Oasisamérica - Wikipedia, La Enciclopedia Libre

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Oasisamérica

zona geográfico-histórica

Oasisamérica es una amplia y antigua


área cultural ubicada entre los actuales
México y Estados Unidos. Los
oasisamericanos fueron agricultores
sedentarios, aunque las condiciones
climáticas no les permitían una agricultura
muy eficiente. Complementaban los
limitados recursos agrícolas con la
cacería, la pesca y la recolección de
frutos. Construyeron grandes aldeas en
Nuevo México y su zona arqueológica más
conocida, que es Casas Grandes, en
Chihuahua. Los nativos de estos territorios
creían que el fin del mundo tendría lugar
en 1695.

Es el término derivado de la conjunción de


oasis y América. Se trata de un territorio
terrestre, marcado por la presencia de las
Montañas Rocosas y la Sierra Madre
Occidental. Al oriente y al poniente de
estas enormes cordilleras se extienden las
grandes planicies áridas de los desiertos
de Sonora, Chihuahua y Arizona. En su
momento de mayor expansión,
Oasisamérica cubría una parte de la
superficie de los actuales estados
mexicanos de Chihuahua y Sonora, así
como de Arizona, Utah, Nuevo México,
Colorado, Nevada y California, en los
Estados Unidos de América.

No obstante tratarse de un territorio seco,


Oasisamérica está surcada por algunas
corrientes de agua como los ríos dino,
peligroso, Río Colorado, Río Gila, Río Mayo
y Casas Grandes. La presencia de estas
corrientes (y algunas lagunas que se tragó
el desierto a lo largo de los años), así
como su clima indudablemente más
benigno que el de la región
de la separación de Mesoamérica y
Aridoamérica. Algunos de los pueblos
oasisamericanos practicaban el cultivo
como una actividad complementaria de su
economía de caza y recolección. Estos
pueblos, entre los que se encuentran los
pertenecientes a la Tradición del Desierto,
llegaron a convertirse en verdaderos
agricultores. El proceso de la introducción
de la agricultura en la zona desértica del
norte de México y el sur de los Estados
Unidos fue gradual y dilatado: hacia el año
600 d. C. (periodo que coincide con la
época del ocaso teotihuacano), algunos
grupos habían adquirido recientemente las
técnicas agrícola. la hipótesis de la
zona oasisamericana y la aridoamericana
no es tan evidente), los antiguos pueblos
del desierto habrían podido hacer un
descubrimiento de la agricultura similar al
que ocurrió en Mesoamérica.

Un segundo planteamiento presupone que


los portadores de la hacia el norte. Así,
Oasisamérica sería una derivación de sus
vecinos sureños. En ese sentido, el
desarrollo de las culturas
oasisamericanas, como el de las del norte
de Mesoamérica, habrían estado
relacionadas con grupos que
originalmente habitaban en el Occidente
de México. La evidencia arqueológica
en que los indios pueblo fueron finalmente
sometidos a la Corona española. Este
largo período comprende las fases
Cesteros (basketmakers) I, II y III, y Pueblo
I, II, III, y IV. La fase Cesteros I, anterior al
año 100 a. C., marca la transición de los
pueblos anasazi entre la vida nómada y el
sedentarismo agrícola, basado en el
cultivo del maíz (introducido en la región
hacia el año 750 a. C.). En la fase Cesteros
II, los anazasi se establecieron en cuevas y
abrigos rocosos, y en la fase Cesteros III
(400-700 d. C.) construyeron los primeros
asentamientos urbanos semisubterráneos,
de hasta cuatro viviendas de planta
circular.
El inicio del período Pueblo está marcado
por el desarrollo de la cerámica. La
característica principal de esta es el
predominio de piezas de color blanco o
rojo con diseños en color negro. Durante la
fase Pueblo I (700-900 d. C.), los anazasi
desarrollaron sus primeros sistemas de
irrigación, y sustituyeron su habitación
semisubterránea de la fase anterior por
casas construidas de mampostería. La
fase Pueblo II (900-1100 d. C.) está
marcada por la construcción de grandes
obras de arquitectura, entre las que
destacan los multifamiliares de varios
pisos, construidos algunos de ellos en los
acantilados. La siguiente fase, Pueblo III
(1100-1300 d. C.) fue el escenario de la
máxima expansión de la agricultura
anasazi y de la construcción de grandes
redes de comunicación regional que
finalmente se vendrían abajo en la fase
Pueblo IV, cuando el sistema se contrae,
los grandes centros quedan en el
abandono y muchos de los habitantes de
la región vuelven a una economía basada
en la recolección y la cacería.

Una mujer hopi arregla el peinado


de una joven soltera de su tribu.
Los motivos de la decadencia de la cultura
anasazi son aún desconocidos. Se asocia
este hecho con la prolongada sequía que
asoló la región entre los años 1276 y
1299. El período comprendido entre estas
fechas y la llegada de los españoles a
Arizona es profundamente desconocido.
Cuando los europeos llegaron a las tierras
de la región anasazi, ésta estaba poblada
por los indios pueblo, que no conformaban
una unidad étnica: entre ellos se
encuentran los zuñi, sin parientes
próximos; los hopi, hablantes de una
lengua uto-azteca; los tewas y tiwas eran
tanoanos y los navajos, atapascanos. La
llegada de estos últimos es un misterio, lo
único que se sabe es que procedían de
Canadá, y que eran un grupo de cazadores
que terminó por asimilarse a la cultura de
los nativos oasisamericanos.

La religión de los indios pueblo estaba


basada en el culto a las divinidades
vegetales y de la fertilidad terrestre. Creían
que los kachina, seres sobrenaturales,
habían surgido a la superficie terrestre por
el sipapu, o centro del mundo, en el
momento de la creación de los seres
humanos. El culto en las sociedades
pueblo se organizaba por medio de
corporaciones secretas conformadas
exclusivamente por varones, que se
reunían en las kivas. Los miembros de las
sociedades secretas solían representar a
los kachina para efectos del culto
religioso.

El río Gila fue de vital importancia


en el desarrollo de la cultura
hohokam.

Hohokam

En comparación con sus vecinos del norte,


los anasazi, los pueblos portadores de la
cultura hohokam son desconocidos.
Ocuparon los terrenos desérticos de
Arizona y Sonora. El territorio de los
hohokam es surcado por dos grandes
corrientes de agua, que son el río Colorado
y el río Gila, que enmarcan el área nuclear
en pleno corazón del desierto sonorense.
Se trata de uno de los ecosistemas que
imponen más difíciles condiciones a la
agricultura y a la vida humana, debido a
las altas temperaturas y la escasa
pluviosidad. Por ello, los hohokam se
vieron impelidos a construir sistemas de
irrigación y canalizar los ríos Salado y Gila
en una red de acueductos que alcanzaban
hasta 10 km de longitud y una profundidad
de varios metros, que impedía la
evaporación del agua. Con base en esas
obras de riego, los pueblos hohokam
pudieron obtener hasta dos cosechas de
maíz al año, que complementaban con la
explotación de la pitahaya y las vainas del
mezquite. De estos recursos obtenían
harina, miel, licores, y madera.

Los principales asentamientos de esta


cultura fueron Snaketown, Casa Grande,
Red Mountain y Pueblo de los Muertos,
todos ellos localizados en el territorio de
Arizona. Una rama de los hohokam es
conocida como cultura Trincheras, por ser
tal el nombre de su sitio más
representativo, localizado en el desierto de
Sonora, y que guarda con respecto a los
primeros algunas diferencias. Los
hohokam vivían en pequeñas aldeas de
unos cuantos cientos de personas. El tipo
de vivienda era muy parecido al de la fase
Cesteros III de los anazasi:
semisubterránea, aunque de planta
alargada. La cerámica hohokam se
distingue de la propia de sus vecinos
anasazi y mogollones por el predominio
del color bayo con decoración roja.
También les distinguen otros artefactos,
como los adornos de concha (importada
de las costas de California y Sonora)
trabajados con el ácido producido por la
fermentación de la pitahaya; y sus hachas,
paletas y demás instrumentos de industria
lítica.
Los arqueólogos discuten cuáles fueron
los orígenes y la identidad étnica de los
portadores de la cultura hohokam.
Algunos señalan que el desarrollo de esta
cultura fue endógeno (ajeno a las
influencias extranjeras), y por ejemplo,
señalan que Snaketown tuvo sus inicios
en el año 300 a. C. Para otros, la cultura
hohokam es producto de una migración
sureña, proveniente de Mesoamérica. Para
defender esta postura, indican que las
primeras muestras de cerámica hohokam
datan del 300 d. C. (época en la que habría
sido fundada Snaketown), y que antes de
este tiempo, no se han encontrado
indicios de un desarrollo cerámico
autónomo en la región. De igual manera,
otros adelantos tecnológicos como las
obras de riego, o algunos rasgos
culturales como la cremación de los
muertos parecen haber tenido su origen
en el Occidente de Mesoamérica.

El desarrollo de la cultura hohokam es


dividido en cuatro períodos: Pionero
(300 a. C.-550 d. C.); Colonial
(550 d. C.-900 d. C.); Sedentario (900-
1100 d. C.); y Clásico (1100-1450 d. C.). La
construcción de las obras de riego dio
comienzo desde el período Pionero, en
que los hohokam construían sus casas
semisubterráneas para protegerse del
inclemente calor del desiero sonorense.
En el período Colonial, las relaciones con
Mesoamérica se vieron fortalecidas. La
prueba de ello es el hallazgo de
cascabeles de cobre, espejos de pirita y la
construcción de canchas de juego de
pelota, que fueron realizadas con un toque
muy particular de los hohokam. Las
relaciones con Mesoamérica y la
presencia de estas mercaderías descritas
indican que durante el período Colonial los
hohokam estaban ya organizados en
cacicazgos y centros de poder. Para el
período siguiente, las relaciones con
Mesoamérica disminuyeron, y dio inicio la
construcción de edificios de varias
plantas, como Casa Grande, que tenía
cuatro niveles.

Para cuando los europeos llegaron al


desierto de Arizona y Sonora, región a la
que dieron el nombre de Pimería Alta, los
núcleos urbanos de los hohokam ya
habían sido abandonados,
presumiblemente por un desastre
sanitario y ecológico que arruinó el
sistema social nativo. Los pobladores de
la región eran los pápagos, un pueblo de
lengua uto-azteca. Este pueblo pimano
tenía una economía basada en la
recolección y la agricultura incipiente en
las laderas de las montañas. Su patrón de
residencia era seminómada, pues debían
migrar al cambio de estación para
enfrentar la escasez de los recursos
alimentarios de los pies de monte que
habitaban.

Mogollón

Montes Mogollón, en el sureste de


Nuevo México.

Mogollón es el nombre de un área cultural


oasisamericana, localizada en las
estribaciones de la Sierra Madre
Occidental, desde donde se extiende hacia
el norte sobre una parte del territorio de
los actuales estados de Arizona y Nuevo
México, en los Estados Unidos. Algunos
autores prefieren distinguir en esta área
dos grandes tradiciones culturales: la
Mogollón, propiamente dicha, y la cultura
Paquimé, que habría sido una derivación
de la primera. De cualquier modo, los
pueblos que habitaron el área en cuestión
se adaptaron muy bien a un entorno
geográfico marcado por la presencia de
bosques de pinos y escarpadas montañas
y barrancos.

A diferencia de sus vecinos del norte, los


hohokam y los anasazi, los mogollones
acostumbraban enterrar a los muertos.
Los enterramientos de esta cultura solían
ser acompañados de ofrendas de
cerámica y piedras semipreciosas. Puesto
que la calidad de las obras materiales de
la cultura mogollona es bastante
sobresaliente, sus túmulos funerarios han
sido saqueados con el propósito de
alimentar las colecciones privadas, por
medio del comercio ilegal de las piezas
arqueológicas.

Quizá la más sobresaliente de las


tradiciones cerámicas mogollonas es la
que se desarrolló en el valle del río
Mimbres, en Nuevo México. La producción
alfarera en esta región tuvo su mayor
desarrollo entre los siglos VIII y XII de
nuestra era. Se caracteriza por el color
blanco de sus piezas, decoradas con
representaciones figurativas sobre la vida
cotidiana del pueblo que las creó. Es pues,
un caso excepcional en el contexto de una
superárea cultural donde predominaban
los diseños geométricos sobre los
figurativos.

En contraste con el área Hohokam y el


área Anasazi, no existe una secuencia
cronológica aceptada ampliamente para el
desarrollo de los mogollones. López
Austin y López Luján retoman para el
análisis histórico de la región la división
cronológica propuesta por Paul Martin,
que divide la historia mogollona en dos
largos períodos. El primero abarca del año
500 a. C. al 1000 d. C., y es denominado
Temprano. El segundo abarca los años
comprendidos entre los siglos XI y XVI y
se denomina Tardío.

El primero de estos períodos se


caracteriza por un desarrollo cultural más
o menos lento. Los cambios tecnológicos
se producen muy gradualmente, y las
formas de relaciones sociales y de
disposición de los asentamientos
humanos casi no cambian en mil 500
años. Durante el período Temprano, los
mogollones habitan abrigos rocosos en
los alcantilados, con el propósito de
defenderse de sus vecinos cazadores. De
modo parecido al de los hohokam y los
anasazi, los mogollones también vivían en
habitaciones semisubterráneas y sus
asentamientos solían hospedar una kiva.

En el siglo xi de nuestra era, la población


del área mogollona se multiplicó con
mayor rapidez que en las centurias
anteriores. Probablemente para esta
época, el área ya sostenía importantes
relaciones comerciales con Mesoamérica,
hecho que facilitó por un lado el desarrollo
de la agricultura y la estratificación de la
sociedad. Es probable que también la
influencia anasazi haya aumentado en
este tiempo, puesto que los mogollones
comenzaron a construir edificios de
mampostería, tal como hacían sus vecinos
del norte oasisamericano.

El mayor apogeo de la cultura mogollona


ocurrió durante el siglo xiv y xv. En este
tiempo, los asentamientos principales de
esta cultura crecieron en población,
tamaño y poder. Paquimé, en Chihuahua,
fue quizá el mayor de ellos. Dominaba una
región serrana en la que se han
descubierto varios sitios arqueológicos
conocidos como casas acantilado, puesto
que fueron asentamientos construidos en
las cuevas de difícil acceso de la vertiente
oriental de la Sierra Madre. Paquimé
sostenía relaciones comerciales con la
Mesoamérica nuclear, a la que proveía de
minerales preciosos como la turquesa y el
cinabrio. Controlaba también el comercio
de ciertos productos de las costas del
golfo de California, especialmente de
conchas de la especie Nassarius. Paquimé
recibió una fuerte influencia de sus socios
mesoamericanos, como demuestra la
presencia de canchas de juego de pelota y
de restos de animales de la región tropical
centroamericana, como guacamayas.
La declinación de los principales centros
mogollones comenzó en el siglo xiii, antes
del apogeo paquimense. Para el siglo xv,
buena parte de la región había sido
abandonada por sus habitantes. Algunos
grupos que poblaban las ciudades
asociadas a la cultura Paquimé se
refugiaron en la Sierra Madre, otros
huyeron al norte, donde se unieron a los
Anasazis. La gente del río mimbres emigró
hasta asentarse en el actual territorio de
Coahuila. Se supone que los grupos
taracahitas (yaquis, mayos, ópatas,
tarahumaras) que viven en el noroeste de
México son descendientes de los
mogollones.
La decadencia de la cultura Fremont
comienza hacia la segunda mitad del
siglo x, y se consuma en el siglo xiv. A la
llegada de los españoles, la región era
ocupada por los shoshones, un pueblo de
habla uto-azteca.

Pataya

El área Pataya (o Patayana), ocupa la


región occidental de Oasisamérica. Es
compartida por los estados de California y
Arizona de Estados Unidos, y los estados
de Baja California y Sonora de México. Se
trata de un área periférica cuyo desarrollo
cultural probablemente recibió influencia
de los hohokam, sus vecinos orientales.
De ellos habrían aprendido el juego de
pelota, la cremación de los muertos y las
técnicas de producción de cerámica. El
principal sitio arqueológico relacionado
con esta cultura es Blythe Intaglios, que
comprende un gran número de figuras
dibujadas sobre la superficie de la tierra.

La cultura Pataya comenzó a decaer hacia


el siglo xiv. Cuando los españoles llegaron
a la región, el valle del río Colorado
(columna de esta zona desértica) era
ocupado por los yumanos del río o rieños.
Cano Díaz, Olga (2001): "Paquimé y las
casas alcantilado". En: Arqueología
Mexicana. Vol. IX. Núm. 51. Septiembre -
octubre de 2001. Editorial Raíces -
Instituto Nacional de Antropología e
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Cordell, Linda S. (2004): Ancient Pueblo
Peoples. St. Remy Press - Smithsonian
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Gamboa Carrera, Eduardo (2001):
"Paquimé y el mundo de la cultura
Casas Grandes". En: Arqueología
Mexicana. Vol. IX. Núm. 51. Septiembre -
octubre de 2001. Editorial Raíces -

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