02-La Música Popular

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ESMN “Praxis y ETMP I” Prof.

Pablo Zermoglio

La Música Popular

Cuando digo “música popular” me estoy refiriendo a las múltiples modalidades y variantes de la
música contemporánea, con o sin valor artístico, de divulgación más o menos masiva, y que es la
materia esencial de un proceso de comercialización, en oposición a la que comúnmente llamamos
música “clásica”, “culta”, “erudita”, “de concierto”, etc.
“Popular” es, para mí, tanto la música que ha llegado a ser muy conocida a través de los
medios de difusión (pop, rock and roll u otras similares), como otras expresiones musicales,
folklóricas o localistas que, aunque a veces muy conocidas, interesan a públicos menos
numerosos (jazz, tango, flamenco, etc.) También considero popular a la música utilizada en cine,
televisión, radio, teatro, etc., en forma de “cortinas”, música de fondo, incidental, etc. (siempre que
no sea deliberadamente “clásica”), al igual que la música que resulta de elaboraciones creativas
más o menos originales que transforman elementos sencillos, enraizados en la cultura de un
pueblo, en expresiones musicales más refinadas. Esta última es “impopular” en la práctica y
frecuentemente incluye componentes tomados de la música “culta”. Dado el valor artístico que
generalmente posee, sería también muy aceptada si se le prestara el mismo apoyo económico
que se da a otras expresiones de menor calidad.
Arte, artesanía, técnica, oficio... Conceptos de fácil definición pero difícil delimitación.
Para quien realiza algo artístico no es muy importante el rótulo bajo el cual caiga lo que hace
sino la actividad creativa que realiza, y luego, por supuesto, la obra que resulte de ello.
No hay reglas para lo estético.
Cualquier técnica es válida si contribuye a mejorar el resultado.
La técnica no es un fin sino sólo una herramienta que se usa para organizar las ideas y realizar
la obra de la mejor manera posible.
El valor de la obra no está dado por el tiempo que llevé realizarla ni por la cantidad de trabajo
que demandó.
Complejidad no es sinónimo de riqueza ni es un valor en si.
El valor de una obra no es absoluto: para algunos valdrá mucho, para otros poco o nada.
Una sinfonía no vale más que una canción. Cada una vale como lo que es. Sólo se las puede
comparar en su aspecto estético o con fines de análisis pero no para establecer jerarquías
valorativas.
Los méritos de una obra artística no son mensurables. Sí son evaluables, pero sólo dentro del
contexto al que la obra pertenece. Por ello no me parece admisible una posición de mira desde la
cual la música “popular” aparezca como inferior o superior a la “clásica”. El hecho objetivo es que
ambas son formas de expresión que pueden dar lugar a obras de arte significativas y memorables.

- ALCHOURRÓN, Rodolfo (2006). Composición y arreglos de música popular. Buenos Aires,


Melos.

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