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LENGUA Y LITERATURA

Tema:

Línea Temas generales Temas delimitados


Medicina Abuso de sustancias Causa y consecuencias del
permitidas y no permitidas abuso de sustancias

Objetivo general:

Promover la conciencia y la educación sobre los riesgos del abuso de sustancias, tanto permitidas
como no permitidas, con el objetivo de mejorar la salud y el bienestar de individuos de todas las
edades.

Objetivo específico:

· Evaluar el impacto del abuso de sustancias permitidas y no permitidas en la salud pública

· Diseñar e implementar programas de prevención y tratamiento

· Investigar factores de riesgo y protectores relacionados con el abuso de sustancias

BOSQUEJO

Tema: Abuso de sustancias permitidas y no permitidas

I. Impacto del abuso de sustancias en la salud


1.1- tendencias de consumo de sustancias permitidas y no permitidas.
1.2- Consecuencias para la salud física y mental asociadas con el abuso de estas sustancias.

1.3- costos económicos y sociales relacionados con el abuso de sustancias en términos de atención
médica, pérdida de productividad, delincuencia, etc.

II. programas de prevención y tratamiento


2.1- Desarrollar estrategias de prevención que aborden el abuso de sustancias
permitidas y no permitidas.
2.2- Evaluar la efectividad de programas de tratamiento para ayudar a las personas con
problemas de abuso de sustancias a superar su adicción.
2.3- Identificar barreras y facilitadores para acceder a servicios de tratamiento y
prevención.

III. Factores de riesgo y protectores


3.1- Identificar los factores individuales y familiares que contribuyen al abuso de sustancias.
3.2- Analizar los factores que pueden proteger a las personas del abuso de sustancias y promover
un comportamiento saludable.

3.3- Investigar las conexiones entre el abuso de sustancias y otros problemas sociales, como la
violencia doméstica, la falta de empleo y la desigualdad.

Marco Teórico

Según el Hopital San Juan Capestrano (10-OCT-2019) EL abuso de sustancias puede


definirse como el uso excesivo de sustancias con el fin de experimentar resultados que
alteran la mente y el estado de ánimo. El uso de estas sustancias de manera excesiva causa
la activación directa del sistema de recompensa del cerebro. Esta activación es tan potente
que inhibe la capacidad de enfocarnos en las cosas que normalmente nos enfocamos, lo
que a fin de cuentas puede resultar en alteraciones significativas en la vida cotidiana de
una persona. Después de un uso prolongado, los individuos suelen desarrollar una
dependencia a estas sustancias como resultado de las alteraciones químicas que ocurren
en su cerebro como resultado directo de haberlas utilizado. Estas alteraciones impiden que
el adicto pueda suspender el uso de las sustancias.

Tipos de sustancias adictivas

• Alcohol: El alcohol es una sustancia psicoactiva legal que, cuando se consume en exceso y
de manera repetida, puede llevar al abuso y la dependencia, causando problemas físicos y
sociales.

• El tabaco: es una droga estimulante del sistema nervioso central. Uno de sus
componentes, la nicotina, posee una enorme capacidad adictiva, y es la causa por la que
su consumo produce dependencia. Durante la combustión del tabaco se originan más de
4.000 productos tóxicos diferentes.
• Drogas ilegales: Incluye sustancias como la marihuana, cocaína y heroína, que son ilegales
en muchas jurisdicciones. El abuso de estas drogas puede tener efectos devastadores en la
salud física y mental de los individuos.

• Medicamentos recetados: Incluye medicamentos como los opioides y las benzodiacepinas,


que son recetados por profesionales de la salud pero pueden ser abusados cuando se
toman en dosis o formas no indicadas, lo que puede llevar a la dependencia y otros
problemas de salud.

I. 1.1

Algunas investigaciones (Observatorio Español sobre Drogas, 2004) han señalado una
tendencia descendente en los consumos de determinadas sustancias, como la heroína, los
alucinógenos, los inhalables, el crac y también el alcohol. Otro indicador de este descenso
son las admisiones a tratamiento por abuso o dependencia de sustancias psicoactivas, que
viene reduciéndose desde los 54.338 casos de 1998, pasando por los 49.487 casos de
2000, a los 46.744 admitidos en 2002.

A pesar de estas informaciones positivas respecto al fenómeno, también están


apareciendo nuevos perfiles en la adicción a sustancias. Cada vez es más inusual encontrar
en las calles la imagen del joven o el adulto tremendamente deteriorado por el consumo
compulsivo de sustancias, con el enorme impacto social y sanitario que representaba. Los
consumos abusivos de sustancias se están interiorizando en la dinámica cotidiana de la
sociedad y no son percibidos, son invisibles, hasta que la situación entra en una fase
crítica.

I. 1.2

El efecto de las drogas en la salud física

El abuso de drogas puede tener un impacto tan grave en su hijo que le altere la vida: su
salud física y mental está en juego. Aquí es donde aprenderá más sobre las consecuencias
para la salud del abuso de drogas en su adolescente.

Salud física

El abuso de drogas puede afectar adversamente todos los sistemas importantes del cuerpo
humano.
Los adolescentes que toman drogas pueden participar en conductas de riesgo de contraer
VIH-SIDA u otras enfermedades de transmisión sexual porque se inyectan la droga con
agujas usadas, o porque bajo los efectos de psicotrópicos toman decisiones incorrectas y
no controlan sus impulsos, por eso es más probable que participen en conductas sexuales
de riesgo.

Salud mental

Varios problemas de salud mental, por ejemplo depresión, retraso del desarrollo, apatía,
síndrome de abstinencia, y otras disfunciones psicosociales, a menudo se vinculan con el
abuso de sustancias en adolescentes. Los jóvenes que abusan de sustancias tienen más
riesgo de sufrir de problemas mentales como depresión, problemas de conducta,
trastornos de personalidad, pensamientos suicidas, intento de suicidio y suicidio. Se ha
demostrado que fumar mariguana, que predomina entre la juventud, interfiere con la
memoria de corto plazo, el aprendizaje y las habilidades motrices.

I. 1.3

El abuso de sustancias, ya sean drogas legales o ilegales, conlleva costos significativos tanto
a nivel económico como social. Estos costos pueden dividirse en diversas categorías:

1. Atención Médica: El abuso de sustancias a menudo resulta en problemas de salud física


y mental que requieren atención médica. Esto incluye tratamientos de desintoxicación,
terapia, hospitalizaciones, tratamientos para enfermedades relacionadas con el consumo
de sustancias, y programas de rehabilitación. Los costos médicos son sustanciales y pueden
abrumar a los sistemas de salud.

2. Pérdida de Productividad: Las personas que abusan de sustancias a menudo tienen


dificultades para mantener empleos estables y productivos. La pérdida de productividad
puede deberse a faltas en el trabajo, ausentismo, disminución del rendimiento laboral y, en
algunos casos, la pérdida de empleo. Esto afecta no solo a los individuos, sino también a
las empresas y la economía en general.

3. Delincuencia y Sistema Judicial: El abuso de sustancias está relacionado con la comisión


de delitos. Las personas pueden cometer delitos para financiar su adicción, o pueden estar
involucradas en actividades ilegales relacionadas con las sustancias. Esto aumenta la carga
sobre el sistema judicial, incluyendo costos de arresto, procesamiento y encarcelamiento.
4. Costos Sociales: El abuso de sustancias puede tener un impacto negativo en las
relaciones familiares, la educación y la cohesión social. Los costos sociales incluyen la
disrupción de familias, la pérdida de oportunidades educativas y la estigmatización de las
personas que luchan con la adicción.

5. Costos de Salud Pública: Los costos de salud pública incluyen la prevención y el


tratamiento de enfermedades y lesiones relacionadas con el abuso de sustancias, así como
programas de educación y prevención. Además, hay costos asociados con la gestión de
epidemias de abuso de sustancias, como la epidemia de opioides en Estados Unidos.

6. Costos de Emergencia y Servicios Sociales: Las personas que abusan de sustancias a


menudo requieren servicios de emergencia, como atención médica de urgencia, servicios
de crisis y refugio temporal. Esto coloca una carga adicional en los servicios de respuesta
de emergencia y en los recursos destinados a ayudar a las personas en crisis.

7. Costos en el Sistema de Bienestar Infantil: El abuso de sustancias a menudo resulta en la


separación de familias y la participación de niños en el sistema de bienestar infantil. Esto
implica costos considerables para la supervisión y cuidado de los niños involucrados.

II. 2.1

Según ruben.hernandez - Fiscalía General del Estado 10/06/2014

Las adicciones pueden afectar a hombres y mujeres de cualquier edad, nivel de educación
o clase social. Una adicción es cuando la persona siente el deseo incontrolable de recurrir
al consumo de determinadas sustancias, por lo general químicas, ya sea de modo continúo
o periódico. Es decir, la persona adicta a una sustancia no puede controlar el deseo de
utilizarla. La adicción al alcohol y las drogas debe ser vista como un problema que afecta
no sólo al que se intoxica con esas sustancias, sino como un conflicto de todo el grupo
familiar al que pertenece el adicto.

El cariño y la atención hacia los menores juegan un papel muy importante en la prevención
de las adicciones. Si los niños y niñas crecen con amor y seguridad, si tienen confianza para
comunicarse, si se sienten comprendidos y valorados, pero además en la familia no hay
adicciones, será difícil que busquen el camino de las drogas.

Las señales más frecuentes de que los menores pueden estar en contacto con las drogas
son:
- Tendencia a la soledad.

- Cambios constantes de conducta.

- Dificultad para asumir responsabilidades.

- Disminución del rendimiento escolar.

- Cambio repentino de amistades.

- Falta de interés en actividades que antes le gustaban.

- Duerme mucho o casi no duerme.

- Siempre necesita dinero o tiene mucho dinero.

- Disminuye su apetito.

- Dice mentiras.

- Hay pequeños hurtos en casa.

Medidas de Prevención contra las Adicciones

Para prevenir el fenómeno adictivo se recomienda:

1. Integrar a la Familia en un ambiente de comunicación, respeto y confianza.

2. Establecer lazos de afecto y convivencia positiva con familiares, grupos de


amigos,vecinos, maestros etc..

3. Reconocer a nuestros hijos los logros, habilidades y capacidades personales.

4. Crear el hábito del estudio, lectura y participación en actividades fuera de la


escuela.

Recuerde que la autoestima de los menores se fortalece:

1. Demostrando interés por sus gustos.

2. Aceptándolos, sin compararlos con nadie.

3. Ayudándolos a obtener confianza en sí mismos, autovalorarse y quererse.


4. Aprovechando el tiempo libre para la convivencia con ellos.

5. Expresándoles cariño y respeto

II. 2.2

TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS EFECTIVOS EN CONDUCTAS ADICTIVAS

La mayoría de las personas que sufren problemas adictivos no reciben ayuda alguna, sin
embargo, las pruebas demuestran claramente que las que reciben ciertas formas de
tratamiento reducen su consumo de sustancias psicoactivas y mejoran otros aspectos de
su vida. En general, los tratamientos producen mejores resultados cuando se tratan los
problemas adicionales del individuo. Además de disminuir (o eliminar) el uso de
sustancias, los objetivos de los tratamientos se dirigen a procurar que los individuos
vuelvan a funcionar productivamente dentro de la familia, el trabajo y la comunidad. Las
formas de medir la eficacia de los tratamientos incluyen el funcionamiento de la persona a
nivel laboral, legal, familiar, social y su condición médica y psicológica. En general, el
tratamiento de la adicción a drogas es tan efectivo como el tratamiento de otras
enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y el asma (NIDA, 1999).

II. 2.3

Barreras:

Económicas: La falta de seguro médico, costos elevados de tratamiento o medicamentos,


y gastos relacionados con el transporte pueden ser barreras significativas.

Geográficas: La ubicación de los servicios de salud y la falta de acceso a transporte


público o privado pueden dificultar el acceso.

Estigma: El estigma social asociado con ciertas condiciones de salud puede hacer que las
personas eviten buscar tratamiento.

Idioma y cultura: La barrera del idioma y la falta de comprensión cultural pueden


dificultar la comunicación y la comprensión de las opciones de tratamiento.
Desconocimiento: Las personas pueden no estar al tanto de los servicios disponibles o
de la importancia de la prevención y el tratamiento.

Miedo y ansiedad: El miedo a procedimientos médicos o al diagnóstico puede ser una


barrera importante para algunas personas.

Facilitadores:

Acceso financiero: La disponibilidad de seguros médicos, programas de asistencia y


tarifas asequibles puede facilitar el acceso a servicios de tratamiento y prevención.

Ubicación y transporte: La proximidad de servicios de salud y el acceso fácil al transporte


público pueden facilitar la asistencia.

Educación y concienciación: La información sobre la importancia de la prevención y el


tratamiento, así como la educación sobre la salud, pueden aumentar la concienciación y
facilitar el acceso.

Cultura y competencia cultural: La adaptación de los servicios de salud a las necesidades


culturales y lingüísticas de la población puede mejorar el acceso.

Red de apoyo: La existencia de una red de apoyo, como amigos, familiares o grupos de
apoyo, puede facilitar la toma de decisiones y la asistencia a servicios de salud.

Eliminación del estigma: Los esfuerzos para reducir el estigma en torno a ciertas
enfermedades pueden alentar a las personas a buscar tratamiento.

Para identificar estas barreras y facilitadores, se pueden llevar a cabo investigaciones


cualitativas y cuantitativas, como encuestas, grupos focales y entrevistas con las personas
afectadas y los proveedores de atención médica. También es importante consultar con
expertos en salud pública y trabajar en colaboración con organizaciones locales de salud y
comunidad para abordar estas cuestiones de manera efectiva.
III. 3.1

Reconocer las causas que predisponen al consumo de sustancias adictivas, resulta

sumamente complejo debido a la diversidad de factores que se vinculan

con el problema.

Siempre nos hemos preguntado qué es lo que lleva a los sujetos a

experimentar con alguna sustancia psicoactiva y la respuesta no es

sencilla.

Se ha logrado identificar una serie de condiciones, llamadas factores

de riesgo, que determinan o aumentan la posibilidad del consumo de

drogas y existen otras que reducen la probabilidad del consumo, que son

conocidas como factores protectores. Tanto los factores protectores

como los de riesgo, pueden aparecer en el individuo, la familia, grupo de

pares, la escuela, la comunidad y la sociedad.

Factores de Riesgo

Es el elemento procedente del campo social, individual o de la

propia naturaleza cuya presencia, ausencia, déficit o exceso

hace que una persona se aproxime riesgosamente a tomar

contacto con una sustancia adictiva y la consuma.

Entre los principales podemos mencionar los siguientes:

1. En el individuo:

• Dificultad en el manejo de las emociones.

• Problemas de identidad, falta de límites.

• Problemas con el autoconcepto y la autoestima.

• Falta de asertividad, (incapaz de expresar ideas,

sentimientos, emociones)

• Dificultades para la toma de decisiones frente a la


presión de grupo, en donde creen que para ser aceptados

por el grupo es necesario hacer todo lo que el grupo diga,

aún cuando esto signifique consumir drogas.

• Dificultad para postergar situaciones agradables

placenteras.

• Pobre control de impulsos.

• Búsqueda de emociones intensas, sensaciones fuertes.

• Experimentación de nuevas emociones para escapar de

sus problemas.

• Fracaso escolar.

• Antecedentes de consumo de alcohol y otras drogas en la

familia.

• Problemas físicos y/o neurológicos.

• Frustraciones ante cualquier situación difícil y baja

tolerancia a situaciones de conflicto.

• Curiosidad por probar, qué se siente consumir drogas.

• Aceptación inicial hacia el consumo de drogas.

• Visión pesimista de su futuro por la carencia de metas y de

un proyecto de vida, deprimiéndose con facilidad

2. En la familia:

• Incomprensión familiar.

• Poca comunicación con los miembros de la familia.

• Recibir maltrato físico y psicológico .

• Familia muy autoritaria, práctica frecuente de castigo

físico y maltrato moral.

• Sobreprotección, fuerte dependencia, falta de estímulo a

la autonomía.

• Vivir en un hogar donde no hay autoridad, ni reglas.


• Ausencia de figuras de autoridad (falta de vínculos

afectivos), padres permisivos.

• Falta de valores.

• Ausencia de algún padre.

• Expectativas poco reales.

• Ausencia de reconocimiento

III. 3.2

Factores Protectores

Son aquellos factores personales, familiares y/o sociales que protegen al

individuo del consumo de sustancias psicoactivas y que le permitirán

enfrentar exitosamente los problemas, haciendo más difícil su

aparición.

1. Individuales:

• Tener adecuada autoestima y autocontrol en el manejo de

emociones.

• Adecuada capacidad para comunicarse.

• Capacidad para postergar gratificaciones.

• Tener expectativas reales, tener un proyecto de vida, una

actitud positiva frente a la vida y tener autodisciplina.

• Capacidad para manejar la presión de grupo y para tomar

decisiones.

• Ser eficaz en el trabajo, juegos y relaciones (asertividad).

• Tolerante y solidario en sus relaciones con las personas

especialmente en la familia, comunidad y sociedad.

• Habilidad para resolver problemas.


• Pensamiento autónomo y crítico.

• Valores espirituales.

• Capacidad para el disfrute de la vida.

• Cuidado de la salud.

• Éxito educativo.

• Compromiso personal de no consumir.

2. Familiares:

• Familia integrada y funcional que proporcione un

ambiente propicio para el crecimiento y desarrollo.

• Familia en la que todos los miembros se apoyan

mutuamente para los logros tanto personales como

familiares.

• Participación en las actividades y responsabilidades del

hogar.

• Capacidad de resistir las influencias negativas del medio.

• Disciplina, límites claros y precisos, normas que todos

comparten.

• Comunicación abierta.

• Ambiente de armonía y afecto.

• Existencia de valores positivos.

• Reconocimiento de logros.

• Necesidades básicas cubiertas.

III. 3.3

El abuso de sustancias y otros problemas sociales están interconectados de varias


maneras. A continuación, se describen algunas de las conexiones más comunes:
1. Violencia doméstica y abuso de sustancias:

- El abuso de sustancias puede aumentar la probabilidad de violencia doméstica, ya que


el consumo de drogas o alcohol a menudo reduce la inhibición y puede llevar a
comportamientos agresivos.

- Las personas que son víctimas de violencia doméstica a menudo recurren al abuso de
sustancias como mecanismo de afrontamiento para lidiar con el trauma y el estrés.

2. Falta de empleo y abuso de sustancias:

- El abuso de sustancias puede afectar negativamente la capacidad de una persona para


mantener un empleo estable debido a la disminución de la productividad, el ausentismo y
la falta de fiabilidad.

- A su vez, la falta de empleo y las dificultades económicas pueden llevar a algunas


personas a recurrir al abuso de sustancias como una forma de lidiar con el estrés y la
desesperación.

3. Desigualdad y abuso de sustancias:

- La falta de acceso a oportunidades educativas y económicas, así como la discriminación


sistémica, pueden aumentar la probabilidad de que las personas recurran al abuso de
sustancias como una forma de hacer frente a la desigualdad y la opresión.

- La desigualdad también puede afectar el acceso a servicios de tratamiento y prevención


del abuso de sustancias, lo que puede perpetuar el ciclo del abuso de sustancias en
comunidades marginadas.

4. Problemas de salud mental y abuso de sustancias:

- Existe una fuerte interconexión entre los trastornos de salud mental y el abuso de
sustancias. Las personas que luchan con problemas de salud mental, como la depresión o
la ansiedad, pueden recurrir al abuso de sustancias para automedicarse y aliviar sus
síntomas.

- A su vez, el abuso de sustancias puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de


salud mental o empeorar los existentes.

5. Impacto en la familia y la comunidad:


- El abuso de sustancias puede tener un efecto devastador en las familias, contribuyendo
a la disolución de relaciones, la pérdida de custodia de los hijos y la inestabilidad del hogar.

- A nivel comunitario, el abuso de sustancias puede dar lugar a la delincuencia, la falta de


seguridad y la desorganización social, lo que puede exacerbar otros problemas sociales.

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