LIBRO El Sentido de Habitar - Borrador
LIBRO El Sentido de Habitar - Borrador
LIBRO El Sentido de Habitar - Borrador
Yaser Mallqui nace en Huancavelica, octubre, 1989. Cursa estudios en la universidad nacional del
centro del Perú y la universidad Pontificia Católica del Perú en lima. Título de arquitecto en 2021,
ha participado y ha tenido diversas menciones tanto en concursos de arquitectura, urbanismo y
arte, entre ellas esta: segundo puesto en el concurso de ciudades sostenibles y es considerado
entre los 30 mejores artistas jóvenes en el 2017 por Mafre, es un carpintero de nato por afición
PROLOGO
Es sentido o la razón de ser de este trabajo es muy esencial: nuestra capacidad inherente de él
que cada hombre tiene; nuestra capacidad de servir a los demás y es en ese servir que uno aporta
un poco aunque sea escribiendo, lo que ha visto, lo que ha aprendido haciendo, lo que conoce y
piensa para ayudar a que este sea un mundo mejor.
Introducción:
Maria Zambrano decía que se escribe para defender la soledad en que se está, y se escribe para
estar libres por siempre, también para lograr descifrar la huella dejada por una forma perdida de
existencia. UNA HUELLA PERDIDA es probable que este libro sea un pequeño intento de la
búsqueda de aquella huella perdida, o de esa palabra olvidad que momentáneamente a veces se
nos presenta y nos permite ver la verdad, la belleza y la poesía de vivir, y si este libro logra
trasmitir aunque sea con la mínima parte de esa verdad, entonces creo que vale la pena escribirlo.
Escribe un libro cargado de sueños, símbolos, casualidades encontradas y vividas, en fin todo lo
aprendido para luego compartirlo, eso es el fin final de todo conocimiento compartir y si habla de
lo esencial con mayor razón.
Es hoy o nunca, este es el inicio de un libro que parte de una investigación de pregrado “el sentido
de habitar la cabaña, tres casos de estudio” el libro lleva por título el sentido de habitar, aunque es
un libro de teoría arquitectónica, casi todos los conceptos y teorías en el que se apoyan y hacen
referencia son de diferentes áreas de conocimiento: como la filosofía, la poesía, el arte, la
sociología, la literatura. Ya que muchas de las respuestas que tratan de la esencialidad de su ser
hallas sobre la arquitectura no están en la misma arquitectura, están allá a fuera del a misma
disciplina.
Quiero escribir este libro, porque como dice maría Zambrano “escribir es defender la soledad en
que se está y se escribe para estar libres para siempre. También para lograr descifrar la huella
dejada por una forma perdida de existencia.
Iñaqui Ábalos en su libro la buena vida, que “solo desde la desprofesionalización de la mirada
podemos aprender a observar con nuestros propios ojo, , podemos aprender a mirar aquello que
realmente queremos ver” cuan acertada y n podría estar más de acuerdo . Para ello hace falta
matar a la arquitectura como escolástica; de la forma en que se enseñó a ver la arquitectura, y que
aún persisten. Cuando uno realmente aprender a ver la arquitectura, uno se da cuenta de que la
verdadera arquitectura no tiene que ver con la arquitectura en sí misma, sino que la arquitectura
tiene que ver por mucho con la vida, y es precisamente de donde surge… en estos tiempos
“modernos” todos vivimos, no todos vivimos realmente… vivir la vida es vivir la vida en todas sus
amplitudes y complejidades, es vivir la vida en todos sus pesares y alegrías, la vida no es
monotonía es complejidad, la vida no es estancamiento es movimiento, la vida no es permanencia
es evolución. Cuanto más nos ponemos a pensar sobre la vida y su sentido y su propósito y otras
miles de cosas más… con el tiempo se aprende que la vida existe simplemente para ser vivida.
Para ello hace falta ver; ver realmente, ver realmente no es solo mirar la superficie y sus
apariencias, es ver el interior; es poder ver la esencia de las cosas, aquello que no se puede tocar,
pero si sentir esa presencia de lo esencial.
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a esas manos que aun se manchan de tierra , a esas cabezas que aún viven como
piensan, a las montaña por darme lugar a mis mañanas y tardes de contemplación del horizonte.
Tengo que citar el poema de Cortázar…
A VECES, unas cuantas palabras ignoradas alcanzan un eco que resuena por espacio de siglos. Es
que en ellas transparece una actitud esencial. Palabras que son hechos y como los hechos, aunque
hayan sido realizados por alguien de marcadísima personalidad, parecen tener siempre algo de
impersonal. Puede olvidarse quién las dijo y pueden olvidarse hasta las palabras mismas. Pero
queda actuando, vivo y duradero, su sentido. (Zambrano, 1996, pág. 27)
En estas palabra escritas por María Zambrano queda desvelado con gran sencillez nuestra
búsqueda de lo esencial; de esa palabra olvidada, que en mi caso es la búsqueda del sentido de
habitar la habitar la cabaña, el sentido entendida como la razón de ser y la cabaña entendida no
por lo que es, sino por lo que representa; como arquetipo, como la fuente inicial, como punto de
partida del de la razón de ser de toda manifestación arquitectónica.
Y es en esta búsqueda donde razón y poesía del que tanto nos habla Zambrano cobra sentido,
adquieren existencia y se funden, solo así es posible comprender la realidad profunda del ser
humano, la huella dejada de una forma perdida de existencia, una forma perdida que está
presente en el hombre, porque es algo tan natural y consustancial al ser, pues como diría
Margaret Yourcenar en los inicios de su obra Memorias de Adriano:
Una parte de cada vida, y aun de cada vida insignificante, transcurre en buscar las razones de ser,
los puntos de partida, las fuentes. Mi impotencia para descubrirlos me llevó a veces a las
explicaciones mágicas, a buscar en los delirios de lo oculto lo que el sentido común no alcanzaba a
darme. Cuando los cálculos complicados resultan falsos, cuando los mismos filósofos no tienen ya
nada que decirnos, es excusable volverse hacia el parloteo fortuito de las aves, o hacia el lejano
contrapeso de los astros. (Yourcenar, 1994, pág. 14)