Resumen - 13 - Guerra Fría (Cap. 5 - Fragmento) - Bianchi
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Tras la guerra mundial, era indudable que los Estados Unidos y la Unió n Soviética se
constituirían en las potencias hegemó nicas dentro del concierto internacional. La guerra
terminó con el fin del sistema de equilibro entre las potencias europeas, entretejido desde
el siglo XVI. En su lugar surgía un nuevo ordenamiento internacional.
Dentro de ese nuevo ordenamiento, los países europeos dependerían de las relaciones
soviético-americanas y podrían influir en su desarrollo segú n su importancia estratégica
para los dos nuevos centros hegemó nicos.
Ante los problemas sociales de la época, el gobierno de los Estados Unidos temía, al acabar
la guerra, una nueva crisis de superproducció n sin los socios ni los mercados europeos; en
la URSS se temía que los debilitados estados europeos cayeran bajo la dependencia de los
Estados Unidos que rá pidamente habían concedido créditos y suministros de socorro.
La Organizació n del Tratado del Atlá ntico Norte (OTAN) se transformó en un ejército de
defensa, después de que el inicio de la Guerra de Corea (1950) provocó un rebrote de los
sentimientos anticomunistas y del temor a la expansió n soviética. En respuesta a la OTAN,
la Unió n Soviética organizó el Pacto de Varsovia (1955). De este modo, en la década de
1950, los bloques quedaban formalizados.
Má s allá de la retó rica de ambos bandos, no había ningú n peligro inminente de guerra
mundial. Es cierto que en la década de 1970, la Guerra Fría se intensificó : la derrota de la
guerra de Vietnam y los conflictos en Oriente Pró ximo habían debilitado a los Estados
Unidos que respondió con una extraordinaria aceleració n de la carrera armamentística.
Sin embargo, esto tampoco alteró el equilibro global.