Clase 3
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¡Hola a todas y todos! Esperamos que se encuentren bien. Como comentábamos la clase anterior,
en el transcurso de esta unidad estudiaremos los aportes y reflexiones que articularon el campo de
la sociología en el transcurso del siglo XIX. El primero de estos autores “clásicos” que
abordaremos es Karl Marx. Marx es considerado como uno de los pensadores más influyentes del
siglo XIX y reconocido como claro exponente de lo que en el campo de la sociología suele
denominarse como el paradigma del conflicto.
El paradigma del conflicto es una perspectiva analítica que considera que lo que domina en la
sociedad no es el equilibrio sino el conflicto de intereses entre sus miembros, el cual es producido
y reproducido por las diferencias y desigualdades de todo tipo. Guiados por este paradigma, los
sociólogos investigan de qué manera factores tales como la clase social, la raza, la etnicidad, el
sexo y la edad, están relacionados con una distribución desigual económica, poder, educación y
prestigio social. Un análisis de conflicto hace notar que, más que fomentar el funcionamiento de la
sociedad como un todo, la estructura social por lo general beneficia a ciertos tipo de personas y
perjudica a otras. Por regla general, aquellos que tienen una posición privilegiada hacen lo posible
por mantenerla, mientras que los desfavorecidos responden intentando cambiar la sociedad y
mejorar su situación.
Karl Marx nació en 1818 en Prusia (Alemania). Su padre, abogado, proporcionó a la familia una existencia
típica de clase media. Tanto su padre como su madre procedían de familias de rabinos, aunque por
razones de trabajo el padre se convirtió al luteranismo. En 1841 Marx se doctoró en filosofía por la
Universidad de Berlín, un ambiente académico muy infiuido por Hegel y por los Jóvenes Hegelianos, que
dispensaba a sus maestros un apoyo no exento de crítica. La tesis doctoral de Marx era un tratado
filosófico denso que se asemeja poco a sus trabajos posteriores, más radicales y pragmáticos. Tras
doctorarse comenzó a escribir en un periódico liberal-radical, y en diez meses se convirtió en su editor-
jefe. Sin embargo, debido a sus opiniones políticas, el gobierno se apresuró a cerrar el periódico.
Los primeros ensayos que Marx publicó en ese periódico comenzaron a reflejar varias de las ideas que le
guiarían toda su vida. Eran opiniones liberales salpicadas de principios democráticos, humanismo e
idealismo. Marx se casó en 1843 e inmediatamente después se trasladó desde Alemania al clima más
liberal de París. Allí continuó trabajando con las ideas de Hegel y de los Jóvenes Hegelianos, pero también
se centró en el estudio de dos nuevos conjuntos de ideas: el socialismo francés y la economía política
inglesa. Fue la manera particular en la que combinó el hegelianismo, el socialismo y la economía
política lo que modelaría su orientación intelectual.
En 1845, a petición del gobierno prusiano, el gobierno francés lo expulsó y debió trasladarse por ello a
Bruselas, Bélgica. Su radicalismo político iba en aumento, al punto de que se convirtió en miembro activo
del movimiento revolucionario Internacional conocido como la “Liga de los comunistas”. Esta organización,
cuyo propósito político era el derrocamiento de la burguesía a través de la revolución social, le solicitó que
escribiera junto a F. Engels un documento en el que expusiera sus objetivos y creencias. El resultado fue
“El manifiesto comunista” de 1848, probablemente el escrito más icónico de la tradición de las izquierdas.
Les compartimos este breve texto de Umberto Eco sobre el Manifiesto Comunista y su estilo narrativo.
https://www.sinpermiso.info/textos/sobre-el-estilo-del-manifiesto-comunista
También les dejamos el siguiente análisis del filosofo Darío Sztajnszrajber sobre este importante libro.
https://www.youtube.com/watch?v=Wc2gHhRm0c8&feature=emb_title
En 1849 Marx se trasladó a Londres y, a la luz del fracaso de las revoluciones políticas de 1848, comenzó
a apartarse de la actividad revolucionaria y a dedicarse al estudio del funcionamiento del sistema
capitalista. En 1852 comenzó sus famosos estudios en el Museo Británico sobre la condición de los
trabajadores bajo el capitalismo. Estos estudios se plasmarián en los tres volúmenes de El capital, de los
que se publicó solo el primero en 1867. Los otros dos volúmenes se publicarían tras su muerte.
Durante estos años Marx vivió precariamente con los escasos ingresos que le proporcionaban sus
artículos periodísticos y el apoyo económico que le dispensaba Engels. En 1863 Marx regresó a la
actividad política ingresando a la Internacional, una organización política que pretendía coordinar las
luchas obreras más allá de las fronteras nacionales. Pronto destacó en el movimiento y le dedicó varios
años de su vida. Comenzó a adquirir fama como líder de la Internacional y autor de El capital. Pero la
desintegración de la Internacional en 1876, el fracaso de varios movimientos revolucionarios y su propia
enfermedad afectaron sus últimos años de vida. Marx murió en 1883 en la ciudad de Londres.
La lectura que utilizaremos para aproximarnos al pensamiento de Karl Marx es la que ofrece
Anthony Guidens en su libro “El capitalismo y la moderna teoría social”. Como señalamos en la
clase anterior, Guiddens es un sociólogo británico (Londres, 1938) considerado por muchos como
uno de los cientistas sociales más influyentes del mundo de las últimas décadas. En “El
capitalismo y la moderna teoría social”, nos propone un recorrido por los principales autores que
dieron origen a la reflexión sociológica. A continuación, vamos a desarrollar las ideas centrales del
capítulo 3 de dicho libro, “El materialismo histórico”, que, recuerden, pueden consultar en la
bibliografía de la unidad 2.
Según Giddens, Karl Marx formuló un cuerpo enormemente diverso de teoría que ha llegado a
conocerse como materialismo histórico. Marx elaboró esa teoría por un camino complejo. Inició su
formación como filósofo en una era en que la disciplina estaba dominada por la figura y
pensamiento de G. W. F Hegel. El método de Hegel era de naturaleza idealista, lo que significa que
este pensador situaba el poder de las ideas en el centro de su concepción del mundo, afirmando,
en efecto, que la historia de la humanidad debía entenderse como la maduración de la mente o
espíritu humano. La filosofía de Hegel concebía un método dialéctico de pensamiento en el que se
considera que las contradicciones se fusionan en una verdad superior, o síntesis, que las integra y
las une.
En el siguiente video se amplía de manera más detallada la dialéctica del filósofo Hegel
https://www.youtube.com/watch?v=HAjRVxWacaQ&feature=emb_title
Marx conservó el método dialéctico de Hegel pero adoptó el materialismo esencial de Ludwing
Feuerbach. Antiguo seguidor de Hegel como Marx, Feuerbach había criticado al idealismo
hegeliano en favor del argumento materialista de que la existencia - es decir, el estado del ser en el
mundo material- precede al pensamiento. Marx extrajo lo que consideraba los elementos más
importantes de estos dos pensadores -la dialéctica de Hegel y el materialismo de Feuerbach- y los
incorporó a su propia orientación teórica. el materialismo dialéctico, que se centraba en las
relaciones dialécticas en el mundo material.
Durante la década de 1840, Marx se trasladó a París. Allí tomaría contacto con las ideas socialistas
que, surgidas al calor de la revolución francesa de 1789, proponían la necesidad de construir un
nuevo orden social basado en la igualdad y en la eliminación de las diferencias sociales. Estas
ideas serían muy influyentes en Marx pues marcarían todo su proyecto intelectual y político al
dedicarse por entero a comprender el funcionamiento del capitalismo como sistema social. No
explayaremos más sobre este punto el encuentro que viene.
Por entonces, Marx conocería también a su amigo y estrecho colaborador, Fiedrich Engels, quien lo
aproximó a los autores de la economía política británica. El materialismo dialéctico de Marx y su
correspondiente análisis del sector económico lo llevaron a mostrar interés por la obra de algunos
economistas políticos ingleses. Marx se sentía muy atraído por varias de sus posturas (como las
formulaciones sostenidas por Adam Smith y David Ricardo) porque creía que estos autores habían
identificado con acierto el trabajo humano dedicado a la producción de cosas como la fuente de la
creatividad y el avance potencial de las sociedades humanas.
Marx, sin embargo, señalaba que los economistas liberales se habían equivocado al considerar
como naturales las características del sistema económico y político de su tiempo. Según él, éstos
operaban con una noción ahistórica de la sociedad que suponía que los seres humanos eran seres
individuales y egoístas que actuaban orientados a su mera satisfacción. Marx propuso una
perspectiva radicalmente diferente. Según él los seres humanos se hacían a sí mismos (y, por
ende, a sus sociedades) por medio del trabajo que emprendían creativa y colectivamente para
resolver sus necesidades de existencia en un entorno social específico. En pocas palabras, la
innovación crucial que hizo Marx respecto a los economistas liberales reside en su idea de que los
seres humanos no viven ni producen como individuos, sino sólo como miembros de una forma
específica de sociedad.
Como sostiene Giddens, la concepción madura del materialismo histórico fue expuesta por Marx en
“La ideología Alemana” (1845), “El manifiesto comunista” (1848) y la “Contribución a la economía
política” (1859). En estas obras, Marx desarrolla dos aspectos de la vida material que resultan
cruciales para entender el cambio social desde su perspectiva: las “fuerzas productivas” y “las
relaciones de producción”. Marx define a las fuerzas productivas como los medios, instrumentos y
técnicas que disponen los hombres de una sociedad determinada para producir. En tanto que
concibe a las relaciones de producción como los vínculos sociales establecidos entre los seres
humanos en el proceso productivo. Para Marx, la articulación entre las fuerzas y las relaciones
sociales de producción configuraban un Modo de Producción, esto es, la manera determinada que
una sociedad mantenía entre sí para producir los bienes necesarios para la satisfacción de sus
necesidades.
En base a esta distinción, nos recuerda Giddens, Marx se propuso identificar los principales modos
de producción en la historia para dar cuenta de los enormes cambios sociales que habían tenido
lugar desde los primeros grupos de cazadores-recolectores hasta el moderno capitalismo
industrial. En una serie de pasajes, con diferentes grados de conocimiento histórico basado en la
experiencia europea, Marx escribió junto a Engels sobre el “comunismo primitivo”, el
“esclavismo”, el “feudalismo” y el “capitalismo”. En cada uno de los modos de producción, Marx
identificaba la existencia de una clase social explotadora y otra explotada. Las clases sociales
surgían allí donde las relaciones de producción implicaban una relación de trabajo que permitía la
apropiación del excedente de la producción por un grupo minoritario que, al hacerlo, explotaba a la
masa de productores. De allí que Marx sentenciara, en una de sus frases más citadas del
“Manifiesto comunista”, “La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”.
La metáfora “base/superestructura”.
Este pasaje ha generado un debate muy considerable en torno a exactamente cómo y en qué
medida la economía ejerce una influencia sobre otras esferas de la sociedad (el sistema político, la
religión, el arte, la ciencia, las formas familiares, etc). De esta manera, mientras algunos críticos de
Marx han encontrado en esta metáfora un reduccionismo economicistas de su enfoque, otros han
tratado de reflexionar en las medicaciones entre la economía, la política y la cultura. Como veremos
en la unidad 3, buena parte de los autores que continuaron con el legado de Marx en el siglo XX
dirigieron sus esfuerzos a explorar precisamente estas temáticas.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=E7yv5vMmw9w&feature=emb_title
Esto es todo por el encuentro de hoy. La próxima clase continuaremos profundizando otros
aspectos del pensamiento de Marx pero centrándonos en las críticas que formuló más
específicamente al sistema capitalista como modo de producción.