Bloques Funcionales de Luria

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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

NEUROPSICOLOGÍA

BLOQUES FUNCIONALES DE LURIA

ESTUDIANTE

IRINA ORTIZ 8-980-1769

PROFESOR

HJALMAR JONES

FECHA DE ENTREGA

6/9/2023
Los bloques funcionales de Luria son una teoría desarrollada por el neuropsicólogo
ruso Aleksander Luria, que describe las funciones cognitivas del cerebro humano en
términos de sistemas funcionales específicos. Estos sistemas están compuestos por
diferentes áreas cerebrales que trabajan en conjunto para llevar a cabo tareas
cognitivas específicas. Los bloques funcionales de Luria proporcionan una
estructura para comprender cómo los diferentes sistemas cerebrales interactúan y
cómo las lesiones cerebrales pueden afectar a cada uno de ellos.

Estas tres unidades funcionales ejercen un papel importante sobre los procesos
mentales y la actividad consciente del hombre

1. Primera Unidad Funcional: Unidad para Regular Tono y Vigilia, y


Estados Mentales.

La organización de la actividad, dirigida a una meta, requiere el mantenimiento de


un nivel óptimo de tono cortical. Este tono cortical está presente y se mantiene con
oscilaciones durante la vigilia, desaparece durante el sueño. Solo en condiciones
óptimas de vigilia es posible que el hombre reciba y analice información, que su
actividad pueda ser programada, y comprobado el curso de sus procesos mentales
así como mantener su actividad en curso. Estos procesos resultan imposibles
durante el sueño.

Las estructuras responsables de la producción y mantenimiento del tono cortical no


se encuentran localizadas en el mismo córtex, sino debajo de él, en la región del
tallo encefálico, y es la formación reticular, quien está especialmente adaptada por
su constitución anatómica (red nerviosa) y funcional para cumplir un papel de
mecanismo activador de la corteza cerebral, en ella se intercalan los cuerpos de las
células nerviosas conectadas entre sí mediante cortos procesos.
La función principal de la formación reticular es la de regular el tono del córtex y
modular su estado.

A la primera unidad funcional le son atribuidas funciones vitales reflejas tales como:
la conducta instintiva para la procreación y defensa, la regulación refleja las
funciones vitales psicológicas, neurológicas, endocrinas e inmunológicas que
mantienen la homeostasis del organismo, la regulación del sueño, la vigilia y los
diferentes niveles de activación cortical necesarios para las exigencias del entorno e
intereses del individuo.

Una lesión en estas zonas conduce a un agudo descenso en el tono cortical, a la


aparición de un estado de sueño y algunas veces a un estado de coma.
2. Segunda Unidad Funcional: Unidad para Recibir, Analizar y Almacenar
Información.
Las estructuras de esta unidad se encuentra situada por detrás de la cisura
rolándica (cisura central), esta adaptada para la recepción de estímulos que viajan
desde receptores periféricos hasta el cerebro, a su análisis y a su combinación
dentro de las estructuras funcionales dinámicas (Luria, 1984), abarca toda la corteza
de los lóbulos parietal (sensorial general), temporal (auditiva) y occipital (visual)
Es en esta región donde se encuentran los extremos corticales de los analizadores
cutáneo-cinestésico, auditivo-vestibulary visual.

La corteza de cada uno de los analizadores mencionados esta formada por un área
primaria (de proyección), la cual se encuentra organizada somatotópicamente de
manera que las aferencias que provienen de diferentes regiones del cuerpo,
terminan en lugares específicos de esta área.

El área secundaria (de proyección-asociación) de la corteza cerebral de esta unidad


funcional se caracteriza por la selectividad de la excitación neuronal, las aferencias
son menos especificas que en el área primaria, aquí los impulsos sensoriales
aferentes pueden tener diferentes orígenes dentro de una misma modalidad
sensorial, por lo que la labor de análisis de las áreas primarias se reorganiza, por el
trabajo de síntesis y codificación témporo-espacial de las respectivas áreas
secundarias de cada analizador sensorial.

Las lesiones de estas áreas corticales pueden ocasionar alteraciones funcionales de


las respectivas funciones (cutáneo-cinestésico, auditivo, visual), el tipo de alteración
será diferente si la lesión afecta el área primaria o a la secundaria.

Este segundo sistema cerebral, posee también zonas terciarias (de superposición),
también llamadas zonas de solapamiento. El trabajo fundamental de las zonas
terciarias tiene que ver con la integración de los procesos perceptivos de las
diferentes modalidades sensoriales, contribuye a que la realidad se refleje como
objeto del conocimiento.
La segunda unidad funcional tiene como función el análisis, síntesis y
almacenamiento de la información

3. Tercera Unidad Funcional: Unidad para Programar, Regular y Verificar la


Actividad.
Las estructuras de la tercera unidad funcional se encuentran localizadas en las
regiones anteriores de los hemisferios, por delante del lóbulo parietal, por encima
del lóbulo temporal anterior, delante de la cisura rolándica, arriba de la cisura
silviana, en las regiones anteriores de la bóveda craneana
Se encarga de crear intenciones, formar planes y programas de acciones verifica su
ejecución y regula la conducta.
La tercera unidad tiene una organización similar a la segunda unidad, presenta una
región primaria o de proyección, la secundaria o de asociación y la terciaria o de
integración, localizada en el neocórtex del lóbulo frontal.
El canal de salida de esta unidad es el córtex motor (área 4 Brodmann), la cual se
caracteriza por el notable desarrollo de neuronas piramidales (capa V), rodeando
por delante al área motora primaria, se encuentra el área premotora o de asociación
(6 y 8 Brodmann), y por delante de esta una amplia región constituida por la corteza
del área terciaria conocida como área prefrontal (9,10,11,12, 44, 44, 45 y 46
Brodmann), quien juega un papel fundamental en la regulación del estado de la
actividad, cambiando según las complejas intenciones y planes del hombre
formuladas con la ayuda del lenguaje (Luria, 1984). Las áreas motora y premotora
se atribuyen a las regiones corticales del analizador motor.

La lesión de los lóbulos frontales conduce a la alteración de la capacidad para poder


inhibir reflejos orientadores ante estímulos distrayentes, por lo que toda la actividad
empieza a perder su carácter selectivo.
Referencias
http://neuroblogymas.blogspot.com/2012/08/las-tres-principales-unidades.html

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