Semana 09-Lectura-Crisis de Valores

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Hernán Lanzara: “La pérdida de valores se puede

combatir con educación y ética”


El presidente de la Comisión de Integridad y Lucha contra la Corrupción de la CCL, Hernán
Lanzara, señala que el seguimiento de actos de corrupción es fundamental para el país.

30 de Noviembre del 2020

¿Cree que existe una crisis de valores? ¿Qué la estaría


generando?
Definitivamente sí. La ausencia de valores es una suerte de pandemia que viene desde hace
tiempo generando muchos de los males que enfrentamos como sociedad: la insensibilidad, la
falta de respeto, la ausencia de honestidad y la falta de justicia.

Esta crisis de valores es la expresión más descarnada de un mundo que no encuentra el norte;
y, en nuestro país, es, además, resultado de una sociedad que aún no ha logrado el encuentro y
reconciliación de su diversidad cultural, étnica, económica y política.

Los estudios y encuestas más recientes destacan la falta de valores como causa de graves
problemas nacionales como son la inseguridad ciudadana y la corrupción. Si bien vivimos
tiempos de globalización, desarrollo tecnológico, de redes sociales y la profusión de
información y comunicación en tiempo real, nada de esto se ve reflejado en el desarrollo de
nuestra sociedad.

Por el contrario, los valores se han ido perdiendo, y han hecho cada vez más frecuentes la
delincuencia, la violencia doméstica, los crímenes de odio y los ajustes de cuentas, entre otros.
Pero que este análisis objetivo no nos lleve al pesimismo o a sentirnos desalentados, porque
hay ciudadanos probos, que le hacen frente a la pérdida de valores. Por ello es que vemos con
esperanza el camino que aún falta recorrer.

¿Cuáles serían las principales consecuencias de la


pérdida de valores?
Es lamentable como la falta de valores y los antivalores se han posesionado en la familia, en lo
social, lo político, lo económico, lo cultural, generando conductas nocivas y confusión.
Conductas como la falta de respeto y violencia entre la pareja y miembros de la familia, que en
el año 2019 se tradujeron en 168 feminicidios; la ausencia de civismo, colaboración y orden en
el ámbito educativo, así como de modelos de formación que promuevan el respeto y la
honradez.

Además, la saturación en los medios de comunicación de programación que promueve


antivalores; el reconocimiento que grupos familiares y sociales le brindan al que se aprovecha
de los otros, al más “vivo”, al que le saca la vuelta a la norma, al que abusa del más débil; la
inacción o indiferencia frente a estos actos de injusticia o al que se cuela en la cola, son
identificadas por muy pocos con la falta de ética y la corrupción, que es una de las grandes
consecuencias que genera la falta de valores.
Vemos también esta falta de valores en el ámbito político, plagado de casos de
aprovechamiento indebido, falta de compromiso con la ciudadanía e innumerables actos de
corrupción, que es un cáncer social que agudiza la pobreza y socava la institucionalidad en el
país. Nuestra historia nos ha demostrado de qué manera este mal se ha enraizado en el Perú.

Bastaría revisar el libro Historia de la Corrupción en el Perú, de Alfonso Quiroz, para


comprender su dimensión. Por ello, la prevención y seguimiento de actos de corrupción es
pieza fundamental para el cambio que el país reclama. Solo en el 2019, según un estudio de la
Contraloría General de la República, la corrupción generó pérdidas por casi el 3% del PBI.

Ante la crisis social y coyuntural en el país ¿por qué es


importante fomentar los valores en la sociedad?
Para nuestra suerte la pérdida de valores se puede combatir con educación y ética. La
educación y los hábitos hacen al hombre bueno y, por tanto, al “ciudadano del bicentenario”
que necesitamos.

Es aquí donde la familia tiene un rol primario y de gran importancia, pues es la parte germinal y
medular de la sociedad; luego seguirán la escuela y otros espacios. En una familia donde se
cultivan los valores y conductas positivas será difícil que los hijos incorporen inconductas o
violenten a sus semejantes y a la sociedad.

Desde la Comisión que dirige, ¿cuáles deberían ser las


acciones para promoverlas?
La corrupción es un mal que no solo vulnera el patrimonio público, sino que también debilita la
democracia, la confianza en la administración pública e imposibilita el acceso equitativo de la
población menos favorecida a los servicios esenciales, atentando contra su derecho a la vida y
la salud, entre otros.

Creo que debemos sumarnos de manera efectiva al fomento de un cambio cultural que
propicie la adopción de la integridad y la honestidad como valores en el actuar de las personas,
las empresas y la administración pública.

Ahora mismo nos encontramos en el proceso de elaboración de un plan que considero debe
incorporar acciones en el campo de educación en valores; modelos de cumplimiento, tanto en
el sector privado como público; y adquisiciones del Estado. En nuestra tarea buscaremos
trabajar con otras Comisiones de la CCL e instituciones que se ocupan de la lucha
anticorrupción así como con la Academia.

¿Qué se debe hacer desde el sector educación?


Hay que crear formadores en educación en valores, es decir, preparar a los profesionales de la
educación de los distintos niveles y proveerles los recursos necesarios para atender el
desarrollo moral de los estudiantes. Para ello se requiere del compromiso moral de los
docentes para formar personas libres, que sean capaces de dirigir su propia vida con principios
y valores como la justicia, solidaridad, tolerancia y respeto que les permitan integrarse en la
sociedad.
Tanto la educación pública como privada necesitan de una transformación en la plana docente:
pasar de ser simples instructores y difusores de conocimientos a promover el desarrollo e
interiorización de valores en sus alumnos.

¿Qué tan importante es generar la integridad en las


instituciones públicas y privadas y la sociedad?
La integridad es la consistencia entre las acciones de una persona y sus valores. Las personas
íntegras se reconocen en pequeñas cosas: no mienten, no hacen trampa y, en consecuencia,
difícilmente son corrompidos. Considero que es uno de los principales atributos para el éxito,
no entendiendo este como acumulación de bienes o posición, sino como el estado de paz y
tranquilidad emocional que genera felicidad, y hacia eso apuntamos como sociedad.

La integridad es una tremenda ventaja competitiva y es el eje de la cultura corporativa, porque


genera confianza, base fundamental de los negocios. Esta es nuestra tarea de cara al
Bicentenario, construir un Perú íntegro.

¿Por qué se ha incrementado la pérdida de valores en los


jóvenes?
El comportamiento del ser humano está determinado por los valores o principios que forman
parte de la educación, de los cuales, la mayoría de ellos han debido ser inculcados en la
infancia y desarrollados en la juventud. Pero existen muchos factores que influyen
en la pérdida de valores en los jóvenes y que hoy en día se ha incrementado
descontroladamente. Veamos cuáles son esos valores y el por qué, de este suceso.

¿Qué son los valores?


Los principios, cualidades o virtudes que forman parte de la conducta de una persona y el
comportamiento positivo que asumen ante alguna situación, se le denomina valores. Estos
principios definen los pensamientos, intereses, sentimientos y manera de vivir. Los valores
compartidos con la sociedad definen el comportamiento del individuo con el fin de mantener
el bienestar común.

Existen diferentes tipos de valores, entre ellos podemos enunciar

• Valores humanos.

• Valores cristianos.

• Valores éticos.

• Valores morales.

• Valores intrafamiliares.

• Valores militares
¿Cuáles son los valores más importantes para el ser
humano?
Es sumamente importante conocer los valores más importantes que forman parte del
ser humano y que se deben desarrollar desde temprana edad a fin de evitar la pérdida de
valores en los jóvenes. Entre ellos tenemos los siguientes:

Amor

Es el valor humano que nos permite observar la vida y a las personas desde un sentimiento
especial. Admirar y respetar al prójimo como muestra de afecto y consideración.

Bondad

Asumir un comportamiento bondadoso, es sentir hacia los demás la necesidad de hacer el bien
sin egoísmo ni apatía, sino por el contrario, compartir humildemente lo que se posee.

Honestidad

Andar siempre con la verdad, es símbolo de honestidad. La mentira y el engaño


generan sentimientos negativos, por lo que la honestidad representa la manera de ganarse
la confianza y el respeto de los demás.

Gratitud

El agradecimiento es la mejor manera de corresponder a una ayuda desinteresadamente. Dar


gracias es muestra de que se valora lo que los demás hacen por nosotros.

Humildad

Reconocer nuestras virtudes y cosas positivas no implica imponerlas sobre los demás.
La humildad permite que tu alma este abierta a dar sin esperar recibir y a aceptar las limitación
y debilidades desde el fondo del corazón.

Justicia

La igualdad y la toma de decisiones equilibrada permite que la justicia se haga presente. Actuar
con justicia es darle a cada quien lo que le corresponde.

Lealtad

Es la manera de ser fieles y solidarios a lo que creemos y en lo que pensamos.

Libertad

El poder de decidir independientemente y bajo tu propio criterio te concede el valor de


la libertad. Demostrar sentimientos y pensamientos con libertad también implica ser
precavidos de lo que compartimos con los demás.

Paciencia

Esperar con calma y sin apuros es mostrar paciencia. Cada cosa tiene su tiempo y su momento
y saber esperar el turno es señal de soportar contratiempos de forma madura y paciente.
Perdón

El valor del perdón nos permite sentir empatía hacia los demás, aceptar que somos seres
humanos, que nos equivocamos y que tenemos derecho a reconocer los errores. Por esa razón
debemos perdonar y no guardar rencor ante los que nos han herido.

Respeto

Cada individuo es dueño de sus actos y pensamientos y por ello merece respeto ante sus
manifestaciones. El respeto nos permite reconocer y aceptar que todos tenemos diferentes
intereses y que, aun así, seguimos siendo iguales e importantes.

Responsabilidad

Es uno de los valores que necesitaremos en todo momento, pues el cumplimiento de


los deberes y obligaciones de un ciudadano deberán manifestarse en el trabajo, la casa, los
negocios, entre otros entornos.

Solidaridad

Ayudar al prójimo en cualquier momento, sobre todo a los más desvalidos en tiempos de crisis.
La solidaridad no permite dejar desamparado a quien requiera de un apoyo en particular.

Tolerancia

El valor de la tolerancia nos permite aceptar que no todos somos totalmente iguales, que cada
ser es único e independiente.

¿Cuántos jóvenes muestran estos valores ante la sociedad? Y al analizar la pregunta nos parece
pertinente conocer el significado de los valores humanos para lograr ponerlos en práctica
como adultos responsables. Además, es considerable, estar en disposición de sembrar en los
niños cada una de estas semillas que podrán florecen en la adolescencia; etapa de la vida
donde más se requieren de bases sólidas en principios y valores.

¿Qué significa la pérdida de valores en los jóvenes?


Puede agregarse a la pérdida de valores en los jóvenes, el término antivalores; pues se le
denomina antivalores al hecho de poner en práctica comportamientos y actitudes dañinas a la
sociedad, que generan consecuencias negativas y que van en contra de todos los valores
positivos que rigen la sociedad.

Causas que originan la pérdida de valores en los jóvenes


La ausencia y la pérdida de valores en los jóvenes, es un hecho que está causando estragos a
nivel mundial. Antes de profundizar en sus consecuencias vamos a indagar un poco en las
causas que la generan. Algunas de ellas son:

• Familias disfuncionales.

• Divorcios.

• Conflictos familiares.

• Indisciplina.
• Alcohol y drogas.

• Deserción escolar.

• Problemas económicos.

Los jóvenes que han tenido que formarse en hogares disfuncionales, con padres separados,
madres en el mundo de la prostitución, el robo, la estafa, en un entorno colmado de
antivalores, es muy probable que desconozcan los valores éticos, morales o religiosos, pues no
han gozado de una sólida y fraternal educación.

La pérdida de valores en los jóvenes tiene su origen en una niñez y etapa infantil separada de
padres o representantes cumplidores de valores. Muchos actos relacionados al tema también
pueden generarse a raíz de la rebeldía, el enojo, las malas amistades, la envidia, la prepotencia
y por la falta de valores.

Consecuencias que originan la pérdida de valores en los


jóvenes
Con todo este revuelo de razones que provocan a los jóvenes alejarse de los valores, se
arrastra una serie de consecuencias que afectan a la sociedad en todos sus sentidos.
Resumiremos el tema en las más considerables:

• Aumento de la delincuencia.

• Crecimiento indiscriminado de la natalidad.

• Reducción en matrículas escolares.

• Mayor consumo de sustancias psicotrópicas

• Aumento de diagnósticos depresivos.

• Suicidios injustificados.

Los representantes, padres y docentes responsables de la educación de niños y jóvenes, deben


actuar dentro del margen de la moral y las buenas costumbres, de los principios y los valores y
de la ética profesional, pues tanto se enseña con el ejemplo que con el conocimiento.

Formación relacionada
Hay muchos artículos de opinión sobre la pérdida de valores en los jóvenes que pueden
servirte para ampliar los criterios y fortalecer las ideas. Sobre todo, en estrategias para educar
valores en tiempos de pandemia y de tantos cambios tecnológicos. También puedes encontrar
en internet algún ensayo sobre la pérdida de valores en los jóvenes con información de
mucha utilidad.

Las noticias sobre la pérdida de valores en los jóvenes muestran resultados de estadísticas y
encuestas que atribuyen este hecho a los medios de comunicación y redes sociales. Pero, en
definitiva, la realidad es que los jóvenes que hoy se desplazan por la vida con comportamientos
de antivalores, son los adultos que en futuro tendrán que dar la cara por el mundo.

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