Aprendamos Sobre El Patrimon
Aprendamos Sobre El Patrimon
Aprendamos Sobre El Patrimon
Una propuesta de
concientización ciudadana.
EJE: 1. Ciencia, Tecnología y Sociedad
AUTORES: Arqs. Claudia Montoro y María Elena Del Barco
REFERENCIA INSTITUCIONAL: Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo /
Universidad Nacional del Litoral
CONTACTOS: [email protected], [email protected]
RESUMEN
Teniendo en cuenta los fundamentos de esta convocatoria que pone énfasis en la idea de
resignificar el concepto de cohesión social para la construcción permanente de la
ciudadanía, esta propuesta intenta colaborar con el fortalecimiento de uno de los
componentes necesarios para lograr esta cohesión en la sociedad civil: el patrimonio
cultural.
El trabajo que ponemos a consideración se enmarca en la línea de Proyectos de Extensión
de Interés Social de la UNL y apunta a concientizar a niños y jóvenes, de los niveles
educativos primario y secundario, sobre los valores que hacen a su identidad y su memoria.
El proyecto se sustenta en la noción de patrimonio cultural, abarcando tanto a los bienes
materiales o tangibles, desde edificios y obras de arte, hasta objetos de uso cotidiano; como
a los elementos intangibles, es decir el conjunto de historias, celebraciones, recorridos,
tradiciones y costumbres, que pueden ser considerados como sustento de la identidad
comunitaria.
Conocer lo propio y entender los valores del patrimonio cultural, histórico y artístico, que
reflejan la herencia de las generaciones pasadas en cada comunidad, es un tema
fundamental a ser incorporado en la currícula de todos los niveles educativos para, desde
allí, hacerlo extensivo al cuerpo social.
Es por ello que ponderamos las actividades con los alumnos, modalidad de trabajo que
incluye presentaciones orales, muestras en los museos y talleres, por ser sumamente
eficientes para lograr el cumplimiento de los fines del proyecto a mediano y largo plazo. Esta
propuesta refuerza la idea de que la concientización del cuidado y el respeto por nuestro
patrimonio, los convierta en ciudadanos comprometidos socialmente.
En cuanto al desarrollo del proyecto, en la vinculación con las instituciones escolares
seleccionadas como prueba para el desarrollo de las actividades, se priorizaron los temas
propuestos por cada una de ellas: la historia de una escuela próxima a su centenario, el
patrimonio de la Universidad como institución-madre de otra, tanto como distintos episodios
de la historia local. En los encuentros se abordaron estos temas como disparadores para
acercarnos al problema del patrimonio, lo que permitió reflexionar sobre lo propio, y darle
valor a elementos e historias cotidianas que hacen a la construcción de la propia identidad.
Este proyecto también contempla un programa de formación dirigido a estudiantes y
docentes de la Licenciatura de Diseño en Comunicación Visual de la Facultad de
Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL. Estas acciones formativas incluyen estrategias
1
pedagógicas que permiten incorporar, en el proceso de enseñanza-aprendizaje del Taller de
Diseño III, el diseño de material didáctico específico para trabajar con los niños y
adolescentes y el diseño de folletos, de apoyo a las muestras de los museos que participan
del proyecto y de concientización sobre el patrimonio, como prácticas de extensión.
En esta experiencia, tanto docentes como alumnos se han involucrado en resignificar
elementos representativos de nuestro patrimonio cultural y, a partir de ellos, producir
material didáctico para los alumnos de las escuelas participantes, ya sea para trabajo en el
aula como en la casa.
Si bien el trabajo se encuentra en su primer año de desarrollo, se produjo un avance
significativo con la elaboración del material didáctico, consensuado con uno de los grupos
de docentes participantes, pensado en educar desde lo lúdico y en producir un material
educativo que no existe en la actualidad: el diseño de un manual sobre temas patrimoniales,
que puede convertirse en uno de los productos finales del proyecto; idea que posibilitará la
sustentabilidad de las acciones sobre el tema en el tiempo y agilizará la posibilidad de
replicar experiencias en otros contextos.
DESARROLLO
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componentes necesarios para lograr esta cohesión en la sociedad civil: el patrimonio
cultural.
Nociones de partida
En el plano teórico, nos basamos en la noción de patrimonio cultural, abarcando tanto a los
bienes materiales o tangibles -desde edificios y obras de arte hasta objetos de uso
cotidiano-, como a los elementos intangibles -es decir el conjunto de historias,
celebraciones, recorridos, tradiciones y costumbres- que pueden ser considerados como
sustento de la identidad comunitaria.
Desde hace varias décadas, la mirada desde las Organizaciones Internacionales de defensa
del Patrimonio ha apuntado a ampliar la escala de sus recomendaciones, a partir de
incorporar la noción de Patrimonio cultural, entendido como “- los monumentos: obras
arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de
carácter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor
universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia; - los
conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e
integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la
historia, del arte o de la ciencia; - los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del
hombre y la naturaleza así como las zonas incluidos los lugares arqueológicos que tengan
un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o
antropológico”.1
En el mismo sentido, se ha incorporado también la noción de Paisaje cultural, entendido
como “...las obras combinadas de la naturaleza y el hombre que ilustran la evolución del
ambiente natural ante fuerzas sociales y culturales”.2 Esto no significa dejar de lado la
escala arquitectónica, que se considera incluida e interrelacionada en estas miradas
ampliadas de los ámbitos de interés.
En estas nociones de referencia, hay un enfoque que tiende a equilibrar el peso de aquellos
elementos inmateriales (tradiciones, costumbres, fiestas, historias, etc.) que hagan a la
identidad de un grupo social, con el de la cultura material (monumentos, sectores urbanos,
objetos de uso cotidiano, muebles, cartelería, equipamiento urbano, publicaciones, etc.) que
la representa.
3
Por supuesto, esto implica una dificultad intrínseca al pretender trabajar con distintos grupos
aún en distintos sectores de la misma ciudad. Los recorridos que cada uno hace, las
historias familiares previas, dónde vive, cuál es el paisaje que ve más frecuentemente, con
quiénes se relaciona habitualmente, todas estas cuestiones harán que lo que se considera
valioso y propio, lo que hace a la identidad de un grupo social, se recorte respecto de las
individualidades y se construya, por acuerdo o por tensión tal vez, en las actividades a
desarrollar.
Pensar el tema de la identidad, significa que más que asumir “una” identidad colectiva
homogénea, estamos trabajando con una identidad en construcción, en reformulación
constante. Comprender esa dinámica de cambio y poder sostenerla en el tiempo es uno de
los mayores desafíos del proyecto.
Entendemos que estas nociones pueden aportarse y difundirse desde el ámbito universitario
a la sociedad, para ampliar la mirada más habitual que se tiene sobre el patrimonio.
Usualmente se entiende que quienes pueden decidir sobre esta temática son sólo
profesionales y especialistas, sin tomar en consideración que todo grupo social puede
valorar y decidir sobre aquello que le pertenece.
Muchas veces respecto del patrimonio arquitectónico, se cree que sólo los arquitectos
pueden asignar valor a un determinado edificio, conjunto o área urbana, sin tomar en cuenta
la multiplicidad de factores que intervienen para asignar valor a una obra –sean económicos,
sociales, históricos, culturales, técnicos, formales, etc.- y la importancia del valor social que
permitirá mantener una obra en el tiempo.
Nuestro trabajo intenta abrir, a partir del uso de esta noción de patrimonio cultural, la
posibilidad de valoración a otros actores sociales que se involucren y comprometan en
sostener la identidad y la memoria social. Ésta será la transferencia inicial de conocimientos
que aportaremos a la comunidad, no sólo la concientización acerca del patrimonio material,
sobre el cual entendemos que se ha avanzado en los últimos tiempos, sino también en el
reconocimiento del patrimonio intangible.
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En la Escuela primaria de la UNL nos resultó interesante el modelo pedagógico innovador,
que busca estimular constantemente a sus alumnos aprovechando todo el conocimiento y la
experiencia de la comunidad universitaria, así como la posibilidad de apoyar el trabajo que
ya se perfila en esa escuela sobre la historia de la institución madre. El valioso patrimonio
arquitectónico de la UNL, desde el edificio sede del Rectorado con su Paraninfo que fuera el
escenario de la Reforma de la Constitución Argentina en 1957 y en 1994, entre otros; así
como la rica trayectoria de la institución de alcance regional y las historias de sus pioneros y
sus protagonistas en el tiempo, constituyen sólo algunos de los temas a considerar.
En la Escuela primaria nº 13 “Dr. Dalmacio Vélez Sársfield”, una escuela pública provincial
que pertenece a un barrio pericentral de la ciudad y recibe actualmente alumnos de otros
barrios menos favorecidos, podemos trabajar sobre un sector consolidado de la ciudad: el
Barrio Candioti. Esta área constituye la primera expansión urbana respecto de la traza
colonial de Santa Fe, realizada a fines del siglo XIX y consolidada ediliciamente durante las
primeras décadas del siglo XX.
Su patrimonio urbano-arquitectónico, diverso en escalas de intervención y en referencias
históricas, ha sufrido en la última década un impacto considerable por la creciente presión
inmobiliaria en la zona a través de numerosas intervenciones. La pertenencia a este barrio
de la ciudad, su cercanía al Bv. Gálvez, su particular contexto de transformación actual y el
próximo Centenario de la escuela, son algunas de las excusas con las cuales hemos
empezado a trabajar.
En cuanto a la Escuela San Francisco Javier, con la que tomamos contacto a partir de un
proyecto anterior,3 se ubica en el área de la Costa en la ciudad de San Javier, muy marcada
por la actividad turística. El interés de los docentes locales por las temáticas del patrimonio y
del desarrollo local fue alentador al momento de proponer las primeras ideas sobre el
proyecto. La rica historia de ese territorio, la cuestión del paisaje, el impacto del turismo, los
episodios principales de la memoria local vinculados a las culturas originarias y el patrimonio
material en transformación constituyen las primeras cuestiones que estamos abordando.
La Escuela Particular Omar A. Rupp, situada en la manzana 13 del barrio Alto Verde, es un
proyecto educativo creado por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). Su
emplazamiento en el paisaje ribereño genera un alto grado de convivencia con el río en este
asentamiento poblacional espontáneo, con una sociedad civil compleja; razón de ser de
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estas instituciones. La población del barrio, vinculada desde su origen casi exclusivamente a
las actividades del puerto, fue quien sostuvo a la idea de generar una escuela.
Esta institución, conjuntamente con la Escuela Nacional Fluvial perteneciente a la Armada
Argentina, forma alumnos a quienes se otorga Certificado de Capacidad Náutica que los
habilita para trabajar en buques mercantes de todo el mundo. El barrio en cuestión, que ha
sido abordado ya en un proyecto anterior, 4 nos permite a su vez intercambiar actividades
con el Proyecto de Interés Social dirigido por la arquitecta Patricia Mines, también de la
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL, actualmente en curso. 5
Para el trabajo con estas instituciones educativas, hemos pensado en distintas modalidades
teniendo en cuenta los distintos niveles y características de las escuelas, tales como
estrategias de presentación y de trabajo con los alumnos con modalidad de taller, material
didáctico específico para trabajo en el aula y, en otros ámbitos, visitas a los museos, talleres
y muestras para la comunidad en general, fascículos en diarios y folletos de difusión, entre
otros.
También nos hemos vinculado con la Dirección Municipal de Patrimonio Urbano de la ciudad
de Santa Fe y con algunos museos provinciales de la ciudad de Santa Fe (Museo Histórico
Provincial, Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez y Museo
Etnográfico y Colonial Juan de Garay) pensando en la posibilidad de apoyo que estas
instituciones habitualmente hacen a las tareas educativas, con la idea de aprovechar
especialmente las muestras temporarias y los repositorios patrimoniales disponibles en los
museos.
En el caso de los museos, resulta particularmente significativo el asesoramiento que aportan
en cuanto a la producción de material didáctico, dada su larga experiencia de contacto con
instituciones educativas. Fundamentalmente en el nivel primario, la adaptación de
contenidos, de actividades y de estrategias se adecuó a las edades de los alumnos de los
distintos ciclos y a sus intereses variables.
La doble articulación con las escuelas y con los organismos de cultura fue pensada como un
modo de concientizar y de difundir ideas relativas al patrimonio en distintas escalas, para
distintas franjas etarias y para distintos públicos.
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Docencia y extensión: experiencias y alternativas en constante reformulación
El trabajo con docentes y alumnos de otros niveles educativos
El interés inicial del proyecto fue realizar actividades con los alumnos de escuelas primarias
y secundarias, teniendo en cuenta especialmente la capacidad de las jóvenes generaciones
para difundir ideas innovadoras y para ser receptivos y multiplicadores de la formación que
reciben. Creemos que los niños pueden ser muy buenos comunicadores de ideas como las
que proponemos y que sus familias se verán involucradas en muchas de las actividades
propuestas, aún en aquéllas que no se desarrollen en la casa.
Una primera acción del proyecto fue difundir las nociones de referencia entre maestros y
profesores, haciendo hincapié en las posibilidades de acción y el compromiso que significa
para la comunidad trabajar con la idea de patrimonio cultural. A partir de allí, fue posible
acordar los temas iniciales a trabajar en cada escuela y su adecuación a la edad de los
grupos de niños seleccionados por cada escuela para involucrarse en el proyecto (8 años en
Escuela de la UNL y 9 a 10 años en la Escuela nº 13).
Para el contacto directo con los alumnos, se ha pensado en modalidades de trabajo que
incluyan presentaciones orales, talleres, juegos, muestras en las escuelas y en los museos,
articuladas con los temas de interés de cada institución y con el marco conceptual
propuesto.
También consideramos, si bien no era un objetivo central del trabajo, las instancias de
difusión general ante la comunidad toda. Potenciando el rol que las escuelas aún tienen
respecto de las comunidades, programamos la realización de charlas y muestras de trabajos
de los propios alumnos en distintos momentos del desarrollo del proyecto, asociados a los
cierres parciales de los períodos lectivos.
Esta diversidad de acciones servirá para lograr a mediano y largo plazo el cumplimiento de
los fines del proyecto: que la concientización del cuidado y del respeto por nuestro
patrimonio los convierta en ciudadanos comprometidos socialmente.
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Por otra parte, la difusión de los conceptos de patrimonio cultural y de paisaje cultural podrá
servir a los organismos públicos en el área de cultura y museos, para desarrollar las
estrategias y campañas más adecuadas en función de valorar y conservar el patrimonio. A
través de estas acciones, el proyecto podrá tener impacto a una escala más amplia, más
allá de las experiencias-piloto desarrolladas en el trabajo.
Avanzado ya el trabajo, como comentamos, ha surgido la idea de generar un producto final:
un manual sobre patrimonio, luego de que los maestros de las escuelas tomaran contacto
con la experiencia del Taller de Diseño en el desarrollo de fichas infográficas destinadas a la
concientización del patrimonio local. La variedad de temas trabajados y su pertenencia al
medio atrajo particularmente a las docentes, dada la carencia de materiales didácticos
publicados que refieran al medio local. También se ha pensado en que los tableros de juego,
diseñados en el primer ejercicio del taller, sirvan como complementos del manual para abrir
temas, por ejemplo a distintas edades.
Un análisis inicial de los temas que seleccionaron los estudiantes en el Taller de Diseño
permite considerar cuáles temas fueron recurrentes: el Puente Colgante como objeto y su
historia, la cumbia dentro de las músicas representativas, la mirada minuciosa sobre
elementos arquitectónicos -como columnas, órdenes, materiales, acabados, aberturas,
detalles-, la atracción por los objetos vistos en el Museo Etnográfico -ya sean platos
coloniales, vasijas y objetos cerámicos, aljibes, etc.- que muestran otras épocas y otras
culturas, la búsqueda de particularidades en los enfoques de temas históricos -la época
colonial, los jesuitas, los modos de vida, entre otros-.
Esto pone claramente en evidencia qué temas forman parte del imaginario de los
estudiantes, de esa generación más próxima a los escolares para los que diseñaron. Sacar
conclusiones sobre los elementos más significativos detectados en el imaginario de estos
futuros diseñadores, tarea en la que estamos embarcados, nos orientará en la tarea de
proponer temas a las instituciones educativas con la intención de apoyar la memoria social y
construir la identidad cultural.
Pensar en la posibilidad de edición de este manual hace más factible que la modalidad de
trabajo ensayada pueda ser replicada a mayor escala, por fuera de las instituciones
involucradas y más allá de la finalización formal del proyecto. Si bien el impacto de las
tareas educativas en temas sociales resulta difícil de medir, creemos que suelen obtenerse
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resultados satisfactorios en general y que las acciones propuestas tendrán un impacto
positivo en las comunidades directamente involucradas.
En el ámbito académico, los resultados del trabajo podrán contribuir al conocimiento de la
historia urbana desde un lugar poco abordado: el lugar de la memoria. Con esta experiencia
no sólo se pretende colaborar en la interpretación de los fenómenos históricos, sino también
ayudar a pensar la ciudad desde las producciones culturales y contribuir a la reflexión sobre
lo urbano desde una concepción multidimensional del fenómeno.
A partir de estas premisas, el trabajo podrá tener relevancia como un aporte a la comunidad
universitaria en su conjunto y, más precisamente, a la comunidad de la Facultad de
Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL, en la que tienen sede el proyecto y su equipo
de trabajo.
Como parte de la difusión, las publicaciones, las conferencias y los cursos que se originen
como resultados del proyecto podrán constituir a la vez un aporte a la comunidad científica
en el área de las Ciencias Sociales, como así también a la comunidad toda, por referirse a
temas que tienen amplias posibilidades de difusión en diferentes ámbitos.
De este modo, la idea original de “aprender sobre el patrimonio en la escuela” adquiere una
dimensión ampliada gracias al cruce de saberes involucrados, de nociones difundidas, de
memorias convocadas, de experiencias realizadas y de alternativas imaginadas para seguir
trabajando en el futuro en estos temas, en pos de lograr la cohesión social.
La transferencia de conocimientos como los involucrados en el proyecto es una de las
tareas de extensión que manifiesta el compromiso de la comunidad universitaria con la
sociedad, donde se le devuelve, al menos en parte, lo que aporta para sostener el sistema
de educación superior pública.
13
1
Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural - UNESCO, París, 1972.
2
Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO, 1972. Artículo 1º.
3
Las arqs. Montoro y Del Barco formaron parte del equipo que desarrolló el Proyecto Corredor de la Costa.
Potencialidades urbano-arquitectónicas y paisajístico-ambientales, PICTO-UNL 2007, ANPCYT / UNL, dirigido por la
Arq. Adriana Collado y desarrollado entre 2007 y 2010.
4
Proyecto de Extensión de Interés Social Alto Verde: de las representaciones a la construcción participativa de la
identidad del espacio barrial. La denominación de sus calles como elemento de ordenación de la ocupación informal del
suelo, PEIS 2007, Secretaría de Extensión / UNL, dirigido por la Arq. Claudia Montoro, desarrollado entre 2007 y 2009.
5
Proyecto Guardianes del río, PEIS 2011, Secretaría de Extensión / UNL, coordinado por la Arq. Patricia Mines,
actualmente en desarrollo.
6
Entre abril y mayo de 2011 fueron seleccionadas las estudiantes Ayelén Sarli, de la Licenciatura en Diseño de la
Comunicación Visual de la FADU, y Lucía Suárez, de la carrera de Arquitectura y Urbanismo. Las becas comenzaron a
desarrollarse a fines de julio de 2011.