El Poder de La Bendición en El Hogar
El Poder de La Bendición en El Hogar
El Poder de La Bendición en El Hogar
“Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los
padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo
preparará un pueblo bien dispuesto para recibir al Señor.” Lucas 1:17
Las últimas palabras del profeta Malaquías, al final del Antiguo Testamento, nos conduce
al mismo tema. Dice allí, refiriéndose a Juan el Bautista, el cual habría de venir:
"Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los
padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición" (Mal. 4:6).
Los estándares están cambiando. Las estadísticas nos dicen que los hogares tambalean
ante el fuerte asedio del egoísmo y la disolución que empapa las conciencias de los
padres. Estos ya no saben cuál es su rol principal hacia sus hijos, porque muchos de ellos
los miran como un accidente o una responsabilidad que compite con sus frustradas
ambiciones.
Algunas consideraciones
La mayoría de los padres adultos considera la Familia como el aspecto que les da la
mayor satisfacción en la vida, pero también es lo que les resulta como la mayor
frustración.
El papel de los padres es brindar la protección, instrucción y amor a los hijos, como
instrumentos que Dios ha designado para bendecir a toda persona en este mundo.
“ He aquí, herencia de Jehová son los hijos;... Como saetas en manos del valiente..”
Salmo 127:3,4
El plan de Dios es que los padres sean sus “agentes divinos” que impartan su imagen,
identidad y valor, lo cual impide que se desarrollen distorsiones emocionales y espirituales
en el corazón de los hijos. No hay otra forma mas poderosa de conocer y experimentar
naturalmente el amor de Dios, que a través de los padres y el hogar familiar.
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y
cuando te levantes.” Deut. 6: 6,7
“Cuando Esaú oyó las palabras de su Padre, clamó con una muy grande y amarga
exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mi, padre mío.” Génesis 27:34
Control vs Autoridad
Cuando los padres fallan al separar la identidad del comportamiento, caen en una de éstas
dos trampas:
1. Pasar por alto la mala conducta en un intento de no “lastimar” al hijo (a), quizás porque
ellos mismos fueron muy lastimados por sus padres.
2. Disciplinar al hijo (a) de una forma tan dura e inflexible que el mensaje impartido es
denigrante y abusivo.
Esto siempre dejará a los hijos con una imagen distorsionada de si mismos, de los padres y
de Dios.
Control es: Usar el poder manipulador del alma para forzar, amenazar o intimidar a otros
a hacer tu voluntad.
Los padres son la imagen de Dios a los hijos, ellos deben gobernarlos ejerciendo la
autoridad delegada. La Autoridad es firme, pero no inflexible. Amorosa, pero no
irresponsable. Justa, pero no depende de nuestro punto de vista. Es bíblica, viene
de Dios.
Cuando Los padres “bendicen a sus hijos”, afirman en ellos estos valores: