Manual de Carreño

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PRESENTACION

La primera ocasión en que escuché hablar del Manual de Carreño fue cuando, de
niño, una persona mencionaba en televisión que la norma más importante del referido
texto es que un caballero siempre debe bajar una escalera pocos escalones por delante
de una dama (claro, en el caso de que vaya acompañado).

De esa manera podrá protegerla ante un posible resbalón. Y cuando ambos asciendan,
el varón deberá permanecer unos escalones atrás, para así atraparla como hábil
arquero en el caso de una caída.

Desde entonces he sido respetuoso de tal mandamiento que, dicho sea de paso, me
parecía repleto de sentido común dentro de un armonioso entorno de convivencia en
el cual buscamos el bienestar propio y del prójimo.

Es más, el texto puede leerse hoy con gran actualidad. Por ejemplo, el capítulo II,
artículo IV, numeral IV, tiene el fantástico poder de salvar vidas en estos tiempos
de COVID-19. Dice así: Cuando no estando solos nos ocurra toser o
estornudar, volvamos hacia un lado y apliquemos el pañuelo a la boca, a fin de impedir
que se impregne de nuestro aliento el aire que aspiran las personas que nos rodean.
Los deberes para con la patria y la sociedad

Los deberes para con la patria y la sociedad son una responsabilidad fundamental
para cualquier ciudadano comprometido con su país y con el bienestar común.
Representan una actitud de compromiso y solidaridad con la sociedad en la que vive.
Su deber es contribuir al desarrollo y progreso del país en el que vive. Unos de los
principales deberes que debe asumir es el respeto a las leyes y normas establecidas,
así como el cumplimiento de las obligaciones cívicas, así como fomentar la
promoción del bienestar social.

Los deberes para con la patria y la sociedad también implican un sentido de


pertenencia y un compromiso con su comunidad. El cumplimiento de estos deberes
conllevan a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y próspera.
La participación activa y responsable de todos los ciudadanos es esencial para
lograr estos objetivos. Los deberes para con la patria y la sociedad deben ser una
parte esencial de la formación ciudadana. Debe enseñarse en las escuelas y en casa.
Debe tener como fin último el desarrollo sostenible y la construcción de una sociedad
más justa, pacífica y solidaria.

Nuestra patria, generalmente hablando, es toda aquella extensión de territorio


gobernada por las mismas leyes que rigen en el lugar en que hemos nacido,
donde formamos con nuestros conciudadanos una gran sociedad de intereses y
sentimientos nacionales.

Cuanto hay de grande, cuanto hay de sublime, se encuentra comprendido en el dulce


nombre de patria; y nada nos ofrece el suelo en que vimos la primera luz, que no esté
para nosotros acompañado de patéticos recuerdos, y de estímulos a la virtud, al
heroísmo y a la gloria. Las ciudades, los pueblos, los edificios, los campos cultivados,
y todos los demás signos y monumentos de la vida social, nos representan a nuestros
antepasados y sus esfuerzos generosos por el bienestar y la dicha de su posteridad, la
infancia de nuestros padres, los sucesos inocentes y sencillos que forman la pequeña
y siempre querida historia de nuestros primeros años, los talentos de nuestras
celebridades en las ciencias y en las artes, los magnánimos sacrificios y las proezas de
nuestros grandes hombres, los placeres, en fin, y los sufrimientos de una generación
que pasó y nos dejó sus hogares, sus riquezas y el ejemplo de sus virtudes.

Los templos, esos lugares santos y venerables, levantados por la piedad y el


desprendimiento de nuestros compatriotas, nos traen constantemente el recuerdo de
los primeros ruegos y alabanzas que dirigimos al Creador, cuando el celo de nuestros
padres nos condujo a ellos por vez primera; contemplando con una emoción
indefinible, que también ellos desde niños elevaron allí su alma a Dios y le rindieron
culto.
Nuestras familias, nuestros parientes, nuestros amigos, todas las personas que
nos vieron nacer, que desde nuestra infancia conocen y aprecian nuestras
cualidades, que nos aman y forman con nosotros una comunidad de afectos,
goces, penas y esperanzas, todo existe en nuestra patria, todo está en ella
reunido; y en ella está vinculado nuestro porvenir y el de cuantos objetos nos
son caros en la vida.

Después de estas consideraciones, fácil es comprender que a nuestra patria


todo lo debemos. En sus días serenos y bonancibles, en que nos brinda solo
placeres y contento, le manifestaremos nuestro amor guardando fielmente sus
leyes y obedeciendo a sus magistrados; prestándonos a servirla en los destinos
públicos, donde necesita de nuestras luces y de nuestros desvelos para la
administración de los negocios del Estado; contribuyendo con una parte de
nuestros bienes al sostenimiento de los empleados que son necesarios para
dirigir la sociedad con orden y con provecho de todos, de los ministros del
culto, de los hospitales y demás establecimientos de beneficencia donde se
asilan los desvalidos y desgraciados; y en general, contribuyendo a todos
aquellos objetos que requieren la cooperación de todos los ciudadanos.

Pero en los momentos de conflicto, cuando la seguridad pública está amenazada,


cuando la patria nos llama en su auxilio, nuestros deberes se aumentan con otros de un
orden muy superior. Entonces la patria cuenta con todos sus hijos, sin limitación y sin
reserva: entonces los gratos recuerdos adheridos a nuestro suelo, los sepulcros
venerados de nuestros antepasados, los monumentos de sus virtudes, de su grandeza y
de su gloria, nuestras esperanzas, nuestras familias indefensas, los ancianos, que fijan
en nosotros su mirada impotente y acongojada y nos contemplan como sus salvadores,
todo viene entonces a encender en nuestros pechos el fuego sagrado del heroísmo, y a
inspirarnos aquella abnegación sublime que conduce al hombre a los peligros y a la
inmortalidad.

Nuestro reposo, nuestra fortuna, cuanto poseemos, nuestra vida misma pertenece a
la patria en sus angustias, pues nada nos es lícito reservarnos en común conflicto.
Muertos nosotros en defensa de la sociedad en que hemos nacido, ahí quedan
nuestras queridas familias y tantos inocentes a quienes habremos salvado, en cuyos
pechos, inflamados de gratitud, dejaremos un recuerdo imperecedero que se irá
transmitiendo de generación en generación ahí queda la historia de nuestro país, que
inscribirá nuestros nombres en el catálogo de sus bienhechores: ahí queda a nuestros
descendientes y a nuestros conciudadanos todos, un noble ejemplo que imitar y que
aumentará los recuerdos que hacen tan querido el suelo natal .

Y respecto de nosotros, recibiremos sin duda en el Cielo el premio de nuestro sacrificio;


porque nada puede ser más recomendable ante los ojos de Dios justiciero que ese
sentimiento en extremo generoso y magnánimo, que nos hace preferir la
salvación de la patria nuestra propia existencia.
APLICACIONES PRACTICAS

Bueno en este caso lo podemos aplicar de las siguiente manera:

1. Lavarse las manos antes de comer.


2. La persona invitada a una cena o un cóctel debería presentarse con un regalo
o algún detalle.
3. Se debe prestar atención a quién habla y no se debe tomar puntos de vista muy
extremos sobre política, sexo o religión.
4. Cada miembro de la familia debe dejar el baño tan pulcro y ordenado como lo
encontró.
5. Debe aprender a recibir cumplidos modestamente y sin rechazarlos nunca.
6. Masticar chicle, tener un cigarro en los labios mientras se habla, usar rolos de
cabello en público, tener las uñas sin esmalte o descaradas, una línea
demasiado dramática entre el maquillaje y el color de piel y comer
ruidosamente.
7. No ensuciar las instalaciones de la escuela o el traba/o) as- como colaborar
con el cuidado de equipos) no dañando) deteriorando o destruyendo los bienes
e instalaciones
8. Cuidemos de que nuestro calzado esté siempre limpio y con lustre.
9. Jamás pasemos por entre dos o más personan que se hayan detenido a
conversar; y en el caso de que esto sea absolutamente inevitable, pidamos
cortésmente permiso para hacerlo.
10. Debemos anteponer siempre las palabras señor o señora, a los nombres de las
personas que mencionemos en la conversación
COMENTARIO PERSONAL

Bueno en mi comentario personal seria que es bueno inculcar todo los valores y
deberes a nuestros hijos y familiares ya que si lo ponemos en practica podemos
llevar una vida sana y podremos vivir felices en armonía.

Como también al inculcar estos valores y deberes a nuestros hijos ellos podran
cambiar asi la actitud de como ser y no ser como por ejemplo en mi cao aprendi
a como vestirse y como comportarse en una fiesta o compromiso familiar y a
respetar los valores que nos inculcan .
RECOMENDACIONES

Ciertas recomendaciones del manual son muy


curiosas para nuestra mentalidad. En el siglo
XlX y principios del XX se consideraban de
obligado cumplimiento algunas normas: los
tobillos de las mujeres debían cubrirse y sus
pañuelos tenían que llevar sus iniciales, los
hombres debían besar la mano de las damas
y no podían entrar en ningún sitio con el
sombrero puesto.

Por otro lado, el texto de Carreño está


impregnado de religiosidad y en él se
especifica que el cumplimiento de los
deberes sociales tiene como finalidad
satisfacer la voluntad de Dios.

El Manual presenta algunas recomendaciones


que tienen absoluta validez para nuestro
momento presente y para cualquier época.
Así, se aconseja respetar a los padres, ser
educados y corteses con todas las personas,
ayudar a los más necesitados, controlar la ira
y los deseos de venganza y no acumular
deudas.
BIBLIOGRAFIA

https://www.protocolo.org/mas/manual-carreno/
https://es.wikipedia.org/wiki/Manual_de_Carre
%C3%B1o
https://es.wikipedia.org/wiki/Manual_de_Carre
%C3%B1o#Bibliograf%C3%ADa
https://www.eluniverso.com/larevista/sociedad/
necesitamos-el-manual-de-carreno-en-la-
actualidad-nota/

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