Extracto Libreto TADAO ANDO
Extracto Libreto TADAO ANDO
Extracto Libreto TADAO ANDO
LA CASA KOSHINO
DIRIGIDO POR RAX RINNEKANGAS
TEXTOS de los arquitectos Alberto Campo Baeza
Ignacio Bosch Reig y Juan Mª Moreno Seguí
Índice
02 CONTENIDO DEL DISCO
05 ALMA CALMA
19 LA BELLEZA CALMA
23 ABSTRACCIÓN Y AUSTERIDAD
COMO FILOSOFÍA
37 BIOGRAFÍA
42 BIBLIOGRAFÍA
1
CONTENIDO DEL DISCO
MENÚ PRINCIPAL
TADAO ANDO
LA CASA KOSHINO
ESCENAS
/escenas 1-4 / 5-8 / 9-12
/ver documental
SUBTÍTULOS
/castellano
/inglés
/sin subtítulos
DOCUMENTACIÓN
/Rax Rinnekangas*
CRÉDITOS
/patronato de la fundación
LA COLECCIÓN
/títulos
02
ESCENAS 1-4 / 5-8 / 9-12
03
ALMA CALMA
Una vez más Tadao Ando. Una vez más se me pide que escriba sobre Tadao Ando. Y vuelvo a hacerlo
muy a gusto, pues sigo pensando que es uno de los arquitectos más preclaros del panorama de la
arquitectura del Tercer Milenio en el que ya estamos. Si no el más sereno.
No recuerdo donde leí hace tiempo que en un viejo escudo heráldico de una familia española de
raigambre, figuraba el lema alma calma. Parece que este lema hubiera sido creado para Tadao Ando,
pues tanto su arquitectura como su persona rezuman una gran calma que le va muy bien a las obras
por él construidas.
La arquitectura siempre fue, y lo sigue siendo, una labor creadora que necesita de unos tiempos
mucho más dilatados que los de las otras creaciones artísticas. No puede haber mozarts ni picassos
en arquitectura.
Suele confundirse la creación artística, lo artístico, también la arquitectura, con el gesto, el desplante
o la forma caprichosa. Muy al contrario, la creación arquitectónica requiere un enorme rigor y precisión,
y una enorme cantidad de tiempo por parte del autor de la obra.
No me cansaré de insistir en que las obras de arquitectura que nos interesan no son fruto del capricho
ni de la moda ni de la arbitrariedad ni de los formalismos capaces de asombrar a los ignorantes.
Muy al contrario, la arquitectura reclama claridad en las ideas generadoras, precisión en el desarrollo
y adecuación en la construcción. Y siempre un tiempo dilatado.
Pues eso es lo que hace Tadao Ando. Lo expresaba muy bien Wittgenstein: «In Architecture the winner
of the race is the one who can run most slowly». Aunque yo haya hecho la trampa de cambiar la palabra
filosofía por arquitectura, la provocativa propuesta del filósofo austriaco se entiende muy bien: «en esta
labor creadora que es la arquitectura gana la carrera quien corre más despacio».
Se diría que Tadao Ando va despacio, muy despacio. Con calma, con mucha calma. Y es que, aunque
ya haya hecho un buen número de obras, parece que cada una de ellas ha sido concebida como si se
tratara de su única obra. También la casa Koshino, de la que trata el documental de Rax Rinnekangas
al que este texto sirve de introducción.
PERSONAL
Es curioso volver a escribir sobre una obra después de haberlo hecho nada más terminarse a principio
de los años ochenta. Tuve entonces (1982) la oportunidad de escribir y publicar el primer texto
en España sobre Tadao Ando. Y en aquel escrito aparecía de manera especial esta casa Koshino
que nuestro arquitecto acababa de construir. El artículo se titulaba: «Tadao Ando. Un japonés,
arquitecto universal» con el que aludía a ese aire nuevo, más universal que exclusivamente japonés,
que latía en la arquitectura de Ando.
05
La ocasión de escribir entonces sobre Tadao Ando fue peculiar. Andábamos algunos jóvenes
profesores del equipo de Javier Carvajal en los años ochenta preocupados por darle un aire nuevo
a aquella cátedra que, con la de Sáenz de Oíza y la de Vázquez de Castro en Proyectos, y la de
Fernández Alba en Elementos, eran los cuatro pilares de aquella Escuela de Arquitectura de Madrid.
Aún recuerdo mi entrevista con el rector Portaencasa, a fin de conseguir fondos para organizar todo
aquello. Y bien que lo organizamos aunque aquellos fondos fueran escasos. También colaboraron
el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y el Museo Español de Arte Contemporáneo.
Invitamos a los arquitectos que por entonces estaban en el candelero: Richard Meier, Peter Eisenman,
Jorge Silvetti, Raimund Abraham, Álvaro Siza y Eduardo Souto.Y también a Ricardo Legorreta tras
el fallido intento de Barragán, que declinó la invitación porque estaba enfermo, con una emocionante
carta donde decía que estaba «preparándose a bien morir».
Fue la primera conferencia, exposición incluida, que Tadao Ando dio en Europa. Vino, vio y venció.
Dio, como todos los arquitectos citados, las conferencias de rigor. La primera en el Aula Magna de la
Escuela de Arquitectura. Y la segunda en el Museo Español de Arte Contemporáneo, en lo que hoy es
el Museo del Traje, junto a la Escuela, donde se había montado la exposición. Todas las conferencias
se celebraron en olor de multitud. El arquitecto se quedó muy sorprendido y muy agradecido.
Le llevamos a todo lo habido y por haber en Madrid. Al Museo del Prado y también a El Escorial.
Le alojamos en el Hotel Palace. Organizamos todo de manera impecable, tan impecable que
todavía hoy me parece mentira. Con ocasión de este escrito he abierto cajas y carpetas con toda
la documentación que se produjo a raíz de esta visita y debo reconocer que son innumerables los
documentos.
Entre las fotografías que todavía conservo las hay muy interesantes: en el restaurante La Argentina
de la calle Gravina, hoy desaparecido, Tadao Ando con Ramiro Planas y conmigo, dando buena cuenta
de una estupenda paella. O sentados en la basa de una columna en El Escorial. O en la inauguración
de su Exposición en el Museo Español de Arte Contemporáneo, con Toshiaki Tange que, desde
Barcelona, era como yo corresponsal de A+U en España. O en la presentación de su multitudinaria
conferencia en la Escuela de Arquitectura de Madrid.
Aquella primera vez vino solo, sin Yumiko, y mantuvimos, así lo creí yo, largas conversaciones sobre
arquitectura. Claro que en su siguiente viaje a España, dos años más tarde, Yumiko, su mujer, me dijo
que él no hablaba nada de inglés. Deduje que nosotros, Ignacio Vicens y yo, lo habíamos hablado todo.
Desde entonces he tenido una especial buena relación con él. Cariño que corre paralelo a mi
admiración por su obra y a mi agradecimiento por su generosidad. Asistió a la inauguración
de mi exposición en Haghia Irene, en Estambul, en 2005.
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Tadao Ando con Ramiro Planas y Campo Baeza ante una paella,
de la que alabó la proporción de sus ingredientes. Madrid. 1982
Tadao Ando entre Toshiaki Tange y Campo Baeza inaugurando su primera exposición europea. Madrid. 1982
Casa Koshino (1979-1984) Alzado noreste.
Tadao Ando nació en Osaka, Japón, en 1941. Allí creció pasando gran parte de su tiempo en la
calle y educado por su abuela materna, de apellido Ando. Desde los diez años aprendió a trabajar
la madera con un carpintero local. “Nunca fui un buen estudiante. Siempre preferí aprender cosas
por mi cuenta fuera de la clase. Cuando tenía alrededor de dieciocho años, empecé a visitar templos,
santuarios y casas de té en Kioto y Nara, donde hay gran cantidad de buena arquitectura tradicional.
Fui estudiando arquitectura visitando edificaciones actuales y leyendo libros acerca de éstas”,
como el libro de Le Corbusier que compró: “redibujé los diseños de su primer período tantas veces
que emborroné las páginas”, dice Ando.
Tras su etapa como boxeador, Tadao Ando realizó varios viajes a Estados Unidos, Europa y África
entre los años 1962 y 1969, período que se considera como el de su aprendizaje autodidacta de la
arquitectura.
En 1969 funda Tadao Ando Architect & Associates en Osaka. “Mis primeros intentos de diseño fueron
de casitas de madera, algunos interiores y muebles. No hice mi aprendizaje con otro arquitecto porque
cada vez que lo intentaba me despedían por mi obstinación y mal genio”. A los seis años de fundar su
empresa, gana un premio de la Asociación Japonesa de Arquitectura por la Row House (casa Azuma)
de Sumiyoshi, primer proyecto que atrae la atención pública sobre él. Con el complejo de viviendas
Rokko (1978-1981), se evidencia de que por entonces su fama como arquitecto había desbordado
el ámbito local.
La década de los años ochenta le sirve a Tadao Ando para consolidar su reputación internacional,
con edificios como su Iglesia sobre el Agua, la Iglesia de la Luz o su Museo de los Niños. El auge de
su fama se vio reconocido cuando en 1985 recibió la Medalla Alvar Aalto de manos de la Asociación
de Arquitectos de Finlandia y en 1989 la Medalla de Oro de la Academia Francesa de Arquitectura.
A pesar de ser ya bien conocido fuera de Japón y de haber dictado clases en Estados Unidos
—Yale (1987), Columbia (1988) y Harvard (1990)—, concluía la década sin haber realizado ningún
proyecto fuera de su patria.
En 1991 se montó una exposición de su obra en el Museum of Modern Art de Nueva York, que
llevó al Washington Post a elogiarlo como “uno de los más destacados arquitectos vivos del mundo”.
En 1992 construyó el notable Pabellón de Japón para la Expo 92 de Sevilla, que pone a prueba
la capacidad de Ando de trabajar otros materiales además del hormigón.
Por la misma época construyó el centro para seminarios de Vitra, donde su obra se encontraba
junto a edificios de Grimshaw, Gehry, Hadid y Siza. En 1992 recibió en Dinamarca el prestigioso
Premio Carlsberg y el Pritzker en 1995, donde el jurado describió su trabajo como “un ensamblado
de sorpresas artísticas compuestas en espacio y forma... ambas sirven e inspiran... nunca habrá
un movimiento predecible cuando uno se mueve a través de sus edificios”. Luego vinieron en 1996
el Premium Imperiale y en 1997 la Medalla de Oro del Royal Institute of British Architects. Ningún
otro arquitecto ha recibido todos estos premios, evidenciando esto el carácter singular y único
de los logros de Ando.
37
BIBLIOGRAFÍA
Campo Baeza, Alberto; Frampton, Kenneth; Futagawa,Yukio; Maki, Fumihiko. TADAO ANDO.
Un arquitecto japonés universal. Madrid, 1982.
Campo Baeza, Alberto. ¨Kojima Housing¨. Arquitectura. Madrid, Nº 237.
Campo Baeza, Alberto. El On-bligo de Buda es de hormigón:Tadao Ando: memoria de la Rokko
Housing. On: Diseño núm. 48 (1983) p.18-23.
Campo Baeza, Alberto. «La belleza calma». Arquitectos. Madrid (Consejo Superior de los Colegios
de Arquitectos de España), núm. 134 (1994/3).
42
Alberto Campo Baeza y Tadao Ando Patio de los Reyes, El Escorial. Madrid. 1982