite establecer las diferencias con su (rechazo de valores, prácticas y roles
definición de la difusión de la identidad. Si socialmente asignados) y establecimiento
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“Las internalizaciones de relaciones con Por otra parte, son muchas las investiga-
otros significativos desde el comienzo ciones neuropsicológicas que vienen hacien-
de la vida en adelante, tienen diferentes do específicas aportaciones con hallazgos
características bajo las condiciones de relevantes en esta materia acerca de factores
máximas interacciones afectivas y bajas etiológicos evolutivos tempranos, como la
interacciones afectivas” (pág. 4, las hiperreactividad orgánica a estímulos dolo-
cursivas son mías). rosos representada por un desarrollo excesivo
del afecto agresivo (Stone, 1993a; 1993b;
Establece las características de evolu- de Vegvar, Siever and Trestman, 1994; van
ción cognitiva hacia una configuración sana Reekum, Linksy Fedorov, 1994; Yehuda,
de la identidad a partir de la existencia de 1994; Gurvits, Koeningsberg y Slever, 2000;
interacciones afectivas bajas. Y añade: Silk, 2000). Parece ser que la hiperreacti-
vidad genéticamente determinada de las
“Por el contrario, bajo condiciones áreas cerebrales que implican activación del
de activación afectiva cumbre -sea de afecto, particularmente la hiperreactividad
un modo extremadamente positivo, de la amígdala, favorecen la activación del
placentero o extremadamente negativo, afecto negativo.
doloroso- tienen lugar internalizaciones Así mismo una disposición genética
específicas enmarcadas por la naturaleza también parece guardar relación con una
diádica de la interacción entre el bebé y potencial inhibición primaria de áreas del
la persona que lo cuida, lo que conduce cerebro implicadas en el control cognitivo,
a establecer estructuras de memoria especialmente de la corteza prefrontal y pre-
afectiva específicas con poderosas impli- orbital y en la porción anterior del cíngulo,
caciones motivacionales. Estas estruc- es decir, en áreas que son determinantes en
turas se constituyen, esencialmente, por la capacidad de control con esfuerzo (Posner
una representación del otro significativo et al., 2002).
bajo la dominancia de un estado afec- Durante los años 90 se produjo mucha
tivo cumbre. La importancia de estas investigación sobre las relaciones cerebro-
estructuras de memoria afectiva reside conducta buscando encontrar y definir los
en que constituyen la base del sistema procesos y sistemas neurobioquímicos afec-
motivacional psíquico primario, en la tados por el trauma (Hartman y Burguess,
dirección de esfuerzos por aproximarse, 1993; Le Doux, 1996; van der Kolk, 1996,
mantener o incrementar las condiciones 1997; Chu, 1998; Yehuda, 1999). Los resul-
que generan estados cumbre de afecto tados dan cuenta de niveles de excitación
positivo y disminuir, evitar y escapar de emocional durante el trauma que interfieren
las condiciones de estados cumbre de con las funciones cerebrales normales de pro-
afecto negativo.”(pág. 5). cesamiento de experiencia. Así, los datos sen-
soriales quedarían almacenados como huellas
Las resonancias desde la teoría Kleinia- sin asociación y acceso con el lenguaje. Los
na son evidentes, pero también los aportes individuos sufrirían una experiencia desorga-
provenientes de lo relacional, así como la nizada, sufriendo una tensión no formulada.
importancia de las emociones en el proceso Existe evidencia de que una historia
de desarrollo del ciclo vital. de maltrato físico severo, de abuso sexual
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su contexto significativo y el del marco más Es útil para afrontar estos casos entender
global en el que se inscribe. la vulnerabilidad confusa y dolorosa y las
Ello contiene efectos de inhibiciones estrategias desarrolladas para afrontarlas
máximas por hiperinvasión de valores nor- como secuelas activas -de las que participa
mativo-punitivos. O demandas excesivas el propio paciente- de estrategias de sistemas
de perfección hacia el exterior. O inclusión relacionales disfuncionales.
en grupo de efecto paradójico (de máxima Así en los trastornos de personalidad el
dependencia del grupo con valores potente- síntoma parece representar una estrategia
mente identitarios que se enfrenta a valores autorregulatoria sostenida para afrontar una
socialmente establecidos y que resultan experiencia afectivamente abrumadora pro-
referentes de alguna manera para su contexto veniente de experiencias relacionales vividas
significativo, por lo que el individuo lo vive y previamente de caos o violencia emocional
define como línea de autonomía vital). (a veces exacerbada por violencia o abuso
Con todo ello disminuye su capacidad físicos o formas extremas de abandono físico
o disposición para el establecimiento sos- o formas extremas de alternancias impredeci-
tenido y coherente de intereses personales, bles de ambos), sea en forma de caos, abuso,
afectivos, objetivos profesionales, relaciones violencia activa, abandono, negligencia o
laborales, cometidos sociales y relaciones formas de violencia pasiva, generadoras de
íntimas. una abrumadora emoción dolorosa, un tipo
Conviene estar alerta acerca de lo que de dolor que experimentaron (y actualizan
incluyen e incorporan -aunque no sólo- las en el presente), una disfunción relacional
relaciones íntimas para las personas que en su sostenida en relaciones significativas en fa-
contexto y relaciones significativas tuvieron ses constitutivas y muchas veces precoces,
experiencias de relación íntima en el apego o con instancias de violencia activa o pasiva y
en la adolescencia de máximo nivel -desbor- experiencias extremas de fragilidad vividas
dante- de afecto positivo: rememoración vital que buscan y establecen justificaciones en un
de valor máximo en la relación, disposición a marco cultural de valores alternativos a los
la recepción pasiva del valor otorgado, surgi- del grupo familiar.
miento de componentes desmedidos de éxito
en una línea de relación fusional. Ante la intervención psicoterapéutica en
También conviene alertarse en relación los trastornos de personalidad
a las personas que en el apego o en la adoles-
cencia tuvieron en su contexto significativo La búsqueda y reconocimiento defini-
experiencias de relación íntima de máximo do de los patrones interactivos específicos
nivel -desbordante- de abandono o de violen- implicados en estas configuraciones psico-
cia emocional: rememoración vital de dispo- patológicas y el reajuste o reestructuración
sición negativa en el afecto con surgimiento perceptivo, afectivo y relacional son obje-
“espontáneo” de componentes agresivos tivos estratégicos prioritarios de la inter-
exagerados y en una línea de relación de vención psicoterapéutica a mi juicio, que ha
agresión y/o caótica. Con frecuencia y desde de establecerse desde un reaseguramiento
luego en los casos más graves, se acompaña continuado en la relación terapéutica.
de inhibición de sensibilidad sensual y tam- Si alcanzamos la intervención precoz, re-
bién de inhibición sexual. sulta más fácilmente identificable la relación
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y la experiencia. Este valor emocional será propia identidad, así como en la percepción y
a su vez determinante en el almacenamiento conocimiento del mundo, la capacidad auto-
y codificación de esta información sensorial rreflexiva y la capacidad de autorregulación
y en su conexión a otros elementos cog- fundamental en las relaciones, las emociones
noscitivos. Se trataría de la configuración vienen a jugar un papel de alta relevancia.
de nuevas entidades cognoscitivas de nivel Las implicaciones en la comprensión y
lógico superior que podrían corresponder a terapéutica de los trastornos de personalidad
lo que Ciompi denomina “construcciones del de todo ello podemos verlas ahora fácilmen-
pensamiento” (2007, pág. 429). te: El desencadenamiento de experiencias
Por otra parte Ciompi da cuenta del abrumadoras de agresión, abandono o caos
componente energético de los afectos que su- en relaciones significativas del contexto en
pondría la “distribución específica de energía fases vitales marcadas por la necesidad de
conectada en el transcurso de la evolución a protección y/o de seguridad y contención
ciertas percepciones y comportamientos de reguladora, con el desencadenamiento de
importancia vital” (pág. 428) y muestra que tensiones emocionales incontenibles y sin
en los estados de rabia o de pánico (que cla- posibilidad de cauce, puede comprometer
sifica como simpaticotónicos), se movilizan el acceso a la configuración de identidad ya
enormes cantidades de energía que pueden mencionada, por tanto a su construcción y
descargarse muy rápidamente sirviendo los percepción.
esfuerzos de agresión o de huída. Por el con-
trario en los estados parasimpaticotónicos, Algunos efectos no buscados del
que contienen las emociones de alegría o cambio cultural en la constitución de
amor, la energía biológica se toma o se gasta la identidad y en las relaciones macro y
de manera mesurada y específica. microgrupales de los seres humanos
Establece que “los afectos se corres-
ponden… con reductores de complejidad La violencia en las sociedades avanza-
enormemente eficaces, indispensables para das ha alcanzado proporciones epidémicas
comprender el mundo y la realidad cotidia- (Renn, 2006) así como sus efectos psicoló-
na que nos circunda (...), que regulaciones gicos reconocibles (Laurent, 1999; Senet,
afectivas se producen continuamente en 2003).
todas nuestras maneras de pensar, en nuestras Pero ¿qué es lo que está ocurriendo para
‘mentalidades’, ideologías o prejuicios…” que este cambio se esté produciendo de ma-
(pág 431-432). Y plantea la necesidad de nera tan sostenida y generalizada?
abordar una precisa delimitación entre cog- Observemos que en muy pocos años en
nición y emoción, para abundar en que “los términos históricos para el devenir de los se-
afectos no sólo acompañan al pensamiento y res humanos, en las sociedades occidentales
al comportamiento, sino que también en bue- de los llamados países avanzados, se han
na medida los guían y los organizan” (pág. producido multitud de cambios demográficos
430) señalando respecto de la agresividad (alteraciones de la pirámide de población por
que sirve para defender la propia identidad segmentos etarios), económicos (inestabili-
(pág. 430). dad generalizada en el empleo) y sociales
Por tanto, parece que tanto en la confi- (grandes movimientos migratorios) que las
guración como en el autoconocimiento de la han afectado profundamente.
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y/o el caos o el abandono en esa relación Allen, J.P. y Fonagy, P. (2006). The hand-
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entre los seres humanos, es también un marco Bion, W.R. (1970). Attention and Inter-
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