Los Sapos de Nagori
Los Sapos de Nagori
Los Sapos de Nagori
A medida que el sol se ponía sobre la India, los corazones de millones de indios latían con la
expectación de un nuevo amanecer, el amanecer de la independencia. Sin embargo, en medio de
la agitación de las celebraciones y los discursos en el Red Fort, una pequeña aldea llamada Nagori
se convirtió en el escenario de un inusual suceso.
Los habitantes de Nagori, que rara vez eran testigos de eventos notables, observaron perplejos
cómo los sapos del estanque del pueblo se volvían particularmente vocales en aquella noche
histórica. En lugar de su croar usual, estos anfibios parecían entonar algún tipo de canto, un coro
de sapos en pleno apogeo. La algarabía de los sapos se propagó por todo el pueblo como un
rumor, y pronto, tanto jóvenes como ancianos se aglomeraron alrededor del estanque.
Los aldeanos recordaron con asombro que la última vez que habían presenciado una agitación
semejante en la población de sapos había sido durante los días más oscuros de la lucha por la
independencia. ¿Podría haber una conexión entre este inusual comportamiento anfibio y los
acontecimientos en curso en el país?
Los niños del pueblo, siempre dispuestos a encontrar un misterio en lo ordinario, reunieron a los
sapos en un círculo improvisado, como si fueran consejeros en una reunión secreta. La multitud
observaba con una mezcla de asombro y esperanza, y algunos llegaron a interpretar este
fenómeno como una señal de buen augurio para la recién nacida India independiente.
A medida que los discursos de líderes como Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru resonaban en
Nueva Delhi, los sapos de Nagori continuaron su estrafalario concierto, mientras que los
habitantes de la desértica Nagori no sabían que ya eran no eran parte de un Imperio que se
desmoronaba, sino que ahora eran parte de una nación libre y nueva.
La noche de los sapos parlantes en Nagori puede haber sido un episodio efímero y local, pero
sigue siendo un enigma sin resolver en la vasta narrativa de la independencia india. Aunque estos
modestos anfibios no alteraron el curso de la historia, dejaron su huella en la memoria colectiva
de la aldea y enriquecieron las leyendas locales con un toque de misterio y maravilla.