5 Min Etica en El Trabajo JHRWMK

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ÉTICA EN EL

TRABAJO
CHARLA DE
5 MINUTOS
La honestidad es el primer eslabón de la sabiduría.

¿Cómo conseguimos el éxito en todo lo que hacemos? ¿Lo hacemos de una forma honesta o
engañamos a la vida y buscamos atajos para conseguir lo que deseamos sin el sacrificio de
entregar nuestro esfuerzo y dedicación? La ética es hacer las cosas bien, aunque nos cueste más
de lo que estamos dispuestos a pagar.
Sin duda, existen maneras de no pagar ningún precio y aun así obtener ganancias y beneficios. La
vida en general es un gran escenario para demostrar nuestra ética. Pero en el entorno laboral las
oportunidades para actuar poco éticos son innumerables y definitivamente tentadoras; siempre
podemos conseguir un reconocimiento, un ascenso, un aumento salarial, supuesto cumplimiento
con el trabajo o ausencia de problemas sin hacer verdaderamente lo necesario. En ese caso
debemos recordar y responder a la siguiente pregunta:

¿Hemos conocido alguna vez a alguien cuya vida de atajos, decepción y


engaño terminara bien?

En un equipo de trabajo la gente dice que quiere que sus compañeros sean éticos, pero al
mismo tiempo, irónicamente, la mayoría de la gente no siempre actúa con la ética que le
exige a los demás.

Es fácil discutir de ética y es aún más fácil enojarse con la gente que falla en esta disciplina, en
especial cuando salimos dañados por las malas acciones de otros; ‹‹No debería de actuar de esa
manera››, ‹‹Lo que hizo no es correcto››, ‹‹No merece trabajar en este equipo›› etc. Con todo eso,
puede ser difícil tomar decisiones éticas en el trabajo, en especial cuando estamos bajo presión.
¿Por qué la ausencia de ética en el trabajo? Si bien existen muchas respuestas posibles para este
interrogante, cuando la gente toma decisiones poco éticas puede ser principalmente por alguna
de estas tres razones:

Hacemos lo que resulta más conveniente


Un problema de ética es una decisión desagradable relacionada con un
principio o práctica moral. ¿Qué hacemos ante situaciones complejas?
¿Tomamos la decisión más fácil o la más adecuada? Por ejemplo: ¿Qué
debemos hacer cuando recibimos un depósito en nuestra nómina que no
nos corresponde? ¿Qué debemos decir cuando una mentira conveniente
puede cubrir un error nuestro? ¿Hasta dónde llegar con nuestras promesas
para ganar la confianza de nuestro jefe? Como seres humanos con facilidad
fallamos en ética. ¿Por qué hacemos algo aun cuando sabemos que está
mal? – Normalmente, porque nos conviene.

Hacemos todo lo necesario para ganar.


Admitámoslo; casi todos detestamos perder. En el trabajo, la competencia
es natural y todos desean ganar y alcanzar el éxito, pero muchos piensan
que para ello tiene que elegir entre ser éticos o tener éxito. Mucha gente
cree que si actúan éticos jamás van a sobresalir. Todos quieren ser los más
productivos, tener la mejor calidad, reportar un récord de seguridad
impecable, pero solo algunos lo hacen sin mentiras.
Si realmente creemos que solo tenemos dos opciones: hacer lo que sea para
ganar, incluso si no es ético, o ser ético y perder, nos enfrentamos a un
problema serio. Todos quieren ganar, pero no todos quieren ser éticos.

Solo vemos las cosas desde nuestros ojos


Las personas cambian sus propias normas según en la circunstancia que se
encuentren. Por tanto, cualquier acción, incluso no ética, está bien mientras
sean ellas quienes la ejecuten.
La tendencia natural de la gente es ser suave con ellos mismos, juzgarse
según sus buenas intenciones, mientras que a los demás se les juzga por sus
peores acciones y con estándares más altos. Que fácil juzgar, que difícil es
juzgarnos a nosotros mismos. Somos exigentes cuando nos conviene. “Si
somos nosotros quienes recibimos una ganancia, entonces la ética no es
importante”, así es como muchos piensan.
A largo plazo, los atajos nunca dan réditos. Puede ser posible engañar a la
gente durante un tiempo, pero con el tiempo, los hechos se revelarán
porque las verdades siempre salen a la luz. El comportamiento ético quizá
parezca una pérdida a corto plazo porque lleva por caminos lentos, pero
siempre vale la pena obtener beneficios a causa de nuestros sacrificios. Por
otro lado, la gente que vive sin ética siempre pierde en el largo plazo,
porque tarde o temprano rendirá cuentas.

¿Mentimos porque sabemos que no nos descubrirán? ¿Nos damos permiso para tomar atajos
porque pensamos que sólo será una vez? Lo malo de la ética es que una vez se quebrante, se
vuelve mucho más fácil hacerlo nuevamente, y pasado un tiempo estamos envueltos en infinidad
de problemas con nuestros compañeros, crecemos mentiras que ya no se pueden cubrir o
alimentamos errores irremediables.
Seamos cuidadosos en cada situación donde se requiere un código de conducta. En esos casos,
hagamos siempre la siguiente pregunta:

Si cada uno de mis compañeros actuara como yo actúo; ¿Qué clase


de equipo de trabajo sería este?

Es muy difícil justificar a las personas que actúan poco éticos y exigen de los demás más de lo que
ellos dan. ¿En que se basan? ¿En antigüedad o experiencia? – Nada, absolutamente nada justifica
la falta de ética.

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