Responsabilidad Civil
Responsabilidad Civil
Responsabilidad Civil
La responsabilidad civil es la obligación de pagar por los daños y perjuicios que se causen a una
persona o a su patrimonio.
Preguntas relacionadas
¿Cuáles son los elementos de la responsabilidad civil?
Destaca Gaviria (2018) que los elementos que caracterizan la responsabilidad jurídico-
civil son: el hecho, la culpa, el nexo causal y el daño, ya sea contractual o
extracontractual.
Así, las características del daño son: i) que sea cierto, presente o futuro; ii)
determinado o determinable y anormal y iii) que se trate de una situación
jurídicamente protegida, esto es, que no se trate de situaciones jurídicas ilegítimas o
contrarias a la ley y la Constitución.3 jul. 2018
Artículo 1185.
Recaudos y Requisitos:
RESPONSABILIDAD CIVIL
Es la obligación de reparar un daño por el incumplimiento culposo de un contrato o
de una obligación legal. Ejemplo: «El dueño de un vehículo puede ser sujeto
de responsabilidad civil por el daño ocasionado por el hecho culposo del conductor
del mismo».
“El que con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a
otro, está obligado a repararlo.
La responsabilidad civil por el daño producido por una conducta penalmente relevante es,
en principio, de carácter extracontractual[1]. En consecuencia, el ejercicio de la acción
civil en el proceso penal debe enfocarse en los elementos constitutivos de la responsabilidad
civil extracontractual por infracción del deber genérico de no dañar a otro.
a) La acción dañosa
Lea también: ¿Cuáles son las clases de tipos penales? Bien explicado
b) El daño
En el caso de la acción civil ejercida en el proceso penal, el daño civil resarcible no tiene
que formar parte del tipo penal del delito juzgado[10], por lo que no sólo el titular del bien
jurídico protegido puede constituirse en actor civil. El artículo 94.1 del CPP es muy claro al
señalar que el agraviado en el proceso penal es tanto el ofendido por el delito (titular del
bien jurídico penalmente protegido), como el perjudicado por las consecuencias del mismo
(el que padece daños civilmente reparables). Solamente el agraviado que es perjudicado por
el delito conforme a la normativa jurídico-civil, puede constituirse en actor civil dentro del
proceso penal (artículo 98 del CPP).
c) La relación de causalidad
De entre ellas, la que más reconocimiento ha recibido entre los civilistas es la teoría de la
causa adecuada, según la cual una causa es adecuada respecto del resultado cuando de
acuerdo a la experiencia normal y cotidiana debe ser capaz o adecuada para producir el
daño causalmente provocado[12]. En el plano legislativo, esta caracterización de la relación
de causalidad es la que asume, por lo demás, el artículo 1985 del CC[13].
Lea también: [Precedente vinculante] Confesión sincera no puede ser valorada para
establecer monto de reparación civil [R.N. 948-2005, Junín]
Dado que el artículo 101 del CP establece que las disposiciones del Código Civil resultan
aplicables a la reparación civil ejercida en el proceso penal, la relación de causalidad
debería determinarse con el parámetro de la causa adecuada recogida en el artículo 1985 del
CC.
Por un lado, están los factores de atribución de carácter subjetivo que responden a
situaciones internas del causante del daño: la culpa y el dolo civil. Por otro lado, se
encuentran los factores de atribución de naturaleza objetiva que van desde la sola
adecuación de la acción para causar el daño hasta criterios de distribución eficiente del
riesgo. Un ordenamiento jurídico no tiene que optar necesariamente por uno de estos tipos
de factores de atribución, sino que puede decidir operativamente su aplicación en función
de los ámbitos en los que se produce el daño civilmente reparable. Así lo ha hecho
precisamente el Código Civil Peruano.
Lo interesante de la distinción.
Artículo 1.271.- El deudor será condenado al pago de los daños y perjuicios, tanto
por inejecución de la obligación como por retardo en la ejecución, si no prueba
que la inejecución o el retardo provienen de una causa extraña que no le sea
imputable, aunque de su parte no haya habido mala fe.
1. Obligaciones de resultado:
1. Obligaciones de medio:
Son aquellas en las cuales el deudor no se compromete a un resultado
determinado, sino a cumplir cierto esfuerzo, a tomar ciertas medidas en el
desarrollo de la actividad.
Clases de culpa.
Según consista en una actividad e hacer o de no hacer por parte del deudor.
La imputabilidad.
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3. Responsabilidad Penal
4. Responsabilidad Administrativa
LA RESPONSABILIDAD
Es la obligación que incumbe a una persona, de reparar y asumir las consecuencias de
un daño ocasionado libremente. (Con intención, o por negligencia, o por imprudencia, o por
otra causa legal) por su propio hecho, o por el hecho de las personas, o cosas dependientes de
ella.
"Es la obligación de reparar y satisfacer por uno mismo, o en ocasiones especiales por otro, la
pérdida causada, el mal inferido o el daño originado".
La Responsabilidad Contractual
La Responsabilidad Extracontractual
Responsabilidad civil
Responsabilidad penal
Responsabilidad disciplinaria
RESPONSABILIDAD CIVIL
Es la obligación que incumbe a una persona de reparar el daño causado a otra por su propio
hecho, o por el hecho de las personas o cosas dependientes de ella.
"… La responsabilidad civil extracontractual por hecho ilícito comprende diversas hipótesis:
2) Responsabilidad indirecta o por hecho ajeno, en que el hecho u omisión que causó de
inmediato el daño fue cometido por una persona distinta de la obligada a responder por la
víctima. Un ejemplo de ello está establecido en el artículo 1.191 del Código Civil , de
conformidad con el cual los dueños y principales o directores son responsables del daño
causado por el hecho ilícito de sus sirvientes y dependientes en el ejercicio de las funciones que
les han empleado.
3) La responsabilidad por los daños causados por animales y cosas de su propiedad o bajo
guarda o cuidado, prevista en los artículos 1.192, 1.193 y 1.194 del Código Civil…"
Cuando una persona que es titular de un derecho, hace uso excesivo o abuso de ese derecho, es
responsable de los daños ocasionados. El abuso de derecho tiene la misma obligación del
hecho ilícito. Se encuentra contenido en el Artículo 1185 CC, segunda parte que expresa lo
siguiente: "Debe igualmente reparación quien haya causado un daño a otro, excediendo, en el
ejercicio de su derecho, los límites fijados por la buena fe o por el objeto en vista del cual le ha
sido conferido ese derecho".
Es necesario un daño experimentado por la víctima y causado por el autor del acto
abusivo.
En cuanto a las condiciones externas para determinar cuándo se está en presencia de un acto
abusivo, deben tenerse en cuenta las siguientes nociones estructuradas por la doctrina. Para que
exista un acto abusivo de derecho es necesario:
RESPONSABILIDAD PENAL
Es la consecuencia última del comportamiento delictivo, en cuanto a la sanción penal que deba
imponerse al autor del delito por su acción y omisión
La responsabilidad penal la impone el Estado , y consiste en una pena que busca castigar al
delincuente e intentar su reinserción para evitar que vuelva a delinquir.
Esta responsabilidad por el medio de comisión puede ser tanto directa como indirecta.
El Artículo 113 del Código Penal consagra la responsabilidad civil derivada de delito en los
siguientes términos:
ART. 113. "Toda persona responsable criminalmente de algún delito o falta, lo es también
civilmente.
La responsabilidad civil nacida de la penal no cesa porque se extingan éstas o la pena, si no que
durará como las demás obligaciones civiles con sujeción a las reglas del derecho civil
Sin embargo, el perdón de la parte ofendida respecto a la acción penal, produce la renuncia de la
acción civil si no se ha hecho reserva expresa.
Se prescribirá por diez años la acción civil que proceda contra funcionarios públicos por hechos
ejecutados en el ejercicio del cargo".
Del sencillo precepto del encabezamiento del trascrito artículos salta a la vista lo que se
denomina "responsabilidad civil derivada de la penal", que para algunos autores es preferible
denominar "responsabilidad civil derivada del acto ilícito penal", puesto que todo delito o falta
engendra consecuencias en dos campos perfectamente diferenciados: el penal y el civil.
La diferenciación entre ambos conceptos (ilícito civil e ilícito penal) nos la ha resuelto,
precisamente, la conceptualización legal de unos como constitutivos de infracción penal; de
otros, su exclusión de la esfera de este Derecho. Por tanto, bastará conocer cuales sean los actos
ilícitos que se condensen como infracciones penales para, por exclusión, englobar el resto en
los delitos llamados civiles. Es por esto por lo que el problema está íntimamente relacionado
con el de la precisión de notas características de los delitos penales.
Como apunta Cuello Calón, lo que realmente caracteriza el delito en su sanción penal es la ley
que lo sancione, pues sin esta no hay delito; por muy inmoral y socialmente dañosa que sea una
acción, si su ejecución no ha sido prohibida por la ley bajo la amenaza de una pena, no hay
delito (atipicidad).
De esto se deduce que lo característico para esta apreciación del delito es su catalogación dentro
del Código Penal, y, prescindiendo de cuál sea la posición de la distintas escuelas penales,
este concepto nos sobra y nos basta para afirmar que todos aquellos ataques al Derecho
subjetivo ajeno que determinen la obligación del resarcimiento del daño o perjuicio causado,
cuando no están expresamente considerados como delitos, serán actos ilícitos civiles que, no
obstante, engendrarán la misma obligación reparatoria.
En este sentido, Ruggieró apunta que mientras el delito civil es una categoría abstracta y
general, los delitos penales en el Derecho moderno son tipos fijos y concretos, designados con
denominaciones especiales y castigados con penas legalmente establecidas.
Dentro de las modalidades de la responsabilidad civil, podemos citar, entre otras, las siguientes:
b) Responsabilidad subsidiaria.
El 116 del Código Penal hace referencia a ésta, al aludir a las personas que responderán
civilmente "… en defecto de los que los sean criminalmente"; y lo propio hacen los Artículos
117 y 118 eiusdem, al referirse a las personas que son "responsables subsidiariamente".
ART. 117 CP. Son además responsables subsidiariamente los posaderos o directores de
establecimientos o casas de huéspedes, de los efectos robados a éstos dentro de las mismas
casas o establecimientos, o de su indemnización, siempre que los alojados hubieren
dado conocimiento al mismo posadero, o director o al que haga sus veces, del depósito de
aquellos objetos y además, hubieren observado las prevenciones que los dichos posaderos, o a
sus sustitutos, les hubieren hecho sobre cuidado y vigilancia de los mismos.
Esta responsabilidad no tendrá lugar en caso de robo con violencia hecha a las personas, a no
ser que éste haya sido ejecutado por los dependientes de la casa.
La misma responsabilidad subsidiaria y con las mismas condiciones, toca a los capitanes o
patrones de embarcaciones mercantes o de transporte , por el robo de los efectos de los
pasajeros puestos a bordo de ellas, salvo que lo que se dice en el párrafo anterior de los
dependientes, se entiende aquí de los empleados subalternos del buque.
ART. 118 CP (Maestro) Son también responsables subsidiariamente los maestros y las personas
dedicadas a cualquier género de industria, por las faltas o los delitos en que incurran sus
discípulos, oficiales o aprendices en el desempeño de su obligación o servicio.
No incurren en esta responsabilidad si prueban que no han podido evitar el hecho de sus
discípulos, oficiales o aprendices.
En este caso, la responsabilidad civil no está condicionada a la del responsable penal -que no
existe-, y se le impone al tercero no como consecuencia de una responsabilidad penal
preexistente, sino, cabalmente, en ausencia de ésta. Se trata de un responsable tan directo como
el principal del Artículo 113.
La encontramos en el Artículo 114 del Código Penal, el cual se refiere a los supuestos
de enajenación minoridad, sordomudez, estado de necesidad o miedo insuperable, en los
cuales, al haber ausencia de responsabilidad criminal por manifestaciones de eximentes, no se
da el requisito general del Artículo 113, exigido para la responsabilidad civil: la existencia de un
responsable penal.
En este supuesto, responden civilmente por igual, tanto el responsable criminalmente, como los
que no lo son. Ejemplo de este tipo de responsabilidad la encontramos en el Artículo 127 de la
Ley de Tránsito y Transporte Terrestre (G.O. N° 5.552 Extraordinario del 12-11 – 2001, el cual
establece:
". .. El conductor, el propietario del vehículo y su empresa aseguradora, están solidariamente
obligados a reparar todo daños que se cause con motivo de la circulación del vehículo, a menos
que se pruebe que el daño proviene de un hecho de la víctima, o de un tercero que haga
inevitable el daño; o que el accidente hubiese sido imprevisible para el conductor. Cuando el
hecho de la víctima o del tercero haya contribuido a causar el daño, se aplicará lo establecido en
el Código Civil… ".
Por lo que respecta a los legitimados para ejercer la acción civil derivada de delito, tenemos que
el Artículo 50 del Código Orgánico Procesal Penal establece que: "La acción civil para la
restitución, reparación e indemnización de los daños y perjuicios causados por el delito, sólo
podrá ser ejercida por la víctima o sus herederos, contra el autor y los partícipes del delito y, en
su caso, contra el tercero civilmente responsable"; en tanto que los Artículos 51 y 54 COPP
consagran que:
Artículo 51 COPP. Intereses Públicos y Sociales. Cuando se trate de delitos que han afectado
el patrimonio de la República , de los Estados o de los Municipios la acción civil será ejercida
por el Procurador General de la República, o por los Procuradores de los Estados o por los
Síndicos Municipales, respectivamente, salvo cuando el delito haya sido cometido por un
funcionario público en el ejercicio de sus funciones, caso en el cual corresponderá al Ministerio
Público.
Cuando los delitos hayan afectado intereses colectivos o difusos la acción civil será ejercida por
el Ministerio Público.
Cuando en la comisión del delito haya habido concurrencia de un particular con el funcionario
público, el ejercicio de la acción civil corresponderá al Ministerio Público.
El Procurador General o el Fiscal General de la República, según el caso, podrán decidir que la
acción sea planteada y proseguida por otros órganos del Estado o por entidades civiles.
Articulo 54 COPP. Las personas que no estén en condiciones socioeconómicas para demandar
podrán delegar en el Ministerio Público el ejercicio de la acción civil. Del mismo modo, la
acción derivada de la obligación del Estado a indemnizar a las víctimas de violaciones a
los derechos humanos que le sean imputables, podrá delegarse en la Defensoría del Pueblo,
cuando dicha acción no se hubiere delegado en el Ministerio Público.
El Ministerio Público, en todo caso, propondrá la demanda cuando quien haya sufrido el daño
sea un incapaz que carezca de representante legal.
En cuanto a su ejercicio, el Artículo 51 ejusdem, dispone que sólo podrá ejercerse "después que
la sentencia penal quede firme; sin perjuicio del derecho de la víctima de demandar ante la
jurisdicción civil".
En tal sentido, el interesado solicita la ejecución forzosa de la sentencia (Artículo 422 ibídem)
en lo atinente al momento para ejercer dicha acción.
"Firme la sentencia condenatoria, quienes estén legitimados para ejercer la acción civil podrán
demandar, ante el Juez unipersonal o el Juez presidente del tribunal que dictó la sentencia, la
reparación de los daños y la indemnización de perjuicios".
1. La restitución
El Artículo 121 ibidem, que trata lo relativo a la restitución y reparación del daño, dispone lo
siguiente:
"Artículo 121.- La restitución deberá hacerse de la misma cosa, siempre que sea posible con
pago de los deterioros o menoscabos, a regulación del Tribunal.
La restitución debe hacerse aun cuando la cosa se halle en poder de un tercero que la posea
legalmente, salvo su repetición contra quien corresponda.
No será aplicable esta disposición cuando el tercero haya adquirido la cosa en la forma y con los
requisitos establecidos por las leyes para hacerla irreivindicable.
La reparación se hará valorando la entidad del daño a regulación del Tribunal, atendido
el precio natural de la cosa, siempre que fuere posible, y el grado de afección en que la tenga el
agraviado; y sólo se exigirá cuando no haya lugar a la restitución".
LA RESTITUCIÓN
La acción de restitución hace referencia a la acción de volver una cosa a quien la tenía o a
restablecer una cosa al estado que antes tenía. Su función, en consecuencia, no es la de eliminar
o neutralizar el daño causado mediante la prestación de un o , sino propiamente la de dejar las
cosas como estaban, suprimiendo o borrando el daño causado. En otras palabras, su función es
la de restablecer el status quo ante. Su objeto, más que reparar los efectos nocivos del delito, lo
que trata es de evitarlos en todo o en parte.
LA INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS.
Las Tribunales regularán el importe de esta indemnización en los mismos términos prevenidos
para la reparación del daño en el artículo precedente".
RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
(Art. 139, 25, 141, 144, 259 CRBV) LEGAL (Art. 82 LOCG Y SNCF. 79 LEFP. 21 LCC)
Es aquella en que incurre el funcionario público que incumple una obligación o infringe una
prohibición propia de su cargo o función que afecten la legalidad , honradez, lealtad,
imparcialidad y eficiencia que deben observar en el desempeño de sus empleos, cargos o
comisiones. Y ello se encuentra sancionado con una medida disciplinaria.
Clases:
a) Responsabilidad civil
b) Responsabilidad penal
c) Responsabilidad disciplinaria
RESPONSABILIDAD CIVIL
Se origina cuando un funcionario público, ejerciendo una función pública, incurre en una acción
u omisión dolosa o culposa que produce un daño al patrimonio de la Administración del Estado
o de un particular.
La responsabilidad civil es la consecuencia derivada por los daños que pudiera ocasionar la
persona en el ejercicio de la función pública tanto a los administrados como a la
propia Administración (Estado), teniendo su basamento en el contenido del artículo 139, 25 y
259 constitucional, 1158 del Código Civil; 84 de la Ley Orgánica de la Contraloría y el Sistema
Nacional de Control Fiscal y 33, 46 al 82 de la Ley Contra la Corrupción.
RESPONSABILIDAD PENAL
Definida por Cruz, Pelekais y Torres (2005) en los siguientes términos: "Es la que surge cuando
un funcionario público, adecua su conducta a aquellos presupuestos fácticos que las leyes
pertinentes tipifican como delito y que conllevan a la aplicación de una pena,
independientemente de los demás hechos delictuosos que como cualquier otra persona pudieran
cometer", consagrándose en los artículos 46 al 82 de la Ley Contra la Corrupción los
presupuestos fácticos que regulan la conducta en el ejercicio de la función pública.
RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA
Es definida por Rondón (2004) como "…la consecuencia negativa
que recae sobre un sujeto sometido a una estructura organizativa cerrada, (…)
en los cuales hay normas tanto jurídicas como éticas que son tuteladas
por el jerarca, tutela esta que le permite ejercer el control sobre el personal
a su cargo, mediante instrucciones, ordenes de servicio, sanciones y medidas
disciplinarias". (p. 148). La responsabilidad disciplinaria surge por las
imputaciones que reciba la conducta del funcionario en aplicación de
supuestos contenidos en la Ley del Estatuto de la Función Pública
que regula las relaciones de los funcionarios públicos, teniendo su basamento
constitucional en los artículos 139, 25 constitucional; así como
en los preceptos 83 y 86 de la Ley del Estatuto de la Función Pública.
Es importante indicar que de acuerdo con el contenido del artículo 105
de la Ley Orgánica de la Contraloría y el Sistema Nacional de
Control Fiscal ante la gravedad de la actuación, abstención u
omisión del funcionario, el órgano contralor al momento de la
declaratoria de responsabilidad administrativa puede acordar la inhabilitación
para el ejercicio de un cargo público o la destitución del cargo,
sin embargo hay que separar estas circunstancias excepcionales de la consecuencia
de la responsabilidad disciplinaria declarado por el órgano contralor.