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Grupo 4.

Está conformado por:

Miguelina Asencio EH4888

Adahiana Felipe 100635000

Luisa Rosario 100553532

Escalin María Lorenso Peralta 100457473.

Luisa Medina 100475428

Tema: CAPITULO I. LAS DOCTRINAS EN FRANCIA DURANTE EL PERIODO DE CRISIS DEL


ABSOLUTISMO Y DURANTE LA REVOLUCION BURGUESA DEL SIGLO XVIII

Profesor: Liqui M. Pascual Almengo.

Materia: Historia de las Ideas Políticas.

Sección: 01.

Introducción.

Durante el siglo XVIII en Francia, un período de profunda agitación política y social, se gestaron
una serie de doctrinas que influyeron de manera significativa en la evolución de la sociedad y el
Estado. Este período estuvo marcado por la crisis del absolutismo monárquico y culminó con la
Revolución Burguesa, un evento que cambió el curso de la historia moderna. En esta introducción,
exploraremos las principales doctrinas que surgieron en ese contexto, sus ideas clave y su impacto
en la transformación de la sociedad francesa.

La Francia del siglo XVIII se encontraba en una situación de crisis. El absolutismo monárquico, que
había prevalecido durante siglos, estaba bajo escrutinio debido a su autoritarismo y a las
desigualdades económicas y sociales que prevalecían en la sociedad. Este período de crisis del
absolutismo fue el caldo de cultivo para un florecimiento intelectual sin precedentes conocido
como la Ilustración. Filósofos y pensadores como Voltaire, Montesquieu, Rousseau y otros,
abogaron por ideas revolucionarias que cuestionaban el orden establecido.
El pensamiento ilustrado promovía la razón, la libertad, la igualdad y la separación de poderes
como principios fundamentales para una sociedad justa y democrática. Sus ideas, plasmadas en
numerosas obras literarias y filosóficas, se difundieron ampliamente y generaron un fervor
intelectual que desafió la autoridad de la monarquía absoluta y la Iglesia.

A medida que la Revolución Burguesa cobraba impulso, los dirigentes de este movimiento,
mayormente pertenecientes a la burguesía, adoptaron y adaptaron las doctrinas ilustradas para
impulsar su lucha por la igualdad, la justicia y la participación política. La Revolución de 1789
finalmente llevó a la abolición de la monarquía y al establecimiento de la Primera República
Francesa, marcando un punto de inflexión en la historia de Francia y la propagación de ideales
revolucionarios en todo el mundo.

En resumen, las doctrinas que surgieron en Francia durante el período de crisis del absolutismo y
la Revolución Burguesa del siglo XVIII desempeñaron un papel esencial en la transformación de la
sociedad y el Estado. Estas ideas influyeron en la forma en que la gente concebía el poder, la
justicia y la igualdad, y su legado perdura como una parte fundamental de la historia política y
filosófica de Francia y el mundo occidental. En este contexto, exploraremos las principales
doctrinas y sus contribuciones clave para comprender mejor este fascinante período histórico.

En las vísperas de la Revolución Francesa, el régimen social y el Estado en Francia se


caracterizaban por una profunda desigualdad y un sistema monárquico absolutista. La sociedad
estaba dividida en tres estados o "órdenes": el clero, la nobleza y el tercer estado, que comprendía
a la mayoría de la población y sufría una carga tributaria significativa sin disfrutar de derechos
políticos equiparables.

Voltaire y Montesquieu fueron influyentes filósofos de la Ilustración en Francia. Voltaire abogó por
la libertad de expresión y la tolerancia religiosa, criticando duramente a la Iglesia y el absolutismo
monárquico en sus obras. Montesquieu, por su parte, desarrolló la teoría de la separación de
poderes, que influyó en la posterior estructura gubernamental de la Revolución.

Rousseau, con su obra "El contrato social," argumentó que la soberanía reside en el pueblo y
abogó por la democracia directa. Sus ideas sobre la voluntad general tuvieron un impacto
profundo en la política revolucionaria.

Paul Holbach, un materialista radical, promovió el ateísmo y el determinismo en su obra "El


sistema de la naturaleza," desafiando las creencias religiosas y la autoridad de la Iglesia.

Meslier y Morelli fueron precursores del pensamiento anticlerical y la crítica a la religión


organizada, abogando por el ateísmo y la igualdad social.

Mably desarrolló ideas socialistas tempranas, promoviendo la propiedad común y la igualdad


económica como soluciones a la opresión social y económica.

Los dirigentes de la Revolución Francesa, en su mayoría pertenecientes a la burguesía, abrazaron


las ideas de la Ilustración y buscaron establecer un Estado democrático y secular. Su lucha por la
igualdad y la justicia social llevó a la abolición de la monarquía y la creación de la Primera
República Francesa.
El socialismo utópico de Babeuf, representado en su "Conspiración de los Iguales," buscaba una
redistribución radical de la riqueza y la propiedad en favor de los más desfavorecidos, aunque su
movimiento fue suprimido.

Estos temas y figuras ilustran la complejidad ideológica y política que precedió y acompañó a la
Revolución Francesa, marcando un período de transformación fundamental en la historia de
Francia y del mundo.

CARACTERÍSTICAS DEL RÉGIMEN SOCIAL Y DE ESTADO EN FRANCIA

Durante el siglo XVIII, en vísperas de la revolución burguesa, Francia era un Esta-do feudal, aunque
en él se desarrollaban veloz-mente las manufacturas y el comercio. La burguesía nacional, en esa
época, había llegado ya a ser una clase económicamente poderosa. En el sur del país, en
Languedoc, y en el este, en Champagne, se desarrollaba la producción de paños; en el oeste, la
algodonera. En Tours y Lyon se elaboraban tejidos de seda. En el valle del Somme apareció una
multitud de fábricas metalúrgicas. Se extendía el comercio interior y exterior. Burdeos, Marsella y
Nantes realizaban un animado comercio transoceánico, inclusive con los lejanos países coloniales.

La situación de Francia en el siglo XVIII fue la injusticia social extrema en el momento del Antiguo
Régimen. En esa época Francia estaba dividida en tres Estados. El Tercer Estado estaba formado
por los trabajadores urbanos, campesinos y la pequeña burguesía comercial. Los impuestos eran
pagados solamente por ese segmento social con el objetivo de mantener los lujos de la nobleza.

Francia era un país absolutista en ese momento. El rey gobernaba con poderes absolutos,
controlando la economía, la justicia, la política e incluso la religión de los súbditos.

La situación social era tan grave y el nivel de insatisfacción popular tan grande que el pueblo fue a
las calles con el objetivo de tomar el poder y arrancar del gobierno a la monarquía comandada por
el rey Luis XVI. El primer objetivo de los revolucionarios era la Bastilla. La toma de la Bastilla el
14/07/1789 marca el inicio del proceso revolucionario, porque la prisión política era el símbolo de
la monarquía francesa.

Inspirado por el movimiento de la Ilustración, el lema de los revolucionarios era “Libertad,


Igualdad y Fraternidad”, como resumió muy bien los deseos del Tercer Estado francés.

Durante el proceso revolucionario, gran parte de la nobleza salieron de Francia, pero la familia real
fue capturado cuando trataba de huir del país. Prisioneros, miembros de la monarquía, incluyendo
el rey Luis XVI y su esposa María Antonieta fueron guillotinados en 1793. El clero tampoco dejó sin
castigo, porque los bienes de la Iglesia fueron confiscadas durante la revolución.

La Asamblea Constituyente: La Monarquía Constitucional.

En el mes de agosto de 1789, la Asamblea Constituyente canceló todos los derechos feudales que
existían y promulgó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Este importante
documento traía significativos avances sociales, garantizando derechos iguales a los ciudadanos,
además de una mayor participación política para el pueblo. Sin embargo, a pesar de
revolucionaria, la Declaración no reconocía la igualdad de las mujeres y no les concedió derechos
de ciudadanía.

La Fase del Terror

En 1792, tras el frustrado intento de fuga de la familia real, los jacobinos y los republicanos
radicales liderados por Robespierre, Danton y Marat asumen el poder y organizan las guardas
nacionales. Los radicales acaban con la Monarquía Constitucional e instituyen la República.

Las guardas nacionales reciben órdenes de los líderes para matar a cualquier opositor al nuevo
gobierno. Muchos integrantes de la nobleza y otros franceses de oposición fueron condenados a
muerte en la guillotina.

Voltaire y Montesquieu

Voltaire y Montesquieu son dos destacados filósofos e intelectuales de la Ilustración, cuyas ideas y
escritos influyeron fuertemente en el desarrollo de la sociedad y la política de su época. A través
de sus obras, ambos pensadores abogaron por la libertad, la tolerancia y la separación de poderes
como pilares fundamentales de un gobierno justo y equitativo. En esta investigación,
exploraremos la vida y las ideas principales de Voltaire y Montesquieu, para comprender su legado
y su impacto en la historia.

Voltaire, cuyo nombre real era François-Marie Arouet, nació en París en 1694. Fue un escritor
prolífico, conocido por su humor satírico y su crítica social. Su obra más conocida es "Cándido",
una sátira que cuestiona la noción de un mundo perfecto y pone en tela de juicio la existencia del
mal en la sociedad. Voltaire defendió la libertad de pensamiento y expresión, y luchó contra la
intolerancia religiosa y la opresión política. Su famosa frase "No estoy de acuerdo con lo que dices,
pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo" resume bien su enfoque liberal y su defensa
de la libertad de expresión.

Montesquieu, cuyo nombre real era Charles-Louis de Secundad, barón de La Brède y de


Montesquieu, nació en 1689 en Francia. En su obra más conocida, "El espíritu de las leyes",
Montesquieu propuso una teoría política basada en la separación de poderes. Argumentó que
cada poder del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial) debía ser ejercido por instituciones
diferentes para evitar la tiranía y proteger las libertades individuales. Esta idea de la separación de
poderes fue fundamental para el desarrollo de la democracia moderna y tuvo una gran influencia
en la redacción de la Constitución de los Estados Unidos.

Ambos filósofos compartieron una visión optimista de la capacidad humana para el progreso y la
mejora de la sociedad. Defendieron la razón como herramienta para mejorar las condiciones de
vida y como medio para combatir la ignorancia y el fanatismo. Tanto Voltaire como Montesquieu
fueron críticos de las monarquías absolutas y lucharon por una forma de gobierno limitado y más
democrático.

En resumen, Voltaire y Montesquieu fueron dos figuras clave de la Ilustración cuyas ideas y
escritos tuvieron un impacto significativo en su tiempo y en la historia posterior. Voltaire defendió
la libertad de pensamiento y la tolerancia, mientras que Montesquieu propuso la separación de
poderes como una forma de garantizar los derechos y libertades individuales. Sus ideas influyeron
en la construcción de sistemas políticos más equitativos y democráticos, y su legado aún se siente
en la actualidad.

Biografía de Juan Jacobo Rousseau

Juan Jacobo Rousseau, es, como se ha dicho, una de las personalidades más salientes de la
historiade la pedagogía. A diferencia de Comenio, Pestalozzi o Froebel, no fue propiamente un
educador, pero sus ideas pedagógicas han influido decisivamente sobre la educación moderna.
Nació en 1712, en Ginebra (Suiza), de una familia calvinista; su madre, hija de un pastor
protestante., murió al nacer él; su padre era relojero y educó a su hijo de una forma bastante
irregular... saturándole de lecturas, entre ellas los clásicos de Grecia y Roma, especialmente
Plutarco, y muchas historias y novelas. Esto acentuó quizá su carácter sentimental y el
temperamento exaltado que mostró toda su vida. Obligado su padre a abandonar Ginebra, quedó
a los 10 años a cargo de un costo, que encomendaron su educación a un pastor protestante, M.
Lambercier, que vivía en el campo, y que le enseñó algo de latín y otras materias.

Vuelto a Ginebra, se puso a trabajar, primero con un notario y después con un grabador que le
maltrataba frecuentemente. Su compensación fueron corno en su primera infancia, las lecturas.
Cansado de esta vida difícil, a los dieciséis años se escapade su ciudad natal y comienza una vida
de va vagabundo que dura varios años. En esa época conoció a madame de Warrens, que le
convirtió al catolicismo y que ejerció una influencia decisiva en toda su vida. Después de residir en
varias ciudades de Francia, Italia y Suiza, ejerciendo las más diversas profesiones, se estableció en
1741 en París, donde vivió dando lecciones de música, componiendo algunas obras teatrales y
copiando partituras. Allí entró en relaciones con algunos escritores y pensadores de la época,
entre ellos Diderot y Condillac.

Antes había sido preceptor de los hijos del preboste de Lyon, M. Mably, pero fracasó en esta labor.
También había leído. las obras de los escritores y educadores anteriores, sobre todo Montaigne y
Fenceón, así como Locke y otros pensadores ingleses que ejercieron sobre él gran influencia.

En París publicó en 1750 un Discurso sobre las ciencias y las artes, que le hizo famoso, y más tarde,
en 1775, otro Discurso sobre la desigualdad de los hombres, que tuvo también una gran
resonancia. Después de muchas vicisitudes, entre las que se cuenta su abjuración del catolicismo,
se estableció en Montmorency, en el lago Leman, y allí escribió su célebre novela La Nueva Eloísa.
Allí también escribió sus dos obras más famosas, aparecidas en el mismo año de 1762: El contrato
social, que sirvió de inspiración a la Revolución francesa, y el Emilio o de la educación, que ha
inspirado a la pedagogía, moderna.

El Emilio fue condenado por el arzobispo de París, a causa del capítulo sobre el Vicario Sabovano,
de tendencia deísta, y lo mismo le ocurrió con los adictos calvinistas. Vuelto a su vida errante. Se
dirige, en 1765, a Inglaterra, donde el filósofo David Hume le ofrece asilo y con quien acaba
riñendo. En 1770 retorna a París, enfermo, y continúa su vida solitaria y miserable hasta que en
1777 acepta la hospitalidad del marqués de Girandín en Ermenonville, en cuya casa muere el 2 de
julio de 1778. A los 66años. Sus Confesiones, obra autobiográfica también famosa, no se
publicaronbasta después de su muerte entre 1781 y 1788. Rousseau había contraído matrimonio
con su sirvienta, de la que tuvo cinco hijos, todos los cuales fueron enviados a un asilo.
Principios:

1. La naturaleza frente a la cultura y la sociedad.

"En el orden natural -dice al hablar de su Emilio siendo todos los hombres iguales, su vocación
común es el estado de hombre. . . Al salir de mis manos, no será, convengo en ello, ni magistrado,
ni soldado, ni sacerdote; será primeramente hombre: todo lo que un hombre debe ser".

2. La libertad, la independencia respecto a los demás hombres

"El único que hace su voluntad es aquel que no tiene necesidad para hacerla., de poner los brazos
al extremo de los suyos, de donde se sigue que el primero de todos los bienes no es la autoridad,
sino la libertad."

3. La actividad: el aprender por la propia experiencia, en vez de por la enseñanza de los demás

"Haced a vuestro alumno atento a los fenómenos de la naturaleza, bien pronto le haréis curioso;
para alimentar su curiosidad, no os apresuréis jamás a satisfacerla, Poned a su alcance las
cuestiones y dejádselas resolver. Que no sepa nada porque se lo habéis dicho, sino porque lo ha
comprendido él mismo: que no aprenda la ciencia, que la invente"

4. La experiencia, hacerse sólo con cosas y que no deben ser experiencias de relaciones humanas.

"Si él [el alumno] se engaña, dejadle hacer, no corrijáis sus errores; esperad en silencio a que esté
en condiciones de verlos y corregirlos por sí mismo, o a lo más, en una ocasión favorable,
presentad alguna operación que se lo haga sentir. Si no se equivocara jamás, no aprendería tan
bien"

5. Un desarrollo natural que procede de dentro a fuera

6. La educación comienza con la vida y que en ella se debe proceder gradualmente acomodándola
a las diversas etapas del desarrollo: infancia, adolescencia, juventud.

7. Método inactivo

‘’No es de dejar que el niño se enmohezca en el ocio, sino de no obstaculizar, perturbar o acelerar
un proceso natural de maduración y actividad espontáneas para el que Rousseau exige un
religioso respeto’’

8. La preparación de situaciones concretas de eficaz valor educativo, por parte del educador.

Por ejemplo: Aprende a respetar la propiedad ajena porque el jardinero, a quien ha estropeado un
plantel para sembrar en él habas, reacciona bruscamente y le arranca las plantitas recién brotadas.
Aprende a no romper los vidrios por capricho porque habiéndolo hecho varias veces, lo encierran
en un cuarto sin ventanas, e incluso el camarero a quien pide ayuda se la niega porque también él
tiene

“vidrios que conservar”

9. No tener hábitos

Propuestas
•Rousseau ha sido, el primero que ha visto claramente la diferencia entre la mente del niño y la
del adulto, el primero que ha reconocido a la infancia como una edad propia, como una etapa con
caracteres peculiares, que hay que estudiar y respetar.

"La infancia tiene maneras de ver, de pensar, de sentir que le son propias"

•Se ha considerado a Rousseau como el representante típico del individualismo en la educación, y


así lo es también en cierto modo, ya que su alumno se educa solo con un preceptor. Pero los fines
de su educación no son individuales, sino también sociales

Así, por ejemplo, quiere que Emilio conozca un oficio que sea útil para sí y para los demás.

•Para Rousseau la educación religiosa no debe ser confesional y debe realizarse, no en la infancia,
sino en la edad de la razón, basándose en una concepción 'deísta de la religión.

•Al principio del Emilio Rousseau distingue tres especies de educación: la educación de la
naturaleza, la educación de las cosas y la educación de los hombres Sólo con el concurso
armonioso de todas ellas puede un individuo resultar “bien educado”

•Rousseau distingue tres disposiciones o grupos de disposiciones fundamentales que forman lo


que él llama la naturaleza del hombre (sentido, utilidad y razón) y considera que se afirman
sucesivamente, y maduran en forma espontánea

Puntos débiles

•Educación de la mujer, que la reduce a ser la compañera del hombre y que subordina todo a esto,
asimismo falta en Rousseau la idea de la educación popular, de la educación de la masa, aunque
en otro trabajo se haya ocupado someramente, como se dijo antes, de la educación nacional.

•Concepción optimista de la acción de la naturaleza.

•No es admisible el papel que asigna al educador de mero acompañante del educando, limitado a
un solo alumno.

Modelo de educación

Desde los 0 a 5 años

Fundamentado en sensaciones y en experiencia sin trabas ni límites que parte de las voluntades
sociales de los adultos (hábitos) ni el proteccionismo, sin que el niño llegue a tener el control de
las decisiones (caprichos)

Desde los 5 a 12 años

Una educación integral del niño a través de los sentidos, de habilidades motrices, del lenguaje y
del miedo. Guiando al niño hasta el conocimiento de tal forma que no llegue a adquirir vicios o
errores y sin develarle la verdad. Proporcionar experiencias naturales. Además, se tiene de eje la
educación física y juegos.

Desde los 12 a 15
Pretensión por despertar la curiosidad hacia conocimientos más complejos e intelectuales
(astronomía, física, oficios…) a partir de preguntas que debe responder y de experiencias empíricas
y útiles que ejemplifiquen la abstracción del conocimiento teórico. Además, reflexionar sobre ello
en base a sus propios juicios.

Su pregunta más frecuente es: “¿Para qué sirve eso?”; y esa curiosidad le permite asimilar con
rapidez toda suerte de nociones, naturales y lingüísticas, de modo que le es fácil recuperar el
tiempo perdido. Nada de fábulas, ni de historias sentimentales, sobre todo nada de lecciones
teóricas: cada cosa se aprender activamente, el lenguaje a través de la conversación y la lectura, la
ciencia mediante experimentos prácticos y aparatos simples construidos por Emilio en persona.

Adolescencia

Educación en valores en torno a la bondad del corazón humano. Además, se alude a la educación
sexual debido a la necesidad de una compañera orientándole para que encuentre la mujer que
más le convenga, no la mujer perfecta.

EMILIO

Emilio es en verdad un “pequeño salvaje”, de reacciones elásticas y prontas, capaz de salir solo de
apuros, en beata ignorancia de todo lo que no esté relacionado con lo que él puede juzgar útil.
Ignora lo que es la emulación: no es émulo más que “de sí mismo”. Sabe ya ejecutar toda suerte
de trabajos manuales, y por lo mismo está en condiciones de aprender rápidamente un oficio
verdadero (carpintería) tan bien que, si fuera necesario, podría vivir ejerciéndolo. Pero al llegar la
edad de la razón, la educación de Emilio se desarrolla en

dimensiones antes ignoradas. A la pura “razón sensible” sigue la razón propiamente dicha
manifestada en la facultad de formular juicios que implican ideas abstractas, al puro instinto sigue
la conciencia moral. Es la edad de las biografías, de la historia, de los estudios lingüísticos y
científicos profundos. Según

Rousseau, Emilio tiene algo así como “un segundo nacimiento”.

Por ejemplo, a ciertas nociones sobre los puntos cardinales que Emilio Aprende observando el alba
y la puesta del sol, sigue una lección práctica de orientación. Se da un paseo por el bosque, el
preceptor finge haber perdido el rumbo y para salir del paso se aplican las nociones acabadas de
aprender

Biografía de Paul Henri Thiry d’Holbach

Paul Heinrich Dietrich von Holbach, también conocido como Paul Henri Thiry, barón de Holbach
(1723-1789) fue un filósofo, escritor y enciclopedista francés de origen alemán. Está considerado
uno de los más grandes ideólogos de la burguesía revolucionaria y al igual que otros filósofos
materialistas fue ateo. Nació en Alemania pero pasó gran parte de su vida en Francia, heredando
el título de Barón de su tío. Fue mecenas de varios enciclopedistas y uno de los colaboradores de
la enciclopedia dirigida por D’Alembert y Diderot. Se mostró crítico con la religión, la cual
consideraba resultado de la ignorancia y el atraso. De sus obras destacan El cristianismo al
desnudo, Sistema Social, Política Natural y Sistema de la naturaleza.

Vida

Holbach nace en Edesheim, Alemania, en 1723. Siendo un niño y habiendo muerto su madre, se
trasladó a París para vivir bajo la custodia de su tío Franz Adam Holbach. De este heredo su título y
una considerable suma de dinero, la cual uso para cultivarse. Acogió en su casa a varios
enciclopedistas y apoyo a numerosos intelectuales en calidad de mecenas. Cursó estudios en la
Universidad de Leiden y una vez de regreso en Francia, tuvo su propio salón literario.

Filósofo

Aunque no estudio propiamente filosofía, Holbach fue un destacado filósofo materialista y


enciclopedista. Colaboró con casi 400 artículos a la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert,
abarcando temas de la geología, mineralogía y metalurgia. Al igual que otros filósofos materialista,
fue adversario resuelto de cualquier sentimiento religioso; consideraba a la religión el resultado de
la ignorancia y el atraso. Bajo esta postura, publicó varias obras siendo la más famosa Sistema de
la naturaleza (1770).

Sistema de la naturaleza

Publicada en 1770 con el nombre falso de Mirabaud, Sistema de la naturaleza, es considerada la


Biblia del Materialismo. En esta, Holbach expone la teoría del mecanicismo atribuyendo el
movimiento a la materia. Afirmaba también que la materia, compuesta por átomos, existía
independientemente de la conciencia del hombre.

Su doctrina filosófica suponía, por tanto, la continuación y el desarrollo del pensamiento de La


Mettrie, incluso en lo que respecta la moral aunque con ciertas diferencias. En Holbach, la
conciencia moral es concebida desde un individualismo egoísta frenado solo por algunas normas
sociales. Consideraba idealistamente que las opiniones gobernaban el mundo.

Otras obras suyas son El cristianismo al desnudo (1761), El sentido común (1772), Sistema social
(1773), Política natural (1773) y La moral universal (1776).

Está considerado una de las grandes figuras de la ilustración.

Meslier

Jean Meslier o Jean Mellier (Mazerny, 15 de junio de 1664-Étrépigny, 17 de junio de 17291) fue un
sacerdote católico y filósofo de la Ilustración francesa. Se conoció de su existencia a partir de la
publicación que hizo Voltaire en 1762, bajo el título de Extrait des Sentiments de Jean Meslier,23
de un texto que presentaba como extracto de otro más extenso, en el cual este cura profesaba
con determinación su ateísmo y realizaba una crítica radical de las injusticias sociales y políticas de
su tiempo. Este texto, cuyo título original es Mémoires des pensées et sentiments de Jean
Meslier,4 «Memoria de los pensamientos y sentimientos de Jean Meslier», es considerado como el
texto fundador del ateísmo y del anticlericalismo militante en Francia.
Pensamiento

En su obra póstuma Mémoire des pensées et des sentiments de Jean Meslier ("Memoria de los
pensamientos y opiniones de Jean Meslier") también conocida como "Testamento de Jean
Meslier", escrita en los últimos años de su vida, Meslier presenta "demostraciones claras y
evidentes de la vanidad y falsedad de todas las divinidades y de todas la religiones del mundo". En
ella habla por primera vez y sin tapujos de la inexistencia de Dios y critica con dureza a la Iglesia, la
religión, Jesús, Dios, la aristocracia, la monarquía, y denuncia con violencia inaudita la injusticia
social, el pensamiento idealista, la moral cristiana del dolor, y profesa al mismo tiempo un tipo de
comunitarismo anarquista, una filosofía materialista original para su tiempo. Las anteriores
palabras están tomadas en gran parte de Michel Onfray, gran admirador de Meslier.

Lecturas contemporáneas

He aquí otras citas tomadas del libro Los ultras de las Luces de Michel Onfray:

"Jean Meslier condensa bajo una sotana toda la dinamita que mina el siglo XVIII. Este sacerdote
[...] proporciona el arsenal conceptual del pensamiento de las Luces en su vertiente radical. [...]
¿Su obra? Un único libro, pero ¡qué libro! [...]. Un libro maldito de un autor maldito; un libro genial
de un pensador genial..." (pp. 45-46)

"El cura Meslier es ateo, el primero en afirmar también clara, radical y netamente que Dios no
existe, que la religión pertenece al dominio de la impostura y que es menester una filosofía
postcristiana [...]. Una obra filosófica que, sin riesgo de exagerar, se puede comparar con una
bomba [...]. Meslier inaugura en Occidente una aspiración postcristiana" (pp. 50-51)

"El cura Meslier propone el primer pensamiento ateo de la historia occidental" (p. 59)

Su libro "expresa por primera vez en la historia esta idea de un universo liberado de Dios, que lleva
a una visión coherente del mundo, esto es, inmanente y materialista" (p. 60)

"A Meslier le toca anunciar por primera vez la muerte de Dios desde el punto de vista filosófico"
(p. 62).

"Además de ser el primer (filósofo) ateo, Meslier tiene otro título de gloria, pues brilla en el cielo
de las ideas por su realización de la primera deconstrucción del cristianismo" (p. 63)

Voltaire publicó en 1762 una antología del libro con el título de Testament, muy edulcorada,
donde se desdibujaba el ateísmo radical del texto original.

Morelli

Giovanni Morelli (Verona, 25 de febrero de 1816 – Milán, 28 de febrero de 1891) fue un político y
crítico de arte italiano. Desarrolló una técnica de estudio del arte basado en la erudición y en
cierto aspecto intuitivo y autodidacta del análisis artístico, introduciendo la figura del connoisseur
(‘conocedor’, el experto en arte). Su técnica se publicó como Die Werke Italienischer Meister (El
trabajo de los maestros italianos), bajo el seudónimo Ivan Lermolieff.
El método de Morelli se basa en pistas ofrecidas por los detalles más insignificantes de las
identidades de la composición y el objeto u otros tratamientos generales que tienen más
probabilidades de ser aprovechados por los estudiantes, copistas e imitadores. Su método fue
desarrollado por Bernard Berenson, quien conoció a Morelli en 1890. La primera generación de
connoisseurs incluyó a Gustavo Frizzoni, Jean Paul, Adolfo Venturi, Alois Riegl y Constance Jocelyn
Foulkes. El método de Morelli de encontrar la esencia y el significado oculto en los detalles
también tuvo una influencia cultural mucho más amplia: hay referencias a su trabajo en la novelas
de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, Rayuela de Julio Cortázar y en las obras de Sigmund
Freud.

El método de Morelli está también repleto de detalles superfluos, tenía el arte neovisigótico como
perfección suprema, el cual debía de ser imitado con mucha maña, ya que era uno de los pilares
de su método atribucionista que expone en su obra. El método atribucionista de Morelli
constituye uno de los mayores avances en la historiografía del arte, habiendo influido a grandes
historiadores del arte como Gloth, Jughens o Giovanni Seprestiu. Para entender el atribucionismo
hay que remontarse a las teorías platónicas, en las que se creó el término mimesis, para Morelli, la
mimesis influye en los pequeños detalles haciendo que estos pasen a formar parte del período
artístico en el que se enmarcan, nunca del autor, porque, para Morelli, el autor no constituye algo
tan importante como la obra, el período o incluso los materiales de trabajo empleados en la obra.

Obras

• Le opere dei maestri italiani nelle gallerie di Monaco, Dresda e Berlino (1880)

• Studi di critica d'arte sulla pittura italiana (18

Mably

Gabriel Bonnot de Mably (Grenoble, 14 de marzo de 1709 - París, 2 de abril de 1785) fue un
filósofo francés.

Perteneciente a una familia de la nobleza de toga, fue hijo del vizconde de Mably y hermanastro
de Étienne Bonnot de Condillac. Estudió en el Colegio de los Jesuitas de Lyon y, después, en el
Seminario de Saint-Suplice, en París. Abandonó su carrera eclesiástica tras ser nombrado
subdiácono y formó parte del gabinete del cardenal Pierre Guérin de Tencin cuando este fue
nombrado Ministro de Asuntos Exteriores. Entre sus trabajos durante esta época se encuentran la
redacción de un proyecto de tratado que Voltaire entregó a Federico II de Prusia en la preparación
de las negociaciones del Tratado de Breda. En 1746 se enfrentó a Tencin, en defensa de la
tolerancia, cuando el cardenal disolvió el matrimonio entre un católico y una protestante. Mably
se apartó de aquel y, desde entonces, permaneció apartado de lo público, centrándose en sus
estudios hasta su muerte.

Pensamiento y obra

A Mably, cuyo pensamiento se nutría de sus lecturas de Locke y Rousseau, se le considera un


precursor del socialismo utópico. Hizo una crítica moralizante de la sociedad del Antiguo Régimen
en la que denunciaba la desigualdad y la propiedad privada como causa de los males de la
sociedad. Su análisis sobre el porvenir del sistema institucional francés contiene algunas ideas
importantes sobre la creación del Estado constitucional moderno. Mably denunció el «despotismo
legal» de los fisiócratas (Dudas propuestas a los filósofos y a los economistas sobre el orden
natural y parte fundamental de las sociedades políticas, 1768) y criticó también el sistema político
inglés que, según él, subordinaba el poder legislativo al poder ejecutivo.

Basándose en la idea de libertad e igualdad naturales de los hombres, criticó las ideas sobre el
progreso de sus coetáneos ilustrados y defendió una vuelta al comunismo primitivo. Consideró
que la revolución era la vía para la abolición de la esclavitud, la supresión de los impuestos
indirectos y la limitación del derecho hereditario; así como la eliminación de los arrendamientos
de tierras de cultivo y el establecimiento de máximos a la propiedad agraria individual. Mably veía
en la propiedad comunal y la igualdad no tanto un medio de alcanzar el bienestar sino de alcanzar
la virtud (Observaciones sobre la historia de Francia, 1765; De la legislación o los principios de las
leyes, 1776). Admiraba las sociedades antiguas como Esparta y consideró al virtuoso y asceta
Foción como modelo para la sociedad que propugnaba (Entretenimientos de Foción sobre la
semejanza, y conformidad de la moral con la política, 1763).

Las concepciones políticas de los dirigentes de la revolución burguesa del siglo XVIII. El
socialismo utópico de Babeuf.

Las concepciones políticas de los dirigentes de la revolución burguesa del siglo XVIII y el socialismo
utópico de Gracchus Babeuf representan dos corrientes distintas en la historia del pensamiento
político y social. A continuación, te proporcionaré una breve descripción de ambas:

Concepciones políticas de los dirigentes de la revolución burguesa del siglo XVIII: La revolución
burguesa del siglo XVIII, que incluye eventos como la Revolución Francesa y la independencia de
los Estados Unidos, estuvo marcada por una serie de líderes y pensadores que promovieron ideas
políticas fundamentales para el surgimiento de la sociedad moderna. Algunas de las concepciones
políticas claves de estos dirigentes incluyen:

Liberalismo: Los líderes de la revolución burguesa abogaban por principios liberales que
promovían la igualdad de derechos individuales, la libertad de expresión, la propiedad privada y la
limitación del poder del gobierno. Filósofos como John Locke y Montesquieu influyeron en estas
ideas.

Separación de poderes: Montesquieu propuso la separación de poderes en el gobierno en su obra


"El espíritu de las leyes". Esta idea fue fundamental para la creación de sistemas políticos con una
división clara entre el poder ejecutivo, legislativo y judicial.

Soberanía popular: La Revolución Francesa popularizó el concepto de la soberanía popular, que


sostiene que el poder político emana del pueblo y que los gobiernos deben ser elegidos por y para
el pueblo.

Declaración de Derechos: La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, adoptada
durante la Revolución Francesa, proclamó una serie de derechos fundamentales que debían ser
protegidos por el Estado, incluyendo la igualdad ante la ley y la libertad de expresión.
Socialismo Utópico de Babeuf

François-Noël Babeuf, también conocido como Gracchus Babeuf, fue un pensador y político
activista francés del siglo XVIII. Es considerado uno de los precursores del socialismo utópico, una
corriente de pensamiento que surgió en la misma época que la Revolución Francesa. Las ideas de
Babeuf se destacan por lo siguiente:

Igualdad Radical: Babeuf abogaba por la igualdad económica y social de todos los ciudadanos.
Creía que la propiedad privada era la causa de la desigualdad y que debía ser abolida en favor de la
propiedad común.

Comunismo: Babeuf fue uno de los primeros en promover el comunismo como un sistema político
y económico en el que los bienes se poseían y compartían colectivamente.

Lucha de Clases: Babeuf reconoció la existencia de una lucha de clases entre los ricos y los pobres
y argumentó que los desfavorecidos debían unirse y rebelarse contra la opresión de los ricos.

Conspiración y Golpe de Estado: Babeuf intentó llevar a cabo a cabo una conspiración comunista
conocida como la "Conspiración de los Iguales" en 1796. Su objetivo era derrocar al gobierno y
establecer un estado comunista, pero el plan fue descubierto y él fue arrestado y ejecutado en
1797.

En resumen, los dirigentes de la Revolución Burguesa del siglo XVIII promovieron ideas liberales y
democráticas, mientras que Babeuf representó una corriente más radical que abogaba por la
igualdad económica y la abolición de la propiedad privada, siendo uno de los precursores del
socialismo utópico.

Conclusión

En conclusión, el período que precedió a la Revolución Francesa estuvo marcado por un régimen
social y de Estado caracterizado por la opresión, la desigualdad y un sistema monárquico
absolutista. La sociedad estaba dividida en clases claramente definidas, con el tercer estado
sufriendo una carga tributaria excesiva sin tener influencia política significativa. Este sistema, que
había prevalecido durante siglos, llegó a un punto de quiebre debido a su autoritarismo y a las
crecientes tensiones sociales y económicas.

En este contexto, surgieron una serie de filósofos e intelectuales que desafiaron el status quo y
promovieron ideas revolucionarias. Voltaire, con su defensa de la libertad de expresión y la
tolerancia religiosa, criticó duramente a la Iglesia y al absolutismo monárquico. Montesquieu, a
través de su teoría de la separación de poderes, abogó por la limitación del poder del monarca y la
creación de un sistema de gobierno más equitativo.

Rousseau, por su parte, planteó la idea de la soberanía popular y la democracia directa en su obra
"El contrato social," influyendo en la política revolucionaria al enfatizar la importancia de la
voluntad general del pueblo. Paul Holbach, con su materialismo radical, desafió las creencias
religiosas y la autoridad de la Iglesia, contribuyendo a la secularización de la sociedad.
Meslier y Morelli, precursores del pensamiento anticlerical, abogaron por el ateísmo y la igualdad
social, cuestionando el poder de la Iglesia en la vida pública. Mably desarrolló ideas socialistas
tempranas, promoviendo la propiedad común y la igualdad económica como soluciones a la
opresión social y económica.

Los dirigentes de la Revolución Burguesa del siglo XVIII, en su mayoría miembros de la burguesía,
adoptaron y adaptaron estas ideas ilustradas en su lucha por la igualdad, la justicia y la
participación política. La Revolución de 1789 finalmente llevó a la caída de la monarquía absoluta y
al establecimiento de la Primera República Francesa, marcando un hito en la historia de Francia y
del mundo.

No obstante, no todos los movimientos revolucionarios abrazaron el ideal burgués. El socialismo


utópico de Babeuf representó una corriente más radical que buscaba una redistribución completa
de la riqueza y la propiedad en favor de los más desfavorecidos. Aunque su movimiento fue
suprimido, dejó una huella en la historia del pensamiento socialista.

En conjunto, estos temas y figuras ilustran la riqueza y la complejidad ideológica que precedió y
acompañó a la Revolución Francesa. La lucha por la libertad, la igualdad y la justicia, así como la
crítica a las estructuras de poder establecidas, definieron este período de transformación
fundamental en la historia de Francia y del mundo. Las doctrinas y las ideas de estos pensadores y
líderes revolucionarios continuaron influyendo en la evolución política y social de Francia y más
allá, dejando un legado duradero en la historia de la humanidad.

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